El ritmo de reducción de la pobreza en Latinoamérica se ha frenado en los últimos años, al pasar de 5,7% anual de inicios de siglo al actual 4,1%, por lo que los Gobiernos deben aumentar la productividad tras el fin del ciclo de altos precios de las materias primas, advirtió este miércoles (3 de junio) el Banco Mundial (BM).
La pobreza -aquellas personas que viven con menos de USD 4 al día- pasó del 25,3% en 2012 al 24,3% en 2013; mientras que la pobreza extrema -vivir con menos de USD 2,5 al día- pasó de 12,2% en 2012 al 11,5% en 2013, indicó el BM en el informe «Trabajar por el fin de la pobreza en América Latina y el Caribe».
En el periodo 2003-08, la pobreza se redujo a un ritmo anual del 5,7%, para ralentizarse luego en 2008-13 a un ritmo del 4,6%; y situarse en 2012-13 en apenas un 4,1%.
«En los últimos años, se ha debilitado el ímpetu para las conquistas sociales en América Latina y el Caribe», explicó Louise Cord, gerente para la región en la Práctica Global para la Pobreza del BM.
«A medida que el auge de las materias primas se desvanece, la importancia de redoblar los esfuerzos regionales para promover un crecimiento más inclusivo y reducir la pobreza se vuelve más crítico», agregó Cord.
El informe, presentado en el centro de estudios Council of the Americas (Consejo de las Américas) de Washington, cuenta con estadísticas de 17 países del continente.
La reducción de la Pobreza se ha estancado, según un informe del Banco Mundial. Foto: Archivo/El Comercio
Expertos latinoamericanos apostaron este martes (19 de mayo) por la educación de calidad como elemento clave para desarrollar un modelo productivo que consiga la disminución de la pobreza y la desigualdad en la región.
Rebeca Grynspan, secretaria general iberoamericana, Mario Pezzi, representante de la OCDE, y Mario Cimoli (CEPAL), junto a Germán Ríos (CAF) y Jesús Gracia, secretario de Estado español de Cooperación Internacional, participaron en una jornada sobre las Perspectivas económicas de América Latina en 2015, organizada por la Segib.
El punto de partida fue el informe elaborado con la colaboración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Grynspan destacó que la educación de calidad será «clave» para llegar a la «equidad», una asignatura pendiente en América Latina, en su opinión, pese al crecimiento económico de los primeros diez años del siglo XXI.
Recalcó que el informe apuesta por alinear mejor la oferta de capital humano más formado, con las necesidades de un sector productivo más centrado en la innovación y en la tecnología, superando una economía basada en la explotación de las materias primas.
Por su parte, Cimoli explicó que la reducción de la desigualdad y los índices de pobreza no se consigue sólo con políticas sociales, sino que es «fundamental» la educación para poder aumentar la productividad. «Se ha dicho eduque, eduque, eduque, pero si la estructura productiva es la misma, todos esos educados van a acabar manejando un taxi», dijo el representante de CEPAL.
Subrayó que «ningún país de América Latina puede hacerlo solo», por lo que apostó por un modelo de integración regional. Los participantes recordaron el crecimiento económico que vivió América Latina en la primera década del siglo XXI, que ha generado una clase media más pujante, pero también señalaron la ralentización económica que vive la región desde 2012.
El propio informe sobre perspectivas económicas de América Latina recoge que en 2014 el crecimiento en la región fue menor del 1,5 % y prevé para 2015 una recuperación de entre el 2 y el 2,5 % muy por debajo de la media de años anteriores.
No obstante, la secretaria general iberoamericana afirmó que «si bien hay una desaceleración, no hay una crisis generalizada» en América Latina. Según Pezzini, las clases medias son más exigentes frente a los poderes políticos y «colocan a los gobiernos en una situación de evaluación continua».
El representante de la OCDE alertó de la posibilidad de que se rompa el «contrato social» entre los gobernantes y la ciudadanía, que, dijo, «tiene una especial sensibilidad ante la corrupción y el deterioro institucional». «Necesitamos una nueva agenda de crecimiento inclusivo», opinó Pezzini.
Por su parte, Germán Ríos reafirmó el apoyo del CAF a los países de América Latina para que puedan crecer a tasas superiores al 4 % con el fin de mejorar la vida de los ciudadanos. Jesús Gracia destacó la estrecha relación que tiene España con América Latina, que calificó de «natural» y los vínculos económicos, sociales y culturales que tiene este país con la región.
La educación de calidad es la clave para salir de la pobreza. Foto referencial: Pixabay
El premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales distinguió este miércoles (13 de mayo) las «innovadoras y decisivas contribuciones» de la economista francesa Esther Duflo en su estudio de la eficacia de las políticas para erradicar la pobreza y las desigualdades.
El jurado de estos galardones alabó «sus innovadoras y decisivas contribuciones a la economía del desarrollo» aplicando «con originalidad métodos experimentales para evaluar la eficacia de las políticas contra la desigualdad económica y social, especialmente en África, Asia e Iberoamérica».
«Los resultados de su investigación han renovado profundamente el diseño de estrategias en los ámbitos de la educación, la salud, las microfinanzas y el empleo», señaló el jurado en su acta.
Duflo cofundó y codirige desde 2003 el Laboratorio para la Acción contra la Pobreza Abdul Latif Jameel, en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), «una de las mayores redes de investigación mundial para el fomento del desarrollo», según el jurado.
«Duflo lleva más de una década liderando desde el MIT una nueva manera de estudiar las causas de la pobreza y plantear soluciones para su erradicación desde el ámbito de la microeconomía», señaló la Fundación Princesa de Asturias, organizadora de estos premios.
«El laboratorio tiene como objetivo proporcionar la evidencia científica para que las políticas públicas y las acciones de ONG, fundaciones y organizaciones internacionales de desarrollo logren de una manera efectiva reducir la pobreza», añadió.
Duflo «ha sido pionera a nivel internacional en la adaptación y aplicación» de métodos de evaluación propios de la investigación científica al ámbito de los estudios económicos, destacó.
Este laboratorio tiene oficinas en África, Europa, Iberoamérica y Caribe, Sureste Asiático, Asia y Norteamérica y cuenta con una red de 117 profesores afiliados en todo el mundo que dirigen las investigaciones.
Desde su creación hace doce años, el laboratorio ha formado a más de 4 000 personas, entre ellas responsables políticos y gestores de organizaciones para el desarrollo, y ha realizado 376 evaluaciones en todo el mundo.
Su trayectoria le valió varios doctorados honoris causa en las universidades de Yale (Estados Unidos), Libre de Lovaina (Bélgica) y la London Business School además de un puesto en el consejo de desarrollo global del presidente estadounidense Barack Obama.
Duflo hereda el galardón de un compatriota suyo, el hispanista Joseph Pérez, que ganó el premio de ciencias sociales el año anterior por su estudio de la historia de España y la independencia de Latinoamérica.
Esta economista francesa es la segunda premiada de esta edición después del cineasta estadounidense Francis Ford Coppola, galardonado la semana anterior con el Princesa de Asturias de las Artes.
La Fundación Príncipe de Asturias, rebautizada ahora como Fundación Princesa de Asturias en honor a Leonor de Borbón, de 9 años, princesa heredera tras la proclamación de su padre Felipe VI en junio, entrega desde 1981 estos galardones considerados los premios Nobel del mundo hispano.
Dotados con 50 000 euros (unos USD 56 000) y una escultura creada por Joan Miró, estos premios distinguen a personas o instituciones relevantes en los ámbitos de las artes, la cooperación internacional, la concordia, las ciencias sociales, la comunicación y las humanidades, el deporte, la investigación científica y las letras.
Los galardones serán entregados en otoño en una ceremonia en Oviedo, en el norte de España, sede de la Fundación Princesa de Asturias.
El jurado del Premio Princesa de Asturias de las Ciencias Sociales, presidido por Carmen Iglesias Cano (4d). Foto: EFE
El aumento de los impuestos a las rentas más altas para reducir la desigualdad en Latinoamérica es la receta que recomendaron el miércoles 29 de abril de 2015 expertos internacionales en un seminario en Lima sobre cómo impulsar «la justicia fiscal a través de los derechos humanos».
En el encuentro, organizado por Oxfam junto a otras cinco organizaciones británicas y estadounidenses, se reveló que «los más ricos captan casi el 50% de los ingresos de Latinoamérica, mientras que los más pobres solo reciben el 5%».
El relator especial de las Naciones Unidas para la pobreza extrema y derechos humanos, Philip Alston, intervino en la inauguración del seminario a través de un vídeo proyectado en el que aseguró que «la política fiscal y los presupuestos nacionales reflejan las verdaderas prioridades de los gobiernos».
«Si un gobierno tiene una política fiscal desigual y no recauda impuestos a la elite, lo que ocurre a menudo, y además da enormes subsidios a los ricos y no hace transferencias sociales a los pobres, hay un problema de derechos humanos, aunque generalmente no sea reconocido como tal», alertó Alston.
El relator de la ONU destacó la necesidad de «trabajar en una cumbre internacional sobre política fiscal, pero también en el establecimiento de algún tipo de órgano especializado, dentro de la ONU, centrado en asuntos fiscales».
«Si no tienes dinero, no puedes pagar (derechos sociales como) la alimentación, la salud y la educación y esto es igual con derechos civiles y políticos: si no tienes dinero, no tienes una policía eficaz ni sistemas judiciales decentes», explicó Alston.
Entre los ponentes figuraron el exministro guatemalteco de Finanzas Públicas Juan Alberto Fuentes Knight, y la abogada del Instituto de Derechos Humanos del Colegio Internacional de Abogados (IBAHRI) Shirley Pouget.
El encuentro se inició con una conferencia titulada «Estableciendo el vínculo. Los derechos humanos en la política fiscal», en la que el guatemalteco Fuentes Knight sugirió un «pacto fiscal mundial».
El exministro de Guatemala reconoció a Efe que antes es necesaria una «mayor participación ciudadana y un mejor conocimiento de los ciudadanos sobre los impuestos y el gasto», para lograr el entendimiento entre los dos ámbitos.
«Lo fundamental es conseguir una convergencia entre el enfoque basado en los derechos humanos y la perspectiva de la política fiscal, con políticas fiscales sólidas que apoyen los derechos humanos de manera conjunta», indicó Fuentes Knight.
El guatemalteco consideró que existe una oportunidad de sentar unas bases para esa convergencia en la próxima conferencia mundial de las Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo. «Quizás para crear algún mecanismo internacional de seguimiento y monitoreo, ya que el ámbito fiscal es el único de todas las áreas económicas que no tiene un órgano para ocuparse de eso», señaló Fuentes.
Por su parte, Shirley Pouget explicó que el IBAHRI realizó una investigación de dieciocho meses donde comprobó que la política fiscal afecta indirectamente a los derechos humanos, pero «el abuso fiscal no constituye una violación de los derechos porque las bases impositivas no están reflejadas en los tratados mundiales».
Durante el seminario, que finalizará este jueves (30 de abril) , también se debatirán las propuestas para revertir las desigualdades económicas y de género, aplicar los derechos humanos en herramientas específicas de política e invocar la prevalencia de los derechos humanos en situaciones clave para la incidencia regional y global.
El exministro guatemalteco de Finanzas Públicas Juan Alberto Fuentes Knight participó en el seminario ‘Impulsar la justicia fiscal a través de los Derechos Humanos’, en Lima. Foto: EFE
No importa cuánto gane. Lo más probable es que la gente que gana más que usted sea más sana y viva más. Esa es la conclusión de un nuevo informe de investigadores del Urban Institute y de Virginia Commonwealth University que examina los vínculos complejos entre la salud, la riqueza y el ingreso.
No debería sorprender a nadie que la pobreza esté muchas veces asociada a la mala salud. Menos obvio es el hecho de que la salud y el ingreso mejoran de la mano en la pirámide económica. Las personas más ricas tienen menos enfermedades que la clase media alta, que está en mejor estado físico que la clase media baja, y así sucesivamente.
El informe de Urban analizó una decena de problemas de salud y determinó que, salvo algunas pocas excepciones, existe una mejora constante en la salud conforme las personas van ascendiendo en la escala de ingresos.
La expectativa de vida y la salud general también decaen junto con el ingreso. Y si bien las minorías en Estados Unidos tienen peor salud, en gran medida la diferencia es una consecuencia de las disparidades de ingresos entre grupos raciales y étnicos.
Otra manera de verlo
Unas 6,4 millones de personas en Estados Unidos sufrieron derrames cerebrales, una tasa de prevalencia de 2,7% de los adultos sin ingresos fijos. Entre aquellos que ganan ingresos de 6 dígitos, la tasa es del 1,6%. Si todos tuvieran la misma incidencia de derrames cerebrales que los norteamericanos más ricos, habría 2,6 millones menos de pacientes con derrames cerebrales en el país.
Si multiplicamos estas diferencias entre diversos problemas de salud –diabetes, enfermedades coronarias, enfermedades pulmonares-, la magnitud de las disparidades en materia de salud se vuelve clara.
La compleja relación
La relación de la salud y el dinero es compleja. Tanto para los ricos como para los pobres, los dos atributos se refuerzan mutuamente. «La salud y los ingresos se afectan entre sí en ambas direcciones: no sólo un ingreso superior facilita una mejor salud, sino que la mala salud y las discapacidades pueden afectar a alguien a la hora de que le vaya bien en la escuela o de asegurarse y conservar un trabajo bien remunerado», señalan los autores de Urban.
Vivir en la pobreza suele significar un menor acceso a alimentos nutritivos o vecindarios seguros para hacer ejercicio al aire libre. La gente de bajos ingresos tiene más probabilidades de fumar o de ser obesa. Los empleos administrativos demandan menos exigencia física y la gente que tiene este tipo de empleos puede tomarse un día para ir al médico o hacerse socio de un gimnasio. También es probable que no trabaje en el turno noche, lo que está asociado con el cáncer y otros problemas de salud.
La relación entre riqueza e ingreso significa que los salarios reales estancados y una mayor desigualdad también afectan la salud física y mental de Estados Unidos. El informe de Urban dice: «Es importante recordar que las políticas económicas y sociales son políticas de salud en el sentido que afectan la expectativa de vida, las tasas de enfermedad y los costos de la atención médica para todos los norteamericanos».
La salud y los ingresos se afectan entre sí en ambas direcciones, según estudio. Foto referencial: Pixabay
Según los resultados de la Sexta Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), 1,3 millones de ecuatorianos salieron de la pobreza en el período 2006-2014, dijo este lunes 13 de abril del 2015 el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), entidad adscrita a laSecretaría Nacional de Planificación y Desarrollo(Senplades).
Guayas, Manabí y Carchi son las provincias que registraron mayor reducción de pobreza por consumo entre 2006 y 2014, con una variación relativa de 45,1%, 41,1% y 40,2% respectivamente.
La pobreza por consumo en el 2014 llegó a 25,8% a nivel nacional, en el área rural 47,3%, mientras en la urbana alcanzó el 15,5% en comparación al 38,3%, 61,5% y 24,9% del 2006 respectivamente. La pobreza extrema por consumo se ubicó en 5,7%, lo que representa una reducción del 55,4% (aproximadamente 900 000 personas) entre 2006 y 2014. De la misma manera, esta reducción es mayor a la registrada entre 1999 y 2006 en donde la pobreza extrema se redujo en 31,6%. Para el año 2014, en el área rural la pobreza extrema llegó a 13,8% y la urbana a 1,9%.
“Estas son excelentes noticias y hablan de la orientación de nuestra política. Se evidencia disminución de la pobreza, más igualdad y que la distancia entre ricos y pobres se ha acortado. Todos los tipos de pobreza han disminuido”, señaló Pabel Muñoz, secretario Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), haciendo referencia a los resultados positivos que presenta Ecuador en los diferentes tipos de pobreza: por ingresos, por consumo y por necesidades básicas insatisfechas (NBI).
Muñoz agregó que los logros alcanzados y que se reflejan en los datos presentados por la ECV se explican por las buenas políticas aplicadas. “Entre 1998 y 2006 sí hubo disminución de pobreza en 6,5 puntos porcentuales, pero esta se debió al crecimiento de la economía que salía de una crisis, y no hubo política redistributiva en el neoliberalismo. En cambio, en el período del Revolución Ciudadana, la pobreza cayó 12,5 puntos porcentuales y solo 5,4 puntos porcentuales se explican por el crecimiento y los otros 7,1 puntos porcentuales por redistribución. Es decir, hemos aplicado una política tendiente a mejorar los niveles de igualdad en la sociedad ecuatoriana”, dijo Muñoz.
Es así que en el caso de la desigualdad, entre 2006 y 2014, el Coeficiente de Gini de consumo bajó 4,8 puntos, al pasar de 0,455 a 0,408. El coeficiente de Gini es el índice que mide la desigualdad entre la población en un intervalo de 0 a 1, donde estar más cerca de cero equivale a que la sociedad es más igual.
Adicionalmente, la pobreza por NBI a nivel nacional se redujo 31,1% entre 2006 y 2014 al pasar de 52% a 35,8%, lo que representa aproximadamente 1,6 millones de personas que salieron de la pobreza por NBI. La reducción de pobreza por NBI alcanzada en el periodo 1998 y 2006 fue de 18,7%. La reducción observada en la pobreza NBI entre 2006-2014 en el sector rural es de 22,2% mientras que en el área urbana es de 35,3%.
Finalmente, la reducción de la pobreza estructural se complementa con lo observado en la pobreza por consumo y hace que los pobres crónicos (definidos como pobres por las medidas de consumo y NBI) se hayan reducido casi a la mitad entre el 2006 y el 2014 a nivel nacional. Por esta razón, Muñoz resaltó el reto de avanzar en la implementación de la Estrategia Nacional para la Igualdad y la Erradicación de la Pobreza.
La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) se aplicó a una muestra de 28.846 viviendas, a escala nacional, urbana, rural, en las 24 provincias y con representatividad de Quito, Guayaquil, Cuenca y Machala. La ECV obtiene indicadores sobre los niveles de vida y el bienestar de la población relacionando factores como educación, salud, pobreza e inequidad para la aplicación de política pública. Esta vez, la ECV incluye temas como hábitos, prácticas y uso del tiempo de los hogares, bienestar psicosocial, entre otros.
Pabel Muñoz, titular de la Senplades, señaló, en rueda de prensa, que existe una estrategia para erradicar la pobreza extrema en el país. Foto archivo: Vicente Costales / El Comercio
Entre el 2006 y 2014, la pobreza en Ecuador, medida por el consumo, se redujo del 38,3% al 25,8%, según información difundida la mañana de este lunes 13 de abril del 2015 por el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC).
En una rueda de prensa conjunta con la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades), el INEC presentó los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida 2014, en la cual constan los indicadores de pobreza y desigualdad, además de datos sobre salud, fecundidad y salud materna, uso del tiempo, vivienda, etc.
Pabel Muñoz, titular de la Senplades, señaló que la disminución de la pobreza en los gobiernos pasados se explicaba por el crecimiento, pero no hubo una política redistributiva como la que existe actualmente. Asimismo, destacó que el problema de la pobreza es multidimensional y que existe una estrategia para erradicar la pobreza extrema, la cual se redujo más de la mitad en los últimos ocho años.
En materia de pobreza, sin embargo, las diferencias entre las zonas y urbanas y rurales seguían al cierre del 2014. Si bien la pobreza ha caído en ambas zonas, en las áreas rurales afecta al 47,3%, mientras en las zonas urbanas al 15,5%.
Pabel Muñoz, titular de la Senplades, señaló, en rueda de prensa, que existe una estrategia para erradicar la pobreza extrema en el país. Foto archivo: Vicente Costales / El Comercio
Para vencer la vulnerabilidad a la que enfrentan unos 200 millones de pobres en el continente americano, hay que garantizar un crecimiento económico con equidad, afirmó hoy en la capital panameño Caterina Valero, directora de Programas de la Fundación Panamericana para el Desarrollo.
Valero, quien participa en un foro de la sociedad civil paralelo a la VII Cumbre de las Américas, dijo a dpa que la Fundación ha fortalecido sus proyectos hacia la región desde que en 1962 surgió en Washington como un organismo afiliado a la Organización de Estados Americanos (OEA) para promover el desarrollo y responder en situaciones de desastres.
«Queremos que haya una buena distribución de la riqueza en la región y que alcance a los afrodescendientes, a los indígenas, a personas con discapacidad, para que los niños, los jóvenes y las mujeres en riesgo tengan mejor salud, educación e ingresos y servicios de agua y sanidad», acotó. Resaltó que en Haití la Fundación ejecuta un programa de unos USD 200 millones a favor de la pequeña y mediana empresa, y ha canalizado donaciones de la diáspora haitiana, de los gobiernos de México y Colombia y de la Fundación Bill Clinton en procura del fomento empresarial en ese país azotado por catástrofes.
Valero resaltó que ese esfuerzo internacional ha permitido presentar al mundo la primera tableta electrónica ensamblada enteramente en Haití y acometer el reciclaje de basura y el aprovechamiento del plástico de uso industrial.
Añadió que los recursos económicos canalizados a través de la Fundación han permitido paliar otras necesidades en Haití, como de reparación de casas dañadas por el terremoto, y promover la seguridad y la formación técnica de jóvenes en riesgo social.
La Fundación puso en marcha una iniciativa que ha involucrado a los donantes en las respuestas al Cambio Climático y acidificación de los océanos, que a su vez tiene impacto en zonas costeras. De hecho, el gobierno de Taiwan donó USD 300 000 para el financiamiento de un plan en el ámbito ambiental, que fue iniciado en San Vicente y las Granadinas, y prevé el empoderamiento de jóvenes. La experiencia será replicada en 2015 en Belice.
Valero manifestó que la Fundación ha captado además fondos para la lucha contra el trabajo infantil y la creación de oportunidades a favor de sectores vulnerables. Su programa de actividades para el 2015 alcanza un presupuesto de unos USD 100 millones.
Para vencer la vulnerabilidad hay que garantizar un crecimiento económico con equidad. Foto: Mario Faustos/LÍDERES.
El tenor peruano Juan Diego Flórez cree en el poder de la música, que considera «un camino para superar la pobreza tanto material como espiritual», según declaró este 7 de abril en Viena.
«La música ofrece a los niños una ocupación y los aleja de tomar caminos equivocados», dijo el tenor, de 42 años, en vísperas de una gala benéfica que se celebrará el próximo 12 de abril en la Ópera de Viena.
Flórez se propone ofrecer a los niños de su Perú natal la oportunidad de un nuevo comienzo a través de su fundación, Sinfonía por el Perú. Así, en 15 ciudades del país se han creado escuelas de música en las que niños y niñas de familias humildes pueden recibir clases gratis. Allí se les enseña desde canto a la práctica de diversos instrumentos.
«Hacen música juntos y se ayudan unos a otros aprendiendo», añadió Flórez. «El objetivo no es convertirse en un cantante o un músico sobresaliente, sino en una persona mejor».
Flórez creó Sinfonía por el Perú en 2011 para sacar de la pobreza y la marginación a niños desfavorecidos a través de la música. Foto: Eitan Abramovich/AFP
El Banco Mundial, a través de la Corporación Financiera Internacional, indica que incorporar a más mujeres en el trabajo empresarial, además de sumar a la protección de sus derechos, es un buen negocio.
En el análisis ‘Investing in Women’s Employment, Good for Business, Good for Development’ (Invertir en el empleo femenino, bueno para los negocios, bueno para el desarrollo) se toman en cuenta los factores que, en torno al trabajo de las mujeres, representan el costo beneficio de incluir a la fuerza laboral femenina en una empresa.
Según la Organización Mundial del Trabajo, las trabajadoras representan el 40% de la fuerza laboral del mundo, sin embargo, se estima que cerca de la mitad del potencial productivo de las mujeres no se utiliza.
En Ecuador, de la Población Económicamente Activa de 4 607 495 personas el 42,54% es mujeres y 57,46% hombres. Así lo señalan las cifras del INEC. Por su parte, un estudio de Deloitte, firma privada de servicios profesionales, sostiene que en el país el 27% de la fuerza laboral femenina ocupa cargos de liderazgo en empresas.
Son seis los ejemplos que recoge la Corporación Financiera Internacional. Se trata de estudios de caso de compañías en distintas regiones del mundo que reflejan beneficios concretos, a partir de la inclusión de mujeres en su fuerza de trabajo. Dichas empresas también instauraron políticas a favor de la igualdad de género en las áreas de reclutamiento y gestión; revisaron temas salariales, junto al diseño de políticas flexibles de maternidad, familia y salud.
Odebretch (Brasil): El conglomerado brasileño de negocios en ingeniería y construcción enfatizó en que las mujeres pueden ejecutar el trabajo ‘duro’ al mismo nivel que los hombres. A través de su programa Acreditar, la compañía evidenció que hombres y mujeres pueden trabajar juntos de manera productiva en áreas de la construcción. Con esa política se incrementó el número de candidatos para ocupar vacantes, desde albañilería hasta cargos directivos. Ahora la empresa tiene acceso a mejor talento humano.
Anglo American (Chile): La empresa minera decidió hacerle frente a los prejuicios de que sus empleos son considerados, exclusivamente, “para hombres”. Apostándole a contratar mujeres, esta compañía mejoró la productividad e innovación, fortaleció las dinámicas de equipo, y optimizó el proceso de toma de decisiones.
Continental (Tailandia): El 42% de la fuerza laboral del proveedor de partes automotrices es mujeres. Con políticas flexibles e inclusivas se logró atraer y retener el perfil del trabajador que necesitaban. Antes de ello, había pocos ingenieros y empleados totalmente capacitados.
Finlays Horticulture (Kenia): En 2 años, la promoción interna de 69 mujeres le ahorró a esta empresa agrícola los USD 200 000 que le hubiera costado contratar y entrenar nuevos empleados.
Mriya Agro Holding (Ucrania): En esta zona rural de Ucrania las mujeres viven hasta 10 años más que los hombres. También es una población que se caracteriza por la migración masculina. Con la contratación de mujeres en buenas condiciones de trabajo, retuvieron más empleados y mejoraron la relación con la comunidad. Eso determinó el incremento en la calidad de inversores.
Nalt Enterprise (Vietnam): En 2008, esta empresa de exportación de ropa construyó una guardería para los hijos de sus empleados, y desde entonces las tasas mensuales de rotación del personal disminuyeron, en promedio, una tercera parte. Esto se traduce en una reducción de costos de hasta USD 500 dólares por cada nuevo trabajador.
En el estudio se concluye que aproximadamente el 30% de la reducción de la pobreza extrema entre 2000 y 2010 responde al aporte del trabajo femenino.
Según un estudio del banco Credit Suisse las empresas con más número de mujeres en puestos de alta gerencia, son más rentables. Foto referencial: Archivo/EL COMERCIO