Hydrogen es un producto de limpieza de vehículos fabricado con nanotecnología, que ahora busca expandirse.
La fórmula desarrollada por Ricardo Morán y su padre, Wilson, profesor de química, está enfocada en la línea automotriz.
El progenitor se inclinó por el estudio de la reacción de la óxido-reducción; esta se conoce como una ‘reducción redox’, que genera un intercambio de electrones. Cuando un reactivo pierde electrones genera oxidación y cuando los recibe, una reducción.
Ricardo, de 55 años, luego de retirarse de la Fuerza Naval, se dedicó a mejorar la fórmula del Hidrogen, que tiene 13 componentes.
Confiesa que lo hicieron influenciados por una publicidad que miraron en una canal de televisión de España, que promocionaba el lavado de autos sin agua.
El nombre de la marca está inspirado en el peróxido de hidrógeno, un agente limpiador potente.
Con ello se plantea cambiar el concepto de la limpieza de los vehículos. El compuesto transforma a la grasa y suciedad en micropulimentos y a la vez que higienizan y abrillanta sin uso de agua, asegura Morán. “Este producto no solo que limpia y restaura el carro, sino que además le sanitiza”.
Para extender este sistema de limpieza tienen como meta implementar una red de tecnicentros ecológicos, bajo la figura de franquicias. La meta inicial es conquistar lavadoras tradicionales del país y luego del exterior.
Para ello, el 14 de enero de 2020 constituyeron la compañía Biocomercios del Ecuador Bionanotech, que lo integran seis socios.
La planta de producción y servicios está ubicada en la ciudad de Ibarra (Imbabura). Al mercado han sacado presentaciones desde 100 mililitros, 250 y de 1 litro; este último está dirigido a los tecnicentros.
Hay otra presentación en espuma que rinde hasta 20 lavadas. Están próximos a difundir una línea para el aseo en hogares.
Para iniciar el emprendimiento accedieron a un préstamo de USD 10 000. Los recursos fueron invertidos en equipos para la instalación, compra de materia prima y en publicidad.
El gerente Francisco Suárez explica que alquilaron las instalaciones de una lavadora de carros convencional, para implementar su sistema de limpieza, que considera es único en el país.
Resalta que esto posibilita un aseo meticuloso y genera protección de pintura, neumáticos y empaques del vehículo.
El Hydrogen se aplica con una pistola que funciona con presión de aire. Hay una para la carrocería y otra para los textiles.
La firma tiene un amplio menú de servicios. La limpieza completa de un carro pequeño cuesta USD 10. En el caso de un auto mediano 20 y uno grande, 30.
También se puede optar por lavados a detalle de motor, chasis, asientos, tapicería y pulida instantánea de vidrios. Aseguran que su aplicación no afecta al sistema electrónico ni eléctrico de la máquina del vehículo.
Bionanotech también busca ayudar a personas con discapacidad en el país. Por lo pronto, apuntan a concretar una alianza con la Asociación de Personas con Discapacidad, que aglutina a 213 miembros, para empezar con dos megatecnicentros en Guayaquil.
La agrupación se encargará de instalaciones, personal y del marketing. Mientras, la empresa ibarreña pondrá su ‘know how’.
En la capital imbabureña, en cambio, buscan la inclusión de personas con discapacidad en el sistema laboral, especialmente en la colocación de etiquetas.
Los emprendedores aseguran que Hydrogen ha destacado en certámenes como el Open Future Europa, en donde se ubicó en el ranking 25 de entre 25 600 emprendimientos. Esto les permitió establecer contactos con firmas de Brasil, Chile, Costa Rica, España, para futuras alianzas.
Además, dicen, han recibido premios de Innobis, Yachay, Emprende Ecuador y Emprende Ya.
10 000 dólares fue la inversión inicial para el emprendimiento de Bionanotech.
En Ibarra, los socios de Bionanotech instalaron un tecnicentro de lavado con la utilización del compuesto Hydrogen. Foto: José Luis Rosales /LÍDERES
Fue Milton Friedman quien solía decir que no hay nada parecido a un almuerzo gratis. Todo en la vida tiene un precio. Y si algo es gratis, es porque lo que estás obteniendo te tiene como producto.Facebook es gratis porque eres la persona a la que se dirige la publicidad que Facebook cobra. Eres el público objetivo al que se orienta la publicidad.
Que algo sea gratis no significa que no se pague; si lo estás disfrutando, eres el beneficiario. Siempre alguien paga. Si asistes a un concierto gratuito organizado por el gobierno de la ciudad donde vives, significa que el gobierno de la ciudad paga el concierto. Quien contrata elige pagar el concierto en lugar de destinar ese dinero a otra iniciativa.
Tú eres el beneficiario y el público objetivo al cual se orienta quien paga, con alguna intención (incrementar su imagen positiva, obtener una voluntad de voto, u otra).
Es importante identificar esto para saber qué juego estás jugando, o en el tablero de quien estás participando (quién mueve las fichas, porque puede ser que seas una de las fichas del tablero).
Diana, Karina, David y Damián Aguilar Cadena crearon, en el 2018, Campo Real. Este emprendimiento familiar surgió para dar un valor agregado a la miel de abeja.
El negocio, domiciliado en la parroquia de San Roque, en Antonio Ante (Imbabura), empezó con la producción de turrones con este néctar y otros frutos deshidratados. Ahora busca incursionar en la línea de granos secos.
Diana Aguilar es ingeniera agroindustrial. Ella renunció a su trabajo en una firma de alimentos y se puso al frente de esta iniciativa, que se abre campo en supermercados, tiendas, cafeterías. La joven recuerda que todo empezó luego que su hermano David, como pasatiempo, instaló -tres años antes de iniciar el negocio-, un panal junto a la casa de la familia.
Él es ingeniero agrónomo y en sus tiempos libres y los fines de semana se interesó por la apicultura. En los inicios, la miel la vendían en envases de plástico y de cristal; en este último artículo, empezaron a incorporar una etiqueta con la marca de Honey Campo Real.
En el logotipo del producto se resalta una corona en alusión a la abeja reina. Este diseño fue creado por Damián, el menor de los cuatro hermanos, que estudia la carrera de diseño y publicidad.
Esta microempresa empezó con una inversión de USD 1 800, que se destinaron para la adquisición de utensilios y artefactos para el proceso de fabricación.
El funcionamiento responde a un trabajo en equipo. David abastece la materia prima, Diana y Karina se encargan de la producción; Damián, de la imagen del negocio y el manejo de redes sociales.
Las hermanas investigaron los ingredientes de la receta y cómo se elabora este manjar de origen mediterráneo.
En la cocina de la casa hicieron los primeros ensayos. Ahí lograron el punto exacto del caramelo para que tenga una consistencia blanda, que caracteriza a los turrones de Campo Real.
Ahora se oferta cuatro sabores: el clásico de almendras, almendra con cacao, almendra con piña y almendra con uvilla. Hay presentaciones de 35 gramos.
Hicieron varias degustaciones y comprobaron que el bocadillo empezó a tener buena aceptación.
Al igual que la miel de abeja, los primeros turrones empezaron a venderlos entre los vecinos. En estos dos años de operaciones han mejorado el proceso de elaboración artesanal. Al principio producían 18 unidades en cuatro horas y ahora 60, en una hora.
Los cuatro emprendedores se distribuyen las labores en los proceso de cocción de la miel, el pesado, moldeado y empacado.
Para incrementar el mercado para sus productos, los emprendedores participaron en una rueda de negocios en la que estuvieron cadenas de supermercados, hoteles, restaurantes, entre otros.
El año pasado ingresaron a una cadena de alimentos nacional y ahora buscan conquistar a otros establecimientos. Al mes producen entre 2 000 y 2 200 turrones.
Antes de la pandemia, los productos también los promocionaban en ferias que se realizaron en Ibarra, Quito y Guayaquil. En esta última ciudad participaron en la rueda de negocios de ProEcuador. En este año la mayoría de exposiciones han sido virtuales.
Campo Real espera incursionar en nuevas líneas de alimentos. Ahora busca mercado para la venta de maíz y fréjol, de 450 gramos, y quinua y lenteja, de 500.
Diana Aguilar señala que quieren aprovechar que San Roque es productora de maíz y fréjol, y tender lazos comerciales con los agricultores. “Lo que buscamos no es solo quedarnos en el nicho de la miel, sino ofrecer una gama de productos”. Por eso, añade, hay nuevos proyectos en los que planean incursionar.
1800 dólares fue la inversión inicial de este emprendimiento en Imbabura.
Diana Aguilar es ingeniera agroindustrial. Ella está al frente de esta iniciativa que se instaló en el cantón Antonio Ante, en Imbabura. Foto: José Luis Rosales / LÍDERES
Un solo producto cambió la historia de las exportaciones no petroleras de Ecuador el año pasado. Estas crecieron tanto en valor como en volumen, pero en los resultados influyeron las enormes ventas de camarón.
Según el Banco Central del Ecuador (BCE), los envíos no petroleros aumentaron 6,4% en valor y 0,2% en volumen durante el 2019, frente al año 2018. Del total comercializado, el 28,5% correspondió al crustáceo.
El reporte Expordata 2019, elaborado por la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), muestra que las ventas de este producto crecieron 22% en valor el año pasado frente al 2018.
“Tuvieron un importante desempeño, sobre todo por la expansión y la apertura del mercado chino. Antes primero se enviaba el producto a Vietnam y de allí a China. Ahora la comercialización es directa y eso ha posicionado al camarón”, explica Xavier Rosero, gerente técnico de Fedexpor.
Lo destacable, comenta, es que aún con precios bajos en los mercados internacionales, se ha logrado que se reconozca la calidad, innovación y procesos de mejora de la productividad de los exportadores ecuatorianos por lo que estos han podido cobrar más.
Las ventas de otros productos de la oferta exportable tradicional, sin embargo, no corrieron la misma suerte. El año pasado se volvieron menos dinámicas y, en determinados casos, cayeron.
El banano, por ejemplo, está perdiendo terreno porque los competidores de Centroamérica fueron agresivos en una guerra de precios y los consumidores los prefirieron; para el atún la situación fue similar, aunque impulsada por las empresas del sudeste asiático (ver página 11). Para el cacao fue un año malo.
La situación fue aún más grave para los productos en el segmento no tradicional. Sus envíos se redujeron en volumen y crecieron en una cantidad baja en dólares.
Las flores, conservas de atún y elaborados en madera han tenido que enfrentar problemas de acceso a mercados por un tema de aranceles. “EE.UU., Rusia y Asia son los destinos en los que encuentran barreras arancelarias bastante altas”, indica Rosero.
Otro segmento de productos, principalmente las manufacturas, han enfrentado la caída de sus ventas por procesos devaluatorios. David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito, asegura que esto se ha producido con los compradores de la región: países de la Comunidad Andina, Mercosur y Centroamérica.
“Esta caída se viene registrando desde hace tres años. Entre los afectados, por ejemplo, están los exportadores de productos de metalmecánica”, detalla.
Un tercer grupo de productos es aquel que por cuestiones de la naturaleza enfrentó una crisis. Este es el caso de extractos y aceites, impactado por la plaga del cogollo; sus ventas cayeron más de 30%, en valor y volumen, en 2019.
López considera que a ese factor se suma lo que impacta a la mayoría de productos, en general, que es la falta de competitividad por altos costos de producción y cargas impositivas. Esto lleva a la pérdida de mercados frente a otros competidores, más aún cuando el dólar vuelve a los productos nacionales más caros frente a los de otros destinos en el mundo.
Para este técnico, el futuro de los envíos nacionales para este año es difícil de predecir. Sin embargo, considera que la aplicación de incentivos como el ‘draw back’ (devolución de impuestos al comercio exterior) será un impulso para las empresas exportadoras.
Asimismo, considera importante que se consoliden acuerdos comerciales como una herramienta para contar con mercados que ofrezcan ventajas. Se debe tratar de recuperar otros ya existentes como la Unión Europea (UE).
El año pasado las ventas a este bloque, con el que Ecuador tiene un tratado comercial, cayeron 5%. Los analistas aseguran que el problema de la guerra de precios, impulsado por las cadenas de distribución, ha afectado.
Los envíos a la Unión Europea cayeron 14,5% Las exportaciones de banano crecieron 1,84% en volúmenes de cajas el 2019, con relación al año previo. El incremento no fue significativo si se compara con el 7,40% de crecimiento que hubo en el 2018. Para la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec), esto es producto de varios factores. Uno de ellos es una baja en la compras por parte de mercados importantes como la Unión Europea (UE), Cono Sur y Rusia. En el caso de la UE, donde cayó 14,5%, Richard Salazar, director del gremio, explica que la competencia ofreció precios más bajos. Otra de las variables que afectó al desempeño del sector fue una merma en la producción, que se vio afectada por inundaciones en el invierno y por el frío durante el verano, al no alcanzar la temperatura necesaria.
Salazar indica que al momento la industria no se ha visto afectada por el coronavirus, más allá de algunos retrasos en pagos por parte de China. “El efecto lo vamos a tener entre este mes y el próximo por los contenedores represados en China”.
Una industria con impacto en competitividad
El 2019 fue un año “complejo” para el sector atunero, subraya Mónica Maldonado, directora ejecutiva de la Cámara Ecuatoriana de Industrias y Procesadores Atuneros (Ceipa). La industria experimentó una caída del 5,2% en la facturación por exportaciones de conservas de atún, en comparación al 2018, según cifras del Banco Central del Ecuador. Para Maldonado, el impacto se sintió en la competitividad al seguir siendo un producto “caro” de producir en el país, con altos egresos en mano de obra, insumos y créditos con altas tasas de interés (en promedio del 12%).
Otra variable que les afectó, añade Maldonado, fue la caída del precio del atún como materia prima. “Nuestros principales competidores (Tailandia, Filipinas, Indonesia) tienen una materia prima más económica y eso nos impacta porque la U.E. no nos escoge a nosotros”. Uno de los pedidos de la industria es la devolución del ‘Drawback’, que aún requiere de asignación presupuestaria y la definición de requisitos para acceder a esos fondos.
Caída del precio internacional afecta al sector
La industria camaronera fue la que tuvo el mejor desempeño durante el 2019 dentro del grupo de exportaciones no petroleras. Según datos del Banco Central del Ecuador, tuvo un alza del 26% en volumen de ventas, en comparación al 2018. Sin embargo, en facturación fue menor: 21,6%. José Antonio Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura, explica que si bien el país “hace esfuerzos” por exportar más, la facturación no crece al mismo ritmo por la tendencia a la baja del precio internacional del camarón desde 2014.
Por su parte, el incremento en volúmenes de libras de camarón exportadas responde a una mayor productividad por hectárea, derivado de las inversiones privadas en áreas como la genética y la nutrición, detalla Camposano.
Dos de cada tres libras de camarón que produce el país se exportan a China. Al momento se está reajustando la logística por los efectos del coronavirus en ese y otros mercados. “El impacto lo veremos en las estadísticas de febrero”.
Gremio advierte una pérdida de competitividad
En el 2019 la metalmecánica tuvo una caída del 18% en la facturación de sus exportaciones, tomando en cuenta algunos de sus rubros principales, como son la fundición de hierro y acero y los bienes de capital, explica Guillermo Pavón, director general de la Federación Ecuatoriana de Industrias del Metal (Fedimetal). La disminución la atribuye a diversos factores como la recesión económica mundial y situaciones particulares del Ecuador, que impactan en una pérdida de competitividad. “El problema que advertimos es la falta de oportunidades para mejorar las condiciones y el desarrollo de la industria”, que exporta entre el 12% y el 15% de su producción, señala Pavón.
Al ser un sector amplio y diverso, hay distintas realidades. Por ejemplo, en productos eléctricos las exportaciones tuvieron un crecimiento cercano al 30%, mientras tanto en bienes de capital hubo una disminución aproximada del 52%.
Para el representante del sector es necesaria una política pública orientada al crecimiento de la industria nacional.
China, EE.UU. y Vietman lideran la lista de países a los cuales Ecuador exporta camarón. El año pasado aumentaron las ventas de este crustáceo en 40 países, incluyendo siete nuevos. Foto: Archivo / LÍDERES
Solo 2,5 segundos tiene un empresario para que su producto ‘enamore’ al consumidor y sea el electo entre una serie de competidores. El 85% de las decisiones de compra son prácticamente automáticas. Así lo establece un estudio de neuromarketing de la Asociación para el Progreso de la Dirección, en España.
Una herramienta a favor del emprendedor es el ‘packaging’ o empaque, que implica la protección, seguridad, comunicación y mercadeo. El ‘packaging’ es la cara del producto frente al consumidor, explica Laylí Quinteros, ingeniera en diseño gráfico. Principalmente este debe ser funcional, ergonómico, tiene que comunicar conceptualmente la función que desempeña el bien junto con su identidad corporativa, añade.
A continuación se detalla cómo hacer que su producto se destaque en las perchas. Funcional El empaque debe facilitar los fines para los que fue creado, es decir, para almacenar, beber, comer, etc. Los consumidores de alimentos, por ejemplo, prefieren presentaciones de sencilla manipulación, de uso intuitivo y práctico. Además, desean que su apertura requiera un mínimo esfuerzo, según una encuesta realizada por la empresa Colombiana Envapack.
Seguridad El artículo tiene que estar en perfectas condiciones al momento de llegar a las manos del consumidor. El empaque debe tener el rol de escudo para mantener la textura, sabor, color y olor del producto. Así sugiere el estudio de la compañía colombiana, frente a las necesidades de los encuestados.
Practicidad Una envoltura que facilite la aplicación, dosificación, calentamiento en el microondas o resellado -en el caso de alimentos- es el predilecto del 85% de encuestados. Si el envase le facilita la vida a quien lo consumirá, tiene más posibilidades de llamar su atención. Más de un uso Los envases pequeños y los repuestos –que pueden llenar de contenido a otros recipientes- suelen ser la elección de los consumidores, cuya prioridad es economizar. Así apuntan los análisis de empresarios de Unilever Argentina, quienes explican que en Latinoamérica, ante la reducción de ingresos, los consumidores, prefieren empaques reusables.
Sostenibilidad La tendencia a elegir bienes cuyos envases sean más amigables con el planeta es evidente. El sondeo de Envapack indica que el 72% de consumidores opinan que los empaques deberían ser biodegradables o reciclables. Javier Di María, de la empresa Cartocor, sugiere que las compañías indiquen a la ciudadanía que la elección de envolturas sostenibles es conveniente, ante quienes prefieren un artículo más barato, sin importar su soporte.
Imagen diferenciada En un par de segundos el comprador elige el bien que se llevará al momento de estar frente a una percha, como lo nombramos. Por lo que el empaque debe tener una característica extra que lo diferencie del resto para ser escogido, como portabilidad, reutilización. Los paquetes pequeños y fáciles de cargar son los predilectos actualmente, asegúrese de que para el consumidor sea sencillo transportarlos, tal como lo recomienda el Barcelona Institute of Packaging.
Valores de la compañía El empaque del producto debe basarse en la identidad visual de la empresa, incluyendo el logotipo y posible eslogan, comenta Laylí Quinteros, ingeniera en diseño gráfico. Esto permitirá fomentar la imagen corporativa armoniosa y completa que el emprendimiento se desea posicionar en la mente de los consumidores.
Los estudios señala que los empaques biodegradables o reciclables tiene mayor aceptación en el mercado. Ilustración: Ingimage
Es parecida al papanabo y tiene múltiples propiedades medicinales. Se trata de la maca, un tubérculo ancestral andino que la empresa Churata Super Foods decidió rescatar y comercializar.
Churata es un negocio familiar, cuya dirección está a cargo de Katty y Yoly Vargas. La iniciativa arrancó hace tres años como un proyecto social. “Empezamos a trabajar con comunidades campesinas. Queríamos implementar algo nuevo para ellos, un cultivo alternativo a los que tienen, como los de papa, melloco y haba”.
La maca crece sobre los 3 000 metros sobre el nivel del mar y se adapta, únicamente, a los páramos andinos. Se la considera como el cultivo perdido de los incas, ya que desde la colonización española su uso quedó relegado.
Hoy se cultiva con fuerza en Perú y Bolivia. Con su proyecto, las hermanas Vargas tratan de rescatarla en Ecuador y que los consumidores la prueben en diferentes presentaciones.
Churata Super Foods, que le debe su nombre a la voz quichua que significa regalo de los dioses, procesa y distribuye derivados de maca. En su planta, ubicada en la zona de La Victoria, en el sur de Quito, se produce polvo del tubérculo para diferentes usos.
“Se puede mezclar en batidos, agua, jugos, preparaciones para postres, batidos, recetas de sal, entre otros. Es parte de los llamados superalimentos, pues es un multivitamínico; tiene calcio y hierro. Es un energizante natural, antiestrés, antidepresivo, controla el metabolismo”, dice Katty.
Yoly y Kathy Vargas son las dueñas de este negocio. La iniciativa arrancó hace tres años como un proyecto social. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
El proceso para obtener este producto se inicia en las plantaciones de los páramos de Pichincha y Chimborazo. Cinco agricultores en la zona de los Ilinizas y tres en la Sierra Centro.
Cada uno tiene, en promedio, 2 hectáreas de terreno. José Cajilema comenzó hace dos meses, como prueba, con el cultivo.
“Estamos viendo cómo nos va. Si vemos que todo sale bien sembraremos más. Cultivamos en media hectárea. Nos encontramos en la comunidad de Totoras, en el cantón Alausí”, explica.
El cultivo dura siete meses. Una vez que se cosecha, el tubérculo se seca al sol por dos meses y tras ese tiempo se envía a la planta.
En ese sitio se lo convierte en polvo que se comercializa en el país desde hace año y medio en presentaciones de 250 gramos, como suplemento nutricional; tiene maca roja, negra y amarilla.
Es un producto ideal para deportistas, debido a que genera energía. También sirve para quienes tienen otro tipo de dolencias que les restan vitalidad o como regulador hormonal para las personas con dicho problema.
Una de las compradoras es Elena Cadena, quien adquiere el polvo de maca desde el año pasado. “Lo que más destaco son las propiedades que tiene. Yo tengo un problema de ovarios y me ha ayudado mucho. Lo compro cada mes, lo consumo en la mañana en batidos. Estoy satisfecha”.
Churata Super Foods también produce hojuelas de maca. La gente puede adquirir la oferta de la empresa en diferentes centros de comercialización como TVentas, Ecuanatu, Punto Natural (farmacias Medicity); en este último está en Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta, Ibarra y Riobamba.
Las emprendedoras también comentan que se dan a conocer en ferias. Por ejemplo, este mes participarán en una por Navidad en el Centro de Exposiciones Quito.
Para ellas, llegar a este punto ha sido todo un desafío porque cuando empezaron nadie creía en su propuesta. Se financiaron, en un inicio, con la venta de bienes propios para impulsar su negocio.
Con los agricultores firmaron convenios a través de los cuales se determinó que Churata Super Foods les ofrecía asesoría técnica y ellos ponían la tierra para el cultivo del tubérculo andino. “Investigamos, hicimos estudios, nos capacitamos en Perú, estudiamos y ahora estamos en operación del proyecto”, dice Katty.
Con el paso del tiempo en el negocio se ha invertido USD 30 000, que incluyen la planta procesadora, equipamiento, etc.
La compañía tiene planes para el futuro entre los que está la producción y venta de píldoras de maca. También busca exportar.
Hay la expectativa de ofrecer productos en los que se combine maca con otros superalimentos como chía, amaranto, etc.
Una imagen de dos trabajadoras de la planta de Churata Super Foods, en el sector de La Victoria, en el sur de Quito. Todo el procedimiento es manual. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Ventanas hace honor a su apelativo de ‘Capital Maicera del País’, con un monumento erigido en el ingreso a la ciudad, en el sector de La Y.
La estructura de hormigón armado da la bienvenida a los turistas y recuerda el apego de los pobladores a la gramínea. Entre mayo y julio se realiza la cosecha de este producto en la zona, lo que sirve de excusa para la unión de las diferentes familias montuvias.
Las jornadas de recolección y desgranado toman entre seis y siete horas. El montuvio ventaneño cambió el caballo por la motocicleta y las carretas por camionetas 4×4, que les permiten ingresar con mayor facilidad en los sembríos, que para el neófito podrían convertirse en complejos laberintos verdes o amarillentos.
Ese es el caso de la familia Suárez, que ve al maíz como el producto que los ayuda a comer a y a mantener unida a su comunidad.
Kléber es una especie de patriarca, el líder de la cuadrilla, experimentado y gran conocedor de los ciclos del grano.
Sus cinco hijos y dos nietos lo acompañan en las jornadas, una por la mañana y otra por la tarde. Trabajan en la hacienda La Elena, donde levantaron un pequeño recinto para estar más cerca de la plantación, que es su sustento.
“Nos levantamos temprano todos, desayunamos juntos y salimos a trabajar. Que los niños se integren a la jornada, en sus vacaciones escolares, sirve para que desde pequeños aprendan el valor del trabajo”, cuenta Kléber.
Erick y Jaime son sus nietos. Ellos llenan los chalos –una especie de gavetas ovaladas- con el maíz, mientras sus hermanos y tíos los cargan a la máquina desgranadora, que llena dos sacos con maíz en pocos minutos.
Luego de llenar los costales y cargar la camioneta, llevan el producto a los centros de acopio, que abundan en el sector. En la vía Ventanas-Quevedo hay unas 15 estaciones, donde los productores como los Suárez pueden vender su cosecha a un precio referencial de USD 14,5 por saco.
Tras la cosecha, el proceso continúa y los montuvios vuelven a sembrar. El maíz ventaneño en su mayoría tiene un plazo de 120 días de maduración y la mayoría de la producción es para el consumo del mercado ecuatoriano.
La provincia de Los Ríos acapara el 35,96% del cultivo de maíz en el país, y solo en Ventanas se recogen en promedio 5,5 millones de quintales al año, según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Con ese margen, la economía del cantón gira en torno a la producción de este producto. Así lo señala Édgar Andrade, exdirigente maicero, para quien la ciudad también es un centro de acopio del maíz que se siembra en Mocache, Urdaneta, Pueblo Viejo…
Este hombre cuenta que la actividad maicera arrancó en los años treinta, aproximadamente, luego de que la producción de cacao tuviese un declive a nivel nacional. El maíz y su grano amarillento fue visto como oro para los campesinos y agricultores de la zona.
“Es difícil competir en el mercado internacional, con Colombia o Perú, pero el ventaneño está apegado al maíz, es parte de su ADN” dice Andrade que dedicó 30 años de su vida al cultivo del grano.
Los agricultores de la haciendo Elena colocan las mazorcas de maíz en la máquina para retirarles los granos. El proceso es bastante rápido. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
¿Es la aplicación móvil un trampolín para un negocio? ¿Cuándo se debe desarrollar una? ¿Es realmente necesaria? ¿Vale la pena la inversión?
Emprendedores y empresas del país se hacen esas preguntas cuando pretenden ser parte de la onda tecnológica y de los negocios digitales.
En el país se cuentan aplicaciones móviles ‘made in Ecuador’ en sectores como la logística, la banca, el comercio electrónico, el transporte, el entretenimiento, la comida, el retail, entre otros.
Un ejemplo es Sspot, que permite administrar y ubicar estacionamientos para vehículos. Esta herramienta ofrece información en tiempo real, datos de autos que ingresan y salen, ayuda en el cierre de caja, control sobre lo que ocurre en el negocio.
Yoder Macas es el fundador. Él cuenta que desde el principio se pensó en tener una ‘app’. Él explica que en emprendimiento e innovación hay una regla: si el servicio está relacionado directamente con movilidad es necesario una aplicación, “porque el celular está siempre a la mano”.
El trabajo de desarrollo fue minucioso. Se aplicó una estrategia: se diversificó el paquete accionario con el fin de que los empleados tengan acciones y se apropien del desarrollo. Tras un año y medio de trabajo la aplicación salió al aire para plataformas Android e iOS.
Hoy en día Sspot registra cerca de 5 000 descargas y ya trabaja con 20 parqueaderos de Quito y los valles. Macas aconseja a otros emprendedores: “Primero hay que analizar la necesidad, luego se puede elaborar un aplicativo para la web, que es más económico”.
Otro ejemplo es Tipti, del segmento de comercio electrónico. Su creador, Rafael Luque, reconoce que muchas veces al emprender existe confusión entre los objetivos de un negocio y las herramientas que se utilizan.
Antes de pensar en una ‘app’, sugiere Luque, es necesario tener claro el tipo de servicio o producto que se va a ofertar. Además hay que conocer a la audiencia y tener claro el problema que se solucionaría con una aplicación. Una vez que está claro se debe definir si se necesita una aplicación o solo una página web, dice Luque.
Tipti está al aire desde septiembre del 2017 y ya suma 50 000 descargas. Además el 95% de las transacciones de esta plataforma de comercio electrónico es a través de la aplicación móvil. El 5% restante ocurre en el sitio web.
“Por el tipo de audiencia vimos que una aplicación era fundamental para que esta plataforma de ‘e-commerce’ crezca”, asegura Luque. La ‘app’ de Tipti incluye un medio de pago, la logística y distribución de los productos, georreferenciación, etc.
En el sector financiero también hay experiencias con el uso de estas herramientas digitales. En Banco Pichincha ya son 300 000 clientes que utilizan la aplicación móvil. Las transferencias entre cuentas representan cerca del 95% de las transacciones monetarias. Y mensualmente se realizan 500 000 transferencias a través de este canal, explica Fabián Mora, vicepresidente de Marketing.
El aplicativo es un canal estratégico para el banco. Las nuevas generaciones y una parte importante de la base actual de clientes prefiere realizar sus transacciones bancarias desde cualquier lugar a través de su teléfono, sin tener que acercarse a una agencia tradicional, añade Mora.
La seguridad pesa a la hora de usar la ‘app’. Por eso Banco Pichincha utiliza biometría facial y dactilar, identificación de la huella del dispositivo, esquemas de monitoreo transaccional, entre otros.
La aplicación Sspot permite administrar y ubicar estacionamientos para vehículos. Está al aire desde este año y ya suma 5 000 descargas. Foto: Archivo / LÍDERES
El Ministerio de Industrias y la empresa privada reconocieron a Paula Salazar y Karla Altamirano, representantes del emprendimiento Comfy, por el desarrollo de un producto de higiene para las mujeres.
La propuesta de Comfy consiste en el desarrollo de un cobertor impermeable y antibacterial que elimina el 89% de gérmenes que pueden existir en un baño público.
Por esta iniciativa ganaron el primer lugar en la categoría ‘Mujeres’ en el EcoReto 9.0., que se llevó a cabo en abril del 2018 en Perú.
El Ministerio destacó que las emprendedoras desarrollan encadenamientos productivos. Una parte de las materias primas las reciben de Fundación Chankuap de Morona Santiago, que trabaja con comunidades de origen Shuar y Achuar en la Amazonía.
En reconocimiento a la iniciativa de Comfy, la compañía Tesalia le entregó capital semilla por USD 5 000. María Isabel Parra, gerente de asuntos corporativos, dijo que buscan contribuir con el desarrollo de los emprendimientos que generan valor social.
Paula Salazar y Karla Altamirano junto a la Ministra de Industrias. Foto: Twitter Eva García
Con este medio de financiamiento, las empresas ecuatorianas pueden obtener recursos para sus proyectos sostenibles.
La Bolsa de Valores de Quito (BVQ) indica que un bono verde tiene la misma estructura financiera y legal que un bono corporativo tradicional, con dos diferencias fundamentales. La primera es que los recursos captados por este medio se deben destinar a actividades o proyectos que contribuyan a la mitigación o a la adaptación al cambio climático.
La segunda diferencia es que el bono debe ser certificado como verde por un verificador externo, dando así seguridad al inversionista sobre la contribución sobre el cambio climático de la empresa.
Este tipo de financiamiento se lanzó en el mercado internacional en el 2008 y el primer emisor fue el Banco Mundial. El desarrollo ha sido exponencial, llegando a emitirse bonos verdes por USD 163 OOO millones al cierre de 2017 emitidos por todo tipo de instituciones.
Las Casas de Valores adscritas a la BVQ están capacitadas y listas para asesorar a empresas (públicas y privadas) interesadas en utilizar este método de financiamiento. La BVQ recuerda que las casas de valores son las únicas autorizadas por la Superintendencia de Compañías, Valores, y Seguros para brindar asesoría sobre la estructuración de productos del mercado de valores.
Las Casas de Valores adscritas a la BVQ están capacitadas y listas para asesorar a empresas (públicas y privadas) interesadas en utilizar este método de financiamiento. Foto: Diego Pallero / LÍDERES