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  • La banca la llevó por cinco naciones en 21 años

    Pedro Maldonado

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    Elzbieta Czetwertynska rechazó una beca para estudiar un PhD y decidió iniciar una carrera en el mundo de la banca. Era 1994 y esta ecuatoriana de padres polacos pasaba el verano en el país.

    Nacida en Polonia y radicada en Ecuador desde los 9 años de edad, Czetwertynska había estudiado en Inglaterra Ingeniería de Alimentos. En el verano de 1994, con 22 años, tuvo la oportunidad de hacer una suerte de entrenamiento profesional en las oficinas de Citi, una entidad financiera fundada en EE.UU. en 1812 con base en EE.UU. y que hoy tiene operaciones en 160 países.

    El plan inicial consistía en colaborar unos meses en la oficina de Quito y ganar experiencia en una multinacional. “Mis tareas se enfocaban en un proyecto de medición de riesgo”.

    Pasó el tiempo y tuvo que decidir: el PhD que la conectaría con la industria de los alimentos o la banca. “Me gustó tanto lo que hacía en ese momento en Citibank que elegí seguir en mis tareas. No tomé la beca y me quedé en el mundo financiero”, cuenta desde su oficina ubicada en la sede del banco, en el norte de Quito.

    Los grandes ventanales le ofrecen a esta ejecutiva una vista privilegiada del cielo quiteño. Muebles modernos y un espacioso y elegante escritorio son parte de la decoración. A ese acogedor lugar llega todos los días a las 07:30, luego de dejar a sus hijos en el recorrido escolar. Durante una hora y media aprovecha para informarse sobre noticias económicas locales e internacionales. También, lee los reportes de las operaciones de Citi. “Aprovecho ese tiempo para ubicarme en el entorno”.

    A partir de las 09:00 su jornada se intensifica. Mantiene reuniones con sus colaboradores, con clientes, gremios, autoridades. También dirige reuniones internas estratégicas. Ella está acostumbrada a estos encuentros desde hace más de dos décadas.

    Después de su entrenamiento, Czetwertynska fue parte el equipo de banca corporativa en la oficina de Ecuador hasta 1999. Luego fue seleccionada para un nuevo cargo en República Dominicana, de allí pasó a las oficinas en Fort Lauderdale (EE.UU.). Su siguiente destino fue su natal Polonia; de allí la ubicaron en Colombia y desde noviembre de este año es la Gerenta General de Citi en Ecuador (ver su trayectoria en la nota compartida).

    Luis Salazar, actual director ejecutivo Junior Achievement Ecuador, conoció a esta banquera cuando él también colaboraba con Citi. Él la describe como una mujer decidida, con ideas muy claras sobre sus metas profesionales. “Tiene una manera jovial de trasmitir sus ideas y siempre decía que el banco era la mejor escuela para cualquier profesional”.

    Salazar también recuerda que le llamaba la atención que una profesional del mundo de los alimentos llegara a la entidad. “El banco se convirtió en su carrera”.

    Otra excompañera de oficina es María Gándara, quien fue Gerenta de Talento Humano cuando Czetwertynska se vinculó. La recuerda como una joven muy inteligente, con liderazgo y visión. “Sus habilidades y destrezas le sirvieron para crecer y adaptarse sin problema a la cultura de Citi”.

    Ahora, agrega Gándara, mantienen contacto como amigas y profesionales. “Hablamos con frecuencia sobre el compañerismo del banco y las posibilidades de crecer como profesional”.
    La jornada laboral de esta madre de tres niños termina a las 18:00. A esa hora vuelve a su hogar, comparte tiempo con sus hijos, cenan juntos y miran películas. Pasadas las 20:00 revisa algunos temas pendientes de la oficina.

    Cuando analiza su trayectoria se declara satisfecha. “Los cambios de lugar de trabajo y el incremento de responsabilidades me han motivado en estos años. Eso me ha permitido crecer como profesional y estoy muy feliz”.

    Las crisis financieras, locales y globales, han sido parte de su carrera. En sus 21 años en Citi, Czetwertynska vivió de cerca los sacudones de 1999 y del 2008. En el primero recuerda que fue necesario actuar de manera rápida para ajustar la operación del banco, mitigar riesgos y prever consecuencias. “Con el congelamiento le dimos la vuelta al banco en tres días y eso nos enseñó mucho”.

    La crisis del 2008 fue global y afectó a la matriz de Citi. “La gente nos cuestionaba mucho a escala mundial. Yo estaba en Polonia y tenía que explicar a nuestros clientes lo que ocurría en EE.UU.”.

    Ahora, en la desaceleración económica que vive el Ecuador y en su estreno como Gerenta ya tiene listo un plan. “2016 será lleno de retos y hay que ser eficientes. Tendremos una política conservadora de gastos y trabajaremos para apoyar a los clientes. Al final, las crisis son las situaciones que más aprendizaje dejan”.

    Hoja de vida
    Estudios

    Tiene un título en Ingeniería de Alimentos, Economía y Marketing de la Universidad de Reading, Inglaterra.

    Especialidad 
    Coach certificada en programas de liderazgo y ventas; también es facilitadora de entrenamientos en manejo de riesgo.

    Su cargo
    Desde el pasado 1 de noviembre es Gerenta General de Citi en Ecuador.

    Los viajes son una constante en la carrera de  Elzbieta Czetwertynska. Cuando estuvo en la oficina de Fort Lauderdale, EE.UU. viajaba por América Latina todos los meses. Fotos: Diego Pallero / LÍDERES
    Los viajes son una constante en la carrera de Elzbieta Czetwertynska. Cuando estuvo en la oficina de Fort Lauderdale, EE.UU. viajaba por América Latina todos los meses. Fotos: Diego Pallero / LÍDERES
  • Diez consejos para comenzar a ser una persona puntual

    Diario El Universal de México

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    La puntualidad es una de las mayores cualidades de una personas, sobre todo, de un profesional, pues habla de compromiso, respeto y una buen capacidad de organizarse, cuando una persona llega temprano a cualquier cita indica que respeta el tiempo, no solo el suyo sino de la otra persona, pero además deja ver su responsabilidad para cumplir su palabra y organizar sus deberes.

    Al ser puntual, se sentirá muchísimo menos estresado, pues no tendrá que preocuparse siempre por llegar a tiempo ni por pedir disculpas a los afectados. Para llegar siempre a la hora pactada a sus compromisos, cultive este hábito desde hoy mismo.

    Si quiere comenzar a ser más puntual siga estas recomendaciones:

    1. Reconozca que es una persona impuntual. 
    Como cualquier otro problema, usted no podrá arreglarlo si cree constantemente que no lo tiene.

    Si la impuntualidad le está causando problemas en el trabajo o en sus relaciones interpersonales, lo primero que tienes que hacer es reconocer que tienes esta debilidad.

    2. Sea consciente acerca del tiempo. El suyo y el de los demás.

    No juegue con el tiempo de las personas ni con el suyo mismo, adelantar el reloj puede ayudarle, pero a otras personas no les ayuda tanto, pues saben inconscientemente que su reloj tiene cinco minutos más.

    3. No haga demasiados planes.  Al organizar nuestro día, se tiende a llenarse de pendientes.

    Piensa que haciendo malabares podrá cumplir con todos. Error. La realidad es que casi siempre postergamos alguno. Debe aprende a incluir en su agenda únicamente las tareas que puede llevar a cabo y así no queda mal con nadie.

    4. Prepare todo desde la noche anterior. ​Uno de los principales hábitos para ser productivo es adelantar lo más que pueda la noche anterior…, sobre todo, si va a tener una junta temprano.

    Llene su tanque de gasolina, prepare su desayuno, elija su ropa, plánchela. Con pequeños avances logras una mejora.

    5. Duerma temprano. No que a las 8 de la noche ya esté en su cama, pero tampoco a las 2 de la mañana.

    Estudios confirman que las personas más exitosas madrugan, pero ¿cómo alguien puede levantarse con los rayos del sol si duerme después de medianoche? Sólo puede lograrlo haciéndose el hábito.

    6. Despiértese con la primera alarma. No se quede con el típico cinco minutos más.

    Uno de los mejores hábitos que podrá cultivar es levantarse tan pronto suene su despertador.
    De preferencia, consiga una alarma que no tenga función de “snooze”.

    7. Aproveche la tecnología. Las herramientas digitales pueden convertirse en sus grandes aliadas a la hora de organizar tus tareas.

    Descargue una que le permita hacer listas de pendientes y establecer recordatorios, y que se sincronice con todos tus dispositivos móviles. Esto ayudará a que tenga emparejadas sus citas.

    8. Configure dos alarmas. 

    Para evitar llegar tarde a sus juntas, establezca dos alarmas: una para cuando sea momento de alistarte para salir, y otra para cuando tenga que estar cruzando la puerta.

    Si en verdad quiere cumplir con todo lo que tiene que hacer, un sonido para llegar, uno para salir.

    9. Llegue 15 minutos antes. Sí, la puntualidad tampoco es llegar mucho antes, pero si no está acostumbrado deberá hacerte el hábito y prever cualquier contratiempo.

    Para ello, haga el compromiso de llegar siempre 15 minutos antes de su cita. Esto significa que llegará antes que todos y tendrás mucho tiempo “libre”.

    10. Lleve un libro consigo. Ya que ahora llegará antes que todos, procure tener un libro para leerlo, o una “Tablet” para avanzar con sus pendientes.

    Así podrá aprovechar mejor esos minutos mientras espera, y no sentirá que está perdiendo el tiempo, o desesperarse si es que alguien no llega a la misma hora que usted.

    La puntualidad es un hábito que se puede cultivar. Foto referencial: Pixabay
    La puntualidad es un hábito que se puede cultivar. Foto referencial: Pixabay
  • Lo que un joven profesional no debe hacer en las redes sociales

    Diario El Mercurio de Chile

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    Redes sociales, esos puntos de encuentro en el que es posible contarle a tus contactos (y a los que no son también) desde qué estás comiendo en estos precisos momentos hasta cómo la pasaste el fin de semana.

    Pero ¿cuánto de tu vida es prudente compartir, si tomamos en cuenta que tu perfil de Twitter, Facebook, Instagram y LinkedIn puede ser visto por colegas, jefes y futuros empleadores?

    Resolviendo esa pregunta es que varios medios virtuales han reflexionado al respecto, intentando dar una guía para los jóvenes profesionales, quienes, si bien mantienen –o al menos intentan- mantener un trabajo estable, aún cuentan con la energía suficiente para lanzarse de fiesta y todavía mantienen esa pasión adolescente para opinar abanderadamente –y a veces, intransigentemente-, sobre temas delicados para la sensibilidad pública.

    Para no cometer errores y mantener la “cortesía virtual”, te mostramos los errores a la hora de postear:

    Quejarse sobre tu trabajo, tu jefe o colegas

    Comentar en tu estado que estás aburrido/a en tu trabajo, o los conflictos de personalidad que tienes con los compañeros y/o jefe, es un craso error que te llevará sin duda a la lista negra en el área laboral y que, por esas casualidades de los contactos, podría ser visto hasta por un futuro empleador que puede no ver con buenos ojos que hagas público tu malestar.

    Recuerda que las redes sociales son una vitrina, a la que le puedes sacar buen provecho para avanzar en tu carrera, si sabes manejarte en ellas, aconsejan en Harpersbazaar.com.

    Usar las redes como consultorio sentimental o cualquier asunto de índole privado

    Las redes no son tu diario de vida. Imagina que existe una línea que divide tu vida personal de tu vida “digital”, y mantente dentro de las fronteras, según dónde estés. Si estás en las redes, por ende, no laves tu ropa sucia

    Publicar o ser etiquetado en fotos bebiendo y de fiesta

    Sí, hay fotos y fotos. Pero lo que el sentido común debiera indicarte es que tu jefe o futuros jefes no debieran verte con la mirada distorsionada, mientras te crees el rey/reina de la noche. Mantén una imagen seria en tu trabajo y atraerás más respeto (y aprovecha las herramientas que existen para filtrar las imágenes en las que te etiquetan).

    En este punto, también se puede señalar la mención o imagen de una actividad ilícita que te involucre (ejemplo, drogas o manejar en estado de ebriedad). Claramente, algo que no le puedes confesar a un policía tampoco debieras compartirlo en las redes.

    Ser controvertidamente ofensivo en los posteos

    Si bien, hoy por hoy, es de común uso escribir tus disgustos, hay que tener sumo cuidado cuando tus palabras se refieran a temas sensibles (los típicos: política, religión, etc.), ya que si llegan a leerse con un dejo de insulto hacia el resto, podría quitarte un puesto en un trabajo soñado, aseguran en Harpersbazaar.com.

    Mostrarse algo insistentemente pesado con una oferta de trabajo

    A través de LinkedIn o hasta Twitter se puede acceder a información tan útil para un joven profesional, como entrevistas de trabajo o cupos que han quedado libres y que se ajustan totalmente a sus intereses. Sé educado, busca el contacto, haz saber tus intenciones, pero no te transformes en un odioso/a que envía a cada rato o todos los días nuevos mails o solicitudes para quedarte con el puesto.

    Dar información a la competencia

    En la versión española de ‘Forbes’ ya habían pensado en este tema y además en los puntos antes mencionados, de hecho, reiteran el recato a la hora de compartir qué se está haciendo. Escribir lo feliz que estás en este nuevo proyecto del trabajo podría darle información valiosísima a la competencia.

    Hay aplicaciones que le pueden ayudar a controlar el gasto de los servicios de su celular. Foto: Pixabay
    Hay aplicaciones que le pueden ayudar a controlar el gasto de los servicios de su celular. Foto: Pixabay
  • Víctor Grijalva: Una carrera en la élite del sector petrolero

    Pedro Maldonado O.

    ‘Empecé por los cargos bajos y fui subiendo poco a poco”. El guayaquileño Víctor Grijalva llegó tan alto en su carrera profesional que ocupó la Vicepresidencia de Schlumberger, la multinacional de servicios petroleros que ocupa a cerca de 128 000 empleados.

    En total se desempeñó durante 38 años en la firma. Su primer cargo fue en Houston, EE.UU., en el área de diseño de la compañía de origen francés. Grijalva dividía su tiempo entre una maestría en la Universidad de Pennsylvania y su trabajo en General Electric. “Un día leí un anuncio en el periódico en el que Schlumberger buscaba un ingeniero eléctrico. Apliqué y me contrataron”.

    Casado y con 25 años de edad, se mudó a la capital de Texas y empezó una carrera en la que recorrió el mundo y que lo llevó, con dedicación y sacrificio, a la élite de la industria petrolera global.

    Una vez instalado en Houston, Grijalva se empapó de la actividad de la compañía. La tarea le resultó, en cierto modo, sencilla. Sus padres tenían en Venezuela una empresa vinculada con el mundo del petróleo y este ecuatoriano conocía de cerca lo que hacía Schlumberger.

    En su trayectoria en la compañía de servicios petroleros, Grijalva ocupó altas posiciones en Argentina, Francia, Venezuela, Singapur, Grecia, Emiratos Árabes Unidos y EE.UU., según un artículo de Bloomberg Businesswek.

    También se desempeñó en el directorio del American Petroleum Institute, así como en las cúpulas del Instituto de Ingenieros eléctricos y en la Sociedad de Ingenieros Petroleros, todas estas entidades con sede en EE.UU.

    Otra publicación económica que habla de la carrera de este aficionado al esquí es Forbes. Esta revista especializada lo describe como un ingeniero con significativa experiencia en el sector de servicios petroleros, incluyendo el área de perforación.

    “Esta experiencia en el sector empresarial de la compañía combinada con la experiencia internacional ofrece a la Junta directiva una experiencia valiosa que beneficia a su proceso de toma de decisiones”, añade Forbes.

    René Ortiz, exsecretario general de la OPEP, destaca su trayectoria. “Es un ecuatoriano notable que brilla por sus cualidades profesionales a escala mundial”. Ortiz añade que Grijalva (nacido en 1939) supo escalar posiciones en el sector petrolero hasta ocupar la posición que ningún  ecuatoriano ha logrado. “Culminó su carrera profesional ocupando el cargo más alto y en una de las compañías más importantes de servicios petroleros. Conoció todas las facetas de la firma; se desempeñó en varios países del mundo; y demostró altísima calificación profesional. Además, tiene un olfato empresarial que le permite proyectarse no solo con lo que ocurre en EE.UU. En el tema petrolero, él mira y analiza todo el mundo”.

    Otra voz del sector petrolero que resalta los logros de este ecuatoriano es Carlos E. Pérez, gerente de Halliburton Ecuador. Él admite que no lo conoce personalmente, pero indica que sabe de su trayectoria. “Lo alcanzado por Víctor Grijalva es con base en la capacidad y dedicación en el trabajo”.

    Schlumberger, añade Pérez, valora la capacidad de los individuos y si Grijalva llegó tan lejos es por su talento. “Destacó en una empresa líder y que se codea con la élite del sector petrolero”.

    Grijalva aconseja a otros ejecutivos: no hay que preocuparse sobre hasta dónde llegar sino hacer el mejor trabajo. “Una fórmula que me dio resultado fue siempre dar un poco más para ser reconocido. La clave está en ver qué se necesita en la compañía y mantener una visión a corto y a largo plazo”.

    SU VIDA

    En Quito. Estudió la escuela en la Academia Militar Ecuador y en el colegio La Salle. Nació en Guayaquil, pero se mudó con su familia a la capital.

    En EE.UU. Estudió Ingeniería Eléctrica en Carnegie Mellon University. Luego hizo una maestría en la Universidad de Pennsylvania.

    Gestión. En la firma de servicios petroleros Schlumberger colaboró 38 años y se retiró hace 12.

    La frase. Mi consejo es no preocuparse sobre hasta dónde llegar sino esforzarse, hacer el mejor trabajo para ser reconocido”.

  • ¿No está en LinkedIn? No está en nada

    Arturo CAstillo / Motivador Y Prof. De Técnicas Psicorrelajantes

    Las redes sociales constituyen una descomunal vitrina, que permite hacer toda clase de negocios. Allí se compra y se vende la personalidad, que se la ‘promociona’ de las formas más curiosas. Contradictoriamente, aunque se hacen públicos muchos asuntos privados, la persona real acaba por esfumarse.

    Otro aspecto bastante común en la Red es la exposición del perfil profesional, en algunos casos con miras a encontrar alguna posición, otras, la mayoría, por el simple gusto de ‘colgar’ las hazañas académicas, porque colgadas en la pared de la oficina parecen no significar gran cosa, salvo para el interesado.

    LinkedIn, concretamente, es un megasitio, donde millones tienen la oportunidad de ventilar sus gestas académicas y profesionales. En cuanto a su valor práctico en nuestro medio, no existen datos que permitan hacer una evaluación objetiva.

    Se puede especular, dada nuestra idiosincrasia, que su incidencia es escasa. Resulta difícil imaginar a los directores de RR.HH., que hoy se hacen llamar gestores del talento humano, zambulléndose en LinkedIn para encontrar a los mejores profesionales; en cambio, prefieren encargar la tarea a agencias de empleos, que hacen un trabajo medianamente efectivo.

    Un aspecto curioso de LinkedIn es lo que podría llamarse ‘infidelidad laboral latente’, en razón de que la generalidad de los oferentes de servicios están comprometidos con alguna empresa. En ese sentido, LinkedIn es una suerte de termómetro de la inconformidad.

    El asunto es sencillo: si el propósito de subir al sitio el CV no es pescar un trabajo mejor que el presente, ¿cuál es entonces el objetivo? ¿Se trata simplemente de una expresión narcisista?, ¿de un capricho exhibicionista del ego superlativo? Incuestionablemente, las cifras de adhesión a LinkedIn son abrumadoras, con más de 150 millones de usuarios registrados en más de 200 países, lo que permite acceder, prácticamente, a un mercado laboral global. Es evidente, sin embargo, que los altos ejecutivos ven el asunto de soslayo, pues ellos jamás aparecerían ‘mercadeándose’ en LinkedIn.

    Podría decirse, a la vez, que este popular sitio es una versión menos ‘light’ de Facebook. A su manera, también ofrece un espacio de ‘desahogo’ social.

    Pese a todo, el anonimato es una condena. No importa cuánta importancia pretenda darse el sujeto; terminará confundiéndose en la multitud.

    “Algo curioso de LinkedIn  podría llamarse ‘infidelidad laboral latente’… es termómetro de la inconformidad”.

    Escriba a Arturo Castillo

  • Los cinco motivos para ser LinkedIn

    Alejandro San Martín / El Mercurio (Chile)

    El ‘Facebook de los profesionales’. Así es considerada LinkedIn, una de las redes sociales que se ha convertido en un requisito para todo aquel que quiera mostrarse al mundo.

    Si bien tiene similitudes con plataformas como Facebook y Twitter -en cuanto a la interacción entre los usuarios-, el objetivo es otro: generar oportunidades laborales y ampliar la red de contactos a escala mundial.

    Aunque enviar el currículum vitae a las empresas y asistir a entrevistas personales siguen siendo los métodos más utilizados, existen cinco razones acerca de por qué podría valer la pena invertir algo de su tiempo para inscribirse en esta red global de perfiles de profesionales.

    La primera razón: es una vitrina. En el 2010 se realizaron cerca de 2 000 millones de búsquedas de usuarios en LinkedIn, y por semana un millón de profesionales se incorporan a esta red.

    Por ello, la head-hunter y directora ejecutiva de CF+Partners, Carla Fuenzalida, recomienda abrir y mantener actualizado un perfil que sirva ‘como vitrina al mundo’. “Conozco clientes extranjeros que efectivamente usan esta red y comentan -inicialmente- la calidad de los profesionales con este sistema”, señala.

    La segunda razón: las redes de contacto. Una de sus características es la facilidad para realizar búsquedas de personas, definidas por área de trabajo, intereses y compañías. Así, se podrán intercambiar mensajes y experiencias laborales, además de recomendar y ser recomendado por todo usuario.

    Recuerde que existen versiones pagadas (desde USD 24 hasta los 99 mensuales), que ofrecen ver los perfiles completos -la versión gratuita muestra solo algunos de los detalles de las hojas de vida-, y búsquedas que permiten encontrar a los usuarios “más talentosos”.

    La tercera razón: los métodos de difusión. Si la generación de contenido es su fuerte, LinkedIn es un sitio web que podría convertirse en un fuerte aliado para temas laborales.

    Una de estas herramientas -gratuitas- es la denominada Grupos de interés, en la cual los miembros pueden compartir artículos y trabajos. Los temas más activos son destacados en la página inicial. “Sin duda, es una ventaja para mostrar lo que uno vale como profesional”, señala Lucy Krell, socia de la firma de ‘head hunters’ Heidrick&Struggles.

    La cuarta razón importante: se trata de una red internacional. Todas las grandes empresas del Fortune 500 están representadas en esta plataforma, y parte de sus ofertas laborales están enfocadas para profesionales fuera de EE.UU.

    Es más, tanto en la eeb oficial de LinkedIn (www.linkedin.com) y en otros sitios especializados, hay numerosas experiencias de usuarios que han encontrado oportunidades laborales y empleo fuera de sus países de origen.

    La quinta razón: su primer trabajo. A partir de marzo del 2011 se lanzó el portal LinkedIn Student Job Portal. A través de este sitio en Internet se facilita a los recién graduados la búsqueda de un empleo. Esto, a través de sus intereses y educación. Además, el sitio permite a las propias empresas buscar a futuros empleados, utilizando filtros que permiten anticipar la compatibilidad de los jóvenes con el trabajo a realizar.

    Por estas cinco razones, LinkedIn es un sitio que ofrece oportunidades.

    La presentación

    Una de las recomendaciones vitales.   Para establecer un perfil competitivo es necesario invertir tiempo en una fotografía que le favorezca.

    La experiencia laboral.  Es indispensable que realce su experiencia laboral y, de esta manera, ‘rankearse’ entre quienes se interesen por su perfil.

  • El profesional local tiene retos en camino

    Mónica Orozco, Redacción Quito / LÍDERES

    A la hora de hablar de calidad, retención y captación del talento humano, Ecuador tiene limitaciones. Dentro de un universo de 103 países, el Ecuador ocupa el puesto 74.

    Así lo señala la primera edición del Índice de Competitividad de Talento Global 2013 (GTCI, por sus siglas en inglés), elaborado por la multinacional especializada en gestión del talento humano Adecco, la escuela de negocios Insead y el Human Capital Leadership Institute.

    El GTCI analiza seis factores determinantes en la calidad del talento: habilitadores (entorno legal, de negocios, etc.), atracción de capital humano, formación, retención, competencias y conocimiento global.

    Los líderes en estos temas son Suiza, Singapur y Dinamarca. Ecuador, con un puntaje de 73,8, está más de 15 puntos lejos de la media del Índice (58,4), superado por Colombia (60,7) y Perú (61,7).

    El país se destaca en los apartados de número de alumnos por profesor, matriculación universitaria, tolerancia a la migración, incorporación de profesionales mujeres y otros elementos de equidad.

    Pero está a la cola en temas de flexibilidad laboral, ámbito empresarial y legal, productividad, educación, innovación y relación entre paga y productividad.

    De hecho, el 78% de pequeñas y medianas empresas en el país considera necesario capacitar a su personal.

    Así dice un estudio elaborado en el 2013 por la Escuela Politécnica Nacional y la Escuela Politécnica del Ejército entre los socios de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria de Pichincha (Capeipi), que concentra al 67% de mipymes del país. Entre las áreas donde se requiere capacitación están marketing, seguridad e higiene, gestión empresarial, financiera y de la calidad.

    Uno de los problemas, según el GTCI, es que el mundo ha cambiado de una economía industrial a una de servicios y conocimiento, y hay poca oferta de trabajadores para esos ámbitos. «Los centros educativos están bajo presión para suministrar empleados calificados para la nueva economía».

    Además, acota, las empresas requieren personal cualificado y no proporcionan suficientes oportunidades de formación.

    Roberto Estrada, socio de Deloitte Ecuador, explica que el capital humano de una nación se revaloriza, estanca o decrece en función del buen o mal funcionamiento del modelo educativo de un país. «La realidad ecuatoriana ha demostrado a lo largo del tiempo, serias falencias en la educación a nivel integral, lo cual sin duda se evidencia en la posición que poseemos en dicho ‘ranking’», dice.

    Eddy Troya, gerente de Human Plus, destaca el compromiso y la capacidad de adaptación del talento humano del país, pero cree que aún hay deficiencias en idiomas y formación de alta especialidad. También, considera que la universidad forma en temas técnicos, pero no tanto en competencias conductuales, como liderazgo, toma de decisiones, etc.

    Estrada considera, además, que el talento humano ecuatoriano es bastante conservador, pero cree que las nuevas generaciones empujarán un cambio gracias a que acceden a centros académicos de alto desarrollo mundial a través del sistema de becas gubernamentales. Además, sostiene que son necesarios educadores que conozcan los desafíos del mundo actual, un trabajo en equipo entre las empresas y universidadespara identificar las carreras con más potencial, etc.

    • El especialista

    Competitividad: Ecuador avanza a su ritmo

    Arturo Castillo
    Motivador y prof. de técnicas psicorrelajantes


    No hay país del mundo que no se vea hoy en día abocado a elevar sus índices de competitividad, como estrategia clave para mantenerse a flote en las turbulentas aguas de la globalización.

    Los parámetros y modelos de competitividad han experimentado cambios significativos en las dos últimas décadas. La emergencia de los ‘Tigres asiáticos’, en los sesenta dio un vuelco al mapa económico mundial y revolucionó la tecnología y la industria; fue el punto de partida de una nueva manera de entender la competitividad.

    El énfasis en la productividad, mediante la fórmula de la reducción de costos, fue la estrategia perfecta para dejar fuera de combate a los competidores, aunque ello implicara sacrificar la calidad de los productos.

    La reciente crisis de la economía mundial marcó otro momento de la competitividad, con la depreciación del trabajo humano, agravada por la falta de fuentes de empleo, por la desocupación masiva.

    El péndulo de la economía, que como otros momentos de la historia está provocando movimientos migratorios, hace pensar que los referentes de la productividad y la competitividad seguirán desplazándose a diferentes puntos del planeta. En el caso ecuatoriano, la competitividad es un tema pendiente, no solo en lo regional sino también a escala global. El elemento gravitante radica no solo en la capacidad para generar productos de calidad sino fundamentalmente en la mentalidad, tomando en cuenta que la competitividad es una filosofía, una manera de hacer las cosas.

    En conjunto, es necesario analizar el grado de preparación profesional del trabajador ecuatoriano promedio, la actitud general hacia el trabajo; la calidad del liderazgo empresarial, el clima laboral, las políticas de capacitación continua.

    ¿Cómo es el trabajador ecuatoriano?, ¿cuáles son sus fortalezas y sus debilidades?, ¿es capaz de innovar?, ¿está abierto a nuevos aprendizajes?, ¿funciona en equipo? La competitividad concebida como un asunto cuantificable, en virtud de la tecnología, omite lo esencial: el talento humano. Las máquinas deben servir para que la imaginación creadora alcance cimas insospechadas, no como herramientas subyugadoras.

  • Armando Valencia. Aspiraciones profesionales y familia

    Carlos A. Borja y Antonio Rodríguez. IDE Business School

    Armando Valencia, en el año de 1994, cumplía ya siete años trabajando como pintor de pistola en una empresa industrial muy grande y con un muy estructurado cuerpo organizacional, en el que muchos mandos medios habían llegado a altos cargos en virtud de su desempeño y experiencia.

    Armando no se quería quedar atrás, y en la búsqueda de mejores días para él y su familia, hace todo lo que está a su alcance para obtener un mejor puesto, con un ambiente más limpio y que su familia se sintiese muy orgulloso de él.

    Pese a que Armando era un colaborador muy eficiente y que le había ido muy bien en sus funciones como pintor, hasta el punto de convertirse en el mejor de su departamento, ahorrándole muchos costos a sus jefes por su eficiencia y calidad de trabajo, luego de concretar sus aspiraciones de traslado de cargo tuvo que enfrentarse a distintos conflictos de carácter laboral y personal. A continuación se detalla su crecimiento profesional y personal.

    EL CONTEXTO

    La compañía

    Se trataba de una compañía industrial muy grande de fabricación de motores, tenía varias divisiones para efecto de sus distintas operaciones y un correcto cuidado de los procesos.

    Por temas organizacionales, cada división del negocio contaba con su respectivo Director de Fábrica, que era un cargo básicamente administrativo, que no requería necesariamente de un amplio conocimiento técnico, pues para la ejecución de tareas y el cumplimiento de metas se apoyaba en el Director de Producción.

    Cada división separaba sus diferentes procesos a los cuales les asignaba un Jefe de Proceso, también llamado Capataz, cuyas funciones consistían en la supervisión técnica y del talento humano que laboraban en su departamento.

    Roberto Herrera inició en esta empresa en el puesto de capataz, pero debido a su desenvolvimiento técnico y habilidades administrativas, llegó a convertirse en el Director de Fábrica responsable de la administración de la División de Equipo Pesado. En el año 1994, lo acompañaba como director de Producción, Jorge Pérez, y juntos vigilaban con mucha dedicación y trabajo responsable los tres procesos a cargo de la División: Montaje, Acabado y Control de Producción.

    ARMANDO VALENCIA

    Trayectoria profesional

    Armando Valencia, tenía unos 30 años, y apenas había alcanzado la educación media, había llegado a esta empresa hace casi siete años, y había estado en el mismo puesto todo ese tiempo, era uno de los pintores de pistola en el departamento de Acabado, en la División de Equipo Pesado de la compañía.

    Su trabajo no requería realizar un gran esfuerzo físico, era una operación en la que los motores terminados se pintaban, para posteriormente pasar al departamento de Control de Producción, que eran actividades básicamente de supervisión de calidad.

    Jorge Murphy, jefe inmediato de Armando, consideraba que era el mejor pintor que tenía en su departamento, todo el tiempo resaltaba sus cualidades de rapidez y eficiencia al momento de desempeñar sus labores, era muy bueno y trabajaba tan rápido que Jorge solía decir que era «como tener dos pintores en uno».

    Como era un trabajo a destajo, el salario que recibía Armando Valencia era muy bueno luego de trabajar algunas horas extras, lo cual ocurría cuando la demanda de producción de la empresa llegaba a elevados niveles, y se requería de mayor trabajo en ese y en algunos otros procesos.

    ASPIRACIONES

    El trabajo y la familia

    Pese a que a Armando le gustaba mucho su trabajo, y era el mejor en ese puesto, sentía que debía proyectarse de una manera diferente para realizarse laboralmente, él conocía cómo operaba su División en su totalidad, y es que había pasado muchos años allí. Era consciente que ello representaba una ventaja que podía ser una oportunidad.

    Adicionalmente, tenía la presión de su familia, él quería que ellos se sintieran orgullosos de él, ya no quería llevar ropa sucia a casa, y que sus hijos que ya iban a la escuela, cuando les preguntasen, dejaran de decir que su papá era un pintor.

    Armando se llenó de valor, y le manifestó esta situación a Roberto Herrera y a Jorge Pérez, director de la División y director de Producción, respectivamente, proponiéndose para pasar al departamento de Control de Producción. Lo guiaron en el siguiente paso, que era hablar con su jefe inmediato (Jorge Murphy), y con el del otro departamento (Bruno López).

    La respuesta y predisposición fue positiva, pese a que aún no se concretaba nada, Jorge Murphy había aceptado desprenderse de su mejor colaborador, y Bruno López se había comprometido en llamarle en cuanto hubiera una vacante en su departamento. Armando pretendía que ello fuera el primer paso para algún día llegar a ser capataz de algún departamento.

    UN NUEVO CARGO

    De pintor a controlador

    Unas semanas después de plantearles a sus superiores su interés en ser trasladado de departamento, uno de los Controladores en el Departamento de Control de Producción presentó su renuncia y su puesto quedaría vacante.

    Debido a que Bruno López se había comprometido con Armando en considerarlo como primera opción ante una eventualidad como esta, lo contactó para ofrecerle el cargo, advirtiéndole que al no ser un trabajo a destajo, tendría un sueldo fijo inferior al de pintor, ya que no trabajaría horas extras, a lo que Armando contestó: «El salario no es lo más importante, mi casa ya la estoy terminando de pagar, y si en algún momento necesitaríamos de mayores ingresos, mi esposa es enfermera titulada y podrá conseguir un trabajo».

    Luego de explicarle su nuevo cargo y demás asuntos relacionados al mismo, empezó al siguiente día en sus funciones, que ahora consistían en la supervisión del control de calidad de la producción.

    Armando se sentía muy contento con esta oportunidad, su pedido fue escuchado, y ahora iba a trabajar en un ambiente más limpio, ya no llevaría ropa sucia a su casa, y sus hijos ya no dirían «mi papa es pintor», le reconfortaba mucho el hecho de que su familia se sintiese muy orgullosa de él.

    INCONFORMIDAD

    La petición de traslado

    Tres semanas después de que Valencia empezara a trabajar en su nuevo cargo, llegó a oídos de Herrera de tercera mano, que Armando no se sentía muy a gusto como Controlador, sentía que con su trabajo no aportaba y que se había precipitado al tomar la decisión. Herrera le comentó a López, y le pidió que hable con Armando y le pregunte cómo le va en su nuevo cargo.

    Por otro lado, Jorge Murphy, capataz del departamento de acabado, empezó a encontrar dificultades para cumplir los programas de producción después de que Valencia dejó su departamento. El hombre que le había reemplazado no desarrollaba la velocidad que Murphy esperaba.

    Poco después de haber tenido lugar la conversación verificativa con Bruno López, Valencia pasaba por el departamento de acabado, cuando le llamó Murphy y le dijo: «Armando desearía con toda el alma que no nos hubiera dejado. Ahora tengo verdaderas dificultades aquí. Me gustaría que volviera al mismo puesto de trabajo». Valencia sonrió y replicó. «¡Eso mismo quisiera yo!».

    A finales de junio, Valencia se dirigió a López y le dijo «Estoy harto del trabajo de Controlador. No estoy consiguiendo nada. En el departamento de acabado están teniendo dificultades con la pintura y me gustaría volver a mi antiguo puesto».

    LOS CONFLICTOS CONTINUABAN

    El traslado

    Pese a que López le pidió a Armando que meditara cuidadosamente sobre el asunto antes de tomar la decisión y le dijo que volverían a tratar del problema más adelante, Valencia se dirigió a Bruno López y le dijo «He decidido que quiero volver a mi antiguo puesto». Luego de comprobar con Murphy que el antiguo puesto estuviese disponible, todo quedó arreglado para que volviese al cargo, recibiendo instrucciones de iniciar sus labores a las 6 am del siguiente día.

    Al día siguiente Valencia acudió al trabajo a las 8 am, iba vestido con las ropas de su puesto de Controlador y no con las prendas de pintor. «He tenido miedo de decirle a mi mujer que dejaba el trabajo de Controlador. A mi esposa y a los chicos les gustaba que fuera a trabajar con ropas limpias. La razón por la que no me presenté a trabajar a las seis fue porque no pude imaginar una excusa para salir temprano de casa. Hasta tuve que sacar a escondidas el overol para que no se diera cuenta mi familia… Sr. López, siento haberle ocasionado todas estas molestias, pero no he podido evitarlo, cometí un error lo siento, ¿puedo volver a mi puesto de lanzador?».

    Bruno López contestó: «mire, Valencia, usted ya no trabaja para mí, trabaja para el Sr. Murphy en el departamento de acabado». Después de esto Valencia abandonó el despacho de López.

    PREGUNTAS PARA EL LECTOR

    Tres inquietudes que surgen con el caso.

    1. ¿Armando se apresuró en su decisión de volver al antiguo puesto de trabajo? ¿Y sus jefes?

    2. ¿Debería Bruno López permitirle reintegrarse al departamento de Control de Producción?

    3. ¿Hay un problema de confianza entre Armando y su familia?

    Este caso es una adaptación reducida del caso original. La adaptación la ha realizado el IDE para Líderes, con las debidas autorizaciones del autor del caso y la empresa protagonista. La adaptación tiene como finalidad ilustrar de forma sencilla situaciones de negocios, pero no pretende calificar como adecuadas o inadecuadas esas situaciones descritas.