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  • De la ingeniería a la pastelería, para sobrevivir a la pandemia

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    La pandemia afectó la salud y el trabajo de los latinoamericanos, con un impacto directo en la informalidad. Paula Pinto es una ingeniera civil con especialización en gerencia de obras, que antes de la pandemia era jefa del área de compras y logística en una constructora en Perú, con un horario y salario estables. Todo cambió a partir del 16 de marzo, con el inicio de la cuarentena estricta y se resume en esta frase: trabajar más horas y menor remuneración.

    “Con el paso de las semanas, el trabajo se desbordó con llamadas y mensajes en las noches y los fines de semana, con el agravante que después nos informaron que ante la parálisis de las obras el salario se reduciría al 50%. Al principio traté de apoyar a la empresa mientras que pasaba la coyuntura, pero llegó un punto en el que el agotamiento físico y mental me desbordó y decidí renunciar”, ­relata Paula.

    Por si fuera poco, se contagió de covid-19 tras asistir a una reunión presencial de trabajo, donde sus colegas no cumplieron con las medidas de bioseguridad.

    Estuvo dos semanas con síntomas moderados y ese fue su punto de inflexión. Decidió dedicarse a algo totalmente diferente y que siempre le ha gustado: la repostería artesanal. Desde hace unos dos meses lanzó su emprendimiento en Instagram llamado @paucakes.bakery.

    “Estoy muy contenta, aunque ahora trabajo casi lo mismo que antes. Me está yendo bien con los productos, ya tengo mis propias recetas, logré darles un valor diferenciado a mis tortas y si todo sigue como hasta ahora, podré recuperar mis ingresos a los mismos niveles antes de la pandemia”, agregó la emprendedora.

    Detrás de esta historia de resiliencia se esconden dos problemas del mercado laboral en América Latina: el deterioro de las condiciones de los trabajadores por cuenta de la pandemia y la informalidad como puerta de escape ante la falta de oportunidades. En el primer aspecto, un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que en América Latina y el Caribe se registró una pérdida de horas de trabajo de alrededor del 33,5% en el segundo trimestre del 2020, a saber, 80 millones de empleos a tiempo completo equivalentes, que ha dado lugar a su vez a una drástica reducción de los ingresos de los empleados, siendo la región con la mayor pérdida de horas de trabajo en el mundo. Además, se prevé que América Latina y el Caribe siga siendo la región más afectada en el tercer trimestre, con una disminución de las horas de trabajo del 25,6%.

    “Al tiempo que redoblamos esfuerzos para vencer al virus, debemos adoptar medidas a escala lo antes posible, para paliar sus efectos en los planos económico, social y laboral. En particular, fomentar el empleo y la actividad empresarial y garantizar los ingresos”, señaló Guy Ryder, director general de la OIT.

    Para mitigar estos efectos en el bienestar de la población y la economía, los gobiernos han implementado medidas como transferencias directas focalizadas; subsidios a las nóminas; reducción, postergación y hasta eliminación de impuestos; garantías parciales y facilidades de acceso a créditos, entre otros; que han permitido mantener a una parte de los empleos formales.

    La informalidad es el principal cuello de botella del mercado laboral y también explica la reducción de ingresos, debido a que el 51% de los ocupados en América Latina y el Caribe (OIT 2019) vive del día a día y fueron sometidos a cuarentenas estrictas. Los
    más afectados son los jóvenes y las mujeres.

    “Además de las medidas adoptadas por los gobiernos para enfrentar esta emergencia sanitaria y social, se requieren reformas de largo aliento especialmente en la formación del capital humano para aumentar su productividad e inserción laboral; y en el caso puntual de los trabajadores con hijos, promover una mayor flexibilidad de horarios en el empleo formal, para que tanto padres y madres puedan conciliar de mejor manera los empleos de calidad con la vida familiar”, explicó Lucila Berniell, economista principal del CAF, Banco de Desarrollo de América Latina. Un estudio reciente del CAF evidencia que en los mercados laborales de la región las mujeres participan menos que los hombres, tienen más probabilidad de estar ocupadas en empleos informales, a tiempo parcial, con menor productividad y menor remuneración, y están subrepresentadas en puestos gerenciales y ejecutivos.

    Paula sigue trabajando en su residencia en ampliar su oferta de productos y explorando las herramientas digitales para conquistar más paladares e innovando con sus recetas artesanales, aún sin los ingresos que generaba su empleo anterior ni la cobertura a salud y pensión, pero con la satisfacción de haber creado un emprendimiento con altos estándares y todas las medidas de bioseguridad en plena pandemia.

    Nicolás Abrew, ejecutivo principal de comunicación en CAF
    Visiones del Desarrollo es una sección promovida por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- que analiza los principales temas del desarrollo de la región. Los artículos que contiene se publican simultáneamente en los principales medios de América Latina.

    El coronavirus deja dos problemas en el mercado laboral latinoamericano: el deterioro de las plazas de trabajo y el incremento de la informalidad. Imagen: Freepik.es
    El coronavirus deja dos problemas en el mercado laboral latinoamericano: el deterioro de las plazas de trabajo y el incremento de la informalidad. Imagen: Freepik.es
  • El emprendedor opta por la colaboración

    Redacción Cuenca (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    El Centro de Emprendimiento de la Universidad de Cuenca participó de la sexta edición del evento de educación en temas digitales Empower. Se realizó el 17 de octubre del 2020, de forma virtual.

    En este espacio participaron conferencistas como Sandy Carter, quien fue gerente general de IBM y, ahora, es vicepresidente de Amazon Web Services. También, Karina Canales, product Marketing Manager en YouTube y Bárbara Silva, de Singularity Summit Chile, entre otros personajes.

    Como parte de los temas que se analizaron estuvo el de las mujeres en la industria tecnológica, la mentalidad exponencial & Moon­shot Thinking (forma innovadora y disruptiva de afrontar retos o proyectos), el poder del marketing emocional, el poder digital Growth (crecimiento), cómo lograr las metas profesionales y hacer lo imposible, posible.

    Según la directora del centro de emprendimiento, Silvana Zalamea, en la actualidad, más que nunca, se necesita una educación digitalizada y se requiere que las mujeres y personas vulnerables se involucren, al igual que los emprendedores, por ello fueron parte de este evento. Participaron con 200 cupos para los estudiantes universitarios.

    Esta cita formó parte del apoyo que el Centro de Emprendimiento de la Universidad de Cuenca realiza con los emprendedores, que son estudiantes o no.

    En abril pasado, también impulsó un modelo colaborativo para 100 personas que se quedaron sin trabajo. Son economistas, químicos, abogados y otros profesionales con experiencias laborales.

    Ellos aprendieron a desarrollar herramientas colaborativas, uso de la tecnología, innovación, formación de negocios. La capacitación se efectuó de forma virtual. Fueron dos semanas se aprendizaje, que fue gratuito.

    El método colaborativo promueve el intercambio de bienes y servicios, a partir de un enfoque de solidaridad y beneficio mutuo y ahorro. “Esta colaboración ha surgido y se ha desarrollado en épocas de crisis como esta”. En la actualidad, ellos impulsan una caja de ahorro para autofinanciarse y se asesoran en función de sus conocimientos profesionales.

    Para Zalamea, es fundamental encontrar esa colaboración porque las condiciones actuales del mercado nacional son diferentes a las que hubo antes del inicio de la pandemia por covid-19.

    Añade que el asesoramiento está enfocado en la entrega de herramientas y conocimientos para innovar ante la nueva realidad. “Han surgido muchas iniciativas y soluciones para que la sociedad enfrente la pandemia”.

    Durante este año, dice Zalamea, también se contactaron con redes internacionales para buscar financiamiento cuando se presenten proyectos innovadores. Por ejemplo, la Universidad logró que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destine USD 1 millón para los emprendimientos de base científica.

    Otro ámbito de trabajo es el apoyo al emprendimiento social en favor de mujeres y efectuó el evento Mujer empodérate y emprende. Allí, participaron 120 personas, que eran empleadas en almacenes, bachilleres… Con ellas se sigue trabajando para materializar sus iniciativas. Este centro cuenta con un equipo multidisciplinario, con profesionales expertos en producción, finanzas, legislación y áreas técnicas.

    Desde la izq., Jorge Delgado, Silvana Zalamea, directora del centro de emprendimiento, y Silvia Peña (der.). Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Desde la izq., Jorge Delgado, Silvana Zalamea, directora del centro de emprendimiento, y Silvia Peña (der.). Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Las críticas negativas profesionales son necesarias en un momento de la vida

    Carolina Enríquez (I)

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    Decir a un profesional que algo está mal cuando realmente lo está es importante en su vida profesional, principalmente en sus primeros años, porque ayudará a la persona a enfrentar sus debilidades y defectos.

    Así lo señala Santiago Íñiguez, presidente de IE University. Él asegura, en un artículo de su autoría citado por la red social LinkedIn, que no se debe dejar de decir las cosas como son cuando es necesario, ya sea en el trabajo o en otro ámbito.

    Considera que las respuestas positivas y negativas que una persona recibe en los primeros años profesionales le ayudan a entender a los demás, conseguir objetivos, desarrollar buenos hábitos y limitar las actitudes incorrectas.

    Él hace cinco recomendaciones claves para cuando se deba hacer ‘feed back’ negativo.

    1. En recursos humanos se conoce que las críticas desaniman y generan desafección con la organización. Hay que buscar ser empáticos con la persona a la que se le está llamando la atención, no faltar el respeto y decir con exactitud (no subjetivamente) las cosas que están mal.

    2. A veces hay que evaluar mal para que la persona tome correctivos.

    3. Suele haber retroalimentación negativa de dos tipos. La primera por percepciones o resultados, la cual se puede hacer en un grupo; la segunda por comportamientos, que debe hacerse personalmente.

    4. No se olvide que también debe hacerse retroalimentaciones positivas a su equipo y a cada uno de manera personal. Las respuestas negativas y positivas deben ir de la mano; no puede estar una sin la otra.

    5. El aprendizaje de los profesionales en el trabajo y la vida es continuo.

    Imagen referencial. Es importante ser empáticos con la persona a la que se le está llamando la atención. Foto: Pixabay
    Imagen referencial. Es importante ser empáticos con la persona a la que se le está llamando la atención. Foto: Pixabay
  • Ana María Molina: ‘Soy una persona con la filosofía de liderar con el ejemplo’

    Pedro Maldonado

    Editor
    redaccion@revistalideres.ec (I)

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    Para Ana María Molina la familia es lo primero. Pero, eso no quita que sea una profesional que ha destacado en empresas multinacionales y en firmas ecuatorianas.

    Ella considera que cada vez existen mayores oportunidades para las profesionales, así como para las emprendedoras. Su nuevo reto está en Por Todos, un fondo ciudadano que recoge y administra recursos solidarios para contribuir con soluciones efectivas y oportunas para la mitigación de la pandemia del covid-19 en Ecuador. Allí Molina se mueve sin descanso, de manera virtual dentro y fuera del país, para obtener recursos y ayudar al país.

    Las mujeres y las empresas

    “Entre las mujeres empresarias hoy existe mucho optimismo. Mirando en retrospectiva, en los últimos 20 años al menos hemos avanzado mucho: nos hemos posicionado, hemos visibilizado nuestra gestión, cada vez hay más mujeres que dan un paso al frente y deciden ser el piloto de sus vidas. Allí están profesionales, con buena formación y que han priorizado sus carreras generando un balance con sus familias. Entonces encuentro mujeres dispuestas a tener un rol protagónico.

    Hace 20 años las mujeres no siempre daban un siguiente paso luego de estudiar y formar una familia. Mi hija, por ejemplo, es una joven arquitecta de 24 años, que tiene el futuro por delante”.

    El ejemplo y los jóvenes

    “Soy de la filosofía de liderar con el ejemplo. No puedo pedir a alguien que haga algo si yo no soy capaz de hacerlo. He tenido una dualidad, siendo madre y profesional. Mi mejor carta de presentación es lo que he construido con mi esposo y en mis distintos cargos. Puedo decir que he construido un legado con el ejemplo en el hogar y en el trabajo.

    Los jóvenes de hoy se preparan mucho y nos van a tomar la posta el día de mañana. Además importa mucho que tengan un buen corazón y si tienen privilegios deben sacar ventaja en el buen sentido de la palabra”.

    Derecho y equidad

    “He tenido la oportunidad de trabajar en empresas nacionales y multinacionales donde ha habido mucho respeto al espacio de las mujeres. Pero también admito que mi realidad no es la misma que enfrentan otras en el día a día.

    Tenemos la fortuna de que cada vez las personas conocen más sobre sus derechos y obligaciones; hay un marco legal que de cierta manera protege a personas vulnerables y situaciones de acoso.

    Soy una convencida de que una empresa que quiere demostrar que es socialmente responsable tiene que empezar haciendo una labor de concientización casa adentro, sobre todo en una labor tan complicada como es el acoso.

    Además deben dar oportunidades equitativas porque están preparadas y dispuestas a asumir riesgos. Dar oportunidades implica equidad, no solo un rol. Esas empresas son las que trascienden en el tiempo. Es un proceso pero veo que hay más conciencia entre empresarios y trabajadores. Con reglas claras nadie se pierde.

    En mi trayectoria enfrenté casos de acoso, como directora de Recursos Humanos, y las acciones tomadas fueron drásticas. Por eso me gusta cuando los códigos de ética son letra viva. Se investigó y se tomaron acciones y se hizo justicia. Eso mejoró el clima laboral”.

    La familia

    “La familia es lo más importante. Todo lo que hago es por el bienestar de los míos. Cuando me casé, con mi esposo pusimos claro que el trabajo era importante, pero la familia más. En mi hogar somos 10 hermanos y yo siempre quise tener hijos.

    Nunca quise una vida exitosa en lo profesional, pero solitaria en lo personal. Por eso cuando se me presentaron oportunidades para trabajar en el exterior, decidí quedarme con la familia y tener estabilidad. A esto se suman ángeles’ que me acompañaron en este proceso”.

    La solidaridad

    “El fondo Por Todos, formado por Roque Sevilla ante la crisis del covid-19, se enfoca en llevar ayuda para los más vulnerables en una situación para la que no estuvimos preparados.
    La recaudación de fondos es una carrera contra el tiempo. Es un trabajo en el que puedo devolver al país lo que he recibido. Allí están empresarios muy respetables y con muchas ganas de ayudar. Es una tarea desafiante, pero se están abriendo puertas y ventanas.

    Estamos gestionando recursos en Ecuador, EE.UU., Canadá Inglaterra, con gente que conoce y quiere el Ecuador. La capacidad de las mujeres de hacer muchas cosas al mismo tiempo ayuda”.

    Ana María Molina es ejecutiva con trayectoria en multinacionales y firmas ecuatorianas ahora tiene un reto con enfoque solidario.
    Ana María Molina es ejecutiva con trayectoria en multinacionales y firmas ecuatorianas ahora tiene un reto con enfoque solidario. Foto: Cortesía
  • Fernanda Fiallo: ‘Las personas debemos cumplir los retos que se presentan’

    Mayra Pacheco

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    En San Diego, Estados Unidos, a más de 5 470 kilómetros de distancia de Quito, Fernanda Fiallo, gerente General de BioMol Cía. Ltda., combina las actividades que debe cumplir como ejecutiva y su rol de madre. Ha tenido que adaptarse a estar ausente temporalmente de su hogar, por los compromisos de su profesión.

    Fiallo, de 45 años, comenta que por la naturaleza de su trabajo usualmente viaja para asistir a capacitaciones o para vender equipos y reactivos que se utilizan para estudiar el ADN. Por ese emotivo estuvo en San Diego hace pocos días. En este tipo de situaciones se apoya en la tecnología para tratar de estar cerca de sus seres queridos. Realiza videollamadas y así apoya a su hijo menor en las tareas, empleando WhatsApp.

    Formación

    “Cuando era joven, yo no me veía metida en una oficina todo el tiempo, siempre me gustó la naturaleza, los animales, me encantaba el laboratorio. Sentía afinidad por vestir una bata blanca, experimentar y descubrir cosas. Tenía preferencia por el trabajo de campo y aunque ahora cumplo con actividades gerenciales, lo que hago se complementa con mi formación en Biología.

    He dedicado ya casi 20 años a la biología molecular e identidad genética. Por la línea de productos que ofrecemos en BioMol, participamos en capacitaciones permanentes sobre las nuevas técnicas de biología molecular.

    Esto me ha permitido comprender lo que tanto me inquietaba de niña: cómo funcionan las células de los seres vivos”.

    La ciencia

    “En la carrera de Biología el número de mujeres con relación al de los hombres era equitativo. Trabajábamos en iguales condiciones, nunca sentí que hubiese una diferencia por el género.
    Así tuviésemos que realizar un trabajo físico duro de campo, que implicaba largas caminatas en terrenos difíciles y cargar colecciones de plantas o animales encima, mis compañeras y yo lo hacíamos. No recuerdo que alguien haya hecho algún comentario señalando por aquí no, porque las niñas no pueden. Todos íbamos a donde debíamos. Ese era el ritmo que demandaba esta carrera.

    Considero que, en la ciencia, las mujeres estamos en la misma posición o quizá en una mejor, porque nosotras somos más meticulosas y en el laboratorio, a nivel molecular, esto resulta muy útil, porque se manejan volúmenes pequeñitos, se debe seguir protocolos muy estrictos. Pero a la final, creo que tanto hombres como mujeres somos capaces de hacer este tipo de trabajo”.

    Los desafíos

    “Las personas debemos cumplir los retos que se presentan. Si por las circunstancias, la mujer debe sacar adelante a su familia y el hombre debe hacerse cargo de los niños, está bien, es correcto. Es una decisión de pareja.

    Mi esposo Antonio siempre me ha respaldado. Ambos trabajamos hombro a hombro, cada quien en su área. Irene, que trabaja en mi casa, también nos apoya. Ella es tan madre como yo de mis hijos Karla de 26 años, José Antonio (24) y Julián Emilio (8).

    Mis hijos han sentido, en parte, mi ausencia por motivos laborales. No es siempre, pero sí es frecuente. Lo importante es hacerles saber a los hijos por qué uno hace esto. Hablarles de los beneficios que ellos mismo tendrán porque su mamá trabaja y que ella es feliz ejerciendo su profesión.

    Cuando los hijos crecen en un hogar en el que la madre y el padre trabajan y apoyan en las tareas de la casa aprenden sobre equidad. Mis hijos saben que no hay diferencia entre lo que es capaz de hacer un hombre y una mujer”.

    La familia

    “Mis hijos mayores tienen ya su trabajo y con ellos comparto menos tiempo, pero estoy pendiente. Paso más con mi esposo y mi hijo Julián Emilio. Con él armamos legos, vamos a la piscina, le motivo a jugar fútbol y montar bicicleta, lucho para alejarlo de las pantallas.

    Ese tiempo compartido con mi hijo es mi mayor felicidad para una madre. Así sean cinco minutos, o media hora en la noche, eso para mí vale mucho.

    Para liberarme del estrés del trabajo, corro y acudo al gimnasio. Ese es mi tiempo y es casi sagrado. Aprovecho este espacio para reflexionar y cargar mis energías para afrontar lo que venga.

    Mis jornadas pueden ser flexibles. A veces, trabajo desde casa. Eso me permite, en ciertos casos, asistir a los eventos escolares de mi hijo. Eventualmente, por mi profesión, con Karla y José Antonio me perdí algunas fechas especiales, aunque intentaba hacer todo lo posible para estar con ellos”.

    Su CV

    Es licenciada en Ciencias Biológicas. Obtuvo su título en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, en el 2001.

    Ha desarrollado junto con otros profesionales artículos científicos sobre genética.

    Ha participado en congresos y encuentros científicos que se han realizado en Ecuador y en otros países.

    Pasatiempos. Corre y acude al gimnasio. Comparte el tiempo libre con su familia. Le gusta jugar con su hijo Julián Emilio, de 8 años.

    Su visión

    Las mujeres profesionales deben contarles a sus hijos por qué trabajan. Decirles que ellos tendrán beneficios por eso y a la vez decirles que una mujer que ejerce su profesión se siente feliz.

    Fernanda Fiallo es gerenta general de BioMol Ecuador Compañía Limitada. Esta firma capacita y vende equipamiento de biotecnología. Foto: cortesía Fernanda Fiallo
    Fernanda Fiallo es gerenta general de BioMol Ecuador Compañía Limitada. Esta firma capacita y vende equipamiento de biotecnología. Foto: cortesía Fernanda Fiallo
  • La formación se amplió en el aula

    Giovanni Astudillo. Editor (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La responsabilidad social no debe ser entendida solo como una extensión universitaria o voluntariado estudiantil, su propósito fundamental es la formación de nuevos profesionales éticos y socialmente responsables con todos sus grupos de interés.

    Esa es una de las conclusiones del estudio ‘Responsabilidad Social Universitaria en Ecuador’, publicado por Genoveva Espinoza y Marco Guachamín, de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador.

    Según María Beatriz Eguiguren, directora del Departamento de Ciencias Jurídicas y del Observatorio de Conflictos Socioambientales de la Técnica Particular de Loja (UTPL), las universidades no pueden estar alejadas de este tema, porque son instituciones que tienen el propósito de formar profesionales responsables con su entorno, que deben resolver problemas sociales y ambientales.

    Con ese criterio coincide el catedrático cuencano Pedro Mora. Él señala que las universidades dentro de su visión y misión forman talento humano para la sociedad priorizando al ser humano, pero que también exista un equilibrio con el ambiente.

    Eguiguren explica que, a más de la formación académica, los estudiantes están involucrados en la investigación y vinculación y, por ende, están relacionados con la sociedad.

    En una primera fase, los docentes tienen la obligación moral de incluir a los alumnos desde los primeros ciclos en los proyectos de investigación porque es parte de su formación, dice Eguiguren. Cuando los alumnos tienen más competencias y conocimientos acceden a las iniciativas de vincu­lación con la sociedad.

    “Ya no solo recogen las necesidades de la sociedad, sino también dan respuestas y fortalecen sus capacidades para beneficio de la comunidad, centros indígenas o sociedad en general”, comenta la catedrática de la UTPL. Luego, cuando el estudiante está más preparado y tiene una formación en responsabilidad social pasará a una siguiente fase, que son las prácticas pre-profesionales.

    En la investigación de Espinoza y Guachamín se señala que la responsabilidad social universitaria debe garantizar la calidad de la educación superior a través del fortalecimiento y adaptación al entorno académico y realidad actual. Por ello, agregan que no puede pasar por alto la formación de profesionales con conocimientos pertinentes a los requerimientos del entorno, sensibles y motivados por valores y orientar la investigación a la solución de problemas sociales.

    La teoría y la práctica son parte de una formación social

    Redacción Cuenca (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Aunque es optativa, la asignatura de responsabilidad social es una de las más demandadas de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad de Cuenca. Se dicta durante un semestre en el octavo ciclo. Tiene 70 alumnos divididos en dos cursos.

    En su pénsum se trata la historia de la responsabilidad social en el país y el mundo y los elementos de responsabilidad de la empresa ante la sociedad y el ambiente, que forman parte del desarrollo sostenible.

    Los estudiantes también aprenden sobre las normativas nacionales e internacionales, modelos de gestión de responsabilidad social empresarial y gestión estratégica de las relaciones con los ‘stakeholders’, que son los grupos de interés que son afectados por cualquier decisión que adopte la empresa, dice Francisco Roldán, profesor de Responsabilidad Social Empresarial en Administración de Empresas de la Universidad de Cuenca.

    Él destaca que la intención es que los futuros gerentes aprendan que uno de los principales intereses debe ser la responsabilidad social y ambiental y no solo obtener ganancias económicas. “Queremos ir más allá y que el estudiante conozca que existen procesos fijados y que en el ámbito internacional hay certificaciones de calidad”.

    Diego Loyola fue profesor de Responsabilidad Social durante cinco años. Él destaca que con esta materia se busca concienciar que el desarrollo sostenible es una parte fundamental de la gestión y que se está desarrollando en el mundo. “Enseñamos qué es lo que un gerente debe realizar, cuál es su posición frente a la realidad de la sociedad y la naturaleza”.

    Los estudiantes también deben analizar una empresa y ver qué acciones están tomando frente a los requisitos normativos como la ISO 26000 y otros criterios. Con información de empresas multinacionales y las grandes del país se efectúa esta evaluación, señala Loyola.

    En este trabajo, los alumnos conocen la organización, sus actividades y luego analizan en función de los criterios de responsabilidad social y efectúan la evaluación. “Se busca que entiendan que una empresa no solo está para ganar dinero y esa no es su naturaleza inicial sino hacer una labor de distribución de riqueza a sus empleados, accionistas, proveedores, quienes están al lado de la fábrica…”, dice Loyola.

    La formación también se complementa en los posgrados. Pedro Mora es director de la Maestría en Administración y Gestión de Empresas en la Universidad de Cuenca. Paralelo al avance académico, los estudiantes deben realizar un proyecto o pasantía y dar asesoría en varios temas como la responsabilidad social empresarial.

    El proyecto, explica Mora, será preparado en el primer semestre, se desarrollará en el segundo y los resultados se presentarán en el tercero. El estudiante se acercará a microempresas, emprendimientos, artesanos o mujeres asociadas. “Se escoge a ellos porque se supone que las medianas y grandes empresas tienen conocimientos en responsabilidad social”.

    María José Montalvo asesora a la emprendedora Paola Rodas. Xavier Caivinagua para LÍDERES
    María José Montalvo asesora a la emprendedora Paola Rodas. Xavier Caivinagua para LÍDERES

    Las asesorías son parte del vínculo entre el estudiante y la sociedad

    Redacción Cuenca (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    La vinculación con la sociedad forma parte de la formación en responsabilidad social. Allí, por lo general, participan los alumnos universitarios que cursan los últimos años de sus carreras.

    Eso ocurre en el Centro de Servicios Empresariales de la Universidad de Cuenca. Están involucrados los estudiantes de los últimos ciclos de Administración de Empresas, Contabilidad y Auditoría, Economía, Mercadotecnia y Sociología.

    Su objetivo es ofertar los servicios gratuitos de asesoría, estudios y acompañamiento para sus emprendimientos. Los alumnos acompañados por docentes apoyan desde la generación de la idea, desarrollo y otras etapas necesarias para la puesta en marcha de un negocio.

    Según Juan Fernando Castillo, coordinador de este centro, hay tres beneficiados. Las personas que acceden a una asesoría gratuita; los estudiantes que realizan prácticas preprofesionales y la universidad, que se vincula con la sociedad.

    Por su parte, la Universidad Técnica Particular de Loja cuenta, entre otros centros, con el Departamento de Ciencias Jurídicas y del Observatorio de Conflictos Socioambientales. Su directora María Beatriz Eguiguren señala que la formación que ofrecen se enfoca en responder a las necesidades de la sociedad y los estudiantes son preparados para que puedan dar respuestas.

    Ella explica que tienen proyectos que dan soluciones en el campo legal a través de brigadas itinerantes que se desarrollan en todo el país. Por allí deben pasar tanto los estudiantes presenciales como los de a distancia. La carrera de Derecho tiene 13 000 estudiantes en esta última modalidad y otros 1 000 en la presencial.

    Además, brindan asesorías guiadas por sus profesores en los consultorios jurídicos que tienen en Quito, Guayaquil, Cuenca y Loja.

    En Zamora Chinchipe, en cambio, funciona el Centro de Innovación y Desarrollo para la Industria y Minería que fue creado en el 2013 por la Universidad Técnica Particular de Loja. Su labor se centra en el entrenamiento y formación con programas de capacitación certificados.

    Otros campos de acción se relacionan con el emprendimiento y desarrollo y el trabajo con los gobiernos autónomos descentralizados. Según su director, Leonardo Benavides, como parte de la responsabilidad social capacitaron en primeros auxilios y rescate a 150 mineros artesanales de Nambija.

    Además, dan los primeros pasos para traer el programa ‘Oro con Precio Justo’, que premia a los productores que no emplean niños, no contaminan el ambiente y tienen prácticas de seguridad. Este año llegó una delegación de Mongolia y del consejo de la Alianza por la Minería Responsable.

    Benavides agrega que también certificaron a pobladores de Los Encuentros y Chicaña, que están cerca del proyecto Fruta del Norte y de la parroquia Lita (Imbabura), que está cerca de Cascabel. La idea es que puedan tener los elementos suficientes para determinar si hay contaminación del agua y sean los primeros cuidadores del recurso.

    Francisco Roldán es profesor de Responsabilidad Social en la Universidad de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Francisco Roldán es profesor de Responsabilidad Social en la Universidad de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Diego Fabara: ‘El líder toma decisiones muy duras’

    Pedro Maldonado

    (I)
    Editor del Semanario LÍDERES

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    El ecuatoriano Diego Fabara es el nuevo Jefe Global de Riesgo de Visa, en Nueva York. Antes ocupó altos cargos en el mundo financiero como la Presidencia de The Global Banking Group de American Express, entre otros. LÍDERES conversó con Fabara vía correo electrónico sobre su carrera, los retos que ha enfrentado y el valor de la formación académica.

    ¿Cuáles son sus tareas en este nuevo cargo?

    Como Jefe Global de Riesgo de Visa (Chief Risk Officer, CRO, por sus siglas en inglés) soy responsable de mantener la integridad del sistema de pagos Visa y nuestra reputación de liderazgo a la vanguardia de la industria de pagos. Asimismo, trabajo de manera muy cercana con agencias reguladoras y me ocupo, junto a mi equipo global de trabajo, de proteger los activos de Visa de pérdidas inesperadas. Bajo este rol, estoy a cargo de impulsar tendencias de pensamiento y liderazgo en seguridad de pagos con el objetivo de ofrecer servicios de primer orden para prevenir, detectar y mitigar el impacto de ataques fraudulentos en nuestros clientes y otras partes interesadas del sistema de pagos.

    ¿Cuál ha sido su plan profesional para ir escalando en el mundo financiero a escala mundial?

    Mi desarrollo profesional siempre ha estado basado en seguir oportunidades laborales que me apasionen. En este caso, tener la inmensa oportunidad de dirigir la función de riesgo a escala mundial de la red de pagos más grande del mundo es un honor y un importante logro en mi carrera.

    ¿Cuáles han sido los retos más grandes de su carrera hasta el momento?

    Probablemente, la crisis financiera del 2008 y el 2009 en la cual los mercados mundiales colapsaron y el capital líquido en el mercado casi ni existía. Esta crisis la pasé cuando era Presidente de Operaciones del Banco Barclays en Londres. La crisis fue muy dura y afectó a todos los segmentos del banco desde el Banco Privado hasta el grupo de tarjetas de crédito.

    Las carpetas en mora excedieron el 20% y las pérdidas diarias eran en millones de libras esterlinas. Esta crisis definitivamente me probó como líder de una institución mundial como lo es Barclays, donde tuve que tomar decisiones muy duras, como por ejemplo, llevar a cabo reestructuraciones en el personal del banco. Al final de esta experiencia, el banco recuperó su posición en liquidez y las pérdidas fueron normalizadas. Esto requirió un arduo trabajo, pero aprendí mucho sobre cómo funcionan los mercados mundiales.

    Diego Fabara cree que el Ecuador tiene buenas perspectivas, aunque tome un tiempo de maduración. Foto: cortesía
    Diego Fabara cree que el Ecuador tiene buenas perspectivas, aunque tome un tiempo de maduración. Foto: cortesía

    ¿Qué requisitos se exigen hoy en la industria financiera, en comparación con los requisitos de hace 5 o 10 años?

    Haciendo referencia a mi área de concentración, la industria ha cambiado mucho, los sistemas de riesgo operan con tecnología de punta con sistemas que utilizan plataformas de ‘machine learning’, hardware optimizado con inteligencia artificial, sistemas biométricos, procesamiento de lenguaje natural, por nombrar algunas. Básicamente, la industria ha dado un salto grande en términos del tipo de modernización que existe. Al mismo tiempo, las demandas regulatorias han cambiado muchísimo para dar más solidez a los mercados mundiales.

    ¿Cuánto incide la formación académica?

    Influye mucho. Sin embargo, en mi caso no tuve una preparación académica tradicional. Gran parte de mi formación ha estado basada en cursos que he tomado a lo largo de mi carrera. La mayoría de estos cursos de preparación fueron ofrecidos por los diferentes bancos en los que he laborado, los cuales han cubierto áreas como estrategia de capitales y liquidez, operaciones bancarias, y entrenamientos para liderar grupos numerosos de trabajo.

    ¿Qué consejos se anima a dar a los jóvenes que ahora están formándose?

    El principal consejo que daría a mis compatriotas que están en sus años formativos es que sigan sus sueños. Nada es imposible si se pone el interés, la dedicación, la disciplina y la pasión necesarias, todas características que nos distinguen a los ecuatorianos. Otro consejo que les daría es que todos tenemos que entender que para triunfar muchas veces también hay que probar la derrota. Todas las caídas deben ser tomadas como oportunidades de aprendizaje y crecimiento tanto profesional como personal.

    Hablando ya del mundo financiero, ¿qué panorama se puede esperar para el 2020 en las actuales circunstancias de la economía mundial?

    El Banco Federal de Chicago ha pronosticado con mucha precisión las últimas cinco crisis financieras y en este caso ya se proyecta una desaceleración económica, pero no una crisis. El sistema bancario internacional se ha fortalecido mucho en la última década, esto es producto del cambio regulatorio en reservas bancarias. En mi opinión la economía va a tener una desaceleración pero nada como lo que se vio en el 2008 y el 2009.

    ¿Qué oportunidades existen para Ecuador en este contexto económico mundial?

    Ecuador es un país con muchos recursos naturales y con un contingente de profesionales muy capacitados, estos son los ingredientes necesarios para que un país salga adelante. Espero que la economía ecuatoriana se estabilice en tal forma que el índice de riesgo del país baje para que la inversión externa sea más fluida.

    Diego Fabara cree que el Ecuador tiene buenas perspectivas, aunque tome un tiempo de maduración. Foto: cortesía
    Diego Fabara cree que el Ecuador tiene buenas perspectivas, aunque tome un tiempo de maduración. Foto: cortesía
  • Hablar no es igual que comunicar

    Foro Económico Mundial
    (I)

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    Al terminar la presentación ante su cliente, Carlos sale apresuradamente de la sala de reuniones y se va directamente a su despacho. Por el camino evita hablar con los compañeros con los que se cruza. Una vez más, como cada mes desde que hace un año le nombraran jefe de proyectos, se ha quedado con la sensación de que no ha sabido transmitir con claridad cuáles han sido los avances de su equipo en las últimas semanas. Los nervios le han impedido demostrar el buen trabajo que han hecho.

    Como Carlos, muchos profesionales competentes, con gran conocimiento sobre sus materias, a menudo tienen dificultades para trasladar sus ideas a los demás. Puede ser que utilicen un lenguaje tan técnico que cuesta trabajo entenderlo, que expongan sus mensajes de forma desordenada, que no consigan levantar la cabeza del papel cuando hablan, que se expresen de forma monótona y aburrida o que no sepan sintetizar lo suficiente el contenido. También pueden existir otros motivos que dificulten su comunicación, aunque estos son algunos de los más habituales.

    Artículos académicos e informes empresariales han dejado claro que saber comunicar determina en gran medida el éxito personal y profesional. Todos están de acuerdo con que la comunicación es una habilidad clave para progresar. Lo que no está tan claro es cómo desarrollarla.

    De manera efectiva

    Lo cierto es que todos sabemos hablar, pero no todos hemos aprendido a comunicar adecuadamente. Solemos dar por hecho que cuando hablamos comunicamos y muchas veces no es así, al menos no de manera efectiva.

    Para que exista comunicación, primero debe haber información. Ahora bien, comunicar es mucho más que informar. La persona que comunica elabora un mensaje con el objetivo de que otra persona no solo lo reciba, sino que lo entienda, que provoque en ella algún efecto, alguna respuesta. No le basta con presentar los datos, sino que busca hacerlos creíbles. Para ello necesita filtrar, ordenar y sintetizar esos datos, o lo que es lo mismo, transformarlos en un mensaje válido para su receptor.

    Andrew Stanton, director de ‘Wall-E’ explica el poder de elaborar una buena historia en las charlas TED, grandes eventos de comunicación pública.

    La comunicación efectiva consiste en utilizar correctamente el lenguaje verbal y no verbal para expresar nuestras ideas, de forma que logremos conectar con nuestros interlocutores para que reciban exactamente lo que deseamos transmitirles y actúen en el sentido en el que nosotros queremos que lo hagan. En definitiva, se trata de transmitir de forma eficiente el mensaje apropiado en el momento oportuno.

    Aprender

    Aprender a comunicar en público adecuadamente no es un proceso natural. Nadie lo resuelve durante sus primeros años de vida. La buena noticia es que se trata de una habilidad que se puede aprender y mejorar cuando somos adultos. Como en cualquier otra disciplina que queramos dominar, para aprender a comunicar de manera efectiva tenemos que pasar por cuatro etapas, según el modelo de aprendizaje que se atribuye al estadounidense Abraham Maslow.

    La primera etapa es la de la Incompetencia Inconsciente. Usted no sabe nada sobre lo que implica comunicar ante un público y tampoco es consciente de su falta de conocimiento.

    En la segunda etapa, la de la Incompetencia Consciente, empieza a informarse sobre ello, aprende algunas técnicas, hace algún curso, lee libros y artículos… Esta es la fase en la que más se aprende.

    En la etapa de la Competencia Consciente ya ha aprendido lo que tiene que saber de forma teórica para comunicar en público. Es capaz de ponerlo en práctica, con mejores o peores resultados, aunque para hacerlo necesita prestarle toda su atención.

    Muchos profesionales competentes a menudo tienen dificultades para trasladar sus ideas a los demás. Foto: Ingimage
    Muchos profesionales competentes a menudo tienen dificultades para trasladar sus ideas a los demás. Foto: Ingimage
  • Edith Villavicencio: ‘Para acceder a un puesto de trabajo debe existir equilibrio’

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Amplia experiencia en comercio exterior es lo que le han dejado los 29 años de trabajo en DHL a Edith Villavicencio.

    Hoy, ella ocupa el cargo de Gerenta General para Ecuador, pero recuerda que empezó desde abajo en la empresa. Su primer cargo fue agente de servicio al cliente.

    Su etapa profesional la inició joven, por lo que a la par estudió la carrera de ingeniería comercial en la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, de Guayaquil.

    Más tarde estudió una maestría en dirección de empresas del IDE Business School. A su formación se sumaron cursos, diplomados, certificaciones, entre otros.

    Tal fue su crecimiento en DHL que no solo ha desempeñado cargos dentro de Ecuador, sino en la región. Ocho años estuvo en Venezuela en la dirección comercial.

    “Mi trabajo en la empresa me ha permitido conectarme con una visión global. Eso es positivo porque nos hace ver más allá de las fronteras del país. Aprendí normas, regulaciones, apertura o cierre al comercio de mercancías, leyes, política, entre otros”.

    Ser mujer en una compañía

    “He tenido la suerte de que en una multinacional como en la que trabajo no existan brechas de género. Las oportunidades se dan en función de la capacidad y el resultado demostrado por cada uno. No hay diferencias para que uno u otro avancen más en lo referente a la carrera y el salario.

    Es indiscutible, desde mi experiencia, que desde la corporación se hace un esfuerzo extra para mantener el balance. Se crean espacios para exista ese equilibrio.

    Esta es una empresa muy masculina, no es común encontrar mujeres en el área de logística. Pero, cada vez hay más espacios en función de la capacidad que tenemos cada una de nosotras”.

    Trabajo y apoyo

    “Es sumamente importante crear equipos de ambos sexos. De esa manera nos integramos. Somos distintos, pero la visión masculina y femenina se complementan en el mundo.

    En los equipos comerciales nos aseguramos de que siempre exista un balance. Todavía tenemos, sin embargo, espacios para seguir mejorando; a eso me refiero al área de courier. Ya tenemos casos emblemáticos, pero son contados con las manos.

    Todavía tenemos que hacer un trabajo para insertar a más mujeres en la entrega de paquetería, en la parte de operaciones.

    La realidad es que al haber límite de peso en las cargas y herramientas como montacargas, carretillas y más se vuelve relativo quien las lleva o no. Cuidamos también, independientemente que el empleado sea hombre o mujer, de los aspectos de seguridad y salud ocupacional. No hay excesos ni para uno ni para otro.

    Hay condiciones de igualdad para que puedan asumir determinados roles. Hay mujeres más propensas al riesgo y otras menos. Los paradigmas los creamos nosotros mismos. Lo importante es que la persona se sienta cómoda en el rol que desempeña”.

    Familia

    “En esta empresa buscamos mantener al personal motivado. Somos flexibles. Entendemos que la condición de madre requiere de tiempo, compañía, colaboración, entre otros. Es necesario un esfuerzo de la organización para que eso sea viable y no frene el desarrollo de la carrera de una mujer”.

    Crecimiento

    “En mi experiencia, puedo decir que se compite con otros profesionales en una justa lid, en función de la capacidad de uno.

    No creo que por el hecho de ser mujer se tenga una posición favorable para tal o cual puesto de trabajo. Debe haber un equilibrio absoluto en las oportunidades que se dan para acceder a un cargo.

    Es importante prepararse constantemente. A veces hay que tener días más largos en varios ámbitos.

    Además, uno debe seguir realizando otros roles: materno o de hija. No todas las mujeres se casan y una se encarga, a veces, de cuidar a padres o hermanos. Eso es más fuerte que lo que tradicionalmente pasa con un varón.

    También es importante para crecer el apoyo de la pareja que se tenga, las decisiones que se tome en la vida y el entorno familiar.

    En la empresa hay un enorme balance entre respeto y resultados. Si se cumple con eso y con el perfil que se busca para una posición laboral, la persona será un candidato que pueda postularse.

    En el directorio de DHL en Ecuador cuatro de nueve personas son mujeres. Estamos la gerente comercial, la de recursos humanos, la asesora legal y yo. En la región también hay participación; hay gerentes generales en Perú y Panamá”.

    Datos

    Familia. Está casada y es madre.

    Actividades. Ha desarrollado proyectos de responsabilidad social en la empresa. Fue voluntaria de Junior Achievement, en Enseña Ecuador y en la Corporación de Viviendas del Hogar de Cristo.

    Formación. Tiene diferen­­tes licencias y certificaciones vinculadas con el áreas de comercio exterior y el mundo corporativo en general. Ha recibido ­capacitaciones a escala nacional e internacional.

    Edith Villavicencio es gerente general de DHL en Ecuador. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Edith Villavicencio es gerente general de DHL en Ecuador. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • La improvisación aplicada genera habilidades blandas

    María Vanessa Silva

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    El avance de la tecnología apremia que los trabajadores desarrollen nuevas destrezas que vayan más allá de los conocimientos técnicos o académicos. Eso los hará destacar en medio de un mercado laboral cada vez más competitivo.

    Se trata de las habilidades blandas, también llamadas ‘soft skills’ (por su nombre en inglés). En términos sencillos, son habilidades sociales que aportan a un relacionamiento y desenvolvimiento de las personas. Por otro lado, las ‘hard skills’ (habilidades duras) son las aptitudes técnicas.

    Para quien no conoce del tema puede resultar extraño estos conceptos, pero lo cierto es que cada vez más las organizaciones a escala mundial buscan talentos con cualidades de liderazgo, creatividad, comunicación, proactividad, por mencionar algunas.

    La red social predilecta del mundo de los negocios y empleo, LinkedIn, señala que hay al menos 50 000 habilidades profesionales, según sus registros internos. Con ese antecedente, logró determinar cuáles son las que más requieren las organizaciones en 2019.

    Para el 57% de los empleadores las habilidades blandas son más importantes que las habilidades duras. Lo particular de las primeras es que los robots no pueden automatizarlas.

    Según LinkedIn, las cinco ‘soft skills’ más demandadas en los trabajadores son: creatividad, persuasión, colaboración, adaptabilidad y gestión del tiempo. Invertir en el desarrollo de estas aptitudes trae efectos positivos al talento humano y, por ende, al rendimiento del negocio.

    Las personas aprenden a ser mejores profesionales y pueden contribuir a sus organizaciones con una mejor calidad en su trabajo. Las empresas entonces saldrán beneficiadas al contar con colaboradores de mejor nivel, comenta Roberto Estrada, socio de Deloitte Consulting.

    Hay diversas maneras de cultivar estas destrezas en el personal. Una de ellas es con la técnica de la Improvisación Aplicada, que proviene de la improvisación teatral.

    La ‘impro’, como también se le conoce, adopta conceptos de formación actoral para reaccionar adecuadamente en eventos que aparecen de forma imprevista. La capacidad de asimilar estas circunstancias ágilmente, ser recursivo y trabajar en equipo se convierten en un valor agregado para el recurso humano.

    Actividades lúdicas, charlas e intercambio de experiencias son temáticas generales en las que se desarrollan los programas.

    En Ecuador, la firma pionera en impartir capacitaciones con esta metodología a empresas y universidades es imPROS. Sus fundadores empezaron hace un año atrás y hasta ahora han trabajado con 24 de organizaciones y han capacitado a unas 760 personas, incluidos docentes universitarios.

    Fue fundada en mayo de 2018 por el ecuatoriano Jorge Sánchez, un profesional de la aviación con amplia experiencia en posiciones académicas y gerenciales, junto con el español José Serrano, quien es un abogado litigante y formado como improvisador en Madrid.

    A veces la gente asocia la improvisación con dejar todo para último momento y ser reactivo, pero la improvisación aplicada es una técnica que, en síntesis, prepara a las personas para que sepan utilizar todos los recursos disponibles a su alcance para cumplir un objetivo planteado, describe Jorge.

    Creatividad e innovación, comunicación y trabajo en equipo, negociación y manejo de conflictos, escucha y empatía, son algunas de las destrezas que se pueden desarrollar para las empresas. En la rama educativa se potencian las habilidades de enseñanza.

    imPROS cuenta con siete facilitadores que son actores y profesiones de la improvisación provenientes de España, México, Colombia, Chile, Austria, Panamá, Perú y Costa Rica. Ellos son convocados por la empresa para que vengan al país a impartir las capacitaciones. Conseguir estos perfiles en Ecuador ha resultado complicado, dicen los ejecutivos.

    Los programas se construyen según las necesidades de las empresas o universidades. Van desde sesiones de un solo día hasta planes de largo aliento, para generar cambios que perduren en el tiempo, anota José, quien resalta que la técnica influye en la confianza.

    imPROS es parte de la Red Internacional de Improvisación Aplicada, la primera organización mundial de este tipo formada en 2002 con 30 improvisadores. En la actualidad es una comunidad con más de 7 000 miembros.

    La firma ImPros especializa en formación mediante técnicas de la improvisación teatral. El personal desarrolla creatividad, empatía y otras destrezas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    La firma ImPros especializa en formación mediante técnicas de la improvisación teatral. El personal desarrolla creatividad, empatía y otras destrezas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES