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  • La banca tiene cinco reparos al proyecto económico urgente

    Evelyn Tapia

    La banca privada tiene al menos cinco reparos importantes contra el proyecto de ley para impulsar la reactivación económica del país, que se tramita con carácter de económico urgente en la Asamblea.

    A pesar de que el proyecto ya tiene un 50% de cambios desde que se envió desde el Ejecutivo al Legislativo, en la Asociación de Bancos Privados (Asobanca) todavía consideran que “introduce conceptos peligrosos para el sistema financiero y no va a generar los cambios necesarios para la reactivación económica del país”, dijo Julio José Prado, director ejecutivo de Asobanca la mañana de hoy, miércoles 22 de noviembre del 2017, en Ecuavisa.

    La Asobanca difundió ayer un comunicado en el que detalla los puntos que generan mayor incertidumbre.

    El primero es la propuesta de modificación al artículo 95 del Código Monetario, en el que se establece que las entidades del sistema financiero privado estarán obligadas a satisfacer la demanda de liquidez del país. Actualmente, solo el Banco Central tiene esa obligación.

    Para Prado esta disposición no obedece a criterios técnicos y “echa por tierra todo principio sobre la función de las entidades financieras”. Añade que las reservas líquidas del sistema financiero privado tienen por objeto garantizar a sus propios depositantes y atender sus operaciones de comercio exterior.

    El otro punto que cuestionan es la propuesta modificar el artículo 96 del mismo Código, con el que se establece que cuando la banca exceda el tope de demanda de especies monetarias, tendrá que responder por los costos de traer las remesas utilizando sus activos externos líquidos.

    La gerenta del Banco Central, Verónica Artola, explicó que este artículo busca garantizar que los bancos cumplan con la promesa hecha en agosto ante el presidente Moreno, de reducir la demanda de efectivo en USD 800 millones en un año y USD 1 600 en dos.

    «Los bancos se comprometieron a demandar USD 800 millones menos en el primer año. Yo escucho ahora con asombro que dicen que no saben si se van a poder comprometer, cuando en la reunión con el Presidente dijeron que sí, que sabían que debía haber corresponsabilidad», señaló Artola a este Diario.

    En el primer debate del proyecto, el pasado lunes, se analizó la necesidad de rebajar las tarifas de uso de medios electrónicos, para incentivar su uso y reducir la demanda de efectivo.
    Sin embargo, en la Asobanca dicen que todavía no hay decisiones sobre cuáles serán las tarifas para el sistema de billetera móvil que implementarán para reemplazar la desaparición del dinero electrónico que maneja en Central.

    Mientras que Artola enfatizó que es necesario que las tarifas que cobren en el sistema financiero por los medios electrónicos sean mucho más bajas, para que se considere un incentivo. «Se necesita que la Superintendencia de Bancos revise el tema de costos para generar otros incentivos. Eso no va a ser de agrado de los bancos, pero más que por montos su ganancia sería por volumen para que compensen», señaló.

    La Asobanca además considera que el recargo de entre 0,5 y 2% a los retiros que excedan los USD 5 000 debe eliminarse.

    “Estamos de acuerdo que debe usarse menos efectivo, pero debe ser en forma de incentivos y paulatina. Este impuesto puede desbancarizar a la población”, dijo Prado.

    El vocero de Asobanca también cuestionó la decisión de la Asamblea de introducir como excepciones al cobro del recargo a sectores como la agricultura y la construcción. “Queremos que nos expliquen cómo se va comprobar esto. ¿Tendremos que pedir RUC o currículo a cada cliente? Dicen que se hará mediante devolución, pero veamos si el Estado devuelve o no el dinero”, añadió.

    Otros dos puntos que le preocupan a la banca es que la competencia de la información crediticia sería entregada a la Superintendencia de Bancos y que dejaría de ser manejada por los burós de crédito; y que el proyecto permitirá que los accionistas que coparticipen con el Estado en la propiedad de una entidad financiera, se eximan de la obligación de no tener intereses en actividades ajenas al sistema financiero.

    El proyecto de Ley para Impulsar la Reactivación Económica del Ecuador se analiza en la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea. Foto: Galo Paguay/ LÍDERES
    El proyecto de Ley para Impulsar la Reactivación Económica del Ecuador se analiza en la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea. Foto: Galo Paguay/ LÍDERES
  • Un proyecto turístico junto al manglar del río Esmeraldas

    Marcel Bonilla

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    Desde la orilla se observa el verdor del mangle y los pescadores artesanales mientras reman sobre sus canoas para pescar en la desembocadura del río Esmeraldas.

    La brisa y un suave olor a naranjo se sienten a pocos metros de la reserva de manglar, donde anidan aves y es el hábitat de especies marinas como el bagre.

    Allí funciona Marina-Ecovida, un proyecto turístico inspirado en el manglar y aprovechado por nativos de la zona de Pianguapí y la isla Luis Vargas Torres.

    El manglar tiene una estrecha relación con el pueblo afro de Esmeraldas, porque es ahí donde se entretejen historias que han dado vida a leyendas y personajes históricos, explica la antropóloga Eunice Villegas, del Centro Internacional de Diversidad Cultural de Esmeraldas.

    Tras el lanzamiento del proyecto turístico hace dos meses, la acogida del sitio ha sido satisfactoria, porque ha permitido a los turistas navegar por el interior del manglar y observar pelícanos, garzas, piqueros, gaviotas y gaviotines, señala Rodrigo Albornoz, administrador del proyecto.

    Los guías nativos no solo hablan del manglar, también recuerdan las historias que identifican a los afroesmeraldeños como La Tunda y Riviel, dos de los personajes mitológicos de Esmeraldas.

    Tatiana Chacha, una de las visitantes, dice que la iniciativa permite disfrutar del manglar y conocer más de la cultura de Esmeraldas, porque durante el recorrido se puede observar a hombres con sus atarrayas y anzuelos.

    Este recorrido empieza desde la playa de Las Palmas, puede ser vía terrestre, en bicicletas, o por el mar a bordo de una lancha, hasta llegar a la desembocadura del río Esmeradas, en Tachina.

    Los dueños del proyecto han adecuado un puerto, donde se acodera una barcaza usada para el recorrido fluvial, con capacidad para 20 personas.

    Los turistas pueden degustar de un coctel de coco y conocer la belleza del río Esmeraldas.
    Entre las historias que se cuentan están el arribo de los españoles, que navegaron por ese río, y el 21 de septiembre de 1 526. El administrador del proyecto explica que la iniciativa surgió como una forma de mostrar la naturaleza expresada en el manglar, con una propuesta de cuidado a la ecología del sector.

    Por eso el proyecto turístico tiene una visión amplia de la cultura y el turismo, que deben ir de la mano aprovechando lo mítico de Esmeraldas y su gastronomía, que es parte de esta ruta turística, explica Rodrigo Albornoz.

    El viaje por el estuario termina con la degustación de una variedad de platos típicos, que se comparten a la orilla del río. Allí se degusta el tradicional tapa’o esmeraldeño, langostas al ajillo, cebiches de langostinos, concha y camarón, así como los encoca’os de cangrejo azul y de pescado.

    Martín Pineda, propietario del negocio, explica que el proyecto busca mantener la relación entre la cultura esmeraldeña y el turismo, aprovechando el manglar, y el rescate de una zona que sirve de amortiguamiento de la ciudad. Los turistas tienen pueden pasear en barcaza, recorrer en motos acuáticas y pescar en el muelle.

    La iniciativa surgió como una forma de mostrar la naturaleza expresada en el manglar, con una propuesta de cuidado al ecosistema. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    La iniciativa surgió como una forma de mostrar la naturaleza expresada en el manglar, con una propuesta de cuidado al ecosistema. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Seis cafeterías que se unieron en un proyecto

    Patricia González

    Con el propósito de incentivar la cultura de café de especialidad en Quito, seis cafeterías de la ciudad se asociaron para conformar el proyecto La Ruta, café de especialidad.

    Allí están las cafeterías Isveglio, Fan Air Café Cómic, Caffeto & Moca, Distrito Café, El Cafecito Quito y Coffeeteer Aromas & Sabores. Estas se localizan en distintos sectores del norte de Quito y en el valle de Los Chillos.

    Isveglio, además de cafetería, es escuela de barismo. Previo a conformar el proyecto, los fundadores de cada una de las cafeterías fueron capacitados como baristas en la academia de Isveglio, por David Miño, propietario.

    El objetivo de La Ruta es brindar una experiencia completa al cliente en cada una de las cafeterías. Como aspectos indispensables, los locales deben garantizar la calidad del grano, una buena extracción y un excelente servicio.

    Para promocionar la iniciativa, a la fecha han entregado 1 000 hojas volantes, a los que denominan “pasaporte”. Al presentarlo, el cliente recibe una bebida de cortesía por cada cafetería que visite.

    Los seis locales ofrecen un café arábigo, con tueste de especialidad. El grano es cultivado en distintas provincias del país.

    David explica que el café de especialidad debe contar con una buena extracción y dependiendo del gusto del cliente puede ser más ácido, más dulce o amargo.

    En las cafeterías de especialidad se controla cada paso del preparado. Primero, el café en grano pasa por el molino, donde explota sus aromas y sabores. Luego se pesa en una balanza la cantidad exacta para dos expresos y se ‘tampea’ para lograr homogeneidad.

    Por último, pasa por la cafetera, en donde se coloca la taza sobre una balanza para garantizar la medida exacta y se va midiendo con un cronómetro el tiempo de extracción, del cual depende que se consiga el sabor deseado.

    Pablo Díaz ha visitado cinco de las cafeterías de La Ruta. “Me llamó la atención la estandarización en la calidad del café y el servicio”, comenta. Añade que además le gustó que los baristas le describen el café al cliente, antes de servirlo.

    Una de las bondades de La Ruta es que cada cafetería ofrece una experiencia distinta. Fan Air, por ejemplo, es una tienda de cómics y en Café & Moca se combina la oferta de café con coctelería.

    “El café es de muy buena calidad. Pero el plus que tienen es que te encuentras con muy buen ambiente”, señala David Echeverría, otro cliente de La Ruta

    Como parte del proyecto, todas las semanas se están realizando distintos eventos: noche de cocteles, charlas de expertos, concursos de barismo, música en vivo.

    Las cafeterías Isveglio, Fan Air Café Cómic, Caffeto & Moca, Distrito Café, El Cafecito Quito y Coffeeteer Aromas & Sabores forman La Ruta. Foto: Alfredo Lagla /LÍDERES
    Las cafeterías Isveglio, Fan Air Café Cómic, Caffeto & Moca, Distrito Café, El Cafecito Quito y Coffeeteer Aromas & Sabores forman La Ruta. Foto: Alfredo Lagla /LÍDERES
  • Un proyecto para evitar el trabajo en la calle

    Redacción Quito

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    Las maletas o los aretes, las tarjetas con material reciclado o los muñecos. Los cortes de cabello o la cerámica. Estos son algunos de los bienes y servicios que se ofertan en los talleres de Nadena.

    Se trata de una iniciativa que cobija a las familias del Centro de la Niña Trabajadora (Cenit) para que se capaciten y puedan emprender negocios. Corte y confección, belleza, papelería, cerámica y bisutería son los talleres a los que pueden acceder las mujeres en este centro ubicado en la calle Huacho y José Peralta, tras la estación sur del Trole, en Quito.
    La idea nació hace cuatro años con el objetivo de sacar a las mujeres de las calles y brindarles una opción de crecimiento personal y familiar, explica Ruth Rosero, directora de la institución.

    Un ejemplo de constancia es Silvia Herrera, una joven mujer que se capacitó en este centro. Ella hizo sus estudios en el lugar, se graduó y salió a trabajar en talleres de confección y en las calles.

    Este último trabajo fue cansado y peligroso, recuerda. Comenta que no se sabe el riesgo de trabajar en una vereda o en un esquina.

    Ante ello decidió apartarse de las calles y seguir los cursos.

    Su decisión fue acertada. Su dedicación y esfuerzo hicieron que se convierta en profesora del Centro y ayude a otras personas.

    Ahora, tiene a su cargo a 21 mujeres, algunas son madres. Asimismo, capacita a nueve adolescentes que buscan una alternativa al trabajo informal. “Cambió el rumbo
    de mi vida, porque la calle es un riesgo constante y más con hijos”.

    El producto estrella de este taller son los bolsos y mochilas que realizan con materiales amigables con el ambiente, como el yute. El diseño es otro de los atractivos de los artículos porque a través de ellos resaltan lo nacional con animales o paisajes andinos.
    Las mujeres producen entre 50 y 75 maletas al mes. No solo colocan el producto en el mercado local sino que exportan a Alemania.

    Otro de los talleres que llama la atención de Nadena, nombre que resume la expresión “nada de nada”, es el de bisutería. El curso está a cargo de Selena Aponte, quien está un año en este Centro.
    La joven enseña a otras seis mujeres el arte de elaborar aretes con material reciclado. La producción se vende en Ecuador y Japón.

    En ese país les apoya Down to Earth, que es una compañía japonesa que impulsa el comercio justo. La idea es que se reorganicen los talleres y se forme un tejido social de las mujeres que laboran en el Cenit, explicó Juan Yangui, uno de los voluntarios.

    Con su llegada y la de otros voluntarios, los procesos de elaboración de los aretes mejoraron. Los tiempos de producción bajaron de 2 horas a 30 minutos.

    En promedio, las mujeres de este taller ganan entre USD 60 y 80, mensuales. La producción alcanza 200 pares. Pero las trabajadoras le apuestan a más y a mejorar el producto, afirma Yangui.

    En este proyecto también se realizan los talleres de peluquería, los cuales tienen gran acogida por los capitalinos. Son casi 15 mujeres que estudian belleza.

    A esto se suma el taller de papel reciclado, que se utiliza para la elaboración de tarjetas. Este producto también se exporta a Alemania. La fecha de mayor demanda es el Día de la Madre.

    En Cenit hay talleres de corte y confección, bisutería para elaborar aretes con material reciclado y más. Foto: Pavel Calahorrano/LÍDERES
    En Cenit hay talleres de corte y confección, bisutería para elaborar aretes con material reciclado y más. Foto: Pavel Calahorrano/LÍDERES
  • La identidad se resalta mediante este proyecto

    Redacción Quito  (F)
    Contenido intercultural

    Reforzar las ideas de identidad de artesanos y emprendedores es el objetivo del Programa de Empresas Sociales e Innovadoras (PESI) de la Agencia de Desarrollo Económico del Distrito Metropolitano (ConQuito) .

    Este es parte de las actividades de la Unidad de Economía Popular y Solidaria de la entidad, que está a cargo de Vanessa Rosero.

    Ella comenta que están operativos desde hace casi dos años y que PESI se divide en tres procesos dirigidos emprendedores y artesanos. El primero, explica, consiste en que la persona conozca su propio “ser” para así apoyar a sus trabajadores y la empresa, lo que se denomina innovación social.

    El segundo y tercero están más vinculados a la parte económica y se denominan innovación productiva y comercial. En el primero se da una nueva imagen al producto, se mejora el diseño, se da valor agregado, moderniza, etc.

    Para ello, dice Rosero, los emprendedores y artesanos pueden hacer mano de sus conocimientos ancestrales. Bajo estos lineamientos, por ejemplo, se fabricaron jabón y champú por manos afro.

    Los talleres de PESI se realizan una vez al año y duran tres meses. Cuando inician se divide a los emprendedores en cuatro categorías según el desarrollo de sus negocios, su economía, entre otros.

    El primer PESI se impartió a 35 personas de manera directa (líderes sociales) y de forma indirecta (trabajadores, familia, etc.) a 400. En el segundo taller se dictó a 70 y 500, respectivamente.

    Para el 2017 se tiene previsto un tercer taller del proyecto.

    Un tercer proceso que incluye PESI es generar canales de venta. “Nosotros, en el programa, desarrollamos un comité en el que se identifican los participantes más potentes y se les da un seguimiento mucho más personalizado y se trata de vincularlos con grandes empresas para que tenga más pedidos y ventas”, explica Rosero.

    ConQuito
    ha logrado identificar que el 90% de los participantes de los talleres ha logrado obtener contratos atractivos y ha descubierto que hacer más atractivos a los productos, desarrollar la propia marca y usar los conocimientos ancestrales les ha permitido vender más.
    Para la responsable del proyecto el tema de la identidad es clave porque posibilita aglutinar la habilidad creativa de los artesanos con insumos o conocimientos autóctonos que permiten dar valor agregado a los artículos.

    PESI cuenta con una revista en la que muestra casos exitosos vinculados tanto con la parte de la cultura nacional como la agrícola. Así se observan emprendimientos vinculados a la producción de artesanías como Luna Escarlata; la visualización en prendas de la cultura de nacionalidades de Ecuador como Creaciones Magenta; bolsos hechos con hilo de penco, etc.
    Las marcas de animales o nombres andinos también se usan como en el caso de la ropa de niños Chiriko (un insecto) o la de montaña Karwa (agosto en kichwa).

    José Luis Shugulí, propietario de esta última, explica que el programa PESI le permitió enfocarse en lo técnico, emocional y espiritual, “para desarrollar todas las capacidades al emprender”.

    El negocio está ya diez años en el mercado, indicó Shugulí.

    Algunos detalles
    Procesos. La Unidad de Economía Popular y Solidaria a través de la Agencia de Promoción Económica ConQuito, desarrolla actividades que permite fortalecer e incentivar el emprendimiento solidario y desarrollo empresarial de los ciudadanos de Quito.
    Créditos.  Los emprendedores de PESI pueden acceder a créditos con las 12 cooperativas aliadas de ConQuito. Los préstamos son de hasta USD 20 000, dependiendo el caso. En ese caso se vuelven más flexibles en sus condiciones.

    Durante una de las etapas de los talleres de PESI los emprendedores y artesanos muestran sus productos. Foto: cortesía ConQuito
    Durante una de las etapas de los talleres de PESI los emprendedores y artesanos muestran sus productos. Foto: cortesía ConQuito
  • Un proyecto que favorece al sector lácteo

    Redacción Quito

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    Durante el proceso de hacer quesos, el 85% de la leche procesada se convierte en suero. En Ecuador es usual que este subproducto lácteo se convierta en requesón, comida para animales o simplemente se deseche.

    Por esta razón, estudiantes y docentes de la carrera de Ingeniería de Alimentos de la Universidad Tecnológica Equinoccial crearon un sistema de filtración para obtener concentrados de suero con altos niveles proteínicos.

    La tecnología especializada implicó una inversión cercana a los USD 24 000. El sistema funciona en dos fases: la primera es un proceso de microfiltración a presión, en el que el suero de la leche se divide. Luego el subproducto obtenido se filtra nuevamente a través de un sistema de membranas para producir un alto nivel de suero concentrado que puede contener hasta un 40% de proteína animal.

    “Empezamos con un equipo escala piloto para otros usos, pero ahora vemos que el potencial del suero lácteo es altísimo”, explica Manuel Coronel, uno de los responsables de la investigación. El equipo considera que este producto puede incorporarse a procesos de panificación o derivados cárnicos ya que el concentrado no altera el sabor original.

    Debido a que es un líquido lleno de proteína podría reemplazar al agua al momento de producir masas de pan o galletas o se podría enriquecer otros productos como enlatados o preservados, explica Carlos González, docente de la carrera. Agrega que en otros países el suero es utilizado para hacer polvo concretado para incrementar masa muscular en atletas.

    Otro de los intereses del proyecto es generar un mejor impacto ambiental. Los bioorganismos dentro del suero de leche, al ser desechado en ríos o en el suelo, consumen el oxígeno y nutrientes de otros seres vivos. “Esperamos que en unos tres años podamos llegar a la última fase del proyecto que es la comercialización”, afirma Elena Beltrán, docente de la carrera.

    Para esto esperan trabajar con la Facultad de Ciencias Económicas, quienes trabajarán en un modelo de negocios para pequeños y grandes productores.

    Al momento trabajan con el Gobierno Autónomo de la Provincia de Pichincha y la Asociación de Productores de Lácteos de Machachi, quienes les proporcionan el suero para la investigación y con ellos esperan aplicar el primer modelo a escala productiva
    “Lo que hemos logrado es importante porque vamos a lograr que en el Ecuador, un producto que antes se desechaba, se convierta en un ingreso más para los productores”, agrega González.

    La investigación en el sector lácteo se realiza en conjunto con docentes y estudiantes de la Universidad Politécnica Salesiana, quienes se encargan de la parte microbiológica a través de la Carrera de Biotecnología.

    Foto: Armando Prado / LÍDERES Los profesores Carlos González, Gabriel Mariño,  Elena Beltrán y Manuel Coronel lideran el proyecto en la UTE.
    Foto: Armando Prado / LÍDERES
    Los profesores Carlos González, Gabriel Mariño, Elena Beltrán y Manuel Coronel lideran el proyecto en la UTE.
  • El arte colonial se rescata en este proyecto

    Redacción Quito (F)
    Contenido Intercultural

    Pocas son las organizaciones que tienen más de 400 años de experiencia, pero la Escuela de Arte Quiteño puede ostentar esta afirmación. Además, su historia y valor dio paso para que surja un emprendimiento.

    En el 2010 los hermanos Cristian, Diana y Adrián Cerón y su esposa, Catalina Ávila, decidieron crear un espacio de arte que rescate y resalte las técnicas y arte realizado en la Escuela Quiteña de Arte y Oficios, institución artística colonial del siglo XVI.

    La iniciativa se generó cuando los hermanos Cerón tuvieron que terminar sus estudios en la Escuela Municipal Taller Quito debido a que el proyecto tuvo que cerrar. “Quito se estaba quedando sin escuelas de arte. La ciudad es Patrimonio Cultural de la Humanidad entonces no podíamos dejar que esto suceda”, cuenta Adrián Cerón, cofundador e instructor de tallado y diseño.

    Con una inversión de casi USD 5 000, compraron los primeros materiales y empezaron los trabajos en la Casa de Benalcázar, en el casco colonial de Quito.

    El espacio, de casi 250 metros cuadrados, fue proporcionado por el Instituto Ecuatoriano de Cultura Hispánica para el funcionamiento, hasta la actualidad, del taller y las aulas de clase. Desde un inicio, las actividades se dividieron en clases al público y la realización de productos con las técnicas coloniales.

    Las clases dictadas incluyen la instrucción en tallado de madera, pintura artística y caligrafía. Pero, como explica Cerón, el proyecto fue creado para abarcar cuatro oficios más: joyería artística, escultura de imaginería religiosa, bordado artístico y forja artística. Para este fin cuenta con seis profesores a tiempo completo, de los cuales tres son los hermanos Cerón.

    “Los instructores logran realzar las técnicas de los estudiantes a través de un trabajo personalizado y meticuloso. Al ser arquitecta sabía dibujar y en pocas semanas empecé a mejorar mi estilo y nivel artístico”, comenta María Belén Argudo, estudiante de pintura.

    Los cursos se imparten en tres niveles, desde básico por 20 horas e intermedio por 40 horas, hasta avanzado por 60 horas. Los precios varían de igual manera desde los USD 120 a 360.

    “A pesar de ser un negocio siempre hemos adoptado un factor social en nuestros talleres”, afirma Adrián Cerón, cofundador y encargado de la gestión administrativa de la empresa. En lo que va del 2016, la facturación promedio mensual de esta empresa se encuentra en los USD 3 000.

    Además, ofrecen becas completas a niños de escasos recursos para que puedan aprender un oficio nuevo. “Los betuneros del centro se acercaron a la Escuela para pedirnos que querían aprender. Es así como instauramos las clases gratuitas”, cuenta Cristian Cerón. Al momento este taller cuenta con seis estudiantes becados y 14 pagados, que ayudan a subsidiar los talleres gratuitos. Además, sus proveedoras de cartulina y papel para la tarjetería fina son un grupo de madres solteras que producen papel reciclado.

    Otro eje de negocio de la escuela es la realización de productos comerciales. Estos incluyen artículos publicitarios de madera, decoraciones de madera y tarjetería artesanal final. Un retablo pequeño para publicidad puede costar entre USD 60 y 200, con un tiempo de entrega de tres a 15 días.

    Por esta razón desde este año decidieron ampliarse a una segunda sede al norte de la ciudad. “A muchos estudiantes se les complicaba ir hasta el centro de Quito. Entonces ahora damos clases en el norte y el taller se quedó en el centro”, explica Cristian Cerón. Estos jóvenes artistas esperan próximamente ampliar la oferta de oficios y brindar opciones laborales a sus estudiantes.

    Los hermanos Cristian, Diana y Adrián Cerón transmiten sus conocimientos a los más jóvenes. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Los hermanos Cristian, Diana y Adrián Cerón transmiten sus conocimientos a los más jóvenes. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Los colores de sus rosas son el plus de este proyecto

    Redacción Quito

    Rosas color negro, turquesa, fucsia o incluso con los tonos distintivos de equipos de fútbol es la propuesta de Kuyani. El emprendimiento tiene una consigna: “ofrecer sentimientos que perduren en el tiempo”, explica Guillermo Campoverde, uno de los socios del proyecto.
    Para dar vida a la propuesta, Campoverde se unió a María Fernanda Troya y Gabriela Pijal, quienes son sus socias.

    Kuyani, palabra quichua que significa sentimientos, propone “inmortalizar” el aroma y la forma de la rosa, hasta por cinco años. Esto se realiza a través de un proceso químico, considerado el ‘know how’ del emprendimiento. También, tinturan la flor de acuerdo al gusto del cliente.

    La iniciativa surgió en octubre del año pasado, cuando los tres jóvenes se conocieron durante sus clases de maestría en Administración de Empresas en la Universidad de las Américas (UDLA), ubicada en el norte de Quito.

    María Fernanda Troya, de 30 años y quien de manera paralela trabaja en una empresa de flores, señala que vio potencial en este proyecto por la calidad de las rosas ecuatorianas. Por eso propuso a sus compañeros darle un toque distinto a esta flor: “vendemos sentimientos”, dice.

    La primera etapa para dar vida a Kuyani consistió en elaborar un plan de negocios. Este contiene las estrategias que les permiten diferenciarse de la competencia, como la personalización de los diseños en las rosas y las cajas de madera (empaques) en las que se entrega el producto, señala Gabriela Pijal.

    Luego de definir esta parte, los emprendedores buscaron a proveedores de los insumos, es decir, las rosas y las cajas de madera.

    Patricio Malquín trabaja en una floricultora en Cayambe y se encarga de proveer de 150 botones quincenales a Kuyani. Él explica que la rosa eternizada tiene una textura más fina por lo que es fácil pintarla y perennizar su aroma.

    Las rosas se entregan en la planta procesadora de Kuyani, ubicada en Conocoto (nororiente de Quito). Aquí se las limpia, “inmortaliza” y pinta al gusto del cliente. Al final, se les pone un químico para que perdure su aroma.

    De manera paralela, los socios del emprendimiento elaboran las cajas de manera para la entrega. Desde abril de este año iniciaron con la venta de cinco a 10 rosas decorativas. Pero a la fecha llegan a producir 30 diseños por día.

    Franklin Andrade es comerciante particular. Él señala que ubicó a Kuyani por unos familiares y compró 24 rosas para venderlas en EE.UU. Afirma que el producto llamó mucho la atención por la calidad y la firmeza, pese a la tintura.

    Para la entrega de las rosas, los emprendedores trabajan con una empresa privada que distribuye el producto a escala nacional. Los canales de comercialización son las redes sociales.

    Para finales de este año, Kuyani implementará estrategias. La primera es posicionar el producto, en especial, la rosa ‘rainbow’, con los colores del arcoíris. Otro de los proyectos es comercializarlas en el mercado de EE.UU.

    María Fernanda Troya, Gabriela Pijal y Guillermo Campoverde dieron vida al emprendimiento Kuyani. Foto: Galo Paguay/LÍDERES
    María Fernanda Troya, Gabriela Pijal y Guillermo Campoverde dieron vida al emprendimiento Kuyani. Foto: Galo Paguay/LÍDERES
  • Este proyecto crea vivienda inteligente y transportable

    Redacción Quito  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    MiHAoUZ es un nuevo sistema de viviendas ecológicas, transportables y armables en un día, que emprende José Mena, un estudiante de arquitectura de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). El proyecto se prevé empezar a comercializarlo a fines de abril.

    El estudiante José Mena cuenta que todo se inició en el 2010, cuando trabajaba en temas de reciclaje industrial. En ese entonces, desarrollaba proyectos relacionados con contenedores. Esta iniciativa se detuvo, pero sus ideas migraron en torno a un nuevo sistema de casas. Viajó a EE.UU. en búsqueda de una asesoría en la Universidad de Harvard, donde tenía contacto por la USFQ con una profesora.

    “Todo estaba en idea, nada en proyecto”, dice Mena. Al regresar en octubre del 2014 a Ecuador, empezó a hablar con las empresas e impulsar acercamientos con las industrias y el sector financiero.

    Comenta que justo quería comprarse un auto no tan costoso. Se enteró de la serie de trámites y restricciones que tenía. Supo que había una concesionaria que ofrecía la entrada más baja del mercado (USD 1 500), monto con el que podía acceder a un carro estándar.

    Mena indica que en ese momento pensó que si había la opción de comprar un auto con una entrada económica, sin tantas limitaciones y con una entrega rápida, podría implementar un diseño de casa que cueste lo mismo que un auto, financiable igual que un bien de consumo y que su entrega sea inmediata. “Fueron mis tres lineamientos para crear y poner en marcha MiHAoUZ”, puntualiza.

    En enero de este año, escogió la clase de emprendimiento. Ahí incubó este nuevo sistema de unidades habitacionales. “Esta clase me abrió el mundo”, comenta. La cátedra, de tres horas semanales, le ha permitido iniciar con un negocio que beneficiará a industrias, empresas y a la población.

    El sistema de casas MiHAoUZ contiene los elementos de una vivienda tradicional, señala Mena. Cuenta con características de ahorro en energía y control de desperdicios. El cimiento de la casa será de concreto, sobre esta va una capa de acero. El acero se revestirá con paneles llamados ‘formaletas’, que resiste a la humedad, polilla y permite que funcione en cualquier región del país.

    Las paredes en el exterior están cubiertas también de ‘formaletas’, tiene el aislamiento que es termoacústico y por dentro estará cubierto de otro panel. Así es como se asienta la casa. “Con unas placas se fija la vivienda sobre una sedimentación. Cuando el cliente quiera mudarse a otro sector, se sacan los tornillos de las placas y se transporta”, explica Mena.

    Esta propuesta permite que el cliente decida cómo lucirá su casa y dónde ubicarla. La vivienda tendrá un área de 41 m2, viene con tres dormitorios, baño completo, lavandería, cuarto de control, jardinera, espacio social doble altura (sala, cocina, comedor) y muebles con acabados. El cliente puede complementar su casa con paneles solares, electrodomésticos de bajo consumo energético y tanques calentadores de agua.

    El joven creador agrega que esto será una compañía que ofrecerá un nuevo sistema de casa, no hipotecable, sino como un bien de consumo. Sustenta que MiHAoUZ tiene como precedente la vivienda prefabricada que es popular en otros países, por el tiempo de ejecución y su módico costo de pago.

    Mena destaca que es un buen momento para emprender. Asume que la gente va a preferir pagar USD 15 000 por una casa lista con muebles, transporte y puesta en escena en un día. Es por eso que asoció el nombre para la compañía, como lo es MiHAoUZ. “El nombre fue una decisión importante para lo que quiero ofrecer al público. Es un juego de palabras. Está asociado a la cultura popular del país. Algo que es propio e impropio para cualquier persona”, refuerza optimista.

    Giovanni Rosania, docente y coordinador de Emprendimiento de la USFQ, resalta que desde el primer día de clases de este año, José se destacó por tener claro cómo beneficiar a la ciudadanía con su proyecto. “MiHAoUZ al despegar será como una bola de nieve: crecerá. Es un proyecto que se inicia como una alternativa rápida, social y económica para el país”, considera. En la Feria de Emprendimiento, agrega, los universitarios presentarán sus proyectos a un “público real” .

    El estudiante José Mena junto a su docente Giovanni Rosania promueven un nuevo sistema de viviendas en Ecuador. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    El estudiante José Mena junto a su docente Giovanni Rosania promueven un nuevo sistema de viviendas en Ecuador. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • La Caixa y fundación de Shakira presentan proyecto para jóvenes emprendedores

    Agencia EFE

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    La Fundación Pies Descalzos, creada por la cantante colombiana Shakira, y la Obra Social «la Caixa» de España presentaron el miércoles 17 de febrero del 2016 en Barranquilla el Proyecto Jóvenes Emprendedores, con el que esperan beneficiar a 500 alumnos de cuatro escuelas en Colombia.

    El director del Área Comercial y Educativa de la Fundación Bancaria «La Caixa», Xavier Bertolín, y la directora ejecutiva de la Fundación Pies Descalzos, Patricia Sierra, explicaron en rueda de prensa cómo aprenderán los estudiantes el concepto, las características y los valores de una actitud emprendedora y creativa.

    «Cuando Shakira conoció el proyecto nos dijo: por qué no intentamos llevar esto a Colombia?. Dijimos: vamos a evaluarlo, y decidimos pilotear el mismo y hoy estamos empezando en cuatro instituciones educativas, movilizando 500 chicos», indicó a Efe Bertolín.

    Según Bertolín, despertar actitudes emprendedoras, «mirar con ojos de explorador», identificar problemas y ver a su alrededor qué oportunidades pueden tener es el objetivo de este programa, que mediante seis módulos entregará a los niños y jóvenes herramientas para generar soluciones creativas, trabajo colaborativo y saber comunicarlas.

    Según Sierra, son muchas las expectativas que se tienen por esta alianza con la Fundación La Caixa, «de modo que este proyecto se multiplique por todo el país, que estos muchachos salgan con una manera de gestionar sus vidas de forma diferente y que entiendan que emprender no es Steve Jobs no más, es resolver el problema del día a día, partiendo de los problemas que tienen en el colegio y cómo lo resuelven y desde ahí inventemos».

    La directora de Pies Descalzos manifestó que el Ministerio de Educación, al cual se presentó el proyecto, espera que esta iniciativa permita bajar los índices de deserción escolar, al tiempo que se puede mejorar los indicadores de las pruebas Saber y Pisa, especialmente en el componente de emprendimiento.

    En Barranquilla participarán 120 estudiantes, que se sumarán a otros 380 de instituciones de Cartagena, Quibdó y Soacha, quienes luego de la primera etapa de formación presentarán un proyecto.

    «Vamos a escoger a los equipos ganadores y llevaremos a 10 chicos a Barcelona a un campus para mejorar el proyecto que ellos creen, durante la primera semana de mayo», anotó el directivo de Fundación Bancaria La Caixa.

    «La Fundación Pies Descalzos ha reconocido el programa educativo de la Obra Social la Caixa, eduCaixa, como una conducta de referencia en el nuevo paradigma de la educación, que contempla el desarrollo integral de los alumnos», expresó.

    El Proyecto Jóvenes Emprendedores se está implementando en cuatro escuelas de Colombia: Institución Educativa Distrital Fundación Pies Descalzos (Barranquilla), Institución Educativa Fundación Pies Descalzos Cartagena, Instituto Tecnológico Antonio Ricaurte (Quibdó) e Institución Educativa Eugenio Díaz Castro (Soacha, departamento de Cundinamarca, centro).

    El Proyecto Jóvenes Emprendedores comenzó a desarrollarse desde el inicio del año escolar, y su aplicación, llevada a cabo por el profesor o profesora, parte de un kit digital que contiene seis módulos, cada uno de los cuales consta de dos sesiones cada uno para trabajar los conceptos claves de un proyecto emprendedor.

    El proyecto Jóvenes Emprendedores es una innovadora propuesta educativa que la Obra Social «la Caixa» puso en marcha en 2013, y cuya demanda crece cada año de forma significativa.

    En el actual curso escolar español lo están desarrollando 1 323 colegios de toda España con el objetivo de despertar habilidades emprendedoras en los alumnos, promoviendo su crecimiento personal y potenciando su capacidad de iniciativa.

    El Proyecto Jóvenes Emprendedores esperan beneficiar a 500 alumnos de cuatro escuelas en Colombia. Foto: Archivo
    El Proyecto Jóvenes Emprendedores esperan beneficiar a 500 alumnos de cuatro escuelas en Colombia. Foto: Archivo