Uno de los grandes desafíos para este 2021 es avanzar hacia la reactivación económica, después de haber transcurrido un año de crisis provocada por la pandemia.
El manejo de un presupuesto más austero desde el Gobierno central, así como las oportunidades de mayor apertura comercial que se concreta este año para Ecuador y la posibilidad de impulsar nuevas inversiones son aspectos que pueden contribuir hacia la reactivación, pero a un ritmo lento.
El punto de inflexión que puede marcar la velocidad de la recuperación, sin duda viene dado por las elecciones generales. Quien asuma la responsabilidad de llegar a la Presidencia de la República deberá considerar como una de sus prioridades a la economía, la producción y la generación de empleo.
En ese contexto, el próximo Debate Presidencial organizado por Grupo EL COMERCIO y Televicentro, para el 9 y 10 de enero, dará una pauta de cómo los 16 candidatos han diseñado sus planes de gobierno enfocados hacia ese objetivo. Lo importante será que esas propuestas sean sustentadas sobre la base de análisis técnicos y no ofertas políticas que no se llegarán a cumplir.
Carlos Repetto, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción analiza el impacto de la pandemia para esta industria. El sector perdió unos 70 000 empleos, producto de la paralización de los proyectos, que todavía no se reactivan en su totalidad.
¿Cuál es el balance del año 2020 para la construcción? El 2020 es un año para olvidar. La situación fue muy crítica en el tema financiero y sanitario. Para el sector de la construcción, que trabajamos en campo, al aire libre, y que moviliza mucha mano de obra, fue muy crítico. La pandemia, en sus inicios, paralizó totalmente al sector.
También ha sido un año que nos ha permitido volvernos más ingeniosos para laborar en medio de un entorno peligroso, agresivo. Todos hemos aprendido de qué manera cuidarnos. Este fue uno de los primeros sectores en reactivarse, porque las autoridades coincidían en que era un sector de muchísimo trabajo y alta mano de obra. Se han llevado a cabo los controles y protocolos que permitieron que laboremos de forma adecuada y sana. Eso en la parte de salud.
¿Y en lo económico? Económicamente fue un año desastroso, porque normalmente trabajamos en función de los proyectos que tenemos. Si ganamos un proyecto, vamos a contratar inmediatamente más mano de obra para ejecutarlo. Una paralización significa la crisis económica total, porque no se puede seguir trabajando y a todo ese personal se lo contrató por una obra cierta y hay que mantenerlo hasta que termine el proyecto. Tuvimos que asumir muchos costos que llevaron a una crisis financiera a un 70% de las empresas del sector.
¿Cuántos empleos calcula que se perdieron? Se estima que se perdieron cerca de 70 000 empleos en la construcción, que se han ido recuperando poco a poco, una vez que se fue reactivando el sector, con proyectos piloto. A finales de agosto, se logró reactivar buena parte de la industria, pero muchos proyectos no abrieron porque hubo un desbalance: los inversionistas se fueron o el constructor no pudo conseguir recursos frescos para asumir la pérdida de los meses que estuvo cerrado. Por otro lado, la inestabilidad laboral hizo que aquel que estaba pensando en comprar vivienda postergara su decisión por la incertidumbre.
¿Qué otras dificultades enfrentaron durante este año? Luego de la reactivación, nos encontramos con otras problemáticas. En el caso del subsector de la edificación, los créditos hipotecarios tienen vital importancia. Uno de los inversores más importantes son las entidades de la seguridad social, que necesitan colocar el dinero a plazos largos para pagar las pensiones de sus jubilados; pero lamentablemente, cada vez invierten menos en el sector privado. Entre el 2016 y el 2019 hubo una caída del 40% en la colocación del Biess y a noviembre de este año apenas se había colocado el 57% de lo que desembolsó en el 2019. Hay que buscar mecanismos para reactivar la industria de la construcción, que es multiplicadora de la economía, porque moviliza a otros sectores.
¿Cómo les impactó la disminución de la inversión en la obra pública? La construcción es un sector pujante, pero le perjudicó notablemente la casi eliminación de inversión del sector público. Según algunos indicadores, la reducción de las inversiones de la obra pública está entre el 60 y 70% de lo que se hizo el año pasado. Se estima que la tributación de este año será notablemente inferior a la de años anteriores; por tanto, el Gobierno paralizó muchas obras y otras ya no las reactivó, porque no existe la disponibilidad. Cerca del 50% de las empresas del sector se dedican al sector público.
¿En cuánto cayeron las reservas de viviendas en el sector público y privado? Entre un 25 y 30%. Esperamos que se vayan recuperando poco a poco. Un proceso electoral crea esperanza. Esperemos que los ecuatorianos recuperen su seguridad de empleo, que les permita reiniciar inversiones para una vivienda, y que la banca privada y los fondos de la seguridad social den créditos al sector que requiere viviendas, oficinas.
¿Cómo han visto el otorgamiento de créditos inmobiliarios en la banca privada? Hay algunos avances importantes, como la bonificación a construcciones sostenibles, amigables con el medioambiente, al bajarles un poco la tasa de interés. También existe una banca responsable en el Ecuador, que cree en beneficiar al medioambiente y esta es una forma de hacerlo, con la disminución de tasas de interés para constructores y compradores.
¿Qué avances hay en cuanto a construcciones sostenibles? Recién tenemos unos cinco o seis años trabajando en ello, pero empieza a haber conciencia en la sociedad, especialmente en los jóvenes y ese segmento de la población es un cliente potencial para este tipo de proyectos.
¿Cómo cerrará el PIB de la construcción este año? Estimamos que el 2020 tendrá una caída del 9% en el PIB de la construcción. El sector tampoco venía boyante. En el 2018, el PIB cayó un 4%, y el año pasado, un 5%. Aunque hoy estamos reactivados un 60% o 65% del sector, tenemos datos de ciertos productores de materiales de construcción que han observado que entre los meses de octubre y noviembre hubo un crecimiento de las ventas, en relación con el mismo mes del año anterior. Es el área de reparaciones y mantenimiento, el sector de ferretería. Al estar tanto tiempo encerrados, la gente empezó a reparar su casa. En esos meses se equilibraron los volúmenes normales de ventas, lo cual quiere decir que se ha ido recuperando rápidamente la economía.
¿Han presentado propuestas a los candidatos a las elecciones presidenciales? Nos hemos reunido con algunos candidatos y les hemos pedido modificaciones a la ley de contratación pública, tan venida a menos y desprestigiada por la corrupción que se ha dado en contratos de obra pública. Esta solicitud ya la hicimos a las autoridades actuales, al Congreso, a la Presidencia de la República, al Contralor. Les pedimos una reforma integral del sistema de contratación de obras y compras públicas que debe volver a ciertos sistemas que, aunque eran un poco lentos, más controlados y honestos.
¿Qué es lo que ha cambiado? Hoy el contrato lo califica y adjudica una computadora, antes entregábamos las ofertas en vivo y había tribunales de revisión. Se necesita transparencia en todo el sistema de compras públicas y contratación de obras. Se debe volver a un control más concurrente por parte de la Contraloría y que podamos participar representantes del sector privado en los comités de adjudicación, además que se abran los sobres públicamente. El Contralor nos manifestó su total acuerdo con nuestra propuesta. El Presidente y la Asamblea no han contestado.
¿Qué perspectiva tienen del 2021, considerando la pandemia y el nuevo gobierno? Los seis primeros meses del próximo gobierno serán de terminación urgente de los proyectos anteriores. Nadie va a querer invertir ahorita, primero van a esperar a ver quién gana. La reactivación va a ser más lenta, porque hay demasiadas incertidumbres.
Hoja de vida Formación. Ingeniero civil por la Universidad de Guayaquil (1976). Programa económico en el Incae, Alajuela, Costa Rica.
Experiencia profesional. Vicepresidente comercial de la empresa Cemento Nacional (1995-2004). Director comercial, gerente general y otros cargos en Holcim Ecuador (2004-2009). Presidente de Adfranec (2009-2011).
Cargos actuales. Presidente Ejecutivo de Mamut Andino. Gerente General de Logimin. Presidente Constructora ERE. Presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil y de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción.
Carlos Repetto, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
Roberto Romero, presidente del Directorio de la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (Conafips), se refiere a los créditos entregados para impulsar, tras la pandemia, los negocios de la Economía Popular y Solidaria (EPS), como banca de segundo piso.
¿Qué acciones ha llevado a cabo la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (Conafips) para impulsar los negocios en el segmento de la economía popular y solidaria(EPS)? Nosotros como Conafips hemos implementado estrategias de fortalecimiento internas para una activación económica poderosa. Somos una herramienta importante para la EPS. El 80% del empleo que se genera en Ecuador es en ese segmento. Desde junio del 2017 hemos llegado a colocar más de USD 662 millones en créditos para actividades productivas de micro, pequeñas, medianas empresas en el territorio nacional.
¿Son créditos para cooperativas de ahorro? Somos una institución financiera pública de segundo piso. Otorgamos financiamiento a las cooperativas de ahorro y crédito, mutualistas, cajas comunales, bancos comunales y cajas de ahorro. Estas son instituciones financieras de la EPS. Nuestra misión es fortalecer a estas entidades para que nuestros recursos lleguen a sus socios. Actualmente, existen 524 cooperativas y casi 8 millones de socios en las mismas; no son clientes, sino socios.
¿De los USD 662 millones, qué monto se ha entregado en créditos este año? En este año, hasta octubre, hemos gestionado USD 205 millones (ya desembolsados). Provienen de nuestra gestión como Conafips con organismos multilaterales. Al ser una banca de segundo piso, no tenemos el trato directo con los beneficiarios individuales; no tenemos cuentas corrientes, de ahorros, depósitos a plazo y otros que nos permitirían fondearnos para entregar créditos.
¿De qué organismos reciben financiamiento? Con la CAF-Banco de desarrollo de América Latina hemos gestionado USD 100 millones y con el Banco Interamericano de Desarrollo USD 93,8 millones. También hemos recibido apoyo de organismos como la Agencia Francesa de Desarrollo y el Fondo Ítalo Ecuatoriano. Con esto podemos generar créditos productivos (…), el sector privado tiene urgencia de recursos productivos. Buscamos que Conafips sea rápida, ágil en sus procesos y profesional.
¿A qué segmentos de cooperativas atiende Conafips? A los cinco segmentos. El otorgamiento de nuestros recursos depende de varios factores. Uno es que las cooperativas estén inscritas o registradas en la Superintendencia de la Economía Popular y Solidaria (SEPS), los resultados de la evaluación de su situación con base en indicadores financieros, gobernanza cooperativa, preparación para administrar recursos de manera responsable y más. Dependiendo de su necesidad y la de sus socios para generar créditos productivos, nosotros les definimos qué cantidad de fondos les podemos entregar.
¿A cuántas cooperativas han entregado este año? A pesar de la pandemia hemos entregado a 164 cooperativas.
¿Para qué tipo de proyectos se otorga financiamiento? Para la entrega de financiamiento se toma en cuenta los conceptos de inclusión financiara y democratización del crédito. Por ejemplo, uno de los intereses que recibimos del BID, que se concilia mucho con los de Conafips, es que los USD 93,8 millones se enfoquen en créditos productivos para defender el tejido social para generar trabajo y oportunidades. Por su parte, como Conafips, estamos fortaleciendo mucho la inclusión financiera en diversos temas como la economía violeta.
La economía femenina. Sí. Debo comentar que de cada 10 créditos que hemos entregado, cinco están en manos de emprendedoras. En muchas ocasiones, ellas son cabeza de hogar. En el país, la responsabilidad de los hogares recae con fuerza en las mujeres. Entonces, el impacto sobre este segmento es importante.
En términos generales, ¿los USD 205 millones entregados han sido para reactivación productiva? Todos los recursos de Conafips están enfocados en temas productivos, para actividades como la agrícola, de servicios y comercio. Esos son los tres grandes rubros. Pero también se destinan para otras actividades vinculadas con el área textil, manufactura, turismo y otras. En general, para todos los sectores económicos.
¿Para qué se destina un crédito productivo? Compra de activos fijos (maquinaria o equipos de transporte), insumos de producción y más
¿Qué montos pueden entregar las cooperativas? Son créditos pequeños. Los más grandes que podemos entregar son los asociativos, hasta USD 200 000. Puede haber microcréditos de hasta USD 50 000. ¿Bajo qué condiciones, de plazos y tasas, entregaron los créditos a las cooperativas? Hay diversos mecanismos. La Corporación entrega a las cooperativas a diferentes periodos de crédito, que pueden ser tres meses, seis meses, 12 meses, hasta 36. Las tasas pueden ir del 2,5% al 7,5%. Mientras que estas entidades tienen el compromiso de cubrir sus costos de operación para hacer toda la gestión en territorio y colocar los recursos. El dinero del financiamiento de la Conafips se coloca en operaciones de primer piso, hasta 10 puntos porcentuales más bajo que las referenciales del mercado.
¿Por qué más reducido? Porque como las cooperativas se fondean más barato con la Conafips pueden trasladar tasas mucho más convenientes a sus socios. Pueden estar entre 9,99% y 15%. Todo depende del sector, del esfuerzo para llevar a cabo para colocar estos recursos y más. Tome en cuenta que las cooperativas tienen más de 3 500 puntos de atención a escala nacional y llegan a sitios donde no lo hace otro sector financiero.
¿Cómo determinan que los fondos se están destinando a la reactivación productiva? La cooperativas cumplen con las regulaciones de la SEPS. Cada operación nos es reportada. Conocemos qué persona recibió el crédito, de qué valor, para qué actividad productiva. Nos permite hacer análisis de indicadores sociales como de mujeres y jóvenes.
¿De los USD 205 millones, qué cantidad ha sido para jóvenes emprendedores? USD 30 millones. También USD 8,5 millones para adultos mayores. Una de las virtudes de este sector es la inclusión financiera, el poder dar oportunidades a personas que en otros sectores difícilmente pudieran acceder a un crédito de tipo productivo.
¿Cómo impulsar más la reactivación de la EPS? Promoviendo la colocación de estos créditos productivos en la EPS. Con el apoyo del Ministerio de Finanzas estamos consiguiendo más recursos de multilaterales. Esperamos el año que viene tener un crecimiento de más o menos 20% de lo que se va a gestionar este año. Esperamos cerrar el 2020 con USD 250 millones.
Roberto Romero, presidente del Directorio de la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (Conafips). Fotos: Patricio Terán / LÍDERES
En la Semana Global del Emprendimiento, que se desarrolló del 16 al 20 de noviembre, se reivindicó el rol de la mujer como participante clave en el desempeño económico de los países. Y, sobre todo, cómo su contribución y aporte es vital en un escenario de reactivación pospandemia, teniendo en cuenta que la presencia del covid-19 ha deteriorado considerablemente el mercado laboral.
De acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo, en el país 3,3 millones de mujeres son parte de la Población Económicamente Activa (PEA), pero 21,8% está en el subempleo y el 8%, en el desempleo. Además, un 16% gana menos que un hombre.
En medio de esta realidad, Ecuador se constituye en el país donde más mujeres emprendedoras impulsan iniciativas de negocios. Según el reporte de Global Entrepreneurship Monitor, el 33,6% de mujeres, entre 18 y 64 años, es emprendedora.
Por ello se impulsan iniciativas para potenciar ese recurso y buscar mecanismos que mejoren su inserción en el campo laboral, a través de planes de capacitación y financiamiento públicos y privados. Esa gestión debe ser permanente y sostenible.
La banca privada muestra resultados alentadores en el rubro que corresponde a la entrega de créditos. Según las cifras publicadas por el Banco Central, en el tercer trimestre del 2020 el volumen de crédito otorgado por la banca refleja una recuperación. En septiembre, el monto de crédito colocado fue de USD 2 152 millones, lo que significó un aumento mensual de 2,4% (51 millones adicionales). Además, las operaciones crediticias aumentaron 8,3% en comparación con el mes anterior, alcanzando un total de 534 000 operaciones.
De acuerdo con la banca, esas cifras son positivas, considerando que más de las dos terceras partes de esos recursos se han destinado al sector productivo. Pero mientras este sector destaca el comportamiento de la oferta de crédito, desde las pymes hay críticas al programa oficial Reactívate Ecuador, porque no habría cumplido el objetivo de ayudarlas a superar los problemas económicos y de financiamiento, por la crisis del covid-19.
Las pymes son claves en la recuperación económica, tanto por la generación de empleo como por su aporte tributario. Si ya se perfila una reactivación del país, no hay que dejarlas de lado.
Las previsiones para el turismo de Latinoamérica, en especial, son preocupantes. Esa fue una de las conclusiones del conversatorio Desafíos globales para la reactivación del turismo, que organizó la Federación Nacional de Comerciantes de Colombia y Avianca.
Antes del covid-19, el turismo aportaba con más del 10% del PIB mundial y generaba más de 330 millones de empleos, según el Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés). Su directora, Virginia Messina, estima que, en el peor escenario, se perderán hasta 198 millones de empleos del sector turístico este año y el PIB sectorial caerá del 40% al 60% en el mundo.
Rogeiro Basso es director de Turismo del BID Invest y participó en este conversatorio. Su entidad tiene 26 países miembros y su trabajo se enfoca en apoyar al sector privado.
Según él, hasta en los pronósticos más pesimistas que se hicieron al inicio del confinamiento en marzo, no se contemplaba que el sector turístico aún no se reactive y existan países de la región que sigan con sus fronteras cerradas.
Agrega que esas restricciones han generado un grave problema de liquidez en la actividad turística. “Uno de nuestros trabajos fue hablar con los gobiernos y entender cuáles son las principales preocupaciones que tienen dentro del proceso de recuperación. El consenso fue la necesidad de implementar protocolos de bioseguridad para este sector”.
Luego, añade Basso, se identificó que los protocolos deben estar estandarizados para dar confianza y reactivar la demanda de visitantes. Además, debe existir un monitoreo de terceros para confirmar que las medidas son aplicadas correctamente.
Basso anticipa que la situación de las empresas relacionadas con el turismo será más complicada en los próximos seis meses. Por ello, asegura que esta crisis es tan grave que no puede resolverla solo el sector privado y necesita apoyo público.
Basso considera que la preocupación del BID Invest es saber cómo puede inyectar liquidez en el sector trabajando de la mano de los gobiernos y bancos locales, para que las empresas puedan enfrentar la reapertura.
Esta entidad tenía un volumen de negocios por USD 5 000 millones en la región para el 2020 y debido a la pandemia aumentó su capital hasta llegar a USD 7 000 millones de inversiones en el 2020.
La crisis del sector La ocupación hotelera. De acuerdo con el BID Invest, en abril la ocupación hotelera en América Latina llegó a su punto más bajo con el 11,6%. En mayo subió al 15% y en junio al 17%. Según Rogeiro Basso, hay que considerar que reapertura no significa recuperación.
Las aerolíneas. Peter Cedá, vicepresidente para América Latina de IATA, señala que este año las aerolíneas en el mundo perderán USD 83 000 millones.
El Consejo Mundial del Viaje y el Turismo estima que el PIB sectorial global caerá este año entre 40% y 60%. Foto: Freepik.es
La reactivación económica debe apoyarse en un nuevo pacto social en el que los empresarios están llamados a tener un papel crucial que cumplir.
Esa fue la conclusión del informe ‘El papel del sector privado en tiempos de pandemia: ideas para el debate’, dado a conocer por la Secretería General Iberoamericana (Segib) y el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi).
En el texto se indica que el resultado de la crisis sanitaria dejará 44 millones de pobres en la región iberoamericana.
Ante ello, el estudio agrega que los costos de la crisis deben compartirse entre toda la sociedad, sin recaer en ningún sector en particular.
“Las empresasdeben apoyar a sus trabajadores en esta coyuntura, puesto que el capital humano en un activo clave. La educación y la formación para el trabajo son fundamentales, para reconvertir a las personas ante la nueva realidad tecnológica”, indica el documento.
Asimismo, se considera que la colaboración público-privada es fundamental.
El informe determina que los empresarios iberoamericanos son parte clave en la reactivación económica a mediano plazo. Ello debido a que en plena pandemia siguen produciendo bienes y servicios para suplir las necesidades de los ciudadanos; donando bienes y servicios; apoyando al Estado con materiales y equipos, etc.
Una vez que se aplaquen los efectos del virus, agrega, las firmas deberán ser flexibles y adaptarse a nuevas realidades en mercados y formas de producción.
El reto actual es no quedar al margen de los cambios tecnológicos, digitalización y automatización, vinculados con la Cuarta revolución industrial.
El informe determina que los empresarios iberoamericanos son parte clave en la reactivación económica a mediano plazo. Imagen: www.freepik.es
La capacidad de adaptación a los cambios con agilidad ha definido el tiempo de vida de una empresa desde siempre.
Pero en los actuales momentos, esta cualidad de rapidez en la respuesta es más determinante aún porque los mercados y los compradores cambiaron a raíz de un hecho inesperado: la pandemia.
Este tipo de irrupciones imprevistas ha trastocado a las industrias cíclicamente todo el tiempo, según expertos. La particularidad actual es que el hecho fortuito golpeó a todos los sectores de la economía al mismo tiempo.
El confinamiento cambió el entorno económico. Se ha detenido la producción y lo que más se necesita en este momento es reactivar la economía, con la búsqueda de nuevas oportunidades de ingresos, indica Alberto Acosta Burneo, editor de la publicación económica Análisis Semanal. Es decir, a través del cambio.
La agilidad en la respuesta permite a las organizaciones mantenerse y prosperar cuando hay cambios impredecibles. Y esta capacidad les ayuda a adaptar sus modelos de gestión y procesos internos para hacerlos más eficientes manteniendo su calidad y ventaja competitiva, sostiene Mario Chao, CEO de Everis México, en un artículo publicado en Forbes.
Las empresas deben ser capaces de cambiar de rumbo al ritmo en que sus circunstancias cambian. “Continuar con los procesos establecidos y las mismas zonas de confort, porque esa es la manera en que una empresa siempre ha hecho las cosas, no ayudará a enfrentar los actuales desafíos del mundo globalizado”, indica Lil Roberts en la revista CPA.
La crisis del covid-19 ha cambiado prioridades de compra, hábitos de consumo y ha creado nuevas necesidades.
Por ello, la clave es cubrir esas nuevas necesidades de los clientes y de este modo generar nuevos ingresos que reemplacen e incluso superen a aquellos que se desvanecieron. Chao advierte que esta cultura de agilidad empresarial no es nueva sino que viene desde hace décadas atrás probando ser eficaz.
Por eso, la adopción de esta cualidad no es solo para esta coyuntura sino que debe permanecer. Esto porque el mundo se presenta cada vez más incierto y cambiante. Un aliado a favor de las organizaciones es la tecnología.
El uso masivo de las nuevas tecnologías permite agilizar y mejorar los procesos operativos, delinear mejor el mercado donde se va a actuar y, sobre todo, escuchar en tiempo real la voz del consumidor, para así satisfacer de inmediato sus nuevas necesidades.
889 mil empresas funcionaban en Ecuador al cierre del 2018, según el INEC.
La tecnología ha sido un gran aliado en la búsqueda de nuevos mercados para los negocios
Evelyn Tapia (I) La economía del país podría decrecer entre 7,3% y 9,6% este año, según el Banco Central del Ecuador. Aunque hay incertidumbre con respecto a cuánto tiempo tomará la recuperación económica, una época de crisis puede generar oportunidades para los negocios.
Los empresarios y emprendedores pueden encontrar nuevos mercados para satisfacer necesidades que no están siendo atendidas, dice Pablo Carrera, profesor de la USFQ Business School. El docente añade que en estos meses de emergencia por la pandemia, negocios de todos los tamaños han cerrado y eso también es una oportunidad para que nuevos emprendimientos llenen esos espacios que dejaron los que cerraron.
Puede ser que el negocio desarrolle un nuevo producto para acercarse al público, que la empresa busque llegar con el mismo bien a un público de nuevas áreas o que se busque suplir el espacio que dejó un competidor. En cualquiera de estas circunstancias, la experiencia puede ser exitosa si hay planificación.
Juan Carlos Bustamante, docente de marketing de Espae, Escuela de Negocios de la Espol, explica que lo recomendable antes de comenzar a buscar nuevos mercados es realizar un análisis de portafolio para identificar aquellas ventajas competitivas y el atractivo del mercado.
En medio de la emergencia sanitaria, empresas del rubro textil se dedicaron a la fabricación de mascarillas, sustituyendo los productos que vendían antes de la pandemia. Si esto se realiza “por la urgencia y sin un análisis de portafolio se corre el riesgo de entrar a un mercado saturado”, menciona el docente de Espae.
Las ventas
Durante este proceso el negocio tiene que ser evaluado, si podrá ser competitivo con sus costos de producción, si tiene ventajas de diferenciación, entre otros aspectos. “Si pretendo entrar donde hay empresas con gran competencia y no tengo un buen manejo de canales y poder de negociación voy a requerir un buen músculo financiero para soportar pequeños porcentajes de participación de mercado”, asegura Bustamante.
Carrera dice que el análisis es importante, pero también lo es la mentalidad del empresario o emprendedor para buscar oportunidades nuevas. Él menciona que las alianzas estratégicas son claves. “Los emprendedores más pequeños a veces prefieren ser ‘todólogos’, cuando pueden buscar aliarse con otros que sean fuertes en otras áreas e incluso compartir costos y riesgos”, detalla. Las alianzas pueden ser necesarias en temas de logística.
Por la pandemia, hubo negocios que empezaron a dar servicio a domicilio sin experiencia y se dieron cuenta sobre la marcha que esto no era rentable.
En el área de tecnología, aunque esta es muy intuitiva, puede ser útil encontrar aliados, por ejemplo, para el comercio electrónico. Esto además ayudará a brindar un mejor servicio con valor agregado.
Para César Espinoza, director del área de negocios de ESAI Business School, el contexto actual abre más oportunidades en tecnología para explorar áreas como la inteligencia artificial, internet de las cosas, Big Data e impresión 3D. “Las oportunidades no tienen límite gracias a la tecnología que está digitalizando el mundo, lo está desmaterializando. La gran oportunidad estará en identificar en qué negocio me encuentro y saber cómo la tecnología nos puede transformar”, dice.
La tecnología ha sido un gran aliado en la búsqueda de nuevos mercados para los negocios que quieren cruzar fronteras en medio de esta pandemia.
Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación de Exportadores (Fedexpor), cuenta que eso se comprobó durante la Feria Virtual de Alimentos que realizó el gremio en junio pasado. Se registraron USD 15 millones en compromisos de negocio y se alcanzó un registro de 500 compradores.
El dirigente gremial explica que la tecnología ayudó a que negocios pequeños y medianos accedan a potenciales compradores, sin tener que incurrir en otros costos que se hubieran dado en una feria física, comenta.
9,6% es el porcentaje de decrecimiento que se proyecta para la economía ecuatoriana este año.
La capacitación siempre ha sido pieza clave para el crecimiento de las empresas
Vanessa Silva (I) Cómo lograr la recuperación económica en medio de la crisis más dura que ha experimentado el país, es el mayor desafío de las empresas. Salir a flote requiere no solo de decisiones acertadas de los directivos, sino también de la actuación de la fuerza laboral.
La participación de los trabajadores trasciende del cumplimiento de las normas de bioseguridad, para evitar el contagio de la covid-19. La resiliencia ante nuevos escenarios es fundamental, describen expertos consultados.
“Definitivamente estamos frente a un entorno diferente para el empleo. El mundo en el que trabajábamos anteriormente se fue. Por lo tanto, tendremos que desaprender para aprender nuevas habilidades”, comenta Grecia Logroño, especialista en talento humano.
Logroño anota como fundamentales el desarrollo de habilidades digitales y socioemocionales (creatividad, resiliencia) y trabajo en equipo remoto, debido al incremento exponencial de la cantidad de personas interactuando en entornos virtuales.
El abrupto cambio hacia el teletrabajo, debido a la pandemia, es una muestra del reto que implica la situación actual tanto para empleados como empleadores. Según datos del Ministerio de Trabajo, hasta el pasado 1 de julio en el país había 411 688 teletrabajadores en el sector privado.
El aprendizaje y dominio de medios telemáticos se convirtió en una necesidad que es cubierta mediante capacitaciones promovidas por las empresas y por iniciativa propia de los trabajadores.
Xavier Sisa, director jurídico de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), describe que se pasó de un temor casi generalizado a adoptar los mecanismos de trabajo por medios electrónicos, “a que se convierta esta en una forma diaria y eficaz de mantener nuestras actividades laborales y de comunicarnos con los demás miembros de la empresa”.
Tendencia
Uno de los estilos más fuertes actualmente es el ‘reskilling’, es decir, enseñar a las personas cosas nuevas para que puedan realizar nuevas tareas, dice Roberto Estrada, socio de Deloitte Consulting.
Si las personas se mantienen aprendiendo siempre encontrarán mejores oportunidades y podrán contribuir de mejor forma a su empresa. Los temas prioritarios son gestión del cambio, liderazgo y sus nuevos desafíos; cultura organizacional, técnicas para ser productivo en teletrabajo, transformación digital y además todos los aspectos técnicos inherentes al cargo, dice Estrada.
El ‘reskilling’ es la cuarta tendencia en talento humano más importante para los negocios en Ecuador, según un estudio reciente de Deloitte. El mismo informe revela que el 64% de los encuestados considera estar “preparados” o “muy preparados” al respecto.
La capacitación del personal, aciertan los expertos, siempre ha sido pieza clave para el crecimiento de las empresas. Invertir en esta área ahora cobra más relevancia.
Otra rama de formación potente frente a la transformación provocada por la pandemia es el ‘upskilling’. A diferencia del ‘reskilling’, se trata de aprender nuevos conocimientos o habilidades relacionadas con la misma área de trabajo que se desempeña.
Un artículo de la revista Forbes Colombia (2 de junio del 2020), cita un estudio de Linkedin el cual reporta que este año el 51% de las compañías a nivel global tienen previsto implementar un programa de ‘upskilling’ en el interior de sus organizaciones; el 47% hará lo propio con uno de ‘reskilling’.
Forbes Colombia también recoge una investigación del Boston Consulting Group en donde se concluye que el 86% de la fuerza laboral en Latinoamérica tiene interés en hacer ‘reskilling’, para tener un nuevo empleo. “Sin duda, esto abre la puerta a grandes cambios en los departamentos de RR.HH.”, describe la revista.
Los expertos reflexionan que todos estos aspectos deben estar ligados con una organización coherente de los equipos de trabajo y entablar canales de comunicación efectiva, entre otros, con el fin de lograr objetivos comunes.
51 % de compañías en la región tienen previsto impulsar jornadas de formación, según LinkedIn
Los empresarios han optado por buscar otros canales de venta para mantener su mercado
Mayra Pacheco (I) Para mantener sus actividades productivas, en medio de la crisis sanitaria que vive el país, ciertas empresas han optado principalmente por usar medios electrónicos o impulsar ofertas, dice la Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador.
En Perla Organic Chocolate, una firma que tiene cuatro años de trayectoria, por ejemplo, se decidió priorizar las ventas en línea, luego de que el Gobierno decretará la crisis sanitaria. Si bien antes de la pandemia contaba con esta herramienta, esta modalidad de comercio no era la principal.
Luego de que se limitara la circulación de personas, Carol Marcial, gerente general de Perla Organic Chocolate, comenta que optaron por hacer un mayor uso de este canal. “Antes el empleo de esta herramienta era muy básico, ahora por la situación hemos dado más fuerza y el movimiento es más activo. Esto nos ha permitido conocer más a nuestros clientes”.
Así, mantienen sus operaciones, aunque sí se ha producido una disminución de sus ventas en alrededor del 30%, en este primer semestre del año con relación al mismo período del año anterior.
Otro sector que ha apostado por esta estrategia es el atunero. Sus conservas se han promocionado a través de plataformas digitales. Así este sector ha buscado incrementar y dinamizar sus ventas.
Debido a las restricciones de movilidad y la cancelación de ferias internacionales, esta nueva forma de comercializar les ha permitido incluso llegar a clientes internacionales fácilmente. Eurofish, Asiservy, Marbelize y Tecopesca son algunas de las plantas atuneras que incluyeron esta modalidad, según la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa).
Exportaciones
El año anterior, la industria pesquera nacional exportó 427 959 toneladas métricas de atún y pescado fresco, enlatados, harina de pescado y otros elaborados. Esta cifra está lejos de alcanzarse en este 2020. La Ceipa calcula que un 30% de la operación se redujo por la emergencia, lo que afectará directamente a las exportaciones.
El sector de alimentos y de farmacias se han apoyado también más en las ventas a través de plataformas digitales, refiere Pablo Zambrano, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador.
Además de esta iniciativa, los comercios han mantenido las ofertas, indistintamente de la temporada. En los centros comerciales y almacenes, por ejemplo, se advierte rótulos con promociones, descuentos entre 30% y 70%, y mayores facilidades de pago.
Con esto, según Zambrano, se busca que los compradores, que por ahora están priorizando el ahorro por la pandemia, logren adquirir algunos productos.
Con estas estrategias las empresas buscan comercializar su producción o ‘stock’ de mercadería, para llegar a un punto de equilibrio y evitar excedentes que les generen pérdidas. Zambrano señala que estas iniciativas se seguirán aplicando en el resto del año.
Mientras tanto, pese a la situación adversa causada por el virus, los sectores bananero y camaronero tuvieron un mejor desempeño en las exportaciones gracias a que la demanda se mantuvo y a que adaptaron sus procesos a la nueva realidad.
70 % de descuento es el monto máximo que ofrecen firmas en los centros comerciales
Las empresas deben optimizar al máximo sus procesos para ser más eficientes y reducir costos
Redacción Negocios (I) El escenario para el sector empresarial aún es adverso, para lo que resta del año. La actualización de la tasa de crecimiento económico de Ecuador, realizada por entidades públicas o internacionales, muestra que habrá una contracción, entre el 6,5% y 10,9%.
La actualización que realizó el Fondo Monetario Internacional (FMI), en este año, señala que la economía ecuatoriana decrecerá 10,9% en el 2020, por la crisis económica en el contexto de la pandemia del covid-19.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), por su parte, prevé una caída del 6,5%. Mientras tanto, el Banco Central del Ecuador proyecta una caída de hasta el 9,6%. Para el sector empresarial, este escenario es considerado el más complejo de la historia.
Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, menciona que las personas que tendrán ventajas, en este contexto de emergencia sanitaria, serán aquellas que tengan liquidez, ahorros, acceso a créditos o quienes han podido mantener su operación.Estas condiciones permitirán que este segmento adquiera aquellos negocios que, ante la quiebra, sus propietarios preferirán venderlos antes que liquidarlos, porque ese proceso es “tortuoso”, expresa Alarcón.
Como efecto de la crisis sanitaria generada por la pandemia de coronavirus, se estima que los sectores más afectados son turismo, transporte, administración pública y manufactura. De acuerdo con el Banco Central pueden caer más del 10%.
Actualmente, en los hoteles, que son parte del segmento de turismo, la ocupación no supera el 5% y en los restaurantes las ventas oscilan el 10%. Además, hay otras actividades en las que aún su funcionamiento está por definirse. Entre esos están bares, gimnasios y espacios de recreación infantil.
Empresas por sector económico
Su reactivación económica aún tomará tiempo porque persiste el temor de las personas ante posibles contagios. Además, las medidas adoptadas en ciertas empresas como despidos, reducción del salario o de la jornada, por la crisis sanitaria, ha afectado la capacidad de adquisición de los consumidores.
Por estas condiciones, en este año se prevé que las ventas tengan una contracción del 18%, según proyecciones de la Cámara de Comercio de Quito, con base a información del Servicio de Rentas Internas (SRI).
Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano, considera que, con estos niveles de ventas, las empresas se han visto obligadas a realizar ajustes en su operación para reducir gastos. “En los centros comerciales, hay almacenes que ni siquiera abren. Incluso, ni los domingos que antes considerado era el día de mayores ventas”.
La reactivación será lenta, porque la dinámica en las ciudades y en las familias es diferente “No se puede señalar cuándo volveremos a la anterior normalidad”, asegura Aspiazu.
Con relación a las oportunidades, si bien se puede destacar el crecimiento en el sector de telecomunicaciones, porque la demanda subió para realizar actividades de teletrabajo o clases virtuales, hay una desventaja. Esta consiste en la alta morosidad que se ha generado, a propósito de la disposición del Gobierno de no suspender los servicios básicos o de Internet, por la falta de pago.
De acuerdo con la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet), el nivel de morosidad que registran las empresas proveedoras de servicios de telecomunicaciones supera el 50% en Ecuador. Las empresas tienen el desafío de llegar a acuerdos con los clientes.
Además, las empresas deben optimizar al máximo sus procesos para ser más eficientes, precisa la la Cámara de Comercio quiteña.
18 % es la contracción estimada por la Cámara de Comercio de Quito en el monto de ventas
La agilidad en la adaptación, la planificación estratégica, la flexibilidad laboral, la creatividad e innovación, así como el análisis del entorno son vitales hoy en día.
El 1 de mayo del 2020 -o el Día Internacional del Trabajo- se celebró este año en medio de un apocalipsis laboral provocado por una pandemia con la predicción de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que afirma que prácticamente la mitad de los 3 000 millones de trabajadores activos corren el riesgo de perder sus medios de vida.
Para muchos trabajadores, el confinamiento ha acelerado la llegada del “futuro laboral”, un concepto al que se ha hecho referencia en los últimos años en asociación con las oportunidades y los retos planteados por el trastorno tecnológico y los factores económicos estructurales que determinan la calidad de los medios de vida en el mundo.
Para muchos trabajadores cualificados, ha supuesto el trabajo a distancia. A muchos empleados de servicios y manuales les ha planteado un futuro en el que es posible que las máquinas desplacen a las personas, especialmente a medida que las empresas consideren un aumento de la automatización para mejorar su resiliencia.
Para aquellas personas pertenecientes a la economía de pequeños encargos, el sector sanitario y el sector educativo, ha provocado un replanteamiento global del significado y la naturaleza esencial de estas profesiones. Para la gente inmersa en la economíade pequeños encargos e informal, ha puesto de manifiesto la falta de protección social fundamental y la precariedad del trabajo vinculado con la subsistencia.
Se necesitan medidas inmediatas de carácter urgente para proteger los empleos, conservar los vínculos entre empleadores y empleados, mantener a flote a los pequeños y medianos empleadores y ofrecer prestaciones complementarias y otras redes de seguridad directamente a los trabajadores y los hogares.
En estos aspectos se han centrado los esfuerzos realizados por los países más avanzados y mercados emergentes, aunque se necesita un mayor apoyo para las economías en vías de desarrollo. Debemos reconocer este momento como una oportunidad de reconstruir mejor y sentar las bases de un mercado laboral más resiliente y un mundo más igualitario.
Mejora de competencias En los últimos años, los gobiernos, las empresas y los trabajadores han empezado a dar prioridad al reciclaje y a la mejora de competencias para prepararse mejor para las alteraciones provocadas por la Cuarta Revolución Industrial. Aunque ha sido un invasor microscópico -y no el auge de los robots- el que ha provocado el desmoronamiento actual del mercado laboral, es evidente que la pandemia acelerará la digitalización y la automatización en diferentes industrias y sectores.
Esta situación exige nuevas inversiones y mecanismos para la mejora de las competencias y el reciclaje, en lo relativo tanto a capacidades humanas como a digitales. Mientras que el sector de la formación y la educación en línea ha suscitado un mayor interés por parte de los trabajadores confinados conectados digitalmente, es vital que los empleadores apuesten fuerte por el reciclaje de los trabajadores y que los gobiernos establezcan proactivamente disposiciones relativas a la mejora de las competencias y el reciclaje, y las integren en los estímulos fiscales que están inyectando en las economías con vistas a preparar mejor a los empleados para una economía pospandémica.
Los nuevos empleos El Foro Económico Mundial ofreció una visión de los trabajos del mañana a principios del 2020. Estos empleos se concentran en gran medida en las profesiones para el cuidado de las personas, el apoyo del planeta, la gestión de nuevas tecnologías y la comunicación de productos y servicios: la economía asistencial, la economía ecológica, las personas y la cultura, los datos y la inteligencia artificial, la ingeniería y la computación en la Nube, el desarrollo de productos, las ventas, el marketing y el contenido.
Mientras que la pandemia subraya el papel esencial de los trabajadores hospitalarios, de las tiendas de alimentación, los centros educativos y otras profesiones fundamentales, se espera que las oportunidades aumenten en el sector de la economía asistencial.
Del mismo modo, se espera que sigan aumentando los puestos en sectores como la creación de tecnología y la gestión, el comercio electrónico y la economía del conocimiento más amplia. Asimismo, mientras los gobiernos intentan reconstruir sus economías, también surgirán nuevas fuentes de crecimiento -y empleos– de la economía ecológica, la ciencia y la investigación sanitaria, así como las infraestructuras digitales. Para las economías en vías de desarrollo, es todavía más esencial contar con un nuevo enfoque proactivo respecto de los empleos del mañana, al tiempo que se rediseñan las cadenas de valor global y, con ellas, el modelo de crecimiento impulsado por la fabricación de períodos anteriores.
La tarea de las empresas es darse cuenta de las nuevas oportunidades para reactivar el empleo.
1500 millones de trabajadores pueden perder sus puestos de trabajo en el mundo a causa del impacto de la pandemia, según OIT.
El confinamiento impulsó el “futuro del trabajo” y para generar nuevos puestos es necesario que la gente mejore sus competencias y opte por las nuevas profesiones. Foto: Freepick.es
La pandemia del covid-19 ha golpeado profundamente las ventas de pequeñas y grandes empresas que han quebrado o podrían quebrar por falta de liquidez.
Frente a esta situación, la banca privada y la banca pública han puesto a disposición una serie de productos de financiamiento, a fin de que el sector productivo tenga donde apalancarse y no sucumba.
Esto se ha visto reflejado ya en las cifras de entrega de créditos en los meses de marzo, abril y mayo pasados, cuando las restricciones de movilidad impactaron profundamente en la economía.
Según datos publicados por la Asociación de Bancos Privados, entre marzo y mayo del 2020, las entidades colocaron créditos para la producción por un saldo total que alcanza los USD 52 145 millones. Esto implica un incremento de USD 564 millones respecto del mismo periodo del 2019.
Este tipo de créditos incluye actividades productivas, crédito a las viviendas, créditos a microempresas y también financiamiento de actividades comerciales.
Julio José Prado, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador, explica que durante la crisis sanitaria, según la cifras de la Superintendencia de Bancos, la banca ha realizado más de 1,3 millones de operaciones de diferimiento extraordinario, que les ha permitido a los clientes aplazar sus pagos y enfocarse en sobrellevar esta etapa. “Este apoyo suma más de USD 3 000 millones de alivio financiero que acompañar a la reactivación productiva del país”, señala.
Los bancos privados buscan mantener el dinamismo en el otorgamiento de financiamiento. Incluso, han anunciado que inyectarán más liquidez al mercado por encima del nivel de recuperación de cartera que están registrando en estos meses, lo que implica una ampliación en el crédito destinado a la reactivación.
Banco Guayaquil estableció la nueva línea de crédito de USD 30 millones dirigida a pymes y empresas, para financiar proyectos de innovación tecnológica en el país, que garanticen y fortalezcan el mejoramiento tecnológico.
Adicionalmente, el Gobierno, creó el programa Reactívate Ecuador para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas, y lograr la reactivación productiva y protección del empleo. En paralelo a este programa, la Corporación Internacional de Finanzas para el Desarrollo de Estados Unidos oficializó nuevas líneas para la banca privada ecuatoriana por USD 250 millones, dirigidos para créditos a pymes.
De acuerdo con Pablo Patiño, portavoz de la Corporación Financiera Nacional (CFN) “en momentos que existen factores externos que impactan gravemente al sector productivo, el enfoque principal está en la reactivación y sostenibilidadde las micro, pequeñas y medianas empresas, pues tienen mayor dificultad de acceso a crédito”.
Para entregar préstamos de forma ágil se activó el producto Pyme Exprés CFN, el cual otorga créditos de capital de trabajo. Para impulsar ese financiamiento se consiguió una inversión del Biess que permite colocar USD 50 millones a través de este producto.
En la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (Conafips), los créditos productivos se entregan a través de las organizaciones financieras de la economía popular y solidaria, como cooperativas de ahorro y crédito, mutualistas, cajas de ahorro y crédito, y bancos comunales.
“Hemos recibido una inyección USD 93,8 millones por parte del BID, para que podamos otorgar créditos finales a estos socios de las cooperativas de ahorro y crédito, con tasas de 9,99% hasta el 17%, hasta 30 meses plazo y 6 meses de gracia, esto enmarcado en el plan Reactívate Ecuador”, explica Roberto Romero, presidente del Directorio de Conafips.
Conafips atiende todos los sectores de la economía, especialmente al productivo, comercio y servicios, mediante la entrega de microcrédito para la economía popular y solidaria. Los créditos individuales pueden ser de USD 50 o USD 50 000 y llegar hasta USD 200 000 en créditos asociativos. Sin embargo, más allá del sector, según Romero, priorizan la democratización del crédito y la inclusión financiera.
Las estrategias Fondos. Organizaciones internacionales y organismos multilaterales han habilitado nuevas líneas de crédito de fondos líquidos, destinados para microcréditos y financiamiento de género.
Desembolso. Durante la pandemia, la CFN ha desembolsado cerca de USD 65 millones en nuevos créditos, y ha preaprobado 63 millones más para Pyme Exprés, en beneficio de 900 empresas.
Riesgo. Los bancos privados llevan a cabo un estudio personalizado con sus clientes, realizando un análisis caso por caso, para entender su realidad actual y planear de mejor manera su reactivación.
Inclusión. Para la Conafips es importante otorgar créditos para favorecer la equidad e inclusión entre hombres y mujeres, así como los adultos mayores, tanto en zonas urbanas como rurales.
Los pasos para acceder al financiamiento
Redacción Quito (I)
Las instituciones financieras públicas y privadas han implementado un listado de requisitos específicos para aquellas personas naturales o jurídicas que desean acceder a los préstamos. Algunos de estos procesos pueden llevarse a cabo de manera digital. En cada uno de sus portales de Internet se puede encontrar los documentos que deben reunir los emprendedores y los empresarios que estén interesados.
El Plan Reactívate Ecuador busca incrementar la producción, proteger empleos y ofrecer facilidad en la cobertura de garantía. Quienes deseen acceder a dicho plan requieren presentar información sobre el buen funcionamiento del negocio antes del covid-19 y la afectación por la emergencia sanitaria, en cuanto a disminución de ventas.
A raíz de la pandemia, se aceleró la adopción de la banca digital. Uno de los principales objetivos de la banca privada es continuar brindando opciones de servicios digitales. “Los clientes que necesiten algún tipo de servicio financiero, deben contactarse con su entidad financiera”, explica Julio José Prado, presidente Ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador.
Debido a la necesidad imperativa de liquidez en las empresas, un instrumento para capital de trabajo oportuno para afrontar la crisis y mantener empleos es el Pyme Expres que ofrece la CFN.
A este crédito pueden acceder personas naturales o jurídicas cuyas ventas anuales sean desde USD 84 000 hasta USD 5 millones que cuenten con un patrimonio igual o mayor a USD 25 000, con proyectos en marcha y buen comportamiento financiero.
En el caso de cooperativas, se ofrecen microcréditos para arrancar un emprendimiento con la compra de activos y capital de trabajo. También se ofrecen créditos de mayores montos y plazos para pequeñas y medianas empresas a fin de que reactiven sus negocios, a través de capital de trabajo que les permita cumplir con sus operaciones regulares.
1.- Liquidez Cada institución financiera establece sus propios requisitos, para acceder a los créditos que ofrece para apoyar emprendimientos o negocios. El objetivo es generar la reactivación productiva y económica, lo cual implica apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas que ahora, enfrentan problemas de liquidez.
2.- Reactívate Para acceder al crédito del Plan Reactívate Ecuador las personas jurídicas deben presentar el RUC, cédula del representante legal, declaración IR 2019, declaración de IVA último trimestre 2019, balance general y estado de pérdidas y ganancias al 31 de diciembre 2019 con firma de responsabilidad, flujo de caja, entre otros papeles.
3.- Pyme Expres Para acogerse al crédito CFN Pyme Expres, el cliente solicitará una precalificación a través de la página web www.cfn.fin.ec. Una vez que pase este proceso, se le notificará el cupo al cual puede acceder y el cliente deberá presentar en línea los requisitos para validación y análisis de la información financiera y contable.
4.- Banca privada Es importante que cada cliente conozca sobre las herramientas digitales que ofrecen los bancos. En ellas, además de los requisitos, se ofrecen simuladores de créditos que reflejan los intereses, los plazos y las tablas de amortización. Las entidades también ofrecen aplicaciones y asesoría a través del teléfono.
5.- Cooperativas Generalmente, una persona que quiera acceder al crédito de una cooperativa, debe ser socio de esta (tener una cuenta de ahorros o algún tipo de inversión). Además, debe presentar documentos de identificación y documentos que avalen la posesión de bienes que servirán de garantía para el financiamiento.