Con más de 14 años en el mercado, el restaurante Bocatto Da Fiorentino surgió en Quito en el 2004 como una alternativa a la gastronomía italiana que entonces se ofrecía en la ciudad.
Fue mentalizado por los hermanos Gabriel, Isabel y José Carrasco, quienes por el éxito alcanzado posteriormente crearon Little ItalyPizza by Bocatto, especializada en pizzas.
De la primera marca existen dos establecimientos. El primero que se abrió está en el patio de comidas de Mall el Jardín, norte de Quito; el segundo se encuentra en el centro comercial Scala Shopping, en Cumbayá. Estos locales registran una alta afluencia de clientes durante todo el año.
Como Little Italy poseen seis puntos de venta localizados en Quito (Cumbayá, Granados Plaza y La Floresta) en Guayaquil (Mall del Sol) y en Samborondón.
Un total de 100 personas trabajan en los restaurantes, que atienden todos los días, desde las 12:00.
Gabriel Carrasco, gerente General, señala que el valor agregado de la firma se consolida en la producción de alimentos sanos y artesanales que brindan “sabores únicos y aromas cautivadores, servidos en espacios cálidos, acogedores y coloridos”.
El 80% de los productos preparados son de origen ecuatoriano, el resto son importados desde Italia y España.
El negocio tiene 30 proveedores. Cada uno es evaluado no sólo en la calidad del insumo sino también en su cadena de distribución, tiempos y gestiones administrativas que influyen en el desarrollo de la marca.
Carrasco menciona que la empresa continuamente realiza grupos focales, con el fin de conocer la opinión de sus clientes. De ahí surgen las propuestas para innovar el menú y servicio.
En el 2018, la facturación del negocio se incrementó el 9,7% con respecto al 2017. Ahora la meta es crecer entre 9% y 13% aplicando distintas estrategias.
Gabriel Carrasco, gerente General de la empresa.Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Los helados MonRoll tienen sabores innovadores. En cada fiesta típica, este negocio obtiene un nuevo sabor como el de la colada morada, en alusión al Día de los Difuntos.
También realiza una edición especial de un helado navideño, con sabor a cereza y a menta. MonRoll se ha destacado por los ingredientes poco convencionales como el helado con sabor a vino tinto, que se caracteriza porque no es tan dulce y por la acidez típica del vino. Además de un helado con sabor a torta y otro a frutos rojos. En total son 12 tipos de helado.
En 2017, la idea nació con siete sabores. En uno de sus viajes, Carolina Masson Bedón descubrió el helado en forma de rollo y pensó que sería una buena idea instalar un negocio así en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Así que inició una investigación sobre los helados y el tipo de máquina que necesitaba. Los equipos los importó desde China.
Ya con las herramientas empezó a preparar la receta. La fórmula tardó más de un mes en estar lista. “Habían fórmulas prefabricadas. Pero yo quería que el sabor de mi helado fuera único”.
Entonces, ella descubrió que la fórmula ideal era una mezcla de lácteos semidescremados.
Ese líquido se coloca en unas máquinas y encima se le añaden las frutas frescas, el chocolate o el vino. En menos de tres minutos el helado toma consistencia y se pueden formar los rollos. Mientras, el cliente espera por el helado que se prepara al instante, pueden jugar billar o futbolín en la parte trasera de su local.
Los helados se sirven en dos presentaciones. Una grande que tiene un costo de USD 3 y uno pequeño de USD 1,50.
Carlos Saltos es uno de los clientes de MonRoll. Él señala que su helado favorito es el de frutos rojos porque se sienten los trozos de la fruta fresca con el lácteo del helado. “Es un sabor que nunca había probado y me encanta”.
Para la temporada invernal, se han creado nuevas recetas. Una de esas es el chocolate caliente, que es una bebida semiamarga a la que se le añade un rollo de helado de vainilla y se le decora con un escarchado de coco.
Las fotos de estos productos se suben a las redes sociales, en donde se suman clientes nuevos cada día. Sin embargo, la mayor clientela la obtiene por las recomendaciones de las personas que degustaban los helados.
También aprovecharon la feria por las fiestas de cantonización de Santo Domingo. Esa fue una vitrina para mostrar el producto y captar clientes fijos, que ya son más 300 personas. En la actualidad, a diario se venden entre 300 y 400 helados. Los días de mayor demanda empiezan el jueves y terminan el domingo. “Pero hay temporadas en las que los martes y miércoles vienen muchos clientes al local”.
Carolina invirtió en su local más de USD 16 000 en las máquinas para los helados, la decoración del local, utensilios de cocina y otros.
Carolina Masson Bedón es la propietaria de la marca de helados en forma de rollo MonRoll, ubicado en Santo Domingo de los Tsáchilas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
Para Ecuakao el perfil de sabores es fundamental a la hora de comercializar el cacao en grano y en licor. A través de un mapa de sabores, la empresa determinó las zonas en las que se produce el cacao con las características que piden sus clientes en el exterior.
En la variedad de cacao nacional, la producción de Manabí se destaca por un sabor floral, rico en frutos secos como la nuez. En Esmeraldas, el producto tiene un intenso sabor a chocolate amargo y una pepa de mayor tamaño. Mientras que en Los Ríos, los sabores van desde lo floral a los frutales, con un sabor ligero a chocolate.
A partir de esta clasificación, Ecuakao elabora sus recetas para los distintos destinos de exportación. Así lo cuenta Mariuxi Espinoza, gerenta de Aseguramiento de Calidad de la compañía.
La firma trabaja también con la variedad CCN51, que se destina a clientes que solicitan sabores intensos de chocolate y nuez. Espinoza cuenta que esta variedad es la que prefieren compradores en Estados Unidos; mientras que hacia Japón envían cacao con un perfil más floral. Chile y Argentina prefieren un balance de sabores.
“Vendemos por perfiles de sabor dependiendo de las características que quieran destacar los clientes en el producto final. Esto nos ha permitido trabajar con pequeños y grandes chocolateros a lo largo del mundo que buscan un desarrollo específico”, asegura.
Ecuakao es una compañía que opera desde marzo de este año, luego de adquirir los activos de Transmar Ecuador S.A., que acumulaba más de una década de funcionamiento en el país. La operación y trayectoria es la misma, asegura Espinoza, solo hubo cambio en la razón social. La capacidad de producción de la planta es de 1 200 toneladas de licor de cacao al mes y 2 000 toneladas de grano de cacao mensual.
Las exportaciones en grano van hacia a Norteamérica, Asia y Europa. Mientras que el principal destino del licor de cacao es América del Sur, con el 75% de las ventas. El año pasado, la empresa alcanzó 15% de participación de mercado en exportaciones totales del país.
De sus ventas, el 55% corresponde a cacao en grano, principalmente a Estados Unidos; mientras que el restante fue para el licor de cacao. En cantidad de producto, la empresa envió durante el 2017 13 200 toneladas en grano y 11 000 toneladas de licor de cacao.
Espinoza asegura que una de las ventajas de comercializar semielaborado de cacao es la posibilidad de dar un valor agregado al grano. “El precio del cacao varía y depende básicamente del destino. Al exportar licor de cacao el precio es mayor”.
Ecuakao trabaja con 200 proveedores de distintas partes del país. Uno de ellos es Roberto Rugel, que les vende cacao desde hace más de una década, cuando era su padre quien dirigía el negocio familiar. “La compañía nos ha dado una estabilidad en el mercado, siempre respetando los precios, la calificación y el peso justo. Son puntos importantes”, asegura.
Rugel posee una bodega en Montalvo, provincia de Los Ríos. De allí compra el cacao a los agricultores, aunque también adquiere el producto en Milagro (Guayas). Actualmente adquiere, en promedio, 1 000 quintales a la semana. “El pago de Ecuakao es puntual. Eso es importante”.
Entre sus planes de crecimiento para este año, la compañía instalará otra línea de producción de licor de cacao a partir del segundo semestre.
La idea es seguir creciendo en este segmento y abarcar países exigentes a los que ya venden cacao en grano, como el caso de Suiza. Además, en noviembre arrancará la línea de producción de manteca y polvo de cacao.
La vocera Mariuxi Espinoza
Una estrategia es la de los talleres de capacitación a proveedores en temas de contaminación, transporte limpio, procesos de secado, higiene, almacenamiento, control de plagas y fertilización de diversas áreas. Les ayudamos en las mejoras que pueden tener tanto para su salud como la estabilidad de sus familias, para que ganen más. Si el cacao es más limpio, cumple con las reglas de higiene y seguridad alimentaria, tiene mejor precio.
Las Cifras 3 200 toneladas de cacao en grano vendió el año pasado la compañía ecuatoriana.
55% fue la venta de cacao en grano, principalmente a Norteamérica. Mientras que 45% de la comercialización correspondió al licor de cacao, destinado a Argentina y Chile.
200 proveedores de materia prima tiene Ecuakao, provenientes de varias zonas.
15% de participación en el mercado exportador de cacao logró Ecuakao en 2017.
Los trabajadores de Ecuakao homogenizan el cacao como parte del proceso de secado, para que la temperatura y la humedad se distribuya en todo el producto. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
La marca Nucíferas, Cocadas de Sabores, es uno de los emprendimientos que toma impulso en la ciudad de Esmeraldas, con la propuesta de 10 distintos sabores del tradicional dulce esmeraldeño.
Esta es una iniciativa que empezó hace tres años de la mano de Carmen Espinoza, fallecida hace un año, y que sus dos hijas Jazmín y Katiuska Girón continuaron hasta posicionarlo.
Para eso las jóvenes aprovechan las ferias artesanales que se organizan en la ciudad. Además participaron en un proceso de certificación con representantes de la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa).
En la pequeña planta de producción, ubicada en el sur de la ciudad, trabajan 10 personas, que son parte de la asociación de servicios de alimentación ‘Delicias de Mi tierra’, creada para dar valor agregado al coco.
Esta organización se creó para impulsar la iniciativa Cocadas de Sabores, pero también para legalizar el trabajo que realizan otras familias vinculadas al negocio de la cocada en el sur de la ciudad.
Todo el equipo trabaja en la preparación de los bocaditos, de acuerdo con los pedidos diarios y semanales. Ahí se preparan cocadas con sabor a: maracuyá, guayaba, mango, frutilla, banano, manjar, chocolate, piña y la más de la tradicional hecha con jugo de caña y maní.
La cocada es uno de los productos de la variada dulcería ancestral del pueblo afroesmeraldeño, sobre la que se han creado emprendimientos para la elaboración de la cocada blanca, negra, y la que se acompaña con maní y manjar, estas últimas de las más conocidas.
El producto dela marca Nucíferas cuenta con la notificación sanitaria para la cocada de chocolate y piña, que es la que están colocando en el mercado, mientras se avanza con la certificación de los demás sabores.
Actualmente la producción está entre 700 y 1 500 unidades al mes, con dos sabores principales (chocolate y piña), y la tradicional elaborada con jugo de caña, mientras se amplía el mercado fuera de la provincia.
El costo de cada unidad varía. Se comercializan entre USD 1 y USD 3; cuentan con el servicio de arreglos para fiestas, con bocaditos de cocadas, una de las novedades de la propuesta.
Las hermanas Girón se encargan de abrir mercados y ser parte de las ruedas de negocio que promueve el Ministerio de Industrias, que también ofrece capacitación a los emprendedores.
Eso ha permitido captar el interés de cadenas de tiendas nacionales que tienen sus espacios en Esmeraldas, y con ayuda de la Superintendencia del Poder de Control del Mercado, lograr acercamientos con los empresarios interesados en los productos que elaboran las dos jóvenes emprendedoras.
La apertura de mercado ha implicado redoblar la inversión inicial de USD 3 000, en la compra de nuevos equipos para el empacado y etiquetado del producto, como pailas más grandes y cocinas industriales.
A diferencia de otros emprendimientos que todavía conservan el uso de hornos tradicionales para cocinar el coco, este negocio utiliza cocinas industriales que les permite avanzar mucho más rápido con los pedidos.
La proyección es que hasta finales del año se cuente con la certificación de los demás sabores y entrar a competir con otros productos elaborados a base de cacao con emprendedores de Esmeraldas.
La directora del Ministerio de Industrias en Esmeraldas, Gabriela Zambrano, comenta que este un proyecto al que se ha dados impulso, porque busca conservar una tradición del pueblo afro, dando valor agregado a los consumidores.
Cifra 3 000 dólares fue la inversión inicial en este emprendimiento esmeraldeño
Actualmente la producción está entre 700 y 1 500 unidades al mes, con dos sabores principales: chocolate y piña. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES
En quichua a la montaña se le dice ‘urko’. Ese vocablo y los recuerdos de una parte de su infancia en el campo de la Sierra, inspiraron a Daniel Maldonado a crear un restaurante, en el norte de Quito, que lleva ese mismo nombre.
Cuando un cliente llega a Urko Cocina Local debe saber que no permanecerá sentado, sino que emprenderá una travesía. Y que no solo degustará platillos, sino que a través de ellos conocerá un poco más del Ecuador y su diversidad, explica Maldonado.
“Es un viaje por el país dentro del local. Mientras vamos sirviendo cada plato al cliente, le contamos de dónde viene cada producto con el que se preparó y algún dato interesante del lugar de origen. Vamos moviéndonos por el local, como descendiendo de una montaña”, cuenta.
Este restaurante, creado en 2015 con una inversión inicial de USD 100 000, ofrece un recorrido culinario que comprende un menú de degustación de 12 platillos, elaborados solo con ingredientes locales de las cuatro regiones del país.
Maldonado cuenta que durante los 10 meses que le tomó diseñar el concepto del negocio, se planteó la meta de que todo sea producido por abastecedores nacionales.
Y lo logró. Sus 30 proveedores son locales, la mayoría pequeños y de comunidades indígenas. Así, además, consiguió que un 80% de los ingredientes sea orgánico.
“Tengo un acercamiento especial con el campo porque viví ahí y eso me permitió estar cerca de los cultivos”, cuenta el emprendedor.
Para Maldonado, que antes de ser chef era ingeniero industrial, la experiencia de estar frente a un negocio requirió enfrentar otros retos. Entre ellos, lograr que su negocio sea pionero en la experiencia menú degustación, que aunque existe en otros países, en Ecuador es novedoso.
Urko ofrece un menú degustación que comprende 12 platos elaborados solo con productos de pequeños proveedores locales. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El recorrido comienza en la terraza convertida en huerto de este local. Ahí crecen chillangua, borraja, hinojo, paico, brotes de quinua, flores comestibles y otras plantas que se usan en los tres primeros platillos donde empieza la degustación de los comensales.
Mientras se baja a los siguientes pisos, las personas conocen, por ejemplo, el sabor de algún pez de la Amazonía, como la cachama, o el chamburo, un fruto parecido a la papaya, en miel. La planta baja es el final del recorrido, en donde está el equipo de cocina.
Los 12 platos del menú varían cada cierto tiempo; el costo promedio es de USD 75. El maridaje de vinos incide en la diferencia de los precios. No se trata de cocina nacional estilo fusión, dice el chef, sino de aquella basada en ingredientes locales.
Otra meta que Maldonado se planteó fue lograr que el restaurante sea la primera embajada culinaria de Ecuador. La cumplió, pues los comensales extranjeros representan el 80% de clientela.
De ahí que los 15 empleados que trabajan en el sitio hablan inglés.
“Hay una amplia gama de productos que resultan ser nuevos para la gente y nosotros buscamos que haya aprendizaje, que sepan que en Ecuador hay cuatro regiones y qué productos se dan. La gastronomía es un punto importante del turismo”, cuenta.
El año pasado, Urko ganó en dos categorías en los premios World Luxury Restaurant Awards en las subcategorías de Fine dinning cuisine y Cocina Sudamericana en la categoría Continental.
Actualmente, Urko recibe 800 clientes al mes y genera una facturación de USD 35 000 mensuales.
Estefanía Baldeón, consultora de Canopy Bridge, un emprendimiento que provee de productos cultivados en la Amazonía, cuenta que Urko impulsa el trabajo comunitario sustentable en las poblaciones de esa zona.
“Gracias a la demanda de negocios como Urko, las personas de estas comunidades saben que su trabajo es valorado afuera. Además, nos han ayudado a llegar a más personas, porque muchos clientes de Urko que van a comer se enteran de nuestro trabajo y nos buscan”, señala. Organic Life es proveedor de verduras y frutas orgánicas.
Viviana López, propietaria, cuenta que sus productos libres de químicos y de pesticidas se cultivan y llegan al día siguiente a sus compradores. Eso le da un valor agregado a los platillos en Urko, dice. “A los clientes les gusta sentir que están comiendo verduras orgánicas, frescas y más sanas”.
Daniel Maldonado aprendió cocina en Sevilla. En enero del 2015 decidió crear un restaurante pionero en estilo de “menú degustación”en Ecuador. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Más de 40 variedades de quesos se presentarán en la séptima edición de la Feria Nacional del Queso, del 11 al 13 de agosto, en Cayambe.
Esta será la parte principal del encuentro, en el que participarán 21 emprendimientos de todo el país. Acudirán queseros de Carchi, Imbabura, Pichincha, Bolívar, Loja y Chimborazo.
Luis Chávez, presidente de la Corporación Produ-Cayambe, organizadora de la feria, explica que en un primer momento solo presentaron los quesos de hoja, fresco y mozarela. Sin embargo, conforme se han dado las ediciones de la feria han aparecido otros tipos como aquellos con orégano, ají, albahaca, frutas, andino, etc.
La idea de este encuentro es concientizar a la población sobre el consumo de derivados lácteos. Al 2015, según el Centro de la Industria Láctea, el ecuatoriano consumía, por ejemplo, 1,61 kilos de quesos al año. Esa cifra creció en 10 años, no así la de la leche y el yogur, que han disminuido, aunque en un lapso menor.
Chávez también espera que se valore la producción de quesos con características especiales, de diferentes zonas del país. El organizador cree que los productores deberían comenzar a nombrar a los quesos con denominaciones propias del territorio ecuatoriano.
Incluso, consideran que podría potenciarse la exportación de estos alimentos destacando que son hechos en la mitad del mundo, con leche de vacas que pastan a más de 3 000 metros de altura.
Se espera que unas 18 000 personas acudan a la feria y conozcan estos objetivos. En la cita habrá resultados con relación a la sugerencia que les hizo el público el año pasado: aplicación del queso en la cocina. “Habrá la preparación de unos 20 platos. Se cocinarán pizzas, panetones, tortillas, empanadas y locros con tres variedades de queso al mismo tiempo. Lo haremos con asesoría de chefs ecuatorianos, técnicos del Instituto Técnico Superior Rumiñahui”.
Esto es lo que más le entusiasma a consumidores como María Silva, quien prevé acudir al encuentro. Cree que el queso es un alimento versátil y que hay alimentos que al combinarlos con este lácteo incrementan su sabor.
Precisamente, en la feria habrá la oportunidad para conocer sobre el maridaje del queso: con vino, cerveza artesanal, café, chocolate, carnes maduras, embutidos, entre otros. De hecho, también estarán presentes productores de estos alimentos ecuatorianos.
Los visitantes a la feria también tendrán la posibilidad de acceder al salón del emprendimiento. Allí participarán comerciantes de todo el país quienes ofrecerán calzado, tejidos, chompas, dulces, miel de abeja, entre otros.
Durante la feria se elegirá, además, al mejor queso de Ecuador. Se realizará una cata a ciegas con jueces internacionales para determinar el sabor y la calidad de los quesos por categorías. Chávez dice que se debe cuidar a este sector productivo porque, actualmente, el 20% de la población del país depende de la generación de lácteos.
La feria se llevará a cabo en el recinto Ferial Nápoles Sport Center, a 500 metros de Cayambe, en la vía a Otavalo. El costo de la entrada para el público es de USD 2.
La séptima edición de la Feria Nacional del Queso se llevará a cabo entre el 11 y el 13 de agosto. La cita se ha replicado en diferentes ciudades. Foto: Archivo
Los vaporizadores, conocidos como cigarrillos electrónicos, fueron inventados como una alternativa para dejar de fumar cigarrillo y evitar los daños producidos por el humo, el tabaco y la nicotina.
Si bien muchos entran al mundo del ‘vaping’ por este tema, se encuentran con una afición. Todo puede empezar con un ‘Pen Style’, que es el vaporizador más común pues es cilíndrico, viene con todas las partes armadas y es fácil de usar; su precio va desde los USD 35. Así lo da a conocer Germán Landázuri, gerente de Ecuavaping, una empresa que elabora esencias y comercializa equipos y accesorios para vaporizadores.
Una de las primeras necesidades para los usuarios del vaporizador es tener al menos un tanque extra. En esta pieza se vierte la esencia. Por lo tanto, tener tanques con diferentes sabores evitará la incomodidad de vaciar el mismo tanque para usar una nueva esencia. Ecuavaping tiene ocho sabores, entre ellas Kiwi, Silvestre y Heaven. Las esencias varían por el nivel de nicotina: 0%, 6, 12 y 18 mg es la oferta de Landázuri.
Este emprendimiento trabaja con materia prima importada de EE.UU. y Canadá para asegurar la calidad y seguridad de sus productos. Ecuavaping vende las esencias en su página web y Facebook y en la Tabaquería King Edward del Megamaxi de la 6 de Diciembre y El Bosque.
Para quien empieza a conocer del ‘vaping’, preferirá equipos con más opciones y otro tipo de boquillas. Por ejemplo, los ‘mod’, que viene del inglés modify o modificado, tienen un cuerpo rectangular que permite controlar el voltaje. Esto se traduce en la rapidez con la que el ‘coil’ o resistencia calentará el algodón para generar el vapor.
Cada vez hay productos más sofisticados, con chips inteligentes que regulan la electricidad que genera la batería. Existen distintas clases de baterías: las recargables y las internas que se cargan con un USB.
En cuanto a boquillas, hay diferentes modelos con el objetivo de aislar el calor que pueden generar ciertos equipos. También hay diseños que se adaptan a la forma de los labios y otros que permiten tener el ‘mod’ vertical pues tienen diseños con una curvatura como la boquilla más alta de la imagen inferior.
Las boquillas: Hay de diferentes formas, tamaños y materiales: plástico, cerámica o metal. La ergonomía se toma en cuenta para algunos diseños.
Acercar a todo el mundo el café y el cacao que se produce en la Amazonía fue el sueño con el nació la Asociación de Producción, Comercialización e Industrialización Agropecuaria Bethesda (Asopriabet), que agrupa a 14 familias de la parroquia rural Inés Arango, en Orellana.
Una particularidad de estos dos productos es que por ser cultivados en la Amazonía se ven beneficiados por los aromas frutales y florales propios de la zona.
Tony Angulo es el administrador de Aromas del Yasuní, marca con la que se comercializan el café (robusta) tostado y molido, y la pasta de chocolate que producen. Él comenta que la Asociación arrancó en abril del 2015 con la intención de acopiar café y cacao y secarlo para luego llevarlo a las grandes industrias. Para eso, obtuvieron créditos que sumaron USD 54 000.
El proyecto se topó con la fluctuación de los precios de los productos, que incluso generó pérdidas de casi USD 17 000. Esto, porque la iniciativa tiene el enfoque de negociar con los productores de la Amazonía un peso y precio justo, pero muchas veces ellos compraban a un valor que bajaba en el mercado a la hora de vender la materia prima.
En febrero del 2016 se decidió darle un giro al negocio para dejar de perder dinero y empezaron a procesar la materia prima. “Tostábamos el café y el cacao en una paila”, recuerda Angulo, al explicar que enseguida buscaron obtener el registro sanitario y capacitarse. Ahí se hizo una nueva inversión de USD 7 500, y hasta ahora, lo que va ingresando de dinero se reinvierte.
La materia prima proviene de fincas inclusivas que cuentan con planes de manejo y monitoreo, a fin de conservar el medio ambiente. Trabajan con al menos 200 productores de la zona de influencia, que corresponde a la franja de seguridad de la zona de amortiguamiento del Yasuní. .
Tienen una producción mensual de 30 a 40 quintales, tanto de café molido y tostado, como de cacao. Las presentaciones del café son el clásico y el especial, al que se le añade cardamomo.
La pasta de cacao es la clásica y la especial, que contiene canela, anís, clavo de olor y pimienta dulce. Además producen ‘nibs’, que es el cacao amargo fermentado, troceado y tostado; sirve para la decoración de postres. Están empezando a experimentar con ‘nibs’ de sabor a piña, mandarina y guanábana y rompope con cacao.
Aprovechando que todos los socios tienen experiencia en ventas, comercializaron su producto en El Coca, y han avanzado al punto que ya están en almacenes Tía y próximamente estarán en las perchas de supermercados Santa María. “Aspiramos llegar a El Rosado y La Favorita”, señala Angulo, con la certeza de que sus productos gustan al consumidor.
Esto lo corrobora Cristian Cueva, asiduo consumidor de café de Aromas del Yasuní. “El sabor es diferente, muy rico, lo encontré de casualidad y ahora no me falta en la casa” asegura Cueva.
Tony Angulo comenta que los productos son elaborados con materia prima que proviene de fincas inclusivas cercanas al Yasuní. Foto: Patricio Terán Líderes
Los platos típicos del país como la fritada o el churrasco son elaborados en el restaurante Ari, ubicado en el Centro Histórico de Quito. Su particularidad es que se utilizan sustitutos para la carne; es decir, son platillos vegetarianos.
Este local abrió sus puertas hace 20 años y surgió con la idea de comercializar productos naturales frescos y que ayuden a la salud.
Ivonne Gutiérrez, su propietaria, recuerda que la primera idea que se vino a su mente antes de abrir el local es preparar comida sana para las personas. Lo hizo con el apoyo de su esposo y sus dos hijos. “Lo hicimos sin un fin de lucro, ya que lo que buscábamos ofrecer alimentos sanos y mejorar la salud del prójimo”.
En este local se comercializan almuerzos y platos a la carta. Los primeros son los más demandados porque son nutritivos. Consisten en sopa, arroz con algún acompañado y cuatro clases de ensaladas diferentes, entrada, postre y dos bebidas (jugo y agua de remedio). El costo es económico. Alcanza los USD 2,50.
Se suman los platos a la carta como los llapingachos, la fritada, el churrasco, los tallarines, el ceviche de chocho o de palmito, entre otras delicias. Los precios llegan a los USD 5.
Una de las trabajadoras de este negocio es Leonor Zambrano, quien se desempeña como ayudante de cocina. La mujer trabaja hace tres años en el local y asegura que lo importante es que se cocinan alimentos beneficiosos para la salud de los consumidores que acuden a diario.
Zambrano relata que trabajar en un restaurante vegetariano es diferente, por lo que tuvo que aprender de Gutiérrez para cocinar sabores deliciosos pero distintos. “He aprendido nuevas recetas. Me encanta este tipo de comida”, señala la mujer quien tiene cuatro hijos.
En esto coincide Jacqueline Franco , que se desenvuelve como mesera en el restaurante. La mujer, quien es madre de tres niños, explica que es una oportunidad estar en un local que tiene como objetivo velar por la salud de las personas por medio de la comida.
Gutiérrez reconoce que el número de comensales han bajado. Meses atrás se vendía alrededor de 160 almuerzos al día; actualmente son 110. Por almuerzos factura algo más de USD 300 al día.
Una de las fortalezas de este local es que unió a la familia. Por ejemplo, el esposo de Ivonne trabaja junto a ella. Al igual que sus hijos. “Este no solo es un negocio es nuestro hogar”. Y es verdad, porque la mayoría del tiempo pasan en el negocio. Su esposo abre las puertas de Ari a las 05:00. Mientras que ella y parte del personas llegan a partir de las 07:00.
Su hijo es el encargado de la decoración. El joven pintó los cuadros con motivos indígenas para dar vida a este local. “Es algo que me gusta porque se rescatan nuestras raíces indígenas”.
Incluso, el nombre del local Ari proviene del quichua y significa Sí. Lleva este nombre para fortalecer lo autóctono del país. Además hay artesanías.
La emprendedora además decidió abrir una segunda opción: un restaurante que ofrece comida variada pero con carne. Este nació hace ocho años por pedido de las familias de sus clientes. “No todos los integrantes de una familia son vegetarianos, por lo que decidimos abrir, en el segundo piso, un local de comida de este tipo”.
Gutiérrez no piensa abrir más locales porque considera que no se atendería igual que ellos. “No puedo colocar a nadie más de mi familia porque no somos muchos”. Y dijo que se siente orgullosa de tener sus dos locales y brindar una atención de calidad a los comensales. William Paredes fue a este local para probar platillos como la fritada vegetariana. Le gustó porque es una comida sana. “Me agrada el local porque tiene un ambiente agradable y los platos son ricos”.
El restaurante abre de 08:00 a 18:00. Depende de la afluencia de personas, que llegan a este local ubicado entre las calles Sucre y García Moreno, a pocas cuadras de la iglesia de la Compañía.
Ivonne Gutiérrez levantó el restaurante Ari hace 20 años. El local ubicado en el Centro Histórico está abierto desde las 08:00 hasta las 18:00. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Lo que empezó como una prueba que formaba parte de la entrega de refrigerios vegetarianos en oficinas de Cuenca se convirtió en el negocio principal de Gabriel Santiesteban y Taryn Córdova. Estos esposos peruanos están radicados desde hace seis años en esta ciudad tras dejar Venezuela.
Ellos llegaron de visita a un familiar, pero se quedaron porque les gustó el clima, el carisma de las personas y el movimiento cultural. Santiesteban tiene estudios en ventas y marketing y Córdova en turismo y hotelería y experiencia en alimentación vegetariana.
Ambos empezaron con el negocio Babacos Catering Biogourmet para ofrecer ensaladas, sánduches vegetarianos, frutas…, que se entregaban en las oficinas. Vendían 100 al día. También, ofrecían postres de chocolate, por lo que Córdova decidió hacer pruebas aprovechando la calidad del cacao ecuatoriano. Empezó a ofertar confitería con las denominadas chocotejas, que es un dulce peruano conocido en el Ecuador.
La otra opción fue el alfajor tipo argentino de chocolate negro y, posteriormente, el blanco. Hace dos años y medio, estos esposos escogieron la marca ‘Déjame que te cuente’ porque evoca al Perú debido a que esta frase es parte de la canción La flor de la canela, una de las más representativas de ese país. “Además, porque al ser dulces del mundo queremos contarle a qué saben”, dice Córdova.
Al inicio vendían 250 unidades a la semana a USD 1 cada una. La demanda creció y dejaron de ofertar los refrigerios. Ahora, comercializan 1 000 semanales y el precio unitario subió a USD 1,10 porque aumentó el porcentaje de cacao a un 68% en los dulces.
En fechas especiales como Día de la Madre, San Valentín, Navidad… la cifra de ventas se duplica. A más de las chocotejas y los alfajores argentinos, ellos ofertan marzipans tipo alemán de sabores como manzana, maracuyá, cherry, frutilla, mora, mango y piña. Las trufas de chocolate con nuez, almendras y avellanas son otra opción de Déjame que te cuente. También hay nougats, que es un turrón suave de miel con frutos secos cubiertos de chocolate, y los turrones confitados, frutos secos y chocolate negro o blanco.
Según Córdova, uno de sus objetivos fue ofrecer un dulce representativo del Ecuador con cacao, pero no lo encontró. Por ello, optó por preparar alfajores de chocolate y coco, “que tiene gran aceptación”. Posteriormente, lanzó los alfajores denominados de alta gama: redberries, fudge y tutti fruti. En las etiquetas existe una breve reseña del origen de cada dulce.
Estas golosinas son comercializadas de forma individual o en cajas de seis (USD 6,5) y 12 unidades (USD 13). El cliente puede escoger cualquiera de las opciones de dulces.
Santiesteban dice que los pedidos se realizan a través del muro de Facebook: Déjame que te cuente delicatesen del mundo. Una estrategia de promoción es participar en ferias en Quito, Guayaquil y Cuenca. En la feria de Semana Santa de la empresa municipal EDEC probó estos dulces Alexandra Coronel, quien destaca su calidad y la variedad.
Taryn Córdova y Gabriel Santiesteban participaron en la feria de Semana Santa de la empresa EDEC (Cuenca). Foto: Giovanni Astudillo/LÍDERES