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  • En China se venden sus ‘snacks’

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    En medio de una pandemia que afectó el comercio mundial, la marca de ‘snacks’ saludables Wanabana logró ingresar en nuevos mercados, como China, donde se vende en dos plataformas de comercio electrónico.

    Wanabana es una marca fundada en 2017 por la empresa Austrofood, que se ha especializado en el cultivo y comercialización de frutas tropicales, y productos derivados, como la pulpa. Las plantaciones de la empresa de alimentos, con 12 años en el mercado, se ubican en la provincia de Esmeraldas.

    Francisco Peña, presidente de Austrofood, explica que la inversión en el desarrollo de la marca fue por escalas. Primero fue en los cultivos. Luego, en 2013, se creó la fábrica. Y en 2017 se adquirió una maquinaria italiana para el desarrollo de productos de “alta gama”, como los ‘snacks’ de puré de frutas de Wanabana, que no requieren refrigeración ni conservantes.

    La marca tiene diferentes líneas de productos, en las que ha desarrollado unas 30 presentaciones. En puré de frutas cuentan con las versiones tradicional, orgánica, y ‘liga de la justicia’, dirigida a los niños. Vienen en diferentes sabores como mango, guanábana, manzana o en combinaciones de frutas. Además, tiene compotas para bebés y pulpa de frutas.

    Desde su inicio la marca comenzó a buscar mercados internacionales, y logró ingresar a países como EE.UU., Canadá, Panamá, entre otros. Sin embargo, con miras a alcanzar un crecimiento más rápido, tanto en el mercado nacional como internacional, en 2019 se concretó una alianza estratégica con Dyvenpro, empresa de Grupo Difare que actualmente la representa comercialmente.

    A mediados del 2018 la empresa ya se vendía en la cadena Supermaxi, de Corporación Favorita. Gracias a la alianza, logró expandirse hacia otros autoservicios (Akí, Santa María, Mi Comisariato, Coral) y el canal farmacéutico (Grupo Difare, GPF y Farmaenlace). También se vende en las tiendas On the Run Mobil.

    Actualmente, tiene presencia en casi 2 500 puntos a escala nacional. Además, hace tres meses ingresó en la tienda en línea Zapi.store, especializada en productos de salud y bienestar. Luis Felipe Almeida, gerente general del mercado en línea, detalla que en estos meses han vendido cerca de USD 5 000 en productos de Wanabana, cuyos precios unitarios oscilan entre los USD 2 y 3.

    “Es un producto innovador, que llama la atención por su practicidad y además por sus versiones orgánicas”, señala Almeida. Recientemente, la línea orgánica de Wanabana recibió un premio de Canadian Produce Marketing Association.

    Los productos de Wanabana son maquilados por Austrofood, empresa fundadora y que tiene 12 años en el mercado.
    Los productos de Wanabana son maquilados por Austrofood, empresa fundadora y que tiene 12 años en el mercado.

    En el mercado internacional, uno de sus principales logros es haber ingresado en febrero pasado al comercio electrónico en China, donde se encuentra en las plataformas Tmall y JD. “Esto fue gracias a un esfuerzo previo en ferias internacionales y a un trabajo de equipo”, subraya Marcelo Merino, gerente de Negocios de Consumo Masivo de Dyvenpro.

    El ejecutivo añade que el crecimiento alcanzado en medio de la pandemia ha sido gracias “a la persistencia, un trabajo continuo y el reinventarse para seguir en contacto con los clientes”.
    Al momento, Wanabana se vende en ocho mercados internacionales: Israel, Francia, Panamá, Paraguay, Holanda, Perú, China y España. Además, están en etapa de desarrollo los países escandinavos, Alemania e Italia. Durante este año, la marca ha exportado en total 3,5 millones de unidades de productos.

    Una de las motivaciones de Dyvenpro para impulsar a Wanabana ha sido ofrecer al mercado ecuatoriano e internacional productos que se enmarquen dentro de la tendencia de consumo saludable en el mundo, señala Merino. Este concepto lo han trabajado junto a la agencia Kommunik, dentro de la campaña “El poder de la fruta”, indicó Daniel Chavarría, gerente de cuentas de esta firma.

    En los planes futuros de Wanabana, marca que ha facturado en lo que va de año USD 1,3 millones, está la consolidación de su portafolio de productos dentro de la categoría saludable. Además, tiene la expectativa de explorar nuevos mercados. Se han hecho contactos en España, El Salvador y Guatemala.

    2,5 millones de unidades de productos fabricó la marca en 2019.

    8 mercados internacionales ha conquistado Wanabana. Otros tres están en desarrollo.

    55% de la producción  anual se destina a la exportación .

    15% de las ventas se destinan a publicidad y crecimiento de la marca.

    27 provedores tiene la firma de alimentos entre empaques, tapas, cajas, agricultores y una agencia de publicidad.

    Marcelo Merino 
    Hemos podido crecer en medio de una pandemia, gracias a la persistencia, el haber hecho un trabajo continuo y el reinventarnos. El mérito más importante de este año fue haber entrado al comercio electrónico en China. Tenemos la expectativa de consolidarnos como el portafolio saludable para las familias ecuatorianas y en el mundo. Además, queremos explorar otros mercados del continente como Centroamérica y México.

    Los productos de Wanabana se elaboran a base de frutas tropicales como la guanábana, mango y otras, que son cultivadas en Esmeraldas. Foto: Patricio Terán / Líderes
    Los productos de Wanabana se elaboran a base de frutas tropicales como la guanábana, mango y otras, que son cultivadas en Esmeraldas. Foto: Patricio Terán / Líderes
  • Inversión en ‘snacks’ para mascotas

    REDACCIÓN QUITO (i) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    El cuidado de las mascotas es un mercado que mueve centenas de millones de dólares. En Colombia, por ejemplo, se mueven USD 3,5 billones al año en distintos negocios vinculados con los animales que acompañan a las personas en sus hogares, según datos de Portafolio, una publicación especializada en negocios.

    En Ecuador hace 10 años se destinaban cerca de USD 40 millones solo en alimentos para perros, gatos y otras mascotas. Hoy la cifra llega a USD 85 millones.

    Con esos datos está claro que existe un mercado que crece de manera sostenida. Eso lo saben en el Grupo Bioalimentar, una empresa con más de 50 años en el mercado ecuatoriano y que se ha enfocado en el cuidado animal.

    Esta firma, dirigida por Edisson Garzón, acaba de inaugurar el pasado 18 de junio la fábrica Andesfoods, en Ambato, enfocada en la producción de ‘treats’ y ‘snacks’ para mascotas.
    Bioalimentar ya analizaba este negocio desde hace dos años, según explica Garzón. En el 2018 la firma se propuso innovar en la categoría de alimentos para mascotas. “Apostamos hacia ese segmento para crecer”.

    El primer paso fue evaluar probabilidades en Asia, América del Norte y Europa. El objetivo, explica Garzón, era encontrar un socio estratégico para maquilar ‘snacks’ para perros y gatos.
    En el proceso, los ejecutivos de Bioalimentar supieron que una multinacional que tenía una planta en Ambato estaba por cerrar sus operaciones en el país. “Esa firma tenía plantas en México, Colombia y Ecuador. Su plan era trabajar solo en Asia, por lo que tuvimos acercamientos para evaluar una inversión”.

    El proceso tuvo varios retos. Uno de ellos fue el paro de octubre del 2019, que complicó las negociaciones entre la compañía ecuatoriana y la multinacional, cuyo nombre prefieren mantener en el anonimato. “Finalmente en enero de este año alcanzamos un acuerdo y compramos sus activos tras un proceso de negociación. Decidimos reactivar la planta con un enfoque distinto: brindar productos que pueden llevar la marca de pequeños y medianos negocios como las veterinarias, por ejemplo”.

    Garzón dice que se trata de una estrategia ‘B2B’ Business to Business. De esta manera la fábrica de Andesfoods puede hacer productos para que lleve la marca que desee el cliente. “Brindamos la posibilidad de que distintos negocios tengan más valor con su marca propia”.

    Bioalimentar compró los activos de la multinacional, valorados en USD 2,3 millones. Pero la inversión hecha fue mayor, asegura Garzón, quien prefiere mantener en reserva la cifra invertida.

    Como resultado de esta negociación, más de 250 personas de la zona, mayoritariamente madres cabezas de hogar, recuperaron sus plazas de trabajo y otras 80 serán beneficiadas de manera indirecta por la operación, dice un comunicado de Bioalimentar.

    La planta de producción incorpora tecnología de punta y maquinaria especializada que cumple con políticas ambientales y buenas prácticas de manufactura, lo que garantiza una producción sostenible en el tiempo.

    El ministro de Ambiente, Paulo Proaño, reconoce que la inauguración de Andesfoods es motivo de profundo orgullo pues posiciona a la compañía como líderes en la gestión ambiental sostenible y ejemplo para el sector.

    Iván Ontaneda, ministro de Producción, asistió a la inauguración de la planta y destacó la decisión de Garzón al sacar adelante una nueva compañía para el bienestar de varias familias: “Luego de tantos meses de pandemia en que tantas empresas cierran hoy esta empresa nace, demostrando que somos resilientes”.

    Garzón agrega que el objetivo de la nueva empresa “más allá de dejar por lo alto el nombre del Ecuador como lo que somos, un país próspero y productivo, es aprovechar la demanda internacional que deja como resultado la pandemia del covid-19 y el aislamiento indirecto de Asia, en este mercado altamente cotizado”, explica Garzón.

    La proyección es tener presencia internacional en menos de cinco años.

    LA EMPRESA
    Bioalimentar nació en 1967 cuando los padres de Edisson Garzón se casaron y recibieron de regalo 50 gallinas cada uno.

    La avicultura fue el inicio de esta firma y hoy es una línea más. Hoy en día produce alimentos para 22 especies animales. En el negocio  avícola la empresa produce unos 200 000 huevos por día.

    Ahora, Andesfoods se levanta con capital 100% ecuatoriano y abre sus puertas al mercado nacional en miras a convertirse en empresa líder de la región en el desarrollo y fabricación de productos alimenticios de alta calidad para mascotas.

    Edisson Garzón, CEO de Bioalimentar, explica los procesos que se cumplen en la planta de Andesfoods. Foto: Cortesía
    Edisson Garzón, CEO de Bioalimentar, explica los procesos que se cumplen en la planta de Andesfoods. Foto: Cortesía
  • Con ‘snacks’ expanden su marca

    Carolina Enriquez

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    Un crecimiento acelerado en cinco años ha conseguido la productora de alimentos Comlasa. Álex Guanalema y Lourdes Toapanta, fundadores del negocio, dicen que la calidad de la oferta y el trabajo de la fuerza de ventas son los dos factores que han permitido lograr este resultado

    A finales del 2014, estos esposos buscaban una opción para adentrarse en la fabricación y venta de consumo masivo, sector en el que Guanalema ya había tenido tres años de experiencia anteriormente. La hallaron en una empresa que atravesaba una difícil situación económica.

    La pareja encontró un negocio que producía cueros reventados con el nombre Shalom. Esta empresa vendió a Guanalema y Toapanta el ‘know how’ y la marca. La inversión inicial de los esposos fue de USD 35 000 en esta compra y en maquinaria; luego destinaron otros USD 25 000 para adecuaciones, obtención del registro sanitario, contratar a un ingeniero en alimentos, entre otros.

    Ambos cambiaron el nombre anterior por el de Shalitos. El primer producto que se desarrolló fueron los cueros reventados, principalmente para uso en locros.

    Los emprendedores enfrentaron dificultades, entre ellas la mala repu­tación que dejaron los anteriores dueños del negocio, lo que hizo que muchos proveedores, al creer que eran los mismos, no quisieran darles crédito. Tenían que comprar la materia prima de contado, en un inicio.

    Conforme se fue estabilizando el negocio, los emprendedores sacaron tres presentaciones de cueros. Para 2016 se lanzó una línea de tostado y las ventas crecieron.

    En ese momento se decidió hacer otra inversión en maquinaria, importada de China. Un año después se incursionó en otras líneas como papas artesanales y chifles. El negocio empezaba a despuntar.

    La empresa desarrolló un equipo de ventas y de distribución en el sur de Quito. Fue un éxito total, ya que logró entrar en tiendas de esa zona.

    Comlasa, sin embargo, quería expandirse y desarrolló un programa piloto para distribución tienda a tienda con personal propio. Con ocho vendedores la compañía decidió expandirse en el norte de Quito.

    Este crecimiento obligó a realizar una nueva importación de maquinaria desde China, particularmente destinada a frituras.

    La empresa cuenta hoy con otras líneas como habas, papas chips en funda laminada, gomitas, variedades de chifles y tostado con otros ingredientes. Son en total 27 productos.

    Para el chicharrón se usa cerdo importado de Chile, Canadá y España. El maíz para el tostado es de la variedad mishca, que se produce en el centro del país; es un grano grande y suave.
    También hay una selección rigurosa en la compra de papas, maqueños, etc.

    Su éxito está en la fuerza de ventas, dice Guanalema. “Desde el inicio estuvo totalmente automatizada. Siempre hacemos encuestas a nuestros clientes, que son 25 000 en Quito”. La compañía también ofrece sus productos en otras provincias, entre las que están Cotopaxi, Chimborazo, Imbabura, Carchi y Sucumbíos.

    A corto plazo la empresa busca expandirse hacia la Costa y más adelante empezar a exportar a la región.

    La producción de esta empresa se realiza en su planta del sector de La Ecuatoriana, en el sur de Quito, donde trabajan 58 personas.

    Próximamente, los dueños buscan ampliar la planta porque consideran que por la alta producción alcanzado comienza a faltarles espacio en el área de almacenamiento.

    Asimismo, desde este año la compañía se está preparando para certificar la fábrica con Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). “Una vez que tengamos la certificación, vamos a evaluar el tema de la exportación. Hemos recibido un par de propuestas, sobre todo en Centroamérica. Hoy atendemos al mercado local, con calidad”, explica el dueño.

    Una estrategia importante que han desarrollado los emprendedores es tomar en cuenta los requerimientos y capacidades de las tiendas. Entregan solo el producto que los tenderos necesitan, ya que no siempre están en capacidad de llevar volúmenes grandes, porque no se vende todo.

    Carlos Paredes, dueño del micromercado Charly & Charly, considera buena la metodología que aplica este negocio. Asegura que los ‘snacks’ tradicionales tienen alta demanda dentro de la población.

    La planta de producción de Comlasa se encuentra en el sur de Quito, en el sector de La Ecuatoriana. Allí se elaboran los ‘snacks’ de cueritos. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    La planta de producción de Comlasa se encuentra en el sur de Quito, en el sector de La Ecuatoriana. Allí se elaboran los ‘snacks’ de cueritos. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Infusiones y ‘snacks’, hechos en familia

    Redacción Quito

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    El es la infusión más consumida en todo el mundo. Su existencia data de hace más 5 000 años aproximadamente.

    Esta bebida tiene muchos sabores, pero pocos saben que las frutas deshidratadas pueden ser el ingrediente perfecto para hacer del té una experiencia diferente.

    Esa fue la razón por la que la familia Naranjo creó Alibú.

    Este emprendimiento elabora infusiones y ‘snacks’ a base de frutas deshidratadas; surgió en octubre del 2018, con el objetivo de tener un negocio propio.

    El nombre del negocio es la unión de dos palabras; ‘ali’ de alimento y ‘bu’ de bueno.

    Los emprendedores cuentan que desde siempre han pensado que mantener una dieta equilibrada incluye consumir variedad de frutas, y fue por ello que decidieron apostar por esta idea.

    Los productos están dirigidos a quienes “buscan algo diferente a la tradicional agua aromática o café. Les ofrecemos esta opción innovadora y a la vez saludable”, menciona Carolina Naranjo.

    Para iniciar con el emprendimiento, los propietarios invirtieron alrededor de USD 25 000. Esta cantidad se usó para la materia prima y como capital de trabajo.

    La familia Naranjo comenta que formaron vínculos con una empresa en Cotacachi, que prefieren mantener en reserva, convirtiéndola en socia estratégica para la elaboración de los productos.

    Las frutas principales de sus infusiones son piña, mango, frutilla, banano, pitahaya y mora. Estas las adquieren a pequeños agricultores en diferentes partes del país, de esta manera practican principios de comercio justo.

    El grupo de Alibú lo conforman seis integrantes. Sin embargo, Leslie Naranjo dice que se generaron 10 plazas de empleo indirecto, dado que más personas colaboran en el proceso de producción.

    Dicho proceso tiene un orden. Lo primero es seleccionar las frutas, luego se las lava y se remueve la cáscara, de ser necesario.

    Después se las coloca en hornos deshidratadores. El tiempo y la temperatura dependen del tipo de fruta; al final se empaca la fruta deshidratada para distribuirlos.

    Lo llamativo de estos productos es que los empaques tienen ilustraciones de animales representativos de Ecuador que, a su vez, son amigables con el ambiente.

    Este emprendimiento cuenta con la certificación Kosher, insignia que garantiza la preparación responsable de alimentos bajo normas dietéticas judías.

    Juan Carlos Rea, propietario de Entropía Café y Cultura, incluye estos productos en su cafetería. “La presentación es llamativa y los empaques son biodegradables. Los sabores son variados y a mis clientes les gustó esta nueva forma de tomar té”, dice Rea.

    Los propietarios de Alibú planean exportar sus infusiones y ‘snacks’ a países como EE.UU., España y Francia.

    Además, estas infusiones elaboradas en familia se encuentran desde el año pasado en cadenas como Supermaxi y Megamaxi.

    La familia Naranjo logró posicionar su marca Alibú en el mercado. El emprendimiento salió al mercado en octubre del 2018. Foto: LÍDERES
    La familia Naranjo logró posicionar su marca Alibú en el mercado. El emprendimiento salió al mercado en octubre del 2018. Foto: LÍDERES
  • Una técnica de la NASA dio paso a su ‘snack’ infantil

    Redacción Quito

    (I)

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    Una profesional en marketing y una experta en ingeniería en alimentos se unieron para emprender. Cristina Páez y Carolina Reyes se conocen desde las aulas del colegio y en el 2014, luego de hablar de sus proyectos profesionales y su vida, decidieron formar un equipo y fundaron en Quito la empresa Nutrire y su marca Naturale.

    La primera trabajaba en una multinacional del sector de alimentos y conocía cómo se movía el mercado. Su hija nació en el 2011 y Páez empezó a buscar ‘snacks’ sin colorantes ni preservantes. “Lo que quería era un producto que me hiciera sentir tranquila como madre y que sea saludable”.

    Al reunirse con su amiga de la secundaria empezaron el trabajo. Hablaron del tema, lanzaron ideas, trajeron muestras de otros países para ver qué tendencia estaba en el tema de alimentos para pequeños de seis meses en adelante. Investigaron el mercado.

    En principio las emprendedoras decidieron probar con cereales, pero la idea fue desechada pronto. El siguiente plan fue utilizar frutas y vegetales, pero no sabían qué producto desarrollar pensando en bebés que ya empiezan a comer alimentos sólidos.

    Luego de investigar, Reyes dio con la técnica de liofilización: una deshidratación de alimentos en frío muy usada por la NASA, la agencia espacial de Estados Unidos, para alimentar a sus astronautas en el espacio. La liofilización se utiliza desde 1950 en la industria de alimentos y permite la preservación de materiales biológicos sensibles al calor.

    Las emprendedoras invirtieron, de sus ahorros, alrededor de USD 50 000 para arrancar el negocio. El dinero ayudó para adquirir la máquina para la liofilización, así como para permisos, pruebas y desarrollo del producto.

    La planta de producción está en un galpón alquilado, en Carcelén Industrial, en el norte de Quito. Ocupa 70 metros cuadrados y allí trabajan las dos emprendedoras y una persona encargada de la supervisión de la maquinaria.

    El primer ‘snack’ que se obtuvo fue llamado Meltis y estuvo listo en noviembre del año pasado. Hoy ese producto tiene tres sabores que combinan, frutas, yogur, vegetales, leche de coco, manzana y camote. En el desarrollo del producto las emprendedoras tuvieron la asesoría de una nutricionista que supervisaba las mezclas y los ingredientes.

    Los canales de venta son tiendas de alimentos orgánicos y comida gourmet. Una de las vitrinas de Naturale es Super Foods Ecuador, ubicada en Cumbayá, al oriente de Quito. Una de sus fundadoras, Sandra Greene, cuenta que los ‘snacks’ nutritivos de Naturale son un éxito en la tienda.

    “Las mamás están muy contentas al encontrar este ‘snack’. Cristina y Carolina nos dejan muestras gratis para degustaciones y a los clientes les encanta. Es uno de los cinco productos más solicitados en la tienda hoy en día”.

    Las fundadoras de Naturale cuentan con la asesoría de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI). Ahora la meta es colocar su producto en grandes cadenas de supermercados, a escala nacional. Para lograrlo siguen aprendiendo e innovando. Un ejemplo es una segunda línea de productos, pensada en personas de toda edad. Se trata de fruta liofilizada. Por ahora la oferta incluye piña, banana y mango deshidratados.

    Cristina Páez y Carolina Reyes son las fundadoras de la marca Naturale y sus productos deshidratados.
    Cristina Páez y Carolina Reyes son las fundadoras de la marca Naturale y sus productos deshidratados. Foto: Vicente Costales / Líderes
  • Ellos promueven snacks tradicionales

    Cristina Marquez

    La receta familiar de los Llanos Águila se convirtió en la base de su emprendimiento. Ellos ofrecen una variedad de snacks tradicionales como maíz tostado con panela, habas fritas o tostadas en tiesto y harinas de cereales.

    La empresa que fundaron se llama Llagui y sus productos se alistan para llegar a perchas de supermercados. Actualmente, se venden en ferias artesanales y tiendas de todo el país.
    El emprendimiento familiar se inició en la comunidad de Panchigua Alto, un pequeño poblado situado en la parroquia La Magdalena, en el cantón Chimbo.

    Allí Tula Águila y su esposo Ismael Llanos cultivan maíz, habas y cebada, al igual que la mayoría de la población de Bolívar. Ellos y las familias de sus cuatro hijos, tienen 15 cuadras de terrenos.

    Allí, en el campo, el maíz tostado de sal y de dulce es el refrigerio preferido desde hace varias generaciones. Pero la receta que Tula heredó de su abuela tiene un gusto especial según sus compradores.

    “Los productos siempre están frescos, tienen un sabor agradable y muy original ”, cuenta Erika Aroca, una de las clientes.

    Tula, de 54 años, cuenta que preparaba las golosinas como refrigerios para sus cuatro hijos. Pero cuando tuvo que costear los gastos universitarios de ellos, decidió enfundarlas y venderlas.

    Cuando el negocio se inició hace casi 16 años, Tula sólo preparaba maíz tostado endulzado con panela y lo comercializaba en oficinas de Guaranda y Chimbo.

    “A la gente le gustaba bastante. Teníamos una acogida muy buena e incluso nos solicitaban más productos”, cuenta la emprendedora.

    Años más tarde, cuando su hija Ximena Llanos no conseguía trabajo a pesar de haberse graduado como ingeniera agrónoma, la familia se decidió a darle valor agregado a las golosinas tradicionales.

    “Pasábamos por una situación difícil. Yo pensé que cuando mi hija terminara la universidad yo podría dejar de trabajar, pero nadie le daba trabajo a causa de su discapacidad”, recuerda Tula.
    Sin embargo, Ximena recuerda su historia con positivismo. Fue ella la precursora de la empresa.

    Lo primero que hicieron fue contactar a los técnicos del Ministerio de Industrias y Productividad para solicitar asesoramiento. El primer intento de formar una asociación que involucrara a toda la comunidad fracasó, pero la familia decidió asociarse e iniciar una pequeña empresa.

    La pareja, sus cuatro hijos y sus esposos se organizaron para construir la planta de producción. Ellos obtuvieron un crédito de USD 25 000 en Ban Ecuador para iniciar el emprendimiento.

    Con el dinero compraron los materiales de construcción para la planta, mesas de acero, bandejas, y materiales para que uno de los socios construyera una máquina tostadora y una freidora.

    Allí la familia se turna para convertir los granos secos en deliciosos refrigerios. El proceso de producción se hace entre martes y jueves, y logran empacar unas 300 fundas cada semana.
    El producto estrella de la marca es el maíz tostado con panela. Un 70% del total de la producción corresponde a ese producto.

    “Empezamos el negocio preparando el tostado de dulce, pero lo primordial es que utilizamos el maíz que cosechamos en nuestras huertas”, dice Silvia Llanos.

    De hecho, parte del valor agregado que vuelve al producto especial es que se cosecha en las huertas familiares. No se siembra con ningún tipo de agroquímico y no contiene conservantes o saborizantes artificiales.

    “Para el proceso sólo utilizamos productos naturales. La panela la adquirimos de los cantones subtropicales y para sazonar los productos de sal usamos ajo y cebolla”, cuenta Tula.
    Los planes para la empresa familiar son grandes. Ahora trabajan en el empaquetado y negociaciones para entrar a dos redes de supermercados nacionales.

    La meta para el 2018 también es incrementar la producción para adquirir materias primas de otros agricultores de Panchigua alto.

    “No nos imaginábamos todo lo que podíamos lograr al organizarnos. Antes nos tocaba vender nuestro producto a intermediarios, hoy somos empresarios”, dice Ismael Llanos.

    Tula Águila, Silvia Llanos e Ismael Llanos son parte de la directiva de este emprendimiento familiar. Foto: Raúl Díaz para LÍDERES
    Tula Águila, Silvia Llanos e Ismael Llanos son parte de la directiva de este emprendimiento familiar. Foto: Raúl Díaz para LÍDERES
  • Producción de ‘snacks’ se abre a la exportación

    Redacción Guayaquil

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    Inalecsa amplió su mercado internacional con la exportación de su producto estrella, Tortolines, hacia Gabón (África), Nueva Zelanda y Perú. El objetivo, de acuerdo con la gerencia de la empresa, es el incremento de la competitividad y la rentabilidad.

    Estos países se suman a un plan de comercialización que encabeza EE.UU. (a través de la cadena Walmart) y España (Carrefour). También, lo integran otras naciones entre las que se encuentran Italia, Hungría y Suiza.

    Sin embargo, los planes de crecimiento no se detendrán allí. De acuerdo con César Hernández, gerente de Marketing de Inalecsa, el interés a corto plazo es fortalecer la presencia de la marca en más países del continente europeo y de Centroamérica.

    Con cuatro décadas en el mercado nacional, Inalecsa se constituyó, en un principio, como una empresa familiar de productos de repostería y galletería.

    Luego decidió ampliar su portafolio y entrar a competir en la categoría de snacks salados en segmentos de plátano, maíz y papa.

    Cuenta con dos centros de producción, uno en Guayaquil y el otro en Quito, con más de 400 trabajadores. Además de Tortolines, la compañía posee marcas entre las que están Inacake, Bony, Tigretón, Ryskos, Tornaditos, etc.

    Tortolines fue creada en 1988 y desde entonces los chifles (snacks de verde) se han producido de forma ininterrumpida .

    Desde el año 2012, Inalecsa forma parte de la compañía Arca Continental, la segunda embotelladora de Coca-Cola más grande de México y América Latina; se trata de una operación internacional que se completa con Deep River y Wise en EE.UU., además de Bokados en México.

    A partir de esta fusión, el directivo de Inalecsa asegura que la empresa ha venido incrementando sus exportaciones en un promedio de 20%, anualmente.

    De acuerdo con estadísticas de la empresa, de la producción total de la categoría de plátano, la firma destina 21% a la venta en el mercado internacional, lo que corresponde a 360 toneladas anuales.

    En su categoría de chifles, la empresa exporta Tortolines en las variedades sal, maduros, picantes, limón y ajo.

    Este producto, sumado a su línea de galletería en la que destacan las Bizcotelas, generó aproximadamente USD 1,9 millones en exportaciones en el 2016.

    “Nuestra principal estrategia es conocer y determinar las necesidades de los consumidores, tanto de Ecuador como de otros países, para entregar productos de calidad y diferenciados. Partiendo de esta base, manejamos una serie de acciones que nos permiten conectar de forma emocional con los clientes como con los diferentes consumidores de las categorías en las que participamos”, aseguró Hernández.

    Inalecsa, además, participó durante el primer trimestre de este año en la Feria Internacional de Alimentos y Bebidas (IFE, por sus siglas en inglés) en Londres, Reino Unido. Allí representó al país junto con otras siete compañías locales: Pacari, Export Plantain, Wayú, Ecuaconservas, Fishcorp, Nova y El Café.

    Lograron generar en esa ocasión casi USD 1,8 millones en expectativas de negocios durante poco menos de una semana, en la promoción de productos como snacks, chocolate, café, infusiones de frutas, brócoli , palmito enlatado, entre otros. Así lo informó Pro Ecuador durante el pasado marzo.

    Pero Inalecsa no solo busca fortalecer su presencia en el mercado internacional. En el ámbito interno la compañía ha invertido unos USD 25 millones en el último lustro con el objetivo de incrementar su producción.

    Según el director general de la empresa, las principales mejoras se orientaron a la adquisición de dos líneas para maíz y plátano, lo que aumentó en 50% la capacidad productiva y generó la ampliación de las instalaciones.

    Así también se enfocaron en la renovación de equipos y área de empaque, además de la adquisición de aparatos tecnológicos para el desarrollo de la seguridad industrial, así como la compra de implementos de laboratorio para la producción de las distintas líneas del portafolio.
    Actualmente, la compañía mantiene un total de 31 800 puntos de venta en el territorio nacional y cuenta con un distribuidor que abastece a 85 000 clientes.

    Al mes, el abastecimiento en Ecuador de Tortolines en sus diversas versiones oscila entre 700 y 750 toneladas.

    Los Tortolines comenzaron a comercializarse en Perú, Nueva Zelanda y Gabón. Foto: Portal web de Inalecsa
    Los Tortolines comenzaron a comercializarse en Perú, Nueva Zelanda y Gabón. Foto: Portal web de Inalecsa
  • La agricultura urbana como alternativa para emprender

    Redacción Líderes

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    La agricultura como fuente de ingreso urbana también ha ido adquiriendo importancia. Así nació, hace ocho años, Mujeres Emprendedoras.

    Erika Veintimilla, quien es parte del emprendimiento, comenta que su proyecto está divido en dos partes. Lo primero es la agricultura urbana y la venta de snacks con productos naturales.
    Esta se basa en los trabajos de produccion en un huerto y un invernadero que tienen en el barrio Hierba Buena, en el sur de Quito.

    Como parte de este proceso se desarrollan las “camas calientes”, que significa colocar abono orgánico con estiércol de animales como cuyes, pollos, etc.

    Delia Mafla, integrante de Mujeres Emprendedoras, indica que luego de un mes la tierra está lista para poder sembrar. Existen dos tipos de sembríos: el directo de la semilla como con el caso del rábano y remolacha y aquel en plántula como el del brócoli, la lechuga, la col y la coliflor.

    En el invernadero, cuentan con plantas de tomate de riñón que luego de ser cosechadas se utilizan para preparar salsa para spaghetti. Además, producen granola y mermelada de distintos sabores.

    La otra parte del proyecto de Mujeres Emprendedoras es la elaboración de snacks en base a granos y otros alimentos.

    Soya, garbanzo, maní de sal y de dulce, papas fritas, yucas, camote zanahoria y verde son los productos que ofrecen las trabajadoras.

    Veintimilla comenta que todo inició cuando asistían a los subcentros de salud y recibían clases de cocinas y manualidades. En estos mismos lugares realizaron sus primeras ventas. Actualmente, su producto se exhibe en ferias.

    Los días miércoles asisten a las conferencias de ConQuito, los viernes a la Administración Zonal de Quitumbe , los sábados a Carapungo y los domingos al Parque de las Cuadras. Las integrantes coinciden que en cada feria llegan a vender unas 100 fundas de snacks de distintos alimentos, a un valor de USD 0,50 cada una.

    El producto tiene un mes para ser consumidor. Los ingredientes son comprados semanalmente en el mercado Mayorista de Quito.

    Mafla señala que uno de los problemas más grandes que han tenido a lo largo del emprendimiento es la adquisición de utensillos para cocinar.

    Todo el capital invertido ha sido producto de sus ventas. “Todo es elaborado artesanalmente, no tenemos los insumos suficientes para tener una producción industrial”, explica.

    Cocinar en pequeñas ollas y sartenes demora la producción de alimentos, pero con el pasar de los años se han logrado acomodar. Veintimilla cuenta que poco a poco se ha ido reduciendo el personal de Mujeres Emprendedoras.

    Actualmente son tres cocineras, incluidas Mary Tandazo es su tercera integrante.

    Las tres integrantes, quienes se conocieron en los cursos, coinciden que su meta a largo plazo agrandar su comercialización. “Nos gustaría que nuestro producto pueda ser vendido a nivel provincial y nacional”, asegura Veintimilla. Incluso, llegar a vender a nivel internacional para que las personas de otros países puedan conocer más sobre la gastronomía ecuatoriana.

    Delia Mafla y Erika Veintimilla producen snacks propios del país. Para ello utilizan ingredientes que se obtienen de la agricultura urbana. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Delia Mafla y Erika Veintimilla producen snacks propios del país. Para ello utilizan ingredientes que se obtienen de la agricultura urbana. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Ellos exportan ‘snacks’ para perros desde Ecuador

    Sofía Ramirez

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    Juguetes elaborados con material reciclado para mascotas; y galletas nutritivas para premiarlas son las dos líneas de negocio que impulsa Alku. Esta microempresa ecuatoriana nació en el 2014 y durante estos dos años ha tenido una buena aceptación en el mercado; desde el 2015 sus productos se exportan hacia Panamá, Colombia y España.

    Juan Sebastián Espín es el CEO y cofundador de esta iniciativa. El quiteño de 27 años y graduado de la carrera de Marketing, en la Universidad de las Américas (UDLA), señala que la idea nació como un proyecto de tesis: “Conocimos de la ordenanza municipal 048 que establece normas para la tenencia de mascotas en Quito”.

    Entonces, dice el joven empresario, decidí entrar a este nicho de mercado pero con la elaboración de juguetes y comida para perros.

    Luego de haberse graduado de la universidad, Espín decidió continuar con este proyecto. El plan era producir juguetes para mascotas que no contengan material nocivo, como el plomo. Entonces en el 2014, nació Alku con la primera línea de negocio: Space.

    Para esto, el joven quiteño junto a su socia Deborah Torres, le dieron un valor agregado a su producto: los juguetes tenían que ser elaborados con plástico de botellas recicladas. Por lo que en ese año, además de iniciar con un plan de negocios y el esquema formal del emprendimiento, empezaron a buscar a los primeros proveedores y a la maquila. Esta última es una fábrica textil ubicada en el cantón Antonio Ante (Imbabura), aunque Espín explica que por tema de estrategia, prefiere no revelar el nombre de la firma que elabora los juguetes.

    La tela que reviste a estos accesorios que dan forma a pelotas, huesos, muñecos espaciales, es elaborada con un 40% de material reciclado y algodón. Y además, de tener un diseño ergonómico para no dañar la dentadura del animal, la etiqueta del producto es de papel de caña reciclada, explica Espín mientras en su mano enseña uno de estos muñecos color lila.

    Con la producción lista de esta línea de negocio, a mediados del año pasado empezaron a comercializar la marca Space en cadenas de supermercados del país, y en tiendas especializadas de mascotas. Por ejemplo, desde la semana pasada, Space ya tiene un espacio en las perchas de Mega Kiwi.

    Javier Bonilla, administrador de línea ‘junior’ en el área de Compras, menciona que los juguetes Space ya se posicionan en la cadena. La idea es apoyar a los emprendedores ecuatorianos, además de que la marca cumplía con las políticas en tema de innovación.
    Asimismo, la empresa Alku también le apostó al mercado de alimentos para mascotas y por eso también elabora las galletas bajo el mismo nombre.

    El valor agregado de estas galletas redondas es que contienen un 80% de fibra y proteína; utilizan maní con avena, coco o cebada y al ser bajo en grasa se lo puede considerar como un ‘snack’ saludable para las mascotas, dice Espín.

    Estas galletas que se maquilan en otra planta ubicada en Puem-bo, al sur oriente de Quito se venden en cajitas impresas. Isabel Bedoya, jefe de ventas de Inkprima, se dedica a imprimir las cajas de galletas Alku. Ella cuenta que trabajan con la empresa desde hace dos años aproximadamente, y sostiene que para el segundo trimestre del 2016, imprimieron unas 6 000 cajas para las galletas. El producto también se comercializa en tiendas de mascotas.

    Desde el año pasado, la empresa Alku inició con exportaciones a Colombia, España y Panamá. Esto les ha dado el impulso para tramitar la certificación de empresa tipo B, es decir que tiene un impacto social favorable.

    Asimismo, para este año, invertirán unos USD 50 000 para aumentar producción, publicidad, certificaciones. Y también participarán en ronda de negociaciones y ferias, con miras a crecer en ventas. A la fecha, se crearon ocho empleos directos.

    Juan Sebastián Espín y Deborah Torres son fundadores de Alku. Elaboran juguetes y galletas para mascotas. Fotos: Paul Rivas/ LÍDERES
    Juan Sebastián Espín y Deborah Torres son fundadores de Alku. Elaboran juguetes y galletas para mascotas. Fotos: Paul Rivas/ LÍDERES
  • El negocio de snacks se fortalecerá

    Redación Quito

    En febrero, el mercado mundial de snacks reaccionó a una noticia: Kellog’s anunció la compra de Pringles a Procter & Gamble, por USD 2 700 millones. El Director de Asuntos Corporativos para América Latina de Kellogg’s dialogó con LÍDERES, desde Querétaro.

    ¿Cuál es la principal razón que llevó a Kellogg’s a adquirir a Procter & Gamble, las papas fritas Pringles?

    Pringles es un excelente activo estratégico para Kellogg’s Company. Esto es un avance significativo hacia la meta de la compañía de construir un negocio global de snacks, que vaya a la par con el negocio global de cereales. Esta adquisición podría ser la segunda más grande en la historia de Kellogg’s, seguida de Keebler, que fue la primera. Todas las adquisiciones que hemos llevado, sin importar el tamaño, se alinean con nuestra estrategia.

    El presidente de Kellogg’s, John Bryant, definió a esta adquisición como estratégica y que el objetivo de la compañía es reforzarse en el sector de los aperitivos con el mismo volumen que en el de cereales. ¿Esa es la meta?

    Como parte de nuestra estrategia, siempre estamos buscando adquisiciones que puedan fortalecer nuestro negocio. Pringles se ajusta de una manera estratégica para Kellogg’s, ya que está relacionada con los objetivos de negocio de la compañía: construir un negocio global a través de los snacks, que vaya a la par con los objetivos del negocio del cereal. Con esta adquisición, Kellogg Company -líder mundial en la producción de cereales y la segunda compañía más grande de galletas-, también logra el segundo lugar global en la categoría de aperitivos salados. Pringles se convertirá en nuestra segunda marca más grande, detrás de Special K.

    Con la llegada de Pringles, ¿cuánto crece la oferta de snacks de Kellogg’s?

    Kellogg Company está en el proceso de adquisición, que esperamos cerrar el 30 de junio del 2012. Estamos muy entusiasmados con Pringles y el potencial que tiene en mercados claves de A. Latina, entre ellos Ecuador. A escala global, Pringles complementa otras marcas de snacks como Cheeses, Keebler, Special K.

    Con esta adquisición, ¿qué pasará con los empleados de esta línea de producción de Procter & Gamble?

    Pringles cuenta con 1 700 empleados en el mundo, quienes serán bienvenidos a la organización de Kellogg Company, de unos 31 000 empleados. Las culturas similares de Kellogg y P&G, deberán facilitar una transición armoniosa.

    Pringles le reportaba a P&G ingresos anuales de USD 1 500 millones en ventas. ¿Cuánto espera Kellogg’s?

    El desempeño financiero de Kellogg Company en el 2012 dependerá de varios factores, incluyendo la fecha exacta de cierre de la operación. Es prematuro especular datos exactos en este momento, aunque nuestro objetivo es restaurar rápidamente la trayectoria de ventas de la marca, para impulsar su crecimiento.

    ¿Cómo impacta la llegada de un producto (papas fritas) a una firma que está posicionada en los cereales?

    Para la compañía, la exitosa adquisición de Keebler, hace más de una década, fue la que inició con su estrategia de snacks a escala global. Desde entonces, Kellogg’s ha construido un fuerte negocio de snacks en EE.UU. Con la adquisición de Pringles, la compañía construirá una plataforma de snacks verdaderamente global y una organización para seguir creciendo.

    ¿Cuáles son los perspectivas de Kellogg’s, este año, en América Latina?

    Latinoamérica es un mercado estratégico, ya que la región representa un poco más del 10% de las ventas totales y es el área de mayor crecimiento para la firma.

    En esa nueva agenda, ¿qué pasará en el mercado ecuatoriano?

    Nos encontramos en el proceso de adquisición de Pringles, luego de que cerremos la negociación estimamos realizar los planes necesarios para potenciar el mercado ecuatoriano.