La pandemia ha puesto en relieve la importancia de la preparación digital de las empresas. La crisis reveló que las firmas que tienen soporte tecnológico tienen más opciones para competir y, por ende, perdurar luego del covid-19.
El comercio electrónico, la salud y la educación fueron los sectores que más demandaron soluciones tecnológicas, de acuerdo con los expertos consultados.
Ese servicio en estas actividades fue vital para que las personas puedan realizar sus tareas desde la comodidad de sus hogares, señala Marcelo Delgado.
Él es el gerente general de Interpro, que es una empresa cuencana que desarrolló un software especializado en la gestión de proyectos de construcción.
Pese a que esta actividad fue una de las más golpeadas durante la emergencia por la paralización de actividades, Delgado destaca que con este software fue posible que, constructoras del sector privado, puedan seguir laborando.
Además, las ventas de su programa se incrementaron en al menos un 10%, a pesar de la paralización por el estado de excepción.
Interpro se destaca porque permite analizar precios unitarios, realizar presupuestos, planificar un cronograma valorado de trabajo, desagregación tecnológica, elaborar fórmulas polinómicas, realizar planillas y otros aspectos de proyectos de construcción.
El representante del software explica que, si bien hubo interés de los privados, la demanda en el sector público cayó. “Los gobiernos provinciales y juntas parroquiales, que son los que adquieren el programa, estaban enfocados en otras prioridades”.
Para los negocios que se insertaron en el comercio electrónico, la demanda se enfocó en aplicaciones móviles y plataformas para vender en línea, marketing digital y la inclusión de botones de pago, asegura Pedro Crespo, director comercial de La Motora.
La joyería Guillermo Vásquez fue una de ellas. Crespo indica que la firma robusteció la plataforma que ya mantenía para que el comercio pueda ser eficaz con un correcto manejo de inventarios, facturación electrónica, métodos de pago y, sobre todo, la conexión con aplicaciones móviles Android y IOS.
En respuesta a una demanda significativa, muchas plataformas enfocadas en el sector educativo que estaban presentes en el país se fortalecieron. En los colegios, por ejemplo, se incluye a Idukay como una de las opciones para automatizar procesos académicos y mejorar la comunicación entre maestros, alumnos y padres.
Mikareno es otro sistema que también despuntó. El mes pasado, a través de redes sociales, informó que se unió al trabajo de una universidad. Esta plataforma está presente en el país desde hace seis años y se enfoca en la gestión educativa y administrativa.
Según información de la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones, en promedio, el consumo de datos aumentó entre un 30% y 50% durante la pandemia. En esta línea, el acceso a tecnologías y plataformas subió.
El potencial El acceso. El 70% del tráfico a plataformas tecnológicas se realiza desde dispositivos móviles, de acuerdo con datos de las analíticas de Google.
El consumidor. Según el INEC, 45 hogares de cada 100 tienen acceso a Internet. Representa un crecimiento de 8,4 puntos con relación al 2018.
Otras urbes. De acuerdo con un estudio de BuenTrip Hub, en Loja, Manta, Ambato, Ibarra, Riobamba, Portoviejo, entre otras, funcionan más ‘startups’. 50 % de crecimiento en el consumo de datos móviles se ha registardo durante la pandemia
El cuencano Marcelo Delgado lidera la empresa Interpro, que desarrolló un software especializado en la gestión de proyectos de construcción. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
Facebook Inc comprará Giphy, un popular sitio web para hacer y compartir imágenes animadas o GIF, anunció el viernes 15 de mayo de 2020 el gigante de las redes sociales en un blog.
Según el sitio web de noticias Axios, el valor de la operación, que no fue revelado oficialmente, rondaría los USD 400 millones. Las compañías no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
El anuncio llega en un momento en que la red social más grande del mundo está bajo el fuerte escrutinio de los reguladores antimonopolio.
Giphy será parte de Instagram, el sitio para compartir fotos propiedad de Facebook. Su biblioteca GIF, que puede integrarse a otras aplicaciones, será parte de Instagram y otras aplicaciones propiedad de Facebook.
«La gente aún podrá subir GIF; los desarrolladores y sociosAPI seguirán teniendo el mismo acceso a las API de GIPHY; y la comunidad creativa de GIPHY seguirá pudiendo crear un gran contenido», dijo en un post Vishal Shah, vicepresidente de productos de Instagram.
«Continuaremos haciendo que GIPHY esté abiertamente disponible para el ecosistema más amplio», dijo Giphy en una publicación en el sitio web de blogs Medium.
Los logotipos de Facebook se ven en una pantalla en esta ilustración tomada el 2 de diciembre de 2019. Foto: Archivo Reuters
Para Microsoft, la Universidad de Las Américas (UDLA) es un caso exitoso en la forma de impartir clases en la pandemia a través de sus herramientas.
Alrededor de 17 000 estudiantes, de todas las carreras de pregrado y posgrado de la institución, se han adaptado a esta nueva forma de aprendizaje a través de la tecnología. 1 200 docentes se encargan de dictar las materias a través de la nueva metodología.
Lenin Landázuri, director de Tecnología y Proyectos de la institución, explica que antes de presentarse el covid-19 se venía trabajando en esquemas virtuales con las herramientas de Microsoft. “Tenemos la suite de Office 365. Dentro de la misma está Teams, una plataforma colaborativa que nos ha servido para hacer más eficiente la operación entre campus, gracias a las videoconferencias”. La misma aplicación se usó luego para dictar clases.
La primera experiencia en ese sentido fue durante el paro de octubre del 2019. Luego se reforzó la plataforma y una vez que empezó la cuarentena se volvió a aplicar. La universidad arrancó el semestre el pasado 23 de marzo y dicta el 100% sus clases de manera virtual.
Para que las cosas salieran bien, antes de iniciar esta experiencia educativa se realizaron capacitaciones a través de videos tutoriales. Aplicar esta metodología ha sido un reto, pero ha permitido que todo el entorno universitario dé un salto esperado.
El acceso a Internet, dice Landázuri, no ha sido un problema. La institución “ha tratado de colaborar tanto a la plana docente como a los estudiantes al ofrecerles ciertos tipos de planes a través de alianzas con operadoras de servicios móviles”.
Uno de los elementos que destaca Microsoft en la propuesta de la UDLA es que todos los elementos que tenían los estudiantes en el entorno físico los llevaron al virtual. Por ejemplo, los alumnos de Arquitectura o Diseño tuvieron la oportunidad de acceder a licencias para el uso de programas como Adobe; los de Odontología y Medicina tienen acceso a imágenes computarizadas para estudiar el cuerpohumano.
Landázuri asegura que los jóvenes de las diferentes carreras interactúan de manera dinámica. Roberto Escobar y Henry García son dos alumnos que cursan este momento sus estudios y han logrado adaptarse a la nueva modalidad de aprendizaje.
Este último, quien está en el segundo año de la maestría en Gerencia de Sistemas y Tecnología Empresarial, destaca la experiencia. “No he sentido la diferencia con las clases presenciales. Los profesores usan buenos recursos: diapositivas, multimedia, herramientas tecnológicas, etc. Nos permiten estar atentos”.
Una de las ventajas de estudiar a través de Teams, dice, es que se pueden grabar las clases y si se necesita revisar algo se tiene la oportunidad de hacerlo; asimismo, hay alternativas para los trabajos en grupo. Lo más complejo para él ha sido la interacción.
Todas las horas de clases se realizan bajo esta modalidad; entre cada una de ellas hay un espacio de descanso. Cada curso tiene unas 25 personas.
La Universidad ha realizado encuestas en línea para recibir retroalimentación de los estudiantes y hacer cualquier ajuste necesario en el proceso. A la herramienta Teams también han podido acceder alrededor de 700 empleados administrativos. La idea es que todos participen.
Roberto Escobar, estudiante de la maestría en Administración de Empresas de la UDLA, durante una clase. Foto: Cortesía
Francisco Córdova es hijo de un padre lojano y una madre barranquillera. Él nació en Guayaquil y es el penúltimo de seis hermanos. Estudió en el Colegio Vicente Rocafuerte, de Guayaquil. Desde los 14 años trabajó junto a sus hermanos varones en el negocio de reparaciones eléctricas de su padre.
En su época estudiantil le atraía la ciencia. Pero, por recomendación de su padre decidió estudiar economía, en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Con 18 años, mientras estudiaba en la PUCE, tuvo su primer trabajo formal, en el área de ventas y suscripciones del periódico El Financiero. Luego, pasó a la coordinación de impresión.
Tras año y medio en este medio, consiguió trabajo en una firma de origen chileno, como vendedor de software, en la que conoció a su mentor de ventas: Rubén Valle. En esa experiencia de dos años, Córdova comenzó a vincularse con la tecnología.
La empresa cerró sus oficinas en Ecuador y por un tiempo volvió a trabajar con su padre, hasta que lo contrataron en una compañía de cauchos para uso industrial, donde asumió la Gerencia Comercial.
En el año 2000, con 25 años de edad, falleció su padre. “Me marcó mucho porque teníamos muy buena relación. Era una persona autodidacta leía mucho. Nos dejó la honestidad, el sacrificio al trabajo y el apego a la familia”.
Francisco Córdova en el coworking de Eikon. Foto: archivo particular
Luego de este acontecimiento, él y dos de sus hermanos asumieron las riendas de la empresa familiar. Sin embargo, no funcionó por mucho tiempo como negocio. “Trabajar con familia es sumamente difícil”, admite.
Francisco dio un paso al costado y empezó a trabajar para una firma publicitaria. Fue un empleo transitorio que, sin embargo, lo impulsó a formar junto a un socio su primer emprendimiento, dedicado al diseño de letreros publicitarios.
En 2004, comenzó a trabajar para Eikon, como director comercial. Para entonces, esta firma se dedicaba exclusivamente al desarrollo de software operativo para el sector de comercio exterior.
Actualmente, es un grupo empresarial, que además de la empresa matriz, agrupa a una productora de marketing digital, una consultora de talento humano, un centro de capacitación, una compañía de análisis de datos y un coworking.
Su primera temporada con Eikon duró año y medio. La segunda comenzó en octubre pasado, nuevamente como Director Comercial, pero esta vez de todas las marcas del grupo.
“Es un excelente profesional; bueno para la innovación, las ventas y generar soluciones”, comenta Xavier Riera, gerente General de la compañía.
En el club de empresarios Share Networking, del que fue fundador y director. Foto: archivo particular
Tras su primera experiencia en Eikon, tuvo un segundo emprendimiento: Neosirys, dedicado al desarrollo de sitios web. Este proyecto, que duró un año, lo impulsó junto a un socio.
La venta de software continuó siendo su campo de acción. En 2006 ingresó como gerente de Ventas a Altecsoft, una firma especializada en software administrativos. Gracias a que era el representante de la empresa ante la Cámara de Comercio de Guayaquil, en 2008 tuvo contacto con una misión comercial chilena, que buscaba socios en el país, entre las empresas que vinieron estaba Amable, una consultora en estrategia digital y experiencia de usuario. El concepto le llamó la atención a Francisco.
A la par, a inicios de 2008 constituyó con su esposa, Gabriela Román, una empresa de comunicación y tecnología. Con la idea de marcar una diferencia con el negocio, se puso en contacto con Amable para plantearles la representación en el país. El plan se concretó y se conformó la filial Amable Ecuador, de la cual Francisco fue gerente General y socio hasta el año pasado.
La firma se concentró en la usabilidad de canales de servicios y la experiencia del usuario en diferentes sectores, con mayor énfasis en el financiero. “Conectábamos la estrategia del banco con el mapa mental del cliente”, explica.
Para Gerardo Dorfflinger, excliente de Amable, estos conceptos de usabilidad, que exportó Francisco con la firma, llegaron en un momento clave al país para la innovación y digitalización de los servicios bancarios.
Francisco Córdova tocando con su banda. Foto: archivo particular
La cantidad de proyectos que surgieron en Quito lo obligaron a trasladarse a la capital en 2014, junto a su esposa y sus dos hijos. Con la contracción de la empresa en Chile decidió separarse definitivamente el pasado año y abrió un coworking con su esposa, que ahora forma parte de Eikon.
Desde hace algún tiempo, retomó una afición de juventud: la música. Con vecinos de su urbanización, conformó una banda de rock latino, blues y baladas. Cada viernes, de noche, se reúnen a ensayar. Francisco toca la guitarra. CV
Economista, por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Director Comercial de Altecsoft, 2006-2008. Socio y gerente General de Amable Ecuador, 2009 -2019. Director Comercial de Eikon, desde 2019. Cofundador de los emprendimientos Neosirys y Éxodo Comunicaciones.
Francisco Córdova es economista y emprendedor, con experiencia en soluciones tecnológicas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
La seguridad y la salud ocupacional sirvieron de inspiración y como ‘materia prima’ para un software ecuatoriano.
El desarrollo del sistema que opera en plataformas web estuvo a cargo de Orpheus, un emprendimiento que se inició hace cuatro años en Guayaquil. Esta empresa se expandió a Quito y en septiembre del 2018 cruzó las fronteras para posicionarse en México.
Danny Paz es el fundador de este proyecto y lo define como un software que “permite a las empresas llevar un control de las condiciones que afectan a la seguridad y la salud del trabajador”.
El programa permite llevar un registro automático y digital de inspecciones laborales, accidentes en el lugar de trabajo o expedientes médicos de los empleados de una empresa. “Orpheus genera estos indicadores y el gerente de una entidad puede saber qué tan seguros se encuentran sus trabajadores”, explica Paz.
Para este ingeniero en sistemas, de 39 años de edad, la instalación de este producto se traduce en mayor rentabilidad en el negocio.
El grupo mexicano especializado en recursos humanos Out Helping, a través de Occupational Health, se interesó en el software y contactó con Paz a finales del 2017. La firma mexicana también contactó a otras cuatro empresas internacionales y luego de un año de evaluación, Orpheus fue la seleccionada.
La adaptación de la versión mexicana tomó dos meses y se centró en agregar términos propios del país e integrar las leyes laborales que los rigen. “El software es bastante configurable”, explica Paz como una de las características que los hizo diferenciarse de su competencia. Incluso hay modificaciones que se pueden hacer sin necesidad de programación.
La continua actualización del servicio con innovaciones como el reconocimiento de dictado de voz o la opción de la firma digital para quien hace las inspecciones, son otras de las ventajas que han ayudado a la expansión del programa hecho en Ecuador.
La alianza con México le permitió a la empresa ecuatoriana tener a Occupational Health como distribuidor exclusivo.
El acuerdo al que llegaron es de dotarles una licencia de uso que se paga mensualmente (para los casi 50 clientes internos) y a la vez, Orpheus mantiene regalías por la comercialización cuando se trata de clientes externos.
De este último segmento ya se han hecho siete instalaciones. “Los servidores y la infraestructura las manejamos desde acá. Nos encargamos de dar todo el soporte técnico”, explica Paz.
Al ser una iniciativa que está conquistando usuarios, “las alianzas estratégicas nos permiten llegar a nuevos mercados”. En la mira ahora está Perú.
En el mercado interno el producto también ha tenido acogida. La empresa calcula que ya son 107 los beneficiarios del software, entre clientes que lo han comprado y otros que acceden por prestación, a modo de alquiler.
El valor en el que venden el programa de seguridad y salud ocupacional, depende del número de empleados de cada lugar y bordea entre los USD 4 000 y USD 35 000.
Además, este sistema no es el único producto que han generado. Hay dos soluciones adicionales pensadas para llevar la historia clínica de los pacientes electrónicamente y el servicio de facturación, de igual manera.
Pedro Morales, Danny Paz, Benito Valarezo y Antonio Pérez son parte del equipo de Orpheus. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
Utilizar data para impulsar el desarrollo de empresas de diferentes sectores es el negocio de Diego Montúfar, Jorge Jaramillo, Ricardo Díaz y dos socios externos en handytec.
Hasta antes del 2012 la compañía, que estaba en manos de otros dueños se dedicaba al desarrollo de software y aplicaciones. Sin embargo, Montúfar adquirió sus acciones y le dio una nueva visión.
“Se creó una cultura diferente: transferir conocimiento a las personas, capacitar. Nació como una empresa que daba cursos de nuevas tecnologías, pero hace dos años se dio un giro hacia la consultoría en temas de estrategia empresarial. No somos una firma tecnológica, sino que tratamos de solucionar los problemas de las firmas, de la gente”, dice Díaz, gerente de inteligencia de negocios.
Las áreas de servicio de handytec son tres. La primera se centra en la organización de todos los activos informáticos que tiene una empresa como las bases de datos; con ello se puede conocer, por ejemplo, quiénes y cuántos son sus clientes, qué se considera como ventas y otros conceptos claves para la compañía.
Una segunda línea es la inteligencia de negocios. A través de la lectura de los datos se puede saber por qué se registraron determinados resultados en el pasado y hacer predicción para el futuro. Por ejemplo, se puede saber si en determinados puntos de la ciudad se vende mejor un producto y así reforzar el comercio en dicho sitio o revisar en qué temporadas del año hay mayor o menor demanda y qué factores influyen en ello.
Se usan datos que recolectan ellos mismos de manera digital o los que son de acceso público como del Servicio de Rentas Internas (SRI), Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC)…
La inteligencia de negocios es considerada una de las actividades del futuro, aunque ya está aquí. La idea es que con la información de la propia empresa se pueda conocer qué pasó y cómo se puede mejorar; se puede analizar tendencias de horas, número de clics por productos, servicios o textos en una página, etc.
Las oficinas de Handytec están ubicadas en el norte de Quito. Allí trabajan los 15 colaboradores que tiene la empresa. Foto: Vicentes Costales / Líderes
“Hemos desarrollado proyectos con ellos desde el año anterior. Ahora tenemos dos enfocados en ‘data science’ y ‘big data’. Nos han ayudado a implementar soluciones en ‘big data’. También han aportado a construir una visión de empresa enfocada en la analítica”, dice Édgar Vargas, arquitecto en el centro digital del banco.
Precisamente, este último es el tercer enfoque de la compañía. Se elimina lo que más se pueda la intervención humana para evitar errores y la tecnología aprende de las decisiones que toma una persona en diferentes plataformas.
“Tiene tendencias de inteligencia artificial y ‘machine learning’, dice Díaz. Por ejemplo, si alguien entra en una página de venta de productos y digita buscando una muñeca, Internet reconocerá lo que está buscando y es posible que le ofrezca a la persona, automáticamente, la posibilidad de que vea opciones de accesorios u otro tipo de muñecos similares.
La empresa, además, ofrece dos productos que son kripton.data y helio.geo. A través del primero se levanta información y el segundo es un portal que permite obtener datos públicos de manera georeferencial como pasos a desnivel, negocios de diversos tipos, áreas de alto riesgo de robos, etc.
Asimismo, brinda capacitación a través de handytec Academy. Forman en temas informáticos, pero también en competencias blandas tanto para personas naturales como para integrantes de diferentes compañías. No se trata de cursos formales, sino de procesos de enseñanza según el nivel en el que se encuentran los alumnos.
Aprenden en un ambiente relajado. handytec tiene áreas de videojuegos, salas con muebles ecológicos, muñecos, etc.
Paúl Cueva, supervisor de inteligencia de negocios de Quifatex, dice que trabajan con la firma desde el 2017 en temas de inteligencia de negocios y analítica. Destaca el aporte desde la toma de información hasta la visualización.
handytec ha ganado premios como en eventos como Open Future y Expotic.
Ricardo Díaz es el gerente de Inteligencia de Negocios de Handytec, una firma quiteña que trabaja con ‘big data’ y soluciones empresariales. Foto: Vicente Costales / Líderes
La empresa ecuatoriana Sisconti realizó su primera exportación de software hacia Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Perú y República Dominicana. Esto se halla destinado para la industria de servicio de televisión por cable e Internet, por un monto de USD 250 000.
La información la dio a conocer Pro Ecuador.
La exportación se concretó como resultado de su participación en la macrorrueda de negocios 2018, a través de la gestión de Pro Ecuador y su Oficina Comercial en Guatemala.
William Flores, representante de Sisconti, considera que una de las ventajas que la herramienta ofrece es “el manejo integrado y control total de las operaciones de la empresa a través de solo una aplicación. Entre estas se encuentra la organización de los contratos, órdenes de trabajo, geolocalización de clientes y técnicos, entre otras”.
Sisconti planea abrir puntos de distribución en Centroamérica para ampliar su red de clientes y brindar un acompañamiento más personalizado. La firma estima que su presencia en esta región de América Latina incrementaría sus exportaciones a USD 1 millón en los próximos dos años.
Roberto Intriago, director de Pro Ecuador, destacó que estos resultados dan muestra de la importancia de la promoción de exportaciones, en especial al sector de servicios que presenta un enorme potencial de crecimiento en la economía del país.
Sisconti exportó software por un monto de USD 250 000. Foto: Cortesía Pro Ecuador
Marketing y software son dos palabras que no estaban en el día a día del quiteño José Ortiz mientras cursaba sus estudios de ingeniería industrial. Sin embargo, los giros de la vida las volvieron cotidianas en el futuro.
Cuando cursaba sus estudios en el colegio Intisana escuchaba los consejos de su padre, quien es ingeniero mecánico, para que estudiara la misma profesión. Pero, José no estaba convencido de involucrarse en algo tan técnico.
La luz sobre qué estudiar llegó cuando se presentaron en su colegio representantes de universidades del extranjero para mostrar las ventajas de sus centros de estudios y carreras. Uno de ellas fue el Tecnológico de Monterrey, en donde siempre soñó estudiar.
Mantuvo una charla con uno de sus asesores, quien le aconsejó que lo suyo debía ser la ingeniería industrial. Así que aplicó a varias instituciones, incluidas de EE.UU., y se decidió por Worcester Polytechnic Institute (WPI).
Cuando llegó a Massachusetts , donde se encuentra el politécnico, no tenía idea de qué esperar porque no conoció el sitio previo a iniciar sus estudios. Sin embargo, logró acoplarse tanto a la ciudad como al ritmo de la universidad.
Uno de los factores que permitió todo esto fue su grupo de amigos latinos. La relación que José tiene con Latinoamérica y, principalmente con el país, es tan estrecha que más adelante marcaría lo que ahora es su carrera profesional.
Una imagen de José Ortiz en una conferencia en Quito. Foto: Cortesía José Ortiz
Fue un estudiante destacado, lo dice un artículo hecho en WPI. Ganó, junto a dos compañeras, el premio por la mejor tesis de la Escuela de Negocios, de la que ingeniería industrial es parte. El trabajo fue patrocinado por Merk.
Para esta farmacéutica elaboraron una propuesta de optimización del proceso de producción de filtros para purificar líquidos. Estos materiales se fabrican para venderlos a otras firmas del sector, en un centro de manufacturas en New Hampshire, cerca de Boston.
Sharon Johnson, profesora de la escuela de negocios, asegura que los conocimientos que José aprendió en WPI permitieron que su carrera tuviera un giro. Así lo reconoce en una reseña sobre la trayectoria del quiteño en el mundo de la tecnología hecho en WPI.
A ese sector productivo llegó luego que terminó la universidad, en 2014. Buscaba trabajo en su área, pero le abrieron las puertas en una compañía de tecnología llamada Expicient. “Hacía implementaciones de software para empresas vinculadas a comercio electrónico y retail como Walmart, para ayudarles manejar la gestión de órdenes de compra y venta (…) como se relacionaba con cadena de suministros estaba vinculada con ingeniería industrial”.
En ese lugar laboró por dos años. El trabajo era fuerte porque debía viajar mucho para reunirse con los clientes ; además, sentía la necesidad de crecer profesionalmente.
Una imagen de José Ortiz al recibir su premio a la mejor tesis. Foto: Cortesía José Ortiz
Fue el momento de la vida en que se planteó tres escenarios a futuro: volver de lleno a la ingeniería industrial; trabajar en tecnología o laborar en una empresa con operaciones en Latinoamérica, algo que siempre estuvo en sus planes. Las cosas resultaron de tal manera que se concretaron lo dos últimos aspectos en una sola empresa.
Ingresó a HubSpot, una compañía que desarrolla y comercializa software; cuenta con tres línea de producto. Se trata de una firma, con sede en Massachusetts, pionera en el denominado “inbound marketing” (técnicas para atraer a potenciales clientes ofreciendo información de interés).
Su primer puesto fue para implementar procesos con clientes de la región, es decir, una especie de capacitación para el uso del software y una guía para que consigan los resultados esperados.
Casi un año después se convirtió en gerente de éxito para los clientes en América Latina o la persona que se encarga de que a los consumidores les vaya bien con el producto y renueven el software . Maneja unos 120 clientes en la región.
Entre ellos está Diego Rivadeniera, especialista en marketing digital de World Vision. Ambos se conocieron en una conferencia de HubSpot que se hizo en Boston el año pasado; del quiteño destaca su disponibilidad para atender cualquier requerimiento de los clientes y su capacidad para desarrollar un marketing más humano Paúl Ríos, gerente internacional de ventas y estrategias de HubSpot, destaca su trabajo como organizador de Latinos in Tech y su liderazgo en la Asociación de Profesionales Latinos en Boston.
Desde octubre, José liderará la oficina para la región, en Bogotá. “Si es posible me gustaría volver a Quito. Lo que más quiero es tener impacto en Latinoamérica (…) si se considera el tamaño desde México hasta Argentina, incluyendo el Caribe, la extensión es inmensa; además, la gente está invirtiendo, las monedas están estables, etc”.
Datos Formación. Su objetivo es desarrollar sus estudios de cuarto nivel.
Actividades. Desde los ocho años hasta la actualidad juega tenis. Desde hace poco tiempo le gusta correr en las riveras de Charles River.
Viajes. Es unas de las cosas que más le ha gustado hacer en la vida. El país que más le impresionó fue Camboya, principalmente las ruinas de Angkor Wat.
Una ‘startup’ con amplio crecimiento
HubSpot es una empresa de analítica web y marketing en línea que está ubicada en Cambridge. Su base de clientes creció de 1 400 en julio de 2009 a más de 3 600 en noviembre de 2010, principalmente en el mercado de EE.UU.
Los fundadores, Brian Halligan y Dharmesh Shah, se conocieron en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 2004 y fundaron la empresa en junio de 2006. Según consta en la página web de la compañía, su visión era un mundo receptivo en donde los negocios fueron empáticos, humanos y personificados.
“Desarrollamos software y lo vendemos, es el que es por suscripción: ya sea por contratos anuales o mes a mes y que se debe ir renovando. Actualmente, tenemos tres líneas de producto. Uno de ellos es el software de marketing, que es con el que comenzamos y el que más conoce la gente. De allí salió lo que se denomina el inbound marketing”, explica José Ortiz.
La otra línea está vinculada a ventas, con un software que ayuda a manejar a clientes y posibles clientes, así como oportunidades que se pueda tener con ellos. La tercera es un producto para servicio: gestionar tickets, encuestas de satisfacción, entre otras.
HubSpot tiene 41 500 clientes en más de 90 países. “Gracias a las herramientas que ayudan a hacer cada parte del proceso más humano y al incondicional apoyo de un equipo comprometido con su crecimiento como empresa, comenzar a implementar el inbound marketing nunca había sido tan fácil”, explica la firma en su portal digital.
Brinda asistencia técnica.
José Ortiz impulsa la venta de software en América Latina. Foto: Cortesía José Ortiz
Hoy en día casi todo servicio se apoya en un software. Desde la comida a domicilio, que se solicita por una aplicación móvil, la reserva de un pasaje en avión hecha en una página web, hasta la compra de unos zapatos en una tienda en línea, una transacción bancaria, sin contar con los diferentes servicios que ofrecen las entidades públicas.
El software es, en definitiva, parte del día a día de los consumidores. En Ecuador la industria del software tuvo uno de sus picos en los años 80 cuando el país fue protagonista a escala regional, en especial en programas informáticos para el sector financiero.
Hoy en día este sector productivo trabaja para mantenerse competitivo. Los datos indican que el número de empresas del sector se mantuvo constante entre 2014 y 2016. En este último año se registraron 1 411 empresas.
Los actores del sector están repartidos en distintas actividades. Pero se concentran, según datos de la Asociación Ecuatoriana de Software (Aesoft) en: diseño de sistemas operativos, aplicaciones informáticas, bases de datos, elaboración de páginas web y tecnologías de comunicaciones.
Para Berioska Torres, directora ejecutiva de Aesoft, el corazón del software ecuatoriano tiene un ADN bancario. Ella recuerda que hace 20 o 30 años el país fue un exportador de software para el sector financiero. “Los bancos invirtieron, en su momento, en tecnología que necesitaban”.
La vocera del gremio piensa que hoy en día Ecuador es un laboratorio para desarrollar cualquier otra vertical productiva, tal como ya pasó con la banca. Pero según ella hace falta dos cosas: inversión y educar a quienes demandan los servicios de software. “De lo contrario todo se frena y se complica”.
Torres indica que las empresas nacionales que desarrollan software están conectadas con lo que pasa a escala global y por eso ya se trabaja en el país en temas como Big data, Blockchain, Internet de las cosas, Machine learning y otras tendencias. “Vamos en camino hacia la transformación digital y eso nos obliga a elevar la madurez informática”.
En el camino de esta industria las prioridades hoy en día son dos: internacionalizar sus servicios para llegar a nuevos mercados y contar con una ley que permita trabajar con estabilidad, seguridad y proyección al futuro.
.Para el primer objetivo Aesoft trabaja con organizaciones como la Corpei, con la que desarrolla un programa de cooperación pensando en llegar a la Unión Europea. Hoy en día 10 empresas están participando en un programa piloto para exportar al bloque europea, dice Torres. En ese proceso la oferta ecuatoriana incluye software turístico, reconocimiento facial, seguridad de la información.
El foco también está en América Latina, en temas como facturación electrónica, Big data y servicios financieros.
Una de las empresa con mayor trayectoria del sector es Bayteq, que lleva 15 años en el mercado y que lleva sus desarrollos a ocho países. Su fundador, Mauricio Bayas, destaca que el sector está en permanente crecimiento. Una de las fortalezas que tiene el sector es la ubicación geográfica.
Para Bayas estar en el mismo huso horario de mercados como México o Estados Unidos, es una ventaja a la hora de hacer negocios. “Además el país tiene una proximidad geográfica que también resulta favorable”.
El segundo punto en la agenda es una ley para el sector. Así lo dice Torres y lo confirmó -en junio pasado- la Ministra de Industrias, Eva García. La directora de Aesoft cuenta que a inicios de este año se presentó un proyecto a las autoridades de la Asamblea, así como al Ministerio de Industrias en donde hubo interés.
Según Torres el objetivo de la ley es promocionar la industria y generar incentivos para las empresas de software en general. Por su parte, la ministra García informó a LÍDERES que ya trabajan con el gremio de software en el desarrollo de una normativa. “Queremos enmarcar al software dentro de los pilares de la política industrial. Con tecnología se mejoran distintas áreas y podemos ser más productivos”. (ver nota de la página 13).
Mientras tanto el sector tecnológico enfrenta desafíos en el corto plazo. Las ventas vienen bajando, dice la vocera de Aesoft y añade que entre el 2014 y 2015 la industria se redujo un 30% por la crisis que afectó a la economía ecuatoriana en ese período y después “Al ser un sector de intangibles la crisis nos pegó fuerte”.
La meta es tener una norma este año Las autoridades de gobierno y los actores del sector de software coinciden en la necesidad de contar con una ley.
Para la Ministra de Industrias, Eva García, se necesita tener la normativa, porque así se puede conseguir cooperación internacional. Además, con una ley vigente, las empresas van a querer invertir. En una entrevista con LÍDERES, publicada en junio pasado, la funcionaria admitió que para tener una ley de software se necesitarán algunas modificaciones al Código Ingenios y que el tema se estaba analizando en conjunto con la Senescyt.
La meta es tener la normativa antes de que termine este año, dijo García, quien cree que todos estos cambios permitirán que el país se conecte de lleno con la industria 4.0, también llamada la cuarta revolución industrial. “Hay que resolver temas de conectividad, desarrollo informático, temas normativos. Todo esto contribuye a una industria 4.0”.
En la Asociación Ecuatoriana de Software, que en la actualidad agrupa a 135 empresas y 140 socios, hay optimismo. Su directora, Berioska Torres, explica que el proyecto que se presentó a la Asamblea Nacional, meses atrás se enfoca en generar incentivos para las empresas del sector. “Somos una industria de intangibles y no somos sujetos de crédito de trabajo, de la manera tradicional”.
Torres indica que el proyecto presentado tiene 10 artículos y se elaboró en base a una ley argentina que ha resultado bastante bien en ese país. Uno de los puntos que propone la ley es el de las garantías que se piden en el sector financiero cuando se solicitan créditos. “Si una empresa necesita innovar necesita capital de trabajo pero en las empresas de software no hay activos para garantizar un crédito. Entonces la ley busca una salida a ese tema”.
También se propone la creación de un fondo en beneficio los actores de la industria. Fortalezas y debilidades
La industria ecuatoriana de software tiene puntos a favor, así como temas por mejorar. Para Andrés Burbano, presidente de la Aesoft y vocero de la empresa Noux, el país tiene talento humano de primer nivel, capaz de competir con el resto del mundo, con una ética de trabajo impecable. La consecuencia, añade, es que existen importantes historias de éxito como Cobiscorp, Kruger, Bayteq, Noux, Latamautos, Shippify, Jobsity, entre otras.
Ernesto Kruger, fundador de Kruger Corp y Kruger Labs, también menciona algunas fortalezas como un mercado para probar conceptos para mercados más grandes, reconocimiento y experiencia internacional, capacidad de adaptación, una moneda estable y universal como el dólar que evita el diferencial cambiario y una infraestructura pública con mejores estándares que muchos países de la región.
Para la Ministra García, Ecuador cuenta con un desarrollo muy interesante y suma una larga lista de empresas que llegan a varios países con sus desarrollos.
Pero el sector también tiene debilidades que pueden corregirse, según los consultados. Para Mauricio Bayas, fundador de Bayteq, hacen falta más profesionales. Él piensa que existe una demanda grande por personal calificado y por eso es necesario que chicos de colegios se interesen en la tecnología. Otro reto es profesionalizar a las empresas y adoptar nuevas formas de trabajo, así como metodologías ágiles y mayor entendimiento con los clientes.
Por su parte, Burbano considera que el nivel de inglés ha bajado mucho, lo cual dificulta la investigación y el acceso a mercados. El vocero de Noux añade que no existe un marco legal que incentive las inversiones y el financiamiento. Esto nos deja en desventaja comparativa con Argentina, Uruguay, Colombia o Costa Rica, países que también tienen una importante industria de software.
Kruger coincide con Burbano en la necesidad de un marco regulatorio alineado con las necesidades del sector. También menciona que falta cooperación entre las empresas del sector. Se suma una deficiencia en la conexión entre universidades y empresa privada, ausencia de promoción internacional y la falta de certificaciones de calidad mundial.
Bayteq es una de las empresas que son parte de la industria del software. La compañía tiene 15 años en el mercado y tiene en la actualidad clientes en ocho países. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
La Ministra de Industrias y Productividad, Eva García, habla sobre los ejes de la nueva política industrial del pais, la nueva ley económica que está en la Asamblea y la Industria 4.0. Asegura que el software se convertirá en uno de los pilares de la política industrial.
¿Cuáles son las líneas bases del Ministerio de Industrias, una vez que está en camino una ley económica? Tenemos una nueva política industrial que ha sido trabajada de la mano con los sectores productivos, con los trabajadores, con la academia, con los gobiernos locales. La política industrial no surge de la noche a la mañana, es producto de un trabajo que arrancó con el llamado al diálogo que hizo el Presidente de la República y la constitución del consejo Consultivo Productivo y Tributario.
Hubo 26 mesas, más de 1 000 propuestas y 139 fueron consideradas prioritarias. Allí se fijaron temas claves como el costo de los servicios, la parte tributaria, los estímulos a las exportaciones, la innovación y el emprendimiento.
¿La política industrial y lo que dice el proyecto de ley es producto de los diálogos? La política industrial surge yendo al territorio, en cada provincia hay reuniones y salen propuestas. No es un borra y va de nuevo, sino una actualización permanente. Con la nueva ley se aterrizan incentivos para cambiar falencias. Si hay déficit en innovación, por ejemplo, queremos corregir y para eso los incentivos de la ley. Es una ley realista, pensada en las urgencias de ahora, en corregir lo que pasa ahora.
Si hablamos de Industria 4.0, primero tienen que darse las condiciones para que esa industria se desarrolle, empezando por temas como conectividad, un sector donde aún existe mucho por mejorar (…) La nueva ley busca consolidar la sostenibilidad, el sistema económico y social y afianzar la dolarización. También se da prioridad a la sostenibilidad fiscal.
¿Cómo vamos a llegar a la sostenibilidad fiscal? Con un reordenamiento de las finanzas públicas, si bien eso es materia del Ministerio de Finanzas, el ofrecimiento es público. Con una disciplina fiscal que permita llegar a la sostenibilidad, recortando el gasto público. En este momento hay una austeridad declarada por el Presidente y se ha dado una reducción de empleo en el sector público, lo cual significa que el sector privado debe asumir el compromiso de generar nuevas plazas de empleo. Se está haciendo una ley con muchos estímulos y esperamos que los empresarios asuman el compromiso con mayor producción, mayor competitividad y una mayor generación de empleo.
¿Cuáles serán los sectores con más foco en la nueva política industrial? Tenemos definidos ejes temáticos. La anterior política industrial tenía que actualizarse y lo hemos hecho. Ecuador es un país con muchas potencialidades en agroindustria. La agricultura debe ser competitiva y moderna, no podemos hacerlo con baja productividad, ni con sobreproducción y estamos empeñados en eso. Estamos trabajando con el Ministerio de Agricultura promoviendo productos ganadores. Luego está la economía del conocimiento, en donde entra la Industria 4.0. También se cuenta un eje de una industria de construcción sostenible, con rostro humano.
Otro eje es la sustitución de importaciones con producción local. Los polos de desarrollo productivo también se incluyen, con una organización más moderna que engloba a las zonas especiales de desarrollo económico (Zedes). Aspiramos crecer un 2% anual promedio y generar unas 360 000 plazas de trabajo solo en el sector industrial, en lo que queda del gobierno.
La ley también trae incentivos para empresas de Quito y Guayaquil… Hay muchas empresas de Quito y Guayaquil que quieren generar nuevos productos. Hay tratamiento especial para empresas en otras ciudades, así como para las que se establecen en zonas de frontera o de desastres. Antes no teníamos estos incentivos en Quito y Guayaquil.
¿Qué se busca con esos incentivos puntuales en Quito y Guayaquil? Fomentar y estimular a que las empresas inviertan, que vengan nuevas inversiones, que puedan desarrollar industrias y que no tengan que ir hasta otros cantones.
¿Toda esta política pública industrial cómo nos conecta con la industria 4.0? Nos conecta en el área de servicios. La industria 4.0 significa mayor contacto con el cliente, no solo desarrollo tecnológico, sino ver qué está buscando el consumidor y actuar en tiempo real. Es un tema de tecnología, servicios y satisfacción del cliente.
¿Y qué papel jugará el Ministerio de Industrias? Vamos a apoyar totalmente el desarrollo. Hay que resolver temas de conectividad, desarrollo informático, temas normativos. Todo esto contribuye a una industria 4.0. Por ejemplo, sin una ley de software difícilmente podemos tener los desarrollos esperados, que deben ser de bajo costo y con acceso total para la población.
¿Cómo mira usted el hecho de que la tecnología es más rápida que las normas? Por eso es la exigencia nuestra de tratar de marchar a la par, entre tecnología y normativa. La tecnología deber resolver necesidades de la gente. Estamos pendientes de los últimos desarrollos, por eso firmamos en marzo una alianza con la Cámara de Industrias y Comercio Ecuatoriano-Alemana y aspiramos tener una calificación de industrias 4.0 antes de que termine el año.
Usted mencionó en marzo que una de las prioridades será el impulso a la industria nacional de software… Ecuador tiene un desarrollo muy interesante, tenemos empresas que llegan a varios países con sus desarrollos. Contamos con verdaderos laboratorios y escuelas en el tema, que dejan muy buena impresión en el extranjero.
¿Qué se está haciendo para darle impulso al software ecuatoriano? Trabajamos con la Asociación Ecuatoriana de Software (Aesoft), la ley es muy importante, es un desarrollo que tiene que darse. Queremos enmarcar al software dentro de los pilares de la política industrial. Con tecnología se mejoran distintas áreas y podemos ser más productivos.
¿Hay un fondo especial para el sector del software? Necesitamos tener la ley andando, porque se puede conseguir cooperación internacional. Además (con una ley vigente) las empresas van a querer invertir.
¿El Código Ingenios no interferiría en los planes de tener una ley de software? Hay que hacer algunas modificaciones al Código Ingenios y para eso estamos conversando en la Senescyt. Aquí trabajamos en múltiples frentes y hay un gran cambio en política productiva, todos los ministerios estamos articulados y trabajamos para cumplir los compromisos presidenciales.
¿La ley de software tiene algún plazo? No, pero esperamos sacarla antes de que termine este año. Estamos adelantando el tema.
Hoja de vida Eva García Formación. Economista, especialista en inversiones, seguridad social, comercio exterior y cooperación. Magíster en negocios internacionales y gestión del comercio exterior.
Cuenta con diplomados internacionales y trayectoria académica en universidades de Europa y América. Ejerció la docencia universitaria en la cátedra de Negociaciones Internacionales en diferentes maestrías.
Cargos. Ocupó el cargo de embajadora Plenipotenciaria en Misión Diplomática del Ecuador ante la Organización Mundial de Comercio. Fue fundadora y Directora Nacional del programa europeo Al Invest en Ecuador.
Eva García ocupó el cargo de embajadora Plenipotenciaria en Misión Diplomática del Ecuador ante la Organización Mundial de Comercio. Foto: Julio Estrella / LÍDERES