Carlos Naranjo es un ecuatoriano con más de 20 años residiendo en Londres, que hoy repara prendas de vestir en su taller de costura para firmas de moda tan reconocidas como Prada, Armani, Dolce&Gabbana.
El taller de costura Elegance salió al mercado en 1997, con dos personas a cargo: su propietario, Carlos Naranjo, y una costurera, proveniente de Riobamba.
El emprendimiento requirió de una inversión inicial de 5 000 libras (USD 6 481). Su primer cliente fue la casa de moda internacional Karen Millen, especializada en ropa de mujer.
El trabajo de Elegance consiste en hacer arreglos en prendas, ajustándolas a la medida de los clientes finales de las firmas de diseño de moda. Al año se reparan alrededor de 30 mil piezas. “La compañía creció orgánicamente. No hizo falta publicidad. La gente nos recomendaba”, comenta Naranjo.
Hoy es una empresa de 50 empleados, con un portafolio de 60 clientes, que incluye a equipos de fútbol profesional y artistas.
En Elegance se lleva el control de cada etapa del proceso de producción. El registro se hace a través del software GB97, que nació hace ocho años como un programa de contabilidad.
El primer paso es la solicitud de los pedidos por parte de las casas de moda. El software comienza su trabajo clasificando a los clientes por su ubicación para el retiro de las prendas. El conductor designado para retirar los pedidos recibe la información de la ruta en su teléfono, mediante una aplicación móvil. Retira las prendas y hace entrega de pedidos anteriores.
Los cambios que deberán hacerse en cada prenda quedan registrados en el software mediante el código de barra de la pieza.
El operario del taller que ajustará la pieza recibe la información y solicita autorización, a través del software, para iniciar su trabajo.
De esta forma, el taller registra los tiempos de producción, las piezas que repara por día cada operario y la persona que estuvo a cargo del control de calidad.
Desde el 2016, GB97 también administra y supervisa las diferentes etapas de producción del taller de arreglo de prendas de la firma Burberry, en Londres, y ahora administrará otro taller de la misma casa de moda en París.
La optimización de los procesos de producción, le ha generado a la marca británica Burberry un ahorro del 30% en costos, señala Fabricio Salazar, representante legal de GB97 en el Ecuador.
La proyección del fundador de Elegance es poder ayudar a otros emprendedores del país a administrar sus negocios de forma adecuada, por medio de la herramienta tecnológica. “Con este software las personas pueden saber con anterioridad lo que deben hacer y lo que van a ganar”, subraya Naranjo.
El análisis de datos para descubrir los intereses y necesidades de las nuevas generaciones es la especialidad de Ingelsi, empresa que nació hace 30 años en Quito.
Su propietario es Andrés Oquendo. Este ingeniero comenzó con la venta de software de oficina y libros de computación. Lo hizo con el objetivo de dotar de estos instrumentos a las personas o empresas que lo requieren.
Sus primeros pasos fueron informales. Luego se convirtió en distribuidor oficial de Microsoft, Adobe y más empresas.
Y hace 18 años, su empresa dio un giro: el análisis de datos. Pero en los inicios las ventas no fueron buenas porque con la comercialización de computadoras físicas se fortaleció en el mercado porque ya venían con el software.
Oquendo explica que tras el ‘boom’ de Internet y de lo digital se dio una apertura al análisis de los datos. La razón: los ‘millennials’ tienen otras necesidades y formas de ver el mundo. De hecho, lo hacen por medio de su computadora o teléfono inteligente.
“Los ‘millennials’ ya no contestan a encuestas tradicionales para saber sus gustos. Ahora todo lo hacen por medio de la tecnología”, asegura Oquendo.
La empresa analiza dos tipos de datos: según las páginas de buscadores como Google para conocer el movimiento del mercado en conjunto, o estudian qué es lo más visto en redes sociales.
Así conocen qué es lo que buscan las nuevas generaciones, explica Oquendo. “Antes las necesidades se descubrían por medio de encuestas, libros o universidades. Ahora se lo hace con el ‘big data’”.
El análisis de los datos implica ver el número de visitas a una página, las compras, etc. “Si quieres saber lo que la gente piensa y cómo transar es necesario ver los datos”, añade este empresario.
El primer software científico, que fue adquirido por una entidad pública, fue un reto porque representó entender el funcionamiento y enseñar su utilización.
El programa científico se convirtió en su ‘plus’ o en su valor agregado, porque se volvieron los únicos en el país en ofrecerlo.
Este tipo de programas de analítica tienen un costo alto: puede llegar a USD 500 000. Este último valor corresponde a una instalación compleja que implica tiempo y dedicación. Universidades, bancos, aseguradoras… también son clientes de Ingelsi.
Actualmente, la empresa cuenta con 15 trabajadores; de estos ocho tienen habilidades en las ramas de Matemáticas o Negocios, que también les conocen como especialistas o científicos de datos. “En el futuro será la profesión más demandada, ya que las personas buscarán a estos profesionales para saber el comportamiento de la gente y del mercado”.
Para Oquendo, el perfil de un analista de datos es: “un loco que sabe de muchos números y que descubre lo que hay detrás”.
El año anterior, Ingelsi cerró ventas del software científico por USD 750 000. En años anteriores, las ventas alcanzaron los USD 2 millones. La situación económica del país influyó en esta baja.
Uno de sus clientes es Difare, grupo corporativo que se destaca en el mercado farmacéutico y que levantó la cadena de farmacias Cruz Azul, Pharmacys y más.
Su gerente corporativo de Inteligencia Empresarial, Julio Cueva, asegura que esta herramienta es práctica para conocer el comportamiento del mercado y de sus clientes en el país. Lo adquirieron hace cinco años y desarrollan la denominada minería de datos, que es la búsqueda de patrones de datos e información relevante para predecir lo que quieren sus clientes y lo que más compran.
“Queremos saber el comportamiento del consumidor en nuestras cadenas de farmacias, las campañas de mayor acogida, productos y más”.
Andrés Vinueza es un estudiante de Ingeniería en Matemática de la Politécnica Nacional. Considera que este tipo de empresas son una alternativa para realizar sus prácticas y si es posible dedicarse al análisis de datos por completo.
“Me encanta estudiar los números, buscar patrones y mensajes detrás de los datos. Es una carrera interesante a la que me gustaría dedicarme cuando acabe la Universidad”, señala el joven.
Más datos La empresa ofrece capacitaciones y consultorías para compañías o entidades públicas. Los tipos de software que comercializan son analítico, econométrico, de simulación, matemático, a medida y minería de datos para empresas.
Tienen 12 clientes, entre los que están entidades públicas como el INEC, Ministerio de Inclusión Económica y Social y demás. En el caso de las empresas privadas trabajan con Difare, Kunachia, Seguros Equinoccial y otros.
Andrés Oquendo dirige Ingelsi. Allí trabajan 15 personas; ocho se dedican a analizar los datos. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES
El bajón de la economía en este año también impactó a las pymes que desarrollan software. Desde enero hasta la fecha, el segmento se redujo en un 72%, frente a igual período del año pasado, según Andrés Burbano de Lara, presidente del Directorio de la Asociación Ecuatoriana de Software (Aesoft).
El principal factor para la reducción del segmento se debe al modelo económico del país implementado en los últimos años, que dejó de ser rentable.
Burbano de Lara explica que este modelo -durante el 2013- permitió que el Estado sea el principal cliente de las empresas de software. Sin embargo, desde el año pasado, la recesión económica limitó a que las empresas públicas adquieran estos sistemas y esto afectó a los negocios.
Por ejemplo, según la Aesoft, la contratación de software en el sector público se redujo en el 2015 en un 24%; y se prevé una cifra similar hasta fines de diciembre de este año. Mientras que en el ámbito privado se contrajo en un 5%.
Estos resultados también llevaron a que el nivel de facturación se reduzca. Entre el 2015 y 2014, cayó en un 9% y por ahora la Aesoft está haciendo cálculos para determinar el bajón en ventas en este 2016.
Este escenario derivó en que algunas pymes paralizaran el desarrollo de software; 30 empresas de 450 cerraron operaciones, asegura Burbano de Lara.
En tema de empleo, el sector de software, conformado en su mayoría por empresas pequeñas, generaba hasta el 2015 unos 14 000 empleos directos; no obstante, la recesión también llevó a despidos, aunque el titular de la Aesoft no precisó cifras: “Estamos elaborando encuestas con las empresas del gremio para determinar cuántas plazas de trabajo se perdieron”.
Édgar Maigua es el gerente general de la empresa Nimbus. Esta pyme desarrolló una plataforma para la compra en línea de pasajes de transporte interprovincial. Su representante señala que de enero a noviembre de este año sus ventas se redujeron un 25%, comparadas con el mismo período del 2015.
La razón, dice Maigua, es que sus principales clientes privados ante la falta de liquidez recortaron presupuesto, por lo que se limitó la compra de software.
Esto afectó a la compañía no solo en ventas sino también en empleo. Este año recortaron tres plazas de trabajo. De 16 empleados se quedó con 13.
Pese al escenario negativo, Maigua señala que aplican estrategias para ganar nuevos clientes. Por ejemplo, a escala nacional, están en la búsqueda de nuevos clientes que opten por contratar software a la medida. Y para el próximo 2017 invertirán aproximadamente USD 300 000 para el diseño de un software para el sector de comercio exterior. Pablo Pazmiño e Ignacio Freile, fundadores de la empresa Idukay -que elabora software para sistemas educativos- tuvieron un crecimiento en portafolio de clientes gracias a su enfoque en establecimientos privados. Por ejemplo, el año pasado ofrecían sus servicios a ocho instituciones educativas y hoy llegan a alrededor de 60, según indica Pazmiño.
Aunque en un principio Idukay sí sintió el impacto de la contracción económica, las estrategias implementadas les permitió expandir su programa. Este ejercicio será replicado el próximo año, con miras a mantener nuevos proyectos en colegios.
El próximo año será más complejo según la Aesoft. Esto porque aunque durante el 2016 habían proyectos rezagados o pagos retrasados por parte del Estado, para el 2017 en cambio no se generaron nuevos contratos. Además, en el sector privado también se espera pocas compras.
Ante esto, la Aesoft trabaja en proyecto de ley de políticas públicas para presentar al presidente electo en mayo del 2017. En el documento se recogen temas laborales, fuentes de financiamientos para proyectos y conformación de nuevas empresas, incentivos tributarios, entre otros.
No obstante, no todo es malo para este sector. Firmas locales exportan sus sistemas a otros mercados regionales.
Daniel Legarda, presidente Ejecutivo de Fedexpor, señala que unas 15 empresas locales exportan software de inteligencia de negocios, CRM (programa para información de clientes) y más.
Entre los destinos que se exportan están Colombia, Chile, México, España y EE.UU. Una de esas firmas ha sido Bayteq, empresa quiteña que exporta software desde hace ocho años. Mauricio Bayas, gerente general de la empresa tecnológica, comenta que exportan servicios como desarrollo de aplicaciones móviles, motores de reglas de negocios, sistemas transaccionales para procesamiento de recargas electrónicas, y más.
Entre sus mercados están EE.UU., México, Panamá, Costa Rica, España y más. Para el gerente de Bayteq, la época de contracción económica la han enfrentado con innovación. En el mercado local han desarrollado plataformas para entidades bancarias. “Nuestro balance de tener clientes en el exterior y locales nos ayuda, pero sí se ha sentido (la recesión), añade Bayas. Ahora el sector continúa con sus desarrollos.
El Grupo Scanner, ubicado en Santo Domingo, es una empresa de seguridad privada que elabora su propio software. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
El bajón de la economía en este año también impactó a las pymes que desarrollan software. Desde enero hasta la fecha, el segmento se redujo en un 72%, frente a igual período del año pasado, según Andrés Burbano de Lara, presidente del Directorio de la Asociación Ecuatoriana de Software (Aesoft).
El principal factor para la reducción del segmento se debe al modelo económico del país implementado en los últimos años, que dejó de ser rentable.
Burbano de Lara explica que este modelo -durante el 2013- permitió que el Estado sea el principal cliente de las empresas de software. Sin embargo, desde el año pasado, la recesión económica limitó a que las empresas públicas adquieran estos sistemas y esto afectó a los negocios.
Por ejemplo, según la Aesoft, la contratación de software en el sector público se redujo en el 2015 en un 24%; y se prevé una cifra similar hasta fines de diciembre de este año. Mientras que en el ámbito privado se contrajo en un 5%.
Estos resultados también llevaron a que el nivel de facturación se reduzca. Entre el 2015 y 2014, cayó en un 9% y por ahora la Aesoft está haciendo cálculos para determinar el bajón en ventas en este 2016.
Este escenario derivó en que algunas pymes paralizaran el desarrollo de software; 30 empresas de 450 cerraron operaciones, asegura Burbano de Lara.
En tema de empleo, el sector de software, conformado en su mayoría por empresas pequeñas, generaba hasta el 2015 unos 14 000 empleos directos; no obstante, la recesión también llevó a despidos, aunque el titular de la Aesoft no precisó cifras: “Estamos elaborando encuestas con las empresas del gremio para determinar cuántas plazas de trabajo se perdieron”.
Édgar Maigua es el gerente general de la empresa Nimbus. Esta pyme desarrolló una plataforma para la compra en línea de pasajes de transporte interprovincial. Su representante señala que de enero a noviembre de este año sus ventas se redujeron un 25%, comparadas con el mismo período del 2015.
La razón, dice Maigua, es que sus principales clientes privados ante la falta de liquidez recortaron presupuesto, por lo que se limitó la compra de software.
Esto afectó a la compañía no solo en ventas sino también en empleo. Este año recortaron tres plazas de trabajo. De 16 empleados se quedó con 13.
Pese al escenario negativo, Maigua señala que aplican estrategias para ganar nuevos clientes. Por ejemplo, a escala nacional, están en la búsqueda de nuevos clientes que opten por contratar software a la medida. Y para el próximo 2017 invertirán aproximadamente USD 300 000 para el diseño de un software para el sector de comercio exterior.
Pablo Pazmiño e Ignacio Freile, fundadores de la empresa Idukay -que elabora software para sistemas educativos- tuvieron un crecimiento en portafolio de clientes gracias a su enfoque en establecimientos privados. Por ejemplo, el año pasado ofrecían sus servicios a ocho instituciones educativas y hoy llegan a alrededor de 60, según indica Pazmiño.
Aunque en un principio Idukay sí sintió el impacto de la contracción económica, las estrategias implementadas les permitió expandir su programa. Este ejercicio será replicado el próximo año, con miras a mantener nuevos proyectos en colegios.
El próximo año será más complejo según la Aesoft. Esto porque aunque durante el 2016 habían proyectos rezagados o pagos retrasados por parte del Estado, para el 2017 en cambio no se generaron nuevos contratos. Además, en el sector privado también se espera pocas compras.
Ante esto, la Aesoft trabaja en proyecto de ley de políticas públicas para presentar al presidente electo en mayo del 2017. En el documento se recogen temas laborales, fuentes de financiamientos para proyectos y conformación de nuevas empresas, incentivos tributarios, entre otros.
No obstante, no todo es malo para este sector. Firmas locales exportan sus sistemas a otros mercados regionales.
Daniel Legarda, presidente Ejecutivo de Fedexpor, señala que unas 15 empresas locales exportan software de inteligencia de negocios, CRM (programa para información de clientes) y más.
Entre los destinos que se exportan están Colombia, Chile, México, España y EE.UU. Una de esas firmas ha sido Bayteq, empresa quiteña que exporta software desde hace ocho años. Mauricio Bayas, gerente general de la empresa tecnológica, comenta que exportan servicios como desarrollo de aplicaciones móviles, motores de reglas de negocios, sistemas transaccionales para procesamiento de recargas electrónicas, y más.
Entre sus mercados están EE.UU., México, Panamá, Costa Rica, España y más. Para el gerente de Bayteq, la época de contracción económica la han enfrentado con innovación. En el mercado local han desarrollado plataformas para entidades bancarias. “Nuestro balance de tener clientes en el exterior y locales nos ayuda, pero sí se ha sentido (la recesión), añade Bayas. Ahora el sector continúa con sus desarrollos.
El sector El aporte. Según cifras del 2015 de Aesoft, el sector representa menos del 1% del PIB y factura USD 500 millones de dólares al año. Su objetivo es crecer y para ello necesitan contar con una mayor cantidad de talento humano calificado.
El mercado. Para buscar comercializar sus servicios, Aesoft ha creado una plataforma que se denomina Aesoftmarket, en la que ofertan sus servicios para los diferentes sectores, como automotriz, bienes raíces, petróleo, retail, entre otros más.
Sectores. Actualmente, el sector de software ofrece servicios como apoyo metodológico, asesoría, capacitación, consultoría, servicio de ‘apps’ móviles y más.
Tipo de software. Actualmente, este sector ofrece sistemas de monitorización, administración de infraestructura, capacitación, consultoría de gestión empresarial, diseño de páginas web, distribución y control de flotas, comercio electrónico, gestión de calidad, factura electrónica y más,
El Grupo Scanner, ubicado en Santo Domingo, es una empresa de seguridad privada que elabora su propio software. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
Face Reader es la nueva tecnología holandesa que emplea la consultora cuencana Advance en la investigación de mercados. Esta permite la decodificación de las microexpresiones faciales para conocer qué tipos de emoción siente la persona ante una determinada situación. Fue creada por la empresa holandesa Noldus Information Technology, que se especializa en desarrollar soluciones innovadoras para la investigación del comportamiento de los seres humanos y animales. La firma tiene 25 años en el mercado.
Según el representante de la compañía para España, Portugal y América Latina, André Kraaijkamp, Face Reader es un software que se carga en un computador. El valor agregado es que esta herramienta ubica más de 500 puntos en el rostro de una persona y puede leer o identificar las emociones o comportamientos ante una determinada situación.
Kraaijkamp explica que cada una de las reacciones de las personas que participan se compara con una base de imágenes que están cargadas en el software para hacer las comparaciones respectivas y saber qué sintió. “Buscamos ofrecer la información más objetiva posible de las personas y para ello tenemos un portafolio de herramientas muy diverso”.
Esta prueba se puede realizar, dice Kraaijkamp, con cualquier persona que observe un video, escuche un ruido o música, trabaje, cumpla una actividad o pruebe algo. La primera versión salió en el 2004 y, en la actualidad, se comercializa la séptima.
Según Luis Pastor, gerente de Advance Consultora, incorporaron esta herramienta para aplicarla en estudios de mercado de sus clientes. “Queremos ofrecer herramientas de vanguardia para dar más certezas en los estudios de mercado”.
Uno de estos fue la prueba de sabores de una marca de vitamina C en la que participaron niños; la marca quería saber qué opciones gustaron más en ese segmento de la población. “Con ellos es un poco difícil decir que califiquen, pero esta herramienta nos permitió tener información directa de las expresiones faciales para saber cuál les gustaba más y tomar una decisión…”, señala Pastor.
Según el vocero de Advance Consultora, las encuestas son buenas herramientas, pero las respuestas pueden estar condicionadas en función de varias situaciones como quedar bien con el entrevistador o porque no puede expresar bien si le gustó o no. “Con este software podemos medir segundo a segundo cada una de las reacciones… Si se trata de un comercial se puede conocer en qué momentos hubo más emociones positivas o negativas. De esa forma se puede ajustar de mejor manera ese comercial”.
Pastor aclara que la encuesta también es valiosa, pero si se emplean ambas alternativas se puede llegar a una mejor conclusión y tener datos más precisos.
Esta tecnología, añade Kraaijkamp, se aplica en las universidades, psicología, medicina… y empresas en las áreas de recursos humanos para los reclutamientos y en marketing y ventas. “En países de la región como Brasil, Colombia, Chile y México ya se utiliza esta herramienta con cierta frecuencia”.
Face Reader, por ejemplo, permitió montar en Holanda un centro de estudio que se denomina el restaurante del futuro de la Universidad de Wageningen. Allí, se monitorea la reacción de los comensales con decenas de cámaras y observando sus hábitos.
Kraaijkamp señala que también trabajaron en un proyecto con la fabricante estadounidense de aviones Boeing. “Se estudió cómo reaccionaban los pilotos ante los niveles de estrés”.
Según él, Noldus tiene una serie de productos desarrollados para la investigación de los factores humanos como The Observer XT y FaceReader. También cuenta con una serie de accesorios para completar los estudios incluyendo soluciones de teclado, rastreadores oculares y las cámaras de dispositivos móviles.
‘Una revolución del marketing tradicional”. Así denominan su creadores a Pryffer, un sistema de referidos que a través de un software recompensa a los clientes que recomiendan productos o servicios de establecimientos afiliados. El programa fue creado por la empresa Coprel, que tiene sus instalaciones en el sector de El Bosque, en el norte de Quito.
Daniel González es un joven visionario que apadrina a este sistema y es un convencido de que con el software se rediseñará el marketing tradicional. “Hemos identificado un sistema que se realiza siempre, que es recomendar un establecimiento”.
Según González, quien tiene 17 años y estudia Administración de Empresas, el proyecto surgió al ver que las personas recomiendan un establecimiento, pero no reciben nada a cambio. “Ni las gracias”, dice entre risas.
El proyecto se gestó en marzo del 2015. Se contrataron diseñadores para el software y al momento la inversión alcanza los USD 20 000. “Lo importante es que es un sistema innovador” dice González entusiasmado.
La empresa Coprel, que se dedica a la construcción, ganó cerca de USD 300 000, por 12 nuevos clientes que fueron referidos.
Actualmente se han vinculado 120 establecimientos de todo tipo, entre tiendas, restaurantes, hoteles y demás.
Hay cuatro paquetes que ofrece esta empresa para que los establecimientos vivan esta nueva experiencia. El paquete 1 es para 500 clientes que pueda registrar dentro del sistema y tiene un costo de USD 190.
El segundo tiene hasta 5 000 clientes y cuesta USD 365. El tercer paquete alcanza las 10 000 personas y el valor es de USD 680. El último es para 50 000 personas y cuesta USD 930. “Pueden vincularse los pequeños, medianos y grandes comerciantes con poca inversión”, explica González.
Uno de ellos es Jaime Guevara, director general de la compañía San Daniel, vinculado al negocio de la palma. A él le pareció interesante que los productores de fruta se integren a este proyecto para que refieran la empresa. “Es innovador y de uso fácil”.
La meta que espera alcanzar con este sistema es que sus ventas mejoren en un 30% en un año. Guevara tiene el segundo paquete; en su caso han destinado un valor de compensación por tonelada métrica, es decir, USD 1,40 para quienes ‘pasen la voz’ sobre esta empresa.
La versatilidad del sistema es una de sus fortalezas, explica González, quien señala que los establecimientos se concentran en Quito y, en estos días, se lanzaron a Estados Unidos.
Los clientes pueden vivir nuevas experiencias en el tema de recompensas, ya que, el dueño del local puede ofrecer desde dinero hasta productos. Incluso, la atención al cliente debe mejorar en cada uno de los establecimientos.
En este proyecto trabajan jóvenes que buscan ofrecer un ‘plus’ al cliente. Pablo Paredes está a cargo de la parte gráfica, diseño y publicidad del servicio. Él cuenta que llegó sin conocer el producto, pero cuando supo de lo que se trataba le encantó.
“Es un proyecto grande que puede llegar a niveles alcanzados por redes sociales como Facebook, ya que es un marketing innovador”.
Paredes, quien tiene 29 años, señaló que es importante que se viva esta experiencia, porque, hoy en día, nadie te da una recompensa por referir un establecimiento. Ahora será una realidad.
Foto: Diego Pallero /LÍDERES
Los jóvenes de Pryffer tienen sus oficinas en el sector de El Bosque, en el norte de Quito.
Simplificar la vida de los ecuatorianos a través de servicios digitales desde la nube. Esta fue la inspiración de Édgar Maigua, Edgar Flores y Diego González, socios de la empresa Nimbus Soft Technology. Esta empresa ecuatoriana desarrolla software a la medida, pero además elaboró tres plataformas digitales: en tema de facturación electrónica, compra de pasajes en línea para el transporte interprovincial y un sistema de pagos para la última solución.
A inicios del 2013, empezaron a trabajar en un esquema para la empresa, indica González, gerente técnico de Nimbus.
El nombre de esta empresa significa una nube que permite la sinergia tecnológica. Así explica González, quien cuenta que conoció a sus socios cuando hace años trabajó en una empresa de tecnología que desarrollaba herramientas digitales para una entidad financiera privada.
Durante el 2013 también crearon toda la base tecnológica de Innobee. Esta plataforma se enfocó en la simplificación del manejo de comprobantes electrónicos, que no solo emite facturas, sino que también las genera, almacena y administra en un solo buzón de mensajes, y de acuerdo con las normas establecidas por el Servicio de Rentas Internas (SRI).
Edgar Maigua, ingeniero en sistemas y gerente General de Nimbus, sostiene que el valor agregado de este servicio se centra en el ahorro de costos y la simplificación de procesos administrativos. Además, dice, se disminuye el uso del papel y se tiene un mayor control de los documentos de la empresa que usa el servicio.
Para finales del 2014, Nimbus se constituyó legalmente en la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros y ya contaba con más de 100 clientes corporativos, cuenta Maigua.
El año pasado, al ver el éxito con esta solución tecnológica, los socios de Nimbus dieron un salto cuando crearon la solución Multipasaje. Esta permite comprar pasajes de bus interprovincial a través de la web, e incluso se permite reservar el tiquete con anticipación. Esto dio mayor agilidad a la compra de pasajes, en especial durante feriados, dice González.
Ocho operadoras de transporte interprovincial ya utilizan esta solución tecnológica; a la fecha se han comercializado 700 pasajes por mes mediante este sistema. Un ejemplo es la cooperativa de transporte Tourist San Francisco, que cubre las rutas desde el Puyo (Pastaza) hacia Quito, Macas, Atacames, Ambato o Tena. Esta cooperativa implementó el sistema Multipasajes hace tres meses.
Eduardo Toctoquiza, presidente de la cooperativa, señala que invirtió en esta aplicación con dos objetivos: primero para mejorar el servicio para sus clientes, y evitar las aglomeraciones en las terminales terrestres donde opera; y para llegar a clientes más jóvenes, como estudiantes universitarios que cada fin de semana viajan a Quito para estudiar. Cada mes, la cooperativa Tourist San Francisco, coloca unos 300 boletos a través del sistema.
González añade que por ahora los sistemas de pago de Multipasajes se realizan con tarjeta de crédito y solo a través de la web. Sin embargo, para finales de este año planifican lanzar la aplicación para teléfonos móviles y tarjetas electrónicas.
En este año, el desarrollo de software a la medida enfocado al comercio electrónico es la principal estrategia para el crecimiento de Nimbus. Para esto la empresa trabaja con la plataforma One Pago, el mismo sistema que se utiliza en Multipasajes, y que está desarrollándose en alianza con Quality Soft, una empresa privada que también es propiedad de Édgar Maigua. Este último servicio ayuda a la compra en línea.
Para este año, las estrategias de Nimbus se centran en el desarrollo de software a la medida, y la mejora constante de las soluciones ya posicionadas en el mercado. Además, Maigua sostiene que las alianzas son parte de la filosofía de trabajo de la firma que dirige.
En la actualidad, Nimbus está buscando nuevos inversionistas, de preferencia en el extranjero, que les permitan dar a conocer sus servicios y diferentes líneas de negocios. La exposición de Nimbus en redes sociales y la página web institucional será otra arista para dar a conocer a la firma. Para todo esto la inversión hasta diciembre de este año será de USD 50 000.
Pero lo que más resalta Maigua es que el talento humano multidisciplinario es el ‘plus’ de su negocio. Por lo que las capacitaciones de manera constante a su personal permite mejorar cada día sus proyectos. Con esas estrategias la empresa apuntala su trabajo en soluciones digitales.
El gerente: Edgar Maigua
La principal motivación para crear Nimbus parte de las necesidades cotidianas que vivimos. Por eso, el desarrollo de soluciones tecnológicas tiene el fin de simplificar la vida de nuestros clientes. Para esto contamos con un equipo que está comprometido con el tema de comercio electrónico, y cómo este sector puede ayudar a que se optimice tiempo y recursos. Siempre buscamos personas que puedan aportar con nuevas ideas en los proyectos.
Cifras:
140 Clientes hasta la fecha utilizan el sistema Innobee. 6 servicios adicionales como firma digital, archivo entre otros utiliza Innobee 6 pasos se deben seguir para comprar pasajes interprovinciales con Multipasajes. 300 boletos al mes en promedio por cada operadora de transporte se han vendido en la plataforma. 24 horas al día durante los 365 días al año está activo este sistema.
Nimbus es una empresa que desarrolla software a la medida. Han creado tres plataformas como Innobee, Multipasajes y One Pago. El equipo es multidisciplinario. Fotos: Vicente Costales/ LÍDERES
En poco más de 12 años, este software educativo pasó de ser utilizado por un puñado de estudiantes de planteles de Ibarra y de Portoviejo, en las provincias de Imbabura y Manabí, en su orden, a estar actualmente en más de 1 000 planteles de todo el país.
El programa informático para escolares se implementó en el 2003, a modo de prueba, por iniciativa de la Fundación E.dúcate, que tiene la propiedad de su uso.
E.dúcate buscó que el programa Aprendizaje Personalizado Complementario Interconectado (APCI), que es eminentemente lúdico, permita reforzar el aprendizaje que reciben los alumnos en clases. Lo hace mediante una serie de ejercicios, que interactúan con los estudiantes desde primer año de educación Básica, hasta tercero de Bachillerato.
Las imágenes que se despliegan en el programa se relacionan con la edad del estudiante, y se acoplan a cada año escolar.
“La idea no es sustituir al docente, sino darle una herramienta adicional, para que fortalezca lo que ya imparte en el aula a los alumnos”, menciona Paola Quezada, coordinadora del proyecto.
La fundación entendió que cada niño no aprende al mismo ritmo, y por ello el software se adapta a los requerimientos de cada nivel de aprendizaje del estudiante.
Los ejercicios se despliegan a través de una serie de preguntas, con diferentes temáticas, a manera de lecciones. El software también tiene una versión en inglés.
Quezada explica que durante los primeros años de edad el software es más interactivo, es motivador. “No tiene respuestas negativas si no acierta. Está adaptado a las características de los niños según su edad”.
El programa arranca con una evaluación inicial que debe completar el estudiante. Si el alumno no aprueba esa lección inicial, hay otra lección “en proceso”, que lleva al niño a aprender todo aquello que su profesor le impartió durante su período normal de clase.
Luego de un tiempo de prueba, en el 2003, el programa se probó en 10 escuelas de Guayaquil. Actualmente lo utilizan alrededor de 600 000 alumnos, que incluye a estudiantes de 13 escuelas rurales, 126 colegios fiscales en Guayaquil y 450 escuelas fiscales y otro número similar de planteles particulares populares.
Los propietarios del software esperan en el futuro desarrollar una versión para uso en dispositivos inteligentes, como ‘smartphones’ y tabletas. De momento siguen mejorando su contenido y adaptándolo según los lineamientos pedagógicos del Ministerio de Educación.
Miguel Sánchez, asesor pedagógico de la fundación, acota que los planes de implementación del software se hacen con la participación de los planteles. “De eso depende del uso que se dé a la plataforma”, explica.
El software, que es gratuito, tiene dos partes: el APCI Profesor, y el APCI Niño. En el primero los docentes manejan las claves de cada usuario, o sea los alumnos y el contenido. “El software también es auditivo, le habla a los niños, les describe los ejercicios que se despliegan”, acota Sánchez.
Miguel Sánchez y Paola Quezada son parte del equipo de la Fundación E.dúcate, que desarrolló el software. Foto: Wladimir Torres / LÍDERES
Volkswagen se enfrenta a una semana crucial para resolver el escándalo de los motores diésel trucados en Estados Unidos con la imposición de presentar antes del 24 de marzo una solución a estos vehículos y las negociaciones con el Gobierno sobre penalizaciones económicas.
El fabricante alemán mantiene el silencio sobre el remedio para los alrededor de 600 000 vehículos que circulan en Estados Unidos con motores diésel de 2 litros trucados con un software ilegal que oculta sus emisiones reales de óxidos de nitrógeno.
Pero el juez de California Charles Breyer ha dado a VW como plazo el próximo 24 de marzo para que presente ante su juzgado el remedio para que los vehículos afectados cumplan las normas estadounidenses sobre emisiones y puedan circular legalmente por las carreteras del país.
Breyer, juez de distrito en San Francisco ante quien se han consolidado diferentes demandas, dijo el pasado 25 de febrero que este jueves quiere que VW le proporcione una clara respuesta sobre la solución al trucaje aduciendo que el fabricante ha tenido meses para desarrollar el remedio desde que se supo del engaño.
Con anterioridad, este juez nombró al exdirector del FBI Robert Mueller como mediador para intentar lograr un acuerdo de compensación entre los propietarios de los 600 000 vehículos afectados y el fabricante alemán bajo su supervisión.
La decisión de Breyer es interpretada en medios legales de Estados Unidos como un intento de evitar las medidas puestas en marcha por VW para llegar a un acuerdo extrajudicial de compensación, similar al alcanzado por General Motors (GM) en el caso de sus sistemas de encendido defectuosos.
En diciembre, VW contrató al abogado Kenneth Feinberg para implementar un programa voluntario de compensación para los propietarios afectados por el trucaje de sus vehículos.
Feinberg, un abogado especializado en programas de compensación, ya administró el fondo de General Motors (GM) para indemnizar a las víctimas del defecto del sistema de ignición de sus vehículos.
El programa de GM terminó sus trabajos el pasado mes de agosto y Feinberg determinó que 399 demandas (124 por muerte, 17 por lesiones muy graves y 258 por lesiones graves), de las 4 343 presentadas, merecían compensaciones económicas.
Pero el programa diseñado por Feinberg para GM estipulaba que para tener acceso a las compensaciones ofrecidas, los demandantes tenían que renunciar a acudir a los tribunales.
Al mismo tiempo que VW se enfrenta al ultimátum de Breyer, el fabricante alemán parece estar progresando en sus negociaciones con el Gobierno para llegar a un acuerdo extrajudicial de compensación. Medios de comunicación estadounidenses han señalado en los últimos días que las negociaciones en marcha se centran en la creación por parte de VW de dos fondos de compensación: uno a nivel federal y otro para el estado de California, cuyas autoridades medioambientales descubrieron el trucaje de los motores.
El establecimiento de estos fondos podría poner punto y final a las demandas por parte de las autoridades estadounidenses, como la presentada el pasado 4 de enero por el Departamento de Justicia por violar las leyes medioambientales del país.
Las mismas informaciones han señalado que las negociaciones entre VW y las autoridades estadounidenses para llegar a un acuerdo están siendo dirigidas por el español Francisco Javier García Sanz, miembro del consejo de administración de Volkswagen desde 2001 y responsable de Adquisiciones.
Durante la vista del pasado 25 de febrero, uno de los abogados de VW, Robert Giuffra, reconoció al juez Breyer que VW ha mantenido «conversaciones muy intensas sobre el remedio con el Departamento de Justicia, la Agencia de Protección Ambiental y con el Consejo de Recursos Aéreos de California».
Giuffra añadió que «en un mes más o menos, creo que tendremos algo más concreto que decir al tribunal«, fecha que se cumple el jueves 24 de marzo.
600 000 vehículos que circulan en Estados Unidos serían los afectados por un software ilegal que oculta sus emisiones reales de óxidos de nitrógeno. Foto: Archivo.
Un crecimiento del 6%, al igual que en el 2014, es lo que se prevé hasta fines de este año en el sector del software nacional. Para los representantes de esta industria, dos factores son los que determinan la proyección de este escenario: la delicada situación económica del país y la reducción de la demanda de los servicios en el sector público y privado.
Berioska Torres, directora ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Software (Aesoft), manifiesta que la disminución de las compras en el sector público en este año y sin determinar -por ahora- cifras, sería un factor que hasta diciembre del 2015 afecte la facturación de la industria local.
No obstante, desde el Servicio de Contratación Pública (Sercop) se proyecta una visión positiva. Según sus cifras, al comparar el primer semestre de este año con igual período del 2014, “se duplicó la contratación de software”.
En medio de este escenario, la exportación de productos y/o servicios tecnológicos a Colombia, Perú, EE.UU., etc., se presenta como una oportunidad para que las firmas del sector comercialicen montos desde USD 200 000, hasta 5 millones, según una encuesta realizada este año a las 145 empresas socias de Aesoft.
Los principales servicios o productos que tienen esta proyección corresponden a soporte técnico, desarrollo y consultoría de software, distribución, capacitación…
Estos se exportan hacia sectores como el turístico, educativo, financieros, telecomunicaciones, administración pública, etc.
Mauricio Bayas, gerente general de Bayteq, explica que -en su caso- su estrategia no tiene un enfoque mayoritario en el sector público. La mayoría de su cartera de clientes (unos 60, entre nacionales e internacionales), está en el sector privado. Este año, dice, tiene una meta de crecimiento del 15 al 20%, pero debido a la realidad del país “se siente una afectación, en especial en el sector financiero”.
La firma se inició en el 2003 y exporta a España, México, El Salvador, Costa Rica, EE.UU. y Panamá.
Las ventas en el exterior para Bayteq representan del 20 al 25% de su facturación total. Para el desarrollo de software, en este año invirtió USD 200 000, específicamente para soluciones móviles.
Bayas comenta que aunque en Ecuador no existan datos sobre el mercado de aplicaciones móviles, esta línea de negocio tendría potencial crecimiento, si se toman decisiones adecuadas.
Willian Moss, CEO de Cobiscorp, afirma que existe un importante reconocimiento internacional a la industria ecuatoriana por solventar soluciones para el sector financiero, “pero aún existe débil colaboración y coordinación entre las empresas públicas, privadas y la academia”. Otro limitante es que no se ha avanzado en la obtención de certificaciones internacionales, como CMMI del Software Engineering Institute.
La encuesta divulgada por Aesoft registra que la producción de software en el país genera entre 30 y 100 trabajos directos, según del tamaño de la empresa.
En cuanto a modelos de negocio, el sector presenta varios esquemas como: el software libre, software con licencia, especialistas de producto; en cuanto a servicios, proveedores de soporte, documentación y formación, doble licenciamiento, etc.
Esta investigación, escrita por Andrés Delgado, de la organización Apertura Radical, refleja que de la encuesta dirigida a 450 empresas, respondieron solo 37.
En junio de este año, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) presentó ante la Asamblea Nacional el proyecto denominado Código Ingenios, que tiene por objetivo fomentar el conocimiento y la innovación, tomando en cuenta el desarrollo del software libre.
Rafael Bonifaz, presidente de la Asociación Libre del Ecuador (Asle), conformada por 100 personas, dice que el fortalecimiento de este modelo de negocio permite generar nuevos emprendimientos en el país.
A su vez, añade, posibilita adaptar los sistemas sin depender de multinacionales.
Cobiscorp, en Cumbayá, es una empresa que se dedica a la elaboración de servicios relacionados al software, capacitaciones y otros. Sus principales productos los usa la banca privada. Foto: Julio Estrella / LÍDERES