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  • En sus manos, el arte quiteño se mantiene vivo

    Redacción Quito

    El taller de MS de Cedro es un viaje al pasado. La iniciativa, ubicada en Quito, elabora piezas finas en madera que rescatan los diseños precolombinos y técnicas de la Escuela Quiteña.

    Un espejo con estilo precolombino, un cuadro con un marco de pan de oro, ángeles y juguetes forman parte de la oferta de este emprendimiento artesanal.

    Los artículos son tallados y pintados a mano. «Son piezas únicas de colección«, indica Mónica Salazar, quien empezó este oficio hace más de 35 años.

    Ella elabora el diseño y uno de sus tres talladores de confianza plasma la idea en la madera. Posteriormente, Salazar pinta y decora las piezas.

    Al principio, Salazar también tallaba, pero lo que realmente ama es la pintura. Las cajas musicales, juguetes y adornos lucen envejecidos, una técnica que aprendió y perfeccionó desde muy joven.

    Incrustaciones de perlas, pan de oro y otros metales convierten a sus artículos en verdaderas piezas de colección. La emprendedora ha elaborado piezas como elefantes y jirafas de tamaño natural, para embajadas y empresas. Bajo pedido, el taller también elabora muebles y piezas de colección.

    Para contribuir con al ambiente, Salazar decidió a fines del año pasado reforestar una hacienda de 18 hectáreas, que tiene en el sector de Chillogallo, en el sur de la ciudad. Para ello, plantó unos 500 árboles.

    Pablo Araya, su esposo, también se enamoró del oficio. Este chileno decidió dejar su empleo de auditor en una empresa privada, para ayudar a Mónica en el taller. «Había mucha demanda, el taller tuvo su auge en los años noventa. Incluso exportamos a España y EE.UU.», cuenta.

    Con el aumento de bienes importados en el 2000, los artículos dejaron de llegar de manera masiva y se convirtieron en productos apetecidos por coleccionistas. «Para poder competir, lo que tratamos es que nuestros productos rocen el arte y buscamos salir de los cánones comunes», indica Araya.

    La principal estrategia de ventas del taller es la exhibición en ferias. Ana Lucía Zavala, clienta desde hace ocho años de este taller, comenta que el trabajo es original y de excelente calidad. «Yo mando a elaborar cosas exclusivas, especialmente adornos». Ventas Los productos. El taller oferta juguetes, espejos y adornos desde USD 20. Piezas de tamaño natural pueden costar hasta USD 1 200.La facturación. El taller tiene ingresos de USD 1 000 mensuales. La materia prima. Usa madera de cedro, laurel, entre otros.21 años tiene el taller MS de Cedro.

  • En su taller apostó por las figuras en miniatura

    Redacción Quito

    Desde niña, Ana María Cabrera recuerda que dedicaba su tiempo libre a elaborar adornos y muñecos de todo tipo, para regalar a sus amigos y familiares, también los vendía en su escuela y colegio. A sus 17 años, cuenta, vio en un programa de televisión la receta para crear porcelana fría y la puso en práctica en un regalo de 12 figuras, que obsequió a su enamorado y así nació ArtesAna, hace ya 30 años. Hoy, este negocio se dedica a la elaboración de pequeños muñecos de porcelana fría, material que se produce con la mezcla de cola plástica y maicena.

    Cabrera señala que su primer cliente fue el almacén Casa Tosi, en 1984, que solicitó 144 productos. «Para mí, esto fue una barbaridad y estaba feliz».

    Al iniciar el negocio, trabajaba en su casa ubicada en Ambato y le ayudaba su madre, Beatriz Vela. Luego, abrió un taller y hace ocho años se trasladó a Quito, donde vive con su esposo e hija. ArtesAna cuenta con dos colaboradoras en Quito y una en el taller que mantiene en Ambato; además, en épocas festivas, como Navidad, contrata a dos personas.

    La inversión inicial fue de aproximadamente 10 000 sucres (USD 238, al cambio de la época), para los materiales.

    Actualmente este emprendimiento, según su promotora, provee de figuras a la cadena Supermaxi, principalmente en la época navideña, ya que ArtesAna oferta pesebres completos en miniatura, bombillos, adornos navideños y muñecos personalizados.

    Cabrera dice que esta relación de negocios se dio por medio de su página de Facebook. Una representante de Corporación Favorita cuenta que los acercamientos con ArtesAna empezaron en junio del 2013 y el primer pedido fue de bombillos de Maxirenos.

    Otra clienta es María José García, propietaria de la tienda de regalos Locomanía en Ibarra. Ella indica que desde el 2008 compra figuras a esta microempresa. «Estos productos son originales y los acabados, preciosos», afirma García, quien hace cinco pedidos anuales de más o menos USD 500 cada uno.

    Andrea Díaz, propietaria de Kool Place, una tienda de regalos, adquiere productos desde hace ocho años, comenta que el precio es razonable ya que son hechos totalmente a mano. ArtesAna factura USD 60 000 anuales en promedio.

    Las cifras

    Ventas. A escala nacional tiene alrededor 22 clientes.

    Los precios. El valor de los muñequitos que vende va de USD 1,6 hasta 10.

    Ubicación. El taller se encuentra localizado en el norte de Quito, en la av. América y Cuero y Caicedo.

    Inversión. USD 800 es la inversión mensual

  • La programación busca un toque femenino

    Redacción quito

    Se dice que diseño de algoritmos, lenguaje de programación y plataformas informáticas no van con ellas. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la participación femenina en la industria tecnológica llega al 25% del total del personal técnico y de ingeniería.

    Por esta razón, este ámbito requiere mayor participación de mujeres, pero el mito de que esta carrera es masculina todavía impide una mayor incursión de profesionales femeninas.

    Para eliminar prejuicios nació Rail Girls, un taller de desarrollo de software dirigido solo a mujeres. María Gómez, desarrolladora de software, está al frente de esta iniciativa en Ecuador: ella cuenta que el taller se cumplirá el 5 y el 6 de septiembre, y enseñará principios básicos de programación.

    «La programación no es un término muy atractivo para las mujeres», dice Gómez. Por ello, este encuentro pretende familiarizar a las asistentes con los términos de programación a través de la plataforma Rails, que es sencilla de usar.

    Viviana Pérez, otra organizadora, cuenta que este proyecto nació en Helsinki, Finlandia, hace cuatro años; Linda Liukas y Karri Saarinen fueron sus primeras promotoras.

    Pamela Chávez es programadora en ThoughtWorks. Ella es comunicadora social, sin embargo decidió incursionar en el desarrollo de software.»No entendía cómo un código podía transformarse en un programa», asegura Chávez.

    Decidió combinar el periodismo con la tecnología y ahora busca aplicarlo en el periodismo de datos. «Se debe perder miedo a programar», concluye esta comunicadora y desarrolladora.

    El evento

    El taller. Está dirigido a mujeres de toda edad y no tiene costo.

    Para asistir. Las interesadas no necesitan ningún conocimiento previo para participar.

    La inscripción. A través de su página web: http://railsgirls.com/quito

  • Un taller que premia con capitales semilla

    Redacción Quito

    En el primer día se presentaron 40 ideas, se escogieron 25 y se formaron grupos de entre cuatro y cinco personas que no se conocían. En el segundo día se promocionó y se vendió la idea de cada grupo. Es como un análisis del mercado, del mundo real.

    Y en el tercer día se expusieron los resultados y se eligieron a los ganadores. Así funcionó la capacitación o taller de Lean Startup Machine, una firma estadunidense, que organiza el taller en 150 países desde el 2012. Este evento nace como una extensión del libro ‘The Lean Startup’, sobre emprendimiento.

    Esta metodología llegó a Quito y tuvo el respaldo de la Agencia Metropolitana de Promoción Económica ConQuito. 115 personas se inscribieron en el evento que se cumplió entre el 27 y 29 de junio.

    Los grupos trabajaron con la asesoría de 15 mentores nacionales e internacionales. Al finalizar el taller se escogieron a tres ganadores, quienes obtuvieron el capital semilla para sus proyectos.

    La idea ganadora del primer lugar (USD 5 000) fue Cooking Ecuador. El grupo estuvo conformado por Andrea Díaz, Andrea Fernández, Diego Sáenz y Javier García.

    Ellos recuerdan que el primer día escogieron el nombre, se tomaron una foto creativa que los identificara (tapándose los ojos, los oídos y la boca). la imagen que recrearon tiene una razón: los mayores miedos para emprender son no saber escuchar ni hablar ni ver.

    El emprendimiento ganador es, según sus creadores, «una experiencia turística culinaria en el Ecuador». Esta iniciativa ofrece a los turistas un servicio que dura seis horas. Recogen al visitante en el hotel o en la casa donde esté hospedado, llevarlo a un mercado de Quito para que conozca y pruebe frutas, vegetales y más alimentos típicos del Ecuador. Luego, trasladan al turista a una de las casas de los integrantes del grupo para que sea parte de la elaboración de platos típicos y, además, compartir las costumbres de los ecuatorianos en la mesa.

    Este paquete de Cooking Ecuador tiene un costo de USD 50, que incluye movilización por la ciudad, compra de productos en los mercados, cocinar los platos típicos (entrada, plato fuerte, jugo, postre…). «Esta es una experiencia que permite al turista sentirse parte de nuestra cultura», sentencia Díaz.

    La idea ganadora tomó como referencia a un servicio que Andrea Díaz observó en uno de sus viajes a Perú, donde se oferta un servicio turístico que incluye la elaboración de cebiche y pisco en restaurantes del Cusco.

    El segundo lugar del Lean Startup Machine, edición Quito, se lo llevó Coders, que planteó la idea de crear un curso de robótica para niños y jóvenes de 6 a 14 años. Sus integrantes recibieron un premio de USD 3 000 para dar los primeros pasos con su proyecto El tercer lugar fue para Ecualancers, una plataforma web que busca conectar a las empresas con los trabajadores independientes. Recibieron USD 2 000.

  • El taller móvil que se desplaza adonde sea

    REDACCIÓN QUITO (I) redaccion@revistalideres.ec

    Cambiar el aceite del vehículo es una rutina obligatoria para todo propietario de un automóvil, una camioneta, un SUV… Esta tarea se cumple cada determinado kilometraje recorrido por el vehículo y la costumbre muestra que el dueño del automotor debe llevarlo hasta un taller o una lubricadora.

    El trabajo puede tomar al menos una hora, según la cantidad de vehículos que tenga que atender el taller. A veces, el cliente se toma toda la mañana en el cambio de aceite, requisito esencial para el mantenimiento de cualquier vehículo.

    Pero Santiago Casco, ingeniero comercial y emprendedor, pensó junto a un amigo que esa rutina podía modificarse. «Como dueño de un vehículo me fastidiaba perder una mañana de un sábado en el cambio de aceite». Por eso decidió hace nueve meses montar un taller móvil: hoy Car Assist ofrece el cambio de aceite, el lavado (interior y exterior) a domicilio, entendido como casa, oficina o el lugar que el cliente disponga. Con su equipo de seis colaboradores también pule faros, carrocería, limpia tapicería…

    Casco y su socio -que ya se retiró del emprendimiento- invirtieron cerca de USD 35 000 en dos camionetas, bombas al vacío para aspirar el aceite, mangueras, generadores, bombas para trasladar químicos, entre otros equipos. «Cuando llegamos adonde nos llama el cliente vamos con agua propia y todo lo necesario. Al cliente no le pedimos nada. Ese es nuestro valor agregado».

    El negocio de Casco está en una etapa de crecimiento. En la actualidad tiene un promedio de 25 clientes por semana, repartidos en distintos puntos del centro y norte de Quito; la facturación mensual es de alrededor de USD 5 000, según explica Casco.

    Uno de sus clientes es Andrés Escobar, dueño de un patio de autos. Él cuenta que se enteró de Car Assist a través de Facebook. «Fue hace unos cuatro o cinco meses que les contacté. Hice la prueba, me fue bien y continúo solicitando sus servicios, para los vehículos de mi patio de autos». Car Assist también brinda sus servicios a empresas. La consultora de recursos humanos Humanforce confía en este emprendimiento para la limpieza y el mantenimiento de los vehículos que utilizan sus consultores. «Me gusta que sus servicios se cumplen en las noches, cuando no necesitamos los vehículos», explica María Augusta Mancero, representante de la consultora.

    Servicio

    Canal. El principal canal de promoción de Car Assist está en la red social Facebook.

    Tiempo. El servicio básico dura entre 45 minutos y 1 hora. Un servicio completo puede demorar hasta 5 horas e incluye lavado de tapicería, de motos, encerado…

  • Esta iniciativa reconoce a los Superhéroes ambientales

    Universidad San Francisco de Quito (USFQ)

    Un trabajo de clase, al final terminó como una iniciativa con apoyo a mujeres recicladoras. Diego Ribadeneira, Michelle Maingot, María Fernanda Pérez y Salvador Bucheli lideran la campaña ‘Súper Héroes Invisibles’.

    Este proyecto busca visibilizar el trabajo que realizan las «mal llamadas minadoras de basura», como dicen estos estudiantes del Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    Ribadeneira señala que con esta campaña pretenden revalorizar el trabajo de estas mujeres. «La mayoría de ellas son madres solteras y cabezas de hogar; ellas también contribuyen en la ciudad».

    Maingot cuenta que en la materia «Taller de medios mixtos» debían presentar un trabajo grupal que involucrara la difusión en diferentes medios.

    Por ello, buscaron que esta iniciativa socioambiental se difundiese en diferentes plataformas comunicacionales.

    Para ello, crearon una ‘fan-page’ en Facebook y realizaron diferentes actividades con el fin de mostrar el trabajo que realiza este grupo de personas.

    Una de los eventos emblemáticos lo realizaron en el Centro Histórico de la ciudad. Los estudiantes motivaban a la gente a ganarse un premio si podían sacarlo de una «caja misteriosa».

    La caja contenía papel, residuos de alimentos y otros elementos. El fin de esta actividad era recrear lo que sienten las recicladoras a la hora de realizar su trabajo cotidiano.

    Otra actividad del proyecto consistió en llevarles a las gestoras ambientales al Centro Odontológico de la USFQ, para que reciban atención especializada. En esta actividad, también se les adjudicó un bono para que sean atendidas en otras ocasiones en este centro.