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  • La dulcería que conserva el sabor tradicional

    María Victoria Espinosa  (F) Contenido intercultural

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    Una variedad de 300 dulces manabitas se exhiben en cuatro vitrinas de la dulcería Los Almendros, ubicada en Rocafuerte (Manabí).

    Ese negocio, que fue inaugurado en 1998, rescata los sabores tradicionales de los dulces manabitas como el alfajor, huevo moyo, rollitos, conitos, limón relleno, rompope, cocadas, troliches, galletas, bizcochuelos, entre otros.

    La dulcería, ubicada en la vía Rocafuerte – Portoviejo, nació como un proyecto familiar de los esposos Ondina Delgado y Jimmy Romero. Lo instalaron en un pequeño local en esa misma vía. Empezaron con un pequeño horno y una cocina casera. Pero poco a poco fueron implementando nuevos utensilios de cocina.

    Ahora tienen un nuevo local que está dividido en dos. El primero se utiliza para exhibir y comercializar los dulces, helados y lácteos. En la parte externa se instalaron mesas y sillas para que los turistas degusten los productos. En el local trasero se instaló una planta de alimentos, donde se elaboran los dulces.

    El olor a canela y leche que emana ese lugar se esparce por todo el barrio. “Muchas veces los clientes llegan por el olor. Porque saben que todos los días se preparan dulces y que por tanto el producto es fresco”, señala Fernanda Romero, administradora de la dulcería.

    En la planta trabajan unas 12 mujeres montuvias, que son las encargadas de preservar el sabor tradicional. Pero en temporadas turísticas altas como la de las vacaciones escolares en la Sierra, el Día de los Difuntos y Carnaval se contratan hasta 30 personas más porque la clientela fija, de 100 personas diarias, se triplica.

    Durante el día, en la dulcería se fabrican más de 200 variedades, que cuestan entre USD 0,05 y 1. Estos se exhiben en las perchas y los clientes pueden escoger los que más le gustan. Los productos que más se comercializan son los helados caseros, el bizcocho relleno y los alfajores.

    Jorge Merino compra cada semana los cuatro tipos de alfajores (cacao, sal, dulce y de manjar) que se venden en la tienda. “Me gusta que puedo elegir lo que yo quiero. Mientras que en otros lugares las tarrinas ya están hechas y no todos los dulces son de mi agrado”, señaló el cliente.

    Hasta hace dos años, los productos se elaboraban artesanalmente en las estufas y hornos manabitas. Pero por la demanda del producto debieron invertir en hornos y cocinas industriales. “Solo se cambió el instrumento porque la receta y la elaboración es la misma”, explica Romero.

    Las mujeres que elaboran el manjar y las galletas cuentan que la fabricación de esos productos tarda aproximadamente dos horas. En el caso del manjar se debe batir constantemente con una cuchara de madera para que adquiera consistencia y la leche no se queme. “La mujeres montuvias de Rocafuerte aprendimos de las monjitas a elaborar los dulces con los productos que habían en nuestro entorno como la leche, el coco, la harina y la azúcar”.

    Romero señala que los productos tradicionales se han vendido a escala nacional. El año anterior, una tarrina con varios tipos de dulces se podía adquirir en los locales de la cadena de pollos KFC. “Cada año esa multinacional selecciona emprendimientos y los promociona en sus locales. Nosotros estuvimos por cuatro meses”.

    La quiteña Marlene Velasco viaja cada año a Rocafuerte por los dulces manabitas. “El sabor siempre es el mismo. Cuando KFC los vendía en Quito los compraba cada semana”.

    En Los Almendros se ofrecen 300 variedades de dulces, elaborados con productos de la zona como la leche. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    En Los Almendros se ofrecen 300 variedades de dulces, elaborados con productos de la zona como la leche. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • Las nuevas aplicaciones amenazan a cualquier negocio tradicional

    Agencia EFE

    Los negocios tradicionales deben preguntarse cuál es el «Uber» de su segmento, o «quién va a entrar a su mercado con un nuevo software para afectar su negocio», advirtió a Efe Chris Rowett, vicepresidente de Ventas Especializadas en Tecnología y Entrega de Aplicaciones en CA Technologies.

    «La Economía de las Aplicaciones es una nueva cara en el mercado, demandada por personas como usted y yo que queremos consumir productos y servicios de nuestros proveedores de nuevas maneras digitales», afirmó Rowett al describir la importancia de las aplicaciones en los nuevos modelos de mercado al que se han tenido que adaptar las grandes compañías.

    «Entonces ya no queremos ir hasta el banco, queremos usar nuestra aplicación del iPhone y eso pasa exactamente con todo lo que hacemos», agregó en una entrevista este ejecutivo, responsable de ayudar a las organizaciones a adoptar un enfoque verdaderamente transformador para la entrega de aplicaciones de alta calidad con mayor rapidez y a un menor costo.

    Al definir el término de la Economía de las Aplicaciones Rowett concluyó que «los consumidores quieren una experiencia fantástica por lo que todas las grandes compañías tradicionales ahora necesitan pensar en nuevas maneras para ofrecer sus servicios«.
    «Eso está forzando a los grandes y tradicionales bancos, telefónicas y otras compañías a pensar más como compañías de software».

    Eso es la Economía de las Aplicaciones porque, según Rowett, «necesitamos saber cómo la nueva generación consume ahora sus servicios y productos a través de los teléfonos inteligentes, de las tabletas, del ordenador (computador) y eso aplica para cada industria».

    Así explicó el fenómeno de Uber, «una compañía que no es dueña de ningún taxi, no emplea a un solo conductor pero es una empresa multimillonaria en el negocio del transporte».

    Rowett, que posee un Bachelor of Science en computación de la Universidad de Kent, en el Reino Unido, advirtió que «si usted está en un negocio debe preguntarse cuál es el «Uber» de su segmento de negocios? o Quién va a entrar a su mercado con un nuevo software para afectar su negocio? (..) así es como ahora las grandes compañías están pensando y se están preocupando en cómo defenderse de estos cambios».

    «Esto es una transformación digital«, en la que se dejan las formas tradicionales de trabajo y «se trasladan a mejores y más rápidas maneras empoderadas por el software que desarrolla nuevas aplicaciones, nuevas interfaces de programación de aplicaciones (API), nuevos modelos para crear la afectación de la que hablábamos en el ejemplo de Uber».

    Asimismo indicó que «Ahora la marca de una compañía está relacionada a la calidad de su software (…) en esa situación nueva del mercado las grandes compañías necesitan socios como CA Technologies para ayudarles a crear un software que le dé a la marca esa calidad en el mercado».

    Al referirse a la disyuntiva entre precio bajo, desarrollo rápido de aplicaciones y la calidad de estas, Rowett indicó que «no es intuitivo, porque si se es rápido las cosas pueden no salir tan bien. Así que hemos adoptado un sistema para trabajar rápido, reducir costos y tener una excelente calidad».

    Lo primero son los Devops, una cultura que se centra en la comunicación, colaboración e integración entre desarrolladores de software y los profesionales de operaciones en las IT. «DevOps es una respuesta a la interdependencia del desarrollo de software y las operaciones IT, su objetivo es ayudar a una organización a producir productos y servicios software rápidamente».

    Añadió que «en segundo lugar está la necesidad de mirar hacia la metodología de nuestro proyecto: cómo lo gerenciamos? Es una metodología de desarrollo de software que dice que vamos a desintegrar nuestros grandes proyectos en pequeñas facetas y en cada una vamos a decir qué es lo más importante para el negocio en el que estamos trabajando».

    «Entonces creamos, probamos e implementamos y para la siguiente interacción volvemos a decir qué se necesita. Por lo tanto vamos reaccionando rápido a los cambios del mercado, tomamos menos riesgo y no perdemos dinero para, finalmente, en un largo plazo haber creado un software más exitoso», concluyó.

    Sobre la economía de las Aplicaciones en los medios de comunicación, Rowett comentó que «hoy en día no consumimos artículos noticiosos como tal, queremos información directa para nosotros a través del móvil o de la tableta, por lo tanto los medios deben pensar en esa experiencia que es creada por quien entrega la información (…) cómo comparto historias?».

    «Una compañía de medios debe tener en el top de su agenda lo digital y descubrir cómo construir modelos de negocio digitales alrededor de su activo que en este caso es el contenido, y todo eso se logra a través del software», concluyó.

    Uber, fundada en 2009 en Estados Unidos, ofrece servicios de transporte colectivo en 56 países. Foto: Archivo.
    Uber, fundada en 2009 en Estados Unidos, ofrece servicios de transporte colectivo en 56 países. Foto: Archivo.
  • La bebida tradicional impulsa su negocio

    Contenido intercultural (f) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Para combatir el frío de las noches o para disfrutar en una fiesta familiar; como ‘souvenir’ para llevar al extranjero o de colección en el bar de la casa, el canelazo de naranjilla Chawpi Pacha poco a poco gana su espacio en el mercado.

    Este licor artesanal sin azúcar en su nombre kichwa lleva la insignia de los pueblos indígenas, que traducido al español significa ‘Mitad del Mundo’, explica Sebastián Maldonado, gerente general de Prioste, emprendimiento que elabora esta bebida tradicional.

    Al abrir uno de los ejemplares del canelazo Chawpi Pacha, los fuertes olores de la canela y la naranjilla, sabores idénticos a los naturales, se entremezclan en la planta donde se elabora este licor, ubicada en el norte de Quito.

    Pero el valor agregado de esta bebida no solo está en la producción formal del licor, sino en los diseños que presentan sus botellas, con distintivos ecuatorianos como el diablo huma, el cucurucho, la tortuga de Galápagos, la catedral de Cuenca, las fragatas, tucanes, entre otras, que se producen de forma artesanal.

    Este emprendimiento surgió en el 2013, a raíz de una tesis de grado que estaba elaborando Pamela Maldonado, hija de Sebastián; mientras estudiaba Administración Hotelera en la Pontificia Universidad Católica de Quito.

    El trabajo académico se refería a la elaboración de licores sin azúcar. Aunque el proyecto no fue aprobado, Sebastián Maldonado explica que decidió seguir investigando sobre este tema, con miras a cubrir una necesidad en este mercado. Por eso, durante dos años, trabajó en la formulación del producto.

    El año pasado obtuvo la receta ‘perfecta’ para el canelazo que es endulzado con sucralosa, un componente del azúcar, y consiguió a un equipo de 10 personas para la elaboración de la bebida.

    Se invirtieron unos USD 100 000 en máquinas llenadoras automáticas, las que ponen el precio en la botella, etiquetas, códigos, trámites para el registro sanitario. Y para la compra de la esencia de naranjilla, agua desmineralizada y otros aditivos.

    En cuanto al diseño de la botella, tanto en la presentación de 365 y 150 mililitros, esta se elabora de manera artesanal. De este trabajo se encarga Santiago Monteros.
    Este artesano otavaleño de 34 años trabaja con otras cuatro personas en los distintivos de cada botella y en los vasos cocteleros que también son de marca Chawpi Pacha. La pequeña fábrica en la que se elaboran los diseños ecuatorianos está ubicada en la parte trasera de la planta del canelazo.

    Allí, todas las mañana elaboran los prototipos en masilla (material artesanal para elaborar figuras). Luego, diseñan las formas en plastilina, y posteriormente las colocan en un molde de caucho destinado para elaborar los diseños que irán en las botellas y vasos de Chawpi Pacha.

    Desde octubre pasado, este canelazo artesanal de naranjilla se comercializa en cadenas de supermercados. Por ejemplo en Galería Ecuador, que vende artesanías de calidad, dice Adriana Alomía, gerenta de esta firma.

    Al ver el valor agregado de Chawpi Pacha, no solo en el contenido sino en el diseño moldeado de la botella decidieron exponer en sus perchas este producto. Las que mayor demanda tienen entre los clientes de Galería Ecuador son las botellas con cucuruchos y con la Catedral de Cuenca.

    Desde este año, Chawpi Pacha ya sacó una nueva línea de licor artesanal para el consumo masivo. Este canelazo tiene otros sabores como frutos rojos, piña colada y el tradicional de naranjilla, comenta Sebastián Maldonado.

    Se producirán aproximadamente unas 4 000 botellas al mes. Pero estas no tendrán el decorado en la botella. Solo tienen una etiqueta con colores alusivos a la marca.
    Esta bebida también se creó con la consigna de atraer a la audiencia de nostalgia, es decir a los migrantes ecuatorianos. Por eso, Maldonado está canalizando las vías para su exportación. Las gestiones continúan.

    Alena Checa, gerenta de Producto, Sebastián Maldonado y Pamela Maldonado, gerenta administrativa. Foto: Patricio Terán/ LÍDERES
    Alena Checa, gerenta de Producto, Sebastián Maldonado y Pamela Maldonado, gerenta administrativa. Foto: Patricio Terán/ LÍDERES
  • Generación no tradicional aporta poca energía al Ecuador

    Redacción Quito Redacción@revistalideres.ec

    Históricamente en el país han dominado dos tipos de energía: petróleo e hidroelectricidad. Son las llamadas energías tradicionales. Las energías renovables no convencionales jugaron por décadas un papel marginal (básicamente biomasa o bagazo de caña) y adquirieron algún protagonismo en el 2007, cuando se inauguró el primer parque eólico, de 2,4 MW, en Galápagos. 

    Las energías renovables no convencionales, según define el Consejo Nacional de Electricidad (Conelec), son aquellas “capaces de renovarse ilimitadamente” y que provienen del sol (fotovoltaica), viento (eólica), agua (centrales pequeñas de hasta 50 MW), interior de la tierra (geotérmicas), degradación de residuos (biogás), olas, mareas, etc.

    El principal beneficio de estas energías es que tienen un reducido impacto ambiental. Pese a ello, estas energías hoy aportan el 6,4% de la oferta de energía total del país y representan el 0,6% de la potencia eléctrica construida en el país (biomasa, eólica y solar), según la Olade y el Consejo de Electricidad (Conelec), respectivamente. En tanto, el país mantiene una fuerte dependencia al petróleo, un recurso contaminante y cada vez más escaso en el planeta.

    Según un estudio del Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental (CEDA), denominado hacia una matriz energética diversificada, el uso creciente de los combustibles fósiles en el país empezó en la década del 70 impulsado por la modernización del Estado y una política de subsidios. Esta dependencia aún se mantiene. Al 2011, un 79% de las energías en el país provinieron del petróleo.

    Pero este panorama podría cambiar en los próximos años. El Conelec aprobó en abril del 2011 una serie de incentivos para atraer inversión privada a este tipo de energía hasta por 284 MW, suficiente para cubrir un 6% de la demanda eléctrica actual del país.

    El organismo ofreció un precio preferencial por kW/hora que va desde 9,13 centavos para la energía eólica a 44,03 para la energía fotovoltaica. Esta última fue la que atrajo la mayor atención de las empresas privadas de energía solar, que se llevaron todo el cupo.

    El precio aprobado por el Conelec es mayor al precio referencial de generación del país al 2011 (4,7 centavos por kW/hora) y a la tarifa eléctrica media de (8,9 centavos por kW/hora) al 2011.

    También, supera el precio de energía fotovoltaica en otros países donde se paga hoy hasta 30 centavos el kW/hora.

    Según el Conelec, estudios de mercado internacionales respaldan las tarifas aprobadas. El organismo aclaró que el precio no afectará al consumidor final.

    El Conelec alista una nueva resolución con precios preferenciales para motivar la inversión privada en otro tipo de energías no tradicionales, excepto la solar. Con ello, se busca diversificar la oferta de energía en el país.

    Gabriel Salazar, experto en temas eléctricos, señala que la inversión no solo llegó por el precio preferencial. “Antes el Conelec ofrecía 52 centavos por kW/hora a esta energía y la inversión no llegó”. Explica que un factor para ello era la existencia del mercado marginal, que se eliminó en el 2008. Este alentaba la inversión en energía térmica, que era la que definía el precio final de la energía, en especial, cuando la hidroelectricidad no abastecía la demanda. En este contexto, resultaba más rentable invertir en infraestructura térmica, pues permitía una recuperación rápida de la inversión.

    La energía térmica al igual que la hidráulica puede funcionar 24 horas/día y la solar en promedio unas tres horas/día, por lo que la recuperación de la inversión es a más largo plazo. Esto explica el alto precio de la solar, dice Salazar.

    Otro factor es que se han reducido las pérdidas del sector eléctrico. Para el 2012, el Conelec estimaba estas pérdidas entre USD 105 millones y 155 millones, pero calcula que bordearán USD 86 millones. Hasta el 2015 espera una inversión privada de USD 700 millones en tecnologías no convencionales.

    Pese a los cambios, un factor estructural que aún frena su desarrollo es el subsidio a combustibles fósiles, dice María Amparo Albán, del CEDA. “Es más barato tener duchas de gas que cuesta USD 2 los 15 kilos que un panel solar que cuesta más de USD 900”, dice.

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