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  • Francis Salazar: su estrategia es planear y educar

    Redacción Quito

    Francis Salazar era un niño de lentes gruesos y mirada penetrante, con gran capacidad y sentido de liderazgo. Así lo recuerda su amigo de infancia Mario Romero, con quien estudió la primaria en la escuela Jean Piaget, en Quito.

    «Fue un líder desde siempre. Le gustaba dirigir hasta lo que jugábamos. Por ejemplo, si jugábamos a rateros y policías, él decidía dónde iba la cárcel y las reglas para los prisioneros. Era gran estudiante y muy generoso», recuerda Romero mientras muestra un dibujo que él hizo en el primer grado de escuela.

    En el dibujo, Mario, quien entonces tenía seis años de edad, describe el futuro de su amigo trabajando muy concentrado frente a una computadora de última tecnología, mientras él se ve a sí mismo como un astronauta.

    En lo único que falló este dibujo es que ahora Salazar no utiliza lentes. Son solo un recuerdo que de vez en cuando regresa a la mente de este docente mientras dicta la cátedra de Planificación Estratégica en la Escuela Politécnica Nacional (ESPE) o en la Universidad de las Américas (UDLA).

    «Por supuesto, hay cosas que no cambian», recuerda su prima Carolina Portero, quien además de coincidir con la descripción de Romero, cuenta que la mayoría de los juegos de su infancia fueron creados por Salazar. «Desde pequeño ya era un líder. Siempre lideraba los grupos y muchos de los juegos salían de la mente creativa de Francis.» Quizás esa, según Portero, sea una de las características que conserva Salazar a sus 39 años.

    Él ha sido tutor de tres grupos ganadores de los Juegos de Empresas que cada año celebra la Facultad de Administración de la UDLA. La metodología que utiliza en sus clases se destaca en la planificación de estrategias empresariales, anota su ex alumna Carla Dávila. «En sus clases había teatro, cómic y producción de video, y sé que hoy hasta hacen musicales como parte de la nota final. Eso motiva mucho a los alumnos y la clase, y por mas difícil que pueda parecer, se vuelve amena y fácil de entender».

    Salazar nació en una familia de profesores y académicos. Su madre, Elsa Pico, como docente y funcionaria del Ministerio de Educación, había logrado siete títulos entre licenciaturas, doctorados y un PhD. Su padre, también normalista, era matemático. Ambos también graduados del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN).

    De ahí la afición por el estudio y el ejemplo para obtener una Ingeniería, dos maestrías, una especialización y dos diplomados. El primer título lo obtuvo luego de terminar sus estudios secundarios en el colegio Borja II Los Andes, en la ESPE, donde se graduó como Ingeniero Comercial.

    Diego Antamba recuerda bien la época del colegio. «En las aulas había un profesor de computación que caía bien a todos y él estudiaba Ingeniería Comercial», recuerda. «Todos queríamos ser como él».

    Mientras Salazar terminaba sus estudios en la ESPE, cursaba los módulos de una maestría en el Tecnológico de Monterrey de México, a donde viajaba con cierta frecuencia. Esta maestría la terminó en 1998.

    Durante ese tiempo, recuerda, su tiempo lo distribuía entre Quito y el Distrito Federal, pues simultáneamente trabajó como consultor en capacitación microempresarial para el Programa de las NN.UU. para el Desarrollo.

    En 1998 también creó la empresa MA&C (Management Advise & Consulting), para ofrecer consultorías en temas de revisiones de talento humano, estructuras basadas en proceso; procesos de certificación ISO, planificación de estrategias empresariales…

    Los resultados de esta empresa se reflejan en los más de 350 proyectos realizados en el sector privado, en firmas como Schreder Ecuador, Ales o Almacenes De Prati, o en entidades públicas como la Secretaría Nacional del Agua (Senagua), en donde además se desempeñó como director de Megaproyectos de Consultoría. La Policía Nacional y los municipios de Guaranda, Tulcán y Rumiñahui también fueron sus clientes.

    Del 2001 al 2003 colaboró con la Cooperación Técnica de Bélgica, y se graduó como magíster en Administración de Empresas especialización Mercadotecnia, en la ESPE.

    Pero a pesar de las ocupaciones y de dedicarle la mayoría de su vida profesional a la consultoría empresarial, Salazar no deja de lado su espíritu de educador. De hecho, un 30% de su tiempo lo dedica a la cátedra, siempre relacionado en temas de planificación estratégica.

    Patricio Dalgo, colega desde hace 10 años en la ESPE (profesor de Logística Empresarial y Gerencia de Canales), guarda una grata impresión de Salazar. Recuerda que hace una década lo conoció en la defensa de una tesis de grado. «Francis es altamente perfeccionista».

    Uno de los mayores logros, según Salazar, es la concatenación de su conocimiento en el libro ‘Estrategias’, que sirve a sus estudiantes como material de estudio tanto a nivel de grado en la ESPE y en la UDLA como a nivel de posgrado en otras universidades.

    UNA VIDA DEDICADA LA DOCENCIA

    1998. Obtiene un Master en Administración de Empresas con especialización Finanzas, en el Tecnológico de Monterrey.

    1999. Diplomado Superior en Pedagogía, por la UNITA.

    2002. Especialización en Planificación Estratégica por la Universidad Anahuac del Sur, en México.

  • Avisos publicitarios llegan al baño en ‘HD’

    Santiago Ayala Sarmiento Redacción Quito

    En promedio, un varón ecuatoriano ocupa por 30 segundos el urinario de un centro comercial. Una mujer ecuatoriana, entre 45 segundos y un minuto. En ese lapso, según estudios de publicidad, el cerebro está más distendido y puede captar más rápido y por mayor tiempo determinadas imágenes.

    Por eso, en todo el mundo, desde hace varios años, los publicistas han tratado de invadir los baños públicos como una estrategia para llamar la atención de los clientes hacia las marcas. En el Ecuador, también se ha apuntado a ello, ya sea con regalos de productos o con afiches pegados frente al ocupante del sanitario.

    Pero desde hace tres meses, en los servicios higiénicos del Quicentro Shopping (tanto del norte como del sur) y en el San Luis Shopping, en Quito, se han instalado unas pantallas de video, de alta resolución (‘High Definition’), una idea que ya ha viene aplicándose en países como Japón desde hace una década.

    En Ecuador, los recientemente egresados de la carrera de Ingeniería en Marketing de la Universidad de las Américas (UDLA), Felipe Espinosa y Andrés Acuña, decidieron importar esa idea. Un año les demoró las negociaciones para dejar a punto la tecnología y convencer a las marcas nacionales de apostar por una nueva forma de exponerse al público.

    Con USD 150 000 de inversión, fruto de sus ahorros, de préstamos y, como dicen ambos jóvenes ejecutivos, de «empeñar hasta al perro», el negocio, denominado como ‘Look at me’, empieza a generar los réditos esperados.

    «Firmamos un contrato por cinco años con el Grupo DK, que administra la cadena de centros comerciales. Además, ya tenemos un portafolio de otras marcas a las que le ha llamado la atención la idea. Y la próxima semana acabaremos la instalación en el San Marino Shopping y acto seguido arrancaremos con el aeropuerto de Guayaquil», cuenta Acuña.

    Espinosa, por su parte, explica que las pantallas fueron ubicadas según estudios de mercado que ellos hicieron como parte del trabajo en su agencia de BTL, Orange Button. Cada centro comercial tiene sus propias caracterísitcas, razón por la cual la distancia a la que se instalan las pantallas pueden variar, en el caso de los sanitarios de varones.

    En los baños de mujeres, en cambio, las pantallas fueron colocadas al lado de la chapa. «Siempre miran hacia ese lado para asegurarse de que no se abra la puerta. Poner las pantallas en la puerta era imposible por las conexiones que debían hacerse», añade Espinosa.

    Cada ‘spot’ publicitario tiene una duración de 30 segundos y no tienen audio, para evitar que sea perturbador para el usuario, ya que los baños son lugares de mucho ruido. Los anuncios publicitarios pueden ser cargados remotamente desde las oficinas de la agencia a cualquier pantalla, incluso las de Guayaquil.

    Entre los usuarios, la idea ha sido acogida con curiosidad y simpatía. Fernanda Dávalos, estudiante universitaria, asegura que, en un inicio se asustó porque no sabía de qué se trataba. «Como estaba apagada, tapé la pantalla por si acaso me estén filmando. Hoy ya veo prendidas y veo las publicidades. Es entretenido».

    Para Juan Francisco Ricaurte siempre que hay novedades en actividades habituales es algo resaltable. «A veces, por la rutina, no nos damos cuenta. Pero esto de las pantallas me llamó la atención. Ojalá se hagan campañas sociales y no solo publicidad de marcas».

    Otras tendencias

    La publicidad en los baños forma parte de lo que se llama ‘marketing de guerrilla’. Es decir, utilizar medios no convencionales para propagar las características de una marca o concienciar sobre determinada situación.

    La intriga y la sorpresa son características de la aplicación de una positiva estrategia de publicidad no convencional. Si a eso se añade arrancar conciencia o sonrisas en los usuarios, la campaña entonces será exitosa.

    El objetivo final es que el cliente se sienta unido a la marca. Según Rafael Muñiz, el recuerdo de una experiencia agradable e impactante creará el interés por recuperar ese acontecimiento.

  • Un manual que apuntala el turismo comunitario

    Redacción Quito

    El turismo comunitario es una tendencia creciente en el país. Existen planes que se han implementado en Sierra, Costa y Amazonía. Pero, ¿están haciendo bien su trabajo? ¿Qué normas deben seguir este tipo de iniciativas? Debido a estas interrogantes la Escuela de Administración de Empresas Hoteleras y Turísticas de la Universidad de las Américas (UDLA), junto al Ministerio de Turismo, el Ministerio Coordinador del Patrimonio, el Programa de Pequeñas Donaciones de las Naciones Unidas, y la Organización Mundial de Turismo, elaboraron el Manual de Buenas Prácticas para Turismo en Áreas Naturales con Gestión Comunitaria.

    Juan Calvache, director de la Escuela de Hotelería y Turismo de la universidad, comenta que esta publicación es una herramienta para que las comunidades puedan hacer seguimiento de su trabajo. Este manual tiene capítulos como: ‘Criterios ambientales’, ‘Criterios socioculturales’ y ‘Criterios administrativos y de servicios’. Al final de cada uno de los temas, el emprendedor turístico encuentra una evaluación para verificar si cumple con los parámetros recomendados por las organizaciones de turismo.

    Esta publicación se comenzó a elaborar hace dos años y uno de los principales motivos, a decir de Calvache, es que el 80% de este sector es empírico. «Las personas vinculadas a este segmento de negocio heredaron un hotel, un restaurante o iniciaron su proyecto porque vieron que es un buen negocio».

    Cada año, el Programa de Pequeñas Donaciones de las Naciones Unidas realiza proyectos con comunidades para verificar sus necesidades y levantar líneas base. De acuerdo con la información que obtuvieron en estos estudios se elaboró el manual que presentó la Universidad de las Américas.

    Al momento, se han impreso 500 unidades del manual; estas fueron repartidas en diferentes proyectos comunitarios a escala nacional.

    Pedro Armendáriz, director de Planificación del Yasuní Kichwa Ecolodge y Napo Wildlife Center, señala que recibieron el manual y les parece una buena propuesta para mejorar los servicios en los proyectos de turismos comunitarios.

    Armendáriz asegura que es un buen recurso para que se mejoren ciertas prácticas en el servicio de negocios turísticos, que están pendientes para consolidar a este sector.

    Mientras que Andrés Ordóñez, gerente general de Kapawi Ecolodge y Reserve, señala que un manual de este tipo le hace bien al sector turístico, porque se deben «afinar varios aspectos en temas de servicio a los visitantes».

    Ordóñez añade que es importante la participación y el aporte de las universidades en temas turísticos, porque de esta forma los actores de este sector adquieren mejores conocimientos que los pueden compartir. «Con este tipo de aportes existe tecnificación en los diferentes procesos, y esto garantizará calidad en el trato al cliente».

    La publicación

    El manual. Se imprimieron 550 copias y se entregaron a diferentes proyectos comunitarios a escala nacional.

    En la cátedra. El libro se implementará en diferentes materias en la Escuela de Turismo de la UDLA.

    Para el público. La publicación no está a la venta y se la puede encontrar en la biblioteca de la UDLA.

    La presentación. Este trabajo se presentó en Quito a inicios de este mes y contó con la participación de los organismos involucrados y estudiantes.

    Formato digital. La publicación también está en formato digital y se la puede adquirir en la universidad.

  • El liderazgo y la actitud se cultivan desde el principio

    En la formación de sus estudiantes, los catedráticos de la Universidad de las Américas (UDLA) apuntan a despertar la actitud y el liderazgo de los estudiantes. Esta tarea se cumple con mayor énfasis en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas y en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias, aunque también se cuentan casos de estudiantes emprendedores en las demás facultades de la UDLA.

    En los edificios de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias, el movimiento de estudiantes es intenso. Los jóvenes, mujeres y hombres se apresuran para llegar a sus clases; en los laboratorios las actividades se desarrollan entre microscopios, computadoras, mandiles blancos…

    Entre los estudiantes se cuentan con frecuencia casos de emprendedores. Uno de ellos es Santiago Espinosa, creador de la marca de helados Pailetto. Él ya terminó sus estudios, pero no olvida que en las aulas forjó su espíritu emprendedor. «Empecé elaborando helados de paila y luego pasé a los helados de frutas. Para emprender vendí mi auto, unas dos computadoras y así reuní capital para arrancar con mi iniciativa».

    Su proyecto empezó en las aulas con la venta a restaurantes y empresas de catering. El negocio evolucionó y ahora la venta es directa al consumidor en dos locales (en el norte y sur de Quito).

    Otro ejemplo es el de Fabián Guerrón, que ofrece panela orgánica bajo la marca La abeja Kapira. Este joven arrancó con su emprendimiento siguiendo el ejemplo de sus padres, que también trabajan con panela. Sin embargo, Guerrón modificó el producto: le puso sabores de limón, coco, maracuyá y otras frutas.

    La idea surgió cuando Guerrón recién iniciaba sus estudios en la UDLA. «En la materia de introducción a la agroindustria me animé a utilizar la panela para desarrollar un nuevo producto».

    Al hablar sobre los emprendimientos que surgen en las aulas, los catedráticos de este centro de educación superior coinciden en un factor determinante: actitud. Pablo Moncayo, coordinador Agroindustrial y Alimentos de la UDLA, sostiene que tener una idea es fundamental, pero importa más la actitud. «Queremos estudiantes con liderazgo, que fundamenten sus ideas, que trabajen en equipo. Por eso despertamos esas características desde el primer nivel».

    La capacidad de soñar, el esfuerzo y la honestidad también son valores que se requieren para emprender. Así lo sostiene Giuseppe Marzano, decano de Posgrados. Este catedrático cuenta que entre los alumnos están los que tienen vocación de crear empresas y los que quieren desarrollarse dentro de empresas.

    «Ambos caminos son legítimos. En la UDLA ponemos énfasis en el emprendimiento como valor positivo que permite que los jóvenes se adueñen de su futuro y que lo construyan con determinación y responsabilidad. Un joven emprendedor es para su organización y para su entorno un ejemplo de creatividad, autodeterminación y perseverancia».

  • El plan de negocios es el eje transversal

    Redacción Quito

    El edificio principal de la Universidad de las Américas (UDLA) llama la atención por su arquitectura. Al mirarlo desde la avenida Granados, en el norte de Quito, da la impresión de ser un cubo gigante y con espacios reducidos; pero al ingresar a sus oficinas y aulas, el visitante se encuentra con un intenso movimiento de estudiantes que caminan por pasillos amplios, escaleras eléctricas, patios bastante iluminados y áreas verdes que solo se aprecian cuando se las recorre.

    En ese espacio se concentran en la actualidad, en jornadas diurnas y nocturnas, cerca de 12 000 alumnos. De esa cifra, 2 000 corresponden a la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. En esta facultad el programa de estudios apunta por igual a la formación de empresarios como de emprendedores, según sus autoridades.

    Vicente Albornoz, decano de la Facultad, explica que todos los estudiantes reciben desde el inicio de su carrera una base en temas administrativos y económicos. «De esa manera todos reciben nociones básicas sobre cómo funciona el mundo de los negocios, de cómo se constituyen empresas. Así aprenden el funcionamiento de las compañías, entienden sus lógicas y empiezan a pensar en ideas de negocios«.

    Conforme avanzan en la formación, los alumnos se especializan en por lo menos cinco ramas. Por eso la facultad tiene cinco carreras pensadas en el mundo empresarial: administración, negocios internacionales, finanzas, marketing y negocios deportivos. A estas se suma la carrera de economía.

    «Buscamos equilibrio entre lo general y lo especializado -agrega Albornoz-, para esto partimos con materias como administración, estrategia, marketing, finanzas…Luego vienen las especializaciones». Eso sí, en cada carrera el estudiante va desarrollando un plan de negocios que se convierte en la tesis de graduación. Este plan empieza desde cero y se va alimentando durante el tiempo que dura la carrera.

    Otra manera de conectar a los estudiantes con el mundo empresarial es con el concurso James McGuire. Este es un certamen internacional que fomenta el emprendimiento en el que la UDLA viene participando en los últimos años.

    El programa denominado ‘Megamercados‘ es otra alternativa para que el alumno de la UDLA mire de cerca los negocios. Se trata de una jornada de dos o tres días en los que la universidad invita a empresas y autoridades de un país que sea un socio comercial relevante para Ecuador. En años pasados han llegado representantes de Brasil, China, EE.UU., entre otros. Para el 2014 el país ‘invitado’ será Alemania.

    El vicerrector académico, Gonzalo Mendieta, mira más allá de la formación en carreras administrativas. Para él, el emprendimiento surge cuando el estudiante tiene actitud, cuando sabe conectarse con el mundo real y cuando aprende a trabajar con personas distintas a él.

    Mendieta agrega que en el mundo actual no necesariamente surgen emprendedores de las aulas de administración. «Ahora se encuentran más emprendedores en carreras técnicas, vinculadas a las tecnologías de la información. Donde se crea un valor que no existe».

    Más opciones

    El juego de empresas. Es parte de la formación de los alumnos de administración. Allí el estudiante conoce de cerca los detalles sobre el funcionamiento de las empresas en el mundo real. El plan de negocios es fundamental en este programa.

    Las pasantías.  Los estudiantes hacen pasantías en empresas medianas y grandes. Es una oportunidad para adquirir nuevos conocimientos.

    El empleo.  La Universidad de las Américas también cuenta con una Bolsa de Empleo. Bajo este esquema, cada vez más alumnos obtienen puestos en el sector privado. Todo este bagaje de experiencia se plasma en la tesis del estudiante.

  • 24 alumnos crean juguetes que tienen identidad ecuatoriana

    Redacción Quito

    Universidad de las Américas (UDLA)

    Juguetes con diseño, materiales y fabricación ecuatoriana es lo que desarrollaron estudiantes de Diseño de la Universidad de Las Américas (UDLA).

    María Belén Baquero, docente de la Escuela de Diseño, explica que esta idea se enmarca dentro del cambio de matriz productiva. Un total de 24 estudiantes desarrollaron ideas de juguetes que rompen con los esquemas clásicos.

    Los jóvenes, sin embargo, también se encargaron de la fabricación de los productos y de sus empaques. Ese es el caso de Mishel Salgado, quien desarrolló una pista de autos a la que llamó Velocity.

    Este artículo está hecho con laurel; tiene 14 cubos, de 6,6 cm c/u, que permiten armar diferentes pistas. «Asimismo, el producto tiene dos fuentes y dos rampas para los carritos. Me demoré en hacer esto un mes. Incluso, yo moldeé el acrílico para las rampas», indica Salgado.

    Ella invirtió USD 30 en la elaboración de este juguete. Sin embargo, productos como el cuento gigante de Evelyn González costaron alrededor de USD 190.

    Este artículo se llama Había una vez. La idea es generar un cuento con el que el niño pueda interactuar. En el patio principal de UDLA se presentó la historia de Hansel y Gretel; sin embargo, González dice que puede incorporar otras historias relacionadas a leyendas del país. Otros juguetes que se desarrollaron en la Universidad están vinculados con elementos propios de Ecuador. Así constan el Diabluma, el Tren de Alfaro, etc. Para la fabricación de estos productos se tomaron en cuenta realidades de diferentes consumidores del país y determinaron que los juguetes deben estar acorde con el espacio físico donde estén los niños, el precio debe ser accesible y deben rescatar la identidad nacional.

    Los productos fueron presentados en una feria en la Universidad realizada hace dos semanas. Allí estuvieron presentes ejecutivos de diferentes empresas comercializadoras de juguetes, quienes mostraron su interés por adquirirlos.

    «La idea es comercializar estos productos. El Ministerio de Industrias nos está ayudando con el tema de los derechos de autor y para organizar talleres», indica María Belén Baquero.

    Cifras. 30 dólares fue la inversión más baja para la elaboración de los juguetes.