La modernización del mercado bursátil en el Ecuador es una vieja aspiración de los actores del mercado de valores. A partir de la dolarización de la economía (año 2000), la posibilidad de tener un sector más activo y que atraiga nuevas inversiones ha sido un desafío permanente.
Hace un par de años y en el contexto de la aprobación de otras reformas legales, que buscan generar incentivos para atraer capitales privados, están sobre la mesa iniciativas que buscan reformar la normativa vigente y optimizar el mercado de valores.
Los objetivos de las reformas están claros: fomentar el desarrollo del sector, atraer inversión financiera extranjera directa en títulos del sector público y privado para fortalecer la dolarización y la competitividad, promover el ahorro nacional, proveer mecanismos de financiamiento al sector público y privado, impulsar prácticas de gobierno corporativo (recién se aprobaron estas normas) y, ante todo, dotar de seguridad y transparencia.
Ante el escándalo registrado con las inversiones del Isspol, ahora más que nunca el sector financiero ve en estas reformas un camino para evitar que casos como estos se repitan en el país.
Con este medio de financiamiento, las empresas ecuatorianas pueden obtener recursos para sus proyectos sostenibles.
La Bolsa de Valores de Quito (BVQ) indica que un bono verde tiene la misma estructura financiera y legal que un bono corporativo tradicional, con dos diferencias fundamentales. La primera es que los recursos captados por este medio se deben destinar a actividades o proyectos que contribuyan a la mitigación o a la adaptación al cambio climático.
La segunda diferencia es que el bono debe ser certificado como verde por un verificador externo, dando así seguridad al inversionista sobre la contribución sobre el cambio climático de la empresa.
Este tipo de financiamiento se lanzó en el mercado internacional en el 2008 y el primer emisor fue el Banco Mundial. El desarrollo ha sido exponencial, llegando a emitirse bonos verdes por USD 163 OOO millones al cierre de 2017 emitidos por todo tipo de instituciones.
Las Casas de Valores adscritas a la BVQ están capacitadas y listas para asesorar a empresas (públicas y privadas) interesadas en utilizar este método de financiamiento. La BVQ recuerda que las casas de valores son las únicas autorizadas por la Superintendencia de Compañías, Valores, y Seguros para brindar asesoría sobre la estructuración de productos del mercado de valores.
Las Casas de Valores adscritas a la BVQ están capacitadas y listas para asesorar a empresas (públicas y privadas) interesadas en utilizar este método de financiamiento. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
Facebook bajaba este lunes, 19 de marzo del 2018, en bolsa más un 7%, una caída no vista en cinco años que arrastró a otros valores del sector tecnológico, después de conocerse que una consultora manipuló con fines políticos información de más de 50 millones de usuarios de la red social en Estados Unidos.
A media sesión, las acciones de la firma radicada en California retrocedían un 7,09 % hasta 172 dólares, su peor descalabro porcentual en un solo día desde septiembre de 2012, según los analistas, lo que se traduce en una pérdida superior a los 40.000 millones.
Facebook, que tiene una capitalización de mercado superior a 537 000 millones, hizo resentirse a dos de los principales indicadores de Wall Street, el Nasdaq (-2,13 %) y el S&P 500 (-1,46 %), y contagió a otros grandes nombres tecnológicos como Alphabet (-3,40 %), Amazon (-2,14 %), Netflix (-2,28 %) o Twitter (-1,91 %).
Este sábado, los diarios The London Observer y The New York Times revelaron que la consultora británica Cambridge Analytica obtuvo en 2014 datos de más de 50 millones de usuarios de Facebook en EE.UU. y los utilizó para construir un programa informático destinado a predecir las decisiones de los votantes e influir en ellas.
El caso, que ha llevado a legisladores británicos y estadounidenses a pedirle explicaciones sobre el asunto, podría costarle a Facebook una multa millonaria por la posible violación de una regulación de la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. (FTC) para proteger la privacidad de los usuarios de redes sociales.
Además, la fiscal general del estado de Massachusetts (noreste de EE.UU.), Maura Healey, anunció el sábado la apertura de una investigación sobre la red social y Cambridge Analytica, que fue contratada en junio de 2016 por la campaña electoral del ahora presidente Donald Trump por más de USD 6 millones.
Facebook suspendió este viernes en la plataforma a la consultora y a su matriz, Strategic Communication Laboratories (SCL), e informó de la filtración de datos, que descubrió por primera vez en 2015.
Un profesor ruso-estadounidense de la Universidad de Cambridge llamado Aleksandr Kogan accedió a los perfiles de millones de usuarios que descargaron una aplicación para Facebook, llamada «thisisyourdigitallife» y que ofrecía un servicio de predicción de la personalidad con fines académicos, explicó la firma.
Unos 270 000 usuarios dieron su consentimiento para que la aplicación accediera a su información personal y a la de sus contactos, por lo que el acceso, que estaba permitido por las políticas de la firma, se amplió una red de 50 millones de usuarios, según el Times.
Después el profesor proporcionó esa información a terceros, entre ellos a Cambridge Analytica, con lo que infringió las normas de la red social, según explicó en un comunicado Paul Grewal, vicepresidente y miembro del equipo legal de Facebook.
Facebook eliminó en 2015 la aplicación y exigió a los implicados que destruyeran los datos recabados, pero al parecer no lo hicieron completamente, indicó Grewal, de acuerdo con informes que la firma recibió hace unos días y está trabajando «agresivamente» en corroborar.
Facebook cae en Wall Street por escándalo de violación de datos. Foto: AFP
La plataforma de «streaming» musical Spotify anunció el jueves, 15 de marzo del 2018, que comenzará a cotizar en la Bolsa de Nueva York el 3 de abril, en uno de los estrenos bursátiles más esperados del año.
La compañía, que inició los trámites para salir a bolsa en febrero, dio a conocer este jueves detalles de sus planes durante una conferencia con potenciales inversores en Nueva York.
En lugar de emitir nuevas acciones, como es habitual en este tipo de operaciones,Spotifyconfirmó que tiene previsto ofrecer directamente sus títulos actuales en el mercado.
«El modelo tradicional para hacer pública una compañía simplemente no nos va muy bien», explicó el fundador y consejero delegado, Daniel Ek.
La empresa defiende que está adecuadamente capitalizada y no necesita fondos adicionales, por lo que prefiere esta opción para que el proceso sea más transparente y permita a cualquier inversor acceder a sus títulos en igualdad de condiciones.
De esta forma, no se fijará un rango de precios para las acciones antes del inicio de las ventas como es lo habitual muchas salidas a bolsa.
La compañía también evitará la tradicional campaña mediática para alimentar interés por su estreno bursátil y el clásico campanazo de salida en su primer día de cotización.
La semana anterior a su estreno en Wall Street, el próximo 26 de marzo, Spotify tiene previsto ofrecer sus previsiones financieras para este año.
La firma, disponible en 61 países, tiene 71 millones de suscriptores de pago, casi el doble que su rival, Apple Music, que cuenta con 36 millones, y más de 159 millones de usuarios activos mensuales, según contabilizó el 31 de diciembre de 2017.
En este sentido, Spotify destacó al anunciar su salida a bolsa que monetiza sus servicios a través de la publicidad y de las suscripciones, y que sus usuarios están «altamente comprometidos»: los de pago habían aumentado un 46 % anual y los usuarios activos mensuales un 29 % anual a finales del año pasado.
La plataforma anunció pérdidas por valor de USD 1 500 millones en 2017, pero destacó que año a año ha ido progresando en sus cuentas: ingresó USD 2 370 millones en 2015; 3.600 millones en 2016 y 4 990 millones en 2017.
Spotify confirmó que tiene previsto ofrecer directamente sus títulos actuales en el mercado. Foto: AFP
En 1977, en el país, nadie sabía para qué servía su profesión. Roberto Páez regresó de Canadá luego de graduarse de psicólogo social en la Universidad de Loyola.
41 años después el interés en esa carrera le sirvió para ser reconocido como Trainer del Año 2017 en Barcelona (España). Sin embargo, en el camino para alcanzar ese logró se alejó por más de 20 años de las actividades vinculadas con la sociedad y la conducta humana.
A inicios de la década de 1980, un colega le invitó a participar en el diseño y la generación del modelo de desarrollo organizacional del desaparecido Banco Popular. Fue el inicio de una amplia trayectoria en el sector financiero ecuatoriano.
En esos años se vinculó al marketing, donde aplicó los conocimientos que aprendió en una certificación de la Asociación de Marketing Financiero de los EE.UU. Trabajó en el impulso y desarrollo de otra novedad para la época: las tarjetas de crédito.
Diners, Banco La Previsora, Visa, entre otras, fueron algunas de las empresas para las que laboró.
Roque Iturralde conoció a Páez en 1984, cuando trabajaron en el proyecto de cambio de marca de La Favorita a Supermaxi. Él cuenta que en ese entonces se forjó una larga relación laboral y de amistad. “A Roberto lo veo como una persona brillante, inteligente, innovadora y que está permanentemente en la búsqueda de alternativas de vanguardia en el manejo de mercadeo, recursos humanos, asuntos corporativos, etc.”.
Del tiempo como banquero le quedan lecciones de vida. Alguna vez tuvo que escoger entre la conveniencia y la integridad; al acogerse a este último valor perdió su trabajo, pero supo que era la decisión correcta para mantener su imagen y su carrera en el sector.
En el 2007, agotado y con ganas de darle un giro a su vida, dejó el sistema financiero tras su gestión en Banco Solidario. No lo dudó y regresó a su pasión original, la sicología social. “Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”, dice tarareando un bolero. En los últimos años, de hecho, volvió a conducir moto, ‘hobbie’ que dejó por años tras un accidente de tránsito en la Panamericana Norte.
En su oficina, en el norte de Quito, recuerda que durante el tiempo que buscaba regresar a la psicología descubrió el ‘coaching’, una nueva profesión a la que define como una manera para potenciar lo mejor de cada persona.
Para avanzar en esto era necesario contar con los conocimientos. En 2011 obtuvo una certificación como ‘coach’ y un año más tarde alcanzó el título de ‘master coach’.
A la par abrió su actual empresa, Opimmus Coach, la cual brinda servicios de asesoría en desarrollo humano para personas y compañías. Su socia, Natalia Vaca, admira la capacidad que tiene Páez de armar, en poco tiempo, programas de capacitación.
Para ambos, entregar valor agregado a sus clientes es fundamental. Es por ello que como parte de su oferta cuenta con el denominado ‘coaching’ por valores.
Se trata de una metodología a través de la cual se busca impulsar los valores de las personas para potenciar el de las organizaciones. Con ello se puede generar cambios perdurables en las conductas humanas y corporativas.
Páez se inclinó por esto debido a que cree que ya no es posible mantener la situación en la en que se encuentra la sociedad actual y es clave rescatar los valores.
¿Cómo llegó a este punto? Influyó en ello el trajinar de la vida, pero también el haber conocido, a través del ‘coach’ español David Alonso, a Simón Dolan, desarrollador de la metodología y de una herramienta lúdica, llamada El Valor de los Valores, que ayuda a identificar y jerarquizar los valores que tienen las personas de una manera fácil, rápida y divertida.
Páez conoció el juego en 2012, en Barcelona. “Tengo que traerlo a Ecuador”, se dijo a sí mismo.
Se trata de cartas con 51 valores, divididas en tres grupos de 17, cada uno identificado con un color (rojo, verde o azul), vinculados a la ética, la realidad, el desarrollo... En cada una de las cartillas aparece una imagen caricaturizada de un león que realiza la acción a la que representa el valor.
Las personas que trabajan con el mecanismo seleccionan cinco valores y el ‘coach’ ayuda potenciar los que ya están aplicando en su vida diaria y a desarrollar aquellos en los que todavía les falta.
El uso de esta herramienta, más los conocimientos de Dolan, han marcado tanto al sicólogo ecuatoriano que ahora está escribiendo un libro junto a él, próximo a lanzarse. Además, se ha convertido en ‘trainer’ de dicha metodología.
En él sí se aplica el dicho de hechos y no palabras. Aplica sus cinco valores claves: felicidad, familia, integridad, trabajo y bienestar.
En 1977, en el país, nadie sabía para qué servía su profesión. Roberto Páez regresó de Canadá luego de graduarse de psicólogo social en la Universidad de Loyola.
41 años después el interés en esa carrera le sirvió para ser reconocido como Trainer del Año 2017 en Barcelona (España). Sin embargo, en el camino para alcanzar ese logró se alejó por más de 20 años de las actividades vinculadas con la sociedad y la conducta humana.
A inicios de la década de 1980, un colega le invitó a participar en el diseño y la generación del modelo de desarrollo organizacional del desaparecido Banco Popular. Fue el inicio de una amplia trayectoria en el sector financiero ecuatoriano.
En esos años se vinculó al marketing, donde aplicó los conocimientos que aprendió en una certificación de la Asociación de Marketing Financiero de los EE.UU. Trabajó en el impulso y desarrollo de otra novedad para la época: las tarjetas de crédito.
Diners, Banco La Previsora, Visa, entre otras, fueron algunas de las empresas para las que laboró.
El sicólogo social y ‘trainer’ junto a Simón Dolan, impulsor y difusor de la metodología de ‘coaching’ por valores. Publicará un libro con él. Foto: Archivo Personal
Roque Iturralde conoció a Páez en 1984, cuando trabajaron en el proyecto de cambio de marca de La Favorita aSupermaxi. Él cuenta que en ese entonces se forjó una larga relación laboral y de amistad. “A Roberto lo veo como una persona brillante, inteligente, innovadora y que está permanentemente en la búsqueda de alternativas de vanguardia en el manejo de mercadeo, recursos humanos, asuntos corporativos, etc.”.
Del tiempo como banquero le quedan lecciones de vida. Alguna vez tuvo que escoger entre la conveniencia y la integridad; al acogerse a este último valor perdió su trabajo, pero supo que era la decisión correcta para mantener su imagen y su carrera en el sector.
En el 2007, agotado y con ganas de darle un giro a su vida, dejó el sistema financiero tras su gestión en Banco Solidario. No lo dudó y regresó a su pasión original, la sicología social.
“Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”, dice tarareando un bolero. En los últimos años, de hecho, volvió a conducir moto, ‘hobbie’ que dejó por años tras un accidente de tránsito en la Panamericana Norte.
En su oficina, en el norte de Quito, recuerda que durante el tiempo que buscaba regresar a la psicología descubrió el ‘coaching’, una nueva profesión a la que define como una manera para potenciar lo mejor de cada persona.
Las motos son una de las pasiones que tiene Páez. En este vehículo recorre las carreteras del país desde sus años de juventud. Foto: Archivo Personal
Para avanzar en esto era necesario contar con los conocimientos. En 2011 obtuvo una certificación como ‘coach’ y un año más tarde alcanzó el título de ‘master coach’.
A la par abrió su actual empresa, Opimmus Coach, la cual brinda servicios de asesoría en desarrollo humano para personas y compañías. Su socia, Natalia Vaca, admira la capacidad que tiene Páez de armar, en poco tiempo, programas de capacitación.
Para ambos, entregar valor agregado a sus clientes es fundamental. Es por ello que como parte de su oferta cuenta con el denominado ‘coaching’ por valores.
Se trata de una metodología a través de la cual se busca impulsar los valores de las personas para potenciar el de las organizaciones. Con ello se puede generar cambios perdurables en las conductas humanas y corporativas.
Páez se inclinó por esto debido a que cree que ya no es posible mantener la situación en la en que se encuentra la sociedad actual y es clave rescatar los valores.
¿Cómo llegó a este punto? Influyó en ello el trajinar de la vida, pero también el haber conocido, a través del ‘coach’ español David Alonso, a Simón Dolan, desarrollador de la metodología y de una herramienta lúdica, llamada El Valor de los Valores, que ayuda a identificar y jerarquizar los valores que tienen las personas de una manera fácil, rápida y divertida.
Páez conoció el juego en 2012, en Barcelona. “Tengo que traerlo a Ecuador”, se dijo a sí mismo.
Se trata de cartas con 51 valores, divididas en tres grupos de 17, cada uno identificado con un color (rojo, verde o azul), vinculados a la ética, la realidad, el desarrollo… En cada una de las cartillas aparece una imagen caricaturizada de un león que realiza la acción a la que representa el valor.
Las personas que trabajan con el mecanismo seleccionan cinco valores y el ‘coach’ ayuda potenciar los que ya están aplicando en su vida diaria y a desarrollar aquellos en los que todavía les falta.
El uso de esta herramienta, más los conocimientos de Dolan, han marcado tanto al sicólogo ecuatoriano que ahora está escribiendo un libro junto a él, próximo a lanzarse. Además, se ha convertido en ‘trainer’ de dicha metodología.
En él sí se aplica el dicho de hechos y no palabras. Aplica sus cinco valores claves: felicidad, familia, integridad, trabajo y bienestar.
Detalles
Formación. En 2003 terminó una maestría en comunicación organizacional. Es entrenador en ‘coaching’ por valores. Es conferencista internacional, mentor ejecutivo y personal. Vida personal. Con 600 sucres, que ahorró en diferentes trabajos de adolescente, compró su moto Yamaha 125. Ahora tiene un Suzuki 650, con la que recorre carreteras del país. Otra pasión es montar caballos.
Una firma que busca desarrollo humano Opimmus Coach es una firma ecuatoriana que brinda servicios de asesoría, soporte, investigación, montaje de programas y proyectos relacionados con temas de recursos humanos, administración de empresas, desarrollo comunitario…
La compañía nació hace 10 años y, a decir de Roberto Páez, quien está casado y es padre de tres hijos, es el resultado de “un sueño” para ofrecer servicios de ‘coach’.
“En un inicio, la empresa se conformó como una organización dedicada a la prestación de servicios en variados campos del quehacer empresarial y especialmente en el ámbito de la responsabilidad social empresarial, pero poco a poco ha ido focalizando su oferta de servicios específicos, al desarrollo humano y organizacional, a través de programas y proyectos de coaching, ‘mentoring’ y formación de ejecutivos en empresas”, dice su web.
A inicios del 2014 Páez adquirió la totalidad de las participaciones accionarias, para ceder una porción minoritaria de las mismas a las directoras de ‘coaching’ y desarrollo organizacional. De esta manera, “la organización es en la actualidad propiedad de los ejecutivos que trabajamos en ella”.
En el sitio trabajan ‘coaches’ certificados, consultores organizacionales en desarrollo humano y facilitadores de procesos formativos en áreas de talento humano. La compañía dice que su objetivo es convertirse en un referente en el mercado por su modelo integral y diferenciador de consultoría y ‘coaching’ para el desarrollo humano y organizacional. Allí, el ‘coaching’ por valores es fundamental.
Roberto Páez en su oficina, donde funciona Opimmus Coach. En el sitio se observan fotos de su familia y varios reconocimientos. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
La plataforma de «streaming» musical Spotify inició el miércoles, 28 de febrero del 2018, los trámites para su salida a bolsa con una oferta pública de venta de acciones (OPV) de hasta USD 1 000 millones.
Según el documento que presentó a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), Spotifypretende cotizar en la Bolsa de Nueva York (NYSE) bajo el símbolo «SPOT».
De acuerdo a ese documento, la firma pretende «reimaginar la industria musical y dar una mejor manera a artistas y consumidores de beneficiarse de la transformación digital» del sector.
Spotify pretende cotizar en la Bolsa de Nueva York (NYSE) bajo el símbolo «SPOT».Foto: EFE/EPA/HAYOUNG JEON
Gilberto Pazmiño es el presidente de la Bolsa de Valores de Quito asegura que es necesario que al mercado de valores se considere como uno de los sectores estratégicos, de parte de las autoridades. Además explica cómo los emprendedores se pueden beneficiar.
Usted habla de una serie de bondades que ofrece el mercado de valores, pero también dice que el sector no crece como se desearía. ¿Por qué ocurre eso?
Las bondades que ofrece el mercado de capitales deben estar plasmadas en una visión estratégica del sector público. El sector público debe ser el principal promotor y no me refiero a que destine dinero, sino a que ponga normas claras, que permita que el mercado de capitales vuelva al radar de los sectores estratégicos, como lo fue a mediados de la década de 1990. Una de las primeras tareas es crear el mercado secundario para tener recursos para dar liquidez y plazo al mercado.
¿Cómo ayuda este mercado secundario? El mercado secundario, en todas partes del mundo, proviene de los recursos de los sistemas pensionales. Permite proveer de liquidez y que los papeles tengan una movilidad de negociación importante, que permita a los ahorristas y a los portafolios lograr utilidades por el acrecentamiento del precio de los papeles que se negocian en el mercado de valores. Por eso necesitamos una decisión estratégica del Gobierno, una reforma a la Ley de Mercado de Valores, a las regulaciones de la Junta de Regulación de Política Monetaria y a las disposiciones de la Superintendencia de Compañías. También se necesitan reformas tributarias que promuevan que existan más inversionistas y más emisores. ¿Por qué no promover a las empresas que abren su capital y no se les disminuye un punto en el impuesto a la renta?
¿Todo esto que menciona son planteamientos que se hacen al sector público? Son planteamientos que servirán para que el sector privado se anime a entrar al mercado de valores. Pero también hay que decir que el sector público no ha entrado a este mercado y como ejemplo están los gobiernos seccionales que podrían aprovechar el mercado de capitales para obras de infraestructura. El Gobierno central no transa los títulos de deuda externa en la bolsa de valores de Ecuador, tampoco transparenta las negociaciones entre instituciones del sector público cuando paga con bonos.
¿Y cuál es la tarea para la empresa privada? Por el lado de las bolsas de valores de Quito y Guayaquil necesitamos incrementar la difusión, enseñar, capacitar más.
¿Es un mea culpa? Más que un mea culpa, necesitamos sensibilizar que el mercado de valores es para todos. Nos hace falta a los actores fortalecer las estructuras corporativas para dar servicios en el mercado de valores, pero ningún actor se anima porque el mercado es pequeño.
En esto juega el gobierno corporativo que, en Ecuador, no es tan desarrollado. Cuando un emisor decide salir al mercado de capitales se ve obligado a tener gobierno corporativo. Pero la decisión de salir a la bolsa no pasa porque quiere ser transparente o no. Pasa porque es beneficioso o no. ¿Si no es beneficioso para qué hago el esfuerzo? Entonces, las empresas en países maduros caminan hacia el concepto de gobierno corporativo, así no reciban beneficios. Pero en los países en desarrollo hay que darles un aliciente para que animen.
¿Y quién debe dar ese aliciente? El Estado. Así una empresa que sale a bolsa debe tener un beneficio tributario.
¿La cultura empresarial está lo suficientemente desarrollada para lanzarse al mercado de valores? El empresario ecuatoriano necesita estar bien informado y conocer los productos. No tiene miedo a la sofisticación que puede aparentar el mercado de valores. El empresario está decidido, pero si no hay una normativa que le dé oxígeno, cómo se lanza al agua.
¿Qué oportunidades tienen las pymes en la bolsa? Tienen muchas oportunidades. Hay productos para que aprovechen este mercado. Estamos generando incluso microproductos. Un ejemplo son las facturas comerciales que pueden beneficiar a un pequeño productor agrícola. Este pequeño productor puede vender esa factura en el mercado de valores. Para esto proponemos una reforma al Código de Comercio para que la aceptación de la factura sea automática. Esto para evitar mecanismos que tienen detenido al productor y sin opción de negociar su factura.
¿Los emprendedores también pueden beneficiarse del mercado de valores? El mundo ha regresado a ver a los emprendedores, desde hace 10 o 15 años, vía el mercado de capitales. Hay fondos semilla, financiamiento, capital de riesgo o impulso para que arranque o para que se conviertan en accionistas de empresas.
¿Eso ya pasa en Ecuador? No. Ahora recién se habla de una ley para emprendedores y la Bolsa plantea un fondo con recursos reales que permita dar ese impulso que ya se da en otros países, a través del mercado de valores. ¿Bajo este panorama puede darse que los emprendedores o pequeños empresarios vayan a otros países a buscar financiamiento? Exacto. Las leyes no benefician al emprendedor o al creador ecuatoriano. Hay organismos privados que ayudan a pequeños empresarios, con recursos privados, pero es insuficiente porque debe ser una política de Estado. Un ejemplo es generar un fondo público-privado que canalice recursos.
¿De qué manera se han acercado a las autoridades? Hemos tenido acogida en el ministerio de Comercio Exterior y de Industrias. Pero quien debe promover el tema es el Ejecutivo y definir los temas estratégicos. Queremos estar como un tema estratégico.
¿La creencia de que el mercado de valores es para ricos afecta a su desarrollo? Claro porque priman los fundamentalismos ideológicos. Es necesario entender al mercado de capitales como un combustible de alto octanaje que ayuda a producir con alta competitividad.
Gilberto Pazmiño es el presidente de la Bolsa de Valores de Quito asegura que es necesario que al mercado de valores se considere como uno de los sectores estratégicos, de parte de las autoridades. Además explica cómo los emprendedores se pueden beneficiar. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
Desde hace un mes y medio, ‘El Secreto de un Ganador’ del tenista Novak Djokovic es la publicación que le cautiva. La descargó en su tablet y la lee como parte de su motivación para cumplir el reto que se planteó.
El director de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur (Ucacsur), Juan Pablo Guerra, se propuso correr este año una media maratón en Cuenca y una maratón en Nueva York. Por recomendación de un amigo se interesó por este texto. “Este tenista tuvo un problema de rendimiento relacionado con temas psicológicos, físicos y afectivos. Pero resurgió mejorando sus hábitos”.
Según Guerra, este libro le aporta con valores como la importancia de la familia y su apoyo y el esfuerzo que se necesita para vencer los obstáculos. “Es muy interesante porque da consejos prácticos para quienes hacen deportes. Hace sugerencias de alimentación…”.
Para la consecución de su objetivo, Guerra también leyó otros libros como ‘42 kilómetros para amar el maratón’ de Alfredo Varona. Cuenta las historias de personas que se fijan ese desafío. Otra publicación es ‘Efecto maratón’ de Rafa Vega, que plasma los criterios de quienes se prepararon y vencieron los obstáculos.
Desde la infancia del representante cooperativo, sus padres Jaime Guerra y Dora Galán le inculcaron la lectura. “Tenía lecciones o no. Debía leer por lo menos un par de hojas de un libro”. En la actualidad, mantiene ese hábito.
En la casa de sus progenitores tenían una pequeña biblioteca, pero ahora prefiere descargar libros y tenerlos en digital. “Los espacios en las casas han cambiado”, señala Guerra. Le gustan los textos de superación personal, liderazgo y del sector cooperativo. En este último ámbito, un libro importante es ‘El vuelo del abejorro’ de Ivano Barberini. Trata sobre el cooperativismo, la ética y el desarrollo.
En superación personal, Guerra recomienda ‘Levantarse y luchar: Cómo superar la adversidad con la resiliencia’, de Rafi Santos. También, le gustan las autobiografías como las de Mahatma Gandhi. “Es un impulso para luchar y saber que nuestras adversidades no son nada en comparación con las de otras personas”.
Para Guerra, la lectura es un hábito que se debe transmitir a los hijos, pero incentivándoles con textos infantiles y no por imposición. Su primer libro fue ‘Las aventuras’ de Tom Sawyer de Mark Twain, que aún lo conserva. También atesora ‘La Vuelta al Mundo en 80 días’, de Julio Verne. Fueron regalos de sus padres.
Guerra recuerda que su padre le decía que a la lectura hay que buscarle el gusto y tener pasión por uno mismo, por su familia y por el espacio que le rodea.
“Con el pasar de los años entendí, que uno tiene que conocer sobre el lugar dónde vive”. Por ello, sus padres le regalaron dos libros de Cuenca, de Miguel Vázquez Moreno y Carlos María Alvear. Su madre, Dora Galán, le dijo que tiene que saber y comprender qué es Cuenca, su historia, su gente… Esas dos publicaciones aún los conserva en su casa.
Juan Pablo Guerra descarga en su computadora las publicaciones. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
Mónica Villagómezde Anderson renunció a su cargo de Presidenta del directorio de la Bolsa de Valores de Quito, función que ocupó durante tres años.
Con esta decisión, la ejecutiva se retira de la Bolsa de Valores de Quito (BVQ), en donde colaboró por cerca de 20 años.
En la entidad, Villagómez también se desempañó como Presidenta ejecutiva durante 12 años. Ahora se dedicará a la consultoría en estrategias, gobierno corporativo, gobierno de familias empresarias; también brindará de manera particular asesoría legal en materia de mercado de valores, societaria y financiera.
Villagómez recibió la BVQ con un patrimonio de USD 1,8 millones y la entrega en 5,9 millones, según un comunicado.
“Dejo a la institución con una reputación impecable, fortalecida técnicamente, muy bien considerada a nivel internacional, con un sistema de gestión de calidad consolidado, con un equipo humano sólido”, señaló Villagómez a través de un comunicado.
Entre otros resultados de su gestión, Villagómez logró estrechar lazos con el sector empresarial a través de su membresía en el Consejo de Cámaras y Asociaciones de la Producción, gremio en el cual también fue su Presidenta.
Mónica Villagómez logró estrechar lazos con el sector empresarial a través de su membresía en el Consejo de Cámaras y Asociaciones de la Producción. Foto: Archivo/ LÍDERES