El ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak, aseguró el 16 de septiembre del 2015 que su país discrepa con los llamamientos de Venezuela y Ecuador a reducir la extracción de petróleo para contrarrestar la caída de los precios. «Cada cierto tiempo Venezuela, Argelia y Ecuador se dirigen a nosotros. Pero nuestra posición no ha cambiado: consideramos que una reducción artificial no traerá ningún beneficio. Al contrario, sólo agravará la situación», dijo Nóvak a medios locales, añadiendo que esa política «puede producir algún efecto a corto plazo, pero no en un futuro».
«Ahora tiene lugar un recorte de las inversiones y el mercado empieza a equilibrarse poco a poco», señaló.
La pasada semana Kremlin negó que los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Venezuela, Nicolás Maduro, alcanzaran en su reciente reunión en Pekín acuerdos concretos sobre el precio del barril.
Putin y Maduro abordaron «la necesidad del intercambio de información, la coordinación de acciones en el marco de una situación extremadamente volátil de los precios de los hidrocarburos, en particular, el crudo».
Durante su estancia en la capital china Maduro aseguró a los medios venezolanos que había acordado con Putin incentivar el alza del precio del petróleo y estabilizarlo en un promedio de entre 70 y 80 dólares el barril, una cifra que contaría con el visto bueno de la OPEP.
El descenso de los precios del petróleo, sumado a las sanciones occidentales, ha provocado la devaluación del rublo y, como consecuencia, la contracción de la economía rusa en un 3,4 % en la primera mitad del año.
Tanto el Gobierno ruso como el Banco Central esperan que el precio del crudo se estanque en los USD 50 por barril, lo que permitiría a duras penas a la economía nacional salir de la actual recesión.
El descenso de los precios del petróleo, sumado a las sanciones occidentales, ha provocado la devaluación del rublo. Foto: Archivo/ LÍDERES.
Un peor desempeño de las economías de Brasil, Ecuador y Venezuela, golpeadas por la caída en los precios de las materias primas, arrastrarán a América Latina y la llevarán a alcanzar en 2015 una expansión de apenas un 0,9%, afirmó este miércoles (29 de abril) el FMI.
«Se prevé que el crecimiento regional se reduzca por quinto año consecutivo, alcanzando un mínimo ligeramente por debajo del 1%, para luego comenzar a recuperarse en forma moderada en 2016″, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el informe ‘Perpectivas Económicas: Las Américas’, lanzado este miércoles en Santiago.
El reporte es una ampliación de las perspectivas globales que el FMI entregó hace dos semanas en la que se abunda sobre el devenir de las economías americanas.
La gran corrección a la baja del crecimiento regional de 2015, de casi 1,4 puntos porcentuales respecto a reportes del FMI de octubre, «responde al deterioro de las proyecciones de América del Sur, en especial en Brasil, Ecuador y Venezuela, mientras que las perspectivas de América Central y el Caribe han registrado una leve mejora», explicó el organismo.
En la subregión, solo Chile y Perú registrarían un repunte del crecimiento, «gracias a la aplicación de políticas expansivas y la eliminación de frenos a corto plazo en la actividad», señala el informe.
El FMI proyecta para este año una contracción de la economía de Venezuela de un 7% y una caída del 1% de Brasil, la mayor economía regional, que está atravesando la peor recesión en más de dos décadas.
En Brasil «la inversión privada sigue representando un freno importante a la actividad, ya que los perdurables problemas de competitividad se ven agravados por la debilidad de los términos de intercambio y la alta incertidumbre relacionada, entre otros aspectos, con los efectos de la investigación de Petrobras y el impacto de una sequía prolongada sobre el suministro de energía eléctrica. La confianza de los consumidores también se deterioró de manera marcada, en un contexto de inflación elevada, oferta de crédito más restrictiva y debilitamiento incipiente del mercado laboral», explicó el FMI.
La economía de Argentina, en tanto, caería un 0,3% en 2015, mientras que Ecuador se desaceleraría desde una expansión de 3,6% el año previo a un 1,9% en 2015. Para Chile se prevé que salte de un PIB de 1,8% en 2014 -el más bajo en cinco años- a una ligera recuperación de casi un punto porcentual, para llegar en 2015 al 2,7%. Perú, de su lado, pasaría del 2,4 a 3,8% en 2015.
«Aun así, existen incertidumbres importantes que ensombrecen el horizonte en ambos países, relacionadas con las condiciones externas, el impacto de las reformas en curso en Chile, y la lentitud de la ejecución de las inversiones a nivel subnacional en Perú», advirtió el organismo.
Ante el desalentador escenario, el FMI anima a los países a fijar su atención en los tipos de cambio que podrían «jugar un rol crucial en el ajuste a un contexto externo más difícil» con una depreciación de las monedas locales que podrían alentar la producción nacional y reducir el déficit externo. Mientras que también insta a los gobiernos a enfocarse en «mantener las expectativas de inflación alineadas con las metas oficiales» y ajustar sus déficit fiscales «sin poner en riesgo la sostenibilidad de la deuda».
EE.UU. crece, México se beneficia
La economía de Estados Unidos continúa en alza y el FMI prevé una expansión de 3,1% para este año, desde un 2,4% en 2014, basada en «el robusto gasto de consumo», donde se incluye «un mayor afianzamiento del mercado laboral, precios de la energía marcadamente inferiores y una inflación subyacente controlada que eleva los ingresos reales», señala el informe.
Sin embargo, algunas sombras mantienen en vilo al gigante mundial ya que un dólar más firme y la posible subida de las tasas a largo plazo podrían complicar el avance que según el FMI no se mantendrá por mucho tiempo, ya que el crecimiento potencial estimado para el país es de 2%.
En un contexto mundial en el que la recuperación desigual de la economía es la regla, el «crecimiento sólido en Estados Unidos contrasta con las perspectivas aún moderadas para la zona del euro y Japón» que sumado a la desaceleración de China beneficia en especial a América Central y México.
Beneficiada por los vínculos que la unen a Estados Unidos, de donde recibe un importante número de remesas y hacia donde envía un alto porcentaje de sus ventas al exterior, la economía de México -la segunda economía más grande la región- crecería un 3,0%, desde 2,1% del año anterior. En tanto, «las perspectivas de crecimiento de América Central mejoraron, gracias al abaratamiento del petróleo y a la sólida recuperación en Estados Unidos».
La moneda estadounidense también perdió terreno frente al franco suizo. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.
El Gobierno de Venezuela redujo hoy (martes 28 de abril) la jornada laboral ante la ola de calor que este mes registra picos de temperaturas de hasta los 45 grados, con una sensación térmica cercana a los 50 grados, lo que ha disparado el consumo eléctrico.
Jorge Arreaza, vicepresidente del Ejecutivo del presidente Nicolás Maduro, y el ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, manifestaron en una rueda de prensa conjunta que la jornada laboral en el sector público deberá ser continua y comenzará a las 07:30 hora local y acabará a las 13:00 horas.
Entre ayer y hoy, el consumo de energía eléctrica, principalmente con el uso generalizado de aparatos de aires acondicionado, ha sido «bastante significativo» y pasó de alrededor de 16 000 a 18 000 megavatios, informó Arreaza. Se trata de un salto de alrededor de 2 000 megavatios que, en el sector estatal, dará paso a «severas y rigurosas» inspecciones para obligar al ahorro, advirtió.
Los servidores públicos deben ser «mucho más comedidos y moderados» en el uso de la energía eléctrica, lo que también vale para los 30 millones de habitantes del país, exhortó el vicepresidente.
Chacón recordó a su vez que 2014 fue para Venezuela «el año más seco de los últimos 60 años» y que las secuelas de ello aún perduran. Ello mantiene los embalses generadores de energía hidroeléctrica en cotas bajas que no se compadecen con el pico de hasta 18 300 megavatios de consumo, advirtió.
La reducción de la jornada laboral en el sector público exceptúa a los sectores educativo, policial, de la salud, de la fabricación de alimentos, generación de agua potable, petróleo, gas, así como recolección de basura, transporte y banca, entre otros, detalló.
El ministro también dispuso que las industrias y otras empresas privadas «optimicen la autogeneración de energía» con equipos propios. Colombia tiene el doble de habitantes que Venezuela y su generación eléctrica es menor, de alrededor de 14 000 megavatios, pero «no tiene problemas», destacó Chacón.
Los habitantes de Colombia tienen «una cultura de consumo» mayor que los venezolanos que, entre otras cosas, agregó, gozan de la tarifa «más económica del mundo» y eso alienta la demanda.
El consumo de energía eléctrica pasó de 16 000 a 18 000 megavatios en un día en Venezuela. Foto: Pixabay
Los ingresos, la producción y las exportaciones de la petrolera estatal venezolana Pdvsa cayeron 4,3%, 4% y 2,8% respectivamente durante 2014 en relación con 2013, según su informe anual publicado el lunes 27 de abril en su web.
Los ingresos mundiales bajaron de USD 134 326 millones en 2013 a USD 128 439 millones en 2014. La producción descendió de 2,89 a 2,78 millones de barriles por día, mientras que las exportaciones retrocedieron de 2,42 a 2,35 millones de barriles diarios.
El descenso en los ingresos ocurrió en un año 2014 en el cual el desplome de los precios mundiales del crudo llevó al petróleo venezolano a cotizarse a USD 88,42 por barril, casi 10% menos que los USD 98,08 del año 2013.
El informe muestra que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) acumula resultados negativos con menos producción durante los últimos tres años, y con una merma en las exportaciones durante los últimos dos años.
El desempeño de Pdvsa es clave para la economía venezolana, que obtiene 96% de sus divisas de las exportaciones de hidrocarburos hechas por la petrolera estatal. Durante este primer cuatrimestre de 2015, el crudo venezolano y sus productos derivados se cotizan con un precio alrededor de USD 45 por barril, lo que ha reducido drásticamente los ingresos en divisas del gobierno venezolano.
Ya en 2014 el déficit fiscal se ubicaba alrededor de 20 puntos del PIB, en un entorno de inflación en 68,5% y un recorte de importaciones de materias primas y bienes que incidió en una escasez calculada en más de dos tercios de los productos básicos.
Pdvsa presentó este 27 de abril su informe anual. Foto: Wikicommons
Las cantidades de dólares subsidiados autorizadas en Venezuela para viajes al extranjero fueron recortadas en algunos casos cerca de 70%, según una directiva publicada este viernes 10 de abril del 2015 por autoridades financieras, en medio de una severa crisis económica en este país donde rige un control de cambio.
El Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) y el ministerio de Economía y Finanzas publicaron en la Gaceta Oficial los nuevos montos a asignar a los viajeros a la tasa denominada Sicad, a 12 bolívares por dólar, una de las tres tasas oficiales vigentes en Venezuela. Los economistas consideran que esta tasa está sobrevaluada.
El destino que sufrió el recorte más drástico fue Estados Unidos, que pasó de USD 2 500 anuales a 700. El año pasado, sólo el estado de Florida, entre los más visitados por los venezolanos, ya había quedado limitado a USD 700, pero para el resto del país se autorizaban USD 2 500.
Los montos varían dependiendo de la estadía y el destino. Por ejemplo, para África, Asia, Europa y Oceanía se autorizarán USD 1 000 para siete días de viaje, contra los USD 000 que se asignaban anteriormente.
Los mayores recortes corresponden a destinos como Colombia, Panamá y las islas del Caribe, entre otros, para las que se autorizan USD 300 para viajes de hasta tres días, una disminución de USD 200 respecto de los montos anteriores.
En Venezuela rige un control de cambio desde hace más de una década. Hasta 2009, los venezolanos podían adquirir USD 5 000 dólares anuales para viajar, pero en los últimos años se han aplicado diversos recortes.
Este país petrolero, que ha visto seriamente mermados sus ingresos debido a la caída de los precios del petróleo, es afectado por una crisis económica marcada por una inflación de 68,5% en 2014 y una aguda escasez de alimentos y medicinas.
En Venezuela rigen tres tasas oficiales de cambio: 6,30 bolívares por dólar para sectores de alimentos y medicinas; alrededor de 12,00 para otros rubros y viajeros; y el denominado Simadi, que se ubica en 193,84 y que permite libre compra y venta de divisas pero en cantidades limitadas.
A ello se suma un mercado negro en el que la divisa estadounidense supera los 250 bolívares.
La sobrevaluación de la divisa venezolana hace muy barata la compra de dólares para viajero, pero se requiere un engorroso trámite burocrático que puede tardar meses.
El diferencial cambiario entre las tasas oficiales y el mercado negro desencadenó una ola de especulación de viajeros que una vez obtenían sus dólares los regresaban al país para revenderlos en el mercado negro.
El destino que sufrió el recorte más drástico fue Estados Unidos, que pasó de USD 2 500 anuales a 700. Foto: Justin Lane/ EFE.
El 60% de los estudiantes venezolanos que culminaron sus estudios en el extranjero entre el 2013 y 2014 no regresaron a Venezuela, informó el 8 de abril del 2015 el ombudsman del país caribeño, Tarek William Saab, tras reunirse con representantes del Centro de Comercio Exterior (Cencoex).
«Es revelador también de esa mesa técnica (con el Cencoex) encontrar por ejemplo que entre el año 2013 y 2014, de las personas que lograron culminar sus carreras, el 60% no regresó al país», señaló Saab en una rueda de prensa en Caracas.
En Venezuela existe un estricto sistema de control de cambio que deja en manos del Estado el monopolio de la administración de divisas, que son entregados a través de engorrosos trámites y con tres tipos de cambio diferentes que varían en base al destino de la moneda extranjera.
En el caso de los estudiantes venezolanos que deciden cursar sus estudios en el extranjero, son obligados a pedir una autorización al Cencoex a la hora de obtener las divisas que necesitan para pagar sus estudios y vivir fuera de Venezuela pero en los últimos meses han venido denunciando el retraso en la entregas de las remesas.
Al respecto la Asociación de Estudiantes Venezolanos en España denunció el pasado 27 de febrero en Madrid la ‘lamentable situación’ que viven por la falta de divisas que necesitan para continuar con sus estudios y han presentado comunicados en el Parlamento Europeo y ante el alto comisionado de las Naciones Unidas denunciando el silencio del Cencoex.
Saab sostuvo el 8 de abril del 2015 un encuentro con representantes del Cencoex tras recibir, informó, 250 denuncias de este tipo. «Hemos hecho una mesa de trabajo en primer lugar para diagnosticar y evaluar la situación global e ir por supuesto a la atención específica de casos que esta institución de la Defensoría del Pueblo, como institución nacional de derechos humanos, ha venido recibiendo desde el mes de enero hasta la fecha», sostuvo.
Para el defensor del pueblo venezolano «es un detalle a evaluar» que la mayoría de los estudiantes que recibieron divisas del Estado para cursar estudios fuera de su país no regresen a Venezuela a ofrecer su «talento». «Del 100 % de los estudiantes que están en el extranjero, que la cifra correcta es 18.000 (personas), el 83 % están estudiando cursos de idiomas, es bueno observar este detalle«, expresó.
Subrayó que el 50 % de los estudiantes venezolanos en el extranjero están en cursos de inglés y el 33 % restante estudia otro tipo de idioma. «No pienso que una prioridad debe ser solicitud de divisas para cursos de inglés o para cursos de mandarín«, apuntó.
En Venezuela existe un estricto sistema de control de cambio que deja en manos del Estado el monopolio de la administración de divisa. Foto: Inti Ocon/ AFP.
El precio del barril del crudo venezolano cerró en 43,72 dólares, con una baja de 4,19 dólares frente a los 47,91 dólares de la semana pasada, informó hoy, 20 de marzo, el Ministerio de Petróleo y Minería de Venezuela.
«Las persistentes señales sobre oferta en el mercado y el fortalecimiento del dólar frente a otras divisas son los principales factores que ejercieron presión en los precios de los crudos esta semana», dijo el ministerio en su reporte semanal.
La caída del precio del crudo también se reflejó en el de la cesta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la que Venezuela es miembro fundador, que pasó de 53,72 a 49,84 dólares.
El Brent también cayó, al terminar en 54,49 dólares frente a los 57,85 de siete días antes, en tanto que el Intermedio de Texas (WTI) en Estados Unidos pasó de 48,62 a 44,16 dólares el barril.
Con el registro de esta semana, el precio de venta promedio en lo que va de año se sitúa en 44,76, por debajo de los 88,42 dólares del año pasado y de los 98,08 dólares de 2013.
La cesta venezolana experimentó una curva de descenso que comenzó el pasado 12 de septiembre, cuando se cotizaba a 90,19 dólares el barril.
Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, vende alrededor de 2,5 millones de barriles de petróleo diarios, en su mayor parte a Estados Unidos y China.
El petróleo proporciona más del 90 por ciento de las divisas que recibe el país y la mitad de los ingresos del presupuesto fiscal, calculado para 2015 sobre un precio del barril de 60 dólares.
El desplome sostenido del crudo venezolano obligó al Gobierno de Venezuela a implementar medidas económicas para aminorar el impacto por la caída de los ingresos, que disminuyeron en al menos un 30 por ciento.
La petrolera Shell anunció que ha cancelado sus planes para explotar un yacimiento petrolífero en la provincia canadiense de Alberta ante la caída de los precios del crudo. Foto: Archivo / AFP
El tribunal de arbitraje del Banco Mundial, Ciadi, ordenó a Venezuela a pagar 455 millones de dólares a la compañía estadounidense de envases de vidrio Owens Illinois (O-I) por la expropiación de su filial, informó este jueves 12 de marzo la empresa.
“Como constató el tribunal, Venezuela expropió activos muy valiosos, que fueron el resultado de más de medio siglo de trabajo duro y compromiso por parte de los empleados de O-I”, dijo su presidente, Al Stroucken, citado en un comunicado.
“Esperamos que las plantas sigan beneficiando a nuestros exempleados y al pueblo venezolano”.
El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) decidió, en un fallo el martes, que Venezuela debe pagar la suma “como consecuencia de la expropiación ilegal de dos plantas de producción ubicadas en dicho país”, indicó Owens Illinois.
El Ciadi no respondió a una solicitud de confirmación por parte de AFP.
Las plantas pertenecían a la filial holandesa de Owens, O-I B.V, que se apegó a un tratado bilateral de inversiones entre Venezuela y los Países Bajos para llevar el caso ante el órgano del Banco Mundial. Fueron expropiadas en 2010.
Venezuela acumula numerosos casos ante el Ciadi, de donde se retiró en 2012, cuestionando la imparcialidad del organismo. Caracas aún debe responder por los casos presentados con anterioridad a esa fecha.
La mayor parte de las demandas contra Venezuela en el Ciadi son de empresas extranjeras que exigen ser indemnizadas por las nacionalizaciones de sus activos decretadas por el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
La vida económica de Venezuela, donde rige un férreo control cambiario desde 2003, está condicionada por cuatro tipos de cotización del dólar: la mayoritaria tasa oficial, la tasa Sicad, el recién lanzado dólar Simadi y el dólar negro o paralelo.
Dólar oficial
Es la tasa a la que el gobierno liquida el 65%-70% de los dólares que capta, principalmente por las ventas de petróleo, es decir unos USD 25.000 millones en 2014. Para 2015 se prevé que sea menos, debido a la caída de los precios del crudo.
Está limitada a rubros prioritarios, sobre todo alimentación y salud. Los economistas consideran que la tasa del dólar oficial está excesivamente sobrevaluada, y es el origen de todas las distorsiones, pues fomenta la importación, destruye la producción nacional y estimula la corrupción.
En más de 11 años de existencia del control de cambio, el bolívar oficial ha sufrido cinco devaluaciones, y ha pasado de 1,6 bolívares por dólar en 2003 hasta los 6,3 bolívares de la actualidad.
Dólar Sicad
El Sicad o Sistema Complementario de Administración de Divisas, lanzado en marzo de 2013, funciona a través de subastas semanales para privados, y está dirigido a las importaciones no prioritarias y a actividades turísticas.
Supone el 20-25% de las divisas disponibles. El gobierno anunció la semana pasada la pronta reactivación de las subastas, paralizadas desde el año pasado. Arrancarán con una cotización de 12 bolívares por dólar, pero esa tasa fluctuará bajo el control del gobierno. Su creación fue considerada en su momento como una devaluación parcial.
Dólar Simadi
El gobierno lanzó este jueves el Sistema Marginal de Divisas (Simadi) con el objetivo de «derrotar» al dólar negro, en el que liquidará un 5-10% de las divisas petroleras disponibles, más lo que inyecten los privados. Este nuevo mercado estará alimentado por empresas públicas y privadas y particulares que deseen comprar o vender dólares en casa de cambio, bancos y operadores de bolsa en efectivo, bonos y transferencias.
Representa una liberalización parcial del mercado de cambio. Los particulares no podían comprar y vender dólares libremente desde 2010, cuando desapareció el llamado «dólar permuta», que permitía a particulares y empresas la adquisición de divisas en casas de bolsa, canjeando títulos de valores.
El precio del dólar fluctuará según la oferta y la demanda. Este jueves fue de 172 bolívares, por lo que supone una nueva devaluación parcial de la moneda local.
Dólar negro
Más de 30 veces el valor del dólar oficial. Su aparición es consecuencia de los estrictos controles del gobierno y de la desconfianza del venezolano en el bolívar. Su tasa es producto de la especulación, de la relación entre la oferta y la demanda y de la división entre la liquidez monetaria y las reservas internacionales del país.
Desde el anuncio de la muerte de Hugo Chávez el 5 de marzo de 2013, su tasa ha pasado de 20 a 190 bolívares por dólar, en un contexto de escasez de divisas debido sobre todo a la caída de los precios del petróleo.
Las personas ingresan a una oficina de la casa de cambio Italcambio hoy, jueves 19 de febrero de 2015, en la ciudad de Caracas (Venezuela). Los venezolanos se mostraban satisfechos con el inicio del nuevo sistema libre de compra venta de divisas en efectivo. Foto: EFE
El «está barato, dame dos», sello del venezolano en tiempos de bonanza, ha sido desplazado en época de escasez por «es lo que hay» al momento de comprar cualquier producto para engrosar sus despensas caseras celosamente guardadas por temor a que mañana los anaqueles queden vacíos.
«En donde había discos, libros o cosas delicatessen que comíamos de vez en cuando, ahora se resguarda el alimento de mañana porque no sabemos si habrá más. En mi casa tenemos reserva para unos seis meses», comenta a la AFP Stephanie Montenegro, una comunicadora de 23 años.
En su departamento de tres habitaciones, al abrir un cajón de un mueble de la sala o el guardarropa de la recamara, se descubre una reserva de detergente, desodorante, champú, papel sanitario o cualquier alimento.
El arraigado consumismo de los venezolanos, que antaño regresaban del extranjero cargados de compras porque todo les parecía barato debido a la sobrevaluación de la moneda, se ha modificado al ritmo de la creciente escasez que afecta a Venezuela desde hace unos años y que en este 2015 amenaza con recrudecerse.
El índice de escasez es una de las mediciones mensuales del Banco Central, aunque desde hace casi un año no se conoce y el último dato disponible la ubicaba en una cuarta parte de alimentos y productos básicos.
Ahora analistas la estiman en un tercio al menos. El presidente Nicolás Maduro achaca la escasez a una ‘guerra económica’ orquestada por empresarios y opositores, acusa a supermercados de ‘ocultar’ alimentos para generar ‘zozobra’ entre la población y alentar el descontento social. Pero los analistas la explican por el control de cambios vigente desde 2003, el empeño en mantener un dólar barato y la regulación de precios de alimentos y productos básicos.
A ello se suma el desplome de los precios del petróleo que merma las divisas de Venezuela, que obtiene en el crudo 96% de sus ingresos.
El arraigado consumismo de los venezolanos se ha modificado al ritmo de la creciente escasez que afecta a Venezuela desde hace unos años. Foto: Santi Donaire/ EFE.