Etiqueta: yachay

  • Yachay tendrá una fábrica de software

    Andrés Jaramillo

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    Las primeras conversaciones para conseguir apoyo y lograr la instalación de una fábrica de software en la ciudad del conocimiento,Yachay, se dieron hace seis meses. Entonces se buscó el respaldo de una firma internacional que sea experta en el tema.

    Se logró un acuerdo con Indra Sistemas S.A. La multinacional tiene 75 fábricas en diferentes rincones del mundo. La mayoría en España, pero también en Asia, Filipinas y Centroamerica. En Ecuador espera invertir alrededor del 6% de sus rentas.

    Este 6 de febrero del 2014 se firmó el convenio que permitirá concretar esta fábrica en Urcuquí, provincia de Imbabura. Héctor Rodriguez, gerente de Yachay, explicó que será un espacio para generar innovación y el desarrollo de tecnologías de la información para el país.

    Uno de los componentes que Indra prioriza es el de las tecnologías para personas con discapacidad. La fábrica estará ubicada en el nuevo centro de innovación Innópolis. Pertenece al sector del Conocimiento, uno de los cuatro de la ciudad Yachay.

    En los primeros seis meses de este 2015 se espera tener habilitado totalmente el espacio para que pueda ser aprovechado por los emprendedores, Indra y otras firmas que quieran apoyar la iniciativa. En esa infraestructura se invierten USD 10 millones.

    Hoy, 6 de febrero, se firmó el convenio que permitirá la creación de la fábrica de software en Yachay. Foto: Andrés Jaramillo/ EL COMERCIO.
    Hoy, 6 de febrero, se firmó el convenio que permitirá la creación de la fábrica de software en Yachay. Foto: Andrés Jaramillo/ EL COMERCIO.
  • Las ideas innovadoras se mostraron en una feria

    Andrea Gordón

    Las temáticas fueron variadas;desde la construcción de figuras en impresoras 3D hasta la ejecución de un brazo robótico que ayude a las personas con discapacidad. Este tipo de proyectos, que se presentaron en Innopolis en Urcuquí (Imbabura), buscaron ser ejecutados en el Centro de Emprendimiento de la Ciudad del Conocimiento Yachay.

    Ramiro Moncayo, gerente de Desarrollo Industrial y Productivo de la empresa pública Yachay, explicó que esta cita se constituye en una feria que se desarrollará todos los años, para que expertos internacionales dicten charlas.

    El objetivo de este evento es que motiven a los emprendedores ecuatorianos, para que puedan ejecutar sus proyectos en el ámbito tecnológico y científico.

    En el Centro de Emprendimiento hay un espacio de ‘crowdworking’. Se trata de un lugar para que los emprendedores puedan desarrollar sus proyectos de forma independiente o en colaboración con otras personas o empresas.

    Las iniciativas que se gesten en este lugar tendrán asesoría y asistencia técnica, infraestructura e insumos variables de desarrollo de mercado, que permitan a los usuarios industrializar sus proyectos a corto plazo, a escalas local e internacional.

    Moncayo indica que este espacio tiene áreas que constituyen un importante gestor tecnológico: ‘coworking’, ‘softlanding’ y un FabLab (Laboratorio de Fabricación y Prototipado).

    Precisamente en este laboratorio hay impresoras 3D, tomógrafos para escanear, ­aulas y herramientas interactivas para que los usuarios puedan generar sus iniciativas tecnológicas. “El objetivo es que el emprendedor pase de la idea a la acción”.

    En el FabLab se ha destinado un espacio para que los niños también puedan desarrollar su creatividad y empiecen a realizar figuras con plastilina. Según los voceros de Yachay, esto demuestra que para ge­nerar conocimiento en el campo de la ciencia solamente es necesario ser creativo.

    Rubén, de 8 años, creaba con sus manos un muñeco. Lo bautizó Ronald, su función es cuidar los cultivos de la zona de Urcuquí y evitar que las personas tengan que cuidarlas. Para el pequeño, la tecnología es una buena alternativa para que las personas del sector puedan trabajar mejor y no se preocupen por el riego de las plantas.

    Camila Yanchapaxi, estudiante de 17 años, señaló que este tipo de propuestas permiten que los jóvenes se interesen en el campo de la tecnología, ya que a través de ella pueden generar nuevos mecanismos para facilitar la vida de las personas. Ella quiere ingresar a la universidad y estudiar Robótica.

    Hasta el momento se han registrado 2 400 emprendedores de los cuales se seleccionarán a 50 y se les entregará un capital semilla para que desarrollen y hagan realidad sus propuestas.

  • Jorge Uquillas, sus ideas innovan en la medicina

    Sebastián Angulo. Redacción Quito / LÍDERES

    Unos 40 minutos le toma llegar desde su nueva casa hasta su lugar trabajo. Desde septiembre del año pasado, Jorge Uquillas viaja en autobús -hasta que compre un auto- que lo transporta desde Ibarra al campus de Yachay, en Urcuquí (Imbabura).

    En el trayecto que conduce a este centro educativo en construcción, montañas y laderas verdes forman parte del paisaje que convencieron a este quiteño, o como el mismo se autodenomina «puembeño» (oriundo de Puembo, parroquia rural ubicada al oriente de Quito), a radicarse en la ‘Provincia de los lagos‘ .

    Pero más allá de un ritmo de vida apacible, la idea de fundar la carrera de ingeniería biomédica en el país, le convenció dejar Boston (EE.UU.).

    Uquillas, a sus 34 años de edad, es el director de los departamentos de Ingeniería Biomédica y Química de la Universidad de Yachay Tech.

    Cuando se mudó, luego de 14 años fuera de Ecuador, culminó su etapa de investigador en el Departamento de Medicina del Hospital Brigham and Women, debido a su posdoctorado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. También, realizó otro posdoctorado en el Departamento de Ciencias de la Salud y Tecnología del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

    Uquillas, entre algunos de sus trabajos, desarrolló técnicas de vascularización en tejido óseo utilizando biorreactores, además de trabajar en ingeniería de cartílago utilizando ‘high-troughput screening‘ (método probado para la identificación de nuevas y potentes entidades químicas).

    En definitiva, el trabajo de este científico consiste en desarrollar tecnologías, equipos y terapias médicas.

    Este académico creció en medio de prótesis, rayos X y libros de medicina, debido a que su padre, Alfredo Uquillas Freire y su tío abuelo, Gonzalo Uquillas Loaiza, fueron cirujanos ortopédicos y traumatólogos.

    Gracias a esa influencia, cuando culminó la secundaria en el Colegio San Gabriel, en 1998, decidió estudiar ingeniería química en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    Carlos Romero fue compañero de clase de Uquillas en la secundaria jesuita. Él, quien actualmente es gerente de riesgos en una aseguradora, lo recuerda como alguien «balanceado». Era un buen estudiante, pero también realizaba otras actividades. Por ejemplo, Romero lo recuerda como «un destacado billarista».

    Asimismo, en sus tiempos libres tenía una banda de rock junto con sus compañeros; él tocaba la batería e interpretaban canciones de bandas de ese género, como las de la argentina Soda Stereo, cuenta Romero.

    Su primer contacto con el mundo académico estadounidense fue cuando realizó un intercambio en la Universidad de Carolina del Norte, donde estudió química orgánica y computacional en el 2002. Un año después se graduó de ingeniero químico en la USFQ.

    César Zambrano, decano de la Escuela de Ciencias de ese centro educativo, fue profesor de química de Uquillas durante tres semestres.

    El catedrático cuenta que «no era un estudiante destacado y nunca buscó destacar». Sin embargo, dice Zambrano, identificaron su potencial para estudiar en el extranjero. De hecho, él le recomendó que ingresara en la Universidad de Purdue, Indiana, EE.UU.

    «Uqui», como le conocían en la USFQ, «fue el estudiante con la defensa de tesis más larga de su facultad, que duró cerca de dos horas y media», comenta Zambrano. Su trabajo consistía en un biorreactor para estudiar el crecimiento bacteriano.

    En el 2004, Uquillas estudió su maestría en ingeniería química y biológica en el Instituto Tecnológico de Florida (FIT, por sus siglas en inglés). Ahí desarrolló una tesis que consistió en crear un reactor bioquímico, para utilizarlo en estaciones espaciales de la NASA.

    Posterior a ello, en el 2007, el ecuatoriano hizo su doctorado en Purdue en ingeniería biomédica, con especialización en Ortopedia y Traumatología. Su disertación consistió en desarrollar tendones y ligamentos artificiales utilizando ingeniería de tejidos.

    Ozan Akkus, profesor de los departamentos de Ingeniería Biomédica y Cirugía Ortopédica de Case Western Reserve University (Ohio, EE.UU.), fue uno de sus mentores. Akkus, a través de un correo electrónico, señala que la característica más importante de Uquillas es su amabilidad. «Siempre discreto y respetuoso con todos. Él era un jugador ávido de fútbol y él todavía está involucrado en el deporte, pero en menor medida».

    Akkus, quien mira al ecuatoriano como un «invistigador dedicado», compartió con él una vivienda por un mes y gracias a ello -sostiene- que es «muy maduro, confiable, y muy ordenado».

    Cuando no está trabajando en sus proyectos académicos a Uquillas le gusta tocar la batería y percusión. También practica deportes, como la natación y el atletismo. Escucha bandas de rock progresivo como Dream Theater y lee con frecuencia a Cortázar y Benedetti.

    Sus ideas innovan en la medicina

    Su aporte. Fue el mentalizador, organizador principal, y director del Comité Científico del Primer Congreso de Ingeniería Biomédica y Modelización Matemática en Biociencias del Ecuador.

    Publicaciones. Su investigación y contribuciones científicas se han difundido en más de 25 publicaciones y exposiciones en el mundo académico.

  • Héctor Rodríguez: ‘Yachay será el puente entre los sectores público y privado’

    César Augusto Sosa. Redacción Quito / LÍDERES

    La Ciudad del Conocimiento, como se denomina a Yachay, involucra la creación de un parque tecnológico, otro industrial y una zona de biotecnología, articulados en 4 800 hectáreas, en Urcuquí. El Gerente de Yachay cuenta que esta ciudad está planificada para la innovación tecnológica y contará con institutos públicos y privados de investigación, empresas de alta tecnología, una universidad y espacios para el desarrollo de biotecnología y agricultura experimental. Las clases empezarán en marzo.

    ¿Qué institutos públicos trasladarán sus instalaciones a Yachay?

    Los de investigación como el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), el de Energías Renovables, el de Salud Humana, de Biodiversidad. Son 12 en total. Cada entidad tiene una lógica de ‘cluster’ y estará en una especie de barrio donde interactuará con empresas.

    ¿Está lista la infraestructura?

    Hemos hecho intervenciones patrimoniales que, en algunos casos, ya se han entregado. Por ejemplo, la zona administrativa de la universidad y las residencias para profesores. En febrero del 2014 entregaremos el pabellón de aulas, la primera biblioteca y la residencia para estudiantes. A finales de este año ya tendríamos consolidadas las zonas académica y de los institutos, con al menos dos de cuatro ‘clusters’ terminados. A inicios del 2015 estarán en pleno funcionamiento, pero la universidad abrirá sus puertas este próximo marzo con el módulo de nivelación. Y en septiembre, empezará el primer año.

    ¿Con qué carreras?

    Tenemos cinco áreas de especialización: ciencias de la vida, nanociencias, tecnologías de la información y comunicación, petroquímica y energía renovable y cambio climático. Cada una tiene la opción de licenciatura o de ingeniería.

    ¿Las mallas académicas ya están definidas?

    Sí. Este mes empieza el trámite de aprobación en el Consejo de Educación Superior. Y la Senescyt emitirá un informe hasta obtener el permiso de funcionamiento. Hay 30 días de plazo.

    ¿Y los profesores?

    En marzo empezamos el módulo de nivelación con los estudiantes y durará hasta septiembre. Tenemos una lista de 500 profesionales inscritos, de los cuales hemos tomado en cuenta a 40 con PhD, quienes se insertarán desde el módulo de nivelación. Luego se incorporarán docentes más especializados, que ya están seleccionados.

    ¿Cuántos estudiantes entrarán?

    En el primer módulo de nivelación hay 200, pero hay espacio para 100 estudiantes más.

    ¿De todo el país?

    Vienen hasta de Galápagos. Tendremos un sistema tipo internado, al estilo norteamericano, donde los estudiantes tienen vivienda y jornadas extendidas de estudio, liberándolos de la responsabilidad de trabajar para poder estudiar.

    ¿Todos tienen una beca?

    La beca es de manutención, según la condición económica. Si es hijo de un empresario con altos recursos, dentro del decil de mayores ingresos de la población, no tendría beca, que es un salario básico.

    ¿Cuál es el presupuesto de Yachay?

    El proyecto cuenta con una asignación plurianual de USD 1 040 millones para los próximos 4 años, básicamente para infraestructura. Yachay no disputa recursos al Fondo Permanente de Desarrollo Universitario y Politécnico (Fopedeupo); es decir, no le quita fondos al resto de universidades en preasignaciones. A partir del quinto año, luego de su acreditación, sí será parte de esta asignación.

    ¿Desde cuándo será autosustentable?

    Calculamos que a partir del 2016 tendremos una facturación importante por generación de tecnología. Eso nos permitirá cubrir los costos operativos.

    ¿Cómo participarán las empresas privadas?

    Hemos firmado convenios con 30 empresas. Yachay es una plataforma de servicios que ofrece: talento humano especializado, infraestructura y equipamiento, servicios básicos, tecnología y recursos financieros bajo la lógica de capital semilla y de riesgo para ideas o proyectos de negocio con oportunidades de mercado.

    ¿De dónde sale ese capital semilla?

    De un fondo que se denomina Emprende Yachay. Son recursos públicos, pero otra parte es crédito de la banca pública y privada. Se trata de incentivar al sector privado para que genere mecanismos de financiamiento permanente para este tipo de proyectos.

    ¿Qué incentivos existen para que las empresas o emprendedores vayan a Yachay?

    Ofrecemos talento humano, apalancamiento de recursos financieros, infraestructura privilegiada y equipamiento, todo bajo la lógica de un ‘Hub’. Por ejemplo, si la Asociación de Empresas Textiles quiere desarrollar nuevas fibras usando nanotecnología, difícilmente podrá financiar un laboratorio que cuesta USD 15 millones. Entonces, nosotros hacemos esa inversión, pero coordinamos con otras instituciones como cámaras de la construcción, universidades y empresas interesadas en usar este tipo de materiales. De esa forma se aprovecha el laboratorio para múltiples usos. Las empresas llegan, obtienen lo que buscan y pagan por ese servicio. Por eso Yachay es una empresa pública, cuyo fin es brindar el servicio y cobrar para reinvertir en equipos.

    ¿Qué infraestructura ofrecen a las empresas?

    Ofrecemos servicios de calidad: energía eléctrica, agua segura, servicios de tecnología, etc.

    ¿Qué marca la diferencia?

    En Yachay garantizamos que nunca se irá la luz. Tenemos cuatro anillos de redundancia: sistema nacional interconectado, paneles fotovoltaicos, un generador térmico y una central hidroeléctrica (Piñal Tumbabiro), con conexión directa a Yachay. Para negocios de alta tecnología hay sistemas de voz y datos. Ofrecemos tres anillos de redundancia, proporcionados por la CNT, Movistar y un tercer proveedor con el cual estamos negociando.

    UN VISTAZO A SU HOJA DE VIDA

    La formación. Graduado como Sociólogo en la Universidad Católica. Doctor en Políticas Públicas.

    La experiencia. Profesor de la Universidad Internacional del Instituto de Altos Estudios Nacionales – IAEN. Director de la Agesi, asesor del Secretario de la Senplades. Presidente del Directorio del IECE.

  • Las empresas privadas y Yachay EP desarrollan alianzas

    Redacción Quito

    Mejorar la genética del ganado ecuatoriano, fomentar el emprendimiento en la industria de software, desarrollar nuevas tecnologías para el sector florícola, innovar en la industria bioquímica…

    Los anteriores son parte de los objetivos trazados de manera conjunta entre Yachay EP y unas 30 empresas y gremios productivos privados, como Walpana, Cobiscorp, la Asociación de Ganaderos de la Sierra y el Oriente (AGSO), Microsoft, Grupo Oro, Expoflores…

    Los acuerdos y las cartas de intención existentes hacen énfasis en las cinco líneas de investigación que busca promover esta entidad pública: TIC, ciencias de la vida, energías renovables, nanociencias y la industria petroquímica, todas alineadas en el cambio de la matriz productiva que impulsa el Gobierno.

    El modelo que propone Yachay EP es el siguiente: el Estado invierte con alto riesgo en innovación e investigación, dotando un modelo de trabajo a la carta; es decir, definiendo conjuntamente las necesidades del aparato productivo para catapultarlo. En palabras de Héctor Rodríguez, gerente de la empresa pública, la aspiración es que «Yachay sea una catapulta del sector productivo ecuatoriano».

    Como ejemplos de acuerdos con el sector privado, Rodríguez menciona algunos. Con la AGSO se está implementando un clúster de investigación genética del ganado ecuatoriano. «Esperamos desarrollar nuevas variedades genéticas, para evitar importar hasta pajuelas. La idea es desarrollar una genética propia».

    También habla de un centro de investigación y desarrollo de tecnologías de la información y la comunicación, junto a la CNT, Telefónica y Cisco. «La meta es contar con un centro de desarrollo de ‘big data’, para manejar grandes volúmenes de información aplicada a la mejora de sistemas de salud, de agua, etc.».

    Una de las empresas que tiene firmada una carta de intención es Microsoft, con sede en EE.UU. Su gerenta en Ecuador, Guadalupe Durán, describe al concepto de Yachay EP como un Silicon Valley local. «Nuestra intención con la entidad es fomentar el emprendimiento en la industria de software en Ecuador, diferenciarnos, potenciarnos y exportar tecnología«. Durán agrega que entre las intenciones está levantar un centro de desarrollo de innovación de tecnología, para aportar con transferencia de conocimiento y ‘coaching’ para los estudiantes. También menciona la llegada de mentores de Microsoft desde EE.UU. y la posibilidad de que estudiantes de Yachay viajen a la base de la multinacional.

    Expoflores, el gremio de los floricultores, también tiene una carta de intención. Su vocero, Alejandro Martínez, explica que la idea es desarrollar nuevos cultivos aprovechando el sector donde se asienta Yachay (el valle de Urcuquí, Imbabura, a unos 2 200 m sobre el nivel del mar). «Pensamos en un cultivo experimental para mejorar las técnicas de trabajo y beneficiar al sector florícola».

    Según la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), la empresa pública Yachay EP gestiona la construcción de la Ciudad del Conocimiento Yachay. El monto total de inversión del proyecto es de USD 1 041 182 639, 45. Este programa es catalogado como purianual para el período 2012-2017.

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  • Los primeros acuerdos firmados

    Yachay pretende ser el puntal para el cambio de la matriz productiva. El engranaje entre la Academia, la innovación y la industria ecuatoriana.

    Para ello, las alianzas estratégicas son claves en el proceso de vinculación con el empresariado, para plasmar las ideas en proyectos concretos de desarrollo.

    Uno de los sectores que más apuesta por la investigación y la innovación es el ganadero. Hace cinco meses, la Asociación de Ganaderos de la Sierra y el Oriente (AGSO), suscribió un acuerdo con la entidad pública. El convenio, cuenta Juan Pablo Grijalva, gerente general de la Asociación, busca mejorar la crianza del ganado ecuatoriano para conseguir mejores productos.

    Para ello, explica el ejecutivo, el convenio cuenta con dos puntales: el primero es la construcción de laboratorios para el mejoramiento genético de los animales. El segundo es la capacitación continua a los ganaderos del país.

    Por esta razón, el proyecto incluye la instalación de tres laboratorios en el campo de Yachay EP, para la transferencia de embriones, la transferencia de embriones in vitro y la extracción de semen, fresco y congelado.

    El área de construcción tendrá entre 2 500 m² y 3 000 m², en una superficie total de 40 hectáreas. Para concretar este proyecto, que se prevé esté listo a principios del próximo año, se realizará una inversión público-privada de aproximadamente USD 1,5 millones.

    En el momento trabajan 20 técnicos de la AGSO en la búsqueda de expertos internacionales para el asesoramiento. Procedimientos argentinos y neocelandeses están en la mira.

    Otro aliado es Telefónica Movistar. Juan Manuel Casas, su presidente Ejecutivo, asegura que firmaron un convenio, «para que el talento ecuatoriano se quede en el país y no tener que emigrar a Silicon Valley, por ejemplo».

    El acuerdo consiste en la creación de un laboratorio de innovación centrado en soluciones para ciudades digitales (‘smart cities’). Este centro buscará resolver problemas como la eficiencia en el tráfico, el consumo de agua para riego público, la electricidad, la seguridad ­ciudadana, entre otros.

    Walpana -un emprendimiento ecológico que se dedica a la fabricación de productos de limpieza con materias primas naturales-, también tendrá su centro de operaciones en la Ciudad del Conocimiento. Javier Pozo, su gerente, estima que para mediados de este año tienen previsto que empiece la producción.

    Para ello, invertirán USD 600 000, en la maquinaria, los insumos y el laboratorio para investigación. Su portafolio de productos posee cuatro categorías: cuidado del hogar, cuidado personal, industrial y automotriz.

    Otra de las alianzas se suscribió con la Cámara de Transportistas Pesados del Ecuador. El objetivo es crear el primer instituto de investigación para el servicio de transporte para la profesionalización de este sector, así lo asegura Nelson Chávez, presidente del gremio.

    Opciones para las compañías

    El trabajo. Yachay EP ofrece dos modalidades a las empresas: Zete y Proyectos.

    Zete. Con la zona económica de desarrollo especial, la empresa se instala en Yachay EP y obtiene reducción del 5% del Impuestos a la Renta; tarifa 0% de IVA en importación de bienes de capital y materias primas, entre otros.

    Proyectos. Se fijan necesidades y una inversión en el tiempo para disfrutar de los resultados.

    LA PROPIEDAD INTELECTUAL INQUIETA A LAS EMPRESAS

    Las definiciones de propiedad intelectual, de lo que es una patente, sobre derechos de autor -entre otros- son temas que generan inquietud entre representantes de empresas y gremios que están vinculados con Yachay EP.

    Berioska Torres, directora ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Software (Aesoft), tiene la percepción de que aún no están claros los conceptos y alcances de una patente o de un derecho de autor. Ella añade que en todo desarrollo la propiedad intelectual está involucrada. «Por eso buscamos que se promuevan esos conceptos».

    Guadalupe Durán, gerenta de Microsoft en Ecuador, comparte lo dicho por Torres. La ejecutiva añade que es necesario educarnos en diferenciar una patente, un registro de marca, etc.. «No podemos generalizar y pensar que lo que ocurre en una industria se replica exactamente igual en otra. Una cosa es ser autor, desarrollador, inventor, etc. Hay que entender diferencias y conceptos de propiedad intelectual en cada industria».

    Torres y Durán están a la expectativa de lo que se plantee en el Código Orgánico de la Economía Social de Conocimiento. En esta normativa habrá un capítulo específico sobre la política de propiedad intelectual, según lo comentó en diciembre pasado René Ramírez, titular de la Senescyt.

    La representante de Aesoft, gremio que agrupa a 132 empresas, añade que los representantes de Yachay EP han ofrecido en las reuniones sostenidas respetar la propiedad intelectual. «Pero lo que no está claro son los límites o las formas», dice Torres.

  • El memo de la semana: Yachay, ¿una oportunidad?

    En los últimos siete años, la relación entre los empresarios y el Gobierno no ha logrado consolidar una agenda común, que permita alcanzar objetivos concretos. Las restricciones a las importaciones, que se traduce en la aplicación de normas y regulaciones a la industria, es el más reciente capítulo de este desencuentro entre los sectores público y privado.

    A raíz de la aplicación de la Resolución 116 del Comité de Comercio Exterior (Comex), los sectores productivos se han visto en la necesidad y obligación de ajustar sus procesos a las disposiciones oficiales. Eso, sin duda, ha ocasionado el malestar de los industriales, por las afectaciones en su competitividad y productividad, más allá de los acuerdos que han firmado empresas que buscan oportunidades, con el cambio de matriz productiva y con las limitaciones a los productos importados.

    En este contexto, ¿puede haber un punto de encuentro entre ambos sectores? Aparentemente no, pero el desarrollo de Yachay o la Ciudad del Conocimiento puede ser una posibilidad de acercamiento. Por ahora, unas 30 compañías privadas han logrado acuerdos o tienen listas cartas de intención con la empresa pública Yachay EP.

    En esos convenios se plantean objetivos comunes, en proyectos de investigación, desarrollo e innovación. Pero para que el camino de Yachay sea fructífero se requieren reglas claras en temas de propiedad intelectual, apertura a la inversión extranjera, sin sesgos ideológicos, y trabajo integrado entre el Estado y el sector privado. ¿Es posible?

  • Movistar-Yachay-Municipio de Quito: La tecnología es el eje de trabajo en equipo

    Redacción Líderes

    La Empresa Pública Yachay y Movistar firmaron, en septiembre, un acuerdo de colaboración interinstitucional, para trabajar en la investigación y el desarrollo de tecnologías.

    El objetivo es ejecutar programas específicos para la creación de soluciones móviles, en el ámbito de las competencias de la Empresa Pública Yachay y de Telefónica Movistar. Este acuerdo tendrá una duración de cinco años.

    El convenio se dio luego del Campus Party 2013, en el que Movistar trabaja en los últimos tres años con otra entidad pública: el Municipio de Quito.

    Esta relación es otro ejemplo de acuerdos público-privados. Dagmar Thiel, gerente de Relaciones Institucionales de Movistar en Ecuador, explica que la operadora móvil, por su actividad, necesita la coparticipación del Estado. «Es parte de nuestra esencia«.

    Según la ejecutiva, en el cambio de matriz productiva que propone el Gobierno, las alianzas público-privadas son indispensables. «Si se quiere cambiar la matriz hay que tener una visión clara que la establece el sector publico, pero que se aterriza con la inversión de la empresa privada. El Gobierno ha madurado mucho en temas de alianzas y tiene una mejor disposición».

    Otra alianza que la operadora de telefonía móvil mantiene con el Municipio de Quito es la de ‘coworking’ en las instalaciones de la Agencia Municipal de Desarrollo ConQuito. Allí, la compañía colabora con la parte tecnológica para conectar a los emprendedores con el mundo externo. «Con la herramienta Open Future se conectan con emprendedores de los 25 países donde opera Telefónica».

    ¿Qué beneficios logra Movistar? Thiel señala que la empresa gana presencia en proyectos y un mercado futuro.

  • Nelson Vinueza, un maestro de la química

    Sebastián Angulo. Redacción Quito / LÍDERES

    En quinto curso adquirió su amor por la química. Gracias a su profesor Jorge de la Calle, del Colegio Americano de Quito, Nelson Vinueza quiso hacer de las fórmulas, los elementos, reactivos y experimentos, su vida.

    18 años después, este quiteño se convirtió en un destacado profesor del Departamento de Ingeniería Textil, Química y Ciencias de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.).

    Y no solo eso. Vinueza es canciller del Programa de Excelencia, en el área de Análisis Químico Forense. Este es un proyecto del centro de estudios que busca reclutar a los profesores del más alto nivel en diferentes áreas.

    Su periplo por el mundo de la ciencia inició en 1996, cuando terminó sus estudios secundarios. Thomas Tamayo, quien es su amigo desde la época de colegio, lo recuerda como «un joven normal, alguien muy agradable».

    Una de las cualidades que destaca es que era «muy centrado y tenía los objetivos muy claros». Un muchacho que en los tiempos libres le encantaba jugar ecuavoley, tanto, que incluso fue seleccionado de la provincia de Pichincha.

    Cuando obtuvo el bachillerato, por un momento dudó entre la ingeniería electrónica o la química. Finalmente, se inclinó por química industrial e ingeniería química en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    César Zambrano, vicedecano de Investigación del Colegio de Ciencias e Ingeniería de la USFQ, fue su profesor. Él comenta que era un estudiante ‘excepcional y emprendedor’.

    Uno de los recuerdos que tiene de Vinueza es que tenía su propio negocio de champú y que lo distribuía hasta en la provincia del Carchi. Gracias a su desempeño académico fue ayudante de cátedra y desde esa época ya mostraba sus aptitudes para la docencia.

    Su labor en esas funciones fue destacada, al punto que sus estudiantes lo apreciaban por su metodología a la hora de enseñar. «Era mejor que algunos profesores», comenta Zambrano.

    En el 2001 obtuvo el bachelor en ingeniería química y dos años después el de química industrial. Su siguiente meta era el posgrado. Por ello, comenzó la aplicación a varias universidades de EE.UU., como la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Texas Austin, entre otras. Pero se decidió por la Universidad Pardue (West Laffayette, Indiana).

    En ese centro de estudios, inició en el 2003 el programa de doctorado en Química Orgánica Física. Cuando cursaba el programa de estudios conoció a Herbert Brown, ganador del Premio Nobel de Química en 1979.

    En el camino para obtener su PhD estuvo bajo la tutela de la investigadora Hilkka Kenttämaa. Allí estudió la reactividad química de centro-carbono tri y tetraradicals, como una manera de mejorar el diseño de medicamentos contra el cáncer. También, completó el programa menor forense.

    A decir de Vinueza, una de las piezas claves para alcanzar sus objetivos fue Vanessa Gallardo, su compañera de carrera en la USFQ y quien se convirtió en su esposa en el 2006. Cuatro años después de su boda alcanzó su PhD y en ese mismo año fue becario posdoctoral del Departamento de Energía (DOE), en el Centro Catalítico de Conversión Directa de Biomasa en Biocombustibles (C3BIO), un centro de investigación de la Universidad Pardue.

    Durante este tiempo, el enfoque de investigación de Vinueza fue el desarrollo de nuevos métodos de espectrometría de masas (técnica para identificar compuestos desconocidos), para el análisis de la lignina y la celulosa de productos de degradación, así como bioaceite.

    Gracias a ello, recibió el Premio Multidisciplinario para Investigación Colaborativa (MARC, por sus siglas en inglés), que lo otorga el Departamento de Energía de EE.UU. (DOE).

    En el 2013 formó parte del Proyecto Prometeo, la iniciativa del Gobierno ecuatoriano para atraer a científicos destacados. En abril del año pasado se unió a la Fiscalía del Ecuador, para trabajar en el Área de las Ciencias Forenses.

    Durante seis meses estuvo encargado de la apertura de tres nuevos laboratorios de química, biología y de histopatología; los primeros en Ecuador.

    Xavier Buitrón, director de la Unidad de Infraestructura de la Fiscalía, asegura que Vinueza se encargó del diseño de los edificios para la construcción de los laboratorios. «Es alguien muy cordial y amable, abierto a cualquier persona», añade Buitrón.

    Asimismo, este PhD contribuirá para la creación de un Centro de Investigación en Textiles y Materiales Especiales en Yachay, según lo asegura Ramiro Moncayo, gerente de Desarrollo Industrial Productivo del proyecto.

    Desde el año pasado se integró a la Universidad de Carolina del Norte; en sus tiempos libres, gusta de ir al teatro, pasear o pasar tiempo con su familia. Es padre de Sofía y anhela volver al país para aportar con sus conocimientos en el desarrollo de la ciencia.

    En la Academia

    2001. Bachelor en Química Industrial en la Universidad San Francisco.

    2003. Bachelor en Ingeniería Química en la Universidad San Francisco de Quito.

    2010. PhD en Química Orgánica Física en la Universidad Pardue.

    2012. Posdoctorado en biocombustibles, becario en la Universidad Pardue.