Etiqueta: agricultura

  • La labor agrícola se concentra en la costa

    redacción guayaquil

    De los 283 520 kilometros (km) de superficie que tiene el Ecuador, en el 2012 se destinaron 73 800 km para sembríos y labor agrícola. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el 48,14% de estas tierras se dedica a pastos cultivados. La Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua (Espac) realizada por el INEC reveló estos datos.

    Esta encuestas se realizan el último trimestre de cada año; desde el 2002 se investigó a 42 781 Unidades de Producción Agropecuaria (UPA). En los lugares en donde existen las UPA se estima que viven alrededor del 55% de productores.

    Otro dato: en el Ecuador existen unos 2 millones de trabajadores del sector agropecuario. Y los tipos de cultivo que se dan con mayor frecuencia en el país son los permanentes y transitorios. Ambos cultivos se los realiza más en la Costa. Así, a escala regional, en la Costa se siembra el 70,04% de sembríos permanentes y un 61, 36% de transitorios del total nacional.

    En Manabí se concentra la mayor superficie dedicada a pastos, cultivos permanentes, transitorios y barbecho. En esa provincia se cultivan 1,2 millones de hectáreas (has), seguido por Guayas con 811 791 ha y Los Ríos con 560 288.

    Los cultivos permanentes de mayor producción son la Caña de Azúcar, banano y la palma africana. El arroz, el maíz y la papa son en cambio los productos transitorios más sembrados. En Guayas y Los Ríos se cultiva alrededor del 93% del arroz nacional. En el caso de la caña de azúcar, se tiene previsto cosechar 570 000 toneladas de caña de azúcar en este año. La industria espera una producción récord de 11,5 millones de sacos de azúcar de 50 kilos, hasta diciembre próximo, cuando culmine la cosecha.

    Al analizar las superficies más importantes en relación al uso del suelo en el país, del 2005 al 2012 se observa que la superficie dedicada a cultivos permanentes en estos años presenta un crecimiento positivo del 1,35 %. El 2009 fue el año de mayor crecimiento con 6,73%. Durante el 2012 se observa un incremento del 0,25% respecto al año anterior, según indica un informe del INEC.

    En el caso de la de la producción y crianza de ganado, en el 2012 en el país se registraron 7,8 millones de cabezas de ganado de los cuales 5,2 corresponden a ganado vacuno. Con ello se estima una producción anual de 5,6 millones de litros en el 2012. El porcino registra 1,1 millones de cabezas en todo el país.

    La Región Sierra lidera la producción de leche a nivel nacional aportando con 76,7% del total. El ganado porcino en el Ecuador supera el millón de cabezas.

    Según esta encuesta se registraron 37 millones de aves criadas en planteles avícolas, mientras que las criadas en campo fueron 9,7 millones.

    La superficie total ocupada por montes y bosques registró un uso del 0,19%, entre 2005 y 2012 a escala nacional.7 millones de hectáreas se destinan a la labor agrícola en el país.

  • Invedelca lleva más de tres décadas en el cultivo de champiñones

    Redacción quito

    Cerca de 87 días dura el proceso de producción de champiñones. Para cosechar un hongo de calidad, que sea digno de la receta de un plato gourmet o tan solo de una pizza, se requieren procedimientos rigurosos.

    Adentrarse en el cultivo del agaricus bisporus (nombre científico del champiñón) es ingresar a cuartos oscuros y fríos, llenos de compartimentos de madera, conocidos como camas, donde en un período de 17 días crecen pequeños brotes redondos y blancos.

    Todos estos conocimientos forman parte de la tradición de Invedelca, una firma quiteña que desde hace 34 años se dedica al cultivo de este producto.

    En la década de 1960, el champiñón era desconocido para los ecuatorianos. La compañía estadounidense Amcesa decidió instalar su planta en el país, debido a las condiciones climáticas favorables para la producción.

    Así, en 1967 esta firma extranjera abrió su plantación y área de empacado en Alóag (al sur de Quito). En esa época su producto estrella era el champiñón en conserva. La producción anual llegaba 45 450 kilogramos de hongos frescos y 363 600 de enlatados; de esa cantidad, más del 90% iba a EE.UU. y Europa.

    Sin embargo, la empresa dejó el país en 1974. Cinco años después, el grupo Izurieta Mora Bowen decidió comprar la planta que en ese entonces se encontraba abandonada. Así, en 1979 nació la empresa familiar Invedelca. Este grupo invirtió unos USD 5 millones en el terreno de 4 hectáreas y la maquinaria.

    Invedelca comenzó a comercializar champiñón con la marca Güipi; desde el principio sus canales de venta fueron la cadena Supermaxi, así como restaurantes y hoteles. La firma se dedicó a la venta de champiñones frescos y dejó a un lado los hongos enlatados. En esa época la producción anual llegaba oscilaba entre 30 000 y 40 000 libras.

    En la década de 1980 comenzó a dinamizarse el mercado del champiñón con la aparición de otras empresas nacionales de este segmento.

    Para la década de los 90, la empresa se consolidó debido a la ampliación de sus canales de distribución; la creciente presencia de supermercados del país le permitió llegar a más consumidores.

    Gustavo Riquetti, gerente de Invedelca, cuenta que Güipi se convirtió en una marca tradicional en las perchas de los autoservicios gracias a sus décadas de trayectoria. Pero quedaba un asunto pendiente: llegar a mercados internacionales. Por eso, en el 2006 comenzaron a vender a Costa Rica y en el 2010 a Panamá.

    El año pasado la firma exportó 64 000 libras a estos dos destinos. En el 2011, la cantidad fue de 160 000 libras. La caída fue porque bajó la materia prima y se priorizó el mercado local.

    Beatriz Ortíz distribuye Güipi desde hace 26 años en Cuenca. Ella reparte los hongos a hoteles, restaurantes y pizzerías de esa ciudad. A la semana entrega 750 kilos. «La calidad y el sabor son claves».

    Ramiro Armas, jefe de Compras del Alameda Hotel Mercure (Quito), señala que trabajan con Invedelca desde hace 27 años. A la semana adquieren entre 20 y 30 kilos. Armas sostiene que la calidad de los champiñones es excelente. En esto coincide Luis Janeta, propietario de JM Catering Services, quien adquiere el producto desde hace ocho años.

    La producción Meta del 2013. Para este año la meta total de producción es cultivar y empacar 2 200 000 libras.

    Duplicar las metas. Para el 2016, la firma prevé llegar a un pico de producción de 4 000 000 libras. La empresa prevé ampliar su planta y estrategia para conseguir este objetivo.

    Sello de calidad.  Actualmente, el proceso de producción cuenta con el sello de calidad ISO 9001.

  • Sector cafetalero se declara en estado de emergencia

    Redacción Quito. Revista LÍDERES

    La semana pasada, el Ministerio de Agricultura de Ecuador (Magap) declaró en emergencia al sector cafetalero. La medida obedece a una reducción de la producción en un 33% en el último año.

    En el 2012, la producción de café en el país superó las 600 000 sacas, de 60 kilos cada una. Pero este año, según los cálculos de la Cartera de Estado, la producción no alcanzaría las 400 000 sacas, causando pérdidas de hasta USD 50 millones en el último año.

    La principal causa de esta reducción es la presencia de roya, un hongo que afecta a las plantaciones de café. «Ecuador sufre el efecto de esta plaga, debido a que el 80% de las plantaciones de café son de edad avanzada», con más de 30 años de edad, explica Rubén Corral, responsable del Área de Investigación del Consejo Cafetalero Nacional (Cofenac).

    El gerente del proyecto de Reactivación de Café y Cacao del Ministerio, Javier Villacís, agregó que la presencia de roya no es un problema reciente ni es exclusivo del Ecuador.

    Esta plaga, según expuso Villacís en rueda de prensa, está afectando a cerca del 50% de las 200 000 hectáreas que se destinan en el país para el cultivo de café.

    Las provincias productoras de café en donde se registra una mayor infestación del hongo roya son Loja, Manabí, El Oro, Pichincha y Bolívar.

    Como medida, el Ministerio proyecta reactivar la producción del grano para recuperar en el corto plazo 165 000 hectáreas de café. De estas, 105 000 hectáreas son de la variedad de café arábigo y las 60 000 restantes de café robusta. También se entregará paquetes con fungicidas a los productores.

    De la primera variedad, 85 000 hectáreas a renovar se encuentran ubicadas en zonas cálidas como Manabí y zonas bajas como Loja, Zamora o El Oro. De la variedad de café robusta, 24 00 hectáreas se renovarán en la Amazonía norte y 36 000 en Guayas y Santa Elena.

    Como parte de este proyecto de reactivación, en el que se invertirán USD 130 millones hasta el año 2020, el Ministerio dispuso la importación de 85 toneladas de semilla de café arábigo del Brasil, resistente a la roya, que permitirán obtener una producción de hasta 40 quintales de café por hectárea.

    «Ecuador produce cinco quintales (244,8 kilos) por hectárea, la idea es incrementar al menos a 40 quintales por hectárea, para tener un promedio competitivo a escala mundial», dijo Villacís.

    Colombia es el mayor comprador de variedad de café robusta ecuatoriano. Hasta agosto de este año había adquirido 109 000 sacos por USD 13,6 millones, de acuerdo con el Ministerio.

  • El fin de los envíos de alcachofa deja aprendizajes

    Redacción Quito y Cuenca

    El cierre de exportaciones de alcachofa en conserva, por parte de Industria Nacional Agroexportadora (Inaexpo), deja varias lecciones para los actores involucrados y plantea varias interrogantes.

    Este 30 de abril, 79 productores, en su mayoría de la Sierra centro, realizarán la última entrega de productos a Inaexpo, que forma parte del Grupo Pronaca.

    Ellos prevén que sus cultivos de alcachofa, pasen a ser tierras para siembra de papas, frutas, lechugas o para el pastoreo.

    Desde la empresa se señala que el motivo principal del cese de exportaciones es la pérdida de competitividad en los precios a causa de la sobreoferta en mercados internacionales.

    Perú y Egipto lo invadieron todo con el producto. Esto llevó a una caída de los precios. Inaexpo indicó que los importadores pedían una reducción del 20% en los precios para mantener las compras, lo cual hacía al negocio poco rentable.

    Analistas opinan que algunos factores que explican este hecho fue la concentración de las ventas en un solo mercado, y la falta de diversificación de la producción para explorar nuevos nichos.

    Al respecto, Inaexpo sostiene que la búsqueda de compradores ha sido una tarea constante.

    La empresa señala que participa en 26 países de los cuatro continentes. Pero EE.UU. es el principal importador con una participación del 65 % de la alcachofa en conserva del mundo.

    Además, Inaexpo afirma que en los años de operación, desarrolló productos que incluían alcachofas marinadas, mix de alcachofa más palmito y tapenades.

    Otros actores del sector productivo analizan este caso y sacan sus conclusiones y lecciones. Para Alfredo Zeller, presidente de la Asociación de Exportadores de Brócoli, uno de los problemas del sector agrícola es la falta de innovación e inversión para tener mayor competitividad en los mercados internacionales.

    La falta de acuerdos comerciales impide a los productores hacer inversiones de más largo plazo; por ello no se arriesgan a comprar nueva maquinaria o mejores insumos para las siembras.

    Zeller añade que los compradores internacionales «no se animan a realizar contratos a largo plazo con las empresas ecuatorianas porque no saben su futuro en temas de tratados comerciales».

    Para la consultora agrícola Red CampoBiz, es evidente que no existió ni existe un programa operacional que contenga un estrategia nacional gubernamental de respaldo para los productores para administrar y/o minimizar impactos.

    Red CampoBiz añade que es indispensable la consolidación de un programa integral nacional que funcione de manera ágil y respalde a los productores financiera y legalmente, para la identificación de oportunidades de negocio y así poder incursionar en nuevos mercados.

    Pero, además, el caso evidencia la sensibilidad de otros productos a destinos como EE.UU y la Unión Europea. Productos como rosas, flores, medias nylon, brócoli, atún, etc., han perdido competitividad debido a la incertidumbre que genera la falta de acuerdos a largo plazo.

    Mientras países como Perú, Colombia, Costa de Marfil, etc., que generan estos productos, han logrado acuerdos que les permiten ingresar con cero arancel a esos mercados.

  • Costa Rica, Tailandia, Costa de Marfil..compiten con Ecuador

    Redacción Quito

    EL mercado de la Unión Europea

    Entre el 2006 y el 2011 se destinó un 29,5% del total de la producción no petrolera a la Unión Europea (UE), según un informe de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor). Un 83,5% de las exportaciones ecuatorianas de madera van a este destino. Le sigue el palmito (62,1%), el banano (28,5%), el atún entero o en trozos (23%), los extractos de café (22,5%), los camarones congelados (16,9%), entre otros.

    Estos productos podrían perder ventajas competitivas desde el 2014 cuando termine el sistema de preferencias arancelarias que la UE otorga al país. Algunos de estos productos, que hoy pagan cero arancel, tendrán aranceles de hasta un 24% el próximo año. Los principales competidores del país son Costa de Marfil, Costa Rica y Tailandia que tienen menores aranceles.

    Alfredo Zeller, presidente de la Asociación de Exportadores de Brócoli, comenta que en el caso de su sector perdió competitividad por la incertidumbre por la falta de acuerdos comerciales.

    Por esta razón, los productores no realizan inversiones. «En nuestro caso hemos buscado más mercados y hemos exportado a Rusia y a Uruguay, pero las cantidades son insignificantes».

    Agrega que los pequeños productores requieren capacitación, sistemas de riego y consolidar la industria procesadora.

    Según el Estudio Estadístico de las relaciones comerciales e inversión entre la UE y Ecuador, a marzo del 2013 y elaborado por Fedexpor, aunque la UE está comprando más tabaco sin desvenar, jugo de naranja, sandías, guayabas y mangos, las ventas de Ecuador de estos productos fueron menores. Pero otros productos, también de gran demanda en el mercado europeo, como palmitos, flores cortadas, jugos de frutas, rosas y hortalizas congeladas crecieron.

    Otro segmento sensible son las micro, pequeñas y medianas exportadoras. El 84% de empresas que realizan envíos de flores a la UE son mipymes. Este segmento empresarial también tiene una fuerte participación en cacao (67%), café (59%) y otros productos agrícolas (64%).

  • Lo orgánico abre las puertas de Europa

    Redacción Quito

    Una barra de chocolate de Ethiquable es el punto de encuentro del cacao fino de aroma de Ecuador y de Costa de Marfil, de quinua de Bolivia y azúcar orgánica de Paraguay. Pero no son los productos los que se fusionan, sino el sueño de pequeños agricultores de alcanzar los mercados europeos.

    Ethiquable es una empresa francesa especializada en comercio justo que busca alianzas desde el 2003 con pequeños campesinos de América Latina y África para vender sus productos en supermercados y tiendas de Francia, Bélgica y Alemania. El trabajo de esta firma empezó con seis asociaciones y una línea de 16 ítems. Uno de los primeros fue el café orgánico de pequeños agricultores de Loja, Zamora y El Oro asociados en la Federación Regional de Pequeños Cafetaleros Ecológicos del Sur (Fapecafé).

    A este se sumaron quinua, aguas aromáticas y, recientemente, chocolate y pulpa de frutas de otras organizaciones ecuatorianas. Ethiquable trabaja solo con productos orgánicos.

    El compromiso de esta empresa con los agricultores es pagar un precio en condiciones de comercio justo. «Respetamos un precio mínimo, aun cuando este supere al del mercado. Y damos un premio si es producto orgánico», anota Nicolás Eberhart, de Ethiquable en América Latina.

    Así, si el precio del quintal de cacao está en USD 140 en el mercado internacional, la firma paga USD 40 adicionales por ser orgánico y 20 más como incentivo por participar en el comercio justo. Otra característica es que la firma francesa no compra más del 50% de la producción a fin de obligar a los productores a buscar otros clientes en el mercado nacional o internacional para que no dependan de un solo comprador.

    La firma tiene presencia en más de 4 000 supermercados solo en Francia, pero a partir del 2008 abrió dos filiales en Alemania y Bélgica para diversificar su mercado. Hoy, la empresa trabaja con organizaciones de agricultores de 20 países como Perú, Colombia, El Congo, etc.

    Sebastián Castillo, presidente de la Federación de Organizaciones Negras y Mestizas del suroccidente de Esmeraldas, Atacames y Muisne (Fonmsoemam), es uno de los agricultores beneficiados de la alianza, que le deja ingresos de unos USD 1 600 al año.

    «Nos pagan un mejor precio que los intermediarios por el cacao». Sin embargo, comenta que conseguir clientes nuevos ha sido uno de los principales problemas de la asociación. La falta de recursos y de apoyo estatal les obliga a entregar el resto de su producción a intermediarios que se llevan su utilidad.

    Los ingresos

    Las ventas. En el 2003 Ethiquable vendió 300 000 euros y en el 2012 alcanzó los 15 millones de euros (USD 19,5 millones). Entrega cada año 9 millones de productos (incluye barras de chocolate, frascos de mermeladas, entre otras).

    El trabajo en Ecuador. Ethiquable trabaja con seis organizaciones de agricultores.

    Los empleados. La firma tiene un equipo de 62 empleados que se encargan de la producción, comercialización y desarrollo de productos. Los trabajadores son los accionistas mayoritarios.

    La cartera de productos. La firma tiene hoy un listado de 120 productos, de estos entre el 30 y 40% es chocolate, 20% café y el resto son té, jugos, etc.

  • La política agrícola reduce efectos negativos

    En el agro

    Entre los agricultores ecuatorianos, las posibilidades de abrir las fronteras por un acuerdo comercial requiere de una política de Estado. Si bien la apertura se daría escalonadamente (según el producto, se definiría los años para abrir completamente el mercado) hace falta dinamizar los procesos productivos. Así lo asegura el ingeniero agrónomo Fernando Zambrano.

    Según este especialista, cuando el país estaba en las mesas de negociaciones, tanto con EE.UU. como con la Unión Europea (UE), se llegaba al mismo punto: Ecuador no está en capacidad aún para competir de igual a igual.

    «Si el Gobierno negocia un acuerdo comercial de este tipo, debería adelantarse y desde ya empezar a modernizar el agro. Eso se logra con reformas agrarias importantes y apoyo financiero, para que el agro genere valor agregado. De lo contrario, las salvaguardias o los estímulos (subsidios) no contrarrestarán los bajos precios de producción de estas regiones más desarrolladas».

    Hace varios años, por ejemplo, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) presentó un estudio sobre el posible impacto de un TLC con EE.UU. en el sector agrícola. En el documento se mencionaba que «el comercio agropecuario del Ecuador hacia los EEUU está concentrado en pocos productos, 50 de ellos representan el 98% del total».

    Las entidades agrarias del país han detectado que hay sectores que podrían tener un impacto negativo: los cereales, principalmente arroz y maíz, oleaginosas (palma africana, soya y girasoles), papa, azúcar, cárnicos (bovino, porcino, y partes de aves), y lácteos.

  • La falta de competitividad cerró el mercado

    Redacción Quito

    Las causas

    La eliminación de la lista de exportaciones de la alcachofa en conserva, un producto no tradicional al que le apostaron una empresa y 122 agricultores de la Sierra centro, obedece a dos factores.

    El primero es la fragilidad del comercio exterior ecuatoriano, reflejada en precios menos competitivos. En este caso específico ante los costos reducidos de la alcachofa de Perú y Egipto.

    Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, cree que esta debilidad es el factor estructural. «Es la consecuencia trágica de no tener acuerdos comerciales».

    Ribadeniera señala que en Perú posiblemente hubo mayor inversión por parte de los productores en el sector de alcachofa, para tratar de aprovechar el acuerdo comercial que les da cero arancel y «eso nos dejó fuera del mercado».

    La falta de una política comercial con acuerdos de largo plazo con los principales mercados del país (EE.UU. y la Unión Europea) pone en riesgo otros productos.

    Carlos de la Torre, catedrático de la Universidad Católica de Quito, dice que el problema de la competitividad tiene dos dimensiones: calidad y precio. Si ambas son inferiores en el mercado internacional, los productos son desplazados.

    De la Torre añade que otro aspecto es la falta de diversificación. «Si existe una concentración de ventas a un solo destino, el nivel de vulnerabilidad es alto».

    Para los analistas, el segundo factor que explica el caso de la alcachofa es la falta de planificación en la cadena de producción. De un lado están los agricultores que se concentran en el monocultivo sin darle un valor agregado a la producción. Y, por otro, están las empresas, que no diversifican mercados internacionales y su portafolio de ítems.

    Para Freddy Naranjo, uno de los productores de alcachofa perjudicado, «hace falta mayor capacitación para los agricultores». Comenta que dedicarse al monocultivo es peligroso. En este caso, los productores lo hicieron porque, en principio, era rentable y «fue una oportunidad para recibir mayores ingresos».

    Al respecto, Carolina Córdova, asesora técnica en agricultura y agroindustrias, señala que este problema se repite constantemente en los agricultores del país. Córdova explica que la mayoría siempre le apuesta a productos que comienzan a tener popularidad en los mercados internacionales.

    En principio la siembra puede generar réditos, pero aparecen competidores y el negocio decae años después.

    Por ello, Córdova considera que una de las soluciones para este eslabón de la cadena es brindarles mayor capacitación y asesoría, para que procesen sus productos y puedan buscar por su cuenta mercados internacionales.

    Para el catedrático de la Carrera de Administración de la Escuela Politécnica del Ejército (Espe), Jorge Ojeda, la falta de información es otro problema para que los pequeños y medianos productores y empresarios evalúen el mercado internacional y busquen clientes, o países de interés. Eso hace que algunas empresas concentren algunas exportaciones.

    El Mercado de EE.UU.

    Medias nylon, espárragos baldosas… son sensibles

    Un 78,4% de lo que vende Ecuador al exterior tiene como destino EE.UU. Pero la falta de acuerdos con este socio comercial y de planificación productiva deja pocas oportunidades competitivas frente a otras naciones.

    La importancia de ese mercado para el país es mayor para productos como medias nylon (el 97%), espárragos (83%), baldosas (77%), entre otros. Le siguen en concentración las rosas (37%), conservas de atún (36%), brócoli (32%), etc. Xavier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), señala que el sector ha percibido la pérdida de mercado de EE.UU. desde hace algunos años por la incertidumbre del Atpdea. «Si no se logra una extensión vemos un serio problema para medias nylon, pues el arancel es muy alto -entre 14 y 16%- y en otros productos sensibles textiles llega hasta el 30% o 35%». En tanto, dice, otros como China y Honduras tienen ventajas operativas que les permite ofrecer mejor precio.

    Según un estudio a agosto del 2012 de la Federación Ecuatoriana de Exportadores esta falta de competitividad se traduciría en una reducción de USD 254 millones en las importaciones que EE.UU hace del Ecuador, en los tres primeros años sin preferencias arancelarias. Otro sector sensible son las micro, pequeñas y medianas empresas exportadoras. A este segmento pertenecen un 51% de exportadoras de flores, un 57% de empresas del segmento de frutas y legumbres, etc.

  • Los reclamos por la apertura comercial nacen en el agro

    Bogotá Agencias EFE y AFP

    Colombia tiene una «deuda histórica» con el campesinado por el incumplimiento de acuerdos por parte del Gobierno, la falta de representación política y la alta tasa de víctimas del campo en el conflicto armado, según un estudio local.

    «Es claro que el Estado colombiano ha fracasado en asegurar un satisfactorio reconocimiento político del campesinado y no ha logrado trascender el poder de influencia de agentes políticos que expresan resistencias a los cambios estructurales propios de las clases terratenientes regionales», señala el estudio elaborado por el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep).

    La presentación del informe, titulado ‘Luchas sociales, derechos humanos y representación política del campesinado 1988-2012’, coincidió con una huelga agropecuaria que reivindica un cambio estructural en el modelo de desarrollo rural y medidas de protección frente a los Tratados de Libre Comercio y los altos precios de los insumos para el campo.

    «Las demandas que reclaman los campesinos en el paro son demandas que se habían expuesto y hacen parte de la protesta social que han protagonizado en los últimos 25 años», explicó Sergio Coronado, coordinador del equipo de tierras del Cinep, quien alertó que hasta que no exista un reconocimiento real del campesinado, las protestas seguirán en Colombia. Según Coronado, «las políticas agrarias y de desarrollo rural no han tenido en cuenta al campesinado, no porque no tenga propuestas, sino porque el sistema político no ha permitido que estén representados».

    El estudio muestra que la lucha campesina ha sido constante en Colombia. Un 15,5% de todas las protestas registradas desde 1988 al 2012 ha sido de campesinos, principalmente por la falta de tierras, las violaciones de los derechos humanos, los daños ocasionados por actores del conflicto armado o para pedir acceso a infraestructura y servicios.

    Eberto Díaz, uno de los organizadores de la protesta, señaló que la crisis agraria se remonta a 1990, cuando el Gobierno liberalizó el comercio, y se agravará cuando empiecen a ser aplicados de lleno los TLC con EE.UU. y la UE. Puso como ejemplo que mientras una carga de papa de 50 kg cuesta USD 39, el agricultor recibe 13, y un productor de leche percibe 27 centavos de dólar por litro, cuando en el 2010 obtenía 62 centavos.

    • 2012 es el año que entró en vigencia el TLC con EE.UU.
  • La degradación del suelo cuesta 40 000 millones al año

    Julio César Rivas. Toronto, AFP

    La degradación del suelo cuesta al año USD 40 000 millones, pero la utilización de sistemas de gestión de suelo enfocados en el largo plazo permitiría producir 2 300 millones de toneladas más de cultivos en todo el mundo, según un estudio de la ONU. La cantidad extra de producción agrícola tiene un valor de USD 1,4 billones, añade el estudio, que indica que «el enfoque en ganancias a corto plazo fuerza a las mayores tasas de extracción posibles, lo que produce una gestión insostenible del suelo y su degradación».

    Según el estudio, entre el 10 % y el 20 % de las tierras de secano y el 24 % de los terrenos utilizables del mundo están degradados, lo que supone la reducción o pérdida de diversidad biológica y productividad.

    El estudio, titulado ‘Economía de la degradación de los suelos’, cifra en USD 40 000 millones las pérdidas anuales que supone la degradación de estos suelos. Además, esta problemática afecta especialmente a 1 200 millones de personas que viven en las zonas rurales más pobres del mundo, los que más dependen de lo que el suelo produce para su subsistencia. Y es un problema que sigue aumentando.

    En las zonas de secano del planeta, donde viven 2 000 millones de personas, cada año se pierden entre 8 y 10 millones de hectáreas de suelo arable, una superficie similar a Austria.

    El estudio indica que tal degradación «es principalmente el resultado de la mala gestión del suelo, hambrunas relacionadas con sequías y las percepciones erróneas de la abundante producción de comida, grandes reservas de alimentos en Europa, fronteras abiertas, comida subvencionada relativamente barata, bajos precios del suelo y abundantes recursos energéticos y acuíferos».

    El crecimiento previsto de la población de aquí al 2050, cuando se estima que la Tierra estará habitada por 9 000 millones de personas, exigirá un aumento de entre el 70 % y el 100 % de la producción de alimentos de los recursos terrestres que existen en la actualidad.

    «Si la productividad del suelo se mantiene a los niveles actuales, se estima que se necesitará convertir a producción agrícola alrededor de 6 millones de hectáreas al año, una superficie equivalente al área de Noruega, hasta 2030 para satisfacer la demanda», señala el estudio que se hizo público la semana pasada.

    Más alertas

    • Inversores.  Desde 2007-2008 hay una proliferación de inversores que compran o alquilan terrenos.
    • Déficit. La inversión está por debajo de lo que se necesita para cumplir la demanda de alimentos.
    • 9 000 millones de personas tendrá el planeta en el 2050