Etiqueta: agricultura

  • Los proyectos se dirigen hacia el desarrollo de los negocios

    Redacción Guayaquil

    En el Centro de Investigaciones Biotecnológicas de la Espol se desarrollan procesos que permiten el aprovechamiento de desechos y excedentes agrícolas. Cuando las investigaciones se llevan a la práctica se crean productos.

    Por ejemplo, estudiantes de la carrera de Licenciatura en Nutrición e Ingeniería en Alimentos elaboraron barras nutritivas con base en los desechos de maíz, arroz, soya, banano y cacao de la Costa ecuatoriana. El proyecto ganó el primer lugar en el concurso Premio Odebrecht para el Desarrollo Sostenible.

    Boris Ramos, coordinador de la carrera de Ingeniería en Electrónica y Telecomunicaciones, comenta que los proyectos se ejecutan en los niveles de pregrado y posgrado. Algunos destacados por los estudiantes de tercer nivel es el desarrollo de sistemas de comunicación inalámbricos, que incluye el sistema estándar de Tv digital adoptado por el país. «La investigación es importante para impulsar la tecnología y por ende nuevas oportunidades de emprender».

    La Espol también dirige sus investigaciones a los mejoramientos de procesos y sistemas. Por ejemplo, cuando se evidenció la falta de seguridad de los pacientes que ingresan a los centros médicos se desarrollaron las Normas que garanticen la seguridad de los pacientes en las áreas médicas. «Con el laboratorio de Electrónica Médica se ha venido trabajando en crear, modificar o actualizar estas normas», comenta Miguel Yapur, decano de la Facultad de Electricidad y Computación. Estas normas serán evaluadas por el Ministerio de Salud Pública.

    Para incentivar el emprendimiento la Espol constituyó en el 2008 el Club de Emprendedores que tiene como objetivo crear iniciativas, además del área empresarial, en lo social, cultural…

    La Espol tiene un plan prioritario de investigación hasta el 2020. Este plan se enfoca en 6 líneas de trabajo: Agricultura y Producción Animal; Clima y Ambiente; Educación y Comunicación; Energías Alternativas y Renovables; Manejo Ambiental; y, Tecnología Industrial.

    Uno de los objetivos de la institución guayaquileña es que las investigaciones sean rentables, de manera que la indagación científica y académica puedan sostenerse por sí solas. Para ello aspira a patentar y comercializar sus principales productos, tecnologías e innovaciones que están perfeccionadas.

  • Los seguros agrícolas son una oportunidad

    Redacción Quito

    El seguro agrícola cubre las consecuencias de los riesgos que afectan a la producción agrícola, pecuaria y acuícola, y puede ser utilizado para mitigar daños tanto por riesgos menos frecuentes como los de alta severidad.

    Así lo expuso Rolando Hernández, de la firma Arch Reinsurance Agrícola, en el marco de la XXXIV conferencia hemisférica de la Federación Interamericana de Empresas de Seguros (Fides), que se llevó a cabo en Guatemala y que concluyó el jueves de la semana pasada.

    Estos seguros, explica Hernández, está presente en 18 países de los 25 de la región, con aproximadamente 80 compañías, con un grado de variación importante en cuanto al nivel de sofisticación, penetración y oferta de productos.

    México, Argentina y Brasil son los principales países en cuanto a volumen de primas de estos seguros, mientras que naciones con muchos años de experiencia en este ámbito son Argentina, Uruguay y Panamá. Entre los países que han desarrollado el seguro agrícola en los últimos 10 años citó a Chile, Brasil, Paraguay, Honduras, además de Ecuador, Perú y Colombia.

    A modo de conclusión, puso énfasis en la falta de desarrollo del seguro agrícola en muchos países, en las amenazas derivadas del cambio climático, pues no hay casi ningún país de la región que no haya sufrido desastres naturales en los últimos tres años. El incremento de los precios de las ‘comodities’ es una oportunidad de negocio en los seguros agrícolas. Y su desarrollo dependerá de la habilidad del sector público y privado para resolver los retos futuros.

    También abogó por la necesidad de empresas en este mercado que gocen de alta credibilidad, sean independientes y ofrezcan un buen servicio de inspecciones, primas y monitoreo.

    En esta Conferencia Hemisférica de Seguros de la Fides, que se llevó a cabo en Antigua Guatemala por tres días, se acordó incrementar la participación de las compañías en América Latina.

    Los representantes de las empresas presentes en la Conferencia acordaron también trabajar en la simplificación del sistema de serguros para que la población contrate los pólizas. En el evento se nombró a Marco Antonio Rossi como presidente de esta asociación.

    El nuevo representante de las aseguradoras resaltó tres pilares que deben atender las empresas para incrementar la cobertura en la región: simplificar la contratación de pólizas para alcanzar a personas de bajos ingresos, mejorar la comunicación para la adquisición de los servicios y revisar el marco regulatorio de los seguros. «Tenemos que lograr que las personas entiendan que los seguros son para todos y no solo para un grupo. Claro, esto es un proceso continuo«, dijo.

  • Premio internacional a la calidad de Tankay

    redacción quito

    Cinco años después de constituirse, la empresa social Tankay accedió a una de las certificaciones más exigentes del mundo en materia agrícola.

    La firma ecuatoriana obtuvo la certificación de Global G.A.P., una iniciativa del sector minorista agrupado bajo Eurep (Euro-Retailer Produce Working Group), y de los supermercados en Europa continental.

    Estos grupos han venido, desde 1997, armonizando sus normas y procedimientos y desarrollando un sistema de certificación independiente para las Buenas Prácticas Agrícolas (G.A.P.).

    Hoy, esta certificación es un requisito casi obligatorio para colocar los productos en los supermercados. La norma tiene su base en cómo las empresas trabajan en el tema ambiental (agua, suelo, fauna y flora…); el tema técnico, propiamente, es decir, si se están utilizando los productos de acuerdo con la normativa de la Unión Europea bajo ciertos aspectos sanitarios, de cosecha, etc.; y el tema del cumplimiento de estándares sociales.

    Dennis Brito, gerente general de Tankay, cuenta que el premio es el resultado de un concurso que Global G.A.P. abre a todas las empresas en el mundo. Esta firma escogió a 18 empresas de distintos países. Tankay pasó esta primera fase y, al elegir a los ganadores, se leyó su nombre. La firma ecuatoriana compartió el premio con una empresa de India, que se dedica a producir té, otra de Israel y una productora de maní en Argentina.

    «Las otras ganadoras eran unos monstruos de empresas con unos capitales y extensiones de producción gigantescos. Y ahí le dimos a la lucha», reseña un emocionado Brito.

    Tankay es una palabra quichua que significa ‘impulsar’. En octubre del 2009, un grupo de personas vinculadas a Cáritas Ecuador decidió constituir esta empresa social, que tiene como objetivo ser una plataforma tecnológica y de mercado para productos andinos con demanda en los mercados internacionales.

    Actualmente, Tankay gestiona 30 hectáreas en la hacienda Puichig, en Machachi (Pichincha). Desde hace cuatro años produce uvilla de exportación bajo la norma de calidad Global G.A.P.

    «Definitivamente, el premio nos abre muchas oportunidades de mercado. Los clientes están super felices y se sienten bien contentos», concluye Brito.

    Datos Empleo. En la actualidad Tankay da trabajo a 35 familias de la zona de Machachi y sus alrededores.

    Proyectos. La firma apoya dos proyectos en Santo Domingo de los Tsáchilas. Uno de producción de pitahaya amarilla (20 hectáreas) y otro de plátano barraganete (65 ha). 100 estudiantes reciben apoyo.

  • ¿Por qué medio mundo habla hoy de la chía?

    Santiago Ayala Sarmiento / Redacción Quito / LÍDERES

    Cualquiera diría que es alpiste y pasaría de largo. Pero es chía, una semilla que poco a poco ha ganado seguidores, por ser un superalimento utilizado por atletas de alto rendimiento.

    Hasta el año pasado, el producto podía comprarse únicamente en tiendas naturistas o en los mercados, por lo que era poco conocido. Pero en enero del 2014 nació Corporación Kunachia, fundada por Carlos Gutiérrez y Santiago Stacey, jóvenes ecuatorianos que vieron en Canadá y EE.UU. cómo la semilla de chía era aprovechada como suplemento nutricional, ya que está cargada de fibra, proteína, vitaminas y Omega 3. No tiene olor ni sabor.

    Para la producción, la empresa cuenta con terrenos de características arenosas, con temperaturas cálidas-secas. Están ubicados en Santa Elena e Ibarra. Además, el modelo de negocio les ha permitido agrupar a 80 agricultores, que están sembrando entre 2 y 3 hectáreas cada uno. A ellos se les paga un precio oficial y se les brinda la capacitación para la siembra y cosecha.

    La demanda ha crecido estos meses y actualmente Kunachia ya comercializa 4 toneladas al mes de chía (10 000 fundas de 280 gramos). Para fin de año se prevé llegar a vender 30 000 fundas. Desde agosto de este año se realizará la primera exportación a Panamá (aproximadamente 1 tonelada mensual), a un centro de distribución masiva. También están en diálogos con cadenas de Honduras, Japón y EE.UU.

    Además, la firma cuenta con una planta de limpieza de la chía en Guayaquil, y con una planta empacadora, en Quito, donde trabajan 10 personas.

    Para Gutiérrez, el principal escollo que han tenido que enfrentar es el tema de culturizar a la gente para que consuma chía. «No conocen el producto, entonces, sí hemos necesitado una buena campaña en redes sociales. El presupuesto no es muy amplio. Hemos tratado de invertir de manera muy inteligente para poder masificar el consumo del producto». Juan Carlos Salazar, de Salazar & Mestanza Comunicación, está encargado del desarrollo del producto en esas plataformas. Para él, la estrategia es lograr que las familias ecuatorianas incluyan a la chía dentro de su alimentación diaria. «Hemos tenido tanto éxito en estos meses, que las personas nos han empezado a enviar sus propias recetas de platos creados a partir de la chía».

    Cifras y mercado

    • Inversión inicial. Entre siembra, desarrollo de marca, empaque, producto, planta, se realizó una inversión de aproximadamente USD 60 000.
    • La distribución. Actualmente el producto se distribuye en toda las cadenas de autoservicios (Megamaxi, Supermaxi, Fybeca, Mi Comisariato…). Además, se vende en gimnasios, en panaderías, en tiendas gourmet.
  • Grupo Martínez llega a 21 países con la agricultura orgánica

    Redacción Quito (I)

    Cuando se piensa en agricultura orgánica se puede pensar en altos precios, baja producción y poca innovación. El Grupo Martínez Venture demostró lo contrario mediante el desarrollo de insumos orgánicos y producción de flores ecológicas con calidad de exportación.

    Este ‘holding’, fundado el 27 de septiembre de 1993 por Fernando Martínez, comenzó con la producción de rosas de exportación bajo la marca de Florana Farms S.A., en Tabacundo (Pichincha).

    La marca de rosas cuenta con 59 variedades orgánicas que se exportan a 21 países entre los que se cuentan Rusia, EE.UU., Australia, Brasil…

    Gracias al ‘boom’ de las rosas en la década de los noventa, en el 2007 la empresa apuntó a la producción de flores tropicales bajo la marca Rain Forest, en Pedro Vicente Maldonado, noroccidente de Pichincha. En una finca de 300 hectáreas se producen 22 variedades de productos que se exportan a países en Europa, Asia y América.

    En el 2008, después del fallecimiento de su madre, Martínez apuntó a la producción orgánica.

    La empresa experimentó una crisis por la mala calidad de los insumos, supuestamente orgánicos, que utilizaba. Esto generó una pérdida de más de USD 12 millones para la firma. El daño generado al suelo por el uso de químicos dañó la imagen de la empresa en el extranjero. «El nivel del cloro en el suelo fue 10 veces más de lo aconsejado. Habíamos acabado con la empresa».

    La compañía quemó los cultivos de sus cinco fincas en Tabacundo para eliminar el producto dañado y en el 2010 apuntó a generar sus propios insumos orgánicos con la empresa Eco Alternativas.

    Margarita Pavlova, directora del laboratorio Eco Alternativas, que es parte de la empresa, desarrolló con su equipo 30 productos elaborados con desechos animales, vegetales y orgánicos.

    Dentro de los productos que elabora Eco Alternativas están suplementos nutricionales y microorganismos biocontroladores, que permiten crear un balance en el suelo. Esto fue crucial para la recuperación del terreno.

    Con la investigación y un crédito del Bank of America (EE.UU.), en el 2011 la firma se recuperó y aumentó su producción. «La floricultura tradicional trabaja con 60 000 plantas por hectárea. Nosotros trabajamos entre 100 000 a 120 000 por la cantidad de nutrientes que tiene nuestro suelo», indica Andrea Hidalgo, gerenta de Eco Alternativas.

    Así también se desarrolló la producción de ácaros benéficos para evitar el uso de acaricidas químicos. Para esto se utilizan plantas de fréjol donde se reproduce un ácaro depredador que elimina al ácaro que afecta a la producción de rosas. «Con este proyecto reducimos nuestros costos de acaricidas que representaban el 40% del control fitosanitario», cuenta Marco Montaluiza, director de producción de Florana Farms.

    La firma prevé facturar USD 7,8 millones este año y el 99% de su producción está dirigida a las exportaciones.

    En Brasil, Cléber Weyh, gerente de ventas de Elite Flowers, indica que la calidad de las rosas de la empresa ecuatoriana, el tamaño y el largo del tallo, es similar a la producción con agro químicos «pero la diferencia es el valor agregado de un producto 100% natural».

    Ahora la firma trabaja para exportar microorganismos en polvo, así como otros insumos orgánicos.

    Dos claves

    Los insumos orgánicos. Los insumos de Eco Alternativas se utilizan también en fincas de cacao, brócoli, hortalizas y piscinas camaroneras.

    El suelo. La fertilidad del suelo orgánico permite la lombricultura y la eliminación de patógenos.

    El insignia

    ‘Nos enfocamos en mejorar la calidad’

    Marco Montaluiza. Director de producción de Florana Farms S.A.

    Trabajo desde hace 22 años en el sector floricultor y ocho años junto con Florana Farms.

    Hoy observamos que el proceso para recuperar la calidad del terreno fue de un año y medio de trabajo duro. Son mínimas las áreas que faltan recuperar.

    Esto nos hace reflexionar como a veces desprestigiamos el trabajo de los pequeños productores que no utilizan químicos para la agricultura.

    Tuvimos que regresar a la esencia, traer el bosque a la industria para recuperar la producción.

    A veces como productores nos falta humildad; saber que el productor sabe más que incluso los que somos profesionales del área. Hoy, nosotros no importamos ningún insumo y nos enfocamos en mejorar la calidad mediante la producción orgánica. Ese es el futuro.