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  • Mauricio Padilla lidera su startup en Montreal

    Pedro Maldonado Ordóñez. Redacción Quito / LÍDERES

    Fundar una empresa es complicado. Lo es más, si se trata de un emprendimiento en un país que no es el de uno. Pero el grado de dificultad se multiplica si también hay que buscar inversionistas para un segmento que está en auge, como es el desarrollo de aplicaciones.

    Pero Mauricio Padilla, quiteño de 28 años, no lo vio complicado. Este apasionado por el fútbol dejó su natal Ecuador, se instaló en Montreal (Canadá), estudió, trabajó en firmas tecnológicas y fundó el año pasado, junto al italiano James Fabbi, Beysik: una startup que desarrolla aplicaciones deportivas para dispositivos móviles. Su más reciente trabajo es Goler, una ‘app’ que permite visualizar datos y estadísticas de partidos de fútbol en tiempo real. La aplicación llegó al mercado poco antes del Mundial de Brasil 2014 y permite compartir la información en redes sociales.

    La empresa que Padilla fundó es un ejemplo del trabajo remoto que le saca el máximo provecho a la tecnología. Beysik no tiene una «oficina física». El trabajo se ejecuta vía Skype, con videoconferencias, correos electrónicos o llamadas telefónicas. Padilla trabaja desde su casa en Montreal o conectado en cafeterías.

    El equipo de trabajo está repartido en distintos países y ciudades. Los miembros se encuentran en Montreal, Miami, Houston y Quito. Además, la riqueza de esta startup, que cuenta con inversiones de Singapur, pasa por reunir profesionales de Ecuador, Canadá, Italia, Inglaterra, Bolivia y Francia.

    El camino para fundar una empresa tecnológica comenzó, para Padilla, desde su niñez. Siempre le gustaron los juegos de video. Su padre, quien lleva el mismo nombre, recuerda que su hijo estuvo apegado a lo tecnológico. «Se destacaba por su pericia para dominarlos». Además, de niño siempre pedía equipos tecnológicos que, en los años noventa, aún no llegaban a Ecuador.

    A los 12 años, Padilla ya buscaba quemadores de CD y era un experto en descargar música de Internet, con ayuda del desaparecido portal Napster. «Fue solo un hobbie», recuerda en una entrevista concedida a LÍDERES vía Skype.

    La afición por la tecnología se intensificó en el colegio y en su primer año de universidad. Tuvo un proyecto de hologramas que no prosperó. Pablo Pinto, amigo desde la niñez, afirma que las metas y los proyectos que tiene Padilla pueden a veces sonar ambiciosos e inalcanzables para muchos. «Pero eso es lo que lo motiva».

    Pinto no se sorprende por lo logrado por su amigo. «Mauricio es muy hábil para identificar los productos y servicios que tienen potencial. Siempre ha estado a la vanguardia de la tecnología. Durante sus estudios en el extranjero ya empezó a maquinar ideas y estoy seguro que habrá muchos otros proyectos en camino».

    Padilla obtuvo su bachillerato en el Colegio Sek de Quito. Luego ingresó a la Universidad San Francisco de Quito, donde estudió Negocios Internacionales durante un año. Pero este hincha de la Liga de Quito deseaba probar suerte en el extranjero. «Quería conocer nuevas culturas, conectarme con el mundo tecnológico, por eso me trasladé a Montreal, una ciudad que mezcla el estilo europeo con el americano, y en donde están asentadas muchas empresas de software».

    Era el 2005 y apenas se instaló en Canadá continuó con sus estudios en Negocios Internacionales, en Concordia University. Cuenta que estuvo muy emocionado, hasta que empezó a sentir el rigor del invierno canadiense. No se desanimó y siguió con sus planes.

    Entre el 2008 y el 2011 fue ejecutivo de cuentas, de Insight Enterprises, firma proveedora de hardware, software y soluciones de negocios. Luego, se vinculó a Nakisa otra firma del sector tecnológico, en donde fue desde consultor hasta gerente de operaciones para Latinoamérica. En la actualidad, Padilla reparte su tiempo entre Nakisa y Beysik.

    Ese fue el camino que recorrió antes de arrancar con su propia compañía. James Fabbi, el otro fundador de Beysik, recuerda cuando conoció a este ecuatoriano. «Llegó muy bien preparado y con su actitud facilitó el crecimiento de la empresa. Todos en la firma lo aprecian».

    Fabbi, nacido en Italia, lo describe como un visionario que desayuna innovación, almuerza tecnología y pica emprendimiento. «Nunca se le oye decir que algo es imposible, aunque a veces creo que piensa que sí hay cosas imposibles. Por todo eso lo respeto mucho».

    Otra de sus compañeras en Beysik es la inglesa Melloney Jewell. Según la responsable del área de marketing, Padilla es una persona que tiene la habilidad de soñar un proyecto y hacerlo realidad exitosamente. «Es un líder natural que dirige, organiza e inspira a quienes trabajamos con él. Estas condiciones son claves cuando se trata de una startup».

    Hoy en día, Padilla se mantiene concentrado en la empresa que fundó. En sus tiempos libres se las arregla para jugar fútbol y para correr en los parques, a pesar del frío canadiense, o para conducir su motocicleta en los alrededores de Montreal. Piensa en regresar al Ecuador, aunque no tiene fecha. Pero también tiene en la mente los nuevos desafíos de su empresa, como un desarrollo para Google Glass, en el que las estadísticas deportivas siguen como materia prima.

    RESUMEN DE SU TRAYECTORIA ACADÉMICA

    Estudios. Obtuvo una licenciatura en Comercio, en la John Molson School of Business, en Concordia University, Canadá.

    En Ecuador. Estudió en el Colegio Sek y un año en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    Idiomas. Habla inglés, francés y portugués.

  • En marcha el encuentro tecnológico Guayastech

    Redacción Guayaquil

    Buscar que los jóvenes se integren en la realización de programas de combate a la delincuencia, mejorar la calidad de los servicios públicos y promocionar los íconos turísticos de Guayaquil, son los objetivos que tiene el GuayasTech, una antesala de lo que será el Campus Party de Quito.

    La iniciativa está encabezada por el gobernador del Guayas, Rolando Panchana, y Rafael Roldán, presidente del Comité Campus Party de Ecuador.

    Panchana y Roldán abrieron la convocatoria para todos los jóvenes que deseen participar de este encuentro tecnológico.

    Existe un límite de 500 cupos que pueden ser utilizados por universitarios, colegiales o emprendedores con interés especial en el desarrollo de aplicaciones tecnológicas. Los organizadores harán una preselección de aspirantes que tendrán que enfrentar tres retos.

    El primero es #Guayas911, que consiste en una campaña interactiva de lucha contra actos delictivos; el segundo, #ServiGuayas, en el que se analizan los servicios brindados por la Gobernación; y el tercero, #Guayas360, reto orientado al turismo. La cita está prevista para los días 15 y 16 de agosto, en el parque Samanes, en el norte de Guayaquil.

    Roldán indicó que el GuayasTech tendrá 16 horas de contenidos; participarán tres ponentes magistrales e intervendrán 16 expositores y talleristas. Se discutirán temas vinculados con el marketing de emprendedores, la conexión digital con objetos cotidianos y seguridad en redes.

    La Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) también contribuirá en la realización del encuentro GuayasTech, con la conexión de 6 MB de Internet, de fibra óptica.

    Richard Morán, gerente de la entidad, informó que la fibra óptica estará conectada desde la central más cercana y dotará de Internet a los 500 ‘campuseros’. Además, señaló que otorgarán dos plazas de trabajo para los emprendedores que desarrollen aplicaciones enfocadas en personas con capacidades visuales.

    El Campus Party se efectuará en el Centro de Convenciones Cemexpo, del 17 al 21 de septiembre, en Quito.

    Alemania, Inglaterra, Brasil, México y Colombia figuran en la lista de países que acogieron la cita tecnológica.

    Los datos de inscripción y más detalles están en la página web: http://guayastech.com/

  • En esta fábrica de ‘apps’ prima la juventud

    Redacción Quito

    Miguel Vega y su tío Pablo Espinosa, creían que fundar una firma que desarrollara aplicaciones para smartphones, «era pan comido».

    Los dos tenían en mente emprender un negocio rentable y de acuerdo con la demanda del mercado, el ámbito tecnológico se mostraba con un buen futuro.

    Más allá del ímpetu, Vega y Espinosa no tenían una idea clara de cómo funciona una empresa de este sector, y menos cómo se desarrolla una ‘app’.

    A pesar de ello, Vega, publicista de profesión y Espinosa, con amplia experiencia en ventas, fundaron Palapa hace tres años. Palapa es una vivienda al aire libre con techo formado con palmas secas y soportes de madera de palma. Su particularidad es que no posee paredes. Para los emprendedores, su estructura se parecía a lo que buscaban en su empresa: una organización horizontal y sin muros. De ahí nació la marca.

    Hasta el momento, esta ‘startup’ ha invertido unos USD 45 000 en la adquisición de computadoras, renta y artículos de oficinas, entre otros gastos.

    A los dos socios se sumaron Sebastián Mansfield, estudiante de ingeniería eléctrica en redes de comunicación de la Universidad de las Américas (UDLA), y Bram de Geyter, quien vive en Bélgica; ambos, desarrolladores. Mansfield, quien posee conocimientos en programación se encargó de desarrollar la primera ‘app’ de Palapa: CinePass.

    Esta plataforma recopila toda la oferta de películas de los cines de 17 ciudades del país. Los socios pensaron que crear la aplicación y venderla a un cine representaría un solo ingreso. Pero si programan una ‘app’ gratuita, sin costo para los cines y usuarios, podría generar réditos a mediano y largo plazos, de acuerdo con la expansión de la ‘app’; las ganancias se obtendrían por el pautaje publicitario.

    En su primer año de lanzamiento CinePass ya cuenta con unas 35 000 descargas, tanto en iOS como en Android.

    Palapa también ha desarrollado aplicaciones para otras empresas, como Imbauto, concesionaria de autos Chevrolet. A través del programa, el cliente puede agendar citas, solicitar información de repuestos, buscar un vehículo, y más.

    La compañía todavía no cuenta con un ingreso fijo, pero debido al desarrollo de ‘apps’ para empresas, cobran entre USD 1 500 y 10 000, de acuerdo con la complejidad de la plataforma.

    José Valenzuela, director comercial de A+A, una agencia de marketing y comunicación digital, cuenta que Palapa realizó una aplicación parecida a CinePass para Consorcio Fílmico, empresa representante en Ecuador de Universal y Paramount. «El desarrollo de la aplicación demoró un par de semanas y funciona muy bien, es sólida», concluye Valenzuela.

    Wendy Aguas, gerenta de mercadeo de Consorcio Fílmico, señala que con la aplicación los que ganan son los usuarios. «Antes, veíamos las carteleras de las películas en el periódico, ahora se puede acceder por medio del teléfono, que está tan a la mano», señala Aguas.

    Los proyectos
    La venta de tiques.  Palapa busca que por medio de su aplicación los cines del país también puedan vender entradas para las funciones.

    Los anuarios digitales. El emprendimiento tecnológico oferta anuarios digitales para los colegios del país.

  • Los sitios que el viajero debe conocer están en una ‘app’

    Redacción Quito

    Las ‘huecas’ son esos sitios tradicionales no tan artificiales, en los que el turista o visitante puede degustar de la gastronomía, de una manera más directa y vivir una experiencia más real.

    Sin embargo, estos lugares no son tan fáciles de encontrar para los visitantes; al ser informales, no suelen estar registrados por una entidad turística.

    En este inconveniente pensó David Lansdale, quien se alió con Beyond Chacay Foundation hace tres años, para potenciar el sector turístico de Galápagos.

    A la iniciativa también se unió el Gobierno Estudiantil de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y otras entidades gubernamentales.

    Uno de los fines de este proyecto es que el turista también pueda invertir en el desarrollo de la comunidad. Por medio del turismo comunitario, el visitante puede convivir en el sitio y así, apreciar la naturaleza para que le motive a contribuir directamente para su preservación.

    Toda esta iniciativa desemboca en Ecohelix, una aplicación que congrega a sitios como: restaurantes, bares, tiendas de artesanías, entre otros, para que sean fáciles de encontrar por los turistas en su teléfono inteligente, en su tableta o hasta en su computador.

    Los propietarios de los locales pueden entregar información de su negocio, publicar promociones, y asimismo, el cliente puede dejar observaciones y sugerencias del servicio.

    De acuerdo con las preferencias del usuario, la aplicación sugiere opciones desde su base de datos. Pero, para que ello ocurra se necesita levantar la información de todos los sitios, «para mejorar la experiencia del turista«.

    Pero para conseguirlo, se requieren agentes de cambio, que estarán conformados por estudiantes de los colegios Americano, Academia Cotopaxi y La Condamine, así lo asegura Marco Ledesma, gerente comercial de Chacay.

    Por medio de su participación se pretende que los jóvenes tengan una experiencia cercana en Galápagos, para que «aprecien su riqueza natural».

    Otro de los objetivos de Ecohelix es eliminar a los intermediarios, para que el turista se relacione directamente con los emprendedores de este sector.

    La iniciativa nació originalmente hace siete años, cuando Lansdale llegó al país y realizó proyectos de desarrollo en algunas comunidades. Por medio de ello, ha buscado agentes de cambio que inviertan en el emprendimiento turístico.

    También mantienen convenios con universidades estadounidenses como el Tecnológico de Massachusetts (MIT); estudiantes de posgrado han llegado para realizar estudios en la comunidad.

    La aplicación está en fase beta, actualmente recolectan fondos para completar su desarrollo. La inversión total en infraestructura asciende a USD 60 000, para las distintas plataformas.

    Asimismo, esta iniciativa ha creado tours para estudiantes universitarios y colegiales extranjeros, para que recorran rutas de productos como: la guayusa, el aguacate, la rosa y el cacao. En el periplo, los participantes pueden conocer todo el proceso de producción y cómo viven las comunidades en torno a estos insumos.

    El proyecto tiene previsto recibir a los estudiantes de los colegios secundarios quiteños del país durante este mes, para recoger la información. Asimismo, la aplicación en su versión final estará lista durante las próximas semanas.

    El dato: USD 60 000 es el costo en infraestructura para implementar la aplicación

  • Los servicios de las aplicaciones se expanden en Ecuador

    REDS. QUITO Y GUAYAQUIL (I)

    Solicitar un taxi, pedir comida a domicilio o reservar un hotel para las vacaciones son parte de las tareas que ahora se las hace en Ecuador -cada vez con mayor frecuencia- desde un dispositivo ­móvil, sea un teléfono o una tableta.

    Esta tendencia crece en el país y a escala global de la mano del desarrollo de aplicaciones móviles y de la penetración de los teléfonos inteligentes. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), hasta mayo de este año se contabilizaban 1 261 944 ecuatorianos que tenían un smartphone.

    Matthew Carpenter-Arévalo, director de Negocios de Grupo Céntrico, sostiene que Ecuador está ingresando en esta nueva tendencia, gracias a un tema generacional. «Ahora los ‘millennials’ (los jóvenes de la Generación Y) buscan crear sus propios negocios exitosos. Uno de los campos en los que están participando es en el de las aplicaciones móviles, como soluciones para acudir al cine, para realizar compras, etc.».

    Para Carpenter-Arévalo, en esta área todavía existe mucho campo por explorar. Además, plantea un desafío: «los desarrolladores de aplicaciones deberían preguntarse qué soluciones necesitan las personas que viven en una determinada zona de una ciudad».

    Aplicaciones como Hellofood, PedidosYa, Easy Taxi, Tappsi, Despegar.com, entre otras, encajan en esta tendencia en la que el servicio se gestiona a través de una aplicación instalada en un dispositivo móvil. Fernando Cruz, country manager para América Latina de HelloFood, sostiene que hoy en día se siente una demanda de diferentes servicios a través de ‘apps’. El problema es que no hay mayor oferta y faltan empresas que ofrezcan soluciones móviles. «Se encuentran opciones en negocios como farmacias, ropa, viajes, etc. Ahora las personas quieren hacer todo desde su dispositivo móvil», sostiene el representante de la aplicación de pedidos de comida a domicilios, que se utiliza en más de 40 países, entre los que se cuenta Ecuador.

    Cruz aporta con más información y señala que el ‘retail’ o la venta al detalle es un ámbito muy grande. «Todo lo que se compra por teléfono se puede adquirir ahora por un dispositivo móvil. Ecuador está caminando bien y tiene mucha proyección en este campo».

    La aplicación PedidosYa, que también participa en la entrega de comida, es otro actor del mercado ecuatoriano. Federica Hampe, jefa de Comunicación de PedidosYa, indica que lo que se ve en el mercado es un efecto de los avances tecnológicos que han transformado los hábitos de consumo. «El salto del teléfono al dispositivo móvil es una característica de la era en la que vivimos. Ha cambiado la forma de relacionarnos y permite ofrecer comodidad y rapidez a los usuarios de las aplicaciones».

    Boris Paimann, director de Easy Taxy Ecuador, sostiene que en el país existe un gran mercado que está preparado para este tipo de propuestas. Sin detallar cifras sobre el mercado local, el ejecutivo asegura que «Ecuador se ha convertido en uno de los mercados más importantes para la compañía a escala mundial».

    Asimismo, comenta Paimann, otras empresas están tratando de ingresar al mercado ecuatoriano, para competir en el segmento de las aplicaciones.

    El estudio ‘The US Mobile App Report’, elaborado por la consultora digital ComScore y publicado en agosto de este año revela que en EE.UU. más de la tercera parte de los dueños de teléfonos inteligentes descargan al menos una aplicación por mes.

    El informe de la consultora especializada en temas digitales añade que el estadounidense tiene dificultades en su vida diaria cuando no accede a sus dispositivos móviles. Un dato confirma lo dicho: el 57% de los usuarios de smartphones y el 26% de usuarios de tabletas acceden a aplicaciones cada día del mes.

  • Luis Bajaña, un emprendedor del mundo digital

    Sebastián Angulo. Redacción Quito / LÍDERES (I)

    Ocho fueron los intentos fallidos de Luis Bajaña antes de crear su ‘start up’ exitosa. Este guayaquileño de 29 años fue el coautor de varios emprendimientos tecnológicos, pero su idea, Cycle Money, fue la que le abrió las puertas al mundo.

    Esta iniciativa ha ganado los primeros puestos de certámenes como el APPS Challenge de Desarrollando América Latina (DAL Latinoamérica), en su versión nacional y regional. En agosto de este año, su propuesta fue una de las siete seleccionadas del programa Manos Accelerator que cuenta con el apoyo de Google for Entrepreneurs, de un total de 83 candidatas de todo el mundo.

    Esta misma iniciativa tecnológica también fue seleccionada por Start-Up Chile y ahora trabaja en Santiago para la fundación ‘Sociedad de los niños’.

    Cycle Money es «minería urbana». Su proyecto busca reciclar aparatos tecnológicos para que personas que no acceden a este tipo de equipos puedan hacerlo. A través de una aplicación para celulares, se busca que donantes de partes de computadores en desuso se asocien para poder armar un computador.

    Hasta el momento, Cycle Money ha reunido 20 computadores en Santiago de Chile que han servido para favorecer a niños de la ciudad. Esta iniciativa va acompañada de cursos de computación; actualmente Bajaña imparte clases a 20 niños de la comunidad de Macul, en el centro-oriente de la capital chilena.

    Su idea de ensamblar computadoras con partes recicladas se remonta a inicios de la década del 2000. De hecho, su primera computadora la armó a través de esa modalidad. «Estudié Sistemas, porque me llamaba la atención lo caras que eran las computadoras; siempre eso despertó curiosidad en mí», cuenta el emprendedor.

    Cuando estudiaba Sistemas en la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) formó parte de la comunidad Kokoa, que busca promover el uso de tecnologías libres. En el 2006, con esta agrupación desarrollo un programa de reciclaje de aparatos tecnológicos que se llamaba Ayni, que en quichua significa cooperación o solidaridad.

    Tres años después se convirtió en el cofundador junto a Andrés Granda y Marcos Silva de CometBits, una empresa que se especializaba en el desarrollo de aplicaciones. La más exitosa fue Club 40, un juego de Facebook que logró captar unos 200 000 usuarios de esta red social.

    Eduardo Raad, CEO de la firma tecnológica Datilmedia, trabajó con Bajaña en esa época. Él lo recuerda como «un tipo interesante, agradable, creativo», con la habilidad para crear cosas rápidamente.

    Raad y CometBits se asociaron para implementar el servicio de compra de una moneda virtual para poder jugar en Club 40, por medio de mensajes de texto.

    El éxito de este juego hizo que en enero del 2012 CometBits se asociara con Ernesto Hidalgo para fundar Betmul, un sitio web de apuestas en línea en la que el usuario puede apostar sobre cualquier tema y que cuenta con usuarios en Argentina, Chile, Uruguay, Portugal, Italia, entre otras naciones de América Latina.

    Sin embargo, Bajaña dejó esas dos empresas y decidió hacer realidad sus propios proyectos. Mientras tanto, participaba en varios certámenes de desarrollo de software. Por ejemplo, en el NASA Space Apps Global, hackathon de Guayaquil (2013), en el que obtuvo el primer lugar, o en el Angel Hack Chile, en el que obtuvo el tercer puesto. También participó en el Miami Legal Hack hackaton y se ubicó tercero.

    Pero fue en el Campus Party del año pasado que nació el concepto de Cycle Money. Bajaña decidió llevar su proyecto universitario Ayni al mundo digital. Para ello, creó la aplicación que facilite reciclar en el Reto Green Telefónica Movistar hackathon.

    La ‘app’ Ayni se llevó el primer lugar y gracias a ello Eduardo Béjar, director Ejecutivo de la Fundación Ayuda por Internet (Fundapi), le motivó a participar en concursos de DAL Latinoamérica que lo llevaría a Chile.

    Bajaña también ha estado vinculado a fomentar el emprendimiento. Michelle Arévalo, cofundadora de Impacto Quito, una comunidad de emprendedores e innovadores sociales que buscan desarrollar proyectos, cuenta que lo conoce desde hace un año para la realización del Lean Startup Machine. Se trata de un concurso que buscaba crear una empresa en tres días. «Luis es generoso con sus conocimientos (…); tiene esa actitud de apoyar a otras personas».

    En ello coincide Hélene Billaud, CEO de Ayni, una plataforma social que busca apoyar ideas sustentables. «Es uno de los pocos geeks con visión social que conozco», comenta Billaud.

    Por lo pronto, la base de operaciones del guayaquileño sigue siendo Santiago de Chile. Aunque Bajaña se considera un Workaholic, también tiene tiempo para trotar y escuchar bandas ‘indie’, como Phoenix, DIIV, Wild Nothing o leer a Pablo Neruda.

    Su formación y experiencia

    2013. Egresado de Ingeniería en SIstemas de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol).

    2012. Cofundador de Betmul, sitio en línea de apuestas.

    2011. Tercer lugar en el Banco de Guayaquil Hackathon.

    2009. Cofundador de CometBits, una empresa que desarrollaba aplicaciones y juegos para Facebook.

    «En ecuador hace falta una cultura del fracaso. Si eso sucede te señalan, Pero cuando emprendes eso te tiene que pasar para aprender».

  • Herramientas que hacen más sencilla la experiencia de viajar

    Los riesgos de emprender travesías turísticas en lugares desconocidos son cada vez menores, gracias a la tecnología. Las aplicaciones con geolocalización, como Google Maps, permiten a los usuarios llegar a sus destinos con las indicaciones correctas y aplicaciones como Yelp recomiendan restaurantes que facilitan a los usuarios el proceso de aventurarse en un viaje.

    Laura Paladines es una machaleña que está de viaje en España. La joven cuenta que gracias a las aplicaciones como Flightstats, que permite hacer seguimiento de vuelos, y Word Lens, que traduce letreros en otros idiomas, su viaje ha sido tranquilo.

    Alejandro Varas, gerente de Domo, empresa de desarrollo de soluciones tecnológicas en Guayaquil, explica que aunque las aplicaciones turísticas son herramientas útiles, incluso las más populares pueden tener debilidades, «porque se trabaja con la reputación de los sitios que se recomiendan», comenta.

    En tiendas virtuales de ‘apps’ como TripAdvisor, por ejemplo, se leen comentarios positivos pero también cuestionamientos de los sitios recomendados.

    Una de las aplicaciones más populares en Ecuador es Despegar.com. El sitio web que ofrece boletos aéreos y hoteles surgió en Argentina y se ha expandido a 21 países. La aplicación para celulares se lanzó en Ecuador en el 2013 y ya suma unas 400 000 descargas, cuenta Jorge Luis Páez, gerente en Ecuador de la firma. El ejecutivo añade que la buena respuesta en Ecuador se debe a que el acceso a Internet ha crecido.

    «Los destinos más buscados son Miami, Orlando, Panamá y Nueva York; pero los más comprados son los destinos nacionales, porque un boleto nacional cuesta en promedio USD 100 y aún hay temor de ingresar datos para comprar en Internet en montos mayores», explica.

    Otra opción con resultados positivos es Está de Moda, una aplicación con geolocalización creada hace un año por Amparo Gómez, para promocionar turísticamente a Guayaquil. La aplicación tiene 21 categorías que van desde restaurantes, eventos, lugares para visitar y promociones. En este primer año, cuenta Gómez, alcanzaron las 47 000 descargas y el próximo año está previsto que la aplicación promocione todo el país.