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  • Perú apuesta por innovar y dejar atrás la pandemia

    LIMA,  Agencia EFE (I)

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    Para Perú, la innovación y el emprendimiento son el camino de salida a la crisis causada por la pandemia, en el entendido de que “de cada problema surge una posibilidad” y que solo con nuevas ideas se evitará la cruda elección entre “la salud y la economía”.

    Ese fue el objetivo en el Innóvate Perú Summit 2020, el mayor evento en el país para emprendedores, inversores, innovadores, gremios empresariales, universidades, agentes multilaterales y en general todos los actores del ecosistema de innovación y desarrollo de nuevas empresas y negocios, que se realizó la semana pasada.

    “La innovación. Nos hemos dado cuenta que esa es la respuesta al gran dilema que hemos vivido estos últimos 10 meses. ¿Qué priorizar, economía o salud? Y claramente la innovación es lo que hace posible que no tengamos que sacrificar nada de eso”, explicó a Efe Rosmary Cornejo, coordinadora ejecutiva del Programa Nacional de Innovación para la Competitividad y Productividad – Innóvate Perú-, del Ministerio de la Producción peruano.

    Ese organismo es el responsable de organizar un evento que este año tuvo su segunda edición en un momento muy complicado a escala global pero que, sin embargo, pone de relieve el interés en la innovación como solución y como una política de Estado, necesaria e imprescindible.

    “Hemos visto estos meses que con la innovación se han reactivado empresas, como por ejemplo con las aplicaciones de entrega a domicilio, que han roto el mercado pese a la pandemia y han servido como instrumento para que muchas empresas lleven productos a sus clientes… la innovación es la respuesta”, subrayó Cornejo.

    Más allá del intercambio de información y conocimiento, el Innóvate Perú Summit 2020 buscó poner en contacto a todos los agentes del ecosistema innovador tanto locales como extranjeros.

    “En nuestra primera edición perseguíamos poner en la agenda pública el tema de la innovación (…). Se logró y tuvimos unos 1 500 participantes, una cifra importante. Este año queremos enfocarnos a este nuevo mundo, a la nueva situación que nos presentó la naturaleza, para no declinar y decir que todo está perdido, sino para ver que de cada problema, hay una oportunidad”, razonó Cornejo.

    Así, se busca que esta convocatoria sirva para “conseguir aprovechar la gran oportunidad” que la crisis ofrece “para la innovación en todos los campos: salud, educación, economía, finanzas, comercio”, indicó la funcionaria.

    En ese sentido de “oportunidad”, el Innóvate Perú Summit 2020 contó con la presencia de expertos internacionales en innovación, como Saúl Singer, sobre la cultura emprendedora de Israel, o Harold Salomon, de la incubadora de “start-ups” del Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Tech, Estados Unidos).

    También participaron emprendedores de la región, como el gerente y fundador de Platzi, el colombiano Freddy Vega; Mariana Costa, cofundadora y gerente de Laboratoria, y Simón Borrero, el máximo responsable de Rappi.

    En el foro también hubo un espacio para el intercambio de experiencias entre las agencias de innovación públicas de Latinoamérica y para debatir las políticas públicas para el impulso de esta nueva forma de economía.

    Y todo esto, precisamente, marcado por la innovación. “Claro, esta fue un encuentro ‘on-line’, para asistentes y participantes, pero innovador”, añadió Cornejo.

    El foro se dividió en siete bloques temáticos: innovación disruptiva, sociedades de futuro, la disrupción de la educación, inclusión financiera e inversiones con alto impacto, ecosistemas de innovación e innovación abierta, mipymes innovadoras y políticas públicas de innovación.

    El evento también contó con una feria virtual informativa de servicios para empresas y emprendimientos innovadores, en la que se contactaron con los programas del Ministerio de la Producción e instituciones privadas.

    1500 emprendedores participaron en el evento que se desarrolló la semana pasada en Perú.

    La feria Innóvate Perú Summit 2019 fue la primera que se desarroló en Lima. Este año el evento fue virtual. Foto: EFE
    La feria Innóvate Perú Summit 2019 fue la primera que se desarroló en Lima. Este año el evento fue virtual. Foto: EFE
  • Lo ecológico es su nueva apuesta

    Patricia González

    La industria gráfica ha ido migrando hacia un modelo más sustentable y amigable con el ambiente desde hace algunos años. Corporación IdeaG, una firma nacional con nueve años en el mercado, apostó por esta tendencia desde el 2019, con la adquisición de una máquina en China para la elaboración de bolsas de papel biodegradables a gran escala.

    Se trata de una tecnología más automatizada, que le ha permitido tener costos más competitivos en sus productos. Además, trabaja únicamente con tintas en agua, reduciendo la contaminación. Tras varios meses de paralización por la pandemia, en junio pasado la firma comenzó a elaborar bolsas de papel biodegradable personalizadas para distintas marcas.

    La distribución de fundas ecológicas a escala nacional, para diversos usos, la hará bajo la marca Ekobags.

    La adquisición de esta nueva infraestructura, así como la construcción de una nueva planta de producción, en el norte de Quito, más la compra de materia prima, representó una inversión de USD 700 000, que se logró realizar gracias a un crédito bancario, explica José Luis Guerrón, presidente de la compañía familiar.

    “Nuestra fortaleza es habernos reinventado a tiempo y haber comprendido el requerimiento ambiental del mercado. Nos gusta estar en constante cambio”, añade Guerrón.

    IdeaG fue fundada por la familia Guerrón Granda en 2011. Sus fundadores y propietarios son los esposos José Guerrón y Marixa Granda, junto a sus hijos José Luis y Christian. Con un capital de USD 200 000 adquirieron las tres primeras máquinas.

    En principio, el concepto de la empresa estaba orientado hacia la elaboración de material publicitario. Pero, luego de dos años con poco éxito en ese mercado, se decidió darle un giro al negocio y se comenzó a elaborar papel de regalo en diferentes diseños, bajo una marca propia: IdeaG, que permitiera diferenciarse. Esa elección decantó en un crecimiento dentro de la industria gráfica nacional.

    Al poco tiempo la firma amplió el portafolio y empezó a fabricar fundas de papel de regalo con diferentes motivos. Para ello compró una máquina de tres módulos en China, por USD 120 000, con la que ha logrado fabricar hasta 400 000 bolsas al mes.

    También elaboran cajas de regalo y algunos artículos escolares, como cuadernos para colorear y ciertos accesorios para los mismos (membretes, stickers y carátulas).

    Uno de los logros de la firma fue haber conseguido la licencia de Disney y Marvel para el diseño de sus productos. Además, cuenta con diseños propios para diferentes temáticas y temporadas del año.

    IdeaG tiene alrededor de 150 clientes, entre mayoristas, cadenas de consumo masivo y papelería y, desde 2018, marcas de distintas categorías para fundas personalizadas.

    Su cliente más fuerte en esa línea, con la que empezó a migrar este año hacia materiales biodegradables, es Grupo KFC. Edgar Salas, jefe nacional de Compras de esta firma, comenta que el cambio climático impulsó a cambiar la forma de entrega de sus despachos a domicilio, de fundas de plástico a papel. En este proceso ya están al menos seis de sus marcas. Con IdeaG halló una opción, puesto que la nueva tecnología que trajo le permitió disminuir costos.

    Almacenes Tía es otro de sus clientes en cadenas de consumo masivo. Le proveen de fundas y papeles de regalo, en estampados genéricos y de la temporada de Navidad; época en la que también le venden papel roca para la elaboración de los nacimientos. “Es nuestro proveedor número uno en estos productos por su calidad y buenos costos”, comenta Carolina Morales, compradora del sector de temporadas de la firma.

    El papel biodegradable que está utilizando IdeaG proviene de Asia, Europa y Sudamérica. Uno de sus proveedores es Regemarc Hermanos, representante de venta de distintas empresas. Al mes les provee de unas 50 toneladas de papel testliner reciclado, originario de Europa, indica Jaime Rivera, gerente de Regemarc.

    Entre los planes de la empresa gráfica a mediano plazo está exportar su línea ecológica hacia países como EE.UU., México, Bolivia y Perú.

    Andrés Guerrero y Francisco Llumiquinga, trabajadores de planta de IdeaG, junto a la máquina que produce bolsas de papel biodegradable
    Andrés Guerrero y Francisco Llumiquinga, trabajadores de planta de IdeaG, junto a la máquina que produce bolsas de papel biodegradable. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Su apuesta es cuidar el ambiente

    Giovanni Astudillo Editor (I) redaccion@revistalideres.ec

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    Su estrategia principal es emplear energías alternativas y materias primas que minimicen el impacto ambiental. Desde hace tres años la cementera Atenas dejó de usar combustibles fósiles por gas natural, bagazo de la caña de azúcar y residuos de neumáticos y de aceites para su proceso productivo.

    Otro paso en esa línea fue la instalación de un molino vertical, que permite reducir un 40% el consumo eléctrico. En el caso de las materias primas el objetivo principal de la industria es bajar el consumo de clinker para reducir la contaminación de CO2.

    Según el gerente de la empresa, Xavier Alvarado, se sustituyó el clinker por puzolanas, que provienen de los volcanes ecuatorianos, y residuos de escombros. “Esos materiales llevamos a unas finuras adecuadas, procesos químicos y mecánicos, y bien tratados son excelentes adiciones para la producción del cemento”.

    Alvarado dijo que la pandemia del covid-19 dejó muchas lecciones a la empresa Atenas, que fue creada en el 2011. Entre otras, que es necesario seguir profundizando la filosofía empresarial de sostenibilidad y cuidado del ambiente que, cada vez, es más valorada por las personas.

    Otro aprendizaje es la cercanía con los clientes mediante el uso de canales digitales, pero nada complicado, señaló Alvarado. “Usamos herramientas básicas como chats para que sea una transición paulatina en el contacto con los ferreteros”.

    Esta empresa, que tiene su planta en el Parque Industrial de Cuenca, surgió por las necesidades y proyectos de su grupo propietario, Graiman. Es decir, de cemento, hormigón y morteros, y pegantes para la cerámica y porcelanato. Alvarado dijo que, posteriormente, se ofrecieron productos de forma abierta al mercado y no solo para el autoconsumo.

    En 2016 lanzaron al mercado la marca Atenas. Su portafolio tiene más de 30 productos en las líneas de cementos, morteros y pegantes, hormigón, áridos y óxido de zinc. Las tres primeras tienen más demanda y representan el 90% de las ventas de la firma.

    En cambio, la última línea se usa como materia prima para las industrias químicas, cosméticos, neumáticos y farmacéutica. Los pegantes y morteros se comercializan en todo el país e, incluso, han sido exportados de forma esporádica a Perú y Panamá.

    El cemento, por su parte, se vende en Azuay, Cañar, Morona Santiago, Loja y El Oro; y el hormigón y los áridos en Azuay y una parte de Cañar.

    Atenas produce y vende 150 000 toneladas de cemento al año. Según Alvarado, pese a la contracción del sector en los últimos años, esta empresa ha crecido más de dos dígitos anuales. “Tenemos entre el 20% y 25% del mercado de Austro”.

    Cuatro estrategias se aplicaron para expandirse en el mercado austral, que tiene competidores consolidados en este mercado. Para Alvarado, la primera es la calidad con el cumplimiento de estándares nacionales e internacionales. La segunda es la cercanía con los distribuidores y asesoría comercial y personalizada. La tercera es la asistencia técnica para el consumidor final con capacitaciones.

    Finalmente, “demostrar que nuestros clientes pagan un precio justo y adquieren un producto que permite reducir sus costos al usarlos en sus proyectos”. Según él, 2019 fue un año bueno para la empresa al crecer un 13% y para el 2020 esperaban un 12%. En la actualidad, estiman que la meta se reducirá por el confinamiento.

    Por el covid-19 hay dificultades porque no han podido comercializar normalmente, sobre todo, en abril y mayo. Por ello trabajaron con las cámaras de la construcción y colegios profesionales para activar planes pilotos de reactivación y de bioseguridad para el sector.

    La expectativa de la firma es, por lo menos, trabajar al 90% de lo que estaba planificado en el último trimestre de este año. Para el 2021 hay nuevos planes. Entre otros, ampliar el portafolio de productos para diferentes usos y requerimientos.

    La calidad del producto y la atención al cliente de Atenas son lo que más destaca el empresario cuencano Eduardo Palacios. “He preguntado al resto de profesionales que manejan losas y consistencias, y me han dado muy buenas referencias y el producto se ajusta a mis necesidades”.

    Desde diciembre pasado, Palacios escogió este cemento para la construcción de naves industriales de su empresa. Estos espacios tienen 5000 metros cuadrados de construcción.

    Esta empresa cuencana ofrece tres tipos de cemento que son: el general, mampostería y alta resistencia para prefabricados.
    Esta empresa cuencana ofrece tres tipos de cemento que son: el general, mampostería y alta resistencia para prefabricados.

    200 000 toneladas es la capacidad instalada para cemento que tiene Atenas.

    45 000 toneladas de hormigón produce al año esta empresa.

    80 000 toneladas es la capacidad instalada de morteros.

    750 puestos de empleo indirecto genera esta compañía en su cadena logística y de provisión de materiales.

    USD 38 millones se invirtieron en las líneas de producción y tecnología para cemento, morteros y hormigón. 

    El gerente, Xavier Alvarado 
    Hace cinco o seis años estábamos entre las 2 000 empresas más grandes del Ecuador y, ahora, nos ubicamos entre las 700. Nuestro objetivo para el futuro es llegar a las 500. Para seguir creciendo debemos ofrecer productos de calidad y para diversos usos de los consumidores, brindar asesoría, cuidar el ambiente y capacitación a los clientes. Se seguirá, en el futuro, con la estrategia de desarrollar nuevos productos.

    El molino vertical permite ahorrar hasta el 40% de energía eléctrica. Otra ventaja está relacionada con la eficiencia en el uso del espacio físico. Foto: Cortesía Atenas
    El molino vertical permite ahorrar hasta el 40% de energía eléctrica. Otra ventaja está relacionada con la eficiencia en el uso del espacio físico. Foto: Cortesía Atenas
  • El servicio de limpieza por horas es su apuesta

    Redacción Quito

    redaccion@revistalideres.ec

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    La pérdida de un empleo suele ser el empuje de muchos emprendedores. Este fue el caso de Ana Paula Prócel, quien en enero 2016 salió de una multinacional de servicios petroleros, producto de una crisis que obligó a la firma a recortar personal.

    En los meses que se mantuvo sin un trabajo fijo, Prócel arrancó con un proyecto que tenía en mente desde hace un tiempo: un servicio de limpieza para casas y departamentos. “Escuchaba a otros hablar sobre la necesidad de tener la casa limpia, pero también veía que tenían problemas con la afiliación al Seguro Social de las trabajadoras”.

    En marzo del 2016 comenzó a operar Bright Corner, tras una inversión de USD 5 000 en la compra de una aspiradora, insumos de limpieza, uniformes y el desarrollo de una página web. “Mi primer cliente fue el apartamento nuevo de un amigo”, recuerda Ana, quien con el tiempo extendió el servicio a oficinas.

    El servicio se contrata por horas: a mayor cantidad de tiempo, el precio por hora disminuye. Por ejemplo, si la limpieza no supera los 120 minutos el valor de la hora es de USD 8,50. Pero, si se trata de una limpieza profunda, de hasta ocho horas de jornada, se cobra un valor de USD 5,51 por hora.

    El negocio tiene alrededor de 15 clientes fijos. Por semana realiza en promedio 14 limpiezas, entre lunes y sábado. La propietaria aclara que los horarios se adaptan a la necesidad del cliente.

    Belén Silva es una cliente particular quien ha contratado el servicio de esta empresa desde hace dos años para la limpieza de su casa, con una frecuencia de dos veces por mes. Se trata de un departamento de 90 metros cuadrados, con dos habitaciones, ubicado en Quito. “Me ha ido muy bien. La limpieza es súper prolija”

    Uno de los clientes corporativos fijos de la firma es la Cámara de Comercio de Quito, gremio al cual pertenece. Las limpiezas se realizan los viernes por la noche y sábados durante todo el día en los seis pisos del Edificio de las Cámaras, en el norte de Quito, donde están las oficinas del gremio.

    “El trabajo es excelente, con un alto nivel de eficiencia. Nosotros tenemos nuestro personal de limpieza, pero este servicio es para una más profunda. Además, son muy confiables, no hemos tenido ningún incidente”, señala Wilson Rosado, gerente financiero administrativo de la Cámara.

    Bright Corner también ofrece limpieza para construcciones nuevas, previo a ser entregadas, o en caso de remodelaciones. En este tipo de servicio el costo es de USD 40 por cinco horas. Luego de eso se cobra un costo diferente por hora adicional. Para este tipo de trabajos, explica Prócel, se utiliza aspiradora industrial.

    Adicionalmente, realiza limpiezas pre y post eventos especiales, en casas, salas comunales, oficinas. El costo es de USD 50 por un máximo de cinco horas, entre ambas limpiezas. Si se supera ese tiempo, se cobra por hora extra.

    Con la pandemia del covid-19, la firma amplió sus servicio y ahora incluye desinfección de casas, locales comerciales y oficinas. El precio por hora suele ser de USD 8,50 puesto que no se demora más de dos horas. Prócel señala que han implementado un protocolo de bioseguridad para sus trabajadoras.

    El emprendimiento emplea a tres trabajadoras. El contrato es por horas y se encuentran afiliadas al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. María Elena Quinga, de 43 años, labora desde hace tres años y medio en Bright Cornet. Realiza unas ocho limpiezas a la semana , entre departamentos, la Cámara de Comercio y un consultorio. Dice que le lo que más le gusta de este empleo es que se encuentra asegurada, también la ayudan con gastos de transporte.

    Ana Paula Prócer fundó el emprendimiento en 2016. Ofrece limpiezas en casas, oficinas, construcciones nuevas, y antes y después de eventos. Foto: Cortesía
    Ana Paula Prócer fundó el emprendimiento en 2016. Ofrece limpiezas en casas, oficinas, construcciones nuevas, y antes y después de eventos. Foto: Cortesía
  • El uso de la tecnología fue la apuesta

    Giovany Astudillo

    Editor (I) redaccion@revistalideres.ec

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    La Distribuidora Martínez & Hijos, que funciona desde hace 42 años en la capital azuaya, comenzó el año pasado un proceso de tecnificación de sus procesos. Esa decisión fue vital para que esta empresa no suspenda sus operaciones durante la cuarentena, que decretó el Gobierno nacional para enfrentar la pandemia ocasionada por el coronavirus.

    Desde el 2019, la firma implementó canales de comunicación estratégica para lograr más cercanía y mejorar el servicio con sus clientes, explica el gerente, Esteban León. Según él, en la actualidad, las ventas se realizan mediante pedidos por WhatsApp o una aplicación móvil.

    “De esa forma conocemos cómo están sus ‘stocks’, tramitar los pedidos y conocer cómo está la demanda de sus mercados para realizar asesorías”. La implementación del proceso de tecnificación finalizó en febrero pasado.

    León dijo que esta decisión permitió seguir funcionado cuando otras distribuidoras tuvieron que cerrar. “Eso también nos posibilitó atender a clientes que no sabían dónde comprar”.
    En marzo y abril pasados, las ventas de esta empresa subieron un 15% con relación a los meses anteriores. La mayor demanda estuvo en productos de consumo masivo como alimentos, limpieza personal y del hogar.

    Martínez & Hijos atiende a 3 500 tiendas de Azuay, Cañar y Morona Santiago. También tiene operaciones puntuales en Loja y Guayas, pero ahora están paralizadas.

    En la actualidad, comercializan 300 artículos de las líneas de alimentos perecibles, granos secos, atunes, pastas, avena, maicena, cereales. También, productos de aseo personal y limpieza de hogar, alcohol, gel antibacterial, papel higiénico, y alimentos para mascotas, entre otros.

    El año anterior facturó USD 2,5 millones y para el 2020 el objetivo es alcanzar los USD 3 millones. Es una previsión planteada antes de la pandemia y que ahora fue ratificada. “Hay que considerar que si bien existió un incremento durante los dos últimos meses, en los siguientes puede reducirse porque la situación económica de las familias empeorará”, dijo León.

    Él explica que, antes de la cuarentena, la distribución a las tiendas de barrios y mayoristas venía disminuyendo debido a la competencia que existe con los supermercados, que acceden a menores descuentos, créditos y promociones que las distribuidoras. “Eso ocasionó que nuestro negocio empiece a decaer”.

    Ante esta situación, cuenta León, la empresa inició este proceso de tecnificación porque entendieron que la competencia no era con otras distribuidoras, sino más bien se debía hacerla en los espacios de comunicación con los consumidores. “Esta alternativa nos ayudó para mantener la operatividad desde que empezó la cuarentena”.

    Según León, lograron tener una buena empatía y cercanía con los propietarios de las tiendas y cuando se inició el confinamiento les explicaron que ellos debían mantener abiertos sus negocios para que la ciudadanía vaya a los lugares más cercanos durante estas semanas de confinamiento.

    De esa forma, agrega León, sus clientes continuaron aprovisionándose de sus productos. “Nuestra facturación aumentó porque los supermercados están restringidos en sus aforos para evitar la aglomeración. Ahora, la gente prefiere irse a las tiendas de barrio, lo que no pasaba antes de la pandemia”, dijo León.

    Él considera que será un comportamiento estacional de los consumidores; sin embargo, se mantendrá durante algunos meses debido al cuidado por la pandemia que persistirá en el país.
    De forma paralela, esta empresa implementó el sistema de teletrabajo para el equipo administrativo y podía hacerlo debido a que antes finalizó con el proceso de comunicación tecnificada con su cartera de clientes.

    Ahora, los empleados realizan los procesos contables, facturación, toma de pedidos, entre otras actividades, desde sus domicilios. De esa misma forma se efectúa el asesoramiento a los dueños de las tiendas para los pedidos. Martínez & Hijos cuenta con 28 colaboradores en las diferentes áreas, de los cuales 12 son vendedores.

    La empresa cuenta con 28 colaboradores en las diferentes áreas. Funciona desde hace 42 años en Cuenca
    La empresa cuenta con 28 colaboradores en las diferentes áreas. Funciona desde hace 42 años en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Medellín apuesta por la innovación y la industria 4.0

    Agencia EFE

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    El primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial de América Latina fue inaugurado la semana pasada en Medellín, que se convertirá con ello en motor regional de la innovación como parte de una red global impulsada por el Foro Económico Mundial.

    La ciudad, capital del departamento de Antioquia (noroeste), hizo de la innovación y el emprendimiento pilares de su transformación social después de la oscura época del narcoterrorismo de los años 80 y 90, y esa experiencia le valió para ser escogida por el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) para integrar la red de Centros para la Cuarta Revolución Industrial.

    “La grandeza de Medellín reside en cómo ha superado sus obstáculos y cómo lo ha aprovechado para transformarse y convertirlos en grandes oportunidades”, expresó el alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez, en la inauguración del Centro, alojado en el Distrito de Innovación Ruta N.

    Gutiérrez destacó que en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando comenzó en Inglaterra la Revolución Industrial con la invención de la máquina de vapor, Medellín era poco más que una aldea y hoy está a la vanguardia latinoamericana en el desarrollo de tecnologías, innovación y emprendimiento.

    El Centro inaugurado en Medellín se especializará en el desarrollo de sistemas de Inteligencia Artificial (IA), de Internet de las Cosas (IoT, sigla en inglés) y de la tecnología conocida como “blockchain” (cadena de bloques), que serán aplicados en la ciudad y en el país como pilotos para el resto de América Latina.

    “Estamos hablando de tres tecnologías que están cambiando el mundo”, dijo al respecto el presidente colombiano, Iván Duque.

    El mandatario agregó que la Inteligencia Artificial ayudará “a entender los fenómenos globales” y aplicarlos en el país y en la región, la Internet de las Cosas será “decisiva para apostar a la conectividad y llegar a la (tecnología) 5G”, y el “Blockchain” puede llevar a Colombia “a ser líder en la banca en América Latina”.

    “Colombia quiere pensar en grande, actuar en grande y transformar en grande”, manifestó Duque, quien destacó que el de Medellín es el primer centro de este tipo “en un país hispanohablante”.

    Por su parte, el Alcalde llamó la atención sobre el impacto social de la Cuarta Revolución Industrial, principalmente en el desarrollo del talento y la educación.

    La red de Centros para la Cuarta Revolución Industrial fue creada en 2017 bajo el impulso del Foro Económico Mundial y a la sede central, situada en San Francisco (EE.UU.), se sumaron el año pasado tres más ubicadas en Tokio, Pekín y Bombay (India).

    Esos centros son los ejes de una red que incluye otros regionales como los de Colombia, Israel y Emiratos Árabes Unidos, a los cuales se sumarán los de Noruega y Sudáfrica. “Este es un momento histórico no solo para Colombia y Latinoamérica sino para todo el mundo”, manifestó el director de la Red de Centros para la Cuarta Revolución Industrial del WEF, Murat Sönmez.

    El experto del WEF destacó que estos centros constituyen “un esfuerzo global” de gobiernos, academia, organizaciones y empresas privadas.

    El primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial de la región está en el Distrito de Innovación Ruta N.
    El primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial de la región está en el Distrito de Innovación Ruta N. Foto: EFE
  • La nueva apuesta entre los corredores de Bolsa

    Redacción Líderes

    y Agencia AFP. (I)

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    La extrema volatilidad del bitcóin en los últimos años despierta expectativa entre los corredores que prosperan generando ganancias a corto plazo. En este escenario, los gigantes de Wall Street preparan el terreno para inversores más pesados, quienes se arriesgan a especular con la divisa digital.

    La cotización de esta criptomoneda llegó a su techo a finales del año pasado, cuando alcanzó casi los USD ­20 000 por unidad. Luego bajó hasta llegar a unos USD 6 450, en estos días.
    Para Juan Francisco Bolaños, gerente general de Blockchain Andina, esta inestabilidad en el valor de la divisa no le permite clasificarse como una inversión por sí misma. “Una inversión promete flujos de caja a futuro; pero el bitcóin, al ser una moneda, no puede prometer ni garantizar que va subir o bajar de precio”. El terreno de la inversión, según Bolaños, es netamente especulativo.

    Sin embargo, los inversores que apuestan por la criptomoneda creen que se apreciará con el tiempo. Y para ello tienen a su disposición toda una gama de herramientas, más o menos arriesgadas para invertir.

    La manera más directa es comprar todo o parte de un bitcóin en las plataformas especializadas. Sin embargo, los tenedores de estos activos se exponen al riesgo de robo virtual, ya que las plataformas son regularmente víctimas de piratería informática.

    La llegada a fines del 2017 de contratos a término sobre varias plataformas bursátiles en direcciones como el Chicago Board Options Exchange (CBOE) aportó un nuevo grado de legitimidad.

    Esta solución, que consiste en apostar sobre el posible precio futuro del bitcóin, evita detentarlos directamente. Pero es, sobre todo, utilizada por los inversores profesionales.
    También es posible colocar el dinero en carteras de inversiones compuestas exclusivamente por bitcoines, como el Bitcoin Investment Trust, administrado por la sociedad Grayscale. Pero este producto, reservado a una determinada categoría de inversores, se negocia únicamente de forma directa y con costos elevados.

    El momento esperado por los partidarios del bitcóin es la llegada de fondos cotizados en Bolsa, replicando las evoluciones de la divisa digital, los ‘bitcoines ETF’. “Su llegada es la prioridad para los inversores institucionales”, aseguró a AFP Michael Graham, analista especializado en nuevas tecnologías en Canaccord Genuity.

    Estos inversores, que manejan miles de millones de dólares para cuentas en fondos de pensiones o de seguros, hasta el momento se muestran reticentes a colocar dinero en un activo potencialmente lucrativo, pero que todavía no les genera confianza.

    Podrían convencerse si las autoridades, al dar el visto bueno a los bitcoines ETF, dan su legitimidad a la divisa virtual todavía asociada a los traficantes y a una burbuja lista para estallar.

    El organismo de control bursátil de Estados Unidos (SEC) no muestra mucha agilidad. La entidad señala que el bitcoin se intercambia en plataformas en su mayoría no reguladas y con riesgo de ser manipuladas.

    Temerosos de no poder generar muchos recursos en un activo todavía no muy conocido y mal controlado, los actores financieros tradicionales avanzan con pie de plomo.

    Jamie Dimon, el director del primer banco estadounidense JPMorgan Chase, se ha mostrado escéptico en varias oportunidades, tras haberlo considerado en el 2017 como un “fraude”.
    Entre los bancos de Wall Street, Goldman Sachs ofrece desde mayo sus servicios de agentes de compensación, sin todavía proponer sus propios productos vinculados a la criptomoneda.

    Algunas empresas están yendo más lejos. Fidelity Investment, uno de los más grandes administradores de activos en el mundo, lanzó servicios de corretaje del bitcóin y de depósitos reservados a algunos inversores “sofisticados”, como los fondos de cobertura.

    Por su parte, ICE, la casa central del New York Stock Exchange, debe lanzar en noviembre la plataforma Bakkt, dedicada a activos digitales. Pero los problemas sobre las plataformas persisten: falta de transparencia, conflictos de intereses, ausencia de cortafuegos.

    Una mujer habla por teléfono junto a un cajero de bitcoines, ubicado en Hong Kong. La imagen es de diciembre del 2017
    Una mujer habla por teléfono junto a un cajero de bitcoines, ubicado en Hong Kong. La imagen es de diciembre del 2017. Foto: Anthony Wallace / AFP
  • Guayaquil apuesta por alianzas internacionales para escalar en competitividad

    Redacción Guayaquil

    Guayaquil ocupa el segundo lugar de un índice de competitividad local, según un análisis del Centro de Competitividad e Innovación. El ranking incluye a 221 cantones y examinó 544 variables.

    Nathalie Cely, exministra coordinadora de la Producción, Empleo y Competitividad, es la directora del centro. Este viernes 10 de noviembre del 2017 presentó los resultados del ranking en el Municipio de Guayaquil.

    “Con estas publicaciones queremos animar a los gobiernos locales para que, si no se puede cambiar el país como quisiéramos, empecemos desde lo local, con los actores de la sociedad civil, a dar a los jóvenes las herramientas que necesitan para se competitivos en el siglo XXI”, explicó Cely.

    El Índice de Competitividad Global 2017-2018, del Foro Económico Mundial, ubica a Ecuador en el puesto 127 de 137 países. Mientras que en el Índice de Innovación Global 2017, el país se ubicó en la posición 92 entre 127 países. La mejor puntuación para Ecuador está en productos o resultados creativos; la peor, en capital humano e investigación.

    Para el ranking se analizó siete pilares, que evalúan la competitividad local. Estos son eficiencia pública (4,41), capital humano (3,96), infraestructura (6,17), eficiencia de mercados (3,53), tamaño del mercado (2,47), innovación (5,32) y posición productiva local (4,11).

    “Si a Guayaquil se añade el comportamiento económico de Durán y de Samborondón, la región como tal, es una de las regiones con mayor potencial competitivo del país. Hay que sumar esfuerzos para convertir eso en realidad”, explicó Cely.

    Esta radiografía unió en una alianza estratégica al Centro de Competitividad e Innovación con el Municipio de Guayaquil, la Escuela de Negocio de la Espol (Espae) y la Fundación E.dúcate.

    Virginia Lasio, decana de la Espae, asegura que una de las claves para alcanzar la competitividad es la innovación, asociada a la investigación científica y al aprendizaje de nuevas tecnologías. Sin embargo, reconoció que al país le resta avanzar en esas áreas.

    El Índice de Competitividad Global 2017-2018, del Foro Económico Mundial, ubica a Ecuador en el puesto 127 de 137 países. Mientras que en el Índice de Innovación Global 2017, el país se ubicó en la posición 92 entre 127 países. La mejor puntuación para Ecuador está en productos o resultados creativos; la peor, en capital humano e investigación.

    Las alianzas son la propuesta para avanzar rápidamente en superar esas bajas calificaciones. El vicerrector de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, Paúl Herrera, mostró como ejemplo la Zona Especial de Desarrollo Económico (ZEDE), un espacio de 200 hectáreas en el campus Prosperina, donde esta universidad guayaquileña espera seguir acercándose a la empresa privada.

    Hasta ahora, la ZEDE ha logrado convenios con Vibag, una empresa especializada en equipos para el diagnóstico clínico; y BYD, fabricante de autos chinos que espera abrir una planta de autos eléctricos en la Espol.

    Las alianzas internacionales son la apuesta de Guayaquil para escalar en competitividad. Y uno de sus aliados será el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). La ciudad se sumó a la iniciativa MIT Innovation, que será presentada este lunes durante la apertura del Centro de Emprendimiento del Cabildo Porteño.

    Cely explica que un grupo local se entrenará durante dos años en el instituto estadounidense y luego diseminará lo aprendido para el desarrollo de la ciudad. Los jóvenes serán la prioridad en la difusión de esos nuevos conocimientos, enfocados en la robótica y la realidad virtual.

    El objetivo de base es superar una brecha en educación. Según el índice de competitividad local, 65 de cada 100 estudiantes guayaquileños tienen calificaciones insuficientes, mientras que sus docentes suman calificaciones menores a 700 puntos sobre 1 000.

    El índice de competitividad da a la ciudad porteña una calificación de 4,28 (sobre 7). En el primer lugar está Quito, con 4,74; y en el tercer lugar está Durán, con 4,12. Foto: Joffre Flores / LÍDERES
    El índice de competitividad da a la ciudad porteña una calificación de 4,28 (sobre 7). En el primer lugar está Quito, con 4,74; y en el tercer lugar está Durán, con 4,12. Foto: Joffre Flores / LÍDERES
  • RuizSeñor apuesta por frutos encurtidos

    Cristina Marquez

    Merwin Ruiz, un profesor de matemáticas apasionado por la cocina, creó las golosinas perfectas. Grosellas y mangos encurtidos con una mezcla que concentra su sabor, tienen una alta demanda entre los jóvenes universitarios y adultos.

    Las frutas, que tradicionalmente se venden en las calles acompañadas con un poco de sal, tienen un sabor distinto cuando se adoban con la receta que Ruiz aprendió en la casa de sus suegros: son más ácidas. Él las comercializa en vasos de siete onzas y las entrega a domicilio en Riobamba.

    Pero el producto estrella es el ají encurtido con vegetales y frutas exóticas. La mezcla es ideal para acompañar con embutidos, quesos madurados. De hecho, la receta del ají manabita que preparaba su suegra Beatriz Muñoz lo impulsó a crear la microempresa que factura USD 700 al mes.

    Él se aficionó por el ají encurtido hace cinco años, y en cuanto aprendió a prepararlo empezó a experimentar con nuevos sabores. “Cuando aprendí a hacerlo compartía mis preparaciones con amigos y familia”, recuerda Ruiz.

    En cuestión de meses, la preparación se volvió popular. En un inicio la preparación solo incluía ají y vegetales, Ruiz solo preparaba unos cuantos frascos para comercializar bajo pedido.

    Hoy se cuentan seis variedades de ají. Algunas combinan frutas como tamarindo, mango, maracuyá, aceitunas y grosellas maceradas con vegetales. “Estamos impactados con la acogida de nuestros productos. A los jóvenes les encanta, y en ocasiones llegamos a entregar hasta 70 vasos de frutas en un solo día, y los adultos prefieren el ají”, cuenta Ruiz, de 36 años.

    Su empresa surgió a raíz de la necesidad económica por la que atravesaba su familia. Su contrato como profesor universitario no fue renovado y se quedó desempleado, sin embargo, ese mismo día decidió convertirse en su propio jefe.

    En un inicio promocionó sus productos a través de las redes sociales, hoy también es parte de la feria de productos artesanales del Ministerio de Agricultura y Ganadería. Sin embargo, la mayor cantidad de pedidos se receptan a través de su cuenta de Facebook Merwin Ruiz Señor.

    La separación de los residuos por tipo de desecho es una de las medidas que cumple la empresa. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    La separación de los residuos por tipo de desecho es una de las medidas que cumple la empresa. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Un grupo de kichwas le apuesta al cacao

    Mayra Pacheco

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    Los habitantes de la comunidad kichwa Samona Yuturi, en Aguarico, provincia de Orellana, decidieron innovar. En este caserío asentado a orillas del río Napo, junto a la selva amazónica, se instaló una pequeña planta industrial para procesar cacao.

    A pesar de que la mayoría de pobladores se dedica a sembrar verde, yuca, frutas y a criar aves de corral o peces, un grupo de 18 personas que pertenece a la Corporación Choco Samona Yuturi desarrolló nuevas habilidades. Ellos aprendieron a operar una maquinaria especial para transformar a la pepa de cacao en barras de chocolate.

    En la planta de 60 metros cuadrados, ubicada cerca del acceso principal de este caserío, se cumple con todos los procesos para elaborar una tableta de chocolate con cacao puro.
    La materia prima proviene de pequeños cultivos que están cerca de la zona aledaña al Parque Nacional Yasuní, uno de los sitios con mayor biodiversidad del país.

    Estos granos son seleccionados manualmente en bandejas amplias. Ahí se retiran las impurezas antes de que pase a la máquina tostadora. Una vez que el cacao está en su punto, va a la trituradora para convertirlo en una pasta de contextura fina y espesa.

    Después este producto se coloca en unos moldes rectangulares y se espera a que el chocolate se vuelva compacto. Esta tarea que puede resultar complicada, porque la temperatura en esta zona supera, a veces, los 30 grados centígrados, se realiza sin contratiempos, desde hace siete años.

    Cada semana se procesan alrededor de cinco quintales de cacao orgánico. En cada uno de estos se invierte USD 120. Los proveedores son de la comunidad Sinchi Chicta, que está cerca de Samona Yuturi. Igual a orillas del río Napo.

    En la preparación de Choco Samona no se incluye ningún otro ingrediente adicional. Por sus características, este producto se emplea para preparar el tradicional chocolate en leche. Cada barra de 200 gramos rinde para cuatro litros, menciona Abel Macanilla, integrante de la Corporación Choco Samona Yuturi.

    Pero, además, funciona para repostería. Con Choco Samona se pueden hacer pasteles, bombones, chocobananas, helados y otras preparaciones.

    Las barras de este chocolate se entregan bajo pedido. También se ofrece el producto en ferias que se han realizado en Orellana y Tena. Actualmente, Petroamazonas -que opera dos campos petroleros cerca de esta zona- define otras estrategias. Junto con esta comunidad indígena se planifica una exposición en Quito. La fecha y lugar están por definirse.

    En promedio, cada semana salen entre 100 y 150 barras de chocolate con dirección a Pichincha y Chimborazo. El producto se envía vía courier a los clientes.

    En Guano, Chimborazo, estas barras de cacao son recibidas por Anette Hitz. Ella es integrante de la Finca El Molino. En este lugar, cada fin de semana, se venden productos 100% orgánicos.

    Por esto, Hitz incluyó Choco Samona. Ella considera que la materia prima que se emplea para elaborar estas barras de cacao es de calidad. “Los clientes que consumen este producto están totalmente satisfechos”.

    La venta directa, en cambio, es menos frecuente, debido a la ubicación geográfica de la comunidad Samona Yuturi.

    Para llegar a esta localidad, las personas deben abordar embarcaciones en el Coca, Orellana. Este desplazamiento toma unas ocho horas, pero el costo del transporte es alto. Para el viaje de ida y vuelta se destina USD 24.

    Por esto, la Corporación Choco Samona Yuturi analiza mecanismos para vender en mayor volumen. Rommel Sánchez, técnico agropecuario que trabaja para Petroamazonas y brinda asesoría a esta comunidad, comenta que la meta es tramitar en el 2018 las certificaciones que avalen que el cacao es 100% orgánico para exportar este producto.

    A Macanilla esta idea le ilusiona. Él nunca se imaginó trabajar en una empresa, porque apenas terminó la escuela. Pero esto no ha sido un límite.

    Para aprender a operar las máquinas siguió al pie de la letra las indicaciones de los técnicos que instalaron estos equipos. Lo mismo hace con los procesos de producción implementados.
    “Yo nunca pensé que iba a producir barra de chocolate. Me siento satisfecho y quiero seguir mejorando”, precisa Macanilla.

    En la implementación de la Corporación Choco Samona Yuturi, aparte de la comunidad indígena participaron Petroamazonas y la Agencia Alemana de Cooperación GIZ. Para este proyecto se han invertido alrededor de USD 300 000 en las instalaciones. Pero la meta en el 2018 es ampliar la planta para estar en condiciones de aumentar la producción.

    La petrolera estatal apoya a las comunidades que están cerca de la zona donde opera campos de crudo, a manera de compensación social. El objetivo es impulsar el desarrollo de emprendimientos, para que estos pobladores no se vuelvan dependientes de la actividad petrolera. Actualmente, se trabaja con alrededor de 300 familias, informa Crystiam Cevallos, gerente de responsabilidad integral de Petroamazonas.

    Abel Macanilla (centro) es parte de esta empresa conformada por una comunidad de indígenas kichwas. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Abel Macanilla (centro) es parte de esta empresa conformada por una comunidad de indígenas kichwas. Foto: Julio Estrella / LÍDERES