Brasil perdió en los siete primeros meses de este año 494 386 puestos formales de trabajo, el peor resultado para el período desde 2002, informó este viernes 21 de agosto el Gobierno.
El número de empleos formales eliminados por la mayor economía latinoamericana en los últimos 12 meses hasta julio asciende a 778.731, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo.
Mientras que el país contaba en agosto del año pasado con 41,49 millones de empleados con contrato formal de trabajo y todas las garantías sociales, ese número cayó a 40,71 millones en julio de este año.
La tendencia a la reducción del empleo formal se acentuó principalmente en julio, cuando el país suprimió 157 905 puestos formales, ya que los despidos (1 555 298) superaron significativamente las contrataciones (1 397 393).
La eliminación de trabajos en julio fue la mayor registrada para este mes desde que el indicador comenzó a ser medido en 1992.
El dato negativo contrasta con los 11 800 empleos formales generados por Brasil en julio del año pasado.
Julio, además, fue el cuarto mes consecutivo en el que el número de despidos superó al de contrataciones, pero en una proporción muy superior en comparación con los puestos eliminados en junio (111 200), mayo (115 600) y abril (97 800).
Según el Ministerio de Trabajo, el sector que más eliminó empleos formales en julio fue el industrial, con una reducción de 64.312 cupos, seguido por el de servicios (58 010), comercio (34 545) y construcción civil (21 996).
Brasil tan solo generó 396.933 nuevos empleos formales en 2014, un número en un 64 % inferior al de 2013 y el peor para un año desde 1998, según las estadísticas del ministerio.
La pérdida de puestos formales en los primeros meses del año contribuyó para que el índice de desempleo subiera en julio hasta el 7,5 % de la población económicamente activa, el mayor nivel del año. La caída del empleo formal y el aumento del desempleo en 2015 indican que el mercado laboral comenzó a sentir claramente los efectos de la desaceleración de la economía brasileña, que el año pasado tan sólo creció un 0,1 % y en 2015, según las últimas proyecciones, sufrirá una contracción de hasta el 2,0 %.
El deterioro del empleo coincide con la subida de la inflación a su mayor nivel en doce años, el aumento del endeudamiento de las familias y las medidas de austeridad anunciadas por el Gobierno para equilibrar las maltrechas cuentas públicas, que incluyen una reducción del gasto público y una subida de los impuestos.
El ministro de Trabajo, Manoel Dias, afirmó que la expectativa es que el empleo formal comience a recuperarse a finales del año, para cuando el Gobierno espera que la economía vuelva a crecer.
Manifestantes se concentran en la avenida Paulista para protestar contra el Gobierno de Dilma Rousseff. Foto: EFE
La economía brasileña se contraerá 0,15% en 2016 y 2,01% este año, según las proyecciones recogidas por el Banco Central entre operadores del mercado que por primera vez prevén que la caída del PIB no se agotará en 2015.
En medio de un escenario cada vez más pesimista, el sondeo mostró asimismo que la inflación alcanzará un 9,32% en el año en curso y generará un efecto inercial en el siguiente ejercicio, donde los consultados proyectan que los precios escalarán un 5,44%.
Las estimaciones de los operadores consolidan el clima negativo que reina en la séptima economía del mundo, que cerró 2014 con una magra expansión del 0,1% y está recorriendo su quinto año de actividad nula o baja.
En medio de un clima político e institucional crispado por las revelaciones del escándalo de corrupción en la estatal Petrobas, que puso bajo investigación a decenas de legisladores, los principales indicadores económicos siguen en la zona roja, incluido el sensible dato de desempleo, que en junio subió a 6,9% y anotó su sexta alza consecutiva.
El Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff lucha para terminar de pasar por el Congreso un duro ajuste fiscal que le genera un alto costo político dentro de las fuerzas afines en el Parlamento y hasta de su propio Partido de los Trabajadores (PT, izquierda). La popularidad de la mandataria se derritió a un dígito pese a haber asumido hace solo siete meses y medio su segundo mandato y, el domingo, su figura y la de su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, fueron el blanco principal de unas multitudinarias protestas callejeras que reunieron cerca de 900.000 personas, que reclamaron el alejamiento de Rousseff del poder.
En julio, Brasil redujo drásticamente su meta de ahorro fiscal, transparentando sus dificultades para mantener la recaudación impositiva debido a la merma de la actividad, al tiempo que aplicó gigantescos recortes al presupuesto 2015 para intentar reencauzar la situación. El informe Focus realizado por el Banco Central también proyectó que el país registrará un déficit de cuenta corriente de 77.000 millones de dólares y una balanza comercial positiva de 8.000 millones, uno de los pocos indicadores positivos este año, en gran parte debido a una caída de las importaciones superior a la de las exportaciones.
El Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff lucha para terminar de pasar por el Congreso un duro ajuste fiscal. Foto: AFP.
Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, inauguró este miércoles (12 de agosto) las olimpiadas de formación profesional WorldSkills, el principal concurso de carreras profesionales del mundo con 1 100 jóvenes de 59 países que disputarán el título de mejor profesional en cincuenta modalidades.
La 43 edición de las olimpiadas de formación profesional es el mayor evento acogido por el Centro de Exposiciones y Convenciones Anhembí, el principal de la ciudad, en sus 45 años de existencia, según comunicó la oficina municipal de turismo SPTuris.
Entre el 12 y 15 de agosto, el WorldSkills ocupó además del palacio de convenciones y del pabellón de exposiciones las instalaciones contiguas del sambódromo de Anhembí, para un total de 144 000 metros cuadrados y que superan otros eventos que acoge el lugar.
Además de los participantes, que tienen edades entre los 16 y 22 años, las olimpiadas esperan la visita de un público de 200 000 personas para los cuatro días de competencias.
Las olimpiadas de formación profesional se realizan desde 1950 a cada dos años, aunque algunas veces el intervalo entre una edición y otra fue de año, además se tienen competiciones regionales, como el WorldSkills Américas, que tuvo lugar en Bogotá el año pasado.
Los desafíos de competencias son regidos por los estándares internacionales de cada profesión de los sectores industrial y de servicios.
El público, además, puede participar de actividades de interacción con otros profesionales y voluntarios. La primera edición mundial del evento en Latinoamérica será también la mayor en número de participantes, nacionalidades y especialidades de competencia.
De acuerdo con SPTuris, el evento permitió una ocupación hotelera del 42 % en la ciudad y por concepto de hospedaje rendirá a los hoteles paulistanos una facturación de 29 millones de reales (unos USD 8,3 millones).
Sao Paulo disputó el derecho de recibir el evento de este año con Madrid, la otra candidata, mientras que la edición de 2017 será realizada en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. La ciudad rusa de Kazan, en tanto, fue anunciada para acoger el WorldSkills de 2019 durante la ceremonia de apertura de la actual edición realizada la noche del martes 11 de agosto en la capital paulista, en un acto que fue encabezado por el alcalde, Fernando Haddad.
Kazan fue escogida por su desarrollo industrial y por ser la ciudad rusa que más implementa el concepto «WorldSkills», señaló un comunicado de la organización.
La presentación de la candidatura de Kazan estuvo a cargo de una amplia delegación del Gobierno ruso encabezada por la vice primer ministra, Olga Golodets. «Es bueno saber que Rusia no está sola en sus esfuerzos para aumentar la calidad de la educación vocacional.
Estos mismos problemas están siendo trabajados y resueltos por muchos otros países», declaró Golodets al recibir la confirmación oficial de Kazan como sede de las olimpiadas en 2019.
Sao Paulo será la sede de la 43 edición de las olimpiadas de formación profesional, WorldSkills 2015. Foto: Twitter Worldskills
Para el agricultor brasileño Marcos Croce su fortaleza no es la cantidad, sino la deliciosa calidad del café que produce en medio de plantas y árboles tropicales en su hacienda de Sao Paulo.
Plantas a pleno sol, otras a luz y sombra; suelos enriquecidos naturalmente: la Hacienda Ambiental Fortaleza cultiva de manera orgánica un grano muy superior a las toneladas de café común que exporta Brasil, el mayor productor mundial. «Nunca conseguiría competir en cantidad, pero aquí hemos logrado diferenciarnos por tener una calidad consistente«, dice Croce (62 años) caminando entre los arbustos de café donde aún se ven algunas bayas rojizas.
A unos 1 000 metros sobre el nivel del mar y 300 km al norte de Sao Paulo, en el municipio de Mococa, la hacienda pertenecía a la familia de su esposa, Silvia Barreto. Producía café desde 1890 con métodos tradicionales que incluían fertilizantes y pesticidas.
El matrimonio se hizo cargo de la hacienda en 2001 y adoptó de inmediato el cultivo orgánico. «Perdimos 80% de la producción», cuenta Croce. Antes la hacienda entregaba 10 000 sacos de café al año.
Hoy está debajo de eso -Croce no revela la cantidad exacta- porque los cultivos orgánicos son menos productivos y además se redujo el área destinada al grano en esta propiedad de 800 hectáreas. Pero el negocio es sustentable, asegura Croce, que además creó hace unos años la cooperativa «Bob-o-Link» que reúne a unos 60 pequeños agricultores de la región que no tenían la estructura necesaria para expandirse. Ahora venden café a unos 30 países incluidos Francia e Italia. «Incluso queremos establecer un índice de sostenibilidad no sólo medioambiental en la producción de café, sino también social», se entusiasma este agricultor.
En segunda división
«Brasil siempre fue considerado el mejor equipo de la segunda división del café», dice Silvio Leite, presidente de la Asociación brasileña de Café especial, creada en 1991. Con 45,3 millones de sacos de 60 kg en 2014, casi un tercio de la producciónglobal, Brasil es el primer productor en el mundo seguido de Vietnam y Colombia.
Pero hay un problema: el café brasileño es considerado de baja calidad. Sólo ocho millones fueron de café especial, una cantidad aún pequeña, aunque 59% superior a la de 2013. Esta historia tiene un hito en Brasil: en 1999 la Asociación creó el concurso Cup of Excellence (Taza de Excelencia) para promover su mejor café y sorprendió al mundo.
El torneo se replicó en otros países y hoy es la mayor referencia del mercado especializado mundial, porque da pie a subastas donde se alcanzan precios muy superiores al del café común, que ronda los 125 dólares por saco actualmente.
La demanda por café especial creció entre 10 y 15% en el mundo en los últimos años, encima del 2% de los comunes. Europa, Estados Unidos y Japón son grandes consumidores de café de lujo. Colombia y países africanos, de su lado, son los más reconocidos productores de café especial. Pero ¿cómo es este café? De especie ‘arábica’, conjuga aroma y sabor equilibrado y tiene más de 80 puntos en la escala de 1 a 100 con que lo evalúan catadores certificados. –
‘Un milagro’
Una taza de buen café «es un milagro», dice Isabela Raposeiras (41 años), dueña del Coffee Lab en Sao Paulo donde prepara, vende y enseña sobre café. «Son muchas las etapas que tuvieron que resultar bien», afirma esta especialista reconocida mundialmente. Dónde se cultivó, la madurez del grano, si se secó con pulpa o sin ella; el tostado del grano y cómo se preparó la taza de café: todo influirá en el resultado final que será más o menos dulce, con notas frutales o amaderadas.
En Brasil hay cada vez más regiones que producen café especial. Además de Sao Paulo o Minas Gerais, figuran Bahía, Espíritu Santo o Paraná con distintos climas, tipo de suelos y altitud. Principalmente se trata de pequeños productores, aunque también existen los grandes que apostaron por este mercado más exigente y en crecimiento.
Para Brasil -segundo consumidor mundial de café común detrás de Estados Unidos- es un proceso que está comenzando. Un ejemplo: sólo desde 2014 existe una región con Denominación de Origen, el «Cerrado Mineiro» de Minas Gerais, la única para el café por ahora. «Hay cafés increíbles de Brasil y son cada vez más demandados«, afirma Susie Spindler, de la Alliance for Coffee Excellence, que actualmente respalda el concurso de calidad en todo el mundo. En agosto está por terminar el invierno austral. En el patio de la hacienda Fortaleza, Iván Santos (31 años) dispone al sol los frutos de color oscuro que fueron recogidos manualmente en la cosecha que terminó hace poco. Es un agricultor de la cooperativa «Bob-o-Link». «Producir café de calidad, sin defectos, es difícil, lento y caro. Pero esto es un sueño: estamos enviando nuestro mejor café al mundo y por buenos precios», dice sonriendo.
La demanda por café especial creció entre 10 y 15% en el mundo en los últimos años. Foto: Juan Carlos Pérez/ LÍDERES.
Petrobras, mayor empresa de Brasil y que enfrenta una grave crisis por el escándalo de corrupción del que es protagonista, informó que obtuvo en el primer semestre un beneficio neto de 5 861 millones de reales (1 674,6 millones de dólares), con una caída del 43% frente al mismo período del 2014.
La petrolera, controlada por el Estado pero con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires, atribuyó la caída de sus ganancias a la fuerte devaluación del real frente al dólar en el período y a la significativa depreciación de la cotización internacional del petróleo.
El resultado semestral supone un nuevo revés para la empresa responsable por parte significativa del PIB brasileño, que el año pasado sufrió pérdidas por 21 587 millones de reales (unos 6 167,7 millones de dólares), su primer perjuicio anual desde 1991.
Imagen tomada de la página http://moninvestnews.com
La multinacional alemana Mercedes Benz ha decidido paralizar durante dos semanas su producción en una de las cuatro fábricas que tiene en Brasil, debido a la fuerte caída de las ventas, informó el 7 de agosto del 2015 la compañía. La paralización afectará a los 7 000 empleados de la fábrica de la empresa en Sao Bernardo do Campo, en el estado de Sao Paulo, que durante ese período disfrutarán de una «licencia remunerada», según un comunicado de la empresa.
La decisión obedece, según explicó Mercedes Benz, a la necesidad de «adecuar la producción a la caída del mercado», que en ese sector sufre una severa reducción de las ventas derivada del frenazo que ha dado la economía brasileña, que se prevé que este año cerrará con una contracción en torno al 1,5%. Según un balance difundido este jueves por la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), la producción de automóviles en el país cayó un 14,9 % en julio pasado en relación al mismo mes de 2014.
Al mismo tiempo, las ventas en ese mismo período se derrumbaron un 22,8%, lo que ha llevado a muchas empresas a aplicar medidas similares a las anunciadas hoy por Mercedes Benz o incluso a una fuerte reducción de sus plantillas. De acuerdo a Anfavea, entre junio y julio pasados un total de 1 200 trabajadores perdieron sus puestos en la industria automotriz y el número de empleados en ese sector cayó un 9,7% en los últimos doce meses.
Según un balance difundido por la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), la producción de automóviles en el país cayó un 14,9% en julio pasado en relación al mismo mes de 2014. Foto: AFP.
Odebrecht, el gigante brasileño del sector de la ingeniería que tiene operaciones en cuatro continentes, tuvo sus orígenes en 1944. Ese año, el joven empresario Norberto Odebrecht, de ascendencia alemana, creó la firma en la ciudad de Salvador.
71 años después, la iniciativa empresarial de un joven visionario es considerada una de las empresas más grandes de América, región en la que participa en el desarrollo de grandes obras de infraestructura en EE.UU., México, Guatemala, Cuba, República Dominicana, Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay, Argentina y, su país de origen, Brasil.
A esa lista se suman cuatro países europeos: Alemania, Portugal, España y Austria. En África, opera en Ghana, Angola y Mozambique. Y en Asia, la compañía está en los Emiratos Árabes Unidos.
Las cifras de la corporación son difíciles de dimensionar. En el 2012 tuvo ingresos por USD 41 317 millones, ganancias por 774 millones y activos por 59 459 millones, según datos que constan en su sitio web. Para el 2013, los ingresos llegaron a USD 41 377 millones, las ganancias fueron de 210 millones y los activos sumaron 60 758 millones.
Para mostrar una comparación de las cifras millonarias que maneja: la organización del Mundial de Fútbol del año pasado costó cerca de USD 12 000 millones. Es decir, la firma tiene en activos cinco veces lo que costó el Mundial Brasil 2014.
Hoy, la compañía está envuelta en un escándalo. El pasado 19 de junio, la Policía brasileña detuvo a Marcelo Odebrecht, presidente de la empresa y nieto del fundador. La firma está involucrada en la investigación de una red de sobornos protagonizados por la estatal Petrobras. Los delitos que se investigan son formación de cartel, fraude en licitaciones, corrupción, desvío de fondos públicos y lavado de dinero.
El año anterior, Odebrecht facturó más de USD 40 000 millones y reunió a 181 000 empleados distribuidos en 21 naciones.
La controversia que atraviesa la multinacional generó efectos en los países en los que participa en grandes construcciones. Según datos de BBC Mundo, el conjunto de contratos en cartera de la empresa en la región llega a USD 18 000 millones.
La misma agencia de noticias señala que además de construir centrales hidroeléctricas en la región, Odebrecht realizó -sola o mediante consorcios- carreteras, autopistas y puentes en Colombia, Argentina, Ecuador, Guatemala, Perú, República Dominicana o Venezuela.
En Colombia, la firma participa en contratos como la Ruta del Sol Sector 2, avaluada en 3,5 billones de pesos (cerca de USD 1 750 millones) y en la que tiene una participación del 62%. Además, tiene una cuota del 86% en el proyecto de recuperación de la navegabilidad por el río Magdalena, que tiene un valor de 2,5 billones de pesos (USD 1 250 millones), según diario El Tiempo.
El Gobierno colombiano está evaluando los escenarios que se podrían derivar de las investigaciones. El vicepresidente, Germán Vargas Lleras, explicó días atrás que el estatuto anticorrupción prevé que cualquier condena internacional en materia de sobornos inhabilitará a una firma por 20 años para contratar con el Estado.
En Argentina está desde 1987. Una de sus primeras obras fue la Central Hidroeléctrica Pichi Picún Leufú, sobre el río Limay, que separa a las provincias de Neuquén y de Río Negro. La empresa hizo otras obras importantes como la Autopista Acceso Oeste, en 1996, y la ampliación de los gasoductos San Martín y Neuba II, en el 2005.
En Venezuela participó en obras del aeropuerto internacional de Maiquetía, la línea 2 del metro de Los Teques, un teleférico de Caracas, complejos habitacionales y agroindustriales. Más al norte, en México, la gigante brasileña participa en la construcción de un complejo petroquímico para producir polietileno en el estado de Veracruz. En Cuba realiza la ampliación del Puerto Mariel.
Ahora, con el escándalo que investiga la justicia, los contratos de la firma en la región están en una etapa de indagación.
Odebrecht, auge y caída de un ‘príncipe’ muy poderoso
El Tiempo de Colombia, GDA
En pocos casos como el de Marcelo Odebrecht, de 46 años, pesa tanto el apellido y lo que él representa para la economía de Brasil. Hijo de Emilio Odebrecht y nieto de Norberto Odebrecht, Marcelo es el tercero dentro de una dinastía que inició un imperio en 1944. Casi cinco años después, el hijo del fundador tomó las riendas y en el 2008 asumió el trono su nieto.
Como en las grandes familias nobles, el ‘príncipe’ de Odebrecht fue esculpido desde niño para ejercer el cargo que ostenta, pero el 19 de junio fue capturado por cargos relacionados con indicios de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Se educó en Bahía, su tierra natal, pero también pasó por los mejores centros educativos y universidades en Suiza y, sobre todo, en Estados Unidos.
Pasó por obras de ingeniería, luego por el sector del petróleo –en la época en que la familia puso en marcha Braskem, una de las petroquímicas más poderosas de Latinoamérica– y finalmente, aterrizó con alfombra roja en el despacho que culminaba la sucesión planeada de la saga. De él hablan como un directivo calculador de riesgos: apuesta alto, pero se guarda una última carta en el juego.
Así, fue modelando el perfil actual del holding de empresas, un gigante diversificado en varios polos, pero con la mira puesta en las concesiones públicas de mayor tamaño.
Entre el 2008 y el 2013, época de mayor expansión en una economía aún caliente, Odebrecht fue ganando prestigio en los círculos empresariales y también en el Palacio de Planalto. El presidente, en ese entonces, Luiz Inácio Lula da Silva, que estuvo en el poder entre el año 2003 y el 2010, tenía ya una buena relación con la familia Odebrecht, pero la entonces ministra de la Casa Civil, Dilma Rousseff no le dispensaba a Marcelo un trato tan cercano y amigable.
La hoy presidenta de Brasil fue cambiando su parecer hasta presentarlo como el mayor empresario de Brasil, hace algunos meses. En esos años fue aumentando exponencialmente el crecimiento de su empresa, especialmente en el área de la construcción, donde asumió un buen pedazo de las obras del Mundial 2014, los Juegos Olímpicos del 2016 y la revitalización del inmenso puerto de Río de Janeiro.
Pero además, se hizo cada vez más grande fuera de las fronteras brasileñas. Y fue por ahí que empezaron las cosquillas de la prensa en los últimos meses. La revista Época y el diario O Globo han venido publicando una serie de informaciones en las que se detalla la relación del expresidente brasileño Lula da Silva con el conglomerado Odebrecht.
Hoy, en medio del escándalo, dicen que lo que realmente vale para todos es la amistad de Marcelo Odebrecht, no solo con Lula da Silva, sino con todos los grandes actores del arco político brasileño. Visto así, si Marcelo Odebrecht habla a la justicia de todo lo que sabe, entonces se podría estar hablando de un terremoto de magnitudes inimaginables. Quizás esa sea la última carta del ‘príncipe’.
En Ecuador
12 contratos serán auditados
La empresa brasileña Odebrecht es un importante actor dentro de la contratación pública del Ecuador y lo ha sido en las últimas décadas.
Pese a haber sido expulsada en octubre del 2008 por problemas en el desempeño de la hidroeléctrica San Francisco, en dos años llegó a un acuerdo con el Estado para reparar la central y entregar USD 20 millones de lucro cesante, además de reponer varios equipos.
Luego de ello, en el 2011, volvió a ser contratista del sector público con la reparación de la central hidroeléctrica Pisayambo. Desde el 2012, la empresa ha sido adjudicada con cinco obras por USD 749 millones, de acuerdo con el Sistema Nacional de Contratación Pública, lo que representa un 9% respecto a toda la contratación del Estado en el 2014.
Entre estos contratos están dos fases de la Ruta Viva que conecta a Quito con el aeropuerto de Tababela; el movimiento de tierras para la implantación de la Refinería del Pacífico; el poliducto Cuenca-Pascuales; y el acueducto represa La Esperanza de la Refinería del Pacífico.
La adjudicación de varias obras a la empresa ha sido cuestionada en los últimos años. Un primer cuestionamiento llegó en agosto del 2012 cuando Odebrecht fue adjudicada con el contrato para la preparación de los terrenos de la Refinería del Pacífico. Constructoras locales publicaron en varios diarios nacionales una carta abierta al presidente Correa; en aquella ocasión, para que intervenga en ese contrato por presuntas irregularidades.
El contralor, Carlos Pólit, anunció en semanas pasadas que auditará 12 contratos adjudicados a Odebrecht a raíz del escándalo desatado en Brasil.
La compañía participa en grandes obras de infraestructura en la región. En la foto se observa una planta de generación de energía eléctrica que Odebrecht tiene en Brasil. Foto tomada del sitio web de Odebrecht
El Gobierno brasileño anunció hoy una legislación provisional que permitirá a empresas en crisis a reducir la jornada de trabajo de sus empleados, y proporcionalmente sus salarios, como herramienta para evitar despidos masivos.
El llamado Programa de Protección al Empleo (PPE), un decreto ejecutivo firmado hoy, 6 de julio del 2015 por la presidenta Dilma Rousseff, busca ayudar a sectores que, como el automotor, en los últimos meses, ante la fuerte caída de la demanda, han despedido a miles de empleados para reducir su producción.
La norma autoriza a empresas que enfrenten dificultades financieras temporales a reducir la jornada de trabajo de sus empleados hasta en un 30%, con la consecuente reducción del salario en el mismo porcentaje, con el fin de reducir la producción sin tener que despedir trabajadores.
El Estado, por intermedio del oficial Fondo del Amparo al Trabajador, subsidiará al empleado afectado con el pago de hasta la mitad del valor de la pérdida salarial. Pese a que entrará en vigor este mismo lunes por contar con la firma de la jefe de Estado, la medida aún tendrá que ser analizada y aprobada por el Congreso, que le puede introducir modificaciones y hasta vetarla.
La legislación especial regirá hasta el 31 de diciembre de 2016, para cuando el Gobierno considera que estará superada la actual coyuntura económica negativa y el país estará creciendo nuevamente, tras la contracción de hasta el 1,50% esperada para este año.
Además de la contracción económica y de una posible recesión este año, Brasil sufre con la mayor inflación interanual en la última década, las mayores tasas de intereses en diez años, una fuerte reducción del consumo y las ventas, y un creciente desempleo.
El aumento del desempleo y de la inflación, junto con el encarecimiento del crédito, ha obligado a las familias a reducir el consumo y ha provocado una caída de la demanda en varios sectores.
El secretario general de la Presidencia, Miguel Rossetto, en una rueda de prensa que concedió en la sede del Palacio de Planalto para detallar la medida, aseguró que el Gobierno creó un grupo interministerial para determinar cuáles sectores podrán flexibilizar las jornadas y los salarios.
Los sectores beneficiados serán anunciados este mismo mes y las empresas que quieran adoptar la legislación tendrán plazo hasta diciembre próximo para adherir al programa. Las empresas que se acojan tendrán que comprometerse a no despedir ningún empleado hasta al menos dos meses después de que la medida pierda vigor, es decir hasta febrero de 2017.
La legislación fue anunciada por la Presidencia tras la reunión que Rousseff tuvo hoy con varios de sus ministros y con representantes de las centrales sindicales. «Es más importante usar recursos públicos para mantener el empleo que para costear el desempleo. Se trata de un programa que beneficia a todos y que está orientado claramente a mantener los empleos durante el período de crisis«, afirmó Rossetto.
De acuerdo con la explicación del ministro, un trabajador con salario de 5 000 reales (unos USD 1 666,7), por ejemplo, podrá ser obligado por la empresa a reducir su jornada laboral hasta en un 30 %, lo que le acarreará en una pérdida salarial correspondiente.
Ese empleado, sin embargo, pasará a recibir 4 250 reales (unos USD 1 416,7) mensuales, de los que 3 500 reales (unos USD 1 166,7) serán aportados por su empleador y otros 750 reales (unos USD 250) corresponderán al subsidio concedido por el Estado. «El programa está destinado a proteger empresas de sectores afectados por la crisis de producción y ventas», aclaró el ministro.
El Gobierno calcula que el subsidio tendrá un costo de 100 millones de reales (unos USD 33,3 millones) tan solo este año, pero ayudará a preservar al menos 50 000 empleos.
El sector automotriz es uno de los segmentos empresariales de Brasil donde más se registra la crisis y los despidos. Foto: EFE
Estados Unidos y Brasil cerraron hoy un acuerdo que permitirá a los ciudadanos brasileños un ingreso más rápido en los puntos de entrada aérea al país norteamericano para mediados de 2016, y otro que elimina las contribuciones dobles a la seguridad social.
El presidente estadounidense, Barack Obama, y su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, sellaron hoy 30 de junio del 2015 esos acuerdos y otros destinados a estrechar el comercio bilateral, permitir la importación a EE.UU. de carne fresca de vacuno brasileña y ampliar el uso de fuentes renovables en su producción de energía.
Después de su reunión en la Casa Blanca, Obama y Rousseff emitieron un comunicado conjunto en el que anunciaron la próxima participación de Brasil en el programa estadounidense ‘Global Entry‘, que agiliza la entrada de viajeros en los aeropuertos de Estados Unidos, para el fin de la primera mitad de 2016.
El programa ‘Global Entry’ establece un sistema de aprobación previa de ciertos viajeros considerados de bajo riesgo, que tienen la opción de evitar los controles migratorios regulares y proceder en su lugar a unos quioscos automatizados, lo que puede reducir los tiempos de espera.
Hasta el momento, ese programa está disponible únicamente para ciudadanos de Estados Unidos, residentes permanentes en el país y ciudadanos de México, Panamá, Alemania, Holanda y Corea del Sur, según la página web de la Oficina de Protección de Fronteras de Aduanas de Estados Unidos (CBP, por su siglas en inglés).
Perú inició el pasado febrero los trámites para entrar en ‘Global Entry’, y confía en convertirse en el primer país suramericano en sumarse al programa, algo a lo que ahora aspira también Brasil.
Brasil sigue trabajando, además, para cumplir los requisitos para participar en el Programa de Exención de Visas (Visa Waiver Program, en inglés), que permitiría a los brasileños viajar a Estados Unidos sin necesidad de visado para visitas centradas en negocios o turismo por un periodo no superior a 90 días.
Seguridad social
En la reunión de hoy, los mandatarios también firmaron un acuerdo que permitirá a los ciudadanos brasileños que trabajen en EE.UU. y los estadounidenses en Brasil «que se reconozcan sus contribuciones a la seguridad social en ambos países«, de acuerdo con el comunicado. El acuerdo «elimina las contribuciones dobles a la seguridad social, que ocurren cuando un trabajador de un país trabaja en el otro», añade la nota.
Al suprimir el doble pago de ciertos beneficios, la Casa Blanca estima que el acuerdo supondrá un ahorro para las compañíasestadounidenses y brasileñas de más de USD 900 millones en los próximos seis años.
Otro de los acuerdos suscritos supone que el Departamento de Agricultura de EE.UU. enmendará sus reglas para permitir «la importación de carne fresca de res bajo condiciones específicas que mitigan el riesgo de fiebre aftosa«, de acuerdo con otro comunicado.
En el área comercial, el Departamento de Comercio de EE.UU. y el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Extranjero de Brasil firmaron un memorando para ampliar su cooperación respecto a sus estándares de regulación.
Asimismo, Estados Unidos y Brasil iniciarán consultas antes de que acabe este año sobre su respectiva implementación de un sistema de «ventanilla única» para la importación de bienes que, en palabras de Rousseff, «facilitará y simplificará los plazos de tiempo requeridos en los procedimientos de aduanas».
La visita de Rousseff a Estados Unidos arrojó como resultado la suscripción de acuerdos en materia comercial y social. Foto: EFE
Los presidentes de las empresas Andrade Gutiérrez y Odebrecht fueron detenidos hoy, 19 de junio del 2015 por la Policía en el marco de las investigaciones sobre las corruptelas en Petrobras, que llegaron así a dos de las más importantes constructoras de Brasil.
Las autoridades confirmaron la detención de Marcelo Odebrecht y Otávio Azevedo, quienes han sido acusados de fraude en licitaciones y formación de cartel y presiden respectivamente Odebrecht y Andrade Gutiérrez, dos empresas con operaciones en decenas de países.
Ambas compañías señalaron en sendos comunicados que las capturas de sus directivos «no eran necesarias», ya que consideraron que las empresas están colaborando debidamente con las investigaciones.
Odebrecht «siempre ha estado a disposición» para esclarecer los hechos, indicó una nota de esa empresa, mientras que la firma Andrade Gutiérrez se manifestó en el mismo sentido. No obstante, al anunciar las detenciones en una rueda de prensa, el comisario Igor Romário De Paula afirmó que las autoridades esperaban una «mayor colaboración de esas empresas», a las que se refirió como «dos compañías destacadas en la economía brasileña y en el mercado internacional«.
Odebrecht y Andrade Gutiérrez, al igual que otras 25 firmas, son investigadas por su supuesta participación en una red de corrupción enquistada en Petrobras que, durante la última década, según admitió la propia petrolera, se apropió ilegalmente de unos USD 2 000 millones.
De acuerdo a la policía, las empresas obtenían contratos amañados con Petrobras, inflaban los valores en hasta un 4% y repartían las diferencias entre directores de la estatal y partidos políticos que amparaban las corruptelas.
El comisario De Paula sostuvo que, según la investigación, «la voz de Odebrecht en el cartel de empresas que operaba en Petrobras tenía poder de decisión«, por las propias dimensiones de la firma.
El fiscal Carlos Fernando dos Santos Lima, presente en la misma rueda de prensa, apuntó que las pruebas obtenidas «no dejan dudas» en relación a que Odebrecht y Andrade Gutiérrez «capitaneaban el esquema dentro de Petrobras».
Dos Santos Lima sostuvo que «existen indicios concretos y muchos documentos» que, para las autoridades, «confirman que ellos tenían dominio de todo». También dijo que esos indicios «apuntan que las empresas estaban implicadas» y que esas maniobras «eran en realidad una práctica de negocios» y no corruptelas de algunos de sus directivos.
Explicó además que, hasta donde se ha comprobado, la mayor parte del dinero obtenido por esas dos empresas mediante las corruptelas era depositado en cuentas en otros países, entre los que citó Suiza, Panamá y Mónaco.
De Paula afirmó que las detenciones practicadas hoy constituyen «un recado claro de que la ley vale efectivamente para todos y de que no importa el tamaño de la empresa, el poder económico o la influencia en la sociedad» si se ha incurrido en delitos.
Además de esos dos ejecutivos, la policía detuvo hoy a otras diez personas vinculadas a estas empresas, así como convocó a declarar a otros 47 sospechosos.
Entre los detenidos, está el extesorero del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) Joao Vaccari, quien está acusado de presionar a las empresas que obtenían contratos con Petrobras para desviar parte del dinero obtenido hacia las arcas de esa formación.
El PT y otros partidos políticos implicados en el caso admitieron que han recibido apoyo financiero de las empresas investigadas, pero en todos los casos sostienen que esos recursos fueron debidamente declarados antes las autoridades fiscales y electorales.
No obstante, según la policía, las empresas eran orientadas para entregar el dinero que los partidos recibían de la corrupción a modo de donaciones que quedaban registradas en forma legal.
El presidente de la constructora brasileña Odebrecht, Marcelo Odebrecht, fue detenido por supuesto nexo con el caso de corrupción de Petrobras. Foto: AFP