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  • Un Centro que se enfoca en elevar la producción de caña

    Redacción Guayaquil

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    Incrementar la productividad de la cosecha de caña de azúcar y llevar adelante un trabajo de investigación en biotécnica son parte de los objetivos principales del Centro de Investigación y Desarrollo perteneciente a la Unión de Cañicultores del Ecuador (UNCE).

    El Centro funciona desde junio del año 2001 y allí trabajan 25 personas. Los investigadores se reparten entre el laboratorio de biotecnología, cuya función es realizar las investigaciones para la mejora de la producción.

    También se desempeñan en el laboratorio de entomología, que se encarga de la evaluación y el control biológico de la diatraea, o barrenador del tallo, considerada una de las plagas que más afecta los cultivos de caña de azúcar.

    Además, cuenta con un sistema de pesas y medidas que funciona principalmente durante la época de zafra, entre julio y enero.

    El proceso que lleva adelante el laboratorio de biotecnología, que actualmente dirige la bióloga Ana Arellano, inicia con la selección de una semilla de los campos de caña de azúcar.

    A la semilla se le aplica una desinfección externa y luego se pasa a una cabina de flujo laminar para retirarle elementos externos que puedan ser contaminantes y finalmente pasa al cultivo in vitro.

    Luego del examinado, el meristemo (tejido joven del vegetal) se siembra en un cultivo sólido o líquido, y pasa al proceso de termoterapia, con agua destilada a 51° durante 10 minutos.

    Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES

    “Una vez que se obtiene el saneamiento y rejuvenecimiento del cultivo, la semilla va a incrementar el rendimiento en un 20 y 30%, dependiendo del agricultor y el cuidado que le dé a su cosecha en términos de siembra y fertilización”, asegura Arellano.

    Una de las semillas en las que trabaja el Centro es la variedad Ragnar, importada de Australia desde hace más de cinco décadas. Es la de mayor consumo en las siembras del país.
    Asimismo se examinan otros tipos como CC85-92, CR74-250, RD75-11 y BJ70-43. La intención es determinar qué elementos mejoran su rendimiento.

    Luego de analizadas, se reparten de manera gratuita unas 5 000 semillas a pequeños agricultores ubicados en Guayas, Cotopaxi, Loja, Chimborazo, Imbabura y Carchi, principalmente.

    El Centro se mantiene gracias a los aportes de los productores que integran la Unión Nacional de Cañicultores. Ellos donan 0,5% de su producción para el mantenimiento de equipos, obtención de insumos y ejecución de investigaciones.

    La institución realiza, además, publicaciones en medios científicos nacionales e internacionales.

    Una es la investigación que hiciera sobre la obtención de semilla biotecnológica de caña de azúcar (Saccharum ssp hibrido) de alta calidad genética y fitosanitaria. El estudio fue publicado por la revista colombiana de Biotecnología en el 2015.

    Otros estudios han sido recopilados en las Memorias del VII Encuentro Latinoamericano y del Caribe sobre biotecnología agropecuaria (México) y las Memorias del III Congreso de la Caña de Azúcar, sus Derivados y Bioenergía (Guayaquil).

    Entre los proyectos que posee el Centro para el 2018 está expandir su plan de acción.
    La siembra se realizará en cultivos de mayor número de hectáreas en el cantón de El Triunfo para poder comprobar la efectividad de los clones trabajados en el laboratorio.

    “La idea es corroborar el trabajo que venimos haciendo en el Centro. Comprobar que estos clones dan para una nueva variedad y mejorar el rendimiento de los cultivos”, puntualiza Arellano.

    Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES El Centro de Investigación  funciona gracias al aporte de los cañicultores de El Triunfo. Allí trabaja Ana Arellano.
    Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    El Centro de Investigación funciona gracias al aporte de los cañicultores de El Triunfo. Allí trabaja Ana Arellano.
  • La cadena de retail que nació en una bodega del centro de Quito

    Evelyn Tapia

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    Era 1952 y en el Centro Histórico de Quito, en una bodega, la familia Wright vendía jabones, velas, aceites entre otros productos para el hogar. En la década de 1950, en Ecuador no existían todavía los supermercados.

    Así comenzó la que hoy es la cadena de retail más grande del país, Corporación Favorita, más conocida por sus cadenas Supermaxi, Megamaxi y Akí.

    Tres años antes de que la bodega comenzara a funcionar, la fábrica de aceites La Favorita le había otorgado la distribución de sus productos en Quito al ecuatoriano Guillermo Wright Vallarino. Así nació el nombre de este negocio que en 1957 abrió su primer local de autoservicio en la avenida Amazonas y Robles, en el centro norte.

    En 1953, cuando se colocó la primera piedra del que sería el edificio del primer Supermercado La Favorita, estuvo presente el general Guillermo Rodríguez Lara, entonces jefe de la Junta Militar y quien colocó simbólicamente la primera piedra.

    En los años setenta Ecuador experimentaba un ‘boom’ en la construcción de centros comerciales y La Favorita fue parte de ese proceso.

    Para 1972 la empresa ya había abierto en el Centro Comercial Iñaquito (CCI) el primer local de Supermaxi y la primera sección de juguetería,que dio origen a lo que hoy es Juguetón.
    En 1979, La Favorita expandió su operación a Guayaquil, en donde abrió su primer local, que todavía funciona en el centro comercial Policentro.

    En sus 65 años de historia la empresa ha ido ampliando su abanico de negocios y ya no es una empresa familiar, pues en 1976 abrió su capital al público,con lo que pudo incorporar accionistas.

    En 1996, cuando Supermercados La Favorita se ubicó en el segundo lugar del ranking de empresas con mayores ingresos del país, según datos de la Superintendencia de Compañías, la firma contaba con 1 897 empleados. Un año después de ese hito, en 1997, apareció el primer Megamaxi, que todavía está en el centro comercial Mall del Sol, de Guayaquil.
    Han pasado 20 años y La Favorita tiene cuatro veces más colaboradores y locales en todo el país, además negocios de retail en otros seis países de la región.

    En ese lapso se sumaron nuevas marcas, como Akí (1999) y la cadena de ferreterías Kywi, que fue comprada en el 2005.

    Para el 2008, según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI), la empresa estaba dentro de los 51 grupos económicos más importantes del país.

    Ese año La Favorita ocupó el sexto lugar entre los mayores contribuyentes, según el SRI, y además cambió su razón social de Supermercados La Favorita a Corporación Favorita.

    En 1996, Supermercados La Favorita se ubicó en el segundo lugar del ranking de empresas con mayores ingresos. Foto: Archivo / LÍDERES
    En 1996, Supermercados La Favorita se ubicó en el segundo lugar del ranking de empresas con mayores ingresos. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Los globos gigantes son el centro de este negocio

    Redacción Quito

    Un globo gigante rodeado de otros pequeños, piñatas y desayunos son algunos de los productos que se comercializan en el emprendimiento Cool Balloons, que se levantó hace un año.

    La idea nació del deseo de ofertar a las personas un producto personalizado para fiestas de cumpleaños, bautizos, bodas, pedidos de mano, festejos institucionales y otros eventos sociales.

    Su propietaria es Estéfani Reyes, una joven que invirtió USD 1 500 para hacer realidad su sueño: tener un negocio propio. Ella reconoce que el monto es bajo, pero le sirvió para comprar los insumos: globos, papel de todos los colores, pegamento, serpentinas…

    Además, pudo adquirir la máquina para inflar los globos, guillotinas y pagar viajes para convencerse que debe hacer un producto creativo. “Mientras más buscaba, más me convencía”, asegura la emprendedora.

    Para lograr un producto de calidad, Reyes hizo varias pruebas con los globos. Algunos se le rompieron; otros no podían volar. Así que tuvo que “dañar” varias veces el producto para conseguir los globos actuales.

    Ahora ella personaliza de todo: globos para bautizos, para fiestas infantiles, donde coloca a personajes de películas, bichos, entre otros dibujos animados.

    Su creatividad es, sin duda, su ‘plus’, ya que decora los globos según el pedido de sus clientes.

    Pese a la dedicación de esta joven, que tiene su negocio en la calle Fernando Ayarza y Eloy Alfaro, en el norte de Quito, su primera experiencia no fue buena. El motivo: tuvo que caminar mucho para conseguir los insumos y entregar un trabajo de calidad.

    “Si no lo hacía me iba a arrepentir toda la vida”, dice la joven.

    Afortunadamente, sus clientes quedaron encantados con el trabajo de Reyes, quien también se dedica a la producción, fotografía, estilismo y comunicación.

    La decoración de este primer evento consistía en globos transparentes con picadillo en el interior, por lo que tuvo que inflarlos con cuidado para evitar que se rompan inmediatamente.
    Johana Tapia contrató los servicios de Cool Balloons para la fiesta de bautizo de su hijo. Ella quedó encantada con el trabajo de esta joven quiteña porque, a su criterio “es muy profesional”
    Tapia, además, asegura que es un producto novedoso que llama la atención de los niños y adultos.

    A esta clienta le gustó tanto el producto que se comercializa en este negocio que recomendó a sus familiares y amigos estos globos para próximas fiestas.
    Esa es la idea, afirma Reyes, quien se demora mínimo una hora en decorar los ‘balloons’.

    Estos obsequios tienen un costo competitivo y conveniente en el mercado, asegura la joven. Actualmente hay arreglos con globos de USD 25 y 30.

    Lo que más le gusta de su trabajo es que puede llevar un mensaje de amor o amistad a sus clientes. La mayoría de sus arreglos son para pedidos de mano o de parejas que quieren expresarse su amor.

    “Hemos recibido cartas de amor con mensajes hermosos para los novios y novias o en el globo un mensaje que dice: Te casas conmigo”, sostiene con una sonrisa.

    Este negocio empezó con cinco clientes el año anterior. “Era mi trabajo de fin de semana”.
    Sin embargo, el negocio creció solo y “se puso a la moda”. Eso fue positivo porque impulsó a que esta emprendedora se dedique a tiempo completo a esta actividad.

    Reyes es una joven que no le gusta parar. Siempre está activa y realiza sus tareas de forma rápida. Eso hizo posible que aumente los productos de su negocio.

    Ahora ofrece desayunos personalizados. Los huevos, el sánduche, el jugo, la fruta son parte del menú, que viene acompañado de unos globos, taza con diseños y el mensaje de amor o amistad.

    El costo de este producto es de USD 30. Si el envío es cercano al local no tiene un recargo adicional. Sin embargo, si el envío es a otro sector de la ciudad o fuera de ella tiene un recargo de USD 6 o 7.

    Carlos Soto es un joven que buscaba una idea original para sorprender a su novia. Encontró esta opción para celebrar el cumpleaños de su ser querido. “Es una idea original que le voy a regalar a mi pareja”.

    Estéfani Reyes levantó Cool Balloons con USD 1 500 de inversión. Su hermana ,Ana María, le ayuda en el local. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
    Estéfani Reyes levantó Cool Balloons con USD 1 500 de inversión. Su hermana ,Ana María, le ayuda en el local. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
  • Ella montó su centro estético con dedicación

    María Victoria Espinosa (I) redaccion@revistalideres.ec

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    El emprendimiento nació hace tres años en una de las habitaciones de la casa de Ligia Bastidas, en Santo Domingo de los Tsáchilas.

    Ella cursaba el último módulo de cosmetología en el Centro de Formación Artesanal Nuevo Israel, de Santo Domingo. La joven adecuó una camilla junto a sus productos de belleza. Primero le hacía mascarillas faciales a su familia. En menos de dos meses, también las realizaba para sus amigas y vecinas del barrio.

    Después ellas recomendaron el trabajo de Bastidas con otras amigas y la clientela aumentó de 10 a 30 pacientes en seis meses.

    Eso hizo que poco a poco la habitación se hiciera más pequeña para el negocio. “Apenas me gradué empecé a soñar con tener un local para atender a mis clientes”.

    Entonces, Bastidas reunió USD 3 000 y alquiló un local que se convirtió en el centro estético Coco Stetic. El estilo de la decoración se relacionó con las palmeras de coco y el color verde. “Las palmas son resistentes hasta a los desastres naturales. Así me proyecté. Tienen la fortaleza para soportar cualquier obstáculo”.

    Bastidas señala que los primeros meses en el nuevo local fueron difíciles por los gastos como el arriendo y los servicios. Por eso decidió implementar estrategias de publicidad. Una de esas fue probar con las redes sociales.

    Bastidas creó una cuenta en Instagram y otra en Facebook. En esos canales empezó a subir fotografías con consejos para cuidar la piel. También, promocionaba los servicios del centro estético, que se especializa en depilación facial y corporal y en mascarillas humectantes, para las arrugas o manchas, entre otras.

    Andrea Narváez conoció de Coco Stetic por medio de las redes sociales. Ella recuerda que hace dos años tenía problemas de resequedad. “Buscaba en Facebook páginas de consejos y encontré la cuenta. Enseguida me enganché porque tenía consejos y también publicaciones cómicas”.

    La plataforma virtual le ha permitido expandir su clientela de unos 60 a 200 clientes fijos.
    Por eso, debió cambiarse nuevamente de local. Ahora se ubicó en el centro de Santo Domingo. “Es un lugar más accesible para las clientas”. En el nuevo local se invirtieron USD 5 000. Eso debido a que se implementaron servicios como el aire acondicionado, se adecuó una sala de espera y se dividió otros espacios para camillas y tratamientos faciales.

    Otra de las estrategias fue crear las Cococards, que son tarjetas que premian la fidelidad de las clientes. Luego de cinco sesiones consecutivas, la sexta es gratuita para quien tenga la tarjeta. Además, Bastidas regala muestras de productos para la piel. “Me interesa que las personas se sigan cuidando la piel en casa. Para que los tratamientos den resultado”.
    Paola Bastidas es clienta desde hace tres años porque confía en los conocimientos de la emprendedora. “Si tenemos un problema en la piel y ella no lo puede tratar es honesta y nos dice la verdad”.

    Bastidas señala que hay procedimientos que deben realizarse bajo la supervisión de un médico. “Yo soy auxiliar en enfermería, pero eso no me certifica para hacer tratamientos invasivos, que causen daños irreversibles a la piel”, dice esta mujer.

    Ligia Bastidas es la propietaria de Coco Stetic. Ella realiza una mascarilla facial a la cliente Paola Bastidas. Foto: Juan Carlos Pérez
    Ligia Bastidas es la propietaria de Coco Stetic. Ella realiza una mascarilla facial a la cliente Paola Bastidas. Foto: Juan Carlos Pérez
  • El ciclista urbano es el centro de esta iniciativa

    Redacción Quito

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    Cuatro palabras definen a este emprendimiento: innovación, versatilidad, comodidad y seguridad. Este negocio se llama Nankaia y nació con la idea de elaborar productos para el ciclista urbano y su medio de transporte.

    Su mentalizadora, Daniela Borja, es diseñadora industrial y gráfica. Ella trabaja junto a otras cuatro mujeres, que son parte de este emprendimiento que ha tenido acogida en las tiendas de la ciudad. Sus nombres son Lorena Heras, Gabriela Acuña, quienes son diseñadoras, más Alexandra Lema y Diana Zaquinaula, que se encargan de la confección de los artículos para las bicicletas.

    Desde los 16 años, Borja aprendió a pedalear y decidió usar su ‘bici’ como medio de transporte para movilizarse en medio de la congestión que registra Quito, en especial en horas pico.
    El cambio de vehículo de cuatro a dos ruedas implicó que se abra un nuevo mundo para ella, ya que entendió la contaminación que generan los vehículos motorizados. Incluso, se puso como meta ayudar a reducir este impacto.

    “Sueño con que Nankaia impulse a mucha gente a transportarse en bici”, dice la emprendedora.

    Al momento, este negocio, que arrancó con una inversión de USD 8 000, tiene varios productos. Los bolsos son los más demandados porque se pueden adaptar a la ‘bici’ y movilizarse con tranquilidad. Lo positivo es que son impermeables. Su costo es de USD 39.
    Otro de los productos de estas emprendedoras es el abrigo impermeable, ideal para el viento y la lluvia. El ‘plus’ de esta prenda de vestir es que es reflectante, por lo que el ciclista puede circular más seguro en las noches. El precio de la chompa, que viene en varios colores es de USD 69,90.

    Esta prenda es una de las favoritas de Ariadna Vargas, quien es mexicana. La joven compró una bicicleta y empezó su búsqueda de insumos para usarlos a diario. Su necesidad se basó en que el clima de Quito es variable. Hay días que llueve de imprevisto. “La chompa es hermosa. La puedo utilizar a cualquier hora”.

    Para ella, las potencialidades de estos productos es su diseño y su funcionalidad. “Pese a que Ciudad de México es más grande no tiene estas opciones para el ciclista”.
    Vargas destaca que los materiales utilizados en la confección no contaminan el ambiente y son de buena calidad. “Sé que estos productos los puedo utilizar a cualquier hora y tienen una duración de bastante tiempo”.

    El producto está en diferentes tiendas de la urbe. Una de ellas es Fulgur Bicicletas, que distribuye los productos de Nankaia. Su propietario, Fernando De la Torres, señala que la venta del producto ha sido “excelente”, ya que son productos cómodos y versátiles para el ciclista.

    Ellos se convencieron del producto, ya que vieron la necesidad de estas prendas para los ciclistas. En su tienda,el producto estrella son las alforjas, que se acomodan en la parte de atrás de la bicicleta.

    “Al producto no le hace falta una mejora, lo que necesita es promocionarse más”, señaló De la Torre, quien tiene su tienda en el sector de La Floresta, en el centro norte.

    El joven además aseguró que desde mediados de año se han vendido más de 30 alforjas de este tipo, por lo que se espera que las ventas sigan creciendo.

    El nombre de este emprendimiento tiene un significado y deriva de dos palabras: “nankay” que en kichwa significa equilibrio y “Gaia” que es la diosa griega de la tierra. Según estas emprendedoras “El equilibrio es la habilidad indispensable para pedalear y refleja el balance en los términos sociales y ambientales en los cuales nos basamos para trabajar”, dicta en su página web.

    La distribución se realiza en seis tiendas de ciclismo en Quito, y en www.nankaia.com. Los interesados pueden ingresar a la página y elegir la opción Productos e ir añadiendo los productos de su elección.

    El emprendimiento es parte del programa Jóvenes Líderes de las Américas, que promueve el gobierno de EE.UU.

    Daniela Borja junto a sus compañeras levantaron el emprendimiento Nankaia, que se preocupa en la seguridad y la comodidad del ciclista. Foto: Vicente CostaleS / LÍDERES
    Daniela Borja junto a sus compañeras levantaron el emprendimiento Nankaia, que se preocupa en la seguridad y la comodidad del ciclista. Foto: Vicente CostaleS / LÍDERES
  • Yiwú, el mayor centro comercial del mundo

    Mónica Mendoza, enviada a Yiwú (I)

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    Yiwú es una ciudad pequeña en relación con Pekín, la capital de China; o a Shanghái, su mayor centro financiero. Es una urbe de 1,2 millones de habitantes y el mayor mercado para ventas al por mayor de artículos pequeños.

    Las Naciones Unidas, el Banco Mundial y JP Morgan la han nombrado la ‘Capital Global de Commodities’. El 60% de los adornos navideños que en estos días se colocan en los hogares en el mundo salen de esta ciudad.

    Se ubica en el centro de la provincia costera de Zhejiang y su historia comenzó a cambiar en 1982. De un pequeño pueblo agricultor pasó a ser el centro comercial más grande del mundo. Tiene conexiones aéreas con más de 200 ciudades de todos los continentes, una conexión por tren con Madrid y el Tren de Alta Velocidad pasa por aquí, camino a Shanghái.

    En Yiwú todo impresiona. Un río atravesado con enormes esclusas para nivelar el agua y un clima intensamente caliente. Calles con locales y bares con nombres en chino, ruso, árabe, inglés… Se calcula que más del 50% de sus habitantes es de origen extranjero (musulmanes, coreanos, rusos, etc.) con un ingreso per cápita anual de USD 20 000 (el promedio en China es USD 8 000).

    Pero lo más impresionante es el Yiwu International Trade City, que rodea parte de la ciudad. Son cinco distritos que suman 5,5 millones de m², donde están instaladas 75 000 tiendas con todos los objetos inimaginables. Desde ropa interior, juguetes, adornos, zapatos, joyas, electrodomésticos… la lista es interminable.

    Según los administradores, son 1,8 millones de ítems de artículos pequeños en exhibición. Pero tampoco se trata de un centro comercial para ir de compras todos los días y salir con un montón de paquetes. Solo se vende al por mayor y los compradores son comerciantes e importadores extranjeros. Se llenan contenedores que viajan 300 km hasta el puerto de
    Shanghái hacia varios destinos.

    La distancia entre cada distrito es 4 km. Recorrer un solo distrito en un día resulta imposible, pues cada uno tiene hasta cinco edificios de cuatro o cinco pisos. Cada distrito se especializa en determinados artículos, por ejemplo: el 2 tiene relojes, electrodomésticos, maletas; el 4, calcetines, ropa, zapatos; el 5, productos importados.

    El comprador primerizo puede correr el riesgo de perder el tiempo y no saber al final qué comprar. Cada piso es un laberinto de pasillos y de tiendas que parece que vendieran lo mismo. Los primeros días de noviembre el distrito 1 estaba lleno de adornos navideños, renos, luces, árboles, Papás Noeles, guirnaldas, coronas y todo lo necesario para armar la Navidad. Este distrito se completa con tiendas solo de barcos en miniatura, accesorios para montar bares con temáticas como el rock.

    El 2015 llegó un promedio diario de 214 000 visitantes para hacer negocios con 210 000 empleados que trabajan en las 75 000 tiendas. Los locales solo cierran 10 días al año. El año pasado tuvieron ventas totales por USD 16 000 millones, según la administración.

    Wang Liegang, vicedirector de Asuntos Exteriores de Yiwú, dice que un tercio de todo lo que se vende se produce en esta ciudad y el resto se fabrica en la provincia de Zhejiang. La administración local tiene un plan de desarrollo 2013-2030 que incluye la construcción de centros financieros, de exhibiciones, manufactura inteligente e industria de autos.

    Las ventas desde Yiwú también se mueven en línea. Emprendedores compran al por mayor y comercializan al por menor a través de plataformas en Internet como la gigante china Alibaba.com, Yiwugou.com o TaoBao.com.

    Un lugar emblemático es la aldea Liu, que alberga a 3 000 negocios e-commerce. Son pequeños locales, de no más de 200 m², que se alquilan para montar los negocios. Jóvenes emprendedores comienzan en Qing Yan Liu Business Incubation Center a diseñar páginas de sus productos. Tienen seis meses de gracia para armar y arrancar su negocio, sin pagar un yuan, explica Su Chen, trabajadora social de la aldea.

    Luego alquilan una pieza para empezar las ventas. En la planta baja están las vitrinas, en la alta cinco o seis personas atienden y facturan los pedidos en línea. Y en el subsuelo se empacan y distribuyen. En la aldea funcionan 23 empresas de logística que se encargan de la entrega de paquetes dentro y fuera de China. Cada día se despachan 1,6 millones de paquetes domésticos para China y 900 000 al resto del mundo.

    Lo que empezó en el 2007 como un laboratorio de estudiantes universitarios de Negocio Electrónico se ha convertido en un gran supermercado virtual, el cuarto más grande de China.

    El mayor centro de e-commerce de China reúne a unos 3000 emprendedores que venden en línea. Fotos: Mónica Mendoza / LÍDERES
    El mayor centro de e-commerce de China reúne a unos 3000 emprendedores que venden en línea. Fotos: Mónica Mendoza / LÍDERES
  • Ambato inauguró el centro para la homologación de carrocerías

    Modesto Moreta (I)

    El Centro de Fomento Carrocero y Metalmecánico fue inaugurado en el cantón Ambato de la provincia de Tungurahua, este 2 de febrero del 2016. Estas modernas instalaciones equipadas con tecnología de punta beneficiarán a más de 55 empresas dedicadas a la construcción de carrocerías de todo el país.

    Aquí se podrán realizar las pruebas de volteado de la carrocería para buses. El costo de la obra bordeó los USD 3 millones y fue financiado con el aporte del Ministerio de la Producción (Mipro) y de la Prefectura de Tungurahua.

    La moderna planta de 1 000 metros cuadrados se levanta en el sector de Catiglata, ubicado en el norte de la ciudad. Jorge Sánchez y Gustavo Camelos, técnicos del Consejo Provincial y del Ministerio de Productividad, respectivamente indicaron que el nuevo modelo de gestión que se aplica en la provincia ayudó a plasmar en realidad este proyecto que impulsará al sector metalmecánico.

    El centro cuenta con un laboratorio de análisis estructural donde el industrial carrocero podrá desarrollar sus diseños y prototipos a través de una impresora 3D. Asimismo de partes para los autobuses.

    Además con un área destinada a la validación de los diseños de las estructuras de los buses para que resista un eventual choque o volcamiento. Ricardo Zambrano, subsecretario del Ministerio de Productividad, aseguró que esto no solo beneficiará a las 55 empresas localizada en el centro del país, sino a al menos 90 que hay en los países dedicados a la fabricación de carrocerías.

    En la actualidad da empleo directo a más de 2 500 personas en forma indirecta y 5 000 indirectamente. La moderna infraestructura está equipada con tecnología de última generación.
    Durante la inauguración el prefecto de Tungurahua, Fernando Naranjo, indicó que es un logro el alcanzado para el sector productivo de la Región. Ahora se realizan los estudios para la instalación de otros centros y laboratorios productivos dirigidos al calzado, destilería y la agricultura.

    Inauguración del Centro de Fomento Carrocero en Ambato. Foto: Glenda Giacometti/ El Comercio
    Inauguración del Centro de Fomento Carrocero en Ambato. Foto: Glenda Giacometti/ El Comercio
  • El ejecutivo de la Sierra centro aprecia sus trajes

    Modesto Moreta (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Cuando los ejecutivos visten elegante es porque usan trajes confeccionados por Pikadili. Eso es lo que promocionan los administradores de este negocio ubicado en Ambato.
    Este emprendimiento familiar se inició en 1973. Su fundador, Enrique Arcos, se especializa en la elaboración de ternos, fracs, esmóquines y abrigos para damas, caballeros y niños. En el 2014, comercializó USD 20 380.

    Este empresario dice que el desarrollo de su negocio se ha sustentado en que cada una de las prendas que salen de la planta ubicada en Huachi El Progreso (suroriente de la ciudad), utilizan materiales durables y cada una de las prendas pasa por un estricto control de calidad.

    Una vez que finalizó los estudios primarios en la escuela Francisco Flor, no ingresó al colegio. Por eso, decidió aprender sastrería en el taller del ‘Maestro Manobanda’, en Ambato. Allí dio los primeros pasos en la confección. Luego de tres años de aprendizaje logró ser oficial de uno de los mejores artesanos en la rama, Abrahán Camino.

    Laboró en Creaciones Camino por siete años. “Ingresar a donde el maestro Camino era bien complicado, solo entraban los mejores y los que sabían del arte. Pero pasé esa prueba. En este lugar aprendí todas las técnicas que combinan con la confección moderna”, recuerda Arcos.

    En 1973 decidió abrir su propio taller en la avenida Cevallos y Unidad Nacional (centro), pero hasta ese momento no tenía una marca. Su amigo Carlos Toaza que viajó a Inglaterra le envió una postal que decía Pikadilli. En ese instante resolvió ubicar con este nombre su emprendimiento. Pero solo le retiró la ‘l’ y ubicó un cartel en su local.

    Se siente satisfecho puesto que está por cumplir 50 años como artesano en la sastrería. “Es satisfactorio mantenerme en el mercado local y nacional. Mi marca está entre las mejores que hay en el país”, cuenta Arcos.

    Con la marca de a poco fue alcanzando el reconocimiento que tienen sus confecciones. Recuerda que invirtió alrededor de 25 000 sucres en la compra de máquinas de coser, tijeras y otros materiales y herramientas.

    Dos décadas después de iniciar su negocio, viajó a EE.UU. donde se quedó a trabajar seis meses en una fábrica de ternos. Con los conocimientos adquiridos retornó a Ambato con maquinaria de punta, aunque no recuerda el monto de la inversión.

    La calidad de su producto hizo que creciera hasta que en 1997, con la llegada de almacenes que comercializaban productos asiáticos, frenó el alza de su negocio, pues estos sitios ofrecían ropa a bajo costo que le impedía competir en el mercado.

    Ese inconveniente le ocasionó pérdidas y para pagar las deudas vendió parte de la maquinaria. “Fue una época difícil. Estuve a punto de quebrar, pero me recuperé, porque mis clientes me ayudaron y compraron trajes”.

    Desde la instalación de su empresa la inversión en equipos ha sido constante. Calcula que la última inyección de recursos fue de USD 20 000 con la adquisición de nuevas máquinas con pantallas y otros recursos.

    Ahora, planifica la tecnificación del cortado de la tela aplicando tecnología láser.
    Una de sus colaboradoras es su esposa Fanny Aranda, quien se encarga de las finanzas del emprendimiento. Dice que actualmente las ventas están entre los USD 18 000 y 20 000 anuales.

    De acuerdo con los registros del negocio sus trajes se venden a clientes de Guayaquil, Quito, Puyo, Ambato. Uno de ellos es el ambateño Carlos Eugenio, quien dice que hace 10 años usa la marca. Lo hace por la resistencia y la buena calidad de la vestimenta. “Es lo mejor que hay”.

    Enrique Arcos arrancó el negocio en 1973. Por cuatro décadas se mantiene como un referente en su ciudad. Foto: Raúl Díaz/PARA LÍDERES
    Enrique Arcos arrancó el negocio en 1973. Por cuatro décadas se mantiene como un referente en su ciudad. Foto: Raúl Díaz/PARA LÍDERES
  • En Quito se inaugura Centro de Diseño Industrial e Innovación Tecnológica

    Redacción Líderes

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    El Ministerio de Industrias y Productividad y la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi) inauguraron este 26 de enero del 2016, el Centro de Diseño Industrial e Innovación Tecnológica (CEDIT), como resultado de un convenio de cooperación interinstitucional, establecido dentro del Programa Emprendamos Non Project, de la cooperación japonesa.

    Durante el acto de inauguración, el viceministro de Productividad, Emilio Velasco, reiteró el compromiso de apoyo a las pequeñas y medianas empresas que constituyen el 96% del tejido empresarial ecuatoriano, brindan empleo al 67 % de la población nacional y constituyen el 25 % del PIB.

    Velasco exhortó a confiar en el país y a continuar las articulaciones de trabajo público-privadas. “Esta es una oportunidad de desarrollo de nuevas tecnologías y líneas de producción, para que las empresas crezcan y puedan producir mejor, en el marco del cambio de la matriz productiva”, aseveró.

    El Centro cuenta con escáneres e impresoras 3D, ruteadoras, sistemas de tránsito de líquidos, envasadoras, líneas de manufactura, ensamblaje, mecanizado y equipos neumáticos. Entre ellos, cilindros sensores y tecnologías híbridas, que permiten desarrollar desagregación tecnológica y elaborar prototipos que pueden ser fabricados en el país por empresas ecuatorianas, dentro del esquema de la sustitución selectiva de importaciones.

    El Ministerio intervino en la creación de este laboratorio, al gestionar un aporte no reembolsable de USD 191 923, por parte del gobierno japonés, invertidos en la adquisición de tecnología e indumentaria necesarias para su implementación y posicionamiento como un centro de excelencia, que ofrecerá capacitación, educación continua y entrenamiento especializados en tecnología de automatización.

    El presidente de la Capeipi, Marco Carrión, resaltó el trabajo conjunto entre la empresa privada, el sector público y la academia, puesto que el equipamiento y la implementación del CEDIT fueron realizados por técnicos y profesionales de la Escuela Politécnica Nacional, que también brindan asesoría en producción y capacitación sobre la utilización de las herramientas implementadas.

    Carrión afirmó que “este centro es un espacio de investigación y desarrollo para las Mipymes, que constantemente investigan, renuevan y elaboran productos enfocados en la necesidad nacional y observan la normativa de calidad vigente”.

    El CEDIT generará mayor productividad, sustitución de importaciones e incremento de la competitividad en la industria nacional.

    El Ministerio de Industrias y Productividad y la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi) inauguraronel Centro de Diseño Industrial e Innovación Tecnológica (CEDIT), en Quito. Foto: Cortesía
    El Ministerio de Industrias y Productividad y la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi) inauguraronel Centro de Diseño Industrial e Innovación Tecnológica (CEDIT), en Quito. Foto: Cortesía
  • El centro boliviano de investigación nuclear ya cuenta con terrenos

    Agencia EFE

    El centro de investigación nuclear que quiere construir el Gobierno boliviano con respaldo de Rusia ya cuenta con terrenos para su instalación en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz.

    El Ejecutivo promulgó hoy (30 de noviembre) una ley por la que expropia a título gratuito tierras del Banco Central de Bolivia y las cede al Ministerio de Hidrocarburos y Energía, que será el organismo responsable de poner en marcha el proyecto.

    Expertos de la empresa estatal rusa Rosatom apoyarán a las autoridades bolivianas en la planificación y construcción del centro de investigación nuclear, del que el presidente Evo Morales ha dicho que quiere que sea el más grande de Suramérica y en el que se invertirán unos USD 300 millones.

    «La universidad que no tenga gente preparada para el estudio de los átomos (…) se va a quedar en la edad de piedra. El presidente Evo Morales ha dicho que Bolivia no se va a quedar estancada, va a entrar al ámbito de la investigación nuclear porque ese es el futuro, el desarrollo», dijo hoy al promulgar la norma el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera.

    Por su parte, la viceministra de Electricidad y Energías Alternativas, Hortensia Jiménez, destacó que el centro contribuirá al desarrollo en salud a través del Centro Nacional Ciclotrón-Radiofarmacia, que será útil para el diagnóstico precoz y tratamiento del cáncer y patologías neurológicas y cardiológicas.

    Las instalaciones también tendrán aplicación en la industria agraria y la seguridad alimentaria mediante una «Planta Multipropósito de Irradiación Gama» que contribuirá, según Jiménez, al incremento de la productividad a través de la mejora genética de semillas.

    Respecto al reactor nuclear de investigación del que dispondrá el centro, la viceministra indicó que se destinará a «la liberación científica y tecnológica a través del desarrollo del conocimiento e investigación de la tecnología nuclear con fines pacíficos en hidrología e hidrocarburos».

    La construcción del centro forma parte del plan civil de energía atómica con fines pacíficos anunciado por el Gobierno boliviano en 2014 y que cuenta con el respaldo del Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea) de la ONU.

    Las instalaciones iban a estar inicialmente ubicadas en un barrio de la zona sur de La Paz, pero ante el frontal rechazo de los vecinos, el Gobierno boliviano descartó esa zona y decidió construirlo en El Alto, ciudad ubicada a 4 000 metros sobre el nivel del mar.