Etiqueta: cerveza

  • La cerveza artesanal que se expande desde Loja

    Giovany Astudillo

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    El lojano Juan Cueva aprendió a elaborar cerveza de forma empírica, hace nueve años. Cuando regresó de Argentina hace dos años, tras seguir una maestría en televisión, montó una planta para preparar esta bebida.

    El objetivo de este ingeniero en electrónica y telecomunicaciones fue crear una cerveza artesanal de calidad. La producción empezó en octubre del 2015. Él diseñó su propia maquinaria y bajo su supervisión fue construida en un taller de metalmecánica en Loja. Fue elaborada en acero inoxidable y empezó produciendo hasta 1 000 botellas mensuales.

    Esa planta fue vendida este año luego de importar desde Italia, España y China los nuevos equipos, que funcionan desde octubre pasado. En la actualidad, la capacidad máxima de producción es de 70 000 botellas al mes, si trabajara todos los días.

    Pero solo cocina dos veces a la semana para cubrir la actual demanda, que llega hasta las 8 000 botellas mensuales. La fábrica está ubicada en el centro de Loja.

    Hace dos años Cueva empezó la producción con dos variedades: una rubia y una negra. En la actualidad, prepara cuatro que son una rubia estilo americano, una roja tipo escocés, una negra inglesa y una roja especial que lleva el nombre de Doctor Patrick en honor a su progenitor.

    “Esta última es muy robusta, tiene mucho cuerpo, mucho aroma… y tiene ocho grados de alcohol. El resto de las variedades tiene cinco grados”, señala Cueva. Todas son hechas de cebada malteada.

    Su trabajo se enfocó en homogenizar la producción. Para ello, no hace modificaciones en las recetas y lleva un estricto control de la materia prima y del proceso productivo. “Con eso logramos que no existan modificaciones entre los diferentes lotes de producción y que el consumidor tenga el mismo sabor siempre”.

    Él aspira llegar a un máximo de seis variedades de cerveza porque su prioridad es la homogenización en la producción. Según Cueva, durante estos dos años su principal desafío ha sido las ventas porque en el país recién inicia la cultura cervecera artesanal.

    El 2017 se enfocó en el posicionamiento de la marca, por ello en septiembre pasado realizó el lanzamiento oficial de marca en la Feria Internacional de Loja, en la que participaron empresas y comerciantes de Ecuador y Perú.

    Además, amplió sus ventas a supermercados, distribuidores, bares, restaurantes, gasolineras y otros establecimientos de Loja, Zamora, Cuenca, Quito y Guayaquil. Su intención es llegar a nuevos mercados como la Sierra norte y El Oro. Cueva dice que, si bien les interesan las grandes ciudades, se enfocará en abrir mercado en urbes donde hay menor competencia.

    Para cumplir ese propósito, él realiza alianzas estrategias con distribuidores. Un acuerdo se concretó con la Industria Licorera Embotelladora de Loja (licor Cantaclaro). Cueva asegura que este consiste en que esa empresa incluya a Südbier dentro de su portafolio de productos y aprovechar su línea de distribución.

    En la actualidad, esta empresa cervecera vende sus cuatro variedades en botellas de 330 ml, que cuestan USD 2,25 y en barriles de 30 litros, que tienen un precio USD 110. Desde el próximo mes, lanzará al mercado la botella de 500 ml, que costará USD 3,75.

    Galo Piedra es dueño de Morelia Parrilla, que funciona en el centro de Loja. “Compro esta cerveza desde hace dos años porque su calidad, sabor y porque tiene buena demanda, sobre todo, de los extranjeros”. Cada semana adquiere seis cajas (24 botellas cada una) de cada variedad de Südbier.

    Juan Cueva invirtió USD 120 000 en la nueva línea de producción que importó desde China, Italia y España. Está en funcionamiento desde octubre pasado en el centro de la capital lojana. Fotos: cortesía de Südbier
    Juan Cueva invirtió USD 120 000 en la nueva línea de producción que importó desde China, Italia y España. Está en funcionamiento desde octubre pasado en el centro de la capital lojana. Fotos: cortesía de Südbier
  • Ellos cultivan el arte cervecero con 20 recetas

    Evelyn Tapia

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    Santa Rosa, el barrio quiteño ubicado en el sector de Pomasqui, en el que crecieron los hermanos José (32) y Carlos Pinos (28), le da el nombre al negocio de cerveza artesanal que estos emprendedores desarrollaron en el 2015. Ahí, además, está la planta en la que producen esta bebida.

    Los primeros seis meses, los espacios de venta fueron las ferias artesanales y las primeras botellas no tenían marca. Así comenzó Cervecería Santa Rosa, recuerdan estos hermanos, junto con Pablo David Escobar, un amigo en común, que se convirtió en socio.

    Es 14 de septiembre del 2017, y junto al balcón de la casa ubicada en el Centro Histórico (entre Guayaquil y Mejía), la noche de la inauguración de su segundo local, los socios sacaron cuentas de cómo ha crecido su emprendimiento: este año proyectan que facturarán USD 350 000. Esto porque producen unos 5 000 litros al mes y suman unas 20 recetas propias.

    La fórmula de su cerveza ‘scotch’ fue creada por José para los invitados en su boda, y su sabor dulce la posicionó entre las más pedidas por sus clientes. Otra de las favoritas, la ‘honey strong’, una cerveza rubia, se elabora con miel cosechada en colmenas propias, explica Carlos.

    Casi dos años después de que la idea de hacer cerveza se cruzara por sus mentes, y luego de haber hecho un curso para aprender de la bebida, en Estados Unidos, los tres dejaron sus trabajos anteriores y ahora se dedican de lleno a atender Santa Rosa.

    Antes de aprender a hacer cervezas, José y Carlos trabajaban en producción musical, mientras que Pablo, amigo en común de los dos, estaba en el negocio de las manufacturas. Aunque ninguno se había dedicado antes a producir cerveza, confiesan que la idea siempre les pareció atractiva.

    “Nos dio curiosidad y aprendimos por ‘hobby’. Con el tiempo nos comenzaron a salir mejor y así se convirtió en una pasión que nos unió más y que además nos dejaba ingresos”, comenta Carlos, que tiene a su cargo la gerencia.

    Aunque al principio tenían la idea de poner una gran planta de producción cervecera y potenciar la distribución, luego de hacer el curso entendieron que era mejor enfocarse primero en un espacio de venta que atraiga a los clientes y les permita potenciar la cultura cervecera del tipo artesanal.

    Así, el 9 de abril del 2016 abrieron su primer local, en La Floresta. Junto con la planta en Santa Rosa y los dos locales, los emprendedores han invertido USD 150 000.

    “A nosotros nos gusta mucho el tema de diseño y por eso nos esforzamos en eso, en cada detalle de los locales”, dice Carlos.

    En el nuevo bar del Centro Histórico los socios apuestan este año a otro nicho, el maridaje de cerveza. De ahí que, a diferencia del local de La Floresta, en este hay un servicio de cocina que prepara platillos para maridar cada tipo de cerveza.

    “Fue importante darnos cuenta de que queríamos ofrecer una cerveza de calidad y servida de la manera correcta, con una buena temperatura y en un ambiente ideal en el que la decoración y la música sean parte de toda la experiencia”, explica Escobar.

    Es lo que destaca Simón Dávalos, uno de los clientes asiduos de la Cervecería. “Es importante además que hay mucha fidelidad en sus recetas, se ve que son muy exigentes en eso. A veces, las cervezas artesanales van cambiando el sabor, no siempre les sale igual, pero las de ellos no, el sabor es fiel siempre”, añade.

    A más de los locales, ahora distribuyen cervezas a unos 30 clientes de tiendas especializadas, restaurantes y bares en Quito, Cuenca, Guayaquil y Ambato.

    Los hermanos José y Carlos Pinos, junto con Pablo David Escobar (centro de la foto) son los propietarios de la Cervecería Santa Rosa, que tiene una planta de producción y dos locales. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Los hermanos José y Carlos Pinos, junto con Pablo David Escobar (centro de la foto) son los propietarios de la Cervecería Santa Rosa, que tiene una planta de producción y dos locales. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • En Puembo se produce cerveza de herencia alemana

    Patricia González

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    En Bavaria, Alemania, la cerveza es una bebida arraigada en la cultura de ese país, incluso se consume junto con el desayuno. Allí vivió por cinco años, mientras estudiaba Administración de Empresas, Uli Hahl, un alemán de madre ecuatoriana, que reside en el Ecuador desde hace ocho años.

    La cerveza es parte de su cultura y herencia familiar -su bisabuelo tuvo una cervecería en Alemania a comienzos del siglo XX-. Durante su época universitaria, la elaboración de la bebida en casa se convirtió en un ‘hobby’.

    Cuando llegó al Ecuador se dio cuenta que al país le faltaba cultura cervecera. “La mayoría de las personas solo conocía la cerveza industrial”, comenta. Durante sus primeros años en el país, trabajó en negocios de importación, hasta que decidió emprender en la industria de la cerveza.

    El proyecto fue ideado hace cuatro años, junto con su socio Stefan Nestler, quien se sumó directamente desde Alemania. También se integraron como inversionistas tres primos de Hahl: Santiago Novillo, Andrés y Paúl Salas.

    Páramo Brauhaus (cervecería en alemán) arrancó operaciones en el 2014, en una casa en la parroquia de Puembo, en Quito, con una producción de 1500 litros de cerveza al mes. La inversión inicial que requirió el proyecto fue de USD 100 000.

    Un año después, se mudaron a una planta de mayores dimensiones, en Puembo, donde la producción actual es de 15 000 litros de cerveza al mes. Junto a la planta hay un restaurante de comida alemana, en el que atienden de viernes a domingo.

    La cerveza se compone de cuatro ingredientes básicos: agua, malta, lúpulo y levadura. Pero se pueden lograr diversos estilos, según las versiones de malta, lúpulo o levadura utilizados, y la temperatura a la cual se fermenta.

    Uli Hahl, gerente general de la cervecería, destaca la calidad de las cervezas artesanales que se producen en el país. Reconoce, no obstante, que aún falta experiencia y tecnología para lograr mejores productos.

    Páramo Brauhaus se inspira en la cerveza alemana. Desarrolla cerca de 15 estilos, siendo cinco los principales: Weissbier (rubia, de trigo, con toques de plátano), Altbier (roja y maltosa), Kölsch (rubia, refrescante), Pale Ale (aromática y frutal) y Stout (negra, con toques de café).

    Con la Pale Ale ganaron una medalla de plata en el concurso Cervezas de América, celebrado en Chile; donde también fueron merecedores de otra medalla de plata por una cerveza de temporada, denominada Weizenbock.

    Los productos de la cervecería se comercializan en locales de las cadenas Megamaxi y Supermaxi, en hoteles, bares y restaurantes. Entre las provincias de Pichincha y Guayas suma más de 50 clientes.

    En Birras, un restaurante-bar ubicado en el cantón de Samborondón (Guayas), se venden los productos de Páramo Brauhaus desde la inauguración del local, el pasado mayo. Semanalmente, Birras le compra 10 barriles.

    “Páramo se ha ganado un nombre en Birras. La gente llega para repetir el estilo de cerveza que más le gustó”, comenta Xavier Baquerizo, propietario.

    El estilo de mayor rotación en el local es Kolsch. La presentación de 300 mililitros en cualquier versión se vende a USD 3,50. La de 500 ml, a USD 6,50; mientras que la de 1 lt, en USD 9,99.

    En La Aurora, un restaurante localizado en el sector de La Floresta, en Quito, también se venden las cervezas Páramo Brauhaus, en todos sus estilos.

    “Es buena la rotación, porque el producto es de calidad y el precio también es competitivo”, resalta Diana Herrera, propietaria.

    El 2016, la cervecería facturó USD 450 000. Aunque el comienzo del año fue difícil, Hahl prevé un cierre de facturación superior al del pasado año, con buenas expectativas para el último trimestre. Para finales del 2017, la empresa cervecera proyecta comenzar a exportar a Alemania.

    Páramo Brauhaus produce 15 estilos de cerveza, en su mayoría inspirados en la cerveza alemana . Están en locales de Pichincha y Guayas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Páramo Brauhaus produce 15 estilos de cerveza, en su mayoría inspirados en la cerveza alemana . Están en locales de Pichincha y Guayas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Esta cerveza se saborea en 4 provincias

    Bolívar Velasco

    Las fiestas populares fueron la locación ideal para medir el nivel de aceptación de las primeras variedades de cerveza artesanal que empezó a procesar Rolando Remache en Santo Domingo.

    Corría mediados del 2015 y esta cerveza se degustaba gratuitamente en medio de la algarabía de los transeúntes que presenciaban las comparsas de un desfile de esa ciudad. Ahí se ensayaba un estudio de mercado para saber cuál de las 11 variedades de esta bebida finalmente se quedarían en el mercado bajo la marca Triple.

    En las degustaciones tuvieron mayor peso la ‘blonde’, ‘stout’ y la ‘ipa’; se descartó por decisión de los mismos consumidores la de maíz que en realidad pretendía ser el producto novedoso de esta línea de cerveza artesanal.

    La gente no estaba familiarizada con una composición distinta a la clásica que contiene como ingredientes el lúpulo y la cebada.

    Por eso Remache se animó a potenciar las tres variedades aceptadas por el público y empezó a probar suerte con los 20 litros que procesaba a la semana para distribuirlas en bares de la urbe.

    La respuesta fue la esperada como la ocasión de las primeras degustaciones; eso lo llevó a incrementar su producción a 40 litros semanales.

    Todo fue tan rápido que la demanda subió como la espuma de la cerveza dice Rolando Remache al referirse a la aceptación que hoy tiene su producto en los dos años que lleva en el mercado.

    En la actualidad, la producción de la Triple es de 2000 litros mensuales. Estos se despachan en botellas de 330 milímetros para 25 puntos de comercialización en Quito, Latacunga, Tungurahua y Santo Domingo de los Tsáchilas.

    La idea de emprender con esta clase de bebidas surgió de los viajes que Remache hizo en el 2014 a Estados Unidos donde visitó varios bares que se especializan en venta de cerveza artesanal. Al siguiente año, al retornar al Ecuador, observó que en Quito empezaban a despegar negocios con esta línea y eso lo alentó a iniciarse como productor.

    En marzo del 2015 asistió a un curso de elaboración de cervezas artesanales que dictó en Riobamba el juez de cervezas Francisco Olachea. Remache le atribuye a este mexicano el haber pulido sus conocimientos y también el hecho de catar sus primeras variedades de cerveza que recibieron el visto bueno de este experto.

    No pensé encontrarme una persona que haga una cerveza buena, fueron las palabras de Olachea que alentaron aún más a este emprendedor.

    Los inicios de Remache con la cerveza Triple fueron con una inversión de USD 1 500 que le permitieron acondicionar un espacio en su casa, ubicada en la Cooperativa de Vivienda Santa Martha, en Santo Domingo.

    A mediados del 2015, cuando supo de la aceptación de su marca, inauguró una planta de 20 x 15 metros cuadrados en el kilómetro 54 de la vía Santo Domingo – Quevedo; invirtió USD 100 000 fruto de los ahorros familiares.

    Manuel Remache, padre de Rolando, cuenta que dentro de esas instalaciones aprovechan los acuíferos naturales para obtener el agua ara la producción.

    Este agrónomo cuenta que esto es una ventaja a la hora de procesar el producto debido a que llega al consumidor con un plus natural. El nombre de Triple tiene un sentido especial para su creador.

    Se debe a las letra R que llevan el nombre y apellido de él, sus tres hermanos y sus tres amigos que son parte de la promoción, procesamiento y distribución.

    Con este equipo de trabajo cada día trata de posicionar la marca y para eso se basa en sus conocimientos en marketing.

    Oriol Solano, encargado de la promoción, cuenta que en redes sociales manejan una intensa campaña que consiste en interactuar con el público, por ejemplo, a través de concursos.
    Se les pide un ‘like’ para la ‘fanpage’ y a continuación compartir un video. Esto les permite tener un diagnóstico de la aceptación y también hacer una suerte de posicionamiento de la marca.

    Rolando Remache, con apoyo de su familia, sacó al mercado su cerveza artesanal en Santo Domingo. Foto: Bolívar Velasco / LÍDERES
    Rolando Remache, con apoyo de su familia, sacó al mercado su cerveza artesanal en Santo Domingo. Foto: Bolívar Velasco / LÍDERES
  • La cerveza que va de Cuenca hasta Guayaquil

    Redacción Cuenca

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    Los cuencanos Hernán Coellar y Mateo Carrasco comenzaron hace dos años a elaborar cerveza artesanal como una distracción, pero se formalizó por la demanda que tuvo su producto entre los amigos y familiares.

    Coellar, quien se graduó de Administración de Empresas, y Carrasco, de Ingeniería Ambiental, elaboraron entre 10 y 15 tipos de cervezas de cebada, trigo y avena en sus pruebas. Ellos determinaron que había un negocio potencial por la cantidad de pedidos que recibían. Luego se sumaron como socios Jimmy Íñiguez y Carlos Montero.

    La empresa se constituyó hace un año y los emprendedores escogieron a Becken como su marca. Es una palabra alemana que significa Cuenca, señala Coellar. A más de ser su ciudad natal quisieron vincular el nombre con la vocación artesanal cuencana.

    Según Coellar, tuvieron que vencer algunos obstáculos como un mercado acostumbrado a una cerveza industrial y a un precio más económico. “Lo bueno es que llevamos la pasión y somos perseverantes. Nosotros competimos por calidad”.

    Su primera inversión fue la adquisición de equipamiento canadiense para la elaboración de la cerveza. La planta, que tiene una capacidad de producción de 3 500 litros al mes, está ubicada en la parroquia cuencana de Sinincay. Fueron USD 100 000 financiados con sus recursos.

    Para expandirse en el mercado incursionaron en Guayaquil desde el año pasado. Al principio producían entre 400 y 500 litros al mes. De esa cantidad, unos 200 iban a Guayaquil. “En esa ciudad hay mucha más acogida para este tipo de bebida porque es un mercado cervecero, que aprecia la calidad”, asegura Íñiguez.

    En la actualidad, producen unos 2 500 litros al mes. Según Íñiguez, apuestan por crecer en el mercado guayaquileño a través de la apertura de un bar.

    Esa estrategia la aplicarán luego de que obtuvieron buenos resultados con la apertura del bar Becken House, ubicado en la Calle Larga de la capital azuaya. Fue abierto en agosto pasado.
    Tiene una capacidad para 40 personas y los fines de semana está lleno, dice Coellar. Según él, hay mucha rotación de personas y ofrecemos opciones para picar”.

    En este bar ofrecen sus dos variedades embotelladas (330 ml). Son una rubia tipo belga elaborada con trigo y cebada e insumos como cáscaras de naranja, semillas de cilantro y manzanilla y la negra alemana de cebada y trigo con maltas tostadas.

    Allí, también ofertan otras tres variedades, que están en barriles y son comercializados en vasos. Cada mes se cambia una de estas últimas por otra opción, señala Carrasco. “Queremos crear una cultura cervecera y la gente pruebe algo diferente”. En total pueden elaborar 15 variedades.

    Íñiguez dice que con la apertura del bar en Guayaquil aspiran a duplicar las ventas en ese mercado. En la actualidad, venden cerca de 1 400 litros al mes. También, quieren ingresar a Quito, “que es un mercado más competitivo en cervezas artesanales”.

    Coellar agrega que por estrategia están en puntos de venta específicos como supermercados y restaurantes de la capital azuaya.

    Otros detalles

    Una inversión. En el bar Becken Hourse, en el centro de Cuenca, estos emprendedores invirtieron USD 15 000. Fue abierto el pasado 12 de agosto. Allí, los días de mayor afluencia son los viernes y sábados.
    El resultado. Según Hernán Coellar, este bar permitió que aumenten las ventas en Cuenca. En la actualidad, comercializan cerca de 1 200 litros al mes en esta ciudad. “Creamos una cultura cervecera y que la gente que conoce mucho del producto siempre esté interesada de las alternativas”.

    Hernán Coellar, Mateo Carrasco y Jimmy Íñiguez (foto) son socios del emprendimiento junto a Carlos Montero. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Hernán Coellar, Mateo Carrasco y Jimmy Íñiguez (foto) son socios del emprendimiento junto a Carlos Montero. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Corte del Guayas ratifica decisión de que la marca Club no se venda

    Sofía Ramirez

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    La Corte Provincial de Justicia de Guayas ratificó, hoy 24 de enero del 2017, la decisión de que la marca de cerveza Club no se venda. Cervecería Nacional (AB InBev) es la propietaria de la marca, que tiene el 1,5% del mercado.

    La marca está en el centro de una suerte de disputa que arrancó en mayo del 2016 y subió de escala en noviembre pasado. En mayo, la Superintendencia de Control del Poder de Mercado (SCPM) fijó 11 condiciones con fin de mejorar el mercado cervecero, liderado por Cervecería Nacional. Entre las condiciones estaban la venta de una planta de producción de Guayaquil y de las marcas como Zenda, Biela, Dorada y Maltín. En estas condiciones no se incluyó a la marca Club.

    Luego, en noviembre del año pasado, la SCPM expidió una resolución en la que dispuso -de oficio y de manera adicional- la desinversión obligatoria de la marca Club a fin de mejorar las condiciones para el ingreso de un nuevo competidor. El organismo argumentó que se tomó esta decisión, con el afán de que un nuevo competidor ingrese al país con todos los elementos para generar la presión competitiva necesaria, con miras a prevenir prácticas contrarias a la competencia y beneficiando al consumidor.

    El 2 de diciembre del 2016, el juez José Luis Tapia Franco, de la Unidad Judicial de lo Civil de Guayaquil, declaró nula la orden de la autoridad antimonopolio, en la que ordenaba de manera obligatoria la venta de la marca Club, como parte de las 11 condiciones que se debía cumplir para dar el aval a la fusión entre AB InBev y SABMiller en el país.

    Ahora, tas el fallo de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, la SCPM podría presentar una acción extraordinaria de protección ante la Corte Constitucional.

    La marca está en el centro de una suerte de disputa que arrancó en mayo del 2016 y subió de escala en noviembre pasado. Foto: LÍDERES
    La marca está en el centro de una suerte de disputa que arrancó en mayo del 2016 y subió de escala en noviembre pasado. Foto: LÍDERES
  • El coloso mundial de la cerveza tiene luz verde

    Agencia AFP

    Los accionistas de la cervecera belgobrasileña AB InBev y de la británica SABMiller aprobaron la semana pasada su fusión, alumbrando a un coloso mundial que reunirá a marcas como Corona, Budweiser o Foster’s.

    La adquisición de la cervecera británica por AB InBev por 79 000 millones de libras (USD 104 000 millones) se convertirá en una de las cinco fusiones más importantes de la historia, que encabeza Vodafone con la compra del alemán Mannesmann en 2000 por USD 180 000 millones.

    El nombre de la nueva empresa será AB InBev a secas, con lo que SABMiller pierde su nombre. Tras un año de negociaciones, la fusión se hará efectiva el próximo 10 de octubre y, al día siguiente, las acciones de la compañía cotizarán principalmente en la bolsa de Bruselas, con cotizaciones secundarias en Johannesburgo, lugar de origen de SABMiller, y en México.

    “Nos congratula que el voto de nuestros accionistas nos permitirá superar una etapa más hacia la reagrupación de nuestras compañías, de nuestros equipos, de nuestro fuerte legado y de nuestra pasión por la elaboración de cerveza”, dijo en un comunicado el presidente ejecutivo de AB InBev, el brasileño Carlos Brito.

    Aunque la cervecera belgobrasileña aceptó en el otoño de 2015 pagar 44 libras por acción de su rival, la devaluación de la divisa británica a consecuencia de la decisión de Reino Unido en junio de abandonar la UE le obligó a subir su propuesta a 45 libras.

    Entre las dos empresas producen cerca de 60 000 millones de litros cada año, tres veces más que la tercera del sector, la holandesa Heineken, y venden una de cada tres cervezas en el mundo.

    Además de las marcas citadas, la nueva empresa es propietaria de Coors, Skol, Antartica, Beck’s, Leffe, Hoegaarden, Quilmes, Victoria, Atlas, Arequipeña, Miller y muchas otras más. Para obtener el visto bueno de varias autoridades de regulación, AB InBev se comprometió no obstante a ceder marcas de su adquisición británica como Peroni y Grolsch a la cervecera japonesa Asahi.

    La futura sede del coloso cervecero mundial se hallará en Lovaina y la oficina de “administración funcional” de la compañía se instalará en Nueva York.

    Foto: Hannan MacKay / EFE Algunas de las marcas de cerveza que son parte de AB InBev, que desde ahora es la mayor empresa del sector a escala global.
    Foto: Hannan MacKay / EFE
    Algunas de las marcas de cerveza que son parte de AB InBev, que desde ahora es la mayor empresa del sector a escala global.
  • Ecuador elimina prohibición de venta de licor los domingos

    Agencia AFP

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    Ecuador levantó la medida que impedía vender bebidas alcohólicas los domingos, en medio de un plan de promoción turística y comercial que incluye a balnearios devastados por el terremoto del pasado 16 de abril, informó el ministro del Interior, José Serrano.

    “El día domingo las tiendas, los supermercados podrán nuevamente expender bebidas alcohólicas (…) no para consumo inmediato sino para consumo en los domicilios” , señaló Serrano en un video difundido el martes por la cartera.

    El gobierno ecuatoriano prohibió en junio de 2010 la venta de licor los días domingo alegando que el consumo de estas bebidas tenía relación con un 10% de los asesinatos, y limitó el horario para el expendio en bares y discotecas.

    En ese momento, asociaciones de propietarios de centros nocturnos estimaron que las restricciones les provocarían un 80% de pérdidas económicas.

    Serrano agregó que “han sido aproximadamente cinco años en los cuales hemos tenido restricciones importantes en cuanto a horarios de atención y expendio de bebidas alcohólicas” , lo que “ha contribuido de manera importante a la disminución de índices de violencia en nuestro país” .

    Con el acuerdo firmado el lunes entre los ministros del Interior y de Turismo, Fernando Alvarado, los horarios de venta y consumo de licores se extienden por tres horas de lunes a jueves, y por cuatro horas los viernes y sábados.

    En bares y discotecas se podrá vender bebidas alcohólicas de lunes a jueves de 12H00 a 01H00 locales (17H00 a 06H00 GMT) , los viernes y sábados desde las 12H00 hasta las 04H00 (17H00 a 09H00 GMT) , y los domingos entre 12H00 y 20H00 (17H00 y 01H00 GMT) .

    Serrano apuntó que la nueva medida será “una apuesta a mejorar, a facilitar, incentivar las actividades turísticas y de emprendimiento en el país, pero al mismo tiempo una apuesta por la seguridad ciudadana” .

    En 2015, ingresaron al país 1,5 millones de turistas procedentes sobre todo de Colombia, Estados Unidos y Perú, según últimos datos oficiales.

    En tanto que los ingresos económicos por turismo han pasado de 492,2 millones de dólares en 2007 a unos 1.691 millones en 2015, de acuerdo con el ministerio de Turismo.

    El gobierno ecuatoriano prohibió en junio de 2010 la venta de licor los días domingo. Foto: EFE
    El gobierno ecuatoriano prohibió en junio de 2010 la venta de licor los días domingo. Foto: EFE
  • Las ventas en el sector de la cerveza bajan

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    El mercado de la cerveza ecuatoriana tiene dos actores principales: Cervecería Nacional (CN) y Ambev Ecuador, que tienen el mayor porcentaje del pastel con el 99,48% de participación del mercado. Mientras que un 0,52% se lo lleva la producción artesanal de esta bebida, según datos de la Superintendencia de Compañías y la Asociación Nacional de Cervecerías del Ecuador.

    Y pese a que este último sector ha tenido un buen desenvolvimiento del país, la contracción económica, las restricciones en horarios para su comercialización y las salvaguardias para la importación de materias primas -como la malta- desencadenaron una caída de las ventas del sector.

    “El mercado de bebidas alcohólicas se encuentra en constante decrecimiento”, dijo Vinicio Troncoso, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Cervecería Nacional (CN), en una presentación ante la Asamblea Nacional el pasado 6 de abril. Allí, indicó que con relación al 2014 se registró una baja en este sector de 5,5% en el 2015. El principal factor, según este sector, fue la reforma fiscal del 2011.

    Este cuerpo legal estableció gravar con el impuesto a los consumos especiales (ICE), por cada litro de alcohol puro que se utilice. Para esto se puso una tarifa de USD 7,24. Y si el precio exfábrica (que aún no sale a la venta, pero ya está embotellado el producto) es mayor a USD 3,60 por litro, se aplicará un 75% sobre el precio exfábrica.

    Para Cervecería Nacional -que comparado con otros sectores aporta un 0,54% del Producto Interno Bruto (PIB)- , los factores mencionados influyeron en sus ventas. Según Troncoso (en su presentación), el volumen de ventas de cerveza, entre mediados de noviembre del 2015 y marzo de este año, la comercialización de la cerveza cayó en un 8%.

    Además, indicó que las restricciones impuestas a la comercialización de cerveza en los diferentes canales, desencadenaron que un total de 18 270 clientes dejen de comprar la bebida.

    De acuerdo con datos presentados por la firma, que las marcas Pilsener y Club, la industria cervecera aporta un 80% de la recaudación del ICE nacional en bebidas alcohólicas. También señala, citando un estudio, que cada ecuatoriano destina USD 9 mensuales de su presupuesto para adquirir esta bebida.

    Para el sector de la cerveza artesanal, la recesión también provoca una reducción en sus ventas, según informó Asocerv, un gremio que agrupa a 70 emprendimientos en el país.
    Ana Lucía Nájera, vicepresidenta de Asocerv, las microcervecerías artesanales crean seis trabajos directos (en promedio), y aportan al Fisco con USD 1,2 millones al año, por el ICE. Las cerveceras artesanales en el país producen 3,4 millones de litros al año.

    Carlos David Pinos, gerente general de la cervecería artesanal Santa Rosa, explica desde julio del 2015, cuando su marca salió al mercado, sí ha tenido un aumento en producción: “al inicio procesábamos 300 litros mensuales de cerveza; ahora llegamos a los 1 500”.

    Sin embargo, pese a sus esfuerzos facturaba en promedio USD 1 500. Esta cifra fue el resultado de la coyuntura económica del Ecuador y la competencia que tiene con otras marcas.

    Por eso, el año pasado definió una estrategia que desde el primer trimestre del 2016 le permitió mejorar sus ventas: tiene un punto de comercialización. Este local está ubicado en La Floresta (norte de Quito), además de vender sus botellas, comercializa su producto en vasos y por litros.

    Esto le ha permitido facturar unos USD 3 000 cada mes. Pinos, quien invirtió 8 000 para adquirir la planta y la maquinaria, con las recientes medidas anunciadas por el Gobierno, en la que indica que el IVA subirá a un 14% le preocupa. Esto, porque se reduciría su margen de ganancia.

    De acuerdo con un estudio del 2015 de la consultora Kantar Wordlpanel, el gasto promedio que realizar el hogar al año en cerveza es de USD 42. Valor que es mayor inclusive que la compra de jugos líquidos. Y en el Ecuador, existe una penetración de esta bebida del 49%; lo cual hace que el producto tenga potencial crecimiento con otros países de la región.

    La cervecería artesanal Camino del Sol es parte de los 70 emprendimientos dentro del sector de cerveza artesanal. Su fábrica está ubicada en el sector de San Bartolo, sur de Quito. Foto: Galo Paguay/ LÍDERES
    La cervecería artesanal Camino del Sol es parte de los 70 emprendimientos dentro del sector de cerveza artesanal. Su fábrica está ubicada en el sector de San Bartolo, sur de Quito. Foto: Galo Paguay/ LÍDERES
  • La cerveza artesanal vive un ‘boom’ en Ecuador

    Sofía Ramírez (I)  redaccion@revistalideres.ec

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    Una ‘lager’ pilsen o ‘ale’ de alta fermentación son parte de las variedades de cerveza artesanal que se producen en el Ecuador. Este sector ha crecido 20 veces por año, desde el 2011 hasta la fecha. Sin embargo, tiene cuatro desafíos que enfrentar: la Ley de Drogas, el ICE establecido por cada litro producido, el Sistema de Identificación y Marcación del Servicio de Rentas Internas (SRI) y la aplicación de una sobretasa del 45% a la malta importada.

    El ‘boom’ de la cervecería artesanal en el país se inició hace cuatro años, cuando se crearon bares temáticos que elaboraban este licor para el consumo doméstico.

    Con la finalidad de ofrecer un producto que pueda competir en el mercado, en el 2013 se inició la producción de esta bebida bajo los estándares de calidad que piden los entes de control: elaboración de la cerveza en una planta con maquinaria adecuada, obtención de registros sanitarios, etiquetado, entre otros componentes. Ese año fue determinante para los productores, ya que desde entonces se consolidaron las microempresas y las pymes de cervecería artesanal.

    Julio Espinosa, presidente de la Asociación de Cervecerías del Ecuador, que agrupa solamente al gremio artesanal, menciona que en el país existen 45 empresas afines a esta actividad. Sin embargo, hay emprendimientos ‘caseros’, que por su logística de producción todavía no pueden ser considerados en este registro.

    La participación de la producción artesanal en el país, no representa ni el 1% del Producto Interno Bruto; en promedio, este sector factura alrededor de USD 150 000 al mes, comenta Espinosa.

    Pedro Molina es representante de la cervecería artesanal La Compañía, de Cuenca, que tiene presencia en el mercado desde hace siete años. Explica que el crecimiento se registra por la producción de la bebida. Cuando inició elaboraba 1 000 litros mensuales y ahora llega a los 6 000. No obstante, uno de los principales inconvenientes que tuvo la firma este año fue la sobretasa arancelaria del 45% sobre la malta, materia prima que debe ser importada, ya que no se produce localmente.

    La medida que busca reducir la salida de divisas del país, según el Gobierno, en las empresas de cervecería artesanal se reflejó en una reducción sus ganancias netas en un 22%, como fue el caso de La Compañía, por ejemplo.

    Molina explica que tuvieron que asumir algunos costos para adquirir la malta. Sin embargo, esta situación ayudó a crear nuevos productos con materia prima local. La Compañía este año ofrece la cerveza de jora (maíz negro).

    Alexander Vega, encargado de ventas de la cervecería artesanal Los Tres Monjes, también concuerda en que las sobretasas a la malta o lúpulo no son convenientes para este negocio. Esto, porque esta medida adoptada este año, ha sido contraproducente para la producción local, en especial para las empresas que cumplen con estándares de calidad.
    Tanto La Compañía como Los Tres Monjes esperan que en el 2016 se eliminen las salvaguardias, tal como lo anuncia el Régimen.

    Otro desafío que tiene enfrente el sector es la actual Ley de Drogas. El proyecto aprobado en octubre pasado estipula que todas las bebidas alcohólicas son consideradas ‘drogas’. Para Espinosa, esta normativa presenta una manipulación del lenguaje y deja en incertidumbre aspectos como la ejecución de los operativos de control para estas bebidas, cuando se publique el reglamento.

    Otro aspecto que preocupa es el tema del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE). La Asociación solicitó que en la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional se establezca un techo al precio al costo de producción de USD 8,40, solo para micro y pequeñas empresas. Pero desde la Asociación ahora se solicita que se incluyan las medianas empresas. Esto, con la finalidad de que a largo plazo las compañías puedan crecer. Además, el gremio espera que se pueda ampliar el techo hasta USD 12.

    Y el último factor que preocupa los cerveceros artesanales es la Resolución Nº 591, emitida en agosto pasado por el SRI. Este documento dice que todas las empresas de bebidas alcohólicas, cigarrillos y cerveza incorporen en sus líneas de producción el Sistema de Identificación, Marcación, Autentificación y Rastreo (Simar). Este, a través de un código adherido en los productos, verificará la producción.

    Espinosa sostiene que no sabe cómo se implementará el sistema ni si incluye a la cerveza artesanal. LÍDERES solicitó información sobre el tema al SRI, pero no respondió hasta el cierre de esta edición.

    La cervecería artesanal Andes Brewing Co. tiene su planta instalada al norte de Quito.  Desde hace tres años tecnificó su línea de producción con maquinaria adecuada. Foto: Alfredo Lagla/ LÍDERES
    La cervecería artesanal Andes Brewing Co. tiene su planta instalada al norte de Quito. Desde hace tres años tecnificó su línea de producción con maquinaria adecuada. Foto: Alfredo Lagla/ LÍDERES