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  • 230 pymes participan en macrorrueda virtual de negocios de la Comunidad Andina

    Redacción LÍDERES (I)

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    Con la participación de más de 230 exportadores de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú y de compradores de la Unión Europea (UE), el Reino Unido y de los países de la CAN, desde este 28 de septiembre del 2020 se realiza el IX Encuentro Empresarial Andino, macrorrueda de negocios que se efectúa por primera vez de manera virtual.

    El IX Encuentro se desarrollará hasta el viernes 2 de octubre del 2020 y está enfocado en los sectores de alimentos procesados, agroindustria, cuidado personal y del hogar.

    El acto de inauguración estuvo a cargo del ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia en calidad de Presidente Pro Témpore de la Comunidad Andina, José Manuel Restrepo; el ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador, país organizador, Iván Ontaneda y el secretario General de la Comunidad Andina, Jorge Hernando Pedraza.

    El secretario General de la Comunidad Andina, Jorge Hernando Pedraza, destacó que, pese a la crisis generada por la pandemia, los países andinos han unido esfuerzos y han logrado desarrollar la macrorrueda andina. También agradeció la presencia de compradores de Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Polonia, Francia, España y el Reino Unido.

    El ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, José Manuel Restrepo, destacó la templanza y la resiliencia de los empresarios andinos, quienes a pesar de las circunstancias actuales y de manera virtual, siguen buscando aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado global, y de esta forma, posicionar a la CAN en la región y en el mundo.

    Por su parte, el ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador, Iván Ontaneda, dijo que para el país aspira lograr interesantes promesas de negocio y mejores días para el comercio regional, especialmente para artesanos y pequeños y medianos productores de nuestros respectivos países. “Aunque físicamente estemos a miles de kilómetros, sentimos esa calidez, pragmatismo y ejecutividad que caracteriza al sector empresarial de nuestros países; de aquellos que buscan contribuir a la reactivación productiva de nuestra región, reactivando el comercio y la recuperación económica y social”, manifestó Ontaneda.

    El IX Encuentro Empresarial Andino se efectúa por primera vez de manera virtual. Foto de la página www.comunidadandina.org/
    El IX Encuentro Empresarial Andino se efectúa por primera vez de manera virtual. Foto de la página www.comunidadandina.org/
  • Las infusiones de hierbas, el eje de esta asociación

    José Luis Rosales

    (I)

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    En la producción y comercialización de hierbas aromáticas como manzanilla, cedrón, hierba buena, tomillo, entre otras, incursionó hace cinco años la Asociación de Desarrollo Comunitario Aromas del Cayambe.

    51 mujeres de la comunidad de Muyurku integran la organización, localizada a 15 minutos de este cantón del norte de Pichincha.

    Las olorosas plantas son cultivadas orgánicamente en los huertos de cada socia. Entre todas las integrantes mantienen en producción 14 variedades.

    En la última siembra, Olimpia Churuchumbi, una de las socias, plantó en su parcela menta, cedrón, eneldo y manzanilla. De esta última logra entre tres y cuatro cosechas al año.

    La actividad es prácticamente nueva en la localidad. La iniciativa surgió después de abrirse campo en la producción de hortalizas libre de químicos. Una asesora de la Casa Campesina de Cayambe les propuso como alternativa empezar a cultivar plántulas aromáticas y medicinales para vender a otras organizaciones campesinas, recuerda Rebeca Andrimba, líder de la asociación.

    La iniciativa se difundió hasta que llegó a oídos de la Fundación Maquita Cushunchic Comercializando como Hermanos, que les apoyó para la instalación de una planta de procesamiento de hierbas aromáticas. Andrimba explica que esa organización invirtió en la construcción de la infraestructura y en el equipamiento.

    Una de las presentaciones contiene hojas de ataco, ortiga negra, toronjil y lo recomiendan como una infusión relajante.
    Una de las presentaciones contiene hojas de ataco, ortiga negra, toronjil y lo recomiendan como una infusión relajante. Foto: Álvaro Pineda para Líderes

    El lugar está equipado con un área de recepción de la materia prima. También hay una sección de secado y presecado con bandejas y un horno. Finalmente, hay un molino y una sala para el empacado del producto.

    Este plan ha tenido altibajos. Pero con el plan Creciendo con su Negocio el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que se implementó en los cuatro últimos meses buscan dinamizar la empresa comunitaria.

    Los técnicos del área de Desarrollo Económico del PNUD les capacitaron a las campesinas para fortalecer las capacidades productivas, administrativas, operativas de la organización y a la vez vincularles al mercado.

    El objetivo es darle un enfoque empresarial, explica Carla Gómez, representante del PNUD. Es decir, que cada una de las emprendedoras conozca a detalle la cadena productiva y el papel que tienen que cumplir.

    Otro de los ejes que buscan resolver es un mercado seguro enfocados a la demanda de clientes para la producción. Con la asistencia del PNUD lograron vincular a la Asociación de Desarrollo Comunitario Aromas del Cayambe con la empresa Tippytea.

    Esta firma se dedica a elaborar mezclas para infusiones utilizando hierbas, flores, frutas, especias, hortalizas, con productos locales. Lo que se busca con la comunidad es que puedan mejorar la capacidad de producción, explica el gerente Guillermo Jarrín.

    Con esa alianza realizaron las primeras ventas. Estas mujeres kayambis no solo provén de hierbas aromáticas que cultivan en sus huertas. De ser necesario también recolectan especies que crecen en los campos como las rosas de castilla que se emplean en algunas de las fórmulas.

    También se trata de rescatar saberes y usos tradicionales de las comunidades indígenas.
    La costumbre de tomar agua aromática está arraigada en estas parcialidades. Los habitantes de Muyurku prefieren la infusión de tomillo, por ejemplo.

    Esta hierba, de hojas pequeñas y verdes y con una profunda fragancia, sirve para curar infecciones estomacales, asegura Andrimba.

    La campesina, de contextura y voz gruesa, cuenta que esta bebida con propiedades medicinales les permitió dejar de lado el café que antes compraban en tiendas.

    Un total de 51 mujeres de Muyurku integran  la Asociación de Desarrollo Comunitario Aromas del Cayambe.
    Un total de 51 mujeres de Muyurku integran la Asociación de Desarrollo Comunitario Aromas del Cayambe. Foto: Álvaro Pineda para Líderes
  • La pyme genera el 60% del empleo en la Comunidad Andina

    Carolina Enriquez

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    El 60% del empleo en los países de la Comunidad Andina de Nacionales (CAN) lo genera la pequeña y mediana empresa (Pyme).

    El grupo regional está integrado por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Héctor Quintero, secretario general de la CAN, indicó que más del 90% de las compañías del bloque son Pymes.

    Él también destacó la creciente actividad económica y comercial entre los países de la subregión. Durante el primer semestre de este año las exportaciones alcanzaron USD 5 143 millones.

    El Secretario resaltó que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PBI) en el 2017 en la CAN fue de 2,3%; igual al de EE.UU. y de la Unión Europea (UE). Está muy por encima de Latinoamérica y el Caribe.

    Actualmente, la población de la CAN asciende a 110 millones de ciudadanos. El año pasado más de 5 millones de pasajeros se movilizaron vía aérea entre los cuatro países de la subregión.

    Exporganic, pyme que exporta frutos deshidratados a la Unión Europea. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
    Exporganic, pyme que exporta frutos deshidratados a la Unión Europea. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
  • Una comunidad social que saltó al ‘networking’

    REDACCIÓN QUITO  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Una comunidad. Un grupo solo de hombres. Una red de trabajo. Un espacio de entretenimiento. Una plataforma para apalancar negocios. Una compañía anónima constituida formalmente.

    Los nombres para definir a Whiskys son todos los anteriores y, con el tiempo, podrán sumarse otros. Esta comunidad acaba de cumplir un año hace un mes y suma 3 499 integrantes. La mayoría (94% de su integrantes) tiene entre 24 y 50 años. El grupo también reúne a hombres desde los 18 hasta pasados los 50 años.

    Facebook es una suerte de nido para esta comunidad. Los orígenes de esta red masculina están, paradójicamente, en un grupo de mujeres: las Wikis o Wikimujeres, un grupo creado en Colombia hace cerca de nueve años y que llegó a Ecuador, Perú, Argentina y otros países de la región. Las integrantes de esta comunidad, que también se mueve en Facebook, intercambian consejos, hablan sobre el trabajo, la familia, deportes, emprendimiento y más.

    Felipe Arcos y Galo Izurieta, dos de los socios fundadores de los Whiskys, cuentan que su plataforma surgió pensada en “los huérfanos de las wikis”. El requisito para ser parte de esta comunidad fue, en un principio, ser novio o esposo de una wiki.

    El grupo arrancó como un espacio para intereses masculinos que creció de forma acelerada y se convirtió en una plataforma de ‘networking’ que genera negocios entre los miembros, explican Arcos a Izurieta en la actual oficina del grupo, ubicada en el corazón de Cumbayá, al oriente de Quito.

    Entre los integrantes empezaron a aparecer empresarios y emprendedores. Eso permitió que la plataforma escale y se vaya posicionando. En la actualidad el 57% de los miembros tiene una empresa o negocio propio; además el 70% registra ingresos mensuales superiores a USD 3 000, según una presentación del grupo.

    Arcos e Izurieta detallan que aprovecharon la segmentación que hicieron, en su momento, las wikis para seleccionar miembros. Añaden que la afinidad entre los integrantes es una de las claves.

    En la actualidad, en el grupo de los Whiskys se mueven negocios de distinta índole: desde bienes raíces, pasando por concesionarios de autos, restaurantes, empresas de servicios, entre otros.

    Uno de los puntos cruciales para que los negocios entre miembros se apalanquen es el alto nivel de interactividad de la plataforma. El 94% de posteos son comentados o tienen reacciones. “Todos los miembros son activos”, aseguran los dos fundadores del grupo.
    Hasta la fecha el 74% de los integrantes ya ha hecho negocio con algún miembro de la comunidad.

    Otro detalle es que dentro de la plataforma existen subgrupos con intereses mucho más particulares. Allí se encuentran aficionados al ciclismo de montaña, las motos, el ‘vaping’, corredores de autos entre otros. Además son patrocinadores del Cuniburo Fútbol Club,un equipo de fútbol de segunda división de Pichincha.

    El entusiasmo entre los integrantes crece con cada nueva actividad. “Queremos consolidarnos para luego expandirnos. Al ser locales podemos lanzar ideas, hacer el ensayo-error y aprender para crecer por la región”.

    Más detalles 

    Reglas. En los posteos del grupo en Facebook están prohibido tres temas: pornografía, política y religión.

    Noviembre del 2017 fue un mes pico en negocios generados por esta red de ‘networking’.
    Los socios  fundadores son Felipe Arcos, Galo Izurieta, Luis Marín, Sebastián Didonato, Fabián Almeida, Francisco Almeida y Santiago Verdesoto. El grupo no acepta nuevos integrantes.

    Felipe Arcos y Galo Izurieta son dos de los socios fundadores de esta comunidad que se mueve en Facebook. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Felipe Arcos y Galo Izurieta son dos de los socios fundadores de esta comunidad que se mueve en Facebook. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • La comunidad se capacita y emprende en Esmeraldas

    Marcel Bonilla

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    Las iniciativas productivas han generado unas 1 200 oportunidades de trabajo en pequeños proyectos relacionados con alimentos, cacao e impulso al sector turístico del sur de la provincia de Esmeraldas.

    Por medio del Centro de Desarrollo Empresarial y apoyo al emprendimiento, la Universidad Técnica Luis Vargas Torres (UTE/LVT), participa y apoya proyectos productivos de la comunidad y de los estudiantes universitarios.

    Esta institución funciona desde hace seis años y se convierte en el centro de referencia para la incubación y desarrollo de empresas, y organizaciones comprometidas con el desarrollo productivo de la provincia de Esmeraldas.

    Elizabeth Marín, estudiante de Administración de Empresas de la Universidad Luis Vargas Torres, tiene un emprendimiento para aprovechar las potencialidades del coco. Ella utiliza este fruto para la producción de aceites y cremas para la piel.

    A través del Cetro de Desarrollo Marín recibió orientación para legalizar su trabajo y buscar financiamiento de la banca pública para aumentar la producción de sus aceites y cremas.
    El impulso a las iniciativas, como la de Marín, son respaldadas por el Ministerio de Industrias y Productividad, que mantiene un convenio con la Universidad Luis Vargas Torres.

    Esa Cartera de Estado facilitó al establecimiento de estudios 12 computadoras para el funcionamiento del Centro de Desarrollo productivo, donde se capacitan a los emprendedores y pequeñas empresarias de la provincia.

    Las cinco facultades de la Universidad plantean iniciativas productivas a través de los estudiantes, y en el centro, con ayuda técnica, las ideas toman forma para luego ponerlas en práctica. Así lo explica Benjamín Abata, director del Centro de Desarrollo Empresarial.

    Hasta el momento se ha trabajado en 16 proyectos para el mejoramiento y uso de cacao fino de aroma que se produce en Esmeraldas. Alfredo Santillán, gerente de la empresa Cacabú, dedicada a la producción de cacao, dice que el impulso técnico recibido desde la Universidad ha servido para abrirse paso como emprendedor.

    Su negocio genera cinco de los 1 200 empleos registradas por el Centro de Desarrollo Empresarial, a través de iniciativas que buscan líneas de financiamiento.
    La gerenta de BanEcuador en Esmeraldas, Verónica Castillo, explica que existen las facilidades para financiar iniciativas productivas, una vez que los proyectos cumplan con los requisitos establecidos por la institución.

    La capacitación

    Para que la iniciativa de la universidad avance una de las claves está en las capacitaciones que reciben las comunidades La Facultad de Ciencias Administrativas de la Universidad, por ejemplo, vincula a la comunidad con actividades del área turística. Así se desarrolla la capacitación a hoteleros y prestadores de servicio, así como atención al cliente y administración de negocio.

    Esta Facultad trabajó con los emprendedores de la zona en un estudio de mercado para determinar los factores que inciden en la no aceptación del servicio prestado, por eso con la ayuda de la Escuela de Turismo, se apoya a alrededor de 200 comerciantes, dueños de comedores y hoteleros de Atacames. Con todos se trabaja en cómo mejorar asuntos como atención al cliente, que es clave en el negocio turístico.

    Harold Oyarvide, director de emprendimiento de la Facultad de Ciencias Administrativas de la Universidad Luis Vargas Torres, explica que el proyecto es de largo plazo y que se desarrollará en cinco años. Ya llevan uno, y se ha empezado a medir los impactos en la población objetivo.

    De acuerdo con datos del Centro de Desarrollo Empresarial, existe un promedio semestral de seis proyectos productivos por cada una de las cinco facultades de la Universidad. Estos se muestran en las ferias que presenta el alma máter todos los años.

    El trabajo de vinculación con la comunidad se lo hace con los dueños de 11 negocios de alimentos y refrescos que están en los alrededores de la Universidad. “Hemos recibido atención al cliente y cómo manejar un presupuesto”, señala Jessenia Ordóñez, unas de las beneficiarias.

    Todas las acciones son seguidas por el Ministerio de Industria y Productividad, para conocer la producción de los emprendimientos. “Las iniciativas han sido provechosas y estamos empeñados en ayudar, dice Gabriela Zambrano, representante del Ministerio en Esmeraldas.

    Las cifras dejan ver que el trabajo ya tiene resultados. Bajo la asesoría del Centro, entre el año 2013 y lo que va de este año se han incubado y asesorado un total de 24 emprendimientos financiados por fuentes externas; además se ejecutaron 23 proyectos de vinculación, se crearon 1 200 empleos y se capacitaron 672 emprendedores.

    Por ahora el Centro está dedicado a la capacitación, asesoramiento y tutoría de proyectos empresariales, realización de planes de negocios, análisis de las cadenas logísticas para un nuevo emprendimiento, seguimiento y control de las actividades de proyectos para que no desmayen. El trabajo en favor de la comunidad y los emprendedores sigue.

    Los alumnos de la Universidad Luis Vargas Torres exponen sus proyectos de vinculación. Fotos: Marcel Bonilla /LÍDERES
    Los alumnos de la Universidad Luis Vargas Torres exponen sus proyectos de vinculación. Fotos: Marcel Bonilla /LÍDERES
  • Una comunidad que aprende y emprende

    Redacción Quito

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    La comunidad de Yunguilla apuesta por el turismo comunitario. Ubicado a una hora de Quito, este destino en mitad del bosque nublado se ubica a 2 650 metros sobre el nivel del mar, cerca de la reserva del Pululahua.

    Cerca de 300 personas viven en Yunguilla. Hace 20 años la comunidad decidió cambiar su forma de vida dedicada a la tala de árboles para hacer carbón a una que preserva y cuida el medio ambiente.

    La iniciativa del turismo comunitario se ha ido apuntalando poco a poco en los últimos años. La semana pasada 14 emprendedores de la comunidad recibieron capacitación de la metodología Empretec para mejorar e impulsar el desarrollo turístico de esta zona.
    Al frente de la iniciativa está el Municipio de Quito, a través de ConQuito y sus proyectos de cadenas productivas y emprendimiento e innovación, para fomentar el desarrollo económico del noroccidente de la capital.

    Según ConQuito, el objetivo de la capacitación, bajo la metodología “aprender haciendo”, fue identificar, formar y apoyar emprendedores y despertar en ellos comportamiento empresarial para que potencien el turismo en su comunidad. Para conseguirlo, técnicos del área de emprendimiento e innovación acudieron a Yunguilla para brindar cursos.
    Los participantes se dedican a la producción y venta de dulces, mermeladas y productos propios de la zona, los conocimientos que se impartieron durante el taller, menciona ConQuito, servirán para mejorar la gestión de sus pequeños negocios.

    La capacitación duró seis días en los que se abordaron temas como búsqueda de oportunidades e iniciativas, cumplimiento de compromisos, exigencias de eficiencia y calidad, toma de riesgos calculados, fijación de metas, búsqueda de información, planificación y seguimiento sistemáticos, persuasión y redes de apoyo; autoconfianza e independencia.

    “Lo que aprendieron los miembros de la comunidad en el taller Empretec servirá para consolidar el programa de turismo comunitario y sobre todo sus condiciones de vida. Ahora se encuentran más seguros de sus capacidades y se proyectan a seguir creciendo” señala Carolina Ribadeneira, técnico de Cadenas Productivas.

    El área de Cadenas Productivas de ConQuito trabaja de forma coordinada con el Fondo Multilateral de Inversiones (BID-Fomin), en el desarrollo de tres cadenas que son el ‘Café de Quito’, ganadería y turismo, además de apoyar en temas relacionados con el manejo y cultivo de frutales.

    Empretec también se ha llevado a cabo en otras comunidades. Ramiro Pozo de Nanegalito (noroccidente de Quito) cuenta que en noviembre y diciembre pasado recibió capacitación sobre pastos, ganado lechero e inseminación artificial. “Incluso nos dieron y¿un abono y un reactivo para la tierra. Hicieron análisis de suelo de la zona”, añadió Pozo.

    14 emprendedores de la comunidad recibieron capacitación de la metodología Empretec, que consiste en aprender haciendo. Fotos: cortesía ConQuito
    14 emprendedores de la comunidad recibieron capacitación de la metodología Empretec, que consiste en aprender haciendo. Fotos: cortesía ConQuito
  • Huertos urbanos, su aporte a la comunidad

    Sofía Ramirez

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    Unas 350 familias de la comunidad de Santa Inés, en Cumbayá se beneficiarán del Centro de Interpretación de Agricultura Urbana, Kikinta.

    La puesta en escena del proyecto -en el área arquitectónica- fue desarrollado este año por estudiantes y docentes del Colegio de Arquitectura y Diseño Interior de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    Aunque la iniciativa surgió desde la Cervecería Nacional; cuenta también con el apoyo de la Agencia de Promoción Económica (ConQuito) afirma Paola García, docente universitaria y coordinadora del proyecto.

    La Kikinta busca a largo plazo ser el punto de encuentro de los habitantes de Santa Inés (Cumbayá), en donde aprenderán a manejar huertos urbanos en casa con productos orgánicos.
    Pero también se quiere compartir el conocimiento de cómo tratar estos cultivos a través de talleres multifacéticos y capacitaciones. Por eso construyeron un domo, en un área donada por Cervecería Nacional para impartir charlas.

    Desde agosto pasado, 100 estudiantes de la USFQ y 10 docentes iniciaron el diseño arquitectónico de la Kikinta. Incluso, el esquema fue reconocido como uno de las 50 mejores iniciativas presentadas durante la pasada edición de Hábitat III, en octubre pasado, indica García.

    Andrés Bolek, presidente de Asuntos Corporativos de la cervecera, detalla que tenían una propiedad ubicada junto al Chaquiñán, en Cumbayá.

    Este espacio se escogió para construir el centro de agricultura urbana de la Kinkinta. Aunque Bolek detalla que anteriormente la empresa ya instaló un huerto en la misma zona con la USFQ, con la idea de que las familias de Santa Inés se autoabastezcan de alimentos orgánicos.

    Para la construcción del domo los estudiantes buscaron opciones vanguardistas.
    Utilizaron materiales reciclables como la madera -resistente a la humedad- y ensamblaron la estructura en un lapso de seis días, menciona Eliana Salazar, docente de Arquitectura Efímera de la casona universitaria.

    Daniela Herrera, estudiante de quinto año de Arquitectura de la USFQ, participó en la construcción del domo. Señala que, además de instalar huertos orgánicos, la idea es explicar a quienes visiten el centro de interpretación el origen de las plantas nativas. Estas son las guabas, por ejemplo.

    La inauguración de la Kikinta para el público será en el 2017, una vez esté culminada la fase dos.

    En esta etapa ya se tendrá listo un vivero de especies endémicas y plántulas (plantas pequeñas) de hortalizas y vegetales que se cultivarán según la temporada.
    A largo plazo se busca que la comunidad comercialice los vegetales y hortalizas cultivados en el huerto. La idea es que se presenten con marca propia.

    Docentes y estudiantes de la USFQ, junto a Cervecería Nacional, desarrollaron el huerto urbano en Cumbayá. Foto: Galo Paguay/ LÍDERES
    Docentes y estudiantes de la USFQ, junto a Cervecería Nacional, desarrollaron el huerto urbano en Cumbayá. Foto: Galo Paguay/ LÍDERES
  • La trucha activó a toda una comunidad

    Cristina Marquez

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    El sabor silvestre de las truchas que se crían en las piscinas del río Daldal es el principal atributo del producto que ofrece la familia Aisalla. Sus miembros comercializan truchas listas para el consumo, criadas en agua de río y alimentadas de forma natural.

    Esa forma de crianza inspiró el nombre de la microempresa: Aguas Cristalinas Daldal, un centro piscícola donde también se ofrece pesca deportiva y un recorrido por el sendero ecológico que llega al río. “El eje de nuestro negocio es el turismo y las truchas”, cuenta Washington Aisalla, uno de los propietarios del negocio. Él decidió iniciar un criadero piscícola en el 2002, como una alternativa de trabajo.

    Ese año, él regresó a su comunidad Daldal, situada a 40 minutos de Riobamba, en la parroquia Pungalá, después de haber migrado a Quito. “No había trabajo estable y con mi esposa pensábamos en algún negocio para mantener a nuestras hijas”, recuerda Aisalla al hablar del inicio de la iniciativa.

    Así surgió la idea de comercializar las truchas que crecían silvestres en las aguas del río. Sin embargo, pescarlas era difícil y un primer intento por hacer un estanque, fracasó debido a la habilidad de los peces de nadar contra la corriente.

    Luego Aisalla probó suerte con la siembra de alevines, es decir, adquirió pequeños peces y los crió durante casi un año. Las truchas tuvieron tanta acogida en el mercado, que decidió ampliar las piscinas e invertir todos sus ahorros en su negocio.

    Unos años después, Aguas Cristalinas Daldal se convirtió en una empresa familiar e incluso se integró a la Asociación de Trucheros de Chimborazo. Esta organización cuenta con el respaldo de la Unidad de Emprendimientos del Gobierno Provincial.

    Formar parte de la Asociación les permitió recibir asesoramiento técnico, balanceado y una nueva variedad de alevines que están listos para comercializarse en solo siete meses.

    “Tenemos muchas expectativas con este proyecto, porque las truchas tienen una muy buena acogida en el mercado. En el futuro incluso esperamos dotarles de un centro de faenamiento para comercializar filetes de truchas en los supermercados y otras provincias”, dice Beliza Álvarez, coordinadora de esa unidad.

    La familia Aisalla es una de las más prósperas de esa organización. Ellos invirtieron unos USD 40 000 en la construcción de seis piscinas en el río, allí siembran 5 000 alevines cada dos meses y comercializan entre 30 y 80 kilogramos cada semana.

    La cantidad de peces que se venden depende en gran parte de los turnos que cubren cada viernes en la feria de emprendimientos del Gobierno Provincial. “Desde que participamos en esa feria nuestro negocio tomó más impulso. Tenemos un mercado seguro, la gente ya nos conoce y nos hacen pedidos entre semana”, dice Norma Toaquiza, también propietaria del emprendimiento.

    De hecho, la mayor cantidad de ventas se realiza cada quince días en esta feria, pero también se reciben turistas y se entregan pedidos a domicilio para familias y restaurantes. Cada kilogramo cuesta USD 5,00.

    En el futuro esperan ampliar su negocio y fortalecer el aspecto turístico de la empresa. A mediano plazo ellos instalarán unas cabañas equipadas con asadero para que los visitantes puedan preparar sus truchas y degustarlas junto al río, también se ofrecerá el servicio de restaurante.

    Otro proyecto familiar que se ejecutará es la implementación de una nueva piscina para tilapias, otra variedad apetecida en el mercado local. La familia Aisalla aprovechará un pogllo (naciente de agua), para el proyecto, además usarán una técnica similar a los invernaderos agrícolas para mantener la temperatura cálida del agua.

    Otros emprendedores que forman parte de la Asociación están en los páramos de Alausí, Colta, Chunchi y Guamote. En estos sitios hay una gran cantidad de vertientes de agua y pogllos que se aprovechan para la piscicultura. “Apostamos por las piscícolas en la provincia por esa potencialidad. Además, la crianza de truchas es una actividad amigable con el ambiente”, afirma Álvarez.

    Pedro Brito, Washington Aisalla y Norma Toaquiza muestran una trucha en el río Daldal. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Pedro Brito, Washington Aisalla y Norma Toaquiza muestran una trucha en el río Daldal. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • El vínculo con la comunidad involucra varias disciplinas

    Patricio Ramos (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    La Universidad San Gregorio de Portoviejo, con 15 años de vida, destaca su gestión para llegar con su aporte académico hacia su entorno. Los habitantes de las comunidades cercanas al centro de estudios superiores se benefician directamente del conocimiento que adquieren sus estudiantes.

    Los 3 000 alumnos repartidos en 14 carreras trabajan en cantones cercanos a Portoviejo, como Santa Ana, Rocafuerte, Chone y Tosagua, comenta Tania Zambrano. Ella es la responsable del programa de vinculación de la universidad con la comunidad.

    Por ejemplo, los 800 estudiantes de la carrera de Odontología trabajan en los barrios de las parroquias urbanas y rurales de Portoviejo. Según Zambrano, el primer acercamiento es realizar un estudio pormenorizado sobre la salud bucal de los moradores. Una vez que se tiene el diagnóstico se procede a segmentar a las personas de acuerdo con su patología y así se les agenda citas en la zona de clínicas de la Universidad.

    Ahí empiezan las tareas de prevención para evitar futuras enfermedades, asegura Zambrano. Con el mismo proyecto se atiende a los adultos mayores que viven en el geriátrico Guillermina Loor y a niños de tres escuelas locales.

    Los 200 estudiantes de Arquitectura llegan con propuestas sobre proyectos de viviendas sustentables, que son ofrecidas a los municipios de cinco cantones.

    En el área de Educación han incursionado con el proyecto Mis Primeros Pasos hacia la Lectura Inicial. Ese trabajo lo realizan en 20 escuelas de Portoviejo.

    La USP también pone su atención en los emprendimientos de sus estudiantes. Grace Rodríguez dirige los proyectos de los potenciales emprendedores.

    La primera semana de agosto se desarrolló en la institución la feria de emprendimientos. “En este campo estamos íntimamente relacionados con la comunidad. Nuestros estudiantes traen las ideas, ellos saben que serán los potenciales creadores de fuentes de trabajo, para eso se capacitan”, dice la docente. Rodríguez añade que 235 educandos de Odontología, Marketing, Auditoría, Finanzas, Derecho y Arquitectura trabajaron presentando propuestas sobre 34 unidades de negocios.

    De ellas fueron escogidas las 10 mejores ideas e ingresaron al programa denominado San Gregorio. “Aquí están las ideas de los emprendedores que cada vez llegan con iniciativas innovadoras”, asegura la funcionaria.

    Una de esas iniciativas es la de Víctor Moreira, egresado y titulado en Marketing. Este joven de 28 años de edad, tras haber presentando su idea de negocios en la feria de la USP, y luego en varios concursos de iniciativas a escala provincial y nacional, ahora es un empresario en proceso.

    Moreira creó una bebida hidratante a base de panela y saborizantes de limón. Después de cinco años de ‘lidiar’ con varias recetas acertó; hoy, tiene su producto con fórmula patentada y se trata de Hidrela. “Este producto es la bebida oficial de la Prefectura de Manabí” comenta Moreira. “Donde se realizan eventos organizados por el Gobierno provincial de Manabí ahí está nuestra bebida”.

    Actualmente, dice, esta iniciativa genera ocho fuentes de empleo. Además, realizó un préstamo a una entidad financiera estatal por USD 100 000 y ha ubicado su producto en tiendas de abarrotes, puestos de ventas en Portoviejo y en 20 establecimientos en Manabí, de una cadena de micromercados de una marca nacional.

    Los empresarios de la localidad aseguran que la relación entre la USP con la comunidad y el sector privado es positiva.

    El constructor Guido Carranza dice que los conocimientos de los futuros profesionales que se forman en las aulas de la USP son de gran utilidad para el entorno. “Aquí hay un importante esfuerzo de la academia”. Por ejemplo, señala que los estudiantes de Arquitectura en sus últimos semestres pueden realizar sus prácticas en empresas constructoras. “Todo bajo la supervisión de profesionales en la Ingeniería, Decoración, Electricidad y otras ramas relacionadas con la construcción”.

    El vicerrector académico de la institución, Jaime Alarcón, señala que la plana docente está conformada por 180 profesores, un 80% de ellos tiene maestría. “Hay cuatro PhD extranjeros y seis docentes cursan doctorados en universidades del extranjero”.

    Más datos

    Los servicios. La biblioteca es una de las fortalezas del establecimiento. Hasta el 2014 tenía 100 000 libros digitales y más de 3 000 en físico.

    Aporte docente. Cada estudiante recibe en CD con la ayuda bibliográfica de las materias que cursarán en cada semestre.

    Otras alianzas. La USP también colabora con la Asociación de Municipalidades de Manabí, de acuerdo con los proyectos de planificación local.

    Universidad Portoviejo
    La atención odontológica parte de un diagnóstico previo de salud bucal. Posteriormente se agendan citas en los consultorios. Foto: Patricio Ramos / LÍDERES
  • Universidad SEK: Seis ejes rigen los proyectos de vínculo con la comunidad

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    Pamela García g (i)
    pgarcia@elcomercio.com

    Esta institución académica desarrolla unos 50 proyectos de vinculación con la comunidad y el sector empresarial. Una de estas iniciativas beneficia a más de 4 000 habitantes en Sucumbíos.

    La Universidad Internacional SEK del Ecuador forma parte de un grupo de 21 instituciones educativas internacionales, que se caracterizan por el lema: “Hacer bien lo que hay que hacer”.
    Esta filosofía es la que impulsa a este centro académico, al desarrollo de más de 50 proyectos de vinculación con la sociedad y el sector empresarial en el país. La ejecución de estos planes supera los USD 250 000.

    Estas iniciativas se direccionan bajo seis ejes principales: investigación y desarrollo, apoyo de grupos vulnerables, difusión de la cultura, educación continua, interacción con exalumnos, y consultorios y asesorías a la comunidad.

    Como parte de los programas de investigación se destaca su Estación Científica de Limoncocha, en la provincia de Sucumbíos. Esta reúne a 30 investigadores para fomentar la conservación de las especies de la zona y prevenir la contaminación de su laguna desde la década de los noventa.

    De este centro se benefician cerca de 4 000 personas, con programas de capacitación en informática, inglés y liderazgo. Así también, la universidad ha elaborado publicaciones de la memoria histórica de los habitantes de la zona.

    Felipe López, estudiante de Ciencias Ambientales, señala que trabajar dentro de la estación científica le ha permitido obtener la experiencia necesaria dentro de su campo profesional. “Podemos aplicar nuestros conocimientos para nuestra carrera”, cuenta.

    La universidad también cuenta con convenios con instituciones públicas y privadas, para el desarrollo de alianzas estratégicas y programas de capacitación. Uno de estos es con la Cámara de Comercio de Quito. Bajo esta alianza brindan asesorías gratuitas a más de 30 empresas miembros de esta organización.

    Gustavo Falconí, estudiante de Seguridad Ocupacional, comenta que gracias a estos convenios pudo acceder a pasantías en estas empresas, para obtener más experiencia. “Realizamos también investigación y asesorías empresariales que nos ayudan a aprender más”, indica el estudiante.

    Dentro de sus programas sociales está el trabajo en conjunto con la Fundación Cecilia Rivadeneira para el apoyo a los familiares de niños con cáncer.

    Miguel Muriel, director de Vinculación con la Comunidad de la SEK, cuenta que en conjunto con esta organización desarrollaron el proyecto Wayú. Se trata de una microempresa que elabora té y frutas deshidratas, con el fin de apoyar con ingresos a las madres de sectores vulnerables del país.

    La universidad les brinda asesorías, capacitación, estudios de mercado, promoción de marca, e investigación para así impulsar estos productos, que esperan exportar próximamente.

    Además, la universidad cuenta con un proyecto en la población de San Francisco, en Esmeraldas, donde realiza investigaciones para mejorar las condiciones de vida de los habitantes.

    Vanessa Pinto, estudiante de Turismo, trabaja como voluntaria en este proyecto que tiene como fin convertir al turismo en una actividad económica que genere ingresos en la zona. “En este sector se dedican a la pesca de arrastre. Cuando es mala temporada, no generan ingresos, por lo que impulsar el turismo es para ellos una alternativa rentable”, señala.

    Otra actividad importante es la Escuela Real Madrid. Esta fundación busca, a través de un proyecto socio deportivo, que los niños tengan actividades lúdicas para alejarse de una iniciación sexual temprana y de malos hábitos como el alcoholismo y tabaquismo.

    Alrededor de 200 niños participan de esta actividad en Quito y 60 en Guayaquil. Los menores no solamente juegan futbol, también reciben clases de inglés, informática y matemáticas.
    La universidad selecciona a los niños con las mejores calificaciones y se cubren sus gastos de uniformes, refrigerio, chequeos médicos y consejería psicológica. “Una vez al año viajan a España, donde conocen a los jugadores del Real Madrid, como Cristiano Ronaldo”, indica Muriel.

    Asimismo, cerca de 200 personas reciben cursos por parte de la universidad, dentro de su programa de capacitación continua. “Hemos generado capacitaciones para manejo de normas ISO, así como la metodología SART (Sistema de Auditoría de Riesgos del Trabajo)”, dice Muriel.

    Miguel Muriel, director de Vinculación con la Comunidad, frente a la Facultad de Ciencias Ambientales de la SEK. Foto: Diego Pallero/ LÍDERES
    Miguel Muriel, director de Vinculación con la Comunidad, frente a la Facultad de Ciencias Ambientales de la SEK. Foto: Diego Pallero/ LÍDERES