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  • ‘La reactivación del sector será lenta’

    Patricia González (I)   patriciag@elcomercio.com

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    Carlos Repetto, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción analiza el impacto de la pandemia para esta industria. El sector perdió unos 70 000 empleos, producto de la paralización de los proyectos, que todavía no se reactivan en su totalidad.

    ¿Cuál es el balance del año 2020 para la construcción?
    El 2020 es un año para olvidar. La situación fue muy crítica en el tema financiero y sanitario. Para el sector de la construcción, que trabajamos en campo, al aire libre, y que moviliza mucha mano de obra, fue muy crítico. La pandemia, en sus inicios, paralizó totalmente al sector.

    También ha sido un año que nos ha permitido volvernos más ingeniosos para laborar en medio de un entorno peligroso, agresivo. Todos hemos aprendido de qué manera cuidarnos. Este fue uno de los primeros sectores en reactivarse, porque las autoridades coincidían en que era un sector de muchísimo trabajo y alta mano de obra. Se han llevado a cabo los controles y protocolos que permitieron que laboremos de forma adecuada y sana. Eso en la parte de salud.

    ¿Y en lo económico?
    Económicamente fue un año desastroso, porque normalmente trabajamos en función de los proyectos que tenemos. Si ganamos un proyecto, vamos a contratar inmediatamente más mano de obra para ejecutarlo. Una paralización significa la crisis económica total, porque no se puede seguir trabajando y a todo ese personal se lo contrató por una obra cierta y hay que mantenerlo hasta que termine el proyecto. Tuvimos que asumir muchos costos que llevaron a una crisis financiera a un 70% de las empresas del sector.

    ¿Cuántos empleos calcula que se perdieron?
    Se estima que se perdieron cerca de 70 000 empleos en la construcción, que se han ido recuperando poco a poco, una vez que se fue reactivando el sector, con proyectos piloto. A finales de agosto, se logró reactivar buena parte de la industria, pero muchos proyectos no abrieron porque hubo un desbalance: los inversionistas se fueron o el constructor no pudo conseguir recursos frescos para asumir la pérdida de los meses que estuvo cerrado. Por otro lado, la inestabilidad laboral hizo que aquel que estaba pensando en comprar vivienda postergara su decisión por la incertidumbre.

    ¿Qué otras dificultades enfrentaron durante este año?
    Luego de la reactivación, nos encontramos con otras problemáticas. En el caso del subsector de la edificación, los créditos hipotecarios tienen vital importancia. Uno de los inversores más importantes son las entidades de la seguridad social, que necesitan colocar el dinero a plazos largos para pagar las pensiones de sus jubilados; pero lamentablemente, cada vez invierten menos en el sector privado. Entre el 2016 y el 2019 hubo una caída del 40% en la colocación del Biess y a noviembre de este año apenas se había colocado el 57% de lo que desembolsó en el 2019. Hay que buscar mecanismos para reactivar la industria de la construcción, que es multiplicadora de la economía, porque moviliza a otros sectores.

    ¿Cómo les impactó la disminución de la inversión en la obra pública?
    La construcción es un sector pujante, pero le perjudicó notablemente la casi eliminación de inversión del sector público. Según algunos indicadores, la reducción de las inversiones de la obra pública está entre el 60 y 70% de lo que se hizo el año pasado. Se estima que la tributación de este año será notablemente inferior a la de años anteriores; por tanto, el Gobierno paralizó muchas obras y otras ya no las reactivó, porque no existe la disponibilidad. Cerca del 50% de las empresas del sector se dedican al sector público.

    ¿En cuánto cayeron las reservas de viviendas en el sector público y privado?
    Entre un 25 y 30%. Esperamos que se vayan recuperando poco a poco. Un proceso electoral crea esperanza. Esperemos que los ecuatorianos recuperen su seguridad de empleo, que les permita reiniciar inversiones para una vivienda, y que la banca privada y los fondos de la seguridad social den créditos al sector que requiere viviendas, oficinas.

    ¿Cómo han visto el otorgamiento de créditos inmobiliarios en la banca privada?
    Hay algunos avances importantes, como la bonificación a construcciones sostenibles, amigables con el medioambiente, al bajarles un poco la tasa de interés. También existe una banca responsable en el Ecuador, que cree en beneficiar al medioambiente y esta es una forma de hacerlo, con la disminución de tasas de interés para constructores y compradores.

    ¿Qué avances hay en cuanto a construcciones sostenibles?
    Recién tenemos unos cinco o seis años trabajando en ello, pero empieza a haber conciencia en la sociedad, especialmente en los jóvenes y ese segmento de la población es un cliente potencial para este tipo de proyectos.

    ¿Cómo cerrará el PIB de la construcción este año?
    Estimamos que el 2020 tendrá una caída del 9% en el PIB de la construcción. El sector tampoco venía boyante. En el 2018, el PIB cayó un 4%, y el año pasado, un 5%. Aunque hoy estamos reactivados un 60% o 65% del sector, tenemos datos de ciertos productores de materiales de construcción que han observado que entre los meses de octubre y noviembre hubo un crecimiento de las ventas, en relación con el mismo mes del año anterior. Es el área de reparaciones y mantenimiento, el sector de ferretería. Al estar tanto tiempo encerrados, la gente empezó a reparar su casa. En esos meses se equilibraron los volúmenes normales de ventas, lo cual quiere decir que se ha ido recuperando rápidamente la economía.

    ¿Han presentado propuestas a los candidatos a las elecciones presidenciales?
    Nos hemos reunido con algunos candidatos y les hemos pedido modificaciones a la ley de contratación pública, tan venida a menos y desprestigiada por la corrupción que se ha dado en contratos de obra pública. Esta solicitud ya la hicimos a las autoridades actuales, al Congreso, a la Presidencia de la República, al Contralor. Les pedimos una reforma integral del sistema de contratación de obras y compras públicas que debe volver a ciertos sistemas que, aunque eran un poco lentos, más controlados y honestos.

    ¿Qué es lo que ha cambiado?
    Hoy el contrato lo califica y adjudica una computadora, antes entregábamos las ofertas en vivo y había tribunales de revisión. Se necesita transparencia en todo el sistema de compras públicas y contratación de obras. Se debe volver a un control más concurrente por parte de la Contraloría y que podamos participar representantes del sector privado en los comités de adjudicación, además que se abran los sobres públicamente. El Contralor nos manifestó su total acuerdo con nuestra propuesta. El Presidente y la Asamblea no han contestado.

    ¿Qué perspectiva tienen del 2021, considerando la pandemia y el nuevo gobierno?
    Los seis primeros meses del próximo gobierno serán de terminación urgente de los proyectos anteriores. Nadie va a querer invertir ahorita, primero van a esperar a ver quién gana. La reactivación va a ser más lenta, porque hay demasiadas incertidumbres.

    Hoja de vida
    Formación. Ingeniero civil por la Universidad de Guayaquil (1976). Programa económico en el Incae, Alajuela, Costa Rica.

    Experiencia profesional. Vicepresidente comercial de la empresa Cemento Nacional (1995-2004). Director comercial, gerente general y otros cargos en Holcim Ecuador (2004-2009). Presidente de Adfranec (2009-2011).

    Cargos actuales. Presidente Ejecutivo de Mamut Andino. Gerente General de Logimin. Presidente Constructora ERE. Presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil y de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción.

    Carlos Repetto, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Carlos Repetto, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Ahogados por la crisis

    Wilson Granja Portilla

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    Con una economía paralizada desde el mes de octubre del año pasado -cuando los dirigentes indígenas se tomaron la capital de los ecuatorianos-, el comportamiento del consumidor se ha dejado sentir en múltiples actividades comerciales y por ello la tasa de inflación anual refleja una reducción a octubre de -1,60%.

    Esto, en palabras simples, significaría que los precios de la canasta básica han sido obligados a bajar, para que los productos se puedan vender. Sin embargo, un análisis más profundo podría resumir que: 1. Es verdad que los empresarios y comerciantes han tenido que sacrificar precios para mantener ventas y 2. Que los precios históricos en el Ecuador estaban inflados por la “burbuja expansiva” generada en los últimos 14 años en los cuales, los ecuatorianos, vivimos en una irrealidad absoluta pensando que los altos precios del petróleo nos permitirían consumir como si fuéramos un país rico. En mi opinión las dos premisas antes observadas reflejan la realidad del Ecuador y sobre estas hay que trabajar. Hay que sincerar la economía nacional y transparentar los precios en la economía nacional.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Los emigrantes envían menos dinero por la crisis económica

    Giovanni Astudillo, Carolina Enríquez y Patricia González (I) redaccion@revistalideres.ec

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    La guayaquileña María Parrales vive 17 de sus 55 años en Bilbao, España. Hasta mayo pasado trabajaba cuidando a una persona de la tercera edad, quien falleció de neumonía. Esa labor la cumplió durante nueve años.

    Estuvo dos meses sin empleo porque las agencias y las iglesias, que ayudan a encontrarlo, estaban cerradas por covid-19. Acudió a más de 10 entrevistas de trabajo, pero le ofrecían menos de los USD 1 150 al mes, que es el sueldo básico para cuidar a adultos mayores en ese país europeo.

    En otros casos no le daban las dos horas libres diarias, ni los dos pagos extraordinarios al año (un sueldo básico cada seis meses), “que tenemos las asistentes profesionales y auxiliares de ayuda a domicilio. No podía aceptar eso”.

    Desde que se quedó sin trabajo envía solo USD 400 al mes a su familia en Guayaquil. Es la mitad de lo que depositaba antes. “Intento ahorrar algo para mi salud y estabilidad económica”, dice Parrales.

    Su temor es el nuevo rebrote de coronavirus. Lo mismo teme Mónica Vallejo, de 45 años, y oriunda de la provincia de Napo. Ella, quien vive desde hace 17 años en España, tampoco tiene confianza de que la pandemia acabe pronto. Siempre ha trabajado en la limpieza de casas, pero desde junio pasado se quedó sin empleo.

    Sus ahorros se están terminando porque los usa en la comida y renta del departamento y no envía nada a su familia. “Esta crisis no la he vivido en los 17 años que tengo en Europa”, se lamenta Vallejo.

    De acuerdo con el Banco Central del Ecuador, el país recibió USD 1 398,62 millones por remesas durante el primer semestre del 2020. Es una cifra inferior en 9,52% a la registrada en el mismo período del 2019, cuando ingresaron USD 1 545,82 millones.

    En la investigación del Central se determinó que la reducción se debe a la emergencia sanitaria por covid-19, que fue declarada en Italia, España y EE.UU. Estos tres países son los principales destinos de los ecuatorianos.

    El Gobierno de Ecuador calcula que el dinero que envían los migrantes disminuirá en USD 570 millones durante el 2020, debido a la crisis económica mundial.

    Según el director de Investigación de Economía de la Universidad de Cuenca, Rodrigo Mendieta, la reducción registrada en el primer semestre aún no llega a los niveles previstos por el Régimen, que bordearía el 20%, “pero en el segundo semestre será más evidente la afectación”.

    Él explica que los emigrantes envían la mayor cantidad de dinero en Navidad y fin de año, pero ahora no llegará en la misma proporción por la crisis económica mundial y porque se tiene previsto un rebrote de coronavirus en EE.UU. y Europa.

    “Los migrantes sufren las consecuencias y guardarán dinero para su subsistencia en los próximos meses”, dice Mendieta. Él agrega que debido a las condiciones económicas del Ecuador, ya existe un éxodo de personas, y podría aumentar en los próximos meses por la falta de trabajo.

    Por esa razón emigró Bernarda, quien labora desde hace un mes en una panadería en Queens. Gana USD 800 semanales, más las propinas. Ella estuvo desempleada durante seis meses en Cuenca. No envía dinero a su familia porque está ahorrando y porque tiene temor de quedarse sin trabajo. “Los negocios están cerrando acá por el rebrote (de covid-19)”.

    William Murillo es director de la organización 1800Migrante.com, con sede en Nueva York. Según él, en la actualidad no hay muchas plazas de empleo para la mano de obra ecuatoriana, que en su mayoría es ilegal y que se centra en opciones presenciales como la construcción, limpieza de oficinas, comercios y viviendas, labores en el campo, entre otras.

    “Por eso, buscan trabajos temporales y hacen cosas que antes no pensaban, pero están obligados por la necesidad”, dice. “Por eso cayeron las remesas y es complicado predecir el futuro, por la proximidad electoral en EE.UU. y por el rebrote del covid-19″.

    Desde el país se envía menos dinero afuera

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec
    La pandemia impactó en los envíos de dinero que hacen migrantes desde el país a otras naciones.

    Las cifras del Banco Central del Ecuador (BCE) muestran que este rubro cayó 27,2% entre el primer semestre de este año frente al mismo período del anterior.

    En los primeros seis meses del año, desde el 2015, se evidenció un crecimiento paulatino de las remesas que salieron del país. Sin embargo, es evidente cómo tras la crisis sanitaria del 2020 bajaron.

    Tanto ciudadanos ecuatorianos como extranjeros perdieron el trabajo o enfrentaron una reducción de sus ingresos. Para los segundos se hizo difícil sostenerse en el país, y mucho más complicado enviar dinero a sus naciones.

    César Bernal, un colombiano con 10 años en Ecuador, no ha conseguido empleo en lo que va del año. Es sociólogo, con maestría en el área. Del 2015 al 2018, mientras laboró como funcionario de la Secretaría de Educación Superior (Senescyt), envió alrededor de USD 60 al mes a una de sus hermanas en Colombia, para pagar servicios del hogar y gastos escolares de sus hijos.

    El año pasado prestó servicios profesionales al Instituto Nacional de Evaluación Educativa, con un contrato por 10 meses, hasta diciembre. Con una disminución de sus ingresos, las remesas fueron más distanciadas. Pero este año, al encontrarse sin trabajo, tuvo que suspenderlas. La última vez que entregó dinero a su hermana fue en enero, cuando la visitó. Bernal ha recurrido a sus ahorros y al Fondo de Cesantía del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para cubrir sus gastos.

    La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló en julio de este año -en el documento ‘Enfrentar los efectos cada vez mayores de covid-19 para una reactivación con igualdad’-, que el envío de remesas será unos de los rubros que se derrumbará en América Latina tras la pandemia.

    Dicho informe también indica que esta situación impactará a los países más pobres de la región. En Venezuela, por ejemplo, existen familias que se sostienen a base del dinero que envían parientes que se hallan en el exterior.

    La venezolana María Eugenia Hernández, de 50 años, es licenciada en Enfermería y vive en Ecuador. Su último empleo fue como cuidadora de un adulto mayor con alzhéimer, que lo hizo por dos meses, hasta el pasado 16 de marzo, cuando arrancó la cuarentena.

    Reside en el país desde hace tres años. Anteriormente, enviaba al menos USD 50 al mes a sus padres y a su hija menor, de 25 años, para ayudarles a cubrir gastos de servicios y alimentación. Tras quedarse sin trabajo, suspendió los envíos de dinero a sus familiares que viven en Caracas.

    Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) proyecta que las remesas para todos los países de la región podrían presentar una caída en promedio de entre 20% y 32% en este año, dependiendo del tamaño de la contracción mundial.

    “Esto podría tener graves efectos en América Latina y el Caribe, que sumirían en la pobreza y el hambre a los hogares que dependen de las remesas. De esta manera, se reducirían los niveles de consumo y sus ingresos fiscales asociados, que son tan necesarios justo ahora en la lucha contra la pandemia”, indica el organismo.

    Vanessa Carrión, docente investigadora de la Universidad de Las Américas (UDLA), señala que algunos migrantes que todavía han tenido posibilidades de supervivencia han enviado sus ahorros. Esto, como una medida para paliar la situación crítica que pudieran estar viviendo sus familiares en el extranjero.

    Ella explica, además, que los migrantes dentro de la región, usualmente, se dedican a actividades que han sido fuertemente golpeadas durante la pandemia, entre las que están las ventas informales, manufactura y otras.

    En el primer semestre del 2020, indica el BCE, se remitieron USD 182,86 millones a Colombia, Perú y China, cifra que representó el 79,20% del total enviado, derivada de actividades económicas en servicios, comercio, hoteles y restaurantes, entre otras.

    De su lado, los recursos girados hacia Cuba, Bolivia, Nicaragua, Haití y Venezuela provendrían de actividades informales y que representaron el 1,66% (USD 3,83 millones) del flujo enviado al exterior, señala el reporte del BCE.

    El estudio del BID
    Análisis. Los países con ingresos más bajos, indica la entidad, tienden a recibir más remesas. Los migrantes en países con ingresos más altos tienden a enviar montos más grandes.
    El impacto. Las remesas, es decir las transferencias de trabajadores expatriados a sus familiares y amigos en sus países de origen, constituyen una fuerza impulsora del crecimiento económico, de la reducción de la pobreza y una mayor inclusión financiera, sostiene el BID. Además, son claves para diferentes naciones de América Latina.
    Ecuador. El país es un punto de envío de remesas en América Latina. Los migrantes buscan obtener ingresos en dólares para enviar a sus naciones de origen.

    Los familiares de los emigrantes esperan su turno en los exteriores de la agencia Quizhpi Express, en el Centro Histórico de la capital azuaya. Realizan envíos de paquetes o reciben dinero. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Los familiares de los emigrantes esperan su turno en los exteriores de la agencia Quizhpi Express, en el Centro Histórico de la capital azuaya. Realizan envíos de paquetes o reciben dinero. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • 71% de 108 empresas en Ecuador redujo su nómina por la crisis

    Redacción LLÍDERES (I)

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    La firma Deloitte Consulting presentó los resultados de su investigación, en la que analizó la Estrategia Empresarial frente al retorno de las actividades en Ecuador. Entre el 21 de agosto y el 15 de septiembre, se recopilaron las respuestas de 108 empresas que revelaron las estrategias establecidas en busca de la reactivación económica.

    Entre los principales resultados que arrojó el estudio se señala que, con relación a sus estructuras, las empresas consultadas indicaron que el 71% disminuyó su nómina. De este último grupo, el sector que más “bajas” sufrió fue el de servicios (46%).

    Debido a la situación actual, el 67% de empresas se vieron obligadas a realizar cambios en su estructura organizacional. De estas, el 86% disminuyó su estructura y los principales cambios se dieron en el área administrativa, 19% en la comercial, 13% en las operativas, 6% en producción y 32% en todas las áreas. El restante, 14%, aumentó su estructura en áreas administrativas, operaciones y producción. Entre las razones para este aumento, se indicaron: cargos nuevos, expansión del negocio y crecimiento de la organización.

    En cuanto a la modificación emergente de la jornada de trabajo, 14% de empresas indicaron que se están acogiendo o piensan acogerse a ella. La duración de este contrato será de: 6 meses para el 20%, 1 año para el 40%, 2 años para el 7% y hasta que termine el 2020 para el 33%. Con relación a la jornada actual y anterior, el 53% redujo 2 horas diarias; el 7%, 4 horas diarias y el 40% ha modificado los días de trabajo, sin alterar la jornada e incluido fines de semana.

    Deloitte también informó que consultó también sobre compensaciones y beneficios, ¿qué cambios se han suscitado?

    El 42% indicó que sí se han modificado en lo relacionado con:

    Bonos anuales: El 50% eliminó este beneficio, el 29% cambió los indicadores, el 14% disminuyó el valor y el 7% difirió el pago. Estos cambios se dieron mayoritariamente (43%) a nivel ejecutivo.

    Subsidios: 50% lo eliminó, 37% redujo y 13% creó nuevos subsidios. Estas modificaciones se aplicaron al 100% de las áreas.

    Comisiones: ¿Cuál fue la modificación? Disminución de metas, el 26%, modificación de políticas 53%, incentivo adicional 7%, se asegura monto fijo 11% y se eliminaron 5%. Esto se aplicó en el área comercial 74%, en cobranzas 9% y en otras áreas 17%.

    Bonos mensuales: El 60% decidió que no se pagan y el 40% los disminuyó. Estos cambios se dieron en todas las áreas con un 50%, en el área comercial 25%, operaciones 10% y otras 15%.

    Horas extras: No se pagan 76%, disminuyeron 18% y aumentaron 6%. Las modificaciones se aplican en todas las áreas, indicó el 59% y en específicas, el 41%.

    Búsqueda de empleo, Líderes. Imagen de freepik.es
    Búsqueda de empleo, Líderes. Imagen de freepik.es
  • La venta de peluches tiene un cambio de estrategia

    Modesto Moreta. (I)  redaccion@revistalideres.ec

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    La comercialización de peluches bajo catálogo y a través de las redes sociales es la estrategia que aplicaron los esposos Valeria Ortega y Marcelo Sevilla, socios y fundadores de la marca Lily Toy’s. Ellos apostaron a esta iniciativa para salir de la crisis provocada por la pandemia.

    Los ejecutivos de la empresa ambateña aplicaron esta forma de promoción de sus productos como alternativa para no dejar en la desocupación a 50 colaboradores; la mayoría de ellos amas de casa.

    La propagación de covid-19 y las cuarentena obligatoria hizo que la fabricación y venta de sus productos -como los osos gigantes, medianos, pequeños, cojines en forma de dona y pastelitos, unicornios, cerditos y sandalias para todos los gustos y colores- se paralizara entre marzo y junio de este año. La pareja, durante el confinamiento, planeó el proyecto y lo expuso a sus colaboradores. 25 aceptaron la iniciativa que arrancó con talleres de capacitación virtual en ventas y marketing. En la actualidad, más de 100 personas son parte del negocio.

    Valeria Ortega, gerenta de Lily Toy’s, recuerda que luego de tres meses de arduo trabajo, la marca volvió a salir a flote. Las ventas por este sistema de emprendimiento aumentaron y más personas se sumaron a la promoción, especialmente mujeres que se quedaron sin empleo en todo el país. “Ellas pueden vender los productos al por menor y mayor”.

    En lo que va de este año, la empresa logró facturar USD 113 562. Además, en septiembre de este año se abrió un ‘showroom’ en la ciudad de Guayaquil para que la gente conozca sus productos y se sumen más amas de casa a las ventas por las redes sociales.

    La historia del emprendimiento se inició con la apertura de un pequeño taller en el 2008, en la parroquia Atocha, norte de Ambato. Ortega recuerda que sus padres vendían tarjetas y peluches en un almacén que tenían en el centro de la ciudad. Y fue cuando decidieron ingresar a este negocio como fabricantes. La inversión inicial fue de USD 5 000.

    Con los recursos compraron máquinas, una troqueladora, materia prima y otras herramientas. El negocio familiar arrancó con la confección de muñecas de trapo, que tuvieron demanda en el mercado. Los pedidos aumentaron a 250 muñecas mensuales, por eso contrataron a seis colaboradoras. “Fue una alegría que nuestro producto tuviera acogida en el mercado local, por su calidad y un bajo precio”, dice Ortega.

    Para expandirse a escala nacional, su esposo Marcelo Sevilla comenzó a recorrer todo el país promocionando la muñeca, que tiene detalles como en el vestuario y mensajes como: “Te quiero”, “te amo” y más frases.

    Valeria Ortega y Marcelo Sevilla, socios y fundadores de la marca Lily Toy’s, en la ciudad de Ambato. Producen osos de peluche y más.
    Valeria Ortega y Marcelo Sevilla, socios y fundadores de la marca Lily Toy’s, en la ciudad de Ambato. Producen osos de peluche y más.

    En el 2012, el taller y la producción de juguetes de felpa crecieron con nuevos artículos, como osos de peluche, unicornios, pantuflas y cojines. Pero el ‘boom’ se dio en el 2014, cuando empezaron a promocionar sus productos en las redes sociales. También ayudó a las ventas la prohibición del ingreso de productos importados como juguetes y muñecos.

    Luego comenzaron a entregar sus productos a las grandes cadenas de almacenes y supermercados, que enviaban sus propios diseños a la confección. En la actualidad, la marca ambateña se comercializa en más de 600 locales en todo el país. “Nuestro éxito es que constantemente innovamos nuestros productos”.

    En el 2015 invirtieron USD 260 000 que consiguieron a través de un crédito en una cooperativa. En la parroquia Izamba adquirieron un terreno, construyeron un galpón y lo equiparon con bordadoras, rellenadora, cargadora, troqueladoras y materia prima importada de varios países.

    Una de sus clientes hace 10 años es Pinblu Detalle, en la ciudad de Manta, provincia de Manabí. Lizeth Mendoza, gerenta del local, cuenta que la demanda de peluches en los últimos tres meses aumentó en 80%, en especial cuando comenzó la venta por catálogo.

    Afirma que en el momento, 12 mujeres en Manta son parte de la venta por catálogo en las redes sociales. También se abrió un local donde se exhibe cada uno de los productos de Lily Toy’s. “Es una iniciativa interesante, porque la gente compra para regalar como una forma de cariño, aprecio y amor en tiempos de pandemia”.

    En los talleres de la empresa Lily Toy’s se aplican todas las medidas de bioseguridad, como el distanciamiento social, el uso de la mascarilla y más. Fotos: Glenda Giacometti /LÍDERES
    En los talleres de la empresa Lily Toy’s se aplican todas las medidas de bioseguridad, como el distanciamiento social, el uso de la mascarilla y más. Fotos: Glenda Giacometti /LÍDERES
  • Arturo Barreira: ‘Con innovación se sale de la crisis’

    Giovanni Astudillo Editor (I) redaccion@revistalideres.ec

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    Arturo Barreira, presidente de Airbus para América Latina, habla sobre los efectos de la pandemia mundial. Su empresa ha reducido la producción de aeronaves en 40%. Explica sobre la tecnología de sus aviones para evitar los contagios en las cabinas.

    ¿Cómo el covid-19 cambió a la industria aeronáutica?
    La crisis de covid-19 ha tenido un impacto sin precedentes en la industria. Hemos pasado por otras en el pasado, como el atentado a las Torres Gemelas y las crisis sanitarias o financieras, pero ninguna ha tendido esta magnitud, tanto en el impacto global como en la profundidad. Esta crisis ha puesto a la industria de la aviación en una situación
    muy complicada.

    ¿Cómo se puede cuantificar la magnitud de esta afectación para los fabricantes de este sector?
    Recortamos la producción porque intentamos igualar la demanda con la capacidad de fabricación. Por ejemplo, en la familia de los A-320, que es nuestro avión más vendido, de mayor producción y que usan todas las aerolíneas que operan en el Ecuador, fabricábamos 60 unidades al mes y bajamos a 40. Es una reducción significativa.

    ¿Qué ocurrió con el resto de los aviones de Airbus?
    En el caso del A-330 wide-body (dos pasillos) reducimos de cinco a dos unidades y el A-350 disminuimos de 10 a cinco. El recorte en todas las familias de nuestros aviones es importante. Es una reducción de casi el 40%.

    ¿Cómo se ajusta Airbus a esta nueva realidad de la industria mundial?
    Para nosotros es fundamental la seguridad de los empleados, clientes y de la gente que tiene contacto con los aviones y servicios de Airbus. Lo primero que hicimos fue aplicar medidas para reducir el impacto económico-financiero y operacional. En nuestras fábricas reorganizamos la producción para limitar el contacto entre empleados, lograr el distanciamiento social y otras acciones para minimizar la posibilidad de contagios.

    ¿Y con los clientes y otros actores del sector?
    Hemos conversado con nuestros clientes, que son las aerolíneas, y con los proveedores para entender en qué situación están y controlar el proceso de producción. También buscamos reducir nuestro impacto económico limitando los gastos y usando figuras de empleo a tiempo parcial… Buscamos precautelar los puestos de trabajo. Antes de que la crisis estallara logramos líneas de crédito por USD 15 000 millones para facilitar la transición.

    ¿Cuál es el futuro de esta industria? ¿Tal vez se necesitarán aviones más pequeños o de menor costo?
    La suerte y ventaja que tenemos en Airbus es que nuestras cuatro familias de aviones son de última tecnología. A finales del 2015, empezó la producción del A-320 NEO (New Engine Option), que es un modelo basado en el precedente. Mejoramos la tecnología de los motores para reducir el consumo de combustible entre el 15% y 20% y, por ende, disminuimos el costo por asiento. El combustible es uno de los elementos más importantes en las operaciones aéreas. Es el avión más vendido y tenemos una cuota de mercado del 70% en la región y en todo el mundo cerca de 60%.

    ¿Y qué ocurre con las otras familias de Airbus?
    Hicimos lo mismo con el A-330. El modelo NEO entró en servicio hace un año, tiene el mismo principio y reduce el consumo de combustible entre 11% y 14%. El A-350 es nuestro avión de dos pasillos más grande y empezó a volar desde el 2014. Tiene un mayor confort y mejor economía que la competencia. Finalmente, compramos un proyecto canadiense. Es el A-220, que es más pequeño que el A-320 y de nueva tecnología.

    ¿Ustedes consideran que, en el futuro, las aerolíneas demandarán aviones más pequeños y económicos?
    La familia del A-320 será el avión más común. El A321-LXR, que puede volar durante nueve horas, permitirá que las compañías incursionen en vuelos de larga distancia, sin tener que incurrir en inversiones de otros tipos de aeronaves. Pueden hacer vuelos que antes solo podían hacer naves de dos pasillos y son más económicos. Las aerolíneas pueden complementar su flota con el A-220, que está diseñado para 150 pasajeros y tiene un radio de acción de 2 500 millas náuticas.

    Desde el ámbito tecnológico, ¿cómo ofrecen seguridad a los pasajeros para reducir las posibilidades de contagio en las cabinas?
    Tener aire puro y limpio en las cabinas es uno de nuestros requisitos de diseño desde hace mucho tiempo. Cuando está volando un avión toma aire del exterior, que está libre de virus y microbios, y pasa por convertidores catalíticos que le ponen en mejores condiciones y después llega a una mezcladora. El aire que está dentro de la cabina se recircula y pasa por filtros HEPA, que son efectivos en capturar el 99,9% de los microbios transportados por el aire, incluidas partículas susceptibles de propagar el covid-19. Son los mismos que se usan en los quirófanos. En el avión, el aire se renueva cada dos o tres minutos y circula de forma vertical, de arriba abajo, sin ir a los lados ni hacia delante ni atrás, lo que es un factor muy importante para reducir el riesgo de contaminación.

    ¿Qué ocurre con las aeronaves de generaciones tecnológicas anteriores?
    Todos nuestros aviones incorporan los filtros HEPA desde 1994. En América Latina, la media de edad de las naves es de 11 años. Las aerolíneas hicieron un gran esfuerzo para renovar sus flotas en los últimos 15 años.

    ¿Este año hay ajustes en los pedidos de aviones?
    Tenemos vendidos 302 aviones en el ámbito global durante este año. Hasta finales de julio entregamos 245 a 65 clientes de todo el mundo. Desde marzo solo hemos recibido una cancelación. Eso ocurre porque estamos en una continua conversación con nuestros clientes para entender sus realidades.

    ¿Cuáles son sus expectativas para el 2021?
    Continuar con las conversaciones con nuestros clientes y adaptar nuestros sistemas productivos en función de la demanda.

    IATA indicó que recién en el 2024 se podría recuperar el número de pasajeros que había hasta antes de la pandemia, ¿cuántos años demorará esta recuperación para los fabricantes?
    Tenemos predicciones similares. La recuperación del tráfico de pasajeros tiene una incidencia muy importante sobre la demanda
    de aviones.

    Hoja de vida
    Su formación. Es español. Tiene una maestría en Ingeniería Aeronáutica por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica de la Universidad Politécnica de Madrid y una maestría en Administración de Empresas de la ICADE (Universidad Pontificia Comillas). Ha asistido a cursos relacionados con el transporte aéreo en la Universidad Cranfield (Londres) y en el Centro de Formación de la IATA, en Ginebra.

    Su experiencia.  Fue nombrado Presidente de Airbus para Latinoamérica y el Caribe en julio de 2018. Tiene más de 20 años de experiencia en la aviación global. Es responsable de las actividades y relaciones comerciales en más de 40 países. 

    Arturo Barreira, presidente de Airbus para América Latina. Foto: cortesía Airbus
    Arturo Barreira, presidente de Airbus para América Latina. Foto: cortesía Airbus
  • Alcanzar más mercados y clientes pese a la crisis

    Carolina Vasco. (I)

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    Los clientes tienen nuevas necesidades en el momento de adquirir productos y servicio debido al impacto generado por la nueva normalidad en el país y el mundo.

    El mercado digital se ha posicionado a escala mundial. Las tiendas físicas tienen muchas restricciones y permanecieron cerradas por más de 60 días. Ahora son los anuncios en Internet, las pautas en línea, las promociones en redes sociales y los blogs, los nuevos estands y vitrinas.

    Si bien una crisis implica una reducción en las ventas, pese a ello, se abren nuevos canales de promoción antes no explorados por las empresas. Reinventarse, entonces implica cambiar y también la oportunidad de llegar a nuevos mercados y clientes.

    Los consumidores han modificados sus hábitos de compra y seguirán haciéndolo en las próximas semanas y meses.

    De acuerdo con un artículo publicado en Aggity -multinacional de tecnología especializada en la transformación digital-, las personas van en busca ahora de “marcas con significado, que sean útiles y que trasciendan en aspectos menos superficiales, para centrarse en hacerles la vida más fácil y más sencilla”.

    Para conocer al nuevo consumidor, existen plataformas de datos que unifican toda la información de los clientes de forma que se les ofrezcan experiencias en función de sus intereses y en el momento más oportuno. La big data es ya un estándar a adquirir.
    Resulta muy útil establecer una estrategia de marketing digital bien definida para que el negocio crezca y alcance a más personas.

    Es fundamental planificar con anterioridad la promoción (mediante redes sociales o aplicaciones) de una marca, producto o servicio.

    El ‘e-mail’ marketing es otro elemento importante. Permite enviar mensajes a personas que hayan aceptado recibir notificaciones de la marca. Estos pueden contener promociones, noticias o cualquier información que considere le pueden servir a su público objetivo.
    En el momento que más personas conocen una marca es posible atraer a más clientes.

    Por otro lado, Dany Ortiz, en un artículo publicado en Cyberclick, una empresa especializada en marketing en línea y publicidad digital, explica que al ser Google el primer lugar al que acuden los usuarios para comprar electrónicamente, hay que estar entre los primeros puestos de sus páginas es una garantía de resultados.

    “Este tipo de estrategia para una tienda ‘online’ debería incluir una investigación de palabras claves, análisis de la competencia, optimización ‘on-page’ y creación de enlaces entrantes”.
    Otra de las claves para lograr posicionamiento en el mercado, de acuerdo con Ortiz, es estar en contacto con los líderes del sector en que se desarrolla el negocio.

    De este modo, el propietario de la empresa o emprendimiento estará al tanto de las estrategias que mejor funcionan y así se establecerán relaciones mutuamente beneficiosas.
    Pero más allá de las oportunidades del comercio digital existen estrategias generales que las empresas pueden aplicar.

    La escuela de negocios EAE Business School, de España, destaca cuatro estrategias puntuales para aumentar las ventas en tiempos de recesión económica.
    La primera es conservar los clientes que ya se tienen a través de un trato especial, promociones, ofertas y beneficios.

    Otra opción es buscar nuevos clientes y otros mercados que antes no se habían explorado.
    También se recomienda renegociar con los proveedores y distribuidores para que bajen los precios y den más facilidades. Y, finalmente, buscar nuevas estrategias publicitarias.

    Si bien el impacto de una crisis hace reducir las ventas, los expertos recomiendan explorar nuevos mercados y estrategias para salir adelante
    Si bien el impacto de una crisis hace reducir las ventas, los expertos recomiendan explorar nuevos mercados y estrategias para salir adelante. Foto: Freepik.es
  • Un programa para impulsar negocios con impacto en medio de la crisis

    Carolina Enríquez, (I)

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    Sistema B y la Cámara de Comercio Ecuatoriana Americana (AmCham) de Quito impulsan el programa Amcham Triple Impacto, a través del cual los negocios puedan generen impactos positivos en los accionistas, la sociedad y el medio ambiente, como estrategia para mitigar los efectos de la crisis económica mundial.

    La iniciativa está compuesta de nueve módulos enfocados en construir “una sostenibilidad integral empresarial para transformar las organizaciones en empresas resilientes, sostenibles y que generen impacto positivo”.

    Del 20 al 24 de julio del 2020 se llevó a cabo la primera edición del programa para empresas que buscan ser pioneras de este cambio de comportamiento. Participaron siete firmas nacionales o con sucursal en el país.

    Como parte del proceso se impulsó a los participantes a dar los primeros pasos para convertirse en empresas con propósito. También se otorgaron 10 becas (al 100%) para que micro y pequeñas empresas puedan medir sus impactos positivos e identificar las oportunidades para el desarrollo de sus negocios en el mercado.

    Los emprendimientos fueron seleccionados con apoyo de Creas Ecuador, Épico, Coinnovar e Impaqto, organizaciones que trabajan impulsando el emprendimiento social y la innovación en el país.

    Para Felipe Espinosa, director ejecutivo de AmCham Quito, la emergencia sanitaria deja importantes aprendizajes: “Es responsabilidad del sector productivo promover comportamientos empresariales sostenibles que permitan tomar acción hacia la transformación de una nueva realidad en los negocios”.

    Con la iniciativa se buscan estrategias para mitigar los efectos de la crisis económica mundial.Foto: www.freepik.es/
    Con la iniciativa se buscan estrategias para mitigar los efectos de la crisis económica mundial.Foto: www.freepik.es/
  • Las empresas iberoamericanas tienen un rol clave en la reactivación

    Carolina Enríquez, (I)

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    La reactivación económica debe apoyarse en un nuevo pacto social en el que los empresarios están llamados a tener un papel crucial que cumplir.

    Esa fue la conclusión del informe ‘El papel del sector privado en tiempos de pandemia: ideas para el debate’, dado a conocer por la Secretería General Iberoamericana (Segib) y el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi).

    En el texto se indica que el resultado de la crisis sanitaria dejará 44 millones de pobres en la región iberoamericana.

    Ante ello, el estudio agrega que los costos de la crisis deben compartirse entre toda la sociedad, sin recaer en ningún sector en particular.

    “Las empresas deben apoyar a sus trabajadores en esta coyuntura, puesto que el capital humano en un activo clave. La educación y la formación para el trabajo son fundamentales, para reconvertir a las personas ante la nueva realidad tecnológica”, indica el documento.

    Asimismo, se considera que la colaboración público-privada es fundamental.

    El informe determina que los empresarios iberoamericanos son parte clave en la reactivación económica a mediano plazo. Ello debido a que en plena pandemia siguen produciendo bienes y servicios para suplir las necesidades de los ciudadanos; donando bienes y servicios; apoyando al Estado con materiales y equipos, etc.

    Una vez que se aplaquen los efectos del virus, agrega, las firmas deberán ser flexibles y adaptarse a nuevas realidades en mercados y formas de producción.

    El reto actual es no quedar al margen de los cambios tecnológicos, digitalización y automatización, vinculados con la Cuarta revolución industrial.

    El informe determina que los empresarios iberoamericanos son parte clave en la reactivación económica a mediano plazo. Imagen: www.freepik.es
    El informe determina que los empresarios iberoamericanos son parte clave en la reactivación económica a mediano plazo. Imagen: www.freepik.es
  • Una nueva crisis: la diplomática

    Wilson Granja Portilla

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    La crisis sanitaria y económica causada por el coronavirus no son las únicas que están afectando a la cotidianidad en la que nos desenvolvemos. A la par de la realidad en que estos días vivimos, desde hace algunos meses atrás se han comenzado a sentir la tensión entre los países más grandes y poderosos del mundo.

    En primer lugar, la tensión diplomática entre los EE.UU. y la China comienza a tomar dimensiones que no se habían observado desde que estos dos países volvieron a reestablecer relaciones diplomáticas el 1 de enero de 1979. El cierre del Consulado en Houston de la República China, justificado por el gobierno norteamericano, en base a presuntas actividades de espionaje ilegal a gran escala, pone en jaque al comercio internacional.

    Simultáneamente, la relación entre el Reino Unido y Rusia pasa también por un momento sumamente crítico, luego de que el gobierno de Boris Johnson divulgara finalmente un informe en el cual agentes de espionaje rusos buscan interferir en la política inglesa. Estos dos factores, afectarán aún más en la situación económica por la que estamos atravesando.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES