El tiempo es oro. Así dice un refrán popular que bien se puede aplicar a una nueva tecnología que agilita los pagos. Se trata del ‘contactless’, un sistema con el cual el consumidor solo acerca su tarjeta de crédito o de débito a un dispositivo y paga por lo que compra.
El sistema funciona gracias al NFC (near field communications), una tecnología inalámbrica que permite la transmisión instantánea de datos entre dispositivos que se encuentren a pocos centímetros de distancia.
Esta tendencia está enfocada en consumidores como los mileniales por el factor tiempo. Carlo Enrico, presidente de Mastercard para América Latina, asegura que hay que ponerle mucha atención a esta tecnología. “Es la que más impactará a la industria financiera desde el lado del banco y del consumidor”.
Para Enrico se trata de un modelo innovador porque permite un pago sin contacto, sin pin, sin clave, sin una firma, de manera rápida, sin papel y porque evita a los retail guardar una factura por años. “Tan práctico que será un elemento clave para elevar la inclusión financiera. Además, los negocios estarán felices de incorporar esta tecnología en su relación con los compradores”.
En Ecuador ya se usa las tarjetas ‘contactless’. Una de las instituciones financieras que ofrece esta tecnología es Produbanco. Sebastián Quevedo, vicepresidente de Medios de Pago, explica que es un sistema pensado en pagos de bajo valor principalmente. Permite pagar compras en supermercados, en tiendas de ropa, transporte, etc.
En la tarjeta, añade Quevedo, está un algoritmo que permite transmitir las credenciales de la tarjeta como números, códigos y otras seguridades, de manera inalámbrico y con alta seguridad.
Este banco cuenta hoy con 700 000 tarjetas de débito y 200 000 de crédito. De esas, unas 100 000 tarjetas ya cuentan con la tecnología ‘contactless’. “Se está incorporando en un proceso natural, es decir cuando una tarjeta caduca o se extravía”.
En esta clase de pago existe un segundo actor: un dispositivo conocido como POS o punto de venta en su traducción del inglés al español. Este equipo ‘lee’ la tarjeta y permite la transacción.
Quevedo calcula que a escala nacional un 45% de la actual red de pagos ya puede soportar pagos con esta tecnología. También dice que el beneficio no solo es para el consumidor. “Los negocios también ganan en eficiencia. En nuestra experiencia vemos que están reaccionando bien. El reto es que los dependientes actúen igual de rápido. Así mejora la experiencia del usuario”.
Otra institución financiera que utiliza esta tecnología es Banco Pichincha. Para Ignacio Maldonado, Vicepresidente Ejecutivo de Negocios de la institución, el ‘contactless’ era un paso natural y necesario en el ecosistema de pagos. “Simplificar los procesos y ofrecer una experiencia de pago rápida y segura son dos aspectos fundamentales hoy en día”.
El ejecutivo de esta entidad añade que a medida que más comercios continúen incorporando los dispositivos de cobro que cuentan con esta tecnología, todo el mercado será más dinámico. “Con ello no solo reducimos los tiempos de procesamiento de la transacción, sino que en paralelo incentivamos la reducción del uso de efectivo”.
Banco Pichincha incorporó la tecnología ‘contactless’ en octubre del 2018 y hasta la fecha cuenta con 1,1 millones de clientes que ya cuentan con esta tecnología en sus tarjetas. Se estima que al cerrar este año esta cifra alcanzará sumará unos 400 000 usuarios más.
Números
Se calcula que en Ecuador operan unos 100 000 POS en negocios como restaurantes, cafeterías, tiendas de retail, etc. Cada uno de estos dispositivos tiene un costo promedio de USD 400.
En el país el lineamiento es que toda compra menor a USD 50 puede pasar sin firma o sin digitación. Pasada esa cantidad se utiliza un segundo factor de autentificación. Así en caso de pérdida de la tarjeta se puede perder máximo 50 dólares.
Los usuarios de tarjetas de crédito y débito cuentan con un nuevo servicio que agiliza los pagos. Foto: Ingimage
Al trabajar por dinero, ofrecemos nuestro tiempo a cambio y puede que nada de lo que hagamos nos importe. Al trabajar por un propósito, todo tiene sentido y, además, recibimos una recompensa económica.
Una historia acerca de los incentivos y la motivación: Un director de empresa que acababa de asistir a un seminario sobre motivación llamó a un empleado a su despacho y le dijo: De ahora en adelante, se le permitirá a usted planificar y controlar su propio trabajo. Estoy seguro de que eso hará que aumente considerablemente la productividad.
¿Me pagarán más?, preguntó el empleado. De ningún modo. El dinero no es un elemento motivador, y usted no obtendría satisfacción de un simple aumento de salario.
Bueno, pero si aumenta la productividad, ¿me pagarán más? Mire – dijo el director – evidentemente, usted no entiende la teoría de la motivación. Llévese a casa este libro sobre motivación y léalo: en él se explica qué es lo que realmente le motiva a usted.
Cuando el empleado salía del despacho, se detuvo y dijo: Y si leo este libro, ¿me pagará más?
La disciplina financiera es básica al utilizar una tarjeta de crédito. Conocer los cupos y usarlos con inteligencia es una de las condiciones, al igual que cumplir con los pagos y los plazos.
Estas exigencias, que en la práctica pueden resultar complicadas para algunos, se multiplican cuando la persona decide contar con dos o más tarjetas de crédito. En ese caso la disciplina debe ser mayor.
Los expertos señalan que el número ideal dependerá de la persona, de sus comportamientos de gasto, de las metas financieras que tenga, de manera en la que maneja dinero, entre otros factores.
Pablo Pérez, catedrático de la Universidad San Francisco deQuito y consultor en temas financieros, indica que el perfil del usuario de la tarjeta es fundamental. “No es lo mismo una persona que tiene ingresos fijos que una que no los tiene”.
Como ejemplo señala que una persona que trabaja en relación de dependencia, un profesional independiente o un consultor que ofrece servicios a empresas son ejemplos de quienes pueden contar con dos más tarjetas. “Un consultor que viaja por el país o el extranjero contratado por una empresa debe cubrir sus gastos de hotel, transporte, comida, etc. Para esos y otros gastos vinculados con su trabajo debe contar con una tarjeta diferente de la que usa para asuntos personales”.
Si la persona viaja con frecuencia fuera del país, por trabajo o descanso también se recomienda tener varias tarjetas. Para Gary Flor, presidente de Ceforcom, es conveniente tener dos o más tarjetas, ya que por un lado no lleva dinero en efectivo y, por otro, asegura los pagos, en vista de que no todas las tarjetas son aceptadas en todos los negocios y países.
“También se pueden presentar casos en los cuales por fallas del sistema informático, algunas tarjetas no son aceptadas en los establecimientos”.
Flor añade que es adecuado tener dos o más tarjetas de crédito para aprovechar descuentos, ofertas por temporadas, por liquidaciones o por cierre de negocios. Eso sí, advierte, no se debe destinar más allá del 40% de los ingresos para el pago de deudas. “Entonces hay que chequear siempre la capacidad de pago, es decir, la diferencia entre nuestros ingresos y egresos”.
Otro consejo es tener una tarjeta extra, pero ‘bajo llave’ y usarla solo en emergencias como una enfermedad o un accidente. Allí, dicen los expertos, la tarjeta es un respaldo y hay que tener mucha voluntad para tenerla bien guardada.
¿Qué hacer cuando una entidad financiera ofrece una segunda tarjeta? Pablo Pérez explica que esta acción se trata, en pocas palabras, de un crédito de consumo y de corto plazo, con un cupo o monto para consumir. Allí hay un riesgo porque se trata de una tarjeta de consumo y no de trabajo como en el ejemplo del consultor.
Este experto también recomienda estar atento a los costos que no se explican con claridad. “Muchas veces se ofrece tarjetas con un cupo preaprobado y sin costos. Pero cuando llega el estado de cuenta sí hay unos costos por servicios como auxilio mecánico, acumulación de millas, entre otros”.
Los expertos añaden que una tarjeta de crédito es un instrumento práctico que puede mejorar nuestras finanzas personales, siempre y cuando la sepamos utilizar. Y más allá del número de tarjetas, la recomendación es siempre tener clara la capacidad de pago, para evitar problemas financieros.
El número ideal dependerá de la persona, de sus comportamientos de gasto, de las metas financieras que tenga, de la manera en que maneja el dinero, etc.
Obtener un crédito a través de la usura puede llevar a una persona a perder todo lo que tiene. En ciertos casos, su vida y la de su familia corren peligro.
Para quien no está familiarizado con este término se trata del llamado ‘chulco’. El artículo 309 del Código Orgánico Integral Penal determina que esta figura se genera cuando una persona otorga un préstamo, directa o indirectamente, con un interés mayor que el permitido por la Ley.
Según el Banco Central del Ecuador (BCE), la tasa efectiva máxima para un crédito de consumo ordinario es de 17,30% anual. Sin embargo, los usureros suelen cobrar intereses más elevados.
“Pueden ser superiores al 10% mensual o incluso llegan al 5% diario. Es decir, si por ejemplo, una persona pide un crédito de USD 10 000, con una tasa del 20%, al mes ya debe pagar USD 12 000 y, al año, puede estar pagando más de USD 24 000 por los intereses”, explica el portal de educación financiera Tusfinanzas.ec.
El problema de pedir prestado al ‘chulco’ no solo está relacionado con la cantidad de dinero a pagar, sino con las prácticas poco convencionales de cobranza de aquellos dedicados a esta actividad delictiva. Para prestar el dinero suelen solicitar a la gente la entrega de muebles, electrodomésticos o joyas como prenda.
Según la web del Ministerio del Interior, los usureros ofrecen créditos a dueños de locales o gente con deudas. El cobro suelen hacerlo en moto puerta a puerta; como antes del desembolso se exige a las personas la firma de letras en blanco pueden, en algún momento, demandar al deudor y quitarle sus bienes.
Bertha Romero, especialista en finanzas personales del programa de educación Tus Finanzas, aconseja no dejarse tentar por ofertas de dinero rápido y aparentemente fácil. Cuando la persona se demora o no puede pagar, corre el riesgo de perder dinero y propiedades.
Si alguien ya solicitó el dinero a los prestamistas informales “la salida más fácil es hacer el pago lo más pronto posible (…) es recomendable acudir a una institución financiera en la que las personas pueden escoger el crédito que mejor se ajuste a su circunstancia y necesidades, y con mejores tasas de interés. Adicionalmente, se aseguran un contrato legal en el que la entidad financiera se compromete a prestar el dinero bajo ciertas condiciones y tienen regulado el esquema de los pagos”, dice la experta.
Eduardo (nombre protegido) sabe de las dificultades que genera pedir prestado a los informales. Evita decir el monto que solicitó pero asegura que, debido a los intereses, le tocó pagar más de USD 600. Ante las presiones de los cobradores tuvo que pedir dinero a diferentes miembros de su familia para completar lo adeudado y salir definitivamente de la situación.
Los prestamistas informales también suelen disfrazarse de entidades que se dedican a la entrega de financiamiento. La Superintendencia de Bancos, en su página web, advierte que existen empresas o instituciones que a través de mecanismos como correos electrónicos, páginas web, hojas, volantes, etc., gestionan y comercializan productos crediticios, de inversión, entre otros.
En www.superbancos.gob.ec se puede ver un listado de entidades no autorizadas para operar en el país. Ninguna persona natural o jurídica que no forme parte del sector financiero nacional puede otorgar créditos, según el Código Monetario y Financiero.
Los socios se acercaron a las agencias para retirar el dinero de sus ahorros y pólizas. Foto: Tomada de Pixabay.
El BID Invest, institución del sector privado del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y otra entidad financiera han destinado un préstamo de USD 20 millones para apoyar a las pymes y empresas verdes en Ecuador.
Así lo anunció hoy 17 de enero del 2019 el BID en un comunicado que precisa que el préstamo tendrá como destino el banco local Produbanco, al que proporcionará financiación para estas empresas.
Junto con el BID Invest participa del préstamo conjunto la entidad Blue like an Orange Sustainable Capital Fund.
La financiación busca apoyar varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, incluidos aquellos relacionados con el trabajo digno, reducción de desigualdades y acceso a energía limpia y asequible, precisa la nota.
El préstamo está subordinado a un plazo de 8 años y permitirá que Produbanco continúe incrementando su negocio de financiamiento a las pymes, así como impulsar su programa de préstamos verdes en Ecuador.
Este último promueve la producción respetuosa con el medioambiente, financiando proyectos de eficiencia energética o actualizando maquinaria con el objetivo de mejorar la infraestructura y fomentar el crecimiento de la industria.
La partida es el primer préstamo que destinan Blue like an Orange Sustainable Capital Fund junto con BID Invest, como parte de un acuerdo marco de cofinanciamiento entre ambas instituciones para catalizar deuda privada en compañías de América Latina y el Caribe.
El BID Invest es un banco multilateral del sector privado del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo, comprometido con respaldar los negocios de América Latina y el Caribe.
Blue like an Orange Sustainable Capital es una firma de inversión privada que suele invertir en compañías y proyectos que brinden fuertes rendimientos ajustados al riesgo y un impacto social positivo.
Los socios se acercaron a las agencias para retirar el dinero de sus ahorros y pólizas. Foto: Tomada de Pixabay.
El 31 de octubre, el bitcóin -primera moneda virtual descentralizada– cumple 10 años de existencia. En Ecuador, su presencia aún genera incertidumbre. El bitcóin es una divisa digital, que no se intercambia bajo la forma de monedas o billetes, que sirven para comprar el pan, como el dólar. Tampoco es producido por una empresa cuya acción se cotiza en Bolsa o está vinculada a la reputación de un Estado, pero se cambia por dinero.
El bitcóin apareció por primera vez en un libro blanco publicado en Internet por Satoshi Nakamoto, un seudónimo cuya identidad real todavía es desconocida. El objetivo era “efectuar pagos en línea directamente de una persona a otra sin pasar por una institución financiera”. Su valor en el 2008 fue de USD 0,00076.
La desconfianza en el sistema económico del momento por la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y el desprestigio de entidades financieras norteamericanas, como Lehman Brothers y otras de Europa impulsaron el nacimiento del bitcóin, afirma Luis Villavicencio, CEO de Expo Blockchain Mitad del Mundo.
El bitcóin replantea el concepto de dinero y abre el camino para el surgimiento de otras criptomonedas, señala Luis Espinosa Goded, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito.
Durante su tiempo de existencia, la divisa digital ha roto con el esquema impositivo, en el cual solo un grupo de banqueros establecía las reglas monetarias. “Ha probado que no es necesaria la gestión, producción y distribución de dinero de forma centralizada”, añade Juan Francisco Bolaños, gerente general de Blockchain Andina.
La no regulación de la moneda es otra cualidad, según Espinosa Goded. “Es una alternativa a un dinero hiperregulado. Pertenece a un sistema libertario, basado en la responsabilidad personal”.
En enero del 2009 se creó el primer bloque que generó 50 bitcoines y se llevó a cabo la primera transacción con la criptomoneda, entre dos cuentas. El bitcóin fue evolucionando de manera silenciosa, sin arrasar en el mercado monetario.
En el 2010 tuvo lugar la primera transacción con bitcoines en el mundo real. Un programador de Florida pagó a un internauta 10 000 bitcoines (USD 42 dólares) por dos pizzas. Actualmente, equivaldría USD 64,2 millones.
En el 20017 constituye un punto de inflexión. La moneda pasó de menos de USD 1 000 a más de USD 19 500 a mediados de diciembre, según cifras de Bloomberg. Su capitalización total superó temporalmente los USD 300 000 millones, según la web especializada Coinmarketcap.
La suma de la capitalización de todas las criptomonedas superó por su parte los USD 800 000 millones en enero del 2018, antes de que la burbuja estalle y el valor del bitcóin vuelva progresivamente en torno a los USD 6 400.
Por esta volatilidad, Espinosa Godet considera que el bitcóin no ha cumplido con el objetivo de ser un depósito estable. Otra deficiencia es que la capacidad de procesamiento de transacciones no es muy rápida. “Se ha sacrificado la velocidad por la seguridad”, añade Bolaños.
En el país, la penetración de las criptomonedas es menor. “La ciudadanía necesita conocer sobre blockchain y el uso del bitcóin, para no ser parte de estafas que usan el nombre de las criptomonedas”, dice Villavicencio.
El limitado uso del bitcóin también se debe a la presencia del dólar. Según el vocero de Blockchain andina, los usuarios no tienen urgencia en usar otro tipo de divisas porque el dólar no tiene una pérdida de valor consistente. Sin embargo, existen comunidades de usuarios de criptomonedas que se está consolidando en el país. “Las criptomonedas llegaron para quedarse y van a representar un sistema monetario alternativo”, augura Bolaños.
Un técnico inspecciona las instalaciones de Bitfarms en Saint Hyacinthe, Canadá. En esta empresa se ‘almacenan’ bitcoines, la criptomeneda que cumple 10 años en esta semana. Foto: Lars Hagberg / AFP
En el país no hay mayor distinción en los préstamos que dan las cooperativas, si se toma en cuenta el segmento en el que están. Sí podrían diferenciarse por montos, es decir, por su estructura financiera las entidades más grandes pudieran ofrecer créditos más altos, aunque no es la regla.
Así lo indica Édgar Peñaherrera, gerente general de la Red de Integración Ecuatoriana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Icored), la realidad de la entrega de préstamos por parte de cooperativas en Ecuador.
En el país, de acuerdo con datos de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur, estas entidades cubren a 200 cantones en todo el país. En ciertos sectores se trata del único eje de intermediación financiera; de hecho, la tasa de ruralidad supera el 75%.
La cartera que manejó el sector cooperativo, hasta febrero del 2018, fue de USD 8 680 millones. Las operaciones de crédito superan las 1,4 millones.
En 2017, la entrega de créditos creció en 21,72% en montos, en relación con el año anterior. “El sector cooperativo, a pesar de la situación económica del país, siempre ha estado consciente de la necesidad de recursos que tienen nuestros socios. En esa dinámica no hemos dejado de colocar préstamos”, indica Juan Pablo Guerra, presidente de Ucacsur.
El crédito de consumo representa el 51,4% de toda la cartera de crédito de las cooperativas; los microcréditos tienen el 37%; el inmobiliario es el 8,9%; y el comercial y educativo está por debajo del 2,7% de la cartera.
En la Cooperativa Atuntaqui, por ejemplo, se concentran en ofrecer microcréditos de consumo y de vivienda. Su mercado se concentra en Imbabura, aunque tiene tres oficinas en Pichincha.
En el caso de los microcréditos, entrega hasta USD 40 000 con un plazo de hasta 60 meses; los de consumo en ese mismo monto y plazo, mientras que los hipotecarios incluyen desembolsos de que llegan a USD 100 000 con un plazo de hasta 10 años.
Ciertas cooperativas, dentro del área de microcrédito, tienen subproductos que pueden estar destinados a la compra de autos, maquinaria, entre otros. Eso lo maneja cada institución.
La Cooperativa 29 de Octubre tiene tres tipos de microcréditos, cuyos montos mínimos y máximos difieren. En el destinado para minoristas, por ejemplo, lo menos que se puede solicitar son USD 100 y el máximo 1 000, con un plazo de hasta 48 meses.
También ofrece créditos de consumo, comercial y de vivienda.
Los primeros tienen montos máximos de desembolso de hasta el 60% y el 80% del sueldo, según el caso; los segundos están destinados a pequeñas y medianas empresas, para capital de trabajo, financiamiento de pasivos y activos fijos; mientras que los hipotecarios son para adquisición, construcción y reparación de vivienda, así como para compra de terreno para construir una casa, con un plazo máximo de hasta 15 años.
Según Icored, los montos crediticios en las cooperativas son dispersos y no se puede establecer un promedio porque existen entidades en zonas rurales en las que los socios no requieren de montos altos, mientras que en las grandes ciudades la tendencia es siempre a solicitar volúmenes mayores. “En las socias de Icored el promedio en microcrédito bordea USD 5 000”, dice Peñaherrera.
Las cooperativas, explica, hacen esfuerzos por contribuir a incrementar la inclusión financiera, “por ello las personas de escasos recursos económicos han encontrado en ellas una posibilidad de acceder a los servicios financieros, en ahorro y crédito; buscando generar un emprendimiento para garantizar su sustento”.
Microempresario es sinónimo de esfuerzo y trabajo
Agricultores, comerciantes, emprendedores, amas de casa y otros encarnan al microempresario ecuatoriano.
A este actor de la economía ecuatoriana es fácil encontrarlo en mercados, así como en centros comerciales o en tiendas de barrio. También están en el campo o en pequeños locales establecidos en garajes de casas y desde hace pocos años en las redes sociales.
La agricultura, la ganadería y la pesca son las principales actividades en las que están los microempresarios. Los datos de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo señalan que en esas tareas se cuentan alrededor de 1,6 millones de personas.
Luego está el comercio con unos 893 000 microempresarios y más atrás destaca el sector de la construcción con 395 000, según los datos de la RFD que tienen corte en diciembre del 2017.
En total, el país tenía hasta el mes señalado 4,1 millones de microempresarios, lo que representa el 51% de la población económicamente activa. Otros datos de la RFD señalan que 6 de cada 10 microempresarios tienen menos de 45 años y que el 60% son hombres y el 40%, mujeres.
Un ejemplo es Lourdes Zapata. Esta mujer renunció a su trabajo y hace dos años montó su emprendimiento: Polifoamflex, en donde elabora almohadas según los requerimientos de los clientes.
En su taller ubicado en el sector de La Argelia, en el sur de Quito, Zapata realiza las mezclas de materias primas, que son importadas desde Estados Unidos; las coloca sobre moldes especiales, fabricados especialmente para estos productos. En el proceso de fabricación de las almohadas colaboran ocho personas. El área de trabajo tiene 50 metros cuadrados.
Zapata es una microempresaria con un trabajo que puede calificarse como estable. Pero no todos los microempresarios generan más de un empleo.
Wilson Araque, director del Observatorio, dice que entre los microempresarios hay dos grupos: el primero está integrado por personas que de manera individual desarrollaron un pequeño negocio. El segundo grupo es el de pequeños comerciantes o productores que deciden asociarse o crear cooperativas para mejorar sus posibilidades de éxito.
Araque advierte que en el primer grupo muchas veces están microempresas que incorporan una o dos personas, que por lo general son familiares y no siempre son remunerados. “Estos negocios ofrecen productos baratos porque dentro del costo no incorporan la mano de obra”.
Según Araque, el no valorar a esos factores tiene un efecto: los precios de sus productos son muy bajos. “La ganancia es mínima, se convierten en negocios de subsistencia y no crecen”.
En el grupo de los que deciden asociarse, las posibilidades de crecer son mayores, aseguran los expertos. El Consorcio de Lácteos Tungurahua (Conlac-T) está integrado por cinco asociaciones localizadas en Pilahuín, Quero, Baños y Pelileo. Las queseras procesan 2 500 litros diarios para producir 1 500 quesos que es el valor agregado. Fanny Masabanda, gerente del Consorcio, explica que al menos 25 000 litros se venden a grandes industrias.
El financiamiento también incide. Adriana Amaya, profesora de emprendimiento e innovación de Espae-Espol, señala que en el 2016, un 45% de los encuestados por el estudio Global Entrepreneurship Monitor acudieron al sistema bancario.
Por lo contrario, el uso de inversionistas informales se incrementó en el 2016 al 33% subiendo tres puntos porcentajes con relación al 2015. “Los recursos propios representan la principal fuente de financiamiento: el 99%”.
La billetera móvil es el proyecto bandera este año
La billetera móvil será el nuevo servicio tecnológico, que ofrecerán las cooperativas de ahorro y crédito en el país. Este aplicativo será lanzado hasta mediados del 2018 y está a cargo de la Red Transaccional Cooperativa Conecta.
El proyecto empezó a mediados del año pasado. Hasta la actualidad, 25 instituciones financieras del sector cooperativo han firmado la carta de intención para ser parte de este nuevo servicio.
Según el vicepresidente de la Red Conecta, Ramiro Baldeón, no se trata de un servicio relacionado con el dinero electrónico, sino de un aplicativo en el cual el teléfono móvil estará atado a una cuenta de ahorros o corriente.
Mediante esta alternativa el usuario podrá efectuar transacciones y estará interconectado con la red Conecta (cooperativas de ahorro y crédito) y la red bancaria.
Baldeón dice que desde el ámbito técnico estarán listos desde el próximo mes, pero es necesario esperar por los temas normativos. Por ello, considera que funcionarán antes de finalizar el primer semestre de este año.
La intención es que 72 cooperativas del país, entre grandes, medianas y pequeñas, sean parte del proyecto. Es decir, las mismas que están conectadas a la red de cajeros automáticos de Conecta.
“Hay que esperar un tiempo para que cada institución se vaya sumando al servicio”. La billetera móvil, explica Baldeón, permitirá realizar débitos, cobranzas, transferencias… Es decir, los locales comerciales no necesitarán contar con un aparato para hacerlo como ocurre con las tarjetas de débito.
Conecta es la administradora de la red de cajeros automáticos y tarjetas de débito de 72 cooperativas de ahorro y crédito ecuatorianas. “Proveemos este servicio que a la vez se interconecta con la red nacional bancaria. Con ello, los socios de estas cooperativas tienen acceso a la totalidad de cajeros automáticos del país”.
Además, ofrecen una red de compras para que los socios de estas entidades accedan a 19 000 puntos de venta en el Ecuador. Baldeón señala que con las cooperativas de ahorro y crédito ofrecen otros servicios tecnológicos como las transferencias de remesas desde el exterior.
Además, cuentan con una ventanilla móvil que es utilizada por los operarios de las cooperativas, que van, por ejemplo, a los mercados para recibir ahorros o recaudar el pago de créditos.
Con esta herramienta tecnológica, dice Baldeón, no hace falta desplazarse a las instituciones financieras, sino que se recauda directamente. A través del teléfono móvil se pueden registrar los depósitos y el funcionario de la cooperativa cuenta con una impresora, que se conecta a través Bluetooth para entregar el recibo.
Baldeón señala que el propósito del sector cooperativo es generar la inclusión financiera para que cada vez más personas puedan transar en estas instituciones y dejen de lado la informalidad. “En estos objetivos, la tecnología es una herramienta importante”.
Él dice que la tecnología tiene una gran dispersión entre las diferentes cooperativas y esa diferencia es evidente entre las instituciones grandes y las muy pequeñas. Baldeón añade que Conecta ofrece tecnología de primer nivel en medios de pago y “estamos bastante equiparados al sistema financiero”.
Otros detalles Los controles internos. Según Ramiro Baldeón, de la Red Conecta, la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria es estricta en el cumplimiento de estándares tecnológicos de seguridad. Por ello, una de las funciones de Conecta es incentivar a las instituciones cumplan con esas exigencias.
Las aplicaciones. Las cooperativas como JEP, CREA, Alfonso Jaramillo, Cámara de Comercio de Ambato, entre otras, cuentan con aplicaciones para consultar saldos, efectuar transacciones…
Foto: Diego Pallero / LÍDERES
La Cooperativa Atuntaqui tiene tres oficinas en Quito. Una imagen de una de ellas, en el sector de El Ejido.
Chris Gardner es un empresario que vivió en las calles de San Francisco. Brinda consejos para quienes se mueven en la industria.
En su trayectoria como conferencista, usualmente, suele referirse a la pasión que se debe tener en la vida para hacer las cosas y, sobre todo, para que algo resulte como, por ejemplo, un negocio. En Ecuador, sin embargo, la mayoría de los emprendimientos surgen por necesidad. ¿Qué pasa en esos casos?
Entiendo que eso es todo un reto. No es solo que quiero emprender, sino que debo pagar la renta, las cuentas. Es cuando uno dice “tengo qué hacer algo ahora”. En ese proceso, una de las cosas que debe hacerse es tomar la decisión: lo que quiera que se vaya a hacer, se tiene que hacer bien.
¿Qué problemas ha visto usted en los emprendedores?
La gente joven con la que hablo quiere hacer todo rápido a causa de la globalización y la tecnología y así no son las cosas. Deben saber, además, que las personas con las que uno está compitiendo no están solo en el barrio, sino en el planeta. Por necesidades económicas uno puede querer todo ahora, pero hay que hacer las cosas bien, lo mejor que se pueda. Tal vez uno no esté enamorado de lo que hace, pero es en lo que se está trabajando ahora.
¿En qué frase resumiría estos argumentos?
A veces hay que hacer lo que se tiene que hacer, antes de hacer lo que se quiere hacer. No hay nada equivocado con eso.
¿Qué pasa cuando una persona, como un emprendedor, pierde la pasión o, al menos, el interés por hacer lo que, actualmente, está haciendo?
Tiene que salir del negocio.
¿Por qué?
Por que hay que sentirlo. No puede ser solo el interés de ganar dinero para el negocio, hay que sentirse bien. Hay que levantarse y decir ¡Sí, vamos ahí!
Y si se acaba la pasión, pero tengo personas a las que doy trabajo ¿Cómo les ayudo si mi alternativa es cerrar la compañía y hacer otra cosa?
La respuesta es vender la empresa a los trabajadores. O vender la firma a alguien que tenga la pasión. La vida es demasiado corta, hay que hacer lo que se ama.
En el libro “En busca de la felicidad”, que de hecho es una biografía suya, usted cuenta sobre algunos giros que tuvo en su vida. Lo que me llamó la atención es que cuando usted era muy joven quería vincularse a la medicina, pero terminó en el sector financiero.¿Cómo logra un emprendedor, que tiene un interés pero por cuestiones de la vida debe hacer otra cosa, cambiar su chip mental?
Para eso las personas tienen habilidades, talento y experticia. Todo eso es transferible. Se las puede poner en práctica en cualquier área que exista en la vida.
¿Qué aprendió usted durante los giros de su vida?
Lo que aprendí durante los años que estuve vinculado a investigaciones médicas me lo llevé a Wall Street. Me refiero con eso a estudios, análisis, procesos, etc. Cuando llegué a Wall Street estaba listo, porque tenía todo eso.
¿Cómo favorece al desarrollo de un emprendedor la compra y venta continua de las compañías? Hablo de esto porque en su historia, precisamente, usted aplicó esta metodología financiera.
Todo lo que aprendes te lo llevas contigo. Eso es más valioso que el dinero. Es importante crear siempre oportunidades nuevas. Cuando uno tiene éxito sabe que puede seguir creciendo más.
¿Cuáles son las claves para el éxito y la felicidad?
Creo que la felicidad es el éxito. Todos tenemos que ganar dinero, pero eso no te hace feliz. Para mi la felicidad es la salud, el hecho de haber criado a dos hijos que se volvieron buenos jóvenes, que hago un trabajo que refleja mis valores y que tengo dos personas especiales: mi nieta y mi ahijada.
¿Cree que si alguien se salta un proceso doloroso que hay que vivir es posible que la vida lo lleve de nuevo a un punto similar para vivir ese dolor? ¿Hay algún propósito?
Sí. Todo se trata de pasos y pasos que no son posible saltarse. En los Estados Unidos la gente joven quiere todo para ahora, para hoy. Tienen en su mente algo y quieren que las cosas sucedan rápido. Hay que hacerles entender que en la vida las cosas no ocurren de esa manera. La gente joven debe pensar que si uno tiene destrezas es necesario que invertir en eso para salir adelante en cada paso que se presenta.
El empresario Chris Gardner comenta que la película, basada en su biografía, ‘En busca de la felicidad’, solo cuenta un año de su vida. Foto: Facebook Cámara de Comercio de Quito
Hasta ayer, lunes 16 de abril del 2018, se implementaron las acciones para el cierre y desactivación definitiva de las cuentas de dinero electrónico, anunció este martes el Banco Central del Ecuador (BCE).
Este procedimiento se llevó a cabo según lo dispuesto por la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera, en la Resolución No. 435-2018-M, de fecha 3 de enero de 2018.
El ente financiero aseguró que el dinero de las cuentas que no fue gestionado por personas naturales o jurídicas se devolverá en su totalidad cuando lo soliciten. Este proceso, así como la consulta de saldos, se realizará de manera presencial.
Para solicitar la devolución del dinero, las personas deberán acercarse con su cédula de identidad a las oficinas de Atención al Cliente del BCE ubicadas en Quito, Guayaquil y Cuenca. El horario de atención será de lunes a viernes, entre las 8:30 y las 15:30 horas.
El proceso de devolución puede ser en efectivo o a través de una transferencia interbancaria. En el primer caso, se validará la información en los balcones de Atención al Cliente y luego se hará el retiro del dinero en Caja.
Para la transferencia, la persona firmará una solicitud en la que indicará el nombre de la entidad financiera y el número de cuenta a la que desea transferir el dinero. Para ello, deberá anexar un certificado bancario de la cuenta de ahorro o corriente. La transferencia se hará efectiva entre 24 y 48 horas.
En el caso de personas jurídicas, personas naturales con RUC que lleven contabilidad, ex macro agentes, sistemas auxiliares de pago (SAP) y operadores tecnológicos, el procedimiento será el mismo.
La devolución la podrá realizar a través del representante legal o una persona autorizada; en este caso se deberá presentar un poder notariado.
Los pasivos y saldos que no se movilizaron se devolverán en un plazo de cinco a diez años, contados a partir de la última transacción monetaria realizada, de acuerdo con la Disposición General Sexta del Código Orgánico Monetario y Financiero.
Para solicitar la devolución del dinero, las personas deberán acercarse con su cédula de identidad a las oficinas de Atención al Cliente del BCE ubicadas en Quito, Guayaquil y Cuenca. Foto: Archivo / LÍDERES
La inflación de enero del 2018 alcanzó el 0,19%, es decir, más que en el mismo mes del año pasado cuando alcanzó 0,09%. También fue mayor que en diciembre, cuando alcanzó 0,18%. La información la entregó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Por su parte, la inflación anual fue de -0,09%, mientras que en el mismo mes del año pasado esta alcanzó 0,90%. La acumulada fue de 0,19%, es decir, mayor al 0,09% a la del primer mes del 2017.
Ambato, Loja y Guayaquil fueron las ciudades menos inflacionarias. Quito y Machala fueron las urbes con la inflación más alta.
Los productos que más influyeron para alcanzar una inflación mensual positiva en enero fueron bienes y servicios diversos, bienes y artículos para el hogar, alimentos y bebidas no alcohólicas, etc. Los menos inflacionarios, y que impactaron en el resultado anual negativo, fueron prendas de vestir y calzado, bebidas alcohólicas, transporte, etc.
El valor de la canasta básica familiar fue de USD 712,03, mientras que el ingreso mensual de los hogares alcanzó USD 720,53.
Los productos que más influyeron para alcanzar una inflación mensual positiva en enero fueron bienes y servicios diversos, bienes y artículos para el hogar, alimentos y bebidas no alcohólicas, etc. Foto: Archivo / LÍDERES