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  • Mauricio Estrella: El diseño fue su pasaporte a China

    Sebastián angulo (I) Redacción Quito / LÍDERES

    Luego de que llegara el primer computador a la casa de la familia Estrella Goyes, en 1997, la vida no fue la misma para uno de sus miembros.

    Para quien en ese entonces era un adolescente de 14 años, Mauricio Estrella, tener uno de estos artefactos en la casa fue la herramienta para el desarrollo de su creatividad. Le gustaba realizar presentaciones en PowerPoint, pero le parecían que los fondos que ofrecía este programa de Microsoft eran muy básicos, por lo que decidió crear uno propio.

    Con la ayuda de un escáner elaboró una imagen que le pareció agradable y la subió al sitio de Microsoft; su creación tuvo unas 300 descargas.

    Esos primeros pasos en el diseño fueron la puerta para que Estrella se convierta en director Creativo de EF en China, una multinacional que se especializa en la enseñanza de inglés. En esa corporación, el quiteño se encarga del desarrollo de aplicaciones, productos digitales y herramientas para aula virtual.

    Gracias a su pasión por la tecnología, este joven oriundo de Baños es columnista del sitio de noticias The Huffington Post. Uno de sus artículos más comentados, y que incluso se convertirá en un libro, asegura que se pude cambiar de vida cambiando nuestros ‘passwords‘ o contraseñas que usamos a diario.

    Por sus ideas, ha sido invitado como conferencista en varios eventos, como en el Campus Party, que se realizó en Quito en el 2012. Y en unas semanas se prepara para dar una charla en TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño), una organización sin fines de lucro que busca propagar «ideas dignas de difundir».

    Su carrera se inició (1997) con su tío, Marcelo Estrella en Quito, quien era dueño de Comunicaciones Latinoamericanas, un estudio de animación que realizaba cómics y dibujos animados para la Sociedades Bíblicas Unidas (SBU), una organización cristiana. Él lo recuerda como un joven «adelantado». Rápidamente aprendió a manejar los programas de animación y gracias a sus trabajos recibía pedidos de otros países, para que realizara obras de la misma calidad.

    Su tío lo recuerda como un adolescente que «prefería estar con adultos, en cosas y conversaciones más serias».

    A esta experiencia laboral se sumó un proceso autodidacta de aprendizaje y a las diferentes carreras que estudió pero no concluyó. Cuando cursaba la universidad se mostraba como un estudiante inestable.

    Édison Pereira, UX director de la agencia digital AWA, fue su compañero en el colegio. Él lo define como alguien «fuera de lo común y muy creativo». Una de las pasiones que tenía Estrella, dice Pereira, era la música. Tocaba el piano y la guitarra. De hecho, con una banda, participó en un concurso que le permitió abrir el concierto de la agrupación estadounidense Cool and The Gang.

    Apenas obtuvo el bachillerato en el año 2000 del colegio Juan Pío Montúfar, se incorporó a la Universidad Católica de Quito, para seguir Ingeniería en Sistemas. Sin embargo, luego de dos años abandonó la carrera y tomó algunos créditos de Psicología, en la misma entidad.

    Luego de ello probó en el Instituto Metropolitano de Diseño, para estudiar Diseño. Asimismo, pasó por las aulas de la Universidad Alfredo Pérez Guerrero.

    Una de sus premisas de Estrella es «estoy aprendiendo, todo me sirve». Por ello, no considera como fracasos su paso por algunas facultades y universidades.

    En el 2007, todo su ‘know-how’ se reflejó en su emprendimiento que desarrolló con cinco colegas de Argentina, España, India y Ucrania; todos trabajaban de manera virtual y nombraron a su agencia de diseño Banicci Studio.

    Esa firma realizó trabajos para grandes multinacionales de la industria de los videojuegos, como Ubisoft y Konami. También lograron contratos con las tecnológicas Microsoft y Sony.

    A la par de su negocio, también comenzó a dictar clases en el Instituto Metropolitano de Diseño. En esa época tenía 24 años y algunos alumnos, cuenta Estrella, eran mayores que él.

    Su carrera como docente duró dos años. EF se puso en contacto con Estrella y en el 2010 fue contratado como diseñador gráfico y viajó a Shanghái (China).

    Kako Vera es director de Diseño de Experiencia de Usuario en Yagé, firma tecnológica ecuatoriana. Él asegura que conoce a Estrella desde el 2012, cuando fue invitado a dar una charla en el Campus Party. Sin embargo, ya se habían relacionado por medio de redes sociales desde hace unos seis años.

    Vera lo define como un diseñador «muy creativo y prolijo». Una de sus cualidades, dice Vera, es que puede sacar grandes ilustraciones de situaciones comunes de la vida cotidiana, comenta.

    Más allá del diseñador virtuoso, Vera sostiene que es una persona muy cordial y muy jovial; «se aprende mucho cuando se conversa con él. A pesar del poco tiempo que nos conocemos hicimos amistad. Me invitó a casa con su familia (…); creo que nos identificamos porque tenemos pasiones e historias parecidas», concluye.

    Otra de las pasiones de Estrella son los videojuegos. «Con los juegos de videos te conviertes en un héroe y mucha gente no entiende eso, y por qué son tan importantes en la vida de muchas personas». Él considera que parte de su personalidad y creatividad provienen de esa actividad. Hasta ahora tiene su PlayStation 4 y todavía lo juega.

    Ahora Estrella vive en Shanghái. Su mañana comienza con noticias de lo que sucede en el mundo. Su jornada de trabajo se inicia a las 09:30; y aunque es amante de la tecnología, busca desconectarse, porque considera que su parte más productiva del día es en la mañana.

    «Me siento improductivo solo cuando paso en reuniones, siento que hago más frente a mi computadora», dice.

    Actualmente, escribe también para el Huffington Post y ya cuenta con tres artículos publicados en el sitio web de este diario en línea estadounidense. Su publicación más exitosa: ‘How a Password Changed My Life‘ (‘Cómo una contraseña pueda cambiar mi vida’), cuenta con más de 109 comentarios.

    La publicación, con casi 100 años de circulación, The Reader’s Digests, también le ha solicitado publicar este artículo para enero del próximo año y traducirlo en más de 20 idiomas. Para ello, realiza «algunos ajustes, para darle un toque más científico» a su texto.

    Su carrera ascendente

    2012. Ponente en Campus Party Mauricio Estrella compartió su historia a un grupo de 20 personas del Quito Tech. El objetivo fue revivir su experiencia en el ámbito educativo e incitar a la investigación y el conocimiento autodidacta.

    2014  Jefe creativo de EF Líder creativo que se encarga de diseñar productos de aprendizaje digital para adultos. También elige y revisa todo el trabajo creativo producido en Shanghái, una de las divisiones más grandes de la compañía a escala mundial.

    Su carrera ascendente 2010.  Diseñador gráfico de EF China, en Shanghái.

    2011. La firma lo ascendió a director de arte en ese mismo país.

    2013. En febrero del año pasado la multinacional lo nombró como Director Creativo en China.

    2014. TED le invitó a dar una charla gracias a sus artículos en The Huffington Post.

    «Todo sirve en la vida, de todo se aprende, el aprendizaje no es solo el formal que lo obtenemos de los colegios o las universidades».

  • En España valoran el diseño de sus muebles

    Redacción Quito

    Una misión comercial que se truncó representó una oportunidad para la empresa ecuatoriana Hogar 2000. Hace cerca de un año, representantes de la compañía de muebles españoles Logos llegaron al Ecuador para una reunión de negocios.

    Pero ese encuentro no se cumplió, cuenta Ibon Sudupe, representante de la compañía española que tiene su sede en el País Vasco. «Entonces contactamos con Alejandro Maldonado, el fundador de la compañía ecuatoriana. Sabíamos de la empresa. Conocimos su planta de producción y vimos que se trataba de una empresa de muebles de alto nivel».

    Así surgió la alianza que mantienen estas dos empresas fabricantes de muebles. Maldonado y su hija Diana recuerdan que un técnico de Logos visitó la fábrica de la empresa para conocer la maquinaria y el modelo de trabajo de Hogar 2000, firma que factura alrededor de USD 7 millones al año.

    De eso ya han pasado 10 meses. La alianza contempla tres fases: la primera implica un acuerdo comercial en la que Hogar 2000 exhibe y comercializa mobiliario de Logos. Luego vendrá una etapa de asesoramiento técnico, de compartir tecnología. Y la tercera etapa implica la producción en serie de muebles de Logos, prevista para el 2015.

    Sudupe sostiene que la idea es expandirse hacia la región, a países como Colombia, Perú y otros. «Produciendo en la planta de Hogar 2000 evitamos los costos que Logos tendría que asumir si trajéramos los muebles directamente desde España».

    El representante de la firma vasca agrega que también existe el plan de mejorar la eficiencia en la producción de Hogar 2000. «Para eso habrá que unificar piezas y procesos de producción».

    La historia de la empresa ecuatoriana se remonta a 1979. Ese año Maldonado fundó Hogar 2000 (la comercializadora) y Muepramodul (la fábrica). «Desde el principio el enfoque fue producir muebles modulares para cocinas, clósets y baños, pensando en estratos socioeconómicos medio y alto».

    Al principio, el negocio caminó sin problemas. Eran muebles novedosos y casi no había competencia en el mercado, señala el fundador.

    Uno de los desafíos para la empresa fue entre 1998 y el 2000, con la crisis económica que vivió Ecuador. «Allí tuvimos una gestión acertada y realizamos nuestra primera exportación para un campamento en Cuba, en donde equipamos cerca de 100 casas. El sucre se devaluaba y negociamos en dólares».

    Esa experiencia fue clave para que la empresa se mantenga a flote. La firma también ha exportado sus diseños a Bolivia y a Colombia. En este último país trabaja en la actualidad con proyectos y pedidos de clientes puntuales. Ahora, con la alianza, Hogar 2000 se alista para un nuevo desafío empresarial.

  • Javier Pérez Estrella: La ilustración 2.0 lo mundializó

    Thalíe Ponce. Redacción Guayaquil / LÍDERES

    Javier Pérez es un convencido de que todos los seres humanos nacen creativos pero algunos dejan de serlo cuando se convierten en adultos. Él pareciera ser un eterno niño.

    En su habitación, que es también su lugar de trabajo, reposan decenas de muñecos plásticos de personajes de series como Las Tortugas Ninja, Batman, Los Simpson, Futurama y Spawn. Pero sobre todo, es un niño porque ha logrado mantener y potenciar su creatividad con el paso del tiempo.

    A sus 29 años, este diseñador gráfico guayaquileño está en la cumbre de sus ideas artísticas, que han sido valoradas por varias firmas y marcas internacionales. La primera fue Air France Hong Kong. Luego los pedidos despegaron y fue contactado por otras como Happy Socks, IIASA, Bubblemint y Alcotest. Para estas ha realizado ilustraciones y artes publicitarios con el estilo que lo caracteriza: utiliza como recurso cualquier objeto de la cotidianidad y lo convierte en un símbolo.

    En la cabeza de Pérez, las uvas pueden ser globos, los ganchos metálicos se convierten en alas de mariposas, los playos pueden formar piernas y los tornillos hacen las veces de las espinas de un puercoespín. Cuando conversa con alguien parece estar pensando en algo más, como si su mente volara y encontrara formas donde otros no las ven.

    Lourdes Estrella, su madre, recuerda que el talento lo tiene desde pequeño. Ya entonces formaba «figuras increíbles» con bloques de Lego. Pero la capacidad innata no lo es todo, dice su progenitora. El ambiente en el que creció es el que lo ha impulsado a convertirse en quien es hoy. Su padre procuró rodearlos a él y a sus dos hermanas de libros de arte y juguetes didácticos que le permitieron ir desarrollando su potencial.

    Su formación combinada con su capacidad están hoy dando los frutos. Una de sus ilustraciones cuesta al menos USD 1 000. También comercializa productos que llevan estampados sus artes a todo el mundo desde el portal www.designedbyhumans.org. Otro de sus proyectos, y quizás uno de los más importantes, es el que está preparando junto a la editorial Penguin Random House. Se trata de un libro dedicado a sus creaciones, donde presentará 200 ilustraciones inéditas.

    Su acogida se extendió también al mundo 2.0, donde es conocido como ‘Cintascotch’, un seudónimo heredado de un concurso de cuentos que ganó en la primaria. En Instagram, tiene más de 116 000 seguidores; en Facebook, 19 000. Los ‘likes’ se multiplican cuando comparte alguna de sus creaciones con el público, que está pendiente desde todos los rincones del mundo; desde Ecuador, hasta Rusia, Australia y Arabia Saudita. Su último ‘post’ en Instagram, por ejemplo, tiene 2 700 ‘me gusta’ así como comentarios en inglés, español y árabe.

    Las revistas especializadas a escala internacional también han puesto el ojo en este graduado de Producción Audiovisual. Sus ilustraciones han aparecido en publicaciones como Hearst Home (Italia), Trolibus (Alemania) y D2 (Suiza). Y en diciembre próximo cumplirá una meta anhelada: uno de sus dibujos será la portada de National Geographic.

    Ronny Murillo, amigo de este creativo desde el curso preuniversitario en la Escuela Superior Politécnica del Litoral, lo describe como prolijo, dedicado y con un gran sentido del humor. Él es además su socio en la agencia de diseño digital Cafeína que fundaron hace un año. Juntos han realizado trabajos para Sunny, Bosques de la Costa, Sweet & Coffee, revista Hogar, Banred, entre otras empresas locales.

    En base a esta experiencia de trabajo mutuo, Murillo asegura que su compañero tiene una habilidad para resolver las cosas de manera rápida y que se nutre del ambiente que lo rodea. «Él suele llevar consigo una pequeña libreta a todos lados, donde anota sus ideas cuando se le vienen a la mente».

    Pérez es muy metódico con su trabajo. Dado que tiene que dividir su tiempo entre la agencia y sus labores personales, ha elaborado un cronograma estructurado para cumplir con todos sus requerimientos. Aunque muchas cosas las hace desde casa, ubicada en el centro de Guayaquil, tiene un horario para despertarse y se dedica a diseñar hasta las 11:00. A mediodía se desplaza a su oficina, ubicada en el norte de la ciudad para seguir diseñando, esta vez con sus socios.

    Danny Arteaga, director cultural de la Alianza Francesa en Guayaquil, define a Pérez como una persona extremadamente creativa y dedicada. Recuerda que el diseñador manejó la parte visual del servicio cultural de la alianza entre el 2006 y el 2008. En esa época, aunque cursaba aún la universidad, su trabajo ya se destacaba, comenta Arteaga.

    Pero fue después que Pérez saltó a la fama. A inicios del año pasado, este también cinéfilo y amante de las series, dejó su trabajo en una agencia publicitaria para «encontrarse». No de una manera espiritual, sino para definir su estilo. Probó varias técnicas, investigó, falló. Su fin era crear una marca personal que le permitiera ser recordado. Y lo logró.

    DISEÑADOR CONSUMADO

    Su formación. Es diseñador gráfico y productor audiovisual. Estudió en la Escuela Superior Politécnica del Litoral.

    Premios. Tiene reconocimientos en Francia, Australia, Colombia, Alemania, Argentina, Irán, Italia…

    En las redes. En Facebook, Instagram y Twitter se lo conoce bajo el nombre de ‘cintascotch’.

    La frase. «Mi trabajo es simple y minimalista. Quiero que las personas  se tomen un descanso de las fotos. Para eso lo importante es crear cada día».

    FECHAS IMPORTANTES

    2014. EN UNA CHARLA EN AGOSTO PASADO, EN QUITO Javier Pérez comparte conocimientos y experiencias con otros jóvenes creativos. En la foto aparece durante una charla ofrecida a inicios de agosto pasado en la UTE.

    2014. SUS ILUSTRACIONES AGITAN LAS REDES SOCIALES Esta ilustración de Javier Pérez fue publicada en Instagram este año. Hasta la semana pasada tenía más de 8 073 ‘me gusta’. Además sumaba cerca de 116 000 seguidores en esta red social.

  • La alpaca es su negocio y su trabajo social

    Redacción Quito

    Hace 10 años decidieron reemplazar las vacas y en su lugar apostaron por las alpacas. En la hacienda El Inga, ubicada en el sureste de Quito, decidieron dar un giro al negocio.

    Entre las razones para incorporar a los animales andinos pesó el hecho de que erosionan menos el suelo y su lana puede ser materia prima para producir diferentes textiles. Así lo analizó Alfredo Cordovez, propietario de la hacienda.

    La primera adquisición fue de 20 alpacas. Para concretar el negocio, Cordovez acudió a ferias en Perú para observar de cerca el mercado. Ya con una idea de cómo podría funcionar su empresa llegó hasta Canadá para comprar una maquinaria especial para convertir la lana del animal en fibras exóticas.

    En total, la inversión inicial ascendió a unos USD 150 000. Con la materia prima, su hija Mary Lou Cordovez se unió al negocio. Esta quiteña, que estudió arte en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), se encargaría del diseño de las prendas.

    Ella es la responsable del concepto de gorros, chalecos, guantes, chales, entre otras prendas que imaginaba y que ahora constan en un catálogo.

    A principios del 2009 inició la primera producción. Su esposo, Javier Herrera, también se unió al área de negocios del emprendimiento. Así, en el 2010, se constituyó Inga Alpaca.

    Su aporte a la comunidad sería el valor agregado de su marca. En el proceso de confección artesanal de las prendas están involucradas 25 tejedoras que viven en el sur y las periferias de Quito.

    Por ejemplo, para hacer un chal, las artesanas tejen ocho horas al día, por tres semanas. Todo ello con el fin de que las prendas se caracterice por tener un acabado único, de labrado con agujeta. También han incorporado tejidos elaborados en telares.

    Cordovez supervisa que se cumplan las medidas establecidas, que no tengan ninguna mancha o defecto.

    La identidad de la marca es que la fibra de alpaca es pura y no se mezcla con otras materias primas, como algodón o seda. De hecho, la lana tampoco pasa por un proceso de tinturado; los tejidos solo se los puede encontrar en colores marrón, blanco y gris.

    Las venta de este tipo de textiles es estacional. Los meses en los que las ventas se incrementan son diciembre, enero y febrero; en este período la facturación mensual puede alcanzar unas 100 piezas, lo que representa unos USD 3 000.

    Durante sus cinco años de existencia, Inga Alpaca ha encontrado como canales de distribución tiendas que comercializan productos artesanales. Por ejemplo , la Galería Ecuador Gourmet, tiendas en los aeropuertos de Quito y Guayaquil, el Hotel Quito o la Hostería Chorlaví, en Imbabura.

    La tienda Dufry, que está en el Aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil, distribuye la marca Inga Alpaca. Juliana Álvarez, su propietaria, asegura que los productos de esta marca tienen gran demanda por parte de turistas estadounidenses y europeos. Una de las razones es que el acabado artesanal les llama la atención a los compradores. Al mes, vende unas 10 prendas de la marca.

    Karen Espinoza, del departamento de Ventas de la tienda Olga Fisch, ubicada en el norte de Quito, asegura que las prendas tejidas tienen buena aceptación por parte de los compradores. Al mes, este local comercializa unas ocho prendas de la marca. «Los extranjeros se admiran por la laboriosidad».

    La producción
    La materia prima. A la semana procesan unos 18 kilos de lana.

    Las exportaciones. Se envían unas 150 piezas a los EE.UU. cada año.

    Las alpacas.  Actualmente, en la hacienda El Inga (sureste de Quito) cuenta con unas 900 alpacas.

  • Carlos Molina: Sus diseños calzan en EE.UU.

    Patricio Ramos (I) Redacción Manta / LÍDERES

    El manabita Carlos Molina mantiene un estilo impecable. No descuida detalle alguno en su presentación. Él dice que los pormenores cuentan y mucho en el mundo del diseño y la moda en el cual está involucrado hace 25 años.

    Siempre viste zapatos de cuero, pantalón de tela, camiseta blanca y chaquetas llenas de líneas sobrias y colores oscuros y ‘llamativos’. A este mantense se le hizo realidad el sueño americano. Todo empezó hace 29 años, cuando migró a EE.UU., desde su ciudad natal.

    No fue fácil. Llegó a Nueva York y trabajó en un restaurante ubicado en el barrio Jamaica Queens. Luego, encontró empleo en el área administrativa de la importadora de calzado Bellini y, cuenta, ahí empezó su trayectoria como diseñador de zapatos para mujer. Gracias a los bocetos que dibujaba en su tiempo libre, se integró al área de diseño.

    Hoy, los zapatos de Molina utilizan personajes y celebridades en la Gran Manzana, buena parte de EE.UU., Latinoamérica, Europa, Asia, según se destaca la trayectoria de este mantense en publicaciones especializadas.

    La habilidad de este manabita es innata. «Desde los ocho años ya daba muestras de su destreza», dice su hermana Liris, sentada junto a la piscina, en una propiedad de Carlos en el emblemático barrio Jocay (centro de Manta). A ella se le humedecen los ojos cuando recuerda las manualidades que hacía Carlos cuando era niño y que hoy los ubican entre los renombrados diseñadores de calzado.

    «Elaboraba juguetes con desperdicios de madera que recogía de un depósito que había frente a la casa en su niñez», comenta Liris. Esa vivienda estaba ubicada en el barrio La Ensenadita, un kilómetro al suroeste de Jocay. Hacía modelos de camiones, eran los ‘carritos’ para sus hermanos. «Sus creaciones eran del gusto de sus amigos, pero a ellos les cobraba, había que ganar algo por la dedicación», comenta su hermana.

    Él quiso estudiar arquitectura, pero la economía familiar no le permitió, por ello migró a EE.UU., y hoy se califica como con «arquitecto frustrado». En ese país se casó con Dianalymm Bodero y procreó tres hijos. Pero también se dio modos para estudiar administración de empresas, en la extensión de la Universidad Vicente Rocafuerte en Manta lo que hoy es la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.

    Mientras trabajaba y diseñaba para Bellini, celebridades y personas inmersas en el mundo de la moda preguntaban de quién eran los diseños que encontraban allí, a lo que los encargados de esa firma decían que los hacía un ecuatoriano.

    Con esa proyección y el reconocimiento de sus diseños, en 1999 decidió impulsar su marca ‘Carlos Molina’ y abrió tres tiendas en Manhattan. El negocio iba bien hasta que en el 2001 se produjo el ataque a la Torres Gemelas; ese acto terrorista puso en aprietos a varios negocios entre ellos el de Molina. Sin embargo, dice que logró salir a flote diseñando para otras marcas de propiedad de celebridades, entre ellas Fergie, Britney Spears entre otras.

    La revista Ecuador Times, en una publicación de abril del 2011, destacó su aporte como diseñador para personajes y marcas reconocidas, como Jessica Simpson, Vince Camuto, Nicole Miller, Vera Wang, BCBG Paris, ING, Boton Chinese Laundry, Nina, Coup d,etat y también BMakowsky y Kahty Van Zeelan.

    Este diseñador estuvo en Manta hace unas tres semanas. Aquí se hospeda en su propiedad y en donde renta ocho apartamentos amoblados. Se trata de un proyecto inmobiliario que fue diseñado por él, con la asesoría de arquitectos locales.

    Carlos cuenta que artistas como Thalía, Jennifer López, entre otras, lucen sus creaciones. «A ellas les gusta mucho los tacones altos. Mis zapatos tienen un estilo arquitectónico, están llenos de colores con puntas siempre y están presentes en los pies de las divas; ellas reconocen mi trabajo. Lo valoran y lo recomiendan con mi nombre y apellido: Carlos Molina«.

    Este mantense, comparte su vida entre las pasarelas de Nueva York, Taiwán, Tokio, Madrid, Italia y Francia. Viaja cuatro meses íntegros al año.

    La modista Fátima Chávez trabajó 20 años en Nueva York y hoy reside en Manta. «Carlos siempre está viajando, creo que sus desplazamientos por el mundo le permiten siempre estar a la vanguardia del diseño. Cuando está en Nueva York, donde reside, tiene una agenda muy apretada, pero siempre se da tiempo para conversar con sus amigos y paisanos«.

    La diseñadora y dueña de la casa de modas Karen Pamela en Manta, Asunción Villa, destaca su trabajo. «Sus diseños de tacones y puntas estilizadas nos encanta. Siempre están innovando; sin duda, es un ejemplo».

    Desde el 2000, se ha convertido en un entusiasta colaborador del Patronato Municipal de Manta. Realiza desfiles y lo que se recauda dona para obras sociales.

    Uno de los eventos recientes fue el 22 de octubre: llegó con parte de su nueva colección y participaron las candidatas a Reina de Manta. Ana María Suárez de Zambrano, a cargo del Patronato, cuenta que el espíritu solidario de Molina es único: «siempre hace un espacio en su agenda, para atender nuestras invitaciones». Cuando está en Manta comparte con «su gente» y no deja pasar la oportunidad para comer cebiche de pescado.

  • 24 alumnos crean juguetes que tienen identidad ecuatoriana

    Redacción Quito

    Universidad de las Américas (UDLA)

    Juguetes con diseño, materiales y fabricación ecuatoriana es lo que desarrollaron estudiantes de Diseño de la Universidad de Las Américas (UDLA).

    María Belén Baquero, docente de la Escuela de Diseño, explica que esta idea se enmarca dentro del cambio de matriz productiva. Un total de 24 estudiantes desarrollaron ideas de juguetes que rompen con los esquemas clásicos.

    Los jóvenes, sin embargo, también se encargaron de la fabricación de los productos y de sus empaques. Ese es el caso de Mishel Salgado, quien desarrolló una pista de autos a la que llamó Velocity.

    Este artículo está hecho con laurel; tiene 14 cubos, de 6,6 cm c/u, que permiten armar diferentes pistas. «Asimismo, el producto tiene dos fuentes y dos rampas para los carritos. Me demoré en hacer esto un mes. Incluso, yo moldeé el acrílico para las rampas», indica Salgado.

    Ella invirtió USD 30 en la elaboración de este juguete. Sin embargo, productos como el cuento gigante de Evelyn González costaron alrededor de USD 190.

    Este artículo se llama Había una vez. La idea es generar un cuento con el que el niño pueda interactuar. En el patio principal de UDLA se presentó la historia de Hansel y Gretel; sin embargo, González dice que puede incorporar otras historias relacionadas a leyendas del país. Otros juguetes que se desarrollaron en la Universidad están vinculados con elementos propios de Ecuador. Así constan el Diabluma, el Tren de Alfaro, etc. Para la fabricación de estos productos se tomaron en cuenta realidades de diferentes consumidores del país y determinaron que los juguetes deben estar acorde con el espacio físico donde estén los niños, el precio debe ser accesible y deben rescatar la identidad nacional.

    Los productos fueron presentados en una feria en la Universidad realizada hace dos semanas. Allí estuvieron presentes ejecutivos de diferentes empresas comercializadoras de juguetes, quienes mostraron su interés por adquirirlos.

    «La idea es comercializar estos productos. El Ministerio de Industrias nos está ayudando con el tema de los derechos de autor y para organizar talleres», indica María Belén Baquero.

    Cifras. 30 dólares fue la inversión más baja para la elaboración de los juguetes.

  • Johanna Konanz, el diseño de lujo le abre puertas

    Pamela García (i) Redacción Quito / LÍDERES

    Las perchas donde se exhiben sus bolsos son las pasarelas de moda, sus accesorios se promocionan en las manos de las celebridades y su fuente de inspiración son los grandes diseñadores.

    Los bolsos de lujo de Johanna Konanz traspasaron las fronteras de Ecuador y ahora llegan a Estados Unidos. Esta diseñadora guayaquileña de 30 años ha llegado con sus diseños a las páginas de prestigiosas revistas de moda como Vogue UK y Latina, y a los armarios de celebridades como Kelly Rutherford (actriz de la serie de televisión Gossip Girl) y la bloguera de modas Chiara Ferragni.

    Esta emprendedora no siempre enfocó su emprendimiento hacia el mundo de la alta costura. Antes de dedicarse al diseño de bolsos, su deseo era realizar campañas publicitarias. No fue hasta quinto curso de la secundaria, durante un intercambio a Florencia (Italia), que decidió dedicarse a la moda.

    Para ello, con el apoyo de su familia y amigos, aplicó en el 2003 a la Universidad Polimoda, en Italia, donde estudió diseño de zapatos y carteras. «Florencia es la cuna del cuero en Italia. Por esa razón quise estudiar ahí».

    Esta experiencia universitaria le permitió realizar sus pasantías en la casa de moda de Salvatore Ferragamo, en el departamento de zapatos y accesorios para hombre. Durante los siete meses que pasó ahí tuvo la oportunidad de diseñar maletines, zapatos y billeteras, y se enamoró de la fabricación a mano de accesorios para el mercado de lujo.

    Después de dos años y medio de estudios, decidió enfocarse en construir una marca de moda propia, pero para ello necesitaba conocimientos en negocios. Entonces decidió seguir una carrera de posgrado en Fashion Merchandise en la Miami International University of Art & Design donde conocería al amor de su vida, su esposo Daniel con quien se casó este 2014.

    Su hermana Lorena Konanz, considera que la base de su éxito es su perseverancia y entrega a su trabajo. Por esa razón su familia no dudó en apoyarla en esta etapa de su vida.

    A su regreso a Ecuador, en 2006, trabajó en varias empresas pero siempre quiso crear una marca propia. Su experiencia en el Grupo Eljuri en la sección de marcas de lujo (Mont Blanc, Bvlgari, Cartier) le abrió los ojos para las marcas de lujo en Ecuador. «Al ver que no había una marca exclusiva de bolsos me animé a dedicarme de lleno».

    Hacer un nombre a nivel nacional e internacional fue difícil. El primer acercamiento con el mercado extranjero fue en el 2012 con el Trunk Show de Henri Bendel, una incubadora de diseñadores de moda en Nueva York. De los 200 aspirantes, se escogen a los más destacados: allí estuvo seleccionada Konanz.

    Con el éxito en esta presentación logró realizar dos publicaciones en la revista Vogue UK para editoriales de bolsos y un artículo para la revista internacional Latina. Así también realizó entrevistas para el canal CNN en Español para la sección NotiMujer.

    En la actualidad sus diseños son valorados por celebridades como Rutherford y Ferragni, quienes se inclinaron por bolsos con pieles exóticas.

    En Ecuador, personalidades de la televisión como María Teresa Guerrero y Erika Vélez se cuentan entre sus clientes.

    Konanz considera que su principal medio de promoción son las redes sociales. En Instagram cuenta con alrededor de 4 500 seguidores y su página en Facebook alcanza los 3 000 likes. Sus ventas en EE.UU. se realizan a través de su página web y los envíos se hacen por DHL.

    Así también cuenta con una tienda en San Francisco y sus bolsos se exhiben en boutiques en Coral Gables y en ‘showrooms’ en Nueva York. Al mes en promedio vende cerca de 50 unidades con precios que oscilan entre USD 40 y 290, según el modelo y el diseño. Su modelo más popular es el bolso Richone.

    Mariángela Manrique, socia de Konanz, señala que su excelencia en el trabajo y eficiencia para elaborar sus productos es lo que la hace destacar como diseñadora. Por esa razón ha trabajado con ella en la producción de una línea de accesorios.

    Esta ecuatoriana que también practica pilates tiene mucho cuidado con la materia prima que utiliza. Por esa razón trabaja con productos asociados a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITEs). «Todas mis carteras tienen el certificado de esta institución».

    Joshua Degel, fotógrafo y colaborador de Konanz desde hace seis años, la describe como una persona muy profesional, proactiva y que siempre busca la excelencia. «Es fantástico poder trabajar con ella y sus diseños alcanzarán la fama», señaló. Konanz se proyecta en su futuro como una marca importante a nivel nacional. Espera próximamente inaugurar una tienda de su marca en Quito. También tiene en mente una línea de accesorios y zapatos para mujer y una línea de billeteras para hombres.