Etiqueta: diseño

  • ‘El estilo es esencial en el diseño de moda’

    Alan Beltrán, Asesor de imagen y Diseñador

    El Especialista

    La moda no es producir prendas en grandes cantidades; es crear y diseñar algo que de alguna manera sea exclusivo. Para generar tendencias en moda es necesario contar con creaciones, no adaptaciones, y se necesita un mercado que aprecie eso.

    En Ecuador, las personas no están acostumbradas a usar ropa de diseñador. Y eso se ve demostrado en que, por ejemplo, la moda internacional llega al país con unos dos meses de retraso.

    Muchas veces los diseñadores no crean. Lo que se hace en el país es tomar las tendencias de afuera y adaptarlas al medio. Pero los cambios son significativos, pues se cambia la materia prima, principalmente.

    Las creaciones de los diseñadores ecuatorianos es variada, pero va ligada a las tendencias internacionales. Por ejemplo, ahora en el país está de moda la randa (encajes), pero en otros países eso estuvo de moda hace un año y medio. No podemos decir que los diseñadores ecuatorianos no tienen talento, pero se dejan influenciar por lo que ya está creado.

    Algo positivo es que en Ecuador cada vez más diseñadores y personas se atreven a lanzar su propia marca de ropa, calzado o accesorios. Eso es importante, y se nota un cambio, pues los emprendedores que tienen gusto por la moda ya no invierten en adquirir franquicias o marcas, sino que también invierten en crear y producir aquí en el país.

    Esta tendencia se dio desde hace un par de años, no solo en el campo del diseño, sino de la moda en general. Aún falta que la mujer ecuatoriana rompa estereotipos, porque todavía prefiere lo común. Muchas ideas de diseñadores ecuatorianos no prosperan, porque no son del gusto de las mujeres del país. Falta atreverse y dejar de usar lo sencillo.

    Un diseñador no necesariamente debe haberse graduado en las mejores escuelas para ser bueno. Un diseñador que aspire a marcar tendencias en la moda nacional debe tener pasión y atreverse. Lo importante es que un diseñador tiene que marcar su propio estilo, de manera que si alguien ve una prenda, pueda reconocer inmediatamente al diseñador y a la marca. A nivel internacional las marcas Prada o Gucci se reconocen, y llevan instantáneamente a pensar en moda.

    En Ecuador ya podemos señalar y pensar en diseñadores como referente.

    «En Ecuador  ya podemos señalar y pensar en diseñadores como referente de la moda y el diseño de accesorios.»

  • Con detalles en el diseño ganan mercado

    Redacción Quito

    Soledad Villagómez, Grace Pozo, Carolina y María Elena Pallares se juntaron para formar Igual No Igual, un emprendimiento de diseño de objetos como cuadernos, libretas, tarjetas, adornos para fiestas infantiles, etc. cuidando de todos los detalles.

    Con una inversión inicial de USD 300, estas emprendedoras dieron forma a sus piezas de prueba. Los dos primeros trabajos fueron corporativos: «Pensamos en una producción baja pero cuando vimos que la acogida del producto fue extraordinaria, pensamos en salir con nuestra línea personal», cuenta Grace Pozo en su imprenta, en Quito.

    Ser arriesgadas, detallistas y creativas permitió que estas amigas y familiares se embarcaran en un proyecto que surgió mientras Soledad pensaba qué hacer con su gana de diseñar y crear artículos distintos, con materia prima nacional.

    2012 fue un año clave. En junio salieron las primeras muestras impresas, en octubre se presentó la marca y para noviembre, sus diseños estaban en locales como LibriMundi, Megamaxi o Ecuador Travel Store.

    El año pasado Igual No Igual pasó un momento triste por el fallecimiento de Carolina Pallares, prima de las fundadoras, que estaba al tanto de su trabajo. En su memoria estas tres socias continuaron con el proyecto con un lado más personal, más íntimo y más ecuatoriano.

    La patada de la buena suerte, como dice Soledad Villagómez, fueron dos campañas: una para Mall El Jardín y otra para el Centro Comercial El Recreo. «Para Mall El Jardín pensábamos vender 500 agendas y nos llevamos la sorpresa al ver el pedido de 2 410».

    Soledad Garcés, gerenta de Marketing de Mall El Jardín, dice que la gente no utiliza un producto si el logotipo de la marca es grande. «Pero ellas usan los logotipos de una manera discreta y elegante», por lo que su cartera de clientes quedó satisfecha con el producto.

    Proyecto Inversión. Ahora cuentan con una inversión de USD 16 000 y nueva producción.

    En el 2013. Presentaron la colección Mimí, Mila, Negro Platino, Noche Buena.

    Esta año. La colección Cotopaxi, Páramo, Chicle y Cool.

  • Su microempresa es algo sencilla y cómoda

    Redacción Quito

    A Sebastián Aguirre le gustaba dibujar zapatos en su tiempo libre. Hace cinco años, este joven quiteño, mientras cursaba los últimos semestres de diseño industrial en EID, en París (Francia), realizaba bocetos de calzado.

    Luego de terminar sus estudios comenzó a trabajar como ‘free lance’ y mesero en un restaurante parisino. Pero la pasión por el diseño de calzado se transformó en el proyecto de crear una marca.

    Para ello, Aguirre hizo estudios de mercado en Francia y Ecuador. De a poco, la idea se fortaleció y comenzó a buscar proveedores. En un viaje, notó que en Ecuador la industria del calzado tenía todo lo que necesitaba. Así comenzó a desarrollar prototipos y buscar fábricas para la manufactura de sus diseños.

    En una reunión de amigos, Aguirre conoció a Felipe Cornejo. Tras comentarle su propuesta, Cornejo, quien es ingeniero en sistemas graduado en George Mason University (EE.UU.), se interesó por el emprendimiento y se asociaron.

    Él aportó sus conocimientos empresariales, debido a que ya contaba con la experiencia en la creación de su empresa de desarrollo de software llamada Devsu.

    En el 2012 se dedicaron a fortalecer la marca y a dar forma al producto final. Su concepto era crear un modelo sencillo y simple, para lograr un zapato ligero, cómodo y resistente. Pero, a la vez, el producto debía tener estilo.

    Así surgió Cardanas, nombre que nació del apellido materno de Aguirre (Cárdenas), más un toque francés. La inversión inicial fue de USD 15 000 para la primera producción. El zapato es manufacturado con lona producida por la firma nacional Ponte Selva, mientras que la suela se fabrica en Buestán y es prensada en Ambato, en Inducaucho. El armado final se realiza en una empresa de Quito.

    En noviembre del 2013 salió a la venta el producto en su ‘showroom’ en La Floresta (centro-norte de Quito).

    Juan Diego Donoso, arquitecto y urbanista, comenta que adquirió los zapatos debido a la buena calidad. Gracias a su diseño, cuenta Donoso, los usa para toda ocasión. Mientras que otro cliente, Felipe Álvarez, dedicado a la permacultura (arquitectura sostenible), destaca la durabilidad del producto.

  • Paula Arias le pone arte a los objetos y prendas cotidianas

    Redacción Quito

    Paula Arias siempre se ha movido en el mundo del arte. Desde escultura, pasando por la fotografía y la pintura, han sido las actividades en las que ha buscado perfeccionarse.

    Su historia se remonta cuando estudiaba en el Colegio British School (Quito), a inicios de la década pasada. Desde esa época demostraba aptitudes para las actividades artísticas, por lo que se graduó de bachiller con esa especialidad.

    Luego viajó a Buenos Aires (Argentina), en donde se graduó de Bellas Artes en la Nueva Escuela de Comunicación y Diseño, en el 2010. Al año siguiente se especializó en escultura, en la Universidad del Museo Social Argentino.

    También se ha formado en una decena de cursos y ha trabajado junto a otros artistas, como María Jesús Neco o Claudio Gallina, reconocidos en la capital argentina. Pero al retornar al Ecuador, hace dos años, le surgió la inquietud de emprender su propio negocio.

    Arias buscaba qué hacer con su arte. Quería que sus obras, con contrastes y combinaciones de vivos colores, se plasmaran en objetos cotidianos. Mandiles, chompas, cojines, bisutería… todos estos artículos se pueden encontrar en el bazar galería Paula Arias Arte Aplicado.

    En cada uno de sus productos hay una creación de esta quiteña. Su concepto es la elaboración de objetos útiles para sus clientes; no se quiso especializar en moda o artículos suntuarios; su valor agregado para cautivar clientes son sus diseños artísticos.

    Para iniciar el emprendimiento invirtió a principios de año USD 10 000, en adecuar un local en la av. Coruña (norte), y en la producción de los ítems.

    Por ejemplo, ofrece mandiles de chef, colchonetas para realizar ejercicios o yoga, cojines, mochilas, pufs y más.

    Arias trabaja con otros proveedores para cada uno de sus artículos. En el caso de los textiles su proveedor es So High Design. La artista entrega los diseños y la firma se encarga de manufacturarlos.

    Las ventas al mes ascienden a unos USD 500. Entre uno de sus proyectos está impartir talleres. También elabora artículos bajo pedido, con los diseños y la cantidad que el cliente requiera.

    «Los productos son de buena calidad y, sobre todo, sus diseños, excelentes», indica Daniela Páez, una arquitecta quiteña. Una de las cosas que destaca la arquitecta es que a pesar de que los diseños son exclusivos, los costos de los productos son competitivos. En ello coincide Álvaro Hernández, diseñador multimedia quien adquirió un mandil de cocina.

    Los otros servicios
    Los cursos. En el bazar también se imparten cursos de arte (pintura y escultura) para niños.

    La promoción. La tienda se muestra en su fan page en Facebook. Distribuye sus productos en bazares de diseñador, como La Caprichosa.10 000 dólares fue el monto inicial del emprendimiento.

  • No hay nada que detenga su vuelo

    Santiago Ayala Sarmiento. Redacción Quito / LÍDERES

    Nació y creció para ser la número 1. Y si para lograrlo tiene que trabajar duro y no pegar el ojo, lo hace. No hay pretextos para llegar a ser la mejor. Y no es que ella tenga superpoderes, solo sabe que debe moverse rápido. Así nadie la alcanzará. «You Can’t Bugme», dice orgullosa Mónica Crespo, mientras lanza una posible traducción «no puedes molestarme», «no puedes alcanzarme».

    Desde el año pasado, esta quiteña, madre de tres hijos, deportista de alto rendimiento, entrenadora, cantante frustrada, ama de cuatro perros, ya casi pedagoga (está a punto de graduarse en la Universidad San Francisco de Quito)…, se aventuró en un proyecto que ya ha llamado la atención de grandes marcas mundiales de ropa deportiva.

    Cursar estudios en Arte, en la Universidad San Francisco, primero, y en New Hampshire, EE.UU., después, le abrió el chacra de la creatividad. Por eso, cuando el año pasado se inscribió, junto con otras dos deportistas, para formar el primer equipo femenino para competir en el Huairasinchi (competencia local que combina varias disciplinas), se le ocurrió la idea de su segundo negocio.

    «¡Hagámonos nuestros propios uniformes!», planteó. «Tenemos muchas cosas por hacer, no hay tiempo», pensaron los demás. Pero Crespo, sintió en ese momento que ese era otro sueño que quería cumplir. Así que a sus largas jornadas de trabajo en el gimnasio GYM, su primer negocio montado hace 10 años, (las iniciales de los nombres de su esposo Gonzalo Calisto y el de ella), de dar clases en la Universidad, de cuidar a sus hijos, de entrenar para las competencias, añadió el bocetear ideas para su sueño.

    Despertarse de pronto a las 03:00, porque se le ocurrió nombres o diseños para la ropa que quería lucir en las competencias, empezó a ser una situación normal. En lugar de contar ovejas para dormir, empezó a contar guepardos, leones, antílopes…, pero ninguno le gustaba. Entonces, una madrugada se levantó con una libélula en su mente, el insecto más veloz del mundo. Así nació el logotipo de su marca y los diseños fueron apareciendo uno a uno, mágicamente. ¡¿El nombre? Por supuesto, ¡Bugme! Se apoyó en su hermana Carolina, que es diseñadora de modas, para crear los patrones de las prendas de mujer. Y así fueron probándolos uno por uno. Hasta que la exigente Mónica sonreía.

    En la primera competencia a la que acudió con su ropa, los demás competidores quedaron absortos y emocionados. Hasta ese momento no habían visto una conjugación tan atractiva y fashion para la vestimenta de las mujeres deportistas. La emoción se replicaba en cada parte del mundo, donde Mónica ha competido: desde la Patagonia hasta Hawái.

    Los materiales están hechos con textiles nacionales de calidad y los diseños son exclusivos, por tanto no hay una producción en masa. Tuvo que patentar su marca y los diseños en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI), ya que varias marcas internacionales -no especifica cuáles por respeto- ya se han acercado para ofrecerle comprar la idea. Ella dice tajantemente que, por ahora, no lo acepta.

    «Yo la admiro porque es una persona que ha sabido salir adelante y ha sido triunfadora en todo lo que se ha propuesto. Como madre es atenta y cariñosa con sus hijos. En la vida del deporte, con esfuerzo y dedicación, se ha transformado en una de las corredoras más fuertes del Ecuador. En cuanto a su negocio es admirable su empuje y enfoque en las necesidades de los deportistas. Es una excelente ejecutiva y vendedora», señala Victoria Calisto, una amiga suya que trabaja en Ventura Fitness club y que es estudiante de Odontología.

    Esa tenacidad, precisamente, es lo que la ha levantado cada vez que las cosas no le han salido bien. Porque, reconoce, también es humana y puede tropezar. Así como puede comerse un hot-dog cuando acompaña a sus hijos al cine y, a la mañana siguiente, salir a correr o hacer bicicleta por horas interminables.

    A los 20 años, esta segunda de tres hermanos, quedó embarazada. «En ese momento te pasan tantas cosas a la vez por la cabeza y te dices «chuta, me estoy saltando tantas etapas, no tengo trabajo, no tengo todavía estudios». Lo superé con el apoyo de mi familia y con el cariño de mis ‘guaguas’. Esa experiencia fue una de las cosas que a mí me hizo mucho más creativa y más emprendedora».

    Tampoco se detuvo cuando hace 10 años, con su esposo, tuvieron que vender lo que tenían, hasta el auto, para comprar las máquinas para montar el gimnasio. Y tampoco se detiene cuando a veces fracasa en las carreras. «Simplemente, es volver a ponerse los zapatos, volverse a levantar y seguir pa’lante. Ya sea en la vida personal, en la vida sentimental, en el campo económico, siempre van a haber momentos difíciles, pero todo es cíclico, las cosas vuelven a repuntar», dice.

    Lourdes Hernández describe a Crespo como una profesional dedicada y generosa para ayudar a las personas a mejorar en su rendimiento deportivo, que se traduce, a su vez, en todos los ámbitos personales. «Además, me sorprende y reta con su fuerza y competitividad impresionantes, todo esto sin perder una gota de glamour y alegría. Lo cual nos pone la vara alta a todas las mujeres».

    2013  LAS COMPETENCIAS Con su esposo, Gonzalo Calisto (izquierda), forman casi siempre equipos de competencia de deportes de aventura. Han ganado múltiples carreras tanto dentro del país como en el exterior.

    2014   LOS DESAFÍOS Hace pocos días culminó con éxito una carrera (‘trail running’) entre Chile y Argentina denominada el Cruce de los Andes. Allí lució las prendas que ella diseñó y trajo algunos pedidos de otros deportistas de élite a nivel mundial.

    UN VISTAZO A SU GESTIÓN EMPRESARIAL

    La colección.

    El primer lanzamineto fue exitoso.350 jerseys se vendieron en un santiamén.

    En internet. En la página de Facebook de Bugme hay pedidos de varias partes del mundo.

    Su faceta ejecutiva.Ha logrado consolidar una empresa con economía de escala.

    «cada vez que siento que voy a darme por vencida digo ¡no!, no voy a darme por vencida. voy a seguir creando, empujando mis sueños».

  • Con el diseño cruza fronteras

    Leonardo Gómez P. Redacción LÍDERES

    Cinco años de su vida los dedicó a fotografiar polillas. No era una actividad casual, estaba fascinada por los diseños y colores que descubría en cada salida de campo.

    Los ojos de Belén Mena se abren con asombro cuando recuerda esa época . «¿Puedes creer que exista un bicho como este? ¡Es perfecto!», dice emocionada mientras hojea en las 356 páginas de su libro ‘Pachanga’, que fue el resultado de sus salidas en busca de polillas.

    No se trata de un texto de entomología. Mena es diseñadora gráfica y en este libro presentó una investigación y análisis de los diseños y colores de 135 polillas. El estudio que presenta lo aplica como base para analizar de forma bidimensional las posibilidades compositivas, geométricas y cromáticas.

    Son diseños variados, simétricos y amorfos, perfectamente combinados, tomados de las alas de estos insectos y que ahora son utilizados por empresas de la industria textil o la decoración en el sector inmobiliario tanto en el país como en Estados Unidos, Bélgica, Inglaterra… Y para conocerlos, basta mirar en las paredes del Hotel Resort Las Tanusas, en Manta; la Hacienda Piman, en Ibarra; o el restaurante Chez Jerome, en Quito.

    Mena es una creativa quiteña que ha desarrollado cerca de 230 marcas en toda su trayectoria profesional, ha diseñado más de 50 libros y ha recibido reconocimientos a escala internacional, como el Gold Award en el IF (International Forum of Design) 2008 en EE.UU., además de una nominación el Art Directors Club para Mejor libro del mundo.

    Este año fue nominada al Grammy Latino en la categoría Mejor Diseño de Empaque, por el álbum documental ‘De Taitas y de Mamas’, que recopila en 128 páginas y seis discos, la historia de Don Naza, Mishqui Chullumbu, Papá Roncón, Las Tres Marías, Julián Tucumbi y Mariano Palacios, íconos de la música tradicional ecuatoriana.

    Mena recibe esta nominación con modestia, aunque no puede ocultar su emoción por la oportunidad de dar a conocer la cultura musical del país en la comunidad internacional. «Este proyecto pretende además preservar lo más sensible de la cultura y del saber local, porque si estos desaparecieran, Ecuador sería un país huérfano de referentes», dice Mena, quien el próximo 21 de noviembre viajará a Las Vegas para la premiación de los Grammy.

    Mena fue quien diseñó la imagen de la Estación Científica Yasuní, la imagen global del programa Aliméntate Ecuador, además participó en el diseño del sistema de comunicación visual integral del Municipio de Quito, vigente entre el 2003 y el 2009. Muestra de ese trabajo fue el logotipo por los 25 años de la Declaración de Quito como Patrimonio Cultural y el logo del antiguo Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre.

    Un proyecto que recuerda con cariño es Sociedad, mismo que desarrolló con Silvio Giorgi, un colega y amigo desde 1998, cuando estudiaban en el Instituto Metropolitano de Diseño. «Diseñamos 10 afiches para trasmitir desde la simbología, nuestras percepciones personales de la sociedad», explica Giorgi.

    En el 2002, los afiches se expusieron en las carteleras del Municipio de Quito y luego se expusieron en más de siete países, recibiendo el reconocimientos en las bienales de Praga, República Checa, Bolivia y México. «Fue la primera vez que un proyecto ecuatoriano de diseño gráfico de afiches era premiado», dice Giorgi quien confiesa su admiración por el talento de su amiga.

    La admiración también es compartida por María Dolores Sevilla, su amiga de la infancia, y por el diseñador Peter Mussfeldt, quien es considerado un pionero del diseño gráfico en el país.

    Sevilla destaca la constancia de su amiga, a quien conoció en un campamento cuando Mena tenía 15 años y estudiaba en el Centro Educativo Integral, en donde estudió la primaria y la secundaria. «Ella es una persona que reúne mucha gente a su alrededor. Una gran amiga en los buenos y malos momentos».

    De su parte, Mussfeldt, quien conoce a Mena desde hace una década, considera el trabajo de esta diseñadora como un ejemplo de calidad de talla internacional. «Su libro ‘Pachanga’ es una idea novedosa, que puede destacarse en cualquier parte del planeta. Una investigación en la que tomó a las polillas, unos insectos que normalmente detestamos, y lo convirtió en arte», opina.

    Thierry Sebastia, librero y editor, conoció a Mena por amistades en común. Él participó en la reedición del libro ‘Pachanga’ y considera a su amiga como una diseñadora que «sabe bien adonde va».

    Mena es una amante de la ecología, también dirigió y presidió la Asociación de Diseñadores Gráficos del Ecuador desde el 2005 al 2008. En ese último año también fue nominada para Mujer ecuatoriana del año 2008, en un certamen organizado por la revista Fucsia.

    Actualmente, esta diseñadora cuenta con su propio estudio de diseño, que lleva su nombre, en el que trabaja con siete personas. Su trabajo es solicitado por instituciones públicas y privadas como el Teatro Nacional Sucre, Petroamazonas, Pontificia Universidad Católica de Quito (PUCE), Nestlé y el Ministerio de Turismo, entre otros.

    En 2002. RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

    Belén Mena y su colega Silvio Giorgi diseñaron una muestra de 10 afiches para una exhibición urbana que fue expuesta en ocho países, incluido Ecuador, y premiada en las bienales de Praga, República Checa, Bolivia y México.

    Una carrera dedicada al diseño gráfico En el 2002. Obtuvo el segundo premio de Afiches del Fondo de Población de las Naciones Unidas, en Nueva York.

    Del 2005 al 2008. Presidió la Asociación de Diseñadores Gráficos del Ecuador.

    En 2007. UN TRABAJO DE CINCO AÑOS RINDE FRUTOS

    El libro ‘Pachanga’, diseñado por Mena, fue presentado en Alemania en el 2007, con un primer tiraje 7 000 ejemplares; luego fue traducido al español, con un tiraje de 2 000 ejemplares; también al japonés, con 4 000, y finalmente al coreano con otros 3 000 libros.

    «MI PRINCIPAL FUNCIÓN EN EL ÁREA PROFESIONAL ES COMUNICAR, QUIERO TRANSMITIR A TRAVÉS DE OTRO TIPO DE RECURSOS MI PASIÓN POR LA NATURALEZA»

  • El mundo de la moda va por su pasarela virtual

    Redacción Quito

    Un blog también puede ser rentable. Pero para que ello ocurra, su propuesta debe generar impacto entre sus ciberlectores, su contenido deber ser ‘premium’ y, poco a poco, su autor se debe convertir en un referente y en una marca.

    Así lo entendió Cristina Maag con su blog especializado en moda: Front Row. Esta quiteña, por medio de su portal, informa lo que ocurre en el mundo del diseño y la alta costura, en el Ecuador y el mundo.

    También el sitio brinda consejos, tips y asesoría de imagen a sus lectores; además, informa sobre las nuevas tendencias y noticias de marcas de ropa.

    Esta iniciativa nació en octubre del año pasado. A decir de Maag, la razón principal para crearlo fue que en el país no existía un sitio especializado que brindara información en este ámbito; su gusto y pasión por la moda, que en sus palabras son una forma de expresión, también fueron otra motivación.

    Aunque Maag estudió administración de eventos y hotelería en la escuela SHMS de Suiza, su inclinación por las telas, los hilos y la cinta métrica siempre estuvo presente debido a que sus padres tenían un negocio textil.

    Pero su incursión en la alta costura sucedió cuando colaboró en la revista especializada Eveningz, de Dubái, entre el 2012 y 2013. Como respuesta a su aporte en esta publicación estudió en el London College of Fashion.

    Gracias a su trayectoria y conocimientos busca posicionar a Front Row a escala nacional y va por buen camino. En siete meses, marcas y boutiques de ropa y de productos de belleza, como, L’occitane, Kolonaki, Anabel López, Giovanni Lopresti, han comenzado a pautar publicidad en su blog.

    No se trata de promoción a través de anuncios sino de menciones de las marcas en los ‘post’ de consejos o ‘tips’. El costo de cada publicación depende de su complejidad. Por ejemplo, algunas implican sesiones de fotos.

    Carmen Larrea, propietaria de la marca de ternos de baño País del Sol, asegura que el blog contiene buenos contenidos y, además, busca promocionar el producto elaborado en Ecuador.

    «Cristina sabe de moda y es un buen espacio para difundir las propuestas locales», concluye Larrea.

    En redes
    En Facebook. Su ‘fan page’ cuenta con 29 688 likes. En Twitter. Cuenta con 3 385 seguidores. En otras redes. Está en Instagram y Pinterets. Inversión. Entre USD 500 y 800 invierte al mes para adecuar su blog.30000 visitas al mes mantiene su blog

  • El diseño y lo urbano se unen en dos marcas

    Redacción Quito (I)

    Diseños originales, colores vivos y telas de alta calidad es lo que buscaban Carolina Jaramillo y Juan Pablo Naranjo para sus marcas de ropa.

    Y así lo hicieron. En el 2012, Jaramillo, diseñadora de modas, lanzó su marca de ropa para mujer Petunia. Su portafolio incluía ‘leggins’, vestidos, ‘tops’, entre otras prendas. Para lograrlo, invirtió unos USD 5 000, que destinó a la adquisición de materiales para la confección, imagen de la marca, entre otros.

    En ese entonces, sus canales de distribución eran ferias de diseñadores independientes, bazares, etc. Jaramillo señala que su público objetivo son mujeres de clase media-alta, sobre todo jóvenes, que buscan diseños alternativos y exclusivos.

    También define a su marca como «divertida, cómoda, retro y muy femenina».

    Pero hace un mes, ella se asoció con Juan Pablo Naranjo, su novio, para crear Kamikaze, una línea de ropa para hombre. Naranjo, diseñador gráfico, comenta que en el mercado nacional no existe una oferta de indumentaria para hombre, «porque no tienen mucho de donde escoger, a menos que busquen algo tradicional en el centro comercial».

    Por ello, invirtieron unos USD 3 000 para colocar en el mercado la primera colección de la marca, que consta de camisetas y ‘hoodies’ (chompas con capucha).

    Al mes, estas dos marcas facturan unos USD 400 y 500, en los meses de menor demanda, y cuando asisten a ferias el monto puede ascender a 1 200.

    Gina Navas, fotógrafa, es una de las clientas de Petunia. Ella comenta que adquiere las prendas desde hace un año y destaca su calidad y los diseños. En ello coincide Galo Enríquez, diseñador gráfico y cliente de Kamikaze.

    Las prendas

    La materia prima. Las camisetas son de tela de algodón importado.

    La manufactura. Los diseños los realizan Jaramillo y Naranjo; la confección, costureras de la ciudad.

    Nuevos productos. En las próximas semanas incluirán diseños elaborados por sus clientes.

  • Bolsos que lucen tradición y diseño

    Redacción Quito

    Los bolsos que surgen de Suspiro Taller combinan el conocimiento de los tejedores de Cotopaxi con la formación que Verónica Buitrón recibió en Italia y en EE.UU. Esta joven diseñadora ecuatoriana desarrolla un modelo de trabajo que beneficia a los artesanos; al mismo tiempo coloca sus diseños en ferias de ciudades estadounidenses como Austin y Chicago, así como en Quito.

    La historia de esta alianza de moda y tradición empezó cuando Buitrón, con estudios en diseño de modas en Italia y en The School of the Art Institute of Chicago, se vinculó con Propueblo, una organización con sede en Guayaquil que promueve el comercio justo.

    «Como diseñadora estoy consciente de que existen realidades y procesos sociales que hay que conocer. Este oficio no es cuestión de diseñar en una computadora, elaborar un prototipo y producir en serie», comenta en su taller ubicado en La Floresta, en el norte de Quito.

    Por su trabajo en Propueblo, Buitrón conoció a tejedores de Cotopaxi, específicamente en las comunidades de Cuicuno y Tilipulo. Allí aprendió el manejo de los telares y notó que los artesanos tenían una oferta de telas limitada.

    Entonces esta emprendedora se involucró con ellos y conoció sus métodos de trabajo, su entorno, y sus dinámicas sociales. Al mismo tiempo presentó el proyecto de Suspiro Taller en Kickstarter.com, una plataforma digital con sede en EE.UU. que financia iniciativas de corte creativo. La idea de Buitrón de trabajar con los artesanos recibió USD 15 000 para capacitación y producción.

    María José Zambrano, diseñadora que colabora en Propueblo, señala que Buitrón está logrando lo que siempre quiso. «En sus diseños hay mucha investigación y se apoya en personas que conocen de telas. La calidad de sus productos es muy buena y el trabajo que desarrolla con los tejedores es importante».

    En Cotopaxi valoran el trabajo y las enseñanzas compartidas por esta diseñadora. Juan Barahona, representante de la Cooperativa de Tejedores Artesanales de Cuicuno, cuenta que alrededor de 15 personas están dedicadas a tejer con las técnicas que propone Buitrón. «Ella se interesó por nuestro trabajo, tiene propuestas interesantes y ahora tenemos muchas expectativas: queremos incorporar a más tejedores y así mejorar la calidad de vida de la comunidad».

    En la actualidad, los artesanos de Cuicuno tienen una oferta de 26 variedades de telas. El incremento es resultado del trabajo hecho con Buitrón, señala Barahona. En el proceso que se cumple con los artesanos, la creadora de Suspiro Taller tuvo la colaboración de la estadounidense Chelcie Laggis y de la peruana Daniela Calmet. La primera es especialista en tejidos y la segunda domina la producción de tintes naturales.

    Desde que arrancó el proyecto se han invertido unos USD 20 000, que incluyen lo recaudado en Kickstarter.com; además se han diseñado y confeccionado alrededor de 700 bolsos.

    Hoy, estos artículos elaborados a mano con conceptos de comercio justo tienen demanda en ferias de EE.UU. En ese país, explica Buitrón se valoran mucho las artesanías y los productos elaborados bajo asociatividad. «El estadounidense se encanta por el hilado y tejido a mano, por los tintes naturales. Es un producto de alto valor agregado».

    Los bolsos también se comercializan en la página web de Suspiro Taller y en ferias artesanales y de diseño, en Quito o sus alrededores. Una de las más recientes fue el Grand Bazaar, en Cumbayá.