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  • En sus diseños solo se acepta a la totora

    Ivanna Zauzich / Redacción Cuenca

    En el lago Titicaca, en Perú, una etnia indígena llamada Uros habita en islas flotantes construidas con totora. Esta es una planta que crece en pantanos y después de ser secada al sol se asemeja a palos de madera, que miden entre uno y tres metros de largo, con los que esta comunidad peruana edifica chozas, construye barcos o teje esteras y hamacas…

    Con este material, en Cuenca, Juan Fernando Hidalgo diseña sofás, sillas, cavas de vino, lámparas, mesas, alfombras, etc. Sus productos se comercializan en Holanda, Francia, Italia, Grecia, Albania… El precio de un mueble de totora bordea los USD 1 000, por el trabajo y diseño que tiene cada pieza. Sin embargo, este cuencano aspira a masificar la venta de este producto en el país y por eso desarrolló una línea de tapetes de baño, individuales, bandejas, entre otros productos, que bordean los USD 30.

    A simple vista, la textura de un diván o puff elaborado con totora parece áspera. No obstante, al tocarla, esta fibra se acomoda al cuerpo y se siente suave como un cojín relleno de algodón.

    La iniciativa de usar esta planta surgió cuando Hidalgo estudiaba arquitectura en la Universidad de Cuenca y en una investigación de fibras naturales descubrió cómo viven los Uros y la versatilidad de la materia prima que utilizan. A tal punto llamó su atención que su tesis fue sobre la industrialización del uso de la totora.

    Él identificó que esta planta crece en las provincias de la Sierra norte del país y en el 2008 invirtió USD 1 500 en prensas, sierras y otras maquinarias para iniciar la producción de muebles.

    Sus sofás y divanes se exhiben en una galería de diseño en Culemborg, Holanda. Al ingresar a la web de ese ‘show room’ (www.unseenproducts.com) con el ícono de productos se despliegan los diseños con el nombre de este cuencano.

    Mirella Di Stefano, diseñadora italiana, conoció estas creaciones. Para ella, la trayectoria de Hidalgo es impecable, porque sus piezas se ajustan a casas o departamentos en la ciudad, playa o campo. “Su trabajo es una recuperación de las tradiciones indígenas con un toque moderno”.

    Para exhibir en vitrinas internacionales, él tuvo ayuda ecuatoriana. En el 2008, Hidalgo se alió con La Galería Cleydia S.A. que comercializa muebles y accesorios en Quito y Guayaquil. Además, tiene distribuidores en EE.UU., Canadá, Panamá, Nueva Zelanda y Australia, explica el vicepresidente de esa firma, Eduardo Durán.

    Además de abrirse mercado mediante esta alianza, por una convocatoria organizada por la Corporación de Promoción de Exportaciones (Corpei), este arquitecto y Durán participaron en el 2009 y 2010, en la feria Maison et Objet (casa y objeto, por su traducción al francés) en París. Allí dieron a conocer sus creaciones y comercializaron piezas que fueron vendidas en Atenas (Grecia), Burdeos (Francia), entre otras localidades europeas.

    Esa proyección no es coincidencia, sino los frutos de un diseño innovador, vanguardista y ecosustentable, dice Adriana Carrasco, quien es diseñadora y adquirió estos muebles. “Es una propuesta interesante que se basa en lo natural con un trabajo contemporáneo”.

    El año pasado, este emprendedor de 30 años estudió una maestría en Arquitectura Sostenible en la Universidad de Bolonia, en Italia. Con esa formación reafirmó su convencimiento por el trabajo con la totora. Los beneficios del material, explica, es que crece en seis meses, es abundante, absorbente, durable y resistente a las polillas. “Los Uros llevan más de 500 años usando este material que les ha funcionado para edificar su cultura. Podemos seguir su ejemplo”.

  • En su taller los diseños pasan del papel a las camisetas

    REDACCIÓN QUITO

    La creatividad de Luis Cobo, un diseñador gráfico de 33 años impresionaba a sus amigos. Tanto, que ellos querían sus dibujos en sus camisetas. Por ello, comenzó a realizar sus creaciones en papel ‘transfer’, para que sus amigos pudieran estampar sus gráficos en sus prendas, a su gusto.

    Gracias a las primeras camisetas, los diseños de Cobo se hicieron conocidos, y no solo los amigos querían tener una. Por ello, al conocer el éxito que tenía su iniciativa en su círculo social una amiga le dijo: «¿Por qué no dejas de ser shunsho y sacas a la venta tus camisetas?». Gracias a ese cuestionamiento nació el nombre para su marca: Shunshoo, que buscaba reflejar moda con diseños auténticos, buena calidad y hecho en Ecuador.

    Su primera colección, que se presentó en el 2007, tuvo cuatro modelos para hombre y mujer. La comercialización era directa y la promoción se basaba en recomendaciones a amigos y conocidos.

    Pero no fue hasta el año pasado que decidió dar un nuevo impulso a la marca. Por esta razón, se unió al proyecto María José Cardona, profesional en marketing y temas financieros. En agosto del año pasado, Shunshoo presentó su nueva colección. Los socios invirtieron USD 2 000 para confeccionar 200 camisetas.

    La manufactura se realiza en pequeñas empresas textiles de Quito, al igual que el estampado. Mientras que la promoción se la realiza por medio de redes sociales como Twitter y Facebook.

    Actualmente, al mes esta iniciativa vende un promedio de 13 camisetas. La distribución es directa y también la comercializan en el bazar Messklan, en el norte de Quito. Y la facturación mensual bordea los USD 320, en promedio.

    Cardona y Cobo, definen a su público objetivo como jóvenes de clase media, universitarios, a los que les gusta la moda alternativa. Por ejemplo, uno de sus clientes desde que inició el emprendimiento son los integrantes de la banda de pop-rock Revés.

    Eddy Zumárraga y Andrés Noboa, integrantes de esta agrupación quiteña, señalan que las camisetas de Shunshoo les dan el «estilo y la imagen» que necesitan. Siempre las usan en sus presentaciones. y gracias a ello, se han sumado nuevos clientes.

    Uno de ellos es Alberto Pérez. Este estudiante universitario comenta que cuando las vio le llamó la atención su diseño «fuera de lo común», por ello adquirió dos. «Es buena la calidad del estampado y de la tela».

    En esto coincide Paula Molina, quien compró tres camisetas a principios de este año. «La tela es de buena calidad y los diseños muy originales».

    El producto

    El empaque.  Las camisetas se venden en un envase de lata, que tiene una etiqueta de la marca.

    El precio. Cada unidad se comercializa a USD 25, tanto los modelos para hombre como para mujer.

  • Un giro de timón en su imagen corporativa

    Redacción Quito

    Luego de 40 años la aerolínea estadounidense American Airlines cambia de logo. El nuevo diseño es un águila ‘modernizada’ e incorpora los íconos tradicionales, como la ‘A’ y la estrella. La nueva imagen ya se incorporó a las aeronaves desde la semana pasada. “Nuestra nueva imagen refleja la pasión por progresar y el elevado espíritu exclusivo de American”, dijo Virasb Vahidi, primer oficial comercial de esta compañía estadounidense.

    El cambio estuvo a cargo de Future- Brand, una agencia estadounidense especializada en identidad corporativa y diseño. Según esta firma, su “trabajo se inspira en el patrimonio de la empresa e incorpora colores y símbolos universalmente asociados a la marca americana”.

    El nuevo logo se denomina Vuelo Symbol, y evoca a la estrella, a la ‘A’, y a la águila emblemática del pasado americano. Este cobra vida en tonos actualizados de rojo, blanco y azul. La tendencia usada es minimalista, con tipografía de palo seco, que posee un color gris neutro.

    El diseño del nuevo logotipo busca aplicarse sin problemas en bajas resoluciones y pequeños tamaños. Además, pretende reflejar la historia de la aviación de los Estados Unidos y, al mismo tiempo, transmitir las nuevas épocas.

    Para este año, American Airlines espera poner a volar 550 nuevas aeronaves, incluyendo el nuevo Boeing 777-300ER. Para julio estrenará nuevas aeronaves tipo Airbus, hechas con materiales compuestos más livianos y eficientes en el uso del combustible.

    También modernizó los uniformes de su personal a bordo, por primera vez en dos décadas, con diseños de KaufmanFranco. “Quisimos mezclar la elegancia del rico legado de la moda estadounidense y su increíble estilo, con la alta tecnología”, dijo el diseñador Ken Kaufman.

    Sergio Castro, gerente de Ventas de American Airlines en Ecuador, comenta que en Latinoamérica este cambio será paulatino. Todavía no tienen una fecha exacta para la implementación de la nueva imagen corporativa.

    Castro señala que en la medida que lleguen los nuevos aviones a operar en la región, la nueva imagen en los diferentes países se irá incorporando. Por el momento, todavía se observarán a las aeronaves con el anterior diseño.

  • Muebles León: sus diseños ya van por la tercera generación

    Carlos Velasteguí / Redacción Ambato

    Cuando culminó la primaria, Carlos Vicente León llegó al taller de mecánica industrial de su padre César. Allí, a los 13 años, aprendió el oficio de la mecánica con destreza, y cuando tenía 17, León decidió instalar su propio negocio fabricando muebles de metal.

    En su adolescencia empezó con la ayuda de un operario a construir camas y muebles para salas y comedores. También elaboraban ventanas, puertas, rejas…. “Para esta actividad mi padre me permitió que ocupe una esquina de su mecánica”. Así nació Muebles León.

    Eso sucedió hace 41 años. León no se quedó estático. “Siempre pensé en ofrecer algo novedoso, un producto que no se encontrara en el mercado”.

    En 1979, León adquirió maquinaria con la que empezó a dar recubrimientos a las piezas metálicas. Esto dio paso a la instalación de una planta cromadora en el centro del país.

    Hace tres años, León entregó la dirección de la compañía a su hijo Xavier León Velástegui. Él estudió administración de empresas en la Universidad del Pacífico, y empezó un proceso de modernización de las instalaciones y la maquinaria. La fábrica opera en el sector de la American Park, en el oriente de Ambato.

    Uno de los primeros recuerdos de León Velástegui es cuando hacía sus tareas escolares en una mesa fabricada por su padre, mientras su madre, Cleotilde, llevaba la contabilidad del negocio. Según ella, “han sido años de realización personal, y también un aporte al crecimiento económico del país, porque cada empresa que se mantiene de pie continúa siendo fuente generadora de trabajo”.

    León Velástegui se vinculó con la empresa en su adolescencia. Manejaba los camiones de repartición. Hoy, la producción anual de Muebles León es de 2 776 camas, 970 juegos de comedores y 650 unidades de muebles de oficina. La producción se distribuye y se comercializa en ciudades como Ambato, Latacunga, Guayaquil y Cuenca.

    En los últimos dos años, la empresa modernizó su cizalla, dobladoras, plegadoras, ensambladoras y soldadoras. Para esto invirtió USD 160 000, que provinieron de préstamos con entidades financieras. El joven empresario es cauto en las inversiones. Es partidario de no sobreendeudar a la compañía.

    La empresa creció, y hoy reúne a 120 trabajadores. Una de las clientes de Muebles León es Elena Molina, propietaria de Creaciones Geovanna, distribuidora de muebles y colchones. Ella adquiere camas cromadas y pintadas. “Es una empresa seria que nunca ha fallado en los pedidos y la mercadería de calidad”.

    Otra compañía que hace negocio con Muebles León es Carrocerías Varma. Una de su ejecutivas, Karina Velástegui, ejecutiva, contó que efectuaron dos contratos por un monto aproximado de USD 55 000 para la elaboración de modulares, lavabos y literas.

    La oferta

    • La empresa.  La compañía ambateña se especializa en la fabricación de camas, muebles, juegos de dormitorio, etc.
    • El diseño.  Óscar León Velástegui, hermano de Xavier, diseña los muebles.
    • Cuatro décadas.  El trabajo de la empresa se desarrolla hace 41 años.
  • Las empresas prefieren sus bolsos ecológicos

    Redacción Quito

    A finales del 2010, Patricia Maldonado contaba con una máquina de coser, creatividad y las ganas de iniciar su propia empresa. Su reciente embarazo requería de cuidados especiales por lo que pasaba la mayoría del tiempo en casa. Desde ahí, decidió arriesgarse y entrar en el mundo de los negocios.

    «Decidí inscribirme en un curso de bisutería y otro para confeccionar bolsos», cuenta la microempresaria.

    En un espacio de su casa, Maldonado comenzó a elaborar bolsos de mujer diseñados por ella, los vendía a un precio de USD 15 y 18 cada uno, según los materiales y la complejidad del trabajo.

    La acogida que recibió este producto la motivó en febrero del 2011 a constituir legalmente su microempresa: Zabal Corporación y Diseños.

    «Luego de una grave crisis familiar y económica, estando en los últimos meses de mi embarazo, elaboré 30 bolsos. Mi hermana me ayudó a terminarlos en cuatro días y aunque fueron los primeros tuvieron gran acogida».

    Antes de crear Zabal, Maldonado ya había elaborado cerca de 800 bolsos. Entonces solo recibía pedidos de familiares y amigos. Estas ventas le permitieron ahorrar para hacer una primera inversión de USD 800 y comprar una máquina de coser industrial.

    En marzo del 2011, el negocio dio un giro inesperado, cuando la empresa Ésika le solicitó 600 bolsos de material ecológico.

    Maldonado contrató una persona para hacer los cortes de tela, lo cual le dio tiempo para dedicarse a las ventas. Así consiguió contratos con otras empresas como Makiatto, Hotel Radisson, Nokia, Black Berry, DKEC Tendencias y otros.

    Para el 2012, Zabal tuvo que buscar un taller más grande en el valle de Los Chillos. Ese año, facturó USD 12 000. Ello le permitió contratar tres personas más e invertir cerca de USD 6 000 en maquinaria de coser y estampado.

    Asimismo, la red de peluquerías Tijera Loca ordenó chalecos, otras firmas le solicitaron toallas con su logotipo. Así, Zabal se abrió mercado en la confección de publicidad textil promocional.

    Paulina Anda, de Makiatto, asegura que cada venta de esta empresa se entrega en un empaque de Zabal. «Entregar los pedidos en bolsas ecológicas es un detalle que el cliente disfruta porque puede volverlas a utilizar».

    En el centro educativo Little Baly también son apreciados estos productos. «En Zabal se fabrican los uniformes de los niños, fundas de basura promocionales con el logo de la escuela y mochilas ecológicas, así les enseñamos a los niños cuidar el medioambiente», explica Doris Espinosa, directora de la institución.

    En el 2011, Zabal producía 2 200 unidades por mes; en el 2013 la cifra subió a 3 000 unidades por mes.

    LA CIFRA:
    USD 800 fue la inversión inicial

  • Más jóvenes muestran sus estilos en la moda

    Redacción Guayaquil

    Vestidos, pantalones, blusas, shorts, zapatos, carteras, pulsera y collares. Son las prendas y accesorios fundamentales de la moda. En Ecuador, los diseñadores nacionales de prendas de vestir y calzado son quienes empiezan a marcar una tendencia en el país.

    Las creaciones y estilos de jóvenes creadoras conquistan a la mujer ecuatoriana. Para Bertha Serrano, creadora de la marca Fulgore -que nació en el 2011-, los diseñadores nacionales pueden marcar tendencias. «Quien quiere puede», expresa. Ella presentó una cápsula de su nueva colección en la pasarela del evento Sedal Trendhunters, que el 25 de junio reunió a otras tres diseñadoras.

    Serrano cree que la mujer ecuatoriana experimentó un cambio en cuanto a la vestimenta. «Ahora nos arriesgamos a usar colores vivos, diferentes texturas y combinaciones», acota. Ese cambio generó un aceptación hacia las creaciones de los diseñadores nacionales.

    Con ella concuerda la diseñadora Marissa Miranda. «Cada vez tenemos más aceptación (…); la calidad y exclusividad de las creaciones han ido abriendo puertas», dice. Ella diseña prendas desde hace cinco años, y hace ocho meses inauguró su primera tienda en Quito. Sus diseños están inspirados en la naturaleza, los colores y la frescura. «La idea es crear una tendencia en ropa fresca y juvenil, una ropa para usar día a día», acota.

    Para Paulina Anda, diseñadora de calzado, la aceptación de las prendas de diseñadores nacionales es parte de un proceso de cambio. «Hoy en día la mujer ecuatoriana cree en el producto creado por nosotros». Ella presentó modelos de tacones asimétricos que fueron del gusto de las asistentes al evento. La palestra de colores que usó incluyen fundamentalmente el verde y magenta.

    La diseñadora Mónica Campaña apostó en esa pasarela por incluir blusas ombligueras con faldas hasta la cintura que permiten ver una parte del abdomen. Para ella, imponer nuevos conceptos en la moda ecuatoriana es un reto.

    La nueva temporada

    El cambio de estación. Inspira la creación de nuevos estilos, texturas y modelos de prendas y accesorios. Según las diseñadoras consultadas, el color de la temporada será el verde.

    El estilo. Las prendas tendrán un estilo retro con colores vivos y combinaciones atrevidas. Las tendencias son las transparencias y detalles de piedras.

    Otros materiales. La seda y algodón también serán parte de la tendencia. Las telas estampadas darán forma a nuevas creaciones locales.

  • Entre pedales y diseños nacen estas prendas deportivas

    Redacción Quito

    Susana Garcés, Carolina Schettini y Julia Lasso practicaban frecuentemente el ciclismo. A estas quiteñas, que les unía pedalear, el mundo de los negocios se les cruzó por su ruta.

    A mediados del 2011, estas profesionales de diseño de modas, administración para el desarrollo y diseño gráfico de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), decidieron crear su propia línea de ropa para practicar ciclismo.

    Cuando se reunieron para delimitar su emprendimiento, definieron las características que buscaban para su marca: buena calidad, diseños creativos, funcionalidad y buenos precios.

    Pero no fue hasta mediados del año pasado que se pusieron a trabajar para concretar su proyecto. Así, con USD 200 que invirtieron en un rollo de polyester especial, que absorbe la humedad y mantiene fresco al cuerpo, iniciaron la confección de buzos o jerseys. En principio, elaboraron 60 unidades, pero el número subió con la creciente demanda.

    El diseño de moldes para los buzos, la elección de colores, logotipos y más, les llevó cerca de seis meses. Durante este proceso decidieron nombrar a su marca Wip, una variación del truco denominado ‘Whip’, que se realiza con la bicicleta o moto, en la modalidad ‘freestyle’.

    Finalmente, en febrero presentaron al mercado su marca. Ahora, se especializan en buzos para ‘down-hill’, ‘motocross’ y ciclismo urbano; personalizan sus creaciones de acuerdo al gusto de sus clientes.

    Wip se comenzó a promocionar en carreras de ‘down-hill’ y por medio de una ‘fan page’ en Facebook. Por este medio, las personas interesadas se ponen en contacto con las propietarias del negocio para realizar sus pedidos.

    Desde que lanzaron la marca, hace tres meses, su facturación promedio es de aproximadamente USD 2 500 al mes.

    Esteban Larrea practica el ‘down-hill’ desde hace 11 años. Él cuenta que se enteró los productos por medio de sus amigos que practican ese deporte.

    Actualmente tiene dos buzos y destaca que las características de Wip son su comodidad, mejor transpiración y ventilación cuando los usa.

    Juan Alfonso Reese también practica el ‘down-hill’. En los 15 años que practica ciclismo comenta que no ha existido una marca nacional que ofrezca calidad, diseño y buenos costos. «Wip puede competir con una marca del extranjero».

    Reese añade que una de las ventajas es que las propietarias son ciclistas y comprenden las necesidades del deportista.

  • La visión futurista originó un cambio en su presentación

    Redacción Quito

    Luego de 50 años, Continental Tire cambia de logotipo. Esta firma, que nació en Hannover (Alemania) en 1871, renueva su imagen; su logotipo se refresca con cambios ligeros, para darle a la multinacional un toque más dinámico.

    La propuesta nació en el 2011. Un equipo de profesionales de diferentes departamentos de la multinacional se encargó de la búsqueda de la nueva imagen. La idea era realizar modificaciones específicas sin que se pierda su esencia.

    El nuevo diseño corporativo ha sido parte de un proyecto que implicó una evaluación exhaustiva de su estrategia de crecimiento, su cultura corporativa, posicionamiento y arquitectura de marca.

    Continental, al ser una compañía especializada en la producción de neumáticos, requería un distintivo más dinámico. La tipografía se mantiene con pequeñas mutaciones. La parte que más cambios sufrió fue la imagen del caballo, con una inclinación hacia arriba, más «prominente, natural y dinámica», en palabras de Elmar Degenhart, presidente del Consejo Ejecutivo de Continental.

    Otra de las modificaciones fue la incorporación del eslogan: «The Future in Motion» (El futuro en movimiento).

    En el proceso participó la agencia de branding alemana Peter Schmidt Group, que lleva 40 años en el mercado. En julio del año pasado se lanzó la nueva imagen corporativa a escala mundial.

    A la par llegó a Ecuador. Solo en el país, el proceso de cambio representó unos USD 100 000, que se destinaron para adecuaciones en oficinas, puntos de venta y páginas web.

    Uno de los motivos para que Continental decida innovar su imagen, comenta Fabián Córdova, vicepresidente de Marketing y Ventas en el país, es el Mundial de Fútbol Brasil 2014.

    La firma es auspiciante oficial del evento deportivo del año. Invirtió USD 200 millones para estar en las vallas en las canchas donde se celebren los partidos, junto a otras 21 firmas adicionales.

    El año pasado, en la región Andina (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Bolivia), la firma cerró con ventas de unos USD 200 millones. Solo para la celebración del Mundial de Fútbol prevé destinar 1 millón en la región.

    Luis Cobo, director de Arte de Picante Estudio, explica que el cambio de imagen en firmas que llevan muchos años en el mercado se lo debe hacer pasando cierto tiempo. Una de las razones es que el giro del negocio puede cambiar o su público objetivo. Pero si el negocio se mantiene por años y cuenta con un buen posicionamiento, dice Cobo, los cambios no deben ser bruscos. Por ello, actualizar la imagen solo requiere de retoques precisos, que pueden tardar años.

    La empresa

    La nómina. Cuenta con 150 000 empleados repartidos en 36 países.

    En el país. Erco, la compañía Ecuatoriana del Caucho SA empezó su integración al grupo Continental AG en 2009 y en junio del 2010 cambió a Continental Tire Andina.

  • Afrostilo marca la diferencia en la moda

    Redacción Quito. Contenido Intercultural

    ¿Se imagina camisetas estampadas con rostros de personalidades del mundo y caricaturas estilo afro? Pues existen y son diseñadas por Afrostilo. Este es un negocio de confección de prendas de vestir que forma parte de la organización social Cadena Solidaria, conformada en un 80% por ciudadanos afro. Allí participan ciudadanos de diferentes generaciones en actividades culturales, comunitarias y emprendimientos.

    Afrostilo surgió en el 2013 y fue presentado en un concurso organizado por la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) sobre ideas de negocio, en el que este negocio obtuvo el primer lugar.

    Desde el año pasado, la empresa contaba con maquinaria de segunda mano para la fabricación, aunque no la utilizaban. Hace cuatro meses, el negocio se hizo realidad gracias a la apertura de un punto de confección y de comercialización ubicado en la zona de Carapungo.

    Una inversión de USD 10 000 permitió todo ello. El dinero provino de la autogestión de la organización, a través de la realización de ventas solidarias, conciertos, entre otros puntos.

    Geovanny Cevallos, gerente general del emprendimiento, explicó que la idea surgió por la necesidad de encontrar ropa que les permitiese sentirse identificados con la forma de ser y la cultura afro.

    «Empezamos con camisetas con una temática diferente. Por ejemplo, tenemos estampado a Fidel Castro afro. También hacemos vestidos, calentadores ‘baggie’ (ajustados en los tobillos y anchos en las rodillas), etc. Nos basamos en la moda ‘swag’, que viene desde los raperos».

    El empresario asegura que a la gente afro le gusta vestir diferente y por eso diseñan cortes no tradicionales, fuertes, con diferentes estampados entre los que está el ‘animal print’. Para la fabricación utilizan, además, telas como denim (jean), lino, piqué, entre otros.

    El desarrollo de estos productos está a cargo de ocho personas. Durante el primer mes de funcionamiento, Afrostilo vendió USD 400 y en el último mes, un total de USD 1200. Las ventas no solo se realizan en el local sino también en tiendas de estilo urbano como Ink da house.

    Freddy Tenorio, propietario de este local ubicado en el sector de La Mariscal (centro), dice que la ropa de Afrostilo se encuentra en su negocio desde hace tres semanas y ha tenido importante acogida del público. Incluso, hay algunos artistas del género urbano a quienes les ha gustado la ropa y quieren buscar a los fabricantes para conocer más diseños y adquirir prendas que desarrollen en ese negocio.

    Tenorio considera «único» este emprendimiento, porque en el país no se había desarrollado ropa que resalte la cultura del pueblo afro.

    De hecho, esta iniciativa también ha sido reconocida por otros sectores como la Asociación de Empresas del Norte. Cevallos explicó que con el apoyo de este gremio crearán una página web. Por su parte, con la UTE, busca trabajar en el diseño de catálogos de ropa. Por ahora, tiene 25, hechos de forma artesanal.

    Oferta y demanda

    Los precios. Una camiseta cuesta USD 20, mientras que los calentadores ‘baggie’, hasta USD 40. La firma también puede personalizar los productos, según los pedidos.

    Gestión. La organización a la que pertenece el negocio busca lanzar otro emprendimiento como el de dulces propios del valle del Chota.

  • En sus manos, el arte quiteño se mantiene vivo

    Redacción Quito

    El taller de MS de Cedro es un viaje al pasado. La iniciativa, ubicada en Quito, elabora piezas finas en madera que rescatan los diseños precolombinos y técnicas de la Escuela Quiteña.

    Un espejo con estilo precolombino, un cuadro con un marco de pan de oro, ángeles y juguetes forman parte de la oferta de este emprendimiento artesanal.

    Los artículos son tallados y pintados a mano. «Son piezas únicas de colección«, indica Mónica Salazar, quien empezó este oficio hace más de 35 años.

    Ella elabora el diseño y uno de sus tres talladores de confianza plasma la idea en la madera. Posteriormente, Salazar pinta y decora las piezas.

    Al principio, Salazar también tallaba, pero lo que realmente ama es la pintura. Las cajas musicales, juguetes y adornos lucen envejecidos, una técnica que aprendió y perfeccionó desde muy joven.

    Incrustaciones de perlas, pan de oro y otros metales convierten a sus artículos en verdaderas piezas de colección. La emprendedora ha elaborado piezas como elefantes y jirafas de tamaño natural, para embajadas y empresas. Bajo pedido, el taller también elabora muebles y piezas de colección.

    Para contribuir con al ambiente, Salazar decidió a fines del año pasado reforestar una hacienda de 18 hectáreas, que tiene en el sector de Chillogallo, en el sur de la ciudad. Para ello, plantó unos 500 árboles.

    Pablo Araya, su esposo, también se enamoró del oficio. Este chileno decidió dejar su empleo de auditor en una empresa privada, para ayudar a Mónica en el taller. «Había mucha demanda, el taller tuvo su auge en los años noventa. Incluso exportamos a España y EE.UU.», cuenta.

    Con el aumento de bienes importados en el 2000, los artículos dejaron de llegar de manera masiva y se convirtieron en productos apetecidos por coleccionistas. «Para poder competir, lo que tratamos es que nuestros productos rocen el arte y buscamos salir de los cánones comunes», indica Araya.

    La principal estrategia de ventas del taller es la exhibición en ferias. Ana Lucía Zavala, clienta desde hace ocho años de este taller, comenta que el trabajo es original y de excelente calidad. «Yo mando a elaborar cosas exclusivas, especialmente adornos». Ventas Los productos. El taller oferta juguetes, espejos y adornos desde USD 20. Piezas de tamaño natural pueden costar hasta USD 1 200.La facturación. El taller tiene ingresos de USD 1 000 mensuales. La materia prima. Usa madera de cedro, laurel, entre otros.21 años tiene el taller MS de Cedro.