El panorama económico para el Ecuador en el año 2020 seguirá siendo complejo y con pocas luces de éste se pueda enderezar en el mediano plazo. Estimaciones de organismos internacionales como las de Fondo Monetario Internacional proyectan un crecimiento del 0,2 – 0,4% anual lo que, en términos reales, significa que la economía ecuatoriana no presentará crecimiento alguno.
En este mismo análisis se detallan las razones por las cuales el país no podría crecer a un ritmo mayor. Estas serían: una reducción en los precios del petróleo, una falta de fuentes de financiamiento para cubrir el déficit fiscal, las altas tasas de interés que el país debe pagar sobre aquellas facilidades financieras a las que puede acceder y las demandas legales que actualmente enfrenta.
En el sector empresarial, se observa cierto pesimismo y resistencia para realizar nuevas inversiones pues las empresas han estado ajustando sus presupuestos desde el lado de los costos para poder cumplir con sus objetivos. Dentro de estos ajustes, el más significativo ha sido el recorte de personal lo que implica mayor desempleo y menor consumo.
A pesar de los esfuerzos por incrementar los acuerdos comerciales del país con otros destinos, Ecuador cerró el 2019 solo con un nuevo tratado de este tipo.
En mayo pasado se concretó el convenio con Reino Unido. Una vez que este bloque tomó la decisión de separarse de la Unión Europea (UE), con la que Ecuador ya tenía un acuerdo previo, tuvo la necesidad de cerrar tratos con diferentes naciones.
A través de una rápida negociación en bloque, que incluyó a Colombia y Perú, se lograron consensos en materia de intercambio de bienes, reglas de origen e indicaciones geográficas. Se trató de que las condiciones sean similares a las que se tiene con la UE.
Mientras eso sucedía, otros procesos avanzaban. Durante el 2019 Ecuador movió su contingente para concretar su ingreso a la Alianza del Pacífico, integrada por México, Perú, Chile y Colombia.
Uno de los requisitos para conseguir este objetivo es contar con tratados comerciales con todos los países miembros. Con los andinos ya se posee uno en el marco del Acuerdo de Cartagena; con Chile se tiene el Acuerdo de Complementación Económica (ACE 65), que incluye solo intercambio de bienes y con México, uno de alcance parcial. Los dos últimos, como parte de la Alianza Latinoamericana de Integración (Aladi).
Aquellos dos acuerdos no son suficientes para integrar el bloque del Pacífico, por ello era necesaria una negociación para alcanzar tratados completos que incluyesen otros temas, a más del intercambio de productos, como compras públicas, propiedad intelectual, etc. El Gobierno ya inició este proceso, pero todavía no ha acabado.
David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), indicó que con Chile ya se cerraron los diálogos y el siguiente paso sería la ratificación del acuerdo, mientras que con México ya hubo el intercambio de términos de referencia (propuestas de cada parte) y la primera ronda de negociación sería durante este enero del 2020.
Hay buenas expectativas para el próximo año. “Se espera que en la reunión anual de la Alianza del Pacífico, en junio próximo, Ecuador ya haya cerrado una acuerdo amplio con todos los países, lo que facilite su ingreso como miembro pleno al bloque”, manifestó.
El técnico explicó que Ecuador no ha podido concretar la mayoría de acuerdos que tenía previstos para este año por motivos diferentes. En el caso de aquel con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), por ejemplo, el Legislativo no ha dado trámite al tratado suscrito el 2018, por lo que no ha podido entrar en vigencia.
Los gremios esperan que a inicios del 2020 se trate el mismo, pase al Ejecutivo, se publique en el Registro Oficial y se implemente.
Mientras que con EE.UU. se han producido una serie de retrasos para realizarse la segunda reunión del Consejo de Comercio de Inversiones (TIC), debido a que ese país ha priorizado su agenda de renegociación del tratado con México y Canadá (T-MEC).
“La expectativa es que en el primer bimestre del próximo año tengamos la siguiente reunión del TIC. Sería la cita de autoridades y la de empresarios. La fecha está todavía por confirmarse. La intención de Ecuador es facilitar el camino para avanzar a una negociación de un tratado comercial”, dijo Xavier Rosero, gerente técnico de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).
En cuanto a los acuerdos con Centroamérica, indica el directivo, en 2019 se terminó de negociar una ampliación de los acuerdos con Nicaragua y El Salvador. Con Guatemala se avanzó en la profundización del tratado actual.
Tanto Fedexpor como la CCQ creen importante, además, que se aproveche de mejor forma el tratado con la UE. Aseguran que hay mercado para los productos no tradicionales, pero se debe trabajar en su comercialización.
Ambos consideran, además, que es importante impulsar una agenda de competitividad para el sector productivo nacional.
Los sectores sensibles plantean gradualismo
Redacción Quito (I) redaccion@revistalideres.ec El posible acuerdo comercial con México es uno de los temas que más preocupa a los sectores de la manufactura nacional.
Los gremios no están cerrados a que Ecuador firme el convenio, pero proponen alternativas que le den tiempo a sus industrias para prepararse y competir con los bienes mexicanos, dice Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP).
Algunas opciones son establecer cupos de importación sin arancel para ciertos productos mexicanos, crear cronogramas de desgravación paulatina e imponer requisitos de origen para los productos de México.
El 80% del calzado que se produce en Ecuador viene de Tungurahua, según Caltu. El cantón Cevallos es una de las zonas de producción. Foto: archivo / LÍDERES
En las primeras reuniones entre el Gobierno y el sector privado, cinco sectores han sido identificados como sensibles, es decir que se podrían ver afectados con el ingreso de productos mexicanos sin arancel. Estos son vehículos, electrodomésticos, acero y metalmecánica, textiles y calzado.
Según la CIP, se están elaborando listas de productos que cada sector considera que deberían tomarse en cuenta en las mesas de negociación.
El país norteamericano tiene una capacidad de producción mucho más alta que la ecuatoriana en áreas como ensamblaje de vehículos, producción de calzado y vestimenta. La Cámara Nacional del Calzado (Caltu) detalla que la producción de zapatos ecuatorianos al año es de 29 millones de pares en promedio; mientras que en México se producen alrededor de 245 millones de pares.
En el sector siderúrgico y metalmecánico también hay una asimetría en la capacidad de producción, lo que preocupa a las empresas nacionales. La Federación Ecuatoriana de Industrias del Metal (Fedimetal) estima que el sector produce 1,6 millones de toneladas de material metálico y México 30 000 millones de toneladas en un año.
“Hicimos conocer al Gobierno la lista de productos que consideramos se verían afectados, estamos a la espera que de a conocer los productos que México propone traer. Con base en eso esperamos definir propuestas de desgravación a lo largo de varios años”, dijo Guillermo Pavón, presidente de Fedimetal.
Lilia Villavicencio, presidenta de Caltu, señala que el sector del calzado propuso que los zapatos mexicanos ingresen al país con desgravación de aranceles progresiva a lo largo de 10 y 15 años. “Solo los productos especializados, que no se producen en Ecuador, deberían entrar directamente sin arancel”, menciona.
Los productores de zapatos tienen el reto de mejorar en términos de capacitación, tecnología, innovación y desarrollo de producto en los 10 o 15 años en que dure el proceso de desgravación de aranceles. Villavicencio menciona que el gremio ha dado pasos importantes en capacitación, entre ellos el programa de diplomado de tecnología de fabricación de calzado impulsado con la Universidad Técnica de Ambato.
Los ensambladores de vehículos proponen que se establezca un cronograma de desgravación de hasta 17 años y períodos de gracia, explica David Molina, representante de la Cámara de Industrias Automotrices del Ecuador.
Otro planteamiento es que en las reglas de origen que deben cumplir los vehículos mexicanos se establezcan condiciones como porcentajes mínimos de componentes ecuatorianos.
Molina menciona que antes de que se firme el acuerdo, el país requiere trabajar en mejorar la competitividad de los sectores sensibles. Proponeque se debe reducir la carga arancelaria a la cadena de proveedores de insumos para los vehículos y establecer mecanismos de devolución de impuestos a las empresas nacionales.
Los puertos son uno de los centros que más se dinamizan gracias a las firma de acuerdos comerciales. La infraestructura renovada es un plus tanto para exportadores como importadores. Foto: archivo / LÍDERES
Basta con entablar una plática con Juan Daniel Nebel Romero, gerente de Picker, para encasillarlo en el concepto de CEO milenial. Joven y con más de 10 años en el mundo de los negocios en los que ha sido su propio jefe.
El guayaquileño, de 31 años, no pierde de vista que las empresas y los negocios son para lograr beneficios concretos. Él, ahora, está enfocado en el servicio puerta a puerta a través de su aplicación.
Nebel nació en Guayaquil y es el mayor de tres hermanos. Tiene ascendencia alemana por su padre y chilena por su madre.
Durante su paso por la secundaria en la Unidad Educativa Javier se inclinó por la defensa y el debate de los problemas de la sociedad. Fue candidato a vicepresidente del Consejo Estudiantil y, desde ese momento, se encaminó a lo que sería unos años más adelante: abogado.
Estudió derecho en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES).
Desde pequeño, sus padres le enseñaron a “ganarse lo suyo”. Tanto que para su graduación de colegio, el regalo de sus padres fue la factura de su dentista.
A la edad de 18 años se lanzó al mundo de los negocios. Comenzó a importar implementos para ‘paintball’, deporte que practicó hasta los 22, y que lo llevó a recorrer el mundo.
Juan Daniel junto a su esposa María Emilia González. Foto: archivo particular
Primero empezó a comercializar estos artículos deportivos localmente y luego a escala nacional. “Ahí fue cuando empecé a cogerle el gusto al emprendimiento. Me fui alejando de la estabilidad del derecho para sumergirme en el mundo del comercio”.
Esto lo recuerda José Alberto Molestina, amigo desde hace 15 años. “Juan Daniel siempre fue muy enfocado desde joven y tuvo la visión de emprender en algo que pueda servir a la gente. Un día en una reunión de amigos nos dijo que sería millonario”.
Entre 2008 y 2010 nacieron sus dos siguientes proyectos. Travelex y la comercialización de máquinas dispensadoras de dulces. Ambos negocios se mantienen hasta la actualidad.
Travelex es el emprendimiento más relacionado con su profesión. Se dedica a brindar asesoría en temas legales migratorios. Mientras estudiaba la universidad montó el negocio para ayudar a la gente que tenía inconvenientes de residencia y visados.
El otro emprendimiento, en cambio, nació de un viaje con su familia en el que vio que las máquinas dispensadoras de dulces tenían buena acogida. En el país ya tiene colocadas más de 900.
En el 2010 se aventuró en la economía colaborativa con la creación de un ‘market place’ virtual llamado Despensa en Línea. En la plataforma se podía comprar productos de las principales cadenas de supermercado y un motorizado lo llevaba hasta un domicilio.
La despensa contaba con un botón de pago del Banco del Pacífico. Sin embargo, al cabo de tres años fracasó. Juan Daniel cuenta que Ecuador, en ese tiempo, no estaba preparado para el ‘e-commerce’. En los tres años lograron solo 5 000 usuarios. Además, las pautas publicitarias eran costosas.
Juan Daniel junto al equipo de Picker. Foto: archivo particular
A la par que continuó con sus dos emprendimientos, en 2016 viajó a España. Con la sed de querer emprender nuevamente en la economía colaborativa, después de ese viaje decidió levantar una aplicación de comercio móvil.
Nebel tomó parte de lo que fue Despensa en línea y lo mejoró para crear Picker. Descubrió tecnología que resolvía algunos de los obstáculos de su primer proyecto.
Esta vez se lanzó al mercado y con la retroalimentación de los usuarios fue mejorando la aplicación que ahora está convertida en un ‘market place’ y vitrina para emprendedores.
En el nuevo lanzamiento contó con herramientas que no tenía hace 10 años. Adoptó estrategias de marketing digital y apeló a la economía colaborativa en donde no tiene trabajadores sino ‘aliados’.
Agustín Febres-Cordero, socio de Picker y fundador de la agencia Paradais DDB, resalta el espíritu innovador de Juan Daniel. Asegura que es una persona con una visión interesante en el ámbito de los servicios y que siempre está buscando nuevas cosas para implementar en la aplicación.
“No se complica y tiene la visión mundial para darle ese enfoque a su servicio en Ecuador”. Juan Daniel cuenta que con Picker entendió que el concepto de CEO en realidad rediseña el rol del líder, dejando claro que no se trata ni de saber más, ni de saberlo todo y mucho menos de mandar, sino que se trata de tener la capacidad de inspirar a otros para que se sumen a un sueño compartido.
Todo lo que ha aprendido para el desarrollo de su negocio ha sido gracias al autoaprendizaje. Además, en su teléfono tiene una lista de los libros que leía Bill Gates.
CV
Abogado. Por la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UESS).
Empleo. Empezó a trabajar desde los 18 años importando artículos deportivos.
Empresa. En Picker trabaja con un equipo multidisciplinario de más de 12 personas.
Pasatiempos. Le gusta leer. Los libros que más le interesan son los relacionados con tecnología y datos curiosos.
Emprendimiento y mensajería en un clic
Redacción Guayaquil (I) Picker, una aplicación que cuenta con más de 50 000 usuarios en Guayaquil, Daule, Durán y Samborondón, ofrece un servicio que combina el fomento al emprendimiento y la mensajería. La ‘start up’ nació de la mano de Juan Daniel Nebel en 2017 como un servicio de mensajería. Empezó a diseñarse en la India y se finalizó en Ecuador.
Nebel asegura que en el Ecuador y más aún en Guayaquil existe talento para la programación e innovación de este tipo de aplicaciones. Por esta razón, en su equipo cuenta con estudiantes e ingenieros expertos en programación.
Actualmente, Picker evolucionó para convertirse en un ‘market place’ que al estilo de Amazon une oferta y demanda. “Decidí que funcione como puente para conectar a emprendedores y gente que busque productos de esos emprendimientos”, dijo.
La aplicación está disponible para los sistemas operativos iOS y Android. En su página web están los detalles de cómo funciona es servicio de mensajería.
Alrededor de 1 200 motorizados están conectados con sus móviles y listos para llevar, a través de sus motocicletas y una mochila cuadrada color azul y blanco en su espalda, a cualquier punto de la ciudad los pedidos de los más de 300 establecimientos con los que trabaja la aplicación hoy en día.
El valor agregado de la ‘start up’ es que tiene incorporado un chat en el que pueden conectarse directamente con los motorizados. Las mentes detrás de este emprendimiento tecnológico son Juan Daniel Nebel, Antonio Pazmiño, Víctor Pinoargote, Claudia Herrera, Agustín Febres-Cordero y Ricardo Medina.
Juan Daniel Nebel fundó, en 2017, la aplicación Picker en el país. Actualmente es el CEO y gerente de la firma. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
Alfredo Babun, gerente Regional de Air Canadá, explica los planes que hay con el vuelo entre las dos ciudades.
¿Qué factores pesaron para que Air Canada Rouge se fijara en Ecuador y empezara a volar entre Toronto y Quito? Vimos que Quito era una capital latinoamericana a la que no volábamos. Hay que recordar que hace 15 años hicimos una expansión en la región, al abrir la ruta a Santiago se reabrió Buenos Aires, con código compartido. Llegamos a Lima y a Caracas, sin olvidar que ya estábamos en São Paulo. Quito era la ciudad que nos faltaba en América Latina. Además se hicieron estudios sobre conectividad y la oferta en Quito y Toronto. ¿Qué vieron en Ecuador?
Los canadienses tienen un mercado bastante grande en lo que se refiere a minería y petróleo, dos industrias fuertes que también crecen en la región, en países como Colombia, Perú y Chile. Ahora Ecuador está empezando a desarrollar la minería; además ofrece sus atractivos turísticos, distintos a los que los canadienses están acostumbrados a ver.
¿Y qué puede encontrar el ecuatoriano en Canadá?
Tiene una diversidad de oferta turística. La gente piensa que Canadá es un cubo de hielo y solo existen las cataratas del Niágara. Pero hay oferta para todo gusto, para viajeros solitarios, parejas, familias, etc. Toronto es multicultural, el 55% de su gente no ha nacido en Canadá y hay 110 idiomas. Hay parques nacionales, museos, cultura, ecoturismo, esquí, etc.
¿Cuánto tiempo duró la negociación para abrir el vuelo entre Toronto y Quito?
Unos dos años, al menos. Quiport jugó un papel fundamental, nos hemos reunido con sus ejecutivos para abrir la ruta y eso no es de un día para otro. Había que ver el tipo de avión, que es un Boeing 767, con 24 asientos en premium y 258 en clase turista. Serán tres vuelos a la semana, los martes, jueves y sábado desde Quito a Toronto. Además es una opción para transporte de carga como flores, camarón y otros productos. ¿Qué proyección tienen en Ecuador?
En principio vamos a volar durante seis meses, es un período de prueba, tal como hemos hecho en Barcelona, Madrid, Lisboa, etc. Una vez que la ruta se consolida, la mantenemos y eso queremos hacer en Ecuador. Esta prueba será desde diciembre hasta mayo. Luego evaluamos a ver si la mantenemos o la retomamos en diciembre del 2020.
¿Es un plan de largo plazo?
Apostamos a que los ecuatorianos vayan a estudiar, a vivir con los planes de inmigración. También apostamos a que vuelen con nosotros a Nueva York. Al ir por Toronto, en el aeropuerto el viajero puede ir a la zona de migración y aduana de Estados Unidos y volar entre Toronto y Nueva en un vuelo local, que dura cerca de una hora. Ustedes operan con el Boeing 737 Max, que continúa generando dudas. Tenemos 24 Boeing 737 Max y están en tierra. Nos ha producido un problema bastante grande, pero del que hemos salido bastante airosos. Se lo usaba en rutas como Vancouver-Honolulú y allí está operando un 777 para balancear la demanda. Así también vuelos afectados a Londres o Islandia. Tuvimos que arrendar aviones. Retirar un avión de una ruta es como un ajedrez, fue difícil, pero lo hemos logrado. Lo volamos un año y medio y no tuvimos problemas, es una avión increíble.
¿Qué les ha dicho Boeing?
Que están trabajando en el software. Lo bueno es que tenemos simuladores para recalificar a nuestros pilotos. Ahora estamos esperando que el Gobierno canadiense nos autorice la compra de una aerolínea que vuela a Europa y al Caribe.
Alfredo Babun, gerente Regional de Air Canadá. Foto: cortesía Quiport
Salinas de Guaranda, provincia de Bolívar, es un caso de éxito de cooperativismo en producción láctea. Ernesto Toalombo, hijo de pequeños ganaderos, nació en esta parroquia rural en 1986.
Desde niño, junto a sus tres hermanos menores, ayudó a sus padres a trabajar en la ganadería. A los 10 años aprendió a ordeñar, lo que le ayudó a familiarizarse con los olores de la leche fresca.
Sus padres, Francisco y Rosa, como muchos ganaderos de Salinas, eran socios de la cooperativa Salinerito. Ernesto recuerda como todos los días iban a entregar la leche a las queserías de la marca. Su padre, además, trabajaba para la fábrica de chocolates de la firma.
Ernesto estudió en la Escuela Quintiliano Sánchez, de Salinas. Con 13 años se mudó junto a una hermana a la ciudad de Ambato, donde culminó sus estudios en el Colegio Técnico Agropecuario Luis A. Martínez.
Luego, ingresó a la Universidad Técnica de Ambato para estudiar Ingeniería de Alimentos. Su objetivo: retornar a Salinas de Guaranda a aplicar lo aprendido. En vacaciones, aprovechaba para hacer pasantías en las diferentes fábricas de Salinerito (cárnicos, productos deshidratados, queseras y chocolatería).
Ernesto Toalombo en una cata de quesos, como expositor en el Tercer Foro del Sector Lechero Ecuatoriano. Foto: cortesía ProyectAlimentos
Con el apoyo de Fabián Vargas, para entonces gerente General de la firma, realizó su tesis de grado sobre los derivados lácteos de la compañía. “Él empezó a orientarme hacia el trabajo comunitario”.
Vargas considera que la vinculación de Ernesto desde su etapa estudiantil con las empresas comunitarias, le ayudó a generar un sentido de pertenencia hacia los procesos de desarrollo comunitario. “Por su carisma, responsabilidad y dedicación le motivamos en su formación complementaria dentro y fuera del país”.
Al culminar sus pasantías, comenzó a trabajar formalmente como Analista de Productos y Procesos de Salinerito. Posteriormente, pasó a ocupar el cargo de Jefe de la planta de quesos.
Con el patrocinio de la empresa, en 2012, viajó a España a estudiar Tecnología de Alimentos, en la Universidad de Navarra, durante tres meses. De esa experiencia, aprendió sobre la elaboración de quesos curados y se entrenó en el análisis sensorial de quesos con denominación de origen.
“Los sentidos te permiten valorar si el queso cumple con ciertos parámetros de calidad, dependiendo del mamífero que haya producido la leche, si se trata de quesos frescos o madurados”. A su regreso al país, comenzó a poner en práctica sus conocimientos, entrenando a sus compañeros de trabajo para hacer prácticas de evaluación sensorial, como parte del control de calidad.
En 2014 hizo una pausa y laboró por algunos meses para el sector público, como Analista técnico en la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa). Para retornar, en 2015, como gerente general de Salinerito, específicamente de la línea de derivados lácteos.
Ernesto Toalombo junto al equipo de jurados en el 32° World Cheese Awards. Foto: cortesía ProyectAlimentos
Renunció en septiembre del 2016 porque tenía previsto ir a estudiar al extranjero, pero un accidente automovilístico le hizo replantearse sus planes y hacer una pausa en la vida que venía llevando hasta ahora.
Al poco tiempo fundó junto a su esposa, Nathaly Cueva, la consultora ProyectAlimentos, que brinda asesoría en producción e inocuidad alimentaria a pequeñas empresas. La firma arrancó de a poco, porque en febrero del 2017, Ernesto ingresó a trabajar como Jefe de investigación y desarrollo de productos en Hacienda Zuleta. Fue su primera experiencia en una empresa privada.
Tras su salida de Zuleta, a mediados del 2018, se reincorpora de lleno en la consultora de alimentos, como gerente.
Paralelo a sus actividades laborales, desde 2011 comenzó a participar como conferencista en el tema quesero, tanto en Ecuador como en el extranjero, lo que le permitió conocer a diferentes maestros en el tema, que con el tiempo comenzaron a referirlo a él como juez sensorial de quesos.
Sergio Borbonet, experto quesero y amigo, con quien ha compartido en conferencias y concursos de quesos en países como Ecuador, Uruguay y Brasil, destaca su técnica y potencial humano.
Este año se convirtió en el primer ecuatoriano en participar como juez internacional en los ‘World Cheese Awards’, que celebró su 32° edición en octubre pasado en Bergamo, Italia.
Carlos Yescas, uno de los 16 jueces supremos del Mundial de quesos, destaca que se le reconoció por su trayectoria en la promoción de los quesos tradicionales de Ecuador. “Sus conocimientos en manufactura, producción, inocuidad, y maduración lo destacan como uno de los latinoamericanos mas conocedores de quesos de la región”.
CV Ingeniero en Alimentos de la Universidad Técnica de Ambato.
Maestría en Gestión de la Producción Agroindustrial de la Universidad Técnica de Ambato.
Gerente general de Salinerito, en la línea de derivados lácteos.
Jefe de Investigación y Desarrollo en Hacienda Zuleta
Gerente de la consultora ProyectAlimentos.
Asesoría y capacitación en alimentos
Redacción Quito (I) ProyectAlimentos es una consultora con tres años en el mercado. Fue fundada por Ernesto Toalombo, ingeniero de alimentos y juez internacional de quesos, y Nathaly Cueva, química en alimentos.
La empresa ofrece asesoría técnica en el desarrollo de productos y gestión de proyectos, producción de quesos y asuntos regulatorios: notificación sanitaria, implementación de buenas prácticas de manufactura (BPM) y normativa sanitaria.
Además, dicta capacitaciones en ISO 22 000 (norma de seguridad alimentaria), HACCP (certificación de análisis de peligro y puntos críticos de control), PCQI (en prevención de riesgos de contaminación) y BPM.
Actualmente, cuentan con 30 clientes, entre grandes, medianos y pequeños, en todo el país. Algunos clientes de la empresa, con sede en Quito, son: Güipi, Hacienda Zuleta, Agua Fresca, Selvawa, Fedac, Dalava, Grupo South y El Artesanito.
Desde el 2019, la consultora forma parte de la Latin American Cheese Training, Empowerment, and Outreach (LACTEO) Network, con sede en EE.UU., lo que le permite dar asesoría y capacitación a productores queseros de Latinoamérica.
Además es socio de Quality International y sus cursos están acreditados bajo la Alianza Internacional HACCP. Dentro del país es socio de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab) y el Centro de la Industria Láctea del Ecuador.
Para el próximo año, la empresa prevé dictar un curso especializado en la certificación ISO 22 000 y HACCP, explicó Toalombo, gerente de la consultora y quien participó este año como juez en el ‘World Cheese Awards’.
Ernesto Toalombo es ingeniero de Alimentos y experto sensorial en quesos. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
Hy Cite Enterprises y su marca Royal Prestige celebran 16 años en el Ecuador. Con este motivo presentaron la semana pasada su nueva línea de sistemas de cocina. LÍDERES conversó con Erik Johnson, CEO de Hy Cite Enterprises, sobre la evolución de la marca y sus productos en Ecuador. También habló sobre la región y las oportunidades.
¿Cómo evalúa estos 16 años de presencia en Ecuador? Estos han sido años muy buenos, hemos crecido mucho en Ecuador, que fue el primer país de Sudamérica al que llegamos. Este mercado nos ha enseñado las habilidades que tiene la gente. Además nos ha dado oportunidades de crecer y pensar en otros países.
¿Cuánto les sirvió arrancar por Ecuador para luego ir a otros mercados de la región?
A los clientes les encanta el producto. Cuando ellos lo compran quieren más y eso es una señal de que es un buen mercado. Además es una manera de fomentar el emprendimiento. La gente de Ecuador tiene muchas ganas de tener un negocio propio.
¿Luego de Ecuador a qué país fueron?
De Ecuador fuimos a Brasil y a Argentina, en el 2009. Luego, en 2015 llegamos a Perú y a Colombia. Hoy, Hy Cite es una compañía global con presencia directa en 10 mercados y su marca Royal Prestige se vende en países como Estados Unidos, Canadá, México, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y Colombia, entre otros.
¿Qué similitudes y diferencias han detectado en los distintos mercados de la región?
En Brasil es complicado ingresar por el idioma, hay que formar equipos muy capaces para dar el mejor servicio posible. En Argentina, en cambio, la volatilidad de la economía y los cambios en la cotización del peso frente al dólar es muy malo para nosotros. En Ecuador el dólar es una gran ventaja, los problemas que enfrentamos fueron cuando se aplicaron las salvaguardas en años pasados. Esa medida adoptada por el anterior gobierno fue un tiempo muy difícil para los distribuidores en Ecuador. No podíamos ayudar mucho a los vendedores. Pero cuando terminaron las salvaguardas apostamos por ofrecer más y nuevos productos, más los servicios de siempre.
Usted acaba de mencionar al dólar como fortaleza de Ecuador. ¿Ese fue el principal motivo para ingresar a la región a través del país? Sí, porque hay menos riesgo. En Argentina, en cambio, con cada cambio de la cotización del peso se pierde mucho dinero. Una moneda estable es beneficiosa para nuestro tipo de negocio.
¿Como miran en Hy Cite a América Latina, con las protestas en varios países en los últimos meses, los cambios de tendencia política en ciertos países y otros factores?
Es difícil la inestabilidad que se ha visto. Es una razón por la que muchas compañías de Estados Unidos no quieren invertir en la región. Pero para nosotros es un negocio de gente, de personas. Estos países han sido muy buenos para nosotros, porque en medio de problemas damos oportunidad a la gente para que crezca, para que la clase media se expanda. En México, por ejemplo, cuando creció la clase media tuvimos grandes oportunidades. Ojalá algo parecido ocurra en los países andinos, porque así nosotros vemos oportunidades para el negocio.
Hablemos de Ecuador. ¿Cómo crecen las ventas año tras año?
El mejor año fue en el 2006. Este año que está por terminar alcanzó los mismos niveles y estamos con ventas por USD 12 millones. En tiempos difíciles los distribuidores pasan otros países, pero ya han regresado a Ecuador y están trabajado fuerte aquí. Este año hemos crecido 200% frente al 2018.
¿Qué razones impulsan este crecimiento?
Los nuevos productos que tenemos, el financiamiento y más gente vendiendo nuestros productos.
¿La falta de empleo en el país es una oportunidad de trabajo para quienes deciden vender sus productos?
Para nuestro negocio hay oportunidades tanto cuando la economía se contrae como cuando crece. En la primera opción hay más oportunidad para reclutar vendedores, en la segunda hay más dinero para comprar. Con más vendedores las ventas suben.
¿Donde se fabrican sus productos?
El producto es hecho en Perú desde hace tres años, antes era hecho en Italia. Al estar en Perú hay ventajas como la cercanía para distribuir a países como Ecuador o Brasil, aprovechando acuerdos comerciales y el pacto andino.
Erik Johnson estuvo en Quito la semana pasada, para presentar los nuevos productos de Royal Prestige. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
Rodolfo Capelo, socio de Deloitte, habla sobre los riesgos y oportunidades para el sector privado en el 2020. Además, hace un análisis de los impactos del paro de octubre en el entorno socioeconómico y de la situación en la que terminará el 2019.
El Índice de confianza empresarial de Deloitte de octubre muestra que, tras los 12 días de paro en octubre, el entorno socio económico del país es malo. ¿Cómo venía el año antes de las protestas? Hasta la mitad del año la tendencia era positiva. El país presentaba una buena perspectiva, tanto en lo nacional como en lo internacional. Luego de eso se produjeron factores macroeconómicos, muchos de ellos externos, que fueron cambiando la tendencia. Entre junio y septiembre se vivió cierta estabilidad. No se veía si las cosas iban a mejorar o a empeorar. En esos meses el Gobierno acudió a financiamiento externo en condiciones que no se habían visto en situaciones anteriores. Luego se tomaron las medidas económicas, vino el descontento social y el paro. Eso se reflejó en los resultados a la baja del índice.
¿Cuál fue el sector más afectado en octubre?
Se ve mucho el impacto en quienes tienen que transformar materia prima, producirla, venderla y cobrar. Son inventarios que se quedaron en un escenario como el que se vivió (…) A todos, sin embargo, ha impactado. Por ejemplo, hasta antes del paro el sector exportador no tenía un sentimiento con relación a lo que pasaba internamente porque sus ventas son externas. Con la paralización la percepción cambió.
En octubre, Quito fue la ciudad que más consideró como desfavorable el entorno socioeconómico, según el índice. ¿A qué se debe?
Tiene mucho que ver lo que se vivió esos días. El tener un negocio cerrado por más de una semana, no poder movilizarse y vivir un estado de violencia no antes visto impactó en las decisiones.
¿Se espera que Quito mantenga esa posición desfavorable sobre el entorno socioeconómico en adelante?
Cuando hablamos de percepciones todo es parte de un ciclo. El comportamiento ahora es que las cosas se mantengan. Macroeconómicamente no tenemos certezas de que vayamos a crecer. Este año se prevé una contracción. Yo creo que esta sensación va a permanecer. Tiene que haber una medida de reactivación económica sentida por los empresarios para que puedan opinar de una manera diferente.
¿Qué riesgos y oportunidades tiene el país para el 2020, desde su perspectiva, en materia económica?
En todos los ciclos económicos se pueden encontrar oportunidades, ya sea de manera orgánica o al buscar ciertos nichos específicos de mercado. En el país hay sectores que han crecido este año como es el caso de acuicultura y pesca de camarón, el suministro eléctrico y agua, los servicios financieros, entre otros. Ecuador, además, tiene la oportunidad en desarrollar un recurso como es el caso del sector minero, del cual proviene la mayor parte de la inversión extranjera directa de los últimos años.
Rodolfo Capelo, socio de Deloitte. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
¿De dónde se deben esperar las inversiones?
La inversión por parte del Estado será escasa. Esquemas de alianzas público privadas y concesiones de activos importantes estatales estarán en la mira como oportunidades para el sector privado. Para esto se deberá contar con reglas claras, seguridad jurídica y controles que permitan una ejecución adecuada. Por otra parte, los retos que el país enfrentará serán la reducción del déficit fiscal, el cumplimiento de los términos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y las reformas que sean encaminadas a una reactivación económica. El manejo de lo mencionado anteriormente, entre otras actividades, permitirá mejorar la percepción internacional y la atracción de capital, que es lo que necesita nuestra economía.
¿Cuáles serían los temas que estarían en la mente de los empresarios al iniciar el nuevo año?
Quien administra una empresa tiene la consigna de creación de valor. Esto quiere decir incremento de ventas, participación de mercado, mejora de los márgenes, reducción de costos, eficiencias productivas, etc. Para esto busca estabilidad para planificar en el largo plazo y luego ejecutar las estrategias. Aspectos que rondarán seguramente la mente de los empresarios serán la estabilidad del país, reformas que vengan, liquidez y el acceso que puedan tener a la misma, a través de créditos o de manera propia.
¿Cuál es el escenario económico para el año que viene?
En términos de crecimiento es prácticamente nulo. Las empresas deberán aplicar estrategias que les permitan obtener crecimientos sostenidos y mejorar su posición competitiva en el mercado. ¿Qué evaluación económica hace del año que termina?
Económicamente ha sido un año de ajuste, cuyos efectos los han palpado todos los ecuatorianos. Sectores que mueven de manera importante la economía y producen un efecto de encadenamiento masivo, como la construcción, han estado contraídos. Otros han tenido un buen desempeño porque tienen un menor impacto de la coyuntura interna, como es el caso de las actividades de exportación. Sin embargo, ser competitivo es un reto. ¿Qué cifras maneja?
En términos reales la economía se contraerá 0,5% frente al año pasado lo cual es menor con respecto a lo vivido en 2016 (-1,2%). La diferencia es que las perspectivas del 2020 son de crecimiento nulo, mientras que en 2017 hubo una recuperación del 2,4% explicado, principalmente, por mayor inversión, gastos de los hogares y del gobierno y exportaciones. En este escenario, hay un impacto para el empleo.
El factor laboral siempre se analiza en épocas de ajuste. Los datos dicen que las empresas están buscando mucho menos la fuerza laboral. Sin embargo, creen que va a ser mucho más fácil encontrar personal calificado por los ajustes económicos que se están dando. Si una empresa llega a hacer un ajuste con respecto a su nómina va a haber más gente disponible. En el último trimestre es posible más empleo informal que formal. Es necesaria en estos momentos una reforma laboral.
Hoja de vida Formación. Ingeniero en Sistemas de la Universidad de Las Américas (UDLA). Máster en Administración de Negocios con mención en finanzas de la UDLA y del IEDE (España). Cursos en el seminario intensivo de verano en la Universidad de Harvard en EE.UU. y en la Escuela de Negocios de Costa Rica.
Experiencia. Socio de Deloitte. Ha trabajado por más de 10 años con empresas ofreciéndoles soluciones en diversos sectores como construcción, banca, seguros, minería, servicios, alimentos, bebidas, retail, salud, petróleos y energía, etc. Ha participado, destacan la asesoría en la compra de tipo managementBuy-Out de un grupo industrial con presencia en Chile, Ecuador, Perú y EEUU. Se ha desempeñado como docente.
Rodolfo Capelo, socio de Deloitte. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
La perfecta mezcla de los sabores y rellenos de frutas, micheladas y los ‘poptails’ (combinación de un coctel y un polo de hielo) permitieron que Rey Paletas Cía. Ltda., tenga demanda y gane mercado a escala nacional.
La firma ambateña abrirá a finales de diciembre del 2019 un nuevo local en Ambato y, de esa forma, tendrá presencia en 20 ciudades a través de distribuidores y dos franquicias de la marca a escala nacional. Además, cuenta con 12 puntos de ventas en gasolineras, minimercados y supermercados. La meta será tener hasta el próximo año alrededor de 100 locales en distintas ciudades.
En este año, las ventas llegan a los USD 20 000 mensuales. Además, cuenta con 10 trabajadores en la planta y 44 en los locales de la franquicia. Los principales mercados de la firma son Esmeraldas, Ambato, Arenillas y Cuenca.
Estos locales se caracterizan por ser espacios acogedores donde se comercializan las 32 variedades de helados de crema con fruta que producen. Además, las micheladas y los ‘poptails’ que produce Rey Paletas.
La historia de la empresa inició en el 2009, cuando Danny García, gerente y fundador, renunció a la fábrica de confites donde trabajaba, en Quito. Pensó que era tiempo de tener su emprendimiento de chocolates.
Pero el jefe de mantenimiento de la fábrica de caramelos le sugirió que asumiera el manejo de la microempresa de helados de su padrino en Alóag. Tras varias reuniones, García aceptó y puso en marcha el negocio.
Recuerda que alquiló el local y las máquinas a Juan Guañuna, el propietario de la heladería, en USD 800 mensuales. Él le enseño la fabricación de los helados de crema y de agua. Así fundó Helador (Helados Ecuador).
En la fábrica de los helados Rey Paletas se trabaja en doble jornada para producir 2 000 paletas diarias y enviarlas a las franquicias.
Renunció a los dos meses. Viajó a Manta, en Manabí, para elaborar helados artesanales, pero la baja calidad de la leche y la falta de crema hicieron que dejara el negocio.
Una llamada de su novia y actual esposa Narcisa Valverde permitió que llegara a Ambato. Al arribar y conocer la ciudad concluyó que era pujante y con una ubicación estratégica con el abastecimiento de productos, especialmente de frutas.
Vendió la idea de la fabricación de helados a su pareja, pero surgió otra de colocar una cafetería. Al final decidieron crear una fábrica de helados. Con una inversión de USD 6 800, que consiguieron con fondos propios y un crédito en una entidad financiera, importaron una máquina productora de paletas desde Brasil en el 2009.
Realizaron las pruebas y decidieron arrendar un local en las calles García Moreno y Tomás Sevilla. Comenzaron con los helados de leche y de agua. Al día fabricaban 200 helados que los vendía en 0,25 centavos cada uno.
Con el negocio en crecimiento, decidió llevar el emprendimiento a Quito, por abaratar costos en la materia prima. Desde allá enviaba a Ambato para la comercialización e ideó producir helados gemelos a 0,10 centavos. A los tres meses regresó nuevamente a la capital de Tungurahua. Con los moldes comenzó producir los helados de hielo con el nombre Rey de las Paletas. Las llamadas no pararon para comprar y la demanda subió a 1 000 helados diarios.
El negocio de García dio un giro cuando conoció a Sebastián Ortiz y a Andrés Guamán, en el 2016, mientras vendía los helados a un cliente de Riobamba. Ellos conversaron sobre los costos de producción que no cubrían los gastos. Propusieron una consultoría para sacar los costos, mejorar el tema de los procesos y enfocarse a los productos rentables. Ahí surgió la idea de producir los helados con rellenos abriendo locales para vender este producto. Así iniciaron a combinar sabores con frutas.
Las ventas se extendieron a Manta, Portoviejo y Jipijapa; luego a Latacunga, Ambato y otras urbes. A finales del 2018 cambió el nombre a Rey Paletas.
Karen Alderete abrió su local de Rey Paletas en agosto de este año en El Carmen, en Manabí. Cuenta que la calidad de sus productos y la innovación en la combinación de sabores de frutas y también de cocteles de una forma creativa está pegando en los niños, jóvenes y adultos, los principales compradores de las paletas.
Las ventas se incrementaron en un 15% al mes. “Existe una buena aceptación de las paletas de los clientes en nuestro cantón, y los locales en donde se invirtieron USD 10 000 son acogedores y familiares, por el crecimiento de las ventas mensuales”, comenta Alderete.
EL GERENTE
Danny Proaño
Nuestra empresa está en constante crecimiento, eso se debe nuestros productos de calidad. Utilizamos ingredientes que producen nuestros agricultores. Es más, reinvertimos nuestras utilidades en la compra de nueva maquinaria e innovamos con nuevos sabores. También suma la capacitación constante de la mano de obra y el apoyo de los técnicos en alimentos, fabricación y la variedad de sabores nos hace diferente.
LAS CIFRAS
40 empleados trabajan en la actualidad en Rey Paletas. En el 2009, cuando comenzó el negocio, solo tenían dos trabajadores.
2 000 helados de crema con sabores se venden cada mes en las ciudades de Ambato, Quito, Esmeraldas y otras urbe.
20 locales tiene la marca. El primer local se abrió en diciembre del 2017 en Ambato, luego en Riobamba, Quito, Salcedo, Cuenca, Arenillas, El Carmen, San Vicente, Baños, Puyo, Santa Isabel… Hoy ya franquicia.
La firma ambateña fue creada en el 2009. En la actualidad produce más de 32 variedades de sabores, micheladas y ‘poptails’. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
Ecuador suscribió el 25 de noviembre del 2019 un acuerdo para la creación de un Fondo de Responsabilidad Social y Sostenibilidad a fin de aumentar el aporte del sector privado hacia el desarrollo sostenible en el país andino, informó el Ministerio de Ambiente.
El convenio suscrito entre el Consorcio Ecuatoriano de Responsabilidad Social (CERES), el Fondo de inversión ambiental sostenible (FIAS) y el Ministerio del Ambiente pretende ser un «agente catalizador para una transición enérgica y económica en la búsqueda del desarrollo sostenible del Ecuador».
Se espera que este Fondo ayude al logro de varios objetivos como las Metas AICHI para la Diversidad Biológica y la agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, entre otros proyectos públicos.
— Ministerio del Ambiente de Ecuador (@Ambiente_Ec) November 25, 2019
Las metas Aichi hacen referencia al cumplimiento del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 cuyo propósito es detener la pérdida de la naturaleza, así como el soporte vital de todas las formas de vida en el planeta.
La contribución de las empresas al Fondo de Responsabilidad Social y Sostenibilidad será «complementaria» para las iniciativas que emanen desde el Gobierno ecuatoriano y el Ministerio de Ambiente para ayudar a la conservación de los recursos naturales de Ecuador, según un documento oficial.
De acuerdo a ese escrito, «la canalización de financiamiento público y privado es esencial para enfrentar los desafíos que implica el cambio climático, perdida de biodiversiad, conservación y manejo adecuado de bienes y servicios ambientales».
El convenio fue suscrito entre el Consorcio Ecuatoriano de Responsabilidad Social, el Fondo de inversión ambiental sostenible y el Ministerio del Ambiente de Ecuador. Foto: Twitter Ministerio del Ambiente
Los jóvenes emprendedores son más en el país. Así lo señala un estudio elaborado por una escuela de Negocios ecuatoriana con datos del Global Entrepreneurship Monitor.
El dato concreto indica que en el 2008 la actividad emprendedora de los jóvenes fue de 17,6%, mientras que en la actualidad ronda el 30%. Es un crecimiento de 12 puntos porcentuales en una década.
En este grupo se encuentran mujeres y hombres con edades comprendidas entre 18 y 34 años, con estudios universitarios un buen porcentaje, pero sobre todo con unas ganas enormes de emprender, invertir en ideas innovadoras, generar empleo y dejar un legado a las siguientes generaciones.
Estos jóvenes merecen más apoyo de parte de las autoridades, pero también respuesta de la sociedad, entendida como el mercado al que apuntan estos soñadores.
Está en camino la Ley de Emprendimiento e Innovación, un marco jurídico que apunta a dar un impulso mayor al ecosistema emprendedor ecuatoriano. Ese documento será un pilar clave para que el emprendimiento de calidad crezca en Ecuador.