Etiqueta: Ecuador

  • Business It ayuda en tres países en la transformación digital

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Expandir sus servicios en la región le ha permitido a Business It acercarse cada vez más a su meta: estar entre las mayores empresas de tecnología de América Latina.

    La firma, que nació a finales del 2009, ofrece soluciones tecnológicas, principalmente para segmentos como la banca, los seguros y las instituciones educativas de todos los niveles.

    Boris Arciniegas, gerente general de la empresa, explica que al primer país al que se expandieron fue Panamá, en el 2017. Dos años más tarde la firma comenzó a operar en Perú y este año esperan llegar a otro país de Centroamérica.

    La misión de la firma es ayudar a otras a ser más productivas, con tecnología. Como existen avances permanentes, la compañía siempre innova en su oferta.

    “Cuando empezamos, básicamente lo que ofrecíamos eran soluciones de gestión documental o cero papeles y otras para automatizar procesos. Con el tiempo eso fue cambiando.
    Actualmente, ayudamos a las empresas en su transformación digital para que se vuelvan más productivas”.

    Business It sostiene estos procesos de cambio en cuatro pilares: productividad y colaboración; infraestructura y plataforma en la Nube; aplicaciones de negocio; y servicios de analítica avanzada.

    Durante el primer año de operación de la empresa, que solo brindaba su oferta en Ecuador, tuvo apenas 10 clientes. Ahora, suma 500 en tres países.

    Uno de ellos es Corporación Maresa, con quien trabaja desde el 2016. Juan Carlos Játiva, gerente de Operaciones de esta compañía, destaca el nivel técnico de los profesionales de Business It y su capacidad como proveedores.

    Una de las actividades más grandes en los que la firma tecnológica les ha apoyado es el traspaso de su data center hacia la Nube de Microsoft Azure, en seis meses. “Todos los proyectos con los que hemos trabajado con ellos han sido para dar al negocio mejores servicios. Ahora podemos desarrollar actividades en apenas minutos”, detalla Játiva.

    Boris Arciniegas es el CEO de esta firma de soluciones tecnológicas.
    Boris Arciniegas es el CEO de esta firma de soluciones tecnológicas.

    Otro de los clientes es Renato Arcos, quien se dedica a actividades en el segmento de tecnología. Hace dos años cuenta con el servicio de la empresa y asegura que le “ha apoyado en la infraestructura en Nube y la implementación de herramientas colaborativas”.

    El tema de la Nube, precisamente, fue el que le abrió las puertas para expandirse en la región.

    Las grandes compañías tecnológicas vieron que en Ecuador existía un canal en este segmento, además de México y Brasil, por lo que le propusieron a la firma nacional que fuera a otros países.

    Arcos destaca el hecho que Business It es partner de Microsoft en Ecuador y esto le permite a los clientes acceder a las novedades de esta compañía internacional.

    Esta firma asesora a la compañía nacional en detectar en qué temas tecnológicos debe enfocarse. La idea es brindar una oferta fresca a los clientes para que mejoren sus indicadores económicos.

    Esto lo destacan tanto en Ecuador como en los otros países donde Business It entrega servicios.

    Trabajar en otras naciones se ha logrado gracias a una estrategia empresarial. “Nos dimos cuenta de que procesos que eran óptimos para Ecuador no lo eran en otras naciones. Nos tocó ser más eficientes en muchas áreas para operar afuera”, explica Arciniegas.

    Una de las metodologías que aplicó la firma fue contratar personal de las naciones en las que abrió operaciones, para poder acoplarse a su cultura. Sin embargo, una parte de los empleados también son ecuatorianos, quienes viajan permanentemente a los destinos para ofrecer asesoría.

    Hoy, Business It tiene 130 trabajadores directos en los tres países. También cuenta con otras 100 personas que laboran bajo la modalidad que la empresa denomina “empleados bajo demanda”; se trata de profesionales de alta calidad que colaboran con la firma cuando lo necesita.

    A futuro, la compañía nacional está enfocada al menos en cuatro aspectos: convertirse en una empresa B, apoyando a la sociedad y al ambiente; expandirse a un nuevo destino en la región; ser una organización exponencial y cambiar con más rapidez.

    Hoy, los ajustes de procedimientos, políticas, etc., los hace trimestralmente; la idea es acelerar. En cuanto a la cuarta de sus metas, Arciniegas afirma que las empresas concebidas para ser exitosas en el siglo XX no lo serán en el XXI. Para ser una organización exponencial es necesario trabajar en equipos y no en organigrama.

    Detalles

    Facturación. El año pasado fue de USD 8 millones.

    Galardones. Tiene seis reconocimientos a las mejores soluciones tecnológicas en Latinoamérica y el Caribe; cinco internacionales como el mejor partner del país, otorgado por los fabricantes más grandes del mundo; dos a escala mundial por las mejores soluciones innovadoras; uno a los 10 mejores CEO de América, Asia – Pacífico y uno por Excelencia Empresarial.

    Una imagen del equipo de trabajo de Business It. Sus instalaciones se encuentran en la zona del centro financiero de Quito. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
    Una imagen del equipo de trabajo de Business It. Sus instalaciones se encuentran en la zona del centro financiero de Quito. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
  • El emprendimiento inclusivo se dinamiza mediante alianzas

    Carolina Enriquez

    y Pedro Maldonado
    (I)

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    Lograr una mejor calidad de vida en grupos vulnerables es el principal objetivo que tienen los emprendimientos inclusivos.

    Se trata de iniciativas empresariales que crean retorno para todas las personas involucradas, es decir para la compañía que desarrolla un negocio como para la denominada base de la pirámide, en donde se encuentran las personas que viven, principalmente, en países en desarrollo y cuya renta per cápita anual está debajo de USD 1 500.

    Fulvia Farinelli, directora de asuntos económicos de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), explica que durante los últimos años se ha producido un cambio de paradigma con relación al emprendimiento. Ya no se ve como algo que solo contribuye al crecimiento financiero, sino como un medio que permite la inclusión social, la reducción de la pobreza y el respeto del ambiente.

    “Un negocio inclusivo quiere ser comercialmente viable pero tener un impacto social, principalmente para quienes más lo necesitan. Se emprende para resolver un problema de la comunidad o del ambiente”, explica Farinelli.

    Los ejemplos destacados se hallan a escala global. Un ejemplo es una empresa de producción de toallas higiénicas reutilizables, a bajo costo, en Tanzania. Muchas jóvenes dejaban de estudiar ante la falta de este producto; sin embargo, la iniciativa permitió resolver un problema social y de salud y, a la par, obtener réditos económicos.

    En Ecuador se cuentan emprendimientos inclusivos que trabajan con comunidades alejadas de las ciudades, pero que tienen un impacto social. Según el Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS), en el país existen 14 936 organizaciones que realizan prácticas económicas basadas en la cooperación y la reciprocidad; la provincia con mayor porcentaje es Guayas con (16,94%) de Organizaciones de la Economía Popular y Solidaria, seguido por Pichincha (13,47%) y Manabí (10,47%).

    En Ecuador la Unctad promueve políticas y estrategias para el emprendimiento, así como difusión de capacidades empresariales blandas. Para ello tiene dos aliados: la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) y ConQuito, con el programa Empretec, respectivamente.

    Con esta última entidad trabajó, por ejemplo, en talleres de emprendimiento para personas del país en condiciones de vulnerabilidad y migrantes y refugiados.

    Daniela Ugazzi, coordinadora de Desarrollo Territorial de ConQuito, dice que se cuenta con otros programas para impulsar los negocios inclusivos y así apoyar a 11 grupos prioritarios, establecidos en la Constitución.

    Entre estos se encuentra Agricultura Urbana Participativa, destinado a gente que no tiene acceso a una alimentación sostenible y digna. Más del 84% de los beneficiarios son mujeres, principalmente jefas de hogar; quienes desarrollan huertos, venden los productos y obtienen un ingreso.

    Con el Programa de Emprendimientos Solidarios e Inclusivos (Pesi) se atiende a personas que no tienen los recursos para capacitarse y emprender. Con la ayuda del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y HIAS (una organización de apoyo para refugiados) han atendido a migrantes y refugiados, así como a ecuatorianos.

    En una década, según Ugazzi, más de 600 000 personas se han beneficiado de proyectos para impulsar negocios inclusivos.

    Gremios entre los que se encuentra la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) también apoyan negocios inclusivos. Carlos Zaldumbide, director de la entidad, explica que, junto a la Embajada de EE.UU., patrocinan el Programa Academy for Women Entrepreneur (AWE). Este permite construir su plan de negocio a mujeres que tienen su emprendimiento, con metodologías de aprendizajes interactivos.

    El trabajo con el proveedor es crucial

    En el emprendimiento inclusivo uno de los puntos cruciales es el trabajo con los proveedores. Por lo general, estos son pequeños agricultores o productores que se convierten en un punto vital de la cadena de valor de empresas con impacto social y ambiental.

    Waykana es un ejemplo de trabajo sostenido con proveedores. Este emprendimiento elabora té de guayusa, que se exporta hoy en día a cerca de 15 países de Europa y América del Norte. El trabajo de esta pequeña empresa fundada en el 2015 ha sido reconocido por la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad), que en el 2018 la catalogó como emprendimiento Scale Up de impacto social.

    Demetrio Santander, cofundador de Waykana, explica que el concepto inclusivo es parte de la filosofía de la empresa que dirige. Este emprendedor detalla que en los inicios Waykana trabajó con más de 500 agricultores de la Amazonía que proveían la guayusa. “Al principio veíamos otros modelos, simulábamos, pero vimos que no se generaba un impacto mayor, sino marginal”.

    El problema, según cuenta Santander, fue que se trabajaba con demasiados agricultores, a los que se compraba muy poco producto (cerca de USD 200), “con una cadena de valor que no era de alto nivel”.

    Juan David Gómez y Demetrio Santander fundaron Waykana. En la imagen aparecen junto a un grupo de agricultores que producen guayusa en la Amazonía. Foto: cortesía
    Juan David Gómez y Demetrio Santander fundaron Waykana. En la imagen aparecen junto a un grupo de agricultores que producen guayusa en la Amazonía. Foto: cortesía

    Luego Waykana cambió el modelo. Redujo el número de proveedores pero se aseguró de hacer compras periódicas y planificadas, pagando un mejor precio. Hoy trabaja con 150 pequeños productores de guayusa a los que se paga entre USD 200 y USD 300. “Así se les garantiza un ingreso que permite generar un cambio económico en sus familias”, indica Santander.

    ¿Qué dicen los agricultores? Santander cuenta que están motivados y quieren mantenerse en la cadena de valor. El reto para ellos es ofrecer guayusa orgánica, pero saben que su producto es de calidad y con demanda asegurada.

    Gracias a ese trabajo, el té de guayusa de Waykana cuenta con certificaciones orgánicas y sellos de calidad que le permiten abrirse mercados en el extranjero.

    Otro caso de emprendimiento inclusivo es Looop, una iniciativa que desde el 2016 elabora zapatos (para la montaña y la ciudad) y ropa con un estilo urbano y montañero, apoyándose en tres talleres de calzado y dos de confección, que se encuentran en Pichincha y en Tungurahua.

    Jimena Romero y Javier Porta, fundadores de Looop, explican que la idea es que los artesanos con los que trabajan conozcan nuevos materiales y desarrollen productos por su cuenta. “No pueden usar el mismo diseño de los zapatos y chompas que vendemos, pero aprenden procesos y técnicas. Eso les da oportunidades en el mercado”.

    Las integrantes de Tandalla Warmis, en San Juan, Chimborazo, se benefician del trabajo de Looop. Estas agricultoras reciben recursos e impermeables para su trabajo en el campo.
    Las integrantes de Tandalla Warmis, en San Juan, Chimborazo, se benefician del trabajo de Looop. Estas agricultoras reciben recursos e impermeables para su trabajo en el campo.

    Este negocio se maneja con conceptos de comercio justo e impacto social. Por eso, el 3% de sus ventas se destina a campañas sociales. Romero y Porta detallan que las donaciones se transparentan al ser parte del plan de Pequeñas Donaciones implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este programa ofrece recursos para mejorar las condiciones de vida de pequeñas comunidades.

    Looop también trabaja con Greencrowds Ecuador, organización que promueve el  emprendimiento sostenible. Gracias a esta alianza, esta pequeña empresa llega a asociaciones como Tandalla Warmis, en San Juan, Chimborazo. Las 17 mujeres de este grupo elaboran yogur de mashua, un tubérculo de los Andes, gracias a los recursos que llegan de Greencrowds y Looop.

    En Andes Kinkuna el desarrollo de proveedores también es vital. Ellos son fundamentales para esta empresa biotecnológica que elabora suplementos alimenticios, según cuenta Xavier Larreátegui, gerente general de la compañía.

    En los procesos de esta empresa se utilizan mortiño, chochos, uvillas, piñas, guayusa, maca y otros alimentos que tienen nutrientes muy bien valorados. Estos frutos se convierten en suplementos, luego de pasar por procesos técnicos como hidrolización o bioencapsulación.

    Para esto, dice Larreátegui, la empresa cuenta con pequeños productores como Alcides Sacatoro, quien vive en una comunidad cercana a Sigchos, en Cotopaxi. “Él y otros agricultores cuidan con esmero los campos de mortiño o de chochos”.

    Lo mismo ocurre con productores de uvilla en Tungurahua, piña en Los Ríos o maca en Azuay.

    El vocero de Andes Kinkuna cuenta que la empresa les facilita a sus proveedores -entre 15 y 20- normas de manufactura para garantizar la calidad del producto final. “Los proveedores tienen un ingreso estable y saben que tienen un cliente que les compra con ­regularidad”.

    Según Larreátegui, crear negocios de largo plazo solo es posible siendo inclusivos con proveedores, clientes, el equipo. “Eso permite crecer con estabilidad”.

    El consumidor

    Los emprendimientos inclusivos saben que los consumidores cada vez son más exigentes, lo que obliga a ofrecer productos sostenibles y que generen impacto social positivo.

    En Looop, por ejemplo, cuentan que los clientes consultan sobre el origen de la materia prima, así como las condiciones de trabajo en las que se producen las prendas y los calzados. Esto se da entre compradores que oscilan entre 20 y 40 años.

    En Waykana apuntan a los jóvenes. Su vocero, Demetrio Santander, explica que este segmento de la población tiene estándares de calidad muy altos. En su caso las ventas de este té de guayusa se duplican cada año.

    Migrantes y refugiados son parte de la agenda global de inclusión

    El trabajo decente, seguro y sin riesgos es el octavo Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) que impulsa la ONU. Allí se considera también a los trabajadores migrantes, en especial a mujeres, y las personas con empleos precarios.

    Bajo ese contexto, a finales del 2018 se lanzó la Guía de Políticas sobre Emprendimientos para Migrantes y Refugiados. Este documento es el producto de la colaboración entre la Unctad, la Oficina para los Refugiafos de la ONU (Acnur) y el Organismo de las Naciones Unidas para la Migración (OIM).

    La intención es clara. La guía ofrece orientación práctica a los países de acogida de refugiados a fin de asegurar que los migrantes y refugiados puedan usar sus habilidades para desarrollar medios de subsistencia y contribuir a las economías y a las comunidades de acogida.

    “La creación de oportunidades económicas para todos, con el objeto de no dejar a nadie atrás, es una prioridad de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030,” declaró en su momento la Secretaria General Adjunta de la Unctad, Isabelle Durant.

    La guía enfatiza en la importancia de la evolución de los ecosistemas de emprendimiento para ser inclusivos con los migrantes y los refugiados en lugar de crear programas separados o paralelos adaptados a estos grupos.

    Según la ONU, la migración internacional ha crecido en escala y complejidad desde el cambio de siglo. El número de migrantes internacionales llegó a 258 millones en el 2017, en comparación con 173 millones en 2000. Además el número de migrantes internacionales creció más rápido que la población mundial. En el 2000 el 2,8% de la población era migrante, mientas que en el 2017 la cifra subió a 3,4%.

    Por su parte, el número de personas que huyen de la guerra, la persecución y los conflictos superó los 70 millones en 2018, el nivel más alto del que Acnur tiene constancia en sus casi 70 años de historia.

    Los huertos urbanos, que producen alimentos para  el consumo sano de poblaciones vulnerables, son parte del proyecto de Agricultura Urbana (Agrupar) de Conquito. Foto: archivo / LÍDERES
    Los huertos urbanos, que producen alimentos para el consumo sano de poblaciones vulnerables, son parte del proyecto de Agricultura Urbana (Agrupar) de Conquito. Foto: archivo / LÍDERES
  • Más circo

    Wilson Granja Portilla

    Después de 10 años continuos de presentaciones, pensábamos que por el bien del país, el circo de Carondelet cerraría sus funciones. Lamentablemente, no ha sido así y el circo, en Ecuador, sigue activo con funciones de las más diversas y poco entretenidas.

    Y no me estoy refiriendo precisamente a la contratación del circo realizado y promovido por el Ministro de Inclusión Social y Económica, Iván Granda, sino al circo que vivimos día a día en Ecuador. Lo lamentable es que el circo de este gobierno no logra articular una estrategia sólida, técnica ni concreta, para enrumbar de manera convincente el rumbo del país. Lo mediático se ha convertido en la sustancia y lo importante se ignora. Así vemos casos como la sentencia a la ex Vicepresidenta de la República el cual de recrea dentro de un aura de magia y distracción.

    Penoso, también, es que este circo no es divertido y más bien aburre y hasta desespera por lo que la mayoría de los ecuatorianos estamos a la espera de que las funciones terminen y sino, por lo menos, que tenga la sensibilidad de enmendar el libreto, por el tiempo que quede. Todo esto, porque el país lo necesita.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • La diversidad y las TIC marcan al universitario

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El estudiante universitario en Ecuador tiene entre 17 y 26 años, en su mayoría. Además, está marcado por la diversidad y se apoya cada vez más en las tecnologías de la información (TIC) a la hora de investigar y aprender.

    Basta recorrer los pasillos de las universidades del país para encontrar una serie de características como las mencionadas. Algunos son emprendedores, mientras que otros trabajan a medio tiempo. También son, en parte, descomplicados y el trato con los docentes es de mayor confianza, en comparación con lo que ocurría hace 10, 20 o más años en las aulas del Ecuador.

    Buscan de manera constante becas dentro y fuera del país, y aprovechan las redes sociales para crear contactos que les pueden servir en su futuro profesional. Cada vez son más digitales en lo social y lo académico.

    En la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), los estudiantes de pregrado tienen edades entre 17 y 24 años y se gradúan cuando están entre los 22 y 24 años, ya que se ofertan carreras de tres, cuatro y seis años.

    “Tenemos un grupo de estudiantes homogéneo. Las aptitudes más destacadas de nuestros estudiantes es que son librepensadores, emprendedores, entusiastas, líderes”, dice la Universidad San Francisco de Quito.

    Este centro universitario aplica el sistema de Artes Liberales. Por eso los estudiantes acceden a las carreras en base de su interés o no de matemáticas. “Esto les permite reflexionar en los primeros semestres, ya con conocimiento, sobre cuál carrera optar. Podría decirse que el efecto de las artes Liberales hace una diferencia crucial en su formación, incluso en las profesiones liberales como medicina, arquitectura y leyes”.

    La USFQ también destaca la diversidad de los alumnos. El centro recibe estudiantes de todos los estratos, de las 14 etnias del país y más de 1 000 estudiantes extranjeros de 43 países.

    En la Universidad de las Américas también hay información que permite delinear el perfil del universitario ecuatoriano. Luis Vaca, director de Inteligencia de Información de la UDLA, informa que sus estudiantes ingresan desde los 17 años; el mayor número de alumnos se concentra entre los 21 y 22 años, el 28,98% se encuentra en este rango.

    Otro dato indica que el mayor número de estudiantes graduados se encuentra entre los 23 a 26 años.

    ¿Son más mujeres u hombres? Según Vaca, el universo de estudiantes actuales de la UDLA se encuentra dividido: 53% corresponde al género femenino y 47% al masculino. En lo que tiene que ver con los graduados, el 52% son mujeres y el 48%, hombres.

    Vaca ofrece más números sobre los alumnos de la institución. Dice que en el caso de estudiantes hombres el 81,7% son dependientes de sus padres y el 18,3% son independientes. En el caso de las alumnas, el 79,33% son dependientes y el 20,67% son inde­pendientes.

    Estas y otras universidades saben que los estudiantes de hoy tienen intereses específicos. Allí están temas como la industria 4.0, la economía naranja, los temas ambientales, entre otros. El desafío, dicen los expertos, es ofrecer carreras acordes a estos intereses.

    Las becas

    Datos de la Senescyt muestran que hasta octubre del 2018 se habían entregado
    14 133 becas internacionales. De esa cifra, 13 312 se canalizaron por la Senescyt y 821 con organismos cooperantes.

    Estas becas fueron principalmente para carreras enfocadas en ingenierías, salud, ciencias naturales, matemáticas, etc.

    La misma institución dice que se dieron 19 235 becas nacionales Eloy Alfaro. La mayoría, 15 807, fueron para estudios de pregrado.

    Estudiantes de la universidad Estatal de Guayaquil, en una imagen de noviembre del 2019. Foto: archivo / LÍDERES
    Estudiantes de la universidad Estatal de Guayaquil, en una imagen de noviembre del 2019. Foto: archivo / LÍDERES
  • Nathan Lustig: ‘Las start ups de Ecuador impresionan’

    Pedro Maldonado

    (I)
    Editor del Semanario LÍDERES

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    Nathan Lustig, socio de Magma Partners y experto en inversiones en emprendimientos de base tecnológica, explica los factores que pesan a la hora de levantar fondos. Habla del potencial que tiene el emprendedor de la región y del país para competir a escala global.

    ¿Qué factores toman en cuenta en Magma Partners a la hora de buscar fondos para ‘start ups’?

    Buscamos a personas o ‘family office’ de alto patrimonio que tengan un interés en diversificar su cartera de inversiones. Nuestra red se alimenta mucho de ex-emprendedores y personas de negocios que buscan devolver algo al ecosistema para apoyar a la próxima generación de fundadores y compañías.

    Con ‘start ups’ buscamos tres cosas: que quepan en nuestra tesis de inversión, la que se enfoca en ‘start ups’, ‘fintech’ e ‘insurtech’ en Latinoamérica además de soluciones tecnológicas que apoyan a las fintechs y compañías con su equipo tech en Latinoamérica, pero con la mayoría de sus ventas en EE.UU.; también preguntamos si los fundadores han tenido éxito con otros negocios en el pasado y queremos saber que están 100% dedicados a su compañía actual. Finalmente, queremos ver que el modelo de negocios funcione y que el producto resuelva un problema real y urgente para sus clientes. Nos gusta ver que tienen un plan para avanzar.

    ¿Cómo definen los montos que se van a invertir?

    Invertimos en tres etapas: pre-semilla, semilla y Serie A. Nos gusta invertir cheques pequeños en ‘start ups’ que están bastante tempranas para ver cómo crecen y cómo usan el dinero. Esas primeras inversiones pueden ser entre USD 25 000 y 75 000 en etapa presemilla, a veces antes de que tengan ingresos. Si ya están creciendo bien con ese capital, podemos volver a invertir entre USD 100 000 y 250 000. Y para nuestras mejores compañías, podemos hacer follow-on entre USD 300 000 y USD 1 millón.

    ¿Existe un monto mínimo?

    No. De hecho, a veces invertimos montos muy pequeños para empezar a trabajar con los emprendedores y seguir su start up. Estos montos nos sirven para aprender con el emprendedor mientras desarrolla los primeros pasos de su negocio. Normalmente invertimos desde USD 10 000 en adelante para las ‘start ups’ en etapa muy temprana.

    ¿En estas decisiones pesan los países de origen?

    No pesa tanto el país de origen como el mercado donde hacen las ventas. Si empiezan en un país bastante pequeño, es importante escalar rápidamente para tener mercados internacionales que le van a permitir tener un crecimiento y un impacto más grande. Además, estar en más de un mercado disminuye el riesgo de la inversión, porque la start up se hace menos vulnerable a los cambios económicos o políticos dentro de su mercado principal. Si la start up propone enfocarse en un solo mercado, tendría que estar en un país que tenga un mercado muy grande para que el emprendimiento tenga espacio para crecer.

    ¿Qué comentan los inversionistas sobre el ecosistema latinoamericano de start ups?

    El ecosistema latinoamericano sigue siendo subvalorado. Por ejemplo, el sur de Asia tiene la misma población (aproximadamente 650 millones de personas) y un PIB que alcanza la mitad del PIB de Latinoamérica, pero recibe cuatro veces más ‘venture capital’. Si Latinoamérica recibiera esa cantidad de capital las ‘start ups’ podría escalar más rápido y veríamos a las soluciones ‘tech’ siendo usadas por una gran porción de la población. Por la falta de capital, tenemos muchas start ups en Latinoamérica que ya son rentables aunque han levantado muy poca inversión de ‘venture capital’ y existe una tremenda oportunidad para ayudarles a escalar su modelo para resolver problemas alrededor de la región. Dentro de los próximos dos a cinco años, esperamos ver a las ‘start ups’ comiéndose los márgenes de las empresas tradicionales -como lo que ha pasado en EE.UU., Europa y Asia- y empezando a ganar el mercado. Los ganadores de hoy serán los ganadores de los próximos 20 a 50 años. No hay mejor momento para invertir en la región.

    ¿Qué fortalezas destacan? ¿Y qué debilidades se tienen que corregir?

    Los emprendedores en Latinoamérica están acostumbrados a crear negocios sin acceso a mucho capital, entonces siempre tienen que buscar la rentabilidad para sobrevivir. Aunque ese esfuerzo puede a veces desacelerar el crecimiento de la start up, también presiona para tener un modelo de negocios funcional antes de escalar, lo que sale mejor para el inversionista y los emprendedores en el largo plazo. Esa resiliencia hace que los emprendedores de la región puedan hacer “más con menos”, siendo más eficientes para llegar a la meta de crear un negocio rentable. Por el otro lado, el ecosistema aún carece del capital inteligente para apoyar a las mejores start ups de la región. Existen muchos inversionistas con buenas intenciones que saben poco de tecnología y pueden matar a buenas inversiones usando un modelo de inversión incorrecto. Las start ups necesitan inversionistas que les puedan dar redes internacionales, en la región. EE.UU. o Europa para que puedan escalar. Además, faltan materias educativas; la mayoría de las clases, los podcasts y otros recursos están en inglés y los emprendedores frecuentemente cometen errores comunes que podrían haber evitado si tuviesen acceso a la mentoría y las materias educacionales antes de emprender.

    ¿En qué sectores existe mayor potencial de inversión?

    Fintech sigue siendo uno de los mejores sectores para inversión, y es la industria que más recibe inversión en la región. Esta tendencia se debe a la baja inclusión financiera alrededor de la región, combinada con la alta penetración de ‘smartphones’, lo que crea una oportunidad para bancarizar a la población a través de los celulares o la Internet. Este fenómeno pasó en China y lo mismo podría pasar en Latinoamérica. También vemos potencial en compañías que crean infraestructura tecnológica para otras start ups, como las que trabajan en anti-fraude, ciberseguridad, pagos, ‘open banking’ y automatización del servicio al cliente.

    Muchas start ups se plantean ser un unicornio en un plazo determinado. ¿Qué beneficios trae ser unicornio?

    Ser un unicornio es una meta que pocas start ups podrán alcanzar por su modelo de negocios o el mercado que buscan tener. Ese logro no necesariamente refleja que sea rentable o que esté resolviendo el problema de la mejor manera. Si bien puede ser bueno recibir el estatus de unicornio, pero no se debería usar como la única métrica para medir el éxito de las start ups.

    ¿Qué se conoce de las start ups ecuatorianas?

    Ecuador es el cuarto país donde más tenemos inversiones de Magma Partners. Nunca pensamos que íbamos a tener tantas inversiones en Ecuador, pero empezamos a conocer los emprendedores que estaban resolviendo problemas regionales y nos quedamos impresionados con la calidad de las start ups. El ecosistema ecuatoriano sigue siendo bastante nuevo. Existen algunos emprendimientos que la están rompiendo en la región y en EE.UU., pero no han recibido el mismo reconocimiento que los emprendimientos de otros países. Estamos muy orgullosos de lo que han logrado nuestras start ups del país -Kushki, Kriptos, Nuvocargo y MiPos- y esperamos seguir apoyando a más. Ecuador tiene una fuerte historia de emprendedores en software que tuvieron éxito en las décadas de 1980 y 1990, y han empezado a ofrecer mentoría a la siguiente generación de start ups.

    Su CV

    Cargo. Es Managing Partner de Magma Partners, un fondo de ‘venture capital’ latinoamericano, que ha invertido en 65 startu ps tecnológicas en 13 países de la región desde el 2014.

    Experiencia. Fundó dos emprendimientos de base tecnológica: Exchangehut.com y Entrustet.com. También fue profesor universitario en Chile. Es uno de los fundadores de Capital Entrepreneurs, una organización enfocada en emprendedores ‘tech’.

    Formación. Estadounidense con estudios en la Universidad de Wisconsin, en EE.UU. Escribió el libro ‘Startup Chile 101’, una guía de negocios en Chile.

    Nathan Lustig, socio de Magma Partners. Foto: cortesía
    Nathan Lustig, socio de Magma Partners. Foto: cortesía
  • La universidad ecuatoriana innova en medio de retos

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La realidad de las universidades ecuatorianas está marcada por desafíos y por un proceso de evolución. Incorporar tecnologías en las aulas, ser más inclusivas, conectar con el sector empresarial, estar al tanto de tendencias globales y mejorar la tasa de estudian­tes son algunos de los retos.

    En Ecuador, hasta el 2018 se contaban 60 universidades y escuelas politécnicas. 33 eran públicas, 19 particulares autofinanciadas y 8 eran particulares cofinanciadas, según datos de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

    La entidad detalla que la tasa de matriculación en educación superior universitaria en el 2018 fue de 20,2%, del total de la población con edades comprendidas entre 18 y 24 años. Además, se ofertaban 1979 carreras hasta finales del 2018.

    En medio de este panorama existen avances. Por ejemplo, en las aulas ya se habla de la cuarta revolución industrial, así como de la economía naranja. También se cuenta la formación dual que promueve una educación técnica avanzada en la que los beneficiados son las empresas y los estudiantes universitarios que están por ingresar al mercado laboral.

    Los expertos saben que hay un recorrido destacable, pero también están conscientes de que falta cumplir tareas. Juan Manuel García-Samaniego, director del Área Biológica de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), comenta que las universidades sí generan planes y procesos para alcanzar sus funciones de investigación, docencia y vincu­lación con la sociedad. “Esto exige que se apliquen procesos de innovación social e innovación científica en campos de ciencia aplicada y resolución práctica de problemas sociales en las comunidades y de respuestas a las necesidades empresariales”.

    Este investigador considera que la universidad se acerca a la empresa cada vez más. “Ya se apuesta por patentes e incluso asociaciones con la finalidad de apostar a sectores como la robótica, inteligencia artificial, biotecnología, nanotecnología o la Internet de las cosas. Esto obliga a la gran mayoría de instituciones de educación superior a reinventarse”.

    García-Samaniego añade que las instituciones de educación superior tienen ‘materia prima’ para generar innovación. “La capacidad actual instalada de la mayoría de las universidades es bastante óptima. La exigencia de formación Doctoral en temas biomédicos, informáticos, sin desestimar los ámbitos de las ciencias sociales y humanas, permiten que el alineamiento hacia procesos innovadores sean una realidad”.

    Otra mirada la tiene Nelson Baldeón, vocero del Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Ecuador. Él asegura que el país tiene una gran tarea para conectarse con el mundo digital e innovador.

    El primer paso es, según Baldeón, formar una generación de niños y adolescentes enfocados en las ciencias STEM ( Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y en Artes. “Esa será una base sólida que permita implementar inteligencia artificial, big data, etc, que luego se traduce en beneficios para la industria nacional”.

    El representante del MIT añade aún faltan más programadores, ingenieros, desarrolladores, “la parte fuerte del mundo digital”.

    En el tema específico de la industria 4.0, Baldeón asegura que ya se cuentan iniciativas o talleres, pero no existe una malla curricular sostenida que permita llegar a los llamados ‘Fab lab’ o talleres de fabricación digital en donde se desarrollan soluciones para la sociedad y las empresas. Baldeón también reconoce que si bien las carreras del mundo digital son necesarias, las universidades no las pueden ofertar si es que no existe demanda.

    Silvia Aguirre, contralora académica de la Universidad Ecotec, reconoce que la cuarta revolución industrial ya está presente y que las universidades deben estar listas . “El mercado sigue evolucionando hacia un entorno donde prima la tecnología y esto no es ajeno a ninguna carrera, incluso a las llamadas tradicionales”.

    Según Aguirre, las universidades tienen que estar en capacidad de identificar estas tendencias y transformaciones que se van dando en la ciencia y en el mercado, para presentar una oferta académica que permita a los estudiantes enfrentar nuevos desafíos.

    Datos de la Senescyt indican que en las universidades del país las carreras se centran hoy en día en áreas como la administración de empresas, la educación y la ingeniería. Las carreras enfocadas en tecnologías de la información están rezagadas.

    ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de la universidad ecuatoriana? García-Samaniego, de la UTPL detalla: Las fortalezas son el capital humano y el recurso humano capacitado. Los jóvenes mileniales con necesidades de aprendizajes no formales que pueden ser aprovechados son una oportunidad. Además, cree que los recursos financieros y de infraestructura deben optimizarse. Una sugerencia es que las universidades consigan fondos de investigación internacional.

    Las instituciones de educación superior trabajan para sumarse al mundo digital y para mantener la calidad de su oferta. Foto: Freepik.com
    Las instituciones de educación superior trabajan para sumarse al mundo digital y para mantener la calidad de su oferta. Foto: Freepik.com
  • La importancia de las remesas

    Memo de la semana

    Las remesas forman con las exportaciones y la inversión extranjera el trípode que tiene la economía ecuatoriana para generar liquidez. Estos recursos llegan al país desde EE.UU., España e Italia, principalmente.

    Se trata de dinero que da impulso a economías pequeñas como las de cantones de Azuay, Cañar, Tungurahua, entre otras provincias. Si bien las remesas se destinan principalmente al consumo y a la manutención de familias, no dejan de ser un pilar de la dolarización, el modelo que acaba de cumplir 20 años de implementación en Ecuador hace pocos días.

    Estos recursos muchas veces están marcados por sacrificios e historias de desarraigo con duras consecuencias sociales, pero también es necesario reconocer que han servido para emprender y montar distintas clases de negocios en el país. Los ejemplos están en diferentes puntos del Ecuador, en negocios que generan empleo y que empujan la economía nacional.

    Allí radica la importancia de las remesas en el actual momento económico. Son recursos que traen oxígeno y que bien canalizados aportan con la productividad del Ecuador.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Siobhan Morden: ‘La monetización debe ser transparente’

    Evelyn Tapia

    (I)  
    redaccion@revistalideres.ec

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    Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para la región de la corredora Amherst Pierpont, dice que es urgente que se presente la reforma al Código Monetario a inicios del año. Piensa que el déficit del 2019 hace que el ajuste tenga que ser más agresivo.

    ¿Cómo ven los inversionistas el escenario de fuentes de financiamiento que tendrá el país en el 2020?

    El Gobierno dijo que buscará financiamiento vía concesiones de activos públicos al sector privado, conocidas como monetizaciones. Sabemos que hay varios activos posibles, pero en el programa con el FMI solo se está tomando en cuenta la concesión de la hidroeléctrica Sopladora. Creo que hace falta una mejor comunicación de los procesos de monetización, que sean más transparentes. También falta clarificar cuáles serán todas las fuentes de financiamiento. Por ahora los inversionistas solo cuentan con los informes que hace el FMI sobre el sector público no financiero de Ecuador, no de todo el Gobierno Central. El FMI considera que hay cobertura completa de las fuentes y que no hay necesidad de buscar recursos en el mercado de bonos. Pero no hay detalle de cómo se puede trasladar el superávit de las empresas estatales, si es que lo hay, al Gobierno Central o cómo buscar más financiamiento en el mercado local. Por ejemplo, hay capacidad del IESS para emitir más en bonos del Estado, pero no hay detalles de cuánto. Es muy importante clarificar las fuentes y usos de los recursos.

    Si no se concretan los recursos esperados por monetizaciones, ¿qué alternativas le quedan al Fisco para llenar ese espacio de ingresos?

    No hay muchas opciones. Ecuador ya ha colocado más de USD 20 000 millones en el mercado de bonos, hay saturación. Estamos en un momento en el que esperamos que el país muestre capacidad de lograr recortes en este ajuste fiscal. Ecuador no quiere tener un peso de deuda muy grande, el mercado de bonos ya ha financiado por muchos años de un déficit fiscal muy alto. Estamos en un punto en el que se han colocado muchos bonos externos. El Gobierno podría buscar otras alternativas, como más crecimiento y capacidad en los sectores estratégicos muy importantes como minería y petróleo, pero este proceso tarda años y no se soluciona de un día a otro. Si se logra abrir estos sectores al sector privado se podría lograr crecimiento y más recursos para apoyar al Gobierno.

    ¿Reperfilar la deuda en bonos es una opción para esta administración? ¿Si no es esto, qué alternativas tiene el Gobierno para mejorar las condiciones de la deuda?

    No hay opciones cercanas, la próxima amortización de bonos de Ecuador no viene sino hasta el 2022. No hay urgencia en buscar reperfilamiento. Lo más importante es enfocarse y priorizar el proceso de ajuste fiscal.

    ¿Cómo afectará a Ecuador la alta volatilidad del petróleo que se está viendo por los conflictos en Oriente Medio y la guerra comercial?

    Si sube o baja el precio del petróleo no hay tanto impacto en los recursos para Ecuador porque mucho del petróleo del país es venta y preventa y está a un precio fijo. Más importante para los inversionistas es ver cómo va el progreso con la agenda de reformas del programa con el FMI. Los mercados están pendientes de cuándo se va a presentar la reforma al Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas (Coplafip) y al Código Monetario, que son compromisos con el FMI. Se espera que la primera reforma de Finanzas Públicas se presente a finales de febrero y la del Código Monetario en abril. Lo importante es mostrarle al mercado que hay apoyo político. Hay algo de urgencia en tener progreso en esas reformas en el primer semestre del año porque la preocupación es que en el segundo semestre van a entrar en el ciclo electoral en Ecuador y podría cambiar el apoyo para la agenda de reforma.

    ¿Cuáles son los temas económicos más importantes en los que debe centrarse el Gobierno durante este año?

    Es importante mostrar progresos en los recortes al gasto público. Con menos recursos en la reforma tributaria se pone más peso en los recortes salariales y de bienes y servicios. Hay tres temas claves en los que hay que mostrar avances a los inversionistas: que se está cumpliendo con la meta de reducir el tamaño del Estado, el progreso con la agenda de reformas legales y el progreso de la monetización de activos.

    Ecuador comenzó el 2020 con metas ajustadas dentro del programa del FMI. ¿Cómo recibieron eso los mercados internacionales?

    Estamos un poco más tranquilos con la reforma tributaria y porque el FMI ha sido más flexible. El programa de ajuste es más gradual y las relaciones más flexibles entre el país y el Fondo bajan la presión y ansiedad en los mercados.

    El Gobierno no alcanzó la meta que se planteó de reducción del déficit fiscal, ¿no fueron suficientes los ajustes?

    Hubo gastos no esperados por transferencias y pensiones en diciembre, además, gastos por las manifestaciones de octubre. Hubiera sido una buena noticia que se alcance una cifra menor de déficit fiscal en el presupuesto. Aunque Ecuador tiene el apoyo del FMI, tener un déficit mayor en el 2019 pone más presión para lograr la meta de ajuste fiscal para este año. Ese déficit del 2019 hace que el ajuste tenga que ser más agresivo y más difícil este año.

    La focalización de subsidios es otra tarea pendiente del Gobierno. ¿Preocupa el mecanismo que se elija y las reacciones que se den?

    Los subsidios son importantes pero este ajuste fiscal se ejecuta por varias aristas. Tenemos la reforma tributaria, la reducción de los gastos corrientes, en bienes y servicios, hay mucho que hacer. Los subsidios son solo una parte. Después de las protestas del octubre, el FMI y los mercados entienden que hay presión social y política sobre este tema, pero Ecuador tiene que ajustarse a estas presiones. No se pueden eliminar todos los subsidios, hay que lograr algo de consensos y buscar recortes pero de una manera que sea justa. Los subsidios no pueden estar para financiar a las personas de mayores ingresos y al contrabando. Es importante focalizar los subsidios en la población que más los necesita.

    ¿Cómo reaccionaron los mercados ante la emisión de un bono social para financiar viviendas el jueves pasado?

    Fue una jornada de alivio. El viernes 10 de enero, los bonos de Ecuador habían caído varios puntos porque salieron noticias sobre la emisión de un bono social, pero al no entender los detalles de esta fuente de financiamiento, el mercado sobrerreaccionó y se generaron dudas sobre si Ecuador saldría al mercado con un eurobono. El jueves, con la emisión, hubo alivio al saber que no era un eurobono.

    Su hoja de vida

    Experiencia. Ha laborado en Jefferies y RBS como Jefe de Estrategia de América Latina en mercados locales y externos. También ha trabajado para firmas como ABN Amro. Se especializa en países que entran o salen de la crisis económica. En julio del año pasado se sumó al equipo de estrategia de crédito para mercados emergentes de Amherst Pierpont , un corredor de bolsa independiente que brinda a clientes institucionales acceso a una franquicia de mercados de capital de renta fija.

    Educación. Tiene una Maestría en Economía de la Universidad de Nueva York y una titulación en Derecho y Economía de la Universidad del País Vasco, además de una Licenciatura en Español y Economía de Boston College.

    Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para la región de la corredora Amherst Pierpont. Foto: cortesía Siobhan Morden
    Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para la región de la corredora Amherst Pierpont. Foto: cortesía Siobhan Morden
  • USD 49 125,5 millones recibió Ecuador por remesas en dos décadas

    Giovanni Astudillo. Editor (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    USD 49 125,5 millones recibió Ecuador por concepto de remesas en los últimos 20 años. Esos recursos representan -junto con las exportaciones e inversión extranjera- las principales fuentes de liquidez para mantener el esquema de dolarización.

    Incluso, las remesas representaron 3,6 veces la inversión extranjera directa.

    Este último rubro alcanzó los USD 13 562,25 millones, en estas dos últimas décadas, de acuerdo con cifras del Banco Central del Ecuador.

    Según Rodrigo Mendieta, analista económico y experto en temas migratorios, las remesas tienen dos impactos fundamentales para el Ecuador. El primero es el ingreso de divisas para la economía y la dolarización.

    El otro, en cambio, está más enfocado a nivel microeconómico. Mendieta explica que ese dinero ayuda a las familias de los emigrantes para enfrentar, sobre todo, las condiciones económicas adversas en el Ecuador. “Cuando se han registrado crisis en el país, el volumen de remesas ha crecido. Es decir, es una fuente de compensación cuando existe recesión”.

    No existen estudios últimos sobre el impacto en cada uno de los sectores de la economía. En el 2014, Mendieta publicó su libro ‘Remesas y disparidades económicas territoriales. Caso ecuatoriano’. Allí, se determinó que esos recursos se destinaron, principalmente, al consumo y muy poco a la inversión. En ese sentido, las remesas se han dirigido fundamentalmente a la adquisición de vehículos, electrodomésticos, construcción y mobiliario.

    Para el directivo de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Azuay, Marco Rodríguez, antes de la dolarización los emigrantes tenían mayor poder adquisitivo por las constantes devaluaciones del sucre. Eso les permitía acceder a inmuebles más grandes y pagar de contado.

    Ahora, cuenta que mandan para la entrada y el resto se endeudan con créditos hipotecarios en cooperativas de ahorro y crédito, mutualistas o bancos.

    Según Rodríguez, en la actualidad buscan inmuebles renteros en las zonas urbanas y que oscilen entre USD 90 000 y 160 000. “Antes no les importaba tener grandes casas abandonadas en sus comunidades y sin tener los servicios básicos”.

    Él considera que entre el 40% y 50% de los inmuebles que se comercializan en Azuay son adquiridos por emigrantes o sus familiares residentes en el país.

    En el caso de la venta de vehícu­los, el director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae), David Molina, asegura que no existe un estudio que demuestre la relación entre remesas y compra de automotores. “La liquidez externa que hubo en la economía sí fue un factor y allí pueden estar las remesas”, pero insiste en que no fue fundamental.

    Guayas, Azuay, Pichincha y Cañar son las provincias que más remesas han recibido. En los tres primeros trimestres del año pasado, esas cuatro jurisdicciones obtuvieron el 74% de los USD 2 391,34 millones, que llegaron por concepto de remesas.

    Los recursos que envían los emigrantes residentes en Estados Unidos representaron el 58,3% del total de remesas en el 2019. El 24,8% provino de España y el 4,8% desde Italia. Son los tres principales destinos migratorios de los ecuatorianos.

    Según Mendieta, el impacto en el desarrollo económico ha sido más evidente en las provincias más pequeñas. Es decir, se siente más en Cañar que en Pichincha, Guayas y Azuay, debido a su potencial y la cantidad de recursos económicos que tienen.

    En las provincias pequeñas, explica, han tenido un rol fundamental para su desarrollo. En el caso de la inversión, la poca cantidad se ha destinado en función de la estructura productiva de cada región, explica Mendieta. Pone como ejemplo que en Azuay se destina a actividades manufactureras, metalmecánica y turismo. En cambio, en Cañar más al ámbito comercial. Es otro de los resultados de su investigación.

    Las remesas dieron paso a negocios

    Redacciones Cuenca, Ambato y Quito (I)

    Las remesas de los migrantes ecuatorianos están marcadas por grandes sacrificios, trabajo intenso y recompensas que llegaron con el tiempo. Más allá de los números se encuentran historias de mujeres y hombres, de familias, de poblaciones que están conectadas por las remesas.

    Los primeros migrantes del cantón azuayo de Girón salieron hace más de 40 años hacia Estados Unidos. Entre esas familias estuvieron Marco Gómez y su esposa Mariana Chimbo, quienes dejaron el país hace más de 30 años. Cinco años después, con el nacimiento de sus dos hijos, regularizaron su permanencia.

    La primera inversión que realizaron en su natal Girón, con el dinero que ahorraron fruto de su trabajo, fue la adquisición de 18 hectáreas en la comunidad de El Pongo, a 7 kilómetros del centro cantonal. Poco a poco adecentaron la propiedad, que era una especie de montaña y hasta abrieron una vía. Construyeron dos vi­viendas, huertas y un pastizal para el ganado.

    La última inversión que empezó hace tres años es la construcción de un complejo deportivo, que incluye hasta un equipo de fútbol, con una inversión superior a los USD 300 000. En la actualidad avanzan en la construcción de una casa para hospedaje, para potenciar el turismo.

    Danny Gómez está al frente del complejo Deportivo San Pedro de El Pongo, en Azuay. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Danny Gómez está al frente del complejo Deportivo San Pedro de El Pongo, en Azuay. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

    Danny Gómez tiene 23 años y está al frente del complejo Deportivo San Pedro de El Pongo. Él cuenta que todo lo han hecho con el trabajo de sus padres fuera del país. “Ellos piensan algún día regresar para quedarse”. Mariana Chimbo permanece más tiempo en Ecuador, mientras que su esposo aún sigue laborando como jefe en la construcción.

    En Tungurahua hay otras historias. Darwin Montero es oriundo de Baños de Agua Santa y abandonó el país junto con sus hermanos Bryan y Mirian en el 2001. Los tres salieron en dirección a la ciudad de Cartagena perteneciente a la provincia de Murcia, en España.

    El esposo de Mirian los esperaba con un posible trabajo. El hombre laborada en un empresa de construcción de modulares, puertas y muebles de madera. Al principio trabajaron como repartidores de publicidad y luego fueron parte de la empresa. Montero ganaba unos 700 euros al mes.

    Él recuerda que su salida del país fue por la falta de plazas de trabajo en Baños y Ambato, la crisis económica y la evacuación de los pobladores de Baños por la reactivación del volcán Tungurahua. “Para poder viajar hicimos un préstamo al chulquero, de USD 6 000. No sé cuánto se pagó al final por los altos intereses”.

    Los hermanos trabajaron en la carpintería por 12 años, en España. Mientras sus esposas lo hacían como meseras, empleadas domésticas, cuidando personas de la tercera edad y otros oficios. Una parte del dinero que recibían fue enviada al país y otra se invirtió en la compra de un departamento.

    Darwin Montero emigró a España. Ahora tiene con sus hermanos un negocio de carpintería. Foto: Fabián Maisanche / LÍDERES
    Darwin Montero emigró a España. Ahora tiene con sus hermanos un negocio de carpintería. Foto: Fabián Maisanche / LÍDERES

    En los mejores momentos, Montero llegó a ganar hasta 1 200 euros sumando horas extras. De ese dinero enviaba como remesas al Ecuador entre 300 y 500 euros mensuales.

    “La crisis económica afectó a España desde el 2008. La empresa en que trabajamos cerró y había pocas plazas donde laborar, por lo que decidimos regresar al país”.

    A su retorno emprendieron con sus ahorros en un negocio de carpintería con el apoyo de sus hermanos. La inversión fue USD 35 000. Los rubros se destinaron a la compra de materia prima, maquinaria y otros. Además de dar a trabajo a ocho personas y tener dos almacenes de exposición de los productos de MaderMon.

    “Hemos logrado posicionar nuestra marca y nuestros productos son requeridos en la provincia y en otras ciudades”, dice Bryan.

    Otro testimonio es el de Santiago Montesdeoca, que ahora tiene la cafetería y bar restaurante Don Quijote, en Ibarra. El emigró a España a finales de 1999, cuando estaba en primer año de universidad. Una fractura de tibia y peroné le tenía complicado y decidió cruzar el Atlántico. Llegó a Castilla La Mancha. “No tenía necesidades, pero me dijeron que allá pagaban bien y me fui”.

    Montesdeoca dejó sus estudios y con 18 años se marchó. En España se desempeñó en varios oficios. Fue camarero, cosechó aceitunas y uvas, plantó pinos y también hizo trabajos de albañilería. Tras obtener su permiso de residencia se fue a la isla Menorca. Allí vivió casi 18 años, trabajó como cocinero y desde el primer día pudo enviar remesas a su familia.

    Al llegar tenía ingresos por unos 500 euros al mes. Pero en Menorca alcanzó a ganar hasta 1 750 euros. Esos ingresos le permitieron vivir bien y ahorrar. Esos euros se convirtieron en remesas y fueron la base de su actual negocio. “Volví el año pasado y monté la cafetería-restaurante hace ocho meses”. Allí invirtió USD 120 000, fruto de su trabajo en España.

    Girón es uno de los cantones azuayos con mayor migración. En los nueve primeros meses del 2019 recibió USD 11,93 millones de sus migrantes. Ese dinero mueve la economía local. Foto: Xavier Caivinagua para  LÍDERES
    Girón es uno de los cantones azuayos con mayor migración. En los nueve primeros meses del 2019 recibió USD 11,93 millones de sus migrantes. Ese dinero mueve la economía local. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • ‘La banca necesita mejores reglas’

    Evelyn Tapia

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados, asegura que aunque en el 2020 se espera un crecimiento lento de la economía, la banca no contraerá el crédito, pues está iniciando el año con utilidades más altas y otros indicadores récord.

    ¿Cómo cerraron los principales indicadores de la banca en el 2019, un año de desaceleración económica?

    Iniciamos el 2019 con una tasa de crecimiento de 2% en los depósitos, si eso se mantenía, hubiéramos terminado el año con una tasa de contracción de depósitos bancarios de -4% y eso era muy preocupante. Pero cerramos con un crecimiento del 7%. Dos factores ayudaron a revertir la tendencia negativa. Uno fue el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que inyectó liquidez a la economía, y el segundo factor fue que la banca consiguió USD
    1 000 millones de bancos internacionales, inversionistas extranjeros, entre otros. Con esos recursos internacionales se capitalizaron USD 400 millones en crédito; es decir, la banca puso más capital para fondear nuevas líneas de créditos. Con esta estrategia, la banca entregó un récord histórico en créditos en el 2019 que llegó a los USD 30 000 millones.

    Las condiciones para obtener financiamiento extranjero empeoraron luego del paro de octubre y la escalada del riesgo país. ¿Cómo enfrentará la banca un escenario de bajo crecimiento económico o desaceleración en el 2020?

    Si no se daba el paro en octubre y los otros eventos de noviembre y diciembre, la banca hubiera podido conseguir inversiones extranjeras por al menos USD 300 millones más de los USD 1 000 millones. Esperamos que el 2020 sea un año de lento crecimiento y sabemos que hay riesgos, pero la banca comienza el año con buenos indicadores y buena utilidad. El 70% de la utilidad del 2019 se va a revertir en mayor capitalización de los bancos. Las utilidades se convertirán en mayor capacidad de apalancar créditos. En el 2020 esperamos un crecimiento de los créditos y depósitos en el país.

    ¿Qué requiere la banca en el 2020 para mantener indicadores positivos?

    Necesitamos que se concrete la reforma al Código Monetario que quedó pendiente el año pasado. También se requiere la reforma laboral; aunque no es un tema bancario, sí es importante para el sector productivo, y las empresas son nuestros clientes. Con esta reforma se relajarían las condiciones de contratación en el sector productivo y habría mayor crecimiento y demanda de crédito. En la última parte del 2019 sentimos menor demanda de crédito de empresas, sobre todo el crédito orientado a más inversiones y de largo plazo. Las empresas piden sobre todo crédito para capital de trabajo, que es a muy corto plazo.

    ¿Cómo evalúan el comportamiento de las diferentes líneas de crédito en el 2019?

    El crédito tuvo un buen desempeño en el 2019 en general. Hasta diciembre, las líneas de crédito que más crecieron fueron el microcrédito y del consumo, este último, porque hay más demanda de crédito de consumo en hogares, pero también en empresas que quieren seguir manteniendo capital de trabajo, pero no buscan inversiones a largo plazo. Esperamos que el crédito del sector productivo se vea revitalizado. Nos preocupa que el sector que menos demanda préstamos es el de la construcción y el inmobiliario, que en el 2019 solo creció un 3%. Buena parte de los USD 1 000 millones que se consiguieron del exterior fueron para microcrédito, crédito productivo, para mujeres emprendedoras y crédito verde.

    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES
    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES

    ¿Qué cambios claves debe tener la reforma monetaria?

    Esperamos que la reforma al Código Monetario nos lleve a estándares de la normativa internacional Basilea. La banca no necesita menos regulación, sino mejor regulación. Solo Ecuador y Venezuela no están alineados a la normativa de Basilea. Otro punto a solucionar en la reforma es que el rol de la Superin­tendencia de Bancos, de la Junta de Regulación Monetaria y otras entidades, no está del todo claro y eso no permite generar confianza; además, el Banco Central necesita ser independiente del Gobierno de turno. También debe haber cambios en el manejo de la liquidez, que en Ecuador es un tema político. Con esos cambios podríamos destinar más recursos al crédito productivo y demás.

    ¿Qué cambios deben darse en las normas de manejo de liquidez de la banca?

    A la banca se le obliga a invertir el 2% de su liquidez en bonos del Estado, el 3% en la banca pública. Esas prácticas no están en línea con las prácticas internacionales. Tenemos paquetes de liquidez que no deberían estar ahí y podrían ir a crédito productivo.

    ¿Cuál debería ser el perfil del Directorio del Banco Central para dotar al ente de independencia?

    Nosotros no intervenimos en la redacción de la propuesta del Banco Central sobre cómo debería conformarse el Directorio en el proyecto de ley que se presentó el año pasado. Desde la banca sostenemos que es clave que el Central se vuelva a convertir en un banco de bancos, que sea un banco de reservas, que no sea un banco del Gobierno de turno. Como se elija al directorio le compete a los expertos en temas monetarios.

    La semana pasada el país cumplió 20 años de dolarización. ¿Qué ha sido lo positivo y lo negativo que ha dejado el sistema a nuestra economía?

    La dolarización nos permite separar los vaivenes políticos de lo económico. Ahora tenemos un sistema bancario fuerte, técnico y profesional y a pesar de las coyunturas económicas negativas, recesiones, cambios políticos y mala normativa, el país ha mantenido el nivel de crecimiento, se han evitado devaluaciones, inflaciones y no ha habido más crisis bancarias. La dolarización estabilizó la economía, pero no soluciona todos los problemas. Un problema latente es la falta de competitividad.

    ¿Tras el feriado bancario y la dolarización cómo ha cambiado la banca ecuatoriana en estos 20 años?

    Los bancos que hicieron malos negocios y tomaron demasiados riesgos sufrieron y desaparecieron. Los que permanecieron son bancos solventes, técnicos y que tienen estandarización igual a la banca internacional. La banca de hoy es muy líquida, tiene los niveles de liquidez más altos de la región. Tenemos bancos fuertes, estables y diversificados. Y los indicadores también han mejorado. Antes de la dolarización la morosidad bancaria estaba por encima del 42% y ahora es del 3%; en 1999 el país tenía 40 bancos y hoy son 24. En depósitos totales antes de la dolarización, el monto era de USD 3 500 millones y actualmente superan los USD 29 000 millones; esto es cerca del 28% del PIB. Hay mucho por hacer. Panamá usa el dólar y tiene un nivel de depósitos por encima del 100% del PIB.

    ¿La banca está lista para competir con entes extranjeros? ¿Qué falta?

    Hemos dicho a las autoridades que estamos listos porque tenemos entidades sólidas y una moneda fuerte. La banca internacional no viene a Ecuador porque no hay una normativa adecuada y el impuesto a la salida de divisas no atrae a los inversionistas. Con los cambios legales que esperamos, la banca de afuera vendría.

    Su hoja de vida

    Formación. Doctor en Administración y Economía de la Universidad de Lancaster. Estudió en el Instituto de Estrategia y Competitividad de la Escuela de Negocios de Harvard. Tiene un máster de IDE Business School. Se graduó de Economía en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).

    Experiencia. Es presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador desde el 2015 y desde año pasado es presidente del Comité Latinoamericano de Innovación Bancaria de la Federación Latinoamericana de Bancos . Fue director de investigaciones y líder del Departamento de Economía de IDE Business School.

    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES
    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES