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  • Siete maneras de renunciar sin cerrar puertas

    Diana Serrano

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    Aunque algunos estén decididos, renunciar a un trabajo no es fácil y tampoco existe una forma establecida para hacerlo.

    Un estudio de la Universidad de Harvard, realizado en el 2016, determinó al menos siete maneras para dejar un empleo.

    El sondeo se hizo a casi 300 personas que acababan de dejar un trabajo y a más de 200 jefes.
    Los dos estilos más comunes de renuncia fueron los denominados manual e indiferente.

    El primero incluye una reunión presencial con el superior para anunciar el retiro, un período de notificación estándar y una explicación de las razones.

    El estilo indiferente es parecido al de manual, salvo que las reuniones suelen ser más cortas y no se ahonda en explicaciones.

    Aunque no es frecuente, el estudio determinó que muchos trabajadores se marcharon de manera agradecida. Expresaron su gratitud a la empresa y también ofrecieron su ayuda para facilitar la transición tras su marcha.

    Las dimisiones con aviso también fueron bastante comunes. El empleado comenta a sus superiores que contempla renunciar y está buscando otro trabajo; después presentan la renuncia.

    También se registraron renuncias negativas. Hay personas que eligen marcharse de manera evasiva y los que ‘queman puentes’.

    Una renuncia denominada evasiva se produce cuando una persona comunica a otros empleados que tiene planes de irse y no avisa en primer lugar a su jefa o jefe.

    Mientras que al quemar puentes, el empleado ataca verbalmente al resto (y la empresa) y termina con cualquier posible vínculo con la organización que está dejando.

    A pesar del gran número de renuncias, según el estudio, las empresas saben poco sobre cómo los empleados suelen gestionar la dimisión así como sobre las consecuencias de que se lo haga de maneras negativas.

    El bienestar es el principal factor a estudiar, previo a la renuncia.

    En el estudio se evidencia que los empleados que se sintieron más respetados y valorados tenían más posibilidades de hacer un esfuerzo adicional al marcharse. Pero cuando no, al renunciar intentaban vengarse de las maneras más destructivas.

    En la actualidad, el grupo de trabajadores del segmento milenial es el que más altas tasas de rotación laboral tiene. Según un estudio de Deloitte del 2016, dos de cada tres empleados de esta generación están dispuestos a renunciar a su trabajo en cualquier momento y lo hacen en menos de dos años de haber ingresado.

    Para Daniel Dávalos, gerente general de la consultora de recursos humanos Selecta, esto se debe a que este grupo de trabajadores valora mucho el equilibrio entre su vida personal y profesional. También es importante para ellos las oportunidades de crecimiento y capacitación que les ofrecen.

    Si la empresa no le brinda ese ambiente, no dudan en dejarla. “Su lugar de trabajo debe ser desafiante”, enfatiza.

    Sin embargo, el experto señala que no todo milenial tiene facilidades para abandonar un empleo.

    Existen los profesionales que buscan opciones de crecimiento. Mientras que en el otro extremo están los jóvenes menos preparados, quienes se mantienen en una empresa por el sueldo, aunque no cumpla con sus expectativas.

    Si el empleado están pensando en renunciar debe analizar detenidamente los motivos que lo impulsan a tomar esa decisión. Pesan más las razones vinculadas con los beneficios a largo plazo a los que podrían acceder los trabajadores.

    No son motivos suficientes argumentos como un mejor salario o la relación con jefes o compañeros, enfatiza Dávalos.

    En todo caso, los expertos aconsejan que la persona tenga un periodo de dos años continuos de trabajo en una empresa.

    El estudio de Harvard también reveló que el proceso de renuncia también es difícil para los jefes, principalmente cuando se lo hace de forma negativa.

    “Se sienten frustrados y enfadados cuando los empleados se van de manera evasiva, indiferente o queman puentes”.

    Para evitar la alta rotación de personal, Dávalos recomienda a las empresas que dejen de asignar tareas a los empleados y le planteen objetivos. Este cambio de paradigma implica una transformación de las políticas corporativas, con el fin de que la organización se vuelva flexible y abierta.

    Además, influye mucho la capacidad de motivar a los empleados, ya que de esa manera no caerán en la rutina y sentirán que la empresa es un espacio para desarrollarse profesionalmente.

    A pesar del gran número de renuncias, según el estudio, las empresas saben poco sobre cómo los empleados suelen gestionar la dimisión así como sobre las consecuencias de que se lo haga de maneras negativas. Foto: Pixabay
    A pesar del gran número de renuncias, según el estudio, las empresas saben poco sobre cómo los empleados suelen gestionar la dimisión así como sobre las consecuencias de que se lo haga de maneras negativas. Foto: Pixabay
  • Google, en el centro de la ‘guerra cultural’ por un tema de equidad de genero

    Agencia EFE

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    Un polémico memorando interno y el despido de su autor han colocado a Google en el centro de la «guerra cultural» en Silicon Valley y de un debate que abarca desde el machismo en el mundo de la tecnología hasta lo que, para algunos, es un exceso de corrección política en las empresas del sector.

    James Damore, un ingeniero del gigante tecnológico, desató la última discusión con un documento de diez páginas en el que criticaba los esfuerzos de la compañía para avanzar hacia la paridad de género y que le costó su empleo.

    El texto argumentaba entre otras cosas que la menor presencia de mujeres en las tecnológicas y en los puestos de liderazgo responde a «diferencias de personalidad» y «biológicas» entre los géneros y reclamaba fomentar la diversidad ideológica frente a las iniciativas favorables a las minorías.

    En medio de un gran revuelo, Google decidió este lunes 7 de agosto despedir a Damore, al considerar que sus palabras violan el código de conducta de la compañía y promueven dañinos «estereotipos de género».

    Lejos de calmar la crisis, el movimiento de la empresa ha echado más leña al fuego de lo que muchos medios estadounidenses describen ya como una «guerra cultural» en la industria tecnológica.

    Por lo pronto, Damore ha adelantado que probablemente demandará a Google, aunque los expertos legales no le vaticinan mucho éxito.

    El ingeniero, antes de ser despedido, ya presentó una queja laboral este lunes, en la que acusaba a la compañía de tergiversar sus palabras para silenciar sus opiniones.

    Más allá de la posible batalla legal, lo que Damore ha conseguido de pronto es convertirse en un estandarte para muchos conservadores estadounidenses y sus quejas sobre lo que consideran que es una cruzada de ciertas élites contra sus opiniones.

    La web Breitbart, una de las favoritas de la nueva derecha estadounidense, defendía esta semana su memorando y acusaba a Google de crear «listas negras» para perjudicar a trabajadores con ideas políticas divergentes.

    Este martes, Damore -a quien el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha ofrecido trabajo- defendió sus ideas en una larga entrevista con Stefan Molyneux, un conocido rostro de ese movimiento y un abanderado de la lucha contra la «corrección política» y los ideales de dive rsidad de los progresistas.

    La llamada «alt-right», uno de los apoyos más fieles del presidente estadounidense, Donald Trump, tiene en su punto de mira desde hace tiempo a Silicon Valley, al que ve como un símbolo del globalismo y las políticas liberales que odia.

    Del otro lado, Google y toda la industria tecnológica, dominada mayoritariamente por hombres blancos, están bajo presión por su falta de diversidad y por una cultura empresarial que muchas voces, sobre todo de la izquierda, consideran machista.

    Las repetidas acusaciones de acoso sexual y discriminación, por ejemplo, han forzado en los últimos meses la salida de buena parte de la dirección de Uber, uno de los proyectos más exitosos de Silicon Valley.

    En el caso de Google, a día de hoy, las mujeres representan únicamente un tercio de su plantilla y solo un 20 por ciento de su personal técnico.

    Según una información publicada hoy por el diario británico The Guardian, más de 60 mujeres que trabajan o trabajaron en Google están preparando una demanda colectiva denunciando el supuesto sexismo y las diferencias salariales en la firma.

    Anteriormente, el Departamento de Trabajo de EE.UU. ya puso en marcha un caso argumentando que Google paga menos a las mujeres de forma sistemática, una iniciativa que ha llevado a un juez a exigir a la empresa que ofrezca datos de sus salarios.

    En medio de un gran revuelo, Google decidió este lunes despedir a un empleado al considerar que sus palabras violan el código de conducta de la compañía. Foto: Referencial
    En medio de un gran revuelo, Google decidió este lunes despedir a un empleado al considerar que sus palabras violan el código de conducta de la compañía. Foto: Referencial
  • El turno trae beneficios al empleado y a la empresa

    Santiago Ponce

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    La productividad, la eficiencia y el fortalecimiento del trabajo del personal son los factores que se potencian si en una empresa se opta por el trabajo por turnos. Así lo aseguran expertos en el manejo de recursos humanos.

    Con esta alternativa, ganan los trabajadores y la empresa. Los primeros podrán trabajar en sus actividades diarias y realizar actividades personales. Mientras que la empresa puede apuntar a un trabajo 24/7, con un mayor número de trabajadores y menor presupuesto para horas extras.

    Para Laura Elena Calvache, docente del Departamento de Administración de Empresas de la Universidad San Francisco de Quito, el trabajo por turnos es una opción para que la empresa produzca las 24 horas del día. Esto es importante porque cada vez los consumidores demandan servicios en la mañana, tarde y noche.

    En una compañía el modelo de turnos es importante porque se organiza los tiempos de los trabajadores. En el caso de las mujeres que son madres pueden trabajar desde las 07:00 y terminar cerca de las 15:00. Con ello, la mujer podrá retirarse y pasar más con su familia. “Se potencia la vida familiar, porque la pareja puede ajustar sus horarios para pasar con los hijos”.

    Jairo Calupiña es propietario de un emprendimiento turístico llamado Raíz.ec, que aglutina a artistas, artesanos y demás.

    Cuando reciben turistas, los emprendedores van a este espacio para trabajar y mostrar su talento. Si no hay, simplemente, buscan otras opciones de trabajo para mantenerse y salir adelante, por lo que el trabajo en turnos fortaleció el negocio y la vida de cada una de las personas que lo conforman.

    “Si una persona puede compartir un tiempo con su familia cumplirá con su trabajo de mejor forma”, señala Calupiña.

    Otro de los beneficios de trabajar por turnos es que se abren más plazas de empleo. Las empresas tienen a una sola persona laborando en un puesto por más de ocho horas, lo que implica el pago de horas extra.

    Pero si le apuesta a los turnos, la idea es que se contraten más personas para que cubran los diferentes puestos. El trabajo con esta modalidad puede ser negativo cuando hay abusos por parte de la empresa. Según Calvache, cuando un trabajador es competente, el jefe puede pedirle que se quede varios turnos y eso perjudica al empleado. “Se irrespeta un sistema y se atenta contra su seguridad”.

    El primer paso que debe dar una empresa para migrar a un trabajo por turnos es evaluar en qué áreas se puede trabajar de esta manera. Luego debe distribuir los horarios en cargos como la recepción, por ejemplo. Según la Organización Mundial de la Salud, una recepcionista no puede trabajar más de seis horas en un mismo puesto, indica la docente de la USFQ.

    Las facilidades de movilización y la logística son dos de los retos para las empresas. Si un trabajador labora en la noche o madrugada, la empresa debe facilitarle el transporte para que llegue a su casa. O, también, si el trabajo lo requiere se debe facilitar alimentación para el mejor rendimiento de los trabajadores, dice Calvache.

    Los turnos rotativos, también, son ideales para que los trabajadores puedan desenvolverse en los diferentes espacios con el objetivo de cuidar su salud y sudesempeño, señala Mauricio Muñoz, consultor de la firma Alfredo Paredes y Asociados.

    Una visión similar tiene Eugenia Medina, gerente de marketing de PwC. Ella coincide en que el trabajo por turnos fortalece el desenvolvimiento del trabajador. O también puede usar el tiempo libre para otros trabajos y así “redondear” sus ingresos.

    Este último beneficio debe tomarse con cautela, porque si se trabaja en dos espacios diferentes hay el riesgo de que no se realice bien ninguna de las dos tareas. “Si se trabaja en plantas operativas, el cansancio producto de dos trabajos puede generar accidentes laborales. Esto es esencial y hay que tomarlos en cuenta”.

    La capacitación y educación de los trabajadores es otra de las alternativas que se pueden optar si hay tiempo libre. Esto ayuda a la empresa porque el trabajador tiene una preparación mejor.

    Para Medina, lo ideal sería el horario flexible, porque no se ajusta a una hora marcada; al contrario, el reto es que se cumplan los objetivos sin importar el día o la hora.

    Si una persona trabaja en proyectos, el reto sería que se trabaje de forma flexible. No es necesario que entren en un horario establecido, ya que lo importante es el cumplimiento del trabajo, señala la experta en Talento Humano.

    Horarios Mejorar la productividad y potenciar al talento humano son los beneficios del trabajo por turnos. Esta alternativa es un ‘ganar ganar’. Ilustración: Ingimage
    Horarios Mejorar la productividad y potenciar al talento humano son los beneficios del trabajo por turnos. Esta alternativa es un ‘ganar ganar’. Ilustración: Ingimage
  • Casi el 25% de empresas ha empleado refugiados

    Agencias AFP y EFE

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    Unas 400 000 empresas alemanas, casi el 25% de todas las de la primera economía europea, han empleado a lo largo de los últimos tres años a refugiados, informó la semana pasada el Ministerio de Economía.

    Este es el principal resultado del estudio “Implicación de las empresas para la integración de refugiados” del Centro Competente para el Aprovisionamiento de Personal Cualificado (KOFA), que incluye las prácticas laborales, los períodos de formación en empresa del sistema de educación dual y el empleo normal.

    La ministra de Economía, Brigitte Zypries, destacó que la integración laboral de los peticionarios de asilo en Alemania “funciona” y se mostró confianza de que estos primeros resultados “motiven a otras empresas a tomar parte en mayor medida”.

    “Diversidad y éxito empresarial van de la mano”, apuntó la Ministra socialdemócrata. Según el estudio, un 17% de las empresas tuvieron peticionarios de asilo como becarios, un 10,2% contrataron refugiados como trabajadores regulares y un 7,2% tuvieron a demandantes de asilo dentro de programas de formación profesional.

    El sector manufacturero fue el que registró un mayor porcentaje de empresas con refugiados entre sus trabajadores, con un 33%, según el informe. La encuesta también apunta que dos de cada tres empresas que ya han empleado a algún refugiado piensan contratar a más próximamente, mientras que solo el 25% las firmas sin experiencia en este ámbito prevén incluir peticionarios de asilo en su plantilla.

    Según las empresas, los principales problemas para emplear refugiados son su falta de conocimientos de alemán (85,9%), su falta de capacitación técnica (65,3%), las dificultades en el reconocimiento de títulos (63,6%) y las trabas burocráticas (62,5%). Alemania recibió entre 2015 y 2016 alrededor de 1,2 millones de peticionarios de asilo durante la mayor oleada de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, la mayoría proveniente de Siria, Iraq y Afganistán.

    El número de empleados desplazados en la Unión Europea (UE) era de 2,05 millones en 2015, según un informe reciente de la Comisión Europea, casi un 60% más que en 2010.

    Se trata de europeos enviados a otro Estado miembro por su empleador de forma temporal (cuatro meses de media). Representan menos del 1% del número total de empleos de Europa. Según cifras de 2014, el sector de la construcción integra alrededor del 44% de los trabajadores desplazados.

    Alemania es, de lejos, el Estado miembro que más trabajadores desplazados acoge (418 908 en 2015), seguido de Francia (177 674) y Bélgica (156 556).

    Foto: Referencial
    Foto: Referencial
  • La desconexión es un derecho del empleado

    Sofía Ramirez

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    Es una medida innovadora. El 1 de enero de este año entró en vigor, en Francia, el derecho de los empleados a desconectarse del trabajo. Es decir, que una vez terminada su jornada laboral, no podrán responder mensajes ni llamadas ni correos electrónicos -sobre temas del trabajo- por estar ya fuera del horario laboral.

    Esta normativa prevé que empresas de más de 50 empleados acuerden con sus jefes acuerdos para garantizar el respeto de las horas de descanso y la vida personal de los colaboradores.

    Pero en el caso de que no se llegue a un consenso sobre este tema, la empresa tendrá que elegir como se aplicará el derecho.

    El objetivo de esta nueva ley es proteger la salud de los trabajadores; quienes están en medio del estrés de manera continua, por sus actividades cotidianas en el trabajo. En Francia se habla del derecho a la desconexión.

    Según la agencia AFP, algunas empresas francesas como el banco Axa o el grupo nuclear Areva ya tomaron medidas similares, como la interrupción de los correos electrónicos en la noche o durante el fin de semana.

    Según un estudio publicado en octubre por el gabinete Eléas, un 37% de los empleados utiliza sus herramientas digitales profesionales fuera de los horarios de trabajo y un 62% estaba en favor de una regulación.

    Para Isabel Imbaquingo, docente de la cátedra gestión de talento humano en la Universidad Católica de Quito, el hecho de que un colaborador, luego de terminar su jornada laboral, no se desconecte de temas que lo relacionen con su trabajo puede afectar no solo su salud, sino las relaciones que tiene con su familia o amigos.

    Para Imbaquingo, el punto clave de la desconexión va más allá de una ley. Ella asegura que el enfoque debe estar en aplicar estrategias en las empresas que permitan que el colaborador se desconecte de su trabajo, una vez que haya culminado sus tareas.

    Para esto, las organizaciones deben implementar las buenas prácticas del horario laboral. Esto implica, según la catedrática, ser más planificados y organizados en las actividades laborales. También se tiene que considerar que un empleado es una persona que “tiene necesidades personales, familiares que van más allá del trabajo” que incluye el tiempo de descanso.

    Pero Imbaquingo asimismo señala que hay que tomar en cuenta la particularidad del área o tipo de trabajo. “En algunas profesiones como las vinculadas con la comunicación es difícil cumplir con un horario fijo por la naturaleza del trabajo”. Por eso la docente detalla que es importante organizar la carga laboral a todo el equipo y respetar los parámetros de descanso de los trabajadores.

    Christian Lascano, consultor y gerente de la firma especializada en recursos humanos Hunter & Hunter, considera que Ecuador todavía está lejos de llegar a implementar una ley como la adoptada en Francia. Y de ser el caso, sería en las ciudades más grandes como Quito y Guayaquil. Esto se daría, según Lascano, porque en localidades más pequeñas, los colaboradores entienden que tienen que desconectarse de las tecnologías para pasar con su familia o hacer actividades que no estén vinculadas al trabajo.

    Lascano aconseja que cuando una persona llega a su casa o se encuentra con otras personas, es importante dejar a un lado los teléfonos celulares o todo lo que pueda comunicarle con el trabajo. “Esto con la finalidad de entrar en un ambiente más relajado y así se va eliminando el estrés”.

    También, sostiene que compartir tiempo con la familia fortalece los vínculos con la pareja y los hijos; lo cual sería visto como un segundo aspecto positivo para desconectarse del trabajo.

    El tercer punto positivo de tomar este tipo de medidas es que el rendimiento del colaborador en la empresa sería más saludable, siempre que no haya trabajo pendiente. Y además promueve la motivación en el área laboral.

    Según los especialistas, la normativa de Francia, podría aplicarse a actividades de carácter más administrativo, lo que no impide pensar en un derecho para todos los trabajadores, sin importar su profesión.

    Para Eddy Troya, gerente de la empresa Human Plus, los departamentos de Recursos Humanos deben trabajar en planes que permitan que los empleados tomen su tiempo libre con responsabilidad. Estos deben consistir en una planificación de horarios y carga laboral. “Lo importante sería promover que en menos tiempo se realice el trabajo encomendado”.

    Del mismo modo detalla que siempre el cerebro necesita distracción y estímulos para regenerar las conexiones que estuvieron activas durante la jornada laboral.

    “El ocio es un elemento fundamental para enriquecer la energía y la creatividad”, señala; por eso es importante que los trabajadores respeten su tiempo libre y tengan la capacidad de desconectarse de dispositivos móviles al llegar a casa luego de la jornada.

    Empresas Francia aprobó una ley que reconoce el derecho a los empleados de desconectarse del trabajo, al terminar la jornada laboral. Las ventajas están en la salud.
    Empresas Francia aprobó una ley que reconoce el derecho a los empleados de desconectarse del trabajo, al terminar la jornada laboral. Las ventajas están en la salud.
  • Las oficinas verdes ayudan al trabajador

    Redacción Quito

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    Las oficinas con cubículos, luz artificial y estrictos controles del tiempo ya no resultan atractivas para los trabajadores. Ahora existe una nueva tendencia que impulsa la implementación de áreas verdes dentro de las oficinas y espacios abiertos para recreación. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de los colaboradores influenciando en mejoras en productividad y concentración las tareas laborales.

    “Este tipo de espacios están pensados para que contemplen todo lo que la persona necesita aparte de su puesto de trabajo: un gimnasio, duchas, parqueaderos para bicicleta, áreas verdes para descansar y almorzar”, explica Gonzalo Diez, arquitecto de Diez Muller, firma que diseñó el proyecto Torre 6.

    El edificio sustentable de 14 pisos se construye en Quito con el lineamiento de ser una estructura verde que haga bien tanto a la ciudad como a las personas que lo habitan.

    Los efectos de áreas verdes en las oficinas se publicaron en 2015 en un estudio de la Universidad de Melbourne. Este reveló que el contacto con la naturaleza favorece a la concentración y a la productividad de los colaboradores. La investigación, liderada por la psicóloga Kate Lee, aseguraba que propiciar espacios verdes en el trabajo, ya sean jardines internos, verticales o terrazas, favorece a que las relaciones laborales sean más amigables y se mantenga un ambiente positivo y creativo.

    Por otro lado, dos encuestas realizadas en 2014 por la Universidad Tecnológica de Sídney reflejaron que plantas o espacios verdes en la oficina llevan a una reducción del 44% de ira en los colaboradores, ansiedad en un 37%, depresión en un 58% y cansancio hasta en un 38%.

    “Algo que también podemos ver con estos espacios mixtos es que el ausentismo por enfermedades disminuye tremendamente”, explica César Arroyo, arquitecto, experto en planificación. Esto se debe a que las plantas generan un microclima que controla los niveles de humedad del ambiente.

    En las oficinas de Enne Arquitectos, los colaboradores cuentan con un jardín vertical y con espacios abiertos. Esto, como lo explica Antonio Naranjo, gerente de la firma, permite que el aire fluya mejorando la comodidad del espacio pero también filtrando cualquier tipo de bacteria.

    Además, la oficina cuenta con un sistema de detección de niveles de óxido de carbono. Cuando este se activa, los colaboradores deben prender un sistema de ventilación para mejorar la calidad del aire.

    En los jardines, los colaboradores pueden salir a tomar un descanso, recoger limones y menta o ayudar a regar las plantas. “El hecho de tener este tipo de espacios también ayuda a las dinámicas del grupo. Cuando todos saben que deben abrir el sistema de ventilación o regar las plantas se crea más comunidad en la oficina”, agrega Naranjo.

    Otro factor que influye es la luz. El uso de luz natural no solo es estratégico para reducir costos y mejorar la eficiencia energética de un edificio sino que ayuda a los trabajadores.
    En el caso de Torre 6, el proyecto está diseñado para que el uso del espacio sea perimetral cerca de las ventanas. Mientras que los ascensores y servicios se ubican en el centro de la edificación, donde hay menos luz.

    “El objetivo es que los colaboradores utilicen luz natural hasta tarde. Así disminuye la necesidad de luz artificial y el cansancio relacionado a esto”, explica el arquitecto Diez. Este es uno de los factores al momento de diseñar una construcción ‘verde’.

    A escala mundial existe una certificación que se cerciora de brindar los parámetros para que las edificaciones puedan considerarse sustentables. La certificación Leed (Leadership in Energy and Environmental Design) es promovida por el U.S Green Building Council, esta organización emite las guías y certificaciones globales.

    En Ecuador existen aproximadamente ocho edificios con esta suerte de sello de calidad. Lo que pretende es brindar un marco referencial sobre qué parámetros se considera una oficina verde.

    Estos se clasifican como la elección del sitio de la construcción, la utilización del espacio, iluminación, temperatura y seguridad. Tanto Enne Arquitectos como Torre 6 son edificios que han logrado certificarse por la implementación de estas características.

    Sin embargo, Naranjo explica que Ecuador está atrasado con otros vecinos de la región. En Santiago de Chile, donde el índice de polución generó en el 2016 tres emergencias a salud pública hasta agosto pasado, los edificios corporativos han incorporado zonas verdes para contribuir a la purificación del medioambiente y crear conciencia entre la ciudadanía. La ciudad cuenta con 500 edificios certificados.

    Foto: Diego Pallero / LÍDERES En las oficinas de Enne Arquitectos se observan  jardines y espacios abiertos: Allí los empleados hallan aire fresco y comodidad.
    Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    En las oficinas de Enne Arquitectos se observan jardines y espacios abiertos: Allí los empleados hallan aire fresco y comodidad.
  • Las vacaciones, ¿son apenas una simulación?

    Arturo Castillo

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    Muchos trabajadores hacen coincidir sus vacaciones anuales con el receso escolar, como un tiempo para el descanso y disfrute familiar. Sin embargo, quizá algunas personas no lograron el objetivo de la desconexión plena del trabajo; tal vez continuaron con la oficina móvil, con la culpa de que dejarían de ser productivas por unos pocos días. 

    No estuvieron completos ni en la empresa ni en el compartir familiar. Es decir, viviendo esa ambigüedad característica de la presente generación.

    El sentimiento de culpa se vuelve un círculo vicioso en estas personas, pues saben que el sentido de totalidad, la capacidad para realmente estar en el presente, que constituyen paradigmas del éxito, son fáciles de sostener en el discurso, pero bastante complejos para integrarlos a la conducta cotidiana.

    La mortificación de que las vacaciones pudieron ser mejores si realmente se hubieran entregado a la familia, si hubieran tenido el carácter para desenchufarse de su arsenal tecnológico, genera una culpa posvacacional.

    También se habla del síndrome posvacacional, que se manifiesta con síntomas psicofísicos, como desidia, nostalgia, cansancio, pérdida del apetito, déficit de concentración.

    Evidentemente, las empresas tienen que entender y asumir la transición de sus trabajadores. Lamentablemente, hay individuos que entran en pánico al pensar cuánto trabajo pendiente les espera. Esto se debe a la falta de una adecuada cadena de mando y una deficiente capacidad de delegación de tareas.

    Pocas son las empresas que se preparan para la ausencia de la persona titular en determinadas tareas; de modo que el retorno del empleado sea expedito, de fácil readaptación.
    Pero si se logró el objetivo del refrescamiento físico y emocional, si se consiguió silenciar la mente por unas horas, las posibilidades de abordar el trabajo con nuevos bríos, con ánimo triunfador, con una visión innovadora, están ahí presentes. Aun así, la recuperación del ritmo de manera gradual es muy importante.

    La consigna de “ahora sí, con ganas” tiene que obedecer a una estrategia de retorno, que la empresa debe manejar con eficacia. Si todo quedó paralizado, entonces él mismo tendrá que sumergirse en las tareas y ponerse al día. Pero si se tomó la medida de un reemplazo, se le hará la entrega de lo gestionado y de lo pendiente para que el trabajador vuelva a tomar el control.

    En suma, para el disfrute pleno de las vacaciones, la empresa debe comprometerse a ‘respaldar’ el ocio de sus empleados. La persona, en cambio, debe dejar sus tareas al día, sin pendientes que estropeen su descanso. Pero sobre todo, debe acordar consigo misma que se desenchufará de sus afanes cotidianos. Después de todo, la única manera de continuar es deteniéndose.

    El arte del ocio es tan importante como el de trabajar. La fluctuación entre actividad y reposo; entre la consecución de la meta y el disfrute sereno de lo conquistado, dan a la vida un ritmo.

    Las vacaciones deben ser una especie de zona franca emocional, deben servir para estimular el equilibrio entre lo humano y lo profesional. La recreación es legítima, tanto como el ejercicio de las destrezas y competencias profesionales.

    Imagen: Archivo / Líderes
    Imagen: Archivo / Líderes
  • Empresa y empleado tienen que hablar sobre la jubilación

    Sofía Ramirez

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    Un plan a futuro es parte fundamental del proyecto de vida. Y los jóvenes que trabajan en empresas, tanto públicas como privadas, deben tomar previsiones con respecto a este tema.

    Gina Magnolia Riaño, secretaria general de la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social (Oiss), en una entrevista con la agencia de noticias EFE señala que en Iberoamérica debe fomentarse una cultura de la previsión en el tema de jubilación. Y para esto, los jóvenes deben tomar conciencia de que llegarán a envejecer, y para eso es necesario tener un ahorro que le permita independencia económica.

    En este sentido ¿cuál es el papel de las empresas para incentivar una cultura de previsión con respecto a la jubilación?

    Primero se debiera trabajar en mecanismos o estructuras que fomenten un plan de ahorro a futuro, explica Diego Román, presidente de la Asociación de Gestión de Talento Humana del Ecuador (Aghe). Con estas estrategias, no solo se fomenta una cultura de previsión, sino que también se incentiva a los colaboradores, y sobre todo a los jóvenes, a un mayor sentido de pertenencia en su espacio laboral.

    Este aspecto es importante, dice Román porque las estructuras generacionales cambiaron: “antes se trabajaba con una relación más profunda hacia las empresas, pero ahora los jóvenes rotan mucho de trabajo”. Esto refleja que el tema de jubilación es bastante débil y poco sustentable en el tiempo, aún en el aspecto corporativo.

    Otra estrategia para concienciar este tema pueden ser las capacitaciones y procesos de sensibilización para proyectar los planes a futuro una vez que llegue el momento de jubilarse. Eddy Troya, director de la empresa especializada en talento humano Human Plus, detalla que las capacitaciones sobre este tema, ayudan a que los colaboradores más jóvenes comprendan que la jubilación no es solo recibir una pensión mensual, sino que incluye toda una nueva etapa en la vida en la que se pueden ejecutar emprendimientos o manejar recursos como fondos de ahorro para cualquier tipo de emergencia.

    Hablar sobre la importancia de la jubilación en las empresas, es vital. Y más aún cuando se tiene el objetivo de formar un modelo de pensamiento previsivo y planificador, sostiene Troya; enfocado a la inteligencia financiera, sobre todo. Con esto se demuestra también la responsabilidad corporativa de las empresas hacia sus empleados.

    El reto de las corporaciones es fomentar en los empleados más jóvenes, la importancia de tomar previsiones a futuro, una vez que se jubilen. Por eso, Paúl Obando, gerente de la consultora Talento Humano, menciona que fomentar programas de ahorros voluntarios forma una cultura más preventiva. Más aún en empleados jóvenes, que nacieron en la generación ‘millenial’ caracterizada por ser nativos digitales, que tienen comportamientos multitasking, son críticos y exigentes; y sobre todo requieren todo de manera rápida y personalizada.

    Esta diferenciación, podría llevar a una estabilidad laboral señala en analista. Por lo que es importante trabajar con estos grupos para indicarles que tomar las previsiones del caso en el tema de la jubilación, va de la mano con una permanencia a largo plazo de estas generaciones en empresas.

    La vocera de Oiss también apunta que los jóvenes tengan “confianza en que si contribuyen” tendrán una pensión cuando se jubilen.

    Las compañías deben trabajar en campañas de concienciación para abordar el retiro profesional. Esto permite que los colaboradores tomen previsiones. Foto: Ingimage
    Las compañías deben trabajar en campañas de concienciación para abordar el retiro profesional. Esto permite que los colaboradores tomen previsiones. Foto: Ingimage
  • El apoyo al empleado, clave tras un desastre

    REDACCIÓN QUITO  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    En medio de una catástrofe, el empleo no es solo una fuente de ingresos, sino también de dignidad. Esa fue la lectura que hizo Keiko Kamioka, directora de la oficina de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) en Japón, luego del terremoto que enfrentó ese país en marzo del 2011.

    Hace dos semanas, Ecuador enfrentó una de las peores catástrofes naturales de los últimos años con el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que devastó poblaciones de seis provincias. Con el sismo se calcula que más de 30 000 negocios pequeños resultaron afectados y, con ello, las personas perdieron sus trabajos.

    El impacto también es para las medianas y grandes empresas, aunque la afectación en infraestructura y trabajadores todavía no ha sido contabilizada.

    Diego Román, presidente de la Asociación de Gestión Humana del Ecuador (AGHE), explicó que las firmas deben enfrentar la tragedia y darle un sentido a su actividad y la de los trabajadores. Por eso considera que un primer momento debe centrarse en el apoyo a la comunidad afectada.

    Esto porque los trabajadores logran mantenerse activos, se fijan un objetivo y, en cierto modo, dejan atrás la tragedia. Pero, también deben recibir apoyo, principalmente en la parte emocional, de los departamentos de gerencia y de recursos humanos de la empresa en la que trabajan.

    Previo a reanudar operaciones la compañía debe evaluar cuántos de sus colaboradores han resultados afectados, cuántas de las familias de los mismos están impactadas, entre otros. “Todo esto tiene que manejarse con liderazgo (…) y el área de recursos humanos debe saber manejar un equilibrio entre la parte emocional y laboral”.

    También, es clave manejar el desconcierto. Esto implica aclarar lo más pronto posible si van a seguir operando o no.

    Esto último solo es posible cuando se realiza una inspección técnica de la infraestructura de la compañía. Este proceso debe desarrollarse entre los directivos de la misma, expertos en construcciones y representantes de los bomberos o autoridades de riesgos que permitan realizar una evaluación de las estructuras.

    Pablo Suasnavas, decano de la Facultad de Seguridad y Salud Ocupacional de la Universidad SEK, explica que tras la emergencia debieron haberse activado las brigadas para controlar evacuaciones y primeros auxilios en las oficinas y plantas de las empresas.

    Luego de la tragedia deben arrancar los planes de contingencia o continuidad. “Las empresas tienen que definir estrategias y acciones con el fin de volver a operar. Esto debe incluir cómo se va a manejar los temas de facturación, manejo de activos, control de infraestructura, reemplazo de recursos humanos, etc.”.

    En la parte humana Suasnavas considera que se debe evaluar el daño psicológico y emocional que hayan sufrido los trabajadores. Añade que la gente necesita capacitaciones y apoyo con psicólogos que le permitan retomar su rutina.

    Tras desastres naturales, entidades como la OIT han desarrollado programas que incluyen el aspecto social, así como la recuperación del empleo. En el caso de Japón, por ejemplo, se puso en marcha un proyecto para recoger y difundir lecciones aprendidas con el terremoto, así como mecanismos para recuperar los puestos de trabajo durante el proceso de reconstrucción.

    De la misma forma, los gremios productivos apoyaron a algunas personas a montar negocios en las zonas en las que existían posibilidades para volver a empezar. Además se implementó un mecanismo de protección social del Gobierno, narra la OIT en un artículo publicado en su página web dedicado al sismo de Japón.

    No todos los países corren la misma suerte. De ahí que la Organización desarrolló un programa de respuesta a la crisis y reconstrucción. No solo se aplica en el caso de desastres naturales sino para toda situación adversa.

    La entidad considera clave la puesta en marcha de la producción para lograr que la economía mejore, que los trabajadores obtengan recursos y reanuden sus vidas en general.

    Suasnavas considera que en este proceso las empresas deben reestructurar su talento humano. Esto implica ver qué personal está todavía operativo, si hay heridos o fallecidos…

    Además, recomienda operar con los recursos con los que se tiene, para lo cual es necesario una distribución de las tareas. Según Román, cuando una persona especializada falta puede haber talentos escondidos que puedan reemplazarlo.

    Asimismo, los departamentos de recursos humanos deben empezar lo más pronto que puedan a gestionar indemnizaciones, de ser el caso o la puesta en marcha de programas sociales. De trabajar con aseguradoras también es importante una colaboración entre estas, empresa y trabajadores.

    Reacción

    Luego de una catástrofe natural, las empresas deben contar con un plan de continuidad de operaciones. Las tareas se multiplican en el área de recursos humanos.

    417 empresas fueron afectadas en la zona de Pedernales, donde fue el epicentro del sismo.

    El sector hotelero de Manabí mantuvo reuniones de trabajo la semana pasada para analizar la rehabilitación de sus servicios. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    El sector hotelero de Manabí mantuvo reuniones de trabajo la semana pasada para analizar la rehabilitación de sus servicios. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • La educación financiera ayuda al empleado

    Ivana Zaurich. Redacción Cuenca

    El consumo con tarjetas de crédito en Ecuador bordeó USD 7 200 millones el año pasado, según la Superintendencia de Bancos y Seguros.

    Más que una cifra reveladora, indica la alta liquidez del mercado y un consumidor que responde a ese entorno. Las tarjetas de crédito dejaron de ser exclusivas de los bancos, ya que también las otorgan aerolíneas, supermercados, almacenes, restaurantes…, indica el asesor financiero, Ricardo Varas.

    Esa oferta llega hasta las empresas, donde ejecutivos de cuentas de entidades bancarias ofrecen este servicio a los empleados, según el consultor de RR.HH., Francisco Páez. Desde su experiencia, pocas organizaciones se preocupan por el endeudamiento de sus colaboradores. No filtran la aprobación de estos préstamos. Para este consultor, el área de Recursos Humanos no debe limitar las compras de un empleado.

    Lo que sí es responsabilidad de la compañía es dictar talleres sobre educación financiera, para enseñar la importancia del ahorro y las inversiones, enfatiza Páez.

    Martha Ruiz es asistenta de Gerencia en una firma textilera. Cada dos meses recibe visitas de vendedoras de joyas, cosméticos u ofertas de tarjetas con cupo para comprar en almacenes de ropa. Asegura que destina hasta un 15% de sus ingresos mensuales en este tipo de adquisiciones. Además, tiene tres tarjetas de crédito que también usa y generan intereses. Desconoce qué es la educación financiera y quisiera ahorrar, para asegurar su futuro.

    El caso de Ruiz es común, señala la directora de Talento Humano de Softronica, Carla Martínez. Los empleados se endeudan, porque adquieren productos a seis meses o un año.

    “En Softronica no tenemos una política para evitar estas compras, pero sí publicamos boletines en la red interna sobre la importancia del ahorro”. Además, se incentiva a los colaboradores en la compra de bienes raíces, que son más importantes que la ropa y carteras. Para esto otorgamos préstamos y asesoramos en la diligencia de los créditos hipotecarios.

    Para el consultor de Ecuaworkers, Daniel Vásquez, en Ecuador aún es incipiente la educación financiera, pero paulatinamente toma fuerza. “Las empresas aún no ven su potencial, pero si sus colaboradores tienen una estabilidad financiera rinden más en sus labores”.

    Por eso, es necesario que las organizaciones instruyan a sus empleados en el manejo de sus finanzas. No se trata de prohibir las ventas u oferta de tarjetas en el lugar de trabajo, añade Vásquez, sino de que el consumidor controle los impulsos de compra.

    Martha Ruiz señala que en lo que va de este año ha gastado USD 200 en zapatos. Va a instruirse sobre el tema, para ver si es posible adquirir una vivienda.

    Ricardo Varas dice que las personas deben entender que los pequeños gastos suman y podrían invertir en bienes inmuebles. Eso es educación financiera.