Etiqueta: empleo

  • El memo de la semana: el empleo en el Ecuador

    El memo de la semana

    Las cifras oficiales sobre el panorama laboral en el país reflejan que en el Ecuador aún no se afianzan políticas claras, para promover la creación de nuevas fuentes de trabajo. En el país, más de la mitad de la Población Económicamente Activa (PEA) está desempleada o se encuentra en el subempleo. Ese comportamiento ha sido constante en la última década.

    A partir de la dolarización (2000), en el país no se han desarrollado y ejecutado acciones concretas que estimulen el empleo. Quizás eso también responde a que la economía se desarrolla en una etapa primaria, sustentada en la explotación de sus recursos naturales, sin avanzar hacia la innovación y la producción con valor agregado.

    Con mayores niveles de productividad y obviamente con empresas mucho más competitivas, los niveles salariales mejorarán, se impulsará el consumo en el mercado interno y las empresas tendrán mejores indicadores de crecimiento. Pero la realidad refleja que un elevado porcentaje de la PEA, con un empleo formal, tiene ingresos promedio de USD 500 mensuales.

    Para cambiar esa panorama, en el mediano plazo, al menos, se presentan dos oportunidades que pudieran ser vitales. Una tiene que ver con el análisis de un nuevo Código del Trabajo, para establecer reglas claras en la relación entre empleadores y trabajadores. La otra, apunta el cambio en la matriz productiva. En ambos casos, la búsqueda de acuerdos entre el Gobierno y el sector privado es vital. De lo contrario, la historia se repetirá.

    La frase:  »Hay una clara invitación a la innovación productiva, a pensar en el largo plazo y a un pacto social que es un desafío en este momento».   Jorge Glas / Presidente de la República (e), en el encuentro empresarial ‘Ecuador exporta al mundo’

  • A la industria musical todavía le falta ritmo

    Leonardo Gómez y Xavier Montero. Redacción Quito / LÍDERES

    El músico ecuatoriano está obligado a ser su propio productor, publicista, mánager y, en ocasiones, hasta él mismo vende sus discos para percibir ingresos, o los regala para difundir su trabajo.

    Esto sucede por la falta de empresas especializadas en el sector como productoras, editoras, disqueras y otros actores que aportan con la industria.

    Así lo sostiene Javier López, director de Emprendimiento e Industria Fonográfica del Ministerio de Cultura. El funcionario explica que la falta de estos actores en la industria fue un problema que inició a finales de la década de 1990 cuando la piratería, la aparición de portales para descarga gratuita de música en la Internet, la comercialización masiva de CD en blanco y la crisis bancaria, entre otros factores, provocaron la desaparición de empresas del sector.

    Desde el año 2000, pocas bandas han logrado internacionalizar su trabajo por la falta de inversión y de entidades de apoyo para el artista. La venta de discos ya no es rentable en la actualidad para el músico que intenta asegurar sus ingresos en los conciertos, de donde obtiene más ganancias; también se apoya en el cobro de regalías por derechos de autor.

    El grupo Tomback, por ejemplo, optó por dejar que sus seguidores descarguen gratis su música para dar a conocer su música. Mientras que el cantautor Fernando Pacheco, asegura que sus ingresos provienen del cobro de los derechos.

    En busca de estrategias, muchos músicos optaron por construir sus propios estudios de grabación para grabar sus discos. En estos sitios la hora de grabación puede costar desde los USD 20 por hora y se han convertido en una fuente de ingresos alternativa.

    En Ecuador no existe un registro actualizado para conocer cuántos estudios de grabación, fábricas de discos y otras empresas relacionadas a este sector existen en el país. En un reporte que el Servicio de Rentas Internas (SRI) presentó en el 2012 al Ministerio de Cultura, y que fue difundido en el libro ‘Diagnóstico y políticas para el desarrollo de la industria fonográfica ecuatoriana’, publicado en abril pasado, se indica que de las 59 empresas agrupadas bajo el concepto de música, solo 31 reportan datos a nivel de ingresos, pasivos, patrimonio y pago de impuestos, para el 2009.

    La llegada a mercados internacionales es otro pendiente y los casos son contados. El guitarrista Hittar Cuesta, por ejemplo, pudo llevar su disco a las tiendas europeas en el 2005 gracias a una serie de gestiones personales que lo llevaron a una disquera en los Estados Unidos.

    Asimismo, el grupo de percusión Tomback, pudo despegar participando en festivales como el FIMU de Francia, en donde pudieron grabar un dvd que será distribuido en ese país.

    Recién en el 2011 el sector público y el privado comenzaron a buscar nuevas alternativas para levantar una industria carente de actores comerciales, como promotores, inversionistas y disqueras…

    Esto se produjo según Luis Villamarín, cantautor y productor musical, producto del impulso que tuvo el sector desde el 2009 con la aparición de carreras universitarias para músicos.

    Actualmente, la Universidad San Francisco de Quito, la Universidad de las Américas y la Universidad de los Hemisferios ofertan la carrera de Música. «Con la profesionalización aparecieron nuevos talentos y entonces las empresas volvieron a mirar la industria ecuatoriana», asegura Villamarín.

    En el país existen cerca de 5 000 músicos, según la Dirección de Emprendimiento e Industria Fonográfica. De estos, solo 1 057 músicos y 192 intérpretes se constan en los registros de la Federación Nacional de Artistas Profesionales del Ecuador (Fenarpe).

    La Sociedad de Autores del Ecuador (Sayce) es la encargada del cobro de los pagos por derechos de autor de acuerdo a un pliego tarifario publicado en el Registro Oficial en marzo del 2012. Allí se establecen rubros de hasta el 8% de la ganancia neta por la reproducción de un tema original en un concierto.

    «Pero por un acuerdo verbal con los empresarios solo se cobra el 5%«, asegura David Checa, actual director de Sayce. Es por eso que el año pasado, esta entidad entregó a los artistas afiliados unos USD 1,2 millones por el pago de derechos de autor.

    Este 5% es el porcentaje más bajo de América Latina. En Argentina, por ejemplo, el rubro es del 12%; en Colombia, del 8%; y en Chile, del 10%.


    La producción corre a cargo del artista

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    Santiago Villalba
    es un guitarrista profesional con trayectoria en el mundo del rock ecuatoriano. Para grabar su disco como solista invirtió algo más de USD 8 000.

    Villalba admite que es una inversión modesta a comparación de otras producciones. El disco, que aspira estar listo y empacado para finales en este año, lo compuso y produjo él mismo. Con ese monto pudo pagar a otros músicos, el alquiler de un estudio de grabación, el diseño de la caja del disco y el primer tiraje de mil ejemplares. La distribución y promoción del mismo es una tarea que aun está por definirse.

    En el país, ocupar un estudio puede costar desde USD 20 la hora. Según el grupo musical o el solista, grabar una canción puede demorar un promedio de ocho a diez horas o más, si se decide grabar instrumento por instrumento. La fabricación del disco más la impresión de la caja puede costar en el país desde USD 2 200 para un tiraje de unos 1 000 discos.

    Ana Lucía Vallejo, vinculada la industria musical, explica que para que un músico pueda llegar al mercado en cualquier país requiere el apoyo de un gran equipo humano, para que se encargue de la producción, comercialización y publicidad. Esto mientras el músico se concentra únicamente en crear su música.

    «En el país  no existen productores, tampoco editoras, ni disqueras. Existen muchas falencias que impiden al músico llegar al mercado sobre todo en la ausencia de personal especializado», explica Vallejo.

    Otro artista, Danilo Parra, enfatiza en que existen músicos, productores y cantantes capaces de crear material musical de calidad. Pero insiste en que falta inversión. «A mí, como artista, me tocó formar una pequeña productora con mi familia y costear la producción de discos, mezclas y pasterizados», señala.

    Las grabaciones de sus canciones las realiza en Ecuador y el proceso de mezcla en Buenos Aires o Miami y el masterizado o depuración en Italia. «Los equipos que se utilizan para hacer ese proceso tienen costos que superan el USD 1 millón. En el país las productoras no las pueden costear, por ello hay que hacerlo afuera». Esto es necesario para que un disco pueda competir con artistas como Shakira o Juan Luis Guerra.

    Parra dirige el estudio ParraMon, en las que sus hermanos Viviana y Daniel y otros artistas independientes graban sus discos y realizan diferentes propuestas audiovisuales.

    Main Disk y Global son de las pocas empresas ecuatorianas que fabrican discos en el país. Álvaro Pinto es el jefe de Producción de la primera y asegura que en su empresa cada mes se fabrica en promedio 30 000 discos. «El 50% son de música chicha y el resto son de bandas de rock, vallenatos, salsa y baladas».


    La música se vende en la red y en la tarima

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    La evasión del pago por derechos de autor ocasionan pérdidas de hasta USD 7 millones a la industria musical ecuatoriana, cada año, según estimaciones de la Sayce. Mientras que la piratería le produce pérdidas de hasta USD 177 millones, según estimaciones del Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI).

    Esto ha obligado a los artistas a buscar alternativas para percibir ingresos. Una de ellas es la de regalar sus discos para ganar difusión y así darse a conocer, con la esperanza de que luego tener contratos para conciertos.

    Ana Lucía Vallejo, manager musical, asegura que quienes más se benefician de este tipo de estrategias son los cantantes de música popular, por el número de gente que estos atraen. «Hay artistas que incluso regalan el disco al pirata para que lo masifique y así darse a conocer».

    Pero esto perjudica a otros artistas como Paúl Egas, percusionista de Tomback. Él cuenta que en el 2006 los discos de su grupo tenían demanda, pero actualmente esa venta es complicada. «Por eso nuestros temas se pueden descargar gratis en nuestra página web».

    En cada concierto, el músico puede cobrar no solo por la presentación, sino también por los derecho de difusión de la música de su autoría.
    De acuerdo al pliego tarifario de la Sayce. Los organizadores de un concierto deben pagar el 8% de la ganancia neta del evento. «Pero por un acuerdo verbal solo pagan el 5%», asegura David Checa, director  general de la Sayce.

    «Muchos músicos se presentan hasta gratis en los conciertos con la esperanza de ganar dinero por el cobro de derechos de autor», asegura.
    En el país 2 220 tiendas informales se enfrentan a 24 tiendas formales de música a nivel nacional, según el IEPI. Es por eso que muchas agrupaciones prefieren vender su música por internet.

    Un ejemplo es la banda de música experimental Munn, que vende su disco por la Internet a USD 7. En el mercado se puede encontrar una oferta de canciones que van desde USD 0,25, hasta un dólar en portales de compras como Amazon, iTunes, Spotify en donde el 50% de lo vendido va para el artista y el otro 50% se divide entre editorial, discográfica y manager.

    Otros músicos, asegura Vallejo, tocan para diferentes bandas a manera de respaldo en conciertos de artistas nacionales como internacionales. «Si viene, Marco Antonio Solís, por ejemplo, acá hay un baterista que ya lo conoce y toca con el cuando viene».

    Para Vladimir Albornoz, guitarrista profesional, esto no es una actividad rentable y es demasiado agotador. «He tocado hasta con cinco bandas al mismo tiempo, en una época. Hay otras formas de percibir ingresos. Dictando clases de música, por ejemplo».


    Un artículo de la ley alienta a los músicos

    La recientemente aprobada Ley de Comunicación (finales del pasado junio), renueva la esperanza de fortalecer a la industria musical ecuatoriana. El artículo 103 se refiere a la difusión de los contenidos musicales en los medios de comunicación.

    «En los casos de las estaciones de radiodifusión sonora que emitan programas musicales, la música producida, compuesta o ejecutada en Ecuador deberá representar al menos el 50% de los contenidos musicales emitidos en todos sus horarios, con el pago de los derechos de autor conforme se establece en la ley. Están exentas de la obligación referida al 50% de los contenidos musicales, las estaciones de carácter temático o especializado», reza el documento oficial.

    Para el artista guayaquileño Danilo Parra, la nueva Ley de Comunicación es una oportunidad para los artistas ecuatorianos, «especialmente para los independientes para tener proyección».

    El apoyo por parte de las radios -dice Parra-, ha sido fundamental en su carrera de artista, aunque reconoce que han existido vicios en muchas emisoras, pues les cerraron oportunidades a decenas de artistas. En las últimas fiestas de Guayaquil, las julianas, se contrataron artistas internacionales para los diferentes actos del Gobierno central y local.

    La cuestión para este artista es que existe un documento con el que se podría exigir igualdad de espacios en todos los aspectos. «La Ley de Comunicación no va a generar un antes y un después; crear un nivel de conciencia obligada en los medios no va a hacer que estos cambien su estilo de programación», indica el productor y cantautor Lucho Rueda. Él acota que los artistas que van a tener oportunidades de que sus canciones sean escuchadas son aquellos que han sonado siempre.

    Rueda cree que para artistas poco conocidos, la Ley no generará algún cambio, aunque aclara que es una herramienta para incentivar la industria. «El nivel de producción musical es de calidad, aunque existen artistas que por falta de recursos no pueden producir sus discos de manera profesional».

    Desde el lado gubernamental, uno de los motivos para el desarrollo e impulso de este articulado está relacionado con la experiencia cultural de Argentina. En ese país se registraron trabas para transmitir canciones en inglés, durante los conflictos relacionados con las islas Malvinas. El régimen totalitario, según declaraciones del Ministro de Cultura, Francisco Velasco, hechas a finales de junio, habría promovido indirectamente el surgir del rock argentino durante las décadas subsiguientes.

    En cuanto al mercado local, producir una canción toma alrededor de 20 horas. Rueda cuenta con un estudio propio, algo común entre los artistas nacionales, en el que cada hora cuesta unos USD 25.

    Para el guitarrista Hittar Cuesta, la producción de su tercer disco Dream Machine fue un trabajo arduo que realizó en su estudio, en San Rafael, al suroriente de Quito, y a los Estados Unidos en donde grabó la batería.

    Para él incluir a los músicos en la Ley de Comunicación fue un error pues en dicha normativa no se podrá dar un tratamiento exhaustivo al tema. «Para eso debieron cambiar la Ley de Cultura. Acá hace falta una entidad reguladora que apoye a los músicos y su trabajo«.

  • Todo está listo para incubar empresas

    Redacción Quito

    Desde el 2000, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) entró en un proceso de adaptación a los nuevos tiempos y a inyectar en las venas de sus estudiantes el espíritu emprendedor. La meta no es solo formar los mejores profesionales del país, según señalan sus autoridades, sino que estos, además, sean creadores de nuevas ideas y generadores de cada vez un mayor número de empresas y empleos.

    Apuntando en esta dirección, las mallas curriculares se están adaptando de tal manera que por todas las facultades el tema del emprendimiento se constituya en un pilar importante. A ello se suma el objetivo de montar una incubadora de empresas, que permita que los estudiantes pongan en marcha, en la vida práctica, sus ideas de nuevos negocios.

    Para el director General de Estudiantes de la universidad, Juan Carlos Latorre, el proceso se encuentra bastante adelantado y se ha hecho una prioridad para las autoridades. «De nuestras aulas salen los mejores profesionales, que se colocan en puestos estratégicos y de liderazgo. Es reconocido su profesionalismo en todas las áreas. Incubar sus ideas será un beneficio para ellos, para la universidad y para el país en general».

    Si bien las carreras más afines con el emprendimiento, como son la de Administración y Ciencias Contables y la de Economía que lideran las propuestas al interior de la universidad, con programas diseñados específicamente para lograrlo o con casas abiertas y exposiciones, esto es algo que ya está multiplicándose a través de otras carreras.

    Así, por ejemplo, el emprendimiento es una dimensión necesaria en el Programa Multilingüe en Negocios y Relaciones Internacionales (LEAI). Este programa se desarrolla desde hace lustros en la Facultad de Comunicación, Lingüística y Literatura.

    Asimismo, dice Latorre, en el quehacer científico es conocido por la opinión pública interesada en este tema, el dinamismo de la Escuela de Ciencias Biológicas: líder en el país en bioprospección, en investigaciones orientadas a la conservación de la biodiversidad, en la propuesta de proyectos relativos a la biomasa.

    José Aráuz, director de bienestar Estudiantil, añade que la universidad tiene entre sus principios la preparación integral de sus estudiantes, lo que abarca su formación moral, intelectual y profesional. Todo al servicio de la sociedad.

    «La política que se sigue es la de lograr que los estudiantes participen en proyectos de investigación, que les permitan desenvolverse en actividades de responsabilidad. A través de muchos proyectos, los universitarios participan en programas y concursos en los cuales han alcanzado premios y menciones a escala nacional e internacional», dice.

    Otro aspecto importante en este escenario es la incorporación permanentemente de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) a los procesos pedagógicos. En los entornos virtuales de aprendizaje se realiza un diálogo didáctico mediado bi y multidireccional entre el profesor y el estudiante, mediante actividades como foros de discusión, conversaciones, envío y recepción de tareas, incorporación de archivos de audio y video, evaluaciones en línea…

    La bolsa de empleo

    Alumnos. Para la PUCE, el apoyo continuo a sus estudiantes es pieza clave para su desarrollo. Por ello, impulsa la bolsa de empleo y pasantías, a través de la cual mantiene una relación estrecha con las empresas e instituciones.

    Aplicantes. Una vez recibidas las ofertas se redirecciona a los coordinadores de bolsa de cada unidad académica. La edad promedio de los aplicantes está entre 20 y 22 años; es decir, estudiantes que surcan el quinto nivel en adelante.

    Resultados. Aproximadamente el 34% de las ofertas laborales que se reciben corresponde para la Facultad de Ciencias Administrativas. Mientras que un 26% se destina para las de Ingeniería.

  • Nova alimentos quiere conquistar el mundo con su producto estrella

    Mónica Orozco Redacción Quito / LÍDERES

    Nova Alimentos, que hoy exporta vegetales congelados a más de siete destinos internacionales, nació como una panadería hace 16 años.

    Luego de incursionar en varias iniciativas, la panadería, que desde entonces se llamaba Nova y se ubicaba en Quito, fue el primer emprendimiento exitoso del guayaquileño Xavier Hervas, actual presidente de la firma.

    Pero más que una panadería, este negocio buscaba ser una vitrina para la venta de maquinaria para este segmento. Su estrategia: «Mostrar cómo quedaría el pan, si lo hornea en esa maquinaria».

    Para entonces, Hervas había entrado también en el negocio del brócoli, como agente de compras para enviar el producto una empresa de EE.UU.

    Pero este no era su plan de vida. Hervas buscaba generar valor agregado.

    El empresario se dio cuenta de que el brócoli era un producto de gran potencial y hace siete años decidió vender la infraestructura de la panadería, para comprar las instalaciones de una industria de procesamiento de alimentos, en Lasso, Cotopaxi. Tras ahorrar más capital, adquirió en el 2010 la maquinaria industrial, explicó Wilma Toscano, gerenta de la empresa. De esta manera, Nova Alimentos ha crecido gracias a sus propios recursos, provenientes de ahorros y sin créditos en el sistema financiero.

    El primer producto para procesar fue el brócoli y hace poco comenzaron con la producción de coliflor, que representa hoy el 7% de sus envíos. La maquinaria congela de manera tan rápida el producto, que garantiza que este no pierda sus propiedades iniciales y amplía su conservación hasta por dos años.

    Toscano señala que las condiciones climáticas del país permiten contar con productos de buena calidad. La producción a más de 2 800 metros sobre el nivel del mar, por ejemplo, reduce el riesgo de plagas. «El producto está libre de residuos de cualquier pesticida».

    Una de las principales dificultades, indica la Gerenta, ha sido encontrar agricultores que le apuesten al producto.

    Un grupo que confió en Nova fue la comunidad Gatazo Zambrano (Chimborazo), que entrega 35 toneladas mensuales a la empresa, con la que tomaron contacto desde el 2012. Unas 350 personas conforman esta comunidad, que destina la mitad de su producción a la exportación y el resto al mercado interno.

    La ventaja de sembrar brócoli, explica Fanny Cruz, quien es parte de la comunidad, es que con un ciclo corto de 90 días ya obtienen el producto.

    Cruz dice que hace tres años una empresa no pagó USD 130 000 a la comunidad y eso afectó su crecimiento. Nova, en cambio, es cumplida en los pagos y, además, les da asesoramiento, dice Cruz.

    Otra estrategia que está clara para la firma es la diversificación de mercados. El principal comprador de Nova es Japón, que se lleva el 40% de su producción. El 30% se dirige a Europa y el resto se destina a EE.UU. y Canadá.

    Gracias a ello, la pérdida de las preferencias arancelarias del país para ingresar al mercado estadounidense, no tuvo impacto en la firma. La búsqueda de más destinos aún no ha terminado. Este año empezarán los envíos a Emiratos Árabes Unidos, mercado al que accedieron tras asistir a un foro en el que participaron, gracias al apoyo de ProEcuador.

    Espinaca, zanahoria y espárrago, están entre los productos que buscan desarrollar para la exportación.

    LA INSIGNIA

    María de Lourdes Vilca
    Supervisora de proceso de Nova Alimentos

    Me gusta trabajar con el brócoli. Yo soy de Cotopaxi. Antes trabajaba en una plantación agrícola, pero era muy duro, demanda de mucho esfuerzo. Ahora en la fábrica estoy muy contenta. Las fortalezas del producto que vende Nova es que es un alimento sano y de excelente calidad. Yo trabajo ya casi cuatro años y me gusta que me dan cada vez más responsabilidades, me motivan. Me gusta que los procesos de calidad son muy estrictos, tanto el corte, lavado y otros.

    Como supervisora de proceso en la planta tengo que controlar que el producto esté correctamente precocido y, posteriormente, que el congelamiento según estándares de la firma.

    Los procesos de calidad de los productos son muy estrictos , tanto el corte, lavado y otros.

    El empleo.  

    Nova cuenta con 190 colaboradores. De ellos, unos 150 están en la planta y el resto, en los cultivos.

    La producción.  

    El 30% de la producción proviene de cultivos propios y el 70% de agricultores que siembran para Nova Alimentos.

  • Las jubilaciones se aplazan en EE.UU.

    Adrià Calatayud EFE

    Al sumar a quienes lo necesitan con los que quieren mantenerse activos, está aumentando en Estados Unidos el número de personas que alarga su vida laboral y alcanza la vejez en su puesto de trabajo una vez superada la edad mínima para jubilarse.

    El ciclo vital de aprendizaje, trabajo y jubilación se está transformando y las fronteras que delimitan cada etapa se difuminan a medida que los más mayores aplazan su retirada y los más jóvenes tardan más en encontrar su primer empleo.

    Así lo establece un estudio realizado por tres investigadores de la Universidad de Georgetown en el que explican los cambios que se están produciendo en el mercado laboral estadounidense, materializados en el retraso de la edad de entrada y de salida.

    En pequeñas tiendas o en establecimientos más grandes de los EE.UU. no resulta extraño encontrarse dependientes de avanzada edad, como Bala Rae, quien, a los 80 años, aún trabaja en un gran almacén de Washington.

    «Me gusta lo que hago y no sólo porque los ingresos. Me mantiene bien de salud y me siento útil. Yo soy soltero, si estuviera en casa solo me moriría de aburrimiento», confiesa Rae, que lleva 26 años en su empresa y anuncia que piensa seguir allí hasta que su salud se lo permita.

    «No hay una edad máxima para trabajar, aquí no se discrimina ni por raza, ni por sexo, y por edad tampoco, pero tienes que hacerlo bien», razona el veterano dependiente, que ve en la «responsabilidad» y la «experiencia» las principales virtudes de los empleados mayores.

    Aunque paradigmático, el ejemplo de Rae es cada vez menos excepcional. «Aproximadamente uno de cada cinco adultos de más de 65 años trabaja hoy en día, mientras que en 1993 era uno de cada diez», explica el director del Centro de Educación y Fuerza de Trabajo de la Universidad de Georgetown, Anthony P. Carnevale, uno de los autores del estudio.

    Los ciudadanos estadounidenses pueden comenzar a beneficiarse del Seguro Social a partir de los 62 años, establecida como la edad mínima para acceder a la jubilación, pero con pensiones reducidas, por lo que la mayoría solía esperar hasta los 65 o 66 años en la década de 1980 y ahora hasta los 68 o 69, advierte Carnevale.

    El experto asegura que el retraso de la edad de retiro es una «tendencia a largo plazo» que comenzó en la década de 1990, se aceleró en la 2000 y «se ha hecho especialmente evidente desde la Gran Recesión» de 2008. «Las personas mayores han sido uno de los pocos grupos cuya tasa de empleo aumentó durante las debilidades económicas de los últimos años», destaca Carnevale.

    Otros datos

    Una encuesta.  Según una encuesta de Gallup, el número de personas mayores de 65 años en activo aumentó un 3 % desde 2010, una cifra que contrasta con el descenso del 2 % en el grupo de edad comprendido entre los 18 y los 29 años.

    La estadística.  En un sondeo del banco Wells Fargo, el 37 % de los encuestados respondió que esperaba trabajar hasta su muerte o hasta caer gravemente enfermos.

  • ¿Listo para convertirse en el empleado del 2014?

    Arturo Castillo, Especial para LÍDERES

    Es probable que muchas personas no vean en el Año Nuevo más que el inicio convencional de un nuevo calendario, una forma arbitraria de organizar la marcha del tiempo. La gran mayoría, sin embargo, está segura del valor simbólico del ‘nuevo tiempo’, de la incidencia positiva de ese tiempo por-venir, potencialmente provechoso, renovador.

    Para la mente, que suele aprisionarnos a los recuerdos, especialmente a los negativos, no es sencillo aceptar que se trata de un tiempo renovado, que conlleva nuevas oportunidades. La memoria prefiere aferrarse a esquemas ligados al fracaso, a temores de la más variada naturaleza.

    Efectivamente, los hábitos mentales se yerguen como barreras que impiden mirar las cosas, los eventos, las personas, con un sentido de novedad, como experiencias inéditas. Prevalecen, en cambio, los estereotipos, las ideas preconcebidas, los ‘ya lo sabía’.

    Es preciso convencerse a sí mismo, entonces, de que el Año Nuevo es un verdadero punto de partida, un puerto que permite zarpar hacia un tiempo prometedor, a condición de que se leve el ancla que ata al derrotismo, al pasado ingrato, al pesimismo.

    Así, la memoria constituye una rémora, a menos que la persona integre conscientemente al presente los errores y fracasos como experiencias enriquecedoras, como registros que evitan caer dos veces en el mismo hueco.

    Afincarse en el presente, como un mirador que permite tener una visión panorámica, ayuda a establecer un punto de partida, a resumir lo vivido, a fin de proyectarse al futuro despojados de miedos, de expectativas que desgastan el ánimo y la mente.

    Consecuentemente, proponerse cambios personales para el Año Nuevo tiene un valor personal estratégico. En el ámbito del trabajo, por ejemplo, abrirse a nuevos enfoques, a maneras innovadas de asumir las propias tareas, ayuda no solo a lograr niveles de efectividad, de mayor rendimiento, sino también a experimentar plenitud laboral.

    Hay que empezar con la elaboración de una lista concreta de los aspectos que se quiere mejorar o desarrollar, a manera de una maqueta donde se ven proyectadas, materializadas, las metas personales.

    La costumbre de llegar crónicamente atrasado, desalado, inventando todo tipo de pretextos, es algo que el sujeto tiene que erradicar. Quizás deba revisar el hábito de trasnocharse, tal vez deba aprender a ‘desenchufar’ la mente, a fin de obtener verdadero descanso.

    Para ello es necesario aplicar una estrategia, que empieza con la habilidad para desconectar la mente de todo lo ocurrido a lo largo del día. El ‘reseteo’ mental permite contactar con el presente, descolgarse del pasado. Aprender a relajar el cuerpo, a silenciar la cabeza, ayuda a dormir sin sobresaltos.

    Ejercicios, baño con agua al clima, un desayuno nutritivo, y la persona estará lista para la jornada. Llegará puntualmente, estará realmente despierta, será capaz de absorber las horas de trabajo sin cansancio, con mente alerta, distendida, con una actitud optimista.

    La costumbre de aplazar las tareas, producto de un estilo personal que tiende a aplazarlo todo, se resuelve con un adecuado enfoque mental, con la habilidad para atender eficientemente una sola cosa a la vez, sin atropello, sin dispendio de energía. Implica no tratar de abarcar más de lo que realmente se puede asumir.

    Pero es también importante evitar los dispersores de la atención, como los aparatos electrónicos. La disciplina para organizar el tiempo laboral podría plantear una revisión del estilo de comunicación con los compañeros. Evitar, con tino, al chismoso, al locuaz, a aquel que busca ‘socios’ para quemar el tiempo, al cuentacuentos, deja un montón de tiempo sobrante para el trabajo.

    La desorganización y el caos, el traspapeleo, el retraso de tareas, son condiciones de la mente. Muchos individuos viven en el despiste, en la fantasía, en el sueño diurno, incapaces de reconocer qué es prioritario para su vida, sin alcanzar a jerarquizar sus necesidades.

    Estos sujetos son víctimas del bullicio mental, de la falta de enfoque. Tienen que aprender a hacer silencio, a autoobservarse en las acciones cotidianas.

    La práctica sistemática de la meditación, como lo hace la multinacional Google con sus trabajadores, ha demostrado ser una herramienta eficaz, no solo para aumentar la productividad sino también para desarrollar a plenitud el talento humano.

    La saturación y la desidia son asuntos corrientes en el estilo laboral de nuestro tiempo.

    Si las tareas son repetitivas, sin posibilidad alguna para la innovación y la creatividad, la persona debe discutir el tema con la empresa que, a lo mejor, está haciendo de sus colaboradores entes estrictamente operativos, bastante parecidos a las máquinas.

    La autoridad puede volverse un vicio. Si el individuo se regodea en la cuestión del mando, si sus opiniones se imponen a las del equipo; si empieza a convencerse de que sus verdades son irrefutables, su liderazgo se ha desvirtuado. El mejor antídoto para el autoritarismo es la capacidad de escucha, una mente receptiva al cambio.

    El crecimiento profesional continuo va más allá de la formalidad académica; exige una mente dispuesta a explorar, a encontrar nuevos mecanismos que faciliten su creatividad, que promuevan la innovación. El maestro zen Shunryu Suzuki dijo: «La mente del principiante está vacía, libre de los hábitos del experto, lista a aceptar, a dudar y abierta a todas las posibilidades».

  • El profesional local tiene retos en camino

    Mónica Orozco, Redacción Quito / LÍDERES

    A la hora de hablar de calidad, retención y captación del talento humano, Ecuador tiene limitaciones. Dentro de un universo de 103 países, el Ecuador ocupa el puesto 74.

    Así lo señala la primera edición del Índice de Competitividad de Talento Global 2013 (GTCI, por sus siglas en inglés), elaborado por la multinacional especializada en gestión del talento humano Adecco, la escuela de negocios Insead y el Human Capital Leadership Institute.

    El GTCI analiza seis factores determinantes en la calidad del talento: habilitadores (entorno legal, de negocios, etc.), atracción de capital humano, formación, retención, competencias y conocimiento global.

    Los líderes en estos temas son Suiza, Singapur y Dinamarca. Ecuador, con un puntaje de 73,8, está más de 15 puntos lejos de la media del Índice (58,4), superado por Colombia (60,7) y Perú (61,7).

    El país se destaca en los apartados de número de alumnos por profesor, matriculación universitaria, tolerancia a la migración, incorporación de profesionales mujeres y otros elementos de equidad.

    Pero está a la cola en temas de flexibilidad laboral, ámbito empresarial y legal, productividad, educación, innovación y relación entre paga y productividad.

    De hecho, el 78% de pequeñas y medianas empresas en el país considera necesario capacitar a su personal.

    Así dice un estudio elaborado en el 2013 por la Escuela Politécnica Nacional y la Escuela Politécnica del Ejército entre los socios de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria de Pichincha (Capeipi), que concentra al 67% de mipymes del país. Entre las áreas donde se requiere capacitación están marketing, seguridad e higiene, gestión empresarial, financiera y de la calidad.

    Uno de los problemas, según el GTCI, es que el mundo ha cambiado de una economía industrial a una de servicios y conocimiento, y hay poca oferta de trabajadores para esos ámbitos. «Los centros educativos están bajo presión para suministrar empleados calificados para la nueva economía».

    Además, acota, las empresas requieren personal cualificado y no proporcionan suficientes oportunidades de formación.

    Roberto Estrada, socio de Deloitte Ecuador, explica que el capital humano de una nación se revaloriza, estanca o decrece en función del buen o mal funcionamiento del modelo educativo de un país. «La realidad ecuatoriana ha demostrado a lo largo del tiempo, serias falencias en la educación a nivel integral, lo cual sin duda se evidencia en la posición que poseemos en dicho ‘ranking’», dice.

    Eddy Troya, gerente de Human Plus, destaca el compromiso y la capacidad de adaptación del talento humano del país, pero cree que aún hay deficiencias en idiomas y formación de alta especialidad. También, considera que la universidad forma en temas técnicos, pero no tanto en competencias conductuales, como liderazgo, toma de decisiones, etc.

    Estrada considera, además, que el talento humano ecuatoriano es bastante conservador, pero cree que las nuevas generaciones empujarán un cambio gracias a que acceden a centros académicos de alto desarrollo mundial a través del sistema de becas gubernamentales. Además, sostiene que son necesarios educadores que conozcan los desafíos del mundo actual, un trabajo en equipo entre las empresas y universidadespara identificar las carreras con más potencial, etc.

    • El especialista

    Competitividad: Ecuador avanza a su ritmo

    Arturo Castillo
    Motivador y prof. de técnicas psicorrelajantes


    No hay país del mundo que no se vea hoy en día abocado a elevar sus índices de competitividad, como estrategia clave para mantenerse a flote en las turbulentas aguas de la globalización.

    Los parámetros y modelos de competitividad han experimentado cambios significativos en las dos últimas décadas. La emergencia de los ‘Tigres asiáticos’, en los sesenta dio un vuelco al mapa económico mundial y revolucionó la tecnología y la industria; fue el punto de partida de una nueva manera de entender la competitividad.

    El énfasis en la productividad, mediante la fórmula de la reducción de costos, fue la estrategia perfecta para dejar fuera de combate a los competidores, aunque ello implicara sacrificar la calidad de los productos.

    La reciente crisis de la economía mundial marcó otro momento de la competitividad, con la depreciación del trabajo humano, agravada por la falta de fuentes de empleo, por la desocupación masiva.

    El péndulo de la economía, que como otros momentos de la historia está provocando movimientos migratorios, hace pensar que los referentes de la productividad y la competitividad seguirán desplazándose a diferentes puntos del planeta. En el caso ecuatoriano, la competitividad es un tema pendiente, no solo en lo regional sino también a escala global. El elemento gravitante radica no solo en la capacidad para generar productos de calidad sino fundamentalmente en la mentalidad, tomando en cuenta que la competitividad es una filosofía, una manera de hacer las cosas.

    En conjunto, es necesario analizar el grado de preparación profesional del trabajador ecuatoriano promedio, la actitud general hacia el trabajo; la calidad del liderazgo empresarial, el clima laboral, las políticas de capacitación continua.

    ¿Cómo es el trabajador ecuatoriano?, ¿cuáles son sus fortalezas y sus debilidades?, ¿es capaz de innovar?, ¿está abierto a nuevos aprendizajes?, ¿funciona en equipo? La competitividad concebida como un asunto cuantificable, en virtud de la tecnología, omite lo esencial: el talento humano. Las máquinas deben servir para que la imaginación creadora alcance cimas insospechadas, no como herramientas subyugadoras.

  • Cómo identificar a los ‘falsos imprescindibles’

    El País de Uruguay, Grupo de Diarios América (GDA)

    Una de las mayores pérdidas de tiempo en la vida laboral de cualquier empleado puede ser obsesionarse con la idea de que se es imprescindible, es decir, que nadie va a poder hacer el trabajo que hace él para la compañía.

    Sin embargo, esta idea parece cambiar, generalmente, al pasar una larga temporada alejado del puesto de trabajo y, al regresar, darse cuenta de que la ausencia pasó completamente inadvertida en la empresa. Aunque podría ser aún peor: puede suceder que al volver las cosas marchen aún mejor que cuando estaba. Y en ese momento es cuando el empleado reacciona y descubre que no es indispensable en su oficina.

    Es que en todo ambiente laboral están aquellos que ni siquiera se toman días libres o, si lo hacen, gastan horas y horas de sus vacaciones llamando al trabajo para comprobar que todo va bien. En este tipo de organizaciones, es más normal que proliferen aquellos que aparentan realizar muchas tareas y están siempre ocupados, pero que al final, en los hechos, sucede lo contrario.

    En general, quienes suelen ser olvidados tras una ausencia prolongada son aquellos que, durante su jornada laboral (caracterizada por el presentismo) intentan tomar el menor número de decisiones posibles. Son aquellos que nunca se arriesgan y delegan todo buscando el consenso. Son quienes no se anticipan y, ante la incertidumbre, buscan excusas en el entorno que justifiquen su incapacidad para analizar.

    También suponen un caldo de cultivo ideal para un tipo de liderazgo incompetente, que tiene cierta facilidad para generar bolsas de incompetencia.

    Quizá no resulte agradable identificarse con alguna de estas incompetencias, pero le ayudará a tomar conciencia de lo prescindible que se puede llegar a ser y el valor que se aporta.

    En primer lugar, es importante analizar el tiempo que hace perder a quien trabaja con usted, sean superiores o colegas. Para esto, se debe calcular el cociente entre los problemas que le llegan y los que resuelve, y analizar si suele dedicar mucho tiempo al micromanagement; es decir, al perfeccionismo exagerado, al análisis y al detalle absurdo.

    También puede comprobar si tiende a cambiar de prioridades con frecuencia y si es de los que siempre están muy ocupados, continuamente desbordado y sin tiempo para nadie.

    Todo esto prospera en organizaciones que, de alguna manera, incentivan esta situación y llevan a que el presentismo resulte rentable y más valorado que el trabajo en sí. Estas empresas crean los «falsos imprescindibles», que tienden a estar siempre en la oficina aunque realmente no hagan nada productivo, porque en ese tipo de empresas siempre conviene quedarse más allá de lo necesario.

    Estas empresas son también favorables para aquellos que desarrollan una hiperactividad inútil que se identifica con la multitarea: invierten la jornada laboral en actividades inútiles sin valor.

    Los especialistas en el área recomiendan a los empleados que se encuentran en esta situación a darle un nuevo valor a sus tareas. Las empresas buscan optimistas inteligentes, profesionales proactivos, que ofrezcan ideas y que hayan demostrado creatividad en la manera de obtener sus resultados y sean muy adaptables a las nuevas situaciones.

    Mantener una actitud positiva, mostrar flexibilidad y dar valor agregado a las tareas es fundamental. Son aquellos empleados que, al parecer, resultan indispensables para el buen desempeño del negocio, pero en los hechos no aportan un diferencial real. Una actitud positiva, flexibilidad y dar valor agregado es fundamental para las empresas.

    Y, ¿cuál es la perspectiva del teletrabajo? Una de las mayores preocupaciones de las empresas para habilitar puestos de teletrabajo es que, al enviar a los empleados a la casa, la productividad laboral se disminuya. Por lo tanto, hay aspectos que se deben considerar (ver puntuales).

    El trabajo en casa

    Las características. Un buen teletrabajador debe ser autónomo, orientarse por resultados y metas puntuales, recursivo, saber manejar su tiempo, manejar las tecnologías de la información y la comunicación, saber trabajar en equipo y adaptarse al cambio.

    ¿Un arma de doble filo? Si bien el ­teletrabajo ejecutado en las condiciones adecuadas trae grandes ventajas para los trabajadores, si no se consideran algunos factores puede resultar en una extensión de las tareas y en una intromisión a la vida personal.

    Las modalidades. Pueden ser: teletrabajo autónomo, teletrabajo suplementario y teletrabajo móvil.

  • Claves para ser la persona más querida en una oficina

    El Comercio de Perú. Grupo de Diarios América (GDA)

    Cuando uno busca un empleo y también cuando ya está trabajando, caerle bien al resto de compañeros y a los jefes puede dar una gran ventaja. Pero, ¿se puede aprender a ser popular? Jane Anderson, una estratega del desarrollo de la marca personal de Estados Unidos, publicó hace unas semanas un artículo en LinkedIn señalando que sí es posible.

    Anderson, que pasó 15 años enseñando cómo desarrollar relaciones interpersonales en la industria del retail, señala que cada vez que había que mejorar las ventas, ella se enfocaba menos en los dólares y más en el equipo y cómo se conectaba con la gente.

    Ella señala que son cinco pasos los que hay que considerar para ser más simpático a los otros, en el entorno laboral.

    El primer punto se refiere a «Leer a las personas». La especialista comenta que es importante mirar todas las señales no verbales y el lenguaje corporal. Buscar las expresiones mínimas y el contacto visual. Ya que así puedes anticiparte a sus necesidades y plantearle la pregunta exacta en el momento perfecto.

    El segundo es «Sé curioso». A todos les gusta hablar de ellos mismos. Cada persona es su tema de conversación preferido y todo lo que diga va a ser relacionado por otras personas con sus propias experiencias y le dirán lo que significa para ellos. Para esto debes acelerar el proceso y preguntarles sobre ellos. La manera de conectar con otras personas es haciéndoles sentir importantes.

    El tercero es «Adivina lo que las personas están pensando». Esto muestra empatía y refleja que entiendes el mundo de la otra persona. Mientras más puedan conectar con lo que no están diciendo, más fácil quitarás la barrera entre las personas y tú. Les gustarás, porque tú entiendes su dolor o su esfuerzo.

    El cuarto punto es «Haz cumplidos». Un cumplido siempre será bien recibido por otra persona, lo importante es ser sincero y no mentir. A la gente le encantan los cumplidos.

    El quinto es «Sé amable». Sonreír. Parece a, pero es muy eficiente. Mantén contacto visual para generar confianza instantáneamente.

  • Mauricio López : ‘Las 1 000 firmas más grandes generan el 42% del empleo’

    Mónica Orozco (i) Redacción Quito / LÍDERES

    Luego de que la semana pasada, la Superintendencia de Compañías y Valores publicara el reporte Ranking Empresarial 2013, el director Nacional de Investigación y Estudios de esa entidad, Mauricio López, explica cuál fue el desempeño económico de las 1 000 compañías más grandes del país.

    ¿Cómo se elaboró el ranking?

    Se tomó la base de datos de 41 605 compañías. Estas fueron las que presentaron sus balances hasta el 8 de julio de este año; se hizo el corte en esa fecha para la elaboración del Ranking, asumiendo que habían presentado el balance la mayor parte de las compañías. Con base en eso, se utilizaron las variables de activos, patrimonio y ventas, y se ponderó esas variables para obtener las 1 000 más grandes.

    ¿Alguna de esas variables pesa más?

    Sí. Tiene más ponderación la variable de ventas, luego está activos y, en tercer lugar, patrimonio. Se utilizan estas variables, porque activos refleja el total de inversión de una compañía; el patrimonio, la parte que es de propiedad de los accionistas; y las ventas, la actividad económica.

    ¿En qué sectores están esas empresas?

    Un 35% de estas 1 000 más grandes pertenecen al sector de comercio; le sigue en importancia industrias. Con menor importancia tenemos los sectores de telecomunicaciones, servicios y minería.

    ¿Cómo les fue a las empresas en el 2013?

    Fue un año positivo. En término de utilidades, construcción registró un crecimiento del 355,1% frente al 2012 y otro fue el de actividades financieras y de seguros, con una tasa del 368,4%. Este segmento incluye firmas mercantiles del mercado de valores, por ejemplo, administradoras de fondos y fideicomisos, casas de valores, etc. Cabe aclarar que esta rama no incluye a entidades bajo el control de la Superintendencia de Bancos (bancos, financieras, seguros, etc.) ni de la Economía Popular y Solidaria.

    ¿Cuál es el peso de las 1 000 compañías frente al total de compañías activas?

    Las 1 000 son apenas el 2,4% del total de las empresas (41 605). Sin embargo, este grupo concentra el 78% de las utilidades, el 68% de los activos totales, el 70% del patrimonio y el 68% de ventas del total de empresas activas registradas en la Superintendencia.

    Respecto a años anteriores, ¿hubo más empresas grandes en el 2013?

    La tendencia se mantiene. La mayoría de empresas del total de compañías activas son pymes en el Ecuador; pero, claro, la idea es que las pymes crezcan y que se conviertan en empresas grandes.

    En cuanto a ventas, ¿cuál fue el resultado?

    En los primeros lugares están Favorita, con ingresos por ventas de USD 1 756 millones; Conecel (1 648 millones), y El Rosado (1 053 millones).

    ¿Qué cambios observa frente al 2012?

    No veo muchos cambios. En el 2012, la primera en el Ranking General fue Conecel y, segundo, Corporación Favorita. En el 2013, se revirtió y hoy está primero Corporación Favorita. Pero, por lo general, en los primeros lugares están las mismas compañías. Lo novedoso de este año es que hicimos un ranking por personal ocupado. Allí aparecen algunas firmas como grandes generadoras de empleo, que incluso no aparecen en el ranking de las 1 000.

    ¿Qué resultados arroja?

    Las 41 605 compañías han reportado un total de 956 882 trabajadores. De esos, las 1 000 emplean a 402 684; es decir un 42%.

    ¿Cuáles son las empresas que más emplean?

    La primera es Reybanpac (en el sector agrícola) que genera 9 672 empleos. Le sigue a esta firma Corporación Favorita (comercio), con 8 732; Pronaca (industria), con 7 712. Luego están otras como Periplas (sector inmobiliario), con 7 026; y Sinohydro (construcción), con 6 561.

    ¿Cuáles son los sectores que más emplean?

    La primera es agricultura, ganadería, silvicultura y pesca. Las de construcción también tienen un papel muy importante. En este segmento están, por ejemplo, la constructora Norberto Odebrecht, Hidalgo e Hidalgo, Herdoíza Crespo, etc. Otra actividad generadora de empleo es el comercio, como he dicho y ahí está Corporación Favorita.

    ¿El boom de la construcción explica los datos de ese sector?

    Sí; de hecho, algunas constructoras están dentro del grupo de compañías más grandes. Por ejemplo, Hidalgo e Hidalgo está en el puesto 17.

    Las compañías ahora deben reportar sus balances contables bajo las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). ¿Qué efectos tuvo este cambio en el ranking 2013?

    A partir de abril del 2013, absolutamente todas las firmas tenían que entregar los balances del 2012 en formato NIIF. Eso les demandó cambiar la contabilidad, tuvieron que capacitarse los contadores de las compañías y ya han cumplido. Si vemos los activos, por ejemplo, yo creo que ahora son mucho más reales, porque bajo NIIF se tienen que poner los activos a valor de mercado, con perito avaluador o por lo menos con el Impuesto Predial. Antes, se ponía el valor de compra o adquisición y eso era caduco. Algunas que eran de papel salieron. Por eso se registró en el 2013 una mayor cantidad de compañías que fueron disueltas frente a otros años. Algunas empresas se dieron cuenta que exige mucho más el formato NIIF.

    ¿Cuántas compañías se disolvieron el 2013?

    En el 2011 se disolvieron 2 859 firmas; un año después, 3 779; en el 2013 fueron 5 961. Y hasta el 14 de agosto de este año se contabilizan 2 124. De estos datos, vemos un pico importante en el 2013.

    En el ranking se observa que entre las 20 más grandes están más empresas de comercio, explotación de minas y canteras, información y comunicación… ¿debe preocupar que no estén más industrias en esos puestos?

    El comercio genera empleo, eso es bueno. El sector es importante para que lleguen todos los bienes y servicios a la sociedad. A la industria hay que darle más empuje y creo que el Gobierno lo está haciendo con el cambio de matriz productiva, para que no se exporte solo materia prima sino con valor agregado. Con ello, iremos, poco a poco, viendo mayor participación de la industria en la economía nacional.

    LA GESTIÓN Formación.

    Economista por la Pontificia Universidad Católica.

    Cursos. Programación y Política Financiera en EE.UU., seminario Responsables de Sistemas de Información de Mercados de Valores en Costa Rica, etc.

    Experiencia. Trabajó en el Banco Central, Andinatel, entre otros.

    «Las 1 000 son el 2,4% del total, pero concentra 78% de las utilidades, 68% de los activos totales, el 70% del patrimonio y 68% de ventas del total de activas».

    «Algunas firmas que eran de papel salieron. Por eso se registró en el 2013 una mayor cantidad de compañías disueltas».

    «el sector que más emplea en Ecuador es el de agricultura.  la construcción también tiene un papel muy importante»./content/new