Etiqueta: emprendedores

  • UASB: No les tiembla el pulso para lanzarse a crear un negocio

    Redacción quito

    En las aulas, los estudiantes se sienten en confianza para preguntar lo que sea. A los catedráticos, muchos de ellos ocupan cargos directivos en empresas, les da la experiencia para responder cualquier interrogante.

    Constantemente, los alumnos se desvían en clase del camino curricular para recibir ‘trucos’ o ‘tips’ que les ayudan a la hora de montar sus propios negocios.

    Y el mensaje que reciben los alumnos es muy claro: cualquier emprendimiento es posible realizarlo si se sigue una planificación y hay que crear una empresa, en donde el emprendedor disfrute de trabajar, que sea su ‘hobby’.

    Uno de esos casos de éxito es el de Pablo Contreras, quien después de cursar la Maestría (MBA) en Creación de Empresas, por dos años, montó un atractivo negocio que, además de ser su pasión y de ser divertido, es rentable.

    El actual gerente general de la revista Terreno Extremo, especializada en todo lo concerniente al 4X4, recuerda que en su trabajo final de maestría debía presentar 10 ideas de negocios. A cada una de ellas debía ponderarlas y realizar sus respectivos estudios de mercado, entre otras cosas. En ese paquete de proyectos, la revista estaba ubicada en el cuarto lugar, es decir, no era la más rentable.

    Sin embargo, la inversión que requería estaba dentro de lo posible. Y al decidirse, Contreras recordó lo que había aprendido en clase: seguir el ‘hobby’. Él, desde hace 17 años, es un apasionado por este tipo de actividad. Entonces, se lanzó y montó su negocio que lleva seis años.

    «En las aulas de la universidad nos dan el empujón para no tener miedo a lanzarnos a hacer negocios. Los profesores tienen una buena manera de incentivar a hacerlo y no tienen celo en compartir sus trucos y experiencias. Por eso recomendaría a los profesionales seguir esta maestría, porque aquí en realidad se crean nuevos empresarios».

  • En su taller apostó por las figuras en miniatura

    Redacción Quito

    Desde niña, Ana María Cabrera recuerda que dedicaba su tiempo libre a elaborar adornos y muñecos de todo tipo, para regalar a sus amigos y familiares, también los vendía en su escuela y colegio. A sus 17 años, cuenta, vio en un programa de televisión la receta para crear porcelana fría y la puso en práctica en un regalo de 12 figuras, que obsequió a su enamorado y así nació ArtesAna, hace ya 30 años. Hoy, este negocio se dedica a la elaboración de pequeños muñecos de porcelana fría, material que se produce con la mezcla de cola plástica y maicena.

    Cabrera señala que su primer cliente fue el almacén Casa Tosi, en 1984, que solicitó 144 productos. «Para mí, esto fue una barbaridad y estaba feliz».

    Al iniciar el negocio, trabajaba en su casa ubicada en Ambato y le ayudaba su madre, Beatriz Vela. Luego, abrió un taller y hace ocho años se trasladó a Quito, donde vive con su esposo e hija. ArtesAna cuenta con dos colaboradoras en Quito y una en el taller que mantiene en Ambato; además, en épocas festivas, como Navidad, contrata a dos personas.

    La inversión inicial fue de aproximadamente 10 000 sucres (USD 238, al cambio de la época), para los materiales.

    Actualmente este emprendimiento, según su promotora, provee de figuras a la cadena Supermaxi, principalmente en la época navideña, ya que ArtesAna oferta pesebres completos en miniatura, bombillos, adornos navideños y muñecos personalizados.

    Cabrera dice que esta relación de negocios se dio por medio de su página de Facebook. Una representante de Corporación Favorita cuenta que los acercamientos con ArtesAna empezaron en junio del 2013 y el primer pedido fue de bombillos de Maxirenos.

    Otra clienta es María José García, propietaria de la tienda de regalos Locomanía en Ibarra. Ella indica que desde el 2008 compra figuras a esta microempresa. «Estos productos son originales y los acabados, preciosos», afirma García, quien hace cinco pedidos anuales de más o menos USD 500 cada uno.

    Andrea Díaz, propietaria de Kool Place, una tienda de regalos, adquiere productos desde hace ocho años, comenta que el precio es razonable ya que son hechos totalmente a mano. ArtesAna factura USD 60 000 anuales en promedio.

    Las cifras

    Ventas. A escala nacional tiene alrededor 22 clientes.

    Los precios. El valor de los muñequitos que vende va de USD 1,6 hasta 10.

    Ubicación. El taller se encuentra localizado en el norte de Quito, en la av. América y Cuero y Caicedo.

    Inversión. USD 800 es la inversión mensual

  • La Panela Gourmet sustenta este emprendimiento familiar

    Redacción Quito

    Iniciar un negocio es una tarea compleja, pero cuando se trabaja en familia la gestión puede ser menos estresante. Desde esa perspectiva, Galo Quizanga de 25 años, su hermana Verónica y su cuñado José de los Reyes, ambos de 31 años, empezaron hace cuatro años su microempresa Bio Alimentos. Su idea era brindar un producto sano y natural al mercado. «Lo que está en boga hoy son los productos orgánicos», comenta Galo.

    Es así que el primer producto que surgió en este negocio es la panela granulada. Verónica y José, técnicos de alimentos de la empresa, realizaron su tesis de grado en estudios de panela granulada, para contribuir con el proyecto.

    Pero su iniciativa no quedo ahí. Verónica indica que en el mercado existen otros productores de panela. Por lo que su idea iba más allá: tras el desarrollo de nuevos estudios, crearon una bebida instantánea gourmet de panela combinada con sabores 100% orgánicos.

    Bio Alimentos Ecuador lanzó en enero del 2014 su primera marca, EcoCaña para ofertarla en el mercado nacional y también internacional. La planta de producción se encuentra en Imbabura, en donde, dicen sus dueños, cuenta con máquinas ecológicas y trabaja con pequeños productores de esa provincia.

    Este emprendimiento, como lo describe su fundador, es un negocio social y ecológico ya que reutilizan la materia prima en los procesos.

    Bio Alimentos a través de EcoCaña factura de entre USD 10 000 y 15 000 mensuales.

    La relación que mantiene la empresa con los productores es de dos tipos. El primero, mediante el cual otorga capacitación y asesoría a los agricultores; el segundo, en cambio, implica solo una relación comercial.

    Alexandra Duarte, administradora de Megasano, una tienda de productos naturales y orgánicos (en Quito) es una de sus clientes. Duarte dice que Bio Alimentos les provee panela granulada y panela gourmet hace tres meses y compra a la semana 15 productos de EcoCaña. «El producto es muy bueno y saludable, la gente regresa por más», afirma Duarte.

    EcoCaña fue parte de las microempresas que participaron en la feria el Gran Bazar, que se realizó del 19 al 21 de septiembre en el sector de Cumbayá (oriente de Quito). En este encuentro -como parte de su exhibición- realizó degustaciones de su panela gourmet con los sabores limón y maracuyá. Bio Alimentos Ecuador también ofrece asesorías para emprendedores.

    El emprendimiento

    Los precios. La panela granulada cuesta USD 2, mientras que la panela gourmet de sabores (bebida instantánea), cuesta USD 3.

    Colaboradores. Bio Alimentos genera ocho plazas fijas de trabajo.

  • Con sus equipos, los restaurantes se lucen

    Redacción quito

    En 1994 Byron Lozada cambió la venta de hamburguesas, papas fritas, entre otras comidas rápidas, por la producción de equipos industriales para hoteles y restaurantes.

    «Tenía una cadena de locales en Ambato que creció bastante. De hecho, esa fue la década en la que se desarrollaron esta clase de sitios. A mí me tocaba comprar los equipos y me di cuenta que todo era importado y caro. Ahí me percaté que había una oportunidad de negocio en la producción local», explicó.

    Fue entonces que nació Alequip. Con una inversión de 1 millón de sucres arrancó, junto a un socio que ya no está, la fabricación de licuadoras industriales y peladoras de papas. Luego incursionaron en cocinas industriales, freidoras...

    La idea era que las empresas de hotelería, catering y alimentación den una oportunidad a los productos nacionales, de mejor calidad y resistencia que los importados. Y, en efecto, lo consiguieron rápidamente.

    La empresa incrementó su línea de producción y, actualmente, elabora equipos de cocción (hornos, máquinas de grill, cocinas eléctricas y a gas, etc.), equipos de refrigeración, muebles de acero inoxidable, equipos para catering, sartenes, entre otros artículos.

    Estos productos se fabrican en un terreno de 14 000 metros cuadrados, ubicado en Carcelén Industrial. Al inicio eran apenas tres trabajadores; ahora, 22.

    Uno de ellos es Wilter Túqueres, quien es uno de los empleados más antiguos de la firma. Él destaca el trabajo que se realiza en la empresa, que hasta hace dos años vendía sus productos a diferentes compañías distribuidoras.

    En ese tiempo, Alequip abrió un local de comercialización directa en el sector de la Rumiñahui, en el norte de Quito. Allí, además, vende artículos que no producen para restaurantes y hoteles.

    «Nuestro objetivo es satisfacer todas las necesidades de los clientes. Nosotros también les asesoramos para que puedan instalar sus restaurantes. Ellos vienen con una idea y nosotros les ayudamos a organizarse. Esto es importante porque en el mercado nacional se arriendan locales que no necesariamente estaban destinados a ser restaurantes. Con todo esto los negocios tienen éxito».

    Esto lo ha conseguido, por ejemplo, el local de comidas rápidas Papi Gallo. Esteban Báez, propietario de dicho local, destaca el servicio que brinda Alequip y la comodidad que ofrece en precios.

    Por ejemplo, una marmita importada puede llegar a costar USD 15 000, mientras que una de Alequip vale USD 5 000. Lo propio sucede con otros equipos.

    La explicación que Lozada da a esto es que han logrado desarrollar encadenamientos productivos que les permiten generar productos de calidad, cuyo precio se acomode a los consumidores.

    Cuentan, por ejemplo, con un proveedor nacional de partes y piezas, así como otro de acero inoxidable de calidad (evitan los componentes mixtos). Los motores son de fabricación brasileña.

    De hecho, los productos terminados en la línea de hotelería y restaurantes, competencia de Alequip, se importan de ese país, así como de EE.UU. y China.

    El reconocimiento de la empresa entre sus clientes le ha permitido expandirse hacia mercados extranjeros. Desde hace 10 años han equipado restaurantes en Pasto e Ipiales, en Colombia.

    Les gustaría expandir su producción, sin embargo, aseguran que es importante reforzar las líneas de financiamiento para este tipo de emprendimientos.

    La facturación

    Las ventas.  Alequip factura USD 1 millón al año. Byron Lozada, propietario de la compañía, asegura que le gustaría expandirse a otras provincias.

    El mercado.  La firma tiene clientes en todo el país. Su tarea es impulsar la cultura para el uso de equipos industriales.

  • En un local con un toque retro se prepara té de alta calidad

    Redacción Quito

    El té no se reduce a una preparación simple, compuesta de agua caliente y plantas. Es más que eso. Ese fue el descubrimiento de Guillermo Jarrín, cuando visitó a su hermana en Santiago de Chile, en el 2008.

    La cultura del té comprende un sinnúmero de saberes. Por ejemplo, para obtener uno de alta calidad, este debe ser cosechado a mano y se debe consumir las hojas enteras y no picado, como generalmente se acostumbra en el país. «Al no triturarlo, la planta no pierde todas sus propiedades», cuenta Jarrín.

    Asimismo, la temperatura del agua y el tiempo de infusión son claves para obtener las diferentes variedades de té.

    Todos estos conocimientos, Jarrín los quería transmitir en un local. Su búsqueda le llevó a encontrarse con el Club del Té, en el 2011, una empresa argentina que lidera el mercado en la región.

    Esta firma también se especializa en bestudios sobre esta planta y ofrece diversos cursos. Fue ahí donde este ingeniero comercial graduado de la Universidad de las Américas (UDLA), obtuvo las certificaciones de ‘sommelier’ y ‘blender’ de té; es decir, especialista en catar la bebida.

    Durante el 2012, realizó un estudio de mercado y se dedicó a la creación de una marca. Así, asociado con su madre Silvana Mora, dieron vida a Tippytea Blends, una lugar especializado para los amantes del té. Para concretar su proyecto invirtió unos USD 75 000. En agosto del año pasado consiguió un local en Mall El Jardín y su adecuación le llevó cerca de un mes. El lugar busca recoger el estilo clásico europeo, con toques retro.

    Tippytea Blends abrió sus puertas en septiembre del 2013 y ahora cuenta con 40 variedades de té, más mezclas. El cliente puede adquirir las hojas de las plantas al peso o también degustar de la bebida preparada, además de postres.

    Los visitantes también pueden encontrar accesorios para almacenar las hojas de té, como, latas, cofres, frascos de cristal, infusiones, teteras y más.

    Actualmente, Tippytea Blends vende en promedio al mes, 35 000 gramos de té; cada gramo cuesta 18 centavos.

    Entre los proyectos está convertir a la tienda en una franquicia; al momento, Jarrín finaliza el manual de procedimientos para ejecutar esta iniciativa.

    Gladys Herrera, consultora en estudios sociales, es una de sus clientas. «El té es excelente y lo compro al peso; acudo cada semana», comenta. En ello coincide Gabriela Ortiz, quien destaca su sabor y beneficios para la salud.

    Los productos Las opciones. Ofrece 40 variedades de té más frutas deshidratadas, flores, esencias y especias.

    Los proveedores. Cuenta con tres proveedores y los productos provienen de Kenya, Japón, Siria, Sri Lanka; también hay té ecuatoriano.

    USD 6 300 en ventas solo de té, al mes.

  • Con los muffines se desarrolló este grupo microempresarial

    Redacción Quito

    La empresa Muffines se forjó en 1990 en la Hacienda La María, ubicada en Cayambe. Así lo recuerda Hernán Rojas, quien hoy gerencia esta iniciativa que produce panes precocidos que se comercializan con el nombre de la firma.

    Hernán y su hermana, Mirian Rojas, le dieron impulso a su producto hasta ese momento conocido solo en EE.UU.

    La firma y el producto fueron iniciativa de la ecuatoriana María Cárdenas. Este tipo de pan precocido era su plato preferido en el país del norte y pensó que el producto podía tener acogida en Ecuador, buscó recetas y comenzó a preparar los primeros panes. «Era un pan muy casero. Empezamos con ventas para amigos y vecinos a domicilio», recuerda.

    Por motivos personales, Cárdenas decidió vender su participación a sus socios, los hermanos Rojas, quienes asumieron el reto de masificar el producto en el país.

    «Han sabido sobrepasar todo reto. Ellos han sabido luchar para mantener la empresa», comenta la exsocia.

    Hernán recuerda que en 1990 la crisis financiera en el Ecuador lo llevó a pensar en migrar fuera del país. Pero optó por quedarse, porque Muffines le daba la oportunidad de hacer realidad su sueño de convertirse en empresario, una meta que se propuso al cumplir 16 años cuando ayudaba a su madre en una pequeña tienda de abarrotes.

    Oriundo de Bolívar, Hernán siempre ha estado dispuesto a arriesgar e innovar. Desde hace cuatro años invirtió poco más de USD 85 000 para levantar una planta propia, adquirir maquinaria, hacer adecuaciones para certificar las Buenas Prácticas de Manufactura (que está al 50%) y adquirir un vehículo de distribución, para no romper la cadena de frío.

    La firma arrancó con ventas a Supermaxi. Hoy entre sus clientes también están Burger King, Hotel Marriott, etc.

    Además de muffines, la firma tiene dos líneas complementarias de negocio. La primera es Bestrans, con la cual presta servicios de transporte de productos para otras pequeñas y medianas empresas. La segunda es Bestmarketing, un segmento de mercadeo también dirigido a pymes, que analiza la rotación del producto en un local o supermercado.

    Paola Echeverría, propietaria de Quick Dog, compra desde hace dos años muffines para el sánduche de desayuno que oferta este restaurante. «Me gusta, porque se pueden congelar y al prepararlos quedan como pan recién hecho y son deliciosos», dice Echeverría, quien compra dos docenas de muffines al mes.

    Más datos

    Ventas. En el 2003 las ventas eran de USD 3 000 al mes. Actualmente, estas suman 10 000 al mes.

    Alianza. Bestrans llegó a una alianza con la Compañía de Transporte Cofreí, para dar el servicio de transporte en el ámbito nacional.

    20 trabajadores fijos tiene este emprendimiento quiteño.

  • Iniciativas universitarias y colegiales se encaminan

    Redacción Quito

    Jóvenes emprendedores de 15 colegios del Distrito Metropolitano de Quito y de cinco universidades del Ecuador participaron en la VI feria de Emprendedores, Empresa y su Financiamiento. El encuentro se cumplió el 5 de junio.

    Más de 5 000 personas de entidades públicas y privadas presentaron proyectos en 40 estands, instalados en la Casa de la Cultura Benjamín Carrión.

    Uno de los proyectos presentados fue la microempresa Gelart creada en las aulas por un grupo de cuatro estudiantes del colegio Pensionado Borja 3, hace dos años. Juan Fernando Flores, uno de los socios del proyecto, cuenta que Gelart se dedica a la elaboración de gelatinas florales saludables y uno de sus productos más recientes son los pasteles florales de gelatina con frutas. Los costos varían de USD 1,5 a 21,50.

    Este producto se lo vende bajo pedido y la inversión que hicieron los estudiantes fue de USD 100 por socio.

    Otro ejemplo que se presentó en la feria fue la agencia de marketing Waxa. Esta iniciativa desarrolla plataformas digitales, maneja cuentas en redes sociales, etc. En este proyecto se han invertido USD 2 000 entre cinco socios, cuenta Estaban Acosta, director de marketing de la agencia. Esta iniciativa se incubó en la Agencia Metropolitana de Promoción Económica ConQuito La Superintendencia de Compañías fue la entidad organizadora de esta feria. Según Diego Jijón, subdirector de Promoción, Orientación y Educación al inversionista, la finalidad es crear un espacio donde los emprendedores puedan evidenciar sus proyectos. «El emprendedor necesita recursos, conocer cómo construir una empresa y cómo llegar al mercado», sostiene Jijón.

    En esta feria también participaron entidades como el Servicio de Rentas Internas (SRI), que dio a conocer las obligaciones tributarias del empresario. Además, intervino el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI) que mostró a los participantes el proceso para registrar las marcas comerciales.

    Sin embargo, el objetivo principal de la feria es materializar los proyectos. Para esto se dictaron conferencias de emprendedores ecuatorianos.

    Entidades como la Bolsa de Valores de Quito, por ejemplo, ofreció una charla sobre cómo participar en el mercado bursátil; además, efectuó una simulación del juego de la Bolsa de Valores.

    Las otras iniciativas
    Aguas grises. Estudiantes de la UTE presentaron su proyecto denominada Yaku Causay. Se trata de un sistema de reutilización de aguas grises y su posterior descarga en inodoros.

    Reciclaje.  El colegio Ubillus mostró su iniciativa que consiste en la elaboración de adornos hechos de material reciclado principalmente; frascos hechos de semillas y llaveros con pastas de cuaderno.

  • Un proyecto digital se catapultó en Rusia

    Redacción Quito

    Patricio Córdova es un quiteño de 24 años que ante la impotencia de no poder ayudar a los más necesitados se le ocurrió la idea de montar una red donde todos aquellos que comparten su sueño puedan conectarse y apoyarse.

    Mientras cursaba sus estudios de Ingeniería en Sistemas, en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), tuvo que realizar 200 horas obligatorias de acción social. Se desplazó a La Unión (Babahoyo), a impartir cursos de computación en una escuela. Pero, pese a la ayuda, sentía que no estaba haciendo lo suficiente. Así que trató, junto a otros compañeros, de buscar apoyo entre empresas u otros organismos. No lo logró, por lo que esa situación le frustró.

    Así que cuando recibió la llamada de la decana de su Facultad invitándole a participar en el concurso Microsoft Imagine Cup, el año pasado, vio una posibilidad para retomar su deseo de ayudar.

    La firma organiza cada año este certamen en todo el mundo buscando ideas de jóvenes que se encaminen hacia cambiar y hacer un mundo mejor.

    En el país, el proyecto Ayni fue elegido dentro de los 21 finalistas. Luego clasificó entre los cinco mejores y, finalmente ganó. En la velada final celebrada en San Petersburgo, Rusia, fue elegido como el mejor en la categoría Facebook, ya que utiliza esta plataforma para viralizar los proyectos de ayuda social.

    Ayni es una red social que permite a sus miembros ubicar entidades, programas, e iniciativas ligadas al voluntariado y la solidaridad, a fin de que a través de esta se pueda canalizar la ayuda de manera más eficiente. Además, busca promover el desarrollo social al invitar a todos a ser parte de la asistencia a los necesitados: organizaciones de ayuda, ONG, empresas y cualquier persona que desee.

    La final de Imagine Cup celebrada en Rusia tuvo 81 equipos de 72 países y solo a dos países latinoamericanos entre los ganadores: Ecuador y Brasil.

    Tras este éxito, Córdova renunció a su trabajo y hace un mes lanzó al aire su plataforma. En estos momentos ya tiene registrado más de 10 000 likes, 2 200 voluntarios inscritos y 300 organizaciones de todo el mundo. Adicionalmente, cuenta con el apoyo de la Fundación Crisfé del Banco del Pichincha.

    El financiamiento de la red se da a través del ‘fee’ que se cobra a las organizaciones más grandes. Mientras que las personas que tengan sus sueños de ayuda no pagan nada por su promoción.

    USD 25 000 para la promoción de su proyecto, a través de Facebook, recibió esta idea ecuatoriana.

  • El mercado bursátil en la web financia a los emprendedores

    Bogotá Agencia EFE

    Los emprendedores latinoamericanos han encontrado en una bolsa de valores que opera por Internet desde la isla de Curazao una forma de financiación de sus proyectos o ‘startups’, como se conoce a las empresas de reciente creación con alto potencial de crecimiento.

    Se trata de StartUp Stock Exchange (SSX), un novedoso mercado bursátil en el que inversores globales compran acciones de compañías jóvenes, mediante un sencillo pago electrónico.

    El artífice de esta modalidad de financiación es el estadounidense Ian Haet, quien asegura que se trata de «una bolsa de valores para ‘startups’, una oportunidad para que los emprendedores encuentren el dinero que necesitan para crecer».

    Con seis meses de operaciones, en SSX ya cotiza una media docena de empresas de países como Argentina, México y Colombia.

    La idea nació en Costa Rica, donde Haet vivió durante seis años y experimentó con sus propios negocios la dificultad de acceder a grandes capitales para abrir mercados y desarrollar ideas innovadoras. El problema, apuntó este emprendedor, «se presenta en toda Latinoamérica», por lo que SSX ha atraído a inversionistas de más de 100 países que buscan negocios prometedores.

    En el caso de Colombia, Haet afirma que este país ofrece oportunidades a emprendedores que necesitan «desde 10 000 hasta 50 000 dólares» a través de entidades estatales y privadas, pero advierte que la situación se complica cuando precisan fondos por encima de los USD 100 000.

    «Ahí está nuestro foco», argumenta el fundador de la empresa bursátil de Curazao, en alusión a las ‘startups’ que buscan más financiación.

    Hasta ahora, los seis proyectos que acoge SSX han reunido un millón de dólares provenientes de 5 000 inversionistas de todo el mundo, quienes pueden comprar y vender acciones en línea y, por tanto, obtener ganancias y liquidez.

    Haet pronostica que para finales del 2014, este mercado estará constituido por 20 empresas y que la inversión promedio en cada una de ellas será de USD 300 000. El empresario explica que para las nuevas empresas es «muy duro y toma mucho tiempo reunir inversión», por eso la solución pasa por vender un porcentaje de la compañía en Internet.

    Para invertir en esta bolsa virtual los usuarios deben registrarse, pasar una verificación de identidad y procedencia lícita del capital, y una vez aprobados sus perfiles pueden adquirir acciones.

    La operación
    Los riesgos. El proceso de selección se enfoca en compañías con más de dos años de vida y clara oportunidad de crecimiento, dice Heat.

    La compra. Se pueden comprar acciones en SSX, a través de Safety Pay, Neteller, BitCoins y PayU Latam 100 es el número de países desde donde proviene la inversión

  • Emprendedores crean una mano en impresora 3d

    Josefa Suárez Buenos Aires / Agencia AFP

    Jóvenes argentinos fabricaron una mano con una impresora 3D que cumple con las facultades prensiles con las que soñaba Felipe, un niño de 11 años que nació sin su mano izquierda, y desarrollaron así una técnica capaz de reemplazar una prótesis de USD 40 000 por este modelo de 250.

    La responsable de esta historia con final feliz es Ivana Giménez, la mamá de Felipe y quien, con el afán de resolver el deseo de su hijo, se puso en contacto con Rodrigo Pérez Weiss, un emprendedor de 33 años, en Buenos Aires y que es dueño de la empresa 3D LAB Fab&Café.

    «Me había enterado del caso de un estadounidense que le había impreso una mano a su hijo y empecé a buscar en Internet. Ahí entré en contacto con 3D LAB y los dos socios», Pérez Weiss y Gino Tubaro, un inventor de 18 años.

    La familia de Felipe Miranda vive en Tres Algarrobos, a 500 km de la capital argentina, un pueblo de 3 500 habitantes de la provincia de Buenos Aires.

    Giménez dice que su hijo se encuentra feliz y ella agradecida por una prótesis que logró sustituir otras ortopédicas que cuestan USD 40 000, que están fuera de su alcance. Los dueños de la empresa 3D le obsequiaron a Felipe lo que terminaría siendo también para ellos una prueba de un alcance infinito.

    La prótesis de Felipe hecha por los jóvenes argentinos «además de ser más liviana y de poder calibrar la fuerza, la fabricamos a un costo de 2 000 pesos» (USD 250), precisó Pérez Weiss.

    «Iniciamos un proceso de investigación y bajamos modelos de Internet y trabajamos en las adaptaciones, teniendo en cuenta las fotos que nos había enviado la mamá del brazo de Felipe, las medidas del muñón y una impresión gráfica de su mano derecha», recordó Pérez Weiss.

    Finalmente, la mano fue enviada a Tres Algarrobos y Felipe mostró a los creadores de su prótesis su emoción en un conmovedor video que se puede ver en la página de Darwin Research de Facebook, de Pérez Weiss. Allí, con una sonrisa, el niño demuestra cómo puede rascarse la cabeza, acariciar el rostro de su mamá y agarrar el mate.

    Pérez Weiss trabaja con su socio Tubaro, que cursa la carrera de Ingeniería Electrónica y quien hace pocos días viajó a Tres Algarrobos para conocer a Felipe.

    USD 250  costó la mano elaborada en una impresora 3D, por un emprendedor argentino en Buenos Aires.