Etiqueta: Esmeraldas

  • Un proyecto turístico junto al manglar del río Esmeraldas

    Marcel Bonilla

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    Desde la orilla se observa el verdor del mangle y los pescadores artesanales mientras reman sobre sus canoas para pescar en la desembocadura del río Esmeraldas.

    La brisa y un suave olor a naranjo se sienten a pocos metros de la reserva de manglar, donde anidan aves y es el hábitat de especies marinas como el bagre.

    Allí funciona Marina-Ecovida, un proyecto turístico inspirado en el manglar y aprovechado por nativos de la zona de Pianguapí y la isla Luis Vargas Torres.

    El manglar tiene una estrecha relación con el pueblo afro de Esmeraldas, porque es ahí donde se entretejen historias que han dado vida a leyendas y personajes históricos, explica la antropóloga Eunice Villegas, del Centro Internacional de Diversidad Cultural de Esmeraldas.

    Tras el lanzamiento del proyecto turístico hace dos meses, la acogida del sitio ha sido satisfactoria, porque ha permitido a los turistas navegar por el interior del manglar y observar pelícanos, garzas, piqueros, gaviotas y gaviotines, señala Rodrigo Albornoz, administrador del proyecto.

    Los guías nativos no solo hablan del manglar, también recuerdan las historias que identifican a los afroesmeraldeños como La Tunda y Riviel, dos de los personajes mitológicos de Esmeraldas.

    Tatiana Chacha, una de las visitantes, dice que la iniciativa permite disfrutar del manglar y conocer más de la cultura de Esmeraldas, porque durante el recorrido se puede observar a hombres con sus atarrayas y anzuelos.

    Este recorrido empieza desde la playa de Las Palmas, puede ser vía terrestre, en bicicletas, o por el mar a bordo de una lancha, hasta llegar a la desembocadura del río Esmeradas, en Tachina.

    Los dueños del proyecto han adecuado un puerto, donde se acodera una barcaza usada para el recorrido fluvial, con capacidad para 20 personas.

    Los turistas pueden degustar de un coctel de coco y conocer la belleza del río Esmeraldas.
    Entre las historias que se cuentan están el arribo de los españoles, que navegaron por ese río, y el 21 de septiembre de 1 526. El administrador del proyecto explica que la iniciativa surgió como una forma de mostrar la naturaleza expresada en el manglar, con una propuesta de cuidado a la ecología del sector.

    Por eso el proyecto turístico tiene una visión amplia de la cultura y el turismo, que deben ir de la mano aprovechando lo mítico de Esmeraldas y su gastronomía, que es parte de esta ruta turística, explica Rodrigo Albornoz.

    El viaje por el estuario termina con la degustación de una variedad de platos típicos, que se comparten a la orilla del río. Allí se degusta el tradicional tapa’o esmeraldeño, langostas al ajillo, cebiches de langostinos, concha y camarón, así como los encoca’os de cangrejo azul y de pescado.

    Martín Pineda, propietario del negocio, explica que el proyecto busca mantener la relación entre la cultura esmeraldeña y el turismo, aprovechando el manglar, y el rescate de una zona que sirve de amortiguamiento de la ciudad. Los turistas tienen pueden pasear en barcaza, recorrer en motos acuáticas y pescar en el muelle.

    La iniciativa surgió como una forma de mostrar la naturaleza expresada en el manglar, con una propuesta de cuidado al ecosistema. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    La iniciativa surgió como una forma de mostrar la naturaleza expresada en el manglar, con una propuesta de cuidado al ecosistema. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Esmeraldas concentra la palma de coco

    Bolívar Velasco

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    La producción de cocotero o palmas de coco en el Ecuador tiene una mayor incidencia en tres provincias de la Costa y una de la Sierra, específicamente en Loja.

    En estas cuatro jurisdicciones se reparte la especie nucífera y sus variedades enano, gigante y el híbrido. Según el Censo Nacional Agropecuario, las palmeras de esta fruta están en Esmeraldas, Manabí, Guayas y Loja.

    La provincia que mayor producción tiene es Esmeraldas, con un número de hectáreas que alcanzan el 77,26% del total nacional, seguida de Manabí, con el 18,72%.
    En la ‘Provincia Verde’ el coco se concentra en el norte, en los cantones fronterizos: Eloy Alfaro y San Lorenzo del Pailón.

    En estas dos localidades hay 4 011 hectáreas que se constituyen en el mayor pilar de la producción y ventas anuales que se registran en toda la provincia.

    El Ministerio de Agricultura, Acuacultura, Ganadería y Pesca (Magap) refiere que este sector se mueve con base en las asociaciones y los productores independientes. De acuerdo con Jacob Saavedra, dirigente del Centro Agrícola de Esmeraldas, la palma de coco es parte de las tradiciones y la cultura de la provincia.

    Es por eso que su cultivo ha movido por años a productores y microempresarios que incursionaron en proyectos de agroindustria. Uno de esos empezó en el 2010, en la localidad de La Tolita Pampa de Oro (Eloy Alfaro).

    Con una inversión de USD 265 000, entregados por la Fundación Ítalo-Ecuatoriana y el Municipio de la localidad, se puso en marcha esta iniciativa que adquirió el nombre de Agroindustria Cocotera Tolita Pampa de Oro.

    La microempresa comercializó en sus dos primeros años cinco toneladas de coco puro y desecado a mercados de Quito, Guayaquil y Santo Domingo.

    El proyecto, actualmente, está en proceso de reactivarse, pues pasó por una suspensión que implicó una reestructuración de la administración, según el socio Washington Méndez.

    Ecuador tiene grandes posibilidades para explotar aún más este cultivo, que es de carácter permanente en la Costa.

    El analista Alfredo Saltos asegura, en su columna en El Diario (Manabí), que es necesario trabajar en un plan de reconversión de los árboles de larga data, que se han vuelto poco productivos.

    Por ejemplo, una especie de más años genera hasta 40 unidades, mientras que una más joven puede llegar a los 100 cocos.

    De esa forma, se ayudaría a estrechar la brecha que existe entre la oferta y la demanda.
    Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los requerimientos aumentaron en el 2014 en un 10%, mientras que la provisión bordeó el 2%.

    Como consecuencia de eso se atribuye a las plagas y enfermedades que atacan a la palma. Un análisis de ProEcuador indica que las ventajas competitivas, además, pueden ir por la producción en pequeña escala, en la calidad, sabor y en un aprovechamiento de sus derivados.

    Las ventas de agua de coco envasadas en botellas son una muestra de comercio con valor agregado.

    Esta estrategia de negocio ha tomado fuerza en los últimos años en Manabí. En los cantones Portoviejo, Rocafuerte, Jama y Pedernales se aprovechan los frutos que dan las plantaciones para venderlos de manera informal en las principales carreteras.

    El director de Turismo de la Prefectura manabita, Leonardo Hidalgo, sostiene que son 3 000 familias las que viven directa e indirectamente de esta actividad.

    En los costados de las vías se observan pequeñas chozas adecuadas con bancas y congeladores que mantienen con buena temperatura el agua de este producto.

    Así se inició, en Rocafuerte, hace cinco años el emprendimiento de Luber Zambrano.
    Antes se limitaba a cosechar la producción de su finca y luego salía en busca de compradores en la ciudad, incluso a Portoviejo.

    Pero debido a la alta competencia que hay en la zona incursionó en las ventas de coco natural helado y luego dio un paso hacia el envasado en botellas de plástico.

    Sus ventas llegan a los USD 100 en el día, mientras que anteriormente le costaba hacerse ese dinero, pues debía esperar hasta tres días para que se cumplieran sus expectativas.
    La experiencia de Tailandia, México y Corea del Sur son un ejemplo de aprovechamiento del coco a gran escala.

    Estos países tienen una participación importante en las exportaciones de agua de coco hacia Estados Unidos.

    Para ProEcuador, otra forma de aprovechar el coco es dándole mayor utilidad a la corteza.
    Así sugiere su uso para extraer el aceite de coco, cremas, cosméticos, bisutería, bolsos y madera para hacer muebles. En Esmeraldas se hacen artesanías en coco.

    La venta de agua de coco en botellas de plástico es la nueva apuesta de los manabitas. Foto: LÍDERES
    La venta de agua de coco en botellas de plástico es la nueva apuesta de los manabitas. Foto: LÍDERES
  • El licor que surge del cacao cosechado en Esmeraldas

    Redacción Esmeraldas

    En Esmeraldas se trabaja en la producción de licor de cacao desde hace seis meses, mediante una iniciativa microempresarial que nació hace cuatro años. Carlos Prias es dueño de la marca Varasu, licor hecho con cacao fino de aroma que se produce en las siete hectáreas sembradas en Tacole, una pequeña población rural de Esmeraldas.

    Desde hace dos meses el producto está en las perchas y se comercializa a USD 23. “El producto tiene acogida por el rico sabor a cacao”, dice Homero Cañote, propietario de licorería Piero.

    El nombre de Verasu resulta de la fusión de los nombres de dos fincas: Varas y Suras.
    La iniciativa, que permite la producción de 120 botellas diarias de licor, busca llegar a mercados del país e y el exterior.

    El proceso para obtener el producto va desde la cosecha, fermentación, secado, tostado, molido. El último paso es la mezcla del cacao fino de aroma con ron, leche y el neutro de la baba del cacao. El licor tiene un 6% de alcohol.

    El trabajo lo realizan cuatro personas y se procesa de forma artesanal. En la pequeña planta se cuenta con un molino semiindustrial, así como con recipientes para el embotellado manteniendo la línea sanitaria.

    La inversión realizada en esta iniciativa es de USD 10 000, pero se aspira invertir más una vez que aumente la demanda.

    El siguiente paso será lograr que el licor se destine a mercados internacionales para sus ventas, mientras tanto se trabaja en la elaboración de pequeñas cajas de bambú donde irá la botella.

    Boris Arévalo, de la Superintendencia de Control del Poder del Mercado, explica que han acompañado en el proceso de formación del emprendimiento hasta llegar a tener un producto de marca para acceder a los mercados formales.

    El licor cuenta con registro sanitario, códigos de barra y etiquetado; las botellas se adquieren en Quito y el embotellado se hace en las afueras de Esmeraldas.

    Todo el trabajo se ha sido coordinado con la Superintendencia, que asesoró para crear la marca Verasu, así como la notificación sanitaria y código de barras.

    De acuerdo con el manual de la Superintendencia del Poder de Mercado, el 20% de los productos que están en el mercado debe ser de los actores de la economía popular y solidaria, es decir pequeños emprendedores.

    Carlos Prias responsable de la marca de licor de cacao, reconoce que este ha sido un proceso largo, pues en sus inicios empezó elaborando la cocoa artesanal en su domicilio, luego elaboró pasta de cacao y ahora el licor.

    A la visión de Prias se ha sumado el Ministerio de Industrias, representado en Esmeraldas por Gabriela Zambrano, quien afirma que ya buscan mercado internacional para colocar el licor.
    Según la funcionaria, se puede aprovechar el programa Exporta Fácil, de Correos del Ecuador. Zambrano dice que se está trabajando en el proceso.

    En Esmeraldas existe una red de emprendimiento con 25 productores de cacao que están en proceso de formalización, y 65 productos que ya cuentan con la certificación sanitaria para salir al mercado.

    Carlos Prias es el responsable del desarrollo de esta bebida elaborada con cacao sembrado en Tacole, una pequeña población de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Carlos Prias es el responsable del desarrollo de esta bebida elaborada con cacao sembrado en Tacole, una pequeña población de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • La conciencia ambiental es el gran objetivo

    Marcel Bonilla

    Unos 500 estudiantes de tres facultades de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres trabajan en vinculación con la comunidad en temas de reforestación, iniciativas productivas y mejoramiento de parques infantiles en la zona rural del cantón Esmeraldas.

    Son alumnos de la Facultad de Ingeniería Mecánica, Estudios Sociales y Ciencias Agropecuarias y Ambientales, quienes imparten charlas, siembran plantas y reparan juegos infantiles con la ayuda de la comunidad.

    Kevin Santos, estudiante de la carrera de Hotelería y Turismo, es uno de los líderes de un proyecto de ornamentación de espacios públicos, con plantas cultivadas por estudiantes.
    Santos y 20 compañeros más son responsables del proyecto denominado ‘El Futuro de la Naturaleza’, que busca el cuidado del ambiente con una mayor participación de la comunidad, mediante el uso de especies de plantas como la palma.

    La ornamentación empezó en la Escuela de Turismo de la universidad, pero ahora se proyectan hacer un trabajo mayor con los habitantes de alrededor de la Ciudadela Universitaria de Nuevos Horizontes.

    Alcibíades Ruano, habitante del barrio Las Orquídeas, es uno de los dispuestos a sembrar con los jóvenes universitarios. Él motiva a sus vecinos para proteger las laderas plantando guayacán.

    Los barrios de alrededor de la universidad están en terrenos arcillosos-deslizables, por eso la propuesta de ayudar a reforestar las partes altas de la ciudad con apoyo de la misma universidad, que desde hace tres años impulsa la vinculación.

    Quienes han avanzado mayormente en reforestación, son los estudiantes de la carrera de Ingeniería Forestal, que realizan trabajos, hasta por dos meses, en las poblaciones rurales.

    El decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Ambientales, Roberto Cervantes, explica que a través de la cátedra de vinculación, contribuyen con la comunidad. En los últimos dos años han mantenido convenios con la Asociación de Juntas Parroquiales de Esmeraldas, para contribuir en las áreas deforestadas; se estima que unas 20 hectáreas han sido intervenidas.

    Los estudiantes que participan pertenecen a los últimos ciclos académicos y contribuyen con sus conocimientos. Ellos han aportado en la recuperación de las cuencas hídricas de los ríos Teaone y Esmeraldas, con apoyo de la comunidad.

    Verónica Arias, estudiante de Ingeniería Forestal, cree que a través del intercambio de experiencia con los habitantes de las comunidades, pueden pensar en proyectos de tesis sobre procesos de reforestación.

    Ella y 12 compañeros más trabajaron en la reforestación con guayacán en la parroquia Tachina. Los estudiantes de Agronomía de la misma Facultad, por su parte, apoyan al desarrollo agrícola de poblaciones de Atacames, en donde se produce cacao.

    Los estudiantes de la Universidad de Esmeraldas fomentan la reforestación en las comunidades. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Los estudiantes de la Universidad de Esmeraldas fomentan la reforestación en las comunidades. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Una cadena de comida se expande en Esmeraldas

    Marcel Bonilla

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    La cadena Deliciosamente Sano funciona en Esmeraldas desde hace cinco años, con cinco locales. Los restaurantes están ubicados desde el sur, pasando por el centro de la ciudad hasta el malecón del balneario de Las Palmas, en el norte de la urbe, en donde hay un local con las especialidad en mariscos.

    Esmeraldas se caracteriza por una amplia oferta culinaria, en las que se utiliza mucho coco para dar un mayor sabor a los mariscos, acompañadas de plátano.

    Esa fue el punto de partida del propietario del negocio, Melinton Hurtado. Él estudió gastronomía y nutrición, en Venezuela y Chile.

    Deliciosamente Sano inicialmente se llamó Sano y Sabroso y empezó sus actividades tras proveer alimentación a los trabajadores de la empresa petrolera Azul, en el Oriente, en el 2002.

    Dos años después, empezó con programas radiales y charlas sobre gastronomía, sobre alimentación y nutrición, lo que le permitió ganar espacio para dar a conocer sus propuestas.

    Hurtado inició con un capital de USD 125 000. El dinero lo obtuvo por su trabajo en una cadena hotelera que opera en el país. Así inició con su propuesta gastronómica para comer sanamente sin privarse de la rica gastronomía esmeraldeña.

    Al mismo tiempo se ofrecía el servicio de alimentación a empresas del sector petrolero en Esmeraldas, como lo recuerda Alfredo Plaza, un esmeraldeño que motivó ha Hurtado a que invierta en su ciudad.

    José Perlaza y Leonila Quiñónez fueron dos de los primeros clientes. Ellos creen que el negocio despuntó porque pasó de un menú gastronómico simple, a uno con una propuesta nutricional.

    Cuando aumentó la demanda fue necesario invertir en nuevos equipos para la cocina. Con eso se proyectó el despacho de pedidos grandes, de las empresas del sector petrolero. Actualmente, la inversión en equipos y locales supera los USD 270 000, en equipos como cocinas, empacadora al vacío, calderos, cocinas de alcohol, mantelería, mesas y utensilios.

    Aunque el terremoto del 16 de abril del 2016 afectó a sus negocios, Hurtado dice que a través de un crédito de USD 20 000 entregado por BanEcuador logró sostener su iniciativa.

    La directora de la Unidad de Emprendimiento de la Universidad Católica de Esmeraldas, Roxana Benítez, dice que están son las iniciativas de negocios que han logrado sostenerse con una propuesta distinta, que llamó la atención a los comensales.

    El crecimiento continúa. Desde hace 15 días, Deliciosamente Sano, prepara toda la comida que se da en el Hospital Delfina Torres de Concha, aplicando sus conocimientos sobre nutrición, con el apoyo de los médicos de esa casa de salud de la provincia de Esmeraldas. Entre las proyecciones esta en crear una línea de cebiches denominada de Mar a su mesa, que ya funciona en Borbón, en el norte de Esmeraldas.

    Melinton Hurtado y el equipo de trabajo de Deliciosamente Sano. Este negocio resultó afectado pro el terremoto del 16 de abril del 2016, pero siguió adelante. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Melinton Hurtado y el equipo de trabajo de Deliciosamente Sano. Este negocio resultó afectado pro el terremoto del 16 de abril del 2016, pero siguió adelante. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • El sabor de Esmeraldas está en este ‘food truck’

    Redacción Quito

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    Nueve años les tomó a Johanny Quiñones y a Elías Hanze dar un giro a su negocio de recetas tradicionales de Esmeraldas. En marzo del 2008 empezaron a ofrecer servicio a domicilio de comida esmeraldeña en Quito.

    Pero decidieron innovar. Por eso, en octubre del año pasado estrenaron un ‘food truck’, que lleva el nombre La Tierrita y que está ubicado en el Bunker Food Park, un espacio para estos emprendimientos en el norte de Quito.

    El lugar ofrece desde el tradicional seco de pollo o guatita -con sazón esmeraldeña-, hasta el refrito de camarón, pescado frito y distintas variedades de bolones. A estos platos se suman la receta secreta que permanece hace más de 20 años en la familia de Johanny Quiñones, y también usan el ingrediente especial: el chiyangua.

    Esta especie es una hierba aromática utilizada para condimentar caldos y platos fuertes.
    Pero la historia de estos emprendedores en la preparación de platos esmeraldeños surgió cuando ambos llegaron a Quito en el 2003, para estudiar la universidad.

    Elías Hanze estudió psicología industrial, mientras que Quiñones se especializó en ingeniería comercial en la Universidad de las Américas (UDLA).

    Cuando ambos tenían 21 años se casaron. Desde entonces empezaron a ver otras fuentes de financiamiento para sustentar sus estudios, educar a su hijo y para el hogar detalla Quiñones.

    “En ese momento vi la oportunidad de tener mi propio negocio; y mi familia siempre estuvo vinculada a la gastronomía. Mis padres tenían una heladería en Esmeraldas y desde pequeña aprendí los secretos de la cocina esmeraldeña”, dice la emprendedora.

     Por eso, en un inicio invirtió USD 300 para preparar en su casa el encocado de camarón.
    También tuvo el apoyo de su tía, Marcia Calapucha, quien es la chef de La Tierrita. La esmeraldeña de 52 años menciona que sus recetas tienen secretos aprendidos de su familia de Esmeraldas.

    En agosto del año pasado y luego de trabajar en la preparación de los platos esmeraldeños para entregar a domicilio todos los fines de semana, Quiñones menciona que vieron la publicidad de un lugar para ubicar ‘food trucks’ en el norte de Quito.

    Por lo que decidió abrir su nuevo establecimiento con la finalidad de dar a conocer la sazón esmeraldeña y el sabor de la chiyangua en Quito.

    Para el ‘food truck’ se invirtieron USD 17 000; el dinero ayudó a comprar la concesión en el Bunker Food Park, el local, los equipos y otros detalles claves.

    La compra de ingredientes para preparar los alimentos lo hacen en supermercados, con la consigna de ofrecer productos de calidad. Sin embargo, la chiyangua es lo único que se trae de Esmeraldas.

    Manuel Cedeño, distribuidor de la bodega Sancho Exprés, provee de pescado picudo, camarón, aceite y arroz a La Tierrita. El comerciante afirma que hace un año concretaron la entrega de estos productos para el emprendimiento.

    Desde que esta pareja esmeraldeña, de manera formal, montó este negocio recibe aproximadamente 50 clientes por día. Y la capacidad de producción de su cocina es de 20 encocados diarios, explica Elías Hanze.

    El sabor que ellos ponen en cada receta, como el coco gratinado para los platos fuertes es lo que atrae a sus clientes.

    Noris Navarro es una funcionaria pública y cuenta que es cliente de Quiñones, desde hace nueve años. Ahora que la emprendedora tiene su propio espacio, acude semanalmente para consumir bolones de queso. Navarro cuenta que la sazón de La Tierrita la transporta a su natal Esmeraldas por la sazón que tiene.

    En este año, esta iniciativa fortalecerá el manejo de redes sociales. También, incluirá las entregas a domicilio y trabajará en otros platos esmeraldeños como el tapao, el caldo de res, y otros con chancho, pollo y chorizo.

    El equipo de La Tierrita elabora bolones de camarón, cerdo o platos fuertes como encocado de pescado. Foto: Julio Estrella/ LÍDERES
    El equipo de La Tierrita elabora bolones de camarón, cerdo o platos fuertes como encocado de pescado. Foto: Julio Estrella/ LÍDERES
  • La producción de cacao baja en la provincia de Esmeraldas

    Marcel Bonilla 

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    La producción de cacao en la provincia de Esmeraldas bajó cerca del 40% en los últimos cinco meses, de acuerdo con productores y exportadores del producto.

    Entre 18 000 y 20 000 productores de cacao viven de esa actividad en la provincia. Casi la mayoría venden el producto a empresas exportadoras.

    Entre los factores que inciden en la baja producción están los cambios bruscos de temperatura que se registran en Esmeraldas, que incluyen lluvias fuertes y vientos fríos. Las lluvias se sienten con fuerza en el centro, norte y sur de la provincia y esto afecta el desarrollo de la mazorca por la cantidad de agua, explica Tony Calverto, técnico agropecuario.

    A los problemas de lluvia se suman los generados por el terremoto del 16 de abril, que movió la tierra y afectó la raíz de muchas plantas. El efecto se siente en Quinindé y Muisne, dos de los más cantones más productivos.

    Rosendo Merchán, productor de cacao en Quinindé, explica que desde hace tres meses no ha podido cosechar los acostumbrados 20 quintales semanales, apenas cosecha 10.

    Merchán añade que el exceso de humedad ha desarrollado hogos, monilla, escoba de brujas y el pitóctora, enfermedades que afectan a los sembradíos.

    Carlos Bastidas, de la Unidad de Cacao de la Prefectura de Esmeraldas, agrega que la poda que se realizó impidió que las plantas produzcan como en épocas anteriores. Por esa razón los nuevos brotes de cacao se frenaron.

    Bastidas asegura que la producción nacional ha caído en un 30%, cifras con las que concuerdan las autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca, en Esmeraldas.

    En la provincia del norte del país existen alrededor de 75 000 hectáreas de cacao en producción, con tendencia al aumento. Estas producen entre 6 y 7 quintales por año entre cacao nacional, CCN- 51 y otras variedades.

    La provincia de Esmeraldas produce 525 000 quintales de cacao anualmente, lo que representa en ventas unos USD 52,5 millones, de acuerdo con datos de la mesa provincial de cacao de Esmeraldas.

    Los efectos de la baja producción se evidencian en la última exportación de cacao de la Asociación de Productores de Cacao del Norte de la provincia de Esmeraldas (Aprocane), que exportó siete toneladas menos.

    La organización exporta cada tres meses 25 toneladas al mercado suizo, pero esta vez solo enviaron 18 toneladas, porque hay baja producción.

    Lilian Dalfo, representante de la organización, dice que pese a tener 650 socios comerciales, no han podido cumplir con la demanda de sus compradores en Suiza, pero esperan recuperarse en noviembre próximo, cuando llegue la cosecha.

    El centro de acopio de Aprocane compraba mensualmente 150 quintales de cacao, pero desde hace tres meses las adquisiciones no llegan a 100, lo que representa una disminución importante en los ingresos para la asociación de cacaoteros del norte.

    “Factores como la monilla y las lluvias afectan la producción y acopio del producto para exportación”, resume la vocera de Aprocane.

    Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES La provincia de Esmeraldas produce alrededor de 525 000 quintales de cacao anualmente.
    Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    La provincia de Esmeraldas produce alrededor de 525 000 quintales de cacao anualmente.
  • Un joven chocolate que llega al extranjero

    Redacción Quito

    El chocolate fue hace varios siglos considerado tan valioso como el oro. Con esto en mente, Cecilia Zapater y Katherine Coka decidieron crear Tavoro, las tabletas de oro. Su microempresa elabora y comercializa barras de chocolate con cacao de fino aroma mezclado con frutas y hierbas aromáticas.

    “Nuestra amistad de 18 años forjó este proyecto. Cuando decidimos crear algo juntas que sea un producto con identidad nacional”, explica Coka, gerente general y de comercialización de Andean Flavors Cia. Ltda.

    Con una inversión inicial de USD 200 000 iniciaron el proyecto en el 2014. Por casi un año trabajaron en el desarrollo, las certificaciones y las formulaciones para crear un producto “totalmente orgánico y natural”, como lo afirma Zapater, gerente de producción.

    Los chocolates de Tavoro poseen sellos de la Unión Europea y EE.UU. que certifican su procedencia orgánica. “Este fue uno de los obstáculos más grandes ya que la cadena de producción implicaba buscar los proveedores correctos”, cuenta Coka.

    Algo que las distingue es la selección de los proveedores. El 80% son mujeres; además trabajan con asociaciones productivas en la Costa y Sierra del país.

    Tras encontrarlos, la producción y comercialización inició en febrero de este año. A través de una alianza producen en una planta de alimentos ya establecida en las periferias de Quito.
    Su capacidad de producción les permitiría procesar dos toneladas de chocolate al mes. Sin embargo, al momento solo han producido 840 kilos, cifra que esperan se duplique el próximo año.

    Las barras contienen cacao de aroma fino proveniente de Esmeraldas con una concentración del 70%, lo que le da un sabor fuerte y más amargo. “Fue una grata sorpresa ver que los ecuatorianos ya están empezando a consumir porcentajes más altos en sus chocolates”, explica Coka.

    En la actualidad, existen alrededor de 30 marcas de chocolate producido en Ecuador, hecho que Zapater considera “muy saludable ya que los consumidores pueden comparar distintas calidades y sabores”.

    Al momento Tavoro cuenta con una cartera de productos con seis sabores: banano, mango, mortiño, cedrón, hierbabuena y romero. Pero sus fundadoras esperan ampliar a más porcentajes de concentración y otros orígenes para el 2017. Debido al terremoto de abril pasado se registró una caída en la producción local que retrasó las proyecciones.

    Las barras de 70 gramos se comercializan en Fybeca, Medicity, Olga Fisch y en boutiques especializadas, con un precio sugerido de USD 3,50. “He trabajado en turismo por algunos años y buscando un chocolate nacional encontré la marca. Su diferencia es el aroma frutal del cacao y cómo han logrado incluir un factor social en la producción”, explica Erich Priess, distribuidor en Guayaquil y Cuenca. En las dos ciudades Tavoro suma hoy 15 puntos de distribución.

    Su facturación mensual promedio figura en los USD 12 000 en el mercado nacional. “Nuestro mayor mercado está en el exterior”, afirma Zapater. La empresa ha destinado 60% de la producción para la exportación a compradores en Estados Unidos, Alemania y Francia. Los contactos los hicieron en varias ferias internacionales en las que participaron: Chocoa en Holanda; Biopach en Alemania; y el Summer Fancy Food en Nueva York.

    Debido a que las ventas están enfocadas en el mercado internacional, la empresa proyecta una facturación total de USD 250 000 en el 2017. Para esto esperan ampliar su mercado de exportación a más puntos de distribución en EE.UU., a través de una plataforma de comercio electrónico, e ingresar a Japón y Canadá.

    Foto: Diego Pallero/ LÍDERES
    Foto: Diego Pallero/ LÍDERES
  • Los hoteleros activan sus planes

    Marcel Bonilla (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    La hotelería de Atacames experimenta una recuperación con la llegada de cientos de turistas en el mes de agosto a las playas del sur de Esmeraldas. La aplicación de estrategias como la caravana turística denominada “Tonsupa vive por ti” permitió mejorar los niveles de asistencia y hospedaje.

    La caravana consistió en llevar a las provincias de la Sierra una parte de la playa, mostrando su gastronomía, para motivar a los turistas a que la visiten, y mejorar las ofertas de hospedaje sin perder la calidad de los servicios.

    También se promocionó los descuentos del 15 hasta el 30% y se enfatizó en la atención en Tonsupa en donde se encuentran hoteles como Casas de Mar, Puerto Gaviota, Sol y Arena, Terra Nova, Resort Macana, Puerto Ballesta y Club Del Pacífico, entre otros.

    Y ya se encuentran resultados: el sector experimentó en agosto un promedio de 70% de alojamiento, con un lleno total el feriado del 10 de agosto cuando se registraron más de 40 000 turistas en Atacames, Tonsupa y Súa.

    A pesar de eso, no se han podido recuperar del todo porque fueron tres meses sin actividad turísticas en la playas luego el terremoto del 16 de abril, señala Analía Ledesma, gerenta del hotel Puerto Ballesta.

    Sara Moyano, presidenta de la Cámara de Turismo, explica que la promoción de las playas es radial, televisiva y en redes sociales, para invitar a turistas de distintos segmentos.

    En Atacames existen 360 hoteles que reciben anualmente unos 150 000 turistas, sobre todo, en feriados de Fin de Año, Carnaval, Semana Santa y la temporada de vacaciones de la Sierra, según la Cámara de Comercio de Atacames.

    Una de las propuestas para hacer un turismo permanente y no de temporada, es la elaboración de un calendario de actividades turísticas que empezará a correr desde enero del 2017, con el apoyo de todo el sector hotelero.

    Mientras se trabaja en eso, se han preparado actividades para enfrentar la temporada baja entre septiembre y octubre. Por eso, como estrategia se hará un circuito de voleibol playero y ciclístico.

    A esas acciones se sumará el encebollado más grande del mundo y en noviembre se realizará una ronda de negocios con la Cámara de Turismo de Pasto-Colombia, para motivar a los turistas de ese país a que visiten Esmeraldas.

    Durante una reunión mantenida entre los hoteleros de Atacames y el ministro de Turismo, Fernando Alvarado, se habló de elaborar paquetes turísticos completos, que incluyan vistas a sitios como fincas cacaotera de la zona.

    Un destino con potencial es Sálima a 20 minutos de Tonsupa y Atacames, en donde se puede degustar ancestralmente comida típica esmeraldeña, servida en mate y en hojas de plantas.
    En los paquetes se incluirán deportes de aventura, visitas a museos, iglesias y festivales gastronómicos, para que los turistas tengan otras alternativas cuando llegan a vacacionar a Esmeraldas.

    Carlos Acosta presidente de la Cámara Provincial de Turismo, explica que una forma de incentivar al turista es rebajando los pasajes de vuelo en la ruta Cali-Esmeraldas-Quito-Guayaquil.

    Uno de los acuerdos es que a través de la página web del Ministerio de Turismo se promocionen paquetes turísticos para mantener un flujo regular de turismo todo el año.
    Ledesma agrega que se ha utilizado el marketing electrónico, aprovechando los avances de la tecnología para manejar redes sociales y agencias de viajes virtuales. Además se apoyan en webmasters y especialistas en comercio electrónico para llegar a los turistas.

    En su caso han utilizado una oficina de gestión de ventas en Quito, encargada de realizar el seguimiento personalizado a los clientes actuales y potenciales.

    También se cuentan alianzas con instituciones públicas como Ministerio de Turismo, empresa privada como agencias de viajes a nivel nacional e internacional, aerolíneas, transporte turístico. Esas alianzas han contribuido para mantener una ocupación hotelera con picos del 99% en fines de semana y caídas de 77% entre semana en julio y agosto en promedio, según Ledesma.

    Las playas de Tonsupa son parte de los atractivos que se promocionan. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Las playas de Tonsupa son parte de los atractivos que se promocionan. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Un mercado comunitario toma fuerza

    Marcel Bonilla (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Dieciocho mujeres emprendedoras llevan adelante un proyecto de venta de productos orgánicos cultivados en sus fincas. Lo hacen desde hace ocho meses en Esmeraldas.

    Con esta iniciativa apuntan al crecimiento del mercado comunitario La Hormiga. El espacio surgió como parte de una propuesta para el fortalecimiento de las iniciativas productivas con comunidades como Majua, Timbre, La Mina, Camarones y Zapallo, del cantón Esmeraldas.
     
    Son diez puestos en los que venden desde naranjas, arasá, chocolate, mermeladas de mate, habas, aguacate, limón, guayabas, flores silvestres, vainitas… Los cultivos tradicionales como la chiyangua, el orégano y chirarán, utilizada en el tradicional tapa’o esmeraldeño, también se ofertan.

    Yolanda Montaño es una de las clientes del mercado comunitario. Ella compra yuca, choclos, queso y huevos criollos, que son vendidos a bajo costo. “Son productos frescos y baratos porque no hay intermediarios”.

    Uno de los propósitos de las emprendedoras fue terminar la relación con los intermediarios que pagaban bajos costos por su producción de plátano. Por eso se organizaron para montar el mercado comunitario y vender directamente al consumidor final.

    Mariana Alvarado, de la comunidad Zapallo, lleva huevos criollos de su granja avícola y queso elaborado por ella. “A las personas que desean ingresar se les hace una entrevista para ver si son realmente productoras”.

    Las mujeres se han preparado en mejorar las técnicas de atención al cliente y garantizar la calidad del producto con el manejo de empaques al vacío, que se aplica con el pescado, huevos y frutas seleccionadas como la guayaba.

    En el mercado las mujeres se vuelven amigas de los clientes para recibir sugerencias.
    Luz Elena Delgado, vocera de las emprendedoras, se dedica a la producción de flores tropicales que son vendidas en el mercado comunitario La Hormiga; también motiva a sus compañeras y las capacita en técnicas de ventas.

    Todas manejan información sobre atención al cliente, mejoramiento de la presentación de los productos y la imagen que deben mostrar con emprendedoras.

    En el local las identifica una camiseta y gorra de color blanco, y un delantal café; atuendo que usan para sus ventas y presentaciones cuando son invitadas a ferias para mostrar sus productos orgánicos.

    La mantelería y las mesas que usan para exhibir sus productos han sido financiadas con un fondo de ahorro que mantienen las productoras, al que fortalecen todas semanas con el aporte de 1 USD por cada una de ellas.

    A través de dos universidades de Esmeradas, Luis Vargas Torres y Universidad Católica, se impulsa a las iniciativas de negocios, de la que aspiran ser parte de la agrupación La Hormiga.
    El vicerrector Académico de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, Félix Preciado, dice que buscarán acercamiento para ayudarles en asesoramiento y ampliación del mercado a las pequeñas productoras.

    La Facultad de Ciencias Agropecuarias de la citada universidad aspira a organizar un plan de capacitaciones para el fortalecimiento de las buenas prácticas de cultivos e incrementar la producción y competir en el mercado.

    Por ahora estas mujeres están superando los altos costos de trasladar su mercadería con la ayuda de cooperativas de transporte. Ellas aseguran que la movilización de productos se convierte en un limitante para avanzar.

    El mercado funciona los fines de semana en los bajos del Fondo Populorum Progressio (FEPP), en el centro de la ciudad, que a más del espacio les ofrece ayudas técnicas para mejorar sus cultivos.

    Xavier Quiñónez, técnico del FEPP, explica que el trabajo del fondo que representa implica asesoría y capacitación. Además se encargan de ayudar con los ciclos de siembra y corte para optimizar la productividad de los emprendimientos.

    Las productoras de cinco comunidades se agruparon y ahora ofertan sus cosecha en el mercado La Hormiga, en el centro de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Las productoras de cinco comunidades se agruparon y ahora ofertan sus cosecha en el mercado La Hormiga, en el centro de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES