Con 26 años, Juan Carlos Calderón estaba en el piso 42 del antiguo World Trade Center (un año antes del ataque terrorista a las Torres Gemelas) presentando a un banco de inversión su primer emprendimiento.
Se trataba de una página web para alquilar películas, con entregas a domicilio, en México. Juan Carlos se sumó a este proyecto como gerente financiero, motivado por su primo Ricardo Calderón, quien tuvo la idea y consiguió un capital inicial de USD 1 millón con un banco de inversión en EE.UU.
Juntos presentaron el emprendimiento a distintos bancos de inversión en EE.UU., Brasil, México y Colombia, en búsqueda de más capital, hasta que consiguieron un millón adicional. La experiencia duró dos años. Internet aún era un mundo desconocido para muchos y el generar tráfico a la página fue la piedra que frenó la idea.
Durante ese período, Juan Carlos vivió en México, junto a su ex esposa y su hija Paula. Lo recuerda como una experiencia difícil, pero al mismo tiempo invaluable.
Este quiteño, de 45 años, fue criado por sus abuelos paternos, por lo que a pesar de tener hermanos por parte de padre y madre, creció como hijo único. En su adolescencia, practicó karate, deporte del que se retiró a los 18 años, con cinturón marrón.
En unas vacaciones de colegio tuvo su primer trabajo, como ‘scrap’ en IBM, cuya función era destruir las computadoras viejas.
No tenía claro qué carrera estudiar, pero el interés por los negocios estaba latente. Se decidió por Administración de Empresas, en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), de donde egresó como ingeniero comercial.
En la época universitaria regresó a IBM como administrador de inventario, por año y medio, tiempo en el que descubrió que el mundo corporativo no era para él. No se lleva bien con los horarios de oficina, ni con la autoridad.
Luego entró a trabajar como asesor comercial, en el desaparecido Banco La Previsora. A la par desarrollaba su tesis en la PUCE y comenzó a cursar una maestría en Administración de Empresas, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, que acababa de abrir un campus en Quito.
Era el más joven de la clase. Con 23 años, estudiaba junto a ejecutivos de alto nivel de importantes empresas del país. Uno de sus compañeros de clase le contrató como gerente financiero para la firma Hidroplastro, filial de Israriego, para la que laboró por cuatro años y en la que puso en práctica lo aprendido en la maestría.
Se retiró para sumarse con su primo a la aventura de Horaexpress, el portal de entrega de películas a domicilio. Al retornar a Ecuador, Israriego lo contrató, ahora para control financiero, por otros cuatro años.
Andy Estrella, su amigo desde hace más de 25 años y actualmente socio, lo describe como una persona creativa, siempre en la búsqueda de soluciones innovadoras y diferenciadoras. Al salir de Israriego, Juan Carlos decidió independizarse y, en 2006, cofundó una consultora financiera y de control interno, que con el tiempo llegó a tener unos 60 clientes nacionales e internacionales, de distintos sectores.
La firma operó casi nueve años, pero los últimos dos fueron complicados, porque perdieron al que venía siendo desde hace varios años su cliente más importante: el Estado, lo que hizo insostenible continuar.
Para salir a flote con la consultora, Juan Carlos se mudó a Miami por dos años para trabajar de cerca con los clientes de México. En esa época conoció al CEO de una firma española especializada en tecnología, con quien luego se asoció para su próximo proyecto: Singularity Technologies, una empresa que brinda soluciones tecnológicas a pequeños comercios, con el fin de bancarizarlos.
El proyecto, denominado ahora Osom Technologies, llevó tres años de desarrollo y desde hace unos seis meses cuenta con el apoyo de la aceleradora de negocios digitales Kruger Labs y, recientemente, del Banco Guayaquil, como auspiciante. También se sumó una firma distribuidora de productos farmacéuticos, lo que les permitirá arrancar con unas 1000 pequeñas farmacias del país.
Ernesto Kruger, CEO de la Corporación Kruger, lo considera un estratega, con orientación a resultados. Para David Castellanos, con quien ha trabajado en consultorías, es una persona responsable, confiable y carismática.
“Ecuador es un país agresivo hacia el emprendedor, el tener que sobrepasar tantas barreras es desgastante emocionalmente”, comenta Juan Carlos, para quien su gran motivación en el camino ha sido Paula, su hija de 19 años. “No le puedo fallar”, dice.
Juan Carlos Calderón es consultor financiero y actualmente impulsa un proyecto de bancarización de pequeños comercios, a través de la tecnología. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Richard Martínez, ministro de Economía y Finanzas, dice que una de las principales preocupaciones en el 2019 es el entorno externo. Añade que el país tiene un plan económico y que no puede cerrarse a ninguna opción positiva, incluido el Fondo Monetario.
Hay un déficit fiscal, existe necesidad de inversión y otros puntos que representan desafíos para el gobierno. ¿Cómo viene el año económico del país?
Es un año muy importante porque desde las finanzas públicas hay un presupuesto que lo controlamos totalmente, lo trabajamos, se hicieron modificaciones, hay decisiones en marcha y nos permite operar con mucha disciplina, cosa que no se había dado en los últimos años. Ese presupuesto implica un giro en la conducción de la política fiscal. No podemos seguir acumulando déficits insostenibles: en el 2017 el déficit cerró en cerca de 6 000 millones de dólares y en 2018 bajó a 3 300 millones, menos de los 4 000 millones que se esperaban. Eso es importante porque disminuye las necesidades de financiamiento, ayuda a consolidar la posición fiscal, sobre todo pensando en que hay retos muy fuertes para el 2019, como los 1 250 millones de dólares de pago de pensiones jubilares o el efecto de la ley amazónica. 2019 es un año de consolidación, de una transición económica de un modelo Estado-dependiente a un modelo donde la actividad privada sea el motor de la economía. Cuando hablo de la actividad privada no me refiero solo a las grandes empresas, sino a todo el sector a las micro, pequeñas y medianas.
Para usted, ¿cuáles son las principales preocupaciones en este año?
La principal preocupación puede ser el entorno externo al que vemos extremadamente complejo y volátil. Las tasas de interés en EE.UU. siguen subiendo, el apetito de inversionistas en mercados emergente se reduce, el precio del crudo es muy volátil y eso hace que las condiciones de mercado hayan cambiado abruptamente. Ninguno de los informes de multilaterales dicen que este año será un mejor escenario. En esas condiciones hay que entender que no podemos dejar de endeudarnos hasta terminar de consolidar el déficit fiscal. Ahora es menor, pero aún tenemos que seguir financiando. El mercado externo, tan complejo y volátil, es un mercado en el que tenemos que jugar para conseguir financiamiento. El mayor reto es terminar de generar credibilidad en los mercados con trabajo gradual y disciplinado, para lograr mayor capacidad y más fuentes de financiamiento en los mejores términos para el país.
El déficit cerró en USD 3 300 millones en el 2018, pero hay analistas que hablan de cifras más grandes…
Ellos tendrán que explicarlo. Al final son criterios, la fuente oficial es el Ministerio de Economía y Finanzas. Nosotros tenemos las cifras y me llama la atención que se diga que es mayor. Las cifras son transparentes.
En los mecanismos de financiamiento externo para este año están bancos de inversión, China, multilaterales. ¿Allí también se puede esperar un acuerdo con el FMI?
El país no puede cerrarse a ninguna opción en tanto y en cuanto sea una opción positiva, bien trabajada, y allí el FMI es un instrumento extremadamente poderoso porque pudiera enviar una señal al mundo de que Ecuador está trabajando y haciendo las cosas en orden. Hemos trazado un plan de cuatro ejes y ese es el plan para salir adelante. Si ese plan puede ser acompañado por el Fondo enhorabuena, si es que el Fondo no decide acompañar no tenemos por qué generar otros mecanismos que no estén en el plan y que generen un sacrificio mayor en la población. Estamos dispuestos a conversar, no es que uno se sienta e impone un plan. Lo que hay que lograr es acompañamiento y somos optimistas de que en un momento determinado tengamos ese acompañamiento porque el financiamiento sería más barato, de largo plazo y habría tranquilidad en la gestión de la cosa pública.
Entonces, ¿estamos más cerca del FMI?
Diría que mucho más cerca que hace un año. Hace un año no había cooperación técnica, no había diálogo fluido. ¿Estamos más cerca de un acuerdo con el Fondo? Hasta que no encontremos una señal clara de que el FMI está dispuesto a apoyar esto, vamos a seguir trabajando en las otras opciones de financiamiento como bancos de inversión, operaciones estructuradas, etc.
¿Qué avances hay en el plan económico?
El plan ya está en marcha, lo que pasa es que se habla de que no existe un plan. Esas mismas personas que critican la ausencia de un plan también critican cuando se toman medidas. No hay solución mágica, uno no puede decir que vamos a salir sin hacer nada y logrando todos los resultados. Los pilares del plan son consolidación fiscal y estabilidad monetaria; igualdad de oportunidades y protección social; empleo y reactivación productiva; y transparencia y manejo eficiente de los recursos. Los resultados son la reducción del déficit con recortes al gasto (…); en protección social hay hitos como la garantía de 300 millones de dólares del BID para emitir un bono social, algo inédito. Esos recursos irán a vivienda popular y a lucha contra la violencia de género. En lo presupuestario está la asignación adicional para educación y salud, bonos de desarrollo humano garantizados. En empleo el reto es darle a la gente más opciones de financiamiento, en el ámbito público y privado. En el campo público está por anunciarse un plan para refinanciar deudas en la banca pública.
La inversión privada viene creciendo frente a la inversión pública en estos últimos dos años. ¿Qué se está haciendo para que esto se consolide?
Un instrumento muy poderoso es la Ley de Fomento Productivo y su reglamento. La economía necesita más recursos privados y los sectores minero y petrolero, por ejemplo, pueden atraer divisas. Hay sectores de amplia generación de empleo como construcción y agrícola donde estamos interviniendo con créditos y menores costos para reactivarlos. La expectativa es positiva en tanto el empresario asuma riesgos. Va a haber el empresario que siempre se queje, lo conozco de cerca, pero hay otro grupo que está dispuesto a apostar por el país entendiendo que el principio del emprendedor es el riesgo. Hoy las condiciones para el empresario son mejores que hace un año y medio.
Usted fue dirigente empresarial. Ahora, como Ministro, ¿qué siente al ser parte del sector público y saber que hay cosas que se pueden hacer y otras que no?
Siento que se puede construir mucho desde la política pública y se puede hacer mucho, pese a las restricciones. La dinámica es diferente. Se requiere de voluntad y consenso, ninguno de los dos puede querer imponer, de lo contrario la relación es insostenible. Lo que debe primar siempre es el saber qué estamos dispuestos a aportar desde cada lado. En las decisiones, la velocidad en las que se toman es el mayor reto para hallar mecanismos que van más allá del sector empresarial. Esto demanda una evaluación del país e implica que las decisiones sean más sopesadas en función de los grandes equilibrios. Lo importante es mejorar la calidad de vida de la gente.
Hoja de vida
Formación. Economista de la Universidad Católica del Ecuador, con un Executive MBA del IDE Business School, un Postgrado en Economía Internacional de la Universidad de Barcelona y un Diplomado en Negociaciones y Comercio Internacional por la Universidad Miguel de Cervantes en Chile.
Tiene cursos en Harvard Kennedy School, Incae, Universidad Politécnica de Madrid y organismos como OIT, USAID, ONUDI, Unión Europea, BID. Fue presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias y Presidente Ejecutivo de la CIP.
Entrevista a Richard Martínez, ministro de Economía y Finanzas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Una vida ordenada, principalmente en lo que se refiere a lo financiero, le evitará problemas. Por ello es clave iniciar el año con un plan de ingresos y gastos estructurado.
Primero, se debe saber que hay presupuestos para dos tipos de personas: las que tienen ingresos permanentes y las que no. Para las primeras lo recomendable es hacer un presupuesto anual; a las segundas se aconseja que lo realicen de forma mensual.
Bertha Romero, especialista en finanzas personales del programa de educación Tus Finanzas, asegura que las personas pueden armar su plan en una hoja electrónica de Excel, una tabla de Word o, simplemente, en papel.
El documento se debe dividir en dos secciones: ingresos y gastos. En la primera parte está el sueldo a recibir, fondos de reserva, décimos (si no los acumula), bonos fijos, dinero por cobro de arriendos, entre otros. Mientras que en la segunda se deben de incluir los egresos que, a su vez, se dividen también en dos: los necesarios (alimentos, vivienda, pago de deudas) y los que no lo son como viajes, diversión y más.
“Es importante que el documento contenga un detalle del ingreso estimado para el año. Por otro lado, lo que todo el mundo se olvida de poner y debe ser el primer egreso del mes es el ahorro. Por lo menos, el 10% del ingreso total debe ser para este rubro”.
Una manera de conseguir esta meta es tener una cuenta adicional, con bloqueo para sacar el dinero por determinado tiempo, de la que se debite un porcentaje fijo cada mes. La disciplina es clave para este propósito en el año. También lo es para equilibrar las finanzas.
Si sus deudas y gastos por deudas y otros rubros sobrepasan el 40% de sus ingresos es una alerta para que haga un ajuste: deje de comprar comida o bebidas calientes a media mañana o media tarde, lleve a la oficina su propio almuerzo en vez de comer en restaurantes, reduzca gastos de entretenimiento, etc.
El buró de crédito Equifax explica que al armar un presupuesto se debe tener claro que el pago a cuotas de cualquier obligación no debe comprometer los ingresos futuros. “Es fundamental que pague sus cuentas a tiempo para evitar recargos o multas”.
Una alternativa para ser más ordenado en sus finanzas es, según Luis Naranjo, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito, el uso de aplicaciones móviles de presupuestos familiares.
Él destaca dos de ellas. PocketGuard, que funciona tanto para Android como para iOS, es una aplicación de administración de planes financieros y seguimiento de cuentas bancarias, todo en uno; muestra cuánto tienen las personas en sus cuentas, así como cuánto pueden gastar por día.
Por su parte, Dollarbird, también para Android e iOS, “adopta un enfoque colaborativo centrado en el calendario para el presupuesto y el seguimiento de gastos. Puede agregar, eliminar y editar egresos e ingresos pasados y futuros en una vista estilo calendario”.
El uso de las ‘apps’ le permitirá conocer si está cumpliendo con lo presupuestado. Algunas le brindan alertas para saber si se sobrepasa el dinero que debe destinar para cada mes del año. “Es importante que siempre, cada 30 días, tenga un margen para cualquier imprevisto”,explica Naranjo. Entre estos se encuentra el daño de algún electrodoméstico o del auto, una consulta dental urgente, el pago de algún trámite, el pago de un bien o servicio no previsto para el hogar, entre otros.
Este monto debe ser adicional al de un ahorro para emergencias, que debe tener una cantidad mucho mayor. Según Equifax, este fondo debe destinarse ante la pérdida de trabajo, tratamientos médicos por una enfermedad o accidente de tránsito, calamidad doméstica, etc.
Cualquier movimiento financiero, según Romero, debe quedar registrado por escrito, tanto en el presupuesto mensual como en un registro de gastos; este debe manejarse en un documento diferente al primero.
Asegúrese de ser disciplinado. Los expertos coinciden en que cuando una persona hace cuentas mentales lo más seguro es que confunda u olvide algunas cifras.
Tener un plan de ingresos y gastos es clave en familias y empresas. Expertos recomiendan que todo movimiento debe quedar registrado por escrito.
En el país no hay mayor distinción en los préstamos que dan las cooperativas, si se toma en cuenta el segmento en el que están. Sí podrían diferenciarse por montos, es decir, por su estructura financiera las entidades más grandes pudieran ofrecer créditos más altos, aunque no es la regla.
Así lo indica Édgar Peñaherrera, gerente general de la Red de Integración Ecuatoriana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Icored), la realidad de la entrega de préstamos por parte de cooperativas en Ecuador.
En el país, de acuerdo con datos de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur, estas entidades cubren a 200 cantones en todo el país. En ciertos sectores se trata del único eje de intermediación financiera; de hecho, la tasa de ruralidad supera el 75%.
La cartera que manejó el sector cooperativo, hasta febrero del 2018, fue de USD 8 680 millones. Las operaciones de crédito superan las 1,4 millones.
En 2017, la entrega de créditos creció en 21,72% en montos, en relación con el año anterior. “El sector cooperativo, a pesar de la situación económica del país, siempre ha estado consciente de la necesidad de recursos que tienen nuestros socios. En esa dinámica no hemos dejado de colocar préstamos”, indica Juan Pablo Guerra, presidente de Ucacsur.
El crédito de consumo representa el 51,4% de toda la cartera de crédito de las cooperativas; los microcréditos tienen el 37%; el inmobiliario es el 8,9%; y el comercial y educativo está por debajo del 2,7% de la cartera.
En la Cooperativa Atuntaqui, por ejemplo, se concentran en ofrecer microcréditos de consumo y de vivienda. Su mercado se concentra en Imbabura, aunque tiene tres oficinas en Pichincha.
En el caso de los microcréditos, entrega hasta USD 40 000 con un plazo de hasta 60 meses; los de consumo en ese mismo monto y plazo, mientras que los hipotecarios incluyen desembolsos de que llegan a USD 100 000 con un plazo de hasta 10 años.
Ciertas cooperativas, dentro del área de microcrédito, tienen subproductos que pueden estar destinados a la compra de autos, maquinaria, entre otros. Eso lo maneja cada institución.
La Cooperativa 29 de Octubre tiene tres tipos de microcréditos, cuyos montos mínimos y máximos difieren. En el destinado para minoristas, por ejemplo, lo menos que se puede solicitar son USD 100 y el máximo 1 000, con un plazo de hasta 48 meses.
También ofrece créditos de consumo, comercial y de vivienda.
Los primeros tienen montos máximos de desembolso de hasta el 60% y el 80% del sueldo, según el caso; los segundos están destinados a pequeñas y medianas empresas, para capital de trabajo, financiamiento de pasivos y activos fijos; mientras que los hipotecarios son para adquisición, construcción y reparación de vivienda, así como para compra de terreno para construir una casa, con un plazo máximo de hasta 15 años.
Según Icored, los montos crediticios en las cooperativas son dispersos y no se puede establecer un promedio porque existen entidades en zonas rurales en las que los socios no requieren de montos altos, mientras que en las grandes ciudades la tendencia es siempre a solicitar volúmenes mayores. “En las socias de Icored el promedio en microcrédito bordea USD 5 000”, dice Peñaherrera.
Las cooperativas, explica, hacen esfuerzos por contribuir a incrementar la inclusión financiera, “por ello las personas de escasos recursos económicos han encontrado en ellas una posibilidad de acceder a los servicios financieros, en ahorro y crédito; buscando generar un emprendimiento para garantizar su sustento”.
Microempresario es sinónimo de esfuerzo y trabajo
Agricultores, comerciantes, emprendedores, amas de casa y otros encarnan al microempresario ecuatoriano.
A este actor de la economía ecuatoriana es fácil encontrarlo en mercados, así como en centros comerciales o en tiendas de barrio. También están en el campo o en pequeños locales establecidos en garajes de casas y desde hace pocos años en las redes sociales.
La agricultura, la ganadería y la pesca son las principales actividades en las que están los microempresarios. Los datos de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo señalan que en esas tareas se cuentan alrededor de 1,6 millones de personas.
Luego está el comercio con unos 893 000 microempresarios y más atrás destaca el sector de la construcción con 395 000, según los datos de la RFD que tienen corte en diciembre del 2017.
En total, el país tenía hasta el mes señalado 4,1 millones de microempresarios, lo que representa el 51% de la población económicamente activa. Otros datos de la RFD señalan que 6 de cada 10 microempresarios tienen menos de 45 años y que el 60% son hombres y el 40%, mujeres.
Un ejemplo es Lourdes Zapata. Esta mujer renunció a su trabajo y hace dos años montó su emprendimiento: Polifoamflex, en donde elabora almohadas según los requerimientos de los clientes.
En su taller ubicado en el sector de La Argelia, en el sur de Quito, Zapata realiza las mezclas de materias primas, que son importadas desde Estados Unidos; las coloca sobre moldes especiales, fabricados especialmente para estos productos. En el proceso de fabricación de las almohadas colaboran ocho personas. El área de trabajo tiene 50 metros cuadrados.
Zapata es una microempresaria con un trabajo que puede calificarse como estable. Pero no todos los microempresarios generan más de un empleo.
Wilson Araque, director del Observatorio, dice que entre los microempresarios hay dos grupos: el primero está integrado por personas que de manera individual desarrollaron un pequeño negocio. El segundo grupo es el de pequeños comerciantes o productores que deciden asociarse o crear cooperativas para mejorar sus posibilidades de éxito.
Araque advierte que en el primer grupo muchas veces están microempresas que incorporan una o dos personas, que por lo general son familiares y no siempre son remunerados. “Estos negocios ofrecen productos baratos porque dentro del costo no incorporan la mano de obra”.
Según Araque, el no valorar a esos factores tiene un efecto: los precios de sus productos son muy bajos. “La ganancia es mínima, se convierten en negocios de subsistencia y no crecen”.
En el grupo de los que deciden asociarse, las posibilidades de crecer son mayores, aseguran los expertos. El Consorcio de Lácteos Tungurahua (Conlac-T) está integrado por cinco asociaciones localizadas en Pilahuín, Quero, Baños y Pelileo. Las queseras procesan 2 500 litros diarios para producir 1 500 quesos que es el valor agregado. Fanny Masabanda, gerente del Consorcio, explica que al menos 25 000 litros se venden a grandes industrias.
El financiamiento también incide. Adriana Amaya, profesora de emprendimiento e innovación de Espae-Espol, señala que en el 2016, un 45% de los encuestados por el estudio Global Entrepreneurship Monitor acudieron al sistema bancario.
Por lo contrario, el uso de inversionistas informales se incrementó en el 2016 al 33% subiendo tres puntos porcentajes con relación al 2015. “Los recursos propios representan la principal fuente de financiamiento: el 99%”.
La billetera móvil es el proyecto bandera este año
La billetera móvil será el nuevo servicio tecnológico, que ofrecerán las cooperativas de ahorro y crédito en el país. Este aplicativo será lanzado hasta mediados del 2018 y está a cargo de la Red Transaccional Cooperativa Conecta.
El proyecto empezó a mediados del año pasado. Hasta la actualidad, 25 instituciones financieras del sector cooperativo han firmado la carta de intención para ser parte de este nuevo servicio.
Según el vicepresidente de la Red Conecta, Ramiro Baldeón, no se trata de un servicio relacionado con el dinero electrónico, sino de un aplicativo en el cual el teléfono móvil estará atado a una cuenta de ahorros o corriente.
Mediante esta alternativa el usuario podrá efectuar transacciones y estará interconectado con la red Conecta (cooperativas de ahorro y crédito) y la red bancaria.
Baldeón dice que desde el ámbito técnico estarán listos desde el próximo mes, pero es necesario esperar por los temas normativos. Por ello, considera que funcionarán antes de finalizar el primer semestre de este año.
La intención es que 72 cooperativas del país, entre grandes, medianas y pequeñas, sean parte del proyecto. Es decir, las mismas que están conectadas a la red de cajeros automáticos de Conecta.
“Hay que esperar un tiempo para que cada institución se vaya sumando al servicio”. La billetera móvil, explica Baldeón, permitirá realizar débitos, cobranzas, transferencias… Es decir, los locales comerciales no necesitarán contar con un aparato para hacerlo como ocurre con las tarjetas de débito.
Conecta es la administradora de la red de cajeros automáticos y tarjetas de débito de 72 cooperativas de ahorro y crédito ecuatorianas. “Proveemos este servicio que a la vez se interconecta con la red nacional bancaria. Con ello, los socios de estas cooperativas tienen acceso a la totalidad de cajeros automáticos del país”.
Además, ofrecen una red de compras para que los socios de estas entidades accedan a 19 000 puntos de venta en el Ecuador. Baldeón señala que con las cooperativas de ahorro y crédito ofrecen otros servicios tecnológicos como las transferencias de remesas desde el exterior.
Además, cuentan con una ventanilla móvil que es utilizada por los operarios de las cooperativas, que van, por ejemplo, a los mercados para recibir ahorros o recaudar el pago de créditos.
Con esta herramienta tecnológica, dice Baldeón, no hace falta desplazarse a las instituciones financieras, sino que se recauda directamente. A través del teléfono móvil se pueden registrar los depósitos y el funcionario de la cooperativa cuenta con una impresora, que se conecta a través Bluetooth para entregar el recibo.
Baldeón señala que el propósito del sector cooperativo es generar la inclusión financiera para que cada vez más personas puedan transar en estas instituciones y dejen de lado la informalidad. “En estos objetivos, la tecnología es una herramienta importante”.
Él dice que la tecnología tiene una gran dispersión entre las diferentes cooperativas y esa diferencia es evidente entre las instituciones grandes y las muy pequeñas. Baldeón añade que Conecta ofrece tecnología de primer nivel en medios de pago y “estamos bastante equiparados al sistema financiero”.
Otros detalles Los controles internos. Según Ramiro Baldeón, de la Red Conecta, la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria es estricta en el cumplimiento de estándares tecnológicos de seguridad. Por ello, una de las funciones de Conecta es incentivar a las instituciones cumplan con esas exigencias.
Las aplicaciones. Las cooperativas como JEP, CREA, Alfonso Jaramillo, Cámara de Comercio de Ambato, entre otras, cuentan con aplicaciones para consultar saldos, efectuar transacciones…
Foto: Diego Pallero / LÍDERES
La Cooperativa Atuntaqui tiene tres oficinas en Quito. Una imagen de una de ellas, en el sector de El Ejido.
El 22 de diciembre del 2017 fue el último día en que Pedro Sánchez Saá, economista quiteño de 39 años, pasó su jornada laboral en las oficinas de la multinacional francesa de seguros comerciales, Coface, en el norte Quito.
Ese viernes, su agenda estuvo copada por despedidas, brindis navideño, llamadas, etc. Era su último día como gerente general de Coface en Ecuador, y dejaba con nostalgia el cargo que ocupó desde junio del 2015.
La nostalgia se mezcló con emoción, reconoce Sánchez, pues su partida se debe a que, desde hoy, es el gerente comercial en las oficinas de México, en donde Coface tiene sus oficinas regionales.
En ese cargo controlará la operación comercial de México, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Brasil.
“Me voy a encargar de que se cumplan metas de ventas y presupuestos, también voy a ver ventas de nuevos productos, renovación de portafolio existente con clientes actuales e iniciativas de marketing”, puntualiza.
Dejar Quito no fue una decisión sencilla, cuenta Sánchez, quien asegura que su familia es lo más importante. “Es lo que llena mi vida”, comenta con emoción.
Antes de aceptar la propuesta, que recibió en julio del 2017, analizó a fondo lo que implicaría llegar a un país ajeno con su esposa, Carolina Cevallos, y sus tres hijos pequeños: Isabela, de 9 años; Pedro José, de 6; y Juan Pablo, de 3.
Al final, el apoyo de la familia le dio la seguridad de aceptar este reto.“Voy a extrañar al resto de mi familia, amigos y a Quito, su clima, la cercanía de todo. La comida ecuatoriana también, un cebiche, una fritada”, comenta.
Su mejor amigo desde los 5 años, Felipe Burneo, dice que este ascenso no es casualidad en la vida de su amigo. Los dos estudiaron juntos en la escuela, colegio y universidad, y Burneo dice que hay algo que nunca cambió en Sánchez: la entrega a sus tareas.
“Siempre fue muy buen alumno, muy dedicado. En el colegio estaba siempre al tanto de cuestiones económicas que al resto aún no nos interesaba”, recuerda.
A pesar de la nostalgia, Sánchez espera disfrutar esta experiencia profesional y de vida. “Uno tiene que enfocarse en todo lo bueno del país al que llega, no solo en lo bueno que extraña del país que deja”, dice.
La gerencia comercial en México es su primer cargo regional en una carrera profesional que comenzó a los 22 años, cuando aún no se graduaba de economista en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y un profesor de la Facultad de Economía lo llevó a trabajar en la Prefectura de Pichincha.
Desde entonces, Sánchez pasó por varias escuelas que lo prepararon para llegar a este punto. “Todo trabajo es una escuela, toda experiencia también lo es”.
Haber formado parte de Emprende, una de las primeras incubadoras de emprendimientos en Quito, es una de esas experiencias que resalta como aprendizaje.
Hay otros dos hitos. Uno es el del 2005, cuando entró a Mutualista Pichincha como gerente de Productos Financieros. Ahí adquirió su primera experiencia en manejo gerencial.
El segundo es su llegada a Diners Club Ecuador, en donde trabajó como gerente comercial desde el 2011. Sánchez asegura que fortaleció sus aptitudes relacionadas al área comercial, que le ayudaron a ser tomado en cuenta más tarde para ocupar un cargo comercial en Coface México.
De su etapa en Diners destaca la constante capacitación por parte de la empresa. “Tuve un diplomado en gerencia comercial pagado por la empresa y cursos de desarrollo de habilidades gerenciales todos los años”, menciona.
Esa idea de que la capacitación al personal es clave para obtener mejores resultados en una organización la llevó como gerente general a Coface. “Primero lo primero”, dice Sánchez, quien practica la natación para obtener ideas.
Apenas llegó al cargo implementó un programa de coaching para el desarrollo de habilidades gerenciales en su equipo.
Alejandra Alarcón, gerenta comercial en Coface Ecuador, destaca que ese fue uno de los principales cambios que instauró Sánchez en su paso por la empresa. “Hubo un cambio muy importante. Se notaba que se preocupaba mucho por el desarrollo de los colaboradores y llegó mucho a la gente”, .
Sánchez también trabajó en estrategias para mejorar la comunicación de cada departamento, y la imagen externa para posicionar la marca Coface como líder de opinión en temas económicos. Su paso por las oficinas de la empresa en Ecuador coincidió con la crisis económica del país, pero a pesar de ello, la empresa tuvo ganancias en esos años.
Su CV Formación.Estudió la primaria y secundaria en el Colegio SEK, de Quito.
Economía.Su título de economista lo obtuvo en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Además, tiene un MBA en dirección de empresas por la Universidad de Palermo.
Carrera.Ha trabajado desde el 2005 en el sector financiero en entidades como Mutualista Pichincha, Diners Club y Coface.
Fotos: Cortesía Coface y archivo particular
Celebrando la Navidad con su esposa Carolina y sus hijos (izq.). En una conferencia organizada en 2017 por Asobanca. Abajo, en una de las capacitaciones al personal de Coface.
El ministro ecuatoriano de Finanzas, Carlos de la Torre, consideró el jueves 21 de diciembre del 2017 que el balance en materia económica para cierre de año «es positivo» en el país y apuntó que 2017 terminará con un déficit fiscal de 4,5 %.
En su cuenta de Twitter añadió que prevén cerrar 2018 con un déficit fiscal de 3,9 % y apuntó que la «economía está en etapa de clara estabilización».
El titular de Finanzas destacó que no se aplicaron en los seis meses de la actual administración medidas que afecten a los más desfavorecidos como el alza en los costes de los servicios básicos o de los combustibles, conocido popularmente en Ecuador como «paquetazo».
«No hubo paquetazo y no habrá paquetazo. El diálogo es permanente pero no podemos responder a intereses particulares», indicó el funcionario. Y añadió que en temas económicos, el Gobierno liderado por Lenín Moreno ha avanzado «con pasos muy firmes».
«El riesgo país ha bajado de niveles de 700 puntos a 400 puntos. Vamos a honrar nuestras deudas como las hemos contratado; contamos con tasas más bajas y plazos más largos», comentó De la Torre.
Carlos de la Torre, ministro ecuatoriano de Finanzas, la mañana del jueves 21 de diciembre del 2017 en Carondelet. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Los representantes de las Cámaras de Comercio, Producción, Pequeña Industria, Cooperativas de Ahorros y Crédito y otras sectores productivos de Tungurahua se reunieron con el ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, el miércoles 22 de noviembre del 2017. La charla se desarrolló en la Gobernación de Tungurahua.
El propósito de la reunión fue conocer las inquietudes de los empresarios y explicarles las medidas económicas planteadas por el presidente de la República Lenín Moreno, y el proyecto de ley para Impulsar la Reactivación Económica, que se debate en el Pleno de la Asamblea Nacional.
“Se está generando un paquete de incentivos importantes para las pequeñas y medias empresas que generan el 70% del empleo en el sector privado. Las em-presas grandes solo generan el 30% y se nos quiere posicionar la idea de que solo estas empresas son el sector privado pero las pequeñas y micros son mu-chas”, indicó de la Torre.
El funcionario de la Cartera de Estado tiene planificado dictar una charla en el auditorio de la Universidad Técnica de Ambato en horas de la noche. El evento es parte de los actos conmemorativos de los 48 años de creación de la Facultad de Contabilidad y Auditoría. De la Torre explicará sobre la coyuntura económica del país.
El propósito de la reunión fue conocer las inquietudes de los empresarios y explicarles las medidas económicas planteadas por el presidente de la República Lenín Moreno, y el proyecto de ley para Impulsar la Reactivación Económica, que se debate en el Pleno de la Asamblea Nacional. Foto: LÍDERES
La reunión de ministros de Finanzas del G20 en Baden-Baden (suroeste de Alemania) se inició este viernes 17 de marzo, con un simposio a puerta cerrada en el que participan expertos de todas las delegaciones, bajo el peso de diversas crisis de las que son actores directos países miembros del grupo.
Los problemas actuales, desde las discusiones sobre la política comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hasta las tensiones que genera en las relaciones internacionales la situación en países como Turquía o Rusia, interferirán previsiblemente en la agenda de la presidencia de turno alemana.
Los grandes temas, como el desarrollo de una nueva arquitectura financiera internacional o la cooperación en materia fiscal para cerrar vacíos legales que son aprovechados por grandes consorcios, se enfrentan en esta ocasión a las turbulencias políticas que hace difícil la búsqueda de fórmulas comunes.
El nuevo secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, participa por primera vez en una reunión del G20 y, en el marco de la misma, tendrá encuentros bilaterales con varios de sus homólogos del grupo.
La primera reunión la tuvo ya ayer en Berlín, con el ministro alemán Wolfgang Schuble, y ambos intentaron disipar temores en torno a una guerra comercial entre EEUU y la UE, pese a admitir sus diferencias.
Los encuentros bilaterales marcarán la mañana de hoy, mientras que en la tarde tendrá lugar la primera sesión de trabajo sobre el ritmo de crecimiento de la economía mundial, con un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La segunda sesión de trabajo estará dedicada a la situación general de la economía mundial y habrá otra centrada en el denominado «pacto con África», que la presidencia alemana ha declarado como una de sus prioridades, en respuesta a la crisis migratoria. Al grupo del G20 pertenecen China, India, la UE, EEUU, Indonesia, Brasil, Rusia, México, Japón, Alemania, Turquía, Francia, el Reino Unido, Italia, Sudáfrica, Corea del Sur, Argentina, Canadá, Arabia Saudí y Australia y asisten como invitados países como España, representado por el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos.
Los países del grupo representan cerca del 84 por ciento de la población mundial y aproximadamente un 80 por ciento del PIB global.
En la reunión de Baden-Baden participan además representantes de varias instituciones internacionales, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Angel Gurría, participa en la conferencia sobre el G20. Foto: EFE
Posicionar su orientación hacia el apoyo de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) es el objetivo central de Banco ProCredit.
La entidad, con casa matriz en Alemania, llegó al país en el 2003 para ofrecer sus servicios al sector micro. Sin embargo, con el tiempo los directivos vieron que este segmento estaba sobresaturado. Miguel Enberguer, gerente geneal de ProCredit en Ecuador, indicó que hay un sinnúmero de instituciones que ofrecen servicios a ese sector. Además, desde el banco se detectó que existen, tanto en el país como en otras naciones, sobreendeudamiento y más riesgo crediticio en tal segmento.
“Desde el punto de vista del desarrollo, continuar en el segmento micro no es tan conducente. De alguna forma es anclarse al sector que es informal, en el que no hay organización, en el que las empresas tienen estructuras débiles, en el que no se lleva documentación. Eso, de cierta manera, es quedarse en el subdesarrollo. Es un segmento importante en la economía, pero hemos observado que las Pymes son dinámicas”.
La entidad hizo una evaluación y determinó que crecen más, dan empleo, tributan, tienen mejor organización empresarial, etc. Su contribución a la economía nacional es mucho más contundente.
Fue así que en 2014 el banco cambió su giro de negocio y ahora busca afianzarse en este segmento. Se enfoca en las Pymes del sector productivo y comercial.
Desde esa fecha ProCredit redujo en USD 150 millones su cartera micro, que antes del cambio era de USD 300 millones. En total, incluyendo otro tipo de clientes alcanzaban USD 400 millones.
Actualmente, la cartera total es de USD 270 millones. De esta el 60% corresponde a Pymes y, según Enberguer, está creciendo.
Entre los beneficios que ofrece la entidad a los clientes está la posibilidad de ajustarse a la situación financiera de las pequeñas y medianas empresas. “No tenemos productos estándares. Si vemos que la inversión del cliente es para financiar a 10 años, lo hacemos. Somos flexibles en los períodos”.
Actualmente, entregan créditos de entre USD 20 000 y 1 millón. Podrían ofrecer un monto mayor, pero de forma selectiva. Las tasas interés son preferenciales para inversiones de eficiencia energética como, por ejemplo, la modernización de máquinas para que se consuma menos energía; también para los clientes que ofrecen una mejor garantía.
Actualmente, cuenta con 20 000 clientes en el sector empresarial, incluyendo a los del sector micro. En el futuro, esperan tener 4 000 a 5 000 solo del segmento de las Pymes.
Conforme vayan creciendo estos se reducirán los de las micro, que aún se mantienen. Yurina Zaldumbide, gerenta de Oyempaques, una Pyme dedicada a la fabricación de productos plásticos, es una de las clientes actuales. “Trabajamos con ellos desde el 2014. Tienen mucha apertura para trabajar con pequeñas y medianas empresas, son ágiles en sus procesos y apoyan al desarrollo de la industria nacional”, dijo.
Esta firma ha accedido a financiamiento con ProCredit para la compra de materias primas y maquinaria. La gerenta destaca la flexibilidad que tiene la entidad en los plazos para pago de créditos y las tasas de interés competitivas.
Oyempaques tiene una línea de crédito y dos cuentas corrientes. Además, cuenta con un oficial que maneja sus cuentas.
Precisamente, uno de los lineamientos del banco es dar un trato personalizado a sus clientes. Además, la entidad destaca de estos el hecho de que estén abiertos a la innovación, a desarrollar un negocio formal, entre otros.
Enberguer explicó que otro de los beneficios del banco es que al tener como casa matriz un país de la UE hay beneficios para las Pymes que realicen operaciones de comercio exterior, que se espera se dinamicen en el marco del acuerdo comercial con el bloque.
“Tenemos facilidades en transferencias con Europa, tarifas competitivas (…) Tenemos una tarifa flat de USD 15 por cada transferencia, para cualquier país”, comentó. La idea es fomentar el comercio y las exportaciones ecuatorianas.
Asimismo, en la gama de servicios de la entidad existen cartas de crédito para importaciones. Desde la entidad bancaria se indicó que hay oferta de servicios para el comercio exterior.
En las oficinas de Banco ProCredit los clientes reciben atención personalizada. La entidad se ajusta a la situación financiera de las pequeñas y medianas empresas. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
Una fotografía antigua se exhibe en una de las paredes de la oficina de Pedro Morales, gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Riobamba. En la gráfica, tomada en 1957, se lo ve junto al obispo de esa época, Leonidas Proaño.
La fotografía muestra uno de los momentos más importantes de la vida de Morales: fue captada cuando se integró la Organización de Jóvenes Trabajadores de Chimborazo, y cuando simultáneamente descubrió en el cooperativismo una oportunidad para el desarrollo colectivo.
Hoy la institución que él dirige es la sexta más grande del país, según datos de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria: tiene más USD 260 millones en activos y unos 100 000 socios.
Para Morales, la clave del crecimiento de la cooperativa es la cercanía que mantiene con sus socios y la aplicación de la filosofía que le enseñó Proaño, en su intento de fortalecer la economía de Chimborazo. “De Monseñor Proaño aprendí que el trabajo en equipo y la organización son parte de la solución a nuestros problemas. Esas enseñanzas las replicamos con nuestros socios, promovemos el ahorro con fines solidarios, ellos saben que su dinero se reinvierte y se utiliza para otorgar créditos”.
Él tenía 20 años cuando conoció al Obispo que influenció su amor por el cooperativismo y la solidaridad. En esa época era difícil acceder a la educación y escaseaban las fuentes de empleo, pero Proaño le vinculó a otros jóvenes con deseos de emprender iniciativas de desarrollo y los organizó.
Los talleres y capacitaciones con especialistas extranjeros que proponían un sistema financiero cooperativo como alternativa a los bancos marcaron el inicio de su vida profesional. Morales se convirtió en poco tiempo en uno de los líderes más activos de la organización juvenil.
“Pedro siempre se destacó por su intensa militancia en los momentos políticos más coyunturales de la provincia y la ciudad. Se reunía toda la semana con otros activistas de un origen muy diverso. Había cristianos, socialistas, guevaristas, curas, monjas…”, recuerda Mariana Guambo, otra joven que se formó junto a Proaño.
Morales fue designado como representante del Ecuador en varios encuentros mundiales de la Juventud Obrera Católica. Además obtuvo una beca en un Instituto de Cooperativas, en Francia, donde estudió el sistema de cooperativas y la organización popular.
Cuando retornó al país, en 1981, se encargó de promover cooperativas de vivienda que empezaban a formarse en los sectores rurales de Riobamba y luego fue designado subsecretario regional de cooperativas.
Cuatro años después se vinculó a la Cooperativa Riobamba. Pero antes de su llegada, la entidad no era tan exitosa como lo es hoy. De hecho, estaba a punto de liquidarse debido a una crisis de cartera.
Morales fue contratado por la Dirección Regional de Cooperativas como interventor; debía organizar la liquidación de la entidad. Pero un grupo de socios le pidió sacarla a flote e impedir su cierre.
“Eran cerca de 1 000 socios activos y tenían unos 800 000 sucres de capital. Pero la cartera vencida los había superado y no tenían liquidez por una falta de experiencia en la administración”, recuerda Morales. Su primer reto fue recuperar la confianza de los socios. Contactó a un grupo de mujeres artesanas y emprendedores y los convenció de ahorrar, obtener créditos y mejorar sus pequeños emprendimientos.
Otro reto fue recuperar la cartera vencida e incrementar el patrimonio de la cooperativa. Morales dice que los esfuerzos se enfocaron en la gente trabajadora que no podía acceder a un crédito bancario, como campesinos, agricultores, amas de casa…
“Estudiamos su comportamiento financiero y los invitamos a ahorrar con nosotros”, dice Morales. El crecimiento de la cooperativa fue inmediato, la entidad incluso llegó a ser tan solvente que resistió la crisis financiera que se produjo en el país debido al feriado bancario en 1999.
Sonia López, quien actualmente se desempeña como jefe nacional de crédito, es una de las primeras colaboradoras de la Cooperativa. Ella se vinculó a la entidad hace 28 años. “Los valores con los que nos formó el licenciado Morales se convirtieron en una marca de la cooperativa”, cuenta López. Ella dice que la confianza de la gente se ganó con la perseverancia del Gerente y hoy es la fortaleza de la institución.
La Cooperativa Riobamba reportó un crecimiento anual del 10,43% en el 2016, pese a la recesión económica, que influyó en la colocación de créditos. Esta entidad ahora cuenta con agencias en cinco cantones de Chimborazo, en Quito y Cuenca.