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  • En 60 países conocen sus flores

    Modesto Moreta

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Pétalos y hojas brillantes, tallos gruesos de hasta 90 centímetros de largo, botones grandes y pequeños amarillos, rojos, rosados y una infinidad de colores llegan todos los días a los mercados de Europa, Asia, Rusia, Estados Unidos y otros países.

    Grupo Royal Flowers cultiva más de 200 variedades de rosas de calidad premium y otras flores de verano como bromelias, hortensias, girasoles, follajes, rosas de jardín. Estas se producen en sus 110 hectáreas de las fincas de Tabacundo, en Pichincha, y Mulaló, en Cotopaxi.

    La historia de esta firma comenzó en mayo de 1992 cuando Alfredo Verdezoto Lucio incursionó en la producción y exportación de rosas. La inversión inicial fue de 11,5 millones de sucres. Con los recursos económicos compró una finca de 10 hectáreas en Tabacundo donde montó Royal 1.

    Luego creó Royal 2 y Royal 3 con un total de 45 hectáreas entre cultivos de rosas y flores de verano. En febrero de 1996 creó Continex Cía Ltda., en la parroquia Mulaló del cantón Latacunga, en un área de 65 hectáreas. Es la finca más grande del grupo. Allí se inyectaron 50 millones de sucres.

    Las nuevas variedades crecen anualmente en sus laboratorios permitiendo presentar productos que demandan el mercado y las nuevas tendencias de consumidores. “Entregamos una flor de calidad, colores y tamaños que nos permitieron incrementar la demanda de las flores en el mercado internacional”, cuenta Lenin Arias, vicepresidente Ejecutivo del Grupo Royal en Ecuador.

    En la actualidad comercializa más de 90 millones de rosas anuales. Eso le permitió el año pasado facturar alrededor de USD 21 millones.

    Arias cuenta que la empresa inicialmente producía rosas, spray rosas, rosas de jardín y rosas spray de jardín. Sin embargo, hace ocho años entraron a un proceso de diversificación de sus productos con nuevos cultivos como las Hydrangeas u Hortensias.

    Las flores de verano, follajes y verdes, es decir, ofreciendo productos nuevos, puesto que el mercado es cambiante donde las nuevas generaciones tienen diferentes hábitos de consumo. “Tratamos de cubrir ese mercado y nos va bien con la diversificación del cultivo”, comenta Arias.

    En la zona de los cuartos fríos se guarda la flor, luego es empacada y enviada a la exportación a Estados Unidos, Europa y Asia.
    En la zona de los cuartos fríos se guarda la flor, luego es empacada y enviada a la exportación a Estados Unidos, Europa y Asia.

    El grupo cuenta con un laboratorio in vitro que permite mantener la calidad de las plantas destinadas a la producción de flores de verano y obtener nuevas variedades de plantas. Además, oferta sus servicios a terceras personas con la venta de plantas.

    Arias dice que a pesar de la altura y el clima de Cotopaxi, las flores de verano crecen en los microclimas ayudando a obtener producto de alta calidad. Al momento el 90% de la producción del Grupo Royal Flowers corresponde a rosas y aumenta el cultivo de flores de verano que se comercializan especialmente a Estados Unidos.

    El Grupo Royal está integrado por Continex 1,2 y 3; y Royal 1, 2 y 3 con un total de 110 hectáreas. “Es una fusión de todas las fincas en el grupo. También ofrece productos nuevos como bouquet de flores, la unidad de rosas tinturadas y flores preservadas”.

    Royal además ingresó al negocio de los supermercados y ventas ‘on line’ ofreciendo bouquet de flores de alta calidad. “Las ventas en línea y de los supermercados están creciendo”.

    En la actualidad en el Grupo Royal Flowers y Continex trabajan 1 000 personas en forma directa. En San Valentín se contrata en forma ocasional a 400 jornaleros más. Según Arias, el 60% del personal es de mujeres. Ellas son las encargadas de realizar la clasificación empacada de los bouches.

    El 9 de octubre del 2014 se fusionaron Floral World, Royal y Continex para formar el Grupo Royal Flowers SA. En la actualidad el presidente Ejecutivo del Grupo Royal es Edwin Verdezoto. Sus operaciones de ventas y marketing están dirigidas desde Miami- Florida.

    Hace seis años la empresa Fresflor de la ciudad de Quito trabaja con el Grupo Royal Flowers. La calidad de las flores, la variedad de rosas y flores de verano, y el cumplimiento hace que sean buenos proveedores, dice Nancy de Maldonado, gerenta de esta firma. “Tiene un producto que las demás fincas no tienen y eso hace que la demanda de sus productos esté en constante crecimiento”.

    A escala nacional lo que más se comercializa en el mercado son las rosas, pero tiene un variado ‘stock’. Distribuyen a Guayaquil, en los dos locales que mantiene la firma en Quito y otro en Cumbayá.

    Las cifras

    USD 2 millones es la última inversión que el grupo realizó para financiar la tecnificación del sistema de riego con la aplicación de tecnología de punta.

    45% de la comercialización de flores está en el mercado de los Estados Unidos, el 25% a Europa el resto del porcentaje en los mercados de Australia, Rusia.

    500 mil dólares fue la nueva inyección de recursos para montar el laboratorio, la tinturación y bouquetería alrededor. Esta inversión fue en el 2016.

    Lenín Arias, vicepresidente Grupo Royal

    «Nuestros productos son de alta calidad por el cariño, la pasión y la tecnología que aplicamos en cada botón. Royal tiene una base importante por la capacidad de los hombres y mujeres, técnicos y administradores que laboran en el Grupo Royal Flowers. Este conjunto hace que estemos un paso adelanta de las demás empresas. A esto se suma la variedad de flores que produce y la capacitación de la mano de obra».

    El 60% de los trabajadores de la empresa florícola son mujeres. Ellas se  encargan de escoger los tallos que luego son exportados a otros países. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
    El 60% de los trabajadores de la empresa florícola son mujeres. Ellas se encargan de escoger los tallos que luego son exportados a otros países. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Aerolíneas transportaron flores de Ecuador y Colombia hacia cuatro continentes

    Carolina Enriquez

    (I)

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    A cuatro continentes llegaron flores desde Ecuador y Colombia para San Valentín. Rosas rojas y rosadas, bouquets mixtos, claveles, lirios, gypsophilias, follajes, pompones, gérberas, hipericum, entre otras flores de verano fueron transportadas por vía aérea.

    Los productos se comercializarán este 14 de febrero, la fecha más importante para la industria florícola en el mundo. La temporada de corte y exportación arrancó a mediados de enero y terminó a inicios de este mes.

    En ese periodo, aerolíneas como Latam Cargo transportaron las flores. Esta compañía aérea movilizó 9 000 toneladas a Norteamérica, Europa, Asia, Sudamérica y Oceanía.

    Latam Cargo incrementó las frecuencias semanales en Ecuador de 10 a 31; en Colombia también crecieron las frecuencias semanales, de 12 a 23. “En suma, la operación llegó a ser 2,4 veces mayor que una semana regular, transportando 4 920 toneladas de flores desde Ecuador y 4 180 toneladas desde Colombia”, indicó la empresa.

    Desde esta aerolínea se exportó con más intensidad a EE.UU. En Miami se entregó el 88% de la carga de flores que envió; esto implica el doble de lo regular. También llegó a otros destinos como Holanda, Hong Kong, China, España, Francia, Chile y Nueva Zelanda.

    “Sabemos enfrentar la exigencia de resguardar la cadena de frío para mantener las propiedades de las flores, su frescura y calidad. Así contribuimos al posicionamiento de Colombia y Ecuador como países productores de flores a escala mundial”, dijo Felipe Caballero, director Comercial de Sudamérica Norte y Centro América de la compañía área.

    Avianca también movilizó producto desde Ecuador y Colombia. En total transportó 11 688 toneladas de flores, es decir, 5% más que el año pasado. La aerolínea realizó 162 vuelos desde Quito, Medellín y Bogotá hacia Miami (EE.UU.), San Juan (Puerto Rico), Amsterdam (Holanda), entre otros.

    American Airlines, por su parte, transportó 15 toneladas de flores solo a Miami. “Del total de la industria de flores, el 90% de se transportan por vía aérea desde Quito. Una vez en EE.UU, los 200 millones de tallos son distribuidos a diferentes ciudades del país por vía terrestre, llegando a su destino frescas y a tiempo para las celebraciones del Día de San Valentín”, dijo la aerolínea. La empresa explicó que gracias a su red de destinos las flores llegaron también a Reino Unido.

    otografía del 8 de febrero del 2019, de un trabajador mientras selecciona flores en la finca Diamond Roses, en Joseguango Bajo, en la provincia de Cotopaxi (Ecuador).
    Fotografía del 8 de febrero del 2019, de un trabajador mientras selecciona flores en la finca Diamond Roses, en Joseguango Bajo, en la provincia de Cotopaxi (Ecuador). Foto: EFE
  • Las ventas por la web mueven a este negocio de flores

    María Victoria Espinosa

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    Las ventas en línea han permitido que floristería Juanito se posicione en el mercado de Santo Domingo de los Tsáchilas.

    A través de la página web y las redes sociales, los clientes que viven en España, Colombia, Perú o Argentina pueden escoger entre unas 30 opciones de ramos de rosas, tarjetas, peluches, dulces y chocolates para luego enviarlas a sus seres queridos en Ecuador.

    Por lo general, lo hacen en fechas especiales como el Día de la Madre, San Valentín o Navidad. También para cumpleaños o aniversarios. Los arreglos varían entre USD 8 y USD 120, dependiendo de los detalles y el número de rosas que lleve el arreglo.

    Juan Jiménez, gerente de Floristería Juanito, señala que fue un proceso largo llegar a brindar este servicio, que nació de la necesidad de innovar para poder competir en el mercado.

    Él recuerda que hace 17 años cuando instaló la floristería, esta era la única que había en la calle Guayaquil, en el centro de la ciudad, que ahora es conocida como la calle de las flores.

    Pero, luego de un año empezaron a abrirse nuevas floristerías. En tres años, ya había 13 en una sola calle. Por eso, Jiménez decidió personalizar los ramos de flores. Empezó a añadir peluches, tarjetas, globos y cartas de amor.

    Con esos nuevos diseños, el gerente consiguió mantener su cartera de clientes fijos que en el 2007 llegó a unas 300 personas mensuales. “Los medios de comunicación empezaron a llegar a mi negocio a ofrecerme publicidad. Eso empezó a darme buenos resultados”.

    También asistía a programas de radio o televisión y en vivo enseñaba a la audiencia a armar ramos de flores. Así empezó a popularizarse su negocio.

    Los clientes ya no iban hasta su local, sino que hacían sus pedidos por teléfono y depositaban el pago en la cuenta bancaria de Jiménez.

    Ese nuevo sistema empezó a dar frutos y los clientes aumentaron a unos 400 mensuales. Pero surgió un inconveniente: los clientes buscaban opciones diferentes y por medio de una llamada telefónica era difícil de explicarles cada detalle y color del ramo.

    Por eso decidió crear, hace unos nueve años, la página web. “Al principio, la veían ecuatorianos en Murcia y pensaban que vivía allá y se confundían al hacer los pedidos. Pero luego lo vieron como una buena opción para enviar ramos a Santo Domingo”.

    También se creó una página de Facebook, que ya tiene más de 7 000 seguidores y en la que se postea a diario una foto, descuentos y promociones. La clientela aumentó y eso permitió que se abriera un nuevo local en Santo Domingo.

    Jiménez ha invertido en total USD 10 000 en mercadería, vitrinas y perchas. Pero hace 17 años, inició con USD 450, con los que compró dos sillas de plástico para exhibir los ramos, pagó un mes de arriendo y las flores se las dieron a crédito. Con los primeros 10 ramos que vendió pudo pagarles a los proveedores y empezó a adecuar el pequeño local.

    Carmen Pazmiño es cliente de floristería Juanito desde hace 17 años. Ella afirma que el negocio ha crecido por la atención al cliente que es personalizada. “Si queremos flores azules, don Juanito las consigue o si no sabemos que regalar el nos ayuda a escoger”.

    Jiménez asegura que para posicionar el negocio fue necesario competir con bajos precios. Él pudo hacerlo porque hace unos 25 años trabajaba en el Mercado Municipal en un puesto de flores y plantas medicinales. Eso le permitió aprender a negociar y a conseguir mejores precios.

    Además también sirvió para que aprendiera a cuidar las flores para que resistan más tiempo. Fue en ese trabajo, que aprendió a hacer los ramos. Él recuerda que un día, una cliente llegó desesperada al puesto y le contó que en una floristería no le habían hecho a tiempo un ramo y que lo necesitaba de urgencia. “Me pidió que lo hiciera. Yo tenía miedo, pero ella me brindó confianza y lo logré”.

    Para hacerlo, tuvo que improvisar una base con arena y una malla para sostenerla. Luego de ese ramo, hubo otras personas a las que también les hizo bouquet.

    Pero su técnica no era perfecta. Así que decidió trabajar en una floristería para aprender a elaborar ramos en forma de corazón, cascada o las coronas fúnebres.

    En ese trabajo estuvo un año. En ese tiempo ahorró USD 400 para abrir su local. El negocio despegó en abril de 2001, pero el día clave fue la celebración a las madres, en mayo de ese año. Él recuerda que vendió más de 100 ramos pequeños, de entre USD 5 y USD 10.
    Desde entonces debió contratar a tres personas más. Pero en fechas especiales como San Valentín contrata por horas a dos o tres trabajadores más.

    Para el último trimestre de este año, Jiménez ofrecerá un nuevo servicio: mensajes impresos en los pétalos de las rosas. “Mi plan es siempre ofrecer algo nuevo”.

    Juan Jiménez es el gerente propietario de la floristería Juanito, ubicada en Santo Domingo, que ofrece más de 30 opciones de ramos de flores. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Juan Jiménez es el gerente propietario de la floristería Juanito, ubicada en Santo Domingo, que ofrece más de 30 opciones de ramos de flores. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • Del negocio de las flores a decorar eventos masivos

    María Victoria Espinosa

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    Los esposos Andrés Del Hierro y Sara Valencia se dedican desde hace 18 años a la decoración de eventos, en Santo Domingo.Ellos iniciaron en una pequeña floristería, administrada por la familia Del Hierro, desde hace alrededor de 30 años. Ahí, la madre de Andrés, María Antonieta, hacía manualidades y arreglos florales.

    Andrés recuerda que antes de graduarse en la carrera de Hotelería y Turismo, junto con su esposa, empezaron a idear un negocio que les permitiera desenvolverse con los conocimientos que habían aprendido en la universidad.

    Se les ocurrió ampliar los servicios de la floristería y con USD 400 compraron manteles para su primera decoración. Se trataba de una boda, que coincidía con el día de la incorporación de Andrés y Sara. “Terminamos de decorar un evento para 400 personas y corrimos a nuestra graduación”.

    Los primeros tres años fueron de aprendizaje. Ellos debieron capacitarse sobre las tendencias y nuevas técnicas de decoración, atención al cliente, entre otras. Luego de esos tres años, el negocio empezó a crecer. Ya no atendían a uno o dos clientes al mes, sino a cuatro o cinco. También tuvieron que conseguir un local más grande para atender a los clientes y almacenar los materiales decorativos.

    Del Hierro afirma que el éxito de su negocio, llamado Le Bouquet, se debe a las recomendaciones que los clientes les han hecho con sus amistades y familias. En 18 años, han conservado 150 clientes fijos entre la decoración de eventos y la floristería.

    Según Del Hierro, los clientes a los que se les ha decorado sus bodas, luego lo llaman para el bautizo y fiestas infantiles de sus hijos. Eso se debe al vínculo que la pareja crea con sus clientes. “En una boda nada debe salir mal”.

    Las decoraciones de Le Bouquet varían según las tendencias de la moda y del gusto de los clientes, a quienes se los asesora con anticipación. Foto: Juan Pérez / LÌDERES
    Las decoraciones de Le Bouquet varían según las tendencias de la moda y del gusto de los clientes, a quienes se los asesora con anticipación. Foto: Juan Pérez / LÌDERES

    La pareja señala que una de las estrategias para que el negocio funcione es ser cómplice de sus clientes y buscar soluciones donde ellos no las ven. Del Hierro recuerda que en una boda que realizaron en Esmeraldas, el pastel era un obsequio de la madre de la novia y lo traían desde Guayaquil. Pero desde el viernes hubo un paro de transportistas y se cerraron las vías.

    La novia estaba desesperada, pero a Del Hierro se le ocurrió alquilar una ambulancia para traer a la madre de la novia y la torta. “La cara de felicidad de la clienta al ver a su mamá no tuvo precio”.

    Del Hierro ha debido también disfrazarse de payaso o animar las fiestas cuando los encargados no han llegado. “Hay clientes que no contratan todos los servicios y luego tienen inconvenientes. Pero nosotros les ayudamos a solucionar esos problemas”.

    Juan Pozo fue uno de los primeros clientes de Le Bouquet y en la actualidad sigue buscando la asesoría de Del Hierro para las fiestas familiares. Ya le han organizado unos cuatro eventos, con diferentes temáticas. Una de las razones por las que continúa contratando sus servicios es por la puntualidad y porque cuidan cada detalle.

    En la actualidad, el negocio cuenta con dos sucursales. Una en Santo Domingo, que es administrada por Del Hierro, y otra en Esmeraldas, que es dirigida por Zulema Yépez, tía de Andrés.

    En esos dos negocios trabajan 10 personas. Ellos se dedican a ayudar con la decoración de eventos, que se realiza a nivel nacional, al igual que el envío de flores. “A la única provincia que aún no llegamos por temas logísticos es a Galápagos”, señala.

    Para cubrir la demanda de los clientes, la pareja debió invertir USD 50 000 en materiales para decoración, como estructuras metálicas, lámparas, mesas, manteles, telas, entre otros. Del Hierro señala que es imposible dejar de invertir porque hay que seguir renovando los materiales decorativos según las tendencias de cada temporada.

    Además, hay clientes que ya tienen una idea de la decoración, que quieren para su evento. Ahí utilizan los materiales que ya tienen o los alquilan o los compran.Para eso cuentan con 30 proveedores de alimentos, carpas, insumos de fiestas, entre otros.

    Valencia asegura que entre más se expande Le Bouquet, los proveedores también lo hacen. “Las personas que nos alquilan las carpas han tenido que invertir porque a veces tenemos eventos de más de 400 personas”.

    Andrés Del Hierro es el propietario de Le Bouquet, un negocio dedicado a la decoración de eventos y a los arreglos florales personalizados. Foto: Juan Pérez / LÍDERES
    Andrés Del Hierro es el propietario de Le Bouquet, un negocio dedicado a la decoración de eventos y a los arreglos florales personalizados. Foto: Juan Pérez / LÍDERES
  • Cinco fincas que exportan juntas

    Carolina Enriquez

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    “Dejamos a un lado los egos”. Esa es la frase que refleja la historia del origen de Much Flowers en Ecuador, según su director Ejecutivo, Juan José Albuja.

    Se trata un holding de fincas florícolas de la Sierra Centro y Norte del país, en las que todas aportan con diferentes tipos de productos, pero exportan bajo una marca. Opera desde hace tres años.

    Su origen, sin embargo, se remonta a 1994, cuando nació Flodecol, su mayor integrante. “En dos o tres hectáreas comenzó la producción y exportación de gypsophilia. En esa época era un producto nuevo en el mercado”.

    Ocho años después, cuando Albuja asumió la gerencia comercial, la finca incluyó nuevos productos y se abrió a nuevos mercados como el europeo. Sin embargo, el verdadero cambio se dio en el 2012, cuando Albuja se convirtió en gerente general.

    En ese momento tenían 27 hectáreas de producción que destinaron únicamente al cultivo y venta de gypsophilias. El 65% del producto iba a la Unión Europea.

    “Pero llegamos a un punto en que dijimos que era necesario diversificarnos, dar valor agregado, etc. Ahí nació la idea de Much Flowers, a cargo de tres socios”.

    En el 2015 se concretó este sueño de asociatividad, que lo conforman tres empresas y cinco fincas ubicadas en Cotacachi, Riobamba, Guayllabamba y Otón. Exportan gypsophilias, flores de verano, buqués, entre otras.

    Un año después se consolidó el grupo y toda la operación se realizó bajo el paraguas de un solo departamento comercial.

    Todas las plantaciones reúnen unas 80 hectáreas. Much Flowers no compra las flores, sino que recibe el producto de cada una para enviar a destinos en Europa, EE.UU., Asia y América del Sur.

    La calidad es clave para los clientes, por lo que se hace un control riguroso del producto en la zona de cosecha y poscosecha de las fincas. El viernes pasado se encontraba en Flodecol, en Otón (Pichincha), Maribel Pineda, quien supervisa todos los procesos para evitar daños o contaminación en las flores.

    Ella asegura que en el sitio los cuidados son extremos y que gracias a ello se cumple la meta de una mayor exportación. Por ejemplo, chequea la trazabilidad, es decir, lleva una guía con el nombre de cada embonchador para, en el caso de una contaminación, saber dónde se produjo.

    El manejo adecuado de estos y otros procesos ha permitido que Much Flowers gane diferentes premios, entre el que está el segundo lugar del galardón Agriflor o reconocimientos por la calidad del producto en Rusia.

    Otro de los aspectos básicos dentro de este grupo de fincas es el impacto social. Cada hectárea de flores representa 12 empleados, cuando en otro tipo de cultivo apenas lo hacen dos personas.

    Más del 50% de quienes laboran en las plantaciones son mujeres. Los trabajadores pertenecen a diferentes localidades urbanas y rurales de la Sierra Centro y Norte.

    En la industria florícola la habilidad y delicadeza de las empleadas permite el armado de bonches y buqués. De hecho, este último producto, que genera valor agregado a las compañías que los exportan, registra un importante crecimiento en mercados como el de EE.UU., según información de Expoflores.

    Estos se venden en supermercados o a través de páginas web. Los compradores de ese país son más prácticos y prefieren productos listos para colocar en floreros.

    Del total de las exportaciones de Much Flowers, el 5% son buqués. Para armarlos, el holding cuenta con un diseñador.

    Cada una o dos semanas se tiene un diseño nuevo de arreglo. Existen temporadas para enviar ciertos productos, o mucha producción de determinada flor, lo que obliga a que salga al mercado, etc., sin embargo, los buqués, principalmente, se componen de cuatro tipo de plantas.

    Una es la tipo focal, que puede ser una rosa o gérbera; otra es verde, como el ruscus; una tercera es un filler, como las gypsophilias y unas líneas, como las verónicas.

    El conglomerado busca siempre la innovación. Cuenta con un laboratorio para investigaciones pero, además, trabaja con centros de investigación en Holanda que hacen los análisis y se prueban en las zonas de plantación en el país.

    La empresa busca crecer ofreciendo productos de calidad y llegando a más mercados. Albuja está convencido de que es posible a través de nuevas alianzas.

    La cifras

    14 variedades de flores, aproximadamente, produce y exporta Much Flowers. Entre ellas están gypsophilias, bupleurum, verónicas, solidagos, senecios, delfinium, craspedias, ruscus, rosas, rosas spray, gérberas, etc.

    65 millones de tallos produjo Much Flowers en el 2017.

    1 país es el principal cliente de la empresa en la Unión Europea. Se trata de Holanda, desde donde se distribuye el producto a otros destinos que se encuentran en ese continente.

    Una imagen de la poscosecha en Flodecol, ubicada en Otón, en el norte de Pichincha. En el sitio, unas 150 personas deshojan y embonchan los tallos de gypsophilias. Fotos: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Una imagen de la poscosecha en Flodecol, ubicada en Otón, en el norte de Pichincha. En el sitio, unas 150 personas deshojan y embonchan los tallos de gypsophilias. Fotos: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • Las flores colombianas, el color en el acuerdo comercial entre Colombia y UE

    Agencia EFE

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    El acuerdo comercial entre Colombia y la Unión Europea (UE), en vigor desde 2013, mostró el  miércoles 14 de febrero del 2018 su cara más colorida: las flores colombianas que crecen en la sabana de Bogotá, viajan dos semanas en barco y llegan a los puertos del Viejo Continente para llenar jarrones europeos.

    Una delegación del Comité de Comercio Internacional (INTA, sigla en inglés) del Parlamento Europeo que se encontraba en Colombia desde el lunes para evaluar la implementación del tratado, cerró su viaje este miércoles con un paseo entre los brotes floridos del vivero Jardines de los Andes, a unos 25 kilómetros de Bogotá.

    Les recibieron más de 40 variedades de flores como las alstroemerias, las campánulas, los girasoles y los pompones, cultivadas con intensidad desde hace más de un mes para llegar frescas al día de San Valentín, uno de los días con más demanda.

    La gerente de Jardines de los Andes, Sofía Herrera, quien guió a los eurodiputados por la finca, explicó a Efe que el acuerdo comercial les favoreció.

    «Hemos importado maquinaria, hemos hecho acuerdos de intercambio de tecnología, de intercambio de conocimiento», aseguró.

    Herrera advirtió que el tratado, en vigor desde el 1 de agosto de 2013, no tuvo un impacto tan significativo en las exportaciones de flores porque «el reto» de llevarlas a Europa «es logístico» y no arancelario, pero aseguró que «sin duda es muy positivo para la industria» y espera que se siga «desarrollando» en el futuro.

    Las flores viven un auténtico periplo para llegar a Europa, que comienza con su transporte por carretera hasta los puertos caribeños de Santa Marta o Cartagena en contenedores refrigerados.

    Allí se cargan en barcos que atraviesan el Atlántico en viajes de entre 12 y 18 días, y que concluyen en los amarres de los puertos de Reino Unido y Holanda.

    «A pesar de que dura más tiempo en el trayecto, lo positivo que tiene (llevar las flores por vía marítima) es que la cadena de frío es permanente, y eso es benéfico para la vida de la flor. Llega en mejor estado, como que hiberna, se duerme», explicó Herrera.

    El presidente del INTA, el eurodiputado alemán Bernd Lange, celebró esta vía abierta para los floricultores colombianos, y también reconoció a Efe que «una de las ventajas del acuerdo comercial» es que «los trámites de importación se han reducido».

    La delegación europea llegó el lunes a Colombia y se reunió ese mismo día con el presidente del país, Juan Manuel Santos, y la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Lorena Gutiérrez.

    También mantuvieron encuentros con los ministros de Trabajo, Griselda Restrepo; Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Guillermo Zuluaga, y el alto comisionado para la Paz, Rodrigo Rivera, así como con representantes de organizaciones empresariales y sociales colombianas.
    Después de su visita para conocer la pujante industria de las flores colombianas, los europarlamentarios partieron hacia Perú.

    Según datos de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), las exportaciones totales de este producto crecieron en 2017 un 5% frente al ejercicio anterior, y llegaron a un total de 246.000 toneladas.

    Estados Unidos sigue siendo el destino principal para los tallos colombianos, con un 75 % de las exportaciones, pero las flores llegaron a 98 países diferentes.

    La gerente de Jardines de los Andes explicó que la empresa envía el 80 % de su producto a EE.UU., pero sin embargo está en vías de expansión en Europa.

    «Cuando no es temporada, estamos exportando tres contenedores de flores a la semana (cerca de un millón de brotes), y la idea es ver si en el segundo semestre (…) podemos subir eso a cinco», afirmó.

    Herrera añadió que «el consumo de flores en Europa es mucho más alto que el consumo de flores en Estados Unidos, y más consistente».

    «Eso es benéfico para empresas como éstas porque sembrar y mantener estas fincas para fechas puntuales al año es impensable. Eso es una ventaja muy grande que tiene el consumidor y en general el mercado europeo», añadió.

    Por este motivo, Herrera espera que las puertas al Viejo Continente se abran aún más a las flores colombianas, donde ya compiten con el mismo mercado europeo y los productos africanos, especialmente en invierno, cuando la producción en los países de la UE desciende.

    Ante la perspectiva de comprar una flor colombiana en su país natal, Lange bromeó que sería «una buena experiencia, especialmente durante el invierno. ¡No tenemos flores en Alemania en invierno!, expresó».

    La europarlamentario Inmaculada Rodríguez-Piñero recorrió una plantación de flores de exportación, el miércoles 14 de febrero de 2018, en el municipio de Madrid (Colombia). Foto: EFE
    La europarlamentario Inmaculada Rodríguez-Piñero recorrió una plantación de flores de exportación, el miércoles 14 de febrero de 2018, en el municipio de Madrid (Colombia). Foto: EFE
  • Feria de las Flores y del Café generó más de USD 12 millones en Panamá

    Agencia EFE

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    Al menos unos USD 12 millones generó la actividad turística de la feria de las Flores y el Café en el distrito de Boquete, cerca a la frontera con Costa Rica, informó el miércoles, 24 de enero del 2018, la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP).

    La feria anual, que celebró la edición XLVI, registró unos 167 780 visitantes, 10 000 más que el año anterior, en la que durante 11 días se efectuaron programas culturales y artísticos de la región.

    El presidente del patronato de la feria, Reynaldo Serracín, dijo que la exposición contó con una muestra de más de 20 millones de flores y benefició al sector hotelero, transporte, restaurantes, comercios y turoperadoras.

    La ATP indicó que otra de las novedades de este año fue eI Concurso Nacional de Acordeones ‘Marcelino Guerra’, con competidores de todo el país, y el paseo por el río Caldera, una vereda construida sobre un muro iluminado que fue adornado con un manto de flores.

    El patronato sustentó que cada año los turistas nacionales y extranjeros son atraídos por el clima agradable y la biodiversidad que caracteriza a la región de Boquete. 

    El miércoles 24 de enero de 2018, los jardines de la 46 edición de la Feria Internacional de las Flores y el Café en la ciudad de Panamá (Panamá). Foto: EFE
    El miércoles 24 de enero de 2018, los jardines de la 46 edición de la Feria Internacional de las Flores y el Café en la ciudad de Panamá (Panamá). Foto: EFE
  • Las flores ecuatorianas, a un clic

    Carolina Enriquez

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    Desde la comodidad de una casa, oficina o cualquier lugar donde exista Internet, cualquier persona en EE.UU. puede comprar flores ecuatorianas.

    Esto es posible gracias a Magnaflor, una compañía que se dedica a la venta del producto fresco a ciudadanos comunes, florerías, planeadores de bodas, diseñadores, en ese país, de manera directa, es decir sin intermediarios.

    Fabián Castillo, director de la empresa , explica que hace cuatro años iniciaron con la exportación de flores de manera tradicional. Recibían flores de tres fincas y se encargaban de los envíos. Sin embargo, con la crisis rusa, que redujo las compras de flores ecuatorianas, tuvieron que desarrollar otra estrategia de comercialización.

    Fue así como hace un año Magnaflor comenzó con pruebas para venta de bonches de flores vía Internet y entrega directa en un período no mayor a tres o cuatro días. El cliente paga con tarjeta de crédito y el producto llega a cualquier población de EE.UU.

    ¿Cómo funciona la logística? Una vez que las flores llegan de las fincas a los cuartos fríos, la empresa las envía a EE.UU vía aérea. En ese país, Fedex, que es la empresa con la que trabaja esta compañía, distribuye el producto.

    Para esto la compañía cuenta con un centro de distribución en Memphis que puede colocar las cajas de flores en cualquier lugar de destino, incluyendo Hawai y Alaska.“De la mata a la olla”, dicen los directivos de la empresa. Es decir, el cliente recibe las flores en su casa en menos de una semana de haber sido cosechadas.

    Para que los clientes conozcan la oferta, esta compañía cuenta con su web www.magnaflor.com. Se pueden encontrar más de 150 variedades de rosas y otras flores.
    Entre estas se encuentra la denominada Freedom, de color rojo, que es la que más demandan los compradores en la época de San Valentín. También se encuentra la llamada Rainbow, que tiene en sus pétalos los colores del arcoíris.

    Una vez que el comprador escoge la flor que desea encuentra una reseña en inglés sobre el producto y detalles técnicos, como la longitud del tallo, tiempo de vida, color, etc. En el caso de la variedad Freedom, se explica que son las flores que representan el amor.

    Cada bonche que se compra contiene 25 rosas, que pueden vivir hasta 15 días en florero. Compradores como Margo Coon, de Rancho Santa Margarita, en California, destacan el cumplimiento de la empresa en las fechas de entrega del producto, por lo que asegura que recomienda esta empresa para la compra de flores.

    Cada caja de flor tiene un costo de USD 15 y el envío USD 25, aproximadamente. Cuando el valor de la compra supera los USD 100, el costo de traslado es gratuito. Ese es un valor agregado.

    Alejandro Martínez, presidente de Expoflores, indica que bajo esta modalidad se ofrecen precios asequibles para el comprador. Es una estrategia de venta que está creciendo en el país desde hace unos tres años. “En procesos de este tipo es importante un buen manejo del servicio al cliente”.

    Magnaflor, por ejemplo, cuenta con un chat en línea en el que asesores dan todas las explicaciones que requieren los clientes. Lo mismo realizan si las consultas se desarrollan vía telefónica.

    Por otro lado, la web de la compañía cuenta con tutoriales en los que se les explica a los usuarios sobre cómo colocar las rosas y otras plantas en floreros e incluso cómo armar un bouquet. También ofrece un blog en el que se ofrece información variada sobre tendencias que se deben tomar en cuenta en el diseño con flores, la longitud de los tallos de las flores ecuatorianas, el proceso artístico de producción de las rosas arcoíris, tips para el cuidado de las plantas, entre otros.

    Sin embargo, la idea de la compañía, explica Castillo, también es mostrar al país. Quiere destacar la potencialidad que tiene Ecuador con productos de exportación como las flores, además de otros aspectos turísticos.

    “La rosa ecuatoriana es por excelencia la mejor del mundo, no hay otra de ese tipo por la calidad del suelo, la luminosidad, entre otros”, manifiesta el director.

    La empresa quiere crecer por lo que ya ha comenzado a ofrecer sus servicios en cinco países de Europa: Bélgica, Holanda, Alemania, Reino Unido y Francia.

    Para el desarrollo de este negocio, dice, son claves los convenios con las empresas de logística y traslados. Por eso, firmas de mensajería rápida en los países citados están trabajando con los emprendimientos ecuatorianos que venden vía Internet.

    Organismos como la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) y grupos de países como la Unión Europea (UE) han destacado el trabajo de Magnaflor. De hecho, ambos decidieron que la empresa sea beneficiaria del programa Internacionalízate, que entrega fondos por 10 millones de euros para las micro, pequeñas y medianas empresas que buscan acceder a Europa.

    También se recibe asesoría en diferentes áreas de trabajo.

    Fabián Castillo es el director de la empresa. Las oficinas se encuentran en Tumbaco. Allí se planifica  el trabajo con las 130 fincas productoras de rosas y flores. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Fabián Castillo es el director de la empresa. Las oficinas se encuentran en Tumbaco. Allí se planifica el trabajo con las 130 fincas productoras de rosas y flores. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Las flores dan vida a este negocio desde hace 50 años

    Adriana Bucheli

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    Rosas de todos los colores, crisantemos, astromelias, girasoles y por supuesto orquídeas, son algunas de las variedades de las flores que envuelven cada día la vida Carlos Muzo.

    Este ambiente lo atrapó desde su infancia, cuando visitaba a su padre en el trabajo, en una de las primeras florerías de la capital.

    Hoy, es el dueño de Florería La Orquídea de Quito, que está en el mercado hace 50 años.
    A la edad de 13 años, Muzo viajó a Guayaquil a ayudar a dos de sus hermanos mayores que trabajaban en una de las primeras florerías del Puerto Principal, que también se llama La Orquídea.

    Dos años después, al fallecer su padre, regresó definitivamente a Quito con la ilusión de montar su propio negocio. Cuando cumplió 19 años el emprendedor logró su objetivo y puso su florería, gracias a un préstamo de su madre.

    La inversión inicial para armar su florería fue de 2 000 sucres, con los que compró floreros, plantas, un teléfono y una mesa, para atender en un local de 2 x 2 metros.
    Para continuar invirtió 1 000 sucres más, pues al abrir en el mes de abril debía prepararse para su primer Día de la Madre. La venta de sus primeros 30 arreglos le permitió avanzar con el negocio.

    Desde el inicio trabajó junto con su esposa María Guamán, quien se encargaba de recibir pedidos, mientras él elaboraba los arreglos.

    Para brindar más comodidad a sus clientes se trasladaron a varios locales, hasta que lograron comprar la propiedad donde funciona la matriz del negocio, con la oferta de arreglos florales y complementos como chocolates, peluches, globos, etc., para toda ocasión.

    Uno de sus clientes es la empresa Jarrín Carrera. Alina Jaramillo, asistente de gerencia, comenta que acuden a los servicios de La Orquídea hace unos cinco años. “El servicio es excelente, son eficientes en todo”, afirma. La empresa ha adquirido los arreglos para adornar sus instalaciones, así como para celebrar los cumpleaños de sus trabajadores, incluso de los hombres, para quienes buscan los complementos.

    Muzo recuerda que hace medio siglo no era tan fácil conseguir flores en Ecuador, porque el sector floricultor aún no se desarrollaba a los niveles actuales.

    Por ello se trabajaba principalmente con flores de jardín que se cultivaban en Tumbaco, de las cuales solo se conseguían un par de docenas de flores. Explica que hasta tenía que viajar a Ipiales (Colombia) a traer las flores. “Se trabajaba con cartuchos, hortensias, magnolias, pocas rosas y pocos claveles, que actualmente hay en abundancia”, señala.

    Actualmente, La Orquídea recibe flores de Cayambe, Cuenca y Tabacundo y trabaja con alrededor de 12 500 rosas, unas 2 000 astromelias y por lo menos 500 orquídeas al mes, sin contar con las demás variedades.

    Muzo comenta que el negocio ya no es el mismo que antes, pues ha caído en los últimos 10 años.

    La situación económica del país, y por ejemplo, el hecho de que se ha dejado de festejar los “santos”, son factores de influencia. Antes se vendían arreglos florales por los días de las ‘Marías’, ‘Mercedes’, ‘Rosas’, etc., además de los tradicionales San Valentín y Día de la Madre, cuando las ventas se duplican.

    Por ello, La Orquídea busca dar un servicio que le distinga de la competencia. Uno de ellos es hacer recordatorio s de fechas “clave” a los clientes frecuentes. Además de las llamadas telefónicas a la matriz y a su sucursal ubicada al norte de Quito, utilizan su página de Facebook y el Whatsapp para promocionarse y recibir pedidos, que se procura entregar en máximo dos horas desde su recepción.

    Alejandro Simbaña, diseñador en La Orquídea

    “Yo ya trabajó aquí 10 años, pero para mí eso no es un trabajo, en realidad es una diversión porque me encanta hacer lo que hago. Soy el hombre más feliz del mundo cuando hago mis creaciones con las flores, porque desde niño me enamoré de ellas. Me siento como en familia porque mis jefes son buenas personas, que siempre están inculcándonos buenas normas. Nosotros tratamos de formar una familia. Mi sueño sería algún día tener una florería igual, pero por ahora soy feliz en mi puesto porque el ambiente laboral es espectacular. Además, gracias a este trabajo pude tener mi casa y cuidar bien a mi familia. Espero que podamos avanzar con la empresa sobre todo en la organización de eventos.

    Ya hemos hecho muchos, pero aspiraría a que La Orquídea también se especialice en eventos y no solo nos centremos en el servicio particular y a domicilio. Tenemos la experiencia y nos ha ido bien, por eso es que estoy convencido de se que sí podemos y lo haremos excelente.

    Carlos Muzo, propietario de La Orquídea, explica que inició el negocio en Quito con su esposa en un local de 2x2 metros, con una inversión de 2 000 sucres hace medio siglo. Foto: Patricio Terán  / Líderes
    Carlos Muzo, propietario de La Orquídea, explica que inició el negocio en Quito con su esposa en un local de 2×2 metros, con una inversión de 2 000 sucres hace medio siglo. Foto: Patricio Terán / Líderes
  • Flores nacionales tendrán marca sectorial

    Carolina Enriquez

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    Un total de USD 82 500 invertirá el Ministerio de Comercio Exterior en el impulso de la marca sectorial Flor Ecuador Certified.

    Este 12 de febrero del 2017 la entidad, junto con Expoflores, firmó el convenio de cooperación interinstitucional para el desarrollo e implementación de la marca.

    Según el Ministerio, para contar con la marca las empresas deben cumplir requerimientos sociales y ambientales. Flor Ecuador Certified se ajustará a los siguientes criterios: calidad, responsabilidad social, cuidado ambiental, valor agregado, investigación, desarrollo e innovación y diversificación de mercados.

    Expoflores estará a cargo del trabajo técnico especializado para la detección de estándares.

    Las exportaciones de flores, según el Ministerio, han registrado un incremento constante en la última década, “producto de la demanda como también de la diversificación de especies por parte del sector floricultor, el cual genera un aproximado de 110 000 plazas de trabajo”.

    EE.UU. es el principal destino de las flores ecuatorianas con el 48% del total. Le sigue la Unión Europea (UE) con el 20%, Rusia con el 14% y el 18% restante en otros mercados.

    En la florícola Pacific Bouquet, ubicada en el sector de Tababela, producen en promedio 80 000 tallos de flores a la semana. Entre sus productos están la rosa estándar y los buqués. Foto: Diego Pallero/ LÍDERES
    En la florícola Pacific Bouquet, ubicada en el sector de Tababela, producen en promedio 80 000 tallos de flores a la semana. Entre sus productos están la rosa estándar y los buqués. Foto: Diego Pallero/ LÍDERES