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  • La industria de biotecnología se impulsa en el país

    Redacción Quito  (I)

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    Un proyecto de tesis de dos estudiantes de Biología de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), Roger Romero y Brandon Jaramillo, se consolidó en un emprendimiento con el que se busca impulsar a una industria apenas naciente en el país: la biotecnología.

    La investigación se propuso el desarrollo de los primeros prototipos de levadura con capacidad de producir ácidos grasos Omega 3, 6 y 9, de manera sustentable, explica Aminael Sánchez, profesor de Estadística Avanzada y Biotecnología de la UTPL, quien guió el proyecto universitario.

    El Omega 3, por ejemplo, se obtiene tradicionalmente del pescado para enriquecer otros productos alimenticios, por ser beneficioso para la salud. Sin embargo, detalla Sánchez, esto promueve la pesca intensiva y la degradación ambiental, además de ser costoso. “Para obtener una tonelada de Omega 3 se deben capturar seis toneladas de peces”.

    La levadura, en cambio, puede crecer en residuos agroindustriales, como la melaza de caña de azúcar, suero de leche y cáscara de arroz. Sin embargo, por si sola no produce omega; para conferirle esa capacidad, recurrieron a la ingeniería genética.

    Por lo general, los resultados de una investigación se quedan en una publicación científica. Pero el equipo de la UTPL dio el salto para transferirlos a la industria.

    El trabajo de grado fue presentado en el 2018. Luego de eso, pasaron a trabajar al Parque Científico y Tecnológico de la universidad lojana, con el respaldo de la incubadora de emprendimiento de la misma casa de estudio, Prendho.

    En diciembre del 2020 constituyeron la empresa SilicoChem. Sus socios son Aminael Sánchez, Roger Romero, Brandon Jaramillo y Juan Diego Palacios.

    La firma también ha contado con el apoyo de la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ) y de la Senescyt. El capital semilla es de USD 193 000.

    Además, está en la búsqueda de otros inversores “ángeles” y aceleradoras fuera de Ecuador, para lograr avanzar en el proceso productivo y lograr llevar sus productos hacia otros mercados, como Chile, Estados Unidos y Asia Pacífico, explica Palacios, a cargo de la operación internacional.

    Este proyecto fue una de las ideas seleccionadas por el programa Reinventa Ecuador, de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), con capacidad para reactivar la economía del país. Silicochem ahora es la base del ecosistema sectorial de biotecnología industrial.

    La compañía ya cuenta con la patente para producir Omega a partir de levaduras. Prevén comenzar a fabricar en mayo del 2021. En el primer año esperan fabricar cinco toneladas de Omega.

    Su objetivo es proveer a otras industrias que utilicen este insumo, hasta ahora importado, para dar valor agregado a sus productos: leche, bebidas basadas en extractos vegetales, fórmulas infantiles, alimento para camarones, etc.

    La iniciativa también se enmarca dentro de la llamada ‘economía circular’, al hacer uso de residuos agroindustriales, mediante la bioconversión en químicos de alto valor agregado, subraya Sánchez, quien detalla que el país produce 800 000 toneladas de desechos agroindustriales al año.

    Visión industrial
    Alcance. El ecosistema sectorial de biotecnología industrial prevé traer USD 3 100 millones a la economía en 10 años.

    En lo laboral. Esta nueva industria proyecta generar 1 025 puestos de trabajo en los primeros cinco años del ecosistema.

    Volúmenes. La producción de Omega a partir de levaduras puede reducir hasta en un 70% la importación de químicos de alto valor agregado, con la absorción de hasta el 40% de los residuos agroindustriales.

  • María Pía Zambrano: ‘Un líder puede seguir creciendo si es capaz de adaptarse’

    Alberto Araujo (I)

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    Su carrera ha transitado por diversos sectores e industrias, pero sus máximas de vida se mantienen: dar la milla extra y centrarse en el ser humano para crecer. María Pía Zambrano, presidenta Ejecutiva de Laboratorios Windsor valora mucho la dedicación tanto como la innovación y el trabajo en equipo. Habla sobre las nuevas claves para el crecimiento profesional, familiar y humano, y en qué hay espacio para trabajar.

    La diversidad laboral
    “Soy una convencida de que el 90% del liderazgo se basa en la capacidad de comunicar de manera efectiva. Estudié comunicación audiovisual en la Universidad San Francisco. Pero las experiencias y las oportunidades nos van delineando el camino profesional.

    Por ello, más adelante mi trabajo se centró en crear estrategias de comunicación y en el manejo de crisis desde sectores sensibles y de gran importancia, como la seguridad nacional y la salud.

    Lo que más resalto de mi carrera es la versatilidad acompañada con un tema de innovación.
    Posteriormente, hice un MBA con mención financiera en la Universidad de la Rioja. Era una parte pequeña que necesitaba para complementar la preparación que da la experiencia y las responsabilidades en distintos puestos”.

    La filosofía de la milla extra
    “Soy una persona que cree en dar la milla extra. Estoy convencida en que todos los profesionales que dan ese esfuerzo extra continúan subiendo escalones en cualquier campo que trabajen.

    Soy una mujer que no cree en los ascensos por ascensor. Se necesita esfuerzo, avanzar paso a paso y el aprender haciendo. Un verdadero liderazgo radica en poder enseñar con el ejemplo, lo que tiene mucha más repercusión en la gente que se tiene a cargo”.
    La mujer y la gerencia

    “Creo que el rol de la mujer en la industria ecuatoriana cada vez tiene más acogida. Vemos más mujeres en cargos ejecutivos.

    Pero también hay industrias que fueron creadas por mujeres como Marietta Espinosa, quien fundó Laboratorios Windsor en 1972.

    Esta visionaria centró el trabajo de la firma en la cosmética con la fabricación de gel y fijadores de cabello, al inicio. Pocas mujeres como ella han tenido la claridad, el empeño y la decisión de lograr lo que esta firma ha logrado en 48 años. Hoy Laboratorios Windsor se maneja en tres grandes líneas: cosmética, desinfección y la Carioca de Carnaval, por la que somos ampliamente conocidos”.

    El nuevo perfil del líder
    “Creo que el reto de la industria ecuatoriana es interesante para cualquier ejecutivo. Laboratorios Windsor tiene la capacidad de darle la vuelta a las cosas, de implementar técnicas y tendencias actuales como el I+D+I, que es el Investigar, Desarrollar e Innovar. Y esto se aplica a todas las industrias. Me encanta poder apoyar, sumar a un equipo, traer una nueva visión y la innovación conmigo en el sector que se presente.

    En este 2020, el liderazgo en todos los campos fue muy exigido y lo será mucho más para el 2021 y los próximos años. Por eso, debe ser reformulado y reconfigurado.

    El líder debe salir de su zona de confort. Tiene que enfrentar las crisis escuchando a su público, ser dinámico para poder ejecutar decisiones de manera rápida.

    Una de las grandes fortalezas del líder es la adaptabilidad: adaptarse al contexto y la situación que se presente, en el sector que esté. Un líder puede seguir creciendo solo si es capaz de adaptarse.

    Como ecuatorianos deberíamos fomentar el liderazgo concebido en valores éticos, en la transparencia de gestión, en valores que nos permitan crecer como empresa y como seres humanos. Hablo de valorar al colaborador, respetarlo y motivarlo para que sienta seguridad y lo retribuya con un mayor rendimiento”.

    La motivación para el éxito
    “Mis principales motivaciones son mi familia y mis hijos. Tengo dos hijos maravillosos (María Pía, de 14 años y Juan Diego, de 12 años). Ellos me dan la energía para levantarme cada mañana y dar lo mejor. La clave está en lograr el equilibrio entre mamá, esposa, hija y amiga. Ese equilibrio me permite avanzar y dejar un legado”.

    La espiritualidad y los libros
    “Me fascina el criterio de liderazgo de Steve Jobs, su visión a futuro y su disrupción frente a lo establecido. Me gusta su frase ‘La innovación es lo que distingue al líder de los seguidores’. Soy una creyente. Dios está conmigo, no estoy sola. Los tiempos de Dios son preciosos. Valoro mucho la amistad y el tiempo de calidad con los seres queridos y compartir. Mi Madre decía: ‘Manos que dan, nunca se quedan con hambre’ y por eso me encanta compartir”.

    Su visión
    El propósito de la vida es dejar un camino bien recorrido.La persona no debe estancarse en sus errores. Solo el que comete errores y los reconoce, aprende. Además, todo es perfectible.

    Su perfil
    Educación Estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad San Francisco de Quito con menciones en Cine y Televisión. Tiene además un Máster en Business Administrationde la Universidad de la Rioja.

    Sus cargos Es catedrática de la Escuela de Empresas de la USFQ. Fue Directora de Asuntos Corporativos del Hospital Metropolitano. Fue gerente de Comunicación y Marketing del Ministerio del Interior y asesora de la Secretaría de Transparencia.

    María Pía Zambrano, presidenta ejecutiva de Laboratorios Windsor. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    María Pía Zambrano, presidenta ejecutiva de Laboratorios Windsor. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • La industria licorera nacional, afectada por las restricciones

    Redacción Cuenca (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El 2020 es un año crítico para la industria licorera ecuatoriana. Hasta el 17 de este mes se produjeron 23,99 millones de botellas, de acuerdo con Simar, que es un sistema de identificación, marcación, autentificación, rastreo y trazabilidad fiscal para bebidas alcohólicas nacionales. Durante el año pasado fueron 45,39 millones.

    Según el presidente de la Asociación de Industriales Licoreros del Ecuador, Nixon Vergara, las ventas hasta le fecha cayeron en, al menos, un 40% en relación con el año pasado. Las causas fueron la paralización de las fábricas entre mediados de marzo y mediados de mayo, por el confinamiento.

    Además, por las restricciones en la movilidad que limitó la distribución, ley seca, toque de queda, horarios de funcionamiento y cierre de bares, restaurantes, licorerías, hoteles y discotecas.

    Vergara dice que, si bien existían expectativas para una recuperación en el último trimestre del año, por las fiestas de Cuenca y de Quito, Navidad y Año Nuevo, las restricciones acabaron con esas proyecciones. “Son los meses en los que, generalmente, existe una mayor rotación de producto, pero no será el caso este año”.

    Él dice que la informalidad capitalizó las limitaciones que tiene la industria formal para vender. De acuerdo con un estudio de la Cámara de Industrias de Guayaquil y la consultora Kantar-Millwardbrown, pese a las medidas adoptadas para evitar la propagación del virus se confiscaron 22 161 litros de alcohol ilegal en el país, entre marzo y julio pasados.

    También, se determinó que la proporción en el consumo de aguardiente ilegal subió un 4,7% en la Sierra, respecto del 2019. En relación con la frecuencia de consumo, en promedio, quien bebió aguardiente ilegal lo hizo 3,1 veces al mes. Es decir, una ocasión adicional frente al año anterior.

    Para el ejecutivo, no solo existe un mayor consumo de aguardiente informal, sino también aumentaron las bebidas que llegaron de contrabando desde el exterior.

    Vergara dice que todos las clases de bebidas alcohólicas han sido afectadas el 2020 (ver gráfico). “Al no existir la misma demanda, se redujo la producción y para vender el inventario, que estuvo en bodega, se disminuyeron los márgenes de comercialización y se aplicaron promociones”.

    Ante esta situación, agrega, hubo empresas que optaron por la producción de alcohol desinfectante para evitar la propagación del covid-19 y otras optaron por la diversificación de productos.

    Eso ocurrió con Embotelladora Azuaya, que produce la marca de licor Cristal. Para su gerente, Jorge Talbot, la elaboración de alcohol desinfectante permitió apoyar al Ecuador en la emergencia sanitaria y generar algo de liquidez para pagar a los empleados.

    Él asegura que ninguno de sus colaboradores fue despedido, solo se aplicó una reducción en la jornada de trabajo, que sigue hasta ahora por la reducción en las ventas, que estima entre el 20% y 30% en relación con el 2019.

    Embotelladora Azuaya también lanzó al mercado una nueva bebida de la categoría Ready to drink RTD (listas para el consumo), que tiene menor grado alcohólico y está orientada a los jóvenes y es más económica. Además, se realizan ofertas y promociones.

    Talbot añade que las expectativas para diciembre no serán las mejores, debido a las restricciones que habrá para los feriados de Navidad y Año Nuevo, y los balnearios estarán cerrados.

    Él asegura que las categorías de licores más costosos son las más afectadas por la situación económica, al igual que las que están orientadas para la coctelería y festejos por las restricciones en las celebraciones y discotecas.

    El 2021 es incierto para Talbot, porque no se conoce cuándo se iniciará la vacunación, que permitiría volver a la normalidad.

    Con ese criterio coincide Vergara. Él espera que se flexibilicen las restricciones para el sector hotelero, restaurantes…, que forman parte de la cadena de valor. “Sus restricciones nos afectan”.

    Embotelladora Azuaya, que produce la marca de licor Cristal, optó por lanzar una bebida con menos grado alcohólico y más económica, para competir en el mercado ecuatoriano. Foto: Archivo / LÍDERES
    Embotelladora Azuaya, que produce la marca de licor Cristal, optó por lanzar una bebida con menos grado alcohólico y más económica, para competir en el mercado ecuatoriano. Foto: Archivo / LÍDERES
  • La pandemia incrementó la demanda de Internet en un 40%

    Reds. Quito y Cuenca  (I)

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    Las tecnologías de la información y la comunicación han sido fundamentales para el desempeño de distintas actividades y servicios durante la pandemia.

    El confinamiento, como medida para evitar la propagación del covid-19, masificó el trabajo remoto y la teleeducación, incentivó el uso de la telemedicina e impulsó el comercio electrónico y el uso de plataformas de ‘streaming’ para el entretenimiento. Para el experto en telecomunicaciones, Hugo Carrión, ahora hay un cambio en el perfil del consumidor.

    Esto ha provocado una mayor demanda del servicio de Internet. De acuerdo con datos del Ministerio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (Mintel), tan pronto comenzó la cuarentena el tráfico en la red de las operadores subió un 40%. Además, hubo un crecimiento continuo en el uso de plataformas como Netflix, Youtube, Whatsapp, Zoom y Facebook.

    “Las operadoras tuvieron que cambiar el enrutamiento de sus redes hacia las conexiones domiciliarias y contratar mayor tráfico internacional”, añade el Mintel. Al momento la demanda se ha estabilizado, señala la entidad.

    La Asociación de Empresas de Telecomunicaciones explica que el incremento en la demanda ha requerido de nuevas inversiones en capacidad y redundancia de Internet, acompañado por las empresas con aumento de gigas y velocidades en sus ofertas.

    En el caso de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), la velocidad de sus planes de Internet fijo de 10 megabytes por segundo (mbps) se incrementó a 20 mbps, sin costo adicional, indicó la operadora pública. Mientras tanto, en telefonía móvil pospago, el abonado está recibiendo mayor cantidad de gigas; y en prepago, tiene promociones de megas en las recargas.

    “A nuestra industria le ha tocado hacer frente a esta pandemia en medio de una difícil condición de iliquidez, con reducciones en los niveles de recaudación que en algunas empresas se reflejan en caídas de hasta el 66%. Mientras a su vez hemos recibido fuertes presiones para el pago de impuestos y cargas regulatorias por facturas impagas”, advierte Jorge Cevallos, director ejecutivo de la Asetel.

    Otro impacto de la pandemia para la industria es la pérdida de líneas y clientes. Según datos de la Arcotel, entre febrero y junio pasado se cancelaron 1 040 682 líneas de telefonía móvil e Internet.

    Previo al contexto de la pandemia, en los últimos años el país ha crecido en conectividad. El acceso a Internet en los hogares, por ejemplo, subió 13,1 puntos porcentuales en los últimos cinco años, con un avance significativo de 8,3 puntos porcentuales en el último año. Hoy, el 45,5% de los hogares tiene acceso a la red, según la encuesta Multipropósito -TIC 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    No obstante, la brecha digital entre la población urbana y rural aún sigue siendo significativa. Mientras el 56,1% de los hogares urbanos tiene acceso al servicio, en el área rural solo el 21,6%.

    Disminuir esa brecha continúa siendo una de las deudas del país, aún más en medio de una pandemia que exige estar conectados para cumplir con actividades laborales y educativas.
    Recientemente, el Gobierno lanzó dos estrategias con enfoque en áreas rurales, urbano-marginales, fronterizas y amazónicas. Una de ellas es Internet de Barrio, que ofrece paquetes de Internet a bajo costo, que pueden ser recargados en tiendas de barrios y puntos de venta.

    La otra estrategia es Conectamos Comunidades, en convenio con los Gobiernos Autónomos Descentralizados, para ofrecer soluciones de conexiones WiFi.

    Para el vocero de Asetel es necesario un cambio de política pública, en el que se pase de un modelo recaudatorio hacia otro enfocado en el desarrollo tecnológico y cierre de la brecha digital. “Ecuador tiene las cargas fiscales y regulatorias específicas más altas de toda la región y el más bajo nivel de asignación de espectro debido a sus elevados costos”, detalló Cevallos.
    Según un estudio de la GSMA del 2018, el pago recurrente por el uso del espectro representa el 6% de los ingresos de la industria.

    El Gobierno reconoce que es necesario el cambio de política. Para ello se requiere, entre otras disposiciones, actualizar la normativa secundaria. La Ley de Telecomunicaciones fue expedida en 2015 y tuvo reformas en 2019, pero el actual Reglamento de Derechos por Concesión y Tarifas por uso de Frecuencias del Espectro Radioeléctrico es del 2003, con reforma del 2008.

    El Mintel subraya que la actualización debe tomar en cuenta la expedición de la política pública para la administración y gestión del espectro, emitida por Acuerdo Ministerial este año y en la cual se determina que en el nuevo Reglamento se deberá atender la corrección de distorsiones a escala nacional y estandarización, según la realidad internacional. Al igual que debe considerar incentivos para fomentar la reducción de la brecha digital, el servicio y acceso universal y promoción de la competencia. Mientras eso sucede, la demanda de Internet sigue en aumento. 

    El incremento de la demanda de Internet por la pandemia ha requerido de nuevas inversiones de la industria. Foto: Cortesía ASETEL
    El incremento de la demanda de Internet por la pandemia ha requerido de nuevas inversiones de la industria. Foto: Cortesía ASETEL
  • La industria tecnológica local se desarrolla durante la pandemia

    Giovanni Astudillo. Editor (I) redaccion@revistalideres.ec

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    La pandemia del covid-19 generó una crisis económica, pero para la industria vinculada con la tecnología representó una oportunidad. En Ecuador, por lo menos nueve empresas del sector se crearon en este tiempo, de acuerdo con Radar Tech Startup, que es una publicación de BuenTrip Hub, que se presentó este mes.

    Cinco firmas están relacionadas con el comercio electrónico, dos con asesoría legal y dos en recursos humanos. En este radar están registradas 243 firmas.

    Según el director ejecutivo de la Cámara de Innovación y Tecnología Ecuatoriana, Juan Sebastián Salcedo, las firmas de desarrollo de software y, en general, de tecnología han tenido un crecimiento este año en Ecuador.

    “Hay empresas nacionales de tecnología que lograron consolidarse y han tenido meses récord como Tipti, Rappic, Kushki…, que además contratan a otras firmas y generan empleo, lo que es importante en esta crisis”, dice Salcedo.

    Antes de la pandemia, este gremio tenía 180 afiliados. Ahora son más de 200 y cada semana, en promedio, se incorporan dos.

    El 2019 se estima que la industria de la tecnología de la información facturó USD 642 millones, con un crecimiento anual promedio del 6% desde el 2016, señala Salcedo.

    Para este año aún no existe la proyección. Según él, las empresas relacionadas con el comercio electrónico y botones de pago crecerán más por la mayor demanda de sus clientes, debido a la nueva normalidad que generó la pandemia. Pero otras vinculadas con el turismo, restaurantes y sector público tendrán un decrecimiento por la crisis de esos sectores.

    La demanda de soluciones tecnológicas también creció, en ámbitos como recursos humanos y contables, salud y educación, por lo que hay nuevos emprendimientos y otros se consolidaron, cuenta Salcedo. Cita ejemplos como Simec, que es un sistema médico que provee servicios de historias clínicas electrónicas, gestión de citas médicas, telemedicina, georreferenciación, entre otros.

    Infografía Líderes
    Infografía Líderes

    En el caso de educación, él destaca a sistemas ecuatorianos como Nikareno e Idukay.
    Javier Mejía es presidente del Clúster Cuatro Ríos Tecnologías de Cuenca, que agrupa a ocho empresas de base tecnológica, que desarrollan software para la gestión de gobiernos autónomos descentralizados, administración educativa, automatización de procesos y flujos de trabajo, inteligencia artificial, analítica de datos y atención al cliente, servicios médicos, entre los más destacados.

    Según él, por la pandemia aumentó la demanda de sus productos y se requieren más servicios, por lo que hicieron nuevos desarrollos para atender las necesidades como automatización de procesos, mejoras en el gobierno electrónico para facilitar trámites y pagos, chatbot, entre otros.

    “Hubo empresas tradicionales que antes no veían a la tecnología como algo prioritario o no estaban dentro de sus planes y presupuestos invertir en tecnología y ahora tuvieron que hacerlo, por ello creció la demanda”. Mejía dice que las ventas de los socios del clúster subieron hasta 20% y fue un crecimiento mayor a las proyecciones que tenían a inicios de este año.

    Sin embargo, Mejía considera que aún hay ejecutivos de empresas que mantienen su concepto tradicional y piensan que luego de la pandemia las cosas volverán a la antigua normalidad y “no es así”.

    Por ello, su clúster realizará campañas de difusión y colaboración entre sus miembros para fortalecer la inclusión tecnológica para las micro y pequeñas empresas, cuyos representantes creen que son inversiones altas.

    El director general de la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico, Leonardo Ottati, asegura que las empresas que quieren subsistir y adaptarse al cambio han invertido, o tienen que hacerlo, en el desarrollo de soluciones tecnológicas para ofrecer sus productos o servicios. “El consumidor poscovid-19 es muy diferente al precovid-19. Ahora, quienes más tienen que cambiar son las empresas y deben hacerlo a través de tecnología”.

    Durante los últimos cinco meses, el segmento tecnológico vinculado al comercio electrónico fue el de mayor crecimiento. Otatti dice que con la cuarentena hubo una hiperaceleración del canal en línea, por ser la única opción o por seguridad. Hubo un cambio de hábito, no solo en compras sino en educación, servicios…

    El 2019, el comercio electrónico local generó ventas por USD 1 600 millones; en el 2020 superará los 2 000 millones. “Es un crecimiento muy importante porque se debe considerar los sectores que antes eran los que más dinamizaban este tipo de transacciones como turismo, entretenimiento, pasajes aéreos, ahora, son los más deprimidos y otros crecieron”.

    Las empresas relacionadas con la creación de soluciones digitales para el comercio electrónico, botones de pago, educación, salud, contabilidad y administración son las que más crecieron durante este año. Foto: Freepick.es
    Las empresas relacionadas con la creación de soluciones digitales para el comercio electrónico, botones de pago, educación, salud, contabilidad y administración son las que más crecieron durante este año. Foto: Freepick.es
  • Lo ecológico es su nueva apuesta

    Patricia González

    La industria gráfica ha ido migrando hacia un modelo más sustentable y amigable con el ambiente desde hace algunos años. Corporación IdeaG, una firma nacional con nueve años en el mercado, apostó por esta tendencia desde el 2019, con la adquisición de una máquina en China para la elaboración de bolsas de papel biodegradables a gran escala.

    Se trata de una tecnología más automatizada, que le ha permitido tener costos más competitivos en sus productos. Además, trabaja únicamente con tintas en agua, reduciendo la contaminación. Tras varios meses de paralización por la pandemia, en junio pasado la firma comenzó a elaborar bolsas de papel biodegradable personalizadas para distintas marcas.

    La distribución de fundas ecológicas a escala nacional, para diversos usos, la hará bajo la marca Ekobags.

    La adquisición de esta nueva infraestructura, así como la construcción de una nueva planta de producción, en el norte de Quito, más la compra de materia prima, representó una inversión de USD 700 000, que se logró realizar gracias a un crédito bancario, explica José Luis Guerrón, presidente de la compañía familiar.

    “Nuestra fortaleza es habernos reinventado a tiempo y haber comprendido el requerimiento ambiental del mercado. Nos gusta estar en constante cambio”, añade Guerrón.

    IdeaG fue fundada por la familia Guerrón Granda en 2011. Sus fundadores y propietarios son los esposos José Guerrón y Marixa Granda, junto a sus hijos José Luis y Christian. Con un capital de USD 200 000 adquirieron las tres primeras máquinas.

    En principio, el concepto de la empresa estaba orientado hacia la elaboración de material publicitario. Pero, luego de dos años con poco éxito en ese mercado, se decidió darle un giro al negocio y se comenzó a elaborar papel de regalo en diferentes diseños, bajo una marca propia: IdeaG, que permitiera diferenciarse. Esa elección decantó en un crecimiento dentro de la industria gráfica nacional.

    Al poco tiempo la firma amplió el portafolio y empezó a fabricar fundas de papel de regalo con diferentes motivos. Para ello compró una máquina de tres módulos en China, por USD 120 000, con la que ha logrado fabricar hasta 400 000 bolsas al mes.

    También elaboran cajas de regalo y algunos artículos escolares, como cuadernos para colorear y ciertos accesorios para los mismos (membretes, stickers y carátulas).

    Uno de los logros de la firma fue haber conseguido la licencia de Disney y Marvel para el diseño de sus productos. Además, cuenta con diseños propios para diferentes temáticas y temporadas del año.

    IdeaG tiene alrededor de 150 clientes, entre mayoristas, cadenas de consumo masivo y papelería y, desde 2018, marcas de distintas categorías para fundas personalizadas.

    Su cliente más fuerte en esa línea, con la que empezó a migrar este año hacia materiales biodegradables, es Grupo KFC. Edgar Salas, jefe nacional de Compras de esta firma, comenta que el cambio climático impulsó a cambiar la forma de entrega de sus despachos a domicilio, de fundas de plástico a papel. En este proceso ya están al menos seis de sus marcas. Con IdeaG halló una opción, puesto que la nueva tecnología que trajo le permitió disminuir costos.

    Almacenes Tía es otro de sus clientes en cadenas de consumo masivo. Le proveen de fundas y papeles de regalo, en estampados genéricos y de la temporada de Navidad; época en la que también le venden papel roca para la elaboración de los nacimientos. “Es nuestro proveedor número uno en estos productos por su calidad y buenos costos”, comenta Carolina Morales, compradora del sector de temporadas de la firma.

    El papel biodegradable que está utilizando IdeaG proviene de Asia, Europa y Sudamérica. Uno de sus proveedores es Regemarc Hermanos, representante de venta de distintas empresas. Al mes les provee de unas 50 toneladas de papel testliner reciclado, originario de Europa, indica Jaime Rivera, gerente de Regemarc.

    Entre los planes de la empresa gráfica a mediano plazo está exportar su línea ecológica hacia países como EE.UU., México, Bolivia y Perú.

    Andrés Guerrero y Francisco Llumiquinga, trabajadores de planta de IdeaG, junto a la máquina que produce bolsas de papel biodegradable
    Andrés Guerrero y Francisco Llumiquinga, trabajadores de planta de IdeaG, junto a la máquina que produce bolsas de papel biodegradable. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • La industria del cannabis puede incursionar en miles de derivados

    Carolina Enriquez

    El 19 de octubre del 2020 es la fecha tope para que el Ministerio de Agricultura expida el reglamento que regule la producción agrícola de cannabis en Ecuador. Ello, luego de que el pasado 24 de diciembre se aprobara la reforma al Código Penal y el 21 de junio comenzaran a regir los cambios con relación al uso de esta planta.

    La norma excluyó de las sustancias sujetas a fiscalización al cannabis no psicoactivo; es decir, las variedades de la planta o partes de esta cuyo contenido de delta 9-tetrahidrocannabinol (THC) sea inferior a 1% en peso seco. Precisamente ese elemento es el psicotrópico; las plantas que se pueden usar son aquellas que tienen un mayor contenido de otras substancias como el CBD.

    Según el Ministerio de Agricultura, se permitirá sembrar variedades no psicoactivas y cáñamo industrial. En términos prácticos, ambos son tipos de cannabis.

    José Antonio Dávalos, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Cáñamo Medicinal e Industrial (EcuaCáñamo), explica que ante esto existen expectativas entre inversionistas para colocar capital, tanto en la producción agrícola como en la industria del cannabis.

    Se calcula que, al menos, USD 200 millones se podrían invertir en la industria desde el exterior. En países como Colombia la inversión inicial fue de aproximadamente USD 400 millones.

    Santiago Trejo, consultor de asuntos públicos para industrias sensibles, cree que el dinero que se coloque va a depender de qué tan claro sea el reglamento. Esto implica, de acuerdo a EcuaCáñamo, que se especifique en el documento el número de licencias exactas que se puedan obtener los empresarios; que sea explícito en los requisitos; que no se establezcan excesos de trámites, etc.

    El Ministerio de Agricultura confirmó a este Semanario que toda actividad relacionada al cultivo de cáñamo: importación y venta de semilla, siembra, y poscosecha, industrialización, comercialización, exportación e investigación agronómica será permitida bajo licencias otorgadas por la entidad.

    Agregó, además, que hoy en día el mercado es considerado una novedad; los precios de la variedad con mayor contenido de CBD, a pesar que este año bajaron tras la pandemia, siguen siendo muy altos. Es un mercado en desarrollo.

    Una vez que se apruebe el reglamento los empresarios explican que deberán iniciarse las pruebas para determinar qué variedades de semillas producen plantas que tengan menos del 1% de THC y cuáles se adaptan mejor al clima.

    Trejo afirma que la planta puede crecer en cualquier provincia. Es un cultivo de ciclo corto que permitiría obtener hasta tres cosechas al año; cada una demora entre 90 y 140 días en estar lista, dependiendo de la variedad.

    El experto, además, explica que ya ha habido acercamientos con el Gobierno por parte de ciertas empresas interesadas en colocar capital, de países como Canadá y Colombia. Algunas de las firmas más grandes de la industria mundial del cannabis son Canopy Growth, Clever Leaves, Tyron, Pharmacielo, entre otras.

    Mientras se obtiene la materia prima local, existen compañías en Ecuador que ya están importando productos como polvo o aceite para la fabricación de cosméticos (ver siguiente página). Otros miran las potencialidades de producción.

    Según Trejo, para el último trimestre de 2021 ya se podría iniciar la fase productiva y para el primer semestre de 2022, la industrial.

    Sebastián Chiriboga, representante del Clúster del Cáñamo de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), explica que la planta tiene más de 15 000 derivados de producción industrial. En la cosmética pueden elaborarse artículos de cuidado personal y relajantes; en la alimenticia, las semillas se pueden usar como alimentos para humanos y animales; en la construcción, procesamiento de fibras para hacer un elemento similar al concreto; papel; textiles, etc

    El artículo 48 de la reforma al Código, además, estableció que la tenencia de medicamentos con el principio activo de cannabis “no será punible, siempre que se demuestre el padecimiento de una enfermedad a través de un diagnóstico profesional”. Esto abre la puerta para el área farmacéutica.

    Según Chiriboga, las oportunidades vienen tanto para el mercado local como para la exportación. América Latina representa solo 2% de las exportaciones de la planta y derivados en el mundo.

    En ocho partidas, entre las que están: jugos y extractos, semillas, tejidos, cáñamo en bruto, etc., se concentran las ventas de este producto en el mundo. En el 2019 alcanzaron USD 6 919 millones.

    Los empresarios ya piensan en inversiones en cultivos, así como en la producción y comercialización de alimentos, cosméticos, textiles, medicamentos, etc
    Los empresarios ya piensan en inversiones en cultivos, así como en la producción y comercialización de alimentos, cosméticos, textiles, medicamentos, etc. Foto: Freepick
  • Bruno Leone: ‘El aporte de la pesca ahora es vital’

    Priscilla Alvarado  (I)
    Redacción Guayaquil

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    Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería, analiza la importancia de la pesca en la economía del país y detalla cómo la industria nunca paró durante la emergencia. Ratifica, además, la necesidad de concretar acuerdos para empujar las exportaciones.

    La pesca fue uno de los sectores prioritarios durante la emergencia sanitaria. ¿Cómo se manejó para operar?
    Fue complicado por todos los temas en los que incidió la pandemia. El ausentismo en el personal, desde la fase extractiva hasta el procesamiento en las industrias, provocó una caída en producción del 60%. Esto se sumó a una disminución de precios internacionales por la depresión de los mercados. A pesar de estos factores, en la época más complicada (marzo y abril), nunca dejamos de trabajar.

    ¿Se fortalecieron los protocolos o acciones en la cadena?
    Las medidas se endurecieron. La industria de alimentos ya aplicaba, desde antes, protocolos estrictos de calidad e inocuidad, lo que tocó fue ampliar el control y proteger al personal. Por suerte, no hubo nuevas exigencias de los mercados. Ellos conocen todo lo que se aplica para que el producto ecuatoriano sea trazable.

    ¿Cuál sería el factor positivo que dejó la pandemia?
    Fuimos el rubro que alimentó en el confinamiento. Eso por el lado del consumo, porque hubo mayor demanda de enlatados tanto interna como externamente. La gente se aprovisionaba de productos. Por otro lado, fuimos uno de los pocos sectores que mantuvo sus plazas de empleo completas, no se despidió personal. La pesca da trabajo directo a 108 000 personas e incluso aumentó. Con esto quedó claro que la pesca es una actividad positiva para el país.

    ¿Cómo garantizaron la calidad de los productos que enviaron en esos meses?
    Los estándares son altísimos y la demanda de controles es estricta. Estamos sujetos a normativas internacionales de manejo de productos alimentarios. Las auditorías del Instituto Nacional de Pesca y de las certificadoras son permanentes. Lo que ahora se ha fortalecido es el control al personal, proveedores, al producto terminado e insumos. Esto es una inversión a la que accede la industria para mantener sus mercados.

    Parte de esos lineamientos se recogen en la Ley de Pesca. ¿Cómo avanza su aplicación?
    Todo avanza según lo programado. La Ley se publicó en el Registro Oficial el 21 de abril del 2020 y ahora se trabaja en la elaboración del reglamento que se prevé se publique en octubre. Ahí se especificarán las líneas de aplicación de los nuevos conceptos de la ley, sobre todo, en la parte sancionatoria e investigativa. Además, simultáneamente, se avanza en la implementación de un sistema de control de trazabilidad. La plataforma ya está siendo analizada por la Cartera de Telecomunicaciones. Son cuestiones de forma.

    ¿Existen puntos de la Ley que ya se aplican?
    Claro, la autorización previa para importar productos pesqueros. Esto consta en la Ley y es parte del Plan de Acción para levantar la Tarjeta Amarilla que impuso la Unión Europea (UE). El contingente que se importa (250 000 toneladas) ahora es normado para que tenga la legalidad debida. Es un avance inmenso que hace bien al país como jurisdicción pesquera y que está alineado a la lucha contra la pesca ilegal.

    La promulgación de la Ley era clave para superar la Tarjeta Amarilla con la UE. ¿Qué avances hay en esa gestión?
    Existe intercambio de información y diálogo directo. Cuando se impuso la sanción (16 de octubre, 2019), se solicitó que en seis meses se debía enviar un plan de acción para subsanar 28 puntos, entre ellos la reforma a la Ley de Pesca. Eso se envió. Sin embargo, como todo proceso, con la pandemia se retrasó. Pero hay que aclarar que no se frenó. La retroalimentación recibida del bloque europeo es que Ecuador es responsable con el cumplimiento de lo solicitado.

    ¿Cómo quedó la verificación ‘in situ’ de la UE?
    La visita de autoridades de la Dirección de Asuntos Marítimos y de Pesca (DG Mare) estaba prevista en abril, pero por la pandemia no se dio. Ecuador y la UE siguen intercambiando información y, a nivel de país, hay celeridad para cumplir lo que se solicita. No hemos recibido respuestas negativas de lo que se ha enviado.

    ¿Hay nuevas exigencias?
    No, continúan las mismas exigencias del inicio. Todo encaminado a normar y fortalecer la lucha contra la pesca ilegal. Lo que sí han solicitado las autoridades europeas es que sea visible la aplicación de todas estas normas, no solo para levantar la sanción, sino para traducirlas en políticas públicas que fortalezcan al sector.

    La UE es más exigente con los productos que recibe…
    Definitivamente. Es una economía que va encaminada al pacto verde y es algo que significa, sin duda, mayores exigencias. El sector se ha preparado para cumplir con todo lo que soliciten.

    ¿Cómo manejan la política de contingentes arancelarios que mantiene la UE para algunos productos pesqueros?
    Es complicada, dado que lo consideramos como competencia desleal. El acuerdo comercial que entró en vigor en 2017 mantiene acceso libre de aranceles para la producción atunera. Pero, a pesar de lo alcanzado en las negociaciones, la existencia de la política de contingentes arancelarios autónomos de la UE para ciertos productos pesqueros, como los lomos precocidos de atún y su omisión en las negociaciones, hoy en día erosionan las preferencias arancelarias logradas en este mercado porque tienden a aumentar.

    ¿Cómo les afecta?
    A través de estas resoluciones o contingentes, acceden a productos de Asia que no cumplen todo lo que nos exigen a nosotros como país. Lucha contra la pesca ilegal, trazabilidad, laborales, etc. Hemos pedido que intervenga la Cancillería para que eso no suceda y más bien disminuya y no nos quite espacio en nuestro principal mercado. Las reglas del juego deben ser iguales para todos.

    ¿La entrada en vigencia del acuerdo con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), qué les representa?
    Es un acuerdo complementario. Muchos de los productos comprados por un determinado país en Europa iban a estas naciones. Los mercados que están ahí son estables. El Viejo Continente es nuestro principal destino.

    Las miras de un acuerdo serían con…
    EE.UU., definitivamente. El país está geográficamente en nuestra zona y es un gran consumidor de productos del mar, sobre todo del atún. Es importante que concluya para entrar con nuestro producto en funda o ‘pouch’ sin impuestos. Hay que poner todo el empeño en ese acuerdo. Está en el tejido productivo del país empujar este carro que se llama Ecuador.

    ¿Qué oportunidades se ven para el segundo semestre?
    Oportunidades como tal, no hay. Se espera estabilidad en los mercados y que el mundo se recupere, para tener niveles de consumo de antes de la pandemia. La proyección del sector no es de crecimiento, pero sí cerrar con cifras parecidas al 2019, que fueron mejores.

    Hoja de vida
    Su formación
    .  Ingeniero Industrial de la Universidad de Guayaquil. Programa de Alta Dirección Empresarial del Instituto de Desarrollo Empresarial (IDE).
    Su experiencia.  Presidente del Grupo Pesquero Servigroup desde 1989. Fue gerente del Grupo Camaronero Nirsa. En el sector bancario se desempeñó como subgerente de la sucursal mayor del Banco Central del Ecuador y también como gerente general de la Agencia de Garantías de Depósito (AGD).
    En los gremios.  Lidera la Cámara Nacional de Pesquería desde el 2015. También fue director de la Cámara de Comercio y de Industrias de Guayaquil.

    El presidente de la Cámara Nacional de Pesquería Bruno Leone detalla cómo la industria no paró durante la emergencia sanitaria. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    El presidente de la Cámara Nacional de Pesquería Bruno Leone detalla cómo la industria no paró durante la emergencia sanitaria. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Industria automotriz pone su esperanza en el segundo semestre

    Alberto Araujo. (I)

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    Al igual que la mayoría de sectores productivos en el mundo, la industria automotriz ha sido profundamente impactada por la pandemia del covid-19, sobre todo respecto a sus ventas.
    No obstante la caída de la demanda, determinadas marcas de vehículos ya han visto una leve mejoría desde junio pasado.

    A mediano plazo, firmas consultoras de mercados ven que la recuperación del sector puede verse motivada en un inicio por el incremento en la demanda de autos propios, en detrimento del uso del transporte público por un mayor riesgo de contagio.

    La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) estima una caída en la venta de vehículos a escala mundial del 15,8% en este 2020 con respecto al año pasado (ver infografía).

    Esta cifra es conservadora. La consultora estratégica internacional Boston Consulting Group (BCG) estima una caída en las ventas de un 20% dentro de un escenario optimista en los tres mercados más importantes del planeta (Estados Unidos, Europa y China). Mientras que en un escenario pesimista -que no es muy probable que suceda- la caída sería cercana al 40% este año.

    “La confianza del consumidor y la economía están ligadas intrínsecamente. Y ambas permanecerán contraídas en el corto plazo, de 12 a 18 meses”, indica un reporte de BCG de abril pasado, que proyecta mejoría en las cifras para la segunda mitad del 2021 o antes, en caso de descubrirse una vacuna contra el covid-19 y luego de que distribuya ampliamente.

    No obstante, la consultora proyecta que la industria -que emplea a unos 59 millones de trabajadores en el mundo- no solo sobrevivirá sino que saldrá fortalecida de este momento, pese a enfrentar pérdidas y recortes.

    De hecho, BCG llama tanto a ensambladores como a proveedores de partes a que tengan preparado un plan para un incremento súbito de la demanda que también podría darse en el mediano plazo.

    En una presentación titulada ‘Demanda de automóviles después del covid-19’, BCG muestra los resultados de una encuesta de movilidad urbana realizada entre 5 000 personas de las ciudades más pobladas del mundo.

    Según el estudio, el uso del transporte público está claramente asociado a un alto riesgo de contagio del virus. Mientras que los encuestados perciben que el uso del auto particular representa un riesgo de contagio muy bajo. Esto principalmente en China, la Unión Europea y Estados Unidos.

    De igual manera, la encuesta muestra que después de los períodos de confinamiento, el uso del transporte público en estas tres partes del mundo ha bajado significativamente. En cambio, el uso de un auto particular ha aumentado entre un 25% y 50%.

    Otra variable. Las ganas de comprar o tener un vehículo particular aumentaron entre los encuestados luego de los largos períodos de cuarentena por la pandemia, sobre todo en China.

    Estos factores podrían motivar a que la caída de ventas de autos se desacelere entre el 2021 y el 2022, y que la demanda incluso pueda crecer entre el 2022 y el 2023 en los escenarios más optimistas.

    A pesar de estas proyecciones a mediano plazo, varias marcas y fábricas registraron un aumento en la demanda desde junio.

    El New York Times publicó a finales del mes pasado que las ventas de autos se están levantando en Canadá y Estados Unidos, y que los fabricantes de vehículos han redoblado su producción. Esto, pese a que tanto las ventas como la fabricación están aún lejos de sus cifras récord.

    En México también junio fue un mes de notoria recuperación. Un reporte de la AFP dio a conocer que si bien la producción y exportación de autos en México cayó en junio respecto al mismo mes en el 2019, hubo un importante incremento frente a mayo, “debido a la reactivación del sector tras permanecer paralizado por la pandemia del covid-19”.

    Las ensambladoras mexicanas produjeron 238 946 vehículos en junio, una baja del 29,3% contra el mismo mes del año pasado, pero un salto del 980% frente a los apenas 22 119 vehículos fabricados en mayo, según datos divulgados la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística del país.

    Además, gobiernos en Europa y otras regiones han lanzado planes para apoyar y recuperar la industria automotriz. Por ejemplo, Francia anunció un rescate de alrededor de USD 9 000 millones mientras que España dio a conocer un plan para inyectar unos USD 4 000 millones al sector.

    La IEA prevé que en este segundo semestre del 2020, las ventas de autos se incrementen en un 28% respecto a la primera mitad del año a escala global.

    La producción de vehículos tendrá una caída de entre el 15% y 20% en este año por el covid-19. Pero en junio la  producción aumentó. Foto: AFP
    La producción de vehículos tendrá una caída de entre el 15% y 20% en este año por el covid-19. Pero en junio la producción aumentó. Foto: AFP
  • Un yogur quiteño con toque griego

    Redacción Quito

    El yogur es un producto que los ecuatorianos consumen, sea directamente o en preparaciones. Aprovechando esta preferencia nació el negocio Atlas Yogurt.

    Surgió de un proyecto universitario en 2015. Se buscaba desarrollar algo innovador, de calidad, que satisficiera la necesidad de clientes que quisieran mantener una dieta equilibrada.

    Patricio Aguinaga, actual propietario de Atlas Yogurt, trabajó en la empresa como asesor de contabilidad y finanzas; en julio del año pasado, adquirió la totalidad de acciones para continuar con este negocio, pues los anteriores dueños querían liquidarlo.

    El nombre del negocio nació de la relación entre la receta de yogur griego y el titán Atlas, personaje de la mitología.

    Cuando inició este emprendimiento la inversión que realizaron los exdueños fue de aproximadamente de USD 20 000. Este monto sirvió para adecuar la planta de producción y empezar con las primeras pruebas.

    Para la producción se utiliza leche y fermentos lácticos. La elaboración del producto demora, aproximadamente, 36 horas.

    El proceso se inicia con la colocación de la leche en un recipiente industrial para luego añadir los fermentos lácticos. Después de esto se debe esperar un tiempo para proceder al filtrado, en el que se inicia la recolección del yogur.

    “El proceso de producción lo realizamos respetando al máximo la manera tradicional de producción de yogur griego. Con ello logramos hacer un lácteo con una textura determinada: cremoso y con un sabor balanceado”, expresa el propietario de la firma.

    Aguinaga añade que lo que hace diferente a su producto es que no contienen ningún tipo de preservante ni espesantes.

    Además, afirma que mantiene vínculos fuertes con los principales proveedores. Esto asegura el abastecimiento y la calidad de cada una de las materias primas. En cuanto al equipo de trabajo, Atlas Yogurt está formado por siete personas que aportan directa e indirectamente en la producción.

    La oferta que la empresa presenta al mercado se divide en dos segmentos: consumidores finales e institucional; para cada uno tiene presentaciones diferentes.

    Dentro del segmento de consumidor final comercializa frascos de vidrio de 730 mililitros (ml), de sabor natural. El envase de 250 ml tiene sabores de frutas como maracuyá, mora, coco y taxo.

    La oferta del segmento institucional tiene dos presentaciones de cuatro y ocho litros, ambas en sabor natural.

    Verónica García, clienta de este emprendimiento, menciona que conoció de los productos Atlas en agosto del año pasado y desde entonces los adquiere frecuentemente. “La calidad de este yogur es extraordinaria, tanto en sabor, cremosidad y textura. Me encantan porque son naturales y bajos en azúcar; los envases de vidrio me llamaron mucho la atención, es una manera muy buena de colaborar con el medioambiente”.

    El propietario del emprendimiento comenta que busca generar conciencia ambiental entre los clientes. “Todas las presentaciones al público son en envases de vidrio. Tenemos una política de retorno de envases desde el inicio. Pueden entregarnos los clientes o desde los puntos de venta”, añade Aguinaga.

    Los productos de este emprendimiento se distribuyen en una red de tiendas de Quito, Cumbayá y el valle de Los Chillos. Debido a la emergencia sanitaria se pensó en una alternativa de distribución: se está realizando envíos a domicilio y se abastece a los puntos de venta.

    Los planes a futuro de este emprendimiento son desarrollar nuevos productos y sabores, así como expandir el negocio hacia otras plazas que le permitan mantener una estrategia de crecimiento sostenido.

    Patricio Aguinaga es actual propietario de Atlas Yogurt. Destaca su política de cuidado ambiental
    Patricio Aguinaga es actual propietario de Atlas Yogurt. Destaca su política de cuidado ambiental. Foto: Cortesía Atlas Yogurt