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  • Ana María Oviedo: ‘El riesgo debe mirarse como una oportunidad para crecer’

    Xavier Basantes, Editor del Semanario LÍDERES

    El Banco Mundial (BM) tiene previsto presentar este 13 de marzo en Quito el Informe sobre el desarrollo mundial 2014: Riesgo y oportunidad (la administración del riesgo, como instrumento de desarrollo). La ecuatoriana Ana María Oviedo es coautora del estudio y, vía telefónica desde Washington, da a conocer algunas de las principales conclusiones.

    ¿Cuáles son las conclusiones más relevantes del informe sobre Riesgo y oportunidad del Banco Mundial?

    El mensaje más destacado es que la administración del riesgo puede ser un importante y poderoso instrumento de desarrollo. ¿Qué queremos decir? Que el riesgo está intrínsecamente ligado al proceso de desarrollo. No solamente el manejo de los riesgos negativos, como desastres naturales, crisis económicas u otros -como la enfermedad o el desempleo-, sino que el riesgo es necesario en el camino a la prosperidad. Es necesario tomar riesgos para crecer y desarrollarse. El riesgo no es algo que se deba suprimir o eliminar sino que se debe manejar, tanto en su lado negativo como positivo.

    ¿Cuál es el tipo de riesgo en el que pone su atención el BM, porque puede presentarse en la familia, en las empresas, en los gobiernos…?

    Este informe no se concentra en un tipo de riesgo específico. Lo que hacemos es tomarlo con una visión más abstracta. Es decir, tratamos de tomar en cuenta todos los riesgos a los que está expuesto el individuo, sobre todo en un país en desarrollo. Los individuos estamos expuestos a la enfermedad, el desempleo, el crimen y la violencia, hasta los riesgos de la naturaleza global, como el cambio climático. Entonces, miramos todos los instrumentos que necesitamos como individuos para conocer mejor los riesgos, para poder prevenir y luego determinar qué podemos hacer cuando sufrimos por ciertos eventos y qué instrumentos tenemos para poder superarlos.

    Desde esa perspectiva, ¿cuáles son los riesgos que más influyen en una sociedad, que pueden generar oportunidades y que sea un instrumento de desarrollo como plantea el BM?

    Lo que hemos mirado a través del tiempo y en todos los estudios que hemos realizado es que hay riesgos que paulatinamente han ido disminuyendo. Sobre todo, en los países en vías de desarrollo; por ejemplo, los riesgos ligados a la salud, en particular los de mortalidad infantil, en donde han habido muchos progresos. Esos riesgos que afectaban muchísimo a nuestros países han disminuido de manera significativa. Otro riesgo que ha disminuido bastante en los países en vías de desarrollo es el de crisis macroeconómica.

    ¿Por qué?

    Las mejores prácticas en el manejo macroeconómico de muchos países en vías de desarrollo les han permitido enfrentar de manera exitosa las crisis globales y es una tendencia interesante. Sin embargo, se están dando con más frecuencia crisis en los países desarrollados.

    ¿Qué pasa con los riesgos en la naturaleza, el crimen, la violencia…?

    Los desastres naturales son mucho más frecuentes hoy en día, de lo que eran dos o tres décadas atrás. En el crimen y la violencia hay mucha variación regional: en América Latina es una tendencia que, desgraciadamente, está en aumento. Este tema varía en función de donde uno se concentra, pero en el caso de la realidad latinoamericana podemos decir que el crimen y la violencia siguen siendo un problema; las crisis macroeconómicas ya no lo son tanto como eran antes. Obviamente, los riesgos idiosincráticos, como los ligados a la salud, el desempleo…, se siguen manifestando y son importantes.

    Si vemos a otros actores de un país, las empresas -por ejemplo-, ¿cuáles son sus riesgos en Latinoamérica?

    Para ellas hay dos tipos de riesgo: el uno tiene que ver con su crecimiento, es decir, los riesgos que las empresas pueden tomar para ser más competitivas, para crecer y desarrollarse, y ahí estamos hablando de lo que es innovación. Eso implica tomar grandes riesgos y lanzarse a lo desconocido, pero con alguna probabilidad de ser exitoso. Por otro lado, están los relacionados con la coyuntura económica, que en muchos casos las empresas no pueden controlar. En términos de lo que está pasando en América Latina, sabemos que el ambiente de negocios no es tan favorable justamente para la toma de ese riesgo positivo, del riesgo que lleva al crecimiento. Sabemos que los niveles de innovación son relativamente bajos, los niveles de informalidad son relativamente altos, y eso pone muchos obstáculos y barreras para que las empresas puedan aprovechar de ese riesgo positivo, para innovar y crecer.

    Si con base en este informe del BM se identifican escenarios de riesgo, ¿por qué los gobiernos no han tomado acciones para la mejor prevención?

    Hacemos análisis sobre cuáles son los obstáculos que enfrentan los individuos y los grupos de la sociedad; e identificamos varios. En general, hay situaciones comunes como la falta de recursos económicos para enfrentar a los riesgos de manera más eficaz; la falta de información adecuada; hay problemas de incentivos. Incluso hay problemas de comportamiento: es decir, ‘aunque yo sé que es algo bueno para mí hoy en día, quizás no lo hago, porque no soy capaz de medir el riesgo de manera precisa’.

    ¿Cómo se debiera procesar en Ecuador este nuevo informe del BM?

    Hay muchas lecciones de este informe que pueden ser muy útiles, para el caso del Ecuador. Por ejemplo, para el manejo de eventos idiosincráticos (salud, desempleo…), el país ha progresado de una manera significativa. Es decir, hoy en día los individuos están mucho más protegidos contra situaciones como caer en la pobreza; están más protegidos en el tema de la salud, hay un progreso muy grande en cuanto a la protección de estos riesgos. Hay un progreso importante en cuanto a la conexión de los individuos con los instrumentos de mercado, en el empleo, en el sistema financiero -a través del Bono de Desarrollo Humano.

    ¿Qué tipo de experiencias puede aprender Ecuador de otros países?

    Hay cosas que puede aprender, por ejemplo, en el manejo macroeconómico. El país ha tenido un período de mucha inversión en lo social y en la infraestructura, pero quizás sin tomar en cuenta que en el futuro pueden haber períodos más difíciles económicamente. En ese sentido habría que tener un manejo macroeconómico más hacia el largo plazo.

    ¿Sobre todo cuando se acabó el ‘boom’ en América Latina?

    Sí. Justamente esa es una gran incertidumbre a la cual la región se enfrenta.

    UN RESUMEN DE SU HOJA DE VIDA

    La formación. Economista, graduada en University of Lausanne, Switzerland; PhD, Univ. of Maryland, College Park.

    En el Banco Mundial. Su colaboración profesional se refleja en estudios sobre Bolivia, Ecuador, Haití, Comunidad Andina (CAN)…

    «Ecuador ha tenido un período de mucha inversión en lo social, en infraestructura, pero pueden haber períodos difíciles».

    LEA: El informe sobre el desarrollo mundial

  • Las firmas del sector de alimentos mejoran sus procesos

    Redacciones Quito y Guayaquil

    Los plazos para la adopción del certificado de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) en el sector alimenticio comienzan a cumplirse.

    Un reglamento obligaba a las empresas de alimentos en el país a obtener esta certificación desde el 2002, pero esto no se había cumplido. Las BPM son condiciones básicas y prácticas en la producción de alimentos que garantizan que los alimentos se fabriquen en condiciones sanitarias adecuadas.

    El Comité Interministerial de la Calidad (que incluye a los ministerios de Salud e Industrias) decidió poner plazos para obtener esta certificación según el tipo de producto y tamaño de la firma.

    Así se resolvió dar un plazo de un año que se cumplió el pasado 27 de noviembre para las firmas grandes y medianas categorizadas como tipo A de cárnicos, lácteos, bebidas no alcohólicas, alimentos dietéticos y ovoproductos (huevos y sus derivados). Empresas tipo A son las que requieren mayor atención en los procesos. En tanto, las pequeñas y microfirmas de esta categoría tendrán hasta noviembre del próximo año.

    Y el resto de empresas entre las que se cuentan las que procesan cereales, conservas, aceites, gelatinas y otras categorizadas como tipos B y C, tiene entre tres y cinco años para lograr la certificación.

    Una vez cumplido el plazo, el certificado de BPM se convierte en un requisito para que las empresas de alimentos obtengan el permiso de funcionamiento.

    El proceso de implementación incluye la adecuación de infraestructura, capacitación al personal, maquinaria con especificaciones técnicas especiales, etc.

    Christian Wahly, presidente de la Asociación de Alimentos y Bebidas (Anfab), señaló que el reglamento del 2002 se consideró un incentivo para que las empresas que obtengan BPM puedan acceder de forma más rápida al Registro Sanitario. Pero como esto no ocurría no había incentivo para las empresas. Wahly explica que muchas firmas cuentan con BPM aunque no aprobadas por la autoridad estatal, sino por certificadoras privadas. Otras, en cambio, tienen certificaciones ISO que desde la década de los años noventa incluyen las BPM.

    El proceso de certificación ha resultado más fácil para estas últimas y más complejo para las mipymes. «Es una inversión fuerte y para industrias que ni siquiera cuentan con terreno propio donde ubicar su planta es más complicado», asegura Édison Romo, vicepresidente del sector alimenticio de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria de Pichincha (Capeipi).

    Hasta el 13 de noviembre, 41 empresas de diferentes categorías habían obtenido el certificado BPM que otorga la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa). En la primera etapa, según el ente de control sanitario, 93 plantas procesadoras de alimentos debían certificarse.

    Ana Cox, subsecretaria de Calidad del Ministerio de Industrias, explicó que esta Cartera ha apoyado a la industria con asistencia técnica. «En el tema de capital ellos son los que tienen que poner una contraparte de inversión y con adecuaciones apropiadas para las BPM que son algo exigentes».

    La Arcsa anunció que los controles empezarían desde el 28 de noviembre.

  • Competir y ganar mercados motivan a tener el certificado

    Las grandes empresas

    Para las grandes empresas del sector de los alimentos, obtener la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) es un reto, pero también una puerta para mejorar sus procesos. Tal es el caso de Corporación Fernández, una firma especializada en carnes, que entregó los documentos de solicitud de auditoría para la certificación, el pasado 27 de noviembre.

    Eugenio Fernández, propietario de la empresa, dice que a lo largo del año se ha realizado un proceso de mejoras. Para ello, invirtieron más de USD 500 000.

    Carlos Vásquez, jefe de calidad de la firma, dice que la cifra se destinó a mejoras de infraestructura, como la planta de proceso y almacenes. Se optimizaron pisos, fachadas, cadenas de frío, avances en el control de higiene del personal… Sin embargo, Fernández agrega que el proceso aún no termina y que están esperando la auditoría para implementar otras mejoras según los requerimientos.

    Industrias Lácteas Toni, en cambio, ya obtuvo la certificación en septiembre pasado. Cecilia Zamora, gerenta de control de calidad de Toni, asegura que para la obtención de la BPM, fue necesario cumplir con prácticas responsables en los procesos, así como tener controlados los riesgos durante la cadena de elaboración de los productos. Esto es fundamental desde la recepción de las materias primas hasta la comercialización y distribución. Entre los beneficios de la certificación, menciona el asegurar la salud de los consumidores, así como implementar sistemas para ingresar al mercado de EE.UU.

    Otro caso es el de la firma Floralp, que procesa lácteos. Patricio Lozada, jefe de Aseguramiento, indica que en septiembre de este año se iniciaron los trámites de solicitud para la certificación. A mediados de noviembre, recibieron la auditoría. «Mejoramos la infraestructura, señalización y rotulación en la planta; documentación y registros».

    Lozada recalca que obtener esta certificación es una necesidad. «Estamos en un mercado exigente y tenemos que ajustarnos». El área que dirige maneja un presupuesto anual de USD 50 000 para mejoras de procesos de calidad. Las actividades emprendidas permitirán que la industria sea más competitiva.

  • El té listo para beber se mantiene como el líder

    Redacción guayaquil

    El té listo para beber continúa como la categoría más fuerte de crecimiento en el país. Así lo indica el informe ‘Las cinco principales tendencias en bebidas no alcohólicas en Norte y Sudamérica’, elaborado por la consultora de inteligencia de mercados de consumo Euromonitor International, para el 2013.

    En el caso ecuatoriano, según señala el documento, se establece que los consumidores consideran al té listo para beber como una opción más natural y con beneficios para la salud que las bebidas carbonatadas y jugos. Otro actor importante en este mercado son las bebidas energéticas, que ganan participación debido a la reducción de sus costos de venta al público, por el incremento en la competencia internacional.

    En cuanto al consumo de café, la firma Euromonitor cita el caso de la Ecuacafegold SA y su producto café Garé. Se trata de cápsulas con dosis de un tipo de café que solo se comercializaba internacionalmente. «Muestra que al menos entre los grupos de mayores ingresos está creciendo la demanda de café más sofisticado», señala el texto y añade que los consumidores prefieren «abrumadoramente» el café como bebida caliente. El consumo de otras infusiones como el té caliente y otras hierbas es bastante bajo en relación con el resto de la región.

    En el caso colombiano, para citar otro ejemplo de la quincena de mercados analizados, se destaca el incremento en el consumo de agua embotellada. El lanzamiento en ese mercado de Cristal Vitality de la firma Postobón habría puesto en escena este nuevo gusto del comensal colombiano. Existiría una «gran» tendencia al consumo de productos de valor agregado, como vitaminas y calcio.

    Otro nuevo actor en el mercado colombiano es Vive 100, una bebida energética lanzada en el 2012 por la firma Quala (que también opera en Ecuador), pues su estrategia de comercialización no se enfoca en los propietarios de bares y clubes. Por el contrario, su estrategia se enfoca en el consumidor que busca mantener altos niveles de productividad, durante largas jornadas laborales.

    Otra tendencia del mercado colombiano en cuanto a bebidas no alcohólicas es que las principales marcas carbonatadas se están trasladando a presentaciones más pequeñas, de los 500 mililitros a los 273 ml. La consolidación de la cadena de cafeterías Starbucks en ese país, también habría causado una modificación en sus patrones de consumo locales promoviendo el consumo de ‘pods’.

    En Perú, la oportunidad la tienen las empresas dedicadas al agua embotellada sin gas. Pese a que, según Euromonitor, tiene una baja penetración de este rubro existe un potencial vinculado al consumo de agua funcional (que tiene valores vitamínicos) o saborizada. Otra bebida que apunta a la novel clase alta peruana son los jugos premium. Se señala el caso de la marca Balance, propiedad de la cadena Supermercados Peruanos, y que está en las perchas desde este año.

    Otro caso destacable del mercado peruano es el de la chicha morada, un producto emblemático de su gastronomía y que se prepara con la cocción del maíz morado junto con especias como canela, clavo de olor y piña. Su presencia, mediante canales ‘on trade’, donde su consumo se realiza in situ como en cafeterías, bares y restaurantes, mantiene índices considerables.

    Perú también se mantiene como el líder de la producción de café orgánico a escala mundial, según Euromonitor. Aquel cultivo se exporta casi en su totalidad a EE.UU. y Europa, pues en el mercado interno peruano los productos orgánicos no son apreciados, ya que la mayoría de los consumidores no «valora» su beneficio agregado.

    El informe completo está disponible en el sitio go.euromonitor.com.

    15 es el número de mercados americanos que son analizados en el estudio de la consultora Euromonitor.

  • La inversión y las adecuaciones son parte del camino a seguir

    LAS MEDIANAS EMPRESAS

    Las medianas empresas que procesen alimentos también están en la obligación de cumplir la norma sobre buenas prácticas de manufactura. Cereales Andinos, por ejemplo, se anticipó a la norma y ya obtuvo el certificado BPM.

    Las empresas de cereales tienen hasta el 2015 y 2016 para obtener el sello de calidad, pero Cereales Andinos no esperó. Guillermo Tapia, gerente de esta empresa mediana ubicada en Pichincha, explica que logró la certificación de BPM el 10 de enero pasado. Para ello, invirtió unos USD 450 000 en la compra del terreno y en la construcción.

    Tapia relata que lograr las BPM requirió una serie de adecuaciones difíciles de realizar en el galpón arrendado donde antes funcionaba su planta. «Es preferible construir un galpón nuevo aplicando las normas BPM antes que tratar de acondicionar un galpón que no fue diseñado para procesar alimentos». Para el diseño de la fábrica contrató a una empresa especializada en el manejo de plantas industriales para alimentos.

    Macafri, una empresa del sector de cárnicos, también está certificada desde hace 10 meses. Édison Romo, gerente general de la firma, relata que el proceso tardó 2 años debido a las adecuaciones que tuvo que realizar. El Gobierno financió el 80% de los costos de capacitación y la firma invirtió el 20% restante. La inversión en infraestructura hecha por Macafri sumó USD 127 000.

    Los casos mencionados son un ejemplo para otras firmas que aspiran a este sello de calidad. Frozen Tropic, empresa procesadora de frutas, cuenta con la ISO 22 000 y está en proceso de obtener el certificado BPM. Su gerente, Diego Paredes, explica que la facilidad para lograr el sello depende de cada empresa. «Primero hay que cumplir normas, registros y procedimientos, así como mejorar la infraestructura. Si la empresa ha avanzado en esos temas es más fácil».

    Chocolates Bios está en el mismo camino. Su vocero, Juan E. Olgieser, señala que «para las pymes la inversión en infraestructura es un desafío, pero todo es por mejorar la percepción del producto».

  • La gasolina extra y súper: el subsidio creció ocho veces en siete años

    Los ecuatorianos pagan solo la mitad o menos de lo que realmente cuesta el galón de gasolina, dejando al Estado que pague la diferencia, en un escenario donde los precios del petróleo han alcanzado niveles históricos.

    Debido al subsidio, aunque el galón de gasolina extra se importa a USD 2,83, en Ecuador el precio oficial de venta es de USD 1,30, valores que no consideran los costos de comercialización y distribución interna. En Colombia, por ejemplo, el galón de gasolina cuesta USD 6,3.

    En el país el subsidio a la gasolina es generalizado y se destina principalmente al consumo del parque automor, por lo que beneficia más a la clase media y alta.

    Según un informe del Ministerio Coordinador de la Producción del 2010, un hogar del quintil (segmento) más rico recibió USD 419 al año por el subsidio a las gasolinas, mientras que uno del quintil más pobre solo recibió USD 96 al año.

    El bajo costo del subsidio ha alentado la compra de vehículos, lo que ha elevado el consumo de la gasolina extra y súper. De hecho, casi se duplicó entre el 2007 y el 2012, al pasar de 16,1 millones de barriles a 23,6 millones.

    Pese a ello, la producción interna de gasolinas del país solo abastece en un 55% al mercado local, lo que obliga a importar la diferencia.

    El país gastará este año en el subsidio a la gasolina USD 1 758 millones, esto es ocho veces más que en el 2006 (USD 220,9 millones), según consta en las Pro formas presupuestarias de esos años.

    Para entender la magnitud del monto se puede anotar que con lo que el Estado destina a este rubro se podrían construir, al menos, unas 500 escuelas del milenio.

    Este problema no es nuevo en el país. El precio de la gasolina se mantuvo congelado en los años setenta y solo se incrementó en 1982, cuando la caída del precio del petróleo generó una falta de recursos fiscales.

    Aunque desde el 2000 los gobiernos de turno realizaron ajustes anuales al precio de la gasolina, a partir del 2005 este se congeló nuevamente.

    Pablo Beltrán, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito, comenta que la eliminación de estas subvenciones es compleja por los costos políticos que implica la medida.

    A inicios de agosto el presidente Rafael Correa anunció que estudia un sistema, que podría aplicarse desde el 2015, para que los propietarios de vehículos reciban solo un cupo de 300 galones de combustible subsidiado al año.

    El cupo se lo asignará con la matrícula cada año. «Y así evitaremos el derroche y subsidiar más al que tiene el carro más grandote, 4×4, ocho cilindros, etc… Se evitará el sobreconsumo del bien», dijo.

    El consultor en temas energéticos, Arturo Villavicencio, cree que estos mecanismos pueden ser complejos y prestarse para corrupción, por lo que recomienda analizar con cuidado la medida.

    Beltrán señala que el sistema funcionará solo si hay mecanismos ágiles. «A través de la matriculación vehicular lo veo difícil, creo que será un caos. Primero habría que sanear el sistema».

    Cree que se debería analizar mejor la propuesta y ver otras alternativas, por ejemplo, crear un mercado de tarjetas de combustibles donde las personas que usen menos combustible puedan vender su saldo a quienes lo requieran.

  • La industria se mantiene en incertidumbre

    La situación

    La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cuya gestión enfrenta críticas por el lento crecimiento del PIB y la alta inflación del país, aseguró que cambiará su equipo económico si es reelegida en los comicios de octubre.

    La principal rival de Rousseff en las elecciones, la ecologista Marina Silva, había acusado a la Mandataria de no admitir sus errores y no cumplir con su promesa de conducir el país al crecimiento.

    Pero en medio de ese entorno político, el Banco Central decidió la semana pasada mantener la tasa de interés anual en el 11%. La recesión técnica que atraviesa la economía brasileña sugería recortes en la tasa de interés para favorecer el acceso al crédito y estimular el consumo.

    Para la Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI), mantener las tasas altas sigue perjudicando el desempeño de la economía del país. «La decisión de mantener la tasa en 11% prolonga las dificultades para la industria brasileña y retomar la actividad productiva. Defendemos la reducción gradual de las tasas, lo que posibilitará retomar las inversiones, aumentar el consumo y retomar el crecimiento de la industria brasileña», indicó la CNI en un comunicado.

    En un país de más de 200 millones de habitantes, donde el consumo es un importante motor de crecimiento, el Banco Central inició en agosto del 2011 un ciclo de expansión monetaria que llevó la tasa de interés a un mínimo histórico de 7,25% un año más tarde. Pero en abril del 2013 dio marcha atrás e inició el ajuste para frenar el incremento de la inflación.

    Pero las malas noticias no dan tregua a la economía de Brasil. Tras entrar en recesión técnica, nuevas cifras revelan que el sector industrial del país perdió competitividad, y entre enero y julio de este año el volumen de inversiones extranjeras se redujo ocho puntos en comparación con el mismo período de 2013. Del 32,08% recibido en el primer semestre del año pasado, cayó al 25,09%. De acuerdo con un artículo publicado en el periódico O Estado de San Pablo, es la participación más baja desde 2000. En valores, la industria brasileña recibió USD 8 013 millones este año, el monto más bajo desde el 2008 (7 733 millones).

    Entre los motivos de pérdida de competitividad del sector, en cambio, se encuentran la elevada carga tributaria, la infraestructura deficiente, el alto costo del capital y el tipo de cambio.

    Arthur Barrionuevo Filho, economista de la Fundación Getulio Vargas, explicó a El Mercurio de Chile (GDA), las causas de la recesión. «La crisis internacional ha afectado a Brasil, porque bajaron los precios de sus commodities, el Gobierno no ha mejorado la infraestructura y el salario mínimo creció más que la productividad del trabajo». Añadió que el Gobierno dejó a un lado la necesidad de atraer mayor inversión extranjera y estimuló en demasía la demanda interna.

    Uno de los sectores que asimila el efecto de la recesión en Brasil es el automotor. «A través del sector automotriz, estamos viendo recortes, descansos y vacaciones forzadas, pero al mismo tiempo los fabricantes no han dejado de repatriar utilidades a sus oficinas matrices en sus respectivos países,» dijo Antônio Ferreira de Barros, del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, en un comentario sobre las acciones de GM, difundidos por la publicación El Financiero de México.

    De todas maneras, los analistas creen que la incertidumbre real para saber qué pasará con el futuro económico de Brasil se centran en las elecciones del 5 de octubre. Los inversionistas están esperando a ver quién ganará y qué tipo de personas colocará el ganador en las posiciones financieras clave, tales como el Banco Central y el Ministerio de Finanzas.

    1,8% es la nueva meta de crecimiento oficial para el 2014; a inicios de año fue 2,5%

  • Ecuador recibió más inversión, pero continúa rezagado

    Redacción Líderes

    El Ecuador recibió USD 703 millones de inversión extranjera en el 2013, un 20% más que el año previo, una de las cifras más altas del último decenio.

    Este es el primer dato que trae el informe ‘La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2013‘, presentado el jueves pasado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal), en Santiago de Chile.

    A primera vista, el monto de la inversión extranjera en Ecuador es un hecho destacable, es el segundo más alto en la administración de Rafael Correa, solo por debajo del registrado en el 2008, cuando se contabilizó USD 1 058 millones, según el Banco Central del Ecuador.

    El promedio de los últimos siete años bordea los 520 millones, un monto insuficiente para cubrir las necesidades del país, según los gremios empresariales, quienes han venido demandando incentivos y reglas claras para invertir, ya que el Ecuador se está quedando rezagado respecto a países vecinos como Perú y Colombia. Ambos reciben no solo más inversión que Ecuador, sino que también han firmado acuerdos comerciales que abren mercado a sus productos, tanto en Europa como en Estados Unidos.

    Según el informe de la Cepal, la Inversión Extranjera Directa (IED) recibida por el Ecuador el año pasado, en relación con el tamaño de su economía, «es de las más bajas de la región y es inferior a la de hace un decenio, incluso en valores nominales». Esta reducción se ha producido aun con el sólido crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de los últimos años en el país, «no muy diferente al de los vecinos, que, sin embargo, han atraído grandes inversiones».

    Ahora, todo el crecimiento de la IED en el 2013 se concentró en contribuciones de capital, mientras que la reinversión de utilidades y los préstamos entre compañías decrecieron.

    Asimismo, la renta de IED disminuyó ligeramente en 2013, hasta USD 652 millones. «Un tercio de la inversión se dedicó a la extracción de petróleo, el sector en el que actúan la compañía española Repsol, la italiana Agip, la chilena ENAP y las empresas chinas CNPC y Sinopec», señala el informe, añadiendo que la inversión extranjera en manufacturas se mantuvo estable en USD 134 millones.

    La inversión extranjera en construcción y comercio al por menor aumentó sustancialmente. El 55% del total proviene de otros países de América Latina. Fuera de la región, los mayores inversionistas son China, España e Italia.

    Desde finales del año pasado, el Gobierno ha impulsado el cambio de la Matriz Productiva, para lo cual se requieren no solo inversiones locales, sino extranjeras en proyectos emblemáticos.

    Según la Cepal, hasta el momento se han producido anuncios «significativos de inversiones por parte de empresas transnacionales como la compañía coreana Kia, la alemana Volkswagen y el fabricante colombiano de piezas de automóvil Chaidneme». Asimismo, la empresa mexicana Arca y la estadounidense Coca-Cola anunciaron sus planes de expansión en el sector de la alimentación y las bebidas, que incluyeron la adquisición a comienzos del 2014 de la compañía de productos lácteos Tonicorp. El mayor proyecto en el país es la Refinería del Pacífico, que aún espera financiamiento.

  • En 20 años, la telefonía móvil superó las expectativas

    Redacción Quito y Guayaquil

    El 11 de mayo del 1994 se inauguró el servicio de telefonía móvil en el país. En esa época, dos compañías privadas, Conecel, bajo la marca Porta, y Otecel, con Cellular Power, iniciaban la competencia por ganar clientes en Ecuador.

    20 años después el mercado de telefonía móvil desbordó las expectativas de todos sus actores. Con una penetración del 108% se convirtió en uno de los sectores con mayores ganancias en el país.

    De hecho, el año pasado, la empresa en Ecuador que registró mayores utilidades fue Conecel, con USD 341 millones; mientras que su principal competidor, Otecel, se ubicó en el séptimo puesto con 113 millones, según datos de la Superintendencia de Compañías.

    Sin embargo, a mediados de la década de 1990 las proyecciones del crecimiento de esta industria no eran tan altas. Hugo Carrión fue parte del equipo consultor que elaboró estudios para la implementación de la telefonía celular en el país.

    En esa época, indica Carrión, se preveía que en 15 años el número de usuarios iba a llegar a apenas 180 000. Pero la realidad fue otra. Para el 2009 el número de abonados llegó a 13,3 millones.

    Pero, ¿cuáles fueron los factores para el ‘boom’ móvil? Para Juan Carlos Solines, expresidente del Conatel, el principal factor fue la escasa penetración de los servicios de telecomunicaciones. «La penetración de telefonía fija no llegaba al 3%, conseguir una línea telefónica era algo grandioso», indica.

    En el país, explica Solines, ocurrió «el salto exponencial tecnológico». Es decir, ante la escasa adopción de una tecnología, como la telefonía fija, el usuario adoptó la siguiente: la telefonía móvil.

    Con todo ese escenario, dos compañías aprovecharon para expandirse en el país. La mexicana América Móvil, desde el 2000, y la española Telefónica, desde el 2005, compiten por sumar usuarios .

    Por ejemplo, Conecel, propiedad de la mexicana América Móvil que operaba en principio con la marca Porta y ahora con Claro, ha invertido en 14 años más de USD 4 600 millones, entre derechos de concesión, uso de espectro, impuestos directos, impuestos indirectos, entre otras inversiones. Así lo informó la empresa a través de un correo electrónico.

    Asimismo, Otecel, propiedad de Telefónica que está en el mercado con la marca Movistar, ha invertido USD 1 708 millones en sus casi 10 años de estancia en Ecuador. Ese monto contempla el pago inicial hecho por los accionistas de Telefónica para adquirir las operaciones en Ecuador a BellSouth, en el año 2004. La compañía, a través de un correo electrónico, señaló que esa cantidad también incluye inversión en redes y sistemas.

    Un tercer actor, pero con menor protagonismo en el mercado, es la Empresa Pública Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT EP). La compañía estatal tomó el lugar de Alegro PCS, que ingresó al mercado en el 2003. CNT actualmente cuenta con el 3,4% del mercado ecuatoriano.

    En el 2014, esta industria enfrenta nuevos desafíos. Las firmas telefónicas privadas buscan llegar a un acuerdo con el Gobierno para la concesión del espectro de la red 4G. También, se pretende impulsar mayor competitividad a través del ingreso de nuevas empresas telefónicas al mercado nacional.

    Un mercado liderado por 2 protagonistas

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    El mercado nacional cuenta con dos protagonistas principales: Claro y Movistar. A pesar de los esfuerzos, el tercer actor, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), no se ha podido consolidar entre las preferencias de los consumidores del servicio.

    La historia de la telefonía móvil se remonta a 1992. Ese año el Instituto Ecuatoriano de Telecomunicaciones (Ietel), que en ese entonces se encargaba de controlar la telefonía en el país, aprobó el reglamento para la concesión del servicio de telefonía celular.

    Las reglas del juego permitían que solo dos empresas compitan en el mercado nacional, cuenta Hugo Carrión, quien fue parte del equipo consultor que realizó el estudio para implementar la telefonía móvil en el país.

    Seis empresas entraron a competir para ofrecer el servicio: Movitel S.A.; Opetel S.A.; Ecuador Cellular One S.A.; Optel S.A.; Conecel S.A.; y Otecel S.A; las dos últimas obtuvieron la concesión ante las autoridades.

    Los costos del servicio eran elevados. Sin embargo, Conecel (Porta que luego se convirtió en Claro), comenzó a despuntar en el mercado. Para Carrión, las razones para que ello haya ocurrido es que Conecel «hizo bien las cosas».

    «Comenzó a ofrecer el servicio de mensajes de texto y a invertir en cobertura en todo el país, eso le ayudó a despuntar», concluye este analista.

    1997 fue el año en que Conecel marcó distancia en la competencia. Según una publicación del 11 de septiembre de 1997 de Diario Hoy, Porta llegaba a los 75 000 usuarios, mientras que Cellular Power (que ahora es Movistar) tenía 43 000. Las razones del distanciamiento entre empresas son tres: los costos reducidos de teléfonos, para acondicionar planes tarifarios más accesibles; una inversión de USD 70 millones para ampliar la cobertura; y las intenciones para incursionar en tecnología digital.

    Para José Otero, consultor de Signals Consulting, Conecel creció cuando Otecel pasó a manos de la española Telefónica, en el 2005. En ese año, la empresa buscó cambiar de tecnología, de CDMA a GSM, es decir comenzó a usar teléfonos con chips. Para el consultor el uso de una nueva tecnología trajo incertidumbre en los usuarios, que prefirieron mantenerse en Porta o cambiarse a ella, que ya contaba con GSM.

    Mientras que la operadora estatal Alegro, que ingresó al mercado en el 2003 no logró consolidarse. En este caso, Otero señala que Alegro tomó una «decisión tecnológica equivocada: no ofreció buena cobertura desde el principio e ingresó al mercado con tecnología CDMA, que comenzaba a ser descontinuada en el mercado.

    Para el 2008, Alegro pasó a la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), pero los resultados todavía son discretos. En los últimos seis años, CNT ha invertido más de USD 1,4 millones en tecnología e infraestructura de punta, señala la entidad a través de un correo electrónico.

    A pesar de que la CNT es la única que ofrece servicio 4G, el Internet con mayor velocidad disponible en el mercado tampoco ha logrado atraer nuevos usuarios. Solo para desplegar esta tecnología la empresa pública ha invertido USD 36 millones desde el 2012.

    Para Soraya Sinche, profesora de la Escuela Politécnica Nacional, cuando las operadoras empezaron su operación en el país tuvieron acogida en diferentes sectores geográficos. Conecel era más popular en la Costa, mientras que Otecel en la Sierra. Ello marcaría tendencia porque la mayor concentración demográfica del Litoral le daría ventaja Conecel.

    Asimismo, Sinche atribuye que otra de las causas para el despunte fue la rápida adopción de la tecnología GSM por parte de Conecel. Ello atrajo a más abonados a esa operadora.

    El 30 de julio del 2010, el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) resolvió declarar a Conecel como operador dominante. El organismo señaló que la operadora está en ventaja frente a sus competidoras.

    Fechas importantes

    1994 Inicia la carrera. Empieza la operación de las compañías. Dos firmas telefónicas inauguran el mercado nacional: Conecel con la marca Porta y Otecel bajo Cellular Power. En 1996 Cellular Power cambió a BellSouth.

    1997 Conecel gana terreno. Porta ganó más clientes por primera vez en el mercado nacional. En ese año Porta llegó a los 75 000 usuarios, mientras que BellSouth tenía 43 000. La mayor cobertura y la adopción de nueva tecnología le dieron más clientes.

    2000 Conecel se vende. En ese año Conecel pasó a ser empresa subsidiaria de la mexicana América Móvil. Tres años después la operadora estatal Alegro ingresa al mercado ecuatoriano, pero no tiene éxito debido a su poca cobertura y al uso de tecnología CDMA.

    2005 Telefónica en Ecuador. La firma española Telefónica Movistar compra Otecel y esta deja de operar con la marca BellSouth. En el 2008 se renegociaron los contratos con Otecel y Conecel. En el 2011 Porta cambia de marca para operar como Claro.

    2014 Negociación 4G. El Estado llama a licitación de más espectro para desplegar Red 4G con telefónicas privadas. También se crea un reglamento para el ingreso de nuevas empresas bajo la modalidad Operador Móvil Virtual.

    Espectro

    En el país. Ecuador es uno de los países con menor espectro en la región, sólo 180 Mhz, repartidos entre las tres operadoras, mientras que países como Colombia y Chile tienen más de 400 Mhz asignados. Se prevé incrementar con nueva licitación.

    La tecnología 4g promete más velocidades y servicios al usuario

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    La implementación de la red 4G en la telefonía celular -prevista para que funcione el próximo año- otorgará mayor velocidad de acceso a la Internet y ampliará los servicios para los usuarios.

    El decano de la Facultad de Telecomunicaciones de la Universidad de las Fuerzas Armadas-Espe, Paúl Bernal, destaca que la tecnología 4G compite con la red fija en cuanto a la velocidad de acceso a Internet. Esto dará impulso a los dispositivos móviles que se conecten a esta red. «Es bastante buena la tecnología en cuanto al nuevo nicho de mercado al que va a atacar sobre todo los ejecutivos y quienes siempre quieran estar conectados a su oficina».

    La operadora telefónica Claro indica que la asignación de mayor espectro del 4G LTE (evolución a largo plazo, por sus siglas en inglés), es indispensable para ampliar la capacidad de transmisión de datos de red y de esta manera ofrecer servicios más avanzados y mayores innovaciones tecnológicas a los usuarios.

    Por ello, la operadora aspira a que el Gobierno viabilice en el corto plazo la asignación del espectro y establezca condiciones que apoyen la inversión.

    El proceso de negociación del nuevo espectro ya se inició y el Régimen aspira a firmar los nuevos contratos a finales de año con Claro y Movistar. Esta última operadora sostiene que no es usual que en nueve años se desarrolle sostenidamente una nueva tecnología como esta y que a escala internacional se otorgan concesiones de entre 15 a 20 años.

    La operadora destacó que la masificación del 4G o banda ancha móvil no solo pasa por la oferta de las empresas telefónicas, sino por incentivar la demanda mediante políticas públicas que promuevan el uso de servicios de educación, salud, sanidad, tramitaciones, etc. «Es decir, es una obligación compartida entre lo público y lo privado».

    Además de la implementación de un nuevo espectro, se espera en el futuro nuevas operadoras virtuales. Estas son otras marcas que usan bajo arriendo la red de las operadoras ahora existentes.

    Bernal sostiene que esto implica un cambio a nivel de estrategias comerciales, ya que las nuevas operadoras no podrán hacer variaciones técnicas. Es decir, intentarán captar usuarios con promociones, descuentos y nuevas aplicaciones y software. En Claro están abiertos a la competencia y que de concretarse la llegada de las nuevas operadoras virtuales, la firma aspira que entren a competir en un ambiente de respeto a la Ley.

    Más de la red

    En Ecuador. En el 2012, el Estado entregó de forma directa a la CNT el espectro AWS y 700 MHz para desplegar la red 4G.

    Los usuarios. La empresa estatal contaba con 1 422 usuarios en la red 4G, hasta abril de este año.

  • La situación económica de Brasil atrae la mirada regional

    El Comercio de Lima y AFP (I) Grupo de Diarios América (GDA)

    Se considera que un país ha entrado en recesión técnica cuando cumple dos trimestres consecutivos con resultados negativos. El viernes 29 de agosto del 2014, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) reportó que Brasil, la principal economía de América Latina (y la séptima en el mundo), se contrajo en un 0,6% con respecto al primer trimestre y que, en los tres primeros meses del año retrocedió un 0,2%, ingresando oficialmente a su primera recesión desde finales del 2008 e inicios del 2009. En esa época, este país fue golpeado por la crisis financiera internacional.

    Aunque el gobierno de Dilma Rousseff ha tratado de señalar al entorno internacional como responsable de los malos resultados, los analistas apuntan a que han sido sus políticas de izquierda las que han reducido la confianza de los consumidores y de las empresas, y han provocado fuertes pérdidas para los inversores financieros.

    La economía de Brasil creció en promedio un 4% durante el Gobierno del predecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, entre el 2003 y 2010. La expansión en el mandato de Rousseff se encamina a una media de menos de un 2%.

    Los datos divulgados por el organismo oficial IBGE confirmaron los temores de los economistas, que ya preveían una contracción en el segundo trimestre a partir de indicadores negativos divulgados previamente y que mostraron una fuerte caída en la producción de la industria y en las ventas del comercio.

    La producción de las fábricas sufrió una fuerte caída en junio debido, principalmente, a los numerosos días festivos decretados durante el desarrollo del Mundial de Fútbol, celebrado del 12 de junio al 13 de julio (ver página 14).

    Antes del Mundial, la economía ya tenía dificultades por el aumento de la inflación, que redujo el poder adquisitivo de las familias y obligó al organismo emisor a incrementar la tasa básica de interés hasta el 11% anual, su mayor nivel en tres años y medio.

    El aumento del costo del dinero, por su parte, redujo las inversiones e hizo caer la confianza de los empresarios a sus niveles más bajos en varios años.

    «Brasil creció mucho en los últimos años (…). La impresión de algunos economistas de que Brasil quebró es errónea. Es cierto, la economía se desaceleró, entre otras razones porque el consumo de las familias, que era muy fuerte, paró de crecer, y como el real estaba fuerte empezamos a importar mucho y a viajar al exterior», opinó el analista económico André Perfeito, de la consultora Gradual Investimentos en Sao Paulo.

    El gigante sudamericano enfrenta su cuarto año consecutivo de crecimiento moderado. Tras un alza espectacular de 7,5% del PIB en el 2010, Brasil creció 2,7% en el 2011, 1% en el 2012 y alcanzó un 2,5% el año anterior.

    «No da para decir que hay recesión técnica. Creo que no se debe hablar de recesión. Aquí es poco (lo que ha caído el PIB) y es poco tiempo, y la economía está moviéndose. Además hay empleo, la masa salarial está creciendo, y el mercado consumidor está expandiéndose». Esta fue la primera reacción que dio el ministro de Hacienda, Guido Mantega.

    Pero los indicadores no muestran el mismo optimismo que refleja el Gobierno. A la par de la difusión de las cifras que ponen a este país en recesión, el sector público brasileño registró en julio un déficit fiscal primario de 4 715 millones de reales (USD 2 143,2 millones), el peor resultado para este mes en los últimos 13 años, según el reporte del Banco Central. Fue el tercer mes consecutivo en que Brasil registró un saldo negativo en sus cuentas públicas primarias, que miden la diferencia entre los ingresos y los gastos del Gobierno central.