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  • Un laboratorio para la innovación bancaria

    Redacción Quito

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    La banca ecuatoriana avanza en materia de innovación y transformación digital, desde hace algunos años, especialmente buscando llevar sus servicios hacia el público más joven: los milenials.

    Para impulsar la competitividad e inclusión en el sector financiero, la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca) creó un nuevo departamento, denominado FinnoLab, al que catalogan como el laboratorio de innovación de la Asobanca.

    Andrea Pinto, directora de competitividad e innovación del gremio, detalla que uno de los ejes de FinnoLab será la innovación transversal, con la cual se promoverá la colaboración entre los diferentes actores de la banca, incluidos los proveedores tecnológicos, para cerrar brechas y ser más competitivos.

    Julio José Prado, presidente de la Asobanca, señala que el objetivo es hallar soluciones a problemas comunes de la banca y sus usuarios. Estas soluciones podrían materializarse en productos que sean lanzados al mercado entre varias entidades financieras.

    El desarrollo de talleres dirigidos a entidades y usuarios es una de las formas en las que la Asobanca impulsará espacios de colaboración entre los actores del sector financiero.
    La semana pasada tuvieron lugar dos talleres. Uno estuvo dirigido a público en general y otro a los bancos.

    Ambos contaron con la participación de Alex Grots, consultor europeo experto en Design Thinking, una metodología para generar ideas innovadoras que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios. Grots ha aplicado esta metodología en corporaciones, como Telefónica.

    Para el próximo 19 de julio está previsto un segundo taller, acerca de los futuros escenarios de la banca en el Ecuador.

    Otro de los campos de trabajo de FinnoLab será el programa Semana de Innovación, a través del cual brindarán apoyo de forma individual a los bancos en el desarrollo de una estrategia de innovación, que les permita impulsar proyectos.

    El programa prevén llevarlo a cabo durante los próximos seis meses.

    Para Juan Manuel Borrero, presidente del Directorio de Asobanca, uno de los resultados que esperaría de FinnoLab a mediano plazo es el contar con una metodología probada, que permita a los bancos avanzar en el camino hacia la innovación, reduciendo los
    ciclos de tiempo de desarrollo y lanzamientos de productos y servicios.

    “Creo que tenemos muchas oportunidades en adoptar nuevos modelos de negocios y tecnologías. No hemos visto aún tecnologías exponenciales aplicadas”, subraya Andrea Pinto, quien durante tres años trabajó temas de innovación con el Royal Bank en Inglaterra.

    El presidente de la Asobanca estima que con el apoyo de FinnoLab, a mediano plazo los bancos puedan crear departamentos de innovación y que para finales de este año tengan una estrategia de innovación definida. Adelanta que uno de los proyectos más importantes a desarrollar es un ecosistema de pagos digitales, que permita utilizar menos dinero en efectivo. “Queremos ir aprendiendo en el camino y que los bancos vayan creando junto a los usuarios”.

    Carolina Landín y Andrea Pinto, representantes de FinnoLab, junto a Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto:  Patricio Terán /LÍDERES
    Carolina Landín y Andrea Pinto, representantes de FinnoLab, junto a Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador.
    Foto: Patricio Terán /LÍDERES
  • Un laboratorio para verificar juguetes

    Redacción Quito

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    La seguridad para los niños es el objetivo de Lenor. La firma argentina que cuenta con una filial en Ecuador, es un laboratorio que verifica y certifica que cada componente de juguetes plásticos, peluches y hasta bicicletas infantiles no sean nocivos para la salud de los niños.

    La empresa especializada en certificación de productos abrió sus puertas en Ecuador hace tres años. Pero el laboratorio para examinar juguetes se implementó desde inicios del 2016 explica Mauricio Canchigña, gerente general de Lenor en el país.

    Para instalar el laboratorio de ensayo de juguetes ubicado en el sector de Bellavista, en el norte de Quito, se invirtieron USD 160 000.

    Con el capital se compraron equipos de inflamabilidad de juguetes, que sirven para ver si las piezas pequeñas se dilatan o no: “así observamos que el nivel de peligro de las piezas en los niños”, detalla Canchigña.

    También se invirtió en máquinas que miden el nivel de seguridad en los baúles para guardar juguetes; o medidores de frenos de bicicletas y carros eléctricos.

    César Díaz, director del Servicio Ecuatoriano de Normalización (Inen), indica que Lenor es el primer laboratorio que cumple con los ensayos en el reglamento 89 expedido por la entidad.

    La normativa vigente desde agosto del 2014, establece los procesos técnicos para verificar la seguridad en los juguetes; con la finalidad de prevenir los riesgos para la salud, especialmente en los niños.

    Díaz explica que tanto los juguetes importados como los de producción nacional, deben cumplir con las pruebas de ensayo.

    Si la Subsecretaría de Calidad, del Ministerio de Industrias y Producción (Mipro) solicita que el Inen ejecute inspecciones a fábricas de juguetes; la entidad realiza la verificación.

    Por ejemplo, antes de la temporada navideña se realiza controles en estas industrias para constatar que los productos dirigidos al segmento infantil cuenten con todos los estándares de calidad y seguridad, indica el funcionario.

    Pero Lenor en Ecuador también cuenta con otras dos líneas de negocio: tiene un laboratorio de certificación y otro de inspección de aparatos electrónicos. Aunque esta área se encuentre en Argentina, Mauricio Canchigña, detalla que cada mes envían las muestras de cocinas, hornos, refrigeradoras a ese país para los ensayos.

    Jorge León, jefe de Certificación de Mabe, cuenta que trabaja con Lenor para verificar que sus cocinas y parrillas de inducción cuenten con los estándares que solicita el Inen.

    En el laboratorio, ubicado en Argentina, se realizan evaluaciones a los aparatos, con el fin de garantizar que estos cumplan con los lineamientos de seguridad eléctrica, ahorro de energía, y otros.

    Debido a estos dos segmentos, la firma en Ecuador facturó USD 450 000 el año pasado. Y tienen un total de 35 clientes locales y extranjeros.

    En el laboratorio Lenor  se prueba distintos juguetes. Foto : Galo Paguay / ÚN
    En el laboratorio Lenor se prueba distintos juguetes. Foto : Galo Paguay / ÚN
  • El laboratorio que cuida la piel

    Sebastián Angulo

    La piel de los latinos es un poco más gruesa, tiende a pigmentarse más y tiene otras características diferentes a las pieles de otras latitudes. Así explica Tania Pazmiño, gerente de NaturalDerm by Phytopharma, los factores que tomó en cuenta para innovar en productos cosméticos que buscaba fabricar localmente.

    Pazmiño cuenta que la idea de NaturalDerm surgió hace nueve años. En ese entonces, junto a su esposo, Marco Andrade, tenían la empresa Biohealth que se dedicaba a la importación de cosméticos y productos para mesoterapia.

    Pero debido a las restricciones a las importaciones, aranceles y tasas crecientes apostaron por producir en el país. Tanto Pazmiño como Andrade habían trabajado 20 años para diferentes firmas multinacionales farmacéuticas que les dio el ‘know-how’ para incursionar en su propio negocio.

    Para iniciar la producción, la firma invirtió unos USD 70 000 que se destinaron para la importación de materias primas de Francia, Perú, Argentina y España.

    Desde ese entonces, NaturalDerm produce sus ítems en Phytopharma, holding de laboratorios ecuatorianos al que pertenece y que también nació en el 2010. No obstante, la empresa opera de manera independiente.

    Luego de dos años de investigación -con la asesoría de farmacéuticos formuladores de Colombia, Cuba y Argentina- en el 2010 lanzó al mercado su línea Natural Age, un conjunto de cuatro productos antiedad, producidos en Quito.

    Desde ese entonces, cuenta Pazmiño, buscaron desarrollar productos para el mercado profesional: spas, centros especializados de estética y belleza, cirujanos plásticos dermatólogos, etc. Por ello, sus ítems no están disponibles para el cliente final.

    “Llegamos a profesionales, que es un reto más grande aún, porque el dermatólogo y otros profesionales de la piel tratan con productos profesionales que deben tener un resultado porque en ello se basa el prestigio y el giro de negocio de estas empresas ”, dice Pazmiño.

    En el 2012, NaturalDerm lanzó su nueva línea de productos antiacné Perfect Skin, elaborado con extracto de árbol de té, caléndula, jengibre y menta piperita.

    Actualmente, en esta firma trabajan 65 personas en la línea de producción y comercialización.
    Hace dos años incorporó una línea de aceites reductores, relajantes y energizantes, para ser utilizados en spas. Además, en enero del próximo año la firma prevé lanzar al mercado su línea despigmentante denominada Natural White, para aclarar la piel.

    Además de los productos, NaturalDerm también tiene otro giro de negocio: maquilar cosméticos para otras empresas . Actualmente fabrica ítems para cuatro empresas nacionales.

    Nora Rubin, cosmiatra argentina radicada en Ambato, quien trabaja en la clínica Bio Center de esa ciudad, cuenta que es cliente de los productos de NaturalDerm desde hace tres años. “Es una línea profesional, fácil de adquirir, no es muy grande, es manejable y los resultados son bastante buenos”, sostiene Rubin.

    La firma Deomed se encarga de distribuir los productos en el austro del país. Javier Polo, su gerente, cuenta que distribuye a 100 centros estéticos en Azuay, Cañar y Loja. Polo asegura que al mes comercializa unas 400 unidades.

    Kalos Stetica, en el norte de Quito, también usa los productos de NaturaDerm desde hace tres años. Verónica Bravo, su propietaria, comenta que al mes compra unas 60 unidades de protector solar de la firma, además de los otros productos. “Los protectores solares son buenos, no dejan ese aspecto brilloso, pegajoso. Nosotros vendemos mucho a hombres porque no les gusta el brillo”.

    LAS CIFRAS:

    -7 personas iniciaron los trabajos para crear NaturalDerm by Phyto Pharma.
    -300 000 dólares se invirtieron, aproximadamente, para la planta de Phyto Pharma.
    – 2 años se demoró la investigación para desarrollar los productos.
    – 8 puntos venden los productos a escala nacional: dos en Quito, Guayaquil, Manta, Machala, Santo Domingo, Cuenca y Ambato.
    – 1 certificación:  Good Magnufacturing Practice.​

    NaturalDerm by Phyto Pharma elabora productos cosméticos especializados en pieles latinas; sus productos son utilizados por profesionales y tiene seis años en el mercado.
    NaturalDerm by Phyto Pharma elabora productos cosméticos especializados en pieles latinas; sus productos son utilizados por profesionales y tiene seis años en el mercado.
  • La empresa Juan Álvarez montó un laboratorio para los estudiantes

    Giovany Astudillo

    redaccion@revistalideres.ec

    La empresa cuencana Juan Álvarez, que fabrica duchas, termotanques, paneles solares, entre otros productos, apostó por el equipamiento de un moderno laboratorio para mejorar sus controles de calidad y para que estudiantes hagan sus prácticas.

    La idea surgió por necesidad cuando se inició la producción de los paneles solares hace cinco años. Según el gerente, Juan Álvarez, resultaba demorado probar el rendimiento de los paneles “porque no teníamos medidores de radiación solar y eran pruebas muy empíricas. Aunque dieron resultados, requeríamos datos precisos”.

    Él recuerda que este requerimiento tomó impulso hace cuatro años cuando empezó a dar charlas sobre energía solar y paneles a los estudiantes de Arquitectura de las universidades del Azuay y Católica de Cuenca. “Se necesitaban datos técnicos para sustentar las explicaciones… Ellos tienen proyectos de casas ecológicas y son afines a usar esta tecnología”.

    La construcción del laboratorio se inició hace dos años y han invertido USD 30 000 en infraestructura y equipamiento. En una semana culminará la instalación del software, que demandó otro desembolso de USD 4 500.

    Con ese programa todos los datos migrarán al mismo tiempo y se dejará de hacer gráficos de forma individual como hasta ahora, dice el empresario. En la actualidad, el laboratorio tiene equipos de controles de temperatura, medidores de radiación solar, presión electrónica y caudal y climatizador para simular temperaturas de la Sierra, Costa y Amazonía.

    Allí, se pueden realizar pruebas como medir la eficiencia o rendimiento de un panel solar por metro cuadrado, de acuerdo con la radiación solar del momento. También, comprobar los tipos de aislamientos térmicos, eficiencia de los termotanques, consumo de los productos eléctricos como duchas y termotanques, calentadores de paso, entre otros.

    Álvarez dice que con este laboratorio, por ejemplo, pueden recomendar a los constructores, qué características de tubería debería poner para un proyecto. A más del mejoramiento de la calidad de sus productos, este espacio tiene otro objetivo: el uso de los estudiantes.

    Cuando Álvarez inició hace 30 años la producción de sus duchas de la marca Termoplastic no tuvo quien le respalde o apadrine para canalizar sus ideas innovadoras y sobre la marcha fue aprendiendo. Él no quiere que les ocurra lo mismo a los jóvenes de colegios y universidades.

    Hace dos semanas firmó un convenio con los representantes de la Universidad Católica de Cuenca. La intención es que los alumnos de ingeniería renovable puedan hacer sus prácticas en la empresa y compartir conocimientos. Con ellos, se cruzará la información que tiene la academia con la práctica de los productores.

    Ese criterio es compartido por Oly Álvarez, directora de la Unidad de Postgrados de la Universidad Católica; ella explica que el espacio será usado por quienes participen en la maestría de energía renovable, que está en la fase de diseño y se prevé que se iniciará el 2017. “Al ser una empresa reconocida, buscamos tener este espacio para las prácticas y que los maestrantes se nutran de la experiencia de la empresa y que esta recibe el conocimiento de los docentes y maestrantes”.

    Álvarez quiere ampliar su laboratorio y lo hará por etapas para hacer otras pruebas como la medición de la conducción térmica de materiales, eficiencia de receptores de calor y medir variables. “Cada vez queremos implementar más equipos”.

    En la actualidad, esta empresa fabrica duchas eléctricas, paneles solares y termotanques. También, incursionó en la línea publicitaria y souvenirs para aprovechar las máquinas donde procesa el plástico. Allí, elabora reglas, llaveros, adornos de oficina… Según Juan Álvarez, brindan el servicio a las agencias publicitarias. Otra línea es la metalmecánica con trabajos para construcciones.

    El 80% de su producción se concentra en los ítems de calentadores de agua. El 10% en plásticos y souvenirs y la diferencia en metalmecánica.

    Álvarez, asegura que su empresa es líder en la línea de calentamiento para hogares, hoteles y piscinas, en el mercado de la Sierra. El 70% de su producción se comercializa en la Sierra norte y centro.

    Juan Álvarez inició hace dos años la construcción de un laboratorio para pruebas de productos. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Juan Álvarez inició hace dos años la construcción de un laboratorio para pruebas de productos. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Tres generaciones conocen de este laboratorio familiar

    Washington
    Paspuel (I) redaccion@revistalideres.ec

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    Una decoración con un toque ‘vintage’ recibe a los clientes del local que Laboratorios Luque abrió, hace casi un año, en la vía a Samborondón, en una zona rodeada de negocios. Los frascos de cristal verdes, rosas y cafés destacan en los estantes de diseño clásico, una imagen que evoca los orígenes de este negocio familiar, nacido a mediados del siglo pasado en Guayaquil.

    La empresa familiar vio la luz en 1950, cuando Isabel de Luque, su fundadora, se percató de que por entonces los pequeños y medianos negocios químicos no contaban con un proveedor que ofreciera materia prima en pequeñas cantidades. Isabel de Luque abrió entonces la Botica Luque, en el centro del Puerto Principal.

    Al cabo de pocos años este emprendimiento se convirtió en uno de los principales proveedores de materia prima para la industria química, relata Luis Vidal Luque, jefe comercial de la empresa y uno de los nietos de la fundadora. “Poco a poco, la materia prima que comercializamos también sirvió para la elaboración de nuestros productos cosméticos. Nuestra abuela se interesó en la línea cosmética tras sus viajes a ferias y congresos”.

    De allí nació a mediados de la década de 1970 la línea de productos cosméticos del negocio, que ahora concentra alrededor del 45% de las ventas totales, las que en el 2015 llegaron a los USD 400 000.

    Laboratorios Luque maneja dos líneas principales: la comercialización de materia prima para la industria química y cosmética, que incluye la provisión de mobiliario para centros cosmetológicos, laboratorios y centros educativos; y la venta de fórmulas magistrales, convertidas en cremas, lociones, geles, etc.

    Mariella Jaramillo, también nieta de la fundadora y a cargo del área de Distribución, explica que la línea de cosmetología es uno de los puntales de la empresa familiar porque le permite llegar a sus clientes con un producto y una atención personalizados. Para el cuidado facial, por ejemplo, la empresa desarrolló toda una línea que incluye una leche limpiadora, jabón, tónico, cremas, y productos hidrolizados: líquidos de concentrados puros, para cada parte de la piel.
    A partir de allí, la oferta de productos cosméticos se va diversificando y personalizando, según la demanda de los clientes.

    “En la parte de desarrollo, cuando creamos un nuevo producto, buscamos materias primas que sean las más adecuadas para nuestro clima y para el tipo de piel del habitante de Ecuador”, señala Jaramillo. Son miles de fórmulas que la empresa ha desarrollado desde su creación, según la demanda de los clientes, acota Vidal.

    Muchas de las fórmulas magistrales que comercializa este negocio familiar fueron creadas hace más de 40 años, pero su demanda se mantiene. Tan solo en la línea de fórmulas magistrales, la compañía dispone actualmente de alrededor de 500 productos, que se dividen en una línea profesional, destinada para dermatólogos y cosmetólogos, y otra de hogar.

    Valeria de Bohrer, otra emprendedora con un negocio en la vía a Samborondón, se considera una cliente fiel de los productos de esta empresa. “Los adquiero desde hace dos años. A más de la calidad, me gusta la atención personalizada que brindan”.

    La compañía planea este año desarrollar una nueva línea de cosméticos para cuidado masculino.

    Mariella Jaramillo y Luis Vidal Luque son la nueva generación al frente de esta empresa familiar guayaquileña, que comercializa insumos y productos para la industria de la cosmetología. Fotos : Francisco Flores/ para LÍDERES
    Mariella Jaramillo y Luis Vidal Luque son la nueva generación al frente de esta empresa familiar guayaquileña, que comercializa insumos y productos para la industria de la cosmetología. Fotos
    : Francisco Flores/ para LÍDERES
  • Innovación y creatividad se combinan en un laboratorio

    Pedro Maldonado

    redaccion@revistalideres.ec (I)

    Impresoras 3D, cortadoras láser, máquinas conocidas como shopbot o ruteadoras, entre otras, son parte de las herramientas con las que cuenta el Laboratorio de Fabricación y Prototipado de Yachay, Ciudad del Conocimiento. Este sitio de aprendizaje, creatividad e innovación es, desde la semana pasada, un integrante más de los Fab Lab, una red de espacios de producción de objetos creados con tecnología de punta.

    El concepto de Fab Lab surgió a principios de este siglo en el Center of Bits and Atoms, del Massachussets Institute of Technology (MIT), un centro de educación pionero en temas de innovación que tiene su base en EE.UU.

    Estos espacios se caracterizan por el trabajo colaborativo, el acceso a información y nuevas tecnologías, la eliminación de barreras como patentes, así como por la participación conjunta de ciudadanía, academia y empresa.

    En Yachay definen a los Fab Lab como una red abierta, donde sus miembros pasan por un proceso de entrenamiento para obtener acceso a creaciones e innovaciones de distintas partes del planeta. En la actualidad, esta red se encuentra integrada por alrededor de 400 laboratorios a escala global, explica Isabel Cruz, gerenta de Desarrollo Industrial y Productivo de Yachay EP.

    Para Cruz, ser parte de este tejido de innovación representa una oportunidad de aprender de los proyectos de otros Fab Lab, conocer sus estrategias y con tecnología corregir sus errores y mejorar los productos. “La Ciudad del Conocimiento puede, desde ahora, intercambiar desarrollos con cualquiera de los laboratorios y ellos también podrán acceder a las innovaciones que surjan en nuestro Fab Lab”.

    Las actividades de este espacio, ubicado en Urcuquí, Ibarra, sede de la Ciudad del Conocimiento, empezaron en enero pasado con servicios de prototipado, es decir, elaborando modelos que pueden convertirse en objetos. Ahora, como miembro de la red creada por el MIT, el laboratorio de Yachay está conectado con centros en México, Argentina, Chile, EE.UU., España, Alemania, Noruega, Japón, India y otros países.

    Cruz añade que otro beneficio, de manera específica para la comunidad de Urcuquí, es la creación de un vínculo con los niños de la zona, que podrán acceder a las instalaciones y mostrar su creatividad. “Es una alegría poder integrar a los pequeños a la Ciudad del Conocimiento”.

    Simone Amber, representante del MIT Fab Foundation, es una de las creadoras del modelo de Fab Lab. Ella estuvo presente en la ceremonia de incorporación de Yachay a la red de laboratorios.

    Para Amber, los Fab Lab se caracterizan por servir a distintos usuarios de una misma comunidad, desde niños hasta empresarios. Esta ejecutiva asegura que la tecnología se acelera cada vez con mayor velocidad, por lo que es muy complicado imaginar lo que se viene en el futuro. Una de las maneras que pueden ayudar a pronosticar los desarrollos tecnológicos está en el trabajo que se ejecuta en los laboratorios.

    En la consolidación de este proyecto, del que se empezó a hablar hace cerca de cuatro años, Yachay contó con la ayuda de la empresa privada. La compañía Schlumberger, del sector petrolero, colaboró con los recursos necesarios para equipar el Fab Lab de Yachay.

    “Fue una inversión importante, hecha pensando en apoyar a la investigación y a la innovación”, explica Nelson Baldeón, gerente de Asuntos Corporativos de Schlumberger en Ecuador.

    El CEO de la firma en el país, Carlos Sarmiento, asegura que la iniciativa es prometedora. “Apoyamos la idea del Fab Lab, porque creemos que lo que estamos haciendo es sembrando la semilla de una historia muy importante para el país”.

    Este ejecutivo ecuatoriano sostiene que las tecnologías se desarrollan de manera exponencial; es decir, que cada año se duplican. “El cambio que se obtiene puede ser pequeño en principio, pero con el tiempo se verá un gran crecimiento y los resultados serán sorprendentes. Esa es la ventaja de un Fab Lab”.

    Para Sarmiento, la gran ventaja de estos espacios es que son ‘open source’, es decir, son completamente abiertos. Lo que allí se desarrolla se puede compartir en cualquier otro Fab Lab, “sin necesidad de estar bloqueados por el tema de las patentes”.

    En la presentación del laboratorio, el CEO de la empresa petrolera comentó que se está creando un ambiente colaborativo que permitirá dar pasos agigantados. “Hay muchas oportunidades y vamos a seguir soñando”.

    Impresiones en  3D son parte del trabajo en el  Fab Lab de Yachay. Foto: José Mafla/ LÍDERES.
    Impresiones en 3D son parte del trabajo en el Fab Lab de Yachay. Foto: José Mafla/ LÍDERES.
  • En su laboratorio se desarrolla un gel antibacterial

    REDACCIÓN QUITO (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    Juan Carlos Cevallos, de 45 años, es ingeniero comercial y desarrolla la siguiente premisa: mientras mayores sean la creatividad, la imaginación y la aplicación de nuevas técnicas, mayor será el nivel de éxito de un producto en el mercado.

    Este empresario quiteño ha tenido resultados con varios productos que ha lanzado al mercado. Eso y la experiencia que ganó en la industria farmacéutica por más de 20 años, le motivaron a crear su propia firma.

    Ideas no le faltan, pero su proyecto actual es posicionar su marca de antiséptico, un compuesto de alto poder de protección antibacterial que adicionalmente humecta la piel, “con aroma agradable, inofensivo, ya que no destruye la capa de ozono del medioambiente, y no requiere agua para su enjuague, a diferencia de otros productos de este tipo a base de alcohol y gel”. Por ello, le apostó todo a esta iniciativa.

    La idea surgió hace año y medio. Esto se debe a que cuando nació su hijo, observó que las enfermeras se aplicaban continuamente alcohol en sus manos para eliminar toda bacteria.
    Esto les producía resequedad. A partir de esta experiencia Cevallos pensó en crear Copromaqharma, una empresa familiar, que luego de vencer imponderables administrativos, logró la fórmula química para el primer producto Handseptic, un gel antiséptico elaborado con el apoyo de bioquímicos de alto nivel en el mercado ecuatoriano.

    En la constitución inicial de la firma, Cevallos pensó en agregar a dos socios, pero integró a su padre Ramiro, y sus hermanos Esteban, Stefany y Diego Cevallos.

    Las instalaciones de la empresa están ubicadas en el sector de Cuendina, en el valle de Los Chillos, y la fábrica ha pasado airosa las pruebas de antisepsia en máquinas y línea de producción. Además, la formulación de Handseptic obtuvo los certificados solicitados por la entidad reguladora, la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa).

    Con estos documentos avalados por el ente de control, Cevallos cuenta que la empresa iniciará un proceso de acreditación de BPM (Buenas Prácticas de Manufactura). Para esto, Copromaqharma mantuvo una inversión aproximada de USD 20 000 para la construcción y adquisición de máquinas en el área de antisépticos y para la producción de stevia.

    En los próximos meses, realizará inversiones para la compra de indumentaria acorde con las especificaciones de salubridad.

    Para la producción de la primera línea de negocio de Copromaqharma, que es el gel antibacterial Handseptic, la empresa importa algunos componentes y el envase desde Estados Unidos, China, India e Inglaterra. Pero otras materias primas, como el propilenglycol y polietilenglycol, los adquiere a la firma Resiquim S.A.

    Diego Luzuriaga, ejecutivo de ventas de esta compañía, afirma que desde que arrancó el proyecto de Cevallos, le vendió 800 kilos de cada uno de los componentes descritos. Esta materia prima estabiliza los demás ingredientes del antiséptico para su correcto funcionamiento sobre la piel.

    El ejecutivo afirma que Resiquim seguirá entregando materia prima a la empresa ecuatoriana, con la consigna de incrementar las ventas el próximo año tras el posicionamiento de Handseptic.

    Pero la empresa Copromaqharma no se quedó solo con la fórmula. Otro objetivo será vender el antibacterial en 500 ml y galón para la reutilización de los envases.

    La estrategia global de la compañía también se basa en posicionar agresivamente la marca del gel antiséptico en el consumidor ecuatoriano, por lo que están trabajando presentaciones para uso doméstico e industrial, además de abrirse espacio en el mercado de los jabones de tocador; estos últimos productos los quiere comercializar en hospitales, supermercados, consultorios médicos, estaciones de servicio, restaurantes y oficinas a escala nacional.

    Para obtener buenos resultados, su carta de presentación ha sido el gel antibacterial, producto, que desde hace dos semanas se oferta en los establecimientos de Dilipa y Comisariato del Libro. A estos dos establecimientos entregó 3 000 unidades del antiséptico.

    La empresa de productos farmacéuticos Pharmadelivery también se sumó al portafolio de clientes de la firma.

    Mientras este producto se posiciona durante el período de inicio de clases, este emprendimiento iniciará la producción de stevia granulada importada desde la China, con la marca Green Sweet. Además está trabajando en otra línea de negocio enfocado en el sector veterinario.

    Para eso se está creando una espuma de baño seco para mascotas. Con este proyecto, Cevallos espera incorporar a 20 personas, entre personal de producción y administración. Hasta finales del 2015 se espera facturar un monto global de USD 200 000.

    Para esta nueva línea de negocio, Copromaqharma invertirá USD 80 000 en insumos, materia prima y maquinaria que ya está instalada en la fábrica.

    Insignia

    “Cada día se aprende algo en la empresa”

    Carlos Chamba, operario de Copromaqharma

    Hace cinco años trabajo como operario de producción en Corpomaqharma. Decidí venir desde Tena para trabajar aquí porque creo que nuestros productos tienen alto potencial para posicionarse en el mercado ecuatoriano.
    Mis funciones en la línea de producción son revisar el envasado y etiquetado de producto, y que todo este proceso cuente con las buenas prácticas de manufactura. Dentro de la compañía, el aprendizaje es diario. Por ejemplo, me capacité sobre nuevos procedimientos de producción de gel.

    Con la expansión de las otras líneas de negocio como jabón de tocado y la stevia granulada, espero en el lapso de tres o cuatro años ascender al cargo de jefe de producción. Me siento muy comprometido con esta firma, por lo que día a día comparto toda la experiencia y conocimiento que tengo para que nuestros productos beneficien a todos nuestros consumidores.

    Gel
    Juan Carlos Cevallos creó el gel antibacterial Handseptic, que está disponible en dos papelerías. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Facebook abrirá un laboratorio de inteligencia artificial en París

    Agencia EFE

    Facebook anunció este martes (2 de junio de 2015) que abrirá un laboratorio de inteligencia artificial en París, que se sumará a los que ya tiene en California y Nueva York y abordará «proyectos ambiciosos» a largo plazo, como el reconocimiento automático de imágenes y sonido.

    «El equipo en París trabajará en proyectos a largo plazo como el reconocimiento de imágenes, el procesamiento del lenguaje natural, el reconocimiento de voz y las infraestructuras lógicas y físicas necesarias para el funcionamiento de estos sistemas», indicó la empresa mediante un comunicado en su página web.

    La compañía estadounidense dijo confiar en que ese tipo de investigaciones conduzcan eventualmente a nuevas formas para conectarse y compartir. Facebook aseguró haber elegido París para la expansión de sus laboratorios de inteligencia artificial porque la capital francesa reúne «algunos de los mejores investigadores del mundo».

    La empresa anunció también su intención de invertir en la comunidad de inteligencia artificial de Francia, la Unión Europea y otros países con el fin de realizar avances significativos en ese campo, aunque no detalló planes concretos de expansión. 

    Se recomienda no abrir ningún video erótico que aparezca en su muro de Facebook. Foto: Pixabay
    Se recomienda no abrir ningún video erótico que aparezca en su muro de Facebook. Foto: Pixabay
  • Aquí se generan bacterias para sanear las cuencas hídricas

    Redacción Líderes

    El laboratorio de análisis ambiental e inspección Cestta es un orgullo para las autoridades y estudiantes de la Espoch. Al recorrer sus instalaciones, ubicadas dentro del mismo campus de esta casona universitaria en Riobamba, es notoria la juventud de sus 48 operarios quienes, en su mayoría, no superan los 30 años de edad y trabajan en cargos medios y altos de este centro científico.

    En las dos plantas del Cestta se ejecutan el análisis de más de 150 parámetros para aguas, suelos, alimentos, lodos, gases, etc. Con casi una década de operaciones, el trabajo de este laboratorio está facultado por el Organismo de Acreditación Ecuatoriano (OAE), incluso para la determinación de niveles de ruido laboral, estrés térmico en el que se desarrollan las labores, luminosidad, gases y vapores para las distintas certificaciones de higiene industrial.

    Entre los megaproyectos que desarrollan actualmente los investigadores del Cestta está la conformación del mapa de la contaminación de los ríos ecuatorianos. Con máscaras de gas y pipetas, jóvenes como Verónica Gaibor y Rocío Molina analizan los niveles de cromo y plomo presentes en cuencas hídricas, como la del Cutuchi, en Cotopaxi.

    «El Cestta nació por la necesidad latente de empatar la investigación y la transferencia de tecnología con las necesidades de la empresa local e internacional«, indica Roberto Erazo, director ejecutivo del laboratorio.

    Otro de los proyectos destacados del Cestta en este último lustro fue la construcción de su propio biorreactor. Este instrumento para el análisis químico permite generar las condiciones ideales para proliferar organismos celulares como bacterias que se utilizan en la industria. El costo de este artículo de laboratorio bordea USD 500 000. El Cestta lo desarrolló con un presupuesto que no superó los USD 50 000.

    Los microorganismos que se generan en este laboratorio riobambeño son utilizados en proyectos de bioremedación ambiental. En derrames petroleros de la región amazónica, como el del sector Sacha en el 2008 y la recuperación del Estero del Salado (Guayaquil) han intervenido las bacterias del Cestta que se alimentan de metales pesados.

    Según Erazo, uno de los proyectos emblemáticos en los que participarán es la remediación ambiental de la laguna de Colta, en Chimborazo.

    48 es el número de investigadores del Cestta.

  • Un laboratorio de control de calidad al servicio de Manabí

    El laboratorio de control de calidad empezó a operar en septiembre del 2005. Con el nombre Centro de Servicios para el Control de la Calidad (Cesecca) se inició su trabajo. Se trata de uno de los aportes más significativos de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, para esta provincia costera.

    Leonor Vizuete es la directora del ­Cesecca. Ella cuenta que este laboratorio anexo a la Facultad de Ingeniería Industrial de la Uleam se ha convertido desde entonces en el sitio neurálgico para las prácticas de los estudiantes.

    Un año más tarde de su operación, el laboratorio empezó a atender a la comunidad, con análisis de agua y sobre todo con los estudios de control de calidad de los productos que elaboran las empresas de los procesados del mar.

    Antes del 2006, esos análisis se los realizaban en el Instituto Nacional de Pesca (INP) en Guayaquil. Eso encarecía los costos y además tomaba mucho tiempo en la cadena de desarrollo del producto con atún y mariscos. El equipamiento se realizó con una contraparte del Gobierno y además hubo una donación de la Comunidad Económica Europea.

    En el laboratorio también se realizan servicios de ensayo físico químico y microbiológico a productos alimenticios.

    También a efluentes industriales, agua y aire. En la actualidad está listo para realizar pruebas a la calidad de las aguas residuales. Cuenta con la certificación de la Corporación Internacional de Laboratorios. También tiene el reconocimiento del Organismo de Acreditación Ecuatoriana (OAE). Está en trámite la acreditación en microbiología y enterococos, que son análisis para agua potable.

    Ángela Indacochea es una estudiante de Ingeniería Industrial. Ella realiza las prácticas en el laboratorio, donde es jefa asistente. «Aquí es como estar trabajando en una empresa privada, tenemos todos los equipos para laborar, por eso mis compañeros egresados cuentan que dar el paso al trabajo real no es difícil, pues la base que tenemos en la Uleam nos ayuda de mucho». Añade que más de 300 egresados de su carrera trabajan como jefes en varias industrias de las grasas y aceites y en las empacadoras de pescado ubicadas entre Manta, Montecristi y Jaramijó.