Etiqueta: limpieza

  • Un producto de limpieza de autos con innovación

    Redacción Sierra Norte  (I)

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    Hydrogen es un producto de limpieza de vehículos fabricado con nanotecnología, que ahora busca expandirse.

    La fórmula desarrollada por Ricardo Morán y su padre, Wilson, profesor de química, está enfocada en la línea automotriz.

    El progenitor se inclinó por el estudio de la reacción de la óxido-reducción; esta se conoce como una ‘reducción redox’, que genera un intercambio de electrones. Cuando un reactivo pierde electrones genera oxidación y cuando los recibe, una reducción.

    Ricardo, de 55 años, luego de retirarse de la Fuerza Naval, se dedicó a mejorar la fórmula del Hidrogen, que tiene 13 componentes.

    Confiesa que lo hicieron influenciados por una publicidad que miraron en una canal de televisión de España, que promocionaba el lavado de autos sin agua.

    El nombre de la marca está inspirado en el peróxido de hidrógeno, un agente limpiador potente.

    Con ello se plantea cambiar el concepto de la limpieza de los vehículos. El compuesto transforma a la grasa y suciedad en micropulimentos y a la vez que higienizan y abrillanta sin uso de agua, asegura Morán. “Este producto no solo que limpia y restaura el carro, sino que además le sanitiza”.

    Para extender este sistema de limpieza tienen como meta implementar una red de tecnicentros ecológicos, bajo la figura de franquicias. La meta inicial es conquistar lavadoras tradicionales del país y luego del exterior.

    Para ello, el 14 de enero de 2020 constituyeron la compañía Biocomercios del Ecuador Bionanotech, que lo integran seis socios.

    La planta de producción y servicios está ubicada en la ciudad de Ibarra (Imbabura).
    Al mercado han sacado presentaciones desde 100 mililitros, 250 y de 1 litro; este último está dirigido a los tecnicentros.

    Hay otra presentación en espuma que rinde hasta 20 lavadas. Están próximos a difundir una línea para el aseo en hogares.

    Para iniciar el emprendimiento accedieron a un préstamo de USD 10 000. Los recursos fueron invertidos en equipos para la instalación, compra de materia prima y en publicidad.

    El gerente Francisco Suárez explica que alquilaron las instalaciones de una lavadora de carros convencional, para implementar su sistema de limpieza, que considera es único en el país.

    Resalta que esto posibilita un aseo meticuloso y genera protección de pintura, neumáticos y empaques del vehículo.

    El Hydrogen se aplica con una pistola que funciona con presión de aire. Hay una para la carrocería y otra para los textiles.

    La firma tiene un amplio menú de servicios. La limpieza completa de un carro pequeño cuesta USD 10. En el caso de un auto mediano 20 y uno grande, 30.

    También se puede optar por lavados a detalle de motor, chasis, asientos, tapicería y pulida instantánea de vidrios. Aseguran que su aplicación no afecta al sistema electrónico ni eléctrico de la máquina del vehículo.

    Bionanotech también busca ayudar a personas con discapacidad en el país. Por lo pronto, apuntan a concretar una alianza con la Asociación de Personas con Discapacidad, que aglutina a 213 miembros, para empezar con dos megatecnicentros en Guayaquil.

    La agrupación se encargará de instalaciones, personal y del marketing. Mientras, la empresa ibarreña pondrá su ‘know how’.

    En la capital imbabureña, en cambio, buscan la inclusión de personas con discapacidad en el sistema laboral, especialmente en la colocación de etiquetas.

    Los emprendedores aseguran que Hydrogen ha destacado en certámenes como el Open Future Europa, en donde se ubicó en el ranking 25 de entre 25 600 emprendimientos. Esto les permitió establecer contactos con firmas de Brasil, Chile, Costa Rica, España, para futuras alianzas.

    Además, dicen, han recibido premios de Innobis, Yachay, Emprende Ecuador y Emprende Ya.

    10 000 dólares fue la inversión inicial para el emprendimiento de Bionanotech.

    En Ibarra, los socios de Bionanotech instalaron un tecnicentro de lavado con la utilización del compuesto Hydrogen. Foto: José Luis Rosales /LÍDERES
    En Ibarra, los socios de Bionanotech instalaron un tecnicentro de lavado con la utilización del compuesto Hydrogen. Foto: José Luis Rosales /LÍDERES
  • Limpieza corporativa integral

    Redacción Quito, (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Crear puestos de trabajo para quienes menos oportunidades tienen de conseguirlo, como madres solas o jóvenes estudiantes, fue lo que impulsó a los esposos Jaime Machado Sandretti y Marlene Miranda a generar su propia empresa: Jimcorpservi.

    La compañía se dedica al servicio de limpieza integral de oficinas, tanto en el área estatal como la privada. Nació hace 22 años luego que Machado, ya jubilado, volviera de una viaje de los EE.UU. y buscara invertir; su esposa todavía laboraba en el sector público.

    “No teníamos necesidad, pero veíamos que la gente buscaba trabajo y queríamos ayudar. Nos enfocamos en la limpieza porque en esa época había pocas empresas dedicadas a esa actividad”, cuenta Miranda. Con un monto de USD 3 000, aproximadamente, comenzaron con su emprendimiento.

    El primer servicio que dio la compañía fue el de limpieza de oficinas y se inició con un cliente. El salto exponencial se dio a partir del 2002, luego que la compañía ganó una licitación del Municipio de Quito, para el aseo en cuatro bloques de la institución.

    Esto obligó a la empresa a adquirir maquinaria especializada y aumentar su planta de trabajadores de ocho iniciales a 110. Eran, principalmente, madres solteras o abandonadas.

    Más adelante brindó sus servicios a otras entidades como la Asamblea Nacional, la Empresa Eléctrica Quito, la Policía Nacional y otras. Diego Guerrón, ingeniero del departamento de Construcciones de la Dirección Nacional de Control de Tránsito y Seguridad Vial de dicha institución y administrador del contrato con la firma, explica que Jimcorpservi les dio en 2018 el servicio de aseo y mantenimiento del edificio Madrid, en la Ramírez Dávalos, en el norte de Quito.

    “La empresa hacía limpieza de las oficinas diariamente. También de los vidrios exteriores, desinfección, lavado de alfombras, aseo del equipo médico del dispensario, desratización, entre otros. Quedamos muy conformes con el trabajo realizado”, dice.

    El trabajo de esta empresa se concentra en todo el Distrito Metropolitano, incluidas las parroquias rurales. La firma, de manera esporádica, también ha dado servicio en otras provincias de la Sierra y la Costa.

    Actualmente, la compañía tiene casi una decena de servicios que incluyen, además del aseo corporativo, limpieza de vidrios en altura, eliminación de plagas, jardinería (incluido desbroce), limpieza de cisternas, desinfección de ambientes, entre otros.

    En los sitios en los que trabaja entrega los insumos de limpieza como papel higiénico, jabón, ambientales, desinfectantes, herramientas y más. También ofrece a los consumidores la oportunidad de solo adquirir los productos sin acceder a los servicios.

    Uno de los proveedores de estos artículos es Alfredo Mesa, gerente general de la compañía Tolkien. “Le proveemos hace dos años. Somos fabricantes de la línea de absorbentes como toallas en rollo, servilletas, papel higiénico y otros insumos institucionales. Son buenos clientes”, dice.

    El volumen que les entrega al mes difiere, según las necesidades de los clientes. Si se mide en dólares, hay meses en los que les ha vendido USD 8 000 en productos, otros USD 15 000.
    Con los insumos, más su capital humano, Jimcorpservi cumple con los contratos, que en su mayoría son anuales. Al mes, sin embargo, puede tener pedidos esporádicos de ciertos servicios dentro de su portafolio.

    Asimismo, de manera general, no realiza trabajos dentro de viviendas; sin embargo, puede hacerlo bajo pedidos específicos. Lo que sí ofrece es limpieza de construcciones una vez que se han concluido las obras.

    La empresa también cuenta con planes especiales para sus clientes, desde el 2015. Se trata del Office, que consiste en limpieza de oficinas por horas o por días, de acuerdo con lo que solicite el cliente. Además, se le entrega los insumos de limpieza y se le presta la maquinaria para los procesos.

    A futuro, esta empresa tiene como objetivo formar una asociación de compañías de limpieza para que haya capacitación y se analicen aspectos técnicos, seguridad, parámetros de costos, responsabilidad social, etc.

    Como parte de las medidas adoptadas en este último punto, Jimcorpservi apoyó para que sus empleados desarrollen sus propios emprendimientos en esta área; al menos 10 de estos negocios se armaron, aunque no todos prosperaron. Asimismo, fue impulsora de la feria de empresas del sector, que se desarrolló este año.

    Jimcorpservi  cuenta con maquinarias como lavadoras, hidrolavadoras, aspiradoras industriales, lavadoras de muebles.
    Jimcorpservi cuenta con maquinarias como lavadoras, hidrolavadoras, aspiradoras industriales, lavadoras de muebles.

    1998 fue el año en que se creó la empresa, en Quito.

    3 ciudades del país son en las que la empresa ha dado servicios de limpieza: Guayaquil, Machala y Loja.

    220 empleados fue el máximo que tuvieron durante estos 22 años de existencia.

    2006 fue cuando la empresa se convirtió en persona jurídica. Los primeros años laboró como natural.

    8 contratos esporádicos, fuera de los anuales, tiene al mes.

    El gerente / Jaime Machado S.
    La empresa nació con el objetivo de servir a la sociedad, brindar trabajo a la gente que necesita. La idea era dar preferencia a las madres solteras, los estudiantes y más. Mi primer proceso fue con un grupo de universitarios que necesitaban laborar. Fuimos creciendo y tuvimos contratos muy valiosos con colegios, petroleras, entidades públicas. La empresa nos ha dado muchas satisfacciones como familia y queremos continuar.

    La empresa, en su mayoría, cuenta con empleadas que son jefas de hogar. Los principales clientes de la firma son firmas privadas e instituciones. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    La empresa, en su mayoría, cuenta con empleadas que son jefas de hogar. Los principales clientes de la firma son firmas privadas e instituciones. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Reciclar y ahorrar son un soporte de esta franquicia

    Patricia González (I)  patriciag@elcomercio.com

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    La venta de productos a granel, que fue tradicional en épocas pasadas, está resurgiendo como una forma de promover el consumo responsable con el ambiente, al reducir el uso del plástico. Desde hace algunos años se ha popularizado en la categoría de frutos secos y otros productos comestibles. Ahora, el sector de limpieza de hogar y aseo personal está incursionando también en la venta por peso, en el país.

    Con una trayectoria en empresas de consumo masivo, llegando a liderar Arca Continental en Ecuador, Juan Carlos Freile se decidió a emprender en esa industria. Tras varios meses de investigación sobre las tendencias de mercado en Europa y América Latina, surgió HigiénECO, bajo el concepto de la venta al granel de artículos de limpieza.

    El emprendimiento fue pensado como franquicia, pero el primer local debía ser propio para conocer y vivir el funcionamiento del negocio, comenta su fundador.

    El capital inicial para arrancar fue de USD 10 000. A finales de enero de este año abrió el primer local en la República y Mañosca, en el norte de Quito. Pero, al declararse la emergencia sanitaria por el covid-19, el establecimiento cerró por varios meses.

    En paralelo a la flexibilización de la cuarentena y el cambio a semáforo amarillo en la ciudad, HigiénECO logró concretar la apertura de las primeras franquicias, que fueron abriendo a un ritmo de una por semana, explica Fleire. El concepto tuvo acogida entre emprendedores e inversionistas.

    “El modelo del negocio es vender el producto en las cantidades requeridas. El cliente paga por el envase la primera vez y a partir de ahí lo recarga en nuestros locales”, señala el Gerente de la firma. De esta forma, el consumidor solo paga por el producto.

    El portafolio de HigiénECO para este mes abarca 21 productos, en las categorías de cuidado personal, cuidado del hogar, cuidado de ropa, antiséptico y, próximamente, cuidado automotor. En su oferta se puede encontrar champú, lavavajillas, desinfectante, detergente líquido y en polvo, cloro, alcohol, entre otros artículos.

    En cada local hay dispensadores para que el propio cliente recargue su envase con el producto que desea llevar. La botella se pesa vacía y luego de ser llenada, de esta forma solo se cobra por el peso del producto, en kilos.

    Juan Carlos Freile es el fundador de la cadena de venta al granel de productos de limpieza para el hogar, aseo personal y otras categorías.
    Juan Carlos Freile es el fundador de la cadena de venta al granel de productos de limpieza para el hogar, aseo personal y otras categorías.

    La marca tiene 18 locales comerciales en Quito y sus valles: dos propios y 16 franquicias, las cuales deben hacer un pago anual por el uso de la marca de USD 2 000. Adicional a este pago, el capital para adecuación del local está entre USD 2 000 y 4 000.

    Esteban Crespo invirtió junto a un socio en cinco locales, ubicados en Llano Grande, Carapungo, Tumbaco, Cumbayá y San Rafael (valle de Los Chillos). “Nos gustó lo novedoso del concepto, que promueve el bajo consumo de plástico, y que los costos son asequibles para la gente”, comenta el franquiciado. El precio por kilo puede estar entre USD 0,60 y 3,71 dependiendo del producto.

    “La categoría de limpieza y desinfección es de alta penetración en estos momentos”, añade Patricia Fernandes, socia junto a Andreína González de una franquicia en Nayón, desde agosto.

    Otro factor que las impulsó a invertir en el negocio son los beneficios hacia el consumidor, tanto en el aspecto económico como ambiental. “Si el cliente no trae su envase, nosotros le ofrecemos otros reciclados”, añade.

    La idea es que las franquicias desarrollen su zona comercial de manera integral, al proveer también a negocios vecinos, como hoteles, restaurantes, oficinas, indica Freile. Otra forma de crecer es surtir a tiendas del sector, en las cuales se ubican dispensadores de los productos HigiénECO.

    Supermercado La Hacienda
    , una tienda a granel, en Conocoto, es uno de los cuatro locales comerciales donde ya se han instalado dispensadores de productos de la marca, que les surte una franquicia de la zona. Para su propietaria, Andrea Pico, el concepto se alineó con su local, al fomentar un consumo ecológico.

    El crecimiento de la cadena, Freile lo atribuye a que va de la mano con las preferencias de los consumidores actuales, que se preocupan por evitar la contaminación ambiental. Los planes son expandirse a otras ciudades.

    ‘La rotación de productos ha ido creciendo’
    Patricio Gangotena, jefe de bodega

    Tengo 62 años. Tengo experiencia en el área financiera, administrativa y de recursos humanos, en empresas de diferentes sectores. Además tuve un negocio familiar por 10 años, hostal Ébano, estaba localizado en el norte de Quito. Juan Carlos Freile tuvo referencias mías cuando trabajé en una distribuidora de productos de consumo masivo. Laboro en HigiénECO desde diciembre pasado, antes de que abrieran el primer local. Soy Jefe de bodega. Me encargo de receptar los productos y verificar la calidad, de la facturación y de hacer los despachos a los locales que nos piden. Fue duro retomar luego del cierre temporal por la pandemia, porque nos propusimos recuperar el tiempo perdido. Se ha crecido bastante en locales y eso hace que aumente la rotación de productos. Yo trabajo con un compañero, que se encarga de la parte operativa. La bodega está en el Valle de Los Chillos. Los días lunes y martes se reciben los productos y entre jueves y viernes se reparten a los locales. Mi idea es continuar colaborando con la empresa al 100% .

    En los locales de la marca HigiénECO los clientes cuentan con dispensadores de los productos, para que sean llenados en envases reciclados. Foto: Diego  Pallero / LÍDERES
    En los locales de la marca HigiénECO los clientes cuentan con dispensadores de los productos, para que sean llenados en envases reciclados. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • El servicio de limpieza por horas es su apuesta

    Redacción Quito

    redaccion@revistalideres.ec

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    La pérdida de un empleo suele ser el empuje de muchos emprendedores. Este fue el caso de Ana Paula Prócel, quien en enero 2016 salió de una multinacional de servicios petroleros, producto de una crisis que obligó a la firma a recortar personal.

    En los meses que se mantuvo sin un trabajo fijo, Prócel arrancó con un proyecto que tenía en mente desde hace un tiempo: un servicio de limpieza para casas y departamentos. “Escuchaba a otros hablar sobre la necesidad de tener la casa limpia, pero también veía que tenían problemas con la afiliación al Seguro Social de las trabajadoras”.

    En marzo del 2016 comenzó a operar Bright Corner, tras una inversión de USD 5 000 en la compra de una aspiradora, insumos de limpieza, uniformes y el desarrollo de una página web. “Mi primer cliente fue el apartamento nuevo de un amigo”, recuerda Ana, quien con el tiempo extendió el servicio a oficinas.

    El servicio se contrata por horas: a mayor cantidad de tiempo, el precio por hora disminuye. Por ejemplo, si la limpieza no supera los 120 minutos el valor de la hora es de USD 8,50. Pero, si se trata de una limpieza profunda, de hasta ocho horas de jornada, se cobra un valor de USD 5,51 por hora.

    El negocio tiene alrededor de 15 clientes fijos. Por semana realiza en promedio 14 limpiezas, entre lunes y sábado. La propietaria aclara que los horarios se adaptan a la necesidad del cliente.

    Belén Silva es una cliente particular quien ha contratado el servicio de esta empresa desde hace dos años para la limpieza de su casa, con una frecuencia de dos veces por mes. Se trata de un departamento de 90 metros cuadrados, con dos habitaciones, ubicado en Quito. “Me ha ido muy bien. La limpieza es súper prolija”

    Uno de los clientes corporativos fijos de la firma es la Cámara de Comercio de Quito, gremio al cual pertenece. Las limpiezas se realizan los viernes por la noche y sábados durante todo el día en los seis pisos del Edificio de las Cámaras, en el norte de Quito, donde están las oficinas del gremio.

    “El trabajo es excelente, con un alto nivel de eficiencia. Nosotros tenemos nuestro personal de limpieza, pero este servicio es para una más profunda. Además, son muy confiables, no hemos tenido ningún incidente”, señala Wilson Rosado, gerente financiero administrativo de la Cámara.

    Bright Corner también ofrece limpieza para construcciones nuevas, previo a ser entregadas, o en caso de remodelaciones. En este tipo de servicio el costo es de USD 40 por cinco horas. Luego de eso se cobra un costo diferente por hora adicional. Para este tipo de trabajos, explica Prócel, se utiliza aspiradora industrial.

    Adicionalmente, realiza limpiezas pre y post eventos especiales, en casas, salas comunales, oficinas. El costo es de USD 50 por un máximo de cinco horas, entre ambas limpiezas. Si se supera ese tiempo, se cobra por hora extra.

    Con la pandemia del covid-19, la firma amplió sus servicio y ahora incluye desinfección de casas, locales comerciales y oficinas. El precio por hora suele ser de USD 8,50 puesto que no se demora más de dos horas. Prócel señala que han implementado un protocolo de bioseguridad para sus trabajadoras.

    El emprendimiento emplea a tres trabajadoras. El contrato es por horas y se encuentran afiliadas al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. María Elena Quinga, de 43 años, labora desde hace tres años y medio en Bright Cornet. Realiza unas ocho limpiezas a la semana , entre departamentos, la Cámara de Comercio y un consultorio. Dice que le lo que más le gusta de este empleo es que se encuentra asegurada, también la ayudan con gastos de transporte.

    Ana Paula Prócer fundó el emprendimiento en 2016. Ofrece limpiezas en casas, oficinas, construcciones nuevas, y antes y después de eventos. Foto: Cortesía
    Ana Paula Prócer fundó el emprendimiento en 2016. Ofrece limpiezas en casas, oficinas, construcciones nuevas, y antes y después de eventos. Foto: Cortesía
  • Limpiar manchas y grafitis son dos de los servicios

    Patricia González

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    En la minga de limpieza que se llevó a cabo en Quito el pasado 20 de octubre, tras los días convulsos que vivió el país, participaron ciudadanos, empresas y emprendimientos, que deseaban aportar desde sus trincheras en el reordenamiento de la ciudad y el retorno a la paz.

    Uno de los emprendimientos que participó de la minga, fue Al Hidro, con la limpieza de graffitis en casas patrimoniales del Centro Histórico, mediante hidrolavado.

    Al Hidro arrancó hace unos tres años. Fue fundada por Andrés Larrea, administrador de empresas de profesión, quien anteriormente había emprendido en negocios de comida rápida, venta de equipos electrónicos y de servicios para empresas petroleras.

    En ese último negocio, que mantenía junto a un socio, comenzó a vender hidrolavadoras para las empresas públicas de aseo en los cantones de Quito y Rumiñahui. En 2016 decidió especializarse únicamente en esta rama y crear una empresa que ofreciera los servicios de lavado de pisos, paredes, techos, cisternas y estacionamientos. Los primeros meses le acompañó un socio. Actualmente, su esposa, Isabel Zurita, se ocupa del área comercial.

    La inversión inicial, principalmente para la adquisición de equipos, fue de USD 20 000. La microempresa cuenta con dos hidrolavadoras y diversos accesorios especiales para la limpieza, en la que se requiere de agua y productos químicos biodegradables.

    Spartan del Ecuador, empresa internacional que comercializa productos de limpieza es uno de sus proveedoras, específicamente de desincrustantes (removedor de residuos calcáreos, impurezas y óxidos) y detergentes industriales alcalinos (removedor de suciedades o grasas en superficies), señala Patricia Rodríguez, asesora comercial.

    Entre los clientes de la firma están empresas, centros comerciales, embajadas y particulares. Zurita explica que previo a la prestación del servicio se realiza una vista para hacer una prueba. Aclara que no dan garantía de que la mancha se elimine al 100%, puesto que cada caso es distinto.

    Uno de sus clientes residenciales fue Renato Vargas. El pasado año realizaron una limpieza en la casa de sus padres, ubicada en el Valle de Los Chillos. “Fue en los exteriores, en un camino de bloques y piedras a la entrada de la casa, que ya estaba avejentado y sucio. También limpiaron la cisterna de agua de la casa”, explica Vargas, quien considera que el resultado fue muy bueno. “Quedaron como nuevos. No he necesitado limpiar otra vez”, añade.

    Los costos del servicio dependen del tipo de mancha, tamaño y superficie, aclara Larrea. No obstante, si la ubicación de la mancha es vertical, el costo aumenta.

    Para el fundador de Al Hidro, hace falta más cultura sobre el hidrolavado en el país. “Las empresas desconocen de esto, lo ven muy industrializado”, comenta Larrea. La firma de limpieza factura al mes entre USD 700 y 1 000.

    LOS DATOS

    Al Hidro fue fundada por Andrés Larrea. Su esposa, Isabel Zurita, está a cargo del área comercial.

    Los servicios que ofrece son la limpieza de paredes, techos, pisos, estacionamientos y cisternas.

    La empresa requirió de una inversión inicial de USD 20 000, principalmente para la compra de equipos.

    En el país cuenta con cinco proveedores que importan o elaboran productos químicos.

    Andrés Larrea, fundador de Al Hidro, junto a una de las hidrolavadoras con la que prestan servicio de limpieza. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Andrés Larrea, fundador de Al Hidro, junto a una de las hidrolavadoras con la que prestan servicio de limpieza. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Esta ‘app’ apunta a los servicios de limpieza

    Patricia González

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    La economía colaborativa continúa su expansión hacia múltiples ramas. En Ecuador ha sido recurrente su uso para servicios de transporte o comida a domicilio. Pero, ahora, en Quito, los usuarios tienen a su alcance servicios de limpieza para casas u oficinas.

    Juan Camilo Sepúlveda venía conceptualizando la idea desde hace algunos años, incluso tuvo un piloto del proyecto, pero para entonces se desempeñaba como Gerente de Easy Taxi en el país, una responsabilidad que le impedía dedicarle el tiempo necesario que requería el emprendimiento.

    A finales del año pasado, Brian Ibujes, amigo y compañero de trabajo, le propuso asociarse con la idea de sacar el proyecto adelante. En enero del 2019 se sumó también Bruno Valarezo como socio tecnológico.

    En conjunto, comenzaron a trabajar en una aplicación móvil que permitiera solicitar servicios de limpieza y, a su vez, a las personas interesadas en brindarlo, ofrecer sus servicios. El lanzamiento oficial fue en junio.

    Se trata de un emprendimiento con visión social, que busca promover la independencia económica y vinculación laboral de mujeres madres, cabezas de hogar. Por ello decidieron denominar a la aplicación Yana, nombre que proviene de la palabra quechua Yanapay, que significa ayudar.

    Por otro lado, comenta Sepúlveda, también aspira a ser una ayuda para las familias, con la limpieza de sus espacios, dándoles la posibilidad de invertir ese tiempo para compartir en familia. En el caso de oficinas o locales comerciales, buscan ser un soporte para otros emprendedores.

    La ‘app’ es de descarga gratuita y está disponible en iOS y Android. Los usuarios tienen la posibilidad de reservar el servicio, seleccionando el día y las horas. Las modalidades de prestación van desde dos horas hasta ocho horas de servicio, con costos desde USD 13 hasta 31. El pago puede ser con tarjeta de débito, crédito, transferencia o efectivo.

    Las asistentes o prestadores del servicio tienen la opción de escoger la solicitud que le convenga, según la cercanía u horario. Su ganancia corresponde a un 70% del pago de cada prestación.

    El proceso de selección de las asistentes es estricto: deben contar con experiencia y cumplir ciertos criterios. Además de la entrevista y una prueba, Yana realiza una visita en sus domicilios para conocer el entorno familiar y sus condiciones socioeconómicas.

    Al momento, Yana cuenta con tres mujeres como prestadoras. Una de ellas es Elvia Lárraga, de 42 años, madre soltera de tres hijos menores de edad. Se ha dedicado a este oficio desde muy joven. Recientemente, laboró para una empresa de limpieza, pero renunció por malas condiciones laborales: horas extras, incluidos fines de semana, no pagadas, atrasos en la remuneración, entre otros aspectos.

    Con Yana comenzó hace un mes, luego de haber recibido capacitación sobre la utilización de la ‘app’ y el servicio.“En un inicio me costó el uso de la aplicación, pero ya la manejo bien”, comenta Elvia, quien ya ha limpiado dos casos y dos departamentos. Paralelamente, trabaja como repartidora de flores en Nayón.

    Zulaida Cosío, una cliente, ha utilizado el servicio en tres ocasiones para la limpieza de su casa. “Me parece muy práctico. Además, fue una buena experiencia. La señora limpió muy bien y fue muy respetuosa y honrada”.

    A mediano plazo, una de las metas del emprendimiento es contar con un servicio de guardería para las asistentes que lo requieran para el cuidado de sus hijos, mientras ellas trabajan.

    Juan Camilo Sepúlveda y Brian Ibujes, dos de los socios de Yana. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Juan Camilo Sepúlveda y Brian Ibujes, dos de los socios de Yana. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Proquim está en su tercera generación

    Carolina Enriquez

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    Trabajar de la mano entre un abuelo, su hijo y su nieta ha sido la receta para el éxito de Proquim, una industria de artículos de limpieza, la mayoría detergentes, con 50 años en el mercado.

    Desde hace seis meses la tercera generación de la familia Ponce se incorporó a la empresa para aportar en la operación. Sin embargo, mantener el negocio por más de medio siglo no ha sido fácil.

    Pedro Ponce, ahora de 98 años, fue el fundador de la compañía. Al inicio, junto con otros tres socios, arrancaron como importadores del detergente Teepol, de la marca de lubricantes Shell; pero, luego esta firma anglo holandesa les propuso que produzcan en el país.

    El fundador explica que en esos primeros años se dedicaron a producir y vender siete productos de limpieza, con el eslogan de “las siete ayudas eficaces”. Una de las estrategias que aplicó fue rodearse de ingenieros químicos que desarrollaran fórmulas para productos de alta calidad.

    “Si se piensa a largo plazo hay que pensar en buscar apoyo. Para ofrecer calidad se necesitan técnicos con conocimientos y excelentes materias primas”, indica. Asimismo, en la segunda mitad del siglo XX la compañía adquirió acero inoxidable, una novedad para la época, que permite que los productos sean inocuos.

    Durante 25 años, Pedro Ponce comandó la compañía hasta que asumió su hijo Christian, quien compró la parte que les correspondía a sus nueve hermanos. Él explica que le tocó vivir tres momentos empresariales críticos.

    En 1987 Proquim perdió una marca de insecticida, que representaba el 33% de sus ventas; luego enfrentó la crisis del sucre, cuando Ponce hijo tenía que comprar materia prima en dólares y vender en moneda local, lo que le impedía a la empresa generar suficientes ingresos para pagar a esos proveedores. El tercer impacto fue la llegada de gran cantidad de productos de limpieza importados, tras la dolarización aplicada en el 2000.

    Para enfrentar estos momentos puso en marcha estrategias como lanzar productos para segmentos específicos como Dish Lav, para quienes lavan platos en máquinas; control de costos; compra de materias primas en la región o el país, apoyo a los colaboradores…

    La empresa ha entregado utilidades durante 48 años y trata de compensar en todo lo que pueda a sus 10 trabajadores. Por ello es que la rotación es muy baja.En esto está de acuerdo Alejandra Ponce, nieta del fundador.

    “Al estar mi papá por 25 años era importante contar con su experiencia y combinarlo con ideas frescas”. Ella ha diseñado promociones, nuevas formas publicitarias, retroalimentación con los clientes, impulso de las ventas, etc. Hoy, el 70% de las ventas de Proquim está en el sector de ‘retail’ y el 30% en el industrial.

    Algunos datos

    A futuro. Christian Ponce dice que el reto de mantener la empresa en la tercera generación es grande. Entre las medidas planeadas está fabricar nuevas líneas de producción, concretar alianzas o trabajar en el área de alimentos a través de la venta de bicarbonato y otros insumos para la cocina.

    Detergente líquido. Este fue un producto que surgió dado el creciente uso de las lavadoras. Actualmente, dice Ponce hijo, producen 150 000 litros al año. También cuentan con otras líneas de productos como aquellos limpiamuebles.

    Cifra
    200 000 kilos de detergente en polvo produce Proquim al año, en promedio.

    Alejandra, Christian y Pedro Ponce,  propietarios de la empresa Proquim. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Alejandra, Christian y Pedro Ponce, propietarios de la empresa Proquim. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Con visión y esfuerzo llevó su empresa al Perú

    Diana Serrano

    Un sueño no se consolida de la noche a la mañana. Requiere tiempo, esfuerzo y visión. Eso lo sabe muy bien Emilio Filbig Maruri, fundador de la empresa Unilimpio. Esta industria se dedica desde hace más de 25 años a la producción de insumos de limpieza para el sector empresarial.

    Desde hace cinco años, Filbig se puso como objetivo internacionalizar la empresa y con su hijo Emilio Filbig Carchi, gerente general de Unilimpio, logró llevar su marca el año pasado hasta Perú.

    Hace cuatro años Filbig padre dejó la gerencia para que dos de sus tres hijos se hicieran cargo. Pero no se ha deslindado de los negocios: ahora es ingeniero de proyectos, cargo con el cual se encarga de procesos de innovación.

    Filbig, hijo de madre guayaquileña y padre luxemburgués, nació en el Puerto Principal. Hablar de su familia le causa orgullo, sobre todo de su madre, a quien la ve como un ejemplo de lucha.

    De niño fue introvertido y tímido. Cuando terminó el colegio, se propuso ser más luchador y aguerrido para alcanzar sus objetivos. “Con timidez o miedo, no iba a lograr cosas en mi vida”.
    Su ímpetu se combinó con la brillantez para los estudios. Antes de acabar su carrera de Ingeniería Industrial, se involucró en el mundo laboral, por la confianza de Alfonso Sáenz, uno de sus mentores.

    Su ímpetu se combinó con la brillantez para los estudios. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Su ímpetu se combinó con la brillantez para los estudios. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES

    Empezó desde los eslabones más bajos en la empresa papelera La Reforma. Una de sus retos, fue hacerse cargo de ventas, sin ser ese su punto fuerte. Entre “caídas y resbalones”, con tan solo 23 años, asumió un puesto gerencial.

    Tres años después salió de esa empresa y recibió una propuesta de una industria papelera en la Sierra, con lo cual viajó a Quito, donde vive desde hace 35 años. En este nuevo cargo, destacó como profesional y líder. Contribuyó al crecimiento de la empresa, que ahora es una multinacional.

    Antes de culminar esta etapa laboral, Filbig tuvo acceso a un estudio sobre el abastecimiento de papel higiénico en el país, en donde se detallaba que el 30% del mercado no estaba cubierto. Este sector era el empresarial como cines, restaurantes y otros; con lo cual, el emprendedor detectó una oportunidad de negocio.

    Amigos y socios de Filbig comparten la imagen de que es una persona innovadora y visionaria. Su amiga Clemencia Salazar dice que siempre tiene buenas ideas y es un líder para los negocios. Omar Chávez, otro de sus amigos, lo considera un estratega.

    Con la ayuda de su esposa, Julieta Carchi, a inicios de la década de 1990, Filbig logró poner en marcha un emprendimiento de distribución empresarial de papel higiénico. En esa época, las servilletas que se comercializaban eran de 30 gramos, pero el empresario logró producir unas de 26.

    Aunque no tenía las características de los otros papeles, la servilleta se logró posicionar en el mercado por su bajo costo. La competencia consideró que el producto era revolucionario, sin saber que en realidad “no tenía condiciones para poder hacer otro papel”, señala Filbig. Con esta experiencia, el empresario aprendió una gran lección para los negocios: de una crisis, se saca una oportunidad.

    La firma que fundó, Unilimpio, vive hoy en día un proceso de internacionalización. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    La firma que fundó, Unilimpio, vive hoy en día un proceso de internacionalización. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES

    Su hijo Emilio señala que su padre es un ejemplo de perseverancia. Recuerda que una tarea que le encomendó su progenitor, sin saberlo, lo encaminó a su actual cargo. Con apenas seis años, tuvo que clasificar y etiquetar rollos de papel higiénico.

    Con la consolidación en el mercado, Filbig vio que se necesitaba más para empujar el negocio. Amplió la oferta a productos de limpieza y empezó a brindar “una solución higiénica” empresarial.

    El emprendedor destaca que el secreto para mantenerse vigente en el mercado sin ser aplastado por las grandes empresas es “siempre moverse con nuevas ideas y estar un paso adelante”.

    Para Filbig es importante que su trabajo destaque y tenga un factor diferenciador. Hace más de 20 años, él empezó a investigar sobre las normas ISO, para implementarlas en su industria.
    Otro de los logros empresariales es que Unilimpio es una de las organizaciones que pertenece al Pacto Global de las Naciones Unidas, por sus políticas laborales, ambientales y otras.

    Para Filbig, la unión familiar es parte de su éxito. Los hijos son su motivo de orgullo y considera que han superado sus enseñanzas.

    En su tiempo libre, el empresario practica deporte. Destaca que la disciplina y la perseverancia le ayudan tanto en los negocios como en lo deportivo. Su hijo Emilio añade que su padre también es un amante de la lectura. Este hábito no solo lo ha inculcado en su familia, sino también entre sus colaboradores .

    "Siempre me gustó desta­carme, no por recibir felicitaciones, sino porque eso me hacía sentir y verme mejor”. Emilio Filbig, Fundador de la empresa Unilimpio. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    «Siempre me gustó desta­carme, no por recibir felicitaciones, sino porque eso me hacía sentir y verme mejor”. Emilio Filbig, Fundador de la empresa Unilimpio. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • La solidaridad marca a estas recetas manabitas

    María Victoria Espinosa

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    El ají, refrito y aliño del negocio Picando ando conservan las recetas tradicionales manabitas. Los productos se elaboran en hornos de leña para conservar el sabor de los aliños que se preparan en las zonas montuvias de Manabí.

    El emprendimiento Picando ando nació a raíz del terremoto del 16 de abril de 2016. Lorena Castillo recuerda que Portoviejo estaba devastado. El departamento en el que vivía se desplomó y lo perdió todo. Así que debió dormir durante dos meses en un parque.

    Pese a que las donaciones llegaban hasta ese albergue, Castillo necesitaba mejorar la calidad de vida de sus dos hijos. Así que decidió hacer ají. “Dos meses antes del terremoto perdí mi trabajo y empecé a vender ají a mis amigos para sobrevivir”.

    Una amiga le regaló USD 5. Con ese dinero compró los ingredientes para hacer el ají nuevamente y ofertarlo a sus conocidos. Pero la Cámara de Comercio de Portoviejo había improvisado una rueda de negocios e invitó a los emprendedores de los albergues a que exhibieran sus productos.

    Castillo participó del evento con la intención de vender las tres botellas de ají natural, que había preparado con su madre Deysi Chávez en el garaje de la casa y envasado en frascos reciclados. Pero el emprendimiento llamó la atención de una firma privada, que le hizo un pedido de 100 botellas de ají. “Era una locura porque yo solo preparaba hasta cinco botellas en un día. Pero no tuve miedo y decidí intentarlo”.

    En esa rueda de negocios, los medios de comunicación hicieron varios reportajes que se subieron a las redes sociales y las personas empezaron a interesarse en el ají. El guayaquileño Reinaldo Bravo, la contactó a través de Facebook para hacerle una donación de materia prima para cumplir con el primer pedido.

    Las primeras ganancias fueron de USD 350. Ese dinero lo invirtió en mejorar las etiquetas y presentación de sus productos. A los 15 días participó en otra rueda de negocios organizada por la Prefectura de Manabí y la empresa privada. En este evento también exhibió un aliño casero y un ají fuerte y extra fuerte.

    Castillo consiguió en ese evento el apoyo de Supermaxi para obtener el registro sanitario y cuatro códigos de barra. “Esa donación fue importantísima porque la mayoría de emprendimientos fracasa por esos trámites”.

    Ya con los documentos en regla, Castillo pudo participar en más de 20 ferias a nivel nacional. Además, empezó a innovar con nuevos productos como un aliño gourmet para preparar las cenas navideñas, un refrito y ají de mango, maní y maracuyá.

    Almacenes Tía se interesó en el producto y le hizo un pedido de 540 frascos de ají y 200 de aliño en octubre del año pasado. A los 15 días realizó un nuevo pedido de 8 000 frascos de aliño y 5 500 frascos de ají. Desde entonces, lo surten cada mes.

    En la actualidad, la producción de Picando ando es quincenal de alrededor de 3 000 frascos de aliños, ají y refrito.

    María Elisa Bravo compra el ají en un Tía, en Quito. Para ella, los productos de Picando ando le traen recuerdos de su niñez. “El sabor del aliño es igual al que hacía mi abuelita”.

    Lorena Castillo es la propietaria de Picando ando, un emprendimiento que rescata las costumbres manabitas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Lorena Castillo es la propietaria de Picando ando, un emprendimiento que rescata las costumbres manabitas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • Unilimpio: con su línea de limpieza llegaron a Perú

    Redacción Quito

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    El éxito de la empresa Unilimpio no se limita al mercado ecuatoriano. Ahora, el negocio ha incursionado en Perú y quiere llegar a otros países de la región.

    Esta industria ofrece productos químicos e insumos para la limpieza, principalmente enfocados en el sector empresarial.

    A esto se suman capacitaciones a los clientes sobre el manejo eficiente de los mismos, técnicas de higiene, cuidado ambiental, etc.

    “Nuestra oferta para los clientes es garantizarles que con nuestros productos van a ahorrar y optimizar sus procesos de limpieza”, afirma Emilio Filbig Carchi, gerente general de Unilimpio.
    Con esta propuesta integral, la empresa se lanzó al mercado internacional. Su primer país en la mira fue Perú, en donde, desde hace cinco años, participan en ferias y ruedas de negocios para encontrar a potenciales clientes.

    En octubre, fueron parte de Gastromaq 2017, una feria de proveedores para el sector gastronómico y hotelero, en Lima. El evento fue determinante para sellar acuerdos y empezar la comercialización en el país vecino.

    Los artículos de Unilimpio ya se encuentran, desde este mes, en Perú para ser distribuidos en aproximadamente 350 empresas principalmente del sector alimenticio, que son las interesadas. Filbig añade que hoy en día los ejecutivos de la firma ecuatoriana continúan con reuniones con potenciales clientes.

    Mensualmente la producción de la empresa, por líneas de producto, es 200 toneladas (t) de productos químicos, 30 000 kilos de papel y 5 000 dispensadores.

    Con la incursión en el mercado internacional, esperan un incremento anual del 10%.
    Entre los directivos existe confianza en que la oferta de Unilimpio se consolide en Perú. En ese país, la oferta de productos de limpieza viene, principalmente desde EE.UU. “En ese sentido tenemos una ventaja competitiva en cuanto a precios”, dice el gerente de la empresa ecuatoriana.

    Otro de los factores diferenciadores es su trayectoria. Unilimpio surgió hace 30 años: comenzó como un emprendimiento de dos esposos Emilio Filbig y Julieta Carchi, quienes fabricaban papel higiénico y lo distribuían directamente a restaurantes.

    En la década de los 90 agregaron otros productos a la oferta, especialmente químicos de limpieza.

    Diez años después empezó la importación de dispensadores e insumos absorbentes como papel.

    Con las restricciones a las importaciones, la empresa tuvo que dedicarse a la producción. Hoy en día es una de las pocas en América Latina que fabrica dispensadores para productos líquidos y toallas. asegura Filbig.

    Además, trabajan con aproximadamente 50 proveedores, lo que les permite contar con una gran variedad de productos.

    Desde hace unos tres años, la fábrica se puso como objetivo crecer e innovar para lo cual ha realizado una inversión aproximada de USD 500 000, en cuanto a insumos, infraestructura y, principalmente, en sistemas de innovación, para fabricar productos amigables con el ambiente.
    El año pasado la empresa facturó USD 12 millones, cifra que esperan crezca con su expansión internacional.

    Con este impulso, desea seguir conquistando otros países. Para 2018 la meta es entrar en el mercado de Colombia, otro de los países vecinos con potencial.

    También el próximo año iniciará el programa ‘Universidad Unilimpio’, que consiste en un sistema de capacitación para trabajadores de empresas y fábricas.

    Se impartirán clases en línea sobre temas de higiene enfocados en cada rama: salud, alimentos, etc. Asimismo, se brindará asesoría para iniciar pequeños negocios relacionados con la limpieza.

    Las clases serán impartidas por profesionales y expertos de la fábrica y, posteriormente, se invitará a otros expositores.

    Esto complementa los programas de responsabilidad social, que esta industria lleva a cabo, a través de proyectos de vinculación de la actividad comercial con el uso y manejo responsable de recursos naturales.

    Uno de los grandes objetivos de la empresa es, hasta 2020, convertirse en la primera opción de compra de los clientes industriales a nivel nacional.

    En la fábrica siguen parámetros de inocuidad para garantizar la calidad del producto y velar por la seguridad del personal. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    En la fábrica siguen parámetros de inocuidad para garantizar la calidad del producto y velar por la seguridad del personal. Foto: Julio Estrella / LÍDERES