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  • Una marca que se suma a la economía circular

    Redacción Quito  (I)

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    La baja en contaminación ambiental que se evidenció a raíz del confinamiento por la pandemia del covid-19 impulsó a la empresa Perla Organic Chocolate, a dar un giro en su producción hacia la economía circular, como un aporte al medioambiente.

    La mediana empresa, con cuatro años en el mercado y cerca de 40 productos, comenzó a cambiar los empaques de su línea orgánica de barras de chocolate hacia una versión en papel reciclado plantable, elaborado con semillas, de diferentes vegetales. De esta manera, una vez que el cliente ingiere la barra de chocolate, puede plantar el papel dentro de una maceta, explica Carol Marcial, gerente de la firma chocolatera.

    El producto estuvo listo en junio para testeo y en octubre se realizó una primera exportación de 5 000 barras de chocolate, con envoltorio plantable, a Italia, país al que la marca realiza envíos de sus productos desde hace dos años.

    Los empaques traen semillas de ají, zanahoria, perejil, albahaca, fréjol blanco, entre otras hortalizas. “Las semillas irán variando por la época del año. El consumidor podrá ir armando su huerto”, dice Marcial, quien detalla que este papel plantable es el empaque externo de ocho de sus presentaciones de barras de chocolate orgánico. Se puede encontrar, por ejemplo, en las versiones de chocolate blanco con frutilla o de chocolate negro con café y naranja.

    La caja trae instrucciones para plantarse: el papel debe rasgarse en trozos, se hunde en una maceta con tierra y se riega a diario, hasta que comience a crecer la planta en un período de entre 15 y 30 días.

    El producto también se está vendiendo localmente para regalos corporativos. El obsequio incluye una pequeña maceta, tierra y cuatro barras de chocolate envueltas en papel plantable. Uno de sus clientes corporativos es Banco Pichincha.

    Para el primer semestre del 2021 prevén colocarlo en las perchas de los supermercados, indica Marcial. Los productos de Perla Organic están en las cadenas Supermaxi, Coral y Almacenes Tía.

    El 3% de las ventas de esta nueva línea de la marca chocolatera irá destinado a la Fundación Circular by Ichtion, que es el enfoque social de la ‘start up’ ecuatoriano-británica Ichtion, que desarrolla tecnología para disminuir la polución plástica en ríos y mares.

    Uno de los proyectos sociales que está respaldando Fundación Circular es el Frente Insular, integrado por un grupo de voluntarios que recoge los plásticos que se acumulan en las islas Galápagos. “Los ingresos que vamos a recibir de Perla Organic irán dirigidos hacia este proyecto”, explica Mario Hidalgo, director ejecutivo de la Fundación.

    “Apoyo este proyecto con pasión porque siempre he sido fanática de los mares y me afecta ver tanta contaminación”, subraya la Gerenta de la empresa, que espera cerrar el año con una facturación de USD 500 000, con un crecimiento en las ventas locales, gracias al ingreso en Tía.

    El negocio 
    Perla Organic. Tiene cerca de 40 productos en el mercado; alrededor de 20 son chocolates de producción orgánica.

    La línea orgánica. Ahora trae nueve presentaciones envueltas en empaque plantable, con semillas de diferentes hortalizas, que los consumidores pueden plantar en macetas.

    La comercialización.  El 3% de los ingresos por las ventas de sus productos en empaque plantable irá destinado a Fundación Circular by Ichtion.

    El mercado.  El 60% de las ventas de Perla Organic Chocolate son nacionales. Lo restante, al mercado externo.

    Carol Marcial, gerenta de la marca chocolatera, junto a las nuevas versiones de barras en empaque plantable. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Carol Marcial, gerenta de la marca chocolatera, junto a las nuevas versiones de barras en empaque plantable. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • La nueva realidad marca la agenda de sus campañas

    Redacción Cuenca  (I)

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    The Coca Cola Company innova para ajustarse a los nuevos hábitos y costumbres de sus consumidores. En la actualidad, ejecuta la campaña Juntos sabe mejor, que está enfocada en los momentos de aislamiento que han permitido a las personas replantearse varios aspectos.

    Uno de los que tiene más importancia es el tiempo que las personas pasan en su hogar, lo que hizo que los principales espacios de reunión sean la comida, mirar una película… “y queremos estar presentes en esos momentos”, dice Camila Merino, gerente de la marca Coca Cola para Ecuador.

    El desarrollo de la campaña se hizo en el ámbito global y se ejecutó en medio de la pandemia. En Ecuador, por ejemplo, se determinó que una pizza un viernes por la noche, las parrilladas, comer hamburguesas o cocinar en familia son momentos muy relevantes, por esa razón Coca Cola hizo alianzas con pizzerías, restaurantes, locales de comida rápida o parrilladas, para que sus productos estén presentes en esos espacios, dar una propuesta diferenciada y ofrecer beneficios adicionales, como una bebida o que el consumidor tenga acceso a la plataforma de entretenimiento Coca-Cola For Me.

    Según Merino, los clientes pueden mirar películas en su plataforma, porque tienen un convenio con Sony. “Este beneficio para las personas también está vinculado con el ahorro, que es un tema relevante ahora. Las personas acceden a un momento de entretenimiento”.

    Esta empresa determinó que, en la actualidad, hay una tensión que está ligada con la adaptación al nuevo estilo de vida y hábitos dentro del hogar, como el estudio de los hijos, teletrabajo, entre otros. “Nosotros queremos dar esa solución al consumidor para que tenga experiencias únicas dentro de su hogar, a través de los diferentes puntos de contacto con los que tiene gran afinidad”.

    The Coca Cola Company, también, busca llegar al mercado mediante las aplicaciones, el comercio electrónico, entre otros canales de distribución.

    Lo hacen a través con su programa Coca Cola en tu hogar, que representan el 0,5% de las ventas de la compañía.

    Según Merino, ha tenido un crecimiento importante este año y el objetivo es acelerar el desarrollo en el futuro.

    Esta compañía, que tiene presencia en más de 200 países y supera las 500 marcas, con un total de 4 700 productos, impulsa el programa Coca Cola en tu hogar, que consiste en la entrega de los productos en las viviendas. Merino explica que tienen diferentes rutas de entregas en Quito, Guayaquil y Cuenca, y el consumidor puede hacer su pedido directamente a la compañía y recibir en su casa. En esa oferta, también está incluido el portafolio de dos empresas más.

    La idea es brindar comodidad al consumidor y los pedidos se efectúan mediante WhatsApp. “Coca-Cola en tu hogar es un canal directo al consumidor, que está creciendo. La expectativa es mucho mayor y estamos trabajando en nuestras capacidades y asociaciones”, dice Merino.

    De acuerdo con el Business & Sustainability Report, en el 2019 esta compañía reportó ingresos operativos netos por USD 37 000 millones en el ámbito mundial. México, China, Brasil e India fueron los mercados más grandes fuera de los EE.UU.

    Antes del covid-19
    Otra campaña.  Según Carolina Merino, antes de que inicie la pandemia impulsaban la campaña de retornabilidad, que está enfocada en un objetivo de la compañía, que es el plan Mundo sin residuos.

    Los aportes. Este programa, comenta Merino, representa un compromiso global. Consiste en que por cada botella o lata que pongan en el mercado recolectarán otra hasta el 2030.

    Además, para el 2025 la firma pretende que sus empaques sean recicables y también elaborar empaques con al menos el 50% de PET reciclado.

    Camila Merino, gerente de la marca Coca Cola para Ecuador, señala que se ajustan a las nuevas necesidades. Foto: Cortesía The Coca Cola Company
    Camila Merino, gerente de la marca Coca Cola para Ecuador, señala que se ajustan a las nuevas necesidades. Foto: Cortesía The Coca Cola Company
  • ‘El liderazgo en la enseñanza marca el camino de la USFQ’

    Redacción Quito. (I)

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    La Universidad San Francisco de Quito (USFQ) cumple en este mes de septiembre 32 años de fundación. Es el resultado del sueño y el empuje de Santiago Gangotena González, su Canciller y fundador, quien habla de los logros alcanzados y de la proyección de la institución.

    ¿Con qué logros llega la universidad San Francisco luego de 32 años de trayectoria?

    Hace algunos años ya éramos considerados la primera universidad en el Ecuador, según los rankings internacionales. Somos la primera en investigación, con la biblioteca más grande del país, con 1,2 millones de títulos. Además, disponemos del sistema de computación más grande y con uno de los 10 mejores campus de América Latina, con los mejores servicios, laboratorios y enseñanza en ciencias e ingenierías del país. Todo esto sin dinero de impuestos. Es una universidad totalmente privada.

    ¿Cuáles han sido los principales retos en su historia?
    Mi visión fue no estar atado a las garras del Gobierno. Y el gran reto fue sufrir al correísmo que trató de acabar con la educación privada en el Ecuador. El otro gran reto fue llegar a ser la primera universidad de investigación del país sin recibir dinero del Estado. Se logró que el Gobierno ecuatoriano acepte a la universidad con la condición de no recibir dineros públicos, a pesar de que todos los que estamos aquí pagamos impuestos. Además, hemos logrado tener el mayor programa de intercambio de estudiantes de la región. Recibíamos 1 000 estudiantes extranjeros de 43 países antes de la pandemia. Tenemos alrededor de 300 convenios para programas internaciones y de investigación. Y el reconocimiento mundial está claro. Recibimos entre uno y dos académicos de afuera del país al día, como el presidente de la Universidad de Cornell, de la Universidad de California en Los Ángeles, de la Universidad de Houston, además de premios Nobel. Somos la primera universidad de la República en participar de un descubrimiento científico mundial como partícula Quark Top. También estamos en el grupo de las principales universidades del Pacífico donde también están la UCLA o el Caltech.

    Ustedes ya tenían experiencia en educación virtual. ¿Trajo la pandemia algún obstáculo en este servicio?
    Nuestro sistema de informática es muy avanzado. Por ello, fue un cambio casi natural. Pero más allá de eso, la universidad es una comunidad de amigos que trata de salir adelante. Cuando se presentan problemas, todos nos sentamos a resolverlos. Inmediatamente todos estábamos en las plataformas virtuales. Claro que se tuvo que cambiar procesos, pero fue rápido. El grupo de tecnología y los profesores nos acomodamos sin problemas.

    ¿Qué tipo de carreras cree que la universidad va a ofertar más luego de la pandemia?
    El punto de vista nuestro no es de especialidades. La USFQ es una universidad de artes liberales. Es decir, de formación integral de la persona y no de una especialidad solamente. Para mí la educación más que instruir, es formar. Nuestra idea es que no importa lo que estudie el alumno, tendrá un rango cultural tan amplio que le permitirá ingresar a cualquier área. Obviamente en las profesiones como Arquitectura, Medicina, Leyes y algunas Ingenierías se requiere más especialidad. Por eso, no creo que después de la pandemia se requiera algo más. Pero sí necesitamos una visión más integral de la vida.

    ¿Cómo se ve la universidad hacia el futuro?
    Seguimos batallando a pesar de todos estos avatares. Pasamos la guerra con el Perú, la dolarización y los problemas con todos los entes del Gobierno. Pero hay que tratar de sobrevivir. Uno no está tan preocupado en la esencia de la academia que es el pensamiento. Pasamos preocupados más en cumplir regulaciones que se le ocurren a un señor sentado en un escritorio y que no tiene la más remota idea de lo que es hacer universidad. La educación es arte, no existe un solo sistema educativo. Pero con este sistema socialista, autoritario, con falta de libertad es muy difícil crecer. Por eso mi idea era crear una universidad con la filosofía de libertad de hacer.

    El canciller Santiago Gangotena habla de los logros y los retos de la USFQ. Foto: cortesía
    El canciller Santiago Gangotena habla de los logros y los retos de la USFQ. Foto: cortesía
  • Una marca de ropa que ofrece comodidad

    Redacción Quito (I)

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    “La misión de todos es buscar lo que nos apasiona en la vida, lo que nos hace bien”, señala Marialuz Arellano. Ella, la triatleta ecuatoriana, encontró su pasión en el deporte, que ha combinado con un estilo de vida saludable.

    A los 36 años corrió por primera vez un Ironman (Florida, EE.UU.). Hoy, con 47, ha participado dos veces en el Campeonato Mundial de Ironman, en Kona, Hawái. Y se clasificó para la edición 2020, que fue aplazada para el próximo año.

    Esas experiencias y aprendizajes que le han dejado el deporte, junto a ciertos hábitos que ha adquirido, los ha ido compartiendo con otros en su página personal: Filosomi.com, que lanzó en octubre del año pasado.

    La idea de Marialuz era crear eventualmente una marca de ropa, que llevara el mismo nombre. Paradójicamente, el momento propicio llegó en la pandemia de covid-19, cuando sentirse cómoda en casa se volvió una necesidad para ella misma.

    Luego de hablar con una amiga que se dedica al negocio textil, comenzó a hacer algunas pruebas, pensando en ofrecer opciones cómodas y versátiles a otras mujeres. “El concepto de la marca se alinea con Filosomi, donde hablo de ser coherentes con la forma en cómo vivimos, estar activos, mover nuestro cuerpo”, comenta.

    La empresa Papusse está a cargo de la confección y comercialización de las prendas de ropa de Filosomi.
    La empresa Papusse está a cargo de la confección y comercialización de las prendas de ropa de Filosomi.

    El pasado 16 de junio se lanzó la marca de ropa Filosomi Wear, con una inversión de USD 16 000. En esta primera colección trae varios modelos de camisetas femeninas: de cuello redondo o en V, con bordado en la espalda y en estilo ‘crop top’. Además, un pantalón tipo ‘jogger’ y dos modelos de suéteres, con y sin capucha.

    Las prendas son confeccionadas por la firma Papusse, que tiene un taller y tienda de ropa en el valle de Cumbayá, donde se comercializan las piezas de Filosomi. Alejandra Canelas, propietaria de Papusse, explica que las prendas son elaboradas con fibras de origen natural: algodón y rayón.

    La producción y el consumo sostenible son parte de la filosofía de la marca. “Son prendas básicas y versátiles que pueden suplir varios usos, sin requerir muchas prendas”, explica la triatleta.

    “Estamos creciendo con Filosomi en la línea deportiva. Estamos trabajando en la segunda colección. Ha tenido muy buena acogida”, comenta Canelas.

    La marca de ropa ha producido al momento cerca de 380 piezas, en sus diferentes modelos. Las prendas también se ofrecen de manera virtual, por el WhatsApp de Papusse, con entrega a domicilio. Los costos están entre USD 25 y 40 por producto.

    Paola Holguín les compró recientemente un pantalón y un ‘crop top’ para regalar a una amiga, y un pantalón para ella. “Me gustó la calidad y cómo ‘forma’ el cuerpo. Ahorita la moda es comodidad. Lo uso en casa y también si tengo que salir”, comenta sobre la prenda que adquirió para ella.

    Otra cliente, Alejandra Bilbao, les compró un suéter, una camisa de cuello en V y una ‘crop top’. “Todo el tiempo uso ropa cómoda, me encanta el algodón. Me gusta lo fresco de las prendas y su calidad”. Alejandra pasa la mayor parte de su tiempo con sus hijos y es entrenadora de pilates, por eso le gusta sentirse cómoda.

    380 piezas ha producido la marca al momento, en sus diferentes modelos.

    La triatleta Marialuz Arellano es la fundadora de la marca de ropa, que se alinea con su estilo de vida. Foto: Vicente Costales / Líderes
    La triatleta Marialuz Arellano es la fundadora de la marca de ropa, que se alinea con su estilo de vida. Foto: Vicente Costales / Líderes
  • Una guía para impulsar su marca personal durante las videollamadas profesionales

    Carolina Enríquez (I)

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    Las videollamadas profesionales se constituyen en una herramienta más de trabajo en época de pandemia. Qué mejor que estar preparado cuando tenga que salir en cámaras para presentar un proyecto, definir tareas o, simplemente, vender un producto.

    La solución no es apagar la cámara y continuar conversando. Al mostrarse a los demás puede potenciar su marca personal, ya sea como empresario, emprendedor o profesional.

    Un comprador o equipo de trabajo, al ver una actitud segura y una imagen pulcra, puede sentirse más motivado o atraído hacia una propuesta suya; además, reconocerá tanto sus competencias profesionales como sus valores.

    Ante ello, plataformas laborales como LinkedIn o de asesoría de imagen como Project Glam proponen una serie de consejos que le ayudarán a potenciarse en las conferencias web.

    Luz.- Trate de hacer sus presentaciones con la luz de día porque es favorecedora. Si no cuenta con ello trate de tener luz blanca cercana, para que se muestre más claro ante la cámara. No se tratan de focos led, sino de luces especiales, regulables, que es posible encontrarlas en el mercado. Algunas permiten adaptar cámaras o teléfonos e incluyen un trípode.

    Escenario.- Trate de ubicar su computador o teléfono en un lugar tranquilo, sin ruidos y con un fondo neutro. Los ambientes llenos de cosas pueden generar distracciones. Una pared, de preferencia blanca o de tono sólido, siempre es la mejor alternativa. Aunque los fondos de bibliotecas están de moda, no le hacen más inteligente. Sus capacidades las muestra usted, en sus presentaciones.

    Vestimenta.- Luzca siempre impecable, lo que no significa excesos de maquillaje, peinados o trajes. Lo importante es estar siempre limpio y peinado. El look casual es el referente de esta época; no son necesarios los ternos o vestidos. En el caso de las mujeres, el maquillaje debe ser sencillo; cuide siempre de sus manos.

    Pruebas previas.– Unos 15 minutos antes de cualquier reunión es aconsejable probar que el audio y video de su dispositivo de transmisión funcione. Existen aplicaciones en las que el micrófono suele apagarse automáticamente cuando hay exceso de participantes; tome en cuenta eso antes de definir a través de cual hará la transmisión.

    Silencio.- Mientras una persona hable es importante apagar el micrófono. Es una señal de respeto para los demás oyentes.

    Presentaciones listas.- Cualquier diapositiva, texto, hoja de cálculo, etc., debe estar lista con antelación. Arme en su archivo carpetas que le permitan organizar los documentos para cada cita. Es importante que, además del nombre, ponga fechas a la información que guarde.

    Lenguaje no verbal.– Durante las reuniones trate de estar solo; evite distracciones en casa (niños, mascotas, actividades); mire directamente a la cámara; no coma ni beba cosas; mantenga quietas sus manos; no se levante. Cuando usted hable mire siempre a la cámara, ya que esto le permitirá tener un contacto directo con sus interlocutores.

    Feedback.– Manténgase siempre abierto a responder preguntas. Trate de que las personas participen, si así usted lo considera. Levantar la mano de manera virtual antes de hablar es una alternativa para conseguir orden en las videollamadas laborales.

    Participación.- Trate de que las reuniones tengan no más de 10 participantes. En los grupos grandes, son pocos, realmente, los que prestan atención.

    Programación.– Programe las reuniones con antelación. Avise y envíe los enlaces con, al menos, seis horas previas.

    Trate de hacer sus presentaciones con la luz de día porque es favorecedora durante una videollamada. Foto de www.freepik.es
    Trate de hacer sus presentaciones con la luz de día porque es favorecedora durante una videollamada. Foto de www.freepik.es
  • La naturaleza es la marca de sus instalaciones

    Giovanni Astudillo Editor (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    La Hostería Caballo Campana, que es una de las más reconocidas de la capital azuaya, cumplió 25 años de funcionamiento en mayo pasado. Los planes y programas previstos para la celebración se postergaron debido a la pandemia por el covid-19.

    Pero desde la semana pasada reanudó su funcionamiento en alojamiento y restaurante, luego que su plan de bioseguridad fue aprobado por las autoridades. Solo siguen suspendidos los eventos.

    Este último segmento de servicios fue uno de los que más le permitió crecer, dice su propietario Óscar Saldaña. Según él, hasta antes del confinamiento ofrecían un servicio completo del producto denominado boda-destino, que “tenía gran aceptación entre los clientes de la Costa, principalmente”. Será reanudado cuando las autoridades nacionales y locales consideren que ya se pueden desarrollar estos eventos.

    La Hostería Caballo Campana ofrecía sus salones para la recepción de la boda, alimentación, alojamiento para los invitados que llegaban de otras ciudades. Además, al día siguiente, podían acceder a servicios como paseos en caballo o recorridos por las 24 hectáreas de parques y jardines.

    Esta hostería, ubicada en el sector de Misicata, fue construida en una propiedad de 27 hectáreas. Cuenta con tres salones de eventos, que pueden recibir desde 30 hasta 3 000 personas. Su restaurante Barabón, que fue el primer servicio que ofreció hace 25 años, tiene capacidad para 100 comensales y otros 50 en la terraza.

    Adicionalmente, tiene un espacio a la intemperie o cancha de uso múltiple, que tiene una extensión de 25 000 m2. Allí, han realizado y organizado conciertos, competencias deportivas de rally o hípicas y ferias comerciales. Tiene capacidad para 8 000 personas.

    En la arquitectura de la hostería se destacan los elementos tradicionales de Cuenca como la teja, ladrillo, piedra, madera, entre otros. El hospedaje se realiza en la casa de hacienda bautizada como La Oliva, que cuenta con 21 habitaciones y cuatro cabañas. Fue remodelada el año pasado y puede albergar hasta 80 personas.

    Según Saldaña, por la aceptación de las personas han logrado crecer constantemente. Así, por ejemplo, en el 2018 facturaron USD 390 000 y el año pasado subieron a USD 500 000. “La empresa se fue consolidando poco a poco debido a la constancia”. Durante el 2019 organizaron seis eventos masivos como conciertos, ferias y convenciones empresariales y gremiales y fiestas de más de 1 500 personas. Las bodas, grados o primeras comuniones se efectuaban todas las semanas.

    Según Saldaña, la emergencia sanitaria generada por el coronavirus es grave para su negocio. En la actualidad, por las nuevas condiciones de bioseguridad, optarán por reinventarse y cubrir la demanda que tienen las personas por buscar espacios amplios y conectados con la naturaleza. Además, en el futuro, se enfocarán en eventos con menores personas.

    70 000 dólares fue la facturación de esta hostería cuencana entre enero y febrero de 2020.

    Otros detalles
    El personal. La Hostería Caballo Campana cuenta con 20 colaboradores, que se dedican a las áreas de restaurante, alojamiento, administración. Cuando hay eventos se suman entre 40 y 60 meseros.

    El objetivo.Según el propietario, Óscar Saldaña, la hostería surgió por el capital generado en otro negocio, que era la venta de neumáticos de vehículos durante 35 años. “Crecimos gracias a la acogida de la gente y a nuestra constancia”. Los ingresos de Caballo Campana se reinvirtieron en el crecimiento de las instalaciones.

    El producto denominado Boda-Destino fue uno de los más demandados hasta antes del inicio de la pandemia. Cortesía Caballo Campana
    El producto denominado Boda-Destino fue uno de los más demandados hasta antes del inicio de la pandemia. Cortesía Caballo Campana
  • Con ‘snacks’ expanden su marca

    Carolina Enriquez

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    Un crecimiento acelerado en cinco años ha conseguido la productora de alimentos Comlasa. Álex Guanalema y Lourdes Toapanta, fundadores del negocio, dicen que la calidad de la oferta y el trabajo de la fuerza de ventas son los dos factores que han permitido lograr este resultado

    A finales del 2014, estos esposos buscaban una opción para adentrarse en la fabricación y venta de consumo masivo, sector en el que Guanalema ya había tenido tres años de experiencia anteriormente. La hallaron en una empresa que atravesaba una difícil situación económica.

    La pareja encontró un negocio que producía cueros reventados con el nombre Shalom. Esta empresa vendió a Guanalema y Toapanta el ‘know how’ y la marca. La inversión inicial de los esposos fue de USD 35 000 en esta compra y en maquinaria; luego destinaron otros USD 25 000 para adecuaciones, obtención del registro sanitario, contratar a un ingeniero en alimentos, entre otros.

    Ambos cambiaron el nombre anterior por el de Shalitos. El primer producto que se desarrolló fueron los cueros reventados, principalmente para uso en locros.

    Los emprendedores enfrentaron dificultades, entre ellas la mala repu­tación que dejaron los anteriores dueños del negocio, lo que hizo que muchos proveedores, al creer que eran los mismos, no quisieran darles crédito. Tenían que comprar la materia prima de contado, en un inicio.

    Conforme se fue estabilizando el negocio, los emprendedores sacaron tres presentaciones de cueros. Para 2016 se lanzó una línea de tostado y las ventas crecieron.

    En ese momento se decidió hacer otra inversión en maquinaria, importada de China. Un año después se incursionó en otras líneas como papas artesanales y chifles. El negocio empezaba a despuntar.

    La empresa desarrolló un equipo de ventas y de distribución en el sur de Quito. Fue un éxito total, ya que logró entrar en tiendas de esa zona.

    Comlasa, sin embargo, quería expandirse y desarrolló un programa piloto para distribución tienda a tienda con personal propio. Con ocho vendedores la compañía decidió expandirse en el norte de Quito.

    Este crecimiento obligó a realizar una nueva importación de maquinaria desde China, particularmente destinada a frituras.

    La empresa cuenta hoy con otras líneas como habas, papas chips en funda laminada, gomitas, variedades de chifles y tostado con otros ingredientes. Son en total 27 productos.

    Para el chicharrón se usa cerdo importado de Chile, Canadá y España. El maíz para el tostado es de la variedad mishca, que se produce en el centro del país; es un grano grande y suave.
    También hay una selección rigurosa en la compra de papas, maqueños, etc.

    Su éxito está en la fuerza de ventas, dice Guanalema. “Desde el inicio estuvo totalmente automatizada. Siempre hacemos encuestas a nuestros clientes, que son 25 000 en Quito”. La compañía también ofrece sus productos en otras provincias, entre las que están Cotopaxi, Chimborazo, Imbabura, Carchi y Sucumbíos.

    A corto plazo la empresa busca expandirse hacia la Costa y más adelante empezar a exportar a la región.

    La producción de esta empresa se realiza en su planta del sector de La Ecuatoriana, en el sur de Quito, donde trabajan 58 personas.

    Próximamente, los dueños buscan ampliar la planta porque consideran que por la alta producción alcanzado comienza a faltarles espacio en el área de almacenamiento.

    Asimismo, desde este año la compañía se está preparando para certificar la fábrica con Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). “Una vez que tengamos la certificación, vamos a evaluar el tema de la exportación. Hemos recibido un par de propuestas, sobre todo en Centroamérica. Hoy atendemos al mercado local, con calidad”, explica el dueño.

    Una estrategia importante que han desarrollado los emprendedores es tomar en cuenta los requerimientos y capacidades de las tiendas. Entregan solo el producto que los tenderos necesitan, ya que no siempre están en capacidad de llevar volúmenes grandes, porque no se vende todo.

    Carlos Paredes, dueño del micromercado Charly & Charly, considera buena la metodología que aplica este negocio. Asegura que los ‘snacks’ tradicionales tienen alta demanda dentro de la población.

    La planta de producción de Comlasa se encuentra en el sur de Quito, en el sector de La Ecuatoriana. Allí se elaboran los ‘snacks’ de cueritos. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    La planta de producción de Comlasa se encuentra en el sur de Quito, en el sector de La Ecuatoriana. Allí se elaboran los ‘snacks’ de cueritos. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Una marca de cremas para el cabello afro

    Marcel Bonilla

    (F)
    Contenido intercultural

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    Las mujeres afros ahora cuentan con una línea de cremas de peinar, acondicionador y champú, de la marca Afro Luna, que circula en el mercado desde hace un año.

    Este emprendimiento nació como resultado de encontrar un producto que se ajuste al cabello afro y rizado de las mujeres de Esmeraldas y el país.

    Josseline Samaniego, responsable de la marca, dice que empezó de cero con esa idea. En el camino aprendió a usar emulsionantes y el funcionamiento de las balanzas para tener la fórmula precisa.

    El trabajo lo emprendió después de experimentar en su cabello con alisados, queratina, rayitos, planchados y cepillados, hasta que su pelo no dio más y decidió cortarlo.

    Tras la decisión no sabía nada del proceso de transición y recuperación el cabello maltratado. Entonces empezó con productos que había utilizado antes, sin resultados; su cabello lucía seco.

    Desde ese momento intentó un tratamiento de forma natural con bicarbonato y agua, hasta crear una crema de peinar que se ajuste al cabello de las mujeres afros.

    Todos los intentos, nueve ocasiones, los experimentó con su cabello rizado, el que ahora luce como ejemplo en la portada de su marca Afro Luna.

    Después un año, finalmente pudo elaborar una crema, producto con el que llega a Guayaquil, Quito, Ibarra, Loja y Otavalo, donde tiene distribuidores.

    La crema está enfocada en personas de cabello afro, rizado y en transición. “Es una buena iniciativa para emprender con una temática afro”, señala Mary Quiñónez, representante de las mujeres afros y diversas de Esmeraldas.

    Desde los colectivos de mujeres afros también se impulsan los emprendimientos, que recogen prácticas ancestrales como la elaboración de conservar, artesanías y cocadas de sabores.

    En la actualidad Afro Luna cuenta con el acondicionador y champú para todo tipo de cabellos, con una proyección de posesionarse en el mercado local y nacional, con la ampliación de su laboratorio.

    Su pequeño capital de USD 50, con el que inició hace un año, ahora se ha multiplicado con ventas de USD 500 por semana, valor que varía si aumentan los pedidos de clientes a través de redes sociales.

    El marketing 2.0 ha sido clave para su campaña, en las que ofrecer sus cremas, con pequeños distribuidores en Quito y Guayaquil. Las presentaciones van desde 250ml, 500ml hasta un litro, con precios de 8, 15 y USD 25. En este emprendimiento trabajan cuatro personas de una misma familia.

    La producción en su laboratorio ubicado en la ciudad de Esmeraldas va desde 60 cremas semanales. La emprendedora trabaja con la promoción para doblar la producción semanal.

    “A parte del producto, hemos querido dar imagen a la mujer afro con la crema, sin necesidad de excluir, pues el acondicionador y el champú lo pueden usar cualquiera”, asegura Samaniego.

    Desde hace tres meses trabajan para registrar su marca Afro Luna y está en proceso la notificación sanitaria de Arcsa, que les permita ingresar a competir con otras marcas en el país.

    Antonina Vivas, directora de Turismo del Municipio de Esmeraldas, explica que los emprendimientos que impulsen la cultura e identidad del pueblo, están siendo tomados en cuenta para que se posicionen en el mercado.

    Con sus técnicos trabaja en los planes de negocios. Otras vía de promoción, son las ruedas de negocios que se desarrollan con otros emprendedores del país.

    Datos

    Para la elaboración de los productos cuentan con un pequeño laboratorio en su domicilio, donde elaboran la fórmula.

    El producto ha sido mostrado en las ferias de emprendimiento como La Placita y Soy Esmeraldas, que promociona la Prefectura.

    Una de  las proyecciones es tener una distribuidora del producto en cada provincia del país.

    Josseline Samaniego (derecha) es la creadora del producto que va ganando demanda. En la fotografía lo acompaña Luigi Amaya. Foto: Marcel BonIlla / LÍDERES
    Josseline Samaniego (derecha) es la creadora del producto que va ganando demanda. En la fotografía lo acompaña Luigi Amaya. Foto: Marcel BonIlla / LÍDERES
  • Una marca que promueve la identidad

    Redacción Esmeraldas (F)
    Contenido Intercultural

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    Una palmera y un coco estampados en las prendas de vestir es la imagen de la marca denominada Esmeraldeñísimo, que busca promover la identidad cultural de los ciudadanos esmeraldeños, dentro y fuera del país.

    El diseño de camisetas, lazos, bolsos, carteras, ternos de baño, vestidos casuales y deportivos, son parte del trabajo que realiza la marca desde hace seis meses.

    Uno de los fines es sentirse orgulloso de ser esmeraldeño, con sus costumbres y tradiciones. A través de esta marca se impulsa dichos de la jerga afroesmeraldeña.

    Entre las frases están ‘orgullosamente esmeraldeño’, ‘soy más esmeraldeño que el tapa’o’, ‘más rica que la cocada’, ‘enamorado de una esmeraldeñísima’, ‘más salado que pescador’, etc.

    Jhakira Recalde, dueña del emprendimiento, explica que siempre ha estado enamorada de su tierra, sus playas, paisajes, gastronomía y ese estilo particular de la gente para decir las cosas a su manera. Busca plasmar todo eso con su marca de prendas.

    Al inicio empezó a colocar en camisetas fotografías de paisajes y atardeceres de las costas esmeraldeñas, luego impulsar una línea de ternos de baños y vestidos con su marca y distintivos.

    Sus primeros pasos los dio con un capital propio de USD 500. Ahora tiene una inversión de más de USD 5 000, en telas y máquinas. “El crédito que recibí de BanEcuador, de USD 3 000, permitió capitalizarme y fortalecer mi emprendimiento”, señala Recalde.

    Su tienda está ubicada en el centro de la ciudad, donde exhibe sus modelos con la ayuda de tres colaboradoras que trabajan en la confección y grabado de su sello.

    La marca también se estampa en sombreros, viseras y sandalias. La idea es crear una amplia línea de artículos que hablen de lo que se hace en Esmeraldas con diferentes frases tradicionales.

    La producción varía de acuerdo con la ocasión. Por ahora, la mayor demanda que tiene es de trajes de baño por estar próximos a la temporada de Carnaval.

    Las clientas prefieren colores que hablen de Esmeraldas, por eso se utiliza el blanco y verde.
    Betsy Carriel, una de las clientas, señala que no solo destaca el producto, sino su significado. “Hoy más que nunca Esmeraldas necesita promover su cultura a propósito del decenio del pueblo afrodescendiente”, comenta.

    Según Carriel, dedicada a temas de comunicación visual, se necesita proyectar una imagen de Esmeraldas en otros ámbitos como el diseño de vestidos y trajes de baño con temática afro.

    Los costos de las prendas van desde USD 20 hasta USD 35. Los vestidos se entregan con accesorios para el cabello como lazos de colores; son el valor agregado para atraer a las clientas.

    La mayoría de los pedidos se los hace a través de plataformas digitales como Instagram y Facebook, en las que se ubica a la marca con el nombre esmeraldeñísimo. “Estas son las iniciativas que buscamos que se promuevan en Esmeraldas”, señala la economista Roxana Benites, catedrática de la Escuela de Pymes de la Universidad Católica de Esmeraldas.

    Ella cree que se puede vender la cultura afroesmeraldeña a través de ese tipo de negocios porque entre los saberes no solo están música y danza ancestral. Considera importante “vender las tradiciones por medio de una marca que nos identifique”, comenta.

    Desde la universidad, Luis Vargas Torres trabaja con los estudiantes en tema de emprendimientos, con la finalidad de poner en marcha proyectos relacionados con la cultura, explica el rector, Girard Vernaza.

    En esa institución se promueven iniciativas relacionadas con medicina ancestral y el tema cultural. Además, se impulsan otros emprendimientos en los que se utilizan nombres que representen las culturas en sus negocios, como ocurre en el balneario de Las Palmas donde una heladería lleva el nombre de Andarele, canción tradicional del folclor afro.

    Jhakira Recalde es la dueña del emprendimiento. Cada una de las piezas que ofrece vienen con accesorios. Las frases también se colocan en calzado. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Jhakira Recalde es la dueña del emprendimiento. Cada una de las piezas que ofrece vienen con accesorios. Las frases también se colocan en calzado. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • El chocolate y el café inspiraron su marca

    Cristina Marquez

    (F)
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    Los bombones que fusionan licores tradicionales con el sabor intenso del chocolate y el café son el producto estrella de Saté, una marca que comercializa cuatro tipos de productos: cosméticos, bebidas con y sin alcohol, artesanías y chocolatería fina.

    El emprendimiento es parte del proyecto Aroma Ecuador, una marca que vincula a más de 15 000 agricultores de Los Ríos, Esmeraldas, El Oro, Napo y Orellana. El propósito de la empresa es difundir los sabores característicos del cacao y el café ecuatoriano, y vincularlos al turismo.

    Saté se inició en abril del 2017 cuando su propietario, Patricio Yucta, y su esposa, Ligia Asqui, decidieron emprender con un negocio propio. Ambos se especializaron en turismo y en gestión de proyectos.

    Además, Patricio llevaba cerca de 15 años trabajando para la organización no gubernamental Conservación y Desarrollo. Él colaboró en el impulso de la Ruta del Cacao, un producto turístico que funciona en cinco provincias.

    Como parte de esta iniciativa, los turistas visitan las fincas donde se siembra cacao, pueden degustar una variedad de productos hechos a base del chocolate e incluso pueden probar la fruta. El trabajo en ese proyecto le acercó a los agricultores, aprendió todo sobre cata y maridaje de diferentes variedades de cacao y café, e inspiró su plan de negocio.

    “Me enamoré del chocolate ecuatoriano porque hay diversidad de sabores y variedades en un país tan pequeño. Empecé a encontrar oportunidades para emprender; la experiencia ya la tenía”, cuenta Patricio Yucta.

    Él y su esposa invirtieron USD 15 000 de su capital familiar en la adquisición de equipos para manufacturar algunos de los productos que se ofrecen en su menú, como los bombones rellenos y una cerveza artesanal con sabor a chocolate y café.

    La pareja se capacitó sobre la elaboración de estos productos, que se consideran estrellas en sus vitrinas. Los bombones se venden individualmente o en presentaciones de nueve chocolates, los bombones se pueden adquirir desde los USD 0,50.

    “Me encantan los sabores únicos de los chocolates de Saté, son intensos y aromáticos”, dice Carmen Asqui, una cliente.

    La empresa abrió su primer punto de ventas en julio de este año en la Plaza Artesanal del Tren, en Riobamba. Según el propietario, el sitio se escogió estratégicamente debido al pasado histórico que vincula a esa ciudad con la industria del cacao en el país.

    “Antiguamente, el cacao se transportaba en tren y Riobamba se convirtió en un punto estratégico para el comercio de este producto. La fruta trajo mucho movimiento económico”, cuenta Yucta, quien investigó la historia del producto en el país.

    Él comparte todos sus conocimientos sobre el chocolate y el café con los turistas que visitan la Estación del Tren. Recientemente abrió un nuevo stand en la comunidad Jatari Campesino, situada en las faldas del volcán Chimborazo, donde funciona un proyecto de turismo comunitario.

    Allí la gente de la comunidad tiene un pequeño museo donde se exhiben prendas hechas con lana de alpaca y se muestran productos tradicionales de la zona. La idea de los emprendedores es vincular el pasado histórico del chocolate a la cultura andina.

    Para lograrlo, las mujeres de la zona ya están recibiendo capacitación sobre el chocolate y el café ecuatoriano. El objetivo es que en el futuro sean ellas las administradoras de una franquicia de Saté.

    “Empezamos por motivar el consumo de estos productos ecuatorianos en las comunidades. Queremos que ellas se enamoren de los sabores locales”, dice Yucta.

    Patricio Yucta, dueño del negocio, dice que el primer punto de ventas de Saté funciona en la Estación del Tren, situada en el centro de Riobamba. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
    Patricio Yucta, dueño del negocio, dice que el primer punto de ventas de Saté funciona en la Estación del Tren, situada en el centro de Riobamba. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES