Etiqueta: mercado

  • Mujeres indígenas buscan mercado con apoyo extranjero

    Marcel Bonilla (F)
    Contenido intercultural

    Tres mujeres éperas caminan por un terreno húmedo de ocho hectáreas, mientras revisan las plantas de chocolatillo, materia prima utilizada para la elaboración de artesanías.

    Ellas utilizan pantalón, botas de caucho y suéter con mangas largas, para cubrirse de los mosquitos, en la población de Santa Rosa, norte de Esmeraldas. Con el apoyo de técnicos del programa de las Naciones Unidas, revisan que las plantas tengan la talla necesaria para el corte y la madurez suficiente para su utilización.

    Desde hace un año, la Asociación de emprendimiento y desarrollo de los jóvenes de la nacionalidad Épera-Siapidara del Ecuador recibe apoyo técnico para mejorar la producción de fibra natural y la elaboración de sus artesanías.

    La presidenta de la organización Florinda Chirimía, explica que se ha mejorado la técnica de cultivo del bejuco, que permitirá una mayor producción y satisfacer la demanda de objetos artesanales.

    En la comunidad de Santa Rosa, 59 mujeres, acompañadas de sus esposos, trabajan en elaboración de artesanía como las esteras, sopladores, carteras, canastos, sombreros, petacas y bolsos.

    Jénnifer Capena y María Chipúa son dos indígenas que han heredado el talento para tejer a mano sombreros, cartera y bolsos. Ellas acompañan a Florinda Chimiría en el recorrido de la producción.

    Los nativos siembran el chocolatillo, una planta propia de la zona, que crece en suelos anegados, las que extraen para su aprovechamiento en la elaboración de las artesanías.

    María Chiripúa señala que primero siembran el cogollo de la fibra. Cuando ha crecido se corta con machete, se raspa y se extrae la fibra con la mano para luego ser tinturado. La planta crece en bosques anegados y suelo húmedo.

    En la fabricación de los objetos, en ocasiones, se raspa el tallo antes de extraer la fibra o venas, para obtener otro color natural. La vena más fina da varios tonos como el verde o amarillo pálido.

    Las mujeres cortan los tallos maduros para retirar la capa verde; se extrae en tiras, se quita la médula y se aplana con la mano para obtener las cintas.

    Celio Vera, técnico de la Prefectura de Esmeraldas, explica que se trabaja en el mejoramiento de la reproducción vegetativa del chocolatillo.

    La cestería elaborada por los indígenas ha empezado a venderse en diversos mercados del país como en Quito, bajo pedidos, así como en las ruedas de negocios que se promueven en la provincia.

    Un convenio firmado entre la Prefectura de Esmeraldas y el Programa de las Naciones Unidas, permite la intervención en algunas organizaciones de mujeres emprendedoras como las éperas.

    La Prefectura de Esmeraldas ayuda con técnicos del Departamento de Desarrollo Productivo. La metodología utilizada es la denominada Creciendo con su negocio, en la que ayudan a mejorar la producción y ponerle en el marcado el producto.

    Una vez que se ha cumplido con el proceso para obtener una marca y mejoramiento de la presentación de los productos, se busca mercados para las artesanías.

    Las emprendedoras reciben asesoramiento de los técnicos del Departamento de Fomento Productivo de la Prefectura de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Las emprendedoras reciben asesoramiento de los técnicos del Departamento de Fomento Productivo de la Prefectura de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • La quinua perdió protagonismo por baja en el mercado mundial

    Carolina Enriquez

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    La producción de quinua en el país volvió a reducirse este año. Tras el ‘boom’ de ese cereal, que se produjo en el 2013, los agricultores ahora están desmotivados por la caída del precio en el mercado internacional y la fuerte competencia en precios con la producción de Perú y Bolivia.


    “El año pasado nos quedamos con la quinua guardada en la bodega. No pudimos vender más que la mitad a pesar de que somos socios de Coprobich”, cuenta María Manuela Tene, agricultora de Colta, en Chimborazo.

    Esa provincia llegó a ser la primera productora de quinua a escala nacional. Para este año sólo se sembraron alrededor de 500 hectáreas en Guamote, Colta y Riobamba. La gente optó por reemplazar la quinua con otros cereales como trigo y cebada.

    El declive de la quinua se inició en el 2015, cuando hubo sobreproducción en Perú y Bolivia, los mayores abastecedores del mundo. Los precios bajaron y los exportadores del país perdieron clientes.

    Eso hizo que Coprobich sólo pudiera adquirir el 50% de la producción de sus 120 socios. Ellos envían sus productos a Francia.

    “En el mercado local no hay suficiente demanda, la gente aún no valora nuestro producto y competir con los países vecinos cada vez es más difícil porque su producción se incrementa cada año y la nuestra se reduce”, dice preocupado Manuel Abemañay, gerente de la empresa.

    En el 2016, en Chimborazo había 3539 agricultores que destinaron casi la totalidad de sus campos al cultivo, pero para el 2017 el número se redujo a 2447 agricultores y se prevé que para finales de este año incluso baje más.

    La decepción de los agricultores se produjo debido a las altas expectativas que se prometían respecto a la semilla, cuando en el 2013 se declaró el año internacional de la quinua. Con ese anuncio surgió una campaña para motivar la siembra y el consumo, que alcanzó su punto más alto en el 2015.

    Ese año en el país se sembraron 7 886 hectáreas con quinua y la meta nacional era de 10 000. El Ministerio de Agricultura y Ganadería(MAG) entregó semillas certificadas y kits que contenían insumos orgánicos para la siembra en 19 comunidades.

    Pero ese mismo año los precios cayeron por la sobreproducción a escala mundial. Los agricultores esperaban vender el quintal de quinua orgánica al granel en USD 120 en el mercado internacional, y terminaron comercializándola hasta por USD 25 en las ferias y centros de abasto locales.

    Según Pro Ecuador, a pesar de la acogida de la quinua en los mercados internacionales, la competitividad en precios es el factor que impide el crecimiento de la exportación de quinua ecuatoriana, pero también identificaron ventajas.

    “La variedad de quinua ecuatoriana tiene un alto grado de calidad por la textura para usos industriales, (engrosa mucho y genera altos rendimientos). Es una variedad baja en saponina lo que hace que su escarificado o lavado sea también más amigable y su color dorado da una percepción visual. Es diferente a la quinua de nuestros competidores”

    Según Patricio Juelas, gerente de Sumak Life, la apreciación del dólar influyó en la caída de la quinua. “Nos tocó reducir el 45% de los precios para no perder competitividad en el mercado”.

    Los directivos optaron por una nueva estrategia para no perder la rentabilidad de la empresa, que tiene un objetivo social. Incorporaron a su menú productos elaborados con quinua como galletas, barras energéticas, ‘pop’ de quinua, entre otros, que se comercializan en supermercados locales.

    Los productos elaborados se venden desde diciembre del 2016 y han sostenido a la compañía.

    Sumak Life logró ventas por USD 62 000 con la nueva línea.

    El país apuesta por derivados de Quinua

    En Ecuador, la exportación de quinua es más rentable si son productos elaborados a base de la semilla en lugar de al granel.

    La producción nacional no logra satisfacer los altos volúmenes que demandan los compradores. Según el Ministerio de Agricultura, en el 2017 se produjeron 1 286 toneladas. Bolivia y Perú, líderes en este rubro, sobre las 80 000.

    Carlos Gutiérrez, gerente de Corporación Kunachía, exportadora de productos hechos con superalimentos, dijo que desde hace tres años comercializan bienes con valor agregado a base de quinua (cuatro con chía). “No somos competitivos como país para vender al granel. Por eso tenemos que generar una nueva oferta con snacks, galletas, etc., para competir en mercados internacionales”.

    Vende bocaditos y harina a base de la semilla andina a EE.UU., Canadá, México y Chile; harina solo a EE.UU. Para este negocio la clave es presentar una oferta diversa; analiza colocar a futuro nuevos productos: mezclas para muffins, cupcakes, pizzas, cereales, entre otros.

    Kunachía aprovechó, aunque de una manera diferente, el ‘boom’ de la quinua que arrancó con su Año Mundial (2013). Sus ventas han crecido; en el 2016 vendió 40 toneladas; en el 2017, unas 180.

    Una imagen de la planta en la que se procesan los productos de Kunachía. La empresa también produce y vende snacks de chía, superalimento. Foto: Cortesía Corporación Kunachía
    Una imagen de la planta en la que se procesan los productos de Kunachía. La empresa también produce y vende snacks de chía, superalimento. Foto: Cortesía Corporación Kunachía

    Según Pro Ecuador, en el 2017 las exportaciones de elaborados de quinua crecieron 153,6% respecto del 2016 y en toneladas del 1487%. La oferta incluye harinas, cereales, barras, bebidas y mezclas para diversas comidas.

    En relación con el producto al granel, Xavier Rosero, jefe técnico de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), dice que del 2013 al 2014 la exporta­ción creció en 774%. Pero de 2015 a 2017 el volumen prácticamente no varió; tampoco hubo muchos cambios en cuanto a las exportadoras y países (info).

    Rosero concuerda con Gutiérrez en las diferencias entre el país y los grandes productores a la hora de cumplir con los requerimientos de los compradores.

    Según Fedexpor, Perú y Bolivia satisfacen el 75% de la demanda mundial (Ecuador menos del 2%). Los principales compradores son EE.UU., la Unión Europea (UE), Israel, Suiza, China, etc.

    En los últimos dos años los agricultores, dice Gutiérrez, enfrentaron otro problema. Luego del 2013 el Gobierno empezó a comprar la semilla a precios altos, pero tras las crisis y el terremoto eso cambió, hubo demasiado stock y los valores cayeron.

    Fue entonces que mucha gente se decepcionó del negocio de producción de quinua y optó por otros cultivos. En este escenario, los exportadores usan lo que hay para bienes terminados.

    José Oleas, gerente de Agroalina, exportadora de productos a base de quinua, dice que trabaja con tres haciendas que obtienen la semilla de manera orgánica. “Son plantaciones constituidas grandes, con maquinaria, en Pichincha e Imbabura”. Su planta de producción está en Tabacundo.

    Un inconveniente que ha encontrado entre los agricultores es que trabajan de manera aislada, falta una mayor asociatividad.

    La empresa nació hace tres años. Las primeras exportaciones fueron de dos contenedores con producto al granel; luego, dejaron de hacerlo y se concentraron con bienes terminados bajo la marca de Urcohuasi Farms.

    “El costo del kilo al granel puede ser de USD 2, pero procesado vale 5. No vale la pena comercializar al granel”, manifiesta Oleas.

    Hoy, la empresa tiene más de 20 productos de exportación. Entre ellos están mix con diferentes productos, desayunos, apanaduras, postres entre otros.

    Los agricultores de Chimborazo reemplazaron sus cultivos de quinua con trigo y cebada. Solo 500 hectáreas se sembraron con quinua. Foto: Raúl Díaz para LÍDERES
    Los agricultores de Chimborazo reemplazaron sus cultivos de quinua con trigo y cebada. Solo 500 hectáreas se sembraron con quinua. Foto: Raúl Díaz para LÍDERES
  • Nueva marca de autos chinos gana mercado

    Redacción Quito

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    En los primeros siete meses de Changan en Ecuador sus ventas tuvieron un crecimiento exponencial. Así detallan los directivos de la marca de autos chinos.

    La firma está en el país desde diciembre pasado. Pablo Ubidia, gerente comercial, explica que durante su primer mes de operación vendieron 23 unidades, mientras que para julio actual se espera vender unas 100.

    Los vehículos vienen desde China de la mano de los grupos empresariales Baca, Vázquez y Carlos Larrea. Hoy en día la compañía automotriz tiene operaciones en Latinoamérica en Chile, Perú, Paraguay Bolivia, Colombia y Ecuador,

    En el país se comercializan cinco modelos, que incluyen SUV y dos tipos de vehículos para distribución de productos: furgoneta y camioneta. Estos últimos, que son la novedad en Ecuador, se destacan porque tienen comodidades para los conductores; tanto el balde como las puertas pueden abrirse hacia atrás y hacia los lados.

    Los modelos están disponibles en concesionarios en cinco ciudades del país: Quito, Guayaquil, Ambato, Santo Domingo de los Tsáchilas y Cuenca. En un tiempo llegarán a Latacunga.

    Marcelo Sandoval, gerente General de Changan, señala que la firma cuenta con ‘stock’ de repuestos y talleres en todas esas urbes.

    Además, los directivos indican que se trata de productos que solo cuentan con versiones semifull y full. Esto se debe a que la marca busca ofrecer el mayor equipamiento posible para la comodidad de los clientes.

    En Ecuador, durante el primer semestre del año, los vehículos chinos representaron el 11,9% de las ventas totales de automotores, según la Asociación de Empresas Automotrices (Aeade). El año pasado fueron del 16% y en el 2016 alcanzaron el 13%.

    En Ecuador existen 36 marcas automotrices que venden vehículos livianos y pesados de origen chino. Las unidades comenzaron a llegar al país hace más de 13 años.

    Changan debutó en el mercado automotriz hace 66 años. Hoy, a escala mundial, cuenta con 12 establecimientos de producción y 32 plantas vinculadas al sector.

    La compañía emplea a 90 000 personas. Y durante el 2016 produjo 3 millones de unidades.

    Tiene 13 bases de producción en Beijing, Heibeg, Jiangsu, Chongquing, Heilongjiang, Anhui, Zhejiang, Jiangxi, Guangdong, Pakistán, Irán, Rusia y México.

    Recientemente, los directivos de la marca en el país realizaron una visita a China, en donde conocieron la fábrica, el centro de investigación y desarrollo y el área de prueba de manejo. “La planta tiene una amplia gama de procesos automatizados y robotizados. Paneles que revisan los indicadores de producción en cada momento. Es una marca que también está comprometida con el medioambiente”, dice Ubidia.

    En el centro de desarrollo se puede observar todo el portafolio de productos de la marca, incluidos vehículos híbridos y eléctricos. De igual forma, Changan tiene 224 hectáreas de pruebas de manejo, “casi una ciudad”.

    En ese sitio se simulan diferentes tipos de terrenos, pendientes, baches, etc. La idea es probar la reacción de los vehículos en distintas zonas de circulación.

    Daniel Yánez, jefe de ventas de la marca en Ecuador, destaca la tecnología con la que se produce y que se incluye en los vehículos.

    Uno de ellos es el modelo SUV CC15, el de mayor demanda en Ecuador. El consumidor local gusta de este tipo de vehículos por su tamaño y equipamiento.

    A futuro, el plan de la marca es introducir nuevos modelos tanto en SUV como en sedán. “Actualmente, estamos ofreciendo a nuestros clientes el plan pioneros. Se trata de un bono de USD 1 000 para la compra y mantenimiento gratis por un año”.

    Pablo Ubidia y Daniel Yánez, gerente Comercial y jefe de Ventas de Changan. Las oficinas se encuentran en el norte de Quito. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Pablo Ubidia y Daniel Yánez, gerente Comercial y jefe de Ventas de Changan. Las oficinas se encuentran en el norte de Quito. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Los tsáchilas venden sus productos en un mercado

    María Victoria Espinosa

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    En el centro de Santo Domingo se fundó un mercado para que los tsáchilas pudieran vender los productos que siembran y cosechan en sus comunas.

    Hace 15 años, los vecinos de la urbanización Albarracín decidieron donarles un espacio a los tsáchilas para que instalaran un mercado artesanal y productivo.

    María Calazacón recuerda que esa decisión se tomó, luego de que un grupo de tsáchilas le contara a los vecinos las dificultades que tenían para comercializar sus productos en los mercados.

    Una de las razones era que debían pagar un arriendo para poder vender en los mercados y un vehículo para que los transportara desde las comunas hasta la ciudad con sus productos. “No era rentable porque teníamos poca producción y no nos quedaba nada para nosotros”.

    En ese terreno, construyeron pequeñas cabañas con materiales como el pambil y la caña guadúa, que obtuvieron de los bosques nativos. Ahí, 32 tsáchilas exhiben de lunes a domingo productos como la piña, plátano, papaya, naranjas, entre otras, que se dan en las parcelas tsáchilas.

    Cada tsáchila invirtió alrededor de USD 50, para acondicionar el terreno para construir las cabañas y recibir a los clientes. Además hicieron estanterías y sillas de madera para acomodar productos.

    Entre los frutos más comercializados están el plátano, las naranjas y la piña. Esos productos son comprados por dueños de los restaurantes aledaños al mercado. “Solo nos pitan y ya sabemos que vienen a comprarnos y le llevamos las frutas”, dice Calazacón.

    Las artesanas también venden collares, pulseras, faldas típicas y artículos de madera para el hogar.

    Los tsáchilas reciben alrededor de 60 clientes semanales en el mercado. La mayoría son vecinos de la urbanización, aunque también llegan personas de otros lugares para buscar productos orgánicos.

    Uno de los clientes es Miguel Flores. Él señala que los productos tsáchilas aún se cosechan con las técnicas ancestrales y que por ello no contienen químicos. “El sabor es diferente, más natural”.

    Además son alimentos económicos. Los tsáchilas ofrecen piñas desde USD 0,50 y racimos de verde desde USD 3.

    El Ministerio de Agricultura y Ganadería les ayudará a organizar una feria artesanal y productiva cada jueves para atraer a más clientes. La semana anterior se realizó la primera feria con la que se re inauguró el mercado.

    Miguel Aguavil, presidente de la Asociación de Tsáchilas, afirma que a diario se seguirá atendiendo a los clientes. Pero que el jueves habrá más variedad de productos.

    Susana Aguavil, de la comuna Colorados del Búa, afirma que para economizar USD 20 diario que cuesta un vehículo para transportar los productos desde la comuna hasta el mercado, ella solo saldrá los jueves a vender sus productos en la feria. “Hay días que se vende poco (USD 10). Pero en la primera feria vendimos más de USD 100 en frutas”, asegura.

    María Calazacón, de la comuna Chigüilpe, en cambio, venderá a diario debido a que en su cabaña puede almacenar los productos y por eso solo ocupa un vehículo semanalmente, por el que paga USD 10.

    Según el gobernador tsáchila, Javier Aguavil, se trabajará en la promoción de la feria. Se hará a través de la radio comunitaria tsáchila Sonba Pamin. También harán la invitación a través de las redes sociales.

    A esa iniciativa de la feria también se unirán los tsáchilas que realizan remedios naturales y artesanías como collares y pulseras para evitar las malas energías.

    María Calazacón es una de las vendedoras del mercado tsáchila, ubicado en el centro de Santo Domingo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    María Calazacón es una de las vendedoras del mercado tsáchila, ubicado en el centro de Santo Domingo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • Bianca Dager: ‘El mercado verde tiene más demanda’

    Carolina Enriquez

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    Bianca Dager es la directora ejecutiva de los premios Latinoamérica Verde habla de cómo hay mayor interés por la economía ambiental en el mundo y sobre el interés de los emprendedores latinoamericanos en temas vinculados al cuidado del planeta y el desarrollo social. 

    ¿Qué tan fuerte es el interés que tienen los emprendedo­res de América Latina en generar iniciativas vinculados al medioambiente y al desarrollo social?

    El mercado verde o ambiental es el de mayor crecimiento en el mundo. Esto se traduce en que hay un desarrollo de negocios vinculados con la producción y venta de alimentos orgánicos, proyectos que apoyan la reforestación o que son carbono neutro. También hay aquellos que trabajan con grupos vulnerables. Lo más importante es que son los consumidores quienes marcan esta tendencia.

    ¿Qué motivaciones encuentran en estos procesos?

    Una de las motivaciones es la supervivencia. Cada vez los seres humanos tenemos que ser más responsables con los recursos porque somos más personas en la región y el planeta. Estos emprendedores toman en cuenta el cuidado ambiental en toda la cadena de valor, en el uso de materia prima, en la tecnología más eficiente, entre otros.

    ¿Qué retos deben enfrentar estos emprendimientos?

    El reto está en hacerse cada vez más visibles y que estén en los lugares de consumo del día a día. Por ejemplo, que cada vez haya más opciones verdes en los supermercados y centros comerciales. La idea es que estén disponibles para los consumidores comunes.

    ¿Cómo es el consumidor actual?

    Es uno cada vez más consciente de la situación en la que está el planeta y, por lo tanto, que prefiere la oferta de la economía verde. Si bien en algunas áreas los productos etiquetados como verdes son más caros, hay un trabajo para que estos dejen de ser solo para ciertos nichos y puedan acceder a estos más personas en el mercado.

    Actualmente, ¿la economía ya funciona en modo ‘verde’?

    Economía, desarrollo sostenible y medioambiente son compatibles y se los debe impulsar de manera conjunta. El sistema financiero juega un rol clave para el desarrollo de negocios vincu­lados a estos temas. La banca, actualmente, cada vez incorpora más en los análisis de crédito los impactos sociales y ambientales. Tiene la responsabilidad de generar mayores productos financieros para apoyar a programas, proyectos, iniciativas y emprendimientos que le hagan bien a la economía, al ambiente y la sociedad.

    ¿Qué cifras muestran que hay más gente desarrollando negocios en temas medioambientales y sociales?

    Un dato importante sale de los premios Latinoamérica Verde. Este es un concurso y una comunidad de proyectos del sector público, privado y sociedad civil que busca un impacto positivo social y ambiental, sumado el apoyo de la banca como dinamizador de la economía verde. En la quinta edición, que se desarrollará en agosto, están registrados 2 733 proyectos , es decir, 300 más que el año pasado. Son de 712 ciudades y 30 países en la región y el Caribe.

    ¿Por qué este crecimiento?

    Existe un despertar. La comunidad sigue creciendo. El año pasado el 82% de los participantes que estuvieron en el proceso de selección y fueron a la premiación generaron conexiones. Esto se traduce en que hayan logrado generar alianzas o asociaciones para expandir proyectos, socializarlos, internacionalizarlos, concretar acuerdos económicos, etc.

    Usted hablaba de la importancia de que los emprendimientos ambientales y sociales se visibilicen más. ¿Qué acciones han desarrollado como premios Latinoamérica Verde para lograr esto?

    Esta edición se llevará a cabo en Puerto Santa Ana, la primera vez que se realiza allí. Llevamos a los participantes a uno de los lugares representativos de Guayaquil. La idea del evento, precisamente, es exhibir, conectar y premiar (…) junto con el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) estamos trabajando en dos ejes. Uno es tener una plataforma comercial: una rueda de negocios en la que junto con los representantes de los proyectos también estarán miembros de la banca, inversionistas y aceleradoras especializadas en iniciativas de impacto. Adicionalmente, habrá un diálogo para promover la economía verde en la región y por primera vez se presentarán stands para una mayor interacción.

    Al revisar los emprendimientos participantes y ganadores de la ediciones anteriores, se observa que aquellos vinculados con el agua tienen mucha aceptación. ¿Cuál es la importancia de este aspecto en América Latina y, principalmente, Ecuador?

    De hecho, el ganador de esta categoría el año anterior fue ecuatoriano. El proyecto buscó una correcta articulación de los sectores público y privado para la sostenibilidad del agua; además, involucró a la comunidad. El agua es un recurso claramente amenazado (..) este año estamos viendo que las industrias están tomando en cuenta el rol que juega este recurso en la supervivencia y desarrollo de los negocios. Los recursos naturales son la base de la economía; muchas de las guerras se han dado por el control de estos.

    La parte de desarrollo humano también se destaca.

    La innovación social, el crear más oportunidades, educación y género son algunas de las áreas en las que incursionan los emprendedores con sus proyectos. Por ejemplo, el año pasado ganó una iniciativa sobre consumo responsable de un papel que se transforma en un producto con semillas para usarse en escuelas y colegios. Este año, uno de los finalistas es un programa de género, de mujeres, para recolección de aceites usados de cocina. Buscan la sostenibilidad y el desarrollo económico.

    Los finalistas, además de la visibilización, ¿qué otros beneficios obtienen?

    Hacemos una agenda para presentar a los proyectos con organizaciones que puedan significar oportunidades de crecimiento. Tenemos, además, 85 alianzas estratégicas a través de las cuales ciertas empresas buscan iniciativas, según los intereses que tengan. En un caso, por ejemplo, se hace mentoría con los emprendedores y luego acceden a inversión.

    Hoja de vida

    Estudios.
    Ingeniera agrónoma por la Universidad Earth (Escue­la de Agricultura de la Región Tropical Húmeda), Costa Rica; tiene una maestría en Administración de Empresas de Universidad de Especialidades Espíritu Santo y un diplomado en el IDE de Responsabilidad Social.

    Experiencia.
    Es fundadora y direc­tora ejecutiva de Pre­mios Latinoamérica Verde; directora corporativa en Sambito. Preside Alma, grupo de mujeres profesionales que con campañas de educación ambiental fomenta estilos de vida más sustentables en las familias. Obtuvo el primer León de Oro de Cannes para Ecuador en la Cumbre Internacional del Medio Ambiente. Ha estado en otros encuentros.

    Dager es fundadora y direc­tora ejecutiva de Pre­mios Latinoamérica Verde; directora corporativa en Sambito. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Dager es fundadora y direc­tora ejecutiva de Pre­mios Latinoamérica Verde; directora corporativa en Sambito. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Tom G. Palmer: ‘El libre mercado cura al amiguismo’

    Pedro Maldonado

    Usted editó el libro ‘La moral del capitalismo’ y su charla que dio en Quito fue del mismo tema. ¿Cuál es el punto que quiere mostrar?
    Muchas personas asumen que el intercambio de bienes es injusto, que si alguien logra ganancias, alguien tiene que perder. Y eso es un error. Cuando el intercambio es voluntario, las dos partes obtienen beneficios. Entonces la creencia común de que los negocios son injustos tiene que ser desafiada. Hay negocios honestos y cuando uno trabaja con buena voluntad se crea valor, se comparte ese valor con los clientes, vendedores, empleadores y para toda la sociedad. Quiero tener distintas perspectivas desde China, Latinoamérica, África, Europa, EE.UU. para explicar la manera en la que el libre mercado y el capitalismo crean prosperidad para todos. Hay muchas personas que tienen amigos en el gobierno y obtienen privilegios, subsidios o favores especiales, ese sistema es predatorio e injusto. Para ese mal, llamado ‘cronyism’ o amiguismo hay una cura: el libre mercado y la competencia.

    ¿Lo que usted propone es una defensa del capitalismo?
    Una defensa del libre mercado, distinguido de su rival que es ese amiguismo. En el mundo en el que vivimos, la idea del socialismo ya no es seria, porque siempre falla. Venezuela es el ejemplo más reciente, pero los socialistas siempre han dicho que se siga intentando, piden una nueva oportunidad en un nuevo país y siempre fallan. Hoy tenemos la oportunidad de elegir entre dos sistemas: el libre mercado o el amiguismo. Debemos rechazar el amiguismo y abrazar el libre mercado, el intercambio basado en el imperio de la ley, la igualdad de todos ante la ley.

    Muchas veces se confunde la izquierda o la derecha con el populismo autoritario…
    Es interesante ver una convergencia entre la extrema izquierda y la extrema derecha, en contra de quienes están en el medio. Pienso que en la mitad está la gente que quiere vivir su propia vida, criar a sus niños, estudiar y vivir bien. Y los extremos, de izquierda o derecha, exigen que vivamos conforme a sus visiones. Ejemplos son Mussolini o Stalin, que tenían una visión para los demás. En los últimos 10 años hemos visto esta convergencia de movimientos extremos y allí aparece el populismo cuando dice: ‘nosotros somos la verdad, somos la gente auténtica’, entonces los demás no son personas, son enemigos por destruir. En EE.UU., Donald Trump representa esa visión, él tiene discursos populistas y asegura que ‘lo único que importa es la unificación de las personas’. Una mentalidad igual fue la de Hugo Chávez, en Venezuela, o ahora la de Erdogan, en Turquía.

    ¿Y por qué la gente cree en el populismo?
    Algunos creen y algunos no. Trump fue electo legalmente, pero con menos votos que Hillary Clinton; ella no hizo una buena campaña y perdió.

    ¿Y en Latinoamérica?
    La tendencia está en la derecha y ahora Latinoamérica está en recuperación.

    ¿Hasta cuándo?
    Ya veremos. El futuro es difícil de predecir. Pienso que lo que ha pasado en Venezuela o Brasil ha hecho reflexionar. Venezuela, uno de los países que tuvo en el pasado altos índices de bienestar, ahora tiene a gente realmente hambrienta, una catástrofe que rompe el corazón. Es una advertencia para el resto del mundo, de no cometer esos errores. En Ecuador vemos un cambio y se está cerrando un capítulo en su historia y empezando uno nuevo. Soy optimista y pienso que América Latina está en la dirección correcta. Argentina, por ejemplo, está tratando de hacer lo correcto.

    ¿Qué ocurre con la libertad económica en la región?
    La región ha estado dividida tradicionalmente entre la clase alta, con acceso a la ley, y una clase baja que vive de manera informal. Se necesita un cambio del imperio de la ley que abarque a todos. Eso no es fácil, requiere mucho esfuerzo. Pienso que la clave es llevar al sector informal a la economía, a la luz del día, al imperio de la ley. La meta es mantener al poder por debajo de la ley.

    Es una meta de largo plazo. ¿Cuánto deberíamos esperar para alcanzarla?
    Lo primero es no esperar, no perder tiempo y trabajar duro. Un país puede pasar de ser pobre a rico en una generación. Corea del Sur, en los años 60 era muy pobre, pero abrió su economía, logró acuerdos globales, creó una clase media que demanda bienes y servicios y ahora es un país próspero, estable y rico. Esto porque tomó las decisiones correctas en economía y políticas públicas.

    ¿En América Latina se puede seguir el ejemplo de Corea del Sur?
    Creo que sí. Vemos países con desempeños económicos muy distintos. La burocracia es menor en ciertos países y eso hace que una economía sea más competitiva y permite hacer negocios en la economía formal. De la libertad económica hay muchas lecciones.

    ¿Hay condiciones que se deben cumplir para lograr esa libertad económica?
    Algunos dicen que es necesario tener recursos naturales, pero no es verdad. Miremos a Hong Kong u Holanda. Son ricos por el comercio y el imperio de la ley, que es el elemento más importante en la producción, más que petróleo, el oro, o lo que sea.

    ¿Y qué hacer cuando aparece la corrupción?
    En ese momento tenemos que preguntarnos ¿qué estamos haciendo para combatirla? En Nepal se adoptaron registros de negocios en línea, con un sistema informático que no pide una coima. Con medidas así se combate o se elimina mucha corrupción.

    ¿Cree que los más jóvenes son menos propensos a la corrupción?

    En África pasó algo especial con la telefonía móvil. La gente empezó a ver cómo vive el resto del mundo; los jóvenes dijeron estar enfermos de la corrupción y la pobreza que genera. No quieren seguir así y empezaron a generar cambios. Lo mismo puede pasar en cualquier región. Eso nos hace ser optimistas sobre el futuro.

    Hoja de vida

    Cargos. Asociado Senior en el Instituto Cato; director de la división educacional del Instituto, Cato University; Vicepresidente para Programas Internacionales en la Fundación de Investigación Económica Atlas; y Director General de la Red Atlas Global Initiative for Free Trade, Peace, and Prosperity.
    Trayectoria. Desde los años 70 es activo promotor del libertarianismo con ideas y políticas liberales clásicos. Tiene una serie de publicaciones sobre el libertarianismo. Además es catedrático de economía política e historia legal y constitucional.
    En Quito. Vino para participar en la conferencia The Morality of Capitalism, que se desarrolló la semana pasada en la Universidad San Francisco de Quito.

    Tom G. Palmer es Asociado Senior del Instituto Cato, con sede en Washington D.C., conversó con LÍDERES sobre el capitalismo, el socialismo, el imperio de la ley y el optimismo que tiene ante las nuevas generaciones. Estuvo en Quito invitado por la U. San
    Tom G. Palmer es Asociado Senior del Instituto Cato, con sede en Washington D.C., conversó con LÍDERES sobre el capitalismo, el socialismo, el imperio de la ley y el optimismo que tiene ante las nuevas generaciones. Estuvo en Quito invitado por la U. San Francisco. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
  • Una feria para acercar el mercado bursátil a la gente y a las pymes

    Evelyn Tapia

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    Durante el 2017, en el mercado bursátil ecuatoriano se transaron USD 6 600 millones. Esto es alrededor del 6% del PIB del país.

    Este monto es similar al que se negocia en 15 días en el mercado de valores de Colombia.

    Según Paul McEvoy, gerente de la Bolsa de Valores de Quito (BVQ), esta diferencia es reflejo de que Ecuador “está muy poco desarrollado el mercado de valores debido a la falta de conocimiento del público acerca de las alternativas de inversión”.

    De ahí que, en la Bolsa trabajan en estrategias para acercar a los ciudadanos y a las empresas a este tipo de instrumentos.

    El sábado 23 de junio del 2018, en conjunto con la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), la BVQ realizará la primera Feria Bursátil Expo Ahorro y Financiamiento en el Centro de Exposiciones Quito.

    El evento es gratuito y se realizará de 09:30 a 17:30. McEvoy señala que el cronograma incluye ocho charlas de media hora para capacitar a los asistentes sobre temas como cuáles son los montos mínimos para invertir en los diferentes instrumentos, el retorno que se puede esperar, entre otros.

    Además, tendrán stands de 14 casas de valores, que darán asesoría y cuatro fondos de inversión.

    McEvoy detalla que la intención del evento es que las personas naturales conozcan opciones como acciones o papel comercial, pueden convertirse en una forma de ganar dinero. Pero también, esperan atraer a pequeñas y medianas empresas, para que incluyan entre sus opciones de financiamiento los mecanismos que ofrece el mercado de valores. Cita las facturas comerciales, por ejemplo.

    Empresas que ya están en el mercado de valores también estarán presentes, explica McEvoy, para contar su experiencia en la feria. “Estarán emisores como Corporación Favorita (Supermaxi), que es nuestra acción emblemática. Unos 15 000 ecuatorianos son accionistas de La Favorita” .

    McEvoy detalla que la intención del evento es que las personas naturales conozcan opciones como acciones o papel comercial, pueden convertirse en una forma de ganar dinero.  Foto: Archivo / LÍDERES
    McEvoy detalla que la intención del evento es que las personas naturales conozcan opciones como acciones o papel comercial, pueden convertirse en una forma de ganar dinero. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Los vinos de altura de Bolivia, a la conquista del mercado mundial

    Agencia AFP

    Desde unos valles a más de 1800 metros de altitud, en el extremo sur de Bolivia, el aroma de los vinos de altura está despegando a la conquista de los mercados de ultramar y a seducir a sommeliers del mundo.

    Deslumbrada por el maridaje de un vino riesling con carne amazónica, quinua andina y hierbas exóticas, la sommelier Susan McCraith no esconde su sorpresa en un hotel cinco estrellas, junto a diez colegas del instituto Masters of Wine, mientras degusta un casi desconocido vino de altura.

    Este riesling “es bastante poderoso al paladar” , y esos sabores frutales “cargan el sabor del finish, y ese finish es largo, lo cual es una buena señal de un buen vino”, resume esta experta británica.

    Sin complejos 

    Aunque la viticultura en Bolivia es pequeña, con apenas 4 000 hectáreas, tiene mucha potencialidad, según especialistas.

    “No hay razón para sentirse inferiores a los hermanos mayores vecinos, Argentina y Chile”, dictamina el sommelier holandés Cees van Casteren, que llegó a Bolivia para recorrer la ruta del vino.

    Son, sobre todo, los tintos tannat los que concitan la atención, más aún cuando uno de ellos “obtuvo el segundo lugar con un vino que cuesta USD 50  frente a un vino francés de 150”, comenta Van Casteren.

    “No considero que sea necesario ir a Francia para degustar un buen vino. En Bolivia se fabrica un gran tannat”, afirma Van Casteren, que encabezó la misión de sommeliers que acaba de visitar este país cuyos caldos ganaron la denominación de origen Vino de Altura, reservada a los viñedos emplazados a entre 1 600 y 3 000 metros sobre el nivel del mar.

    Más que una anécdota 

    La industrialización del vino de altura tiene un toque anecdótico: comenzó cuando el empresario boliviano Julio Kholbert constató que el vino elaborado por el cura franciscano Pedro Pacciardi surtía un efecto benéfico para sus problemas gástricos.

    Así, en 1963, optó por elaborar su propio vino primero de manera artesanal y una década después, proyectarlo al mercado nacional e internacional.

    Además de Kholbert, otras bodegas surgieron en el valle de Tarija, entre los 1 800 y 2 400 metros, todos con su peculiar sabor y aroma de altura.

    En 2017, Campos de Solana obtuvo la medalla de oro en el Concurso Internacional de Bruselas “con un vino de cepa petit verdot de 24 meses de guarda en barricas de roble francés”, según el gerente de la bodega, Pablo Granier.

    Un año antes, un tannat de esa bodega fue elegido como el mejor tinto de América del Sur y Central por la revista británica Decanter.

    Otra bodega, Aranjuez, pionera en la elaboración del tannat, logró en 2016 un galardón en Uruguay, país que puede considerarse una potencia en el cultivo de ese vino varietal.

    Desde valles ubicados a más de 1 800 metros sobre el nivel del mar en el sur de Bolivia, el aroma de los vinos está despegando para conquistar mercados en el extranjero. Foto: AFP
    Desde valles ubicados a más de 1 800 metros sobre el nivel del mar en el sur de Bolivia, el aroma de los vinos está despegando para conquistar mercados en el extranjero. Foto: AFP

    El singani 

    La “ruta del vino” boliviano, que bordea el valle central de Tarija, lleva también a un licor casi desconocido internacionalmente: el singani.

    De la mano del alemán Franz Kuhlmann se estableció comercialmente en 1930 la bodega de singani, un aguardiente de uva, la bebida emblemática de Bolivia.

    Premiada por el Congreso boliviano, la bodega Kuhlmann, además de su singani Los Parrales, que tiene como mercados a Alemania y Suiza, produce el primer vino espumante boliviano, Altosama, con cepas moscatel de Alejandría, cultivadas a más de 1 800 metros de altitud.

    Para elaborar el singani, el zumo de la vid es sometido a un proceso de destilación, en algunos casos triple.

    Debut mundial 

    El cineasta estadounidense Steven Soderbergh, director de “Traficc” y “Erin Brockovich” , sucumbió al sabor de un buen singani, al punto que encargó una línea exclusiva, Singani 63, a la bodega Casa Real.

    “Es un producto nacional que ha ganado un importante espacio en Estados Unidos con la ayuda de Soderbergh”, destaca Granier, que intenta conquistar el mercado internacional con ese producto.

    La exportación de Vinos de Altura bolivianos también es reciente. En 1998 la bodega Campos de Solana hizo envíos a Alemania y Estados Unidos, y posteriormente otras bodegas abrieron mercados a pequeña escala en Europa y Japón.

    Según datos de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en La Paz, las exportaciones globales de vino boliviano aumentaron 58,2% entre 2012 y 2017. Reino Unido es su principal comprador.

    Las bodegas producen en la actualidad diversos tintos, como tannat, cabernet sauvignon, malbec, barbera y merlot. En blanco destacan el riesling, franc colombard y chardonnay. Recientemente se puso a la venta el Rosé, así como bi y trivarietales de creciente demanda interna.

    Vista de barriles de vino en una bodega en Tarija, Bolivia . Foto: AFP
    Vista de barriles de vino en una bodega en Tarija, Bolivia . Foto: AFP
  • Refresco de Orangine tiene una nueva presentación

    Carolina Enriquez

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    Ecuador ya tiene su bebida burbujeante que se comercializa en lata. Desde el mes pasado Orangine vende su tradicional jugo de mora en esta presentación. Carlos Sarche, gerente de Negocios de la empresa, indica que a mediados del año pasado se dieron cuenta de que el consumidor nacional buscaba que el producto llegara enlatado para servirse en restaurantes, hoteles y tiendas.

    En ese momento la compañía decidió impulsar ese tipo de envasado y, para ello, invirtió en la compra de maquinaria. Fueron alrededor de USD 350 000. En una primera etapa, el producto comenzó a venderse en dos cadenas de supermercados. Corporación Favorita explica que desde hace unos meses cuentan con las gaseosas de Orangine, que son uno de los pocos productos en lata con los que cuentan. “Se comercializan bastante bien”.

    Esta firma explicó que “hace poco más de dos semanas nos presentaron y ya se codificaron jugos gasificados. “Este es un producto que tiene mucho potencial, porque es diferente y no tiene similares en el mercado”.

    La firma explica que el mercado de latas en el país es pequeño y no hay una costumbre, pero hay un gran potencial dado el crecimiento que existe en otras naciones. El jugo de mora carbonatado en lata también se comenzó a vender en las tiendas, como parte de la segunda etapa de comercialización.

    A los vendedores les llama la atención que el jugo carbonatado de mora venga en esta presentación. “Me parece interesante que un producto tan tradicional, que se combina con las comidas típicas como fritada y papas, al mismo tiempo se vea tan moderno. Además, se vuelve fácil llevarlo”, dice Miguel Paredes, dueño de un micromercado.

    Cuando Orangine comenzó el envasado de la bebida en lata se preveía que solo el 1% de la producción correspondiera a este producto. Sin embargo, como hubo acogida en el mercado se espera que el porcentaje suba.

    Empresa embotelladora de la marca Orangine en lata . En la foto Carlos Sarche , gerente. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Empresa embotelladora de la marca Orangine en lata . En la foto Carlos Sarche , gerente. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

    “Vamos a fortalecer nuestra línea de producción para aumentar nuestra capacidad. Lo que más destacan los consumidores es que una empresa nacional haya podido innovar más que las multinacionales. Las bebidas en lata que llegan al país de otras empresas son importadas”, dice Sarche.

    Para el empresario es importante cómo el consumo del producto ha pasado de generación en generación. Las personas de mayor edad recomiendan a sus hijos o nietos el jugo en botellas, pero ahora tienen la oportunidad de hallarlo también enlatado.

    La bebida burbujeante de mora en lata se comercializa a USD 1,25 por unidad. Viene en una presentación de 269 mililitros. Este producto se ofrece en dos presentaciones: el jugo de mora clásico con azúcar y el tipo cero, sin calorías para el consumidor.

    Esto es otro de los aspectos que destacan los compradores, principalmente aquellos que quieren cuidar su línea o que por razones de salud no pueden excederse en el consumo de alimentos dulces.

    La compañía destaca su interés para ofrecer productos que no estén recargados de azúcar. Hace dos años Sarche explicó que desde el 2008 implementaron un proyecto para producir sus gaseosas, jugos y energizantes con menor contenido de ese material. En esa época manifestó que sus productos tenían 10% menos de azúcar que la competencia.

    Otros datos

    La empresa. Nació en 1914 con la producción de la primera gaseosa de naranja. Más adelante los propietarios crearon el jugo de mora carbonatado, que es una bebida ampliamente conocida por la población.

    Productos. Entre la oferta de Orangine a los consumidores se encuentran gaseosas, refrescos, agua tónica, aguas, energizantes y, ahora, su jugo en lata. La página web de la empresa indica que tienen más de 30 productos que van desde 250 ml hasta 3 785 ml. También se dedican a maquilar para otra empresa.

    La planta de producción de los jugos de mora carbonatados en lata de Orangine. Es un nuevo producto. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    La planta de producción de los jugos de mora carbonatados en lata de Orangine. Es un nuevo producto. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Un ‘snack’ de sal que ahora llega a Australia

    Maria Angelina Castillo

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    Inalecsa decidió ampliar sus destinos de exportación de Tortolines y ahora llega a Australia. La empresa logró incursionar en este mercado a raíz de la colaboración de un socio estratégico, con el que afianzó sus relaciones durante la feria alimenticia que se llevó a cabo en Alemania en octubre del 2017, organizada por ProEcuador.

    “La compañía constantemente se encuentra buscando oportunidades que le permitan expandirse y traer desarrollo económico y social a Ecuador”, asegura el gerente de Inalecsa, Luis Arturo Torres.

    De acuerdo con el empresario, el socio estratégico es uno de los principales distribuidores de productos latinos en ese mercado, quien identificó el gran potencial de los Tortolines no solo para el segmento latino, sino incluso el mercado mainstream (local).

    Actualmente el producto Tortolines se puede encontrar en cinco supermercados australianos en sus variedades sal, maduros, picantes, limón y ajo; con su presentación unitaria de 70 gramos.

    “El ingreso de Tortolines a Australia es de mucha trascendencia puesto que demuestra su versatilidad para adaptarse a los gustos de los mercados más exigentes”, agregó Torres.
    Torres cuenta que Australia mantiene una gastronomía muy variada en donde cada vez más se incorporan productos de origen latinoamericano, sustentado en el incremento de esta comunidad en ese país durante los últimos años.

    Otro de los elementos que incidió en la concreción de esta incursión de Inalecsa en la comunidad australiana, agrega Torres, fue las certificaciones de calidad que mantienen, por ejemplo, con Estados Unidos. Pues ambos mercados exigen regulaciones similares de empaque y de calidad de producto.La compañía, además, invirtió el año pasado en la certificación Kosher, enfocada en atender al mercado judío.

    El producto Tortolines ha incrementado sus ventas desde el año pasado en más de 360 toneladas, lo que corresponde al 21% de la producción total de la empresa en la categoría de plátano.

    Esta mercancía se distribuye en países como Estados Unidos (a través de la cadena Walmart) y España (con Carrefour); además de Italia, Hungría, Suiza, y más recientermente Gabón (en África), Nueva Zelanda y Perú.

    Tortolines se creó en el año 1988 y desde entonces se han producido de forma ininterrumpida. se mantiene en el portafolio de Inalecsa como el producto estrella, aunque la compañía también tiene las marcas Inacake, Bony, Tigretón, Ryskos y Tornaditos.

    Inalecsa posee más de cuatro décadas de trabajo en el mercado ecuatoriano. Actualmente cuenta con dos centros de producción, uno en Guayaquil y el otro en Quito, con más de 400 trabajadores.

    La estrategia de la compañía para este 2018 es fortalecer su presencia en el mercado estadounidense, principalmente. E incrementar su presencia en más países de Europa para atender las necesidades de snacks Premium.

    Desde que Arca Continental, que es la segunda embotelladora de Coca-Cola más grande de América Latina, adquirió Inalecsa, en el año 2012, las exportaciones de la empresa se han incrementado en promedio 20% anual.A partir de entonces, Arca Continental ha realizado varias inversiones en segmentos como infraestructura, maquinaria, seguridad y calidad.

    “Las inversiones han sido una fuerte herramienta para que nuestros productos sean apetecidos en mercados del exterior. Para este año mantenemos el desafío de ampliar nuestro catálogo de productos con un alto sentido de innovación”, finalizó Torres.

    No obstante, los planes de inversión de la empresa no se orientan únicamente al crecimiento en el ámbito extranjero. Inalecsa ha destinado cerca de USD 25 millones en los últimos cinco años al fortalecimiento de su presencia en el mercado nacional. De acuerdo con la gerencia, las principales mejoras se orientaron a la adquisición de dos líneas: plátano y maíz; además de la renovación de equipos de laboratorio.

    La compañía cuenta con dos plantas, una en Guayaquil y la otra en Quito. El 21% de la producción total  en la categoría plátano se destina a Tortolines. Foto: cortesía Inalecsa
    La compañía cuenta con dos plantas, una en Guayaquil y la otra en Quito. El 21% de la producción total en la categoría plátano se destina a Tortolines. Foto: cortesía Inalecsa