Etiqueta: música

  • Él le da un toque de color a los tambores

    Mayra Pacheco

    Redactora (I)

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    La pasión de Daniel Romero por la música y su creatividad impulsaron a este emprendedor a fabricar tambores personalizados.

    Luego de dejar su trabajo como ingeniero automotriz, en el 2011 se dedicó a fabricar prototipos de tambores. Tenía experiencia, porque a partir de los 16 años empezó a modificar su batería.

    En este proceso empleó acrílico y un material diferente a la madera que se utiliza tradicionalmente, para hacer el cuerpo de este instrumento musical. Inicialmente, invirtió USD 1 500.

    La versatilidad del acrílico le permitió obtener un resultado final novedoso. Así, abrió Alpha Custom Drums, en enero del 2014.

    En el ensamblaje de estos instrumentos musicales se emplean partes que son importadas. Por ejemplo, la superficie donde se golpea, la base y otras.

    Estas son elaboradas por Aquarian, una empresa en Estados Unidos, por pedido de Alpha Custom Drums. Por eso, se incluye la marca de esta última en estas piezas.

    El resto del trabajo se complementa utilizando acrílico y aluminio en el taller que tiene Romero, CEO de Alpha Custom Drums, en El Labrador, en el norte de Quito. Allí trabaja con cinco personas.

    En este sitio, con una alta precisión e imaginación, se crean los diseños. Para el cuerpo del tambor se puede optar por colores vivos o neutros. En total, tiene 24 alternativas. Si el cliente prefiere se hacen motivos personalizados o se colocan luces led.

    Rafael Rengifo, asistente de diseño, menciona que desde hace tres años realiza los grabados que solicitan los clientes en los tambores. Dependiendo de la complejidad se toman hasta tres horas para plasmarlos usando un láser especial en. “Cuando se obtiene el resultado final es chévere”:

    La altura de estos equipos se puede también elegir. Todo depende del matiz musical que busquen los artistas. La superficie tiene un diámetro de 14 pulgadas. Más adelante, desarrollará nuevos modelos para otros tamaños.

    “El material de los tambores es resistente. Además, el sonido que se obtiene es especial”, expresa Romero, de 35 años.

    En promedio, solo en acrílico se invierten USD 600 al mes.

    Los principales clientes de Alpha Custom Drums son bateristas, porque este instrumento es parte del set de una batería.

    El ensamblaje de este instrumento se hace bajo pedido. Este proceso dura una semana, porque se requiere del uso de máquinas especiales. La capacidad de producción es de ocho unidades al mes. Estas tienen garantía sobre defectos de fábrica. Y también se brinda mantenimiento.

    Las ventas se hacen en tiendas de Quito y Machala. Para otras ciudades se hacen envíos.
    El precio base de un tambor es de USD 399. Pero varía según la altura y el nivel de personalización. Esto le permite facturar alrededor de USD 3 000 al mes.

    Actualmente, la marca auspicia a nueve bateristas profesionales de Ecuador y de Estados Unidos. Pero también estos tambores han sido solicitados por artistas de México, Colombia y Perú.

    Félix Cueva, baterista de Madbrain, comenta que desde hace tres años usa estos tambores. “Ha sido una experiencia excelente. Me gusta la calidad, el diseño”.

    Aparte de los tambores, Alpha Custom Drums comercializa desde el 2017 ropa estuches para las baquetas y accesorios.

    Más adelante espera ensamblar baterías completas personalizadas. Actualmente, se están haciendo los prototipos. Y en el corto plazo, la meta es expandirse en los países vecinos.

    Daniel Romero , en el taller de Alpha Custom Drums en El Labrador.
    Daniel Romero , en el taller de Alpha Custom Drums en El Labrador. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
  • La música es la herramienta para buscar equilibrio

    Impaqto  (I) Para LÍDERES

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    Revolucionar la ciudad a partir de la música es el objetivo de El Musican Project. En esta escuela de música por cada cinco alumnos inscritos subsidian a un niño o adolescente de escasos recursos, en situación de violencia familiar y vulnerabilidad para que aprenda a tocar un instrumento musical.

    La idea de la iniciativa es dar a los niños una habilidad que además de ser sana y divertida, pueda servirles a futuro como herramienta para tener un oficio en el mundo del arte y la cultura.
    Para Juan Carlos y Diego Méndez, fundadores de El Musican Project, la música está comprobada como un mecanismo ideal para motivar y fortalecer la coordinación, agilidad mental y razonamiento lógico.

    Es por esto que en la segunda etapa del proyecto, El Musican Project implementará una escuela de matemáticas a través de la música. “En una región desigual, Quito es una ciudad divida entre el norte y el sur, los que tienen y no tienen. Nosotros vemos que la música no es como el fútbol, que chicos en el Chota agarran el papel aluminio y le hacen una pelotita para jugar. En la música es difícil acceder a un instrumento”.

    Esta premisa es la voz para que El Musican Project potencie las habilidades de niños y adolescentes en el mundo de la música, motivándolos a seguir estudiando.
    Su primer becado, Ángelo, ya cumple su tercer mes. “Es maravilloso, se encuentra tocando batería y guitarra”.

    Esta iniciativa trabaja en asociación con el Ministerio de Trabajo en el programa de erradicación del trabajo infantil. También, está asociada con la Fundación Nueva Vida, con la que trabaja con niños entre 5 a 18 años de edad.

    La batería es uno de los instrumentos que aprenden a tocar los chicos que ingresan a  esta escuela de música. Foto: cortesía Impaqto
    La batería es uno de los instrumentos que aprenden a tocar los chicos que ingresan a esta escuela de música. Foto: cortesía Impaqto
  • El álbum ‘Sgt. Pepper´s’ cumplió 50 años

    Agencia EFE

    No alcanzaban los 30 años cuando John Lennon, Paul MacCartney, Ringo Starr y George Harrison publicaron ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’.

    El 1 de junio de 1967 ‘Sgt. Pepper’s’, una obra básica de la escena emergente del rock psicodélico, vio la luz y lideró la lista de éxitos en el Reino Unido durante 27 semanas, además de 15 en lo más alto de la Billboard estadounidense. El octavo disco de estudio de The Beatles, editado en la víspera del “verano del amor” -al comienzo de la era hippy- marcó un antes y un después en el panorama musical, rompiendo los límites de la música pop.

    No se trataba de una simple colección de 13 canciones, sino que los temas se sucedían de manera continua, creando una obra global, por lo que pasó a ser conocido como el primer disco conceptual de la historia.

    “Es una locura pensar que 50 años después estamos echando la mirada atrás a este proyecto con tanto cariño y un poco asombrados de cómo cuatro tipos, un productor genial y su equipo de ingenieros pudieran hacer una pieza de arte duradera tan impresionante”.

    Son palabras de Paul McCartney que pueden leerse en uno de los textos que acompañan a una edición especial del disco que salió a la venta el pasado día 26 con motivo de la celebración del cincuentenario.

    Este proyecto fue lanzado en formatos para todos los gustos: un CD, una edición de lujo con seis discos, cortes inéditos y un libro de acompañamiento.

    Una mujer sostiene la portada del disco  ‘Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band’. Foto: AFP
    Una mujer sostiene la portada del disco ‘Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band’. Foto: AFP
  • Spotify ofrecerá parte de la música solo a sus suscriptores de pago

    Agencia EFE

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    La plataforma Spotify planea ofrecer parte de su música únicamente a aquellos suscriptores de pago, según informa este viernes 17 de mayo el diario británico ‘Financial Times’ (FT).

    Según esta información, a partir de ahora 50 millones de usuarios que actualmente pueden escuchar canciones gratuitamente, ya no podrán acceder a los últimos álbumes lanzados por algunos artistas.

    Se trata de una modificación significativa por parte de la popular plataforma musical en la manera en la que ha operado hasta la fecha, cuando toda su música estaba disponible tanto para los consumidores de pago como para aquellos que accedían sin pagar.

    Spotify ha llegado ahora a un acuerdo con algunas de las firmas discográficas más importantes del mundo a fin de ofrecer parte de los nuevos lanzamientos únicamente a sus miembros abonados a su tarifa «premium», que cuesta 9,99 libras al mes (USD 12,37), de acuerdo con la información del FT.

    La plataforma cuenta con la mayor cuenta de usuarios de pago de la industria de la música en «streaming» (escuchas sin necesidad de descarga), con 50 millones de suscriptores y otros 50 millones de abonados a su servicio gratuito.

    Esas cifras superan con creces a los 20 millones de abonados de Apple y a los 3 millones de Tidal.

    Durante mucho tiempo, Spotify ha atribuido parte de su enorme éxito al valor de su servicio de escucha de música gratuita, interrumpida por la publicidad.

    Las discográficas creen que el servicio gratis -por el que se pagan cánones más bajos por cada escucha- puede afectar a las ventas de álbumes y rebajar el incentivo para cambiar a la tarifa «premium».

    Para algunos artistas, como fue el caso de la cantante norteamericana Taylor Swift, que decidió sacar sus canciones de esa plataforma, el hecho de pagar por consumir música es una cuestión de principios.

    Cuando adoptó esa decisión, Swift escribió que «la música es arte, y el arte es importante y raro. Las cosas raras e importantes son valiosas. Y se debería pagar por las cosas valiosas. En mi opinión, la música no debería ser gratuita».

    a plataforma cuenta con la mayor cuenta de usuarios de pago de la industria de la música. Foto: Internet
    a plataforma cuenta con la mayor cuenta de usuarios de pago de la industria de la música. Foto: Internet
  • Conectar la comida con la música es su cualidad

    Redacción Quito

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    La idea de Catarinas Gastro Sense nació en 2014 y se consolidó en febrero de 2015 cuando arrancó el negocio como tal. Este emprendimiento partió de la necesidad de tener un “algo propio para no depender de otros”, luego de que las hermanas Andrea Quintana (gerenta general) y Belén (marketing y relaciones públicas), trabajaran varios años en el sector privado.

    El negocio arrancó con la oferta de ‘coffee breaks’ y paquetes para ocasiones especiales, con una línea de bombones, chocolates y bocaditos dulces. La oferta se fue ampliando según lo que los clientes pedían y una de esas solicitudes fueron los almuerzos; entonces las hermanas se asociaron con un chef y una pastelera.

    Ya con una oferta más variada de alimentos, lograron estar presentes en varios eventos de Fiestas de Quito en 2015 y descubrieron la necesidad de complementar los servicios con música. Para ello contactaron a varias alternativas musicales, entre los que está la banda de swing Los Quintana, que es una agrupación de artistas no videntes, un dúo de cuerdas e incluso una banda de rock infantil.

    Juntar la alimentación con música es el plus que tiene este emprendimiento. “Si el cliente nos pide salsa, música en inglés de los 80, etc., nosotros se lo cumplimos, si se requiere un pianista para la iglesia, lo tenemos”, asegura Belén, quien comenta que cuentan con la asesoría de Rodrigo Becerra, un músico chileno que se convirtió en su director musical.
    Para complementar los servicios se aliaron a una persona que hace fotografía y video y otra experta en decoración de interiores.

    Que su negocio se denomine Gastro Sense va en la línea de que sus clientes puedan disfrutar de alimentación no solo con el gusto, sino asociada a todos los sentidos, por ello se debe conjugar la comida, la música y la decoración.

    La concordancia entre lo que se come y el ambiente es importante, según las emprendedoras, ya que por ejemplo si hay un día completo de capacitación y se ofrece una comida muy pesada, con música también pesada, la gente en la tarde se va a dormir.

    Patricio Quintana, tecladista de “Los Quintana”, comenta que el servicio que ellos ofrecen es innovar con la música nacional, por ejemplo haciendo que un pasillo se haga pop, para alcanzar a público de diversas edades y que se sienta a gusto con lo que escucha mientras se alimenta.

    Para iniciar el negocio las hermanas invirtieron alrededor de USD 1 000 para la compra de materia prima, porque si bien se hace la oferta de los servicios completos, cada prestador factura independientemente y se hace un cruce de comisiones. Con este negocio, indirectamente se genera trabajo para 20 personas.

    Abrir la oferta de solo ‘coffee breaks’ hasta inecluso recuerdos comestibles, les sirvió para estar siempre presentes en el mercado, cuando una empresa entrega presentes a sus trabajadoras por el Día de la Mujer, cumpleaños de gerentes, etc. Por ese motivo tienen una planificación con las fechas importantes del sector empresarial.

    La gerente de Catarinas, explicó que cada mes tienen entre 30 y 40 entregas de pedidos mensuales, sobre todo ‘coffee breaks’. Al momento ya se recuperó la inversión inicial por lo que ahora buscan, además de generar convenios institucionales con empresas que manejen capacitaciones constantes, poder juntar los fondos necesarios para ampliarse y establecerse con un restaurante.

    Un inconveniente que han visto las emprendedoras es que existe mucha competencia relacionada al sector de alimentos, lo que afecta los precios, pero han podido mantener un porcentaje de utilidad de cerca del 50% , con una facturación aproximada de USD 2 000 cada mes.

    Un punto a favor para mantener esos ingresos pese a la situación económica, fue el lanzamiento de su página web en agosto de 2016, con la que han podido llegar a más potenciales clientes, además de la pauta en Facebook, el mailing y la los contactos “boca a boca”.

    Andrea y Belén Quitana son la propietarias de este negocio. Foto: Archivo
    Andrea y Belén Quitana son la propietarias de este negocio. Foto: Archivo
  • Conectar la comida con la música es su cualidad

    Redacción Quito  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    La idea de Catarinas Gastro Sense nació en 2014 y se consolidó en febrero de 2015 cuando arrancó el negocio como tal. Este emprendimiento partió de la necesidad de tener un “algo propio para no depender de otros”, luego de que las hermanas Andrea Quintana (gerenta general) y Belén (marketing y relaciones públicas), trabajaran varios años en el sector privado.

    El negocio arrancó con la oferta de ‘coffee breaks’ y paquetes para ocasiones especiales, con una línea de bombones, chocolates y bocaditos dulces. La oferta se fue ampliando según lo que los clientes pedían y una de esas solicitudes fueron los almuerzos; entonces las hermanas se asociaron con un chef y una pastelera.
    Ya con una oferta más variada de alimentos, lograron estar presentes en varios eventos de Fiestas de Quito en 2015 y descubrieron la necesidad de complementar los servicios con música. Para ello contactaron a varias alternativas musicales, entre los que está la banda de swing Los Quintana, que es una agrupación de artistas no videntes, un dúo de cuerdas e incluso una banda de rock infantil.
    Juntar la alimentación con música es el plus que tiene este emprendimiento. “Si el cliente nos pide salsa, música en inglés de los 80, etc., nosotros se lo cumplimos, si se requiere un pianista para la iglesia, lo tenemos”, asegura Belén, quien comenta que cuentan con la asesoría de Rodrigo Becerra, un músico chileno que se convirtió en su director musical.
    Para complementar los servicios se aliaron a una persona que hace fotografía y video y otra experta en decoración de interiores.
    Que su negocio se denomine Gastro Sense va en la línea de que sus clientes puedan disfrutar de alimentación no solo con el gusto, sino asociada a todos los sentidos, por ello se debe conjugar la comida, la música y la decoración.
    La concordancia entre lo que se come y el ambiente es importante, según las emprendedoras, ya que por ejemplo si hay un día completo de capacitación y se ofrece una comida muy pesada, con música también pesada, la gente en la tarde se va a dormir.
    Patricio Quintana, tecladista de “Los Quintana”, comenta que el servicio que ellos ofrecen es innovar con la música nacional, por ejemplo haciendo que un pasillo se haga pop, para alcanzar a público de diversas edades y que se sienta a gusto con lo que escucha mientras se alimenta.
    Para iniciar el negocio las hermanas invirtieron alrededor de USD 1 000 para la compra de materia prima, porque si bien se hace la oferta de los servicios completos, cada prestador factura independientemente y se hace un cruce de comisiones. Con este negocio, indirectamente se genera trabajo para 20 personas.
    Abrir la oferta de solo ‘coffee breaks’ hasta incluso recuerdos comestibles, les sirvió para estar siempre presentes en el mercado, cuando una empresa entrega presentes a sus trabajadoras por el Día de la Mujer, cumpleaños de gerentes, etc. Por ese motivo tienen una planificación con las fechas importantes del sector empresarial.
    La gerente de Catarinas, explicó que cada mes tienen entre 30 y 40 entregas de pedidos mensuales, sobre todo ‘coffee breaks’. Al momento ya se recuperó la inversión inicial por lo que ahora buscan, además de generar convenios institucionales con empresas que manejen capacitaciones constantes, poder juntar los fondos necesarios para ampliarse y establecerse con un restaurante.
    Un inconveniente que han visto las emprendedoras es que existe mucha competencia relacionada al sector de alimentos, lo que afecta los precios, pero han podido mantener un porcentaje de utilidad de cerca del 50% , con una facturación aproximada de USD 2 000 cada mes.
    Un punto a favor para mantener esos ingresos pese a la situación económica, fue el lanzamiento de su página web en agosto de 2016, con la que han podido llegar a más potenciales clientes, además de la pauta en Facebook, el mailing y la los contactos “boca a boca”.

  • Su labor es conseguir música con sonido de calidad

    Sebastián Angulo

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Para el episodio 600 de Los Simpson unos 45 instrumentistas participaron para su musicalización: vientos, cuerdas, percusión, arpa, guitarra eléctrica, bajo, teclados, batería… Además, la parte técnica requirió de unas 35 personas más, entre ellos un ecuatoriano: Mateo Barragán, que relató esos detalles.

    El 17 de septiembre pasado, este quiteño fue una de los técnicos que puso a punto los micrófonos en el estudio The Bridge Recording, en Los Ángeles (California), para poner melodías a las aventuras de la familia de Springfield, que fueron emitidas hace una semana, el 16 de octubre, en EE.UU.

    Barragán siempre quiso estar en las grandes ligas de la industria musical y para ello viajó a Miami, en el 2013, para estudiar grabación musical en la Universidad Full Sail, en Winter Park, Florida.

    Apenas se graduó, en septiembre del año pasado, Barragán se mudó a Los Ángeles en búsqueda de trabajo, cuya industria del entretenimiento es considerada de las más importantes del mundo.

    En la ciudad buscó vincularse como voluntario del proyecto Sofar (sonidos desde una habitación, por su acrónimo en inglés) Sounds. Esta iniciativa nació en el 2009, en el norte de Inglaterra, y busca realizar conciertos privados de bandas y artistas nuevos. Muchos de estos recitales se graban y publican en YouTube.

    Ahora, la iniciativa se ha trasladado a 279 ciudades a escala mundial, según su página web. Bogotá, Chicago, Ámsterdam, Estambul, Quito… son algunas de las urbes en donde se han realizado estos conciertos íntimos.

    Ahora, Barragán es el líder del equipo de audio de Sofar Sounds, en Los Ángeles. Además, desde hace unos meses colabora en la musicalización de series y películas como ‘Empire’ o ‘Agents of S.H.I.E.L.D’, en el estudio The Bridge Recording.

    Su vinculación con el mundo de la música inició en la adolescencia, cuando decidió tomar clases de guitarra clásica. Felipe Meneses, su primo, detalló que en su familia siempre han tenido inclinación por el arte. Por ejemplo, su tío Hugo Moreno fue pintor y escritor. “Siempre estuvo el arte en la familia”, comentó.

    Meneses señaló que Barragán también decidió aprender a tocar el saxofón en la adolescencia. Los primos tocaban en reuniones familiares composiciones inéditas de rock alternativo. Además de la música, detalló su primo, Barragán en su adolescencia montaba a caballo en una finca de su familia, en El Inga (nororiente de Quito).

    En la ceremonia de incorporación del Colegio Alemán, Barragán, junto a una banda de compañeros, tocaron ‘Mi caramelo’ de Bersuit Vergarabat. En esa época, aseguró Arturo Torres, su compañero de clase y amigo, interpretaban ‘covers’ de bandas argentinas.

    El primer contacto con el mundo de la grabación fue en quinto curso. Torres sostuvo que el ahora ingeniero en grabación se consiguió una interfaz (un dispositivo que se conecta al computador y sirve para grabar audio) para comenzar a realizar sus primeras sesiones de estudio caseras.

    No obstante, pese al gusto por la música, luego de graduarse de la secundaria Barragán se inclinó por estudiar una tecnología en administración de empresas y economía en el Colegio Alemán. Esta decisión, asegura, se debió a que en esa época no conocía sobre carreras relacionadas con la música.

    Luego de buscar profesiones en diferentes centros de estudio, ingreso a la carrera de producción musical en la Universidad San Francisco de Quito, en el 2012. Sin embargo, luego de cursar tres semestres, viajó a Miami para estar más vinculado a un medio musical más desarrollado.

    Durante los últimos cuatro años ha trabajado con productores e ingenieros como Gustavo Borner, con más de 25 años en este ámbito, con colaboraciones en proyectos de Plácido Domingo y Phil Collins, por ejemplo.

    Barragán también ha colaborado con Justin Moshkevich, que está a cargo de la mezcla de la música del largometraje peruano Siete Semillas’.

    El quiteño también ha laborado junto al argentino Ruy Folguera, compositor de música de películas, productor y arreglista, que ha trabajado en filmes como ‘A Walk in the Clouds’ con Keanu Reeves, Giancarlo Giannini y Anthony Quinn como actores principales, o ‘Nina’, una película sobre la cantante Nina Simone. Además, entre 2013 y 2014 Folguera musicalizó películas de Colombia, EE.UU., Bolivia y Puerto Rico.

    Folguera, en conversación telefónica, aseguró que Barragán trabajó en la mezcla de las composiciones de ‘Nina’. “A pesar de su juventud Mateo tiene una experiencia bárbara. Es muy, muy confiable”, añadió.

    Trabajo

    Sofar. Más de 30 shows al mes y de estos más de la mitad son grabados, filmados y publicados en el canal de YouTube de Sofar.

    Colaboración. Laboró junto a Sebastian Krys, productor e ingeniero que ha trabajado con artistas como Alejandro Sanz, Carlos Vives y La Santa Cecilia.

    Otros trabajos. Junto a Leslie Brathwithe, ingeniero de mezcla de Pharrel Williams y otros artistas.

    Sofar Sounds, una plataforma musical

    Redacción Quito

    Canciones desde una habitación o Sofar Sounds es el nombre de una plataforma creada en el 2009 y que ahora está presente en 279 ciudades de todo el planeta.

    Este proyecto se fundamenta en la intimidad de la sala de una casa, ofertando una alternativa para consumir y entender la música en vivo. Cada sesión de Sofar Sounds es gratuita y promete actuaciones sonoras únicas donde la regla general para los presentes es guardar silencio.

    Los conciertos Sofar Sounds se organizan con un audiencia limitada en distintas localizaciones como salones, áticos, terrazas o jardines, donde los espectadores disfrutan de un trato personalizado y de la conexión directa con artistas y músicos.

    Durante cada actuación se realiza un rodaje en directo del evento que se publicará en la plataforma de Internet de Sofar Sounds y en Facebook.

    Sofar Sounds es una comunidad global que cuenta con más de 226 000 subscriptores en su canal de YouTube, que está siempre activo. Allí se alojan los videos de los conciertos que organizan en todo el mundo.

    Miles de artistas han pasado por estos conciertos. Hozier, Bastille, Lianne la Havas o Nick Hakim son unos ejemplos de los muchos que han hecho posible que la experiencia Sofar llame la atención en el ámbito musical.

    Barragán relató que empezó en Sofar Sounds haciendo de todo. “Movía muebles, recogía cables y después del show dejando el lugar como si nunca hubiera pasado nada”, comentó el quiteño. Ahora es el líder del equipo de sonido en Los Ángeles.

    Barragán en las sesiones de Sofar Sounds, en Los Ángeles. En imagen junto a Adan Jodorowsky (sombrero negro), director, músico y productor. Foto: cortesía Mateo Barragán
    Barragán en las sesiones de Sofar Sounds, en Los Ángeles. En imagen junto a Adan Jodorowsky (sombrero negro), director, músico y productor. Foto: cortesía Mateo Barragán
  • Gastronomía y música andina son su plan

    Sofía Ramirez

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    Picadas de chochos con tostado, arvejas y queso; papas en salsa de maní o de zambo, chicha de maíz o cuy frito son las opciones que ofrece Cactus Runa Bar.

    El emprendimiento familiar ubicado en el corazón de la ‘zona rosa’ en el norte de Quito se ambienta en la cultura andina, especialmente de los pueblos indígenas de Imbabura.

    Marco Gualopuro, propietario del local, indica que además de ofrecer gastronomía especializada, el lugar es un espacio de encuentro para la comunidad indígena que migró a la capital.

    El local abrió hace nueve años, en septiembre del 2007. En ese mes Marco Gualopuro dejó Otavalo para radicarse en Quito. El joven otavaleño siempre tuvo la meta de tener una cafetería, con la meta de ofrecer gastronomía indígena, explica.

    Cactus Runa Bar tiene dos pisos; el lugar está ambientado con insignias indígenas como murales del Diablo Huma sobre las paredes o las mesas. Además, la música que suena en el lugar es en quichua y le da ese toque “especial” al establecimiento.

    Gualopuro indica que durante los dos primeros años del negocio, también empezaron a elaborar almuerzos. Para esto tuvo el apoyo de su esposa, Anita Morales, quien viene de la comunidad La Compañía, ubicada a orillas del Lago San Pablo, en Otavalo.

    Ambos querían darle un servicio ‘plus’ a sus clientes durante las tardes, por lo que luego en la cafetería iniciaron con presentaciones de shows en vivo con música indígenas de algunas provincias del país, expresa Morales.

    Cactus Runa Bar, para el emprendedor significa “disfrutar la vida con alegría y tristezas”, indica el otavaleño. Dentro de su menú ofrece más de diez platos y bebidas como coladas de maíz, de haba; fritada, borrego, llapingachos, truchas. En bebidas, además de la chicha, ofrecen el canelazo.

    Su principal proveedor de cuy es Antonio Gualopuro, de 56 años y padre de Marco. Él detalla que en su ‘chacra’ (parcela de tierra) ubicada en Otavalo tiene un espacio para la crianza de cuyes. Desde que su hijo inició con el proyecto, le vende a su hijo cuyes cada dos semanas: “así apoyo el negocio de mi hijos”, detalla.

    A cargo de la cocina de Cactus Runa Bar están Roberto Carlos y Viviana Gualopuro, hermanos de Marco. Ellos le ponen la sazón andina a los platillos. Para obtener los ingredientes frescos como las papas, el maíz y demás granos acuden a mercados conocidos de Quito como el de Santa Clara y Mayorista, al norte y sur de Quito.

    La inversión aproximada, solo para ingredientes por mes, es de USD 700 a 800 en promedio; en los mercados se trata de escoger los productos más frescos, indica Roberto, el chef del negocio.

    La capacidad de producción es de 50 platos por día, pero en fin de semana la cifra llega a 60 o 70.

    Para la preparación de los cuyes fritos, el chef se demora entre tres o cuatro horas hasta que esté listo; para la cocción de la carne de borrego puede tardar hasta dos horas, indican los hermanos.

    En cuanto a los shows musicales en vivo, el establecimiento ha servido de plataforma para que grupos de Imbabura o Azuay, por ejemplo, interpreten sus mejores canciones al son de la flauta dulce y los tambores.

    Marco Gualopuro recuerda que en fiestas del Inti Raymi o Pawkar Raymi -dentro del calendario indígena- diferentes representantes de comunidades indígenas se reúnen en el local. La idea es celebrar estas fiestas en comunidad. En esas fechas, fortalecen su menú con algunas bebidas preparadas con la variedad de maíz.

    Para finales del 2016 y el 2017, Cactus Runa Bar mantendrá la misma estrategia de ofrecer gastronomía andina. Sin embargo, fortalecerá la oferta de todos los alimentos y bebidas que se puedan derivar del maíz.

    Además, pese a que los hermanos Gualopuro no han invertido en publicidad tradicional, su presencia en redes sociales como Facebook y Twitter les ayudó para hacerse conocer. Por lo que seguirán emitiendo contenido a través de estos canales ya sí buscar nuevos clientes.

    Asimismo, cada año estos emprendedores renuevan los diseños interculturales del lugar como los murales. Por lo que este año desplegarán más figuras y afiches Diablo Humas sobre los muebles o el primer piso del local. Todo por el amor a su tierra.

    Foto: Diego Pallero/ LÍDERES Marco Gualopuro, Anita Morales y Roberto Carlos Gualopuro presentan la oferta de este negocio.
    Foto: Diego Pallero/ LÍDERES
    Marco Gualopuro, Anita Morales y Roberto Carlos Gualopuro presentan la oferta de este negocio.
  • Spotify supera los 40 millones de abonados de pago

    Agencia AFP

    La plataforma de música en línea sueca Spotify anunció este miércoles 14 de septiembre del 2016 haber superado los 40 millones de abonados de pago, consolidándose en el primer puesto del mundo en este rubro.

    “Cuarenta es el nuevo 30. Millones”, tuiteó el director general y cofundador del número uno mundial del “streaming” musical, Daniel Ek.

    Una portavoz del grupo confirmó a la AFP que mencionaba a abonados de pago.

    Ek hacía alusión de este modo a los 30 millones de abonados de pago alcanzados en marzo. Por lo tanto, el crecimiento ha sido de más de un 30% en seis meses.

    Spotify se ubica muy por delante de su principal rival, Apple Music, que contaba con unos 15 millones de abonados de pago en junio.

    A fines de ese mes, Spotify superó la barrera de los 100 millones de usuarios activos.

    El “streaming” musical ha aumentado de manera espectacular en todo el mundo en los seis primeros meses de 2016, más que duplicando el nivel alcanzado en el mismo periodo del año anterior, según la empresa especializada BuzzAngle Music.

    En Estados Unidos, el primer mercado, alcanzó durante el primer semestre de este año a los 140 000 millones de escuchas, superando por primera vez al visionado de videos en línea.

    Tras su lanzamiento en marzo en Indonesia, Spotify está presente actualmente en 59 mercados en el mundo. Pero aún no ha registrado beneficios, puesto que la mayor parte del monto de facturación fue utilizado para pagar los derechos de autor correspondientes.

    En México, los usuarios de Spotify a través de teléfonos móviles aumentaron 280%. Foto: Captura
    En México, los usuarios de Spotify a través de teléfonos móviles aumentaron 280%. Foto: Captura
  • La música andina da vida a este emprendimiento

    Redacción Sierra Norte (F) Contenido intercultural

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    Con siete cañas delgadas, atadas con una piola, José Luis Pichamba construye un instrumento musical.

    “La palla -un rondador pequeño- es un elemento típico de Otavalo”, explica este artesano y músico a los turistas que visitan su taller, ubicado en la comuna de Peguche, en Imbabura.
    El local de fabricación de instrumentos andinos lleva el nombre de Ñanda Mañachi, que en español significa Préstame el Camino.

    En las paredes del inmueble, que parece un museo, cuelgan decenas de instrumentos musicales de viento y de cuerda. Resaltan los rondadores de Ecuador; las quenas de Perú; los toyos, de Bolivia.

    También se pueden observar charangos, bandolines, guitarras, en otros instrumentos.
    Con 58 años de edad, Pichamba recuerda que los visitantes extranjeros comenzaron a llegar a Peguche cuando él tenía 12.

    Eso le dio la idea de ofrecer un servicio a las operadoras turísticas, aprovechando sus habilidades para interpretar instrumentos de viento, cuerda y percusión.

    Desde ahí, el artista y director grupo de música andina Ñanda Mañachi recibe a grupos de turistas, básicamente de extranjeros.

    Con los años, su sueño se convirtió en un emprendimiento familiar. Ahora sus siete hijos le ayudan a elaborar los instrumentos musicales. Además, sus hijas Paola y Lucía confeccionan artesanía. La primera ofrece aretes y collares con diseños étnicos y la segunda, atrapasueños, un círculo de madera adornado con mullos y plumas, que según la cosmovisión indígena alejan las pesadillas.

    Todos estos artículos, además de los discos del grupo Ñanda Mañachi , se ofrecen a los visitantes, mientras relatan la historia música de América Latina.

    Una palla vale USD 3, una quena 10 y un rondador 15. Con la venta de estos artículos se financia esta iniciativa, pues no cobran el ingreso ,ni a los turistas ni a las operadoras de turismo.

    El Taller de Instrumento Andinos Ñanda Mañachi es parte del circuito turístico, denominado Otavalo Full Day, que ofrecen más de 15 agencias de viaje.

    Es por ello que cada día uno de los miembros de la familia Pichamba actúa como guía turístico.

    El martes anterior, por ejemplo, estuvo el patriarca de la familia luciendo su larga caballera, peinada en trenza, y la ropa tradicional de los kichwas de Otavalo (pantalón, camisa y alpargatas blancas, sombrero crema y poncho azul).

    Uno de los atractivos es el recorrido por el continente que realiza Pichamba entonando la música de cada país. Así con la quena interpretó una cumbia colombiana, un sanjuanito de Ecuador, la lambada de Brasil, entre otros.

    El trabajo se duplica de mayo a septiembre, comenta. Es la época alta del turismo europeo y estadounidense que visita Ecuador.

    Pichamba calcula que en esta temporada recibe a 500 visitantes, cada semana. Mientras que, el resto del año se reduce a la mitad.

    Adriana Yapo, guía turística de la operadora Great Lake, considera que uno de los atractivos de Ñanda Mañachi es la promoción de la cultura otavaleña.

    La semana pasada, Yapo visitó el local con 11 viajeros procedentes de México, Puerto Rico, Estados Unidos y Singapur. Todos quedaron sorprendidos por la habilidad del músico otavaleño. Ahora, el próximo reto de Pichamba es ofrecer alojamiento.

    José Luis Pichamba enseña los instrumentos que elabora y promociona en su local de Peguche. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
    José Luis Pichamba enseña los instrumentos que elabora y promociona en su local de Peguche. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES