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  • María Isabel Salvatierra: ‘Mi pasión es generar trabajo y así contribuyo con mi país’

    Alberto Araujo (I)

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    La sangre emprendedora corre por las venas de María Isabel Salvatierra Rosado. Esta destacada empresaria y ejecutiva guayaquileña aprendió desde su infancia las habilidades del comercio y en su juventud arrancó con sus propios emprendimientos. Después de enfrentar algunos fracasos, fundó la empresa proveedora de la industria siderúrgica, Intimar Trade Corp que sigue en el mercado desde hace cerca de 30 años. En las últimas décadas, además, conformó la firma purificadora de agua Aquafit y la empresa agrícola de productos orgánicos Santa Elena Green Products.

    Parte del Consejo Directivo de la Cámara de Industrias de Guayaquil, María Isabel Salvatierra tiene una “ecuación divina” para el éxito: la fe sumada a la acción, más el compromiso y la ética.

    De tal palo, tal astilla
    “Mi Papá tenía un puesto en una esquina del mercado de Pedro Pablo Gómez de Guayaquil. Desde los 10 años y por ser la hija mayor le acompañaba a Huaquillas para traer cebolla colorada, lentejón, ajo en grano y pescado salado. Ahí empecé mi actividad empresarial, a partir de esa experiencia me nace la vena comercial.

    Cuando cumplí 18 años salí a buscar trabajos bajo relación de dependencia, para luego lanzarme al emprendimiento. Yo creo que nací emprendedora. Y, ojalá, Ecuador tuviera más emprendedores. El empresario arriesga mucho, hasta su propio patrimonio con la única recompensa de generar fuentes de trabajo para el país”.

    Aprender de la experiencia
    “Antes de consolidar mi primera empresa, aprendí que no se puede iniciar un emprendimiento si no hay un conocimiento exacto del mercado. Yo vendía telas a confeccionistas que, aunque eran muy buenos artesanos, no eran buenos administradores y no tenían cultura de pago. Por eso fallé, pero aprendí de la experiencia.

    Tal vez mi preparación universitaria no fue la mejor, pero mi aprendizaje en la vida y el día a día me ha sumado mucha experiencia. Aunque tengo estudios en el IDE y la Universidad de Navarra y lo que te dan los instructores es muy valioso, la clave está en sumar esto a la experiencia.

    Los jóvenes deberían crear una simbiosis entre su preparación académica y la experiencia de los mayores. Así podremos generar grandes cambios”.

    La industria y el agro
    “Hace cerca de 30 años fundamos Intimar Trade Corp y nos especializamos en proveer de materia prima a la industria siderúrgica. Luego, abrimos el abanico de materias primas para el resto de industrias ecuatorianas. La empresa sigue firme en el mercado.

    También creamos en el 2005 Aquafit, una industria de agua purificada y posteriormente invertimos en terrenos agrícolas en Santa Elena, para conformar en el 2019 la empresa Santa Elena Green Products de productos orgánicos como maracuyá. En 10 meses empezará a exportar banano orgánico a la Unión Europea”.

    La ecuación divina del éxito
    “Estoy convencida de que Ecuador sanará cuando recuperemos la dignidad y la ética. En la familia, la empresa y la sociedad, el éxito se consigue con la siguiente fórmula: fe + acción + compromiso + ética. Esta es una ecuación perfecta, en donde se aplica la condición de ‘matemática ciencia Divina’.

    Fe: Dios es el líder máximo a quien consulto y encomiendo todos mis planes y proyectos. Acción: después de orar y pedirle a Dios, hay que trabajar y trabajar bien. Compromiso: no desmayar ante dificultades, perseverar y no perder de vista los objetivos.

    Tengo un compromiso con el Ecuador porque amo a mi país. Mi pasión es generar trabajo y así contribuyo con mi país al reducir el desempleo. Por esto invierto.

    Ética: tenemos que ser ejemplo para las futuras generaciones, obrar siempre con el bien”.

    La relación con los gremios
    “Las cosas no hay que pensarlas solamente, hay que hacer que pasen. Como no me gusta la política, trabajo desde los gremios empresariales. Siempre he estado afiliada a la Cámara de la Industria de Guayaquil, pero ahora la presidenta Caterina Costa -mujer luchadora y transparente de la que he aprendido muchísimo- tuvo la fina delicadeza de invitarme a su directorio y estamos haciendo cosas interesantes”.

    La familia y los libros
    “Amo a mis hijos por sobre todas las cosas del mundo. Mis hijos Felipe Acosta y María Belén Acosta los he formado en el orden y la humildad. Me gusta leer copiosamente y escribir sobre economía. Uno de mis libros preferidos es ‘La estrategia del océano azul’”.

    Su visión
    El trabajo sumado a la disciplina y la ética son indispensables para sacar al país adelante. También el diálogo entre empresarios, la academia, los grupos sociales y el Gobierno.

    Su perfil
    Su formación. Estudió la carrera de Leyes en la Universidad de Guayaquil. Desde el 2015 se ha formado en Alta Dirección Ejecutiva en los programas del IDE Business School Ecuador, y en el IESE Business School de España.

    Sus cargos. Ha trabajado comovendedora de bienes raíces yen el área de ventas en empresas de consumo masivo. A los 30 años fundó la empresa Intimar. En el 2005 funda Aquafit y en el 2019 creó la firma Santa Elena Green Products.

    María Isabel Salvatierra es miembro del Consejo Directivo de la Cámara de Industrias de Guayaquil. Foto: cortesía María Isabel Salvatierra
    María Isabel Salvatierra es miembro del Consejo Directivo de la Cámara de Industrias de Guayaquil. Foto: cortesía María Isabel Salvatierra
  • Asesorar a empresas familiares es su gran pasión

    Patricia González

    redaccion@revistalideres.ec

    Sebastián López Proaño es un apasionado del fútbol, un deporte que ha practicado desde que tiene memoria. Formó parte de las divisiones menores de la Liga, jugó durante la época universitaria y actualmente como afición.

    Quiteño de nacimiento y el mayor de dos hermanos varones en una familia de clase media. Su padre, trabajador del sector público, y su madre, profesora de la Universidad Central del Ecuador por 35 años. Estudió en el Colegio Borja 2 Los Andes y, gracias al fútbol, a los 14 años ingresó al Colegio de Liga, con una beca del 75%, graduándose en la primera promoción de esta institución como bachiller en Sociales.

    “El Colegio de Liga (a diferencia del Borja) era mixto. El cambio fue difícil. No podía ni conversar con las chicas. Esto me ayudó a crecer”, cuenta este abogado experto en empresas familiares.

    No solo ha practicado fútbol. En octavo año de Básica participó en un sudamericano de básquet en Bolivia. Mide 1,85 metros.

    Al salir del colegio se fue por ocho meses a Nueva Jersey, Estados Unidos, a perfeccionar su inglés, en un preuniversitario de Idiomas. Estudiaba cuatro horas al día y trabajaba 12, como cajero en una cadena de donas. Fue su primer trabajo. Sebastián recuerda esa experiencia como uno de los hitos de su vida: “Me ayudó a madurar mucho y a entender el sacrificio que hacían mis padres”.

    Al volver ingresó a en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) para estudiar Derecho, materia que le costó entender en un comienzo, pero de la cual se terminó enamorando.

    Realizó ‘chasquis judiciales’ -como se denomina a las pasantías en la jerga judicial- en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (actual Servicio Nacional de Derechos Intelectuales), en el Servicio de Rentas Internas y en algunos estudios jurídicos.

    A poco de graduado se fue a Argentina a estudiar una maestría en Asesoría Jurídica de Empresas en la Universidad de Buenos Aires, por dos años. Aunque no se equivocó en su elección, hoy considera que es importante tomar experiencia antes de embarcarse en estudiar un postgrado.

    Retornó al país e ingresó a trabajar al Banco Pichincha, donde lideró el área de cobranza de la región norte del país. Luego pasó a la Superintendencia de Bancos y Seguros que le permitió aprender sobre legislación bancaria.

    A mediados del 2012 comenzó a trabajar para Banco Internacional, como asesor jurídico, conectándose desde el área legal con los distintos departamentos del banco. “Fue un salto importante que me permitió perfilarme. Fue una de mis escuelas; me ayudó a entender el sector financiero y vincularme a los lineamientos corporativos”.

    En esa experiencia de dos años, uno de sus logros fue la creación de la Secretaría del Banco, desde la cual se digitalizaron y agilizaron las respuestas a los diferentes documentos que recibía la entidad.

    Francisco Maldonado, abogado de Banco Internacional y amigo, destaca su excelente criterio jurídico y perfil ético. Enrique Beltrán, expresidente de la entidad financiera y actual socio, resalta su alta capacidad de relacionamiento y un nivel profesional por encima del promedio.

    “Sebastián es una persona íntegra, de convicciones morales fuertes; alguien en quien confío plenamente”, comenta su amigo Francisco Méndez.

    Sebastián tuvo una segunda escuela y fue ACE Seguros, donde era el abogado de la filial de la multinacional en Ecuador. El desafío más importante fue acompañar a la firma en la adquisición internacional de Chubb, lo que implicó un cambio de marca y de cultura organizacional.

    A pesar de que se sentía feliz con su trabajo, luego de casi tres años decidió dar un paso al costado para probarse a sí mismo en el libre ejercicio, como asesor de empresas. El expresidente del Banco Internacional le invitó a ser socio estratégico de la consultora EBM & Asociados, de la que hoy es socio. La firma se especializa en asesorar a empresas familiares, bajo el sistema de gobierno corporativo. “Con EBM entendí cuál es mi pasión. Es mi trabajo perfecto”, comenta Sebastián, quien disfruta cocinar en sus tiempos libres.

    El abogado corporativo también emprendió hace tres años con un proyecto de matriculación y asesoría vehicular, junto con dos socios, que se denomina Full Time. Además, está conformando un estudio jurídico.

    Considera que su esposa Carolina Andrade ha sido una “bendición” y un apoyo fundamental en el proceso de dejar de ser un trabajador bajo relación de dependencia para convertirse en empresario.

    Sebastián López es un especialista en derecho corporativo, con experiencia en los sectores de banca y seguros
    Sebastián López es un especialista en derecho corporativo, con experiencia en los sectores de banca y seguros. Foto: Cortesía
  • ‘Me empoderé en el sector de la aviación trabajando con pasión’

    Redacción Quito

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    Era 1978 y ella no tenía interés alguno en involucrarse en el mundo de la aviación. Sin embargo, a los 20 años de edad aceptó un trabajo en AeroPerú. Esa decisión le permitió consolidar una carrera de 41 años en dicha industria.

    Rocío Vallejo de Díaz ha desarrollado proyectos en dicho sector, tanto a escala nacional como internacional. Su primer trabajo fue agente de pasajes y reservaciones, hoy es directora en Ecuador de la compañía española Plus Ultra Líneas Aéreas.

    En AeroPerú laboró en varios cargos por 21 años, hasta convertirse en representante para Ecuador. Luego abrió operaciones en el país de otras compañías como la venezolana Aeropostal.

    Alcanzó altos cargos en aerolíneas como Santa Bárbara, del grupo Cóndor. En 2014, con esta firma, creó la compañía aérea Pawa Dominicana, en República Dominicana.

    Además, ha participado en organizaciones como la Asociación de Representantes de Aerolíneas, la Cámara de Turismo de Pichincha y la Asociación de Empresas Ejecutivas de Turismo.

    Formación

    “En la época que empecé no existía oferta académica especializada en aviación. Básicamente era entrar en una aerolínea en la que le enseñaban a uno a través de cursos especializados. Ahora sí hay, más en otros países.

    Yo entré al sector sin haberlo planificado. Cuando ingresé no me gustó, no hicimos el ‘clic’. Por ejemplo, había que hacer reservaciones con tarjetas, procesos con teletipos, cálculos de tarifas con libros gigantes, etc.

    Así pasé algunos años pero me fui involucrando. Era duro porque era un mundo de hombres. No era fácil para una mujer que se involucrara en los directorios”.

    Rompiendo barreras

    “Cuando me inicié había funcionarios y ejecutivos con muchos años de experiencia y todos eran hombres. Fui la única mujer que ingresé a reuniones con ellos. Como que no se daba mucho valor a la opinión de una mujer, más aún si no tenía experiencia.

    ¿Cuál fue mi forma de empoderamiento en mi sector? Fue trabajar con pasión, sentir que la empresa es de uno.

    Posicionarme en un grupo de hombres fue complejo, pero con el tiempo lo logré”.

    La familia

    “Combinar la parte del hogar con lo profesional es otra tarea. Uno debe tratar de cumplir con todas las obligaciones que se tiene en la empresa y en la casa.

    Esto me ha permitido tener tranquilidad emocional. Todos debemos procurar lograr eso, en cualquier área que nos toque estar. A uno le conduce a tener seguridad y paz porque eso permite alcanzar lo que uno se propone.

    Por otro lado, el orden es fundamental en todo momento. Además, hay que dar lo mejor de uno en el tiempo asignado para cada actividad, organizar las tareas de los niños, recibir apoyo de la pareja de uno, hacer las tareas profesionales, viajar, etc.”.

    Apoyo

    “A mis equipos femeninos les he impulsado en su desarrollo profesional con el ejemplo. En todas las empresas que he trabajado les he aconsejado a las mujeres que así como hacen su trabajo no se pueden perder nunca momentos importantes de sus hijos: reuniones de padres, Día de la Madre, Día del Padre, etc. No es negociable.

    Yo como madre creo que uno debe estar allí. No se les puede demostrar que a uno le importa más el trabajo que ellos. Yo les apoyo en todo lo que puedan.

    A los equipos hay que demostrarles seguridad, indicándoles que todos tenemos competencias y debilidades. Sin embargo, cuando yo contrato a alguien, sea hombre o mujer, converso para saber quiénes son, porque los valores son importantes.

    Cuando alguien trae eso de su casa es importante darles una oportunidad para que crezcan. Es importante que los colaboradores asistan a eventos y les doy la oportunidad que se desarrollen y expongan sus propuestas. De esa manera han crecido.

    He formado a buenos equipos. Es una satisfacción”.

    El sector

    “Muchas mujeres nos hemos involucrado en el sector aeronáutico y de agencias de viaje. Con eso se nos fueron abriendo las puertas. Hemos tenido grandes oportunidades y las hemos sabido aprovechar. Hemos demostrado que mujer u hombre pueden ser grandes profesionales.
    En el sector la mayor parte de líderes, ahora, son mujeres. Estamos en los equipos de dirección en líneas aéreas y agencias”.

    La directora expresa que Een el sector, la mayor parte de líderes ahora son mujeres. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    La directora expresa que Een el sector, la mayor parte de líderes ahora son mujeres. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • La pasión por la ciencia la cultiva desde niño

    Patricia González y Redacción Quito (I)  redaccion@revistalideres.ec

    Uno de los juegos de infancia de Luis Villamagua era romper televisores viejos, sacarles las piezas (cables, ventiladores, etc.) e intentar crear un robot. También le gustaba simular que creaba plantas de agua potable con latas de sardina y sorbetes.

    Villamagua es el menor de seis hermanos. Creció en un hogar humilde, a las afueras de Loja, donde el acceso a los servicios públicos era limitado, pero las bondades de la naturaleza eran el entorno idóneo para un niño.

    La secundaria la estudió en el colegio Bernardo Valdivieso. Su afición a los robots, la tecnología y, en general, a la ciencia, lo encaminó a estudiar Ingeniería Electrónica y Telecomunicaciones, en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), en la que hoy, con 33 años, es profesor de física.

    Su carrera científica la inició como estudiante. Desde el segundo semestre se integró al grupo de investigación de un profesor de física, oriundo de Letonia. Los estudios se centraban en la ciencia de materiales. Formó parte del grupo durante los tres primeros años de la carrera.

    Los últimos años, además de dedicarse a la tesis, trabajó como tutor en una academia de enseñanza de matemáticas, con lo que se ayudaba para el pago de sus estudios. Aunque, también recibió becas de la universidad por buenas notas o participación en actividades culturales como la danza.

    Frank Maldonado, ex compañero de universidad y actualmente colaborador en investigaciones, lo describe como una persona perseverante, que no da por sentado las cosas y siempre trata de seguir avanzando.

    Con el deseo de continuar aprendiendo, Luis se postuló a varias becas antes de graduarse. Una vez que obtuvo su título se mudó al sur de Italia, para estudiar una maestría en Microelectrónica en la Universidad de Calabria.

    Al poco tiempo comenzó un doctorado en Ciencia y Tecnología de Sistemas Complejos, porque el centro educativo le permitía ingresar al Ph.D. si contaba con una publicación científica, había cursado mínimo seis meses de maestría y dominaba al menos dos idiomas. Villamagua tenía dos publicaciones, hablaba tres idiomas y había cumplido los seis meses de maestría.

    Durante el doctorado, de tres años, combinó la electrónica con la física, específicamente la ciencia de materiales, una rama en la que ya trabajaba con el grupo de investigación de la UTPL.

    Seis meses los cursó en la universidad de Tyndall (Irlanda), gracias a un intercambio estudiantil. Hasta entonces el doctorado había sido teórico, pero esta etapa fue experimental.

    En 2014 también tuvo la oportunidad de venir a Ecuador por cinco meses, con una beca de la UTPL, para trabajar en una investigación. En esa ocasión le ofrecieron dar clases en la universidad apenas culminara sus estudios.

    Una de las cosas que recuerda de Europa es su diversidad cultural. “Esto me hizo crecer, entender que no todos somos iguales”.

    Al retornar al país, en abril del 2016, comenzó a dar clases en la UTPL, inicialmente de cálculo y luego de física. “Como docente me siento renovado, con más humildad y ganas de aplicar nuevos métodos”. Además, es coordinador del grupo de investigación de Fisicoquímica de Materiales.

    Alex Aguirre, su alumno, destaca de él su puntualidad y conocimientos sobre los temas que imparte. “Le gustan las cosas correctas y es muy honesto”, añade. Luis Alberto Cuenca, colega, lo considera una persona dedicada, proactiva y persistente.

    Desde su época de estudiante de pregrado, Luis ha participado en conferencias sobre investigación científica. Este año, además, participó como invitado en la edición 69 de la Reunión de Premios Nobel en Lindau, Alemania.

    Luis se casó hace dos años con una francesa, Claire, y es padre de un varón, de cinco meses. Una de las actividades que más disfruta es cocinar. También, leer de ciencia ficción y montar bicicleta.

    Una cita para el intercambio científico

    Las Reuniones de Premios Nobel de Lindau fomentan el intercambio entre científicos de diferentes generaciones, culturas y disciplinas. Los encuentros se celebran cada año en Lindau, en el sur de Alemania. Fueron concebidas en 1951 como una iniciativa europea de reconciliación de la posguerra entre los científicos.

    Se centran, alternativamente, en fisiología y medicina, en física y en química; cada cinco años se celebra una reunión interdisciplinaria en torno a las tres ciencias naturales.

    La edición 69, que se celebró del 29 de junio al 7 de julio de este año, fue dedicada a la física. La cita reunió a 39 premios Nobel y 580 jóvenes científicos –entre estudiantes universitarios, estudiantes de doctorado e investigadores postdoctorales–, de 89 países.

    Uno de los invitados fue Luis Villamagua, docente y coordinador del grupo de investigación de Fisicoquímica de Materiales de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).

    Para postularse se requiere contar con un perfil académico-científico, tener publicaciones científicas, participar de intercambios de investigaciones, haber dictado conferencias, tener un nivel avanzado de inglés y estar en el top 10 de su promoción universitaria. Además, ser menor de 35 años.

    “Fue una experiencia única en la vida. Me gustó la humildad de los premios Nobel y el poder conocer cómo se estudia la física en diferentes regiones”, comenta Villamagua.

    El programa incluye conferencias, debates, clases magistrales y paneles de discusión. Todas las sesiones buscan generar el intercambio de conocimientos, ideas y experiencias entre los laureados y jóvenes científico.

  • Conocer el mercado y guiar a las marcas, su pasión

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    Las circunstancias no definen a una persona. Lauren Kressler, gerente General de Focus Research & Strategy, es un ejemplo.

    Nació en Boston, Estados Unidos, y a los cuatro años vino a Ecuador con su madre y hermana. A su padre, estadounidense, lo vio solo un par de veces más, hasta que falleció. Con su madre, una artista plástica que atravesó por diversos problemas personales, la relación fue inestable.

    Su abuelo materno, de origen búlgaro, invirtió en la industria textil y del cacao en Ecuador, lo que les permitió vivir de manera ostentosa por muchos años. Una vez que el abuelo murió, las fábricas se vendieron y vivieron de la herencia. Pero el feriado bancario pulverizó lo que quedaba.

    Lauren y su hermana estudiaron en el colegio Alberto Einstein, en Quito, gracias a una beca, lo que les exigía mantener un alto nivel académico. Afortunadamente, lo que más disfrutaba era estudiar.

    La crítica situación económica de la familia le obligó a trabajar desde muy joven. El primer trabajo que recuerda fue repartiendo volantes, promocionando unos talleres de cocina que dictaba su madre. No tenía más de 11 años.

    En el primer año de secundaria vendió bisutería. Con 13 años trabajaba en atención al cliente en una carnicería, los fines de semana. Trabajó en una discoteca, fue ‘bartender’ en una feria ganadera, entre otros oficios más. La buena estatura le ayudaba a parecer más grande. Es una rubia, de ojos claros, de 1,70 metros.

    Gracias a que ganó un concurso de física en el colegio ingresó con beca a la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) para estudiar ingeniería civil, a pesar de que su sueño era cursar arquitectura.

    Tras un desencanto de la carrera, buscó otras opciones en la Universidad de las Américas, que le ofreció una media beca para estudiar psicología, con convalidaciones porque había cursado una mención en psicología en la USFQ. Durante el primer año, su mamá le ayudó a cubrir el costo de la carrera. Luego se lo costeó ella trabajando. Fue la primera con título universitario en su familia.

    El complejo entorno familiar y lo temprano que empezó a trabajar le dejaron varias enseñanzas: “A generar ingresos para mi familia y no depender de nadie; que los momentos malos pasan, pero los buenos también. Me ha ayudado a tener perspectiva y a valorar las cosas no materiales”.

    A los 18 años se fue de casa y desde entonces comenzó a sostenerse por su cuenta. Aún estando en la universidad ingresó a Habitus Investigación como transcriptora de grupos focales. Fue una época en la que prácticamente no dormía porque le pagaban por transcripción y necesitaba el dinero.

    “Lauren ha demostrado el valor del esfuerzo y la dedicación para cumplir sus metas. Es un gran ejemplo de mujer competitiva y líder”, comenta su amiga desde hace más de 15 años, Valeria Dueñas.

    Habitus fue su primer encuentro con lo que sería su vida en adelante. Una vez graduada, ingresó formalmente en la empresa, donde pasó por distintos cargos a lo largo de ocho años, llegando hasta la Gerencia Cuantitativa. “Fue una escuela. Ahí aprendí gran parte de lo que hago”.

    Luego trabajó como Gerente de Inteligencia de Mercados en la Corporación Ekos, una experiencia de un año que le enseñó sobre gestión empresarial.

    A mediados de 2013, retornó a una investigadora de mercado. Esta vez a Ipsos, donde asumió la Gerencia Cualitativa. Fue un cambio importante porque se trataba de una multinacional. La contraparte es que no podía conocer todo el proceso de investigación.

    Focus Research & Strategy era apenas una idea de negocio cuando la contactaron para formar parte del equipo, en 2014. Tras varias negativas, decidió arriesgarse y aceptar la Gerencia Cualitativa. En junio del pasado año asumió la Gerencia General de la firma.

    Focus no solo ofrece sus estudios a distintas marcas, grandes o pequeñas, además imparte talleres para emprendedores y ‘start ups’ sobre la situación del mercado ecuatoriano.

    En una ocasión también estuvo de ese otro lado, como emprendedora. Entre 2010 y 2012, tuvo un negocio de artículos ‘geek’, junto a su esposo. Pero no prosperó.

    Ibeth Paucar, productora en medios públicos, y Belén Jaramillo, gerente de Loop Group, destacan sus conocimientos sobre el mercado y sus habilidades para compartirlo. “Entiende que mientras más gente aprende más sostenible es una sociedad”, dice Paucar.

    Lauren es madre de una niña de siete años, quien heredó el talento de la abuela. Le encanta dibujar monstruos, que además vende en lienzos, con la ayuda de sus padres, para donar dinero a fundaciones para niños.

    CV
    Licenciada en Psicología por la Universidad de las Américas.

    Gerente de Estudios Cuantitativos y otros cargos previos en Habitus Investigación.

    Gerente de Inteligencia de Mercados en Corporación Ekos.

    Gerente Cualitativa en Ipsos Consultor.

    Gerente general de Focus Research & Strategy. Antes, Gerente Cualitativa.

    Lauren Kressler es experta en investigación del consumidor. Desde la firma que lidera, Focus Research & Strategy, brinda asesoría a los emprendedores.
    Lauren Kressler es experta en investigación del consumidor. Desde la firma que lidera, Focus Research & Strategy, brinda asesoría a los emprendedores.
  • La pasión por vender le llevó al comercio en línea

    Carolina Enriquez

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    Ella comenzó vendiendo pulseras y tortas, cuando era niña. Ahora lidera en Ecuador la sucursal de una empresa de comercio electrónico regional. Para alcanzar este sitial, la quiteña Ximena Cevallos aplicó un dicho: la constancia vence lo que la dicha no alcanza.

    Esta ejecutiva se describe como una vendedora nata. Cuenta que inventaba emprendimientos para obtener ingresos. Sus ojos se humedecen cuando recuerda que creció solo con su mamá y que ante las necesidades económicas estudió contabilidad en el Colegio 24 de Mayo para trabajar y obtener ingresos lo más pronto.

    Cuando estaba en quinto curso consiguió una práctica preprofesional en la Rectificadora Botar. Al sitio acudió todas las tardes hasta que se graduó; no solo obtuvo experiencia sino que comenzó a ganar y a administrar su dinero.

    Era una vida sacrificada, pero emocionante, relata. Entre salir del colegio e ingresar a la empresa tomaba clases de inglés en la Escuela Politécnica del Ejército; allí aprendió ese idioma.

    Al graduarse del colegio, en 1991, consiguió un trabajo de cajera en el extinto Filanbanco. Un año después ingresó al American Junior College para estudiar una tecnología en Administración de Empresas. “Quería manejar una empresa y ser gerente. Lo que más me gustaba era mercadeo, saber cómo vender, posicionar productos, cambiar ideas, etc.”.

    Era agotador, pero ella creía firmemente que toda mujer debe tener una carrera profesional. Las noches estudiaba y las mañanas atendía en agencias del banco dentro de empresas como Coca Cola y Laboratorios Life.

    En esta última empresa su vida se transformó. La firma abrió en 1993 una vacante para visitadora médica y ella, sin conocimientos de medicina, aplicó para mejorar sus ingresos y crecer.

    Para lograr este puesto tuvo que seguir un curso y dar un examen que incluía conocimientos de anatomía. Fue duro porque la empresa contrataba profesionales ya con conocimientos médicos.

    Estudió mucho y gracias a ese esfuerzo la contrataron. En Laboratorios Life trabajó seis años; era tan hábil para vender que, ciertas veces, superaba hasta tres veces el cupo mensual asignado.

    Fue una de las primeras visitadoras mujeres en el país. El desarrollo profesional que alcanzó no fue suficiente pues quería ocupar un cargo de liderazgo. Al final, más hombres llegaron a esas posiciones y ella renunció para crecer.

    Tras ello, en el 2000, viajó a EE.UU. porque quería perfeccionar su inglés. Fue un desafío; estaba casada pero viajó sola y se llevó a su hija de dos años.

    Contrató una niñera que le ayudara y entre las 10:00 y las 16:00 aprendía lo más que podía en Utah Valley State University. Una de las cosas que más disfrutó fue obtener una A en una prueba en la que ni los japoneses, que eran los estudiantes más dedicados, lo lograron; sonríe al recordar.

    A finales de ese año volvió a Ecuador y se dedicó a terminar su carrera como administradora de empresas en la Universidad del Pacífico. En 2006, sin embargo, la vida le preparó un nuevo reto.

    Ximena Cevallos en una feria de flores de exportación. Foto: Cortesía
    Ximena Cevallos en una feria de flores de exportación. Foto: Cortesía

    Su esposo se dedicó a la exportación y ella quiso ayudarlo. Para ello estudió un diplomado en comercio exterior dictado entre la Federación Ecuatoriana de Exportadores y la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).

    Los conocimientos que adquirió fueron la llave para que postulara por la vacante para gerenciar en Ecuador la empresa de comercio electrónico colombiana Ultrabox. Su esposo, Luis Serrano, supo del cargo que se ofertaba y no dudó en convencerla para que intentara conseguir dicho puesto.

    Lo hizo y ahora, 12 años más tarde, recuerda cómo con tremendas dificultades, por la desconfianza de ese entonces a las compras en línea con tarjeta de crédito, levantó la empresa en el país.

    Ernesto Leyva, gerente general y accionista de Ultrabox, destaca la responsabilidad, consagración e interés que Ximena tiene por la empresa. “Eso tiene un valor enorme. Se ha interesado en el plan estratégico de alianzas con compañías que permitan un efecto multiplicador de clientes”.

    En la firma, la ejecutiva también ha colaborado en la expansión en América Latina. Actualmente, esta ofrece servicios en Colombia, Costa Rica, Perú y Ecuador.

    Además, ha apoyado a las empresas de courier y correos rápidos en las gestiones frente a las restricciones a la importación que estableció el Gobierno desde el 2013. Lupe Ortega, presidenta de la Asociación de Correos Privados (Acopri), resalta su participación. “Es una ejecutiva, soluciona problemas. En ocasiones, como ella maneja los temas de bodegas en el exterior, hemos visto su sentido de colaboración”.

    Una firma que tiene enfoque global

    Redacción Quito (I)

    En 1999 se conformó en Colombia Ultrabox con el fin de facilitar el desarrollo del comercio electrónico en Latinoamérica y ofrecer servicios en el área de la logística.

    La firma brinda un acompañamiento a los compradores virtuales y ofrece alternativas de importación de bienes de consumo y capital, así como materias primas. En sus inicios la compañía funcionó ofreciendo el servicio de casilleros para el envío de productos desde EE.UU., pero ahora es una firma de comercio electrónico.

    “La empresa hizo enlaces con Amazon, E Bay, entre otras en nuestra propia página. Los clientes ya no tienen que ingresar a otras plataformas, comprar y poner su casilla. Nuestro portal ofrece la herramienta de comercio electrónico directamente”, comenta la CEO en Ecuador, Ximena Cevallos.

    Actualmente, la compañía tiene bodegas en Miami, Madrid y Guangzhou. Cuenta con sucursales en cuatro países de América Latina; a Ecuador llegó en 2006.

    Durante los primeros años de la firma en el país, cuenta la gerente, desde la matriz se logró una alianza con Diners y Banco de Guayaquil para difundir el servicio entre algunos de sus clientes. El aval de las entidades financieras permitió darles la seguridad para que hicieran transacciones vía Internet con sus tarjetas de crédito.

    Entre las propuestas de valor de Ultrabox está acceder a miles de productos y servicios en cualquier lugar del mundo, eliminación de intermediarios, transacciones seguras en cualquier lugar el planeta sin la necesidad de usar efectivo, entre otras.

    Datos

    Familia. Está casada y tiene una hija de 21 años y un hijo de 17. Gusta realizar con ellos actividades al aire libre.

    Intereses. Le gusta hacer ejercicios y bailar. Una de sus pasiones es la repostería. Hace tortas para los compromisos de su familia. Incluso, llegó a tener un negocio.

    Madre. Considera que ha sido un pilar fundamental en su vida. Siempre la ha apoyado.

    Ximena Cevallos junto a su esposo e hijos. Foto: Cortesía
    Ximena Cevallos junto a su esposo e hijos. Foto: Cortesía
  • La pasión por las plantas es el sello de este negocio

    Mayra Pacheco

    redaccion@revistalideres.ec

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    El reto de elaborar una planta esférica, que no requiere de un macetero, convirtió a María Cecilia Tenesaca, de 55 años, en una emprendedora.

    Tras una serie de pruebas y errores, esta mujer que había perdido su trabajo en el 2016, encontró la técnica y los materiales para crear kokedamas. Estas plantas que tienen una base redonda cubierta con fibra de coco se ofrecen como elementos decorativos, recuerdos o regalos corporativos.

    Estos productos se encuentran en La Jardinería. El emprendimiento fue creado por Tenesaca y su hija Ana Cristina Gallardo, en septiembre del 2016. Para este proyecto invirtieron, inicialmente, alrededor de USD 1 600.

    En este local ubicado en la calle Gonzalo Serrano y la avenida 6 de Diciembre, en el norte de Quito, se exhiben kokedamas ordenadas perfectamente.

    Hay unas que caben en la palma de la mano y otras, más grandes, en las cuales crecen bonsáis, flores, cactus y otras. En promedio, se cuenta con 10 variedades, elaboradas por Tenesaca.

    Más adelante, está previsto ofrecer orquídeas. Pero antes se debe buscar los elementos precisos que permitan que estas flores crezcan dentro de las kokedamas. Estas variedades a diferencia de las otras no germinan en la tierra.

    Para el resto de plantas, el proceso consiste en emplear semillas, sustratos, tierra, fibra de coco, abono orgánico e hilos. La técnica es, principalmente, manual. Sin embargo Tenesaca, quien disfruta del cuidado de estas especies, cuenta que también tiene un secreto. Ella habla con sus plantas, les canta y trata con esmero para que germinen y crezcan sanas.

    Los precios de las kokedamas oscilan entre USD 2,50 y 20. Incluye una tarjeta con una frase y una guía sobre el cuidado que requieren. También se brinda un servicio personalizado para eventos especiales o empresas.

    Por ejemplo, Vanessa García, cliente de La Jardinería, adquirió en mayo de este año tres docenas de kokedamas medianas para obsequiar como recuerdo a los invitados de su matrimonio.

    Ella considera que regalar una planta tiene un significado especial, porque es un ser vivo que demanda cuidados y crece.

    Además, estos recuerdos estuvieron a tono con su fiesta. Gallardo, quien se encarga de la parte creativa y ventas, elaboró las tarjetas, según los requerimientos.

    Ximena Narváez, otra cliente, realizó un pedido más grande para entregar a sus compañeras del Hospital Vozandes este detalle por el Día de la Mujer. Fueron 300 kokedamas, que llegaron a tiempo y en buenas condiciones.

    “Es un producto bonito y novedoso. Me atrajo que se emplee materiales reciclados como la fibra de coco”, expresó Narváez.

    Para la elaboración de las kokedamas, en promedio, se adquiere entre cuatro y cinco costales de fibra de coco por mes. Cada uno de estos sacos cuesta entre USD 5 y 10, según la temporada.

    La Jardinería factura al mes alrededor de USD 5 000.

    Las kokedamas se elaboran con productos reciclados y abono orgánico. María Cecilia Tenesaca y Ana Cristina Gallardo son las creadoras. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Las kokedamas se elaboran con productos reciclados y abono orgánico. María Cecilia Tenesaca y Ana Cristina Gallardo son las creadoras. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • ‘El éxito de un negocio no solo implica dinero, sino pasión’

    Redacción Quito

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    Chris Gardner es un empresario que vivió en las calles de San Francisco. Brinda consejos para quienes se mueven en la industria. 

    En su trayectoria como conferencista, usualmente, suele referirse a la pasión que se debe tener en la vida para hacer las cosas y, sobre todo, para que algo resulte como, por ejemplo, un negocio. En Ecuador, sin embargo, la mayoría de los emprendimientos surgen por necesidad. ¿Qué pasa en esos casos?

    Entiendo que eso es todo un reto. No es solo que quiero emprender, sino que debo pagar la renta, las cuentas. Es cuando uno dice “tengo qué hacer algo ahora”. En ese proceso, una de las cosas que debe hacerse es tomar la decisión: lo que quiera que se vaya a hacer, se tiene que hacer bien.

    ¿Qué problemas ha visto usted en los emprendedores?

    La gente joven con la que hablo quiere hacer todo rápido a causa de la globalización y la tecnología y así no son las cosas. Deben saber, además, que las personas con las que uno está compitiendo no están solo en el barrio, sino en el planeta. Por necesidades económicas uno puede querer todo ahora, pero hay que hacer las cosas bien, lo mejor que se pueda. Tal vez uno no esté enamorado de lo que hace, pero es en lo que se está trabajando ahora.

    ¿En qué frase resumiría estos argumentos?

    A veces hay que hacer lo que se tiene que hacer, antes de hacer lo que se quiere hacer. No hay nada equivocado con eso.

    ¿Qué pasa cuando una persona, como un emprendedor, pierde la pasión o, al menos, el interés por hacer lo que, actualmente, está haciendo?

    Tiene que salir del negocio.

    ¿Por qué?

    Por que hay que sentirlo. No puede ser solo el interés de ganar dinero para el negocio, hay que sentirse bien. Hay que levantarse y decir ¡Sí, vamos ahí!

    Y si se acaba la pasión, pero tengo personas a las que doy trabajo ¿Cómo les ayudo si mi alternativa es cerrar la compañía y hacer otra cosa?

    La respuesta es vender la empresa a los trabajadores. O vender la firma a alguien que tenga la pasión. La vida es demasiado corta, hay que hacer lo que se ama.

    En el libro “En busca de la felicidad”, que de hecho es una biografía suya, usted cuenta sobre algunos giros que tuvo en su vida. Lo que me llamó la atención es que cuando usted era muy joven quería vincularse a la medicina, pero terminó en el sector financiero.¿Cómo logra un emprendedor, que tiene un interés pero por cuestiones de la vida debe hacer otra cosa, cambiar su chip mental?

    Para eso las personas tienen habilidades, talento y experticia. Todo eso es transferible. Se las puede poner en práctica en cualquier área que exista en la vida.

    ¿Qué aprendió usted durante los giros de su vida?

    Lo que aprendí durante los años que estuve vinculado a investigaciones médicas me lo llevé a Wall Street. Me refiero con eso a estudios, análisis, procesos, etc. Cuando llegué a Wall Street estaba listo, porque tenía todo eso.

    ¿Cómo favorece al desarrollo de un emprendedor la compra y venta continua de las compañías? Hablo de esto porque en su historia, precisamente, usted aplicó esta metodología financiera.

    Todo lo que aprendes te lo llevas contigo. Eso es más valioso que el dinero. Es importante crear siempre oportunidades nuevas. Cuando uno tiene éxito sabe que puede seguir creciendo más.

    ¿Cuáles son las claves para el éxito y la felicidad?

    Creo que la felicidad es el éxito. Todos tenemos que ganar dinero, pero eso no te hace feliz. Para mi la felicidad es la salud, el hecho de haber criado a dos hijos que se volvieron buenos jóvenes, que hago un trabajo que refleja mis valores y que tengo dos personas especiales: mi nieta y mi ahijada.

    ¿Cree que si alguien se salta un proceso doloroso que hay que vivir es posible que la vida lo lleve de nuevo a un punto similar para vivir ese dolor? ¿Hay algún propósito?

    Sí. Todo se trata de pasos y pasos que no son posible saltarse. En los Estados Unidos la gente joven quiere todo para ahora, para hoy. Tienen en su mente algo y quieren que las cosas sucedan rápido. Hay que hacerles entender que en la vida las cosas no ocurren de esa manera. La gente joven debe pensar que si uno tiene destrezas es necesario que invertir en eso para salir adelante en cada paso que se presenta.

    El empresario Chris Gardner comenta que la película, basada en su biografía, ‘En busca de la felicidad’, solo cuenta un año de su vida. Foto: Facebook Cámara de Comercio de Quito
    El empresario Chris Gardner comenta que la película, basada en su biografía, ‘En busca de la felicidad’, solo cuenta un año de su vida. Foto: Facebook Cámara de Comercio de Quito
  • El trabajo ambiental, la mayor pasión de esta mujer

    Patricia González

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    Hace 30 años, María Eugenia Puente lideró a un grupo de 25 hombres (entre especialistas, asistentes y guías nativos)en la primera expedición científica al Parque Nacional Yasuní.

    Fue el primer estudio de impacto ambiental para el desarrollo hidrocarburífero en el área del Yasuní, consultoría que realizó para las petroleras Cía. ELF Aquitaine, de Francia, y ConocoPhillips, de Estados Unidos.

    “La riqueza de la selva amazónica me atrapó, me enamoró, se convirtió en mi pasión”, recuerda y se emociona al recordar esa primera expedición de 20 días al Yasuní, que describe como una experiencia de sobrevivencia.

    A María Eugenia Puente la biodiversidad del Ecuador la cautivó desde niña. Sus recuerdos de infancia la trasladan a la hacienda Pilongo –propiedad de su padre–, en los páramos de Machachi, donde disfrutaba de observar las aves, atrapar sapos y mariposas. En la adolescencia aprovechaba las vacaciones para irse de excursión con sus amigos.

    Es quiteña, de 61 años, casada en dos ocasiones y madre de dos mujeres. Estudió en el Colegio Santo Domingo de Guzmán, de la Congregación de Hermanas Dominicas. Fue catequista e incluso evaluó la posibilidad de consagrarse a la vida religiosa. Pero, privilegió el amor por la naturaleza y decidió estudiar Ciencias Biológicas en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

    En sus años universitarios exploró otra pasión: la fotografía. En las salidas de campo de la carrera, Puente se dedicaba a fotografiar la fauna y flora del país. Un ‘hobby’ que le permitió financiarse los estudios a partir del segundo año de universidad, vendiendo sus fotografías a la BBC, a ornitólogos y agencias de turismo.

    Los estudios y la fotografía los llevó a la par del rol de madre. Se casó por primera vez a los 18 años y a los 20 tuvo a su primera hija: María Eugenia Moreno, quien creció inmersa en la vida profesional de su madre, acompañándola en sus expediciones como consultora ambiental. La influencia que tuvieron esas vivencias en su hija, la motivaron a estudiar ecología y hoy día está a la cabeza de la empresa fundada, en 1989, por su madre: Ecuambiente, primera consultora ambiental del país.

    “Mi madre influyó mucho en mi vida profesional. Crecí siendo parte de sus actividades en campo (Amazonía, Galápagos, Costa y Sierra) y oficina. Compartí con ella su pasión por la naturaleza. Es mi ejemplo de responsabilidad y entrega”, comenta.

    María Eugenia, la empresaria, nació por necesidad. Tras la primera expedición al Yasuní, ConocoPhillips la invitó a participar en el estudio global para el Bloque 16, para lo cual debía constituir una empresa. La bióloga reunió a un grupo de expertos en distintas áreas para conformar Ecuambiente, firma que estuvo a cargo del estudio del Bloque 16, como ganadora de la licitación.

    Entre 1992 y 1996, la empresa diseñó los protocolos para el proyecto de Monitoreo Biológico Yasuní, el cual tuvo continuidad hasta el 2012. “Esto permitió que las operadoras hidrocarburíferas realizaran gestión ambiental adecuada, con medidas de mitigación, como la reforestación y la biorremediación de los suelos contaminados”, explica María Eugenia. Añade que también se fomentó la sustentabilidad, involucrando a las comunidades locales en la educación ambiental.

    Gustavo Palacios, biólogo y ex gerente técnico de Ecuambiente, conoció a María Eugenia en 1992, cuando realizaba prácticas universitarias en el Yasuní. “Fuimos los primeros profesionales que empezamos a vincular el área de protección ambiental con la actividad petrolera”.

    Palacios comenta que gracias al trabajo que realizaron se generó el primer reglamento ambiental para actividades hidrocarburíferas en el país, que comenzó siendo un “acuerdo de caballeros” entre las empresas petroleras y el Estado.

    “María Eugenia es pionera en temas de desarrollos sustentables y de responsabilidad social en el Ecuador. Es una mujer soñadora y fuerte, que ha alcanzado sus metas”. Así la define Palacios, quien además la considera una persona elocuente y de altísimo liderazgo.

    Su amigo Santiago Izurieta, gerente general de Ecuambiente, la cataloga como una mujer fuera de serie, visionaria, con un olfato único para los negocios. “Es una excelente persona, sencilla y especialmente leal con sus amigos”.

    María Eugenia se jubiló en noviembre del 2016. Ahora desea dedicarse a proyectos de agroecología –incluso tiene pensado lanzar una marca de productos agroecológicos– y a escribir libros sobre su experiencia como empresaria. “Una de mis máximas es: Todo pensamiento es acción”.

    María Eugenia Puente llevó adelante con la empresa Ecuambiente actividades de reforestación en comunidades del país y fomentó la educación ambiental en las escuelas. Fotos: Eduardo Terán / LÍDERES y archivo particular
    María Eugenia Puente llevó adelante con la empresa Ecuambiente actividades de reforestación en comunidades del país y fomentó la educación ambiental en las escuelas. Fotos: Eduardo Terán / LÍDERES y archivo particular
  • A sus 75 años, Jeep sigue levantando pasiones en Latinoamérica

    Agencia EFE

    Jeep, todo un icono del automóvil en EE.UU., donde comenzó su andadura hace 75 años, ha logrado construir una leyenda muy especial en Latinoamérica con miles de devotos a este todoterreno que han acuñado incluso un nombre muy particular: «jeeperos«.

    En una entrevista con Efe en Detroit (EE.UU.), el director ejecutivo de Jeep, Mike Manley, reconoció el atractivo que la marca tiene en América Latina, así como en otras regiones del mundo, porque representa «ese espíritu de aventura, de crear recuerdos, de las posibilidades que la vida ofrece».

    Manley también señaló que «la marca todavía no ha alcanzado todo su potencial» en la región. «Sigue habiendo oportunidades para nosotros», añadió.

    Algo en lo que los «jeeperos» (pronunciado «yiperos») suramericanos están de acuerdo, especialmente ahora que Jeep ha vuelto a producir en la región con la apertura el año pasado de la planta de Pernambuco (Brasil).

    No es la primera vez que Jeep se fabrica en Latinoamérica. Tras la Segunda Guerra Mundial, varios países latinoamericanos produjeron localmente bajo licencia los Jeep, dando origen a una lealtad por la marca que se mantiene hasta hoy.

    Argentina fue uno de los países donde primero llegaron los Jeep de la mano del Ejército argentino, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Y en 1956, Industrias Kaiser empezó a producir Jeep bajo licencia.

    Enrique Davidsohn, director general y fundador del Club Jeep en Argentina, confesó en una entrevista con Efe que no sabe exactamente por qué le gusta tanto Jeep.

    «Es lo mismo de cómo surge el gusto por una mujer, porque te gusta. O por un equipo de fútbol. O por un país», comentó entre sonrisas.

    «Tengo Jeep desde el año 1962. Y después con los años fui teniendo los modelos más modernos que han venido. Los he tenido 8-10 años y después los he cambiado por gusto, porque en realidad nunca tuve problemas con la marca Jeep», explicó.

    En la actualidad, Davidshon cuenta con dos Jeep: un Wrangler 2010 «que se utiliza para las travesías que hacemos con el club» y un Cherokee «para pasear con la familia».

    «Es un vehículo fuerte, es un vehículo que significa la aventura y la libertad», declaró.
    «Para nosotros, los jeeperos como decimos, es la aventura, el andar libre, el poder exigir mucho a un auto y que no se rompa. Y no tener que cuidarlo tanto como un coche más ciudadano», concluyó.

    Davidsohn recuerda una anécdota que se produjo en la localidad brasileña de Manaos, en el corazón del Amazonas.

    «Tuvimos que navegar sobre unas barcazas, en el Amazonas. La barcaza encalla, y al capitán del barco, lo único que se le ocurrió fue decir que tiremos los autos al río, para que el barco suba», contó.

    «Nos tuvimos que pelear el grupo con toda la tripulación, para que no nos tiren los autos al agua», dijo con una sonrisa.

    Para Mauricio Novelli Júnior, vicepresidente del Jeep Clube do Brasil, fundado en 1981 por Nelson Almeida, «la marca Jeep en Brasil está muy relacionada con la aventura».

    Como en Argentina, Brasil empezó a producir Jeep después del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1954.

    «A la gente le gusta el Jeep todoterreno, en viajes, en expediciones, en todo lo que implica a la naturaleza. El Jeep para mi familia, por lo menos, es una forma de vida. Tenemos nuestro propio estilo de vida», continuó Novelli.

    «Mi hija, de 7 años, es tan apasionada de Jeep que no me deja venderlo. Puedo vender cualquier coche de la familia menos el Jeep. Cuando salimos a las pistas todoterreno ellas es la primera que está levantada», añadió.

    Leo Moreira, instructor del Jeep Clube do Brasil, explicó a Efe la importancia de la tracción total en el país.

    «Cerca del 90 % de las carreteras en Brasil son de tierra. Vivimos en un país de proporciones continentales, así que tenemos todo tipo de temperatura y todo tipo de terrenos. La necesidad de saber cómo conducir un vehículo 4×4 es muy grande y las empresas están buscando profesionales con esta calificación», declaró.

    A diferencia de Argentina y Brasil, donde los primeros Jeep llegaron de la mano del Ejército, en Colombia los primeros Jeep fueron adquiridos en 1946 por los cafeteros que vieron en el todoterreno el perfecto sustituto de la mula de carga.

    Hace dos años, Jorge Luis Trujillo Mejía consiguió cumplir su sueño, como él mismo reconoció a Efe, y adquirir su primer Jeep Cherokee.

    «Para mí la marca es aspiracional. Quería tenerla desde hacía mucho tiempo que venía teniendo camperos diferentes, hasta que llegó la camioneta que me gustaba y pude comprar una Jeep», dijo a Efe.

    Trujillo explicó que «SUV o camperos pueden haber bastantes, pero lograr lo que esta marca logra aquí, lograr que la gente se comprometa con la marca, lograr que la gente quiera manejar el carro un día entero no es fácil».

    «Son 75 años de historia, todo el mundo sabe lo que hizo Jeep en la historia. Te encuentras modelos similares y aunque éste pueda tener un costo superior, lo vas a preferir sobre los demás», agregó el aficionado colombiano.

    Foto referencial. Foto: Jeep.com.mx
    Foto referencial. Foto: Jeep.com.mx