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  • Andrea Colombo, nueva directora de Aduana

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    Andrea Colombo es la nueva directora del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae). El nombramiento lo hizo el Ejecutivo a través del Decreto 1105. La decisión se tomó un vez que María Alejandra Muñoz dejó ese cargo y fue posesionada como vicepresidenta de la República.

    La nueva directora cuenta con un título de Ingeniera Comercial otorgado por la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil y una maestría en Economía, con mención en Finanzas y Proyectos Corporativos, de la Universidad de Guayaquil.

    Ha realizado dos diplomados de Gerencia Tributaria y Técnicas Empresariales.

    Su último cargo en la función pública fue la subdirección General de Operaciones de la Aduana.

    Colombo ha sido funcionaria de carrera del Servicio de Rentas Internas (SRI), especializada en gestión tributaria y trazabilidad de información. Ha impartido la cátedra de economía y comercio exterior en la Universidad de Guayaquil y ha sido capacitadora en temas de tributación.

    La nueva directora trabajará en el proceso para finalizar la implementación de los ejes estratégicos de la gestión aduanera, con especial énfasis en el Acuerdo de Facilitación de Comercio.

    La nueva directora cuenta con un título de Ingeniera Comercial otorgado por la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil y una maestría en Economía, con mención en Finanzas y Proyectos Corporativos, de la Universidad de Guayaquil.
    La nueva directora cuenta con un título de Ingeniera Comercial otorgado por la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil y una maestría en Economía, con mención en Finanzas y Proyectos Corporativos, de la Universidad de Guayaquil. Foto: Twitter / SENAE_Aduana
  • Alexandra Rodríguez Viera: ‘Cada uno es responsable de crear su oportunidad profesional’

    Redacción Quito

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    Lleva 33 años en Banco Guayaquil, una de las entidades financieras más grandes del Ecuador. Llegó a la entidad siendo muy joven y no planeaba trabajar durante mucho tiempo allí.

    Las metas de Alexandra Rodríguez Viera eran otras. Pensaba casarse, tener una familia y llevar una vida más hogareña. Pero no contaba con que con el tiempo y con algunos mentores descubriría que el mundo financiero se convertiría en su norte.

    Hoy es la Vicepresidenta de Contraloría Financiera de Banco Guayaquil y sus responsabilidades son mayores, más aún en la situación que atraviesa el Ecuador tanto en lo económico como en lo social.

    La personalidad

    “Para mí no existe una fórmula que asegure el éxito profesional de una mujer o de un hombre. Esto es un tema que tiene que ver mucho con la personalidad de cada ser humano porque el trabajo y las oportunidades están para todos y cada uno debe luchar por ellas y trabajar para cumplir bien su papel y su trabajo.

    Pienso que el empeño y el deseo de cada día aprender algo nuevo y no caerse ante el primer problema o fracaso que uno encuentre en el camino permiten que las personas vayamos alcanzando nuestros objetivos. Es similar a lo que viven los emprendedores, todos emprendemos en algún momento. Cada día trae retos diferentes y saber desenvolverse ayuda a formarse”.

    Prepararse ante los retos

    “Empecé a trabajar tras terminar el colegio. Tenía en mi mente un futuro totalmente distinto. Comencé como cajera en Finansur, una entidad que terminó siendo parte de Banco Guayaquil. Pasé por algunos cargos y funciones, siempre en el área financiera. Creo que en mi camino trabajé con profesionales de muy alto nivel que me permitieron querer y disfrutar esta profesión, pese al estrés y los desafíos.

    Esas personas me enseñaron a valorar cada momento de mi trabajo. Hoy, al ver hacia atrás, encuentro una experiencia muy bonita. Fui descubriendo retos que me gustaban y me preparaba para enfrentarlos. Estaba en un continuo aprendizaje y eso es parte del éxito de un profesional, estar rodeado de personas que comparten sus conocimientos.

    Siempre tuve capacitación. Por ejemplo, cuando el país se dolarizó todo los empleados aprendimos sobre el nuevo sistema monetario. Esta institución ha sido como una familia para mí, un espacio de mucho compañerismo y por eso nunca sentí que quisiera estar en otro lado”.

    El cargo

    “En mi cargo controlo la parte contable, el análisis financiero, todo lo que es control del presupuesto. Es un área clave que le permite a le entidad tomar decisiones adecuadas.
    El trabajo de mi área permite planear estrategias, saber cómo está el banco dentro del entorno nacional y exterior, ver oportunidades. Con el equipo hacemos un análisis completo del banco y cada una de sus áreas. Además, monitoreamos las metas establecidas en cada área. Todo se reporta a la alta dirección para que ellos tomen las decisiones adecuadas”.

    Mujeres y género

    “El mundo ha evolucionado, para todos, para hombres y mujeres. Quizás entre las mujeres sentían alguna limitación para desarrollar sus carreras, pero ahora con las oportunidades para capacitarse y aprender, la mujer, las personas, podemos tener un excelente nivel de crecimiento profesional.

    En los 33 años de mi trabajo en el banco, nunca he tenido la percepción de que por ser mujer u hombre se tenga más éxito. Eso no existe en el mundo laboral, en mi experiencia.

    No conozco sobre lo que pasa en otras empresas. Soy una persona que cree firmemente que las oportunidades y el nivel profesional se lo busca uno mismo, no importa el genero. Si uno no se prepara, si no está pendiente del mundo laboral, simplemente no se crece.

    Hoy todo ha cambiado respecto al tiempo cuando yo inicié mi carrera profesional. Antes era más difícil preguntar, hoy en cambio los jóvenes profesionales son muy abiertos, muy tecnológicos y eso hace que la manera de trabajo haya cambiado. Y si uno no está preocupado por estar aprendiendo y en contacto con las nuevas generaciones se va a quedar relegado”.

    El equilibrio

    “El balance es clave para optimizar los tiempos de toda persona. Habrá momentos en que la balanza estará más inclinada hacia el trabajo y otros en los que pese más lo personal”.

    Para la ejecutiva de Banco Guayaquil la preparación de las personas es la clave para aprovechar las oportunidades laborales. También cree que el balance trabajo-persona es vital
    Para la ejecutiva de Banco Guayaquil la preparación de las personas es la clave para aprovechar las oportunidades laborales. También cree que el balance trabajo-persona es vital. Foto: Cortesía
  • ‘Más mujeres se hacen notar en el mundo de la construcción’

    Redacción Quito

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    Virginia León es madre de un varón de 16 años y dos mujeres de 11 años y de 9 meses, respectivamente. Actualmente, está soltera. Considera que el ser profesional independiente en la construcción le ha permitido equilibrar mejor su trabajo con la maternidad.

    Una de sus pasiones es el fútbol. Lo practica desde la época universitaria. Forma parte de un equipo femenino, con el que se reúne todos los fines de semanas a jugar. Por la cuarentena, se encuentran los juegos suspendidos. En el colegio, practicaba básquet.

    Virginia fue criada por su abuela paterna, en una casa numerosa, donde compartía con primos contemporáneos a ella. Es oriunda de Vinces, Los Ríos, donde vivió hasta culminar el colegio. Desde los 17 años reside en Guayaquil.

    Es Ingeniera civil, egresada de la Universidad Estatal de Guayaquil. Una de sus primeras oportunidades laborales fue en la Corporación Samborondón (anteriormente, Corporación Alborada), dedicada a la construcción de viviendas, donde fue fiscalizadora de obra.

    Al poco tiempo de haber obtenido su título universitario, conformó su equipo de trabajo y
    se convirtió en contratista de acabados, siendo la Corporación su principal cliente en los últimos 10 años. También fue contratista en un centro de rehabilitación del Ministerio de Salud, en Guayaquil.

    En febrero pasado arrancó con un nuevo proyecto inmobiliario; esta vez como la contratista a cargo de la construcción de la obra. Con 37 años, su meta es tener su propia empresa constructora.

    La mujer en la construcción

    “Cuando entré a la universidad realmente éramos muy pocas mujeres. Pero en la actualidad
    veo más participación de las mujeres, tanto como residentes (asistentes) de obras como contratistas independientes, que es mi caso. Algunos ingenieros me cuentan que les gusta contratar a mujeres como residente de obra porque generalmente suelen ser muy responsables y dedicadas. Los obreros siguen siendo únicamente hombres; para estos trabajos se necesita hacer mucho esfuerzo físico. En acabados, he contratado a mujeres
    para la parte de limpieza. Pero en otras áreas como carpintería, electricidad, pintura solo he tenido hombres. Las mujeres no se han atrevido a incursionar en estos oficios, que no implican mucho esfuerzo, sino más bien técnica”.

    Liderazgo

    “Sí hay un liderazgo de las mujeres en el sector, nos estamos haciendo notar. El liderazgo femenino en este campo se distingue en el trato al personal, la forma de dirigir la obra. Yo veo la parte más humana. Mi equipo está contento de trabajar conmigo y eso me da satisfacción, el poder mantener un grupo que trabaje a cabalidad. Los trabajos estaban paradas por la cuarentena, recién nos reactivamos, y el equipo estaba muy dispuesto y entusiasmado por volver. Como persona natural, tengo 50 empleados, la gran mayoría son hombres. Como líder suelo hablar con las cabecillas de cada área y ellos transmiten la información a sus asistentes o ayudantes”.

    Reto

    “Mi siguiente meta es tener mi propia constructora de viviendas, que sean modernas y acopladas a las necesidades de la gente. La mayoría de las constructoras del país son lideradas por hombres. Creo que todas las mujeres que estamos creciendo en esta industria tenemos ese reto, ahorita muchas estamos en un nivel de que guiamos a otros, pero no podemos quedarnos estancadas ahí. Para cumplir esa meta hace falta disponibilidad mental, tener certeza de que lo puedes lograr; requiere además investigación y dedicación”.

    Balance

    “Paso mucho tiempo en casa, porque mi obra no queda lejos. Siempre les comento a mis hijos que tienen ese privilegio, porque hay mamás y papás que salen a trabajar y no vuelven hasta la noche. Al ser independiente, y además tener personal a cargo de vigilar que la obra vaya encaminada, puedo darme tiempo como mamá. El trabajo como independiente favorece el tiempo con la familia. Como mamá, una etapa difícil ha sido esta que estoy viviendo con mi hijo adolescente de 16 años; también el cuidado de la bebé. Gracias a Dios puedo pagar a alguien para que me ayude con el cuidado de la bebé, y cuento con el apoyo de mi mamá. Si te organizas, puedes hacer muchas cosas. Me gusta viajar. Me gusta el fútbol, soy arquera. Lo practico desde la universidad. Y desde hace cuatro años con amigas hemos participado en varios campeonatos”.

    Esta ingeniera civil tieneexperiencia como contratista en proyectos de construcción de viviendas. Valora ser profesional independiente.
    Esta ingeniera civil tiene experiencia como contratista en proyectos de construcción de viviendas. Valora ser profesional independiente. Foto: Cortesía
  • La diversidad y las TIC marcan al universitario

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El estudiante universitario en Ecuador tiene entre 17 y 26 años, en su mayoría. Además, está marcado por la diversidad y se apoya cada vez más en las tecnologías de la información (TIC) a la hora de investigar y aprender.

    Basta recorrer los pasillos de las universidades del país para encontrar una serie de características como las mencionadas. Algunos son emprendedores, mientras que otros trabajan a medio tiempo. También son, en parte, descomplicados y el trato con los docentes es de mayor confianza, en comparación con lo que ocurría hace 10, 20 o más años en las aulas del Ecuador.

    Buscan de manera constante becas dentro y fuera del país, y aprovechan las redes sociales para crear contactos que les pueden servir en su futuro profesional. Cada vez son más digitales en lo social y lo académico.

    En la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), los estudiantes de pregrado tienen edades entre 17 y 24 años y se gradúan cuando están entre los 22 y 24 años, ya que se ofertan carreras de tres, cuatro y seis años.

    “Tenemos un grupo de estudiantes homogéneo. Las aptitudes más destacadas de nuestros estudiantes es que son librepensadores, emprendedores, entusiastas, líderes”, dice la Universidad San Francisco de Quito.

    Este centro universitario aplica el sistema de Artes Liberales. Por eso los estudiantes acceden a las carreras en base de su interés o no de matemáticas. “Esto les permite reflexionar en los primeros semestres, ya con conocimiento, sobre cuál carrera optar. Podría decirse que el efecto de las artes Liberales hace una diferencia crucial en su formación, incluso en las profesiones liberales como medicina, arquitectura y leyes”.

    La USFQ también destaca la diversidad de los alumnos. El centro recibe estudiantes de todos los estratos, de las 14 etnias del país y más de 1 000 estudiantes extranjeros de 43 países.

    En la Universidad de las Américas también hay información que permite delinear el perfil del universitario ecuatoriano. Luis Vaca, director de Inteligencia de Información de la UDLA, informa que sus estudiantes ingresan desde los 17 años; el mayor número de alumnos se concentra entre los 21 y 22 años, el 28,98% se encuentra en este rango.

    Otro dato indica que el mayor número de estudiantes graduados se encuentra entre los 23 a 26 años.

    ¿Son más mujeres u hombres? Según Vaca, el universo de estudiantes actuales de la UDLA se encuentra dividido: 53% corresponde al género femenino y 47% al masculino. En lo que tiene que ver con los graduados, el 52% son mujeres y el 48%, hombres.

    Vaca ofrece más números sobre los alumnos de la institución. Dice que en el caso de estudiantes hombres el 81,7% son dependientes de sus padres y el 18,3% son independientes. En el caso de las alumnas, el 79,33% son dependientes y el 20,67% son inde­pendientes.

    Estas y otras universidades saben que los estudiantes de hoy tienen intereses específicos. Allí están temas como la industria 4.0, la economía naranja, los temas ambientales, entre otros. El desafío, dicen los expertos, es ofrecer carreras acordes a estos intereses.

    Las becas

    Datos de la Senescyt muestran que hasta octubre del 2018 se habían entregado
    14 133 becas internacionales. De esa cifra, 13 312 se canalizaron por la Senescyt y 821 con organismos cooperantes.

    Estas becas fueron principalmente para carreras enfocadas en ingenierías, salud, ciencias naturales, matemáticas, etc.

    La misma institución dice que se dieron 19 235 becas nacionales Eloy Alfaro. La mayoría, 15 807, fueron para estudios de pregrado.

    Estudiantes de la universidad Estatal de Guayaquil, en una imagen de noviembre del 2019. Foto: archivo / LÍDERES
    Estudiantes de la universidad Estatal de Guayaquil, en una imagen de noviembre del 2019. Foto: archivo / LÍDERES
  • Vivir aprendiendo es el nuevo perfil profesional

    Foro Económico Mundial (I)

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    ¿Qué más puedo estudiar? ¿En qué me conviene especializarme?¿Debo cambiar de trabajo?¿En qué otra actividad puedo involucrarme?…¿Cuál debería ser mi próximo paso? Al momento de definir cómo podría seguir nuestra carrera profesional comenzamos a realizarnos este tipo de preguntas.

    La clave está en pensar cómo agregar valor a nuestro currículum profesional sin perder el foco en lo que ya somos expertos.

    “Mamá de grande quiero ser polímata”. Según la Real Academia Española, ser polímata es la capacidad de abarcar muchos conocimientos diversos. En la antigüedad el polímata era muy valorado por la cantidad de conocimiento que tenía de diversas áreas, pero con el avance de la tecnología, donde todo lo que queremos saber está a la distancia de un clic, ¿cómo se redefine este perfil?

    Hoy en día ya no es suficiente saber mucho, sino que hay que saber expresar, aplicar y combinar los conocimientos adquiridos. En este contexto se vuelve imprescindible encaminar nuestra formación profesional hacia varios focos diferentes pero convergentes entre sí, que deben cruzarse en puntos concretos, que nos permitan que el conocimiento nuevo que vamos adquiriendo potencie y complemente los conocimientos anteriores. No tenemos que saber un poco de muchos conocimientos diversos, sino bastante de pocos conocimientos conectados en un nexo común o nodo.

    Entonces, ¿cómo identificamos si estamos realizando una diversificación de conocimientos concéntrica? La clave reside en detectar los nodos de nuestro ‘knowhow’ o saber hacer y ver cuáles son los conocimientos que puedo conectar a ellos que agreguen valor y aumenten nuestra ‘expertise’.

    ¿Se nace o se hace?

    La polimatía es una habilidad que se desarrolla constantemente. El primer paso es salir de la actitud experto y ponerse en la actitud de aprendizaje continuo.

    Citando a Edgar Morin, filósofo y sociólogo francés, “el conocimiento es la aventura incierta que conlleva en sí misma y permanentemente el riesgo de la ilusión del error”. Morin habla de que el conocimiento no se puede considerar como una herramienta ready made a utilizar sin examinar su naturaleza, sino que el riesgo que se toma al intentar reducir la incertidumbre especializándose en un tema radica en que todas las verdades esconden una posibilidad de error.

    Esto vuelve esencial nuestra capacidad de cuestionar la realidad desde diversos puntos de vista y poder analizarla interconectando varios saberes para poder ser productores de conocimiento.

    En un futuro más automatizado, con información al alcance de todos, el mercado va a demandar gente capaz de resolver problemas complejos, con pensamiento crítico, creativo y ágil.

    La actitud de aprendizaje continuo debe estar enfocada en interconectar y desarrollar multiperspectivas de un mismo conocimiento, es decir, conectado con los nodos que anteriormente definimos.

    Los expertos aseguran que la solución a estos problemas complejos y la producción de conocimientos innovadores va a surgir cuando se hagan dialogar de manera fluida las ciencias, profesiones y habilidades.

    ¿Cuál es el secreto?

    No basta con absorber más y más teoría, sino en buscar tener experiencias diversas que nos permitan desarrollar las habilidades para aterrizar, aplicar e interconectar este conocimiento.

    “Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no saben leer y escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y re aprender”, Alvin Toffler (escritor de La tercera ola).

    Vivir aprendiendo es el perfil del nuevo profesional y viene de la mano de la posibilidad de tener varias experiencias laborales, participar de voluntariados, organizaciones, becas, programas, intercambios, viajes y todo lo que sea posible participar y adquirir del entorno que permita poner en práctica y conectar lo aprendido para crear nuevas ideas.

    Habilidades del polímata

    Podemos resumirlas en dominar conocimientos diversos pero concéntricos, cuestionar la realidad manteniendo una actitud de aprendizaje continuo y generar experiencias para aplicarlo e interconectarlo. Esto nos trae creatividad, resiliencia y polivalencia.

    Escoger un camino no significa abandonar otros, pero no sirve acumular conocimientos y experiencias diversas sin tener claro cuál es mi nodo a desarrollar.

    3 característicasde los polímatas son: expresar, aplicar y combinar conocimientos. Foto: Ingimage
    3 característicasde los polímatas son: expresar, aplicar y combinar conocimientos. Foto: Ingimage
  • Domina la materia tributaria y no deja de aprender

    Patricia González

    Redactora (I)

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    El ballet clásico era su pasión. Se entregó a esta disciplina desde los ocho años de edad. Las mañanas eran para la escuela y las tardes para la danza.

    Con 16 años, Cinthia Uzcátegui era bailarina profesional del Teatro Centro de Arte, de Guayaquil, su ciudad natal. Una vez graduada, ingresó al cuerpo de baile, del que formó parte durante seis años.

    Estudió en el colegio femenino Nuestra Madre de la Merced, al igual que sus tres hermanas. En el ámbito académico tenía facilidad para los números, así que decidió estudiar Economía, en la Escuela Superior Politécnica del Litoral.

    Sus años universitarios también los compartió con el ballet. Cinthia era muy competitiva, además era consciente de que la danza en el país, específicamente en el Puerto Principal, no estaba en los niveles que ella deseaba alcanzar.

    No quería emigrar de país ni de su ciudad. Por eso, cuando le tocó decidir entre ejercer su carrera o dedicarse por completo a la danza, se decantó por la economía.

    Con 23 años, ya graduada, ingresó al Servicio de Rentas Internas (SRI), como analista de reclamos tributarios. “En esos años (entró en el 2003) recién empezaba a haber una cultura tributaria, era un tema interesante y desconocido para mucha gente”, comenta.

    Cinthia Uzcátegui en un viaje familiar a Suiza (izq.) y junto a su hermana y sus dos sobrinos (der.).
    Cinthia Uzcátegui en un viaje familiar a Suiza (izq.) y junto a su hermana y sus dos sobrinos (der.). Foto: Archivo particular

    Elizabeth Veintimilla, quien trabajó con ella en la administración tributaria y se convirtió en su amiga, la describe como una persona responsable y ordenada en su trabajo y con mucha iniciativa. “Cuando se propone algo lo consigue. Es visionaria”.

    Para Gilma Méndez, otra ex compañera del SRI y amiga, su habilidad para trabajar en equipo le ha ayudado a crecer profesionalmente y, ahora, como empresaria. Actualmente, Cinthia es socia de la empresa de asesoría legal y tributaria Census Consultores.

    En un lapso de seis años, pasó por distintos cargos dentro de la institución pública, llegando a la posición de experta en Auditoría.

    En el 2009 hizo una pausa en lo laboral y se fue a España a cursar una maestría en Comercio Exterior, en la Universidad Carlos III de Madrid. No logró encontrar trabajo por la crisis que atravesaba el país europeo, pero sí ser la mejor en su clase. Gracias a ello, obtuvo un premio, de 5 000 euros, que le otorgó la Cámara de Comercio de Madrid.

    “La experiencia fue inolvidable, me hizo crecer mucho como persona. Nunca había vivido sola y es una cultura muy distinta, son más abiertos , pero también bastante alegres como nosotros. Académicamente, fue la mejor decisión”.

    Ese aprendizaje le abrió otras puertas al retornar al país. Una vez de vuelta, volvió a su cargo en el SRI, porque se había ido con licencia sin sueldo. Pero, al mes surgió una oportunidad en el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), que decidió aprovechar. Por tres años, fue directora de Auditoría en Inspecciones, en la Dirección General de la Senae.

    Uzcátegui recibiendo un premio de la Cámara de Comercio de Madrid. Foto: Archivo particular
    Uzcátegui recibiendo un premio de la Cámara de Comercio de Madrid. Foto: Archivo particular

    “El mundo de los impuestos es apasionante y de mucho análisis”, dice Uzcátegui. Su paso por la Aduana, le permitió complementar la experiencia que ya tenía en tributación local, con el régimen internacional.

    Luego de 10 años, sintió que ya había cerrado su ciclo en el sector público, una época que considera marcó su vida y carrera. “Siempre tomé lo bueno que podía aprender en cada administración”.

    En 2013, ingresó a Cervecería Nacional como jefe de impuestos, una experiencia de tres años que recuerda como “retadora” por el alto nivel de excelencia.

    Con su formación de economista, siempre estuvo entre sus planes tener su propio negocio. Incluso, en un taller de coaching, que realizó a los 31 años, se planteó como una meta tener su propia consultora tributaria.

    La oportunidad surgió gracias a la oferta de asociación de un abogado y amigo, que conoció en Cervecería Nacional. En junio del 2016, nació Census Consultores, donde además de socia es vicepresidenta. La firma se especializa en brindar asesoría tributaria a otras compañías.

    Hoy, con 39 años, Cinthia no solo está al frente de su negocio. Además, continúa formándose. Cursa una maestría en Dirección de Empresas en el IDE Business School y, a distancia, la licenciatura en Derecho en la Universidad Técnica Particular de Loja. Como parte de su rutina, también entrena todas las mañanas en el gimnasio, antes de ir al trabajo.

    Para su amigo y compañero de maestría Christian Navarrete, el éxito de Cinthia yace en que ha buscado mantener un equilibrio entre el espacio personal y profesional. “Tiene un enfoque envidiable en sus objetivos”.

    Jorge Calderón, otro de sus amigos, destaca su alegría y sentido de solidaridad. “Siempre está presta a ayudar a los demás”.

    La socia y vicepresidenta de Census Consultores tiene experiencia en el sector público y la empresa privada. Hoy estudia su segunda maestría.
    La socia y vicepresidenta de Census Consultores tiene experiencia en el sector público y la empresa privada. Hoy estudia su segunda maestría. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Él sabe que no hay límite de edad para emprender

    Redacción Líderes

    (I)

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    Tiene 75 años y mantiene el mismo espíritu emprendedor que cuando tenía 30. Nelson Thurdekoos Vélez cuenta con una intensa carrera por sectores como la ganadería, la construcción, la hotelería, los servicios de limpieza y la venta de ropa por catálogo.

    Su gran amor es la ganadería, con la que ha estado vinculado desde la niñez. Pero el negocio con el que descubrió que era un emprendedor fue el de lavado de alfombras para empresas privadas, entidades públicas y hogares. Era 1968, Thurdekoos tenía 25 años y se animó a brindar este servicio que no existía en el Quito de esa época. A su familia no le gustaba la idea, pero él ya lo había decidido y arrancó con el negocio.

    Este hombre alto y robusto proviene de una familia muy vinculada con el campo. Su padre tenía cerca de 15 000 hectáreas en el sector de Palmira y Totorillas en Chimborazo. Allí la familia tenía ganado vacuno y bovino que producía leche y lana. Además, tenía sembríos de papa, cebada y habas.

    Bajo ese contexto, Thurdekoos estudió agricultura, ganadería y veterinaria en Argentina. Al regresar al país intentó vincularse al mundo ganadero, pero su padre tenía otros planes para él. Así fue que estudió Economía Bancaria en la Universidad de California (UCLA) y Economía Hotelera en la Universidad Estatal de Michigan, ambas en EE.UU.

    Con esos estudios se involucró en el negocio hotelero. En México fue gerente de Ventas de la cadena Western International. Thurdekoos iba sumando conocimientos y ganando experiencia.

    La actividad ganadera de la familia enfrentó una serie de retos: el padre de Thurdekoos sufrió un grave accidente de tránsito y Nelson se puso al frente. Luego las tierras de la familia pasaron a manos del desaparecido Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización (Ierac). Fueron tiempos desafiantes, pero él mantenía firme su espíritu y empezó otra aventura, en la construcción.

    Esta nueva etapa empresarial arrancó a mediados de la década de 1970. Implicó la venta de materiales de construcción así como el diseño y levantamiento de viviendas. Este emprendedor tenía cerca de 40 años de edad y era el representante de varias marcas del sector de la construcción, principalmente estadounidenses.

    Thurdekoos se califica como una persona disciplinada y estricta. Además, es muy exigente en los temas de tiempos. “No me llevo bien con las personas impuntuales”, dice en una pequeña oficina que tiene en el sector de Capelo, al oriente de Quito donde tiene su base de operaciones de su más reciente emprendimiento, El Inseminador.

    Juan Pablo Grijalva, gerente de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y el Oriente, lo describe como una persona muy valiosa. “Conoce todas las ganaderías del país y la actividad ganadera le debe mucho a Nelson”.

    Su trayectoria en el mundo de los negocios tuvo un paréntesis entre 1984 y 1988, cuando el entonces Presidente de la República León Febres Cordero -amigo desde la infancia- lo nombró embajador de Ecuador en Japón. Allí fue responsable de las relaciones comerciales con Taiwán, Singapur, Malasia, Indonesia, Australia, etc.

    Nelson Thurdekoos fue embajador de Ecuador en Japón. En las fotos aparece con el expresidente León Febres Cordero, con Raúl Alfonsín y en un viaje diplomático a Australia.
    Nelson Thurdekoos fue embajador de Ecuador en Japón. En la fotosaparece con el expresidente León Febres Cordero en un viaje diplomático a Australia. Foto: Archivo particular

    De esa experiencia guarda anécdotas como la del sombrero de paja toquilla que le obsequió al emperador japonés Hirohito, rompiendo los protocolos y ganándose la confianza y el aprecio del emperador nipón. “Le dije que era un regalo de parte del pueblo ecuatoriano”.

    Tras su experiencia en la diplomacia volvió al país a seguir haciendo negocios. Retomó su empresa de construcción e incursionó en un terreno desconocido: la venta de ropa interior femenina por catálogo. Era 1992 y fue un pionero en ese segmento. “Nos fue muy bien en los primeros años, las ventas eran increíbles”.

    Luego el negocio decayó, pero para entonces Thurdekoos tenía experiencia en los negocios, por lo que no se preocupó.

    Lo que sí marcó su vida fue una enfermedad que lo puso cara a cara con la muerte, en el 2005. Médicos del país y del extranjero fueron pesimistas sobre su salud, así que decidió liquidar sus negocios y repartir sus bienes entre sus cuatro hijos. La suerte parecía jugada hasta que un amigo le sugirió un nuevo médico, que con un tratamiento basado en acupuntura y bioenergía detuvo y controló la enfermedad. Thurdekoos, un creyente de toda la vida, se sintió bendecido y supo que tenía una nueva oportunidad. No la desaprovechó y volvió al campo, con un nuevo emprendimiento, en 2012.

    Hoy vive con normalidad, con ciertas restricciones en los alimentos, pero mantiene la vitalidad y energía de siempre. De hecho, nada tres días a la semana.

    Los ganaderos son sus clientes

    Un día de Nelson Thurdekoos empieza a las 05:00. A esa hora se dirige, casi todos los días, a visitar a sus clientes, ganaderos que se reparten en Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi y más provincias.

    Las visitas las cumple en una furgoneta en la que lleva los productos que oferta en su negocio El Inseminador. Allí se encuentran parches para detectar el celo en las vacas, descornadoras para limar cuernos de ganado vacuno, despalmadoras que se utilizan para los cascos de los animales y máquinas de ordeño. Estos productos -de origen estadounidense y chino- son el centro de este emprendimiento que tiene una pequeña oficina en el sector de Capelo, en el valle de Los Chillos.

    Thurdekoos trabaja solo y no se complica en sus tareas. Él maneja el vehículo -que luce en su exterior imágenes de los productos y teléfonos de contacto-, además ofrece los productos, explica su funcionamiento, los vende, se encarga del mantenimiento y de los repuestos y cobra. Participa con frecuencia en ferias ganaderas: la más cercana es una que se cumplirá el 30 de marzo próximo en Riobamba.

    Aprovecha cada minuto para hablar con sus clientes y ordenar los números de este negocio. Al hablar de su trayectoria dice que el campo y la ganadería son sus espacios predilectos. Los recuerdos de la hacienda familiar se mantienen vivos. Eso se nota en la expresión de su rostro cuando habla del campo y los animales.

    Según su criterio, la actividad ganadera aún tiene camino que recorrer en el país. Además cree que faltan ganaderos de verdad, que vivan en el campo y no solo los que compran haciendas y animales para sentirse ganaderos. Thurdekoos cuenta que tiene planeado trabajar hasta los 80 años. “Luego me retiraré”.

    Este empresario cuenta con una carrera en sectores como la ganadería, la construcción, la hotelería, los servicios de limpieza y la venta de ropa.
    Este empresario cuenta con una carrera en sectores como la ganadería, la construcción, la hotelería, los servicios de limpieza y la venta de ropa. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
  • De su mano, el mundo conoce el país

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    Si se tuviera que nombrar a las personas por sus acciones, Norma Cristina Bock sería la embajadora de Ecuador. A través de su gestión en la rama del turismo ha logrado que el país se convierta en un destino para descanso y reuniones.

    A esta quiteña, de madre ecuatoriana y padre alemán, los diferentes países y culturas siempre le parecieron atractivos. La arqueología y la antropología, sin embargo, son todavía su pasión.

    Comenta todo esto mientras muestra los más de 30 000 tomos de la biblioteca que conformó su abuelo, de quien heredó su gusto por la lectura. Los libros ocupan tres áreas de la casa familiar, en la que Bock reside desde su niñez.

    Esta propiedad es una especie de oasis en el caótico inicio de la Panamericana Norte, metros antes de llegar a Calderón. Su ubicación marcó la infancia de la empresaria y sus dos hermanos; crecieron rodeados por el campo, los libros y tuvieron que acostumbrarse a recorrer largas distancias para llegar al colegio Alemán, en el que estudiaban.

    La educación en dicha institución le permitió, al terminar el bachillerato en 1995, acceder al sistema de formación dual alemán. Logró el título de tecnóloga trilingüe en comercio internacional.

    “Me encantó porque se estudiaba dos días y se trabajaba tres (laboró en lo que ahora es la farmacéutica Novartis). Entendí que es lo que quería hacer después. Apunté a negocios internacionales y marketing en la Universidad San Francisco de Quito”, relata.

    En 1998 comenzó sus estudios de pregrado. Durante esa época tuvo la oportunidad de realizar un intercambio en la Universidad de Tubinga (Eberhard Karls Universität Tübingen) en Alemania. Aunque por su relación familiar conocía ampliamente la cultura de ese país, en esos años le impactaron la disciplina y el orden. Eso lo trasladó a su vida profesional.

    Hasta que ese momento llegue, sin embargo, siguió aprendiendo. Volvió al país y se graduó de la universidad en el 2001, luego ganó una beca para estudiar un MBA en la Politécnica de Cataluña (España), más una especialización en ocio, cultura y tiempo libre.

    Su estancia en la península Ibérica marcó lo que sería su carrera a partir de ese momento. “Elegí España porque es uno de los países que más turismo recibe. Quería aprender de esa industria porque se parecía mucho a mi carrera. Aprendí a entender el sector, el manejo de casinos, hoteles, tour operador, centro de convenciones y ciudades en sí”, explica.

    Cuando volvió al país, en 2003, era otra. Aunque al inicio trabajó en la firma de comercio exterior Schryver del Ecuador, la vida le tenía preparada otra cosa: vio un anuncio en la prensa en el que se buscaba coordinador para Europa en el extinto Fondo de Promoción Turística nacional. Aplicó y fue seleccionada para el cargo.

    Se apasionó totalmente por el tema. Organizó ferias turísticas para el país en Europa, trajo operadores y periodistas turísticos, apoyó a los coordinadores de otras áreas para promoción, etc.

    De esta época la recuerda el consultor turístico Patricio Velásquez. “No le ha importado trabajar hasta medianoche, teniendo que viajar al otro día, para sacar adelante un proyecto. Debo destacar el gran sentido que tiene de país. Pone pasión en lo que hace”.

    Bock, junto a él, también trabajó en Quito Turismo; allí estuvo en dos ocasiones. Asimismo, ella fue parte del Ministerio de Turismo, el Buró de Convenciones de Quito, participó como invitada de los municipios de Viena y Barcelona para aprender y conocer sus oficinas de congresos, entre otros.

    Esta empresaria quiteña es una especialista en MICE (Reuniones, incentivos, conferencias y exhibiciones por sus siglas en inglés). Sabe cómo captar eventos para la ciudad y el país; como directora MICE de Quito Turismo ‘ganó’ más de 65 reuniones hasta 2025 entre las que están Routs of America, Foro Mundial de la Bicicleta, Latincor y más.

    María Gloria Landázuri, quien conoce a la empresaria desde la época en que laboraba en el sector público, destaca su profesionalismo. “He trabajado con ella varias veces y lo que más resalto es su amplio conocimiento en el tema MICE. Ella es la persona que más sabe sobre este tema en Ecuador. Creo que puede hacer mucho por el país. Es la ‘senséi’ en la atracción de congresos”, dice esta productora audiovisual.

    Hoy Bock trabaja de manera independiente, asesorando a gremios o academia a traer eventos.

    Norma Bock en la biblioteca de más de  30 000 tomos que heredó su abuelo a la familia. Le gusta hacer ‘trekking’ de montaña. Abajo, con diseñadores de reuniones durante  una capacitación.
    Norma Bock en la biblioteca de más de 30 000 tomos que heredó su abuelo a la familia. Le gusta hacer ‘trekking’ de montaña. Abajo, con diseñadores de reuniones durante una capacitación. Foto: Julio Estrella / Líderes
  • Cristina Murgueitio: ‘Crecer en un mundo con reglas para hombres es complejo’

    Valentin Diaz

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    Cristina Murgueitio es una abogada polifacética. Si bien ha estado involucrada en el tema legal, también se ha desempeñado en áreas como salud, administración pública, entre otras.

    Estudió en la Universidad Católica del Ecuador y en la Técnica Particular de Loja (UTPL); luego viajó a EE.UU. donde vivió nueve años y formó una familia. En ese país tuvo la oportunidad de trabajar en un despacho jurídico y aprendió de temas migratorios de la comunidad latina.

    En 2012 volvió a Ecuador junto a sus hijos. Desde niña le apasionó el ayudar a los demás y estuvo vinculada a la comunicación al formar parte del Club de Periodismo de Diario EL COMERCIO. Pero el derecho en el área social ha sido relevante en su vida. Se ha desenvuelto en el sector privado y público. Hoy es directora ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Distribuidores e Importadores de Productos Médicos (Asedim).

    Mujer

    “Creo que las mujeres hemos logrado avances en cuanto a igualdad en derechos, a través de normas y reconocimientos internacionales. Es importante esta determinación de que somos iguales a pesar que no lo somos. Somos orgánicamente distintos.

    Lo fundamental ha sido siempre incentivarnos a nosotras a crecer. Yo me siento dentro de ese grupo. Mis padres fueron un motor eficiente y constante al decirme que todo lo que yo me propusiera podía lograrlo, más allá de mi género. Sin duda alguna, esto no ha sido fácil. Para una mujer, el desarrollarse y crecer en un mundo con reglas de hombres ha sido complejo.

    Yo tenía profesores de la universidad que nos decían que las niñas debíamos habernos quedado en casa preparando y aprendiendo a cocinar en vez de estudiar derecho. Hablo de 1999.

    Cada vez eso se está eliminando. Podemos demostrar que las mujeres hemos alcanzado logros y que podemos seguir haciéndolo.

    Debemos ser consideradas en los mismos cargos que los hombres, hasta en puestos directivos”.

    La sociedad

    “El machismo puede generarse por las propias mujeres. El reto del siglo XXI es incentivar en nuestros hijos que eso no se dé.

    La estigmatización de los colores, por ejemplo, marca ciertas cosas. El hecho de que las niñas no podíamos jugar fútbol y ahora sí es bueno, me hubiera encantado poder hacerlo en el colegio.

    Como madres, hoy tenemos la capacidad de generar cambios.

    Mis dos hijos varones saben que tienen la capacidad de hacer absolutamente todo. Tienen que ser autosuficientes, independientes y hacer las cosas por ellos mismos.

    Es importante, además, trabajar con las niñas. Esas mamás que tienen mujeres deben proyectarlas y fortalecer sus capacidades. Que no piensen que en algún momento tendrán que casarse y depender de alguien. Eso puede marcarle a cualquiera en la vida.

    Prepararse permite romper con esos estigmas machistas que todavía existen en el mundo”.

    La profesión

    “He sido muy bendecida y he tenido varias oportunidades. Creo que las mujeres hemos podido enfrentar, tanto en el sector público como privado, el hecho de ser objeto de cosificación.
    Además, he oído comentarios poco favorables, pero uno debe aprender a frenar eso.

    No me he sentido en desventaja de manera intrínseca. Las mujeres hemos tenido que jugar reglas diferentes y ser cuestionadas en relación con si podemos aplicarlas.

    Nunca me olvidaré de algo que mi mamá me decía: ‘Cada una de las cosas que hagas debe tener tu huella personal’. Hay que entregarse al máximo en lo que se hace.

    Nos toca coordinar entre trabajar, ser madre y ser mujer. Un soporte muy importante para lograr esto ha sido mi madre.

    Yo soy divorciada y ella me ha ayudado mucho. Además, tengo mi equipo de trabajo que está cuando yo no puedo estar; parte de ser líder es saber delegar y coordinar diferentes áreas.
    Sin embargo, mis hijos son siempre mi prioridad a toda hora”.

    Acciones

    “Creo que los mecanismos para lograr más transformaciones en la vida de las mujeres todavía no son suficientes Existen temas que se deben tratar de mejor manera como los procedimientos para divorciarse, poseer la tenencia de los hijos, visitas, alimentos, etc.

    No solo hay que hacerlo hacia la mujer. Las realidades de hombres y mujeres son diferentes.
    En temas de violencia es necesario crear mecanismos para no revictimizar y crear alertas tempranas. Faltan casas de acogida”.

    Las mujeres han logrado avances sociales y profesionales, explica. Cree que faltan regulaciones sobre violencia y familia.
    Las mujeres han logrado avances sociales y profesionales, explica Cristina Murgueitio. Cree que faltan regulaciones sobre violencia y familia. Foto: Cortesía
  • El modelo de gestión legal tiene perfil internacional

    Redacción Quito

    La prevención de delitos financieros fue un campo de la asesoría legal en el que incursionó, Catalina Carpio, para crear su emprendimiento que ahora busca internacionalizarse.

    Contycom nació en el 2009 con el objetivo de brindar asesoría legal en temas de lavado de activos, un ámbito que no era abordado en el país, señala Carpio, quien es gerente general de la empresa.

    Su idea de negocio surgió como una necesidad personal, cuando se convirtió en madre. Ella quería encontrar una actividad para crecer profesionalmente y tener tiempo para compartir con su hija.

    El levantamiento de la empresa no fue fácil. Primero necesito recursos que los obtuvo a través de un préstamo familiar de USD 2 000; luego tuvo que tocar puertas para ofrecer sus servicios.
    “Empecé a desarrollar modelos de gestión para mitigar el riesgo del lavado de dinero”, recuerda Carpio. El primero que realizó fue para BMW, una empresa multinacional de vehículos.

    Con la empresa Álvarez Barba, una de las representantes de BMW en el país, Contycom trabajó primero en el tema de prevención de lavados de activos y financiamiento del terrorismo.
    Además de asesorías, Contycom también ofrece servicios de capacitación. Durante el tiempo de existencia de la empresa se han formado a más de 5 000 personas a escala nacional, sobre todo del sistema financiero .

    En el 2015, Carpio decidió innovar sus modelos, para que los procesos fueran más rápidos y masivos. Se contactó con una empresa española para crear un software, pero el proyecto no se completó.

    Una empresa guayaquileña fue quien finalmente elaboró el diseño del programa, con el que Contycom trabaja hasta la fecha.

    A través de esta tecnología, Carpio asesora a empresas como Corporación El Rosado, el Centro Comercial El Recreo, Yanbal y otras.

    La plataforma Funlaft alerta a las compañías sobre movimientos económicos inusuales de sus clientes, a través de la verificación de datos proporcionados por los compradores y de la revisión de información en línea.

    “La empresa se abstiene de hacer negocios con clientes en situación de riesgo y reporta a la Unidad de Análisis Financiero Económico, quien investiga el caso”, dice Carpio.

    Álvarez Barba está próximo a cerrar las negociaciones para la adquisición del software para mayor seguridad y simplificación de los procesos, explica Diego Mora, oficial de cumplimiento.
    Esta evolución permitió que desde hace un año el negocio se expanda. Contycom ahora cuenta con oficinas en el norte de Quito, donde trabajan cinco personas.

    El emprendimiento también tiene miras de expansión internacional. La semana pasada, Carpio asistió una rueda de negocios en Argentina, por invitación del Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, para replicar ese modelo de gestión legal en empresas de dicho país.

    Catalina Carpio es la gerente General  de Contycom, una compañía que se dedica a brindar asesoría  legal en temas de lavado de activos. Foto: LÍDERES
    Catalina Carpio es la gerente General de Contycom, una compañía que se dedica a brindar asesoría legal en temas de lavado de activos. Foto: LÍDERES