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  • Oswaldo Madrid: ‘Queremos una empresa petrolera con estándares internacionales’

    Redacción Quito

    Oswaldo Madrid, gerente de Petroamazonas, habla sobre el proceso de modernización que atraviesa con Petroecuador. Para finales de este año se espera concluir con la fusión empresarial. 

    La fusión de las dos petroleras estatales está en pleno proceso. Según lo planificado, el objetivo es concluir a finales de este año. Como resultado, Petroamazonas manejará el área de exploración y producción; mientras que Petroecuador se encargará de la comercialización, transporte y refinación del crudo. Por esta razón, Petroecuador pasará USD 1 702 millones en activos fijos a Petroamazonas. Las consultorías para aplicar el nuevo modelo ascienden a USD 19 millones. En primera instancia este estudio lo realizó la firma Wood Mackenzie (USD 4 millones) y luego lo continuó Deloitte Oil & Gas (USD 15 millones).

    Ha transcurrido el primer trimestre del 2012, ¿cómo avanza la fusión con Petroecuador, cuyo anuncio se formalizó el año anterior?

    La intervención de Petroamazonas y el trabajo con Petroecuador ataca varios frentes: finanzas, diseño organizacional, recursos humanos, contabilidad, contratos, operaciones, mantenimiento, seguridad física, medioambiente, relaciones comunitarias. Es decir, todas las áreas de gestión que normalmente deben estar involucradas en la operación de la empresa, están siendo trabajadas con Petroecuador, para que haya un proceso de transición adecuado. Estamos en un avance del 30% de lo programado.

    ¿Cuáles son esas acciones concretas?

    La idea es hacer una intervención más directa, efectiva y proactiva en la Gerencia de Exploración y Producción de Petroecuador. Uno de los primeros pasos dados fue la asignación de Carlos Blum, gerente de Operaciones en Petroamazonas, para que trabaje en comisión de servicios en la Gerencia de Exploración y Producción de Petroecuador. Es nuestro primer nexo y la primera persona de Petroamazonas que va a ayudarnos a coordinar, casa adentro, los procesos de fusión y absorción. Junto con él, en unos días enviaremos otro grupo en todas las áreas, que empezará a dar el soporte y a trabajar en la implementación rápida de los procesos y políticas de Petroamazonas.

    ¿Cuántas personas irán en este primer grupo?

    Irán unas 10. Luego se incorporarán más, en la medida en que sea necesario. Son personas de enlace que van con instrucciones claras de Petroamazonas, para que puedan implementar los cambios.

    ¿En quéáreas específicas se incorporarán?

    Trabajarán en la Gerencia de Exploración y Producción. Son personas de las áreas operativa, financiera, planificación, legal. También, en seguridad, salud y ambiente, y administración de contratos.

    ¿Cuáles serán sus primeras acciones?

    Tenemos acciones concretas que incluyen el levantamiento de propiedad, planta y equipos de la Gerencia de Exploración y Producción. La implementación de sistemas contables, la elaboración de una línea base ambiental que es importantísima para saber cómo recibimos esa operación y qué es lo que debemos hacer para solucionar problemas en el futuro.

    ¿Qué sucederá con los contratos que actualmente mantiene Petroecuador, como en los campos maduros y el consorcio Río Napo? ¿Los revisará la nueva administración?

    Los contratos permanecen. Son contratos de servicios para incrementar la producción. Pero quien sigue siendo responsable de la producción de los campos es Petroproducción y como eso va a pasar acá, tenemos que administrar esos contratos y al mismo tiempo seguir operando los campos.

    ¿Están definidos qué campos de Petroecuador serán los primeros en pasar a Petroamazonas?

    El proceso de absorción está planificado hasta fines de año. No existe un orden, sino todos los campos se transferirán en conjunto. Durante estos meses se planificarán los aspectos administrativos y operacionales. Los trabajos de producción continúan, porque son actividades eminentemente técnicas.

    ¿Qué les ha costado más en este proceso?

    Siempre, un proceso de este tipo genera resistencia. Hay que trabajar con la gente, para que asimile el cambio. Tratamos de fusionar dos culturas organizacionales diferentes. Implementar los cambios, siempre causa impacto en las personas. Esa es una de las cosas más importantes que debemos trabajar.

    ¿Contrataron a alguna empresa que prepare al personal para el proceso de transición?

    Estamos con el acompañamiento de Deloitte. Hay un plan de comunicación diseñado, que informa al personal para disminuir el estrés que causa este tipo de procesos, con la periodicidad necesaria.

    ¿Cómo arrancó la producción de crudo en el primer trimestre del 2012?

    Empezamos con el 97,5% de cumplimiento de metas, con una producción promedio de 150 000 barriles por día. Operamos en cinco bloques (bloque 7, 18, 21, 15 y bloque 12), que estaban a cargo de empresas privadas. Pero, cada vez, es más difícil la extracción de petróleo.

    ¿Cuáles campos tienen más declinación de producción desde que ustedes los operan?

    El bloque 15 y el 12 son campos que fueron explotados por Occidental. Estamos pensando en implementar estrategias de recuperación mejorada.

    OSWALDO MADRID, más de  13 años relacionado con el sector petrolero.

    La formación. Es ingeniero de la Facultad de Geología, Minas y Petróleos de la Escuela Politécnica Nacional, con diplomados en el exterior.
     
    Su experiencia. Trabajó 13 años como coordinador y gerente de proyectos en el sector petrolero. Gerenció el proyecto Pañacocha desde el 2008 luego de un proceso  selectivo.

  • En Venezuela se confía en los elevados precios el petróleo

    Eel Ministerio de Planificación y Finanzas no ha trazado aún una política para atenuar los efectos que podría ocasionar la desaceleración económica en la Unión Europea.

    Su única estrategia es continuar confiando en los altos precios del petróleo, que le permiten impulsar el gasto público en este año electoral, según el economista José Luis Saboín.

    Explica que se debe medir el alcance de los problemas de deuda soberana en la economía europea. Si este impacto es agresivo tendrá consecuencias sobre la demanda de crudo desde los países desarrollados.

    Sin embargo, hay nuevos actores, como China y la India que son grandes demandantes de energía, que podría atenuar una caída en las compras petroleras desde EE.UU. y Europa.

    EL NACIONAL (GDA) / Caracas

  • En un parque de Nueva York se busca petróleo

    Redacción Quito

    Una torre petrolera causó conmoción en el corazón publicitario de Manhattan, en Nueva York. Trabajadores petroleros instalaron la maquinaria en el Madison Square Park como parte del video ‘I’m Yasuní’ realizado por EO Integration, para la iniciativa Yasuní-ITT.

    “Cualquier fenómeno social, de medioambiente, que ocurra en América Latina es un tema distante para la gente en EE.UU. y Europa…”, pero cuando le dices que eso sucederá en tu parque la reacción es otra, explica Juan Fernando Ayora, productor ejecutivo de esta idea.

    Por eso la agencia EO Integration rentó en Kansas la plataforma y la trasladó hasta Nueva York. Precisamente la primera imagen es la movilización del equipo, a cargo de petroleros, que por primera vez visitaban la ‘Gran Manzana’.

    En 2 minutos y 35 segundos se presentan las imágenes captadas por tres cámaras, el 19 de marzo del 2012. Dos apuntan a la gente, que participó voluntariamente, y a los siete actores; la otra enfoca el entorno del parque.

    En la primera parte “se quiere situar al televidente en un lugar y un momento en el tiempo para que pueda entender el resto de la historia y que lo sienta muy personal, al traer el problema a casa”, señala Roberto Alcázar, director creativo.

    El video se hizo bajo la dirección de Nicolás Entel y la fotografía de Vincent Foeillet, quienes plasmaron la idea de Alcázar y Ayora. Pero fue la pasión por el Yasuní lo que motivó al equipo a participar en la realización del comercial, que tiene sentido de documental.

    La campaña se desarrolla en las redes sociales como Facebook, Twitter, Pinterest y YouTube. También se presentará en eventos como: Río+ 20 (Brasil), TEDx Adams Morgan (EE.UU.) y en Medio Oriente. En una segunda fase el anuncio se proyectará en tres países europeos: Francia, Alemania e Inglaterra.

    Para representantes de la Iniciativa Yasuní-ITT primero se debía contar al mundo de qué se trata este proyecto. Por eso “el objetivo de este año es un acercamiento con la sociedad internacional en general. No sólo con los gobiernos sino con diferentes actores. Esta es la primera conexión con la comunidad en EE.UU.”

    “Necesitamos que el Yasuní se vuelva un tema conocido. Talvez no todos lleguen a saber los detalles de qué pasa con el Parque o los detalles del fideicomiso”, dice Ayora. Pero al conocer el lugar impulsan a sus gobiernos a dar su aporte.

    Para lograrlo, el lanzamiento se hizo en la conferencia TEDx Harlem, en Nueva York (27 de marzo) y también se decidió que, ‘I’m Yasuní’ participe en el Festival Cannes de Publicidad, este mes.

    El costo de la pieza, que se realizó en seis días, fue de USD 75 000. Durante los tres meses que está en la web unas 20 000 personas han visto el video. Hasta el momento los aportes conseguidos para la iniciativa suman USD 117 millones.

  • Compesanfer evoluciona de los servicios petroleros a la energía limpia

    Redacción Quito

    En el 2006, un grupo de profesionales vinculados con el sector petrolero dio paso a una empresa privada. En mayo de ese año, con un capital de USD 800, se constituyó la Compañía Petrolera San Fernando (Compesanfer S.A.).

    El objeto de esta sociedad anónima fue ofrecer servicios petroleros a empresas nacionales y compañías extranjeras. Han pasado seis años, y la firma, cuyas oficinas se encuentran en la actualidad en el norte de Quito, muestra una evolución y una diversificación de sus actividades. Es que a finales del año pasado, Compesanfer S.A. modificó su estatuto para ampliar su objeto.

    En resumen, los libros de la compañía indican que desde hace un año también participa en el procesamiento de materiales inorgánicos para generar energía, así como en la actividad minera. “Siempre estuvimos pensando en innovar”, dice Fernando Jara, gerente de Operaciones.

    Para tomar la decisión de innovar y diversificar sus servicios, la empresa se tomó su tiempo. Los servicios petroleros fueron sus prioridades en los primeros cinco años de actividad.

    No obstante, Jara explica que en este segmento se encuentran decenas de compañías a escala nacional, por lo que la competencia es intensa. “El alto número de empresas locales dedicadas a una misma actividad derivó en una suerte de canibalismo”, señala.

    Con sus servicios, Compesanfer S.A. trabajó en sus primeros años con la estatal Petroproducción, así como con firmas como Sinopec, CPB, entre otras compañías petroleras extranjeras. Las operaciones de la organización crecían con el tiempo (en el 2010 facturó USD 3,2 millones).

    Jara explica que por la propia actividad de la firma se detectó que había un pasivo ambiental grande en el sector.

    Bajo ese contexto, la compañía empezó a pensar en nuevos servicios para dar un giro empresarial. El gerente General, Paúl Sánchez, cuenta que Compesanfer S.A. se enfocó en la basura, en los desechos sólidos. “Así llegamos a la idea de generar energía eléctrica con basura, con desechos de los hogares”.

    Con las ideas claras, la empresa ecuatoriana buscó tecnología en el extranjero. Sánchez comenta que revisaron opciones en Europa y EE.UU. Se decidieron por trabajar con la empresa española Termólisis y Reciclaje S.A.

    A la par, los directivos de Compesanfer S.A. encontraron que el Consejo Nacional de Electricidad (Conelec) buscaba empresas para producir energía con recursos renovables no convencionales. La firma se contactó con la entidad estatal, y en noviembre de este año, tras cumplir los requisitos del Conelec, obtuvo un certificado como generador de energía eléctrica. La entidad pública confirmó la información. Un vocero indicó que Compesanfer S.A. cumplió los requisitos técnicos y legales. Ahora, el Conelec está por emitir el título habilitante, un documento que avala la actividad de la empresa quiteña.

    Ahora, el campo de acción de la empresa está en Chone, Manabí. Con el Municipio de este cantón, Compesanfer S.A. desarrolla un proyecto para utilizar las 150 toneladas de basura que se generan al día y convertirla en energía eléctrica.

    En el Departamento de Turismo, Medio Ambiente y Relaciones Internacionales del Municipio de Chone existe expectativa. “El proyecto es innovador, es un tema pionero en Manabí y en el país. Un proceso de tecnología de punta. La basura se convierte en energía eléctrica, es un ejemplo de energía limpia”, señala un vocero del Municipio. Compesanfer S.A. generará 10,7 megavatios por hora, que serán enviados al Sistema Nacional Interconectado.

    En los dos últimos años, la empresa ha invertido cerca de USD 2 millones para continuar con sus servicios petroleros. Para el proyecto en Chone invertirá USD 50 millones en 15 años.

    La compañía en breve

    • El crecimiento.  La empresa tiene en la actualidad activos por cerca de USD 20 millones.
    • El personal. En principio, la compañía arrancó con tres socios. Ahora la nómina llega a 40 personas con empleados y consultores.
    • En minería.  Los directivos de la empresa están a la espera de la reforma a la ley de Minería para participar en esta actividad.
    • En Chone.   Los contactos con el Municipio empezaron en abril del 2011.
  • USD 8 millones para captar nuevos clientes

    Xavier Montero / Redacción Guayaquil

    Ransa está preparando el inicio de su noveno año de labores en el mercado local con la construcción de un nuevo centro de distribución. El operador logístico, que es parte del holding peruano Grupo Romero, edifica una segunda planta operativa en el km 22 de la vía a Daule, al norte de Guayaquil.

    Con una inversión de USD 8 millones, destinada principalmente a la habilitación de un terreno de 60 000 m2 y la construcción de una nave de 12 000 m2 en la primera etapa, la nueva infraestructura de Ransa se inaugurará entre mayo y junio del próximo año.

    Francisco Contreras, principal de Ransa Ecuador, explica que el proyecto se aprobó a inicios de año y fue en mayo cuando se iniciaron las labores. La nueva edificación de la multinacional -cuyos orígenes datan de 1939 y que tiene presencia en Perú, Bolivia, El Salvador, Ecuador, Guatemala y Honduras- es parte de los planes de expansión de la firma a escala regional y que incluyen la apertura de una filial en Colombia para el 2013 y en Chile un año más tarde.

    Un operador logístico, según explica Contreras, proporciona los servicios de manejo y distribución de ítems para diferentes sectores. En el país, las operaciones de Ransa se centran en la logística de artículos de consumo masivo.

    Los más de 100 clientes con los que cuenta Ransa Ecuador comparten espacio para sus productos dentro de uno de los dos centros de distribución de Ransa, que proyecta para este año USD 11 millones en facturación. Así las empresas se ahorran la construcción y mantenimiento de un centro de almacenaje propio.

    El operador logístico combina las fluctuaciones altas y bajas en ventas para generar utilidades. “En este mes, las firmas alimenticias y otras vinculadas incrementan su abastecimiento al mercado dejando vacíos sus espacios en bodega. Estos se aprovechan para almacenar los de otras firmas, y viceversa”, indica Contreras, quien añade que las empresas ahorran en la adquisición de montacargas, equipos de seguridad, transporte de mediano y alto tonelaje, entre otros.

    Con sus 420 colaboradores, Ransa opera y distribuye la carga con 33 000 posiciones de almacenamiento para palets (cuyas medidas superan el metro cúbico), entre Quito, Guayaquil, Santo Domingo, Cuenca y Guayaquil. Y de allí a otras ciudades y cantones.

    La construcción de este nuevo local propio -en el que operan actualmente, ubicado en el km 14 de la vía a Daule, es rentado- está a cargo de Nicanor Larrea & Asociados.

    Alejandro Larrea, gerente de esta firma constructora, explica que uno de los principales retos de la construcción de los galpones ha sido el clima de la Costa. “Son más de 150 trabajadores los que están avanzando en el proyecto antes de que llegue la temporada invernal plagada de lluvias”, indica Larrea. Añade que otro reto ha sido reacomodarse a las nuevas regulaciones gubernamentales en el aspecto crediticio y que ha hecho que sus flujos de efectivo se retrasen.

    Contreras, de Ransa Ecuador, comenta que las regulaciones a las importaciones que se han dado en el último lustro fomentó un cambio hacia nuevos horizontes. Su cartera de clientes está compuesta por un 60% de firmas que importan productos y que han disminuido su flujo operativo, por ende, los requerimientos de servicios.

    De allí que actualmente, el 40% de sus clientes está compuesto por productores nacionales que buscan ampliar e internacionalizar su oferta. Por eso, el nuevo centro de distribución cuenta con planificaciones para ampliar sus servicios en el campo minero, petrolero,industrial y de manejo de refrigerados.

  • Aún falta desarrollo e investigación en el país

    Redacciones Quito y Loja

    Ecuador produce energía a partir de biomasa (bagazo de caña o leña) desde hace varias décadas, pero otras como la eólica (viento) y la geotermia son nuevas para el país. De estas, solo las dos primeras se han desarrollado.

    Las plantas de biomasa se han implementado por iniciativa privada y se destacan Ecoelectric, San Carlos y Ecudos. Estos proyectos aprovechan los residuos que resultan de los procesos de la caña. Con ellos, producen vapor, el cual es conducido a turbogeneradores para generar energía eléctrica que usan en sus procesos industriales.

    La incursión en energías eólicas es más reciente. En el 2007 entró en operación el primer parque eólico de Ecuador compuesto por tres aerogeneradores, de 2,4 megavatios (MW), en Galápagos.

    El Estado retomó este tipo de proyectos en el 2011 cuando empezó la construcción del primer proyecto eólico en el sur de Ecuador continental, Villonaco.

    El proyecto aportará con 16,5 MW de energía, 0,03% del Sistema Nacional Interconectado. El Gobierno Nacional invirtió alrededor de USD 36 millones en esta obra, donde comenzaron las pruebas de cada aerogenerador (11 en total) el 16 de diciembre pasado. Se espera que en los primeros meses del 2013 se esté generando energía.

    Además de ello, la estatal Elecgalapagos promueve otro proyecto de este tipo, pero de 2,1 MW en la Isla Baltra.

    En general, el potencial eólico del país podría alcanzar 165 MW hasta el 2017, según los proyectos adicionales que están en estudio por el Conelec. Aunque aún falta investigación para determinar el mapa eólico completo de Ecuador, según el propio organismo.

    Aunque la exploración geotérmica (vapor proveniente del interior de la tierra) empezó en 1978, especialmente a cargo del ex Inecel (hoy Celec), el país aún no ha instalado ningún proyecto. El organismo determinó, con estudios iniciales, un potencial de 500 MW en 11 proyectos. De estos, en cuatro se desarrollarán estudios más profundos.

    Un factor que limita la inversión en estos proyectos es la falta de claridad en la figura legal para explorar las zonas con potencial (concesión, títulos, etc.).

    Pero para Miguel Castro, experto en energía y ambiente, el problema de la energía en el país no solo pasa por la generación u oferta. “Energía no es solo luz eléctrica, también es consumo”. Señala que se debe pensar en políticas para reducir el consumo de energía. También cree que es necesario apoyar iniciativas de desarrollo tecnológico en el país. Menciona el proyecto de biodiésel de la Universidad Católica de Quito, que permitiría generar biocombustibles a partir de desechos de plátano, etc.

    Cree que la dependencia del país al crudo, en términos fiscales, es también otro factor por considerar en el desarrollo de estas tecnologías, pues mientras el Estado desarrolla energías limpias, también amplía la frontera petrolera.

    María Amparo Albán, del Ceda, sostiene que los subsidios a los combustibles también frenan el desarrollo de nuevas energías. “Eso nos lleva a derrochar energía, porque no pagamos el costo real”. Esto se evidencia, por ejemplo, en que la intensidad energética, es decir la energía usada por cada USD 1 000 producidos en la economía, fue 1,7% en el 2011, mayor al de Perú (1,03%) y Colombia (0,91%), según la Olade.

  • Ecuador agota su mejor crudo pero no aumenta las reservas

    Redacción Quito

    El Ecuador tiene reservas de petróleo para menos de 20 años (incluida la explotación del eje de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini, ITT) y las políticas implementadas para ampliar sus reservas aún no dan resultados.

    El país posee actualmente una reserva cerca a los 3 200 millones de barriles según datos del Ministerio de Recursos No Renovables. Esta cifra significa que la explotación petrolera podría extenderse por cerca de 18 años con un promedio de producción de unos 180 millones de barriles anuales, cifra promedio que el país ha registrado en los últimos 5 años.

    Frente a esta problemática y a una falta de decisión sobre la explotación del ITT, el Régimen diseñó en el 2011 un plan de cuatro ejes para subir las reservas.

    El primero fue concretar el año pasado la firma de dos contratos con empresas privadas para aumentar las reservas recuperables de los campos maduros (más de 30 años de explotación) Shushufindi y Libertador. Estos son sometidos a procesos de recuperación mejorada como la inyección de vapor de agua a fin de levantar su extracción que va en descenso por su edad. El año pasado Shushufindi aumentó su producción en 5,7% mientras que Libertador bajó en 4,7%.

    Pese a estos resultados parciales, el ex vicepresidente de Petroindustrial, Edmundo Brown, considera que es muy poco tiempo para evaluar su desempeño.

    Un segundo eje fue la adjudicación de los campos marginales Armadillo, Ocano-Peña Blanca, Singue y Eno-Ron. No obstante, hasta el momento no existen datos que confirmen su entrada en producción ni avances en su desarrollo.

    Los dos últimos ejes de incrementos de reservas giran en torno a la XI Ronda Petrolera del Suroriente donde se licitan 13 bloques petroleros en Pastaza y Morona Santiago. Este crudo es más pesado que el extraído del nororiente del país, es decir de menor calidad y cuya extracción resulta más difícil.

    De este grupo de campos se calculan reservas por 300 millones de barriles a una profundidad de hasta 20 000 pies (3 kilómetros). Sin embargo, en una formación geológica más profunda, llamada el precretácico, se esperan mayores reservas. Pese a que la apertura de las ofertas para esta ronda estaba prevista para la semana pasada, fue postergada, de acuerdo con fuentes del sector, por falta de interés. Brown dice que los costos de producción de este crudo también son mayores por su distancia de las facilidades de producción y por ser más pesados.

    LA CIFRA:
    3 200 millones de reservas le quedan al Ecuador con el ITT.

  • Fidel Márquez: ‘Explotar el ITT refleja que al Estado le faltan más recursos’

    Xavier Basantes. Editor de LÍDERES / Redacción Guayaquil

    En el transcurso del segundo semestre del 2013, varios hechos y anuncios reflejan cambios en la economía ecuatoriana: austeridad en los gastos del Gobierno, eliminación del subsidio al gas, inflación negativa por tres meses consecutivos (mayo, junio y julio), desaceleración… Fidel Márquez analiza el tema.

    ¿Cómo puede describir en este momento el estado de salud de la economía ecuatoriana?

    Me gusta analizar a la economía en una perspectiva histórica y podría decir que está en sus mejores momentos. ¿Por qué planteo esto? Porque a la economía no podemos analizarla como estancos; esta ha ido creciendo y nuestro ingreso nacional se ha incrementado. Eso, a tal nivel, que montos de endeudamiento que tuvimos hace 10 años -que parecían monstruosos- ahora los tenemos igual y están por debajo de los indicadores de alto endeudamiento.

    Esa ha sido la tendencia en la última década.

    Muchos dirán que en esta situación tiene un peso importante el gobierno de Rafael Correa, pero creo que lo importante en el desempeño de la economía en la última década, antes de Correa y con Correa, es la dolarización, que marcó un antes y un después. ¿Por qué lo planteo? Porque al haber dado ese paso, la economía entró en un proceso de estabilización.

    ¿La dolarización es la clave de todo esto?

    Primero, permitió eliminar la indisciplina fiscal; segundo, la empresa vio un caldo de cultivo para invertir en el país; tercero, permitió planificar con más márgenes y trajo una reducción en el riesgo. ¿Después de eso qué tenemos? Que con la dolarización se produjo un saneamiento financiero en el país.

    También hubo un saneamiento empresarial.

    Se quedaron los bancos y las empresas que debían quedarse. Recordemos que se construyó el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP, en 2001-2003) y los gobiernos locales comenzaron a tener un papel más fuerte, con el desarrollo de proyectos de infraestructura. Ese desarrollo local empieza a ser generador de empleo y en el balance, contribuye a generar un mejor nivel de vida en las ciudades.

    Desde esa lectura podemos dividir a la década pasada en dos. Una, marcada por la dolarización, el OCP y un mayor desarrollo de los gobiernos locales. Y la otra, en la segunda mitad, con la llegada de Correa al poder…

    Con la llegada de lo que ellos (Gobierno) llaman revolución ciudadana se genera estabilidad política. Nos guste o no, Correa genera estabilidad, basado en un movimiento de reivindicaciones sociales.

    Cuando llega al poder, propone una forma de hacer política económica que parte de los principios de bienestar, que están atados a la Constitución y a todas las reformas socioinstitucionales que ha hecho este Gobierno. ¿En el primer mandato a qué se dedicó? Se dedicó a hacer esos cambios.

    ¿Cómo se pueden ejemplificar esos cambios?

    Primero con la Constitución; luego, con el Banco Central, que dejó de ser autónomo. Tercero, la forma cómo organiza los ministerios; cuarto, la forma en la que trata de organizar a la economía social y solidaria y ahora apuesta por un plan de cambio de la matriz energética y productiva, que en definitiva busca apuntalar la infraestructura; además, impulsa un Código de la Producción.

    Esta es la primera etapa del gobierno de Correa. Luego viene una segunda etapa, que se da en medio de una coyuntura favorable para el país por el entorno internacional, sobre todo por los altos precios del petróleo en el mercado y nuestra alta dependencia de este recurso.

    Pero, a la par que inicia un nuevo mandato este año vienen los anuncios: eliminar el subsidio al gas, austeridad, explotar el ITT… Todo esto a pesar de los altos precios del petróleo.

    Este momento está pasando lo que tenía que pasar. Cualquiera que estudie economía sabe que en economía se trata de repartir recursos escasos. Si uno tiene que repartir recursos escasos, entonces tiene un horizonte presupuestario limitado; no se puede gastar más allá de lo que tiene y lo que ha pasado es que se tiene una alta carga de subsidios y un Estado empleador de última instancia. Entonces, uno tiene que llegar a tal punto a decir: ¡bueno, hasta aquí llegamos, porque los recursos no dan más!

    ¿Qué es lo que tiene que hacer ahora?

    Lo que tiene que hacer (el Gobierno) es buscar cómo hacer que el Estado deje de ser empleador e inversionista de última instancia y se convierta en un facilitador de la inversión. Ante ello se debe esperar que el Gobierno tenga que buscar cómo hacer alianzas con el sector privado, y este tendría que decir: «vamos a invertir en el Ecuador».

    En ese contexto, es algo curioso lo que pasó la semana anterior con lo del puerto de Guayaquil: la reunión del Grupo Nobis con la Ministra (de OO.PP.). Nobis es uno de los consorcios que más ha invertido en el país y eso nos dice que ya hay un empresariado que quiere invertir. Entonces, ya no es la pelea política lo que está de por medio allí, vemos que se puede dar una respuesta a partir del empresariado.

    ¿El Estado ya no da más?

    El Estado no puede seguir con la carga que estaba llevando, porque los ritmos de crecimiento del gasto en consumo y en los subsidios que tiene el Estado se iban mucho más allá de las tasas de crecimiento que estaba teniendo la economía nacional.

    ¿El Gobierno estaba consciente de esto?

    Creo que sí, pero el rédito político era mayor.

    ¿La explotación del ITT es una consecuencia?

    La política es así. En el caso del Yasuní tenemos que ver exactamente lo que ocurre: el Estado necesita recursos. El nivel de endeudamiento que se tiene con China, con la venta anticipada de petróleo, ya tiene un límite; además, hay que producir petróleo para honrar ese compromiso.

    Los ‘beneficios’ del Yasuní se verán en dos o tres años y mientras tanto ¿qué se puede hacer?

    Eliminar subsidios. Si solo se elimina una parte de los subsidios a los combustibles, digamos unos USD 3 000 millones al año, en cinco años o seis años tendría más recursos ahorrados que los USD 18 000 millones que se quieren sacar del Yasuní.

    El aporte académico y en las empresas

    El cargo. Rector de la Universidad Tecnológica Ecotec de Guayaquil. Investigador y docente.

    En la Academia. Ex Decano de la Facultad de Economía y Ciencias Empresariales de la UEES.

    Su aporte. Consultor económico y empresarial.

  • Manuel González: ‘Bajar el ritmo de gasto crearía crisis’

    Santiago Ayala Sarmiento Redacción Quito / LÍDERES

    El Gobierno ecuatoriano dio de baja a la Iniciativa Yasuní-ITT, con lo cual plantea la necesidad de explotar las reservas petroleras que se encuentran en la región Amazónica para hacer frente a la pobreza en el país. El catedrático Manuel González Astudillo, quien lleva al frente la cuenta de Twitter Economía en Jeep, analiza el horizonte en el caso de que el Régimen efectivamente decida extraer el crudo del uno por mil del Parque Nacional Yasuní.

    El Gobierno ha justificado que los recursos que se generen de la explotación petrolera en el Yasuní servirán para enfrentar los niveles de pobreza en el país. ¿Cómo entender este argumento?

    Sin duda los ingresos petroleros adicionales servirán para que los indicadores macroeconómicos mejoren, o para que no empeoren. La economía no petrolera del Ecuador se ha beneficiado de los altos ingresos petroleros. Ese mejor desempeño macroeconómico no petrolero ha permitido generar mayores ingresos que han redundado en una reducción de la pobreza desde un 38% en el 2006 a un 24% en el 2013, de acuerdo a cifras oficiales.

    La pregunta es si es necesario que existan mayores ingresos petroleros, que permitan aumentar la participación del gasto público en la economía, para reducir la pobreza.

    Mis estimaciones indican que si bien el aumento de la participación del gasto público en la economía ha sido importante, el incremento en la tasa de crecimiento de la producción de la economía y la reducción de la inflación han jugado un rol tan o más importante que el gasto público en la reducción de la pobreza. Por lo tanto, aún si la participación del gasto público en la economía se mantuviera constante en el 42% del PIB actual, es posible reducir la pobreza por la vía de mayor crecimiento económico y manteniendo la inflación bajo control. Por ejemplo, se puede incentivar la inversión privada, cuya participación en la economía ha disminuido desde una media del 15,4% del PIB, antes de este Gobierno, a una media del 13% del PIB actualmente.

    ¿Una economía sostenida en el petróleo garantiza dejar la pobreza? ¿Otros países petroleros lo han podido hacer?

    Sí es posible reducir la pobreza contando con mayores recursos generados por la explotación petrolera. Otra cosa es si la explotación petrolera garantiza la erradicación de la pobreza; eso es más difícil.

    Un modelo de desarrollo que implique niveles de ingreso tales que permitan mantener la pobreza en niveles mínimos debe ser autosustentable en el tiempo. Por definición, si la economía se sostiene en el petróleo mayoritariamente, como ha sido el caso del Ecuador, llegará un momento en que el ajuste hacia los niveles de posibilidades de producción sin petróleo impliquen un retroceso en el objetivo de erradicar la pobreza.

    Es importante que las siguientes generaciones puedan contar con los rendimientos de la explotación petrolera actual. Una forma de hacerlo es a través de la inversión pública, pero tengo serias dudas de su eficiencia y del retorno que le significará a las generaciones venideras. La implementación de fondos de ahorro financieros, bien diversificados, de los excedentes de ingresos por encima de un precio referencial del petróleo permitiría garantizar que las generaciones futuras cuenten con recursos de la explotación actual del petróleo.

    ¿Por qué tanto interés en explotar los campos del ITT si solo representan el 20% de las reservas del país?

    Con una producción relativamente estancada, el incremento de los ingresos petroleros ha ocurrido por mejores precios del crudo. A pesar de la positiva coyuntura internacional, los mercados de futuros sitúan el precio del petróleo con tendencia a la baja. Entonces, ya no es posible generar ingresos petroleros adicionales por la vía de mayores precios.

    Por otro lado, existe una desaceleración de la economía que implicará una desaceleración en las recaudaciones. El incremento de las tasas de interés internacionales y la desaceleración de las economías emergentes, incluida China, implicarían endeudamiento en términos cada vez menos favorables para el país.

    El Gobierno sabe que si el ritmo de gasto se reduce, las consecuencias sobre la economía no serán menores. Una reducción del ritmo de gasto podría llevar a una espiral: menor crecimiento y menor ritmo de recaudación. Todo esto se produce porque en seis años el sector privado ha perdido protagonismo, con lo que el modelo implementado por el Régimen presenta cada vez más dudas sobre su sostenibilidad.

    ¿El fracaso de la Ronda Sur-Oriente obliga al Gobierno a decidirse por la explotación del ITT?

    Las previsiones de los mercados de un estancamiento, siendo optimistas, o una reducción, siendo pesimistas, del precio del petróleo en el futuro hacen que el Gobierno necesite incrementar la producción petrolera por la vía de nuevos campos. Asimismo, con una reducción de precios del crudo en el horizonte, los proyectos de inversión son menos rentables para las empresas petroleras interesadas en la explotación de nuevos campos. La inexistencia de previsiones o fondos de ahorro financieros dejan al país vulnerable a este tipo de situaciones que implican la toma de decisiones apresuradas.

    ¿Las finanzas públicas están en problemas? ¿El dinero ya no alcanza?

    Una reducción en el ritmo de gasto público puede generar serias complicaciones a una economía cuyo motor ha sido el gasto financiado con incrementos en los ingresos petroleros producto de precios del petróleo al alza. Para que la deuda pública de un país sea sostenible, sus tasas de crecimiento deben ser superiores a la tasa de interés real de su deuda. Eso no está ocurriendo en el caso del Ecuador. La desaceleración de la economía implicaría una tasa de crecimiento del 3,8% para el 2013, de acuerdo con la Cepal, mientras que las tasas de interés de los mercados financieros mundiales se proyectan al alza. Por ejemplo, las tasas de los préstamos chinos que contrae el Ecuador están en alrededor del 7%, lo que implica una tasa de interés real del 5% después de descontar la inflación del 2% de las economías desarrolladas.

    El Gobierno señala que con los USD 18 293 millones que se prevé genere la explotación en el ITT se podrá «cerrar el déficit habitacional en el país, entregar agua potable, alcantarillado y manejo de residuos sólidos al 95% de la población, construir todas las escuelas que se necesitan más todas las megaobras viables en superautopistas». ¿Es posible?

    Las necesidades habitacionales, de agua potable, alcantarillado, carreteras, etc., en los siguientes 30 años no serán las mismas que las de hoy, por lo que los recursos adicionales del ITT podrían resultar insuficientes. El monto generado por la explotación sería entre 35% y 40% de lo que ha percibido el Gobierno en seis años. Sería importante saber las proyecciones a lo largo de 30 años que se han hecho.

    Hoja de vida Economista. Por la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), en 1998.

    Máster. En Economía por la Universidad de Chile, en el 2005.

    PhD. En Economía en Indiana University, en el 2012.

    Cátedra. Desde el 2000 es profesor de la Espol de Guayaquil.

    Investigaciones.Ha publicado varios documentos relacionados con políticas monetaria y fiscal, inflación, etc.

    No habrá cambio de matriz productiva si no vuelve la confianza en el sector privado.  La explotación del Yasuní solo genera mayores dudas sobre el futuro.

  • México plantea reforma para modernizarse

    REDACCIÓN AGENCIAS

    El presidente de México, Enrique Peña Nieto, provocó un sacudón histórico. En una cadena nacional anunció que tomó una «decisión trascendental para acelerar el desarrollo del país». Para ello, propone una reforma constitucional.

    Uno de los puntos críticos de esta reforma es modernizar la petrolera estatal Pemex, que ha atravesado una fuerte caída de su producción en los últimos años.

    Con la reforma se prevé una modificación del artículo 27 de la Constitución para que la compañía pueda celebrar «contratos de utilidad compartida» con empresas privadas.

    La iniciativa de reforma energética impulsará un crecimiento adicional del Producto Interno Bruto (PIB) de un punto porcentual y generará 500 000 empleos en el 2018, aseguró el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

    Mientras que en las proyecciones para el 2025, el PIB aumentará dos puntos porcentuales gracias a la iniciativa y los empleos generados alcanzarán los 2,5 millones, precisó el ministro.

    Sobre la fórmula de contratos de utilidad compartida escogida para aumentar la participación del capital privado en las áreas de exploración y extracción de crudo, explicó que se trata de la más apropiada dado que permite al Estado mantener la propiedad de los hidrocarburos.

    Señaló que los únicos países que manejan esta figura en exclusiva son Ecuador, Bolivia e Irán. Otras naciones como Irak y Malasia permiten esa fórmula, pero la combinan con contratos de producción compartida, mientras Chile y Angola lo hacen con las concesiones.

    La decisión del actual Gobierno contempló las experiencias positivas registradas en los países que ya utilizan los contratos de utilidad compartida, que han permitido aumentar la producción y la renta petrolera, afirmó.

    Sin embargo, también existen voces en contra de este proyecto. Por ejemplo, el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, aseguró que la iniciativa «no es suficientemente ambiciosa y ni audaz».

    «Tengo la impresión de que se están quedando en los mínimos para que ya no haga más agua el sector energético, pero no tanto para que se convierta en un verdadero motor» del crecimiento sostenido de la economía, señaló Madero.

    El líder se mostró en desacuerdo con que Petróleos Mexicanos (Pemex) siga siendo «una paraestatal monopólica», algo que ya no existe «en ninguno de los doscientos países del mundo».

    Además, explicó que en Brasil, Noruega y Colombia había «parestatales dominantes» como Petrobras, Statoil y Ecopetrol, respectivamente, pero «no monopolios ya».

    La reforma también contempla la apertura de la industria de la electricidad. Peña Nieto declaró que el proyecto permitirá que particulares produzcan energía eléctrica. El Mandatario indicó, que con una mayor flexibilidad para la Comisión Federal de Electricidad y la reducción de sus costos de operación, se permitirá que la factura de la luz de los mexicanos sea más barata (ahora es un 25% más cara que en EE UU).

    Gracias a ello, empresas como la colombiana Ecopetrol y las estadounidenses General Electric y Chevron tuvieron «contactos informales» con funcionarios mexicanos en las últimas semanas, en el marco de esta reforma.

    Estas firmas analizan la posibilidad de participar en el sector energético mexicano si el sector petrolero se abre a la inversión externa, señaló el diario mexicano 24 horas.

    General Electric, a través de su división Oil & Gas, indicó que cuenta con la tecnología necesaria para ir a esos lugares a los que Pemex «no puede hacerlo con facilidad, por falta de recursos y tecnología», señaló el matutino.

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