El petróleo intermedio de Texas (WTI) para entrega en junio sufrió una fuerte bajada este jueves (7 de mayo de 2015) del 3,26% y cerró en USD 58,94 el barril, en lo que fue considerado por los analistas como una jornada de recogida de beneficios tras el máximo anualconseguido en los últimos días.
Al final de la sesión de operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI bajaron USD 1,99 respecto al cierre de la sesión anterior, lo que le hizo perder la conquista reciente de los USD 60 por barril.
El descenso de los precios fue atribuido a la recogida de beneficios por parte de los inversores en crudo después de una buena racha coronada el miércoles 6 de mayo con el máximo anual, USD 60,93 por barril
También apuntaron los analistas los efectos de un dólar todavía fuerte en el mercado de divisas, que provoca que el crudo estadounidense resulte más caro para los que compran con divisa extranjera y, por tanto, un descenso de la demanda que desemboca en una devaluación.
Por su parte, los contratos de gasolina para entrega en junio bajaron 5 centavos de dólar y quedaron en USD 1,99 el galón, mientras que los de gasóleo de calefacción para entrega en ese mismo mes perdieron 6 centavos hasta USD 1,96 dólares.
Finalmente, los contratos de gas natural para entrega en junio, el nuevo mes de referencia, descendieron 5 centavos y terminaron con USD 2,73 por cada mil pies cúbicos, tras conocerse que las reservas de gas en EE.UU. crecieron 76 000 millones de pies cúbicos la semana pasada.
El precio del barril de petróleo ‘light sweet crude’ (WTI) llegó a USD 59,63 el último día de abril de 2015. Foto archivo: El Comercio
El petróleo intermedio de Texas (WTI) para entrega en junio subió este martes (5 de mayo) un 2,49% y cerró en USD 60,40 el barril, el máximo anual anotado hasta ahora. Al final de la sesión de operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI subieron USD 1,47 respecto al cierre de la sesión anterior.
Los analistas justificaron el alza de este martes a informes sobre problemas en el embarque de crudo desde Libia por una protesta en la terminal de Zueitina, desde donde se embarca el 14% del crudo que sale desde ese país. También atribuyeron la subida al ligero incremento de los precios que aplica Arabia Saudí al petróleo que vende en Europa y Norteamérica.
El WTI estaba por debajo de los USD 60 el barril desde el 11 de diciembre pasado. Cerró 2014 con un valor de USD 53,27 el barril, el precio que registró justo el último día del año. Los precios internacionales del crudo vienen bajando desde el segundo semestre del año pasado por un exceso de oferta en el mercado, aunque los valores se han venido recuperando en los últimos días.
El mínimo anual del WTI anotado hasta ahora durante este año fue de USD 43,46 el barril, registrado el 17 de marzo pasado, pero desde el 6 de abril se mantenía por encima de los USD 50, y hoy conquistó los USD 60 por primera vez este año.
Por su parte, los contratos de gasolina para entrega en junio subieron 3 centavos y quedaron en USD 2,06 el galón, mientras que los de gasóleo de calefacción para entrega en ese mismo mes ganaron 4 centavos hasta USD 2,01 por galón.
Finalmente, los contratos de gas natural para entrega en junio, el nuevo mes de referencia, bajaron 4 centavos y terminaron con USD 2,78 por cada mil pies cúbicos.
El precio del barril de petróleo ‘light sweet crude’ (WTI) llegó a USD 59,63 el último día de abril de 2015. Foto archivo: El Comercio
El precio del petróleo volvió a subir el jueves en Nueva York, en un mercado que sigue alentado por la debilidad del dólar y el anuncio de una ligera caída de las reservas de crudo en la terminal de Cushing (Oklahoma, sur).
El precio del barril de ‘light sweet crude’ (WTI) para entrega en junio ganó USD 1,05, a USD 59,63, en el cierre del New York Mercantile Exchange (Nymex), terminando el mes con un alza de más de 25% en relación a fines de marzo.
Jason Schenker, analista de Prestige Economics, subrayó que los precios se vieron sostenidos por el dólar y el poco apuro expresado el miércoles (29 de abril) por la Reserva Federal(Fed, banco central) para subir las tasas de interés, ante la debilidad del crecimiento económico en Estados Unidos.
Según la primera estimación sobre el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense en el primer trimestre divulgada el miércoles la economía se estancó, con un incremento del PIB de sólo 0,2% en ritmo anualizado, contra el 2,2% registrado en el cuarto trimestre de 2014.
La debilidad de la inflación en marzo, anunciada el jueves, tampoco alienta un incremento de las tasas por parte de la Fed. Toda alza de las tasas tendría por efecto un encarecimiento del dólar, lo que volvería el crudo más caro para los compradores de otras divisas.
Además, al día siguiente de la publicación de las cifras oficiales sobre las reservas de crudo en Estados Unidos, que mostraron un incremento inferior a lo esperado, «los inversores se concentran en la baja de las reservas en Cushing, que puede ser una señal de lo que ocurre en el yacimiento de Bakken y señalar que la producción comienza a desacelerarse», explicó Michael Lynch, de Strategic Energy and Economic Research.
El campo de esquisto Bakken, centrado en los estados de Dakota del Norte y que se extiende hasta Canadá, está actualmente entre los más prometedores de América del Norte. Su explotación ha permitido a Estados Unidos aumentar fuertemente su producción de petróleo, contribuyendo a la actual sobreabundancia de la oferta en los mercados internacionales, responsable del derrumbe de los precios desde hace casi un año.
Los precios aumentaron ante el anuncio de que las existencias en Cushing habían bajado en medio millón de barriles, a 61,7 millones, la primera disminución en 21 semanas. Pero varios analistas advirtieron contra un exceso de entusiasmo en el mercado.
Fue el caso de Tim Evans, de Citi, quien observó que la producción de la Opep se mantuvo en abril «en un nivel suficientemente alto como para que el mercado sufra de sobreoferta hasta 2016».
El precio del barril de petróleo ‘light sweet crude’ (WTI) llegó a USD 59,63 el último día de abril de 2015. Foto archivo: El Comercio
General Motors (GM) ha empezado a reducir el precio del modelo eléctrico Chevrolet Spark EV en USD 1 695, para situarlo en USD 25 995 y mantener su estatus como uno de los automóviles más baratos del segmento en medio de la caída de las ventas de vehículos ‘verdes’.
Hoy, Edmunds.com, especializado en estudios del mercado del automóvil, indicó que las ventas de automóviles eléctricos e híbridos se han situado en sus niveles más bajos desde 2011 debido a la drástica reducción del precio de la gasolina. En los tres primeros meses de 2015, el porcentaje de ventas de vehículos eléctricos e híbridos en EstadosUnidos se redujo al 2,7 % del total, un punto porcentual menos que en 2013 y la cifra más baja desde el primer trimestre de 2011.
La reducción de precio supone que en algunos estados como California o Maryland, donde existen fuertes descuentos fiscales para la adquisición de vehículos eléctricos, sumados a los propios incentivos de Chevrolet, el precio final del miniauto Spark EV se puede situar en USD 14 995. «Chevrolet está comprometido a hacer la conducción de vehículos eléctricos más accesible, asequible y divertida», dijo en un comunicado en el que se anunció la reducción de precios Steve Majoros, director de Chevrolet Car.
Majoros añadió que «el Spark EV es ya el vehículo eléctrico más eficiente, y uno de los más asequibles que se pueden comprar» en Estados Unidos. De acuerdo a las cifras de la Agencia Medioambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), para un conductor medio, que en Estados Unidos recorre al día entre 48 y 64 kilómetros, el costo promedio de energía del Spark EV al mes es equivalente a USD 83. La reducción del precio del Chevrolet Spark EV permite a GM mantener la competitividad en un segmento como el de los vehículos eléctricos en el que cada vez hay más productos, al mismo tiempo que se ha producido una fuerte reducción de los precios de la gasolina.
Chevrolet señaló que más del 90 % de los compradores del Spark EV poseían con anterioridad vehículos de fabricantes competidores. Majoros señaló que el Spark EV «está ayudándonos a alcanzar nuevos compradores en mercados críticos como Los Ángeles». Chevrolet también anunció la posibilidad de hacer un «leasing» del Spark EV por USD 139 al mes durante 39 meses y sin depósito a la hora de la firma del contrato.
General Motors (GM) informó que ganó USD 2 800 millones en 2014. Foto: Jeff Kowalsky/ EFE.
Su existencia se limita al terreno de lo legendario, pero el unicornio en realidad prolifera en el sector tecnológico: así se llama a las empresas jóvenes (‘startups‘) de más de USD 1 000 millones, una especie cuya expansión es tan rápida que alimenta temores de una nueva burbuja financiera.
El unicornio de la alta tecnología no era un fenómeno tan común cuando Aileen Lee, especialista en inversiones de capital de riesgo y fundadora de Cowboy Ventures, utilizó el término por primera vez.
En 2013, Lee contó 39 unicornios high-tech, con un promedio de cuatro «nacimientos» por año durante la década anterior. Menos de un año y medio después, la firma de investigación especializada en capital de riesgo CB Insight habló de 53 startups valorizadas en más de USD 1 000 millones en Estados Unidos y la revista Forbes totalizó más de 80 en el mundo.
Las estrellas emergentes de más de USD 10 000 millones se llaman Uber, Snapchat, AirBnB o Pinterest, seguidas por una ristra de pequeñas firmas, menos conocidas por el gran público, como Shazam, Jawbone, Evernote y Square.
Las altas valorizaciones se alimentan de un flujo de fondos privados, motivado por la esperanza de descubrir el próximo vellocino de oro en el sector.
«Hay una febrilidad entre los inversores que buscan el próximo Facebook«, estima Rob Enderle, analista especializado en el sector tecnológico. «Pero son inversiones increíblemente arriesgadas. No todas estas empresas serán compradas por varios miles de millones de dólares ni todas harán una sonora entrada en la Bolsa», advirtió, anticipando una «reducción de la manada».
¿Peor que en 2000?
«Pienso que veremos algunas muertes de unicornios este año», predijo en marzo Bill Gurley, un socio de la firma de capital de riesgo Benchmark que advirtió de los «peligros de viabilidad a largo plazo».
De su lado Mark Cuban, un pionero inversor en el sector Internet, mencionó en un texto en su blog la eventualidad de una situación «peor que la burbuja tecnológica del año 2000″. En aquella época, las sobrevaluadas startups se negociaban en la Bolsa y «los mercados tenían suficiente liquidez para que los inversores vendieran sus títulos», escribió.
Hoy en día, en cambio, se financian con inversores privados de «liquidez cero». Otro importante inversor de Silicon Valley, Marc Andreessen, advierte desde el año pasado en Twitter: «Cuando se invierta la tendencia, y se invertirá, descubriremos quién nadaba sin traje de baño: desaparecerán muchas firmas con altas tasas de gastos».
La hora de rendir cuentas ya llegó para algunos, como el distribuidor en línea Fab.com: luego de entrar al club de los unicornios high-tech el año pasado, finalmente vendió la mayoría de sus activos en marzo por solo USD 15 millones, según cifras manejadas por la prensa. Otro unicornio, el servicio de videojuegos OnLive, fue comprado recientemente por Sony por una cifra cuyo monto no se divulgó. –
Destrucción creadora
El dinero que aportan actualmente los fondos de capitales de riesgo permite a muchas startups financiarse sin lanzarse en la Bolsa. Esto significa también que no son tan vigiladas ni están sometidas a las mismas obligaciones de transparencia sobre sus actividades que las empresas que sí cotizan.
«No me sorprendería si la gran mayoría de estas empresas mostrara no estar a la altura de su valorización», dijo Anant Sundaram, profesor de la Escuela de Comercio Tuck de Dartmouth.
Sundaram destacó que, aunque hay algunos datos financieros sobre los unicornios, pocos pueden probar su capacidad de aumentar sus ingresos y establecer una actividad duradera.
Para el profesor, este tipo de inversiones forma parte, no obstante, del proceso de innovación y de «destrucción creadora» que hace avanzar la economía. También recordó que, durante la burbuja de Internet, «muchas empresas alcanzaron valorizaciones muy elevadas y muchas quebraron, pero de ahí salieron Google, eBay y otras firmas exitosas».
Si se va a ofrecer un producto o servicio, abrir un blog es una de las opciones más viables para quienes quieren iniciar un proyecto profesional y desean promocionarlo. Foto: Patricio Terán/ El Comercio
El precio del arroz sigue al alza en los mercados. En Guayaquil la libra de la gramínea experimenta un incremento desde la semana pasada de hasta 10 centavos, según el tipo de grano.
El arroz flor, el más demandado en los mercados, subió en promedio 10 centavos la libra, en abastos del norte y centro del Puerto Principal. Según los comerciantes, el quintal de la gramínea les empezó a llegar desde la semana pasada con un incremento de entre USD 5 y USD 8.
Para controlar el precio y evitar la especulación, en Guayas la Intendencia de Policía ejecuta operativos periódicos en las piladoras y puntos de venta mayoristas.
El gremio de los industriales arroceros (Corpcom), que agrupa a las piladoras, indicó este martes 24 de marzo que el incremento en el precio del grano se debe a una afectación temporal por la reducción de los inventarios. Esa reducción, según el gremio, fue consecuencia de los daños que el invierno provocó en la cosecha del 2014. “Estamos cercanos al inicio de la cosecha de invierno del 2015 y el mercado volverá a la normalidad”, indicó el presidente de la Corpcom, Javier Chon.
En las zonas de cosecha del Litoral, los productores de la gramínea están recibiendo sobre el precio mínimo de sustentación (USD 34,50) por el quintal de arroz en cáscara. “Estamos pagando un precio muy superior al de sustentación debido a la falta de cosechas e inventarios”, mencionó Chon. El dirigente de las piladoras sostuvo que por tal razón no es conveniente la importación de arroz.
La cosecha de invierno es la más productiva del año y empieza a inicios de abril, luego de cuatro meses de sembrada la gramínea y coincidiendo con el inicio de la temporada de lluvias.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca dispuso el pasado jueves 19 de marzo que parte de la reserva estratégica de arroz que el país mantiene en los silos de la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) sea comercializada “a la brevedad posible y de forma directa a la ciudadanía” en Quito, Guayaquil, Riobamba, Cuenca, Ambato, y Santo Domingode los Tsáchilas. Los precios de venta que maneja la UNA son de USD 1,74 por los 2 kilos de arroz; y de USD 37,50 por el quintal.
La venta directa se hará por un lapso de 15 días, y posteriormente se evaluará si se requiere mantener la medida.
Según los comerciantes, el quintal de la gramínea les empezó a llegar desde la semana pasada con un incremento de entre USD 5 y USD 8. Foto: María Isabel Valarezo/ El Comercio
El empresario argentino Alejandro Pedro Bulgheroni, presidente honorífico de la Pan American Energy LLC., pronosticó este 23 de marzo que los precios del petróleo seguirán bajos, se situarán entre USD 60 y USD 70 el barril en un año y aseguró que hay reservas de hidrocarburos en el mundo para los próximos 200 años.
Bulgheroni inauguró este lunes en Madrid la Tribuna América de Inversión que, organizada por la Casa de América y Capítulo Ibérico del Ceal (Consejo Empresarial de América Latina), es un foro que tiene como objetivo analizar las estrategias de crecimiento y expansión de las grandes compañías de España y América de la mano de los empresarios más destacados de la región.
Este primer encuentro fue una exposición y conversación de Bulgheroni con Enrique Iglesias, exsecretario general iberoamericano, y contó con la intervención de la presidenta del Capítulo Ibérico de la Cepal, Núria Vilanonova, y el director de la Casa de América, Tomás Poveda. Entre la audiencia se encontraban algunos embajadores latinoamericanos en España.
Tras exponer a grandes rasgos la evolución de los precios del petróleo en cerca de 160 años y los factores geopolíticos que influyeron, Bulgheroni atribuyó el actual descenso del crudo (de USD 100 a USD 50 el barril) al hallazgo de importantes reservas en Estados Unidos gracias a las nueva tecnologías. «No vamos a quedarnos sin hidrocarburos en los próximos 200 años», dijo el empresario que, según la revista Forbes, tiene la mayor fortuna de Argentina y una extensa experiencia en el sector petrolero y gasístico.
Pese a esas perspectivas, Bulgheroni advirtió de que «tenemos que empezar a consumir menos y consumir más eficientemente» utilizando nuevas tecnologías, y abogó también por una «interconexión más intensa» entre los países en cuanto a oleoductos y gasoductos.
Sobre las energías renovables, este ingeniero industrial destacó que el principal problema es que todavía no se ha encontrado la forma de almacenarla por lo que siguen siendo «adicionales» a los hidrocarburos.
El contrato permitía a Ivanhoe operar durante 30 años, y recibir 37 dólares por barril. Foto: Joffre Flores / Líderes.
Los países productores no miembros de la OPEP deben cooperar para hacer subir los precios del petróleo, ya que los integrantes del cartel se niegan a asumir por sí solos ese cometido, declaró el ministro saudí del Petróleo.
«Nos negamos a asumir nosotros solos esa responsabilidad, porque (la OPEP) solo aporta el 30% de la oferta en el mercado, y el 70% restante viene de fuera de la OPEP», declaró el ministro Ali.
Los precios del crudo perdieron casi el 60% de su valor entre junio de 2014 y febrero de 2015, a causa de una sobreabundancia de oferta y una demanda débil. La tendencia a la baja se acentuó el pasado noviembre, cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), formada por 12 miembros, mantuvo su tope de producción en 30 millones de barriles diarios.
A la pregunta de si la OPEP está dispuesta a negociar con los otros productores para reducir la oferta y relanzar así los precios, Al Nuaimi recordó que cuando la crisis de 1998, el cartel cooperó eficazmente con los demás productores. «Actualmente, la situación es difícil. Hemos intentado, nos hemos reunido con ellos, pero no lo hemos conseguido, porque han insistido en que la OPEP asuma por sí sola toda la responsabilidad», comentó el ministro saudí, refiriéndose a las reuniones celebradas con productores no miembros antes de la reunión del pasado noviembre en Viena.
«Si queremos que mejoren los precios, todo el mundo tiene que contribuir, porque esto le interesa a todos», insistió Al Nuaimi. El ministro dijo que actualmente Arabia Saudí produce 10 millones de barriles diarios, frente a los 9,85 mbd de febrero. El funcionario defendió además la política petrolera de las monarquías del Golfo, que según él actúan para estabilizar el mercado. «Nosotros no estamos en contra de nadie. Estamos a favor de la estabilidad del mercado, y apoyamos el equilibrio entre la oferta y la demanda», explicó.
Arabia Saudí y sus socios árabes del Golfo han sido acusados a menudo de no querer bajar su producción para perjudicar a otros productores de petróleo y tratar de echarlos del mercado propiciando un período prolongado de precios bajos.
La petrolera Shell anunció que ha cancelado sus planes para explotar un yacimiento petrolífero en la provincia canadiense de Alberta ante la caída de los precios del crudo. Foto: Archivo / AFP
El precio del barril del crudo venezolano cerró en 43,72 dólares, con una baja de 4,19 dólares frente a los 47,91 dólares de la semana pasada, informó hoy, 20 de marzo, el Ministerio de Petróleo y Minería de Venezuela.
«Las persistentes señales sobre oferta en el mercado y el fortalecimiento del dólar frente a otras divisas son los principales factores que ejercieron presión en los precios de los crudos esta semana», dijo el ministerio en su reporte semanal.
La caída del precio del crudo también se reflejó en el de la cesta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la que Venezuela es miembro fundador, que pasó de 53,72 a 49,84 dólares.
El Brent también cayó, al terminar en 54,49 dólares frente a los 57,85 de siete días antes, en tanto que el Intermedio de Texas (WTI) en Estados Unidos pasó de 48,62 a 44,16 dólares el barril.
Con el registro de esta semana, el precio de venta promedio en lo que va de año se sitúa en 44,76, por debajo de los 88,42 dólares del año pasado y de los 98,08 dólares de 2013.
La cesta venezolana experimentó una curva de descenso que comenzó el pasado 12 de septiembre, cuando se cotizaba a 90,19 dólares el barril.
Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, vende alrededor de 2,5 millones de barriles de petróleo diarios, en su mayor parte a Estados Unidos y China.
El petróleo proporciona más del 90 por ciento de las divisas que recibe el país y la mitad de los ingresos del presupuesto fiscal, calculado para 2015 sobre un precio del barril de 60 dólares.
El desplome sostenido del crudo venezolano obligó al Gobierno de Venezuela a implementar medidas económicas para aminorar el impacto por la caída de los ingresos, que disminuyeron en al menos un 30 por ciento.
La petrolera Shell anunció que ha cancelado sus planes para explotar un yacimiento petrolífero en la provincia canadiense de Alberta ante la caída de los precios del crudo. Foto: Archivo / AFP
¿Qué va a ocurrir con el precio del petróleo?, ¿va a subir?, ¿va a bajar? Escuchen con atención, pues esta es la única respuesta rigurosamente cierta: nadie sabe. Se pueden percibir tendencias, pero en el universo del petróleo hay factores contingentes e impredecibles que pueden cambiar todo en segundos. Quedamos en el mundo de las conjeturas, si acaso bien informadas. Permítanme exponer la mía, reseñando primero el estado del debate.
En un primer campo están los que llamaremos optimistas del precio. Piensan, en resumen, que a mediados de este año el petróleo se recuperará un poco y volverá a niveles que, si bien no se acercarán a los máximos recientes de 107 dólares (WTI) y 113 dólares (Brent), le brindarán respiro y tranquilidad a las empresas petroleras, a sus contratistas y a los gobiernos que en alto grado dependen del crudo.
¿En qué se fundamentan los optimistas? En una lógica económica elemental: la fuerte caída del precio forzará el cierre de muchas operaciones petroleras, especialmente aquellas que tienen altos costos de producción. En particular, creen, la caída en el precio golpeará la actividad de shale oil en Estados Unidos. Esto producirá, entonces, una caída rápida de la oferta y, por ende, una estabilización del precio en niveles mayores.
Estos optimistas se apoyan en cifras como el cálculo semanal de plataformas que lleva Baker Hughes, un gigante de los servicios petroleros. En el conteo del 20 de febrero, se mostraba que en la última semana se habían cerrado 48 plataformas en Estados Unidos. Con respecto al conteo de hace un año, hay 461 plataformas menos. Hechos que parecen confirmar, de manera casi exacta, la predicción de los optimistas: menor precio, menos operaciones, menos plataformas.
Por otro lado, algunos optimistas aconsejan no olvidar el poder de la Opep. Este cartel, que en el pasado ha manipulado el precio mediante límites de producción, está conformado por países que, en buena medida, dependen de la exportación de petróleo. Por ello, dicen los optimistas, estos Estados no podrán aguantar un golpe económico y fiscal tan fuerte: pronto reaccionarán y forzarán un alza del crudo.
En un segundo grupo estamos –con ello anticipo mi posición– los que creemos que el petróleo no tendrá dicha recuperación, y podría incluso caer más. Nuestras razones empiezan por una mirada a la dinámica mundial. La demanda de petróleo está muy vinculada al ritmo de la actividad económica: hasta ahora, cuando las economías han crecido, han demandado más petróleo. Pero estamos en una época en la cual, con excepción de Estados Unidos, los grandes motores de la economía mundial están parados o caminan lenta y torpemente. La Eurozona crecería, si acaso, 1,2% en el 2015; Japón, 0,6%; China bajaría a 6,8%; y Brasil tendrá su ducha fría de 0,3% (proyección Fondo Monetario Internacional, enero 20 del 2015).
Pero algunos van más allá y dicen que, incluso cuando la economía de estos países se recupere, la demanda de petróleo no va a aumentar en una proporción tan alta. Esto porque en varias economías ya están en marcha programas de reducción de los combustibles fósiles. Además, la eficiencia de los motores sigue aumentando. Tal vez eso explique el sorpresivo hecho de que, tras la caída reciente en el precio de la gasolina en Estados Unidos, el consumo de esta no se ha incrementado tanto como se creía.
Añádase a lo anterior un factor cultural: en Estados Unidos los jóvenes están volviendo a habitar en las ciudades y no en los suburbios, en la ciudad usan transporte público.
Segundo, por ahora, el cierre de plataformas no ha producido descensos dramáticos de producción, como se esperaba. De hecho, hay quienes creen que la actividad de shale oil, pese a tener altos costos, seguirá en firme, puesto que, a la manera de lo que ocurre con la manufactura, una vez iniciada la operación, los costos marginales son decrecientes. Y bastaría imaginar algo más: hasta ahora, el shale oil ha sido, sobre todo, un fenómeno estadounidense. Pero se sabe que otros países, entre ellos China, están interesados en hacerlo. Cosa que enviaría aún más oferta al mercado.
¿Pero qué pasará cuando reaccione la Opep? ¿No subirán los precios? Para empezar, no es seguro que reaccione. Arabia Saudita y sus aliados del golfo, bloque decisivo en la Opep, han manifestado estar dispuestos a aguantar precios bajos por un tiempo: prefieren vender barato y mantener cuota de mercado. Al fin y al cabo, sus costos de producción son bajos (USD 6 por barril en Arabia Saudita), y tienen jugosas reservas en dólares. Aprovechan además para golpear a sus archienemigos Irán y Rusia.
Por ello, mi conjetura es que las fuerzas seguirán empujando hacia abajo, como no se produzcan eventos geopolíticos extraordinarios. Y si estas tendencias se extienden al largo plazo, tal vez nunca volvamos a ver petróleo caro.
Andrés Mejía Vergnaud Miembro del Instituto Libertad y Progreso