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  • Este brazalete ortopédico fue premiado

    José Luis Rosales

    (I)   redaccion@revistalideres.ec

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    El brazalete Mani, que ayuda a las personas que no tienen manos a realizar actividades como alimentarse y escribir, ganó fama tras 10 prototipos anteriores.

    El dispositivo, u ortesis magnética, es el resultado del esfuerzo de tres emprendedores ecuatorianos que buscan ayudar a personas con discapacidad física.

    Se trata de los hermanos Sebastián y Esteban Arroyo, de Ibarra, y Leonardo Castro, de Quito. El dispositivo, que ganó el tercer lugar en el concurso Una idea para cambiar la historia, organizado por The History Channel, se inspiró en un niño del Carchi.

    Mani fue uno de los 10 proyectos seleccionados de entre 7 900 propuestas de varios países de Latinoamérica que se presentaron. La idea ecuatoriana obtuvo 34 600 votos de apoyo, lo que le permitió estar entre los cuatro finalistas.

    Los expertos que integraron el jurado resolvieron que el primer puesto sea para Aselus (México), una iniciativa que promueve soluciones de energía solar con tecnología sustentable. Mientras que, el segundo lugar fue Alinti (Perú), un dispositivo híbrido de arcilla generador de fuente de energía.

    Hace 18 meses, Sebastián Arroyo conoció a Jostin Obando, de 12 años, quien no tiene antebrazos y aprendió a escribir sujetando el esferográfico con la boca.

    Este chico, oriundo de la parroquia La Libertad, Carchi, tiene la particularidad de que sus brazos son cortos, por lo que debe utilizar prótesis, explica Arroyo, ingeniero mecánico de profesión.

    Sin embargo, por el crecimiento físico del menor el último dispositivo convencional que adquirieron sus padres ya no le queda. “No puede acceder a una prótesis nueva cada año, como recomiendan los especialistas”, señala.

    Por eso, los creativos buscaron dar una solución fácil de implementar, que no sea invasiva y sea barata. De esta forma surgió Mani, que es una abreviatura de manilla.

    Este dispositivo, que se sujeta en la extremidad superior con un sistema similar a la correa de un reloj, es funcional.

    Fue elaborado con tela y tiene dos pequeñas piezas circulares impresas en 3D. La primera tiene imanes de neodimio que tienen mayor potencia para sostener utensilios, como cucharas. En el otro, en cambio, hay una pinza para sujetar un esferográfico.

    La primera vez que a Jostin le colocaron el brazalete Mani tomó una cuchara y empezó a comer solo, recuerda Arroyo. Antes, le alimentaba únicamente su madre Nancy Mayanquer.

    Seis meses previos a emprender el proyecto, los hermanos Arroyo conjuntamente con Gabriel Vaca y Jairo Chiles abrieron la Fundación Hero Ecuador.

    El objetivo principal es ayudar al acceso de prótesis baratas. Los voluntarios indican que el costo de una convencional, de ganchos, bordea los USD 2 000.

    Por eso, empezaron a construir estos dispositivos ortopédicos en impresión 3D, que tiene menor precio. Hay piezas mecánicas para diferentes discapacidades. Unas realizan el movimiento de la muñeca y otras la articulación del brazo.

    Esteban Arroyo explica que las partes están elaboradas con material termoformable. Es decir las piezas se imprimen de forma plana y luego le da la forma anatómica del brazo Para ello se funde una especie de alambre de PLA, que son hechos en base del almidón del maíz, por lo que no es tóxico y no genera alergia a la piel.

    Hero Ecuador utilizó diseños de prótesis de uso libre de Enable the Future, organización de EE.UU.

    Pero la fundación ecuatoriana también tiene diseños propios. El más reciente es el prototipo Mani, que fue probado en cinco personas de Carchi, Imbabura, Pichincha y Manabí.

    En el 2019 empezarán a producirlo de manera continua. En enero próximo recibirán USD 20 000 del premio económico del concurso internacional.

    Ese dinero se invertirá en la adquisición de una impresora 3D de alta gama, una máquina de corte láser y otra de costura overlock. Para el nuevo diseño se usará tela de neopreno. La idea es que se puedan colocarse con facilidad.

    A mediados del próximo año, Mani estará en el encuentro Una idea en acción, con el prototipo final de su invención.

    El diseño

    El prototipo número 11 con el que participaron en el concurso internacional es una versión mejorada.

    Se cuidaron  detalles como la diferencia que hay entre los muñones de una persona que ha sido amputada una extremidad con la de que una nace con discapacidad física.

    El material con el que se fabrican las prótesis es biodegradable, por lo que esperan hacer varias mejoras.

    En la oficina ZAC 3D, en cambio, ofrece un servicio de impresión 3D a estudiantes de carreras técnicas.

    Esteban y Sebastián Arroyo inspiraron su creación en un niño de la provincia del Carchi, de brazos atrofiados. Foto: Álvaro Pineda para LÍDERES
    Esteban y Sebastián Arroyo inspiraron su creación en un niño de la provincia del Carchi, de brazos atrofiados. Foto: Álvaro Pineda para LÍDERES
  • Una de las obras de Rodrigo Andrade fue premiada este año en Londres

    Patricia González

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    Con apenas cinco años de edad, Rodrigo Andrade ayudaba a su padre, todos los sábados, a vender sacos en un local en el sector El Tejar, en Quito. Cuando tenía 12 años ya vendía con su padre que tenía una pequeña fábrica textil en otro puesto en Tulcán, igualmente los sábados. “Nos iba muy bien”, recuerda hoy en día.

    Los negocios siempre se le han dado muy bien. A los 15 años trabajaba con su tío Aníbal en la distribución de guantes industriales en ferreterías. Llegó a tener cerca de 30 clientes entre Quito y Tulcán.

    El fundador y presidente de la Constructora Andrade Rodas VIP es egresado del colegio fiscal Luis Napoleón Dillon, como Contador Público Autorizado. Posteriormente, cursó tres años de Ingeniería Comercial en la Universidad Técnica Equinoccial.

    A la par que estudiaba, comenzó a trabajar a los 18 años en la multinacional Panatlantic Logistics, como contador. El crecimiento fue rápido. A los cinco años de trabajo ya estaba a cargo de la Gerencia Financiera de la firma, en la que hizo una carrera profesional de 19 años.

    Pero nada está escrito. Luego de tantos años ligado al mundo de las finanzas, Andrade empezó a vincularse al sector de la construcción, luego de que en Panatlantic le encargaran el control de la obra de construcción del nuevo edificio de la empresa.

    El constructor a cargo era Carlos González, quien se convertiría en su socio en desarrollos inmobiliarios, en los que Andrade tenía a cargo las ventas. El primer proyecto que llevaron adelante en sociedad fue un edificio de viviendas familiares de lujo, al norte de Quito.

    Por cinco años, trabajó de manera paralela en Panatlantic y en el negocio de la construcción, hasta que decidió dedicar por completo su tiempo a esta nueva rama.

    Tras haber acumulado cierta experticia, se independizó para formar su propia empresa, en 2004, la Constructora Andrade Rodas VIP, que ha seguido la línea de proyectos habitacionales exclusivos. Con la construcción del primer edificio, en el norte de Quito, comenzó a posicionarse la marca Diamond, que identifica a los 42 edificios que ha levantado la compañía inmobiliaria.

    “Es un excelente profesional. Es dedicado y cumple los objetivos que se plantea”, comenta César Ponce, quien lo conoce desde hace 10 años en la industria inmobiliaria, a partir de uno de los proyectos emblemáticos de la constructora: Diamond Beach, cuatro torres en la zona de Tonsupa, en Esmeraldas. Ponce provee acabados de construcción.

    La personalización en los acabados de los departamentos es una de las cualidades que destaca el gerente de Andrade Rodas VIP en sus proyectos, además de la puntualidad en la entrega.

    Fernando Álvarez, quien ha adquirido varias propiedades en los proyectos de la constructora, cataloga a Andrade como un “visionario de la construcción moderna”.

    Hace dos años, la firma entregó la primera etapa del Gran Diamond Beach, un edificio de 126 metros de altura y 32 pisos, ubicado frente al mar, en Tonsupa. Este proyecto fue premiado este año, en Londres, en el Americas Property Awards, en la categoría Desarrollo residencial de gran altura.

    La torre es sismorresistente, gracias a lo cual no sufrió daños en el terremoto de abril del 2016, en la costa ecuatoriana. Además, es autosustentable, cuenta con su propia planta de aguas residuales.

    Este constructor comenta que hasta hace dos años todos los departamentos de la constructora se vendían en plano, lo que le permitía acabarlos sin necesidad de acudir a los bancos, pero desde el 2016, ya recurrió de manera importante al financiamiento de la banca, por la situación económica.

    “Bajamos mucho las ventas en los últimos dos años, pero ahorita estamos bien, recuperándonos. Soy optimista”. El próximo año prevé invertir en un proyecto de ‘townhouse’ en Miami, EE.UU.

    Verónica Cisneros es amiga de Andrade desde hace 30 años. Mario Pulgar, desde hace tres. Pero cuando se refieren a él, los dos coinciden en que es una persona optimista, que transmite positivismo. “Y de lo negativo saca algo positivo”, dice Cisneros.

    Para ella, además, es una persona intensa y enérgica en todo lo que emprende. “Muy buen anfitrión y detallista. Junto a su esposa Ana, hacen una pareja increíble, son supergenerosos y les gusta disfrutar cada momento”.

    Andrade lleva casado 26 años con Ana Reyes, con quien tiene tres hijos, dos de ellos ya trabajan en la empresa. Tres veces a la semana practica tenis y una vez por semana sale con su esposa a bailar en discotecas de la ciudad. Además, es aficionado a los autos. Su oficina está rodeada de colecciones de carros en miniatura, de marcas como BMW y Porsche.

    Rodrigo Andrade es un fundador y gerente general de la Constructora Andrade Rodas VIP. Foto: Líderes
    Rodrigo Andrade es un fundador y gerente general de la Constructora Andrade Rodas VIP. Foto: Líderes
  • Este trabajo cooperativo obtuvo un premio

    José Luis Rosales

    Contenido Intercultural (F)

    Tiendas, cafeterías, restaurantes y hosterías de Imbabura y Pichincha son el principal nicho de Sara Mama, chicha de jora. La bebida, que se fabrica en base al maíz, cumplió su primer año en el mercado. Este aniversario coincidió con la obtención del premio Prácticas Ejemplares Ecuador 2018, que concede la Corporación Líderes para Gobernar.

    Los galardones buscan incentivar iniciativas que demuestren su compromiso y servicio eficiente a los ciudadanos y que a la vez incentiven una mejora permanente de la gestión pública. El premio para Sara Mama fue en la categoría Cooperación público privada, por la iniciativa: Mujeres indígenas campesinas y soberanía alimentaria con identidad.

    Para lograr la industrialización de la chicha de jora, la Organización Comunitaria de Mujeres Indígenas de Cotacachi logró aglutinar el apoyo del Municipio local, la Prefectura de Imbabura, la Asamblea de Unidad Cantonal, y la Fundación entre Pueblos.

    Magdalena Fueres, líder de la organización, recuerda que poner en marcha esta iniciativa no fue fácil. Se hicieron varios estudios para estabilizar el néctar. Pero al final lograron producirlo sin utilizar conservantes ni aditivos. Los ingredientes son agua, maíz y azúcar.

    Una de las estrategias para abrir mercado a este producto ha sido a través de ferias de emprendedores, explica Luz María Lanchimba, responsable del área comercial.
    La también denominada bebida de fiesta se ofrece en envases de 250 mililitros y 1 litro. El precio de venta al público es de USD 1,50 y 4,35, respectivamente.

    En establecimientos como Restaurante La Marqueza, de Cotacachi, que se especializa en comida nacional e internacional, Sara Mama tiene buena acogida. Hay turistas, especialmente extranjeros, que siempre consultan por la bebida tradicional, asegura Danilo Recalde.
    Para empezar a producir la chicha se capacitó a varias compañeras en el manejo de la maquinaria de la planta instalada en la comunidad de Turucu. El proceso está a cargo de Carmen Morán y Luz Andrade.

    En la factoría se producen 400 litros de chicha, al mes, explica Morán. Se elaboran por paradas. El proceso empieza con la recepción de la materia prima. Unas 70 mujeres de las comunidades indígenas de Cotacachi son las encargadas de proveer las mazorcas.

    Al inicio se hizo un ensayo para trabajar con la variedad de maíz chaucha, pero no en todas las parcelas se adaptó este cultivo. Por eso, ahora recibe la mazorca denominado amarillo, que es el de mayor producción en el medio. Las campesinas tienen el compromiso de no emplear agroquímicos en el cultivo, entregar en grano y previamente seleccionado.

    El proceso empieza con el depósito de las mazorca en la zaranda. En esta especie de malla metálica son escogidos los granos de acuerdo al tamaño. Se les lava y les coloca en la olla de germinación.

    Ahí permanecen de tres a cuatro días, todo depende de la calidad, explica Fueres. Una vez que brotan las diminutas raíces en los maíces, que son conocidas como jora, va al secado y al molino.

    La harina es cosida en calderos con agua y azúcar, durante tres horas. Antes de ser envasado el líquido, de color crema, es colocado en el fermentador. Por último, se cumple con las etapas de esterilización y etiquetado. Ahí se señala, por ejemplo, que una bebida de 250 ml tiene 150 kilocalorías.

    Magdalena Fueres y Luz María Lanchimba están al frente del Jambi Mascari (Buscando la Salud, en español).
    Magdalena Fueres y Luz María Lanchimba están al frente del Jambi Mascari (Buscando la Salud, en español). Foto: José Luis Rosales/LÍDERES
  • Proyecto Agrupar de Conquito ganó premio internacional

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    El proyecto de agricultura urbana participativa Agrupar ganó el premio de plata del Future Policy Award 2018. Este reconoce a las mejores políticas alimentarias basadas en agroecología.

    El anuncio del triunfo lo dio a conocer la Agencia de Promoción Económica de Quito (Conquito), tras recibir información del World Future Council (WFC). India ganó el reconocimiento de oro, mientras que Ecuador comparte plata con Brasil y Dinamarca.

    Agrupar lo ejecuta Conquito desde hace 16 años e involucra a más de 4 500 personas/año en actividades de autoproducción de alimentos. “El proyecto ha incidido de manera importante para que la agricultura urbana se convierta en un indicador de sostenibilidad de la ciudad”, indica la agencia municipal.

    51 políticas de 25 países participaron en el Future Policy Award. Los organizadores de este galardón destacaron el hecho de que el programa cuenta con 3 600 huertos urbanos en 32 hectáreas y más de 21 000 personas capacitadas. “Fomenta la seguridad alimentaria, aumenta los ingresos y mejora las funciones de los ecosistemas”.

    Los ganadores del Future Policy Award se premiarán en una ceremonia que tendrá lugar el 15 de octubre de 2018 en Roma.

    “Al ampliar la agroecología es posible abordar la desnutrición, la injusticia social, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Mediante una formulación de políticas eficaces y holísticas, podemos transformar nuestros sistemas alimentarios para que respeten a las personas y al planeta. Los ganadores del Future Policy Award 2018 demuestran que es factible. Los responsables políticas de todo el mundo deberían seguir su ejemplo e intensificar una acción política ejemplar similar», afirma Alexandra Wandel, directora del WFC.

    Agrupar lo ejecuta Conquito desde hace 16 años e involucra a más de 4 500 personas/año en actividades de autoproducción de alimentos.
    Agrupar lo ejecuta Conquito desde hace 16 años e involucra a más de 4 500 personas/año en actividades de autoproducción de alimentos. Foto: Cortesía Conquito
  • Bianca Dager: ‘El mercado verde tiene más demanda’

    Carolina Enriquez

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    Bianca Dager es la directora ejecutiva de los premios Latinoamérica Verde habla de cómo hay mayor interés por la economía ambiental en el mundo y sobre el interés de los emprendedores latinoamericanos en temas vinculados al cuidado del planeta y el desarrollo social. 

    ¿Qué tan fuerte es el interés que tienen los emprendedo­res de América Latina en generar iniciativas vinculados al medioambiente y al desarrollo social?

    El mercado verde o ambiental es el de mayor crecimiento en el mundo. Esto se traduce en que hay un desarrollo de negocios vinculados con la producción y venta de alimentos orgánicos, proyectos que apoyan la reforestación o que son carbono neutro. También hay aquellos que trabajan con grupos vulnerables. Lo más importante es que son los consumidores quienes marcan esta tendencia.

    ¿Qué motivaciones encuentran en estos procesos?

    Una de las motivaciones es la supervivencia. Cada vez los seres humanos tenemos que ser más responsables con los recursos porque somos más personas en la región y el planeta. Estos emprendedores toman en cuenta el cuidado ambiental en toda la cadena de valor, en el uso de materia prima, en la tecnología más eficiente, entre otros.

    ¿Qué retos deben enfrentar estos emprendimientos?

    El reto está en hacerse cada vez más visibles y que estén en los lugares de consumo del día a día. Por ejemplo, que cada vez haya más opciones verdes en los supermercados y centros comerciales. La idea es que estén disponibles para los consumidores comunes.

    ¿Cómo es el consumidor actual?

    Es uno cada vez más consciente de la situación en la que está el planeta y, por lo tanto, que prefiere la oferta de la economía verde. Si bien en algunas áreas los productos etiquetados como verdes son más caros, hay un trabajo para que estos dejen de ser solo para ciertos nichos y puedan acceder a estos más personas en el mercado.

    Actualmente, ¿la economía ya funciona en modo ‘verde’?

    Economía, desarrollo sostenible y medioambiente son compatibles y se los debe impulsar de manera conjunta. El sistema financiero juega un rol clave para el desarrollo de negocios vincu­lados a estos temas. La banca, actualmente, cada vez incorpora más en los análisis de crédito los impactos sociales y ambientales. Tiene la responsabilidad de generar mayores productos financieros para apoyar a programas, proyectos, iniciativas y emprendimientos que le hagan bien a la economía, al ambiente y la sociedad.

    ¿Qué cifras muestran que hay más gente desarrollando negocios en temas medioambientales y sociales?

    Un dato importante sale de los premios Latinoamérica Verde. Este es un concurso y una comunidad de proyectos del sector público, privado y sociedad civil que busca un impacto positivo social y ambiental, sumado el apoyo de la banca como dinamizador de la economía verde. En la quinta edición, que se desarrollará en agosto, están registrados 2 733 proyectos , es decir, 300 más que el año pasado. Son de 712 ciudades y 30 países en la región y el Caribe.

    ¿Por qué este crecimiento?

    Existe un despertar. La comunidad sigue creciendo. El año pasado el 82% de los participantes que estuvieron en el proceso de selección y fueron a la premiación generaron conexiones. Esto se traduce en que hayan logrado generar alianzas o asociaciones para expandir proyectos, socializarlos, internacionalizarlos, concretar acuerdos económicos, etc.

    Usted hablaba de la importancia de que los emprendimientos ambientales y sociales se visibilicen más. ¿Qué acciones han desarrollado como premios Latinoamérica Verde para lograr esto?

    Esta edición se llevará a cabo en Puerto Santa Ana, la primera vez que se realiza allí. Llevamos a los participantes a uno de los lugares representativos de Guayaquil. La idea del evento, precisamente, es exhibir, conectar y premiar (…) junto con el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) estamos trabajando en dos ejes. Uno es tener una plataforma comercial: una rueda de negocios en la que junto con los representantes de los proyectos también estarán miembros de la banca, inversionistas y aceleradoras especializadas en iniciativas de impacto. Adicionalmente, habrá un diálogo para promover la economía verde en la región y por primera vez se presentarán stands para una mayor interacción.

    Al revisar los emprendimientos participantes y ganadores de la ediciones anteriores, se observa que aquellos vinculados con el agua tienen mucha aceptación. ¿Cuál es la importancia de este aspecto en América Latina y, principalmente, Ecuador?

    De hecho, el ganador de esta categoría el año anterior fue ecuatoriano. El proyecto buscó una correcta articulación de los sectores público y privado para la sostenibilidad del agua; además, involucró a la comunidad. El agua es un recurso claramente amenazado (..) este año estamos viendo que las industrias están tomando en cuenta el rol que juega este recurso en la supervivencia y desarrollo de los negocios. Los recursos naturales son la base de la economía; muchas de las guerras se han dado por el control de estos.

    La parte de desarrollo humano también se destaca.

    La innovación social, el crear más oportunidades, educación y género son algunas de las áreas en las que incursionan los emprendedores con sus proyectos. Por ejemplo, el año pasado ganó una iniciativa sobre consumo responsable de un papel que se transforma en un producto con semillas para usarse en escuelas y colegios. Este año, uno de los finalistas es un programa de género, de mujeres, para recolección de aceites usados de cocina. Buscan la sostenibilidad y el desarrollo económico.

    Los finalistas, además de la visibilización, ¿qué otros beneficios obtienen?

    Hacemos una agenda para presentar a los proyectos con organizaciones que puedan significar oportunidades de crecimiento. Tenemos, además, 85 alianzas estratégicas a través de las cuales ciertas empresas buscan iniciativas, según los intereses que tengan. En un caso, por ejemplo, se hace mentoría con los emprendedores y luego acceden a inversión.

    Hoja de vida

    Estudios.
    Ingeniera agrónoma por la Universidad Earth (Escue­la de Agricultura de la Región Tropical Húmeda), Costa Rica; tiene una maestría en Administración de Empresas de Universidad de Especialidades Espíritu Santo y un diplomado en el IDE de Responsabilidad Social.

    Experiencia.
    Es fundadora y direc­tora ejecutiva de Pre­mios Latinoamérica Verde; directora corporativa en Sambito. Preside Alma, grupo de mujeres profesionales que con campañas de educación ambiental fomenta estilos de vida más sustentables en las familias. Obtuvo el primer León de Oro de Cannes para Ecuador en la Cumbre Internacional del Medio Ambiente. Ha estado en otros encuentros.

    Dager es fundadora y direc­tora ejecutiva de Pre­mios Latinoamérica Verde; directora corporativa en Sambito. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Dager es fundadora y direc­tora ejecutiva de Pre­mios Latinoamérica Verde; directora corporativa en Sambito. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Brilló en la banca y hoy crece como una ‘coach’

    Carolina Enriquez

    Mes y medio atrás, en la ciudad india de Nueva Delhi, una ecuatoriana recibió el reconocimiento de mujer icónica creando un mundo mejor para todos durante el Foro Económico de Mujeres (WEF) por parte de este último y All ladies league.

    Desde muy pequeña, la quiteña Catalina Cajías supo que su vida debía estar marcada por la causalidad, es decir por hacer que las cosas pasen. Eso, sin embargo, no impidió que tuviera que vivir momentos dolorosos y diferentes a los de otros niños y jóvenes.

    A los siete años ella y sus dos hermanas se quedaron solo con su madre. Luego tuvo que apoyarla en su trabajo de venta de quesos, al por mayor y menor. Salía de la escuela y, en muchas ocasiones sin su progenitora, debía cargar el producto, entregar, cobrar y manejar fuertes sumas de dinero.

    Eso fue clave durante su larga trayectoria en el sistema financiero nacional e internacional.
    Gracias a su carácter decidido y al dinero que se ganaba con las ventas pudo estudiar la secundaria en un colegio privado. Lo primero que pensó al salir fue que quería trabajar; tras su graduación ingresó a Filancard, de la extinta entidad financiera Filanbanco.

    Sin embargo, su sueño siempre fue laborar en Diners. Se dio modos para ingresar a la oficina de la jefa de recursos humanos, entregó su carpeta y le expuso su deseo de ser parte de la institución financiera. Al poco tiempo le llamaron y se quedó en esa firma por cinco años.

    Durante esa época llegaron a su vida éxitos financieros y personales. Se casó, tuvo a su hija y gracias al desempeño de esta empresa compró su primer auto, un Fiat 1, con los 24 millones de sucres que recibió de sus utilidades.

    Catalina se describe como una mujer a quien le gusta potenciar la mayor cantidad de habilidades que tiene, por lo que a los 24 años dejó su trabajo en relación de dependencia, emprendió y se convirtió en importadora de ropa de Colombia. Pero, por problemas médicos, durante un segundo embarazo, no pudo seguir adelante.

    Su destino era el sistema financiero y el comercio. En esas áreas pasó, en altos cargos, por empresas como Indurama, una filial del Banco Solidario y, para 2008, Banco Pichincha.
    En esta última entidad desarrolló proyectos vinculados a marketing, recursos humanos, liderazgo, ‘cash management’, optimización de espacios físicos, etc. También ocupó posiciones como jefe de producto automotriz o administradora de productos y servicios.

    Luis Alberto Miño, ex colega de Catalina en la entidad, destaca que con ella se puede compartir criterios y experiencias para concretar negocios y proyectos. “Sabe manejar equipos de trabajo y relaciones con clientes de manera efectiva. La calidad humana de ella es notable”, comenta.

    Además, por su personalidad, esas habilidades las desarrolló gracias a sus estudios de diplomado en el Instituto Tecnológico de Monterrey en coaching para negocios y gerencia estratégica de ventas. Con ello, a la par que trabajaba en banca dictó talleres de desarrollo personal, trainning…

    Su formación se amplió gracias a un programa de liderazgo para mujeres organizado por el Incae Business School y un diplomado de dirección estratégica de capital humano y gestión del talento en la Universidad de Buenos Aires.

    Con todo esto supo que debía cristalizar el proyecto de sus sueños: su propia marca en materia de coaching, a la que denominó Atributos. La empresa tiene como objetivos, entre otros, el empoderamiento de la mujer, el crecimiento integral y la igualdad de género.
    A pesar que esta iniciativa crecía a poco, Catalina tenía que subir su último escalón en la banca. En 2017 le contactó el State Trust Bank, una entidad de inversión y manejo de patrimonio en EE.UU.

    Dejó la banca nacional y pasó a dicha institución como gerente de negocios en Ecuador. Allí creó y planificó estrategias para promoción y mercadeo de portafolios de inversión en mercado de capitales, administración para clientes de patrimonio alto, etc.

    Estuvo casi un año y medio. Debido a que la empresa no le permitía desarrollar dos actividades, renunció y optó por el coaching.

    En medio de todo esto postuló, en la convocatoria hecha por She Is, para participar en el WEF de la India. Se la escogió entre un grupo reducido de CEOS y líderes de América Latina. “A Catalina se la premió por su trayectoria. Es una persona competente, profesional. Compartió ante 1 000 personas el trabajo que ha hecho”, indicó la colombiana Nadia Sánchez, presidenta de la fundación.

    El viaje a la India también permitió que la ecuatoriana alcance la representación del WEF en el país, del que es parte de la mesa directiva latinoamericana.

    Catalina Cajías en el Hotel Dann Carlton de Quito. Una imagen durante  el WEF en la India y un recorrido con elefantas en ese país. Una de las pasiones de esta empresaria es bailar tango. Fotos: Diego Pallero y archivo particular / LÍDERES
    Catalina Cajías en el Hotel Dann Carlton de Quito. Una imagen durante el WEF en la India y un recorrido con elefantas en ese país. Una de las pasiones de esta empresaria es bailar tango. Fotos: Diego Pallero y archivo particular / LÍDERES
  • Una idea innovadora para procesar los desechos orgánicos

    Marcel Bonilla

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    Tres estudiantes de igual número de carreras de la Universidad Católica de Esmeraldas se juntaron para proponer un proyecto innovador denominado Sistema de biodigestión anaeróbica.

    Esta idea de innovación consiste en procesar 10 metros cúbicos de desechos orgánicos por día. El procesamiento produce energía para siete horas de cocción de alimentos de forma ininterrumpida y produce biofertilizante.

    La propuesta de los estudiantes Andrés Cuero y Janier Rojas (Diseño Gráfico), Jorge Luis Guerra (Gestión Ambiental) y Erick Paul Sosa (Lingüística), fue la ganadora en el encuentro internacional denominado Hult Prize at Pucese, realizado en Esmeraldas.

    Hult Prize es una plataforma global de innovación y emprendimiento estudiantil. Cada año más de 1 000 universidades, de unos 100 países, cuentan con alrededor de 50 000 aplicantes anuales, que proponen ideas de impacto global. Entre ellos se cuentan universitarios ecuatorianos.

    Este año, 14 de los seleccionados fueron personas que fundaron sus compañías como parte de la Incubadora Global de Hult Prize.Los estudiantes de la Universidad Católica, sede Esmeraldas, como parte del premio al primer lugar obtenido en Esmeraldas, recibieron una mención para participar en la regional de San Francisco en Estados Unidos, en marzo de este año, con otras universidades el mundo.

    Andrés Cuero, estudiante de Diseño Gráfico de la Universidad Católica, cuenta que la exposición del proyecto duró 10 minutos y se hizo en inglés, con oportunidades para la retroalimentación.

    “Hemos visualizado este proyecto como una forma de emprender con innovación desde las aulas universitarias y de generar nuevos empleos para la provincia y el país”, señala Cuero.
    Roxana Benítez, de la Unidad de Emprendimiento de la Universidad Católica de Esmeraldas, explica que el programa Hult Prize premió solo a dos universidades del país: la Espoch y Pucese, por ser las dos mejores propuestas.

    Estas intervenciones permite que los participantes aprendan técnicas de innovación, creatividad, trabajo en equipo, presentaciones de negocios, hablar en público, liderazgo, empatía y comunicación intercultural.

    “Hemos realizado ejercicios para resolución de conflictos, desarrollo e innovación de modelos de negocio, entre otras habilidades blandas para empleadores que buscan talento milenial de alto nivel”, señala la vocera de la Universidad Católica de Esmeraldas, Aitor Urbina.

    Hult Prize fue fundada en el año 2009 por el emprendedor social Ahmad Ashkar. Ha sido nombrada por el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton, como “una de las 5 ideas top” para cambiar el mundo.

    La organización se apalanca de los aprendizajes y experiencias construidas por Hult Prize, en los últimos ocho años, para replicar el modelo en Ecuador, usando estudiantes locales a través de 40 campus de 36 universidades.

    Entre esas universidades se encuentra la Pucese. El reto a resolver este año fue el “Aprovechamiento del poder de la energía para cambiar la vida de 10 millones de personas”.

    Los estudiantes que idearon el sistema de biodigestión anaeróbica posan en la ceremonia de premiación que organizó HultPrize. Foto: Cortesía Pucese
    Los estudiantes que idearon el sistema de biodigestión anaeróbica
    posan en la ceremonia de premiación que organizó HultPrize. Foto: Cortesía Pucese
  • Un joven científico ecuatoriano premiado en EE.UU. y Francia

    Mayra Pacheco

    redaccion@revistalideres.ec

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    La edad no es sinónimo de experiencia. En los pasillos de la Universidad San Francisco de Quito, a Andrés Caicedo Páliz, de 34 años, le confunden, en ocasiones, con un estudiante. Pero, en realidad, este joven ecuatoriano tiene un Ph.D en Biología Celular, ha desarrollado una nueva técnica científica y suma proyectos reconocidos en Ecuador y en el extranjero.

    Su interés por la ciencia empezó desde que tenía cuatro años. De niño, tomaba los pescados que su mamá compraba para preparar la comida y los abría para ver qué tenían adentro. Con las gallinas y cerdos, que mataban en una finca familiar, también ‘aprovechó’ para conocer de cerca los órganos internos de estos animales.

    En estas primeras prácticas de acercamiento a la ciencia contó con el apoyo de su familia. Al ser hijo único, sus padres no le regañaban cuando, por ejemplo, mezclaba los champúes, para ver con su lupa o microscopio de juguete qué resultados obtenía.

    Lo que al inició parecía un juego se acentuó durante su formación académica. En el 2001, este joven quiteño se inclinó por buscar el origen de las enfermedades para plantear soluciones. Estudió Biología y Medicina Regenerativa durante 14 años, considerando su carrera universitaria, maestría, doctorado y posdoctorado. Se preparó en Ecuador y en Francia.

    Su formación profesional demandó de constancia y disciplina. Santiago Guerrero, Ph.D en Biología Molecular y Celular, recuerda que Caicedo era un estudiante destacado en la Universidad Católica del Ecuador, donde fueron compañeros, entre el 2001 y 2006. Los proyectos de investigación que planteaba Caicedo eran interesantes, destaca Guerrero.

    La tesis de licenciatura sobre las características de la piel de los anfibios ecuatorianos, elaborada por Caicedo, le permitió validar sus conocimientos y ganar un año en la maestría de Biología Médica, que hizo en Montpellier, Francia, desde el 2007.

    Fue directo a segundo año, en lugar de primero. Las clases las recibía en francés e inglés. Este fue el año más fuerte de su formación.

    Eran entre seis y ocho horas de cátedra. Sus maestros hablaban en términos científicos y en idiomas distintos, que si bien Caicedo entendía no eran de su dominio total. Pero eso no fue un límite.

    Para fortalecer lo aprendido en las aulas, grababa las clases y en su departamento las repetía y hacía resúmenes para estudiar. En el tiempo restante acudía al laboratorio para aplicar lo aprendido.

    Analizar muestras de células en un microscopio y hacer pruebas le apasiona tanto a este investigador que, en Francia, dedicaba hasta los fines de semana a estas prácticas. Carla Manciati, Ph.D en Aguas Subterráneas y amiga de Caicedo, a veces ni siquiera lo veía, pese a que eran vecinos.

    Casi no tenía tiempo para salir, en el primer año no fue a la playa, aunque estaba cerca. Pero se ejercitaba cuatro veces a la semana. Todo el esfuerzo valió la pena.

    El proyecto que presentó Caicedo para la maestría relacionado con el rejuvenecimiento de las células y su desempeño, le permitió destacarse entre el grupo. Pero ahí no se detuvo su preparación.

    Queriendo ganarle al tiempo, sin hacer ninguna pausa, postuló para obtener una beca y estudiar un doctorado en Biología Médica y Medicina Regenerativa. Esta fue cubierta por el Gobierno francés, debido a sus logros académicos.

    Con mayor confianza en el idioma, en el doctorado, Caicedo se dedicó a estudiar las células madre y su relación con el cáncer.

    Lo hallado en esta investigación le permitió desarrollar una nueva técnica relacionada con el trasplante artificial de mitocondrias (componentes de las células) con fines médicos. Esto fue parte de su tesis para obtener el Ph.D. En el posdoctorado aplicó esta técnica con el fin de reparar tejidos. Caicedo volvió a Ecuador en el 2016, porque quería desarrollar ciencia en su país y estar con su familia.

    La técnica sobre trasplante artificial de mitocondrias, desarrollado por este investigador, obtuvo en el 2017 un premio del Massachusetts Institute of Technology Review (MIT), una reconocida revista de difusión científica.

    Actualmente, Caicedo es profesor e investigador en la Escuela de Medicina de la Universidad San Francisco de Quito. Está a cargo del laboratorio donde puede seguir desarrollando sus proyectos. Uno de estos ha obtenido un reconocimiento de la Alianza por el Emprendimiento e Innovación.

    Se trata de un examen que identifica de manera anticipada los riesgos de una persona a desarrollar obesidad. Y otro, que presentó a fines del 2017, tiene como objetivo regenerar tejidos a base de un extracto. Para impulsar estas iniciativas, busca apoyo de inversionistas públicos o privados.

    Su hoja de vida

    Formación. Es master y Ph.D con honores en Biología Celular y Biomedicina por la Universidad de Montpellier.
    Premios. Ganó el concurso Ecuador Cambia al Mundo organizado por la Alianza por el Emprendimiento y la Innovación del Ecuador (AEI).
    Hobbies.  Practica deporte, es fan de Star Wars. De niño, admiraba a los superhéroes, porque eran científicos.

    Conjuga la investigación con el deporte

    Desde el 2016, Andrés Caicedo Paliz es profesor e investigador de la Escuela de Medicina de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). Él imparte cátedra a estudiantes de tercer y cuarto nivel.

    Sus proyectos se enfocan en Medicina Regenerativa. En el laboratorio analizan cultivos de células junto a cinco estudiantes. En estas instalaciones cuentan con el equipamiento necesario: microscopios, pipetas, y otros aparatos especiales.

    Caicedo está enfocado en desarrollar terapias innovadoras que permita que las personas puedan prevenir enfermedades o regenerar sus tejidos afectados por quemaduras de sol, lesiones, heridas u otras afecciones.

    A esta actividad dedica la mayor parte del tiempo, de 08:30 a 20:30. Está consciente de que en Ecuador, a diferencia de Francia, donde se especializó, queda mucho por hacer. Pero esta realidad no lo desmotiva.

    Este joven investigador tiene expectativas por encontrar inversión para impulsar el desarrollo de la ciencia en este país. Incluso, tiene una meta: emprender un proyecto de biotecnología y medicina regenerativa en Ecuador.

    Para esto considera que es necesario que la empresa privada y el sector público se unan en este objetivo.

    En el ámbito personal destina su tiempo libre para compartir con su familia y amigos. También práctica deportes. Ha participado en competencias como la carrera Últimas 15k.
    Esta afición la desarrolló en Francia, donde estuvo ocho años. En Europa participó en dos maratones, en carreras de 72 kilómetros y de alta montaña.

    Andrés Caicedo en una conferencia sobre avances científicos. Foto: Archivo particular
    Andrés Caicedo en una conferencia sobre avances científicos. Foto: Archivo particular
  • La equidad de género es motivo de un premio

    Redacción Quito

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    Este año, 91 empresas -entre nacionales y multinacionales- formaron parte de la segunda edición del premio El Talento No Tiene Género, organizado por Women for Women Ecuador, la Cámara de Industrias y Producción (CIP) y PricewaterhouseCoopers (PwC).

    Esto significa, un 23% más de participación que en el 2016. La petrolera Schlumberger, en el segmento de las firmas internacionales, y el Banco de Guayaquil, entre las nacionales, fueron las empresas ganadoras.

    Mientras que General Motors, obtuvo un reconocimiento por su programa Women in action, que busca incrementar la participación de mujeres en el área de manufactura de la firma.
    La premiación se dio el martes 12 de diciembre, en el auditorio UDLA Park, en Quito.

    Viviana Ido, representante de ONU Mujeres, destacó la importancia del incremento en la participación en esta convocatoria, que busca premiar a las empresas que invierten esfuerzos y recursos en practicar equidad de género en sus organizaciones.

    “Estas empresas marcan camino a seguir, son pioneras en el país. Pero es necesario que la igualdad de género en las empresas sea una costumbre y no la excepción”.

    Joana Pereira, gerenta de regional de Recursos Humanos de Schlumberger, destacó que la petrolera trabaja en incrementar la participación de mujeres en cargos medios.

    La premiación de la segunda edición del premio El Talento No Tiene Género se desarrolló el pasado martes 12 de diciembre, en Quito. Foto: Cortesía /  Women for Women
    La premiación de la segunda edición del premio El Talento No Tiene Género se desarrolló el pasado martes 12 de diciembre, en Quito. Foto: Cortesía / Women for Women
  • Una velada que premió emprendedores

    Redacción Quito

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    A Camille Paz y Miño, fundadora de la marca Higland Farm Foods, exportadora de snacks a base de quinua, se le reconoció con el galardón Emprendedor del año, en la tercera edición de los Premios Ei. Estos los otorga la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI).

    Para Paz y Miño, la constancia, pasión y voluntad de seguir aprendiendo son los ingredientes que le han permitido crecer y destacarse por su trabajo.

    Con un presupuesto inicial de USD 50 000 y con el apoyo de dos inversionistas, Camille fundó en 2016 la empresa Wholesome Foods­ que, además de exportar su quinua a EE.UU., busca expandirse en el mercado local. Próximamente, la empresa lanzará nuevos productos en la línea saludable.

    Los premios Ei, que se celebraron la noche del 23 de noviembre en Yaku, Museo del Agua, se otorgaron a emprendedores, aliados y reemprendedores.

    En la sección de aliados se premió a distintas empresas públicas y privadas, por su apoyo a los emprendedores en servicio, innovación, talento humano, financiamiento, regulaciones, etc.
    El reconocimiento al Aliado más activo del año fue para Corporación Favorita. Dentro del sector público se premió como el más activo a la Agencia de Promoción Económica (Conquito) y en el área académica a la Universidad San Francisco de Quito.

    En el encuentro también se distinguieron tres emprendedores afectados durante el terremoto en la Costa, en abril del 2016. Ellos formaron parte del programa Reemprende, desarrollado por la AEI para la reactivación productiva de los emprendedores de la zona afectada por el sismo.

    Esta edición también contó con un premio especial, otorgado por el Centro de Competitividad e Innovación, aliado de la AEI, a las 10 finalistas, a escala nacional, del proyecto Mujeres Innovadoras.

    María Cecilia Holguín e Isabel Jácome fueron dos de las mujeres reconocidas con el galardón, por su emprendimiento Lila Working Moms, que consiste en una bolsa de trabajos flexibles para mamás.

    A la fecha hay 75 empresas y 3 200 candidatas registradas en la bolsa de empleo, detalló Holguín.

    Otra mujer emprendedora ganadora de la noche fue la chef María José Falquez, que a través de su proyecto Salud con Sabor ofrece cursos de comida saludable. A través de la campaña ‘Defendiendo lo que nutre’ dicta los talleres de manera gratuita, a quienes no pueden costearlos.

    El invitado especial de la velada fue Juan de Antonio, fundador de Cabify, el emprendimiento de servicio de transporte en carros particulares que ya está presente en 40 ciudades del mundo.

    De Antonio comentó que la estrategia de Cabify ha sido “mirar” a largo plazo. Señaló que en su camino de emprendedor ha sido clave rodearse de gente más lista que él, pero que comparte los mismos valores.

    Lamentó que el proteccionismo de las sociedades hacia las industrias sea en ocasiones una limitante para las innovaciones.

    Andrés Zurita, director de la AEI, espera que el marco regulatorio del Ecuador sea renovado, especialmente en lo que se refiere al cierre de empresas, que a su juicio es “demasiado complicado”.

    “Necesitamos incentivos para el financiamiento, para el capital semilla, para el capital de riesgo. Necesitamos que se elimine el impuesto para la ganancia de capital, que es demasiado alto”, subrayó.

    Los ganadores tienen nuevos retos para seguir innovando.

    La AEI reconoció al Emprendedor del año, premio otorgado a Camille Paz y Miño, de Wholesome Foods. Fotos: Patricia González / LÍDERES y cortesía AEI
    La AEI reconoció al Emprendedor del año, premio otorgado a Camille Paz y Miño, de Wholesome Foods. Fotos: Patricia González / LÍDERES y cortesía AEI