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  • Solubles Instantáneos: El aroma y el sabor de su café llegan a 12 países

    Holger Ramos B./ Redacción Guayaquil

    Producir café soluble para exportar fue el objetivo de Jorge Salcedo, al fundar Solubles Instantáneos C.A. en Guayaquil, en 1960. En esa época, él trabajaba con su hermano Marcos en la exportadora de café y cacao Salcedo Hermanos. De forma paralela, fundó Solubles Instantáneos con una inversión que a la tasa de cambio correspondía a USD 214 000. Fueron recursos de ahorros de la actividad empresarial y de créditos bancarios.

    Pasaron 52 años y la firma que produce las marcas Don Café y Café Oro consolidó su presencia local y en el extranjero. Los productos llegan a países como Japón, Inglaterra, Holanda, Alemania, Israel, Perú…. Asimismo, la firma vendió cerca de USD 20 millones, en el 2011.

    La compañía comenzó a operar en la av. Carlos Julio Arosemena (norte) y, en ese sector, hoy tiene un área de 30 000 m².

    Jorge Salcedo, hijo del fundador, preside la compañía desde el 2006. Cuenta que en los inicios, la persistencia de su padre hizo que el negocio no cerrara pese a tener pérdidas. Recuerda como anécdota que en el gobierno de Camilo Ponce Enríquez (1956-1960) se incentivó la exportación de productos no tradicionales. Sin embargo, justo cuando iban a arrancar las exportaciones cambió el régimen al de José Velasco Ibarra (1960) y también las reglas del juego. “Las exportaciones previstas a Inglaterra se cancelaron”.

    Por este motivo, cita Salcedo, se enfocaron en la producción local, en un mercado que no estaba acostumbrado a consumir café soluble. “Eran otros hábitos, la gente preguntaba para qué servía ese ‘polvito’. Contratamos publicidad en la radio y hacíamos degustación en plazas y mercados”. Tan solo 12 años después, en 1972, se dieron las condiciones para la exportación. La primera venta se hizo ese año a Alemania y actualmente los productos llegan al mercado de 12 países.

    Sin embargo, la empresa pasó períodos de crisis. Salcedo cita las devaluaciones del sucre en los ochenta que aumentaron sus deudas en dólares o la crisis de los precios del café, desde el 2001 hasta el 2005.

    La innovación en los procesos productivos fue una constante. Inicialmente la empresa elaboraba café atomizado que se obtiene mediante un proceso de altas temperaturas. Pero en 1981 se invirtieron USD 4 millones para implementar otro sistema mediante un proceso de liofilización a bajas temperaturas. En el 2005 se amplió la torre para el proceso de atomizado e invirtieron USD 3 millones.

    [[OBJECT]]Para Enrique Moncayo, gerente general de la compañía, entre los planes en el corto plazo está aumentar la presencia en la Sierra y exportar más productos terminados con las marcas propias.

    Seira Romero es la administradora de Ariosto Andrade Cía. Ltda., una distribuidora de productos de consumo masivo. Comenta que esta empresa comercializa el café de Solubles Instantáneos desde hace unos 50 años. “Vendemos en Manabí los productos Don Café y Café Oro de Solubles Instantáneos. Tiene alta demanda y son productos de alta calidad”.

    La opinión la comparte Manuel Marfetán propietario de la distribuidora Prodeco, en Machala. “Trabajamos con la empresa desde 1984. Destacamos la responsabilidad de la compañía y la calidad de sus productos, tienen una alta rotación”.

    Salcedo dice que entre los problemas del sector cafetalero está la baja productividad. Por esto, la firma implementó dos programas en los cantones Echeandía y Guaranda (Bolívar) junto con el Consejo Cafetalero Nacional. Allí desarrollan 300 hectáreas de café cuyos dueños son cerca de 250 agricultores. Ellos, reciben asesoría y apoyo económico en los cultivos.

    La compañía

    Los productos. Don Café tiene presentaciones de 10 gramos (g), 50 g y envase de vidrio de 200 g.
    La exportación. El café soluble se exporta en bolsas de 25 kilogramos que luego se embalan en cajas.
    Proyectos sociales. Solubles Instantáneos auspicia al Club Social y Deportivo Don Café, en Guayaquil.

    EL INSIGNIA

    ‘Hay comunicación en esta empresa’

    Jorge Guamán / gerente de planta

    En esta empresa trabajo desde hace 32 años. Al inicio realizaba labores relacionadas con el control de calidad, organización, métodos y procedimientos. También supervisaba los procesos productivos y verificaba que el producto final cumpla con los requerimientos establecidos.

    Hoy, soy el Gerente de la planta y mi labor es coordinar al resto de los departamentos involucrados en la producción. Esta tarea implica que tenga bajo mi supervisión a cerca de 120 personas.

    En esta compañía he tenido grandes satisfacciones, entre otras, tener libertad para desarrollarme profesionalmente. Hay lecciones que no se aprenden en la universidad, pero sí en la práctica como el trato diario con personas y la solución de problemas que surgen en la actividad.

    Destaco la excelente relación que existe con la presidencia y gerencias de la compañía y la comunicación con el personal.

  • La asociatividad ofrece sabor a los platos de este menú

    Redacción Cuenca

    La Fonda Coopera, ubicada al este de Cuenca, oferta más de 100 platos en su menú. Entre ellos está el pescado en hoja, cebiche de camarón, sopa de cangrejo, seco de pato, trucha frita, parrillada de mariscos…

    Este restaurante, que factura unos USD 20 000 al mes, es una parte del negocio de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Coopera que funciona en la capital azuaya. Su gerente, Rodrigo Aucay, señala que la Fonda nació por una necesidad de dar valor agregado a los productos de unos 34 000 socios que se dedican a la crianza de animales y a la agricultura.

    Este proyecto surgió el año pasado con una inversión de USD 400 000; en principio la facturación bordeaba los USD 4 000 al mes. Sin embargo, paulatinamente crecieron la acogida y las ventas.

    El local, de 650 m², está edificado sobre pilares de madera que le sostienen en una laguna de unos 1 200 m². Su techo es de paja y en su interior hay mesas y sillas de madera que evocan a las fondas antiguas.

    Entre vajilla, ollas, cubiertos… se adquirieron más de 10 000 piezas para equipar la cocina y atender a los consumidores.

    Uno de sus clientes, Miguel Calle, resalta la decoración, el servicio y la calidad de la comida. “Se nota que todo es cocinado al instante por la frescura del producto”.

    Para Martha Chica, otra clienta, los precios asequibles son claves. Ella visita el lugar los fines de semana con su esposo y dos hijos. El gasto promedio por persona es de USD 6. Además, dice esta cuencana, existe variedad de ensaladas, vegetales, postres, carnes, etc.

    Aucay identificó que era necesario incluir sazones de otras regiones del país. Por ello, entre los siete colaboradores de la cocina hay esmeraldeños, lojanos, manabitas…de esta forma se diversifica el sabor de los platos para lograr más acogida.

    En la parte central del restaurante existe una parrilla de cinco metros de largo para satisfacer la demanda. Hay días en los que el local recibe hasta 650 clientes, en especial los fines de semana.

    Una de las proveedoras de la Fonda Coopera es Victoria Villacís, quien, en tres hectáreas en la parroquia San Joaquín (al este de Cuenca), cultiva acelga, tomate, zapallo, entre otros productos. Desde el año pasado comercializa sus verduras y hortalizas a la Fonda y está satisfecha con la relación comercial.

    La Fonda Coopera oferta platos a la carta y almuerzos ejecutivos. Aucay indica que el objetivo de este restaurante es brindar un servicio de alimentación sana. Por ello, en sus platos ofertan preparaciones con mellocos, mashua, quinua, soya, pescado, zapallo…

    Para la directora del centro de Nutrición Life Center (Cuenca), Gloria Rueda, estas iniciativas gastronómicas son válidas porque incentivan a la comunidad a mejorar su alimentación sin sacrificar el sabor. Las personas suelen pensar que comer fuera de casa es sinónimo de comida chatarra. “Sin embargo, la Fonda Coopera desvirtúa ese concepto, porque ofrecen platos saludables con buen sabor”.

    Aucay revisa cada detalle en la instalación del restaurante. Su objetivo es que las carnes y mariscos se preparen a la parrilla para que sean más saludables. “Con cada plato hay una opción de ensalada fresca o verduras al vapor, de acuerdo con el gusto del consumidor”.

  • Los licores embriagan de sabor a los menús

    Redacción Cuenca

    Costillas de cerdo en salsa Jack Daniel’s, lomo de res en vino tinto, salmón en mantequilla y champán o postres con amaretto son algunas de las opciones que llaman la atención en los menús de restaurantes fusión. Usar bebidas alcohólicas como el ingrediente que da el sabor a las carnes, arroces y pasteles no es nuevo, ya que esta técnica se usaba desde 1800 en la cocina francesa.

    En ese país surgió la técnica de flambear o flamear donde se impregnan con licor, crepes, carnes o mariscos, y se prende fuego hasta que se evapore el alcohol y esa preparación queda con una textura crocante y un sabor diferente, explica el chef Miguel Salazar.

    En Ecuador esta técnica de preparación existe desde los 80, cuando la cocina francesa ingresó con fuerza. Sin embargo, desde hace ocho años, cuando se posicionó la gastronomía fusión -que toma ingredientes y técnicas de diferentes países y los combina en sus platos-, el alcohol tomó protagonismo en las preparaciones, asegura Salazar.

    En el Centro Histórico de Cuenca, de un local de 30 m2 emana un olor a chocolate, merengue y ron. Es Golosinas Dikaty, que con más de 10 años en el mercado oferta tortas con coñac, chocolates con champán, ron, amaretto, triple sec, entre otras. Para la propietaria del negocio, Katy Tamayo, el licor es fundamental para dar sabor a las masas dulces y a la chocolatería.

    Esta cuencana explica que estos platos pueden ser consumidos por menores y adultos, ya que la preparación pasa por un proceso de cocción que evapora el alcohol. Hay otros tipos de pasteles a los que se les agrega el licor, por ejemplo coñac, al final, para remojar la masa.

    A unas cuadras de Dikaty está el restaurante y bar La Parola, que es conocido por su risotto, una suerte de arroz cremoso acompañado de champiñones, vegetales o camarones. Xavier Torres es el chef y revela que su secreto para concentrar el sabor de esta preparación es usar vino blanco, preferiblemente de buena calidad, como un sauvignon blanc o chardonnay, que son cepas de vino blanco francés. El menú de La Parola también tiene lomo en vino tinto, roast beef en coñac y tamarindo… Es clave usar licores de calidad, y si se trabaja con una marca no cambiarla, para no afectar al sabor de los platos, explica Torres.

    A propósito de este consejo, el chef de La Parola señala que la restricción a la importación de licores sí ha afectado el costo de los platos. Sin embargo, “no puede trasladarse ese incremento al precio final, ni tampoco se puede cambiar por un producto de menor costo, porque el comensal siente la diferencia”.

    Los restaurantes y locales de dulces no son los únicos que utilizan licor para dar sabor a su menú. En las aulas del Instituto San Isidro, unas llamas se levantan de las sartenes mientras los estudiantes con destreza lanzan chorritos de licor a sus preparaciones para mantener esa llama. Esa técnica se llama flameado y es clave en la formación de los chefs, dice el catedrático John Valverde.

    “El consumidor ecuatoriano ha afinado su paladar y cada vez está dispuesto a experimentar sabores nuevos como los glaseados con whisky, salsas con vodka, vinagretas con jerez, etc.”, comenta este docente, mientras enseña a sus alumnos.

  • Las especias dan sabor a los frutos de Artigiano Gourmet

    Redacción Guayaquil

    Natalie Cossettini prepara a diario nueces o almendras picantes con especias, tostadas con ajo y caramelizadas. También encurte pimientos, berenjenas, champiñones y aceitunas rellenas de almendras o de pimiento. Ella es la propietaria de Artigiano Gourmet, una microempresa que oferta estos productos en Guayaquil y Samborondón.

    La idea de negocio surgió hace tres años, cuando Cossettini laboraba en una firma importadora de frutos secos. El conocer de esos productos la animó a hacer de esa empresa su proveedora y dar a los frutos un toque personal, para comercializarlos con su marca propia.

    Así, invirtió unos USD 600 de ahorros personales para comprar insumos y empezó a tostar las almendras y nueces en su domicilio, agregándoles ingredientes como ajo, canela y especias.

    En un inicio, los vendía solo a familiares y amigos. Más tarde fue invitada a participar en la feria El Mercadito. Allí, promocionó sus productos, con una gran acogida. En esa ocasión, vendió los productos al peso pero, en el 2011, la oferta cambió a envases de 200 y 500 gramos.

    Además, agregó los vegetales encurtidos al portafolio de productos. Estos -dice- son cocinados con la receta de su abuela y cuestan entre USD 4 y 7.

    En cambio, los frutos secos oscilan entre USD 5 y 6, dependiendo del tamaño y sabor. También están disponibles en presentación de regalo, en envases de vidrio. Cossettini vende en promedio 100 unidades al mes. La mayor demanda se da entre octubre a diciembre.

    Los pedidos los recepta con tres días de anticipación y pueden ser retirados en su domicilio, en la vía a Samborondón. Allí, elabora los productos junto con una ayudante.

    Asimismo, los entrega en Guayaquil y Samborondón, con un recargo adicional desde USD 1,50, según la ubicación. Además, entrega en otras ciudades a través del servicio de Servientrega.

    Andrea Wagner es clienta de Artigiano Gourmet desde el año pasado. Ella afirma que sus favoritos son las nueces con ajo y las almendras con ají. «Lo mejor de los productos es su sabor. La mayoría de veces los uso como ingredientes esenciales en las ensaladas. En reuniones sociales, los sirvo de aperitivos». Wagner agrega que los precios son asequibles y van de acuerdo con la calidad.

    Otra clienta es Cristina Cornejo, quien probó los productos desde el inicio de la microempresa. Esta clienta dice que, a pesar de que todas las variedades le gustan, sus favoritos son las nueces caramelizadas con canela. «Los precios son razonables y resultan algo novedoso ya que productos de este tipo no se encuentran fácilmente en el mercado».

    El mercado potencial
    El target.  Son productos multitarget. Va desde hombres y mujeres jóvenes hasta adultos que disfruten de los productos artesanales y gourmet.

    La promoción.  Se promociona en ferias y en redes sociales como Facebook.

    LA CIFRA
    100 envases co mercializa en promedio cada mes este negocio

  • Germinatu innovó el sabor y el olor de las ensaladas

    Redacción Quito

    La lista de negocios que Juan Jáuregui ha emprendido es extensa. Empezó con la crianza de cuyes. Más tarde incursionó en el negocio avícola, la alfalfa, las uvillas, las rosas… e incluso la venta de equipos de bombeo.

    «Extraño mis fierros del agro que tenía antes de esta locura, pues siempre se reparan, sueldan, guardan, pintan y repintan. Siempre ahí. No se mueren, pudren o enferman…», comenta el empresario de 55 años que hace poco más de dos años cerró una floricultura que tuvo durante 14 años debido a problemas con sus compradores.

    Jáuregui no se rindió y le apostó a las semillas germinadas y miniplantas con certificación orgánica. Con esta idea, en el 2011 inició una nueva aventura que se llama Germinatu, una pequeña empresa que dirige con Alejandro, su hijo de 23 años. Cuando piensa en todos sus negocios dice sin dudar y con una gran sonrisa: «¡Gracias a Dios ya no tengo cuyes!».

    Todos los emprendimientos le dejaron aprendizajes. Jáuregui espera que Germinatu sea el último y definitivo, aunque confiesa que siempre está pensando en alternativas nuevas de trabajo.

    Tras analizar el potencial del producto, la idea empezó con una producción piloto que vendían en un mercado de productos orgánicos al norte de Quito.

    Hoy entre sus clientes se cuentan restaurantes exclusivos como San Telmo, Chez Jerome, Grupo Barlovento, los hoteles Swissôtel, Hilton Colón, la Universidad San Francisco, pero también cadenas como Supermaxi y otros.

    Germinatu empezó vendiendo 50 cajas diarias, hoy coloca 250.

    El uso de estos productos crece en la cocina gourmet y entre los amantes de los alimentos sanos. Se utiliza en ensaladas, en cremas, para decoración de platos, etc.

    Así lo explica Raúl Quintana, jefe de Compras del Food Services de la Universidad San Francisco, quien destaca la capacidad de innovación de Germinatu, de la cual es cliente hace más de un año.

    Los productos se utilizan en las prácticas del Colegio de Hospitalidad y Arte Culinario y en la empresa de catering Epikus de esa universidad. Y son claves para los estudiantes de último semestre, quienes tienen el desafío de crear platos nuevos. «Las plantas ofrecen colores y sabores que les permite innovar. Además,son muy nutritivos».

    100 gramos de germinado de brócoli equivalen a cinco kilos de brócoli maduro, explica Jáuregui, gerente general de la empresa.

    La empresa espera este año abrir una franquicia en Bogotá y otra en Lima. Con ello, aunque hoy es un producto de «nicho», esperan ampliar su consumo.

    La producción
    La iniciativa. Hoy emplea a tres personas, empezó con la producción de germinados de alfalfa, trébol y trigo.

    Oferta. 27 ítems, que incluyen germinados de mostaza, cebolla e incluso flores comestibles de diversos vegetales.

    LA CIFRA:
    USD 7 000 es la facturación mensual promedio de Germinatu

  • Premian al sabor de la región

    Bruselas, EFE

    Licores y cervezas componen mayoritariamente la lista de 74 productos de 12 países de Latinoamérica premiados la semana pasada en Bélgica por su sabor y calidad tras pasar el examen de 120 cocineros y sumilleres internacionales.

    El pasado viernes se conocieron los ganadores de la décima edición de los International Taste and Quality Awards, que cada año reúnen en Bruselas a 60 chefs y 60 sumilleres de reconocido prestigio para catar productos de consumo corriente, venidos de todo el mundo y premiar a los más excelentes.

    Este exigente jurado evaluó a ciegas la calidad y el sabor de más de 1 250 productos de 75 países y entregó a los mejores una, dos o tres estrellas doradas.

    Colombia fue el país latinoamericano que más distinciones consiguió con 20 productos premiados, en tanto que Bolivia, Brasil, Ecuador, Perú y México recibieron cada uno ocho reconocimientos. Les siguieron Argentina, con cuatro productos premiados y Venezuela, con tres, mientras que Uruguay, Paraguay y Guatemala recibieron cada una dos reconocimientos y Costa Rica uno.

    Además un café colombiano y una cerveza boliviana se llevaron el premio Crystal, máxima distinción que se concede a aquellos productos que han obtenido la puntuación más alta (tres estrellas) tres años consecutivos.

    Los productos latinoamericanos que más éxito tuvieron entre el jurado fueron las cervezas, que coparon 28 de los 74 premios, seguidas de las bebidas espirituosas, con 20 premios entre licores, tequila, aguardientes y cachaça brasileña.

    Todos los fabricantes que sometieron sus productos a examen de forma voluntaria podrán ahora lucir el sello distintivo que otorga el International Taste and Quality Institute sobre sus envases o en campañas promocionales.

  • La horchata busca consolidar su consumo en el extranjero

    Lilia Arias. Redacción Loja / LÍDERES

    La horchata es una bebida que se prepara con la infusión de 16 hierbas medicinales. Esta se ha convertido en un producto apetecido en el país y en el extranjero. Para su comercialización se envasa en empaques plásticos.

    En Loja han surgido diversas empresas que se encargan de este producto. Cada una la oferta con imágenes renovadas y sabores adicionales, como la horchata con limón o con miel de abeja.

    La Sureñita SA es una empresa que nació en el 2002, con el sueño de promocionar esta bebida, que aporta a la salud, en mercados internacionales.

    Esta pequeña empresa, por seis años, rentó un espacio para la producción y trabajaba con seis personas. Luego, por el crecimiento de las ventas, hubo la necesidad de ampliación. La firma adquirió un terreno, ubicado al sur de la ciudad, donde se construyó el galpón para la fábrica.

    Según Kelvin Sigcho, gerente propietario, el 20% de la producción es destinada al extranjero y el 80% restante se distribuye en el país. Para llegar al mercado internacional, la empresa elaboró estrategias de marketing. «Una de las claves del éxito es mantener el sabor del producto para que el consumidor se sienta satisfecho», indica Sigcho.

    Para lograr esto, la firma asesora a las 80 familias campesinas que proveen la materia prima, en las actividades de siembra y de cosecha adecuada de las plantas medicinales. La empresa cuenta con técnicos que visitan los terrenos de los proveedores de forma permanente.

    Desde las parroquias rurales de Loja como: Vilcabamba, Malacatos, San Pedro de Vilcabamba, Chuquiribamba y Taquil se traen las plantas. Además, en Ambato, se compra la manzanilla.

    Para Sigcho otro de los éxitos es pagar un precio justo al productor para contar con materia prima los 12 meses del año. Mercedes Puchaicela, es una de las proveedoras. Ella entrega un promedio de 50 quintales al mes. Por cada uno, recibe un pago entre USD 20 y 50; el precio varía por la calidad cosechada.

    Entregar plantas medicinales a Sureñita SA es un trabajo complementario de Puchaicela, porque a la par cría animales de granja, como gallinas, cuyes y borregos. El estiércol de estos animales lo ­coloca en la tierra para abonarla y nutrirla para la siembra.

    Cada familia tiene un cupo que se estableció previamente con la empresa. Por ejemplo, un promedio de entrega máxima es de 50 quintales mensuales.

    Luego, en la planta, los 20 trabajadores realizan la desinfección, selección y secado de las plantas para el envasado y empacado. En la bodega se separan los volúmenes que se entregan a las cadenas de supermercados: Supermaxi, Tía, Coral, Zerimar (Loja) y tiendas pequeñas de la localidad. 6 000 bolsas de 35 gramos se fabrican diariamente.

    Para llegar a EE.UU., la horchata se vende con el nombre de Doña Tere en frascos herméticos de 50 gramos. Hace cuatro años se logró comercializar el producto en sitios como Nueva York, Oregón, Kansas, Wyoming y Misuri. Además, existen ventas para Italia, Francia y España que representan el 5%.

    La producción al mes es de 150 000 bolsas que se venden a USD 0,40 al por mayor, cada unidad. Al momento, la firma trabaja en una nueva presentación y así actualizar la imagen del producto.

    Para Martín Herrera, administrador del Micromercado del Sur en Loja, el producto de la Sureñita SA es reconocido, porque mantiene su sabor desde que salió a la venta. Este comerciante la recomienda a todos sus clientes.